EDICIOH fiB MADRID. rRamoi DB SBÍCBIGHOK. UDBID DOCE El£M<BS Al I VEII^TS a s PEovisciAS,. LOS MÜSgKUS KSSI.TG8 k i9 «nfáSCOI. koisnsaeios ; eomunieadoi d pr^gioi 60Bt¿B» úcnslm. EL CLAMOR PDBLIGO, St ¿«t« t»iU» I»* diés dut edieümei/, wt» p ia nañana para £jidri4 fmmm m mfM miuii FOBiAii EN 1844. SÁBADO 4 SE MARZO BE 1148, iUiEBO 1167. Articnlo 3. *=* de la Constitncioii. Toda español tiene derecho de dirvjir peticio•nes por escrito a las Cortes y al Rey, como determinan las leyes. PETICIÓN Á S . M . <E1 partido progie&ista lia acordado dirigir á & 3f. la giguiecte: SEIXORA: Las Cortfs, según todas las apariencias, «probarán un proyecto de ley que el gobierno les Iba presentado, y cuyo objeto es revestir á los ministros de V. M. con el tremendo al par que iilimitido poder de suspender las garantías consititueionaks de los ciudadanos y contraer por .cualquier medio un empréstito de 200 millones. Lo uno, SEÑOBA, es ejercer en nombre de "V. M. una autoridad sin límites: suprimir la l e j fundamental del Eblsdo: borrar del sistema de gobierno que nos rige el principio de legalidad «n q«e se funda, y escribir en su lugar el de dictadura. Lo otro, mas ó menos directamente, es impoBer al pueblo una contribución forzosa sobre lag muchas que ya le abruman. Para cohonestar estas medidas, ¿qué motÍTos se inTocan? El de conservar á V. M. la corona que el pueblo español colocó en sus augustas sienes al precio de su sangre, derramada profusamente ea siete años de cruelísima guerra. ¿Pero quién ha concebido el proyecto de derrocar , ó van siquiera debilitar el trono de V. M.? ¿El pais que lo cimentó coa pedazos de sus sonas , como lo hicieron en época no muy lejana, atrepellando las garantías individuales y los fueros de la justicia. Firmes en nuestro puesto , mientras tengamos aliento para escribir no cejaremos ni una línea en el penoso deber que nos hemos impuesto de advertirles que la tierra que pisan se hunde bajo sus pies, abriendo un abismo donde pudieran tal vez sepultarse con ellos cuantos defienden sinceramente los grandes principios del gobierno representativo. No; no bastaría todo el poder del mundo para impedir qne ejerzan sobre la Península una influencia poderosa los sucesos ocurridos en Suiza, Italia, Francia y Bélgica. A la reacción violenta que reinó hasta ahora en sentido absolutista, ha sucedido como lo presagiábamos un movimiento en sentido opuesto, cuyo ascendiente irresistible no son capaces de contrarrestar todos los esfuerzos reunidos de una bandería opresiva y desacreditada. Lo que la prudencia y la lealtad exijen imperiosamente en tan criticas y solemnes circunstancias, «s apoderarse del espíritu público con reformas, mejoras y concesiones, para evitar que se desborde y traspase en sus primeros arrebatos los limites de la conveniencia. Pero se necesita un egoísmo criminal y una ambición desn-cúida para empeñarse en sostener un orden de cosas que tiene contra si á la opinión, sin conceder nada á la época, á los sucesos, á las exigencias'populares y á ese sentimiento de progreso que se desenvuelve y riiinfa por todas partes con la rapidez de una tecsalacion eléctrica. Por eso nos indigna profundamente que un puñado de pigmeos políticos y absüiuiistas enmascarados desprecie nuestras advertencias, se mofe de nuestros pronósticos, no dé ningún valor á las grandes conmociones acaecidas en otros países, y se figure en medio de su ofuscación, que puede mantener inalterable el monopolio que ejerce. CDt rsüss? ¿El partido, que por amor á V. M. abrió sus venas y formó al pié de vuestra regia cuna, cuna f taoobien de la libertad espafiola, un lago de sangre donde quedó sumergida para siempre la usurpación? Para mantenerse en el poder contra el voto de la opinión general del pais, muchas veces habrá Y. M. oido decir á sus ministros que el pais está | tranquilo y que es feliz. Ahora que temen ver escaparse de sus mano» ese infausto poder, y quieren á toda costa seguir gozando de sus embriagadoras dulzuras, evanlsn la vez y dicen : el pueblo se conmueve I Inquieto y desrscsegado , que vale, SEÑORA,tanto cerno decir: el pueblo es infeliz. ¿Servirá de escudo á la tiranía , erigida en ley, el nombre de V. M.? Señora : la libertad se defiende y conserva con | la libertad, no con la tiranía. I El orden se defiende y conserva con el érden, • no por medio de la arbitrariedad. El trono se defiende y conserva por el amor: lo atacan y socavan quienes contra él concitan el odio de los pueblos. El bien, SEÑORÍ , no se comora jamás coa el mal; ni la virtud con el crimen. Mienten los que enseñan que puede el león habriento velar con parternal solicitud por la vida de una oveja medrosa que palpita entre sus garras. S E Ñ C I A : nos dirigimos á V. M. suplicándole que en uso de su Real prerogativa niegue la sancion á esa ley fatal, cuyo infalible resultado será j el de provocar , so pretesto de evitarlo, ua pelí- f gro que hoy no existe Mucho podríamos añadir para inclinar el ánimo de V. M. á tomar esta medida de salvación; pero hoy que todavía se hallan húmedos los ojos de V. M. con las lágrimas ;derramadas por la infausta suerte que ha cabido á tantas augustas personas de su sangre, ¿necesitaremos esforzar razones, alegar ejemplos, invocar enseñanzas? Cada una de esas lágrimas os dice, SESORA. que el amor de los pueblos es el mejor escudo de los tronos; y que el despotismo y la corrupción soB el ariete que los derriba en el momento en que la Providencia, para perderlos, los ciega ó les hace ver cubierto de flores el abismo en que caminan á hundirse. Medida de salvación hemos llamado, SEÑORA, la que á Y. M. respetuosamente proponemos; y creemos haberles dado su nombre verdadero. Dios juzga de las intenciones, SEÑORA, y las nuestras están patentes á sus divinos ojos, aun antes de haber nacido en nuestra mente: Dios juzgará de las de aquellos que esconden cobardemente su puequeñez detras de la grandeza de vuestro nombre y de vuestra dignidad. Y la historia, que es la voz de Dios en su comercio con la humanidad, dirá algún día quienes, de ellos ó nosotros, hemos dado pruebas de verdadero amor á Y. M., á las instituciones y al pais. Madrid 4 de febrero de 1848. SEÑORA A. L. R. P. D. Y. M. ROTA. Esta esposicíon se halla en las redacciones de todos los periódicos progresistas, donde pueden ^concurtir los ciudadanos que gusten firmarla. En nuestro número de mañana señalaremos los puntos de la capital destinados al mismo efecto. Denuncia. Nuestro número del jueves ha sido recogido y denunciado por orden del gobierno. Ya empieza la persecución de la imprenta antes de haberse cerrado las Cortes. En breve seguirán los atropellos contra las personas , atendido el sistema de represión y de obstinada resistencia que se han propuesto los hombres que en mal hora aconsejan á la Corona. Nada hemos dicho acerca de las miras y pasiones de nuestros furiosos adversarios , que no esté fundado en hechos recientes, iocootestables. Nuestro patriotismo y nuestra adhesíonjal Trono de Isabel II, nos inspiran el lenguaje franco y enérgico que usamos estos dias , porque quisiéramos hacerles *cr o| pricipicio á que nos llevan con su fanatismo y obcecación. Poco importa que nos dennnciea , que nos multen , que suspendan ndan el Sirva esto de respuesta al artículo que nos dedica el Faro de ayer. Mucho estrañamos que se atreva á truncar nuestros conceptos, dándoles un sentido violento y mal intencionado. Al hablar de la marcha progresiva de las ideas, digímos en nuestro aiticulo del jueves^y volvemos á repetirlo hoy queelespíiitu de reforma que triunfa en Suiza, Italia y Francia, anunciaba invadir todoi-l Mediodía de Europa, llévalo en alas del patriotismo y de la voluntad popular. Sin embargo, el Faro , dando una interpretación maligna á estas palabras y concretándolas únicamente al vecino reino, tiene la mala fe de suponernos intenciones y designios que no abrigamos. Hombres de discusión y de raciocinio, deploramos toda demostración de fuerza en cualquier concepto que sea. Pero neganamos la evidencia de los hechos y apostataríamos de nuestras creencias, si desconociéremos que la revolución de París es obra del entusiasmo por la libertad y por los derechos del pueblo. Los desordenes y cscesos cometidos en los primeros momentos de exaltación, no podrán nunca desvirtuar el acto grande de soberanía que acaba de ejercer el pueblo francés, por mas que merezcan la reprobación de los hombres pensadores y sensatos. Cabalmente para evitar que se rompa el dique del descontento comprimido, ocasionando catástrofes semejantes, pedimos y queremos que se varíe de sistema en conformidad con la tendencia de las ideas. Noticias de París. Es tal la ansiedad con que el público desea conocer hasta los mas insignificantes detalles de los grandes sucesos ocurridos en Pari» desde el día 22 del pasado, que nos decide á dar á esta sección del periódico todo el ensanche que su importancia requiere, dejando postergado» otros materiales interesantes. Las noticias de la capital de Francia alcanzan hasta el día 2G. El gobierno republicano , enteramente libre ya de enemigos en París, empezaba á tomar medidas en armonía con las necesidades del nuevo régimen. A estas horas es probable que le hayan reconocí lo todos los departamentos. El Constitucional del 26 y las do» ca rtas de nuestros corresponsales, refieren los acontecimientos del siguiente modo. Hé aquí los actos del gobierno provisional después de pub'cado el Monitor. REPÚBLICA FRANCESA. "En nombre del gobierno provisional de la República francesa. Los infrascritos declaramos que: El fuerte de Vincennes y todos los demás que rodean á Paris, asi como los cuarteles, han reconocido al gobierno provisional. Reina la mas completa seguridad por el triunfo de la libertad. Se halla asegurado el suministro de la capital en víveres y subsistencias de todo género. Los miembros del gobierno provisional de la República francesa. Lamartine: Luis Blane, secretario. Garnier Pages, corregidor de Paris. REPIÍBLICA FRANCESA. El gobierno provisional de la República francesa declara adoptar los tres colores tales como se hallaban dispuestos durante la República. En las banderas se pondrán esta» palabras: República francesa. Dupont ( de TEure). Lamartine. Garnier Pagés. Árago. Marie. Ledru RoUin. Gremiux, Luis Blanc. Armando Marrast. Fiocon. Au'jert (obrero) combustibles, manda que por los alumnos de las escuelas y bajo su dirección se abran las barricadas de toda la linea que conduce á los grandes almacenes de leña, de modo que queden espeditas las comunicacioues sin comprometer la defensa de la capital. Se tomarán iguales medidas para la introducción de las subsistencias por las principales puertas y calles de la capital. Garnier Pagés, corregidor de París. Lamarline. En nombre del pueblo francés, el gobierno provisional dispone: Los comandantes de guardias de la nacional tomarán las disposiciones necesarias para proporcionarse víveres, tales como carne, tocino, queso y vi no, que distribuirán entre los ciudadanos según sus necesidades. En cambio de estos víveres darán recibos, cuyo valor se pagará en la casa de Ayuntamiento. Casa de Ayuntamiento 2* de febrero de 1848. Por de>gicion Los individuos del gobierno provisional: Garnier Pagés. Ad. Cremieux. Ledru RoÜin. Marie. Luis Blanc, secretario. A las dos de la madrugada. vosotros menos que otras personas os habéis mezclado en ellas; procurad manteneros en esa misma posición ; continuad dando pruebas de vuestra rectitud é idoneidad, del celo con que sabéis desempeñar vuestras funciones, y asi vos como vurslros compañeros podréis contar con mí ap' yo y protección. "Es verdad que por mi parle jo cuento en vos y en vuestro amor á la Francia. "Recibid, señor, las seguridades de mí afecto y de mi consideración distinguida. (Firmado.) El ministro de Hacienda, Mr. Goud • chanx. Aprobamos sinceramente esta c rentar y el espíritu que la ha dictado. Uno de los primeros deberes y quizás el mas importante que las circunstancias imponían al gobierdo provisional era sin duda el de res • tablecer la marcha regular y ordinaria de la administración. Vemos ron mucho gusto que el r>uevo ministro de hacienda ha sabido interpretar muy bien el negociado que tiene á su cargo, desde el momento que entró en el ministerio de sus funciones. El orden en el ramo de hacienda es tanto mas necesario en las actuales circunstancias, cuanto que ha de servir de garantía á la independencia y á la tuerza de la nación, y debemos agradecer á Mr. Goudchaux el que haya aceptado un cargo que las deplorables prodigalidades del caido gobierno han dejado lleno de ddicullades. REPÜIÍLICA FRANCESA. Ciudadanos de Paris.—El antiguo Gallo francés y los Tres Colores eran nuestra verdadera enseña Cuando fundamos la república en Francia. También se adoptaron en las gloriosas jornadas de julio. No tratéis, ciudadanos, de suprimirlos ó mudificarlo», pues de este modo repudiaríais las mas hermosas páginas de vuestra historia, vuestra gloria inmortal, y vuestro valor dado á conocer en todos los puntos del globo. Conservad el antiguo Gallo francés y los Tres Colores. El gobierno provisional lo pide á vuestro patriotismo. Los individuos del gobierno provisional: Garnier Pagés, corregidor de Paris. Ad. Creraieux. Luis Bianc, secretario. REPÚIÍLICA FRANCESA. líe aquí el testo de la circular pasada por el ministro de lo interior á los prelectos de los departamentos: "Señor prefecto: "El gobierno republicano se ha constituido. La Nación responderá al llamamiento que ge vá á hacer para que lo sancione. Tomareis pues, todas las medidas necesarias para asegurar al nuevo gobierno el sufragio del pueblo y la tranquilidad pública. "Participadme lo mas pronto que podáis el estado de la opinión y dadme cuenta al mismo tiempo de las medidas que hubieseis tomado. "Aceptad, señor prefecto, las seguridades de mi distinguida consideración. (Firmado) El ministro de lo Interior, LedruRoUm. Mr. Ledru Rollin tomó posesión del ministerio de lo Interior á las nueve de la mañana, habiéndole precedido anticipadamente Mr. Andryane. Mr. BiUard y Mr. Bavoux acompañaron al ministro. A mas de la circular que dejamos estampada se han espedido por el ministro varias órdenes particulares á los departamentos. A'gunos prefectos han sido destituidos, entre ellos se cita al de Rouen, pero no se les reemplaza con otros sino que se envían comisionados del gobierno. Mr. Emauuel Aragó es el que se dice destinado á Rouen con este carácter. La guarnición del fuerte de Vincennes acaba de reconocer al gobierno de la RepúbUca. Todas las tropas se han adherido al movimiento que sigue la Francia entera. Continuamente re. ibe el gobierno provisional de las ciudades y poblaciones testimonios marcados de simpalia por la vicloria y por la causa del pueblo. Los individuos del gobierno provisional. Dupun (de 1- Eure.) Lamarline. Garnier Pagés. F. Arago. REPIÍBLICA FRANCESA. Marie. Hoy á cosa de mediodía muchos operarios con En nombre del gobierno de la República francesa, armas se han presentado al ministro de lo Interior. Ledru Hollín. el gobierno manda que la bandera tricolor se enarboAlgunos de ellos mostraron intenciones de penetrar Cremieux. le sobre las torres de Nuestra Señora, y en todas en las oficinas del ministerio; entonces Mr. LedruLuis Blanc. las forlilicaciones al grito de: ¡viva la República! Rollin se acercó á ellos y les hab'ó con calor amonesArmand Marrast. Habiéndose presentado en la casa de ayuntamientándoles para que se retirasen. Quisieron después diFlücon. to los delegados del pueblo pidiendo que se adoptase rigirse á Vincennes para apoderarse del armamento Auberl. la bandera encarnada eu vez de la tricolor, Mr. Laque allí está depositado, diciendo que temían pudiese ¡Viva la república! niafline reciarao en una elocuente alocución los deemplearse contra el pueblo. Nótase hoy en toda Ir. población un sentimiento rechos hislóncos de e^ta, tan glüriosamenle levantaEl señor ministro les calmó sobre este particular y inequívoco en favor del establecimiento del orden en da por los franceses. les anunció que Mr. Fernando Fiocon habia ido á tola cmdad. Todos los ciudadanos tanto armados como La bandera tricolor, djo al final de su discurso, mar posesión del fuerte de Vincennes, y que el patriosin armas, sa esfuerzan por conseguir este objeto, en ha dado la vuelta al mundo, al paso que la bandera tismo ilustrado de aquel ciudadano era una garantía que tanto interés tiene el pais. encarnada no dio mas que la vuelta del campo de mas que suficiente para calmar todo género de temo Este sentimiento ya se habia manifestado desde ¡Mlartir empapada en la sangre del pueblo. res y sospechas. la noche de ayer. Antes que el gobierno provisional REPÚBLICA F R A N C E S A . Mr. Ledru Rollin concluyó su discurso exhortanhubiese dado ninguna proclama, todos los ciudadaEl gobierno de la repúhlica Irancesa se compro do á los honrados y valientes operarios á presentarse mete á asegurar la existencia de los obreros por me- nos armados, ora perteneciesen ó no á la guardia naá la Escuela Militar, donde muy pronto se les orgacional, se habían estendido por las calles y plazas con dio del trabajo. nizaría en guardias nacionales movilizadas, porque el objeto de conservar la paz. Diferentes cuerpos de Reconoce que los obreros deben asociarse entre el tjien de la patria exigía esta pronta y enérgica meguardia se organizaron espontáneamente para protesi para gozar del beneficio legitimo de su trabajo. dida. ger la circulación. El gobierno provisional devuelve á los obreros á El ministerio de la Justicia se ha organizado