9 UNIVERSIDAD RAFAEL URDANETA FACULTAD DE CIENCIAS POLÍTICAS, ADMINISTRATIVAS Y SOCIALES ESCUELA DE DERECHO OS D A RV E S E SR O H C E R DE Muerte Asistida: ¿Delito o Derecho? Trabajo Especial de Grado para optar al Título de Abogada, Realizado por la Bachiller: Villalobos Sánchez, Daniela Beatriz V.-18.063.831 Tutor Académico: Abg. Gustavo Róquez Hernández. Maracaibo, abril de 2007 10 HOJA DE EVALUACIÓN Este Jurado aprueba el Trabajo Especial de Grado Titulado: “Muerte Asistida: ¿Delito o Derecho?”, que la Bachiller Villalobos Sánchez, Daniela Beatríz, presentó para optar al Título de Abogada. OS D A RV Abg. Gustavo RóquezE Hernández S E Tutor R S HO C E DER _____________________ ____________________ ___________________________ Dra. Anabella Del Moral Jurado Dra. Marisela Párraga de Esparza Jurado ____________________ ____________________ Dra. Anabella del Moral Directora de la Escuela de Derecho. Econ. Alfredo León Decano de la Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales. Maracaibo, mayo de 2007 11 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Solo quiero ser feliz. No vivir feliz, sólo ser feliz. Anónimo. 12 OS D A RV E S E SR O H C E R DE A todos los que tienen “una esquinita de mi título” 13 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Para quienes merecen tanto respeto en su voluntad como ella… Danny 14 RESUMEN Villalobos Sánchez, Daniela Beatriz. Trabajo Especial de Grado para optar al Título de Abogada. “Muerte Asistida: ¿Delito o Derecho?”. Universidad Rafael Urdaneta. Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales. Escuela de Derecho. Maracaibo, abril de 2007. La Muerte Asistida como institución jurídica en Venezuela ha sido durante décadas erróneamente incluida en la esfera de regulación del delito de homicidio intencional simple. Sucede ahora que con el progreso de derechos específicos como la libre disposición sobre el propio cuerpo, el libre desarrollo de la personalidad y sobre todo el derecho a la autodeterminación, junto con la entrada en vigencia de la aún reciente Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999, la institución de la Muerte Asistida se constituye como tal y se abre paso escudada por una regulación bastante abstracta y a la vez ineficiente a los efectos prácticos. Esto sirve de punto de partida este trabajo de investigación, al identificar y resaltar la actual regulación y probar su insuficiencia práctica para los casos en discusión. Pretende además esta investigación brindar lineamientos que en un futuro puedan inspirar una legislación especial y efectiva para regular la Muerte Asistida como institución en Derecho, estableciendo así un respeto legítimo al derecho de autodeterminación directamente referido a los casos de Muerte Asistida contando siempre con un consentimiento debidamente informado y otorgado. OS D A RV E S E SR O H C E R DE Palabras Clave: Muerte Asistida. Institución jurídica. Dignidad. Medicina. Consentimiento. Autodeterminación. 15 INDICE GENERAL Pág. Epígrafe. Agradecimiento. Dedicatoria. Pagina de Evaluación. Resumen. OS D A RV E S E SR O Introducción…………………………………………………………….……………..9 H C E R E CapítuloD 1: NOCIONES PRELIMINARES. Índice General. 1.1.-Ética y Bioética……………………………………………………………….18 1.2.-Vida y Muerte………………………………………………………………...20 1.3.-Muerte Asistida, Eutanasia y Suicidio………………………………………..25 1.4.-Dignidad……………………………………………………………………...28 1.4.1.-Dignidad en la Vida y Dignidad en la Muerte. Calidad de Vida y Muerte Digna……………………………………..…………………………….29 1.4.2.-Dignidad Intrínseca y Dignidad Social. Posiciones Pro-Eutanasia y Posiciones Pro-Vida……………………………………………………31 Capítulo 2: LA VISIÓN DEL INDIVIDUO. 2.1.-La Relación Médico-Paciente. El Rol del Médico…………………………...37 2.2.-El Rol del Paciente. La Toma de Decisión…………………………………..44 2.3.-La Decisión del Afectado. El Consentimiento Informado…………………...49 2.4.-¿Ensañamiento Médico o Práctica Profesional? Licitud Moral………….…..51 16 Capítulo 3: EL ENFOQUE JURÍDICO. 3.1.-La Muerte Asistida en el Derecho Comparado………………………………57 3.1.1.-Derecho Español………………………………………………………57 3.1.2.-Derecho Holandés……………………………………………………..59 3.1.3.-Derecho Colombiano………………………………………………….60 3.1.4.-Otras Legislaciones……………………………………………………61 3.2.-Marco Constitucional. Derechos Humanos y Derechos Individuales………..65 OS D A V Piadoso y Muerte RHomicidio 3.4.-Derecho Penal Venezolano. Homicidio, E S E Asistida………………………………………………………………………72 R S O H C E 3.5.-DerechosR DE de la Personalidad. La Autodeterminación como Derecho………..80 3.3.-Derecho Civil Venezolano. Voluntad y Capacidad…………………………..70 Capítulo 4: MUERTE ASISTIDA: ¿DELITO O DERECHO? 4.1.-Muerte Asistida: ¿Delito?..…………………………………………………...90 4.2.-Muerte Asistida: ¿Derecho?………………………………………………….91 4.3.-Muerte Asistida: ¿Delito o Derecho?………………………………………...92 Conclusiones…………………………………………………………………………94 Recomendaciones……………………………………………………………………97 Bibliografía…………………………………………………………………………..98 17 INTRODUCCIÓN Inicialmente, la Muerte Asistida deviene de otra institución llamada Eutanasia. La Eutanasia o buena muerte se puede definir como el acortamiento voluntario de la vida de quien sufre una enfermedad incurable para poner fin a su sufrimiento. Cuenta con dos formas de ejecución: la Eutanasia Pasiva, que consiste en provocar la muerte por medio de una omisión como por ejemplo negar los medios artificiales que prolongan la vida; y la Eutanasia Activa, donde la muerte es OS D A RV provocada por una acción, clásico el caso de una persona que solicita a otra le procure E S E SR O H C E denominamos Muerte Asistida. R DE la muerte en virtud de un sufrimiento físico o moral. Es a esta última a la que La Muerte Asistida se fundamenta en el llamado Derecho a una Muerte Digna, el cual está referido, como derecho personal de todo ser humano, al derecho de elegir cómo morir; sin embargo, este derecho no conlleva una capacidad de ejercicio plena sino más bien condicionada al padecimiento físico que disminuye la calidad de vida del Derechohabiente o solicitante de la Muerte Asistida. Ahora bien, la calidad de vida no es un valor cuantificable sólo pueden tomarse indicios con respecto al sujeto, como por ejemplo, cuando una persona no es capaz de cubrir por sí misma sus propias necesidades fisiológicas se considera que está por debajo del mínimo de calidad de vida, pero este criterio obedece en mayor medida a estudios desarrollados en el campo médico que a estudios desarrollados en el campo jurídico. 18 En el contexto de la Muerte Asistida, la dignidad se relaciona con el control sobre el proceso vital y con la apreciación de que la situación indigna afecta a la condición intrínseca del sufriente. La aceptación de la Muerte Asistida conlleva la aceptación de que la dignidad humana es afectada e incluso minimizada, por el sufrimiento, la debilidad, la dependencia de otros y la enfermedad terminal. La determinación del impacto del sufrimiento sobre la dignidad del enfermo se ha convertido en uno de los factores fundamentales en la defensa del derecho a una OS D A RV Muerte Asistida. Es razonable pensar que una opción de este tipo no tiene por qué ser E S E SR O H Cel sufrimiento actúa desfavorablemente sobre la dignidad E opción según R la cual DE compartida por el conjunto social, por cuanto resulta necesario tomar en cuenta que la humana intrínseca del ser humano, conduce a razonamientos difíciles de asumir, tal como: El tratamiento del dolor no es la solución al problema, sino más bien un retardante de sus efectos, y siempre que exista una angustia existencial o un cansancio de vivir, la Muerte Asistida seguirá mereciendo un lugar en el ordenamiento jurídico. Ahora bien, el ordenamiento jurídico venezolano con la finalidad de desarrollar la protección del derecho a la vida contenido en el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagra en su Código Penal, artículo 405, la figura del homicidio intencional. Esta norma legal resulta amplísima y no brinda regulación directa alguna a la figura de la Muerte Asistida. Por otra parte, el artículo 412 del mismo código consagra una figura más similar al objeto de estudio, ésta es el delito de Inducción y Ayuda al Suicidio. 19 Enmarcando la situación de hecho en la forma de derecho del artículo 412 del Código Penal se encuentran elementos constitutivos de un delito, a saber: Acción, Tipicidad, Antijuricidad, Culpabilidad y la Pena, bien como elementos diferenciados o como interdependientes. Se reconoce entonces la presencia de un delito que prevé una condena directa para el asistente o ejecutante de la Muerte Asistida, pero no se ve en modo alguno que la voluntad o deseo de morir de la persona considerada víctima sea tomada en cuenta expresamente por el legislador patrio como una atenuante, OS D A V actual. R está contemplado en el ordenamiento jurídico-penal venezolano E S E R S O H C E Son la voluntad individual, el fuero personal y las decisiones subjetivas de la DER mucho menos como un eximente de responsabilidad sobre el homicidio tal y como persona que busca su propia muerte, los verdaderos caracteres relevantes en esta temática. Al afirmar que toda persona que sufre una enfermedad incurable puede ordenar su propia liberación a través de un acto que cause la muerte rápida, se afirma también que esta orden no puede ser llamada suicidio y que ese acto no puede denominado homicidio. En los casos de enfermedades terminales, incurables o degenerativas pudiera pensarse que las personas contemplan el quitarse la vida porque tienen el autorrespeto debido y no desean morir en circunstancias donde ya no sean autónomos o no tengan el control de su vida, por lo que además de su deseo de morir con dignidad también habría cabida para morir con autonomía y en ejercicio de su autodeterminación, ya que lo que desean es morir como seres humanos autónomos que están, al menos hasta cierto punto, en control de sus propias vidas. 20 Así pues, el derecho que tiene cada persona a controlar al máximo la manera de morir incluye además el derecho a establecer la relación médico-paciente y a controlar las especificaciones del tratamiento médico. Si se tiene un derecho personal a acabar con la propia vida en las situaciones ya descritas y en otras similares, entonces no debería estar penalizado por la ley el ejercicio de ese derecho y se podría razonablemente solicitar a un tercero, profesional sanitario o no, el auxilio necesario para terminar con la propia vida provocando la muerte. OS D A RV Éste podría ser el fundamento que justifique la inclusión de la acción de dar E S E SR O H CFontiveros, donde se considera que, siempre que se cuente E el Dr. Alejandro Angulo R DE muerte por piedad en el artículo 217 del anteproyecto de código penal presentado por con el consentimiento del afectado el agente no es punible, es decir, la Muerte Asistida como modo de dar muerte por piedad con el consentimiento del sujeto pasivo no constituiría delito alguno. Los derechos de la personalidad son la principal base jurídica que sustenta el derecho a una Muerte Digna, ya que éstos incluyen el derecho a la propia identidad, a la intimidad de la vida privada, a la autodeterminación, a la disposición total del cuerpo y los derechos relacionados con el cuerpo humano. Dichos derechos están consagrados en normas internacionales tales como el artículo 29 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Declaración Universal de los Derechos Humanos del año 1948 y tomadas por normas nacionales como el artículo 20 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1999 que consagra el Derecho al Libre Desarrollo de la Personalidad. 21 De lo que se ha dicho hasta ahora se puede deducir que en la actualidad, frente al respeto de la autonomía personal del individuo, la ley no debería prohibir y castigar que en ciertas circunstancias la gente se quite la vida cada quien a su manera. Queda claro que el hecho de que el Estado despenalice la Muerte Asistida no implica que la ratifique dentro de la sociedad, sino que simplemente se trata del reconocimiento de un derecho de cada persona a decidir cuando dejar de ejercer su derecho a la vida a razón de un debilitamiento del mismo. OS D A RV Desde siempre se ha luchado por el derecho a una muerte digna, pero ha sido E S E SR O H Cjurídico venezolano que atañe a la materia y en vista de este E torno al ordenamiento R DE en los últimos años que la figura de la Muerte Asistida ha levantado controversia en avance, una legislación especializada sobre la materia es requerida. Es el caso que en Venezuela, la Muerte Asistida queda encerrada en los presupuestos legales del homicidio intencional consagrado en principio en el artículo 405 del Código Penal Venezolano el cual constituye una norma legal amplísima, que no ofrece regulación directa alguna a la figura de la Muerte Asistida. Por su parte, en el artículo 412 del mismo código encontramos el delito de Inducción o Ayuda al Suicidio que si bien ofrece regulación directa a la cuestión de la acción de un tercero en la ejecución de la Muerte Asistida, ésta resulta demasiado amplia para el caso concreto sin mencionar su ineficacia. Se trata de instituciones jurídicas totalmente distintas que merecen y exigen un tratamiento jurídico diferenciado. Cada institución tiene presupuestos y 22 características propias que la diferencian de las otras, incluso sus bases jurídicas son distintas; mientras que el homicidio simple y la ayuda al suicidio se basan en el derecho a la vida como Derecho Fundamental, la Muerte Asistida encuentra su base en los derechos de libre desarrollo de la personalidad, de libre disposición, de autodeterminación y de respeto a la vida privada como Derechos Inherentes a la Persona. La decisión de optar por una Muerte Asistida es una decisión responsable de OS D A RV cada persona, bajo la convicción de que al tomar responsabilidad sobre la propia vida, E S E SR O H C vez que permite a la persona tomar una decisión y ser E autonomía personal, toda R DE se toma también la responsabilidad sobre la propia muerte y se consolida la responsable por las consecuencias, quedando esa decisión exclusivamente al sentido de moral y de ética propios de esa persona que a pesar de ser objeto de presiones y persuasiones externas, la decisión es de cada persona. El derecho del hombre a una muerte digna está directamente relacionado con el derecho a una vida digna, por ello cuando causas de naturaleza médica impiden al ser humano desarrollar su vida propia, o lo ponen en situación de fuerte menoscabo de su dignidad como persona o supongan padecimientos físicos permanentes e irreversibles, abren una ventana para dar la oportunidad de dar fin a una vida de manera digna, desde el punto de vista de quien decida. En pocas palabras, morir es el cierre o lacre con el que una persona finaliza su vida tal y como decidió vivirla, se considera entonces que cada persona debería 23 controlar ese hecho siempre dentro de sus posibilidades; dicho de otro modo, cada persona debe tener el derecho a determinar y controlar las circunstancias de su muerte, de la misma manera en que tienen el derecho a determinar y controlar los momentos de su vida. La Muerte Asistida en su faceta humanitaria, se justifica fundamentalmente en dos causas reales, una, el dolor extremo en los casos de enfermos terminales; y la segunda, el ensañamiento terapéutico que se ha dado y se sigue dando en muchos hospitales. OS D A RV E S E S Rla sanción, en ciertas circunstancias, de actos O Se trata en definitiva, de impedir H C E R DE están sancionados: aquellos por los que una persona da muerte a que generalmente otra. La defensa del derecho a una Muerte Asistida gravita en la reivindicación de un derecho absoluto como es el de la autodeterminación. Basándose en lo anterior, el enfoque de esta investigación está destinado al reconocimiento de la Muerte Asistida como institución jurídica dentro del ordenamiento jurídico venezolano para que, mediante lineamientos y limitaciones legales, estas personas en condiciones excepcionales de vida puedan disponer libremente de su muerte. El presente trabajo de grado tiene como finalidad dar respuesta a los objetivos planteados utilizando doctrina, leyes y jurisprudencia como una investigación de método jurídico documental de forma tal que permita analizar y recomendar criterios jurídicos aplicables al tópico de ésta investigación, tipológicamente clasificada como 24 jurídico Descriptiva-Propositiva, tópico éste referido a determinar la posición de la institución de la Muerte Asistida dentro del catalogo de delitos sancionados por el Derecho Penal Venezolano, o dentro del catálogo de derechos consagrados y protegidos por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La presente investigación está estructurada en cuatro (04) capítulos: El capítulo No. 1, que se refiere a las Nociones Preliminares que comprende las definiciones terminológicas y regulación general de los conceptos básicos dentro de OS D A RV la Bioética y la Muerte Asistida; el capítulo No. 2 abarca todos los elementos y E S E SR O H Cse explica la actual regulación jurídica dada a la Muerte E capítulo No. 3R donde DE opiniones ligadas a la toma de decisión del individuo afectado y la ejecución; el Asistida; y por último, el capítulo No. 4 explicativo de la insuficiencia e inefectividad de la regulación actual sobre la institución de la Muerte Asistida. 