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EDICIOH fiB MADRID.
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LOS MÜSgKUS KSSI.TG8 k i9 «nfáSCOI.
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EL CLAMOR PDBLIGO,
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FOBiAii EN 1844.
SÁBADO 4 SE MARZO BE 1148,
iUiEBO 1167.
Articnlo 3. *=* de la Constitncioii.
Toda español tiene derecho de dirvjir peticio•nes por escrito a las Cortes y al Rey, como
determinan las leyes.
PETICIÓN Á S . M .
<E1 partido progie&ista lia acordado dirigir á
& 3f. la giguiecte:
SEIXORA:
Las Cortfs, según todas las apariencias,
«probarán un proyecto de ley que el gobierno les
Iba presentado, y cuyo objeto es revestir á los
ministros de V. M. con el tremendo al par que
iilimitido poder de suspender las garantías consititueionaks de los ciudadanos y contraer por
.cualquier medio un empréstito de 200 millones.
Lo uno, SEÑOBA, es ejercer en nombre de
"V. M. una autoridad sin límites: suprimir la l e j
fundamental del Eblsdo: borrar del sistema de
gobierno que nos rige el principio de legalidad
«n q«e se funda, y escribir en su lugar el de
dictadura.
Lo otro, mas ó menos directamente, es impoBer al pueblo una contribución forzosa sobre
lag muchas que ya le abruman.
Para cohonestar estas medidas, ¿qué motÍTos
se inTocan?
El de conservar á V. M. la corona que el
pueblo español colocó en sus augustas sienes al
precio de su sangre, derramada profusamente ea
siete años de cruelísima guerra.
¿Pero quién ha concebido el proyecto de derrocar , ó van siquiera debilitar el trono de
V. M.?
¿El pais que lo cimentó coa pedazos de sus
sonas , como lo hicieron en época no muy
lejana, atrepellando las garantías individuales
y los fueros de la justicia. Firmes en nuestro
puesto , mientras tengamos aliento para escribir no cejaremos ni una línea en el penoso deber que nos hemos impuesto de advertirles que la
tierra que pisan se hunde bajo sus pies, abriendo
un abismo donde pudieran tal vez sepultarse con
ellos cuantos defienden sinceramente los grandes
principios del gobierno representativo.
No; no bastaría todo el poder del mundo para
impedir qne ejerzan sobre la Península una influencia poderosa los sucesos ocurridos en Suiza,
Italia, Francia y Bélgica. A la reacción violenta que
reinó hasta ahora en sentido absolutista, ha sucedido
como lo presagiábamos un movimiento en sentido
opuesto, cuyo ascendiente irresistible no son capaces de contrarrestar todos los esfuerzos reunidos de una bandería opresiva y desacreditada. Lo
que la prudencia y la lealtad exijen imperiosamente en tan criticas y solemnes circunstancias,
«s apoderarse del espíritu público con reformas,
mejoras y concesiones, para evitar que se desborde
y traspase en sus primeros arrebatos los limites
de la conveniencia. Pero se necesita un egoísmo
criminal y una ambición desn-cúida para empeñarse en sostener un orden de cosas que tiene
contra si á la opinión, sin conceder nada á la época, á los sucesos, á las exigencias'populares y á
ese sentimiento de progreso que se desenvuelve y
riiinfa por todas partes con la rapidez de una
tecsalacion eléctrica. Por eso nos indigna profundamente que un puñado de pigmeos políticos
y absüiuiistas enmascarados desprecie nuestras
advertencias, se mofe de nuestros pronósticos,
no dé ningún valor á las grandes conmociones
acaecidas en otros países, y se figure en medio
de su ofuscación, que puede mantener inalterable
el monopolio que ejerce.
CDt rsüss?
¿El partido, que por amor á V. M. abrió sus
venas y formó al pié de vuestra regia cuna, cuna
f taoobien de la libertad espafiola, un lago de sangre donde quedó sumergida para siempre la usurpación?
Para mantenerse en el poder contra el voto de
la opinión general del pais, muchas veces habrá
Y. M. oido decir á sus ministros que el pais está |
tranquilo y que es feliz.
Ahora que temen ver escaparse de sus mano» ese infausto poder, y quieren á toda costa
seguir gozando de sus embriagadoras dulzuras,
evanlsn la vez y dicen : el pueblo se conmueve I
Inquieto y desrscsegado , que vale, SEÑORA,tanto cerno decir: el pueblo es infeliz.
¿Servirá de escudo á la tiranía , erigida en
ley, el nombre de V. M.?
Señora : la libertad se defiende y conserva con |
la libertad, no con la tiranía.
I
El orden se defiende y conserva con el érden,
• no por medio de la arbitrariedad.
El trono se defiende y conserva por el amor:
lo atacan y socavan quienes contra él concitan el odio de los pueblos.
El bien, SEÑORÍ , no se comora jamás coa
el mal; ni la virtud con el crimen.
Mienten los que enseñan que puede el león
habriento velar con parternal solicitud por la vida
de una oveja medrosa que palpita entre sus garras. S E Ñ C I A : nos dirigimos á V. M. suplicándole
que en uso de su Real prerogativa niegue la sancion á esa ley fatal, cuyo infalible resultado será j
el de provocar , so pretesto de evitarlo, ua pelí- f
gro que hoy no existe
Mucho podríamos añadir para inclinar el ánimo de V. M. á tomar esta medida de salvación;
pero hoy que todavía se hallan húmedos los ojos
de V. M. con las lágrimas ;derramadas por la infausta suerte que ha cabido á tantas augustas personas de su sangre, ¿necesitaremos esforzar razones, alegar ejemplos, invocar enseñanzas?
Cada una de esas lágrimas os dice, SESORA.
que el amor de los pueblos es el mejor escudo de
los tronos; y que el despotismo y la corrupción
soB el ariete que los derriba en el momento en
que la Providencia, para perderlos, los ciega ó
les hace ver cubierto de flores el abismo en que
caminan á hundirse.
Medida de salvación hemos llamado, SEÑORA,
la que á Y. M. respetuosamente proponemos; y
creemos haberles dado su nombre verdadero.
Dios juzga de las intenciones, SEÑORA, y las
nuestras están patentes á sus divinos ojos, aun
antes de haber nacido en nuestra mente: Dios
juzgará de las de aquellos que esconden cobardemente su puequeñez detras de la grandeza de
vuestro nombre y de vuestra dignidad.
Y la historia, que es la voz de Dios en su comercio con la humanidad, dirá algún día quienes,
de ellos ó nosotros, hemos dado pruebas de verdadero amor á Y. M., á las instituciones y al
pais.
Madrid 4 de febrero de 1848.
SEÑORA
A. L. R. P. D. Y. M.
ROTA. Esta esposicíon se halla en las redacciones de todos los periódicos progresistas, donde pueden ^concurtir los ciudadanos que gusten
firmarla. En nuestro número de mañana señalaremos los puntos de la capital destinados al mismo
efecto.
Denuncia.
Nuestro número del jueves ha sido recogido y
denunciado por orden del gobierno. Ya empieza
la persecución de la imprenta antes de haberse
cerrado las Cortes. En breve seguirán los atropellos contra las personas , atendido el sistema de
represión y de obstinada resistencia que se han
propuesto los hombres que en mal hora aconsejan
á la Corona.
Nada hemos dicho acerca de las miras y pasiones de nuestros furiosos adversarios , que no esté
fundado en hechos recientes, iocootestables. Nuestro patriotismo y nuestra adhesíonjal Trono de Isabel II, nos inspiran el lenguaje franco y enérgico que
usamos estos dias , porque quisiéramos hacerles
*cr o| pricipicio á que nos llevan con su fanatismo y obcecación. Poco importa que nos dennnciea , que nos multen , que suspendan
ndan el
Sirva esto de respuesta al artículo que nos dedica el Faro de ayer. Mucho estrañamos que se
atreva á truncar nuestros conceptos, dándoles un
sentido violento y mal intencionado. Al hablar
de la marcha progresiva de las ideas, digímos en
nuestro aiticulo del jueves^y volvemos á repetirlo
hoy queelespíiitu de reforma que triunfa en Suiza,
Italia y Francia, anunciaba invadir todoi-l Mediodía
de Europa, llévalo en alas del patriotismo y de la
voluntad popular. Sin embargo, el Faro , dando
una interpretación maligna á estas palabras y concretándolas únicamente al vecino reino, tiene la
mala fe de suponernos intenciones y designios
que no abrigamos. Hombres de discusión y de
raciocinio, deploramos toda demostración de
fuerza en cualquier concepto que sea. Pero neganamos la evidencia de los hechos y apostataríamos de nuestras creencias, si desconociéremos
que la revolución de París es obra del entusiasmo
por la libertad y por los derechos del pueblo.
Los desordenes y cscesos cometidos en los primeros momentos de exaltación, no podrán nunca desvirtuar el acto grande de soberanía que
acaba de ejercer el pueblo francés, por mas que
merezcan la reprobación de los hombres pensadores y sensatos. Cabalmente para evitar que se
rompa el dique del descontento comprimido, ocasionando catástrofes semejantes, pedimos y queremos que se varíe de sistema en conformidad
con la tendencia de las ideas.
Noticias de París.
Es tal la ansiedad con que el público desea conocer hasta los mas insignificantes detalles de
los grandes sucesos ocurridos en Pari» desde el
día 22 del pasado, que nos decide á dar á esta
sección del periódico todo el ensanche que su importancia requiere, dejando postergado» otros materiales interesantes.
Las noticias de la capital de Francia alcanzan
hasta el día 2G. El gobierno republicano , enteramente libre ya de enemigos en París, empezaba á
tomar medidas en armonía con las necesidades
del nuevo régimen. A estas horas es probable
que le hayan reconocí lo todos los departamentos.
El Constitucional del 26 y las do» ca rtas de
nuestros corresponsales, refieren los acontecimientos del siguiente modo.
Hé aquí los actos del gobierno provisional después de pub'cado el Monitor.
REPÚBLICA FRANCESA.
"En nombre del gobierno provisional de la República francesa.
Los infrascritos declaramos que:
El fuerte de Vincennes y todos los demás que rodean á Paris, asi como los cuarteles, han reconocido
al gobierno provisional.
Reina la mas completa seguridad por el triunfo
de la libertad.
Se halla asegurado el suministro de la capital en
víveres y subsistencias de todo género.
Los miembros del gobierno provisional de la
República francesa.
Lamartine: Luis Blane, secretario.
Garnier Pages, corregidor de Paris.
REPIÍBLICA FRANCESA.
El gobierno provisional de la República francesa
declara adoptar los tres colores tales como se hallaban dispuestos durante la República. En las banderas se pondrán esta» palabras:
República francesa.
Dupont ( de TEure).
Lamartine.
Garnier Pagés.
Árago.
Marie.
Ledru RoUin.
Gremiux,
Luis Blanc.
Armando Marrast.
Fiocon.
Au'jert (obrero)
combustibles, manda que por los alumnos de las escuelas y bajo su dirección se abran las barricadas de
toda la linea que conduce á los grandes almacenes de
leña, de modo que queden espeditas las comunicacioues sin comprometer la defensa de la capital.
Se tomarán iguales medidas para la introducción
de las subsistencias por las principales puertas y calles de la capital.
Garnier Pagés, corregidor de París.
Lamarline.
En nombre del pueblo francés, el gobierno provisional dispone:
Los comandantes de guardias de la nacional tomarán las disposiciones necesarias para proporcionarse víveres, tales como carne, tocino, queso y vi
no, que distribuirán entre los ciudadanos según sus
necesidades.
En cambio de estos víveres darán recibos, cuyo
valor se pagará en la casa de Ayuntamiento.
Casa de Ayuntamiento 2* de febrero de 1848.
Por de>gicion
Los individuos del gobierno provisional:
Garnier Pagés.
Ad. Cremieux.
Ledru RoÜin.
Marie.
Luis Blanc, secretario.
A las dos de la madrugada.
vosotros menos que otras personas os habéis mezclado en ellas; procurad manteneros en esa misma
posición ; continuad dando pruebas de vuestra rectitud é idoneidad, del celo con que sabéis desempeñar
vuestras funciones, y asi vos como vurslros compañeros podréis contar con mí ap' yo y protección.
"Es verdad que por mi parle jo cuento en vos y
en vuestro amor á la Francia.
"Recibid, señor, las seguridades de mí afecto y
de mi consideración distinguida.
(Firmado.) El ministro de Hacienda, Mr. Goud •
chanx.
Aprobamos sinceramente esta c rentar y el espíritu que la ha dictado. Uno de los primeros deberes y
quizás el mas importante que las circunstancias imponían al gobierdo provisional era sin duda el de res •
tablecer la marcha regular y ordinaria de la administración. Vemos ron mucho gusto que el r>uevo
ministro de hacienda ha sabido interpretar muy bien
el negociado que tiene á su cargo, desde el momento
que entró en el ministerio de sus funciones. El orden
en el ramo de hacienda es tanto mas necesario en las
actuales circunstancias, cuanto que ha de servir de
garantía á la independencia y á la tuerza de la nación,
y debemos agradecer á Mr. Goudchaux el que haya
aceptado un cargo que las deplorables prodigalidades
del caido gobierno han dejado lleno de ddicullades.
REPÜIÍLICA FRANCESA.
Ciudadanos de Paris.—El antiguo Gallo francés
y los Tres Colores eran nuestra verdadera enseña
Cuando fundamos la república en Francia. También
se adoptaron en las gloriosas jornadas de julio. No
tratéis, ciudadanos, de suprimirlos ó mudificarlo»,
pues de este modo repudiaríais las mas hermosas
páginas de vuestra historia, vuestra gloria inmortal,
y vuestro valor dado á conocer en todos los puntos
del globo. Conservad el antiguo Gallo francés y los
Tres Colores. El gobierno provisional lo pide á vuestro patriotismo.
Los individuos del gobierno provisional:
Garnier Pagés, corregidor de Paris.
Ad. Creraieux.
Luis Bianc, secretario.
REPÚIÍLICA FRANCESA.
líe aquí el testo de la circular pasada por el ministro de lo interior á los prelectos de los departamentos:
"Señor prefecto:
"El gobierno republicano se ha constituido. La
Nación responderá al llamamiento que ge vá á hacer
para que lo sancione. Tomareis pues, todas las medidas necesarias para asegurar al nuevo gobierno el
sufragio del pueblo y la tranquilidad pública.
"Participadme lo mas pronto que podáis el estado
de la opinión y dadme cuenta al mismo tiempo de
las medidas que hubieseis tomado.
"Aceptad, señor prefecto, las seguridades de mi
distinguida consideración.
(Firmado) El ministro de lo Interior, LedruRoUm.
Mr. Ledru Rollin tomó posesión del ministerio de
lo Interior á las nueve de la mañana, habiéndole precedido anticipadamente Mr. Andryane. Mr. BiUard y
Mr. Bavoux acompañaron al ministro.
A mas de la circular que dejamos estampada se
han espedido por el ministro varias órdenes particulares á los departamentos. A'gunos prefectos han sido destituidos, entre ellos se cita al de Rouen, pero
no se les reemplaza con otros sino que se envían comisionados del gobierno. Mr. Emauuel Aragó es el que
se dice destinado á Rouen con este carácter.
La guarnición del fuerte de Vincennes acaba de
reconocer al gobierno de la RepúbUca. Todas las tropas se han adherido al movimiento que sigue la Francia entera.
Continuamente re. ibe el gobierno provisional de
las ciudades y poblaciones testimonios marcados de
simpalia por la vicloria y por la causa del pueblo.
Los individuos del gobierno provisional.
Dupun (de 1- Eure.)
Lamarline.
Garnier Pagés.
F. Arago.
REPIÍBLICA FRANCESA.
Marie.
Hoy á cosa de mediodía muchos operarios con
En nombre del gobierno de la República francesa,
armas se han presentado al ministro de lo Interior.
Ledru Hollín.
el gobierno manda que la bandera tricolor se enarboAlgunos de ellos mostraron intenciones de penetrar
Cremieux.
le sobre las torres de Nuestra Señora, y en todas
en las oficinas del ministerio; entonces Mr. LedruLuis Blanc.
las forlilicaciones al grito de: ¡viva la República!
Rollin se acercó á ellos y les hab'ó con calor amonesArmand Marrast.
Habiéndose presentado en la casa de ayuntamientándoles para que se retirasen. Quisieron después diFlücon.
to los delegados del pueblo pidiendo que se adoptase
rigirse á Vincennes para apoderarse del armamento
Auberl.
la bandera encarnada eu vez de la tricolor, Mr. Laque allí está depositado, diciendo que temían pudiese
¡Viva la república!
niafline reciarao en una elocuente alocución los deemplearse contra el pueblo.
Nótase hoy en toda Ir. población un sentimiento
rechos hislóncos de e^ta, tan glüriosamenle levantaEl señor ministro les calmó sobre este particular y
inequívoco en favor del establecimiento del orden en
da por los franceses.
les anunció que Mr. Fernando Fiocon habia ido á tola cmdad. Todos los ciudadanos tanto armados como
La bandera tricolor, djo al final de su discurso,
mar posesión del fuerte de Vincennes, y que el patriosin armas, sa esfuerzan por conseguir este objeto, en
ha dado la vuelta al mundo, al paso que la bandera
tismo ilustrado de aquel ciudadano era una garantía
que tanto interés tiene el pais.
encarnada no dio mas que la vuelta del campo de
mas que suficiente para calmar todo género de temo Este sentimiento ya se habia manifestado desde
¡Mlartir empapada en la sangre del pueblo.
res y sospechas.
la noche de ayer. Antes que el gobierno provisional
REPÚBLICA F R A N C E S A .
Mr. Ledru Rollin concluyó su discurso exhortanhubiese dado ninguna proclama, todos los ciudadaEl gobierno de la repúhlica Irancesa se compro
do á los honrados y valientes operarios á presentarse
mete á asegurar la existencia de los obreros por me- nos armados, ora perteneciesen ó no á la guardia naá la Escuela Militar, donde muy pronto se les orgacional, se habían estendido por las calles y plazas con
dio del trabajo.
nizaría en guardias nacionales movilizadas, porque
el objeto de conservar la paz. Diferentes cuerpos de
Reconoce que los obreros deben asociarse entre
el tjien de la patria exigía esta pronta y enérgica meguardia
se
organizaron
espontáneamente
para
protesi para gozar del beneficio legitimo de su trabajo.
dida.
ger la circulación.
El gobierno provisional devuelve á los obreros á
El ministerio de la Justicia se ha organizado
El pueblo y la guardia nacional continúan hoy su
Pinte el Faro enhorabuena con los mas ne- quienes pertenece, el MILLÓN que va á vencer de la
también inmediatamente, y ya todo marcha en él
tarea caminando de acuerdo.
lista civil.
gros y mentidos colores el último alzamiento de
con regularidad. Mr. Adolfo Grémieux, miembro del
Las provisiones se hacen con facilidad: los carros
Garnier Pages, corregidor de París.
París; llame vandalismo ala conducta del pueblo,
no han podido entrar esta mañana en París, pero por | gobierno provisional, delegado para ser ministro del
Luis
Blanc,
secretario
del
gobierno
provi^ de barbarie , traición y perjurio el acto
califique
todas partes se encuentran hombres que conducen los i departai iento de la justicia, ha elegido para secretasional.
p^j. gj cual acaba de constituir un nuevo gobier
rio general á Mr. Capin, antiguo procurador gHUeartículos de primera necesidad en cestone?; también
PROCLAMA AL EJÉRCITO.
ral, y para gefe de la secretaria á Mr. Ernesto Desse
han
hecho
ganados.