El pueblo y la guardia nacional continúan hoy su Pinte el Faro enhorabuena con los mas ne- quienes pertenece, el MILLÓN que va á vencer de la también inmediatamente, y ya todo marcha en él tarea caminando de acuerdo. lista civil. gros y mentidos colores el último alzamiento de con regularidad. Mr. Adolfo Grémieux, miembro del Las provisiones se hacen con facilidad: los carros Garnier Pages, corregidor de París. París; llame vandalismo ala conducta del pueblo, no han podido entrar esta mañana en París, pero por | gobierno provisional, delegado para ser ministro del Luis Blanc, secretario del gobierno provi^ de barbarie , traición y perjurio el acto califique todas partes se encuentran hombres que conducen los i departai iento de la justicia, ha elegido para secretasional. p^j. gj cual acaba de constituir un nuevo gobier rio general á Mr. Capin, antiguo procurador gHUeartículos de primera necesidad en cestone?; también PROCLAMA AL EJÉRCITO. ral, y para gefe de la secretaria á Mr. Ernesto Desse han hecho ganados. Asimismo se ha dado orden ^p Nosotros no le negamos este derecho, aunque Generales, oficiales y soldados: marest. El servicio se hace desde hoy con mucha acpor el gobierno provisional para abrir paso por menos parezca una demencia incalificable. Pero El poder, por sus alentados contra las libertades, dio de las barricadas que impidan el trasporte de las tividad. Ya se han espedido numerosos pliegos á toda tenga entendí lo que los excesos que anatematiza y el pueblo de Paris por su victoria, han producido la la Francia, á Argel y á las colonias, para que en subsistencias. condena, son en su línea de menos entidad y caída del gobierno, al que habia prestado juramenninguna parte se suspenda ni paralice la acción adLos panaderos por su parte han aumentado su to. Una fatal colisión ensangrentó á la capital. La trascendencia que los que cometieron sus amigos fabricación : no han hecho pan de lujo, á fin de po- i ministrativa. sangre de la guerra civil es la que mas repugna á la en varías épocas y en una esfera donde la tem • El curso de la justicia, forzosamente interrumpider hacer mas pan para el consumo ordinario, y han Francia. El pueblo lo olvida todo dando la mano á planza, la legalidad, la justicia y la protección á logrado salistacer todas las demandas. ! do en estos últimos días, ha vuelio á seguirse esta sus hermanos que llevan la espada de la Francia. todos los intereses, son un deber sagrado. El gobierno provisional se ha ocupado desde lúe- I mañana conforme á las instrucciones espedidas á los Se ha creado un gobierno provisional, hijo de la | go de esa parte de la población, que no estaba Incor- \ tribunales por el ministro del ramo. En cuanto á que en circunstancias dadas los imperiosa necesidad de preservar á la capital, de j porada en la guardia nacional, y que ha contribuido i El tribunal de Casación se ha reunido. Mr. Duhombres de todas las opiniones se unirán á sus restablecer el orden, y de preparar á la Francia ins- | patronos para conjurar la tempestad, nos parece f lituciones populares análogas á aquellas bajo las cua- S eficazmente á la victoria. Una (juinla parte de la fa- ''• pin, el fiscal del mismo, ocupaba la silla de la prcai A su petición, el tribunal pronunció el fallo una burla y un insulto. No hay un solo progre- [ les la República francesa ha engrandecido tanto á la I bricacion de los panaderos se ha puesto á la disposi- I dencia. cion de los gefes de la guardia nacional, que han dis- ; de que la justicia se administrará en lo sucesivo en ¡ tribuido bonos de pan, pagaderos en la municípaii- I nombre del pueblo francés. En seguida se sentenciasista, ni uno solo que merezca el nombre de tal, I Francia y á su ejército. Saludareis, no lo dudamos, esta bandera de la I dad. Se ha mandado en seguida la fo maciondeveiu- Í ron dos causas. que sueñe en prestar su cooperación para soste- j ner íntegro el actual sistema de coacción y esclu- | patria vuelta á poner en las manos del mismo poder | te y cuatro batallones de guardia nacional movilizada, | El tribunal de primera instancia 8s abrió timbíen sivismo, cuya existencia es incompatible con los í que la levantó primero. Conoceréis que las nuevas y ' que serán equipados y sostenidos á espensas del Es- j hoy , pero de'pues de redactada el actj , los señores fuertes instituciones populares que van á salir de la | tado, I presirientes suí-pendieron la audiencia. grandes principios que defendemos. Si nuestro | Asamblea nacional, abren al ejército una carrera de colega conoce alguno que esté en este ánimo, le ! celo y de servicios que la Nación libre apreciará y reLas dependencias de la administración pública j El tribunal mandó que esta providencia se anotase han vuelto á abrir bajo la dirección de ios minís- i se inmediatamente en los rcjíistros. agradeceríamos que nos lo nombrase para es- ] compensará mucho mejor q le los reyes. tros nombrados por el gobierno provisional; los em- j Mr. Augusto Portalís está nombrado fiscal (pro cluirlo de nuestras filas. No creemos que la Es preciso restablecer la unidad entre el pueblo y picados han vuelto á ocupar sus ilestinus, desempc- { curador general) áel tribunal nacional de Paris. inofensiva oposición de la minoría , le autorice á el ejército alterada un momento. nando sus obligaciones. Mas abajo trascribimos la ; Mr. Senard, abogado de Rouen, está nonibrfdo Jurad amor al pueblo, eu el que se encuentran suponer que nuestros amigos se hallan prontos á circular que Mr. Goudchaux ha dirigido á los em- | fiscal de la audiencia , ó tribunal de la misiua ciuvuestros padres y vuestros hermanos. Jurad fidelidad prestar apoyo al gabinete para afianzar en sus picados del ministerio de Hacienda. | dad. á sus nuevas instituciones, y todo quedará olvidado, manos el cetro de la omnímoda dictadura á que La administración de correos, colocada bajo la I Los miembros del tribunal de Casación , el Conescepto vuestro valor y vuestra disciplina. La libertad aspira. dirección de Mr. Etienne Arago, ha vuelto á conti - ] sejo de Estado, y toda la magistratura, han ido hoy no 08 pedirá otros servicios que aquellos de que ponudr su servicio. Un aviso fijado en todas las oticí • I á presentarse al ministro de Justicia, y á ofrecer su dréis enorguUcceros y glorilicaros delante de vuestros ñas de correos dice que las malas saldrán como | cooperación al nuevo gobierno Por una medida geRepública en Bélgica. enemigos. siempre para los respectivos departamentos. \ neral, todos los procuradores generales (liicale*) y Los individuos del gobierno provisional, Por último, los tribunales Wm vuelto á continuar I ademas magistrados comprometidos en el servicio de Gainier Pagés. El Constitutionelle de París fecha 26 del pasus audiencias: el tribunal de casación ha pronun - I los interese» y pasiones reaccionarías del ex-gobierLamarline. ciado hoy muchos fallos. La justicia se administra « no, han sido depuestos de sus destinos. La justicia sado, dá la siguiente noticia oficial. El gobierno provisional dispone: en nombre del pueblo francés. | vuelve á tomar su curso ordinario. Hoy tnismo el triSe recluiarán inmediatamente en la ciudad de «El gobierno provisional de la Francia ha r e No pudiéramos elogiar demasiado el infatigable í bunal de Casación ha celebrado su sesión; mañana París veinte y cuatro batallones de guardia nacional «cibído la noticia de que en Bélgica acaba de celo de los alumnos de la Escuela Politécnica, que se harán lo mismo los demás tribiHiaies. movilizada. «constituirse la República. El rey Leopoldo ha El alistamiento empezará hoy á las doce en las 12 han puesto á las órdenes del gobierno provisional, «abandonado á Bruselas.» que han contribuido al restablecimiento del orden, "El tribunal de comercio n) se ha reunido hoy alcaldías del distrito en que se jencuentrea domici y cuya inteligencia y valor, bien conocidos de la po- porque todos los jueces estaban en las filas de la guarliados. blación entera, jusUfiean completamente el respeto dia nacional. E-(to8 guardias nacionales recibirán el sueldo de Si el Faro desea convencerse de la iúraensa que merece su uniforme. La Balsa se abrió, pero solo dos ageíites da camfranco y medio diario, y serán uniformados y arma ventaja que le llevamos en punto á pronósticos, En medio délos grandes acontecimientos que acabio se presaataron en el ioeal por lo que se convino dos por cuenta de la Patria. puede leer nuestros artículos de hace uno ó dos ban de verificarse, se ha visto á la guardia naciona al jnstanteen que por el u!j¡n.Mto no se liicie.se opaEl ministro de la Guerra queda encargado de deápiegar uu celo supericr á todo elogio. años acerca de las cosas de Francia. En ellos racínn alguna. conferenciar con el comandante general de la nuardia El gobierno provisional ha provocado una medianunciábamos que el gobierno de Luís Felipe nacional del Sena, oara la organiz-icion, pronta iosS¿ lu Imbbdj hiydelai .a •. 1;,1H q la te v 11 á da, quc no podrá msrioi 'la obieuar el aseatimiento provocaría al fin con su conducta un conflicto Iruc-ijn y ariniineito Ai ios referidos batakones. tomar prirj (!i arce^'O da la.i n j u'j •,i.i lat d; B iMr general. Todos los buenos ciudadanos l'jrman parsangriento ; en ellos predecíamos que á la reaccomenzadas, y la opinión qua al parecer prevaldría Gasa de Ayuntamiento 25 de febrero á las siete te de la guardia nacional, con unifor/iie ó sin él, y es la de transigir amigabieineute entre pariej pjr u'ia de la mañana. ción sucedería un movimiento en sentido liberal deben venir á ocupar su puesto en las filaí. compensación que evite mayores desastrej. Garnier Pagés, corregidor de Paris. dentro y fuera de España : en ellos pronosticábaUna óiden del día de Mr. Gourlais, comandante Lamarline. mos «I triste desenlace que tendría la cuestión de general de ia guardia nacional, indica una revista Mr. Bathmont, ministro de Gomerci), se ha ocuEn nombre del gobierno provisional de la repúla boda francesa; en ellos en fin con el auxilio general para mañana. pado con preferencia del ramo de subsisleaciiis. Ha de la esperiencía y de la historia preveíamos la Cada legión se infirmará de la hora y del lugar lianiado á'los siüdico» de los gremios de p.jiiaderDS Al maire del 2.» distrito y al coronel déla segundonde tenga que pasar la revista. mayor paite de los sucesos que ocurren. y carniceros, y con ellos se han coavi;,iiúo que al pisa da legión. Mr. GjUilchaud, muislro de Hacienda, nombraPor su parle nuestro colega estaba tan ciego que se conserven las barriciilús lu'.cesariaj á la deSeñores: do por el gobierno pro'iíSional, acaba de dirigirse á fensa , se abrirán grao le i anegas que servique pocos días antes del destronamiento de Luis El gobierno provisional ha recibido vuestra colos agentes y empleados de todas clases de esta. rían mas particulanneule para el arribo da las pro Felipe, publicaba una carta de un supuesto cormunicación fecha de hoy. Feliz es para el gobierní visiones. PABIS 25 DR FKBSEBO 08 1848. ver la adhesión espontánea que le habéis manifestado responsal, en que se aseguraba que todo se r e Todos los distritos de Paris á escepcion del déci» A los agentes de contabilidad de todas categorías sin vacilar. El gobierno provisional OJ dirige sus pa solvería á gusto y satisfaccioa de loi conservamo, del uuJécimo y du/déL.iin.i están bien provistos de la administración de Hacienda. trióticas gracias y no duda de la perseverancia de dores. de harina, pero estos tres se van á abastecer inme» Muy señor mío: El gobierno provisional me acavuestra lea^ y firme cooperación. diatamente de los abuudaiuca graneros que tienen ba de confiar la dirección de Uacienda pública. Al En nombre del gobierno provisional de la repúSe asegura que Luis Felipa falleció en Inglaá su inmediación y con los cuales se comunican. aceptar este deslino, creo cumphr un deber que inblica francesa. ,- térra á las pocas horas de haber desembarcado. Se hau tomado medidas para que de Pjí8.-íy y de cumbe á todo buen ciudadano; esto es, y no lo dudo, El gobierno provisional pone en libertad á todos Orieans vengan reses y muchj ganado vacuno á Paloque la Francia debe esperar de los agentes de conta?. No estrañamos que le causasen la muerte las vio- v log presos poUlicos, rís por los caminos de hierro. bilidad que pertenecen al ministerio de Hadenda. |í lentas emociones que esperimentaría, ían peligro- f Informado el gobierno provisional de que los pa 89 per- I 8as eu pu ^v^nzada edad. Clamor i y que atwtea cpnua pues^ra^ ^- •f S a £^8 E,iJiSS»I/^ OS fiiJSsStA, CASaHÍ'i r «ASPAB. I na4ero8 enciienlraa dificuUíUles para proveerle 4e I h.%<¡enos de lo» hechos de pavUdo y de las pasiones, ^ Diez cginlsionados generales se han nojlibrao]^ para que asiflDí^á UP ffiro r.-rii'íf S inspecciotibr especiaiinente el £civ;eio de Ifs provisiones de París. El eobifvno piovisicrai ha dalo órJen para que jnroedialaiienle se jesltblczca )a ciieulacion en la C8DÍtdl lies pachos telcjráfcos del 25 defibrero. ..En Dijon se ha procla mado Ja República." «En Burdeos se disfruta de la mayor ti anquílidad.» Un dfspsrbo lelegrí'fico de Routn , recibido bey, anuncia que n\ aqcella ciudad sf ge zal a íe la mayor tranquilidad, y que el efinitu de tu» biibilanles es esccirnte. En Tourf, en Pcuin y OITÍS ciudaífs se irstru yeii comisiones deparlsmcrtaks 6 mur.icipalís para ei estab lecimicnlo del gobierno republicano. No hay noticia de que en ninguna parte se baya turbado el orden. Por una carta de 23 de ffbrero, el prefecto del Ródano felicila á los ministros del gobif-rno caidopc r 8u firmeza, y no duda del buen díno de su resisten r.ia contra lus facciosos Acabamos de stber que radie ha perecido al desplomarse el puente Luis Felipe. Ese puente desde hoy lIcTará el nombre de Pueiiie de la Reforma. El gobierno provisicral ECsLa do decretar que de hoy en adelante los juicios y actos públicos se cele bren en nombre de la República. El gobierno provisioriil declara de nuevo que todos los ciudadanos ícn guaidias nacicnales. El aimiranie Bandín ha sido nombrado por el gobierno provisional ccmandante en ¿ife de la escuadra francesa ea Tulou. El ministro de la Ouena, á invitación del gobierno provisional, ha enviado á Tolón la orden de que «e vigile con cuidado á ia fusltdía de Abd el Kadcr, J ha hecho reempkzar al (dici;.l que en fslos momentos ¡e custodiaba, per tira peiü i a de conliariza. Luis Felipe ba salido delinilivirin'i-lr de Franc-a. El gobiernoproíisional bí ¡d'ibii'o IKÜ DI che la noticia deque se lüjbia imiaifitilc' t-¡¡ T i q ü i l á bordo del liuque Le l'urtt. Es piobfcble que se dirija á Ingialerra. El servicio de provisiüneg para la tropa no habiéndose podido organizar en todas partes, se han dado órdeüfs á li.s gefi-s de los cuerpos para que se procuren ius \iver;s para sus soldados pagándolos de lus fondos de la tiiasa. Se les abonan SU céntimos (16 cuartos) diarios por plaza para este servicio. Se ha dado la orden para que se formen eu París »einte y cuatro batallones de voluntarios. Esta medida se ha proclamado á son de tambores pur toda la capital. Las listas de aliüacion fe han abierto ya en todas las alcaldías (mairics) y en la casa consisiorial l'hotel de villa), doiide los voluntarios se presentan en gran númefo y lirinan su eüganche con el mayor entusiasmo. Habiendo sabido el gobierno provisional que muchos militares desertaban después de liMber abandonado sus armas, acaba de publicar un decreto por el cual se prescribe á Jas auioridades de Jos departamentos que las bagan conducir á su cuerpo, puesto que el país no tiene ya necisidad de tu ejército. París «e halla muy bien provisto de barinas. Las demás proviriunes se baa hecho esta mañana de una manera asombrosa, si se atiecde á las dificultades que ofrecían las barricadas. La carne, los pescados y las legumbres han concurrido en abundancia por medio de los moza» de cordel. Todas las iglesias y templos han sido religiosamente respetados. En diversos puntos se han establecido cajas de limosnas para los lieridiis y los parientes de ¡as v¡ctmas de las übiinas jíuiiadas. Hemos visto algunas al pie de Jas barricadas, ea el pasaje Golbert y en otros puntos M. Ruthschild ha puesto á la disposición del gobierno provisional 50, üüü francos, con destino á los heridos. Los individuos de la comisión administrativa de los hospicios han sido iu^itailos i mandar que en toda la noche próxiina (<e retiren los cadáveres que se hallan en los hospilales. En caso de no ser posible, la comisión queda autorizada para mandar ejecutar lo» entierros en el antiguo cementerLo de Sasila Gíitalina, Esta mañana, un puesto compuesto de ciudadanos y de guardias liaeionales, mandados por un alumno de la Escuela Politécnica, se ha establecido eu el cuerpo de guardia furtihcado del cuartel del Reloj. De repente vineron á decir que los prisioneros encerra los en ¡a Consergería se habían insurreccionado. Trasladóse al momento el gefe del puesto á la prisión, y sus palabras enérgica» restablecieron el orden entre los detenidos. El alumno de la Escuela hizo en seguida un reconocimiento, asegurándose de que ao había razón que justificase semejante ten tativa. En la Forcé se verificaron tentativas de la misma clase, lo mismo que en la gran cárcel de la Ruquetle; pero se reprirnieron del miíujo rnodo. En Sa.i Lázaro han sido puestas en libertad las mujeres, á escepcion de las enfermas y de algunas que no han querido salir. Se ha retenido, sin embargo, la mujer Delannoy, condenada á muerte por el crimen de la calle de Moimcaux. Ya hemos dicho que habían sido puestos en libertad los presos por deudas de Glichy. Se ha restablecido el servicio de subsistencias, interrumpido aunque corto tiempo por las dificultades del trasporte. Mr. Leroy d' Etiolles ha sido encargado por la comisión del gobierno provisional con el objeto de asegurarse de la suerte de los prisioneros, para que cuide de su subsistencia y de aumentar en caso necesario las fueizas indispensables para oponerse á to da clase de reliftiíon. La administración de hospicios de París ha organizado con premura los medios mas propios para distribuir eonstanleraente pan á todos los ciudada nos que han tomado las armas voluntariamente. Los hornos trabajan con la mayor actividad. Se difunden rumores alarmanies para la propiedad. Los autores de estas falsas itnputaciíines no pueden ser amigos del gobierno que el pueblo acaba de conquistar con su gloriosa victoria. Dics-se la;nb;ei que ex slsu rnolivos graves de desacuerdo enire los individuos del gobierno provisional. Podemos aürmír que reina la mas cijuipiela armonía entre los ciudadanos ce!ug¡ s -que han aceptado la misión de organizar ios poderes públicos, y presidir al esí ;ijl"ciiiiie:it) déla Constitución republicana, que hoy reciaman casi lodos los departamentos. El consejo administrativo de la compañía del camino de hierro de Paris á Rouen y al Havre, ha pues to á disposición del gobierno provisional las máqui ñas y el material necesario pjra < 1 íra.