25 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Capítulo 1: NOCIONES PRELIMINARES. “La muerte es una dimensión de la vida, de hecho forma parte de ella igual que la desembocadura forma parte del río”. Louis Evely Questions de Vie et de Mort 26 1.1.-Ética y Bioética. Se entiende la ética como la rama de la filosofía que trata de la moral, pero en realidad es mucho más que eso. Para Niceto Blázquez, autor cristiano, explica que “La ética sería el arte o modo de solución de controversias de tal modo que se salvaguarde hasta donde sea posible el respeto casi absoluto a las posiciones antagónicas originales”.1 Por su parte, el profesor Andrew C. Varga expone: La ética es el estudio de la bondad o malicia de la conducta humana. Los principios éticos generales adquiridos por medio de esta ciencia pueden aplicarse a las áreas particulares de la actividad humana. El resultado de este procedimiento ha sido la formación de disciplinas diferentes de ética especializada, por ejemplo, ética social, ética política, ética médica, ética de los negocios, ética de los medios de comunicación.2 OS D A RV E S E SR O H C E R Ahora DEbien, la ética es aplicable a toda posición en la sociedad, mucho más al ejemplo mayor como lo es el propio Estado. Se evidencia entonces la aplicación de la ética en el Estado de Derecho, creando así un Estado Ético de Derecho. Se dice que para la existencia de un llamado Estado Ético se necesita que la ética sea un valor tan intrínseco, tan elemental en su esencia, que en la definición del Estado se mencione la ética como característica, en signo de la participación entre la ética y lo jurídico.3 Esta inclusión o participación de lo ético en lo jurídico se puede producir …por la aceptación del valor de la dignidad humana como objetivo central y total del Derecho y del Estado. Igualmente, la inclusión de lo ético en lo jurídico puede producirse porque la Constitución consagre expresamente la Ética como factor primordial del Estado y del ordenamiento jurídico. Blázquez, Niceto. Bioética La Nueva Ciencia de la Vida. Madrid-España. Biblioteca de Autores Cristianos. 2000. p. 48. 2 Varga, Andrew C. Bioética Principales Problemas. Tr: Alfonso Llano Escobar. Santa Fe de Bogota-Colombia. Sociedad de San Pablo. 2002. p. 5. 3 Cfr. Bocaranda E., Juan José. Ius-ética El Derecho del Nuevo Milenio. Caracas-Venezuela. PrincipiosVigencia, Editores. 2004. p. XXVI. 1 27 Esta segunda forma de recepción es la que ha tenido lugar en Venezuela a partir de la Constitución Bolivariana de 1999, donde se define el Estado venezolano como “Estado democrático y social de Derecho y de Justicia”. Definición esta incompleta, pues debió tomar en cuenta también el elemento ético que consagra la misma disposición (Artículo 2º): hubiese expresado, entonces, que se trata de un “Estado ético, democrático y social de Derecho y de Justicia”. Con ello hubiese sugerido que los elementos democrático y social, el Estado mismo, el Derecho y la Justicia, debían regirse por los valores éticos y por los principios morales, todo lo cual supone, al mismo tiempo, un Estado necesariamente humanista.4 El profesor Ramón Lucas Lucas define la bioética como “…la ciencia que regula la conducta humana, en el campo de la vida y la salud, a la luz de los valores y OS D A RV principios morales racionales”,5 y la caracteriza como humana, racional, universal e E S E SR O H C E La bioética es R DE aplicable entonces a los casos en los que se debate la licitud interdisciplinar. moral, es decir, aquellos casos en los que es necesario descifrar si una determinada conducta es correcta o no según un conjunto de principios, valores y usos morales que son los que al final determinan la aceptación o repudio de esa conducta por parte de la sociedad. En palabras de Niceto Blázquez: Lo que llamamos bioética ha surgido de la ética médica clásica, influida por creencias religiosas y el paternalismo de los médicos, al margen de la sociedad en general y de la intervención de las autoridades públicas. …[omissis]. La bioética es el término mágico con el cual se trata ahora de crear un modelo distinto de ética médica de corte más social que personal, aprovechando el Ibidem. pp. XXVI-XXVII. Lucas Lucas, Ramón. Explícame la Bioética Guía Explicativa de los Temas más Controvertidos sobre la Vida Humana. Madrid-España. Ediciones Palabra, S.A. 2005. p. 14. 4 5 28 desarrollo de las nuevas técnicas biomédicas y la aparición de problemas sociales también nuevos.6 Se constituye así la bioética en un instrumento fundamental para la resolución de los principales conflictos éticos actuales. Con respecto a la competencia de la bioética se dice que: La competencia de la bioética se extiende al ámbito forense ya que si concretáramos los ámbitos en que aplica, podríamos señalar que tiene ingerencia [SIC] en 2 de los 4 aspectos de competencia de la bioética: 1. investiga los problemas éticos de las profesiones sanitarias; 2. estudia los problemas éticos a que se plantean en el campo de las investigaciones sobre el hombre, aunque no sean directamente terapéuticas; 3. atiende a los problemas sociales inherentes a las políticas sanitarias, a la medicina del trabajo y a las políticas de control natal; 4. y analiza los problemas relacionados con la intervención de la vida de los demás seres vivos y el equilibrio del ecosistema.7 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Mientras que la ética se encarga propiamente de las personas, de su conducta y forma de actuar, la bioética se encarga de las conductas de la vida, independientemente de quien las realice o ejecute. 1.2.-Vida y Muerte. Es imposible definir la vida de forma universal. Existen definiciones de la vida tan variadas que van desde un concepto tan simple como el “Tiempo que transcurre entre el nacimiento y la muerte”,8 hasta definiciones tan complejas que se ramifican en conceptos de seres vivientes y valores de vida. Tomaría un estudio Blázquez, Niceto. Op. Cit. pp. 70-71. “¿Bioética Forense?”. Artículo por: Alexandra E. Serrano de la Mora. Versión completa disponible, a la fecha de consulta, en: http://www.bioetica.org/colab15.htm 8 Ossorio, Manuel. Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales. Buenos Aires-Argentina. Editorial Heliasta, S.R.L. 2001. p. 1.018. 6 7 29 extenso y monográfico la tarea analizar y desarrollar cada concepto de la vida, por lo que, a los efectos de esta investigación, se atiende a la definición de vida como el “Estado de funcionamiento orgánico de los seres”.9 La vida tal como se dijo, está protegida en el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela bajo la simple premisa de “El derecho a la vida es inviolable…”. El conflicto se presenta cuando el venezolano se pregunta ¿qué clase de vida se le garantiza?. OS D A RenVVenezuela se ha convertido Para nadie es secreto que el derecho a laE vida S E R S Otodo cuando se analiza bajo las ópticas de la calidad en una sensación ilusoria,H sobre C E DEdeRvida. La misma Constitución no diferencia la vida que garantiza por y la dignidad lo que, tomando un sentido amplio, se podría decir que se garantiza incluso la vida de seres vivientes no humanos como lo son los animales y las plantas. También se podría decir que se garantiza la vida como el simple funcionamiento orgánico de la persona, pero al continuar el análisis de la misma Constitución, se encuentran derechos como la integridad personal, la seguridad social, el honor y otros derechos que nos hacen presumir que la protección conferida por la Constitución no se limita al resguardo de simplemente las funciones orgánicas. El desarrollo de estos derechos implica la garantía de una vida libre, sana, segura. Una Vida Digna. “El respeto a la vida queda superado por el respeto a la 9 Idem. 30 persona que quiere morir con dignidad. No es la duración de la vida lo que importa, sino su calidad”.10 El derecho a la vida tiene que ser protegido y garantizado sin descuidar la dignidad de vida que también necesita respeto y debe ser recordada y retomada por el ordenamiento jurídico venezolano. Por otra parte, la muerte, en términos concretos puede definirse como el cese OS D A RVtodos los días alrededor del poco discutido, por ser un acto o hecho que E sucede S E R S mundo, pero sin importar HlaOinterpretación que cada persona le pueda dar, lo C E R resaltanteD yE común es que para todos siempre va a significar la ausencia de una de las funciones vitales. Es un punto muy controversial y considerado trillado, aunque persona en su vida, su familia y su entorno. La medicina, por su parte, tiene un concepto muy diferente, concibe la muerte simplemente como el cese de los sistemas que integran el cuerpo los cuales en su conjunto mantienen vivo el cuerpo humano, pero este no es en sí el problema sino las distintas nociones desprendidas de la medicina para definir muerte. A continuación entonces y de una manera general algunas clasificaciones médicas de la muerte como concepto. Evely, Louis. El Hombre Moderno ante la Muerte. Salamanca-España. Ediciones Sígueme, S.A. 1980. p. 129. 10 31 Desde el punto de vista anatómico, se encuentran: -Muerte Somática: Este tipo de muerte es muy particular debido a que si bien la persona está muerta, es decir dentro de su cuerpo se han dejado de cumplir las funciones vitales, como es principalmente el respirar, sus órganos continúan trabajando normalmente como si la persona estuviese viva pero por un período de tiempo muy corto. Esto trae un gran beneficio ya que, al producirse muertes de este tipo, se puede proceder a la donación de órganos a personas que lo necesiten con urgencia.11 OS D A RV E S E SR O -Muerte Celular: Considerada una muerte progresiva y lenta por estar referida H C E DERa la muerte de los distintos grupos celulares que integran el exclusivamente organismo. Este hecho en sí no es la cotidiana concepción de muerte, ya que para llegar aquí normalmente ya la persona ha pasado al menos por una muerte somática, a excepción de los casos de cáncer, donde se procede a matar aquellas células que están infectadas para evitar que se reproduzcan, pero de resto la muerte celular deviene de la muerta somática. Es lo que comúnmente conocemos como necrosis, una afección que incluso se puede presentar en personas vivas.12 Desde el punto de vista medicolegal, se presentan: -Muerte Aparente: Es aquella en la cual, tal y como su nombre lo indica, la persona solo aparenta estar muerta; es decir, no respira ni se mueve, por la acción de 11 Cfr. Vargas Alvarado, Eduardo. Medicina Legal. Ciudad de México-México. Editorial Trillas, S.A. de C.V. 2003. p. 89. 12 Idem. 32 un tercero o de sí misma, pero que, si de manera inmediata se le aplican métodos de resucitación, esta persona que aparentemente estaba muerta puede volver a la vida.13 -Muerte Verdadera: Esta deviene de la anterior ya que si al momento en que la persona se le aplica las técnicas de resucitación ésta no responde se considera entonces que la persona esta verdaderamente muerta; es decir, sin ninguna posibilidad de que resucite, por el cese de sus funciones vitales internas del cuerpo humano.14 OS D A RV Desde el punto de vista clínico, se clasifica en: E S E SR O H Cmédico en principio lo parezca debido a que una persona que E desde el punto de vista R DE -Estado Vegetativo: Este estado no puede considerarse como muerte. Aunque esté en estado vegetativo no ha dejado de respirar ni sus órganos han dejado de funcionar, sólo se encuentra privado de la función de respuesta producto de la actividad cerebral superior por tener un daño severo en el cerebro. Esto no es razón suficiente para considerar a una persona muerta sino más bien prestarle todo el tratamiento posible incluso por un largo período de tiempo tratando de obtener lo que en muchos casos pasa que es la respuesta positiva de esas personas que caen en ese estado.15 -Muerte Cerebral: Esta es muy similar a la anterior. Se diferencian en que sólo se va a considerar que una persona tiene muerte cerebral cuando estando previamente en un estado vegetativo se le aplican medios artificiales para mantener la respiración Idem. Idem. 15 Ibidem. p. 90. 13 14 33 y la circulación, ya que el individuo no las puede mantener por sí solo. Clínicamente, al momento de colocar o utilizar los medios artificiales ya se declara la muerte, debido a que médicamente es imposible que el individuo pueda tener mejoría, pero dichos métodos se aplican con el fin de poder mantener los órganos vivos y funcionando para que puedan ser donados. Es importante destacar que el médico, antes de declarar definitivamente la muerte de la persona, debe realizar primero una serie de pruebas y exámenes que lo prevenga de emitir un diagnostico erróneo.16 OS D A RV Se evidencia entonces que la medicina basa sus conceptos en las funciones E S E SR O H C la muerte se traduce como la ausencia y pérdida de un Para la familia R y laE sociedad DE orgánicas; sin embargo, coincide con la definición común en el hecho de la ausencia. miembro o de un ser querido; para la medicina es solo la ausencia y pérdida de las funciones orgánicas vitales. 1.3.-Muerte Asistida, Eutanasia y Suicidio. Como se dijo al principio de este trabajo, la eutanasia es conocida como la buena muerte por considerarse una muerte totalmente sin dolor, pero realmente consiste en dar muerte a otra persona por razones de piedad, para evitar un sufrimiento continuo mayor o incluso progresivo. Se relaciona entonces con otras figuras tales como la Eugenesia, donde la muerte se justifica en una deformación o anomalía física de quien la padece; la Ortotanasia, donde al afectado solo se le suministran cuidados paliativos para aliviar su dolor y dejar que la enfermedad siga 16 Idem. 34 su curso; y la Distanasia, donde se aplican todos los medios posibles, ordinarios o extraordinarios, proporcionados o no, para retrasar la muerte. Es la distanasia la que se conoce como Ensañamiento Terapéutico. La eutanasia, como ya se dijo, puede ser activa o pasiva, siendo ésta última aquella que se ejecuta por la no aplicación del tratamiento del cual depende la vida o de estar ya en aplicación, por el retiro del mismo, entendido el tratamiento como cualquier medicamento, aparato o cualquier otro medio de prolongación de vida. OS D A RqueVse configura por una acción Por su parte, la eutanasia activa es aquella E S E R S dirigida a acabar con la vida. Puede comprender desde asfixiar a la persona con una HO C E ERel suministro de alguna sustancia tóxica o una herida mortal con almohadaD hasta cualquier arma. Es ésta última figura la que se conoce como Muerte Asistida. El dar muerte intencionalmente mediante una acción para evitar un dolor o sufrimiento humano por una dignidad y calidad de vida debilitadas. La muerte asistida frecuentemente es denominada suicidio asistido, esto es por la finalidad similar en ambas figuras. El objetivo que se desea alcanzar tanto en el suicidio como en la muerte asistida es acabar con la vida de quien sufre. La diferencia surge al analizar quién realiza la acción que provoca la muerte. En el caso del suicidio es la misma persona la que se da muerte; en la muerte asistida la persona se encuentra impedida a darse muerte a sí misma por lo que depende de la asistencia de un tercero para lograr su cometido. 