El Espíritu Santo en el Liderazgo Productivo Hechos 1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. 5 Porque Juan ciertamente bautizó con agua, más vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días. 6 Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo? 7 Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad; 8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Podemos ver a través de las Sagradas Escrituras, la importancia del obrar del Espíritu Santo, en los primeros líderes de la iglesia original. Es tan importante que Jesús lo marca como imprescindible para funcionar en la tarea de trasmitir la visión, tal como los llama “testigos”, o sea el que vio y anuncio, el que entendió la visión y la ejecuto. Anteriormente Jesús, como en todo, les había dejado ejemplo con su testimonio de que el no empezó su tarea de Liderazgo en la tierra, sin antes que el Espíritu de Dios posara sobre ÉL. Cuando el Espíritu Santo descendió luego de que fue bautizado por Juan, fue el punta pie de su Ministerio. Increíble El Rey de Reyes, el que tiene todo el poder y la autoridad, no empieza su tarea sin El Espíritu Santo, “el asistente” principal de un gran líder. Su ministerio está en el momento final en su primera etapa en la tierra, y les deja a sus discípulos, la clave para el éxito, tal como él lo había tenido en sus 3 años de su tarea ministerial, “No se muevan, no hagan nada, sin que antes el Espíritu Santo este sobre ustedes. El espíritu Santo es la garantía del buen funcionar del líder, y lo vemos tanto en el Antiguo Testamento, como mas adelante vamos a detallar, y en el operar de los Apóstoles. Es extremadamente peligroso cumplir con la tarea, sin la ayuda del Espíritu Santo, ya que el corazón del hombre es engañoso, que hasta ni siquiera uno puede darse cuenta y haberse desviado del propósito de la tarea que tiene que realizar. Necesitamos los líderes del Cuerpo de Cristo, entender la envergadura que tiene la influencia del Espíritu Santo en nuestro liderazgo, y aunque muchas veces he escuchado y he predicado que los extremos son malos, creo profundamente, que si hubiera algo extremadamente importante para un líder, esto es la guía del Espíritu Santo. Se precisan muchas cosas, para lograr un liderazgo productivo y hay que trabajar esforzadamente para alcanzarlas, pero ninguna de ellas podrá remplazar la guía del Espíritu Santo en nosotros. CONOCIENDO AL ESPIRITU SANTO El Espíritu Santo es una de las tres personas del Eterno Dios trino y uno. Aunque no se revelo la plenitud de su poder al pueblo hasta el ministerio de Jesús y más tarde en el día de pentecostés como se relata en hechos capitulo 2. La palabra hebrea para “Espíritu” es ruaj, una palabra que a veces se traduce como “viento” y “aliento”. Las sagradas escrituras revelan al Espíritu Santo como persona con individualidad propia. 1Pedro 1:2 elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas. Es una persona divina como el Padre y como el hijo. De modo que nunca se puede pensar que el Espíritu Santo es solo un poder o una influencia. El tiene características personales, porque piensa (Romanos 8:27), siente (Romanos 15:30), tiene voluntad (1Corintios 12:11), y tiene la capacidad de amar y disfrutar del compañerismo. El Es un Gran Compañero!!! LA INFLUENCIA DEL ESPIRITU SANTO EN EL LIDERAZGO El Espíritu del Señor es el que impartía el liderazgo del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento. Moisés, por ejemplo, fue uno con el Espíritu de Dios hasta tal grado que experimentaba los sentimientos mismos de Dios, sufriendo cuando El sufría y afligiéndose cuando El se afligía por el pecado. Éxodo 32:19 Y aconteció que cuando él llegó al campamento, y vio el becerro y las danzas, ardió la ira de Moisés, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte. Moisés, no rompió las tablas de sus manos, por una emoción no controlada, sino debido a una indignación justa contra el pecado. Tal indignación es la que también manifestó Jesús contra el pecado en Juan 2:15. Importante que cada Líder del Reino de Dios, pudiera establecer la relación o la comunión que tenia Moisés con Dios, que Dios mismo lo tenía como compañero, era como parte de su equipo. Continuamente hablando cara a cara con Dios. Éxodo 33:11 Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo. Luego obedientemente Moisés siguió la dirección del Espíritu del Señor, en escoger setenta ancianos para que lo ayudaran a guiar a los Israelitas, Dios tomo de su espíritu, y lo puso en los ancianos. Números 11:16 Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo. 17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo. Asimismo cuando Josué fue designado para suceder a Moisés como líder, Dios indico que el espíritu estaba en él. Números 27:18 Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él;