¡sporte gratui to de las provisiones de los liabitances de la c.-ipital. Seria tnuy sensible que b s ciudadanos despreciasen ia utilidad de esías comunicaciones ripidris y los socorros que pueden prestar. Se ha abierto en el local de la compañía de los caminos de hierro, calle de Amíterdara, 15, una sus crícion para los heridos y las viuddS. Sabemos por conducto de personas que acaban de llegar de Rouen, q.ie el general €aíte!lane, comandante de la división militar, se haüa arrestado pur la guardia nacional con centinela de visla. Las tropas permanecen en sus cuarteles, y se muestran enteramente favorables 4 la causa del pueblo. Lo» guardias nacionales cstau de gu.irdia eu el desembarcadero del camino d; hierro para impedir el desorden. Las noticias de París se esperaban en Rouen con la mayor aiísiedad, y todas las que anun- ciaban (1 Iriur.fo dfl pueblo psrifiente eran acogidas con eslusiefiDo. La ccndceta de muchos polacos ba sido admirable en ftlas magrifices jornadas; pígina glcrirsaque hay que añadir á (a histeria de esta Jieróics nación. Han trsbejfedo en tcdóS hs barricadas^ y mirfliras ro llega el mcmenio de volver á tu querida y desgraciada patria, van i psdir al gobierno provisíorial Ja«ulorizaricn de lormar una legión que se llamará la legión polaca. No p(dimos reencs de aplaudir sirceremenlela nible infpirecion de estes hombres, que tamas veces han derramado su sangre al servicio de la Francia. La rievss'fcion ha sido miy ccrisiderabJe en las Tulltrias, y basla hubiera sucedido un gran desastre sin el celo y la presencia de ánimo de un ciudadano qi;e lii.'imLS el guslo de citar, de Mr. de Delimare oficial de la guardia nacional de Verf alies, que en medio del tumulto organiíó una coffpañia de bomberos. A! momento que fueron organizados, los bomberos improvisados entraron en el ejercicio desusfureiones con un valor que no podrá elogiarse bastante, lo grando sppgar los inrer<lios que había en todas partes, cuyas l'aroas invadían ya les lechos. El peligro era inmirente. Comprendiendo el pueblo la necesidad de !a unidad de iifcíor, nombró al oficial Delsmare, comandante iníoriro del palacio. PtifOfe aquel ifitontinenti en relcjcici es con el gobierno provifioral, eftablecido en la cesa de syunlf miento, Ei viárcnle bembas bajo el manco del ayudante Hollín. Sin estos socorros el palacio de las Tullerias y el Lonvre, no serian mas que un montón de ceniza?. El llego folo ha ocasionado daños en los depsiltmenlos del E. M. y en en algunos otros poco importantes de las Tullerias. Fué preciso hacer prodigios para corxentrar ej incendio y dominarle. Gracias al valor de ia compañía de zapadores bomberos, la capilla del palacio de las Tulleras no ha padecido nada. Esta mañana fe vnlvieron á abrir y á cerrar mu chas veces Jas TulleríaF; pero á epo de IÚS orre se permilia ya la enirada á lodos. Vimos arríjar por las ventanas de las habilaciores de Luis Feíipe, le gajos de papeles que el viento esparció por el jardín. En algunos sitios de cslese veían aun los restos de las fogatas donde seqotmarün los objetos arrojados p(.r la ventana. IXulemos la aimizcn de una arsfia irmensí), déla que folo quedaba el ferc calcinado por el fuogo. Leemos en la Patria: Uno de nuestros redaelores ha visitado nuevamente á Jas tnce óe la manara del 25 de febrero, las habilacioiies de las Tullerias, partirularmenie las grandes, y no ha podido menos de admirar e! orden COI que i( s ciudadaros obreros Jiacisri la guardia dtl palacio del ex rey corno guardias nacionales. En lo das parles se habiaii fijado anuncios, cuyo contenido venia á ser el siguíenle: Las ladrones serán fusila dos en el acto Los que tal vez mañana no tendrán pan que dar á sus familias, «xortan á no destruir ni echar á perder ningún objeto. Los daños no son tan grandes como debía temerse después de un asalto. La mayor parle de los muebles nada ha sufrido. Elcortinage, los canoílabros, los reloges y las las esculturas se encuentran casi todos en su sitio. Hay algunos espejos rolos. El pueblo comprendió perfectamente, como lo hemos «ido decir nosütros mismos, que el perjuicio seria para ta nación , á quien perienecia las riquezas reunidas en los expalacios reales. >• La multitud era inmensa en Jas inmediacioaes del palacio , pero permanecía callada y tranquila. También i^e notaba gran afli!«ncia de curiosos en el Palais Royal co.-ilenipiar/do los restos del incendio de la víspera desparramados por los patios. A la entrada del jardín se pusieron en montones al giinos fragmentos de liierro y bronce que habían es tado dorados. Un centinela vigila continuamente al rededor. El jardín está abierto. Djose en los primero» momentos que se habia salvado la saleria de pinturas del Palais R lyal. No es esacto. Ha sufrido grandes pérdidas. les de f spel «tllrdo, y que relardarS diez días el pago de los billetes vencidcs desde 82 de febrero al 10 de n^aizo; de ntma qie les billetes vtrcidcs de 29 ée ffbreio , p<r ejeirpk», no podrán ter protestados hasta el 3 de maizo, y «si respectÍTamente Al tomar estas medidíP, el hiiro de Francia ha tenido en cuenta Ja situícien de los ccmerfianies que, cbligadc» á rcnsagiír fu liíiDfoal ftrvicio uecicnaJ, no puedan acato bscer frente á sus ccmprcirísos. AñadireiEcs Un bien que ¡as rebciores ei.lre el Consejo general del Barco y el n.didsiro de Hacienda «on Jas mas satisfactorias. Es curiosa la iiguíriile lista de alguros de los heridos que ít trasporlaroo á los ho&pitales <Je París Jos dias 23 j 24, Msfure, pliza de 1 Froíe. Léonard, calla fien Fuits, 10. Houiier, calle de Actcias (fauíicurg MonlmarIre.) RíTfbec, eslíe de Charcnte, 101. Aifiuíesu, ralle de Giof-Cfitr.tt, 6. Maimot, calle Fefdirand. 93. Galft, calle de Ponceau, 51. Coiscn, calle de Bergére, 16. Magrimol, ralle de la Cciífaie, 2, Laecste, calle de Angcuíéme, 17. Lerey, bsiiio de Tin pie. Meynier, calle de Cturonre, 5. Miugnot, calle de Sainl-Anloíne, 191. Cuítat, calle de Saint Denís. Lesse Con 1 al, r¡dle de Saint Anloine, 75. Boutiyon, barrio del Temple, 17. Chenu, calle de Morlmarire, 167. Kury, calle de Ponlbieu, 51. Boullut'í, cíd'e de Saint-Benis, 313. Gcdadr, calle de la Reine, S. Riblemont, (soldado) calle de Courbevoie. El domingo se volverán á abrir los teaíros. Se nos asegura que van á dar funciones á htneíwlr, de las víctimas de las memorables jornadas de! 22 93 y 94 de febrero. 5Vo podemos menos de aplaudir esta manifestación Immanitaria. Algunos hombres del pueblo encontraron cuando la toma de las Tullecías muchos objetos de plata y oro, que en seguida llevaron á la alcaldía del décí • mo d strito. No nos maravillamos de este acto de probidad, pero tenemos la mayor complacencia en anunciarlo. En la calle Jeannisaon, esquina á la de S. Honorato, sorprendieron á un hombre robando una cuchara de plata. En el momento que los valientes quecomba'ian con é'lo notaro'', le dige'on: Tu no perteneces A nuestra causa , te rechszimos. ¡De rodillas! /pronto! Asi tratamos nosotros á los ladrones. A una señal, cinco balas le dejaron muerto en el sitio. ] (De nuestro corresponsal.) '> Gomo será proJoble que los periódicos de aquí I no refieran todos los pormenores de estos di as de | prueba, voy á ponerles á Vds. al corriente de aque lias anéodotas mis interesantes que han llegado á mi» I oídos. í En el irJnsilo del pueblo i las Tullerias, una mu • i chachnniy hermosa, vestida con mucha decencia, i y montada en un potro castaño, mandaba un grupo I de nacionales y de gente armada. Llevaba en la mano . una pistola de arzón, y enlla otra una espada. A los gritos de mando de esta heroína improvisada, con testaban sus secuaces con coplas de la Marsellesa. Habiendo ido algunos jornaleros en busca de coches para formar barricadas, toparon con dos leche • ras que venían á vender lechea esta en un carro mato. Los trabajadores las mandaron apearse para hacerse con el vehculo. Pero viendo el desconsuelo de las po • bres mujeres por Ja pérdida de su hacienda, se in/jrmarou del coste del carro, y antes de apoderarse de e'. se lo pagaron con la mayor generosidad. D -rui'e la accijn, cayeron dos ó tres chaparrones. B! pueblo los recibía con una especie de júbilo instintivo, en términos de que yo mismo pude oír á uno de los de b'usa, gritar á sus compañero»; «Demos !»racias á Dios porque nosenvia refresco.» Uno de los muchos que asistían i la última re. vista pasada á la tropa, oyendo al ex Rey Luis Feli • pe hacer promesas y ofrecer concesiones, esclamó ¡no hay q le mentir sobre la sangre! Seria el cuento de nunca acabar si hubiera de referir á Vds. todos los lances que forman hoy el objeto de las conversaciones. Lo que si me atrevo á asegu rarle», es que el nuevo gobierno empieza á inspirar confianza por su moderaeíou y bueu criterio. Sé de un modo oficial que Mr. Roslchild ha puesto su crédito á diiposicion del gobierno provisional, garantizando el pago exacto y regular del empréstito con traído por este opulento banquero bajo el gobierno de Luis Felipe. Esta prueba de confianza no puede menos 'le influir en el crédito de la Repúbfica. Tamiiien tengo seguridad de que el gobierno está en disposición de pagar el semestre de la renta del 3 por 1(10 que vencerá el 22 de marzo próximo. Las rentas, pue.», pueden tranquilizarse, porque nada perderán en el cambio. A'iuí se ha recibido la noticia de que en Bélgica «e había tarnbien establecido la república. Se cree GrÓBica que 11 Holanda seguirá parlaiaeataría. el mismo ejemplo, y aun se eslien den las congHuras hasta Portugal. Grandes cosas se preparan. MeGOIVGllESO. pan-ce que la Europa va á re'io varse, bajo nuevas condiciones sociales y políticas. Los diamantes de la Corona han sido trasporta dos al tesoro. Los empleados del ministerio de Haciéndase han preíenlado en sus oficinas , pero se les cerró la puerta. La guardia nacional y los ciudadanos armados custodian el ministerio. Todos los ferro carriles Reencuentran espedito», á pscercion del de bi línea del Nortea la capilla de San Dionisio, pues habiéndose tTado los parapeíos de los puentes en la<í calles de Doiidauville y Warcíidet; los escombros ímp'den la circulación. Se nos anuncia en este instante que temiéndose la vuelta de algunas tropas por la linea de Bélgica, las poblaciones de Enghica y de iVIontmereney se dirigieron en masa hacia el embarcadero y quitaron diez ó doce varas de los carri'es. Tanbien tuvieron ciiidido de pmerle» en seguridad pira col-ictrlos de nuevo, tan pronto como cese la alarma. Por lo demás, l^ guardia m cional se halla sobre las armas, dispuesta á prestar auxilio al pueblo de Paris. Sabemos que no ha habido mas daños en los ferro carriles. Nos asugiiran esta noche que ha sid-i ini-endiada la caseta del Camino del Norte, ocasionándose graa des daños en el puente de A^niers. Diseamos qoe sean exsjeríulas serneia-ites n licias. Importa mu-ho á la subsistencia de P.iris y á la segurifíad de todos, que no se bd'e inierceptada la circulación en niníniín piuilo entre la cipitat y los departamentos; pero cim • ay.'ir razón en las lineas principales que atraviesan los caoninos. Mr. Es'eiin-i Arago. director gesreral interiio de correoí, nos piriicipa <|iie el servicio de c-tus se dará desde aiarlaua á las horas regulares. Un comÍ9'0'iadi3 del gobierno provisional ha sdid.) li.iy con dirección ;* ios cinco graodes pncr! ,s milüares: Bre^f, Gherburgo, Lorient, Rocind'rt y Tüon. Algunas personas se presentaron en IH.)iilm<:rtre, llevando esposiciones que trataban de ahcer firmar con objeio de que se llamase á Enrique V. Tamben h<in sido presos por la guardia nacional. Todos los ministros del gobierno caído se h;illa bar, reuiiiiioí, según dicen, el 24 de febrero á me diodia en el hotrii Jel miuisierio de Jo inferior. Uu hiendo sabido lu ab;ii,;ac¡o.;i y marcha de Luí» I'dipn se esc^íparon p^r uoa veutana , atrav sando el jardín deJ liiiiiisteiio fie C'uuercio. Luego que ilegarou á la puerta de la caUe da Varerrutís te separaron tumaudu diferentes direcciones. Tenemos I.i sa!i,-facción de poder anunciar que el Gunsej) general del b<-'C ! de Francia acaba de tomar, de acuerdo con Mr. G udcliaux , ministro de Hícietida, providencia.-í capaces de dar facilidad al c.j!ncrc:o. SB ba decidido, no i^¡¡ solamente que el BJUCO no reduzca ^iUi deicucatos, bj.-m también que descuente los efectos de pape, simple , lo mismo que SlriiíMl (PcÜP r é i f í . ) Meyer (calle Peíil.'^Pfroí.) Cliiisiiaii, oaile de Vieilie»Porte?, .'¡5. Moiii.é, ralle de Ja Révolle, 35. J )ly, rslic de Saint Méry. Gollahd, Ptlits Pére?, U. Méndez calle de Saint Mieliel-Saint Antoine. Tolu, calle deClieby, 24. Rollin, plaza de flianche. Eingof, calle de la Bienfaisanee, 7. Penser, plaza de la Bastille. Drominy calle de Poirées Saint Mery, 10. Itfarrhand, camino i Nanlerre. Descliamp, calle de Charlot, 14. Benoil, calle de Artois, 63. Pelil, vieiüe camino de Nfuilly. PaiiPeron, calle deCharenlon, 118. Bosob, calle ele Michel Lecomte, 28. Oudol, des Amandiers. üuizat, calle de Noire, 9. Bíanchon, calíe deTailbout, 93. fiuílial, barrio Saint Antoine. Mario, plaza Laborde, 18. Wartelüt, calle de Tirecliappe, 22. Palette, calle de Martre. Damey, calle de l'Elíse. Gol, caite de Neute SaiiK-Nicolas, 20. Bosucliet, calle del'Echiquier, 46Alexaudry, Guampos Elysées, Givon. Lefort, calle de la Gerísaie. Garrier, calle de Miromesnil, 20. Soyer, calle Sauviere, 6. Grandsar, calle Godoy de Mauroy, 16. l'eltfer , calle del Gadran , 17. Pe-ifC, Ijarrio du Temple. Ghausseret; barrio du Ghaudron. Baisse, barrio du Roile, 48. Dugnerre, calla de Boucheries, 21. Lagujer, calle de Meaux, i La Villetle. PABIS 97. Sorteabas las secciones, obtuvo la palabra el señor PresKleiite del Consejo lie ministros para leer dos despachos que habia recibí lo ele Francia. Rii el uno el ministro de Negocios estrangeros Mr. Lamartine anuncia á nuestro encargado de negocios en Pari« su nombramiento, asegurándole que el cambio alli ocurrido en nada altera las relaoiont s con los (lemas pueblos; para demo-trar al mundo que la libertad y la paz han nacido en Francia en el mismo día. El segundo es la routestao-ioa olel encargado al ministro de Ja República en que le manifiesta que trasladaba el despaelio á nuestro gobierno. Rectificaron después los señores marqués de Albaida y Jaeu. El primero fue pulverizando uno por uno todos los argumentos del seíior marqués de Pidal, y aplicó su tcoria sobre ei sufragio universal, y como podían pelear juoti.s en las filas de ]/í oposiciou hombres que no convluiesen completamente eu toda* las teorías. En su discurso eondsuó justamente el señor Jaén las duras calilicacioues hechas por el raifliiterío, de los sucesos de Fiancia, lo que hubo de poner en duda el señor miuihtro de Marina. Para repeler esta ofensa hecha á su veracidad, habló el señor Jaén con la mayor energía y fiímeza, recordando la célebre fiase de ABOMtiSiBtES, que se escapó al señor Bravo Murillo. En vano procuró el señor ffiirislro de Mfrina en nra icplica, separar los turescs del efecto ó icgimen que prcdujeicD, y Cf I dorar f (¡uoücs, grgií'; rdoi M Ire esto un silereio sotpeebeso, poique e! síñor Jaén observó fCD m u d o aiietio qi f de SUCOKS ABOMlisABlES EO p i d a íf,lit HEi qte rn ^obioim AECSIIPABIE. ftLa Espina ro íiifie i a , doria el dí[utado progresista, LÍ el c?jr¡tlo de un iroraroa, ni losantojos de un fíj^oiito, ni los furores de un minít(to.j) Eflsp píli-bras ofeceüeíon los castos cides de los aflores de la rrayiiia, quienes iralaicii de inipt ner filenric Ü1 < r¡d( r cors fus n wou s y sus voces de cal ordii ;» mps el st ñc r Jain oen enteroza íoíluro .'u dereobo, refitió y onojuyó .'u Eseilo, y lo fipiicó en léimÍEcs que ermudetiercn sus advorfprirt. Llegó el turno al señor Blendizabal, quien después de cípresar el tlo'rr de que i-e hallaba poseído por la moerte de su psdre, no oblante el mal es tí do de su ¡alud , hizo un es-fiíerzo eiigno de lodo aprecio, pronunoisnefo un largo y concienzudo discurfo. En él trazó la historia del proyecto j sus altetrativas en consopancia con las Eoticias que se iban recibierdo de Francia , y demostró la iriconsocuf ncia de ciertos hcabrcs de la mayoría y especialmente del señor Marlicez de la Rus-a, citando Iss palabras siguientes que pronunció en la i-eiion de 28 de ditíirobre de 1835. » No croo sufioicDto garaniia para que se otorgue »al gobierno el voto de confianza, la responsabili«dad ministerial, en atención a l o r a r e que es »el castigar á un ministro : mucho menos garantirá es la obligación de dar cuenta á las Cute.», »pues con esto no se reroedi?n los males que ansies se hubiesen ocasionado, piuüii do idírnas »spr estos hijos de ura rquivocaí ion , y no de ir;«tencion maligna , circui;síancia que no dismir u »yen las consecuencias fatales que pueden acarrearse.» También estableció Ja diferencia que existe entre la ley de 18 de diciembre de 1836 y el proyecto en discusión , aducicrdo consideraciones políticas y rcoEÓmicas de la meyor importancia, cuya sola nrenoion nos licvsria muy Jojos. Pasaremos por alto la insignificante respuesta del señor Mayans para venir al brillautc discurso del señor Olózaga. Solo los ruegos de sus ín.igos j el cumplimiento de un deber impetio^o, pudieron arrrncar al señor Olózaga del retiro dctu'c oi uitaba el justo dolor que siente por ia mm tte de su malograda espos.i. ¡Terrible ítluaoi< n la del hombre público! Cuando lii>ne su alma tiapasada de amargura, cuando una pérdida irreparab!.