35 En Venezuela, al igual que en la mayoría de las legislaciones el suicidio no es punible por razones obvias, no es físicamente posible castigar al actor; y en el caso de un suicidio no consumado, se dice que es inhumano imponer un castigo, por considerar que la persona ya debe haber sufrido lo suficiente como para llegar al extremo de intentar suicidio. El suicidio no consumado no se castiga por razones humanitarias, y además porque la persona no causa daño a otros con su acción, solo busca dañarse a sí mismo; cabe destacar que, en Venezuela las autolesiones no comportan delito. OS D A RV E S E SR O H Cni para quien asiste la muerte ni mucho menos para el E considerarse unR delito, DE La muerte asistida considerada como un suicidio de brazo largo, no podría fallecido. El problema se presenta al examinar el artículo 412 del Código Penal de Venezuela, el cual establece el delito de ayuda al suicidio. Resultará de esta investigación la determinación de la viabilidad de una reforma de este delito o la inclusión de una excepción al mismo (conservando el delito de inducción al suicidio contenido en el mismo artículo) para así permitir la aplicación de la muerte asistida. Frente a la indisponibilidad de la vida como bien jurídico tutelado básicamente no hay mayores discusiones, sin embargo, se abren ciertos espacios cuando la discusión se sustenta en función de términos como la condición de una vida digna, por lo que no se trata simplemente de proteger el nacimiento y el desarrollo de la vida de una persona mientras llega el momento de su muerte; se trata más bien de la calidad de ese desarrollo de vida -caracterizada por la dignidad- y de la calidad de la inevitable muerte; pues, si bien no se puede escoger el cuándo de nacer 36 y morir, existe la posibilidad de escoger el cómo se vive y debería existir también la posibilidad de escoger el cómo se muere dado que es la culminación del desarrollo de vida y con ello mantener la dignidad desde el nacimiento hasta la muerte, tal como se explica en las páginas que componen este trabajo. 1.4.-Dignidad. La dignidad es un valor no solo inherente sino también esencial en la vida del OS D A RV ser humano. En palabras de Carlos Ganzemüller y José Escudero: E S E SR O H C E R DE El hombre, cualquiera que sea su miseria, posee siempre una cosa de alto valor que debe defender a toda costa: su dignidad humana. …[omissis]. Conforme a nuestro ordenamiento jurídico, todos los seres humanos, sin excepción, poseen un haz inherente de derechos, y el más relevante de ellos es, sin duda alguna, el reconocimiento y respeto como personas, principio constitucionalmente denominado como categórico, incondicionado o absoluto que implica el respeto de su dignidad.17 La pregunta ahora recae en el como ejercer esa dignidad. Nos encontramos entonces con que la dignidad requiere …la actuación del resto de seres humanos y del poder político para que sea efectiva. Pese a lo que pudiera parecer, esta afirmación no implica, que la dignidad exista solo tras el reconocimiento por la organización social en la que el individuo existe sino al contrario. La dignidad es una parte esencial de los atributos de la persona, independientemente de que el derecho la reconozca o no. La dignidad de la persona no se decide en una asamblea de congresistas de un partido político, o porque lo reconozca un parlamento, por muy democráticas que sean ambas formas de decidir. Los textos normativos, tanto nacionales como internacionales reconocen la dignidad, pero no justifican su fundamento, la razón de ser de su origen. De esta forma, y previo cualquier reconocimiento jurídico, la persona es el fin último de cualquier organización social. Por ello, la aproximación jurídica a Ganzemüller, Carlos y Escudero, José. Discapacidad y Derecho Tratamiento Jurídico y Sociológico. Barcelona-España. Editorial Bosch, S.A. 2005. p. 54. 17 37 la dignidad se manifiesta como una perspectiva mas de las posibles, y en ningún caso la única o verdadera.18 Queda claro que dignidad como valor no deriva de su regulación ni mucho menos depende de ella. La dignidad resulta un valor inherente y propio de la persona, que merece respeto y necesita legislación para su respeto, más no para su limitación. Se recuerda que “La dignidad de la persona existe mas allá de lo que el derecho la reconoce, y existe no solo en la medida en que el derecho la reconoce, pese a que su ejercicio efectivo necesita de éste…El derecho no crea la dignidad de la persona, pero OS D A RV sí asegura su eficacia, garantiza su respeto y posibilita su desarrollo”.19 E S E R en la Muerte. Calidad de Vida y Sy Dignidad 1.4.1.-Dignidad en la Vida O H C Muerte Digna. E R DE El concepto de vida digna es aun más difícil de establecer por el alto contenido de subjetividad en su determinación. Bien lo explicaban, los ahora abogados, Roberto Blasoni y Hernando Martín en su trabajo de grado: En ocasiones el titular de la vida puede no parecerle digna vivirla, claro está que caeríamos en un campo muy subjetivo, lo que es digno para el lector quizás no lo es para los realizadores de esta investigación o viceversa, pero al final de cuentas, en nuestra opinión, la que cuenta es la de la persona que padece la condición sanitaria desfavorable, …[omissis]20 Nos explica además el Dr. José Miguel Serrano Ruiz-Calderón, en palabras de Gonzalo Herranz, que: Rebollo Delgado, Lucrecio. El Derecho Fundamental a la Intimidad. Madrid-España. Editorial Dykinson, S.L. 2005. p. 108. 19 Idem. 20 Martín, Hernando y Blasoni, Roberto. “Aspectos Jurídicos de la Eutanasia en el Actual Sistema Normativa Venezolano”. Trabajo Especial de Grado para Optar al Título de Abogado no Publicado. Maracaibo. Universidad Rafael Urdaneta. Mayo de 2000. p. 98. 18 38 …la dignidad consiste en calidad de vida, en fundada aspiración por la excelencia. Cuando la calidad decae por debajo de un nivel crítico, la vida pierde su dignidad … Sin dignidad, la vida del hombre deja de ser verdaderamente humana … esa vida ya no es vida. Entonces, anticipar la muerte es la solución apetecible cuando la vida pierde su dignidad.21 Ahora bien, nos preguntamos quién o quiénes son responsables de mantener esa calidad, esa dignidad de vida. El Dr. Antonio José Chacón Pinzón, en un estudio sobre este punto, ha podido determinar la participación de los sistemas de salud en esta garantía de dignidad y expone: OS D A RV Los servicios de salud actualmente ya no son ofrecidos por un médico particular sino por un sistema que involucra acción coordinada de muchos individuos, en forma compleja y tecnificada. Se reconoce que más del 80% de los errores que se cometen en la atención médica no se originan en un médico particular sino en un defecto del Sistema de Salud. Sin embargo, es el médico quien habitualmente debe responder ante el paciente.22 E S E SR O H C E R DE Pero sucede algo más. Todo el sistema de salud al igual que cualquier otro servicio depende directamente de la acción, provisión y vigilancia del Estado. No se debe dejar de lado que la salud y el acceso gratuito a instituciones médicas también constituyen derechos humanos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Este particular será debatido más adelante. Por su parte, la dignidad en la muerte no depende exclusivamente de las condiciones al momento de morir, sino de todas las circunstancias que han llevado a la muerte, esto es, que depende de la misma dignidad de vida. La concepción de dignidad al momento de la muerte, al igual que la dignidad en la vida, queda 21 Serrano Ruíz-Calderón, José Miguel. Eutanasia y Vida Dependiente Inconvenientes Jurídicos y Consecuencias Sociales de la Despenalización de la Eutanasia. Madrid-España. Ediciones Internacionales Universitarias. 2001. p. 41. 22 Chacón Pinzón, Antonio José. Fundamentos de la Responsabilidad Médica. Bogotá-Colombia. Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez, LTDA. 2004. pp. 59-60. 39 supeditada a la percepción de cada persona. Mientras que para una persona puede ser digno morir en un campo de guerra a causa de un ataque del enemigo, para otra puede serlo morir en la tranquilidad de su hogar mientras duerme a causa de un paro respiratorio. Lo que si no se puede negar bajo ningún concepto es la exagerada disminución de la dignidad que causa la humillación o el desprecio. Bajo ningún concepto puede considerarse digno morir por inanición o escaras por ser un vegetal OS D A RV inanimado. No puede existir dignidad alguna en morir hundido en sus propios E S E SR O H Cpara autodeterminarse y a la vez ser físicamente incapaz de E en tener la conciencia R DE desechos abandonado por la familia y la sociedad. No puede existir dignidad alguna hacerlo. De allí la necesidad de otra persona como instrumento para el ejercicio de la propia autodeterminación. 1.4.2.-Dignidad Intrínseca y Dignidad Social. Posiciones Pro-Muerte Digna y Posiciones Pro-Vida. Se ha dicho que la dignidad constituye un valor intrínseco propio de cada persona por el simple hecho de serlo, pero nos encontramos con otro concepto muy distinto, que afirma que la dignidad deviene de la condición social de la persona titular. Este último es la llamada dignidad social. La dignidad social es si se quiere el principal arma de ataque de las posiciones pro-vida en contra de las posiciones pro-muerte digna, siendo las primeras todas aquellas organizaciones dedicadas a la defensa del derecho a la vida frente a lo que llaman excesiva disposición sobre uno mismo. La posiciones pro-muerte digna son 40 los organismos de cualquier naturaleza que defienden el llamado derecho a una muerte digna, a la autodeterminación, a un libre ejercicio de la voluntad de morir. Las posiciones pro-vida se enfrentan a las posiciones pro-muerte digna en una base diaria en defensa de los derechos de una tercera persona, rara vez miembro de alguna de ellas. La principal razón de este conflicto es bastante obvia: la persecución de un fin distinto; pero es al examinar la motivación individual de cada defensa que encontramos el verdadero ataque a la dignidad. OS D A R Las posiciones pro-muerte digna defienden losV derechos de una persona que E S E SdeRla persona, la voluntad producto de la propia O desea morir, defienden laH voluntad C E R DE de la persona. Se apoyan en principios como la calidad de vida en autodeterminación su rol de indicativo de dignidad y el deseo de morir como exteriorización de la autodeterminación; defienden que la calidad de la vida es directamente proporcional al grado de dignidad; sostienen que una persona cuya calidad de vida se ve mermada, se ve disminuida en su dignidad pero aclaran que no es esta condición lo que la hace merecedora de una mal llamada liberación de su dolor sino su capacidad de autodeterminarse. Las posiciones pro-muerte digna dicen cimentarse en el derecho a la autodeterminación propio de cada persona, derecho éste que resulta tan inherente, elemental y esencial como la misma dignidad. Mientras que la calidad de vida puede obedecer a muy diversos factores, la autodeterminación depende única y exclusivamente de la persona titular, de su deseo y de la exteriorización del mismo. 41 Ahora bien, aclarado el punto de la defensa de las posiciones pro-muerte digna, se pasa a resaltar la defensa de las posiciones pro-vida la cual, irónicamente, es justamente la posición pro-muerte digna. La posiciones pro-vida fundamentan su argumento afirmando que las posiciones pro-muerte digna miden la dignidad en base a la calidad de vida de cada persona, tal y como ya se explicó en el fundamento de las posiciones pro-muerte digna. La diferencia viene cuando las posiciones pro-vida agregan otra palabra a ese fundamento. Recordando lo expuesto anteriormente: la OS D A RenV diferencia. Las posiciones pro-vida se fundamentan que las posiciones pro-muerte E S E SlaR O digna toman como base únicamente dignidad social, por zazoso que parezca. H C E DER calidad de la vida es directamente proporcional al grado de dignidad social. He allí la 23 Éstas posiciones acusan a las posiciones pro-muerte digna de limitar los derechos de una persona a la forma o manera como ésta es vista dentro de la sociedad. Implica esta afirmación que un cuadrapléjico no es menos digno por el hecho de no poder valerse por sí mismo, sino por el hecho de no poder interactuar de la misma manera y estar al mismo nivel que el resto de la sociedad. Este no es el fundamento de las posiciones pro-muerte digna. Las posiciones pro-muerte digna defienden justamente eso: una muerte gozosa de la dignidad intrínseca de la persona. La dignidad como valor autónomo, tan autónomo como la persona que la merece, no dependiente de la sociedad ni de ningún otro aspecto. El conflicto entre ambas posiciones podría deberse simplemente a una indeterminación conceptual. 23 Cfr. Serrano Ruíz-Calderón, José Miguel. Op. Cit. pp. 125-129. 42 Pero se preguntan los investigadores ¿cómo es posible que se condene en estos casos la dependencia de un daño a su efecto sobre la sociedad?. Si se trata de establecer que esta mal hacer de la dignidad un valor dependiente del aprecio o no de la sociedad, ¿por qué el mismo ordenamiento jurídico condena más duramente los daños que provoquen un desprecio por parte de la sociedad?. Un ejemplo de esta condena diferenciada se encuentra a simple vista en el Código Penal Venezolano vigente en los artículos 413-417* en lo referente a las OS D A RV lesiones personales como delito contra las personas. En un análisis detallado de la E S E SR O H C “…alguna cicatriz notable en la cara…” y otra pena de diez cuatro (4) años R por E causar DE redacción de los artículos 415 y 417, donde señalan una pena de prisión de uno (1) a (10) a cuarenta y cinco (45) días de arresto por causar una lesión que “…no ha acarreado enfermedad que necesite asistencia médica…”, respectivamente. Se evidencia que la sociedad si juega un papel importante al momento de medir la Capítulo II: De las lesiones personales Artículo 413. El que sin intención de matar, pero si de causarle dañó, haya ocasionado a alguna persona un sufrimiento físico, un perjuicio a la salud o una perturbación en las facultades intelectuales, será castigado con prisión de tres a doce meses. Artículo 414. Si el hecho ha causado una enfermedad mental o corporal, cierta o probablemente incurable, o la pérdida de algún sentido de una mano, de un pie, de la palabra, de la capacidad de engendrar o del uso de algún órgano, o si ha producido alguna herida que desfigure a la persona; en fin, si habiéndose cometido el delito contra una mujer en cinta le hubiere ocasionado el aborto, será castigado con presidio de tres a seis años. Artículo 415. Si el hecho ha causado inhabilitación permanente de algún sentido o de un órgano, dificultad permanente de la palabra o alguna cicatriz notable en la cara o si ha puesto en peligro la vida de la persona ofendida o producido alguna enfermedad mental o corporal que dure veinte días o más, o si por un tiempo igual queda la dicha persona incapacitada de entregarse a sus ocupaciones habituales, o, en fin, si habiéndose cometido el delito contra una mujer en cinta, causa un parto prematuro, la pena será de prisión de uno a cuatro años. Artículo 416. Si el delito previsto en el artículo 413 hubiere acarreado a la persona ofendida, enfermedad que solo necesita asistencia médica por menos de diez días o sólo la hubiere incapacitado por igual tiempo para dedicarse a sus negocios ordinarios, u ocupaciones habituales, la pena será de arresto de tres a seis meses. Artículo 417. Si el delito previsto en el artículo 413, no solo no ha acarreado enfermedad que necesite asistencia médica, sino que tampoco ha incapacitado a la persona ofendida para dedicarse a sus negocios u ocupaciones habituales, la pena será de arresto de diez a cuarenta y cinco días. * 43 gravedad de un daño, dado que ni para la misma legislación merece la misma atención una lesión que no requiera atención médica frente a otra en un lugar tan resaltante como la cara. Otro ejemplo se encuentra en el artículo 380* del mismo instrumento normativo el cual, al referirse al delito de incesto, somete la efectiva comisión del delito a la concurrencia de “…circunstancias capaces de causar escándalo público, …”. La redacción del artículo no deja más que pensar que si las relaciones OS D A RV incestuosas realizadas a puerta cerrada no constituyen delito por no provocar escarnio E S E SR O H C E R DEentonces la dignidad social un ¿Es público, el desprecio de la sociedad. valor positivo o negativo?. Independientemente de si el ordenamiento jurídico presta o no atención a la dignidad social, es la dignidad intrínseca de cada persona la que realmente tiene peso y se relaciona directamente con la voluntad y autodeterminación de la persona. Y aunque no considera esta investigación que la dignidad social sea impertinente al ordenamiento jurídico, no la coloca como condición sine qua non para el ejercicio de la voluntad, de la autodeterminación de la persona. * Artículo 380. Todo individuo que, en circunstancias capaces de causar escándalo público, tenga relaciones incestuosas con un ascendiente o descendiente, aunque fuere ilegítimo, con algún afín en línea recta o con un hermano o hermana, hermanos, consanguíneos o uterinos, será castigado con presidio de tres a seis años. 44 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Capítulo 2: EL INDIVIDUO Y SU ENTORNO. “Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida ni trabajos injustos, ni pena inmerecida; porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino”. Amado Nervo La Paz 45 2.1.