Asimismo
se
ha
dado
orden
^p Nosotros no le negamos este derecho, aunque
Generales, oficiales y soldados:
marest. El servicio se hace desde hoy con mucha acpor el gobierno provisional para abrir paso por menos parezca una demencia incalificable. Pero
El poder, por sus alentados contra las libertades,
dio de las barricadas que impidan el trasporte de las tividad. Ya se han espedido numerosos pliegos á toda
tenga entendí lo que los excesos que anatematiza y
el pueblo de Paris por su victoria, han producido la
la Francia, á Argel y á las colonias, para que en
subsistencias.
condena, son en su línea de menos entidad y
caída del gobierno, al que habia prestado juramenninguna parte se suspenda ni paralice la acción adLos panaderos por su parte han aumentado su
to. Una fatal colisión ensangrentó á la capital. La
trascendencia que los que cometieron sus amigos
fabricación : no han hecho pan de lujo, á fin de po- i ministrativa.
sangre
de
la
guerra
civil
es
la
que
mas
repugna
á
la
en varías épocas y en una esfera donde la tem •
El curso de la justicia, forzosamente interrumpider hacer mas pan para el consumo ordinario, y han
Francia. El pueblo lo olvida todo dando la mano á
planza, la legalidad, la justicia y la protección á
logrado salistacer todas las demandas.
! do en estos últimos días, ha vuelio á seguirse esta
sus
hermanos
que
llevan
la
espada
de
la
Francia.
todos los intereses, son un deber sagrado.
El gobierno provisional se ha ocupado desde lúe- I mañana conforme á las instrucciones espedidas á los
Se ha creado un gobierno provisional, hijo de la | go de esa parte de la población, que no estaba Incor- \ tribunales por el ministro del ramo.
En cuanto á que en circunstancias dadas los
imperiosa necesidad de preservar á la capital, de j porada en la guardia nacional, y que ha contribuido i
El tribunal de Casación se ha reunido. Mr. Duhombres de todas las opiniones se unirán á sus
restablecer el orden, y de preparar á la Francia ins- |
patronos para conjurar la tempestad, nos parece f lituciones populares análogas á aquellas bajo las cua- S eficazmente á la victoria. Una (juinla parte de la fa- ''• pin, el fiscal del mismo, ocupaba la silla de la prcai A su petición, el tribunal pronunció el fallo
una burla y un insulto. No hay un solo progre- [ les la República francesa ha engrandecido tanto á la I bricacion de los panaderos se ha puesto á la disposi- I dencia.
cion de los gefes de la guardia nacional, que han dis- ; de que la justicia se administrará en lo sucesivo en
¡ tribuido bonos de pan, pagaderos en la municípaii- I nombre del pueblo francés. En seguida se sentenciasista, ni uno solo que merezca el nombre de tal, I Francia y á su ejército.
Saludareis, no lo dudamos, esta bandera de la I dad. Se ha mandado en seguida la fo maciondeveiu- Í ron dos causas.
que sueñe en prestar su cooperación para soste- j
ner íntegro el actual sistema de coacción y esclu- | patria vuelta á poner en las manos del mismo poder | te y cuatro batallones de guardia nacional movilizada, |
El tribunal de primera instancia 8s abrió timbíen
sivismo, cuya existencia es incompatible con los í que la levantó primero. Conoceréis que las nuevas y ' que serán equipados y sostenidos á espensas del Es- j hoy , pero de'pues de redactada el actj , los señores
fuertes instituciones populares que van á salir de la | tado,
I presirientes suí-pendieron la audiencia.
grandes principios que defendemos. Si nuestro | Asamblea nacional, abren al ejército una carrera de
colega conoce alguno que esté en este ánimo, le ! celo y de servicios que la Nación libre apreciará y reLas dependencias de la administración pública j
El tribunal mandó que esta providencia se anotase han vuelto á abrir bajo la dirección de ios minís- i se inmediatamente en los rcjíistros.
agradeceríamos que nos lo nombrase para es- ] compensará mucho mejor q le los reyes.
tros nombrados por el gobierno provisional; los em- j
Mr. Augusto Portalís está nombrado fiscal (pro cluirlo de nuestras filas. No creemos que la
Es preciso restablecer la unidad entre el pueblo y
picados han vuelto á ocupar sus ilestinus, desempc- { curador general) áel tribunal nacional de Paris.
inofensiva oposición de la minoría , le autorice á
el ejército alterada un momento.
nando sus obligaciones. Mas abajo trascribimos la ;
Mr. Senard, abogado de Rouen, está nonibrfdo
Jurad amor al pueblo, eu el que se encuentran
suponer que nuestros amigos se hallan prontos á
circular que Mr. Goudchaux ha dirigido á los em- | fiscal de la audiencia , ó tribunal de la misiua ciuvuestros
padres
y
vuestros
hermanos.
Jurad
fidelidad
prestar apoyo al gabinete para afianzar en sus
picados del ministerio de Hacienda.
| dad.
á sus nuevas instituciones, y todo quedará olvidado,
manos el cetro de la omnímoda dictadura á que
La administración de correos, colocada bajo la I
Los miembros del tribunal de Casación , el Conescepto
vuestro
valor
y
vuestra
disciplina.
La
libertad
aspira.
dirección de Mr. Etienne Arago, ha vuelto á conti - ] sejo de Estado, y toda la magistratura, han ido hoy
no 08 pedirá otros servicios que aquellos de que ponudr su servicio. Un aviso fijado en todas las oticí • I á presentarse al ministro de Justicia, y á ofrecer su
dréis enorguUcceros y glorilicaros delante de vuestros
ñas de correos dice que las malas saldrán como | cooperación al nuevo gobierno Por una medida geRepública en Bélgica.
enemigos.
siempre para los respectivos departamentos.
\ neral, todos los procuradores generales (liicale*) y
Los individuos del gobierno provisional,
Por último, los tribunales Wm vuelto á continuar I ademas magistrados comprometidos en el servicio de
Gainier
Pagés.
El Constitutionelle de París fecha 26 del pasus audiencias: el tribunal de casación ha pronun - I los interese» y pasiones reaccionarías del ex-gobierLamarline.
ciado hoy muchos fallos. La justicia se administra « no, han sido depuestos de sus destinos. La justicia
sado, dá la siguiente noticia oficial.
El gobierno provisional dispone:
en nombre del pueblo francés.
| vuelve á tomar su curso ordinario. Hoy tnismo el triSe recluiarán inmediatamente en la ciudad de
«El gobierno provisional de la Francia ha r e No
pudiéramos
elogiar
demasiado
el
infatigable
í
bunal de Casación ha celebrado su sesión; mañana
París
veinte
y
cuatro
batallones
de
guardia
nacional
«cibído la noticia de que en Bélgica acaba de
celo de los alumnos de la Escuela Politécnica, que se harán lo mismo los demás tribiHiaies.
movilizada.
«constituirse la República. El rey Leopoldo ha
El alistamiento empezará hoy á las doce en las 12 han puesto á las órdenes del gobierno provisional,
«abandonado á Bruselas.»
que han contribuido al restablecimiento del orden,
"El tribunal de comercio n) se ha reunido hoy
alcaldías del distrito en que se jencuentrea domici
y cuya inteligencia y valor, bien conocidos de la po- porque todos los jueces estaban en las filas de la guarliados.
blación
entera,
jusUfiean
completamente
el
respeto
dia nacional.
E-(to8 guardias nacionales recibirán el sueldo de
Si el Faro desea convencerse de la iúraensa
que merece su uniforme.
La Balsa se abrió, pero solo dos ageíites da camfranco y medio diario, y serán uniformados y arma
ventaja que le llevamos en punto á pronósticos,
En medio délos grandes acontecimientos que acabio
se presaataron en el ioeal por lo que se convino
dos
por
cuenta
de
la
Patria.
puede leer nuestros artículos de hace uno ó dos
ban de verificarse, se ha visto á la guardia naciona
al jnstanteen que por el u!j¡n.Mto no se liicie.se opaEl ministro de la Guerra queda encargado de
deápiegar uu celo supericr á todo elogio.
años acerca de las cosas de Francia. En ellos
racínn alguna.
conferenciar con el comandante general de la nuardia
El gobierno provisional ha provocado una medianunciábamos que el gobierno de Luís Felipe
nacional del Sena, oara la organiz-icion, pronta iosS¿ lu Imbbdj hiydelai .a •. 1;,1H q la te v 11 á
da,
quc
no
podrá
msrioi
'la
obieuar
el
aseatimiento
provocaría al fin con su conducta un conflicto
Iruc-ijn y ariniineito Ai ios referidos batakones.
tomar prirj (!i arce^'O da la.i n j u'j •,i.i lat d; B iMr
general.
Todos
los
buenos
ciudadanos
l'jrman
parsangriento ; en ellos predecíamos que á la reaccomenzadas, y la opinión qua al parecer prevaldría
Gasa de Ayuntamiento 25 de febrero á las siete
te de la guardia nacional, con unifor/iie ó sin él, y
es la de transigir amigabieineute entre pariej pjr u'ia
de la mañana.
ción sucedería un movimiento en sentido liberal
deben venir á ocupar su puesto en las filaí.
compensación que evite mayores desastrej.
Garnier Pagés, corregidor de Paris.
dentro y fuera de España : en ellos pronosticábaUna óiden del día de Mr. Gourlais, comandante
Lamarline.
mos «I triste desenlace que tendría la cuestión de
general de ia guardia nacional, indica una revista
Mr. Bathmont, ministro de Gomerci), se ha ocuEn nombre del gobierno provisional de la repúla boda francesa; en ellos en fin con el auxilio
general para mañana.
pado con preferencia del ramo de subsisleaciiis. Ha
de la esperiencía y de la historia preveíamos la
Cada
legión
se
infirmará
de
la
hora
y
del
lugar
lianiado á'los siüdico» de los gremios de p.jiiaderDS
Al maire del 2.» distrito y al coronel déla segundonde tenga que pasar la revista.
mayor paite de los sucesos que ocurren.
y carniceros, y con ellos se han coavi;,iiúo que al pisa
da legión.
Mr. GjUilchaud, muislro de Hacienda, nombraPor su parle nuestro colega estaba tan ciego
que se conserven las barriciilús lu'.cesariaj á la deSeñores:
do por el gobierno pro'iíSional, acaba de dirigirse á
fensa , se abrirán grao le i anegas que servique pocos días antes del destronamiento de Luis
El gobierno provisional ha recibido vuestra colos agentes y empleados de todas clases de esta.
rían mas particulanneule para el arribo da las pro Felipe, publicaba una carta de un supuesto cormunicación fecha de hoy. Feliz es para el gobierní
visiones.
PABIS 25 DR FKBSEBO 08 1848.
ver la adhesión espontánea que le habéis manifestado
responsal, en que se aseguraba que todo se r e Todos los distritos de Paris á escepcion del déci»
A
los
agentes
de
contabilidad
de
todas
categorías
sin
vacilar.
El
gobierno
provisional
OJ
dirige
sus
pa
solvería á gusto y satisfaccioa de loi conservamo, del uuJécimo y du/déL.iin.i están bien provistos
de la administración de Hacienda.
trióticas gracias y no duda de la perseverancia de
dores.
de harina, pero estos tres se van á abastecer inme» Muy señor mío: El gobierno provisional me acavuestra lea^ y firme cooperación.
diatamente de los abuudaiuca graneros que tienen
ba de confiar la dirección de Uacienda pública. Al
En nombre del gobierno provisional de la repúSe asegura que Luis Felipa falleció en Inglaá su inmediación y con los cuales se comunican.
aceptar este deslino, creo cumphr un deber que inblica francesa.
,- térra á las pocas horas de haber desembarcado.
Se hau tomado medidas para que de Pjí8.-íy y de
cumbe á todo buen ciudadano; esto es, y no lo dudo,
El gobierno provisional pone en libertad á todos
Orieans vengan reses y muchj ganado vacuno á Paloque la Francia debe esperar de los agentes de conta?. No estrañamos que le causasen la muerte las vio- v log presos poUlicos,
rís por los caminos de hierro.
bilidad que pertenecen al ministerio de Hadenda.
|í lentas emociones que esperimentaría, ían peligro- f
Informado el gobierno provisional de que los pa
89 per- I 8as eu pu ^v^nzada edad.
Clamor i y que atwtea cpnua pues^ra^
^-
•f S a £^8 E,iJiSS»I/^ OS fiiJSsStA,
CASaHÍ'i r «ASPAB.
I na4ero8 enciienlraa dificuUíUles para proveerle 4e I h.%<¡enos de lo» hechos de pavUdo y de las pasiones, ^
Diez cginlsionados generales se han nojlibrao]^
para que asiflDí^á UP ffiro r.-rii'íf S inspecciotibr
especiaiinente el £civ;eio de Ifs provisiones de
París.
El eobifvno piovisicrai ha dalo órJen para que
jnroedialaiienle se jesltblczca )a ciieulacion en la
C8DÍtdl
lies pachos telcjráfcos del 25 defibrero.
..En Dijon se ha procla mado Ja República."
«En Burdeos se disfruta de la mayor ti anquílidad.»
Un dfspsrbo lelegrí'fico de Routn , recibido bey,
anuncia que n\ aqcella ciudad sf ge zal a íe la mayor
tranquilidad, y que el efinitu de tu» biibilanles es
esccirnte.
En Tourf, en Pcuin y OITÍS ciudaífs se irstru
yeii comisiones deparlsmcrtaks 6 mur.icipalís para
ei estab lecimicnlo del gobierno republicano.
No hay noticia de que en ninguna parte se baya
turbado el orden.
Por una carta de 23 de ffbrero, el prefecto del
Ródano felicila á los ministros del gobif-rno caidopc r
8u firmeza, y no duda del buen díno de su resisten
r.ia contra lus facciosos
Acabamos de stber que radie ha perecido al desplomarse el puente Luis Felipe. Ese puente desde
hoy lIcTará el nombre de Pueiiie de la Reforma.
El gobierno provisicral ECsLa do decretar que de
hoy en adelante los juicios y actos públicos se cele
bren en nombre de la República.
El gobierno provisioriil declara de nuevo que todos los ciudadanos ícn guaidias nacicnales.
El aimiranie Bandín ha sido nombrado por el gobierno provisional ccmandante en ¿ife de la escuadra francesa ea Tulou.
El ministro de la Ouena, á invitación del gobierno provisional, ha enviado á Tolón la orden de que
«e vigile con cuidado á ia fusltdía de Abd el Kadcr,
J ha hecho reempkzar al (dici;.l que en fslos momentos ¡e custodiaba, per tira peiü i a de conliariza.
Luis Felipe ba salido delinilivirin'i-lr de Franc-a. El
gobiernoproíisional bí ¡d'ibii'o IKÜ DI che la noticia
deque se lüjbia imiaifitilc' t-¡¡ T i q ü i l á bordo del
liuque Le l'urtt. Es piobfcble que se dirija á Ingialerra.
El servicio de provisiüneg para la tropa no habiéndose podido organizar en todas partes, se han
dado órdeüfs á li.s gefi-s de los cuerpos para que se
procuren ius \iver;s para sus soldados pagándolos
de lus fondos de la tiiasa. Se les abonan SU céntimos
(16 cuartos) diarios por plaza para este servicio.
Se ha dado la orden para que se formen eu París
»einte y cuatro batallones de voluntarios. Esta medida se ha proclamado á son de tambores pur toda la
capital.
Las listas de aliüacion fe han abierto ya en todas
las alcaldías (mairics) y en la casa consisiorial l'hotel de villa), doiide los voluntarios se presentan en
gran númefo y lirinan su eüganche con el mayor entusiasmo.
Habiendo sabido el gobierno provisional que muchos militares desertaban después de liMber abandonado sus armas, acaba de publicar un decreto por el
cual se prescribe á Jas auioridades de Jos departamentos que las bagan conducir á su cuerpo, puesto
que el país no tiene ya necisidad de tu ejército.
París «e halla muy bien provisto de barinas.
Las demás proviriunes se baa hecho esta mañana
de una manera asombrosa, si se atiecde á las dificultades que ofrecían las barricadas. La carne, los pescados y las legumbres han concurrido en abundancia
por medio de los moza» de cordel.
Todas las iglesias y templos han sido religiosamente respetados.
En diversos puntos se han establecido cajas de
limosnas para los lieridiis y los parientes de ¡as v¡ctmas de las übiinas jíuiiadas. Hemos visto algunas al pie de Jas barricadas, ea el pasaje Golbert y
en otros puntos
M. Ruthschild ha puesto á la disposición del gobierno provisional 50, üüü francos, con destino á los
heridos.
Los individuos de la comisión administrativa de
los hospicios han sido iu^itailos i mandar que en toda la noche próxiina (<e retiren los cadáveres que se
hallan en los hospilales.
En caso de no ser posible, la comisión queda autorizada para mandar ejecutar lo» entierros en el antiguo cementerLo de Sasila Gíitalina,
Esta mañana, un puesto compuesto de ciudadanos y de guardias liaeionales, mandados por un
alumno de la Escuela Politécnica, se ha establecido
eu el cuerpo de guardia furtihcado del cuartel del
Reloj. De repente vineron á decir que los prisioneros encerra los en ¡a Consergería se habían insurreccionado. Trasladóse al momento el gefe del puesto á
la prisión, y sus palabras enérgica» restablecieron el
orden entre los detenidos. El alumno de la Escuela
hizo en seguida un reconocimiento, asegurándose de
que ao había razón que justificase semejante ten
tativa.
En la Forcé se verificaron tentativas de la misma
clase, lo mismo que en la gran cárcel de la Ruquetle; pero se reprirnieron del miíujo rnodo.
En Sa.i Lázaro han sido puestas en libertad las
mujeres, á escepcion de las enfermas y de algunas
que no han querido salir. Se ha retenido, sin embargo, la mujer Delannoy, condenada á muerte por el
crimen de la calle de Moimcaux.
Ya hemos dicho que habían sido puestos en libertad los presos por deudas de Glichy.
Se ha restablecido el servicio de subsistencias,
interrumpido aunque corto tiempo por las dificultades del trasporte.
Mr. Leroy d' Etiolles ha sido encargado por la
comisión del gobierno provisional con el objeto de
asegurarse de la suerte de los prisioneros, para que
cuide de su subsistencia y de aumentar en caso necesario las fueizas indispensables para oponerse á to
da clase de reliftiíon.
La administración de hospicios de París ha organizado con premura los medios mas propios para
distribuir eonstanleraente pan á todos los ciudada
nos que han tomado las armas voluntariamente.
Los hornos trabajan con la mayor actividad.
Se difunden rumores alarmanies para la propiedad. Los autores de estas falsas itnputaciíines no pueden ser amigos del gobierno que el pueblo acaba de
conquistar con su gloriosa victoria.
Dics-se la;nb;ei que ex slsu rnolivos graves de
desacuerdo enire los individuos del gobierno provisional. Podemos aürmír que reina la mas cijuipiela
armonía entre los ciudadanos ce!ug¡ s -que han aceptado la misión de organizar ios poderes públicos, y
presidir al esí ;ijl"ciiiiie:it) déla Constitución republicana, que hoy reciaman casi lodos los departamentos.
El consejo administrativo de la compañía del camino de hierro de Paris á Rouen y al Havre, ha pues
to á disposición del gobierno provisional las máqui
ñas y el material necesario pjra < 1 íra.¡sporte gratui
to de las provisiones de los liabitances de la c.-ipital.
Seria tnuy sensible que b s ciudadanos despreciasen ia utilidad de esías comunicaciones ripidris y los
socorros que pueden prestar.