>, sobre (tras y otras, acibara su (xhtencia , sus priacipios y sus compromisos lo llaman al combate del que sale para llorar en secreto sus infortunio?. Mucho se aguardaba del señor Olózsga , y grande era el cí-liierzo que se exigía de su eiistinguido talento. S. S. sobrepujó todas las esperanzas , dejando contentos asi n los que en su discurso buícaban Ja pasíou, como á les que exigían ideas elevadas, y nuevas consideraciones. Este es el raejo)r elogio que podernos hacer del adalid de la miuoifa, del primer orador parlamcutario de cuantos la España posee. Las bodas de nuestras princrsas cambiaron según el o'ador toda ia política europea , y son el tínico origen de Jas complicaciones que hoy exi.Hlcn. A cJl.'S se debieron en el csterior el matrimonio íie Enrique V, la Citiai'ioa de 1,; nacionalidad de Cracovia , en cuyo a-iioto tuvo que bendecir la misma Francia los traiados que le fueron impues-tos por las bayonítíis estranjeras, y la política del gabinete de LTÍ TuUcrííis, en Suiza y en ftaüa , contraria al da'sarrodlo y progreso dfi la libertad, y ea e\ esíerior los t;3'([itetcs reformistas Luis Felipe Piltó á !o'i comprornisos soleniues que conliajo con la Reina de Inglaterra en el castillo de Eu, y por lo tanto podia considerarse ju.-iía Ja espiacion que sufre, teniendo que buscar asilo en la misma Nación á cuya alianza habia faltado, y pedir protección á la Reina á quien también faltó como caballero y como Rey. Al discutir la respuesta al discurso de la Corona , recomendó vivamente el señor Olózaga la reconciló^cion ile todos los españoles para haeer frente á los peligros que nos amenazaban. Estos peligros se lian rea'izado en parte, y preguntaÍ3a ayer S. S. qué se habia becho parí unir las voluntades y lograr tan importante fin. Naija, absolutsmento nada. Y bien podían servir de lección al ministerio los sucesos (le Francia. Bien podia aprender en ellos que los porleres mas firmes y los eJerneiitos al parecer mas incontrastibles, nada valen contra las exigencias de la opinión pública. Si allí han sucumbido un Rey , notable por su sagacidad y ministros distiuguidos por sus talentos , ¿qué sucederá á los qu^ rigeu los destinos de la Nación española con medios mas escasos en una y otra esfera? Su temerario empeño no haiá mas que atraer sobre nosotros todo lin.ije de calamidades. Reprobación muy esplícita mereció al señor Olózaga la manera conque el ministerio contempla los sucesos de Francia, y la ccnsitra que contra ellos han larzTlo algunos niiüistros y sus amigos de la mayoría. La España debe respetar lo que hace un pueblo libre en uso de su soberanía, no solo porque asi lo exigen la justicia y su propio interég, mas también porque «I mismo orí jen reconoce nuestra BÍtuacion polílica y con el mismo derecho csfíiuiraos de la suv.'-iion á la Coron;i larannde don Curios. Por lo deni-is, el cambio li!'. ho en Francia ha mojurado nuestra situación politiza , resolviendo el grave ccnfbcto qire traía ioquieta la Europa, de qui? se sentase en el Trono psoañid ó cerca de el un hijo del rey du los franceses. Y siendo esto asi, ¿porqiuí se ex ge la su>.p'usiüu de Jas garantías? ¿Porqué á iasprim'ras riotioias de los sucesos de Paris, en ol prini'T ananqoe ó movimiento, se impetraron las medidas escepcionaies? A un juicio tan exacto é üiiBlrado sobre ¡a sítuasíon eiti-opea, sucediéronlos ataques mas vig.oaosos coütr.T el ministerio. Este q le no ha h-clion i !a pira r e o sciüar los ánimos, este que despr.-'cia ia opi;HOü ((re puliera lórra.irse en Frincia V!-;ti nt esirüña condoct;r; «-st? en fi r, que provoca la« ropresaüas y la j ropaí;aiida de la nueva reiüíblicT , desconoce que ha I cfíado el moHiento de que dejen el pod r loi ¡ititoics «¡e las bodas, ciego por el interés y el espíritu de partido, y creyendo en su d»íirio que puede, comprimir el movimiento de las ideas por m ' lio del (error, líiy cri'i'm)», hoy leofímos )a intima couviucioii los priigresístas, decía el g'ñor Olózaga con pfdabrai sentidas y elo'^uentcs, de qu.í siguiendo una política diversa podrían srivarse las mstiiuciones y e\ orden público. "Liñana ta! vez i'o í? )drem^>s! nnñana tal vez sera tarde. Bo'q'ejó en ^egmdi en gran Íes Imeara'nlos el sistema de, gobierno de los progresistas, fiíndándolo en la e^lrrcta observantia del piincisdo parlam-ntario, con arreglo al oual no tolerariau al lado de ii reina niu^uira iiifiíencía entraña, sin I lít >r c'íipero á las considera<;ioiies, descüs y víucu'os lo? que respetan. Tamb'ftU procurarían reconocer la nueva repiiblica tan luego como fíese sari ierada f cr el velo déla carion fnnn* SB, y dir ( n t í o d e en el interior á ledas las ga~ J6i,li;s, [n;, (jiic í.iii«ríjr¡ á rue.'lra palíia loft gríi'des oíjiliUs que (migraiau de FrtDcia. En lumlio de les objetos roas Sfgiados conjuró ti si ñor Oioztga ?1 minisierio y sus u n i gos á que cediesen con tiempo , sin compro» meter con los suyos les itileieses de la España , á que no biiirifn cneslicn de vf.nidad y orgullo U que era de buena fe y pfctriotismo, y á que « cicbasert los clamores públicos. La nipyoria y el gobierno designaron sus o r t drres >ele(t(s para que contestasen al señor Olezíg?. El marques de Pidal, se mojante á un enemigo que síiitiérdose sin fuerza, se contenta con hacer eionrsicnes al rededor de la plaza que no ] til de ribcar , apoyó todo el címienlo de su im) ijgnacion en pa);bias sueltas á que daba foílneB* to, con agrosiones personales é ilícitas y valiéü(kse de palabras que condenan la buena educación, y mas todavía, el (Je:oro y la dignidad del Parbmrnlo, De paso larizó sus dardos contra el duque de ia "Victoria, á quien el señor Olózagl designó como gefe del partido progresista, h^ciea•do el elogio digno de sus virtudes, y merecixDienlos. El señor miriitro de Gracia y justicia pr^^nunció un discurso de los suyos, en que entró f salió en la cuestión, nada afirmó ni negó, y re»pctando también Ja plaza inexpugnable del « I curso del señor Olózaga, concluyó anunciando lo que todos sabrsmos, que el ministerio estaba usii'ito ¿ pciiuarucer en el mando. Sentimos que Ja premura del tiempo J lo e>teiiso de esta crónica nonos permitan hacer nn an.iüsis de 1-i réplica del señor Olózaga, en la que en todos !<,s tonos ó estilos acometió al señoriBar« qués di! Pidal, complaciéndose en difertir al a l (íiiorio á costa de sus flaquezas. Pedida notación nominal se aprobó el artío^lo 1. ® por 161 votos contra 54. CO.KTESa SESIOFI DEL DÍA 3 DE MARZO DE 1 8 í 8 . Presidencia del seUor Mon. Se abre á las dos y cuarto. Leiria el acta de la sesión anterior es aprobada. Queda pi blicada como ley la sancionada p«^ S. M. sobre portazgos, pontazgos y Barcages. El Congreso queda enterado de una coniuni(3i(e¡9n del Senado, remitiendo los dos proyectos deleyapro' hados por aquel cuerpo, concediendo una pensioift 4 la viuda del general Baza , y otra á la del sgaor GJ^macho. Queda sobre la mesa un dictamen de la comisión de actas. Pasa á la comisión de peticiones una rectainacitm de Iss clsse? pasivas. El Sr. PRESlDEiNTE: Se procede al sorteo dit l^i secciones. D irair.a el sorteo el salón queda casi desierto. El Sr. PREi^IDEISTE: Agitando la campanilla): L is señores diputados qje se hallan en el salón de conferencias, que tengan la bondad de entrar. tíRDEi^ DEL DÍA. Confín'ia la discusión pendiente. El Sr. XMIVAEZ, presidente del Consejo de Mj. nistros (¡hvimiento de atención): Señores, el gobierno fiel al o (pósito formado de poner en conoeiiníento de la CHir;;ira las noticias que reciba de FraO' cia, va á leer una copia de las comunicaciones que liao mediado entre el ministro de IN gocios estranjeros y el encargado de negocios de España que dTiCÍ asi•.Tengo el honor de comunicaros que el gobierno de !.-i república roe ha confiado la cartera de Negoci )f E-eraníeros Loa formas repubiicanas del gobierno q le la Fiaca =.>e bi dado, no afectarán en nada nuislrys reUc! ¡ties con Europa y nuestras afianzai co:¡ las (Umss naciones. Respetará la independende aia de e.-las, y contribuirá para que se conserve la paz del mundo, pero para ello es preciso que totlos estemos de acuerdo y que las demás naciones respeten los principios de paz y libertad que han nacido en Francia en un mismo día.=Lamartine, Paris 17 de febrero de este año.=Sr. ministro: acabo de recibir la comunicación que V. E. se ha servido dirigirme participándome que el gobierno proTisional había encargado á V. E. el ministerio de Negocio» JBstranjeros. V. E. añada que las formas lepublícanat que el nuevo gobierno ha dado, no alteran en mái las relaciones con Jas demás potencias, y que se reap;tíi:3j l,i i;i,k¡iar,dencia de las naciones para que se C()n5erve la paz ce', mundo; concurriendo á esleaciisrdü los d mas pneblos que respetarán el principio de la paz, al rrd«mo liet.npo que el de la libertad que ha nacido en F ancla en un mismo día. Me apresuro señor minisiro á ponerlo en conocimiento de mi gobierno, y aprovecho la ocasión de manifestarle pn' consideración.=-Firmado, el encargado de negocios. =Arnau. El Sr. raarqles de ALBAIDA: Voy hacer algunas rectificaciones al discurso que pronunció ayer el señor Pidal y el señor ministro de Marina. El señor Pidal en el discurso de contestación al que yo p»onuncié, apoyando mi enmienda, dijo que no sabia cómo se podia impedir se preguntase ti el asunto @sta ba suficientemente discutido, después que hubiesen hablado tres señores en pro y tres en contra, No trataba yo de impedirlo, pero sí esperaba que hubiese aLmna mas tolerancia de parte de la mayoría. Estrada también el señor Pidal (Je que yo no qui siera el poder, y estrañaba S. S. que lo quisieran otros del partido progresista; de modo que el señor Pidal se estraña de todo, se estraña de los que lo quieren y de ios que t,o lo quieren. Dijo también el seúor Pidal que como se avenían las opiniones del seiiíU' Cortina y d.d se íjr Orense, y yo le preguuto á S. S., ¿.;(Jai) se aviene'; sus opiniones con las de loa setíores ríegrele y Tejada? No creo que haya tanta dil'ere.ucia eotre las dei señor Cortina y las mías, como entre ¡as dei señor Pidal y los referidos señores, y sin embargo se sientan con la mayoría y votan eon el!a. Ade,;!a8 ha d clio al señor Pidal qu» yo alabé dos dfl sus disposiciones, el empréstito para cauííiios y ¡a ky deciusal, que sino era buena era mejor que i,I (¡!ie haijia. Sí ei señor Cortina se sentara en aquellos bancos (señalando los de los ministros) aprobarla 18 de su» diíiJüsieiones y ie haría ia oposición en do-<, por c n-lguipüie ya ve S. S. que era muy fácil que i',,-i eiiis u'i;é_e,ilos, y que no obstante si la-s di»ji'jMciones del scüor Cortina no las creía buenas, en iiig-.r fje e^lár en aquellos bancos estaría en estos. tj.o, ¡íiies, (jie esiíj no seria un obstáculo para que o-, ¡, 1, (J.) pAigfeaista subiese al poder. \ ,!in,js di siilV.igiu universal. No es un monstruo ¡I • :. .s i!>i á lievjrii-, c uno dijo el señor Pidal. En í o ¡1 y machi e.\.!gi;r-aciou, yo digo al señor Pidal Vi !-i nosotros hsiuoa av.ojíaúo in.icuo cu est°, pari'i', ' i r , los rno'lerados ¡e han quedad j muy alrJ'», en e. .i,o-4, y !H> han salido d.; esaá doflriuas; otros hio ido ui,Tj .^ l-Liiite y hüU probado que el sufragio u ívíuvidci in y couvéuieute. Dice el sedor Pidal que si <•' rey d.; los ÍVa-iceses hubiera seguido esta docsri:. < liui'iera caído, á lo que yo diré que no habiéudoi.) Ji-guiój ha caido, y que si hubiera adoptado los ci)i!,4rjos de Lamartine, no sabemos lo que hubiera siíoedido. Convengo en que se execederia a la capacidad del público eu las elecciones sí se le digese: eiíj.iii Vds. catorce personas que los represente, entonc;» iio podrían elegirlas con acierto, pero cuando se liace Ja eícccioii por distritos á todas se les dic!: ¿"iitie estos dos cj-ndídatos cuál conviene mas? esto es muy t'jcíi de decidir y yo dige el otro día que li'i-'fi.i ¡os pastores saben cual de los dos les conviene. S- vé, pues, que el sufragio universal no tieiie aada de ao,-,>qu co. til Sr. PRííSIDS.NTi:: Ayer ba estado lia^daudj su se-Í3iia todo el licunjo que le ha parecido; ahora del." liinilarse V. S. k recidicur. El señor marqués de ALBAIDA: Estoy rectificasdo. Iba á demostrar que en los Estados-Unidos í en Irglstfira, rst\ ff 1S csfsllfcido el ínfragio «nheríal y np lierf ffos irccriTfniírlfs que dice el señor Pida!. Este ffñcr dijo Umlier qi e !a Fruncía tra un espejo p&ra la» di mas rtc iif^; ftro surque fu señoría lo rf;rp¡dfrfí)8 fsi. la n ;)f''ia de ella veía ccn disgusto la iraiilia de Luis Ftlipe. Decía asi mismo El Sr. PEFS]DE^TE: Sfñrr dipnlado, que esto no es una discisicn , dele V. S. limilaise á esplicar ó reclifícar un hecho. El sfñor marqués de ALBAIDA: D jo fl >eñ(,r Pidi-l que yo me lia ((i >iilin do fu aliat cesado y se eqi ivcca su Sffirfa poiue t-i que yo alaljf una cosa de Francia no ts str afi. ncesí-dd. El feñor P dai sale qie he alfl ido fnilfuiís coas al gol,ieito ¡np'ds, y ts ura nortiiquía conHiiicli nal, asi cotto BÍí-lo fl gdiifiro de les Esladts Uiidts. y i o me puslen las demás repúl ticas; asi C( mo míe gusta í'rusia, y ro li e gusta Kípolff, pfiqiie yo estoy en la peifuacion qL;e ro hay mas que des goLiertos, uto lucro y d r o n.lo. Por c(r^ecuercia, ni soy ni puedo S(r ófíir cesído, ni de nii gun otro pais tampoco. Decía el señor Pídal ¿pero no »« el señor Orense qne la revolución ha dejado airas á Thier» y á Odilon Barrol? r*o los dejó airas poique no llegó el caso de que gobernase, Odilon Barrot fué á la cámara á vtT si conseguía la corona para el conde de París y sacaba la regencia para la duquesa de Orleans, pero su sistema no se ensayó, si se hubiese ensayado no sabemos si hubiera quedado Iriur.fanle el partido qu9 representa. Y Tuelvo al argurpenlo anterior; el rcsul lado no podrá ser peor. Me dijo el señor Pidal que había ohidado las cuentas. Cuando se discnlan los presupuesU s ya verá el tfñüi Pi'!c 1 (¡!ie no J;:s he oÍTidídi ; ¡ Í T Í c m o r n el,párrafo 2." del ari. 1." del proycilo que r'fs rci'pa se hablaba de corilriluiciones, rae pareció mejor traiar de esta materia que de quirtc s. Dice el señor Pidal que nos empujan las mssss. Yo me alegro que no» iropujen; pero de eso no tenga ciiidadü el señor Pidal, ni se meta á procui-ador de li(.m¡noria; la minoría no necesita sus consejos. El Sr. PRESIDENTE: ¿Va V. S. á contestar á todo lo que se ha dicho? . El Sr. Marques de ALBAIDA: Voy á rectificar hechos en que hay error y Toy á concluir. Ha atacado el señor Pidal hasta la conducta del partido progresista diciendo que había pedido leyes Úfi excepción. Las faltas que ha cometido el partido ^gresisla, no son faltas de todo el partido, y lo declaran todos los señores que las han cometido. Las > faltas del partido moderado son faltas de su sistema; «8 decir, que los unos se arrepienten de haber obrado mal, y yo cieo que el señor Pidal no se arrepiente nunca de lo que ha hecho. No quiero decir como se formó el partido progresista por no molestar la atención del cungreso. El 8r. JAÉN: Señores, sentado en estos bancos como diputado de la nación no puedo permitir el ata. que que en la sesión de|ayer se dio á mi veracidad, pues una de las cualidades que poseo es la de la veracidad y voy á probar que el señor ministro no fué justo conmigo en aquella ocasión. En los momentos en que tanto llaman la atención Ipl sucesos de Francia , creí que podía decir raí opinión respecto á ellos, aunque no los calificase como el señor Martínez de la Rosa. Dige entonces , que la .calificación que el Sr. ministro de Comercio había hecho de aquello» era impolítica. Lo dije y lo sostengo. El Sr. ministro de Comercio dijo que el ministro de Marina había estado en su lugar al calificar aque líos acontecimientos ; peo el ministro de Comercio dijo: "los abominables sucesos que han tenido lugar en París ,n y de sucesos abominables se puede seguir una abominación. Yo dije que esto era impolítico, y lo e?, porque nosotros no debemos calificar lo que pasa eii dtra nación. La nación española ha suirido las consecuencias del capricho de un rnonarca, de las exigencias de un favorito, d e . . . fiarías imcei: Orden , óiden. El Sr. PIltiSiDENTE: Sr. diputado. El Sr. JAEiN ; Estoy en mi derecho. Los capriehi s de un monarca... El Sr. PRESIDENTE: Orden, señor diputado, yo no puedo permitir que V. S. hable eu esos términos. El Sr. JAÉN; He dicho los caprichos de un monarca , porque el que tuvo Cárljs IV por un favorito, nos acarreó mi¡clios males. Y no se crea qae por el error ó í.tvor de un ministro tengamos que larnenUmo8. El Sr. ROCA DE TOGORES, ministro de Marina: El ministro ha calificado tales cuales han sido los sucesos de París. ¿Pues qué, no son hechos abominables los robos de algunas tiendas? A estos se ha referido el ministerio : por lo demás, el gobierno no entra en la cuestión que provoca el señor Jaén , por que no es de su deber ni lo juzga conveniente en este «lómenlo. R\ Sr. MT:x-n:z,vT!.a (en con'ra): To:hi 'o? ''^'.nore.s .lipiitüdos r.'c.inocer:;n lo diíi-.i! q-•• s-á ¡KM m. en estos momentos ejercer el uso de U palubra. IJuicarneate be podidu resolverme á ello por si mi áébil voz puerte ii.