-La Relación Médico-Paciente. El Rol del Médico. La medicina como ciencia es probablemente la principal protagonista en la historia real de la muerte asistida, ya que su papel es el determinar el punto, estado, circunstancia, momento justo en que se cumplen los requisitos para la aplicación de la muerte asistida. Es justamente la medicina la encargada de determinar la existencia de la enfermedad y del sufrimiento, pero sobre todo de determinar si el sufrimiento humano es insoportable e irreversible ya que, de serlo, se consideraría que la persona OS D A RV está en plena capacidad para ejercer su derecho a la disposición sobre el propio E S E SR O H C E R DEde una relación cualquier vínculo, conexión, correspondencia, trato, Dícese cuerpo, en la forma de una muerte asistida. comunicación, analogía o semejanza entre dos o más sujetos o cosas. Es obvia la insuficiencia de estos términos para definir la relación médico-paciente. La relación médico-paciente se da entre una persona que funge como tratante de salud llamada médico, y otra persona que presenta alguna deficiencia de salud que necesite ser tratada, conocida como paciente, en una situación de coordinación cuya única finalidad es el tratamiento de la salud del paciente. De este concepto se pueden distinguir ciertas características o puntos de especial interés, a saber: el consenso de voluntades entre el médico y el paciente, el carácter de coordinación que rige la relación médico-paciente, la salud del paciente como objeto de la relación y la finalidad de tratamiento más no de mejora. 46 Se evidencian entonces los elementos de una relación contractual; objeto, consentimiento y causa. Más detenidamente, los elementos contractuales para el paciente implicarían: en el objeto, su propia salud; en el consentimiento, la potestad de decidir si se somete o no al tratamiento ofrecido por el médico; y en la causa, el deseo de darle solución a su problema de salud. Ahora bien, para el médico estos elementos no son tan distintos: en el objeto, se refiere al tratamiento aplicado a la salud del paciente; en el consentimiento, la potestad de decidir el o los tratamientos OS D A RaVsu padecimiento físico. deseos y en su determinación de la forma de poner fin E S E R S O H C E Entendida entonces la relación médico-paciente como una relación DER que le ofrece y aplica a su paciente; y en la causa, complacer al paciente en sus contractual, se acoge la definición del Dr. Rafael Aguiar-Guevara como la: Relación jurídica civil, libremente establecida entre el médico y su paciente, mediante la cual, conformado un consentimiento legítimamente declarado por ambos, se consagra el cumplimiento de obligaciones orientadas a la prestación de servicios encaminados a la conservación, fomento, restitución de la salud, a través del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades, dentro de los parámetros establecidos en las leyes que la regulan y fundamentado, tal vínculo jurídico, en el respeto y cumplimiento de los derechos y obligaciones de cada una de las partes de dicha relación, es decir, tanto del médico como del paciente.24 Queda claro entonces la naturaleza jurídica de carácter contractual que comporta la relación médico-paciente, pero se cuestiona ahora ¿de qué forma debe denominarse el contrato contentivo de la relación médico-paciente?. En este sentido nos adherimos y honramos la denominación aceptada internacionalmente como Contrato de Asistencia Médica, denominación propuesta por el Dr. Arturo Ricardo Aguiar-Guevara, Rafael. Tratado de Derecho Médico. (3) Caracas-Venezuela. Legislec Editores, C.A. 2001. pp. 132-133. 24 47 Yungano en un simposio internacional de malpraxis celebrado en Buenos AiresArgentina en octubre de 1979, donde fue aceptada por unanimidad. Expresa el Dr. Yungano: La apreciación de la culpa médica -como capítulo dentro de la culpa profesional y esta dentro de la general-, la naturaleza y forma de responsabilidad o de las respectivas obligaciones, han implicado la necesidad de una figura específica, comprensiva de todos los elementos y matices y con una denominación acorde con su especificidad. Por estos motivos considero que la relación médicopaciente, en forma directa o a través de organismos intermedios, implica la existencia de un contrato específico con matices propios y contenidos determinados que debe ser calificado como “contrato de asistencia medica”.25 OS D A RV E S E OS Ra realizar una determinada acción a favor o contractual, el deudorC se H compromete E R E D En la relación médico-paciente, tal y como se deriva de una relación beneficio del acreedor la cual es de carácter obligatorio por lo que si deja de realizarla, éste incumplirá con el contrato generando una responsabilidad dependiendo del tipo de contrato pactado. En la clasificación de las obligaciones realizada por el Dr. Eloy Maduro Luyando, según el fin perseguido por la prestación, las obligaciones se dividen en obligaciones de medio y obligaciones de resultado; éstas últimas definidas como “aquellas en las cuales la prestación a que se obliga el deudor es un efecto especifico, preciso y concreto de su actividad; la prestación es un fin en sí mismo, pues el deudor se compromete a obtener un determinado resultado”;26 en cambio, las obligaciones de medio son aquellas en las que “el deudor no se compromete a obtener un determinado 25 Yungano, Arturo Ricardo. Responsabilidad Profesional de los Médicos Cuestiones Civiles. Buenos AiresArgentina. Editorial Universal. 1992. p. 89. 26 Maduro Luyando, Eloy y Pittier Sucre, Emilio. Curso de Obligaciones Derecho Civil III. Tomo I. CaracasVenezuela. Publicaciones UCAB. 2003. p. 70. 48 resultado, no garantiza ese resultado, la prestación esta constituida por hechos o actividades que pueden producir o no determinado resultado”,27 y su principal característica es que, como obligación de medio, no compromete, en principio, la responsabilidad del deudor, por lo que corresponde al acreedor probar la culpa de su deudor. En los casos médicos ocurre lo mismo dentro de la relación médico-paciente, pues se genera una obligación para ambos pero siendo la del médico la de mayor OS D A RV importancia y cuidado debido a que éste sólo se compromete a garantizar la E S E SR O H Cél considere necesario para obtener el fin solicitado pero sin E cualquier otro medio que R DE aplicación de la medicina a través de diligencia, cuidados, conocimientos, destrezas y garantizar el resultado. Esto evidencia una obligación de medio debido a la complejidad que implica el ejercicio de la medicina. En base a esto, el paciente siempre debe determinar con el médico el tipo de resultado al cual se quiere llegar y los pasos para lograrlo, es decir, las obligaciones de medio a las que se van a comprometer, aunque frecuentemente y tal como lo expresa el Profesor Antonio José Chacón Pinzón, se puede determinar una obligación de medio bajo el siguiente criterio: Cuando el legislador ni las partes han determinado si la obligación es de medio o de resultado, se debe tener en cuenta el número de probabilidades de alcanzar el objeto pactado entre las partes. En el caso de la medicina, debido al gran número de circunstancias y variables no controlables (anatomía humana, reacciones fisiológicas, enfermedades y lesiones no detectadas a pesar de un buen estudio previo) y de una serie de innumerables sucesos 27 Ibidem. p. 71. 49 imprescindibles, todo acto médico, incluyendo la cirugía estética, debería considerarse como una obligación de medio y no de resultado.28 Se deduce de esto, que si bien la función del médico es utilizar todo los medios posibles para alcanzar el resultado deseado por el paciente, esto no quiere decir que el médico se vaya a obligar para con el paciente a obtener el resultado solicitado, sino más bien se va a comprometer a utilizar y aplicar todas las medidas necesarias para tratar de obtener el fin deseado por ambos. Debe tenerse siempre S O D A paciente no origina una obligación de resultado sinoR de V medios. E S E R S HO en palabras del Dr. Augusto León sería: El rol del médico resumido C E DER presente que a razón de la dificultad que acarrea dicha profesión, la relación médico- En ocasiones los deseos de la familia se imponen al criterio del médico y le conducen a tomar decisiones inconvenientes. En otras circunstancias es el médico el que se debate ante la incertidumbre y no se atreve a emitir un veredicto definitivo. Ha vivido la experiencia de recuperaciones inesperadas en situaciones similares; o por convicciones religiosas espera fervientemente la producción de un milagro o, aunque se halla seguro de su fracaso en base a sus conocimientos, justifica su persistencia en aplicar procedimientos enérgicos utilizando el argumento de que “la información adquirida con el empleo de nuevos ensayos, aunque no beneficiará al enfermo podrá ser útil para futuros pacientes”. … para esto solo puede haber una respuesta optimista: nuestra fe en la compasión, integridad y buen sentido de la mayoría de los integrantes de nuestra profesión, virtudes suficientes para enfrentarlos en forma racional a la par que humanitaria a los problemas que afligen a los enfermos en la fase final de su existencia.29 Se avanza a profundizar sobre un elemento del importante Contrato de Asistencia Médica: La Coordinación. Señala el Dr. Rafael Aguiar-Guevara que la 28 29 Chacón Pinzón, Antonio José. Op. Cit. p. 133. León C., Augusto. La Muerte y el Morir. Caracas-Venezuela. Lagoven, S.A. 1980. pp. 162-163. 50 relación médico-paciente “…ya no es más en sentido vertical proteccionista, paternalista, en la cual el médico convertido en Dios decide qué es lo que al paciente le conviene, sin tomar en cuenta para nada su opinión, sus intereses, sus sentimientos, sus problemas”.30 Afirma además que para el efectivo tratamiento médico “…el paciente, como sujeto de derecho, debe intervenir activamente en la toma de decisiones con respecto a su persona, a su salud, cumpliéndose con el principio de autodeterminación”.31 OS D A Vmoral que comporta para el Es vital destacar el deber, la obligación,E la R carga S E R S O médico el informarle totalH y verazmente al paciente todo sobre su padecimiento y los C E R posibles, viables, e incluso los experimentales al igual que DEexistentes, tratamientos cualquier otra forma conocida de poner fin a su padecimiento a los fines de que el paciente pueda participar activamente en su tratamiento y pueda dar o negar su consentimiento informado y así verificar el Contrato de Asistencia Médica dando inicio a la relación médico-paciente. Este consentimiento no es protegido ni considerado únicamente como carácter contractual dentro del Código Civil. El Código de Deontología Médica en su artículo 50 señala “Si el enfermo debidamente informado se negare a un examen o al tratamiento propuesto, el médico puede declinar su actuación en las mismas Aguiar-Guevara, Rafael. Eutanasia: Mitos y Realidades. (2) Caracas-Venezuela. Editorial Tahmer, C.A. 2003. p. 49. 31 Idem. 30 51 condiciones previstas en el artículo anterior”; y en su artículo 69, ordinales 3 y 4*, resume el derecho del enfermo a ser informado de la naturaleza de su padecimiento y de los tratamientos posibles en virtud de la obtención de un consentimiento válido. Por su parte la Ley Orgánica de Salud vigente, de fecha 11 de noviembre de 1998, incluye imposiciones específicas para el médico en materia de información al paciente tales como el de emitir la información en términos comprensibles para el fácil entendimiento por parte del paciente. OS D A RVactualmente en discusión, se También el proyecto de Ley Orgánica deE Salud, S E R S incluye además: HO C E DER Artículo 166. Las personas tendrán los siguientes derechos: …[omissis] 4. Recibir y obtener información oportuna, veraz y en termino comúnmente comprensibles, sobre todo su proceso de salud y enfermedad, las distintas modalidades diagnosticas y terapéuticas y los riesgos involucrados en las mismas, con el propósito de hacer Artículo 69 Código de Deontología Médica. El enfermo tiene derecho a: 1) Exigir de los médicos que lo asisten y de los demás integrantes del equipo de salud, un elevado grado de competencia profesional y a esperar de los mismos una conducta moral irreprochable. 2) Ser atendido en forma respetuosa y cordial por el médico y por los demás integrantes del equipo de salud. 3) Ser informado de la naturaleza de su padecimiento, de los riesgos inherentes a la aplicación de los procedimientos diagnósticos y a conocer las posibles opciones. 4) Recibir la información necesaria para dar un consentimiento válido (libre), previo a la aplicación de cualquier procedimiento diagnóstico o terapéutico. 5) Que se respecte su intimidad, violada con elevada frecuencia al hallarse recluido en instituciones docenteasistenciales. 6) Que se respeten sus confidencias y a que las discusiones concernientes a la información que ha suministrado, exámenes practicados y estado de salud, se conduzcan con discreción y carácter confidencial. 7) Exigir honorarios justos y a examinar y pedir información adecuada del monto de los mismos, no pudiendo el médico tratante negarse a suministrar las explicaciones que el primero considere convenientes. 8) Rehusar determinadas indicaciones diagnósticas o terapéuticas siempre que se trate de un adulto mentalmente competente. El derecho a la autodeterminación no puede ser abrogado por la sociedad a menos que el ejercicio interfiera los derechos de los demás. Si tal decisión pone en peligro la vida del enfermo, debe el médico exigir la presencia de testigos que de fe de la decisión del mismo y anotar la información pertinente en la correspondiente historia clínica. 9) Rechazar su participación en procedimientos de investigación en seres humanos y a conocer el reglamento de la institución donde se halla, incluyendo las regularidades concernientes a sus limitaciones personales. * 52 efectiva la autodeterminación y la autonomía de la voluntad (Resaltado Nuestro).* Se puede concluir hasta ahora que si bien la relación médico-paciente es de naturaleza contractual, ésta no comporta una obligación unilateral sino más bien bilateral con una relación de coordinación entre las partes, es decir médico y paciente, y que por ser el consentimiento un elemento esencial en el contrato, ambas partes deben prestar su voluntad para que se de la efectividad del tratamiento pudiendo cada uno negarse a brindarlo o a recibirlo. OS D A RV E S E SR O H Cdel paciente no se esta refiriendo únicamente a los llamados Cuando se habla E R DE 2.2.