Se ha abierto en el local de la compañía de los
caminos de hierro, calle de Amíterdara, 15, una sus
crícion para los heridos y las viuddS.
Sabemos por conducto de personas que acaban
de llegar de Rouen, q.ie el general €aíte!lane, comandante de la división militar, se haüa arrestado pur la
guardia nacional con centinela de visla.
Las tropas permanecen en sus cuarteles, y se muestran enteramente favorables 4 la causa del pueblo.
Lo» guardias nacionales cstau de gu.irdia eu el
desembarcadero del camino d; hierro para impedir
el desorden. Las noticias de París se esperaban en
Rouen con la mayor aiísiedad, y todas las que anun-
ciaban (1 Iriur.fo dfl pueblo psrifiente eran acogidas
con eslusiefiDo.
La ccndceta de muchos polacos ba sido admirable en ftlas magrifices jornadas; pígina glcrirsaque
hay que añadir á (a histeria de esta Jieróics nación.
Han trsbejfedo en tcdóS hs barricadas^ y mirfliras ro
llega el mcmenio de volver á tu querida y desgraciada
patria, van i psdir al gobierno provisíorial Ja«ulorizaricn de lormar una legión que se llamará la legión
polaca.
No p(dimos reencs de aplaudir sirceremenlela
nible infpirecion de estes hombres, que tamas veces
han derramado su sangre al servicio de la Francia.
La rievss'fcion ha sido miy ccrisiderabJe en las
Tulltrias, y basla hubiera sucedido un gran desastre
sin el celo y la presencia de ánimo de un ciudadano
qi;e lii.'imLS el guslo de citar, de Mr. de Delimare
oficial de la guardia nacional de Verf alies, que en medio del tumulto organiíó una coffpañia de bomberos.
A! momento que fueron organizados, los bomberos
improvisados entraron en el ejercicio desusfureiones con un valor que no podrá elogiarse bastante, lo
grando sppgar los inrer<lios que había en todas partes, cuyas l'aroas invadían ya les lechos. El peligro
era inmirente.
Comprendiendo el pueblo la necesidad de !a unidad de iifcíor, nombró al oficial Delsmare, comandante iníoriro del palacio. PtifOfe aquel ifitontinenti
en relcjcici es con el gobierno provifioral, eftablecido
en la cesa de syunlf miento, Ei viárcnle bembas bajo
el manco del ayudante Hollín. Sin estos socorros el
palacio de las Tullerias y el Lonvre, no serian mas
que un montón de ceniza?. El llego folo ha ocasionado daños en los depsiltmenlos del E. M. y en
en algunos otros poco importantes de las Tullerias.
Fué preciso hacer prodigios para corxentrar ej incendio y dominarle.
Gracias al valor de ia compañía de zapadores
bomberos, la capilla del palacio de las Tulleras no
ha padecido nada.
Esta mañana fe vnlvieron á abrir y á cerrar mu
chas veces Jas TulleríaF; pero á epo de IÚS orre se
permilia ya la enirada á lodos. Vimos arríjar por
las ventanas de las habilaciores de Luis Feíipe, le
gajos de papeles que el viento esparció por el
jardín.
En algunos sitios de cslese veían aun los restos de
las fogatas donde seqotmarün los objetos arrojados
p(.r la ventana.
IXulemos la aimizcn de una arsfia irmensí), déla
que folo quedaba el ferc calcinado por el fuogo.
Leemos en la Patria:
Uno de nuestros redaelores ha visitado nuevamente á Jas tnce óe la manara del 25 de febrero,
las habilacioiies de las Tullerias, partirularmenie las
grandes, y no ha podido menos de admirar e! orden
COI que i( s ciudadaros obreros Jiacisri la guardia dtl
palacio del ex rey corno guardias nacionales. En lo
das parles se habiaii fijado anuncios, cuyo contenido
venia á ser el siguíenle: Las ladrones serán fusila
dos en el acto
Los que tal vez mañana no tendrán pan que dar
á sus familias, «xortan á no destruir ni echar á perder ningún objeto. Los daños no son tan grandes
como debía temerse después de un asalto. La mayor
parle de los muebles nada ha sufrido.
Elcortinage, los canoílabros, los reloges y las
las esculturas se encuentran casi todos en su sitio.
Hay algunos espejos rolos. El pueblo comprendió
perfectamente, como lo hemos «ido decir nosütros
mismos, que el perjuicio seria para ta nación , á
quien perienecia las riquezas reunidas en los expalacios reales. >•
La multitud era inmensa en Jas inmediacioaes
del palacio , pero permanecía callada y tranquila.
También i^e notaba gran afli!«ncia de curiosos en
el Palais Royal co.-ilenipiar/do los restos del incendio de la víspera desparramados por los patios. A
la entrada del jardín se pusieron en montones al
giinos fragmentos de liierro y bronce que habían es tado dorados. Un centinela vigila continuamente al
rededor. El jardín está abierto.
Djose en los primero» momentos que se habia
salvado la saleria de pinturas del Palais R lyal. No
es esacto. Ha sufrido grandes pérdidas.
les de f spel «tllrdo, y que relardarS diez días el pago de los billetes vencidcs desde 82 de febrero al 10
de n^aizo; de ntma qie les billetes vtrcidcs de 29
ée ffbreio , p<r ejeirpk», no podrán ter protestados
hasta el 3 de maizo, y «si respectÍTamente Al tomar
estas medidíP, el hiiro de Francia ha tenido en
cuenta Ja situícien de los ccmerfianies que, cbligadc» á rcnsagiír fu liíiDfoal ftrvicio uecicnaJ, no
puedan acato bscer frente á sus ccmprcirísos. AñadireiEcs Un bien que ¡as rebciores ei.lre el Consejo
general del Barco y el n.didsiro de Hacienda «on Jas
mas satisfactorias.
Es curiosa la iiguíriile lista de alguros de
los heridos que ít trasporlaroo á los ho&pitales
<Je París Jos dias 23 j 24,
Msfure, pliza de 1 Froíe.
Léonard, calla fien Fuits, 10.
Houiier, calle de Actcias (fauíicurg MonlmarIre.)
RíTfbec, eslíe de Charcnte, 101.
Aifiuíesu, ralle de Giof-Cfitr.tt, 6.
Maimot, calle Fefdirand. 93.
Galft, calle de Ponceau, 51.
Coiscn, calle de Bergére, 16.
Magrimol, ralle de la Cciífaie, 2,
Laecste, calle de Angcuíéme, 17.
Lerey, bsiiio de Tin pie.
Meynier, calle de Cturonre, 5.
Miugnot, calle de Sainl-Anloíne, 191.
Cuítat, calle de Saint Denís.
Lesse Con 1 al, r¡dle de Saint Anloine, 75.
Boutiyon, barrio del Temple, 17.
Chenu, calle de Morlmarire, 167.
Kury, calle de Ponlbieu, 51.
Boullut'í, cíd'e de Saint-Benis, 313.
Gcdadr, calle de la Reine, S.
Riblemont, (soldado) calle de Courbevoie.
El domingo se volverán á abrir los teaíros. Se
nos asegura que van á dar funciones á htneíwlr, de
las víctimas de las memorables jornadas de! 22 93
y 94 de febrero. 5Vo podemos menos de aplaudir
esta manifestación Immanitaria.
Algunos hombres del pueblo encontraron cuando
la toma de las Tullecías muchos objetos de plata y
oro, que en seguida llevaron á la alcaldía del décí •
mo d strito. No nos maravillamos de este acto de
probidad, pero tenemos la mayor complacencia en
anunciarlo. En la calle Jeannisaon, esquina á la de
S. Honorato, sorprendieron á un hombre robando
una cuchara de plata. En el momento que los valientes quecomba'ian con é'lo notaro'', le dige'on:
Tu no perteneces A nuestra causa , te rechszimos.
¡De rodillas! /pronto! Asi tratamos nosotros á los
ladrones. A una señal, cinco balas le dejaron muerto
en el sitio.
]
(De nuestro corresponsal.)
'>
Gomo será proJoble que los periódicos de aquí
I no refieran todos los pormenores de estos di as de
| prueba, voy á ponerles á Vds. al corriente de aque
lias anéodotas mis interesantes que han llegado á mi»
I oídos.
í
En el irJnsilo del pueblo i las Tullerias, una mu •
i chachnniy hermosa, vestida con mucha decencia,
i y montada en un potro castaño, mandaba un grupo
I de nacionales y de gente armada. Llevaba en la mano
. una pistola de arzón, y enlla otra una espada. A los
gritos de mando de esta heroína improvisada, con
testaban sus secuaces con coplas de la Marsellesa.
Habiendo ido algunos jornaleros en busca de coches para formar barricadas, toparon con dos leche •
ras que venían á vender lechea esta en un carro mato.
Los trabajadores las mandaron apearse para hacerse
con el vehculo. Pero viendo el desconsuelo de las po •
bres mujeres por Ja pérdida de su hacienda, se in/jrmarou del coste del carro, y antes de apoderarse de e'.
se lo pagaron con la mayor generosidad.
D -rui'e la accijn, cayeron dos ó tres chaparrones. B! pueblo los recibía con una especie de júbilo
instintivo, en términos de que yo mismo pude oír á
uno de los de b'usa, gritar á sus compañero»; «Demos !»racias á Dios porque nosenvia refresco.»
Uno de los muchos que asistían i la última re.
vista pasada á la tropa, oyendo al ex Rey Luis Feli •
pe hacer promesas y ofrecer concesiones, esclamó
¡no hay q le mentir sobre la sangre!
Seria el cuento de nunca acabar si hubiera de referir á Vds. todos los lances que forman hoy el objeto
de las conversaciones. Lo que si me atrevo á asegu
rarle», es que el nuevo gobierno empieza á inspirar
confianza por su moderaeíou y bueu criterio. Sé de
un modo oficial que Mr. Roslchild ha puesto su crédito á diiposicion del gobierno provisional, garantizando el pago exacto y regular del empréstito con
traído por este opulento banquero bajo el gobierno
de Luis Felipe. Esta prueba de confianza no puede
menos 'le influir en el crédito de la Repúbfica.
Tamiiien tengo seguridad de que el gobierno está
en disposición de pagar el semestre de la renta del 3
por 1(10 que vencerá el 22 de marzo próximo. Las
rentas, pue.», pueden tranquilizarse, porque nada perderán en el cambio.
A'iuí se ha recibido la noticia de que en Bélgica
«e había tarnbien establecido la república. Se cree
GrÓBica
que 11 Holanda
seguirá parlaiaeataría.
el mismo ejemplo, y aun se
eslien den las congHuras hasta Portugal. Grandes cosas se preparan. MeGOIVGllESO.
pan-ce que la Europa va á re'io
varse, bajo nuevas condiciones sociales y políticas.
Los diamantes de la Corona han sido trasporta
dos al tesoro.
Los empleados del ministerio de Haciéndase han
preíenlado en sus oficinas , pero se les cerró la puerta. La guardia nacional y los ciudadanos armados
custodian el ministerio.
Todos los ferro carriles Reencuentran espedito», á
pscercion del de bi línea del Nortea la capilla de San
Dionisio, pues habiéndose tTado los parapeíos de
los puentes en la<í calles de Doiidauville y Warcíidet;
los escombros ímp'den la circulación. Se nos anuncia en este instante que temiéndose la vuelta de algunas tropas por la linea de Bélgica, las poblaciones
de Enghica y de iVIontmereney se dirigieron en masa
hacia el embarcadero y quitaron diez ó doce varas de
los carri'es. Tanbien tuvieron ciiidido de pmerle»
en seguridad pira col-ictrlos de nuevo, tan pronto
como cese la alarma. Por lo demás, l^ guardia m
cional se halla sobre las armas, dispuesta á prestar
auxilio al pueblo de Paris.
Sabemos que no ha habido mas daños en los ferro carriles.
Nos asugiiran esta noche que ha sid-i ini-endiada
la caseta del Camino del Norte, ocasionándose graa
des daños en el puente de A^niers. Diseamos qoe
sean exsjeríulas serneia-ites n licias. Importa mu-ho
á la subsistencia de P.iris y á la segurifíad de todos,
que no se bd'e inierceptada la circulación en niníniín
piuilo entre la cipitat y los departamentos; pero cim
• ay.'ir razón en las lineas principales que atraviesan
los caoninos.
Mr. Es'eiin-i Arago. director gesreral interiio de
correoí, nos piriicipa <|iie el servicio de c-tus se
dará desde aiarlaua á las horas regulares.
Un comÍ9'0'iadi3 del gobierno provisional ha sdid.) li.iy con dirección ;* ios cinco graodes pncr! ,s
milüares: Bre^f, Gherburgo, Lorient, Rocind'rt y
Tüon.
Algunas personas se presentaron en IH.)iilm<:rtre,
llevando esposiciones que trataban de ahcer firmar
con objeio de que se llamase á Enrique V. Tamben
h<in sido presos por la guardia nacional.
Todos los ministros del gobierno caído se h;illa
bar, reuiiiiioí, según dicen, el 24 de febrero á me
diodia en el hotrii Jel miuisierio de Jo inferior. Uu
hiendo sabido lu ab;ii,;ac¡o.;i y marcha de Luí» I'dipn
se esc^íparon p^r uoa veutana , atrav sando el jardín
deJ liiiiiisteiio fie C'uuercio. Luego que ilegarou á la
puerta de la caUe da Varerrutís te separaron tumaudu
diferentes direcciones.
Tenemos I.i sa!i,-facción de poder anunciar que el
Gunsej) general del b<-'C ! de Francia acaba de tomar, de acuerdo con Mr. G udcliaux , ministro de
Hícietida, providencia.-í capaces de dar facilidad al
c.j!ncrc:o. SB ba decidido, no i^¡¡ solamente que el
BJUCO no reduzca ^iUi deicucatos, bj.-m también que
descuente los efectos de pape, simple , lo mismo que
SlriiíMl (PcÜP r é i f í . )
Meyer (calle Peíil.'^Pfroí.)
Cliiisiiaii, oaile de Vieilie»Porte?, .'¡5.
Moiii.é, ralle de Ja Révolle, 35.
J )ly, rslic de Saint Méry.
Gollahd, Ptlits Pére?, U.
Méndez calle de Saint Mieliel-Saint Antoine.
Tolu, calle deClieby, 24.
Rollin, plaza de flianche.
Eingof, calle de la Bienfaisanee, 7.
Penser, plaza de la Bastille.
Drominy calle de Poirées Saint Mery, 10.
Itfarrhand, camino i Nanlerre.
Descliamp, calle de Charlot, 14.
Benoil, calle de Artois, 63.
Pelil, vieiüe camino de Nfuilly.
PaiiPeron, calle deCharenlon, 118.
Bosob, calle ele Michel Lecomte, 28.
Oudol, des Amandiers.
üuizat, calle de Noire, 9.
Bíanchon, calíe deTailbout, 93.
fiuílial, barrio Saint Antoine.
Mario, plaza Laborde, 18.
Wartelüt, calle de Tirecliappe, 22.
Palette, calle de Martre. Damey, calle de l'Elíse.
Gol, caite de Neute SaiiK-Nicolas, 20.
Bosucliet, calle del'Echiquier, 46Alexaudry, Guampos Elysées,
Givon.
Lefort, calle de la Gerísaie.
Garrier, calle de Miromesnil, 20.
Soyer, calle Sauviere, 6.
Grandsar, calle Godoy de Mauroy, 16.
l'eltfer , calle del Gadran , 17.
Pe-ifC, Ijarrio du Temple.
Ghausseret; barrio du Ghaudron.
Baisse, barrio du Roile, 48.
Dugnerre, calla de Boucheries, 21.
Lagujer, calle de Meaux, i La Villetle.
PABIS 97.
Sorteabas las secciones, obtuvo la palabra el
señor PresKleiite del Consejo lie ministros para
leer dos despachos que habia recibí lo ele Francia. Rii el uno el ministro de Negocios estrangeros Mr. Lamartine anuncia á nuestro encargado
de negocios en Pari« su nombramiento, asegurándole que el cambio alli ocurrido en nada altera las relaoiont s con los (lemas pueblos; para
demo-trar al mundo que la libertad y la paz han
nacido en Francia en el mismo día. El segundo
es la routestao-ioa olel encargado al ministro de Ja
República en que le manifiesta que trasladaba el
despaelio á nuestro gobierno.
Rectificaron después los señores marqués de
Albaida y Jaeu. El primero fue pulverizando uno
por uno todos los argumentos del seíior marqués
de Pidal, y aplicó su tcoria sobre ei sufragio universal, y como podían pelear juoti.s en las filas
de ]/í oposiciou hombres que no convluiesen completamente eu toda* las teorías. En su discurso
eondsuó justamente el señor Jaén las duras calilicacioues hechas por el raifliiterío, de los sucesos de Fiancia, lo que hubo de poner en duda el
señor miuihtro de Marina. Para repeler esta ofensa hecha á su veracidad, habló el señor Jaén con
la mayor energía y fiímeza, recordando la célebre fiase de ABOMtiSiBtES, que se escapó al señor Bravo Murillo. En vano procuró el señor
ffiirislro de Mfrina en nra icplica, separar los
turescs del efecto ó icgimen que prcdujeicD, y
Cf I dorar f (¡uoücs, grgií'; rdoi M Ire esto un silereio sotpeebeso, poique e! síñor Jaén observó
fCD m u d o aiietio qi f de SUCOKS ABOMlisABlES
EO p i d a íf,lit HEi qte rn ^obioim AECSIIPABIE.
ftLa Espina ro íiifie i a , doria el dí[utado progresista, LÍ el c?jr¡tlo de un iroraroa, ni losantojos de un fíj^oiito, ni los furores de un minít(to.j) Eflsp píli-bras ofeceüeíon los castos cides de
los aflores de la rrayiiia, quienes iralaicii de
inipt ner filenric Ü1 < r¡d( r cors fus n wou s y sus
voces de cal ordii ;» mps el st ñc r Jain oen enteroza íoíluro .'u dereobo, refitió y onojuyó .'u
Eseilo, y lo fipiicó en léimÍEcs que ermudetiercn
sus advorfprirt.
Llegó el turno al señor Blendizabal, quien
después de cípresar el tlo'rr de que i-e hallaba poseído por la moerte de su psdre, no oblante el
mal es tí do de su ¡alud , hizo un es-fiíerzo eiigno
de lodo aprecio, pronunoisnefo un largo y concienzudo discurfo. En él trazó la historia del proyecto j sus altetrativas en consopancia con las
Eoticias que se iban recibierdo de Francia , y demostró la iriconsocuf ncia de ciertos hcabrcs de
la mayoría y especialmente del señor Marlicez de
la Rus-a, citando Iss palabras siguientes que pronunció en la i-eiion de 28 de ditíirobre de 1835.
» No croo sufioicDto garaniia para que se otorgue
»al gobierno el voto de confianza, la responsabili«dad ministerial, en atención a l o r a r e que es
»el castigar á un ministro : mucho menos garantirá es la obligación de dar cuenta á las Cute.»,
»pues con esto no se reroedi?n los males que ansies se hubiesen ocasionado, piuüii do idírnas
»spr estos hijos de ura rquivocaí ion , y no de ir;«tencion maligna , circui;síancia que no dismir u »yen las consecuencias fatales que pueden acarrearse.»
También estableció Ja diferencia que existe
entre la ley de 18 de diciembre de 1836 y el proyecto en discusión , aducicrdo consideraciones
políticas y rcoEÓmicas de la meyor importancia,
cuya sola nrenoion nos licvsria muy Jojos.