íbjjr algo en el resuliado de la ma tion que hoy ocupa al Congreso. Ddsearia ante todo que el señor presidente mandíra leer lo fecha de este proyecto de ley. (Se lee con efecto, siendo la de 27 de febrero. El orador continúa.) A las Seis de la tarde del 2fi de febrero fue cuando el gobierno comunicó á las Cortes la noticia de los sucesos que habían ocurrido e;i Francia. Al día siguiente fue cuaudo pidió ya á S. M aiiloriíaeiou para presentar á las Cortes este proyecto de iey. Se vé, pues, que el ministerio oljró inp ía nnorcsiju ¡\nf. le causaran las primeras noticias que recibió de Francia, toda vez que hasta dos ó tres días dcátJi.ts r,,) ss «upo que se había proclamado la república el dia 2Í. Aquí se ve, seiíores, que ni la previsión dei go bierno, ni la necesaria meditación han precedd.j antes de venir á proponer á las Cortes el que se le au torizase para la no ejecución del artículo 7.° de la Constitución, que equivale á anular las garantías constitucionales. Vamos á examinar los trámites que se han seguido en este proyecto de ley. Presentóse al Congreso por el presidente del Consejo de ministros, -y suspendióse la sesión, se reunió el Congreso en secciones para tratar este asunto: leyóse alii en estrado, porque ni tiempo hubo para copiarle: en l»8 siícoiones hub<i quien quería que el dictamen de la comisión nombrada se presentara en el acto al Congreso, y que este, declaráudose en sesión permane^iite, resolviera inmediatamente acerca de él: no habiéndose hecho asi, al día sigu^eile se presentó el dictamen de la comisión, y fcdt-indosepor primera vez eu España á lo qie prescribe el regia mentó y !a príictica del Cungreso, se señaló para el dia siguiente la discusión de un dictimeu de tañía trascfn ienria. E«ta precipitación, señores, ha minado el prestígio del proyecto de ley eii cuestión, porque se lia vis to que se h;t querido que no haya bastante meditación para tratarle. Esta precipitación, señores, me dá á mi motivo para p';der r-pelir aquí lo i)ii>! cu la Címaradolos diputados de Francia decia Mr. Douchei: h.-iblando este dipiitalo en la contestación fil úUítno discurso del trono: iiV(i''otros \vúf\n comprometido PI trono con vuestros odios, con vuestras violeucia-i." ¿iNo tiene rl ministerio la rnayorí.-j en esieniirrpo? ¿PiT qué, pues, esta precipiíacitni? Si SS. SS, -.ufa' cinaron, se aterraron cou las primeras noticÍjH de Francia , eu el día deben volver al buen camino, y no ir por el atajo, porque siempre se va mal por los atajos. Diré mas, señores, sin intención, sin duda, se ha querido presentar en esta ocasión por delante como un asciido al trono, y yo q'ie nada debo al trono, tengo derecho para liecidir la verdad al pueblo. El pueblo no puede sulrir la ley que trata de imponérseles, porque de pues de tanto sacriliriocomo ha hecho por la libertad , no puede perder en un moinenlo las ga ranlias que esta le consigna. Antes de entrar en el l'oulo de la cuestión priucipai, me haré cargj d-; alcanas obiervacio.ies que han hecho loj íidiviflu is de la comisión. Se ha dicho que esta clase da autorizo-.ioie.s las hí.i olileaido antes otros raiaisterios, tanta molerados como progresis- ta?: fslo ro es exsrto. j^Cuáles srn las autorizaciones que dffde rl sño £0 Ver rorcfd'dn las Córlís á los irín fifrics prr grf sisUs? Decía el Sr. Martínez de la Rosa que el tro 2S se rcncfdió é ur niriisterio progrfsisla fiutcrizíciin psra trmar medidas represivas, pero no dijo su seroria cuáles eran las circunstancies de equel'a e'pera, y les térrriros en que la sutorizícien eslsba correbída. Si ahora nos ercontráramcs en el roifmo caso, yo sprcLaria la sutcrizBcíon. En otra ocasien, es decir, en el 6ño 3G, les Cor tes | t ( giesísliis rrr cediere ri (tra site riza cien al ministerio Calalrava, ptro aquel'a tutrrizrcici! se solicitó de unas Cor'es ce i slituyerles, Cortes, que el ministerio no letra facidlsd de susper der ni de disolver. Adem&s, el ailiruio 7." de esa ley decia : que las medidas reprefi'as durarían folítnettte el tifffpo que las Corles f ern artcieran reunidas, teniendo estas la facidipd de anillarlas cuando lo creyeran ccnvenienle. ¿Y fif.i res, sen ahera las misnas cirrunslancias que '8S de enior ees en que Gen ez atravesaba toda la Andalucía, y que la guerra civil ardía en fu mayor fierz»? Véaíe, pues, como Bo hay igualdad de circunstarc'as. Estas sen, f eneres , las rectificaciones que tenia que liicerfelrr !o diiho írleiiern ente. Por lo te cante á la autorización que ahora sepide, no puede mencs de rsusaime esirañeza, perqué una autorización semejante é iidcfiíida la ha habido en España de algún tíenro á esta talle, l( da vez que un gob'erno se ha creído aulorzado por sí para hacer cuanto leha dado la gara. Cuando se viene ahora pidierdo aulcrízacien á las Certes psra conliruar naciendo lo que hsfla sqtu', creo yo que el gobierno da este paso porque no se cree con bassante fuerza para contiuuar en esa especie de dictedura en que se h' er'of'o de algún tiempo á esta parte. Hrrho el eXámen de los discursos que se pronuneiaron syer por les señe res de la mayoría , voy á enj t.'ar á lacéeme cargo de lo que se dispene en el ar tículo 1." del proyecto que se discute, y para el'o empezaré recordando lo que decia el Sr. Martínez de la Rosa en la célebre discusión del voto de confiar.za. En 18 de diciembre de 1835 decia S. S. que no ere n suficiente garantía la responsabilidad ministerial, '•• atención á lo raro que es el que se llegue á castigar á un ministro, añadiendo que todavía consideraba rae ñor la otra garantía de lener que dar cuenta á las Corles, porque con esto no se remediaban los males que se pudieran originar de squella autorizacien. Asi se espresaba en aquella ópeca S. S , cuya autoridad me parece que no podrán recusar los señores de la mayoría, y cuenta, señores, que se trataba de dar ese voto á un ministerio joven, pues apenascontaba cuatro ó seis meses de mando, y á un ministerio que había hecho portentos. Me parece, pues, que S. S. siendo consecuente con esos principios, no debió suscribir ese dictamen, ó al menos no estrañará que los que nos sentamos en estos bancos, hagamos oposición A ese proyecto y procuremos evitar por los medios que están á nuestro alcance los males que con él pueden sobrevenir. Yo Continuaría en esta cuestión, pero como tengo que tratar de lus otros dos párrafos que eomprende este artículo, y por otra parte tengo la confianza de que la gravedad de los sucesos miamos es la rae- | jor oposición que se puede presentar para que esos señores mismos por patriotismo retiren ó al menos reíormeu el proyecto, paso á ocuparme de ¡o que se dispone en el párrafo segundo de este mismo artículo. Aquí recordaré también lo que el señor Martínez déla Rusa decía en 18 de dic embre de 183.5. En aquella época preguntabas. S. ¿y obtenido el voto de confianza nos mandarán nuestras casas? Eu esle párrafo se pide autorización para coniinuar recaudando las Contribuciones Señores, si faltan cuatro meses para que termine la autorización que ya se le ha con cedido, ¿á qué anticiparse á pedir esa otra autorización que no puede servir mas que para alarmar á los pueblos? Señores, muchas son las consideraciones que me ocu ren al ver que los señores ministros de Hacienda y de Gusrra, á pesar de sus antecedentes, hayan sus crito e=te párrafo, porque la seguridad individual, la propiedad y los derechos adquiridos deben respetarse asi eu este como en ¡os demás países. Por eso ea 23 de julio de 184ü anunciaba yo que la paz de Europa estaba amenazada, porque los príncipes no hacían á los pu'4jl )s las concesiones que pedían; y wa'-.dífdo que al señor conde de Toreno le parecía es^-año que yo anuncíase el término de diez años para que viésemos resultados: entonces aconsejaba yo á aquellos ministros y al partido moderado los principíoe que debían proclamarse, y el tiempo ha venido á justificar mis vaticinios. En 8 de noviembre 18 í6 decia yo á los electores, lo que voy á leer, que es una reproducción de lo que nabia dicho ea t840, y precisa mente en noviembre del mismo año se perdió Gra covia: yo estraño que nuestros ministros de hoy recoHociendo las circunstancias de Europa no se hayan apresurado á poner en planta los principios que entonces emití, y de los cuales estaríami)S ahora reco gicndT el fruto, pues muchos individuos que han emiaradi de Europa hubiesen venido en tal caso á España con sus industrias y sus capitales, toda vez que según mis principios quedaban garantidos sus intereses y seguridad. El señor ministro de Hacienda, que tanto ha estudiado y tan entendido es, debe reconocer que hubiera sido muy conveniente la adopcioa de mis principios. ISo estoy de acuerdo con el proyecto que se discute, porqués! se aprobará tal coma está , el ministerio encjntraria los mismos i'icouvenietites que se ' I enc-)utr.tron;en 18Í3: heestrañado queel Sr. ministro . i de LI)c,i>;ida hiya suicrito eseproyecto ds leyii-.reyeu¡ do qii8 di este modo h.i 'de Sjbreuadar h íli^nai eu I las circunslanciaí de la Europa: el verdad ;r i (•..niino i de prosperar es proporcionar ventajas inalí-riaies á ¡ los poebios: si lis e Apresas il'! can: 11 )s de ÍI^^TO y ¡ otras comerciales é í/idu-ítriales, hubieran e^i-^do mas I ateudi-lis en Francia, acaso uu liuíiiera tenido 'ugar I lo qud !ia sucedido. INos vanaos á ver e;i gi'ave.-i con1 fiíCos si sj aprueba el proyecto de ley preieuiado I por ei ministerio, con el cual, por a'^n parte, u,j se " eviiaráu los suíesos que puedan ocurrir. Dice el señor Pidal que el señor Mendizibal hizo lo mismo, pero sabe su señoría que las circunstaucins U) eran las mismas; entonces disfrutniía el pueblo de beaeficioí que hoy no disfru'a, se li ii¡:! resta blecido la ley de mayorazgos y decret.,J) la desvinculación de bienes, entonces había graiiues esoeraozas ds llevar adelante las reformas, y hoy sucede todo lo contrario: lejos de tener beneficios los pueblos, por el sisieina del a:iuil gobierno, y la actual mayoría, la propiedad délos bienes naci.jnales vale un tercio menos quí valia haix picos años, porq-'e no se quereí dar las garantías ou-! se recia,nan. ÍN ) b?sta que reipeie:nus io-* he.di.'.s, es pre ciso re-ipetar las promesas, y supuesto qu.; 15 millones á lo mas rifi'leu eu renta, los bie ¡es que quedan al clero, pónganse en venta y no solo producirán uní renta superior, sino que inspirará cuiüaiiza á los te /edo.-es de bienes de su claje, y lié aqui uu medio que tiene el gobierno para realízir e.j.^s 200 müloaes que necesita , con apiauso de los pu.-b'os q j:;d,.),id lie UU sobrante para dessstauLíar la aal y el ¡.abaco, y suspender los derech)s de puerías. ha pedido )a fuspersicn de estas garanlias, K ha hecho por el partido prcgresista; la primera vez en 1822, en que se pidió se pusiese en práctica el arti culo 308 de )a Ccnsiitucion del año 12: la segunda vez en Cádiz en 1823, y en c rcunsiancias gravigimas, se pidió lo misnio, y las Cérles lo concedieroDj y la tercera rez en 1836 siendo niinislro el «efior Mendizabal. D:ce (u feñetia que nre opuse al voto de confianza que pidió en fu minislerle; es cierto, pero allí me movió únieamente el que ro quise decirme el gobierno, remo le prefur lé >i,rías Mies, á qué se refería el voto y i>un igi orar do o yo se lo negué, pero no votando, sino alsteríéndc me de votar; pero conozco lo que voto, y aun cuando lo considero punto delicado, lo doy al gobierno, porque creo que íascírcunslarciss asi lo ex gen. El Sr. MAYAKS: Después de tres días de debate, en que se 1't.n f icr ur.ciado d:seui*os tan brillantes, peco pedré devir que interese á los señores diputa dos. l a remisien se lévenla solo á cenleslar al señor Mendizabal, y al hacerlo yo me en paré de una observsciin de su íeñciria, acerca de !a mayor ó mene^ latitud del delate. Fu feñeria se quejaba de la preci pílacien cen que se ha preserdido (Sla cuestien, sin tener presente la n ocha latitud cen que se ha discu tido el preyeelo en su tclalidüd, y después en las enmieidas. Pata que te Cd.verza ÍU stñi ria de que se ha dado teda la tn p'itud r ece^alia al debate, bastará que !e recuerde el iilietlo 1(111 del reglamento. Este prehilie las diseusiorts en la tetalidad en aque lies sfunlos de corta in jei tercia , y fcun ruando el que nis tcupa es de nucía gravedad, no tiene sin embargo ledo lo que se requiere por el regla mentó. Vergo ahora al punto de la cuestión. Nada nuevo puedo decir al Congreso, la cuestión se ha considerado ya bajo lodos aspectos, y (Siá demostrado que es perfeclimente legal: sin embargo me ocurre una ebser\úrior, y es la de que sin necesidad de apelar el gobierno á lo que se previene en el arlirulo 8." da ia Constitución , medida rrccrocda de todas las Consii'uc.ienes, seria legal lo que pide aun concretan rimes SI lo al testo j letra del artículo 7." de la ley i I I I | i f.U'di.r>^pro^l. l'i oíoi I después de contestar á oíros varios argurneutos presentados por el señor Mendizabal, concluye manifestando que el Congreso está en el caso de aprobar el dictamen de la comisión, puesto que el pensamiento que envolvía era beieficioso al pais y ^ daba mas fuerza al gobierno para impedir se alterara ; por concepto a'guno 'a tranquilidad pública. El ÍT. OLOZAGA : Señores, hace tres semanas que tengo el senümienlo de no asistir á las sesiones de este Congreso : soy por tanto, lodo lo esiraño que pueda ser cualquiera español á los grandes suce sos que hoy está presenciando la Europa. Mis amigos me han arrancado de entre los restos de mi familia, á fin de que pudiera tornir hoy parte en la cuestión pendiente. Yo respeto sus opiniones cuando creen que es una obligación en los hombres públi eos prestarse en ocasiones dadas á ciertos sacrifi • cio9. Necesito , pues, mucho la indulgencia del Congreso, porque sobre lo» afectos tan diversos que preo cupan mi corazón, no he podido considerar en otra atmósfera que la del hogar doméstico los sucesos de una gravedad tan trascendental, que yo considero como una consecuencia de un desenvolvimiento grande de las posiones políticas. Gr.n este motivo temo que mi voz no sea pare^^ida á la de mis amigos que se han levantado ya á defender sus principios y emitieron sus opiniones con tanta prudencia como energía Por tanto, espero me dispensarán los señores que rae escuchan el que no trate las cuestione» como si hubie se estado mezclado entre los hombres de mi comunión política y asistido á los debates. Veo, señores, que debo empezar mi discurso enlazando las breves observaciones que voy á hacer, sin orden ni preparación alguna, con lo que tuve el honor de decir en este sitio en otras ocasiones cuaudo se trataron asuntos de alta importancia. El Congreso recordará que cuando se discutió la conteslaciou al discurso de la Corona, creí que debía examinar el estado de nuestros iipg icios asi interiores como este riorcs, y ,si á cj )--''Ciie:ic a de las reales bodas nucstr;'-» re'-(iíi-Tie-i con tus'ío'nH P t,f.'i''ii», h i'oian sufrido ó no algún cambio ó alteración no-íable. Los señores diputados saben cuantos peligros preveía yo cu las consecuencias de aquellos acontecimientos, y sabeu también cuan esp'icitamenteaprobé las palabras de conciliación que al principio de aquella legislatura tuvo á bien pronunciar en este recinto el señor prpsideile del Consejo de Ministros: pues yo creia que solo el olvido de lo pasado y la uuion sincera y franca de todos los españoles, era el medio único de conjurar los gravisirn-js é in-ninen. tea peligros que nos amenazaban. Desgraciadamente los peligros no se hicieron esparar mucho; ellos se han presentado ya; s;i darlo nos amenaza de cerca. Pues bien jestá oreparado el remedio? ¿Ha cumplido el gobierno «is pii ihrss -li to'crancia y de rf • uciliacio-u? ¿ l.,i áoi u .i .;s.J i 1.-00 liliadjs en.ce los españoles? Pues cuenta, señores, que esto es lodo cuanto puede hacerse para salvar ei trono de ÍN íestra R 'i i.i y nu-M ras i.iiiil ,f,i ;iic3, contra los peligros ya esteriores, ya inleriores que nos rodean. Y sino se ha her.ho esto, si esta medida salvadora no se ha adoptado, ¿ere» el gobierno, cree la may iría que po drá conseguir esc efecto con las leyes represivas que hoy solicita? Eso es lo que yo quiero se examine. Esto, señores, q le acab^i A; indicar co.na asunto de mi discurso, tiene la mas estrecha relación con los sucesos que han ocurrido fi i fl reino vecino. S.' se observa con iraaarcUlidad quü desde ei otoño del año -ifi sufrió í^ran.d» alteración A equilibrio de la p ilílica de Francia é Inglaterra y d"? toda Europa, á cousecueieia de \,n miirimo-iíoi reales de España. K! [iri^ner sure«o, seño'''"'', desagradable para el rey 'le I H fraii(v>>i''<, ef't-^io 'a ñ^t riutífa pjói.o'a, fué el naironoaio dal '1 i.