-El Rol del Paciente. La Toma de Decisión. enfermos terminales, sino a toda persona que acude en busca de asistencia médica. Son pacientes incluso las personas que acuden a una consulta externa y aun ellas tienen la posibilidad y el derecho de negarse a determinado examen o día de cita para la siguiente consulta. Todo paciente sea interno, externo, habitual u ocasional, tiene derecho a participar en la elección de su tratamiento y, en todo caso, a negarse a éste. Ahora bien, en el proceso de la toma de decisión por parte del paciente tiene un alto grado de participación su entorno, comprendido éste por la familia, la sociedad, la religión y la medicina. Profundizando en cada elemento, encontramos que la familia, como entorno del enfermo debe tener la posibilidad de opinar sobre la aplicación o no de la muerte asistida, entiéndase bien, opinar más no decidir. La Versión Completa del Proyecto de Ley Orgánica de Salud propuesto por la Vicepresidencia Ejecutiva de la República Bolivariana de Venezuela disponible en: http://www.asambleanacional.gov.ve/ns2/leyes.asp?id=306 * 53 decisión sobre la aplicación de cualquier tratamiento corresponde única y exclusivamente al afectado por ser su vida, su persona y su cuerpo sobre el que en última instancia, recaerá la muerte asistida. La familia debe limitarse a brindar su opinión en forma de consejos y sobretodo de apoyo a la decisión del afectado. En cuanto a la sociedad, se discute si su papel es mayor o menor, más o menos importante, que el papel de la familia sobre este mismo particular. Si bien es cierto que la sociedad tiene el deber de proteger a sus miembros, no es menos cierto que OS D A RV cada persona tiene derecho a una intimidad, a una privacidad que le protege de las E S E SR O H C E protegerle. R DE inclementes críticas y la desaprobación de esa misma sociedad encargada de La sociedad al igual que la familia, debe tener voz más no voto en el asunto de la aplicación de la muerte asistida. Deben entonces, ambos sujetos, mantenerse al margen y respetar los derechos del enfermo que solicita la muerte y las decisiones que en ejecución de ese derecho deriven. En cuanto a la religión, sea cual sea, se guía por una misma premisa: Dios da la vida. En la mayoría de las religiones, esto desemboca en un pensamiento de que solo Dios puede quitar la vida porque es a él a quien la vida pertenece, dejando al ser humano como un simple administrador de un bien dado en préstamo, pero se deben analizar las razones por las que Dios da la vida. Cabría preguntar ¿sería la intención de Dios que su creación sufriese innecesariamente? ¿Un Dios tan bueno no concedería la súplica de un hijo que sufre?. Se llega una vez más en la diatriba de 54 cómo debe considerarse la vida, ¿como una obligación?, ¿como un derecho?, ¿o como un bien disponible?. El Episcopado Español ha seguido siempre fielmente la premisa descrita al inicio de este punto, pero al analizar y recordar el mensaje cristiano sobre el respeto debido a toda vida humana en el curso de su existencia, ha llegado a aceptar el contenido de la Congregación para la Doctrina de la Fe donde se afirma, entre otras cosas, que la Iglesia OS D A V (o positiva) …nunca ha admitido la llamada eutanasia activa R E S directa, es decir, la acción con E la que se pretende exclusivamente R poner fin a la vida de un paciente o acelerar su muerte. Tal práctica S O H es un atentado contra la indisponibilidad de la vida humana. C E pero la tradición de la Iglesia ha admitido, basándose …[omissis] R E D en el principio moral del doble efecto, la legitimidad del uso de calmantes…aunque su administración pudiese ocasionar indirectamente un acortamiento de la vida. La misma moral católica, basándose en la distinción entre medios ordinarios y extraordinarios o, mejor, proporcionados y no proporcionados, afirma también que la medicina no esta siempre obligada a hacer todo lo posible por prolongar la vida de un paciente. Existen situaciones en las que es legítimo, e incluso hasta obligatorio, abstenerse de aplicar terapias no proporcionadas y no habituales, que únicamente sirven para prolongar abusivamente el proceso irreversible de morir.32 Si bien el documento vaticano descarta de plano la aceptación de la eutanasia activa o muerte asistida, por otra parte y ante la muerte inminente, admite la licitud moral de “renunciar a unos tratamientos que procurarían únicamente una prolongación precaria y penosa de la existencia, sin interrumpir, sin embargo, las curas normales debidas al enfermo en casos similares”.33 32 33 Congregación para la Doctrina de la Fe. Citado por Blázquez, Niceto. Op. Cit. pp. 339-340. Idem. 55 Por otra parte, el Papa Pío XII, expresó: es lícito suprimir el dolor por medio de narcóticos a pesar de tener como consecuencia limitar la conciencia y abreviar la vida. Como último elemento del entorno del paciente que participa en su toma de decisión se encuentra la medicina. Esto es en atención a la necesidad de la propuesta médica de un tratamiento sobre la cual decidir su aceptación o rechazo. La propuesta médica y la toma responsable de decisión obedecen a la obligación de información OS D A RV del médico para con el paciente. Solo el cumplimiento de esta obligación hace posible E S E SR O H C E R E Dproblemática La se presenta al momento de dejar constancia de la decisión que el paciente brinde su consentimiento informado. tomada, de esa voluntad de morir asistidamente. Es allí cuando surge algo llamado testamento vital, el cual el Dr. Ramón Lucas Lucas define como …la voluntad expresada por una persona sobre las elecciones terapéuticas y médicas que le afectaran en la fase final de la vida. Se manifiesta la voluntad de ser asistido o de no ser asistido e, incluso, de dejar morir rechazando cualquier medio, proporcionado o menos, de sostén vital, cuando se encuentre afectado por una grave enfermedad que compromete la calidad de vida.34 Roberto Blasoni y Hernando Martín definían en su trabajo de grado el testamento vital como: …la manifestación de voluntad plasmada en un documento, donde una persona manifiesta sus deseos expresos acerca de la retirada o no iniciación de un tratamiento médico en caso de enfermedad Terminal. Es en sí, la voluntad del afectado plasmada en un documento formal, que opera a futuro en resguardo del respeto a la 34 Lucas Lucas, Ramón. Op. Cit. p. 204. 56 autodeterminación o autonomía individual por efectos de incapacidad (Resaltado Nuestro).35 Continúan los investigadores y exponen sobre la regulación jurídica del testamento vital: No se han [SIC] establecido forma alguna en cuanto a las menciones que debe contener, …[omissis] sin embargo consideramos apropiado otorgarlo ante un Notario Público, para que dicho documento, a la hora de inconvenientes legales, tenga fe pública. Éste documento es por naturaleza revocable, pues como acto unilateral la sola voluntad en contrario puede dejarlo sin efecto, cuestión ésta, la de revocación que también consideramos debe hacerse frente a un Notario Público. Aun cuando la situación legal no está regulada, dicha manifestación podría servir como medio de prueba para la no aplicación de medios desproporcionados para el mantenimiento de la vida.36 OS D A RV E S E SR O H La decisiónE delC afectado al momento de solicitar la muerte asistida debe ser R E D firme, reiterada, inequívoca, pero sobre todo debe ser propia. Ninguna persona, absolutamente ninguna persona, puede tomar la decisión de asistir a una muerte no deseada. Esto podría ser considerado bajo la concepción de cualquier otra institución jurídica, más no de la muerte asistida. … No se le puede pedir legítimamente hacer o abstenerse de hacer algo, con la excusa de que sería mejor para él, que le hará más feliz, o que según la opinión de los otros hacerlo sería acertado o incluso correcto. Estas son buenas razones para reconvenirle, razonar con él, persuadirle o suplicarle, pero no para imponerle o hacerle ningún mal, en caso de que actuara de otra manera…37 La voluntad de una persona es la expresión de su decisión, es su autodeterminación. Martín, Hernando y Blasoni, Roberto. Op. Cit. p. 119. Ibidem. p. 120. 37 Mill, John Stuart. “On Liberty”. Citado por: Charlesworth, Max. La Bioética en una Sociedad Liberal. Tr: Mercedes González con la colaboración de Language Consultancy Systems, S.L. Cambridge-Gran Bretaña. Cambridge University Press. 1996. p. 19. 35 36 57 2.3.-La Decisión del Afectado. El Consentimiento Informado. Visto que en el proceso de toma de decisión de la persona ante la posibilidad de una muerte asistida influyen y participan elementos externos en la forma de opiniones y recomendaciones de distintos orígenes, se pasa a analizar más detenidamente la participación de la medicina. Es obvia la gran importancia de la medicina en esta problemática, ya que será OS D A RV suficiente en la persona que solicita la muerte asistida. E S E R S O H C E La representación de la medicina en la relación con el paciente no debe DER ella la encargada de certificar la existencia de una condición sanitaria desfavorable limitarse únicamente al medico tratante. Las personas que mas trato tienen con los pacientes son las enfermeras, técnicos y demás asistentes. Una palabra de un camillero puede ser la diferencia entre la información o desinformación de un paciente. Es por esto que, como cabeza de la relación, el médico debe cuidar el derecho del paciente a estar informado oportuna y verazmente. Solo estando debidamente instruido sobre sus opciones podrá el paciente brindar su consentimiento informado. El Consentimiento Informado es entendido como el …acto de decisión en forma libre, voluntaria y consciente realizado por una persona competente, por el cual acepta o rechaza las acciones diagnósticas o terapéuticas sugeridas por los profesionales de la salud y/o investigadores, fundado en la comprensión de la información revelada respecto de los riesgos y beneficios que le 58 pueden ocasionar, así como de las alternativas posibles con sus respectivos riesgos y beneficios.38 El consentimiento informado aparece como un nuevo ideal de autonomía y racionalidad, expresión de una nueva cultura de la información y el pluralismo. No existe posibilidad de una comunicación perfecta, los pacientes siempre esconden algo, se reservan algo, que limita su dedicación, su compromiso con el tratamiento. He allí la necesidad de un buen dialogo abierto con la finalidad de llegar a un entendimiento sobre el tratamiento. Como no existe una visión autoritaria de la vida OS D A RV buena, ni de las metas concretas de la medicina, resulta obligado crear un modo E S E SR O H un papel esencial. EC DER común de entenderla y es aquí donde el consentimiento libre e informado desempeña 39 El Dr. José Calleja explica que: Existen cuatro condiciones elementales del Consentimiento Informado: La Información, la Comprensión, la Voluntariedad y la Capacidad del paciente. Con respecto a la información existen tres diferentes criterios de suficiencia y validez de la información: La práctica médica habitual; la persona razonable; la individualidad del enfermo en cuestión. Para comprender la información adecuadamente se debe evitar tantos tecnicismos, con lenguaje asequible e invitar a preguntar y participar. La Voluntariedad y autenticidad se refiere a encontrarse libre para decidir de acuerdo a sus propios valores, evitando la manipulación y la coacción. (Sánchez M.,1996). Y por último la Capacidad: Ser competente para tomar la decisión en cuestión. Existe capacidad para decidir cuando se posee ciertas aptitudes: Para darse cuenta de la propia situación y de expectativas razonables; para comprender la información relevante; para deliberar sobre las opciones que se ofrecen según sus valores y objetivos personales.; capacidad para comunicarse verbalmente o no con el profesional. (Simón L, 1995).40 38 Sánchez, Miguel. El Consentimiento Informado. En: Cuadernos del Programa Regional de Bioética. CaracasVenezuela. No. 2 Abril 1996. p. 56. 39 Cfr. Calleja, José. “El Consentimiento Informado”. Ponencia presentada en: Bioética: Consentimiento Informado. Maracaibo, marzo de 2007. 40 Idem. 59 Con respecto a las funciones del consentimiento informado están sumamente ligadas a la autodeterminación de la persona, tal y como se ha explicado hasta ahora. Sus funciones principales comprenden: …promover la autonomía de los individuos, fomentar la autonomía de los individuos, fomentar la racionalidad en la toma de decisiones medicas, proteger a los enfermos y los sujetos de investigación, evitar el fraude y la coacción, alentar la autoevaluación y el auto examen en los profesionales de la salud, introducir en la medicina una mentalidad mas probabilística, y mas capaz de hacer frente a la incertidumbre. Y su principal objetivo consiste, no en forzar al paciente a ser autónomo, sino brindarle la oportunidad de serlo en su elección de tratamiento médico.41 S O D A Queda claro entonces que el rol de la medicina RVen la decisión del paciente E S E R consiste simplemente en proporcionar la información necesaria para la obtención del S HO C E consentimiento DERproducto de la toma de una decisión conciente, responsable, indubitada y sin coacción alguna. 2.4.-¿Ensañamiento Médico o Práctica Profesional?. Licitud Moral. Se ha demostrado que la relación médico-paciente constituye deberes y derechos para cada parte, tal y como sucede en cualquier relación contractual. Ahora bien, corresponde analizar los derechos de los que goza cada parte dentro de la relación asistencial. El Sistema Canario de la Salud, en su Carta de los Deberes y Derechos de los Pacientes y Usuarios cuenta que los pacientes tienen entre otros, los siguientes derechos: -A ser respetado, a ser informado y a la confidencialidad. Costa, MV. El Concepto de Autonomía en la Ética Médica: Problemas de Fundamentación y Aplicación. En: Perspectivas Bioéticas en las Américas. Buenos Aires-Argentina. Vol. 1. No. 2. p. 92. 41 60 -A la igualdad en el acceso y el uso de los servicios sanitarios. -A la asignación e identificación de un médico. -A revocar por escrito su consentimiento previo. -A programas y actuaciones especiales y preferentes (niños, ancianos, enfermos mentales…). OS D A RV -A manifestar por escrito sus instrucciones previas. (Resaltado nuestro).* E S E SR O H C E deberes, incluyeR para DE el paciente un deber que podría traducirse en un derecho del Esta misma Carta, como instrumento normativo en su artículo 4 de los médico: “Deber de respeto a la dignidad personal y profesional de cuantos prestan sus servicios en el Sistema Canario de la Salud”. Se evidencia entonces que los deberes y derechos de ambas partes están íntimamente ligados, demostrando así que el médico también tiene derechos frente al paciente. Ahora bien, ¿cuáles serían estos derechos adaptados al ordenamiento jurídico venezolano?. Pues éstos derechos debemos dividirlos en dos grupos: Los derechos derivados de su carácter de médico y los derechos derivados de su carácter de ciudadano venezolano. * Versión Completa de la Carta de los Derechos y de los Deberes de los Pacientes y Usuarios del Sistema Canario de la Salud disponible en: http://www.gobiernodecanarias.org/sanidad/sgt/oddus/DERECHOSYDEBERESDIPTICO.pdf 61 Dentro del primer grupo se encuentran el derecho de recibir honorarios profesionales, el derecho a aceptar o no un paciente (con las excepciones impuestas por ley), el derecho al ascenso profesional, el derecho a asistirse y apoyarse en otros colegas y profesionales de la medicina en distintos procesos de su actividad diaria, entre otros. Pero es dentro del segundo grupo que se hallan los derechos que en verdad conciernen a esta investigación ya que como derechos constitucionales, estos tienen mayor jerarquía y son éstos los que debaten su aplicación frente a los derechos OS D A RV de Venezuela el que artículo 112 de la Constitución de la República Bolivariana E S E R S confiere a todos los ciudadanos HOel derecho a dedicarse a la actividad económica de su C E R DE preferencia, significando esto el derecho a un libre desenvolvimiento en el ámbito fundamentales de los pacientes dentro de la relación contractual. Es entonces el * laboral y al libre desarrollo de su profesión pero que en el caso del médico pueden desembocar en un problema mayor: el ensañamiento terapéutico. Se entiende por ensañamiento terapéutico “…el uso de terapias inútiles o ineficaces para la curación de enfermo, que aumentan las penalidades de la enfermedad y se configuran como desproporcionadas en la relación entre riesgo y beneficio, condenando artificialmente al enfermo a una agonía prolongada, mas que a una curación de la enfermedad”.42 El ensañamiento o encarnizamiento terapéutico Artículo 112 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Todas las personas pueden dedicarse libremente a la actividad económica, sin más limitaciones que las previstas en este Constitución y las que establezcan las leyes, por razones de desarrollo humano, seguridad, sanidad, protección del ambiente u otras de interés social. El Estado promoverá la iniciativa privada, garantizando la creación y justa distribución de la riqueza, así como la producción de bienes y servicios que satisfagan las necesidades de la población, la libertad de trabajo, empresa, comercio, industria sin perjuicio de su facultad para dictar medidas para planificar, racionalizar y regular la economía e impulsar el desarrollo integral del país. 42 Lucas Lucas, Ramón. Op. Cit. p. 179. * 62 será entonces aquella aplicación desmedida de los medios fútiles explicados anteriormente, escudado el médico tanto en su supuesto deber moral de profesional de la salud como en su derecho a la práctica profesional. Es vital entender que, si bien el médico tiene el derecho a practicar su profesión sin más limitaciones que las establecidas en la ley y en los códigos de ética, son justamente éstos instrumentos los que le obligan a limitarse en sus funciones para no pasar por encima de los derechos fundamentales de su paciente. Como ejemplo de OS D A RV esta situación basta recordar la obligatoriedad de un consentimiento debidamente E S E SR O H Cla medicina, al igual que el entrenamiento médico, jamás E avance y evolución de R DE otorgado por parte del paciente en los casos de las pruebas experimentales, donde el podrán pasar por encima de la autonomía y deseo de un paciente de negarse a un determinado ensayo. Es sabido que no todos los procedimientos exhiben el mismo rango de moralidad. Pueden darse casos en los que de la negociación entre las partes no se produzca una decisión éticamente correcta resultado de estrategias racionales más que de un auténtico dialogo en respeto a la dignidad humana. De aquí que una importante cuestión en bioética la constituyen los problemas de fundamentación, en los que se juega no solo el tipo de racionalidad que subyace a los procedimientos de decisión sino también la posibilidad de legitimación normativa de la ética.43 Cfr. “Bioética, Racionalidad y Principio de Realidad”. Artículo por: Silvia L. Brussino. Versión completa disponible en: http://www.cuadernos.bioetica.org/doctrina7.htm 43 63 Con respecto a la licitud moral: Existe el peligro de que el tecnicismo terapéutico se convierta en abusivo. En tal sentido, <<algunos hablan del derecho a morir, expresión que no designa el derecho a procurarse o hacerse procurar una muerte como se quiere, sino el derecho de morir con toda serenidad, con dignidad humana y cristiana>>. … Dejando bien claro que la ultima palabra sobre el recurso a los medios terapéuticos extremos corresponde al enfermo concernido…44 Bajo ningún concepto puede considerarse el ensañamiento o encarnizamiento terapéutico como una práctica aceptada o moralmente lícita. Recordemos que la OS D A cualquier tercero que la consienta y, aun con laE aprobación RV del mismo paciente, esta S E R S conducta es contraria a los O H mismísimos fundamentos éticos de la sociedad, de la C E R medicinaD yE del derecho constitucional a la Integridad Personal por implicar una aplicación de medios fútiles comporta una conducta egoísta por parte del médico y de tortura para el paciente. Bien lo dice el Dr. Hernando Grisanti Aveledo: “El hombre tiene derecho a morir con dignidad. Por tanto, la Ciencia Médica ha de abstenerse de retardar el desenlace postrero, cuando este es inexorable. Debe evitarse el encarnizamiento terapéutico”.45 Blázquez, Niceto. Op. Cit. p. 335. Grisanti Aveledo, Hernando y Grisanti Franceschi, Andrés. Manual de Derecho Penal Parte Especial. Valencia-Venezuela. Vadell Hermanos Editores, C.A. 2004. p. 21. 