Pasaremos por alto la insignificante respuesta del señor Mayans para venir al brillautc discurso del señor Olózaga.
Solo los ruegos de sus ín.igos j el cumplimiento de un deber impetio^o, pudieron arrrncar
al señor Olózaga del retiro dctu'c oi uitaba el justo dolor que siente por ia mm tte de su malograda espos.i. ¡Terrible ítluaoi< n la del hombre público! Cuando lii>ne su alma tiapasada de amargura, cuando una pérdida irreparab!.>, sobre (tras
y otras, acibara su (xhtencia , sus priacipios y
sus compromisos lo llaman al combate del que
sale para llorar en secreto sus infortunio?. Mucho
se aguardaba del señor Olózsga , y grande era el
cí-liierzo que se exigía de su eiistinguido talento.
S. S. sobrepujó todas las esperanzas , dejando
contentos asi n los que en su discurso buícaban
Ja pasíou, como á les que exigían ideas elevadas,
y nuevas consideraciones. Este es el raejo)r elogio que podernos hacer del adalid de la miuoifa,
del primer orador parlamcutario de cuantos la
España posee.
Las bodas de nuestras princrsas cambiaron
según el o'ador toda ia política europea , y son
el tínico origen de Jas complicaciones que hoy
exi.Hlcn. A cJl.'S se debieron en el csterior el matrimonio íie Enrique V, la Citiai'ioa de 1,; nacionalidad de Cracovia , en cuyo a-iioto tuvo que
bendecir la misma Francia los traiados que le
fueron impues-tos por las bayonítíis estranjeras,
y la política del gabinete de LTÍ TuUcrííis, en
Suiza y en ftaüa , contraria al da'sarrodlo y progreso dfi la libertad, y ea e\ esíerior los t;3'([itetcs reformistas Luis Felipe Piltó á !o'i comprornisos
soleniues que conliajo con la Reina de Inglaterra
en el castillo de Eu, y por lo tanto podia considerarse ju.-iía Ja espiacion que sufre, teniendo que
buscar asilo en la misma Nación á cuya alianza
habia faltado, y pedir protección á la Reina
á quien también faltó como caballero y como
Rey.
Al discutir la respuesta al discurso de la Corona , recomendó vivamente el señor Olózaga la
reconciló^cion ile todos los españoles para haeer
frente á los peligros que nos amenazaban. Estos
peligros se lian rea'izado en parte, y preguntaÍ3a ayer S. S. qué se habia becho parí unir las
voluntades y lograr tan importante fin. Naija, absolutsmento nada.
Y bien podían servir de lección al ministerio
los sucesos (le Francia. Bien podia aprender en
ellos que los porleres mas firmes y los eJerneiitos
al parecer mas incontrastibles, nada valen contra
las exigencias de la opinión pública. Si allí han
sucumbido un Rey , notable por su sagacidad y
ministros distiuguidos por sus talentos , ¿qué sucederá á los qu^ rigeu los destinos de la Nación
española con medios mas escasos en una y otra
esfera? Su temerario empeño no haiá mas que
atraer sobre nosotros todo lin.ije de calamidades.
Reprobación muy esplícita mereció al señor
Olózaga la manera conque el ministerio contempla los sucesos de Francia, y la ccnsitra que contra ellos han larzTlo algunos niiüistros y sus
amigos de la mayoría. La España debe respetar
lo que hace un pueblo libre en uso de su soberanía, no solo porque asi lo exigen la justicia y su
propio interég, mas también porque «I mismo orí
jen reconoce nuestra BÍtuacion polílica y con el
mismo derecho csfíiuiraos de la suv.'-iion á la Coron;i larannde don Curios. Por lo deni-is, el cambio li!'. ho en Francia ha mojurado nuestra situación politiza , resolviendo el grave ccnfbcto qire
traía ioquieta la Europa, de qui? se sentase en el
Trono psoañid ó cerca de el un hijo del rey du
los franceses. Y siendo esto asi, ¿porqiuí se ex ge
la su>.p'usiüu de Jas garantías? ¿Porqué á iasprim'ras riotioias de los sucesos de Paris, en ol prini'T ananqoe ó movimiento, se impetraron las
medidas escepcionaies?
A un juicio tan exacto é üiiBlrado sobre ¡a sítuasíon eiti-opea, sucediéronlos ataques mas vig.oaosos coütr.T el ministerio. Este q le no ha h-clion i !a pira r e o sciüar los ánimos, este que despr.-'cia ia opi;HOü ((re puliera lórra.irse en Frincia V!-;ti nt esirüña condoct;r; «-st? en fi r, que
provoca la« ropresaüas y la j ropaí;aiida de la
nueva reiüíblicT , desconoce que ha I cfíado el
moHiento de que dejen el pod r loi ¡ititoics «¡e
las bodas, ciego por el interés y el espíritu de
partido, y creyendo en su dȒirio que puede,
comprimir el movimiento de las ideas por m ' lio
del (error, líiy cri'i'm)», hoy leofímos )a intima
couviucioii los priigresístas, decía el g'ñor Olózaga con pfdabrai sentidas y elo'^uentcs, de qu.í
siguiendo una política diversa podrían srivarse
las mstiiuciones y e\ orden público. "Liñana ta!
vez i'o í? )drem^>s! nnñana tal vez sera tarde.
Bo'q'ejó en ^egmdi en gran Íes Imeara'nlos
el sistema de, gobierno de los progresistas, fiíndándolo en la e^lrrcta observantia del piincisdo
parlam-ntario, con arreglo al oual no tolerariau
al lado de ii reina niu^uira iiifiíencía entraña,
sin I lít >r c'íipero á las considera<;ioiies, descüs y
víucu'os lo? que respetan. Tamb'ftU procurarían
reconocer la nueva repiiblica tan luego como
fíese sari ierada f cr el velo déla carion
fnnn*
SB, y dir ( n t í o d e en el interior á ledas las ga~
J6i,li;s, [n;, (jiic í.iii«ríjr¡ á rue.'lra palíia loft
gríi'des oíjiliUs que (migraiau de FrtDcia.
En lumlio de les objetos roas Sfgiados conjuró ti si ñor Oioztga ?1 minisierio y sus u n i gos á que cediesen con tiempo , sin compro»
meter con los suyos les itileieses de la España , á
que no biiirifn cneslicn de vf.nidad y orgullo U
que era de buena fe y pfctriotismo, y á que « cicbasert los clamores públicos.
La nipyoria y el gobierno designaron sus o r t drres >ele(t(s para que contestasen al señor Olezíg?. El marques de Pidal, se mojante á un enemigo que síiitiérdose sin fuerza, se contenta con
hacer eionrsicnes al rededor de la plaza que no
] til de ribcar , apoyó todo el címienlo de su im) ijgnacion en pa);bias sueltas á que daba foílneB*
to, con agrosiones personales é ilícitas y valiéü(kse de palabras que condenan la buena educación, y mas todavía, el (Je:oro y la dignidad del
Parbmrnlo, De paso larizó sus dardos contra el
duque de ia "Victoria, á quien el señor Olózagl
designó como gefe del partido progresista, h^ciea•do el elogio digno de sus virtudes, y merecixDienlos. El señor miriitro de Gracia y justicia pr^^nunció un discurso de los suyos, en que entró f
salió en la cuestión, nada afirmó ni negó, y re»pctando también Ja plaza inexpugnable del « I curso del señor Olózaga, concluyó anunciando lo
que todos sabrsmos, que el ministerio estaba
usii'ito ¿ pciiuarucer en el mando.
Sentimos que Ja premura del tiempo J lo e>teiiso de esta crónica nonos permitan hacer nn
an.iüsis de 1-i réplica del señor Olózaga, en la que
en todos !<,s tonos ó estilos acometió al señoriBar«
qués di! Pidal, complaciéndose en difertir al a l (íiiorio á costa de sus flaquezas.
Pedida notación nominal se aprobó el artío^lo 1. ® por 161 votos contra 54.
CO.KTESa
SESIOFI DEL DÍA 3 DE MARZO DE 1 8 í 8 .
Presidencia del seUor Mon.
Se abre á las dos y cuarto.
Leiria el acta de la sesión anterior es aprobada.
Queda pi blicada como ley la sancionada p«^
S. M. sobre portazgos, pontazgos y Barcages.
El Congreso queda enterado de una coniuni(3i(e¡9n
del Senado, remitiendo los dos proyectos deleyapro'
hados por aquel cuerpo, concediendo una pensioift 4
la viuda del general Baza , y otra á la del sgaor GJ^macho.
Queda sobre la mesa un dictamen de la comisión
de actas.
Pasa á la comisión de peticiones una rectainacitm
de Iss clsse? pasivas.
El Sr. PRESlDEiNTE: Se procede al sorteo dit l^i
secciones.
D irair.a el sorteo el salón queda casi desierto.
El Sr. PREi^IDEISTE: Agitando la campanilla): L is señores diputados qje se hallan en el salón
de conferencias, que tengan la bondad de entrar.
tíRDEi^ DEL DÍA.
Confín'ia la discusión pendiente.
El Sr. XMIVAEZ, presidente del Consejo de Mj.
nistros (¡hvimiento de atención): Señores, el gobierno fiel al o (pósito formado de poner en conoeiiníento de la CHir;;ira las noticias que reciba de FraO'
cia, va á leer una copia de las comunicaciones que
liao mediado entre el ministro de IN gocios estranjeros y el encargado de negocios de España que dTiCÍ
asi•.Tengo el honor de comunicaros que el gobierno
de !.-i república roe ha confiado la cartera de Negoci )f E-eraníeros Loa formas repubiicanas del gobierno q le la Fiaca =.>e bi dado, no afectarán en nada
nuislrys reUc! ¡ties con Europa y nuestras afianzai
co:¡ las (Umss naciones. Respetará la independende aia de e.-las, y contribuirá para que se conserve la
paz del mundo, pero para ello es preciso que totlos
estemos de acuerdo y que las demás naciones respeten los principios de paz y libertad que han nacido
en Francia en un mismo día.=Lamartine, Paris 17
de febrero de este año.=Sr. ministro: acabo de recibir la comunicación que V. E. se ha servido dirigirme participándome que el gobierno proTisional había encargado á V. E. el ministerio de Negocio» JBstranjeros. V. E. añada que las formas lepublícanat
que el nuevo gobierno ha dado, no alteran en mái
las relaciones con Jas demás potencias, y que se reap;tíi:3j l,i i;i,k¡iar,dencia de las naciones para que se
C()n5erve la paz ce', mundo; concurriendo á esleaciisrdü los d mas pneblos que respetarán el principio de
la paz, al rrd«mo liet.npo que el de la libertad que
ha nacido en F ancla en un mismo día. Me apresuro
señor minisiro á ponerlo en conocimiento de mi gobierno, y aprovecho la ocasión de manifestarle pn'
consideración.=-Firmado, el encargado de negocios.
=Arnau.
El Sr. raarqles de ALBAIDA: Voy hacer algunas rectificaciones al discurso que pronunció ayer el
señor Pidal y el señor ministro de Marina. El señor
Pidal en el discurso de contestación al que yo p»onuncié, apoyando mi enmienda, dijo que no sabia cómo se podia impedir se preguntase ti el asunto @sta ba suficientemente discutido, después que hubiesen
hablado tres señores en pro y tres en contra, No
trataba yo de impedirlo, pero sí esperaba que hubiese aLmna mas tolerancia de parte de la mayoría.
Estrada también el señor Pidal (Je que yo no qui siera el poder, y estrañaba S. S. que lo quisieran
otros del partido progresista; de modo que el señor
Pidal se estraña de todo, se estraña de los que lo
quieren y de ios que t,o lo quieren. Dijo también el
seúor Pidal que como se avenían las opiniones del
seiiíU' Cortina y d.d se íjr Orense, y yo le preguuto á
S. S., ¿.;(Jai) se aviene'; sus opiniones con las de loa
setíores ríegrele y Tejada? No creo que haya tanta
dil'ere.ucia eotre las dei señor Cortina y las mías, como entre ¡as dei señor Pidal y los referidos señores,
y sin embargo se sientan con la mayoría y votan eon
el!a. Ade,;!a8 ha d clio al señor Pidal qu» yo alabé
dos dfl sus disposiciones, el empréstito para cauííiios
y ¡a ky deciusal, que sino era buena era mejor que
i,I (¡!ie haijia. Sí ei señor Cortina se sentara en aquellos bancos (señalando los de los ministros) aprobarla 18 de su» diíiJüsieiones y ie haría ia oposición en
do-<, por c n-lguipüie ya ve S. S. que era muy fácil
que i',,-i eiiis u'i;é_e,ilos, y que no obstante si la-s di»ji'jMciones del scüor Cortina no las creía buenas, en
iiig-.r fje e^lár en aquellos bancos estaría en estos.
tj.o, ¡íiies, (jie esiíj no seria un obstáculo para que
o-, ¡, 1, (J.) pAigfeaista subiese al poder.
\ ,!in,js di siilV.igiu universal. No es un monstruo
¡I • :. .s i!>i á lievjrii-, c uno dijo el señor Pidal. En
í o ¡1 y machi e.\.!gi;r-aciou, yo digo al señor Pidal
Vi !-i nosotros hsiuoa av.ojíaúo in.icuo cu est°, pari'i', ' i r , los rno'lerados ¡e han quedad j muy alrJ'», en
e. .i,o-4, y !H> han salido d.; esaá doflriuas; otros
hio ido ui,Tj .^ l-Liiite y hüU probado que el sufragio
u ívíuvidci in y couvéuieute. Dice el sedor Pidal que
si <•' rey d.; los ÍVa-iceses hubiera seguido esta docsri:. < liui'iera caído, á lo que yo diré que no habiéudoi.) Ji-guiój ha caido, y que si hubiera adoptado los
ci)i!,4rjos de Lamartine, no sabemos lo que hubiera
siíoedido. Convengo en que se execederia a la capacidad del público eu las elecciones sí se le digese: eiíj.iii Vds. catorce personas que los represente, entonc;» iio podrían elegirlas con acierto, pero cuando se liace Ja eícccioii por distritos á todas se les dic!: ¿"iitie estos dos cj-ndídatos cuál conviene mas?
esto es muy t'jcíi de decidir y yo dige el otro día que
li'i-'fi.i ¡os pastores saben cual de los dos les conviene.
S- vé, pues, que el sufragio universal no tieiie aada
de ao,-,>qu co.
til Sr. PRííSIDS.NTi:: Ayer ba estado lia^daudj
su se-Í3iia todo el licunjo que le ha parecido; ahora
del." liinilarse V. S. k recidicur.
El señor marqués de ALBAIDA: Estoy rectificasdo. Iba á demostrar que en los Estados-Unidos í en
Irglstfira, rst\ ff 1S csfsllfcido el ínfragio «nheríal
y np lierf ffos irccriTfniírlfs que dice el señor Pida!. Este ffñcr dijo Umlier qi e !a Fruncía tra un
espejo p&ra la» di mas rtc iif^; ftro surque fu señoría lo rf;rp¡dfrfí)8 fsi. la n ;)f''ia de ella veía ccn
disgusto la iraiilia de Luis Ftlipe. Decía asi mismo
El Sr. PEFS]DE^TE: Sfñrr dipnlado, que esto
no es una discisicn , dele V. S. limilaise á esplicar
ó reclifícar un hecho.
El sfñor marqués de ALBAIDA: D jo fl >eñ(,r Pidi-l que yo me lia ((i >iilin do fu aliat cesado y se
eqi ivcca su Sffirfa poiue t-i que yo alaljf una cosa
de Francia no ts str afi. ncesí-dd. El feñor P dai sale qie he alfl ido fnilfuiís coas al gol,ieito ¡np'ds, y ts ura nortiiquía conHiiicli nal, asi cotto
BÍí-lo fl gdiifiro de les Esladts Uiidts. y i o me
puslen las demás repúl ticas; asi C( mo míe gusta
í'rusia, y ro li e gusta Kípolff, pfiqiie yo estoy en
la peifuacion qL;e ro hay mas que des goLiertos,
uto lucro y d r o n.lo. Por c(r^ecuercia, ni soy
ni puedo S(r ófíir cesído, ni de nii gun otro pais
tampoco.
Decía el señor Pídal ¿pero no »« el señor Orense
qne la revolución ha dejado airas á Thier» y á Odilon
Barrol? r*o los dejó airas poique no llegó el caso de
que gobernase, Odilon Barrot fué á la cámara á vtT
si conseguía la corona para el conde de París y sacaba la regencia para la duquesa de Orleans, pero su
sistema no se ensayó, si se hubiese ensayado no sabemos si hubiera quedado Iriur.fanle el partido qu9
representa. Y Tuelvo al argurpenlo anterior; el rcsul
lado no podrá ser peor.
Me dijo el señor Pidal que había ohidado las
cuentas. Cuando se discnlan los presupuesU s ya verá
el tfñüi Pi'!c 1 (¡!ie no J;:s he oÍTidídi ; ¡ Í T Í c m o r n
el,párrafo 2." del ari. 1." del proycilo que r'fs rci'pa
se hablaba de corilriluiciones, rae pareció mejor traiar
de esta materia que de quirtc s.
Dice el señor Pidal que nos empujan las mssss.
Yo me alegro que no» iropujen; pero de eso no tenga
ciiidadü el señor Pidal, ni se meta á procui-ador de
li(.m¡noria; la minoría no necesita sus consejos.
El Sr. PRESIDENTE: ¿Va V. S. á contestar á
todo lo que se ha dicho?
. El Sr. Marques de ALBAIDA: Voy á rectificar hechos en que hay error y Toy á concluir.
Ha atacado el señor Pidal hasta la conducta del
partido progresista diciendo que había pedido leyes
Úfi excepción. Las faltas que ha cometido el partido
^gresisla, no son faltas de todo el partido, y lo declaran todos los señores que las han cometido. Las
> faltas del partido moderado son faltas de su sistema;
«8 decir, que los unos se arrepienten de haber obrado
mal, y yo cieo que el señor Pidal no se arrepiente
nunca de lo que ha hecho.
No quiero decir como se formó el partido progresista por no molestar la atención del cungreso.
El 8r. JAÉN: Señores, sentado en estos bancos
como diputado de la nación no puedo permitir el ata.
que que en la sesión de|ayer se dio á mi veracidad, pues
una de las cualidades que poseo es la de la veracidad
y voy á probar que el señor ministro no fué justo conmigo en aquella ocasión.
En los momentos en que tanto llaman la atención
Ipl sucesos de Francia , creí que podía decir raí opinión respecto á ellos, aunque no los calificase como
el señor Martínez de la Rosa. Dige entonces , que la
.calificación que el Sr. ministro de Comercio había
hecho de aquello» era impolítica. Lo dije y lo sostengo. El Sr. ministro de Comercio dijo que el ministro
de Marina había estado en su lugar al calificar aque
líos acontecimientos ; peo el ministro de Comercio
dijo: "los abominables sucesos que han tenido lugar
en París ,n y de sucesos abominables se puede seguir
una abominación. Yo dije que esto era impolítico, y
lo e?, porque nosotros no debemos calificar lo que
pasa eii dtra nación. La nación española ha suirido
las consecuencias del capricho de un rnonarca, de las
exigencias de un favorito, d e . . .
fiarías imcei: Orden , óiden.
El Sr. PIltiSiDENTE: Sr. diputado.
El Sr. JAEiN ; Estoy en mi derecho. Los capriehi s de un monarca...
El Sr. PRESIDENTE: Orden, señor diputado,
yo no puedo permitir que V. S. hable eu esos términos.