| la ú'- ¡tu, di^o-i, r.i-íti de ia au ligua ra na prim >gii ola A-, Fra-icia. Uibia andado este principe paseindose por por toda Europa en buíca de ii la princ-!sa qut; oii-íiera uuir á é su suerte y no hi lia eicintrado ir i?,una, por mas esfuerzos que había heoho, habie»!) sid) preaiso lara que pudiera conseguir su objeto, el cambio de lapolitica francesa. za. ¡Lección amaina, señores, que no debe olvidarse f nunca, la que recibe uu rey anciano, rodeado de hombres eminentes, distinguidos en las cátedras, en ia tribuna, y que muy bien pueden cslifirarse con el titulo de los primeros politices de Europa! Convenzamonos, pues, que las pretensiones centrarías á la voluntad nacional, se estrellan siempre por hábilesé instruidos que sean los hombres del gobierno, contra ia fuerza y las convicciones de los pueblo». Pero su uso, señores, será centra la Francia. ¿Y hemos de ir iiosolres á hacer causa ceraun con los vencidos ? ¿No se temerá, señores , á las represalias? ¿No se temerá á la propaganda? ¿No se temerá al iullujo de las ideas que pueden irifluír en mas ó menos, según la situación y según las circunstancias? Yo creo, señores, que hay error, error muy natural cuai'do se dá oídos al amor propio, y cuando los hombres se dejan dominar del espíritu de partido} yo creo que hay errcrr en la conducta que se sigue. Y ruego al gobierno que lo medite bien, y ruego lo mismo á la mayoría que lo apoya. Yo creo que es necesario nconocer, que lo» que hicieron las bodas, quedos que estaban ligados por los vínculos de la gratitud , de simpatías, y de eual(luier otro género, con la diíastia que ha caído en Francia , que los que no pueden menos de ser considerados como sus amigos y defensores naturales, dibian reconocer, que lieviiido ya müs de cuatro años de dominación esclusiva , y que en el estado en que )a nación se encuentra , y las circiinstai cías se complican , qoe habia llegado el momento de dejar el poder á sus contrarios. Y yo, señores, puedo hablar franramenle en este asunto , porque en siete años todos los esfuerzos de mis amigos no pudieron hacérmelo aceptar, y solauíeite lo acepté cuando era inevitable la i ulna del que tratara de reconslituir su pariido. El podir, señores, se puede pedir dignamente, por los hombres que crean que pueden ejercerlo en nombre y bien de su patria. Debo decir, que asi como todos mis amigos, estoy persuadido de que siguier.do una marcha enteramente contraria á la que sigue la mayoría, podemos librar á la España de los males que podrán sobrevenirla. Y digo mas, y es, que si lo» sucesos de familia no me hubieran alejado estos dias del palacio de nuestra Reina, yo me hubiera presentado á S. M. Como individuo del partido progresista á ofrecer ini» servicios, porque todavía creo que podemos ser útiles al trono y al pais, que podemos impedir la guerra civil, evitar la renovación de las discordias, rechazar las amenazBS estranjeras, mucho mejor que Ip harían probablemente los que ahora se apresuran i condenar. Pero téngase entendido que esto que digo, es si se verifica á tiempo, si las concesiones vienen oportunamente, y no se crea que yo habí • de concesiones de principios, porque estas no ^uíden hacerse, sino de concesiones de dejar el poder. Pero puede ser que se nos pregunte: ¿Y cuál es el programa del pariido progresista? Yo lo diré. No referiré uno por uno todos los capítulos de administración y de poli tica, sino que me contentaré con indicar los principales. Nosotros seremos en el poder lo que hemos sido siempre, comprendiendo como debe ser el gobierno parlamentario. No consentiremos al lado del monarca, cuya confianza poseamos, ninguna influencia estraña. Nosotros por el respeto que debemos á nuestra Reinay por el cariño que mas ó menos, todos hemos tenido para profesarla, para librarla de toda in terpretaciou y de loda responsabilidad, y para que su persona no sea nunca objeto de conversaciones, cubriremos todos sus actos con nuestra responsabilidad y no podrá atribuirse aclo alguno de su vida sino al consejo de ministros Jíosotros, señores, consecuentes con nuestros principios no admitiremos como antes he dicho ¡nfiíiencia alguna cerca de S. M., y creemos qu puede muy bien combinarse la consideración que se merezca á ciertas y determinadas personascon su alejamiento de los negocios púbiicos. Piosolros, sofocand) todo sentimiento personal que pueda venir e ñauado de los acontecimientos de la nación vecina, obrando como hombres prudentes, y mirando solo A las ventajas que puede sacar la España, procurarianios enlabiar nuevamente las relaciones con la nación vecina, aprefuráadonos á reconocer la República francesa. Sobre esto, señores, quisiera ser bien entendido , y que no se cometiese ningún error. Bl señor ministro ha tenido la bondad de franquear á un amigo mío el parte que ha leído al Congreso. Yo me complazco mucho en saber que el gobierno provisional de aque'la nación abriga el deseo mas vivo de mantsner las buenas relaciones con los demás gobiernos. Dice que la paz y la libertad han nacido en un dia en aquel pais, y yo covengo perfectamente en eso. La paz allí como en Europa, estaba graveinen e comprooietida por sucesos anteriores. Nosotros debimos reconocer ese nuevo gobierno, sin reparar eu cuál" es la marcha de esos sucesos. Nosotros debe;ms reconocerlo como no podernos menos de hacerlo, respetando el derecho que acada pueblo corresponde. Y supongo yo que el gjbierno no raaiilendrá relación algu na con el minislio plenipotenciario del que fué rey de lo* franceses. Las credenciales de ese niuisiro pleuipoíeuciario cesaron desdeel mornento en que cesó de ser rey el que se las habia dado, y las relaciones que el gobierno sostuviera con ese a.aj.-niedi^jloinático, no podrían menos de ser hostiles para la nación vecina. Gomo antes he dicho al Gong:-Cáü, h^ce tros semanas que no he po didu salir de mi civa p ir !a^ de-igrai-.ias de mi familia, y no hí tenido por blanto ocasión de ver si se conservan la-i araras de e e minisíro plenipotenciario, como l-H d - i n •••0.1 i id 0-. Y r.-i'ü es un bscho grave poique podría dar margen á reclamaciones de parle del nu?vo gobierno francés; pero supongo que el gobierno español tío conserva relaciones con ese agente de la dinastía caida, y asi lo supondré en tanto que no se ui'! liga lo cuutrarij. Nasotros, vuelvo á decir, no deleudriamos el reconocimiento del gobierno de la Francia, SÍQO que lo apresuraríamos tan pronto como la Fraucia se hubiese adherido áél. U 1 ministerio progresista podría aprovechar para España las grandes ventajas que en estos momentos de pasiones ds la naciun francesa podrían resultarPor el mismo tiempo ocurrió otro suceso ds la nos, Llainaudo á nuestro pais á aqitellos españoles (jue mas ait,-a cou-íideíacion, y bi !'raoi 'a tuvo que tole Volviendo con sus capitales de las Amá''ícas, no en9f ñ jr.^s, déla s iar»so)n da la nscíona r irlo: Inli'o, contraron mas que persecuciones en España, míenlidad oolaca •al t.irrancada de los tratados de («15. Eu tras que la Fraocia tes ofrecía protección y tranqiáesla épocí la Francia que ss (laljja separado de su lidad. Pudiera muy biaa suceder que viendo en Esaliada' natual la logialirra, que se ene mlralia en paña arraigada la tranquilidad y establecido sófidauna posición tan triste, tovo qua c-i ise liir no soio rneule el órdeu y la prulecciou á lo» particulares, la aoo.iciou de la repúiiti-.a d; Graco ia, sino qu^ se volvieran otra vez á nuestro suelo, temiendo de la si vio en el caw d : be id«'r lo i tra'aihí que 'as .lolcn tuacion da la F.aucia. Por eso creo yo que lejos de CÍH'^ d'jl Norte le habiai impuesto. ¡Triste condici-'jn, medidas e.-c."pc onales, deberíamos establecer garanse ior^i^, dV¡ q re fiUa A la buiíua fé d' los '•)•! ratos y tías para los ciudadanos ¿Quien no sabe que el granal''X):''o cu nplimieuto da los compromiso» conde acrece.itamiento de la industria inglesa se debe á traídos! una emigra'^i lu causa la por ia revocación del edicto Pero llegó el ciso, s°.iior!>s, que por bien de la de Nanie»? ¿Quién no sabe que el aumento de poblalí.alia, por bi«n de la crí-it'in iad. por liien de la hil ción y riqu:za de los Estados-üuidos han venido de lOiíiidi 1 e ilJ.ra, se )u<iera al frrtute d-il progreso y la grande euiigracioi: causada por ía revoíuciou frand¿ la civiozacion e! tan respetable como ilustrad) cesa? ¿Y no podriamjs ofrecer en nuestro suelo una principi! ,!(; los fijies. Y eu «slas cir>-,uíH anoias, e.i pcüt. .Jioii que trajera á España^esos capitales á que qiJslalUlia co^nenzaóa á dar aetíd,;-! de sida, que me he refeiido? iba á rni,- íiar.sr! paii :cimií)'e, la Franiia su al'.ijda Per I e.íto, señores, que creemos posible hoy, esElSr MARTÍNEZ DS LA. RO.SA: Me veo en la uatLiral c .; ulia-^ s 1 i;i r ' i - i ' i ' ='5 !,c < i'rarialas ideas to, lo liariaiuos ya, porque es tiempo aun para evitar !íPC(y.idi>l de con.estar a!señor Meoaizibai pira rcc . y i ' c; i '/.icirL! qi' -a' ! * se d<"<eovri,-''v;n, de o'-og e-', los maic; pii:' le no a caiizar ya mañana, porque log li'ic.nr H'-ÍI;UIUIS hadus que nj lia citado su señoría y adopta •)>•• ú'iiu) el o-.'tdii':!" esduíivo del sucesos sualí'ii ir algunas veces muy de prisa, como co'i ¡a pRpleccion posible. d)í, SI! iiace m np.ice d-i la Au-itr-a eu aqii |j,eu clarametile se vé eu loa acontecimientos de HJ dicho su stf.joria que en 1822 había yo apo- í opo-ticioo qué ¡a Italia suira our pa-^te «U aquel «o F i aiicia en que ta desgracia de ese rey le impidió y=id)!as medidas repr-.isivas del iniuisi.er o F^bii, ; bierno, y e i iin, acirrea con su p uii'.-'a males sin lla'nar con oportunidad á una persona notable, cuyo »i suítp ;uder jaj garantías individuales de ia Gous' I cuenio á aquel pan, combsliendo pjr lodos los ina llamamoüiio pjsterior no pudo atajar el mal. Se ha tiiucion. i dios que hi pj lido el que rdalizaseu su revoludicho aquí que si UÜ tememos nosotros ser pasados I clon. y arrobados por oíros como lo han sido algunos Bl Sr. MiíNOIZAB.^r,: Si el señor Martínez de la Ro*'» lo permiíe, no tendría que cansarse su seño- I persouagas ilui res de U Fraacía; yo declaro que si, Pues preciso es cinvenir que esto es lo que hi ría sobre esta recidicacion, p.ira lo que creo será su- I empezad.) á levantar el áiina del pueb'o francés; yo decían) que no podremos atajar el mal cuando ya ficienle d-T.ir que aludí á su señoría, qu?iiendo ma- I pu'ts sí bieo m'a uedí sul'r r qnizi ui gobierno qua • o sea tiempo; pero la culpa será de los que impidienif.'Siiir q )í Iwia prestado «u ;m .yo á las medidas ¡ íio r-presentó ioeo "US iutei-eses, no puede sin ems rin el llainioiifiuto con oportunidad. Entonces ngs de ;'.(0'-l g )bie-'>)o o ir coio»- lí'! icu ' líi^a,» tol'nr qii.í firma causa coiuua c.in i^s euerni- quejaremos u ;oi y otro-! cuando no sea tierapu. tiiSr; >I\Hn,NaZ Di LA. R;)S\: Yo no pude i gos drt \i üijerial, é iinpila el progreso y el dejarro PiTo t-i p.i viT.lal que ei oarlid) que manda cree dar 'ni apoyo á !a< -nrli ¡a, represivas del ministe- i lio natural (h oi'-os o leblos. D-ísde esta ép ica datan que con su p »iitl¿,i tii-ne fuerza bastante para luchar, rio F<!iÍ!i pur c.'H.i'o a qiu estü iniíiisterio, no adop- I los ha qiefís rsf'-mis'as, antes rechazad is por los que lucii; eu c.onuo abierto, que luche cou la lega tó medida d-íesie genero. !) h • idjí-e-i del pa-l.da liberal, turnaron cuerpo y Vida iidad, que luche de buena fé, ñuscando el apoyo de Ta nbiru ha d x u el Sr. Mínlízíbal qu» ya habia ', co ¡11 prjiesto di o'.rj cj'a mes aila y mas impirlint;l.)S. Pero p.irccs que lejos de buscarlo, lejos de so, e i lo q.wel oi-'ti !o _ ir i ' - ^ s - u h,i solo quien te, píese 1 rejii lad lo que SÍÍ; lifi^abau los ba aqueles cam uar con su-i a,nigo.-(, lo que hace es quedarse hasta aliara iu pr ipins o <i' i i" Gi''ie< en varias oca- • na era tanto la reforia i de la ley electoral corno la solo. Yo d-j«.;uijro en este proyecto una mira de siones ia suipansion da lai g.rao'ia? individuales. Lo i reprobación espuciía y terminante de la política sepreACiadir de los oiismus que lu apoyan. ¿Qué indica he dicho y lo repito; las tres veces que en Espatia sg sino, esa petición de que se le voten los presupuesguida por el gobierno en los asuntos de Italia y Sui- tes para un plazo mas laigo, á pesar de que se b»lian retados per el Coígreso hasta fines de junio¿ ¿Qué indics esto sino que se quiere hasta cerrar esta tribuna? Permítaseme, señores. Que yo me atreva ádirigir* mi voz á los individuos del goLí.-.yiO y <ie la mayoría á nombre de su roiíino interés. E» vení^íí.que abandonando el peder, jerderian la posicon oii».;'^^ í ¿ ^ h oy lier.en, pero cor servarían los derechos que conuJ á espsño'es les corresponden. Yo les ruego que Quieran mirar por sí, por sus intereses, por sus persoi.X*» que no se hagan así mismos daño, que no compro'melan inteietes mas caros y mas elevados, y que nc» traigan sobre la España males tfriiblts que pueden pesar sobre ella. Tengan en cuenta ia guerra civil: que no csia muerto el pretendiente, y pueden tomar él y sus partidarios otra máscara menos antipática con que cí ganar. Yo les ruego que miren bien qne si en el luchar temerariamente hty a'giina apariencia de valor falso, la prudencia no aconseja eso. No queremos acos.t tumbrarnos á que se vea en España reprodueireii, los acontecimientos de París, á ver ministros que su esconden, reyes que huyen, princesas que ruegaay, no Son oídas. Libren á España de estes males. Y si los qne han escuchado en. tiempo de su prosperidad los consejos de un rey tan pruiienle, sí »hari|; en el triste día del desengafio, náufrago como se encuentra, refugiado en tierra estrafia, en una ti^^ra á donde probablemente no bobiera queridoUegar, ti pudieran escuchar la vez y los consejos de es» personaje, yo creo que les diría: Sí hay algún partido aun para mi dinastía, si me qued* algo, ei en algo puedo pensar es en España, en España fijo mi vista y allí ruego á los que han sido mis amigos que aprendan en mi ejemplo para su escarmiento. Pero si ni aun á estas voces quisieran dar oído» los individuos á quienes me dirijo, oigan al menos la voz del pais, en donde no cuentan con la opinión. Y no se me cite que poseen una mayoría en este lugar. Una mayoría mas numerosa y mas compacta tenia el gobierno francés y sin embargo ha caido. No nos hagamos ílnsioncs, hablemos con la verdad, fijen su vista los señores de la mayoría en el estado átí pais, y verán á los capitalistas reducir sus capitales, verán á todas las clase» en zozobra por lo que se pide, verán á los enemigos de la libertad dispuestos á volver nuevamente al combale, verán á los pueblos abrumados por las contribuciones, y verán y reconoceráa que no son los verdaderos órganos de las rífcesidades de 'os pueblos. Yo rogaría apelando á la buena fé y caballerosidad de los señores ministros, que hagan presente á S. M. el estado del pais y lo grave de la» circunstancias, y que nosotros, con un general que ha tenido la felicidad de concluir la guerra civil, con nn general que ha preslado & la nación raas servicio» qne ningún otro, nos ofrecemos con nuestras cabezas y í-on nuestros brazos á salvar estas circunstancias, y estableciendo la reconciliación con la Francia, dedicarnos Con todas nuestras fuerzas y sacrificarnos sí necesario fuese por el bien del pais. En el palacio de Eu hubo una conferencia entre los monarcas de Francia é Inglaterra, en la cual dijo el rey de aquel pais que iio solo no haría nada para que uno desús hijos llegara á contraer matrimonio con una princesa española, sino que nada le obligaría ello. Al año siguiente añadió que no se trataría de la boda con la infanta de Eapaña ínterin no estuviese casada la reina católica y asegurada su sucesión. Quien quiera que después haya promovido los acontecimientos que han turbado la p iz de Europa, debe caberle una triste satisfacción al ver refugiarse á un rey destronado A esa misma lug'aierra á cuya alianza ha faltado pérfidamente y cerca de una reina á quien también ba faltado como caballero ¡ Triste espiaciM» que la providencia parece haber decretado justamente? Para indicar aunque ligeramente la parte que temos tomado en esos sucesos, empezaré por España. Por lo mismo que no he salido en algunos dias de mi casa ignoro si ba sido un roinislro ó un individuo de la comisión el que ha calificado en términos acerbos y duros la conducta del pueblo francés. Sean cuelesquiera las opiniones del diputado y dd hombre piiblico, creo profundamente que debe respetar á ese pais y lo que ese pueblo ha hecho, como pueden liacerlo todos en uso de su soberanía (señales de aprobación tn la izquierda.) No olvidemos , señores, que el principio político consignado en nuestro código fundamentamenlal es el mismo que el de Francia. ¿Pues qué, Sres., el pueblo español, las Cortes españolas no heotnos privado á una rama entera del derecho de sucesión á la Corona? ¿Con qué títulos privamos á su» hijos de ese Biisrao derecho? Por la soberana voluntad del pueblo, porque el pueblo lo quería asi y por nada mas (sensacíow genera/, marcadas muestrat de aprobación.) Pero, señores, viniendo á la cuestión del momento, ¿qué ha ocurrido p?ra que el gobierno crea ¡lecesarías las n^edida» que propone? ¿(Jué impresión ha sufrido al saber las noticias de París para solicitan esa autorización? Voy á entrar solo en la cuestioá política, en la línea de conduela que eu España conviene sesjuir. Orando era la ansiedad que no solo en España sino en Europa toda se lia sentido hasta saber del mud.i que SI; lijaría la sucesión de S. M, la Rsi.ia. LoJ discursos de los comunes á principios de este año nos utre-ea una prueba de e.