44 45 64 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Capítulo 3: EL ENFOQUE JURÍDICO. “Solamente si los actos de una persona dañan a otras o impiden o inhiben a éstas de ejercitar su libertad personal, podría intervenir el Estado a través de la ley”. Max Charlesworth La Bioética en una Sociedad Liberal 65 3.1.-La Muerte Asistida en el Derecho Comparado. A continuación se estudiará como se considera la muerte asistida en otras legislaciones del mundo así como también el fundamento para su aplicación o no, lo cual servirá de guía para la legislación venezolana en cuanto y en tanto podrá dar respuesta o simplemente podrá adoptar una posición frente a la figura de la muerte asistida, para evitar así tener una figurar sin regulación la cual a medida que pase el tiempo se irá incrementando considerablemente. OS D A RV E S E SR O H Cvarios países latinoamericanos, ha tenido problemas con la España, R así E como DE 3.1.1.-Derecho Español. regulación normativa sobre la Muerte Asistida; tanto así, que es desde 1984 que empiezan a surgir los primeros casos no de esta figura en sí, pero que contribuyeron de manera muy significativa en el impulso de la misma, por tratarse de casos en los cuales el paciente por estar bajo la religión de testigos de Jehová, no permitía al médico aplicar transfusiones de sangre así las necesitara con urgencia, circunstancia ésta que colocaba al médico en una situación sumamente difícil por no saber si aceptar la petición del paciente o cumplir con su deber de salvar la vida del mismo, pero con el paso del tiempo han venido apareciendo nuevos casos llegando al punto de encontrarnos con la figura de muerte asistida y eutanasia pasiva, siendo esta última aceptada por la comunidad española y la doctrina tal cual como lo expresa el Profesor Francisco Farfán Molina en su estudio sobre la vida: 66 En términos generales la doctrina admite la eutanasia pasiva, o sea la situación del paciente incurable y próximo a la muerte que rechaza un tratamiento que sólo va a conseguir prolongar la vida por cierto tiempo, de forma más o menos artificial, sin que existan perspectivas de curación. Aquí el paciente desea morir con dignidad y en paz, y el medico simplemente le ayuda al transito definitivo, dejando que la naturaleza siga su curso.46 Pero no sólo es la sociedad o la doctrina quienes aceptan la eutanasia pasiva sino que también es aceptada por los médicos y más importante aún, es permitida legalmente según el artículo 27, numeral 2, del Código de Deontología Médica Español que expresa: “El médico no deberá emprender o continuar acciones OS D A RV diagnósticas o terapéuticas sin esperanza, inútiles u obstinadas. Ha de tener en cuenta E S E SR O H C morir con dignidad”. E R DE la voluntad explícita del paciente a rechazar el tratamiento para prolongar su vida y a El problema se presenta cuando a la eutanasia pasiva se le adiciona la voluntad del paciente para que el doctor realice una determinada acción que lo ayude a morir, no como la situación anterior en la cual el médico se reservaba realizar o suministrar un determinado medicamento convirtiéndose esto en una eutanasia activa conocida como muerte asistida la cual está totalmente rechazada e incluso penada en la legislación española ya que se considera un homicidio según el artículo 143, ordinal 4 del Código Penal Español que reza: 4. El que causare o cooperare activamente con actos necesarios y directos a la muerte de otro, por la petición expresa, seria e inequívoca de éste, en el caso que la victima sufriera una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte, o que produjera padecimientos permanentes y difíciles de soportar, será castigado… Farfán Molina, Francisco. Eutanasia, Derechos Humanos y la Ley Penal Un Estudio sobre el Derecho a Disponer de la Vida Propia. Bogotá-Colombia. Ediciones Jurídicas Gustavo Ibáñez C., Ltda. 1996. pp. 55-56. 46 67 Se apoya esta norma en el artículo 27, numeral 3, del Código de Deontología Medica Español, que establece: “El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de éste”. 3.1.2.-Derecho Holandés. Holanda ha sido desde 1994 el país que más ha impulsado la figura de la muerte asistida considerada como una forma de eutanasia. El 09 de febrero de ese OS D A RVPenal Holandés para aquellas se sigue considerando como delito dentro del Código E S E R S O directa en su realización sin ser médicos, lo cual personas que colaboren deH manera C E R a la practica exclusivamente médica y no solo eso, sino que DEfigura limita dicha mismo año que se legaliza la eutanasia, pero no tan abiertamente como parece, ya que además se exige el cumplimiento de tres condiciones establecidas en la Ley aprobada por el Congreso de Diputados, a saber: primero, que la muerte sea solicitada directamente por el paciente; segundo, que este sufra un mal incurable o insoportable; y tercero, que la petición sea reiterada y en claro estado de conciencia. En adición a todos estos requerimientos, el médico debe contar con la opinión favorable de un segundo colega ya que, de no cumplir con alguna de estas condiciones, no se tomará en cuenta su carácter de medico y se le sancionará con una pena de prisión de hasta 12 años. 47 Día a día en Holanda se va incrementando progresivamente la aplicación de la eutanasia, así como también se va adaptando a cada grupo etario hasta el punto en 47 Ibidem. pp. 49-50. 68 que la eutanasia es permitida para los menores de edad de 16 y 17 años con una consulta de sus padres y para los de entre 12 y 16 años con el visto bueno de los progenitores. Incluso para estos últimos tiempos, hasta se está considerando la aplicación de la misma a niños desde neonatos hasta los doce años. Se podrá considerar a dicho país de muchas maneras según las perspectivas de cada persona, pero lo que verdaderamente Holanda ha buscado y garantizado con la aplicación de estas Leyes sobre la eutanasia es el ejercicio de los derechos de la personalidad y el beneficio que puede traer la misma a la sociedad. OS D A RV E S E SR O H Cpaso hacia una verdadera capacidad de disposición sobre el E holandesa. Es elR primer DE Desde 1994 la eutanasia es totalmente aceptada y regulada por la legislación propio cuerpo como derecho de la personalidad en forma de una Muerte Asistida. 3.1.3.-Derecho Colombiano. Colombia al igual que España coincide en la regulación jurídica sobre la figura de muerte asistida y eutanasia pasiva siendo esta ultima igualmente permitida por dicho país según resolución N° 13.437 del 01 de Noviembre de 1991 en su artículo 1, numeral 10, al reconocer al paciente el derecho “…a morir con dignidad y a que se le respete su voluntad de permitir que el proceso de la muerte siga su curso natural en la fase terminal de su enfermedad”, en conjunto con el numeral 5 ejusdem el cual otorga el derecho “…a que se le preste durante todo el proceso de la enfermedad, la mejor asistencia médica disponible, pero respetando los deseos del paciente en el caso de enfermedad irreversible”. Es evidente entonces que este ordinal 69 respeta los deseos del paciente dejando la puerta abierta a la aplicación de la Muerte Asistida, pero esto cambia al momento de la reforma del Código Penal Colombiano. El nuevo Código Penal Colombiano se castiga el homicidio piadoso en el artículo 106, el cual reza: “El que matare a otro por piedad, para poner fin a intenso sufrimiento provenientes de lesión corporal o enfermedad grave e incurable incurrirá en prisión de uno (1) a tres (3) años”. Este artículo no despeja la interrogante de si se permite o no la muerte asistida en Colombia, ya que, si bien se pronuncia sobre el OS D A RV homicidio piadoso, no lo hace específicamente sobre la muerte asistida como una E S E SR O H o penalización. REC DE acción consentida por el sujeto pasivo, dejando así el vacío legal sobre su aceptación 3.1.4.-Otras Legislaciones. Una de las legislaciones que hay que tomar en cuenta para el desarrollo de esta investigación es la de Uruguay, el cual posee un régimen muy parecido y casi liberal como Holanda al tener implícitamente permitida la muerte asistida, esto basado en el artículo 37 del Código Penal Uruguayo que le confiere a: “…los Jueces la facultad de exonerar de castigo al sujeto de antecedentes honorables, autor de un homicidio, efectuado por móviles de piedad, mediante súplicas reiteradas de la víctima”. Sin embargo, a pesar de que este artículo pareciera permitir la muerte asistida, no se ha legalizado del todo. Es ahora para estos últimos años que se está intentando legalizar de manera absoluta y directa la Muerte Asistida mediante 70 proyectos de leyes y propuestas para su aprobación pero todavía no se ha llegado a nada. En este mismo orden de ideas encontramos a Bélgica, la cual se ha convertido desde el año 2002 en el segundo país en legalizar la muerte asistida mediante la promulgación de una ley en la cual se establecen ciertos requisitos para poder aplicar dicha figura a una persona, y estos son: OS D A RV -El paciente debe estar en condiciones de entender y decidir. -Debe ser mayor de edad (en Bélgica, desde los 18 años). -El pedido debe ser realizado en forma escrita, debe ser voluntario, reflexionado y reiterado. -El médico deberá verificar la magnitud de la enfermedad y del sufrimiento que causa. -Deberá informar al paciente sobre las posibilidades que ofrecen las curas paliativas. -También es necesario contar con la opinión de un segundo médico independiente. -Y si la enfermedad no hace prever una muerte en breve tiempo, se deberá acudir a un tercer especialista.* (Resaltado Nuestro). E S E SR O H C E R DE Todos éstos requisitos se necesitan de manera concurrente para poder aplicar la muerte asistida a un paciente, y como se denota solo puede ser practicada por médicos, para brindar mayor seguridad a la persona -en virtud de sus conocimientos especializados sobre la salud y su debido tratamiento- así como para la garantía y eficacia del ejercicio de sus derechos de la personalidad, mas específicamente, su derecho al libre desarrollo de la personalidad y a disponer sobre su propio cuerpo lo cual fue el mayor motivo o mejor dicho, impulso para la creación de esta ley. Cfr. Ley Especial de Bélgica sobre Eutanasia “Texte adopté par les Commissions Rénies de la justicie et des affaire sociales”. * 71 También el Reino Unido está encaminado a la aplicación y aprobación de la muerte asistida, pero hasta el momento no se ha logrado por problemáticas con la sociedad y la iglesia. Sin embargo, a medida que los años pasan los avances médicos se incrementan y los casos se extienden. Este país aunque no ha aprobado todavía la aplicación de la eutanasia sin el consentimiento del la persona, entendida comúnmente como homicidio piadoso en Venezuela, si se ha aprobado que los médicos prescriban una dosis letal de medicación a pacientes terminales que OS D A RV consideren intolerable el dolor por el que deban atravesar, debido a una enfermedad. E S E SR O H es muy similar R a laE queC allí se aplica. Se diferencia en que en el Reino Unido actúa el DE Aunque no es la muerte asistida que se ha permitido en Holanda y en Bélgica, médico de una manera indirecta interviniendo solo al momento de prescribir la dosis letal más no al aplicarla como pasa en Holanda y Bélgica. Pero esto no la hace dejar de ser muerte asistida. Indiferentemente como actúe el médico, lo importante es que todas consiguen el mismo fin, que es suprimir un sufrimiento intolerable por medio de la muerte de la misma persona. Entre los otros países que conforman algunas otras legislaciones dignas de mencionar encontramos a: - Francia: No hay una ley que prohíba específicamente un suicidio asistido, pero los casos pueden discutirse bajo una ley de falta de asistencia a personas en peligro. 72 -Suecia: No existe una ley que castigue el suicidio asistido, pero los que han ayudado a otros han sido condenados por asesinato sin premeditación. -Irlanda: La muerte asistida es ilegal. -Suiza: El suicidio asistido es legal desde 1941. Suiza es el único país donde se acepta el suicidio asistido ejecutado por no residentes. -Estados Unidos: En la mayor parte de los Estados la ayuda a la muerte es OS D A RV E S E SR O H Cel suicidio asistido por médicos desde el año 1997. Para ello E Oregon se ha hecho legal R DE ilegal. Sin embargo recientemente se ha estado tratando de cambiar la situación en California, Washington, Michigan, Maine, Hawaii y Vermont, pero sin éxito. Solo en deben estar comprometidos dos médicos y no se puede usar un método de inyección letal. -Japón: La Eutanasia médica voluntaria es teóricamente legal, pero ha sucedido en casos muy raros. -Australia: La Muerte asistida es ilegal. La eutanasia fue legal por casi dos años en el norte del territorio en el año 1997. Se ha intentado cambiar la ley en otros estados, especialmente en el sur de Australia. -Nueva Zelanda: La muerte asistida es ilegal. 73 3.2.-Marco Constitucional. Derechos Humanos y Derechos Individuales. Es imperativo comprender la importancia del análisis de la Constitución ya que es allí donde se reconocen todos los derechos establecidos en otros cuerpos normativos que no son más que el producto del desarrollo de los Derechos Constitucionales; además, es la Constitución la encargada de incluir a la legislación nacional aquellos derechos fundamentales llamados Derechos Humanos contenidos en tratados, pactos y otros instrumentos internacionales, y cualquier derecho que reconozca y le merezca protección. OS D A RV E S E S deRlos Derechos Humanos comienza con su O En Venezuela, laH inclusión C E R garantía D en E el artículo 19 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que reza: El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable, indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público de conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos humanos suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los desarrollen (Resaltado nuestro). Es justamente esa garantía lo que permite desarrollar otros derechos a partir de esos Derechos Humanos. Los mismos Derechos Individuales y Derechos Civiles contemplados en la Constitución son producto del desarrollo de los Derechos Humanos. Se observa por ejemplo el Derecho a la Vida consagrado en el artículo 3 de 74 la Declaración Universal de los Derechos Humanos* y acogido por la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en su artículo 43.