El Sr. JAÉN; He dicho los caprichos de un monarca , porque el que tuvo Cárljs IV por un favorito,
nos acarreó mi¡clios males. Y no se crea qae por el
error ó í.tvor de un ministro tengamos que larnenUmo8.
El Sr. ROCA DE TOGORES, ministro de Marina:
El ministro ha calificado tales cuales han sido los sucesos de París. ¿Pues qué, no son hechos abominables los robos de algunas tiendas? A estos se ha referido el ministerio : por lo demás, el gobierno no
entra en la cuestión que provoca el señor Jaén , por
que no es de su deber ni lo juzga conveniente en este
«lómenlo.
R\ Sr. MT:x-n:z,vT!.a (en con'ra): To:hi 'o? ''^'.nore.s .lipiitüdos r.'c.inocer:;n lo diíi-.i! q-•• s-á ¡KM
m. en estos momentos ejercer el uso de U palubra.
IJuicarneate be podidu resolverme á ello por si mi áébil voz puerte ii.íbjjr algo en el resuliado de la ma
tion que hoy ocupa al Congreso. Ddsearia ante todo
que el señor presidente mandíra leer lo fecha de este
proyecto de ley.
(Se lee con efecto, siendo la de 27 de febrero. El
orador continúa.)
A las Seis de la tarde del 2fi de febrero fue cuando
el gobierno comunicó á las Cortes la noticia de los
sucesos que habían ocurrido e;i Francia. Al día siguiente fue cuaudo pidió ya á S. M aiiloriíaeiou para presentar á las Cortes este proyecto de iey. Se vé,
pues, que el ministerio oljró inp ía nnorcsiju ¡\nf. le
causaran las primeras noticias que recibió de Francia, toda vez que hasta dos ó tres días dcátJi.ts r,,) ss
«upo que se había proclamado la república el dia 2Í.
Aquí se ve, seiíores, que ni la previsión dei go
bierno, ni la necesaria meditación han precedd.j antes de venir á proponer á las Cortes el que se le au
torizase para la no ejecución del artículo 7.° de la
Constitución, que equivale á anular las garantías
constitucionales.
Vamos á examinar los trámites que se han seguido en este proyecto de ley.
Presentóse al Congreso por el presidente del Consejo de ministros, -y suspendióse la sesión, se reunió el Congreso en secciones para tratar este asunto:
leyóse alii en estrado, porque ni tiempo hubo para
copiarle: en l»8 siícoiones hub<i quien quería que el
dictamen de la comisión nombrada se presentara en
el acto al Congreso, y que este, declaráudose en sesión permane^iite, resolviera inmediatamente acerca
de él: no habiéndose hecho asi, al día sigu^eile se
presentó el dictamen de la comisión, y fcdt-indosepor
primera vez eu España á lo qie prescribe el regia mentó y !a príictica del Cungreso, se señaló para el
dia siguiente la discusión de un dictimeu de tañía
trascfn ienria.
E«ta precipitación, señores, ha minado el prestígio del proyecto de ley eii cuestión, porque se lia vis to que se h;t querido que no haya bastante meditación
para tratarle.
Esta precipitación, señores, me dá á mi motivo
para p';der r-pelir aquí lo i)ii>! cu la Címaradolos
diputados de Francia decia Mr. Douchei: h.-iblando
este dipiitalo en la contestación fil úUítno discurso
del trono: iiV(i''otros \vúf\n comprometido PI trono
con vuestros odios, con vuestras violeucia-i."
¿iNo tiene rl ministerio la rnayorí.-j en esieniirrpo?
¿PiT qué, pues, esta precipiíacitni? Si SS. SS, -.ufa'
cinaron, se aterraron cou las primeras noticÍjH de
Francia , eu el día deben volver al buen camino, y no
ir por el atajo, porque siempre se va mal por los
atajos.
Diré mas, señores, sin intención, sin duda, se ha
querido presentar en esta ocasión por delante como
un asciido al trono, y yo q'ie nada debo al trono, tengo derecho para liecidir la verdad al pueblo. El pueblo no puede sulrir la ley que trata de imponérseles,
porque de pues de tanto sacriliriocomo ha hecho por
la libertad , no puede perder en un moinenlo las ga
ranlias que esta le consigna.
Antes de entrar en el l'oulo de la cuestión priucipai, me haré cargj d-; alcanas obiervacio.ies que han
hecho loj íidiviflu is de la comisión. Se ha dicho que
esta clase da autorizo-.ioie.s las hí.i olileaido antes
otros raiaisterios, tanta molerados como progresis-
ta?: fslo ro es exsrto. j^Cuáles srn las autorizaciones
que dffde rl sño £0 Ver rorcfd'dn las Córlís á los
irín fifrics prr grf sisUs? Decía el Sr. Martínez de la
Rosa que el tro 2S se rcncfdió é ur niriisterio progrfsisla fiutcrizíciin psra trmar medidas represivas,
pero no dijo su seroria cuáles eran las circunstancies de equel'a e'pera, y les térrriros en que la sutorizícien eslsba correbída. Si ahora nos ercontráramcs en el roifmo caso, yo sprcLaria la sutcrizBcíon.
En otra ocasien, es decir, en el 6ño 3G, les Cor
tes | t ( giesísliis rrr cediere ri (tra site riza cien al ministerio Calalrava, ptro aquel'a tutrrizrcici! se solicitó de unas Cor'es ce i slituyerles, Cortes, que el ministerio no letra facidlsd de susper der ni de disolver.
Adem&s, el ailiruio 7." de esa ley decia : que las medidas reprefi'as durarían folítnettte el tifffpo que
las Corles f ern artcieran reunidas, teniendo estas la
facidipd de anillarlas cuando lo creyeran ccnvenienle. ¿Y fif.i res, sen ahera las misnas cirrunslancias
que '8S de enior ees en que Gen ez atravesaba toda la
Andalucía, y que la guerra civil ardía en fu mayor
fierz»? Véaíe, pues, como Bo hay igualdad de circunstarc'as.
Estas sen, f eneres , las rectificaciones que tenia
que liicerfelrr !o diiho írleiiern ente.
Por lo te cante á la autorización que ahora sepide,
no puede mencs de rsusaime esirañeza, perqué una
autorización semejante é iidcfiíida la ha habido en
España de algún tíenro á esta talle, l( da vez que
un gob'erno se ha creído aulorzado por sí para hacer cuanto leha dado la gara. Cuando se viene ahora
pidierdo aulcrízacien á las Certes psra conliruar
naciendo lo que hsfla sqtu', creo yo que el gobierno
da este paso porque no se cree con bassante fuerza
para contiuuar en esa especie de dictedura en que se
h' er'of'o de algún tiempo á esta parte.
Hrrho el eXámen de los discursos que se pronuneiaron syer por les señe res de la mayoría , voy á enj
t.'ar á lacéeme cargo de lo que se dispene en el ar
tículo 1." del proyecto que se discute, y para el'o empezaré recordando lo que decia el Sr. Martínez de la
Rosa en la célebre discusión del voto de confiar.za.
En 18 de diciembre de 1835 decia S. S. que no ere n
suficiente garantía la responsabilidad ministerial, '••
atención á lo raro que es el que se llegue á castigar á
un ministro, añadiendo que todavía consideraba rae
ñor la otra garantía de lener que dar cuenta á las
Corles, porque con esto no se remediaban los males
que se pudieran originar de squella autorizacien. Asi
se espresaba en aquella ópeca S. S , cuya autoridad
me parece que no podrán recusar los señores de la
mayoría, y cuenta, señores, que se trataba de dar ese
voto á un ministerio joven, pues apenascontaba cuatro ó seis meses de mando, y á un ministerio que había hecho portentos. Me parece, pues, que S. S. siendo consecuente con esos principios, no debió suscribir ese dictamen, ó al menos no estrañará que los
que nos sentamos en estos bancos, hagamos oposición A ese proyecto y procuremos evitar por los medios que están á nuestro alcance los males que con él
pueden sobrevenir.
Yo Continuaría en esta cuestión, pero como tengo que tratar de lus otros dos párrafos que eomprende este artículo, y por otra parte tengo la confianza
de que la gravedad de los sucesos miamos es la rae- |
jor oposición que se puede presentar para que esos
señores mismos por patriotismo retiren ó al menos
reíormeu el proyecto, paso á ocuparme de ¡o que se
dispone en el párrafo segundo de este mismo artículo. Aquí recordaré también lo que el señor Martínez
déla Rusa decía en 18 de dic embre de 183.5. En
aquella época preguntabas. S. ¿y obtenido el voto de
confianza nos mandarán nuestras casas? Eu esle párrafo se pide autorización para coniinuar recaudando
las Contribuciones Señores, si faltan cuatro meses
para que termine la autorización que ya se le ha con cedido, ¿á qué anticiparse á pedir esa otra autorización que no puede servir mas que para alarmar á los
pueblos?
Señores, muchas son las consideraciones que me
ocu ren al ver que los señores ministros de Hacienda
y de Gusrra, á pesar de sus antecedentes, hayan sus
crito e=te párrafo, porque la seguridad individual, la
propiedad y los derechos adquiridos deben respetarse
asi eu este como en ¡os demás países. Por eso ea 23
de julio de 184ü anunciaba yo que la paz de Europa
estaba amenazada, porque los príncipes no hacían á
los pu'4jl )s las concesiones que pedían; y wa'-.dífdo
que al señor conde de Toreno le parecía es^-año que
yo anuncíase el término de diez años para que viésemos resultados: entonces aconsejaba yo á aquellos
ministros y al partido moderado los principíoe que
debían proclamarse, y el tiempo ha venido á justificar mis vaticinios. En 8 de noviembre 18 í6 decia yo
á los electores, lo que voy á leer, que es una reproducción de lo que nabia dicho ea t840, y precisa
mente en noviembre del mismo año se perdió Gra
covia: yo estraño que nuestros ministros de hoy recoHociendo las circunstancias de Europa no se hayan
apresurado á poner en planta los principios que entonces emití, y de los cuales estaríami)S ahora reco
gicndT el fruto, pues muchos individuos que han
emiaradi de Europa hubiesen venido en tal caso á
España con sus industrias y sus capitales, toda vez
que según mis principios quedaban garantidos sus
intereses y seguridad.
El señor ministro de Hacienda, que tanto ha estudiado y tan entendido es, debe reconocer que hubiera sido muy conveniente la adopcioa de mis principios.
ISo estoy de acuerdo con el proyecto que se discute, porqués! se aprobará tal coma está , el ministerio encjntraria los mismos i'icouvenietites que se '
I enc-)utr.tron;en 18Í3: heestrañado queel Sr. ministro .
i de LI)c,i>;ida hiya suicrito eseproyecto ds leyii-.reyeu¡ do qii8 di este modo h.i 'de Sjbreuadar h íli^nai eu
I las circunslanciaí de la Europa: el verdad ;r i (•..niino
i de prosperar es proporcionar ventajas inalí-riaies á
¡ los poebios: si lis e Apresas il'! can: 11 )s de ÍI^^TO y
¡ otras comerciales é í/idu-ítriales, hubieran e^i-^do mas
I ateudi-lis en Francia, acaso uu liuíiiera tenido 'ugar
I lo qud !ia sucedido. INos vanaos á ver e;i gi'ave.-i con1 fiíCos si sj aprueba el proyecto de ley preieuiado
I por ei ministerio, con el cual, por a'^n parte, u,j se
" eviiaráu los suíesos que puedan ocurrir.
Dice el señor Pidal que el señor Mendizibal hizo
lo mismo, pero sabe su señoría que las circunstaucins U) eran las mismas; entonces disfrutniía el pueblo de beaeficioí que hoy no disfru'a, se li ii¡:! resta
blecido la ley de mayorazgos y decret.,J) la desvinculación de bienes, entonces había graiiues esoeraozas ds llevar adelante las reformas, y hoy sucede todo lo contrario: lejos de tener beneficios los
pueblos, por el sisieina del a:iuil gobierno, y la actual mayoría, la propiedad délos bienes naci.jnales
vale un tercio menos quí valia haix picos años,
porq-'e no se quereí dar las garantías ou-! se recia,nan. ÍN ) b?sta que reipeie:nus io-* he.di.'.s, es pre
ciso re-ipetar las promesas, y supuesto qu.; 15 millones á lo mas rifi'leu eu renta, los bie ¡es que quedan al clero, pónganse en venta y no solo producirán uní renta superior, sino que inspirará cuiüaiiza
á los te /edo.-es de bienes de su claje, y lié aqui uu
medio que tiene el gobierno para realízir e.j.^s 200
müloaes que necesita , con apiauso de los pu.-b'os
q j:;d,.),id lie UU sobrante para dessstauLíar la aal y el
¡.abaco, y suspender los derech)s de puerías.
ha pedido )a fuspersicn de estas garanlias, K
ha hecho por el partido prcgresista; la primera vez en
1822, en que se pidió se pusiese en práctica el arti
culo 308 de )a Ccnsiitucion del año 12: la segunda
vez en Cádiz en 1823, y en c rcunsiancias gravigimas, se pidió lo misnio, y las Cérles lo concedieroDj
y la tercera rez en 1836 siendo niinislro el «efior
Mendizabal.
D:ce (u feñetia que nre opuse al voto de confianza que pidió en fu minislerle; es cierto, pero allí me
movió únieamente el que ro quise decirme el gobierno, remo le prefur lé >i,rías Mies, á qué se refería
el voto y i>un igi orar do o yo se lo negué, pero no
votando, sino alsteríéndc me de votar; pero conozco
lo que voto, y aun cuando lo considero punto delicado, lo doy al gobierno, porque creo que íascírcunslarciss asi lo ex gen.
El Sr. MAYAKS: Después de tres días de debate,
en que se 1't.n f icr ur.ciado d:seui*os tan brillantes,
peco pedré devir que interese á los señores diputa
dos. l a remisien se lévenla solo á cenleslar al señor
Mendizabal, y al hacerlo yo me en paré de una observsciin de su íeñciria, acerca de !a mayor ó mene^
latitud del delate. Fu feñeria se quejaba de la preci
pílacien cen que se ha preserdido (Sla cuestien, sin
tener presente la n ocha latitud cen que se ha discu
tido el preyeelo en su tclalidüd, y después en las enmieidas. Pata que te Cd.verza ÍU stñi ria de que se
ha dado teda la tn p'itud r ece^alia al debate, bastará que !e recuerde el iilietlo 1(111 del reglamento.
Este prehilie las diseusiorts en la tetalidad en aque
lies sfunlos de corta in jei tercia , y fcun ruando el
que nis tcupa es de nucía gravedad, no tiene sin
embargo ledo lo que se requiere por el regla
mentó.
Vergo ahora al punto de la cuestión. Nada nuevo
puedo decir al Congreso, la cuestión se ha considerado ya bajo lodos aspectos, y (Siá demostrado que
es perfeclimente legal: sin embargo me ocurre una
ebser\úrior, y es la de que sin necesidad de apelar el
gobierno á lo que se previene en el arlirulo 8." da
ia Constitución , medida rrccrocda de todas las
Consii'uc.ienes, seria legal lo que pide aun concretan
rimes SI lo al testo j letra del artículo 7." de la ley
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f.U'di.r>^pro^l.
l'i oíoi I después de contestar á oíros varios argurneutos presentados por el señor Mendizabal, concluye manifestando que el Congreso está en el caso
de aprobar el dictamen de la comisión, puesto que el
pensamiento que envolvía era beieficioso al pais y ^
daba mas fuerza al gobierno para impedir se alterara ;
por concepto a'guno 'a tranquilidad pública.
El ÍT. OLOZAGA : Señores, hace tres semanas
que tengo el senümienlo de no asistir á las sesiones
de este Congreso : soy por tanto, lodo lo esiraño
que pueda ser cualquiera español á los grandes suce
sos que hoy está presenciando la Europa. Mis amigos me han arrancado de entre los restos de mi familia, á fin de que pudiera tornir hoy parte en la
cuestión pendiente. Yo respeto sus opiniones cuando creen que es una obligación en los hombres públi
eos prestarse en ocasiones dadas á ciertos sacrifi •
cio9. Necesito , pues, mucho la indulgencia del Congreso, porque sobre lo» afectos tan diversos que preo
cupan mi corazón, no he podido considerar en otra
atmósfera que la del hogar doméstico los sucesos de
una gravedad tan trascendental, que yo considero como una consecuencia de un desenvolvimiento grande
de las posiones políticas. Gr.n este motivo temo que
mi voz no sea pare^^ida á la de mis amigos que se han
levantado ya á defender sus principios y emitieron
sus opiniones con tanta prudencia como energía Por
tanto, espero me dispensarán los señores que rae escuchan el que no trate las cuestione» como si hubie
se estado mezclado entre los hombres de mi comunión política y asistido á los debates.
Veo, señores, que debo empezar mi discurso enlazando las breves observaciones que voy á hacer, sin
orden ni preparación alguna, con lo que tuve el honor de decir en este sitio en otras ocasiones cuaudo
se trataron asuntos de alta importancia. El Congreso
recordará que cuando se discutió la conteslaciou al
discurso de la Corona, creí que debía examinar el estado de nuestros iipg icios asi interiores como este
riorcs, y ,si á cj )--''Ciie:ic a de las reales bodas nucstr;'-» re'-(iíi-Tie-i con tus'ío'nH P t,f.'i''ii», h i'oian sufrido ó no algún cambio ó alteración no-íable.
Los señores diputados saben cuantos peligros
preveía yo cu las consecuencias de aquellos acontecimientos, y sabeu también cuan esp'icitamenteaprobé las palabras de conciliación que al principio de
aquella legislatura tuvo á bien pronunciar en este recinto el señor prpsideile del Consejo de Ministros:
pues yo creia que solo el olvido de lo pasado y la
uuion sincera y franca de todos los españoles, era el
medio único de conjurar los gravisirn-js é in-ninen.
tea peligros que nos amenazaban. Desgraciadamente
los peligros no se hicieron esparar mucho; ellos se
han presentado ya; s;i darlo nos amenaza de cerca.
Pues bien jestá oreparado el remedio? ¿Ha cumplido el gobierno «is pii ihrss -li to'crancia y de rf • uciliacio-u? ¿ l.,i áoi u .i .;s.J i 1.-00 liliadjs en.ce los
españoles? Pues cuenta, señores, que esto es lodo
cuanto puede hacerse para salvar ei trono de ÍN íestra R 'i i.i y nu-M ras i.iiiil ,f,i ;iic3, contra los peligros
ya esteriores, ya inleriores que nos rodean. Y sino se
ha her.ho esto, si esta medida salvadora no se ha
adoptado, ¿ere» el gobierno, cree la may iría que po
drá conseguir esc efecto con las leyes represivas que
hoy solicita? Eso es lo que yo quiero se examine.
Esto, señores, q le acab^i A; indicar co.na asunto
de mi discurso, tiene la mas estrecha relación con los
sucesos que han ocurrido fi i fl reino vecino. S.' se
observa con iraaarcUlidad quü desde ei otoño del año
-ifi sufrió í^ran.d» alteración A equilibrio de la p ilílica
de Francia é Inglaterra y d"? toda Europa, á cousecueieia de \,n miirimo-iíoi reales de España.