ía in,s;na ansie k d . Felizmente las consecuencias pueden ser para nosotros de hm\ re-dd'ado, según el nuevo aspado que ¡a política ofrece. El gran empeño de algunas potencias amigas consislia e i s] ta no estuviese en el trono de Eipatla ni cerca d;l tro lo de Espina un hijo dal rey de los franceses. Este temor no existe ya. ¿Es esto para nosotros un bien ó un mal? Yo , señores, no temo en conteslar fraiicamenle que lo creo un bien; que hemos ganado respecto á Europa; que nuestra posición, en fin, ha mejorado de un modo envidiable desde hace pocos días; y siendo esto asi, ¿habremos de mostrarnos desconocidos á este mismo bien haciendo causa común con los caídos, recriminando las consecuencias del gran acontecimiento qaa acaba de verificarse eu la vecina Francia? Si el gobierno señores, no hubiera creido de su deber presentar el proyecto que se discute y sin mas dalos qne ios que el telégrafo comunica, se hubiese limitado á observar una marcha arreglada al curso de la política estranj-ira; me parecería imposible qne se hiioiera resuelto á dar el paso que ha dado. Pero el gobierno ha tenido una legalidad negativa; paro el gobierno no ha hecho nada por la conciliación de los españoles, nada p,ra probar que no es intolerante, nada, en fin, eu cuatro años para demostrar qae no se les persigue, que no se les maltrata (aplausos). ¿Y se cree que es mjaester, no solo na seguir esa política, sino ademas escilar las sospechas? ¿contra quién se dirigen esas amefiazas, por qué esa previsión, porqué ese sistema de terror (jue resiente, euageua y ofende todas las voliintadesY ¿qué dirá de esto el actual g ibíerno de Francia, receloso como todos ios gobiernos nacie-iles? ¿qué dirá al saber esas molidas eslraordi nadas que se pretenden tomar, tanto contra ios nacionale»!, como contra los eítraujaros, porque conlra ellos lo mismo que contra nosatros se dirijen. El Sr. Pidal contestó al Sr. Olózaga en un estén so discurso q le no podemos insertar por la abundancia de materiales. El Sr. CORTINA: He pedido la palabra para decir que el señor Pidal se ha equivocado cuantío ha dicho que yo en mi discurso he presentado un programa de gobierno. Nada ha estado roas lejos de mi propósito que eso. Los señores diputados lo r e o r daráu y harán justicia porque m he presentado proí^rama ni prctend i hacerlo. El Sr. OLOZAGA: El Gofigrwso habrá observado que el señor Pidal que ha 3ogido taiitas palabras sueltas de mi discurso, ha evitado entrar eu el foapo de la cuestión á pfsar de los poderosos roadlos que tiene; por consiguiente ó no Irt encontrado cosa particular eo él o ha pres--iti,ii,io. Quede pues sentado esio á pjsar de los ataques parciales que mi ha dirigido su señoría. Dáspues de esto se ha dirigido á mi persona da una manera que no MM caUii.;ar; no {.<' no uiug trio de esos aiaqu-;» <pie su señoría naba dir ea la seguridad d.- qie no ina bacán sangre, siento soio que su seríoria sea el que ráelos haga y venga á recordar sucesoí que no quisiera se suscitasea. Sin faltar 3 á mi propósito voy á deshacer una equivocación de' | señor Pida!. Encantado de las bodas en que tuvopar- * le 6u eeñoria el mejor dité en una de ellas, ha dicho que estar yo en este sitio se debía ¿ ese aconUciniiento. En esto le fiiiU la pr.emoria á su señoría pues cuando venia ífto lUguéj io verifiqué cuando loa que giandaban eran les que hicieron oposición á la bcdff en que fu señoría tuvo parle. Por lo demás no f oy capaz señores de insultar i la desgracia ; he IraUdo con el respeto que se debe no solo á ella sino... {Rumores su los bancos de la derecha) Señores, nada » e importan las inUrrujcitnes ni me impedirán el uto de mi derecho; esa cfelma y esa templanza que tanto dicen se necetii.i,;ks ñ a s debían tenerla y lo» menos impacientarnos. Yo no he insultado en su desgracia, como a. S. ha dicho, al Bey de los franceses, sino que falló como Caballero y como Rey á la Reina de Inglaterra; y el Corgreeo es buen testigo de la manera con que he lamentado la suerte de su familia. Por consiguiente rfcbazo la acusación del Sr. Pidal Dirigiéndose á mi personalmente el Sr. Pidal, ha rerOidi.do, y no sé ya por cuantas \eces, una espresif n mia qte tu^o tu íoituua un dia, y que cree su ítñoria, y en esto es n.as candido de lo que le parece, que puede causarme daño, y eslá tan equivocado en esto, que mis fsciilicics, mis compromisos, mis persecuciones en fin por paite de mi» enemigos, me han dado una pequeña impcrtarcla en el país, que r,o me la hubierün dado mis amigos : y si á mi me la han dado pequeña, se lan dado tan grande al duque de la Viclolifl, que en hablando de nuestra guerra civil, no hay jKrsona ni en España ni en el esiran jero que no diga que es & él que la ha concluido. Su sfñcria encuentra una conlradiccion en haber difho que sino hubiera sido por las circunstancias Irislesde mi familia, hubiera ofrecido mis servicios á la Reina. Yo no he dieho que la hablaría en nombre de mi partido, ni que entraría con S. M. en cuestiones polilicss: he dicho lan solo que la ofrecería mis servicios, pues tengo muy buen cuidado de no incurrir en contradiciones. He oído una p»líbra del Sr. Pidal, y quisiera que esto fuera mas que uia rcclilxation. Su señoiiaha dicho: no hay diferencia en el programa del Sr. Oiózaga respecto al reconccimienio de la Repiíblica francesa, pues nosotros reconcceremos también cualquier ge bicrno que en aquel pais sea sancionado por la nación. Esta díclarícion, aunque en los labios de lu Sfñcria, liere n¡ucha inporiarcia, quisiera oiría de boca del gobierro, y me ítreTeria á rogarle que ain ctroprrmiso ninguno hiciera de la manera que fuera poiible esta declaración: y si de algo valen las palabras de un amigo leal, y mas que esto la felicidad del pais, le (upUco acceda á mis deseos. El Sr. PIDAL: Voy á conlestar ligeramente al se ñor Olózaga. Dice S. S. que yo me he dirigido á su persona; pero ha sido porque S. S. ha censurado actos de mi vida política, y en este concepto he atacado su posición pulilica y no otra cosa. He dicho y repito pues , que el señor Olézaga se permitió citar una persona para poner ala cabeza del gobierno, que el titulo que tenia para e lo era el de pacificador de la España, y que era una gran conse cuencia parlamentaria el llamar para presidir un gobierno á un hcimbre sin mas título que este. El señor OLOZAGA: Voy tan solo á rectificar lo que se refiere á la persona del duque de la Victoria. Yo no he dicho cjue deba presidir ningún Gobierno: hablando del partido progresista he hablado de él como su gefe, y no he propuesto como titulo para presidir un gabinete el ser pacificador de España. El Ilustre duque de la Victoria tiene un asiento en el Senado, y si no se prorogan las Cortes , podrá venir á ocuparle y merecer la confianza de la Corona como cualquiera otro. El Sr. Arrazola contestó al señor Olózagaj la abundancia de materiales nos impide dar cabida á sus palabras. Se declara que ha lugar á votar el artículo discutido. Se proroga la sesión é las ocho de la noche. Se TuelTe á leer el artículo, y se acuerda tea la V otacion nominal. Verificada esta se aprueba el articulo por 162 votos contra 54. Señores que dijeron si; Lofuenle Alcántara. Paz (don Ángel.) Tassara. Romo Gamboa, Arrazola. Salva. Roca de Togores. Veluti. Sartorios. Ahumada. Bravo Murillo. Cezar. García Hidalgo. Viñas. Rey. Muñoz (don José.) Perreira Caamaño. Belloso. Vázquez Queipo. Fernandez San Román. Laloja. Cumbres Altas. Alvarez. Seijas. Davalillo. Inguanzo. Donoso CorSéfe Arce. Armero. Osorio. Pulgar. Rodríguez Arias. Vilches. Valbuena. Srer*^'" tiichezFauo. Fiol Casado. Zaragoza. Gutiérrez de los Ríos. Corzo. ^l^'^fVillalba. *y*"3Burtado. ií*?"Vislahermosa. S*'°f8e. Esteban Gollanteg. Pardo Montenegro. Camquiri. R S °Lasheraí. ««'"«; Bedraar. gegrete. Mélida. «'""co. Víllagarcia. tederico. Anduaga. Puche;. Olivan Revaghato. González Romero. Fagoaga. Bermudez de Castro, Tutor. Calderón Collantes. P™";. Martínez de la Rosa. Sierra Moya. González Brabo. Ganga Arguelles. pi¿gj Villaverde. Mayans. Ríos Rosas. Boda (don Simón.) Ramírez de Arellano. Fabraquet. ^^f^*Orfila ^ _. Roldes. Muñoz Maldonado. Bai lo. Q^i^i. Collantes (don Vicente). ISavarro. pontana. Alvaro. Lamoneda. Ocaña (don José.) Piera. Ainal (don Francisco.) Herrera. López Vázquez. Monge. Cachero. Moyano. Nocedal (don Cándido.) Roncali. A'nat (dun José.) Areitio. Llórente. Escudero. Corapany. Revillagigedo. Gaya. Leal. Bosque. Ganseco. Martínez Almagro. Campoy. Pérez de Meca. Barreiro. Mata y Alós. Barzanallana. Mióla. 0''l'^ Gallardo. Sánchez Ocaña (don An- La Ruca, tonio.) Sánchez Toca. Ruvalcaba. Mi'!"''! P»'»Amblard. Moreno. Albear. Romero Giner. Ruiz Cermeño. Herrera Troyano. Orive. Rodenas. Escudero (don Antonio.) Toubes. Guíiria. Suarez de Puga. Alfaro. Rubio. Aloe. Cuetica. Egaña. Uries. Calderón. Careaga. López Ballesteros. Sairó. Beimoiite. Sánchez jjiadravá. Puerto. Baiarino. PazSeññores (donSilva. Pablo.) que dijeron HO: Nocedal p Méndez. Fulgosio. Sr. . de Presidente. Laserna. (don José María) Huelvea. Cordero. Mendizabal. Olózaga. Montañés. Doraenech. Mariin. F Baena. G. Suelto. R. Leal. Corral. Laborda. Lujan. Alonso (D. F.) Rábago. M.) Saco. García (D. Ángulo. Escosura. üaorio. García (D.R.) Chacón. Infante. Cortina. Puig. Ordax. Alsina. Madoz. López Grado. Cantero. Torreorgaz. Fuentes (D. J. J.) San Miguel. Roda (D. M.) Franquet. Aibalda. Calatrava. Jaén. Calvez Cañero. Messia. Pérez. Ribero. Herraiz. Villalobos. Muchada. Cenóla. Se lee el art. 2.° y una enmienda al mismo del Crespo. Martin. señor Lcpez Grado y otros Díaz diputados. Gaseo. Lasala. Se suspende esta discusión. Vicens. Sagasli. Se da cuenta de un dictamen de la comisión que no se puede oír por el ruido del salón, y se anuncia que se imprimirá y señalará dia para su discusión. El señor Presidente anuncia para mañana la continuación de la pendiente, y levanta la de este dia á las ocho y media. PRESIDENCIA DEL SEÑOR MARQDÉS DE MIRAFLORES Sesión del dia 3 de marzo de 1848. Se abre á las dos y cuatto, y leída el acta de la anterior es aprobada. El Senado queda enterado de haber procedido la 1.'sección al numbiamienlo del indivifluo que ha de reemplazar al serior Ruiz de la Vega en la comisión de arreglo del notariado. Queda publicada ccmo ley en el Senado la de oitiíZgos, pontazgos, y batcijes sancionada porSu lageslad de la cual se remite un ejemplar. ORDEN DEL DÍA. Continuación de ladiscusloii pendiente. Sin discusión se aprueban los artículos desde el 30 hasta el 41 ineluiive. El artículo 42 vuelve á' la comisión previas algunas aclaraciones haches per el señor Luzuriaga á que contesta el señor Peña Aguayo. Se lee el articulo 43 que modificado por la comisión que dice lo siguiente: Para la declaración de culpabilidad y de sus circunstancias agravantes se necesitan las dos terceras parles de votos. Se lee una enmienda á este artículo presentada por el señor Giménez Navarro, la cual después de apoyada ligeramente por su autor no se tomaeu consideración. Se pone á discusión el srl. 43. El Sr. SEOAKE: El Senado, señores, notiene como se ha dieho comparación con el jurado, porque se compone de persoras muy respetables por su edad, espeiienciayclase áque pertenecen, cuando nosucede lo misn o con el juiaCo, pti marera que si es posible que un jurado se deje llevar por las exigencias de las pasiones del momento, no sucede lo mismo con un cuerpo tan respetable como este. Con el artículo tal como lo propone !a remisión se sienta un principio qne no eslá adoptado en nirgun tribunal, y parece que se tiene por n as \eidad lo que dicen 34, que lo manifertado por 67, lo cual ro creo oportuno, y por esta rizón en mi concepto debe decirse que solo será necesaria la mayoría absoluta de votos. ElSr. LüZURlAGA: La principal razón del señor Scoare es la tcnbar.za que merecen las altas cualidades de los individuos cjuc componen el Senado, y cabalmente por esta misma razón creo que cuando 34 personas lan eminentes dicen lo contrario' que 67, si bien ro puede asegurarse que tengan razón, hay un motivo suficiente para dudar, y basta que se dude para que no se deba imponer una pena. El Sr. RÜIZ DE LA VEGA: Señores, todas las razones que se han dado, han estado reduc'das á conmover los ánimos con ideas filanliópicas, manifestando que no era justo que por un solo voto se decidiera la imposición de la pena de muerte, y de esto no pueae haber temor alguno, porque cabalmente para su imposición se necesiian las dos terceras partes, tanto en el proyecto presentado por el gobierno como en estos, de modo que aun cuando quedase para las demás como bástamela mayoría absoluta, no habia que abrigar temor alguno con respecto á la pena de muerte. El Sr. CABELLO: Cierto que no hay ese tenaor con respecto á la pena de muerte, pero puede tratarse de la cadena perpetua, pnsion perpetua, destierro y estrañamiento, y no sun estas perras de aquellas que puedan considerarse como ligeras, sino délas que por su gravedad deben llamar la atención ¡ por eso se ha decidido que sea necesario las dos terceras partes de votos, sin que por esto se diga como lia espresado el señor Seoane que 34 tengan mas razón que 67, sino que ei preciso dudar, cuando 34 personas lan respetables y amaestradas dicen que no hay el delito de que se trata. Por esto creo que de)<e aprobarse el artículo tal como lo ha presentado la comisión. Sin mas discusión queda aprobado el articulo 43. Sin ella se aprueba el 42, nuevamente redactado. Después de apoyada por su putor, pasa á la comisión una enmrenda del señor marqués na Vallgornera, en que pide la supresión de los artículos 44, 45, 46, 47, 48 y 49, sustituyéndolos por otros. Suspendida la discusión del proyecto, hasta que la comisión presente su dictamen sobre la enmienda, se levanta la sesión, anunciando el señor presidente que para la próxima se avisará á domicilio, regando al mismo tiempo que concurran suficiente numero para la votación de una ley. Al comenzar á abandonar los bancos los señores senadores, entra en el salón el señor ministro de la Guerra, y después de haber dirigido algunas palabras á la mesa, dice El Sr. P R L S I D E N T E : Señores, ábrese de nuevo la sesión. El gobierno de S. M. tiene que leer una comunicación al Senado. Al efecto tiene la palabra El Sr. F I G Ü E R A S , ministro de la Guerra: Señores, el gobierno acaba de recibir una comunicación de su encargado de negocios en París que rae apresuro á poner en conocimiento de las Cortes {Su señoría lee la comunicación inserta en otro lugar de este número.) El gouier..ü ha creído jusio poner en conocimiento de la» Cor.es esia noiicra, lo que no ha efectuado el señor presrdeute del Consejo de Mrnistros por hallarse ligeramente indispuesto. El Sr. PREalDbííTE: El Senado Senado nueria queda enterado. Se levanta la sesión. Eran las cuatro y cuarto. S capital, ha resuelto en principio á^t una Constitución política á los Estados Pontificios, que prolableroenle se promulgaría el 21 del mismo mes. Con igual fecha escriben de Florencia que el embajador de Austria en aquella capital habia hecho desaparecer de la puerta de su casa las armas imperiales, y habia protestado contra la Constitución loscana, pero que viendo que el Gran Duque Leopoldo II se reía de sus protestas, habia vuelto á ostentar el escudo imperial mientras r e cibía órdenes de Viena. 182G. El coronel Fabrier parle de Alenascon tus tropas, y se eiliJa en Corinto. •¥Í<RHÓ. • TSEKÓ.; f -^OSA.: B E i ü H . ' ClireJ. : BASÓB. ii rmVS. ; ) ATHÓS. ?deic.!l 8. 0 . 1 8. 0.;26p. 21 Noroes. Nubar. I t £ 1 I f i f * I2deld'6 i . •. 7 8 0. 26 p. l l Noroes.'Hubar. i CRÓNICA DE U CAPITAL. — E L PORVENIR.—Sábado. 4.—A las 7, don Ma- nuel de la Vega, inglés. A las 8, don Fernando Corradi, Derecho piiblico conslitucional. --REFDEEZO.—Se han mandado venir áesta corte de Segovia doce piezas de artillería. A las y, don Ángel Rique'me, matemáticas. —NüTi niPLOMíTiCA.—Parece que el gabinete ha recibido una nota de París en que se le pregunta sí está ó no dispuesto á reconocer el gobier republicano que el pueblo francés se ha dado, en inteligencia que lo apremiante de las circunstancias, no dé lugar á aplazamiento ni reservas. Igual nota parece se ha pasado á los demás paises, si bien aquí se ha recibidc> antes como vecinos mas próximos. La verdad en su lugar. —SEBEKOS.—Han sido separados de sus plazas los serenos, Santiago Figueras, número 24, y al supernumerario Pedro Pose, por fallas cometidas en el servicio. —B*isno.—El señor conde de Vista-hermosa ha publicado un bando prohibiendo á todspersona de cualquier esUdo y coiiGícion que sea atravesar por los sembrados á pie ó á caballo, hacer senderos ó caminos, y sentarse en ellos con el título de recreo, bajo la pena de 4 á 40 rs , sin perjuicio de satisfacer los daños que se causen. Esta prohibición se esliende á los cazadores que lo ejecutan con perros, á pie ó á caballo, ó que hacen uso de redes. Err dicho bando S3 pr'ohibe también la entrada á sacar yerba de la sembrados, bajo la pena de 4 á 40 rs., sin perjuicio de la satisfacción de los daños que se causen. —GABNAVAL.—Ci n las prohibiciones de costumbre, el señor Curregídor de Madrid ha dispuesto que en los tres días de carnaval se permita andar por las calles con disfraces y caretas hasta el anochecer. —AVISO INTEBFSAKTB PABA LOS FAcrLTATivos.