** Se deduce entonces la existencia de un Derecho a la Integridad Personal contemplada efectivamente como derecho en el artículo 46, ordinal primero, de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela*** casi con las mismas palabras que el artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,**** que a su vez deriva en un Derecho a la Salud (artículo 83 de la Constitución de la OS D A RV República Bolivariana de Venezuela)***** como garantía de este Derecho a la Vida y E S E SR O H Cde la República Bolivariana de Venezuela) E 2, de la Constitución R DE más específicamente en un Derecho a la Dignidad Humana (artículo 46, ordinales 1 y ****** reconocida además como derecho inherente de la persona en el artículo primero de la misma Artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. ** Artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. El derecho a la vida es inviolable. Ninguna ley podrá establecer la pena de muerte, ni autoridad alguna aplicarla. El Estado protegerá la vida de las personas que se encuentren privadas de su libertad, prestando el servicio militar o civil, o sometidas a su autoridad en cualquier otra forma. *** Artículo 46 ejusdem. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral, en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación. **** Artículo 5 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. ***** Artículo 83 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La salud es un derecho social fundamental, obligación del Estado, que lo garantizará como parte del derecho a la vida. El Estado promoverá y desarrollará políticas orientadas a elevar la calidad de vida, el bienestar colectivo y el acceso a los servicios. Todas las personas tienen derecho a la protección de la salud, así como el deber de participar activamente en su promoción y defensa, y el de cumplir con las medidas sanitarias y de saneamiento que establezca la ley, de conformidad con los tratados y convenios internacionales suscritos y ratificados por la República. ****** Artículo 46 ejusdem. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral, en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Toda víctima de tortura o trato cruel, inhumano o degradante practicado o tolerado por parte de agentes del Estado, tiene derecho a la rehabilitación. 2. Toda persona privada de libertad será tratada con el respeto debido a la dignidad inherente al ser humano. * 75 Declaración*, y que se inclina mas hacia la integridad moral de la persona a diferencia del Derecho a la Salud que presta más atención a la integridad física. Paralelamente, podemos observar el Derecho a la Libertad definido en el artículo 4 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano** como el “…poder hacer todo aquello que no perjudique a otro…”, pero al examinar el artículo 20 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, notamos más amplitud en su definición o más bien un sentido distinto hacia el Derecho al Libre OS D A RV Desarrollo de la Personalidad. Expresa el artículo: “Artículo 20. Toda persona tiene E S E SR O H Cde las demás y del orden público y social”. E que derivan delR derecho DE derecho al libre desenvolvimiento de su personalidad, sin más limitaciones que las Este derecho presupone entonces un derecho a tomar decisiones propias que sean respetadas, un derecho a una vida privada y un derecho a la intimidad, consagradas éstas últimas garantías en el artículo 60 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.*** De igual manera se deduce la posibilidad de manifestar, comunicar, expresar sus propias decisiones y pensamientos. Esta deducción deja de ser una posibilidad para encontrar algo cierto en el artículo 57 Artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. ** Artículo 4 de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano. La libertad consiste en poder hacer todo aquello que no perjudique a otro: por eso, el ejercicio de los derechos naturales de cada hombre no tiene otros límites que los que garantizan a los demás miembros de la sociedad el goce de estos mismos derechos. Tales límites sólo pueden ser determinados por la ley. *** Artículo 60 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Toda persona tiene derecho a la protección de su honor, vida privada, intimidad, propia imagen, confidencialidad y reputación. La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y ciudadanas y el pleno ejercicio de sus derechos. * 76 ejusdem* al reconocerse que “Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura”. He allí ejemplos de cómo la Constitución reconoce y tutela derechos basándose en los Derechos Humanos. Las leyes especiales lo que hacen es desarrollar los postulados constitucionales, es decir crean su propio texto legal como desarrollo OS D A RV de una premisa constitucional. No olvidemos que es esa misma Constitución de la E S E SR O H C E tratados y pactos internacionales sobre Derechos R DE República Bolivariana de Venezuela, lo que deja la puerta abierta a la aplicación de Humanos y la forma y procedimiento para ello en sus artículos 22** y 23***, esto por el principio de progresividad de derechos o más bien de tutela progresiva lo que permite añadir nuevos bienes contenidos en instrumentos internacionales a la tutela jurídica por parte de la nación. Significa que una persona nunca deja de tener derechos, nunca los Artículo 57 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Toda persona tiene derecho a expresar libremente sus pensamientos, sus ideas u opiniones de viva voz, por escrito o mediante cualquier otra forma de expresión, y de hacer uso para ello de cualquier medio de comunicación y difusión, sin que pueda establecerse censura. Quien haga uso de este derecho asume plena responsabilidad por todo lo expresado. No se permite el anonimato, ni la propaganda de guerra, ni los mensajes discriminatorios, ni los que promuevan la intolerancia religiosa. ** Artículo 22 ejusdem. La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona, no figuren expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos. *** Artículo 23 ejusdem. Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas por esta Constitución y en las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público. * 77 pierde, por el contrario los derechos se van desarrollando y van derivando en nuevos y más especiales derechos igualmente protegidos. Venezuela se consagra como un Estado respetuoso, obediente y garantista de los derechos y de las personas mismas en los artículos 2* y 3** de su Constitución, hasta el punto de obligarse a indemnizar a las victimas de violación de sus Derechos Humanos y procurar una reparación de los daños por parte de los culpables (artículo 30 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela).*** OS D A RVy en desarrollo del concepto Con respecto a ese artículo 2 de la Constitución E S E R S O de un Estado Social, la Sala del Tribunal Supremo de Justicia expresa: HConstitucional C E DER A juicio de esta Sala, el Estado Social debe tutelar a personas o grupos que en relación con otros se encuentran en estado de debilidad o minusvalía jurídica, a pesar del principio del Estado de Derecho Liberal de la igualdad ante la ley, el cual en la práctica no resuelve nada, ya que situaciones desiguales no pueden tratarse con soluciones iguales. … El Estado Social, trata de armonizar intereses antagónicos de la sociedad, sin permitir actuaciones ilimitadas a las fuerzas sociales, en base al silencio de la ley o ambigüedades de la misma,…este concepto de Estado Social de Derecho, no está limitado a los Artículo 2 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los derechos humanos, la ética y el pluralismo político. ** Artículo 3 ejusdem. El Estado tiene como fines esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad, el ejercicio dem.ocrático de la voluntad popular, la construcción de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución. La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos fines. *** Artículo 30 ejusdem. El Estado tendrá la obligación de indemnizar integralmente a las víctimas de violaciones de los derechos humanos que le sean imputables, o a su derechohabientes, incluido el pago de daños y perjuicios. El Estado adoptará las medidas legislativas y de otra naturaleza, para hacer efectivas las indemnizaciones establecidas en este artículo. El Estado protegerá a las víctimas de delitos comunes y procurará que los culpables reparen los daños causados. * 78 derechos sociales que la Constitución menciona expresamente como tales, ya que de ser así dicho Estado Social fracasaría.48 De igual forma, a modo de explicar la función garantista del Estado, la misma sala expone: Al Estado de Derecho le corresponde cumplir un cometido de enorme relevancia, cual es la función de garantizar la seguridad, que, junto con la función de mantener y realizar la igualdad y de preservar la libertad, forman la tríada constitutiva del contenido esencial de la legitimidad del ejercicio del poder. Esa función de seguridad es decisiva para identificar el Estado de Derecho, esto es, garantía de certeza, de saber a qué atenerse.49 OS D A RV El Derecho a la Vida implica justo eso, un derecho, el cual cada persona E S E SR O H interesante reflexión sobre C la mal llamada obligación de vida, expone: E R DE puede decidir si ejerce o no. En este punto, el Dr. Rafael Aguiar-Guevara hace una Dejemos, pues, de combatir y restringir los avances de la dinámica ciencia de la Medicina, y dejemos que los derechos humanos se impongan, en la forma en que, como expresamos, el hecho de quedar establecida la legalidad de la eutanasia no significa, en forma alguna, que a ninguna persona podrá ser impuesta si no la desea; como tampoco a ningún médico se le podrá exigir una obligada actuación que esté fuera de sus criterios y valores. …[omissis] El ejercicio de mi derecho a bien morir, a morir con dignidad no daña a ningún tercero, no obliga a ningún médico o persona a asistirme, así como tampoco elimino la posibilidad de algún uso al Estado, toda vez que me encuentro en fase Terminal; ergo, nadie puede abrogarme ni limitarme el sagrado derecho de mi propia autodeterminación y autonomía de la voluntad; concluyendo así que el derecho a vivir no puede ni debe entenderse nunca como una obligación impuesta de terceros a vivir, sin importar la calidad de vida que se me intente llevar y sufrir (Resaltado Nuestro).50 Bajo ningún concepto puede considerarse la vida como una obligación ya que las obligaciones implican un consenso al que las personas se someten por su propia 48 Tribunal Supremo de Justicia. Sala Constitucional. Sentencia No. 85 de fecha 24-01-2002. Caso: Asodeviprilara. Expediente No. 01-1274. 49 Tribunal Supremo de Justicia. Sala Constitucional. Sentencia No. 1415 de fecha 22-11-2000. Caso: Freddy A. Rangel Rojas. Expediente No. 00-1725. 50 Rafael Aguiar-Guevara. Op. Cit. (2) pp. 66-67. 79 voluntad y nadie elige nacer, pero el derecho a la vida como tal permite elegir si se ejerce o no y también en caso de ejercerlo, el cómo ejercerlo, el cómo vivir. Siendo la vida de la persona que sufre la única afectada ¿por qué sustituir su por la voluntad de un tercero, la sociedad o hasta el mismo Estado?. Sólo la misma persona puede decidir si ejerce su derecho a la vida o no y debería ser capaz de hacerlo sin presiones y sin la imposición -o pretendida imposición- de obligaciones no suscritas y por lo tanto inexistentes. OS D A RV 3.3.-Derecho Civil Venezolano. Voluntad y Capacidad. E S E R S O H C E En Venezuela al igual que en muchos otros países, la voluntad de la persona DER no es suficiente, su capacidad de goce (entendida ésta como la aptitud para adquirir o tener derechos) no es suficiente para ejecutar una decisión propia. Esta situación se debe a la adquisición progresiva de la capacidad de ejercicio por razones como la edad. Esto significa que las personas no siempre son aptas para disponer de sus derechos, sino que al reunir ciertos requisitos, cierta edad o estado civil, la persona adquiere la aptitud de ejercer los derechos que ya le pertenecían. Se ha dicho que los derechos a la personalidad, más específicamente el derecho al libre desarrollo de la personalidad y el derecho a disponer sobre el propio cuerpo, pertenecen a las personas por el simple hecho de serlo, pero es necesario determinar si exigen requisitos especiales para su ejercicio. La Dra. Anabella Del Moral, en referencia al derecho al libre desarrollo de la personalidad de los niños y adolescentes, expone que: 80 No se discute la titularidad de este derecho por parte de estos individuos en desarrollo, ya que cuando la Constitución lo consagra en su artículo 20 no hace distinción en razón de la edad, lo importante aquí es determinar cómo se respeta y garantiza a cada niño el libre desarrollo de su personalidad.51 Por su parte, el derecho a la disposición sobre el propio cuerpo, tal como lo contempla el Dr. José Luís Aguilar Gorrondona, presupone la necesidad de una capacidad de ejercicio por involucrar la forma más pura y esencial del ejercicio de un derecho: la disposición. OS D A RV Para que una persona pueda disponer de cualquier objeto de su propiedad, es E S E SR O ella sea válida y conformeH a derecho. Basta con que la persona adquiera la capacidad C E DEparaRpoder disponer y ejercer libremente todos los derechos que le de ejercicio necesario seguir una serie de lineamientos y normas para que su disposición sobre corresponden, entre ellos el derecho a la disposición sobre el propio cuerpo como derecho de la personalidad. Para disponer de su propio cuerpo y vida no se necesita más que eso, llegando incluso a ser innecesaria esta capacidad en ciertos casos por el reconocimiento inherente a cualquier persona del derecho a autodeterminarse. La misma Ley sobre Transplante de Órganos y Materiales Anatómicos en Seres Humanos, en su artículo 12, ordinal 1º,* señala claramente la capacidad de 51 Del Moral, Anabella. “El Derecho al Libre Desarrollo de la Personalidad de los Niños y Adolescentes”. En: Cornieles, Cristóbal y Moráis, María G. (Coord.). Tercer Año de Vigencia de la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente IV Jornadas sobre la LOPNA. Caracas-Venezuela. Publicaciones UCAB. 2004. p. 118. * Artículo 12 de la Ley sobre el Transplante de Órganos y Materiales Anatómicos en Seres Humanos. Cuando se trate de transplantes provenientes de un donante vivo, éste deberá: 1) Ser mayor de edad, a menos que se trate de los parientes previstos en el artículo 11. 2) Contar con dictamen médico actualizado y favorable sobre su estado de salud, incluyendo el aspecto psiquiátrico. 81 ejercicio como requisito para efectuar legalmente un transplante de órganos entre vivos, atendiendo al criterio general establecido en el Código Civil Venezolano vigente que reconoce la capacidad de ejercicio al cumplir la mayoría de edad. Cabe destacar que también es exigido el consentimiento informado, expresado además por escrito, del donante. 3.4.-Derecho Penal Venezolano. Homicidio, Homicidio Piadoso y Muerte Asistida. OS D A RV no puede ser considerado conducta inaceptable. Desde el punto de vista moral, E S E R S O y bajo la óptica social, constituye una acción aceptable por razones deH conciencia C E DEalRdeber de la sociedad de proteger y defender a cada uno de sus contradictoria Para nadie es un secreto que el dar muerte a una persona constituye una miembros. Ahora bien, considerada esta acción en el ámbito jurídico, queda claro que toda conducta intencional que implique dar muerte a alguna persona recibe la denominación de Homicidio como un delito. Se entiende que el Homicidio constituye un delito dentro del ordenamiento jurídico-penal venezolano (entendido el delito como la conducta o acción típicamente antijurídica y culpable que conlleva una pena en contra del actor) y que tiene distintas especies o modalidades. Resulta obvio entonces que la Eutanasia en sus formas de Muerte Asistida y Eutanasia Pasiva, y cualquier otra figura similar, queda 3) Tener compatibilidad con el receptor, de conformidad con las pruebas médicas practicadas, en los casos que si requiera. 4) Haber recibido información completa sobre los riesgos de la operación y las consecuencias de la extirpación del órgano en su caso, así como las probabilidades de éxito para el receptor. 