K! [iri^ner sure«o, seño'''"'', desagradable para el
rey 'le I H fraii(v>>i''<, ef't-^io 'a ñ^t riutífa pjói.o'a, fué
el naironoaio dal '1 i.| la ú'- ¡tu, di^o-i, r.i-íti de ia au
ligua ra na prim >gii ola A-, Fra-icia. Uibia andado
este principe paseindose por por toda Europa en
buíca de ii la princ-!sa qut; oii-íiera uuir á é su suerte y no hi lia eicintrado ir i?,una, por mas esfuerzos que había heoho, habie»!) sid) preaiso lara que
pudiera conseguir su objeto, el cambio de lapolitica
francesa.
za. ¡Lección amaina, señores, que no debe olvidarse f
nunca, la que recibe uu rey anciano, rodeado de hombres eminentes, distinguidos en las cátedras, en ia
tribuna, y que muy bien pueden cslifirarse con el titulo de los primeros politices de Europa! Convenzamonos, pues, que las pretensiones centrarías á la
voluntad nacional, se estrellan siempre por hábilesé
instruidos que sean los hombres del gobierno, contra
ia fuerza y las convicciones de los pueblo».
Pero su uso, señores, será centra la Francia. ¿Y
hemos de ir iiosolres á hacer causa ceraun con los
vencidos ? ¿No se temerá, señores , á las represalias?
¿No se temerá á la propaganda? ¿No se temerá al
iullujo de las ideas que pueden irifluír en mas ó menos, según la situación y según las circunstancias?
Yo creo, señores, que hay error, error muy natural
cuai'do se dá oídos al amor propio, y cuando los
hombres se dejan dominar del espíritu de partido} yo
creo que hay errcrr en la conducta que se sigue. Y
ruego al gobierno que lo medite bien, y ruego lo
mismo á la mayoría que lo apoya.
Yo creo que es necesario nconocer, que lo» que
hicieron las bodas, quedos que estaban ligados por
los vínculos de la gratitud , de simpatías, y de eual(luier otro género, con la diíastia que ha caído en
Francia , que los que no pueden menos de ser considerados como sus amigos y defensores naturales,
dibian reconocer, que lieviiido ya müs de cuatro
años de dominación esclusiva , y que en el estado en
que )a nación se encuentra , y las circiinstai cías se
complican , qoe habia llegado el momento de dejar el
poder á sus contrarios. Y yo, señores, puedo hablar
franramenle en este asunto , porque en siete años todos los esfuerzos de mis amigos no pudieron hacérmelo aceptar, y solauíeite lo acepté cuando era inevitable la i ulna del que tratara de reconslituir su
pariido. El podir, señores, se puede pedir dignamente, por los hombres que crean que pueden ejercerlo en nombre y bien de su patria.
Debo decir, que asi como todos mis amigos, estoy persuadido de que siguier.do una marcha enteramente contraria á la que sigue la mayoría, podemos
librar á la España de los males que podrán sobrevenirla. Y digo mas, y es, que si lo» sucesos de familia
no me hubieran alejado estos dias del palacio de
nuestra Reina, yo me hubiera presentado á S. M. Como individuo del partido progresista á ofrecer ini»
servicios, porque todavía creo que podemos ser útiles al trono y al pais, que podemos impedir la guerra civil, evitar la renovación de las discordias, rechazar las amenazBS estranjeras, mucho mejor que Ip
harían probablemente los que ahora se apresuran i
condenar.
Pero téngase entendido que esto que digo, es si
se verifica á tiempo, si las concesiones vienen oportunamente, y no se crea que yo habí • de concesiones de principios, porque estas no ^uíden hacerse,
sino de concesiones de dejar el poder. Pero puede
ser que se nos pregunte: ¿Y cuál es el programa del
pariido progresista? Yo lo diré. No referiré uno por
uno todos los capítulos de administración y de poli
tica, sino que me contentaré con indicar los principales.
Nosotros seremos en el poder lo que hemos sido
siempre, comprendiendo como debe ser el gobierno
parlamentario. No consentiremos al lado del monarca, cuya confianza poseamos, ninguna influencia estraña. Nosotros por el respeto que debemos á nuestra Reinay por el cariño que mas ó menos, todos hemos tenido para profesarla, para librarla de toda in terpretaciou y de loda responsabilidad, y para que su
persona no sea nunca objeto de conversaciones, cubriremos todos sus actos con nuestra responsabilidad
y no podrá atribuirse aclo alguno de su vida sino al
consejo de ministros
Jíosotros, señores, consecuentes con nuestros principios no admitiremos como antes he dicho ¡nfiíiencia alguna cerca de S. M., y creemos qu puede muy
bien combinarse la consideración que se merezca á
ciertas y determinadas personascon su alejamiento de
los negocios púbiicos.
Piosolros, sofocand) todo sentimiento personal
que pueda venir e ñauado de los acontecimientos de
la nación vecina, obrando como hombres prudentes,
y mirando solo A las ventajas que puede sacar la España, procurarianios enlabiar nuevamente las relaciones con la nación vecina, aprefuráadonos á reconocer la República francesa. Sobre esto, señores, quisiera ser bien entendido , y que no se cometiese ningún error. Bl señor ministro ha tenido la bondad de
franquear á un amigo mío el parte que ha leído al
Congreso. Yo me complazco mucho en saber que el
gobierno provisional de aque'la nación abriga el deseo mas vivo de mantsner las buenas relaciones con
los demás gobiernos. Dice que la paz y la libertad
han nacido en un dia en aquel pais, y yo covengo
perfectamente en eso. La paz allí como en Europa,
estaba graveinen e comprooietida por sucesos anteriores. Nosotros debimos reconocer ese nuevo gobierno, sin reparar eu cuál" es la marcha de esos sucesos.
Nosotros debe;ms reconocerlo como no podernos
menos de hacerlo, respetando el derecho que acada
pueblo corresponde. Y supongo yo que el gjbierno no
raaiilendrá relación algu na con el minislio plenipotenciario del que fué rey de lo* franceses. Las credenciales de ese niuisiro pleuipoíeuciario cesaron
desdeel mornento en que cesó de ser rey el que se
las habia dado, y las relaciones que el gobierno sostuviera con ese a.aj.-niedi^jloinático, no podrían menos
de ser hostiles para la nación vecina. Gomo antes he
dicho al Gong:-Cáü, h^ce tros semanas que no he po
didu salir de mi civa p ir !a^ de-igrai-.ias de mi familia, y no hí tenido por blanto ocasión de ver si se
conservan la-i araras de e e minisíro plenipotenciario, como l-H d - i n •••0.1 i id 0-. Y r.-i'ü es un bscho
grave poique podría dar margen á reclamaciones de
parle del nu?vo gobierno francés; pero supongo que
el gobierno español tío conserva relaciones con ese
agente de la dinastía caida, y asi lo supondré en tanto que no se ui'! liga lo cuutrarij. Nasotros, vuelvo
á decir, no deleudriamos el reconocimiento del gobierno de la Francia, SÍQO que lo apresuraríamos
tan pronto como la Fraucia se hubiese adherido
áél.
U 1 ministerio progresista podría aprovechar para
España las grandes ventajas que en estos momentos
de pasiones ds la naciun francesa podrían resultarPor el mismo tiempo ocurrió otro suceso ds la
nos, Llainaudo á nuestro pais á aqitellos españoles (jue
mas ait,-a cou-íideíacion, y bi !'raoi 'a tuvo que tole
Volviendo con sus capitales de las Amá''ícas, no en9f
ñ
jr.^s,
déla
s
iar»so)n
da
la
nscíona
r irlo: Inli'o,
contraron mas que persecuciones en España, míenlidad oolaca
•al t.irrancada de los tratados de («15. Eu
tras
que la Fraocia tes ofrecía protección y tranqiáesla épocí la Francia que ss (laljja separado de su
lidad. Pudiera muy biaa suceder que viendo en Esaliada' natual la logialirra, que se ene mlralia en
paña arraigada la tranquilidad y establecido sófidauna posición tan triste, tovo qua c-i ise liir no soio
rneule el órdeu y la prulecciou á lo» particulares,
la aoo.iciou de la repúiiti-.a d; Graco ia, sino qu^ se
volvieran otra vez á nuestro suelo, temiendo de la si
vio en el caw d : be id«'r lo i tra'aihí que 'as .lolcn
tuacion da la F.aucia. Por eso creo yo que lejos de
CÍH'^ d'jl Norte le habiai impuesto. ¡Triste condici-'jn,
medidas e.-c."pc onales, deberíamos establecer garanse ior^i^, dV¡ q re fiUa A la buiíua fé d' los '•)•! ratos y
tías para los ciudadanos ¿Quien no sabe que el granal''X):''o cu nplimieuto da los compromiso» conde acrece.itamiento de la industria inglesa se debe á
traídos!
una emigra'^i lu causa la por ia revocación del edicto
Pero llegó el ciso, s°.iior!>s, que por bien de la
de Nanie»? ¿Quién no sabe que el aumento de poblalí.alia, por bi«n de la crí-it'in iad. por liien de la hil
ción y riqu:za de los Estados-üuidos han venido de
lOiíiidi 1 e ilJ.ra, se )u<iera al frrtute d-il progreso y la grande euiigracioi: causada por ía revoíuciou frand¿ la civiozacion e! tan respetable como ilustrad)
cesa? ¿Y no podriamjs ofrecer en nuestro suelo una
principi! ,!(; los fijies. Y eu «slas cir>-,uíH anoias, e.i
pcüt. .Jioii que trajera á España^esos capitales á que
qiJslalUlia co^nenzaóa á dar aetíd,;-! de sida, que
me he refeiido?
iba á rni,- íiar.sr! paii :cimií)'e, la Franiia su al'.ijda
Per I e.íto, señores, que creemos posible hoy, esElSr MARTÍNEZ DS LA. RO.SA: Me veo en la
uatLiral c .; ulia-^ s 1 i;i r ' i - i ' i ' ='5 !,c < i'rarialas ideas to, lo liariaiuos ya, porque es tiempo aun para evitar
!íPC(y.idi>l de con.estar a!señor Meoaizibai pira rcc
.
y
i
'
c;
i
'/.icirL!
qi'
-a'
!
*
se
d<"<eovri,-''v;n,
de o'-og e-',
los maic; pii:' le no a caiizar ya mañana, porque log
li'ic.nr H'-ÍI;UIUIS hadus que nj lia citado su señoría
y adopta •)>•• ú'iiu) el o-.'tdii':!" esduíivo del
sucesos sualí'ii ir algunas veces muy de prisa, como
co'i ¡a pRpleccion posible.
d)í, SI! iiace m np.ice d-i la
Au-itr-a eu aqii
|j,eu clarametile se vé eu loa acontecimientos de
HJ dicho su stf.joria que en 1822 había yo apo- í opo-ticioo qué ¡a Italia suira our pa-^te «U aquel «o
F i aiicia en que ta desgracia de ese rey le impidió
y=id)!as medidas repr-.isivas del iniuisi.er o F^bii, ; bierno, y e i iin, acirrea con su p uii'.-'a males sin
lla'nar con oportunidad á una persona notable, cuyo
»i suítp ;uder jaj garantías individuales de ia Gous' I cuenio á aquel pan, combsliendo pjr lodos los ina
llamamoüiio pjsterior no pudo atajar el mal. Se ha
tiiucion.
i dios que hi pj lido el que rdalizaseu su revoludicho aquí que si UÜ tememos nosotros ser pasados
I
clon.
y arrobados por oíros como lo han sido algunos
Bl Sr. MiíNOIZAB.^r,: Si el señor Martínez de
la Ro*'» lo permiíe, no tendría que cansarse su seño- I
persouagas ilui res de U Fraacía; yo declaro que si,
Pues preciso es cinvenir que esto es lo que hi
ría sobre esta recidicacion, p.ira lo que creo será su- I empezad.) á levantar el áiina del pueb'o francés;
yo decían) que no podremos atajar el mal cuando ya
ficienle d-T.ir que aludí á su señoría, qu?iiendo ma- I pu'ts sí bieo m'a uedí sul'r r qnizi ui gobierno qua
• o sea tiempo; pero la culpa será de los que impidienif.'Siiir q )í Iwia prestado «u ;m .yo á las medidas ¡ íio r-presentó ioeo "US iutei-eses, no puede sin ems
rin el llainioiifiuto con oportunidad. Entonces ngs
de ;'.(0'-l g )bie-'>)o o ir coio»- lí'! icu
' líi^a,» tol'nr qii.í firma causa coiuua c.in i^s euerni- quejaremos u ;oi y otro-! cuando no sea tierapu.
tiiSr; >I\Hn,NaZ Di LA. R;)S\: Yo no pude i gos drt \i üijerial, é iinpila el progreso y el dejarro
PiTo t-i p.i viT.lal que ei oarlid) que manda cree
dar 'ni apoyo á !a< -nrli ¡a, represivas del ministe- i lio natural (h oi'-os o leblos. D-ísde esta ép ica datan
que
con su p »iitl¿,i tii-ne fuerza bastante para luchar,
rio F<!iÍ!i pur c.'H.i'o a qiu estü iniíiisterio, no adop- I los ha qiefís rsf'-mis'as, antes rechazad is por los
que lucii; eu c.onuo abierto, que luche cou la lega
tó medida d-íesie genero.
!) h • idjí-e-i del pa-l.da liberal, turnaron cuerpo y Vida
iidad, que luche de buena fé, ñuscando el apoyo de
Ta nbiru ha d x u el Sr. Mínlízíbal qu» ya habia ', co ¡11 prjiesto di o'.rj cj'a mes aila y mas impirlint;l.)S. Pero p.irccs que lejos de buscarlo, lejos de
so, e i lo q.wel oi-'ti !o _ ir i ' - ^ s - u h,i solo quien te, píese 1 rejii lad lo que SÍÍ; lifi^abau los ba aqueles cam uar con su-i a,nigo.-(, lo que hace es quedarse
hasta aliara iu pr ipins o <i' i i" Gi''ie< en varias oca- • na era tanto la reforia i de la ley electoral corno la
solo. Yo d-j«.;uijro en este proyecto una mira de
siones ia suipansion da lai g.rao'ia? individuales. Lo i reprobación espuciía y terminante de la política sepreACiadir de los oiismus que lu apoyan. ¿Qué indica
he dicho y lo repito; las tres veces que en Espatia sg
sino, esa petición de que se le voten los presupuesguida por el gobierno en los asuntos de Italia y Sui-
tes para un plazo mas laigo, á pesar de que se b»lian retados per el Coígreso hasta fines de junio¿
¿Qué indics esto sino que se quiere hasta cerrar esta tribuna?
Permítaseme, señores. Que yo me atreva ádirigir*
mi voz á los individuos del goLí.-.yiO y <ie la mayoría
á nombre de su roiíino interés. E» vení^íí.que abandonando el peder, jerderian la posicon oii».;'^^ í ¿ ^
h oy lier.en, pero cor servarían los derechos que conuJ
á espsño'es les corresponden. Yo les ruego que Quieran mirar por sí, por sus intereses, por sus persoi.X*»
que no se hagan así mismos daño, que no compro'melan inteietes mas caros y mas elevados, y que nc»
traigan sobre la España males tfriiblts que pueden
pesar sobre ella. Tengan en cuenta ia guerra civil:
que no csia muerto el pretendiente, y pueden tomar
él y sus partidarios otra máscara menos antipática
con que cí ganar.
Yo les ruego que miren bien qne si en el luchar
temerariamente hty a'giina apariencia de valor falso,
la prudencia no aconseja eso. No queremos acos.t
tumbrarnos á que se vea en España reprodueireii,
los acontecimientos de París, á ver ministros que su
esconden, reyes que huyen, princesas que ruegaay,
no Son oídas. Libren á España de estes males.
Y si los qne han escuchado en. tiempo de su prosperidad los consejos de un rey tan pruiienle, sí »hari|;
en el triste día del desengafio, náufrago como se encuentra, refugiado en tierra estrafia, en una ti^^ra
á donde probablemente no bobiera queridoUegar, ti
pudieran escuchar la vez y los consejos de es» personaje, yo creo que les diría: Sí hay algún partido aun
para mi dinastía, si me qued* algo, ei en algo puedo
pensar es en España, en España fijo mi vista y allí
ruego á los que han sido mis amigos que aprendan
en mi ejemplo para su escarmiento.
Pero si ni aun á estas voces quisieran dar oído»
los individuos á quienes me dirijo, oigan al menos la
voz del pais, en donde no cuentan con la opinión. Y
no se me cite que poseen una mayoría en este lugar.
Una mayoría mas numerosa y mas compacta tenia el
gobierno francés y sin embargo ha caido. No nos hagamos ílnsioncs, hablemos con la verdad, fijen su vista
los señores de la mayoría en el estado átí pais, y verán á los capitalistas reducir sus capitales, verán á
todas las clase» en zozobra por lo que se pide, verán
á los enemigos de la libertad dispuestos á volver
nuevamente al combale, verán á los pueblos abrumados por las contribuciones, y verán y reconoceráa
que no son los verdaderos órganos de las rífcesidades
de 'os pueblos.
Yo rogaría apelando á la buena fé y caballerosidad de los señores ministros, que hagan presente á S. M. el estado del pais y lo grave de la» circunstancias, y que nosotros, con un general que ha
tenido la felicidad de concluir la guerra civil, con nn
general que ha preslado & la nación raas servicio»
qne ningún otro, nos ofrecemos con nuestras cabezas y í-on nuestros brazos á salvar estas circunstancias, y estableciendo la reconciliación con la Francia,
dedicarnos Con todas nuestras fuerzas y sacrificarnos sí necesario fuese por el bien del pais.
En el palacio de Eu hubo una conferencia entre
los monarcas de Francia é Inglaterra, en la cual dijo
el rey de aquel pais que iio solo no haría nada para
que uno desús hijos llegara á contraer matrimonio
con una princesa española, sino que nada le obligaría
ello. Al año siguiente añadió que no se trataría de la
boda con la infanta de Eapaña ínterin no estuviese
casada la reina católica y asegurada su sucesión.
Quien quiera que después haya promovido los acontecimientos que han turbado la p iz de Europa, debe
caberle una triste satisfacción al ver refugiarse á un
rey destronado A esa misma lug'aierra á cuya alianza
ha faltado pérfidamente y cerca de una reina á quien
también ba faltado como caballero ¡ Triste espiaciM»
que la providencia parece haber decretado justamente?
Para indicar aunque ligeramente la parte que temos tomado en esos sucesos, empezaré por España.
Por lo mismo que no he salido en algunos dias de mi
casa ignoro si ba sido un roinislro ó un individuo de
la comisión el que ha calificado en términos acerbos
y duros la conducta del pueblo francés. Sean cuelesquiera las opiniones del diputado y dd hombre piiblico,
creo profundamente que debe respetar á ese pais y lo
que ese pueblo ha hecho, como pueden liacerlo todos en uso de su soberanía (señales de aprobación
tn la izquierda.) No olvidemos , señores, que el
principio político consignado en nuestro código fundamentamenlal es el mismo que el de Francia. ¿Pues
qué, Sres., el pueblo español, las Cortes españolas no
heotnos privado á una rama entera del derecho de sucesión á la Corona? ¿Con qué títulos privamos á su»
hijos de ese Biisrao derecho? Por la soberana voluntad del pueblo, porque el pueblo lo quería asi y por
nada mas (sensacíow genera/, marcadas muestrat
de aprobación.)
Pero, señores, viniendo á la cuestión del momento, ¿qué ha ocurrido p?ra que el gobierno crea ¡lecesarías las n^edida» que propone? ¿(Jué impresión ha
sufrido al saber las noticias de París para solicitan
esa autorización? Voy á entrar solo en la cuestioá
política, en la línea de conduela que eu España conviene sesjuir.