— D. Pedro Cort y Martí ortopedesto español con pri • vílfgio esclusivo, ha inventado un aparato; cuyo peso es de una libra y tres onzas, para corregir tres corvaduras de la columna vertebral de una niña de siete años que padece raquitis. Viendo el rector de esta universidad literaria la perfección del citado mecanismo, ha dispuesto que se verifique su aplicación en una de las cátedras de mcdicira el domingo 5 del corriente á las doce de su mañana, con objeto deque los profesores y el público puedan reconi cjr el mérito de una invención tan útil, haciendo al mismo tiempo sobre ella y en beiielicio de la ciencia las observaciones que crean convenientes. Nofotros, que hemos visto el aparato del señor Cort, recomendamos mny encarecidamente su examen á los faculialivos dí esta corte, pues aunque legos en semejantes materias, nos parece que reúne todas las condiciones á que se halla dealinado. El autor, cuya Cúmplela fdlta de conocimientos en anatomía dá mayor realce á sus inventos, pone en noticia del público que acüba de descubrir el obstáculo que han tenido hasta ahora las piernas artificiales en los movimientos de la articulación femoro tibial ó de la rodilla, y en la tibio tarciana ó de la pierna con el pie, logrando imit.irlos tan al natural que nadie es capaz de distinguirlos. —AL SESOR MON.—No cesaremos de llamar la atención del presidente del Congreso áfinde que se corrijan los abusos mil veces denunciados que se observan en las tribunas de taquígrafos y redactores. Ayer mismo nos ha sucedido, como tenemos de eos lumbre, acudir á una hora regular á la tribuna y encontrarnos con todas las sllas ocupadas por siigetos, que si bien pueden llevar sus correspondientes tarje • tas, de seguro ellos no pertenecen á ninguna redacción, ni son taquígrafos. Estos y los periodistas que ven apoderarse de los asientos al primero que llega, ó tienen que marcharse por escesiva delicadeza y contemplación, ó tienen que permanecer arrimados á la pared sin poder trabajar. —ASESINATO?.—Anteayer se encontró degollada en su propia cama á una pobre mujer que vivía en la calle de Embajadores. También nos han dicho que ayer asesinó un individuo de la ronda municipal á su anciana madre en la calle del Caballero de Gracia. —PnhrSíiZ DE UN MINISTRO.—El señor Roca de Togores ha dicho en pleno Parlamento que se hallaba embarazado. Lo mismo recordamos haber oído á otro mirrístro y á varios individuos de la mayoría: todos los cangrejos están en situación interesante. ¿Qué saldrá? —MÚSICOS ESTBAISJRBOS.-Ademas de las mucha chas estranjeras que acompañadas de un víolin ganan la vida cantando delante de lo» balcones, recorren las calles otros músicos estranjeros que también ejecutan con singular habilidad las mejores piezas y algunos walses sumamente estraños. Antes de ayer vimos conducir al cajón del comisario que est^ en la plazuela de Santa Ana cuatro ó seis de estos infelices que estaban pacílicamente tocando la polka enrnedio de la calle del Principe. ¡Si temerían los agentes del gobierno alguna asonada!... Es mucho el miedo que hace. —PBEGONTAS fcsCBNTRicAS.—Y preguntaba í ' S d e l a t S I . S.J6 s. 0.Í26 p. 11 Noroes. ,Nubar. Jfeeeione» attronómieet de ktf. EL SOL. Bala i l a i 6 y 19 m. Se pona i lai S y 41 m. BL 29 DB LA LQKA. á i l a 8 7 7 41m.delam. Se oe. i l a s S y 31m. Aalao. SANTO DE HOY. San Casimiro, rey. Cuarenta horas en la iglesia de San Lorenzo. el abate Roca de Togores en uno de sus arranques escéntricos: "(Juiere el señor Escosura, quiere el señor Cortina que desprendamos este carro de la gobernación, para que llegue al abismo?» Esto solo podría ocurrir ú la imaginación de un carretero. ¡Llamar carro al gobierno! Gunvengainos en que sea carro, pero ningún carro se desprende si los bueyes tienen cuidado al andar. Aviso á quien corresponda. —CALLE DE PELIGROS.—La entrada á la calle An- cha de Peligros por la de Alcalá, ha sido interceptada para los carruajes , y todo aquel piso va á ser cubieriu de losas ininediaiaraente. —MibDO.—Anteanoche llamaba la atención el ver desde muy temprano cerrada la puerta principal de la casa de Correos, y que solo estaba abierto un postigo. —PAN.—Ha bajado un cuarto el precio del pan en algunas tabanas de Madrid. Es regular que las demás sigan el ejemplo, pues que el trigo ha bajado también y la cosecha promete ser abundante. CORREO ISTRAIIJBRO. —Los OBSBBVADOttss.—Hemos observado que algunos de los concurrentes á las tribunas del CongreEn otro lugar verán nuestros lectores las n o - so y que tienen cara de... observadores, son los que escitaii al desorden. ¡Qae bien enseriados están! ticias que de Francia hamos recibido ayer. De Inglaterra, aunque no tenemos los diarios —HoNHAS.—Se han celebrado unas honras en la del 24 de febrero, podemos siu embargo asegurar iglesia de los Italianos, en las que ha llamado sobrecon referencia á cartas particulares, que el gomanera la atención un coro compuesto por los mejores profesores de Madrid, rico de armonía y de bierno habia dado órdenes para que inmediataesiilo, adecuado ai objeto de la composición. Parece, mente se reúnan qnince navios de linea en el JtteSegún nos han inforruido, qua este oficio se debe al diterráieo. diatinguido maestro y compositor serior Vazqnez á Las cartas de Bruselas del 25 de febrero diquien felicitamos por el buen éxito que ha tenido su cen que se ha proclamado la Repiíblica en Bélobra. gica. EFEMÉRIDES. Las de Ñapóles del 15 de febrero anuncian la Año de 1778. Tratado del Pardo, entre España y separación do la Sicilia del reino de Ñapóles. Se atribuye este resultado de la insurrección de Pa- Portugal. 1811). Prepáranse en Castilla para la invasión de lermo á la influencia de la Inglaterra. Portugal. De Roma con igual fecha del 15 del pasado 1811). Paz déla compañía inglesa de las Indias nos informan que el Papa, después de haber conOrientales con el bajá de Ncpaul, que les cede una sultado los mas principales teólogos de aquella parle del territorio. CRÓNICA DE LAS PROVINCIAS. —CIRCULAR.—El capitán general de Cataluña ha publicado con fecha 28 de febrero la siguiente circular en la orden del dia: Capitanía general de Cataluña.—E. M.—Sección segunda.—Circular. Estaba en la creencia de que fes señores comandantes generales de distrito, asi como los gefes, oficiales y comandantes de cantón, destacarneatoi y demás puntos, no habrían de necesitar que se: les recordasen las disposiciones de precausion que eato-dos tiempos debe ocurrirseles observar, máxime hallándose el ejército en la situación que previene la orden general de 18 de enero último; pero la esperiencia rne ha hecho conocer que no se observan por lodos, las reglas de vigilancia que la ordenanza señala y que la prudencia aconseja tener siempre presentes, para no ser nunca sorprendidos: y áfinde evitarlo he tenido á bien determinar, que en todos los puntos donde haya columna acantonada, ademas dv: observar todos los artículos de las ordenanzas generales del ejército que tienen relación con los acantonamientos de las tropas, se cumplan las siguientes disposiciones: 1* Conforme está prevenido en la citada orden general de 16 de enero, las columnas permanecerán en los centros de sus respectivos círculos , no debiendo moverse sino en el caso de saber que (iivaga por su territorio algún trabucaire que procurarán esterminar, ó bien si tienen que cumplir con órdenes del momento. 2.' Se observará en todos los cantones lo prevenido en la orden general de 13 de abril de lit47 re producida en 16 de noviembre del mismo año, qufr se acompaña, sobre policía y orden del servicio, y ademas se cuidará de ocupar al soldado en las revistas de aseo, vestuario y armas, de que se pasen las listas correspondientes, y de entretenerlo er» ejercicios, rnariejo del arma, lectura de ordenanza, leyes penales y demás prácticas militares, para evitar que caigan en flojedad. Llamo la atención de los gefes acerca de que no se permita jugar, ni vestir de paisano. 3.° Como no hay ningún centro de columna que no tenga casa fuerte, se mantendrá en ella coustaritemente guardia de oficial, y en la cual deberán cus todiarse los efectos de equipo, armas, municiones, presos y lo demás correspondiente al punto, raanleniéiidose desde la lista de la tarde, y antes de anochecer, acto continuo de comer el rancho, una guardia de tres ó cuatro hombres y un cabo, y hasta de sargento ú oficial si fuese necesario, en las entradas principales de la población, que ocupando la casa estrema en cada avenida impida la entrada y salida de individuo alguno de quien no se tenga confianza, ó la debida noticia. Una vez que se hayan retirado á sus casas los vecinos del pueblo, y siendo ya de tH>che , lus avanzadas se introducirán en las casas elegidas , y los centinelas se situarán en la ventanas 6 punto mas á propósito de las misma», cerrándola; puerta de la calle. Este servicio no impide el que cuando las tropas marchen se repleguen dichas guardias á sus compañía», para que verifiquen el movimiento con la columna: 4.' En todos los pueblos donde estén situadas las columnas se mantendrá una guardia en la cárcel pública para la custodia de los presos: é igualmente se mantendrá otra en las Casas de Ayuntamiento para la seguridad de los fondos del mismo y los concejales. Todos estos puestos harán el servicio como eslá prevenido. 5." Para mayor vigilancia se mantendrán, por el destacamento fijo, dos ó tres soldados de vigías en la torre ó campanario del pueblo, los cuales como mas prácticos de los caminos que conducen á él y de sus entradas, puedan hacer las señales que se adopten de las novedades que adviertan, dirección, fuerza y clase de los que se dirijan al mismo puebio: los espresados vigías se mantendrán tanto de dia como de noche con objeto de estar prontos para tocar somaten, según tengo prevenielo. 6." Se nombrarán oficiales que desempeñen el servicio délos gefes de dia, los cuales cuidarán de la policía del cantón, recorriendo las calles y puestos militares, escoltados por una corta patrulla, de noche ó cuando lo crean necesario para que de este modo puedan cerciorarse de que el servicio se hace con puntualidad. También se nombrará algún sargento que haga el servicio de ronda en las hora» que le marque el oficial. 7." En los puntos donde haya caballería y con pre sencia de la situación topográfica de los mismos, se tendrá constantemente en uno ó dos sitios á propósito, un pequeño reten de dicha arma, manteniendo los caballos con sillas puestas y prontos á salir en la dirección que señale la torre, á reconocer la fuerza que se aproxime. Estos retenes mantendrán sus centinelas. 8.' Gomo los pueblos centros de las columnas son por lo general (de crecido vecindario, en donde el gefe lo considere conveniente dividirá la población en cuarteles, de modo que en caso de novedad, toque de llamada ó generala y para cuantos actos haya de tomar las armas el soldado , sepa los puntos señalados de antemano en que deban reunirse las escuadras y formar las compañías y sucesivamente la columna, para que esta pueda marchar en todos los casos con la prontitud que requiera el mejor servicio. Al efecto se procurará que el alojamiento de las compañías se haga por calles y que los oficíales lo tengan en las mismas, ó en las inmediatas, en lo posible. !).a Estando prevenido por el artículo 3 ° de la orden general d» 18 de enero último que las tropas acantonadas coman en rancho, y siendo muy pro bable que los artículos mejores para él no se haílenaburrdantes ó estén mas caros de lo regular en algunos puntos , prevengo á los señores coroneles de cuerpo, comandante de batallón ó de columna, procuren que los víveres que mas gusten al soldado y no se hallen á precio cómodo , se conduzcan de los mercados mas inmediatos , verificándolo con las debidas precauciones y seguridad. Sin embargo de esto prohibo, bajo la mas estrecha responsabilidad de los indicados gefes, que por ello se haga descuento alguno al sold.rdo, pues si por convenir que se abastezcan las compañías de tienda determinada, se abonase algún tanto por ciento, este beiieücío deberá invertirse en mejorar el rancho y en pagar loe bagajes que se empleen en su conducción. 10. Los señores comandantes de columna y militares de cantón ó destacamento, impedirán que niarche solo por los caminos individuo alguno del ejército, á cuyo efe-to aprovecharán la oportunidad de que lo verifiquen con escoltas ó partidas, que deban salir de los diferente» puntos en proporcionada fuerza, ademas dala responsabilidad que exigiere á los citados gefes que fallaren á esta prevención, será castigado con el mayor rigor el individuo que la eludiere. 11. Llamo la atención de los mismos gefes y de los que manden guardia, destacamento ó partida so* bre la vigilancia con que deben custodiar los presot • ó arrestados que se pongan á su cargo para evitar ~ que se tuguen como ha sucadido repetidas veces, en el concepto de que será tratado con ledo el rigor de la ordenanza el que incurra en semejante falta. 12. Los getes de columna ó círculos y los comandantes militares de cantón y demás puntos en que halla desracamento darín los partes ordinarios al comandante general del distrito á qué correspondan , y los úllimos al de la provincia y á mí , aprovechando, lodosl, las salidas de los correos; pero en caso de novedad estraordinaria y de conocido interés, la trasmitirán con urgencia y por conducto estraordinario á sus gefes inmediato! al superior de la provincia y á mi propio. 13. Los escelenlísimos señores comandantes generales de provincia, vigilarán el cumplimiento de cuanto dejo prevenido, á fin de corregir al gefe qua incurra en falta, al que no mírase con la «ohcilud do» bída por la policía, disciplina y seguridad de tu tropa, y al que dejase de prestar á los habitantes de iot pueblos la protección que se les debe. 14. Todos los gefes de distrito y de columna i quienes se dirije esta circular, me acusarán por el correo su recibo, espresando haberse enterado de ella y de quedar en darle el mas esacto cumpltmiento. Barcelona 23 de febrero de 1848. — ¡tlanuel Pavía. CRÓNICA DE TEATROS. —AcLARAcios.—Habiendo tomado del Ptpular un parrafito cuyo epígrafe era fuga de un actor^ creemos deber insertar también lo que en su número de anteayer dice respecto al mismo asunto: «Tenemos entendido dice, que no es cierto fo ^i» varios periódicos y aun el nuestro han dicho defeber comprado el Sr. Hompanera el mercado y pasage de San Felipe Nerí, con el objeto de formar allí u a teatro, y ^ue por lo tanto mal tía podido co.ntratar ai Sr. Alba a la señora Rizo ni á otro actor alguno, f carece de todo fundamento ¡o referente al mismo s e ñor, que se dijo en el Popular de ayer. —BosRASCASDKL CORAZOH.—Anteauoc he se ejercutó esta brillante producción del Sr. Rubí en el tea> tro del Museo, á donde acudió una co icurrencia escogida y numerosa. Gamo la ejecución de este drama es tan delicada para los actores que no se hallen ea primera línea, habiagrande ínteres en saberhasta qufr punto los del Museo interpretarían las bellisimag concepciones del autor de la Rueda de la fortuna. Pero fuerza es confesar que !os individuos de esta reciente sociedad dramática desempeñaron con tal acierto sus diferentes papeles, que á haber presenciado la función el Sr. Rubí, estamos seguros de que después de ver triunfar sus obras en manos de la Ma» tilde y de Romea, le cabria también una salistaccion al ver corno trataban sos Borrascas la señorita Paz y el nuevo galán joven del Museo don Benito José Par. diñas. En general todos los aderes estuvieron acertados en la lepresentacion, y el público les hizo justicia colmándoles de aplausos, y pidiendo que saliesen al final á recibir el premio de sus esfuerzos; pero el Sr. Ollra, que hizo el papel de Conde, y los dos que llevamos mencionados, se han distinguido con especialidad. Las disposiciones que ha manifestado el señor Pardiñas nos obligan á recomendarle cultive este género, en el cual sobresaldrá sin duda alguna, con tal que no olvide que en nuestro teatro moderno hay un modelo incomparable que imitar el actor, don Jufiaa Romea. (Bolsa de Madrid. Los efectos piíblicos se han declarado á la baja de una manera espantosa, atribnyéndose á la alarma qua á causado al comercio la proyectada dictadura del miaisterio. Seguros estamos de que si este no hubiera presentado el proyecto que ahora se discute en el Congreso, no tendría la bolsa el inconcebible descenso que se nota de tres dias á esta parle. Apesar ¡de haber acontecido en Paris un cambio de dinastía producido por una revolución sangrienta , los fondos públicos luvie ron menos pérdida proporcionalmente que en E s paña , donde ni el menor síntoma hace tem?r qua se altere la tranquilidad. ¡Gloria al gabinete Narvaez! Tres fueron las operaciones hechas ayer a l tres por ciento á 24 á varias fechas ó voluntad. Después de la bolsa quedaron los treses á 2 3 ll4 dinero y á 23 3i8 papel, y los cincos k 14 papel. —SrBSisTRHCiAS.—Antes de ayer entraron por las puertas de esta capital las cantidades de tos artículos que á continuación se espresan: 2,980 fanegas de trigo. 118 de harina de id. 7,620 libras de pan cocido. 93 carros de carbón. 90 cargas de id. en caballerías mayores. 120 de id. en caballerías menores. vacas, que hacen libras de peso, carneros , que componen libra cerdos y canales. PLAZUELA DE LA ¡CEBADA. Fanegas. Precios. 105 373 Trigo. . . . 401 175 69 4t 102 Cebada. . . 65 1 Total. . 31 á á á á á á á á á 48 rs 50 51 54 55 56 S3 26 29 1422 MERCADOS PÚBLICOS DE GRAHOTrigo de 49 á 54. Cebada de 25 Centeno. DIVERSIONES PUBUCAS. CIRnO.—A las i.—El diablo á cuatro. PRINCIPE.—Alas 8.—Amor con amor se paga. -''QiWt =La venta del puerto ó Juan el contrabandista. VARIEDADES.—A las i.—Juan de Lanuza.— Baiie.—Ilusiones.—Baile.—Saínete. CIRCO DE MADRID. Hoy no hay función. Editor responsable, D. GABRIEL GIL. Imprenta del mismo, calle de la Cabeu I y p , cuarto baje. ttm- 6