Orando era la ansiedad que no solo en España sino en Europa toda se lia sentido hasta saber del mud.i que SI; lijaría la sucesión de S. M, la Rsi.ia. LoJ
discursos de los comunes á principios de este año
nos utre-ea una prueba de e.ía in,s;na ansie k d . Felizmente las consecuencias pueden ser para nosotros de hm\ re-dd'ado, según el nuevo aspado que
¡a política ofrece. El gran empeño de algunas potencias amigas consislia e i s] ta no estuviese en el trono
de Eipatla ni cerca d;l tro lo de Espina un hijo dal
rey de los franceses. Este temor no existe ya. ¿Es
esto para nosotros un bien ó un mal? Yo , señores,
no temo en conteslar fraiicamenle que lo creo un
bien; que hemos ganado respecto á Europa; que nuestra posición, en fin, ha mejorado de un modo envidiable desde hace pocos días; y siendo esto asi, ¿habremos de mostrarnos desconocidos á este mismo
bien haciendo causa común con los caídos, recriminando las consecuencias del gran acontecimiento qaa
acaba de verificarse eu la vecina Francia?
Si el gobierno señores, no hubiera creido de su
deber presentar el proyecto que se discute y sin mas
dalos qne ios que el telégrafo comunica, se hubiese
limitado á observar una marcha arreglada al curso
de la política estranj-ira; me parecería imposible
qne se hiioiera resuelto á dar el paso que ha dado.
Pero el gobierno ha tenido una legalidad negativa; paro el gobierno no ha hecho nada por la conciliación de
los españoles, nada p,ra probar que no es intolerante,
nada, en fin, eu cuatro años para demostrar qae no
se les persigue, que no se les maltrata (aplausos). ¿Y
se cree que es mjaester, no solo na seguir esa política, sino ademas escilar las sospechas? ¿contra quién
se dirigen esas amefiazas, por qué esa previsión, porqué ese sistema de terror (jue resiente, euageua y
ofende todas las voliintadesY ¿qué dirá de esto el actual g ibíerno de Francia, receloso como todos ios
gobiernos nacie-iles? ¿qué dirá al saber esas molidas eslraordi nadas que se pretenden tomar, tanto
contra ios nacionale»!, como contra los eítraujaros,
porque conlra ellos lo mismo que contra nosatros
se dirijen.
El Sr. Pidal contestó al Sr. Olózaga en un estén so discurso q le no podemos insertar por la abundancia de materiales.
El Sr. CORTINA: He pedido la palabra para decir que el señor Pidal se ha equivocado cuantío ha dicho que yo en mi discurso he presentado un programa
de gobierno. Nada ha estado roas lejos de mi
propósito que eso. Los señores diputados lo r e o r daráu y harán justicia porque m he presentado
proí^rama ni prctend i hacerlo.
El Sr. OLOZAGA: El Gofigrwso habrá observado
que el señor Pidal que ha 3ogido taiitas palabras
sueltas de mi discurso, ha evitado entrar eu el foapo de la cuestión á pfsar de los poderosos roadlos
que tiene; por consiguiente ó no Irt encontrado cosa
particular eo él o ha pres--iti,ii,io. Quede pues sentado esio á pjsar de los ataques parciales que mi ha
dirigido su señoría.
Dáspues de esto se ha dirigido á mi persona da
una manera que no MM caUii.;ar; no {.<' no uiug trio
de esos aiaqu-;» <pie su señoría naba dir ea la seguridad d.- qie no ina bacán sangre, siento soio que
su seríoria sea el que ráelos haga y venga á recordar sucesoí que no quisiera se suscitasea. Sin faltar
3
á mi propósito voy á deshacer una equivocación de' |
señor Pida!. Encantado de las bodas en que tuvopar- *
le 6u eeñoria el mejor dité en una de ellas, ha dicho
que estar yo en este sitio se debía ¿ ese aconUciniiento. En esto le fiiiU la pr.emoria á su señoría
pues cuando venia ífto lUguéj io verifiqué cuando loa
que giandaban eran les que hicieron oposición á la
bcdff en que fu señoría tuvo parle.
Por lo demás no f oy capaz señores de insultar i
la desgracia ; he IraUdo con el respeto que se debe
no solo á ella sino... {Rumores su los bancos de
la derecha) Señores, nada » e importan las inUrrujcitnes ni me impedirán el uto de mi derecho;
esa cfelma y esa templanza que tanto dicen se necetii.i,;ks ñ a s debían tenerla y lo» menos impacientarnos.
Yo no he insultado en su desgracia, como a. S.
ha dicho, al Bey de los franceses, sino que falló como Caballero y como Rey á la Reina de Inglaterra;
y el Corgreeo es buen testigo de la manera con que
he lamentado la suerte de su familia. Por consiguiente rfcbazo la acusación del Sr. Pidal
Dirigiéndose á mi personalmente el Sr. Pidal, ha
rerOidi.do, y no sé ya por cuantas \eces, una espresif n mia qte tu^o tu íoituua un dia, y que cree su
ítñoria, y en esto es n.as candido de lo que le parece, que puede causarme daño, y eslá tan equivocado
en esto, que mis fsciilicics, mis compromisos, mis
persecuciones en fin por paite de mi» enemigos, me
han dado una pequeña impcrtarcla en el país, que
r,o me la hubierün dado mis amigos : y si á mi me
la han dado pequeña, se lan dado tan grande al duque de la Viclolifl, que en hablando de nuestra guerra civil, no hay jKrsona ni en España ni en el esiran
jero que no diga que es & él que la ha concluido.
Su sfñcria encuentra una conlradiccion en haber
difho que sino hubiera sido por las circunstancias
Irislesde mi familia, hubiera ofrecido mis servicios á
la Reina. Yo no he dieho que la hablaría en nombre
de mi partido, ni que entraría con S. M. en cuestiones polilicss: he dicho lan solo que la ofrecería mis
servicios, pues tengo muy buen cuidado de no incurrir
en contradiciones.
He oído una p»líbra del Sr. Pidal, y quisiera que
esto fuera mas que uia rcclilxation. Su señoiiaha
dicho: no hay diferencia en el programa del Sr. Oiózaga respecto al reconccimienio de la Repiíblica francesa, pues nosotros reconcceremos también cualquier
ge bicrno que en aquel pais sea sancionado por la nación. Esta díclarícion, aunque en los labios de lu
Sfñcria, liere n¡ucha inporiarcia, quisiera oiría de
boca del gobierro, y me ítreTeria á rogarle que ain
ctroprrmiso ninguno hiciera de la manera que fuera
poiible esta declaración: y si de algo valen las palabras de un amigo leal, y mas que esto la felicidad
del pais, le (upUco acceda á mis deseos.
El Sr. PIDAL: Voy á conlestar ligeramente al se
ñor Olózaga. Dice S. S. que yo me he dirigido á su
persona; pero ha sido porque S. S. ha censurado actos de mi vida política, y en este concepto he atacado su posición pulilica y no otra cosa.
He dicho y repito pues , que el señor Olézaga se
permitió citar una persona para poner ala cabeza del
gobierno, que el titulo que tenia para e lo era el de
pacificador de la España, y que era una gran conse
cuencia parlamentaria el llamar para presidir un
gobierno á un hcimbre sin mas título que este.
El señor OLOZAGA: Voy tan solo á rectificar lo
que se refiere á la persona del duque de la Victoria.
Yo no he dicho cjue deba presidir ningún Gobierno:
hablando del partido progresista he hablado de él como su gefe, y no he propuesto como titulo para presidir un gabinete el ser pacificador de España. El
Ilustre duque de la Victoria tiene un asiento en el Senado, y si no se prorogan las Cortes , podrá venir á
ocuparle y merecer la confianza de la Corona como
cualquiera otro.
El Sr. Arrazola contestó al señor Olózagaj la
abundancia de materiales nos impide dar cabida á
sus palabras.
Se declara que ha lugar á votar el artículo discutido.
Se proroga la sesión é las ocho de la noche.
Se TuelTe á leer el artículo, y se acuerda tea la
V otacion nominal.
Verificada esta se aprueba el articulo por 162 votos contra 54.
Señores que dijeron si;
Lofuenle Alcántara.
Paz (don Ángel.)
Tassara.
Romo Gamboa,
Arrazola.
Salva.
Roca de Togores.
Veluti.
Sartorios.
Ahumada.
Bravo Murillo.
Cezar.
García Hidalgo.
Viñas.
Rey.
Muñoz (don José.)
Perreira Caamaño.
Belloso.
Vázquez Queipo.
Fernandez San Román.
Laloja.
Cumbres Altas.
Alvarez.
Seijas.
Davalillo.
Inguanzo.
Donoso CorSéfe
Arce.
Armero.
Osorio.
Pulgar.
Rodríguez Arias.
Vilches.
Valbuena.
Srer*^'"
tiichezFauo.
Fiol
Casado.
Zaragoza.
Gutiérrez de los Ríos.
Corzo.
^l^'^fVillalba.
*y*"3Burtado.
ií*?"Vislahermosa.
S*'°f8e.
Esteban Gollanteg.
Pardo Montenegro.
Camquiri.
R S
°Lasheraí.
««'"«;
Bedraar.
gegrete.
Mélida.
«'""co.
Víllagarcia.
tederico.
Anduaga.
Puche;.
Olivan
Revaghato.
González Romero.
Fagoaga.
Bermudez de Castro,
Tutor.
Calderón Collantes.
P™";.
Martínez de la Rosa.
Sierra Moya.
González Brabo.
Ganga Arguelles.
pi¿gj
Villaverde.
Mayans.
Ríos Rosas.
Boda (don Simón.)
Ramírez de Arellano.
Fabraquet.
^^f^*Orfila
^ _.
Roldes.
Muñoz Maldonado.
Bai lo.
Q^i^i.
Collantes (don Vicente).
ISavarro.
pontana.
Alvaro.
Lamoneda.
Ocaña (don José.)
Piera.
Ainal (don Francisco.)
Herrera.
López Vázquez.
Monge.
Cachero.
Moyano.
Nocedal (don Cándido.)
Roncali.
A'nat (dun José.)
Areitio.
Llórente.
Escudero.
Corapany.
Revillagigedo.
Gaya.
Leal.
Bosque.
Ganseco.
Martínez Almagro.
Campoy.
Pérez de Meca.
Barreiro.
Mata y Alós.
Barzanallana.
Mióla.
0''l'^ Gallardo.
Sánchez Ocaña (don An- La Ruca,
tonio.)
Sánchez Toca.
Ruvalcaba.
Mi'!"''! P»'»Amblard.
Moreno.
Albear.
Romero Giner.
Ruiz Cermeño.
Herrera Troyano.
Orive.
Rodenas.
Escudero (don Antonio.) Toubes.
Guíiria.
Suarez de Puga.
Alfaro.
Rubio.
Aloe.
Cuetica.
Egaña.
Uries.
Calderón.
Careaga.
López Ballesteros.
Sairó.
Beimoiite.
Sánchez
jjiadravá.
Puerto.
Baiarino.
PazSeññores
(donSilva.
Pablo.)
que dijeron HO:
Nocedal
p
Méndez.
Fulgosio.
Sr.
. de
Presidente.
Laserna.
(don José María)
Huelvea.
Cordero.
Mendizabal.
Olózaga.
Montañés.
Doraenech.
Mariin.
F Baena.
G. Suelto.
R. Leal.
Corral.
Laborda.
Lujan.
Alonso (D. F.)
Rábago. M.)
Saco.
García (D.
Ángulo.
Escosura.
üaorio.
García (D.R.)
Chacón.
Infante.
Cortina.
Puig.
Ordax.
Alsina.
Madoz.
López Grado.
Cantero.
Torreorgaz.
Fuentes (D. J. J.)
San Miguel.
Roda (D. M.)
Franquet.
Aibalda.
Calatrava.
Jaén.
Calvez Cañero.
Messia.
Pérez.
Ribero.
Herraiz.
Villalobos.
Muchada.
Cenóla.
Se
lee
el
art.
2.°
y
una
enmienda al mismo del
Crespo.
Martin.
señor Lcpez Grado y otros Díaz
diputados.
Gaseo.
Lasala.
Se suspende esta discusión.
Vicens.
Sagasli.
Se da cuenta de un dictamen
de la comisión que
no se puede oír por el ruido del salón, y se anuncia
que se imprimirá y señalará dia para su discusión.
El señor Presidente anuncia para mañana la continuación de la pendiente, y levanta la de este dia á
las ocho y media.
PRESIDENCIA DEL SEÑOR MARQDÉS DE MIRAFLORES
Sesión del dia 3 de marzo de 1848.
Se abre á las dos y cuatto, y leída el acta de la
anterior es aprobada.
El Senado queda enterado de haber procedido la
1.'sección al numbiamienlo del indivifluo que ha
de reemplazar al serior Ruiz de la Vega en la comisión de arreglo del notariado.
Queda publicada ccmo ley en el Senado la de
oitiíZgos, pontazgos, y batcijes sancionada porSu
lageslad de la cual se remite un ejemplar.
ORDEN DEL DÍA.
Continuación de ladiscusloii pendiente.
Sin discusión se aprueban los artículos desde el
30 hasta el 41 ineluiive.
El artículo 42 vuelve á' la comisión previas algunas aclaraciones haches per el señor Luzuriaga á
que contesta el señor Peña Aguayo.
Se lee el articulo 43 que modificado por la comisión que dice lo siguiente:
Para la declaración de culpabilidad y de sus circunstancias agravantes se necesitan las dos terceras
parles de votos.
Se lee una enmienda á este artículo presentada
por el señor Giménez Navarro, la cual después de
apoyada ligeramente por su autor no se tomaeu
consideración.
Se pone á discusión el srl. 43.
El Sr. SEOAKE: El Senado, señores, notiene como se ha dieho comparación con el jurado, porque se
compone de persoras muy respetables por su edad,
espeiienciayclase áque pertenecen, cuando nosucede
lo misn o con el juiaCo, pti marera que si es posible
que un jurado se deje llevar por las exigencias de las
pasiones del momento, no sucede lo mismo con un
cuerpo tan respetable como este. Con el artículo tal
como lo propone !a remisión se sienta un principio
qne no eslá adoptado en nirgun tribunal, y parece
que se tiene por n as \eidad lo que dicen 34, que lo
manifertado por 67, lo cual ro creo oportuno, y por
esta rizón en mi concepto debe decirse que solo
será necesaria la mayoría absoluta de votos.
ElSr. LüZURlAGA: La principal razón del señor Scoare es la tcnbar.za que merecen las altas
cualidades de los individuos cjuc componen el Senado, y cabalmente por esta misma razón creo que
cuando 34 personas lan eminentes dicen lo contrario'
que 67, si bien ro puede asegurarse que tengan razón, hay un motivo suficiente para dudar, y basta que
se dude para que no se deba imponer una pena.
El Sr. RÜIZ DE LA VEGA: Señores, todas las
razones que se han dado, han estado reduc'das á conmover los ánimos con ideas filanliópicas, manifestando que no era justo que por un solo voto se decidiera la
imposición de la pena de muerte, y de esto no pueae
haber temor alguno, porque cabalmente para su imposición se necesiian las dos terceras partes, tanto en el
proyecto presentado por el gobierno como en estos, de
modo que aun cuando quedase para las demás como
bástamela mayoría absoluta, no habia que abrigar temor alguno con respecto á la pena de muerte.
El Sr. CABELLO: Cierto que no hay ese tenaor
con respecto á la pena de muerte, pero puede tratarse de la cadena perpetua, pnsion perpetua, destierro y estrañamiento, y no sun estas perras de aquellas
que puedan considerarse como ligeras, sino délas
que por su gravedad deben llamar la atención ¡ por
eso se ha decidido que sea necesario las dos terceras
partes de votos, sin que por esto se diga como lia espresado el señor Seoane que 34 tengan mas razón que
67, sino que ei preciso dudar, cuando 34 personas
lan respetables y amaestradas dicen que no hay el
delito de que se trata. Por esto creo que de)<e aprobarse el artículo tal como lo ha presentado la comisión.
Sin mas discusión queda aprobado el articulo 43.
Sin ella se aprueba el 42, nuevamente redactado.
Después de apoyada por su putor, pasa á la comisión una enmrenda del señor marqués na Vallgornera, en que pide la supresión de los artículos 44,
45, 46, 47, 48 y 49, sustituyéndolos por otros.
Suspendida la discusión del proyecto, hasta que
la comisión presente su dictamen sobre la enmienda,
se levanta la sesión, anunciando el señor presidente
que para la próxima se avisará á domicilio, regando
al mismo tiempo que concurran suficiente numero
para la votación de una ley.
Al comenzar á abandonar los bancos los señores
senadores, entra en el salón el señor ministro de la
Guerra, y después de haber dirigido algunas palabras
á la mesa, dice
El Sr. P R L S I D E N T E : Señores, ábrese de nuevo
la sesión. El gobierno de S. M. tiene que leer una comunicación al Senado. Al efecto tiene la palabra
El Sr. F I G Ü E R A S , ministro de la Guerra: Señores, el gobierno acaba de recibir una comunicación
de su encargado de negocios en París que rae apresuro á poner en conocimiento de las Cortes {Su señoría lee la comunicación inserta en otro lugar de
este número.) El gouier..ü ha creído jusio poner en
conocimiento de la» Cor.es esia noiicra, lo que no ha
efectuado el señor presrdeute del Consejo de Mrnistros por hallarse ligeramente indispuesto.
El Sr. PREalDbííTE: El Senado
Senado nueria
queda enterado.
Se levanta la sesión.
Eran las cuatro y cuarto.
S
capital, ha resuelto en principio á^t una Constitución política á los Estados Pontificios, que prolableroenle se promulgaría el 21 del mismo mes.
Con igual fecha escriben de Florencia que el
embajador de Austria en aquella capital habia hecho desaparecer de la puerta de su casa las armas imperiales, y habia protestado contra la Constitución loscana, pero que viendo que el Gran
Duque Leopoldo II se reía de sus protestas, habia
vuelto á ostentar el escudo imperial mientras r e cibía órdenes de Viena.
182G. El coronel Fabrier parle de Alenascon tus
tropas, y se eiliJa en Corinto.
•¥Í<RHÓ. • TSEKÓ.;
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-^OSA.: B E i ü H . ' ClireJ. : BASÓB. ii rmVS.
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CRÓNICA DE U CAPITAL.
— E L PORVENIR.—Sábado. 4.—A las 7, don Ma-
nuel de la Vega, inglés.
A las 8, don Fernando Corradi, Derecho piiblico
conslitucional.
--REFDEEZO.—Se han mandado venir áesta corte
de Segovia doce piezas de artillería.
A las y, don Ángel Rique'me, matemáticas.
—NüTi niPLOMíTiCA.—Parece que el gabinete ha
recibido una nota de París en que se le pregunta sí
está ó no dispuesto á reconocer el gobier republicano que el pueblo francés se ha dado, en inteligencia
que lo apremiante de las circunstancias, no dé lugar
á aplazamiento ni reservas. Igual nota parece se ha
pasado á los demás paises, si bien aquí se ha recibidc>
antes como vecinos mas próximos. La verdad en su
lugar.
—SEBEKOS.—Han sido separados de sus plazas
los serenos, Santiago Figueras, número 24, y al supernumerario Pedro Pose, por fallas cometidas en el
servicio.
—B*isno.—El señor conde de Vista-hermosa ha
publicado un bando prohibiendo á todspersona de
cualquier esUdo y coiiGícion que sea atravesar por
los sembrados á pie ó á caballo, hacer senderos ó
caminos, y sentarse en ellos con el título de recreo,
bajo la pena de 4 á 40 rs , sin perjuicio de satisfacer
los daños que se causen. Esta prohibición se esliende á los cazadores que lo ejecutan con perros, á pie
ó á caballo, ó que hacen uso de redes. Err dicho bando S3 pr'ohibe también la entrada á sacar yerba de la
sembrados, bajo la pena de 4 á 40 rs., sin perjuicio
de la satisfacción de los daños que se causen.
—GABNAVAL.—Ci n las prohibiciones de costumbre, el señor Curregídor de Madrid ha dispuesto que
en los tres días de carnaval se permita andar por las
calles con disfraces y caretas hasta el anochecer.
—AVISO INTEBFSAKTB PABA LOS FAcrLTATivos.—
D. Pedro Cort y Martí ortopedesto español con pri •
vílfgio esclusivo, ha inventado un aparato; cuyo peso
es de una libra y tres onzas, para corregir tres corvaduras de la columna vertebral de una niña de siete
años que padece raquitis. Viendo el rector de esta
universidad literaria la perfección del citado mecanismo, ha dispuesto que se verifique su aplicación en
una de las cátedras de mcdicira el domingo 5 del
corriente á las doce de su mañana, con objeto deque
los profesores y el público puedan reconi cjr el mérito de una invención tan útil, haciendo al mismo
tiempo sobre ella y en beiielicio de la ciencia las observaciones que crean convenientes.
Nofotros, que hemos visto el aparato del señor
Cort, recomendamos mny encarecidamente su examen á los faculialivos dí esta corte, pues aunque legos en semejantes materias, nos parece que reúne todas las condiciones á que se halla dealinado.
El autor, cuya Cúmplela fdlta de conocimientos
en anatomía dá mayor realce á sus inventos, pone en
noticia del público que acüba de descubrir el obstáculo que han tenido hasta ahora las piernas artificiales en los movimientos de la articulación femoro tibial ó de la rodilla, y en la tibio tarciana ó de la
pierna con el pie, logrando imit.irlos tan al natural
que nadie es capaz de distinguirlos.
—AL
SESOR MON.—No cesaremos de llamar la
atención del presidente del Congreso áfinde que se
corrijan los abusos mil veces denunciados que se observan en las tribunas de taquígrafos y redactores.
Ayer mismo nos ha sucedido, como tenemos de eos lumbre, acudir á una hora regular á la tribuna y encontrarnos con todas las sllas ocupadas por siigetos,
que si bien pueden llevar sus correspondientes tarje •
tas, de seguro ellos no pertenecen á ninguna redacción, ni son taquígrafos. Estos y los periodistas que
ven apoderarse de los asientos al primero que llega,
ó tienen que marcharse por escesiva delicadeza y
contemplación, ó tienen que permanecer arrimados
á la pared sin poder trabajar.
—ASESINATO?.—Anteayer se encontró degollada
en su propia cama á una pobre mujer que vivía en la
calle de Embajadores. También nos han dicho que
ayer asesinó un individuo de la ronda municipal á su
anciana madre en la calle del Caballero de Gracia.
—PnhrSíiZ DE UN MINISTRO.—El señor Roca de
Togores ha dicho en pleno Parlamento que se hallaba embarazado. Lo mismo recordamos haber oído
á otro mirrístro y á varios individuos de la mayoría:
todos los cangrejos están en situación interesante.
¿Qué saldrá?
—MÚSICOS ESTBAISJRBOS.-Ademas de las mucha
chas estranjeras que acompañadas de un víolin ganan la vida cantando delante de lo» balcones, recorren las calles otros músicos estranjeros que también
ejecutan con singular habilidad las mejores piezas y
algunos walses sumamente estraños.
Antes de ayer vimos conducir al cajón del comisario que est^ en la plazuela de Santa Ana cuatro ó
seis de estos infelices que estaban pacílicamente tocando la polka enrnedio de la calle del Principe. ¡Si
temerían los agentes del gobierno alguna asonada!...
Es mucho el miedo que hace.
—PBEGONTAS fcsCBNTRicAS.—Y preguntaba
í
'
S d e l a t S I . S.J6 s. 0.Í26 p. 11 Noroes. ,Nubar.
Jfeeeione» attronómieet de ktf.
EL SOL.
Bala i l a i 6 y 19 m.
Se pona i lai S y 41 m.
BL 29 DB LA LQKA.
á i l a 8 7 7 41m.delam. Se oe. i l a s S y 31m. Aalao.
SANTO DE HOY.
San Casimiro, rey.
Cuarenta horas en la iglesia de San Lorenzo.
el
abate Roca de Togores en uno de sus arranques escéntricos: "(Juiere el señor Escosura, quiere el señor
Cortina que desprendamos este carro de la gobernación, para que llegue al abismo?» Esto solo podría
ocurrir ú la imaginación de un carretero. ¡Llamar
carro al gobierno! Gunvengainos en que sea carro,
pero ningún carro se desprende si los bueyes tienen
cuidado al andar. Aviso á quien corresponda.
—CALLE DE PELIGROS.—La entrada á la calle An-
cha de Peligros por la de Alcalá, ha sido interceptada para los carruajes , y todo aquel piso va á ser cubieriu de losas ininediaiaraente.
—MibDO.—Anteanoche llamaba la atención el ver
desde muy temprano cerrada la puerta principal
de la casa de Correos, y que solo estaba abierto un
postigo.
—PAN.—Ha bajado un cuarto el precio del pan en
algunas tabanas de Madrid. Es regular que las demás sigan el ejemplo, pues que el trigo ha bajado
también y la cosecha promete ser abundante.
CORREO ISTRAIIJBRO.
—Los OBSBBVADOttss.—Hemos observado que algunos de los concurrentes á las tribunas del CongreEn otro lugar verán nuestros lectores las n o - so y que tienen cara de... observadores, son los que
escitaii al desorden. ¡Qae bien enseriados están!
ticias que de Francia hamos recibido ayer.
De Inglaterra, aunque no tenemos los diarios
—HoNHAS.—Se han celebrado unas honras en la
del 24 de febrero, podemos siu embargo asegurar
iglesia de los Italianos, en las que ha llamado sobrecon referencia á cartas particulares, que el gomanera la atención un coro compuesto por los mejores profesores de Madrid, rico de armonía y de
bierno habia dado órdenes para que inmediataesiilo, adecuado ai objeto de la composición. Parece,
mente se reúnan qnince navios de linea en el JtteSegún nos han inforruido, qua este oficio se debe al
diterráieo.
diatinguido maestro y compositor serior Vazqnez á
Las cartas de Bruselas del 25 de febrero diquien felicitamos por el buen éxito que ha tenido su
cen que se ha proclamado la Repiíblica en Bélobra.
gica.
EFEMÉRIDES.
Las de Ñapóles del 15 de febrero anuncian la
Año
de
1778.
Tratado
del Pardo, entre España y
separación do la Sicilia del reino de Ñapóles. Se
atribuye este resultado de la insurrección de Pa- Portugal.
1811). Prepáranse en Castilla para la invasión de
lermo á la influencia de la Inglaterra.
Portugal.
De Roma con igual fecha del 15 del pasado
1811). Paz déla compañía inglesa de las Indias
nos informan que el Papa, después de haber conOrientales con el bajá de Ncpaul, que les cede una
sultado los mas principales teólogos de aquella
parle del territorio.
CRÓNICA DE LAS PROVINCIAS.
—CIRCULAR.—El capitán general de Cataluña ha
publicado con fecha 28 de febrero la siguiente circular en la orden del dia:
Capitanía general de Cataluña.—E. M.—Sección
segunda.—Circular.
Estaba en la creencia de que fes señores comandantes generales de distrito, asi como los gefes, oficiales y comandantes de cantón, destacarneatoi y
demás puntos, no habrían de necesitar que se: les
recordasen las disposiciones de precausion que eato-dos tiempos debe ocurrirseles observar, máxime hallándose el ejército en la situación que previene la
orden general de 18 de enero último; pero la esperiencia rne ha hecho conocer que no se observan por
lodos, las reglas de vigilancia que la ordenanza señala y que la prudencia aconseja tener siempre presentes, para no ser nunca sorprendidos: y áfinde evitarlo he tenido á bien determinar, que en todos los
puntos donde haya columna acantonada, ademas dv:
observar todos los artículos de las ordenanzas generales del ejército que tienen relación con los acantonamientos de las tropas, se cumplan las siguientes
disposiciones:
1* Conforme está prevenido en la citada orden
general de 16 de enero, las columnas permanecerán
en los centros de sus respectivos círculos , no debiendo moverse sino en el caso de saber que (iivaga
por su territorio algún trabucaire que procurarán esterminar, ó bien si tienen que cumplir con órdenes
del momento.
2.' Se observará en todos los cantones lo prevenido en la orden general de 13 de abril de lit47 re
producida en 16 de noviembre del mismo año, qufr
se acompaña, sobre policía y orden del servicio, y
ademas se cuidará de ocupar al soldado en las revistas de aseo, vestuario y armas, de que se pasen las
listas correspondientes, y de entretenerlo er» ejercicios, rnariejo del arma, lectura de ordenanza, leyes
penales y demás prácticas militares, para evitar que
caigan en flojedad. Llamo la atención de los gefes
acerca de que no se permita jugar, ni vestir de paisano.
3.° Como no hay ningún centro de columna que
no tenga casa fuerte, se mantendrá en ella coustaritemente guardia de oficial, y en la cual deberán cus
todiarse los efectos de equipo, armas, municiones,
presos y lo demás correspondiente al punto, raanleniéiidose desde la lista de la tarde, y antes de anochecer, acto continuo de comer el rancho, una guardia de tres ó cuatro hombres y un cabo, y hasta de
sargento ú oficial si fuese necesario, en las entradas
principales de la población, que ocupando la casa estrema en cada avenida impida la entrada y salida de
individuo alguno de quien no se tenga confianza, ó
la debida noticia. Una vez que se hayan retirado á
sus casas los vecinos del pueblo, y siendo ya de tH>che , lus avanzadas se introducirán en las casas elegidas , y los centinelas se situarán en la ventanas 6
punto mas á propósito de las misma», cerrándola;
puerta de la calle. Este servicio no impide el que
cuando las tropas marchen se repleguen dichas guardias á sus compañía», para que verifiquen el movimiento con la columna:
4.' En todos los pueblos donde estén situadas las
columnas se mantendrá una guardia en la cárcel pública para la custodia de los presos: é igualmente se
mantendrá otra en las Casas de Ayuntamiento para
la seguridad de los fondos del mismo y los concejales. Todos estos puestos harán el servicio como eslá
prevenido.
5." Para mayor vigilancia se mantendrán, por el
destacamento fijo, dos ó tres soldados de vigías en la
torre ó campanario del pueblo, los cuales como mas
prácticos de los caminos que conducen á él y de sus
entradas, puedan hacer las señales que se adopten de
las novedades que adviertan, dirección, fuerza y clase de los que se dirijan al mismo puebio: los espresados vigías se mantendrán tanto de dia como de
noche con objeto de estar prontos para tocar somaten, según tengo prevenielo.
6." Se nombrarán oficiales que desempeñen el
servicio délos gefes de dia, los cuales cuidarán de la
policía del cantón, recorriendo las calles y puestos
militares, escoltados por una corta patrulla, de noche ó cuando lo crean necesario para que de este modo puedan cerciorarse de que el servicio se hace con
puntualidad. También se nombrará algún sargento
que haga el servicio de ronda en las hora» que le
marque el oficial.
7." En los puntos donde haya caballería y con pre
sencia de la situación topográfica de los mismos, se
tendrá constantemente en uno ó dos sitios á propósito, un pequeño reten de dicha arma, manteniendo
los caballos con sillas puestas y prontos á salir en la
dirección que señale la torre, á reconocer la fuerza
que se aproxime. Estos retenes mantendrán sus centinelas.
8.' Gomo los pueblos centros de las columnas
son por lo general (de crecido vecindario, en donde el gefe lo considere conveniente dividirá la población en cuarteles, de modo que en caso de novedad, toque de llamada ó generala y para cuantos
actos haya de tomar las armas el soldado , sepa los
puntos señalados de antemano en que deban reunirse las escuadras y formar las compañías y sucesivamente la columna, para que esta pueda marchar
en todos los casos con la prontitud que requiera el
mejor servicio. Al efecto se procurará que el alojamiento de las compañías se haga por calles y que
los oficíales lo tengan en las mismas, ó en las inmediatas, en lo posible.
!).a Estando prevenido por el artículo 3 ° de la
orden general d» 18 de enero último que las tropas
acantonadas coman en rancho, y siendo muy pro
bable que los artículos mejores para él no se haílenaburrdantes ó estén mas caros de lo regular en
algunos puntos , prevengo á los señores coroneles de cuerpo, comandante de batallón ó de columna, procuren que los víveres que mas gusten
al soldado y no se hallen á precio cómodo , se conduzcan de los mercados mas inmediatos , verificándolo con las debidas precauciones y seguridad. Sin
embargo de esto prohibo, bajo la mas estrecha responsabilidad de los indicados gefes, que por ello se
haga descuento alguno al sold.rdo, pues si por convenir que se abastezcan las compañías de tienda determinada, se abonase algún tanto por ciento, este
beiieücío deberá invertirse en mejorar el rancho y en
pagar loe bagajes que se empleen en su conducción.
10. Los señores comandantes de columna y militares de cantón ó destacamento, impedirán que niarche solo por los caminos individuo alguno del ejército,
á cuyo efe-to aprovecharán la oportunidad de que
lo verifiquen con escoltas ó partidas, que deban salir
de los diferente» puntos en proporcionada fuerza,
ademas dala responsabilidad que exigiere á los citados gefes que fallaren á esta prevención, será castigado con el mayor rigor el individuo que la eludiere.
11. Llamo la atención de los mismos gefes y de
los que manden guardia, destacamento ó partida so*
bre la vigilancia con que deben custodiar los presot •
ó arrestados que se pongan á su cargo para evitar ~
que se tuguen como ha sucadido repetidas veces, en
el concepto de que será tratado con ledo el rigor de
la ordenanza el que incurra en semejante falta.
12. Los getes de columna ó círculos y los comandantes militares de cantón y demás puntos
en que halla desracamento darín los partes
ordinarios al comandante general del distrito á
qué correspondan , y los úllimos al de la provincia y á mí , aprovechando, lodosl, las salidas
de los correos; pero en caso de novedad estraordinaria y de conocido interés, la trasmitirán con urgencia
y por conducto estraordinario á sus gefes inmediato!
al superior de la provincia y á mi propio.
13. Los escelenlísimos señores comandantes generales de provincia, vigilarán el cumplimiento de
cuanto dejo prevenido, á fin de corregir al gefe qua
incurra en falta, al que no mírase con la «ohcilud do»
bída por la policía, disciplina y seguridad de tu tropa, y al que dejase de prestar á los habitantes de iot
pueblos la protección que se les debe.
14. Todos los gefes de distrito y de columna i
quienes se dirije esta circular, me acusarán por el
correo su recibo, espresando haberse enterado de
ella y de quedar en darle el mas esacto cumpltmiento.
Barcelona 23 de febrero de 1848. — ¡tlanuel
Pavía.
CRÓNICA DE TEATROS.
—AcLARAcios.—Habiendo tomado del Ptpular
un parrafito cuyo epígrafe era fuga de un actor^
creemos deber insertar también lo que en su número
de anteayer dice respecto al mismo asunto:
«Tenemos entendido dice, que no es cierto fo ^i»
varios periódicos y aun el nuestro han dicho defeber comprado el Sr. Hompanera el mercado y pasage
de San Felipe Nerí, con el objeto de formar allí u a
teatro, y ^ue por lo tanto mal tía podido co.ntratar ai
Sr. Alba a la señora Rizo ni á otro actor alguno, f
carece de todo fundamento ¡o referente al mismo s e ñor, que se dijo en el Popular de ayer.
—BosRASCASDKL CORAZOH.—Anteauoc he se ejercutó esta brillante producción del Sr. Rubí en el tea>
tro del Museo, á donde acudió una co icurrencia escogida y numerosa. Gamo la ejecución de este drama
es tan delicada para los actores que no se hallen ea
primera línea, habiagrande ínteres en saberhasta qufr
punto los del Museo interpretarían las bellisimag concepciones del autor de la Rueda de la fortuna.
Pero fuerza es confesar que !os individuos de esta
reciente sociedad dramática desempeñaron con tal
acierto sus diferentes papeles, que á haber presenciado la función el Sr. Rubí, estamos seguros de que
después de ver triunfar sus obras en manos de la Ma»
tilde y de Romea, le cabria también una salistaccion
al ver corno trataban sos Borrascas la señorita Paz y
el nuevo galán joven del Museo don Benito José Par.
diñas.
En general todos los aderes estuvieron acertados
en la lepresentacion, y el público les hizo justicia colmándoles de aplausos, y pidiendo que saliesen al final á recibir el premio de sus esfuerzos; pero el Sr.
Ollra, que hizo el papel de Conde, y los dos que llevamos mencionados, se han distinguido con especialidad. Las disposiciones que ha manifestado el señor
Pardiñas nos obligan á recomendarle cultive este género, en el cual sobresaldrá sin duda alguna, con tal
que no olvide que en nuestro teatro moderno hay un
modelo incomparable que imitar el actor, don Jufiaa
Romea.
(Bolsa de Madrid.
Los efectos piíblicos se han declarado á la baja de una manera espantosa, atribnyéndose á la
alarma qua á causado al comercio la proyectada
dictadura del miaisterio. Seguros estamos de que
si este no hubiera presentado el proyecto que
ahora se discute en el Congreso, no tendría la
bolsa el inconcebible descenso que se nota de tres
dias á esta parle. Apesar ¡de haber acontecido en
Paris un cambio de dinastía producido por una
revolución sangrienta , los fondos públicos luvie ron menos pérdida proporcionalmente que en E s paña , donde ni el menor síntoma hace tem?r qua
se altere la tranquilidad. ¡Gloria al gabinete Narvaez!
Tres fueron las operaciones hechas ayer a l
tres por ciento á 24 á varias fechas ó voluntad.
Después de la bolsa quedaron los treses á 2 3
ll4 dinero y á 23 3i8 papel, y los cincos k 14
papel.
—SrBSisTRHCiAS.—Antes de ayer entraron por las
puertas de esta capital las cantidades de tos artículos
que á continuación se espresan:
2,980 fanegas de trigo.
118 de harina de id.
7,620 libras de pan cocido.
93 carros de carbón.
90 cargas de id. en caballerías mayores.
120 de id. en caballerías menores.
vacas, que hacen
libras de
peso,
carneros , que componen libra
cerdos y
canales.
PLAZUELA DE LA ¡CEBADA.
Fanegas.
Precios.
105
373
Trigo. . . . 401
175
69
4t
102
Cebada. . . 65
1
Total. .
31
á
á
á
á
á
á
á
á
á
48 rs
50
51
54
55
56
S3
26
29
1422
MERCADOS PÚBLICOS DE GRAHOTrigo de 49 á 54.
Cebada de
25
Centeno.
DIVERSIONES PUBUCAS.
CIRnO.—A las i.—El diablo á cuatro.
PRINCIPE.—Alas 8.—Amor con amor se paga.
-''QiWt =La venta del puerto ó Juan el contrabandista.
VARIEDADES.—A las i.—Juan de Lanuza.—
Baiie.—Ilusiones.—Baile.—Saínete.
CIRCO DE MADRID. Hoy no hay función.
Editor responsable, D. GABRIEL GIL.
Imprenta del mismo, calle de la Cabeu
I
y p , cuarto baje.
ttm-
6
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