5) Haber expresado su voluntad por escrito, libre de coalición física o moral, otorgada ante dos (2) testigos idóneos. (Resaltado nuestro). 82 irremediablemente incluida en esa amplia esfera de antijuricidad que castiga el delito de homicidio, pero, con un estudio más detenido, se probará que la institución de la Muerte Asistida constituye una figura ajena al esquema jurídico del Homicidio como delito dentro del ordenamiento jurídico-penal venezolano. De hecho, ya en el anteproyecto de Código Penal presentado por el Dr. Alejandro Angulo Fontiveros, valioso a esta investigación por ser el más importante y reciente precedente para la despenalización de ésta figura en Venezuela, la Muerte Asistida no es considerada OS D A Vexpuestas más adelante. R anteproyecto también se acotan algunas críticas que serán E S E R S O H C E Es necesario resaltar con respecto a la acción de dar muerte en estos casos, DER delito dentro de los presupuestos de un homicidio, pero si bien se apoya este debido a su motivación fundada en la piedad, el sujeto activo del delito generalmente resulta ser un ascendiente, descendiente o cónyuge del sujeto pasivo, lo cual cambia la calificación de un homicidio simple a un homicidio agravado o calificado (delitos contenidos en los artículos 406* y 407** del Código Penal de Venezuela vigente) por Artículo 406. En los casos que se enumeran a continuación se aplicarán las siguientes penas: 1. Quince años a veinte años de prisión a quien cometa el homicidio por medio de veneno o de incendio, sumersión u otro de los delitos previstos en el Título VII de este libro, con alevosía o por motivos fútiles o innobles, o en el curso de la ejecución de los delitos previstos en los artículos 449, 450, 451, 453, 456 y 458 de este Código. 2. Veinte años a veintiséis años de prisión si concurrieren en el hecho dos o más de las circunstancias indicadas en el numeral que antecede. 3. De veintiocho años a treinta años de prisión para los que lo perpetren: a. En la persona de su ascendiente o descendiente o en la de su cónyuge. b. En la persona del Presidente de la República o de quien ejerciere interinamente las funciones de dicho cargo. Parágrafo Único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos expresados en los numerales anteriores, no tendrán derecho a gozar de los beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas del cumplimiento de la pena. (Resaltado nuestro) ** Artículo 407. La pena del delito previsto en el artículo 405 de este Código, será de veinte años a veinticinco años de presidio: 1. Para los que lo perpetren en la persona de su hermano. 2. Para los que lo cometan en la persona del Vicepresidente Ejecutivo de la República, de alguno de los Magistrados o Magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, de un Ministro del Despacho, de un Gobernador de * 83 lo que se ha referido únicamente al homicidio intencional para incluir estas otras dos figuras como modos de configuración de la muerte asistida. Queda entonces entendido el homicidio intencional como la modalidad más amplia de homicidio más no como la única forma de configuración de la Muerte Asistida. El artículo 405 del Código Penal de Venezuela vigente contempla el delito de homicidio bajo la premisa de que “El que intencionalmente haya dado muerte a alguna persona será penado con presidio de doce a dieciocho años”. OS D A RV Utilizando de base el esquema propuesto por el Dr. Luís Jiménez de Asúa, E S E S delRdelito de homicidio según el Dr. Hernando O pasamos a desglosar los H elementos C E R E Grisanti D Aveledo: -Acto: Dar muerte de forma intencional. -Tipicidad: Se refiere a la posibilidad de enmarcar el hecho dentro de la norma penal. Es necesario que el hecho encuadre en el presupuesto de la norma penal con la misma perfección que una mano en un guante. La Muerte Asistida se subsume en la regulación de ese delito de homicidio por incurrir en esa premisa tan amplia como lo es el dar muerte de forma intencional. estado, de un diputado o diputada de la Asamblea Nacional, del Alcalde Metropolitano, de los Alcaldes, o de algún rector o rectora del Consejo Nacional Electoral, o del Defensor del Pueblo, o del Procurador General, o del Fiscal General o del Contralor General de la República, o de algún miembro del Alto Mando Militar, de la Policía, o de algún otro funcionario público, siempre que respecto a estos últimos el delito se hubiere cometido a causa de sus funciones. Parágrafo Único: Quienes resulten implicados en cualquiera de los supuestos expresados en los numerales anteriores, no tendrán derecho a gozar de los beneficios procesales de ley ni a la aplicación de medidas alternativas del cumplimiento de la pena. (Resaltado nuestro). 84 -Antijuricidad: Se considera que una conducta es antijurídica por ser contraria a derecho, esto es por contradecir una norma objetiva del derecho positivo vigente. En este punto, la Muerte Asistida nos presenta una contradicción, ya que, si bien el dar muerte constituye una violación al derecho a la Vida consagrado en el artículo 43 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, el no dar muerte en ciertos casos puede también constituir una violación al derecho a la Integridad Personal contemplada en el artículo 46, ordinal 1, ejusdem* toda vez que se somete al OS D A RV enfermo a un sufrimiento fútil e innecesario. Esto será ampliado más adelante. E S E SR O H C debe reunir un conjunto de condiciones físicas y psíquicas delito. El actor R delE delito DE -Imputabilidad: Se refiere a la capacidad con la que actúa quien comete el exigidas legalmente para considerar a una persona como responsable de sus actos. -Culpabilidad: Se refiere al conjunto de presupuestos que fundamentan la reprochabilidad personal de la conducta antijurídica. Es el nexo intelectual y emocional (subjetivo) que liga al sujeto con su acto y a su vez con la norma jurídica. En el caso específico de la Muerte Asistida el elemento de culpabilidad viene reflejado en el elemento intencional, pues no es únicamente la acción de dar muerte lo que la comporta, sino que son las razones humanitarias o piadosas las que configuran la Muerte Asistida. Artículo 46. Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral; en consecuencia: 1. Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. * 85 -Punibilidad: Es el castigo o pena que conlleva todo delito. En este particular se ha explicado anteriormente que la Muerte Asistida queda irremediablemente incluida en el delito de homicidio intencional en cualquiera de sus formas, siendo ambas instituciones jurídicas totalmente independientes una de la otra. Es enseñanza primordial en materia de Derecho Penal que cualquier conducta, para ser considerada delito, debe cumplir con todos y cada uno de los elementos supra explicados. La falta de tan sólo uno de estos elementos, convierte la conducta en un OS D A RV acto que no constituye delito; entonces, al considerar las circunstancias especiales que E S E SR O H Cpor poseer elementos de culpabilidad distintos, sino que E distinta del homicidio R DE caracterizan a la muerte asistida, se concluye que se está frente a una figura no solo además no constituiría delito alguno una vez aceptada su inclusión como derecho. Ampliando la antijuricidad, como elemento del esquema del delito según Jiménez de Asúa, se afirma que merece un estudio más detenido en lo que a la Muerte Asistida concierne. Como ya se ha explicado antes, la conducta antijurídica comporta una acción contraria a derecho; pero es el caso que el ni libre albedrío ni la voluntad, como elementos para el ejercicio del derecho a la autodeterminación, ni mucho menos la acción misma que lleve a la muerte podrán ser considerados conductas antijurídicas, ya que no comportan una acción contraria a derecho sino más bien una acción a los fines del ejercicio de un legítimo derecho, el derecho a la autodeterminación, lo cual comporta una causal de justificación lo que anula el elemento antijuricidad y, por tanto, el delito mismo. 86 Ahora bien, anteriormente se ha hablado de la Eutanasia como la buena muerte y que se divide en dos clases: la Eutanasia Pasiva y la Eutanasia Activa, siendo ésta última la llamada Muerte Asistida objeto de ésta investigación, pero es la Eutanasia Pasiva la que corresponde con el llamado Homicidio Piadoso. Consiste entonces el Homicidio Piadoso o Eutanasia Pasiva en la terminación de la vida por medio del cese de aquellos tratamientos de los cuales la vida depende, distinta es la figura conocida como Ortotanasia donde la muerte se causa por la negación de OS D A R métodos fútiles o extraordinarios. Se explica con un V ejemplo: en caso de que una E S E S enRun coma y necesite un respirador artificial, si O persona a raíz de un accidente caiga H C E R DEal respirador y luego se le provoca la muerte mediante la desconexión se le conecta tratamientos vitales que solo prolongan una vida vegetativa, es decir que constituyen del mismo se está frente a un caso de Eutanasia Pasiva; en cambio, si no se le conecta al respirador por determinarse previamente la imposibilidad de recuperación se trata de un caso de Ortotanasia.52 Dicha verificación deberá hacerse de conformidad al procedimiento establecido en obediencia al aparte único del artículo 32 de la Ley de Ejercicio de la Medicina y al artículo 138 del Código de Deontología Médica. El Homicidio Piadoso se verifica con un dejar de hacer a diferencia de la Muerte Asistida que necesariamente comporta un hacer, además si bien esta primera figura requiere el consentimiento del afectado éste no tiene que ser suministrado al momento en que se exige, al momento en que se pretende aplicar, pero se acepta y reconoce el valor de cualquier instrumento autenticado o protocolizado que contenga 52 Cfr. Grisanti Aveledo, Hernando y Grisanti Franceschi, Andrés. Op. Cit. p. 21. 87 la voluntad para el caso que se presenta. En el caso de la Muerte Asistida se acepta también la concepción de un consentimiento previo, pero se prefiere que el consentimiento se produzca al momento en que se exige a los fines de brindar seguridad tanto al paciente como al asistente a la muerte, médico o no. Es vital destacar que el Homicidio Piadoso no constituye un delito especialmente tipificado, sino que actúa más bien como una extensión del delito de homicidio por el presupuesto general de “el que intencionalmente haya dado OS D A RV muerte…” establecido en el artículo 405 del Código Penal de Venezuela vigente. E S E R se diferencia del homicidio intencional SAsistida, O Éste, al igual que H la Muerte C E R DEde sus formas por tener un elemento intención especial y calificado en cualquiera como lo es la razón de naturaleza humanitaria. Corre entonces esta figura la misma suerte que la Muerte Asistida al ser erróneamente incluidas en una norma amplísima que no ofrece regulación efectiva alguna a estas instituciones especialísimas. El Homicidio Piadoso se configura, sólo si se da muerte con el único fin de suprimir o abreviar una inevitable, larga y dolorosa agonía, producto de enfermedades o incapacidades permanentes e incurables. Son precisamente estas razones tan especiales las que los jueces generalmente consideran como atenuantes al momento de sentenciar con base al ordinal 4 del artículo 74 del Código Penal de Venezuela vigente, el cual expresa: Artículo 74. Se considerarán circunstancias atenuantes que, salvo disposiciones especiales de la ley, no dan lugar a rebaja especial de pena, sino a que se las tome en cuenta para aplicar ésta en menos 88 del termino medio, pero sin bajar del límite inferior de la que al respectivo hecho punible asigne la ley, las siguientes: …[omissis] 4. Cualquier otra circunstancia de igual entidad que a juicio del tribunal aminore la gravedad del hecho. Se destaca entonces que ésta figura constituye un delito dentro del ordenamiento jurídico-penal venezolano, su móvil piadoso y humanitario se considera de suficiente envergadura como para ser tomado en cuenta por un tribunal, al menos como causa atenuante de responsabilidad penal. Ahora bien, el OS D A RV Anteproyecto de Código Penal propuesto por el Dr. Alejandro Angulo Fontiveros a E S E SR O H C E R DEArtículo 217. Dar Muerte por Piedad. No comete delito quien petición del Tribunal Supremo de Justicia lo contempla ya como un acto no punible en el artículo 217, el cual reza: para evitar o aliviar el inaguantable dolor o sufrimiento al que padezca una enfermedad terminal o incurable, haga cesar el tratamiento médico a sabiendas que podría sobrevenir la muerte o aún que la producirá. Tampoco comete delito quien administre a un enfermo tal calmantes [SIC] en dosis masivas que puedan mitigar el dolor pero también provocar la muerte. Ni cometerá delito es que por piedad y de modo directo cause la muerte para mitigar su dolor o sufrimiento. En todos estos casos se requerirá indefectiblemente el consentimiento del paciente y de un modo conciente, expreso e inequívoco. Si no estuviera en condiciones de dar su consentimiento, este podrá ser suplido por un testamento vital o documento autentico en el cual haya manifestado su deseo sobre los tratamientos médicos que desea recibir en caso de sufrir una enfermedad terminal e irreversible, cuando esta le impidiere expresarse de viva voz o directamente en tal eventualidad. El testamento mencionado debe ser evaluado por una comisión integrada por un familiar del paciente; un médico y un abogado designados por el Estado. A ésta comisión podrá agregársele un médico y un abogado designados por la familia. Si hubiere desacuerdo entre los integrantes de la comisión, éstos deberán enviar inmediatamente el testamento a un tribunal penal, al que corresponderá la decisión definitiva sobre el caso. Si pese a que no hubiere tal consentimiento ni aquel testamento o documento autentico, alguna persona da muerte a otra si se comprobare que mediaron razones de misericordia, se tendrá esa acción como un homicidio pero la pena de prisión será de uno a cinco años y multa de cien a quinientas unidades tributarias. 89 En primer lugar no comparte esta investigación la idea de limitar la regulación de una figura tan delicada a tan sólo un artículo, por resultar de esta forzada aglomeración una larga extensión de su redacción y de su campo de acción. Y segundo, porque buscando condensar toda la regulación necesaria y que la Muerte Asistida como institución jurídica requiere se incluye también una especie de procedimiento para su ejecución e incluso para la validación del consentimiento del afectado, lo cual merece y necesariamente debe ser regulado más extensa y detenidamente. OS D A RV E S E SR O H Cen los casos en los que no se cuente con el consentimiento E piedad como delito sólo R DE En pocas palabras, se comparte la inclusión de la acción de dar muerte por del enfermo o afectado pero se considera necesaria la creación de una ley especial que brinde el desarrollo y la extensión necesaria para la correcta y justa regulación de la figura de la Muerte Asistida en Venezuela. Con tan solo una rápida lectura se evidencia la despenalización de todo supuesto de Muerte Asistida y Homicidio Piadoso siempre y cuando cuente con el consentimiento expreso del afectado emitido al momento o con anterioridad, y se siga una serie de pasos o lineamientos allí mismo establecidos. De no existir ese consentimiento del afectado sí se tomaría la acción como una conducta punible por ya no considerarse el ejercicio de un derecho sino la violación del mismo. 90 3.5.-Derechos de la Personalidad. La Autodeterminación como Derecho. El Dr. José Luís Aguilar Gorrondona define los derechos de la personalidad como “…los derechos subjetivos, privados, absolutos y extrapatrimoniales que posee todo ser humano por el solo hecho de serlo y que protegen la esencia de la personalidad y sus mas importantes elementos o atributos…”.53 Se complementa ésta definición con la ofrecida por la Dra. Anabella Del Moral en su artículo “Derecho al Libre Desarrollo de la Personalidad de Niños, Niñas y Adolescentes” publicado en OS D A RV 2004 al afirmar que “este derecho lo tiene toda persona desde el momento en que E S E SR O H E manera de obrar oC no, pero sin olvidar que R DE nace y encierra la potestad individual de autodeterminarse, de decidir acerca de la paralelamente también debe responsabilizarse de sus actos (Resaltado Nuestro)”.54 Sobre la definición de la Dra. Del Moral es vital recalcar esa “potestad individual de autodeterminarse” ya que es sólo esa potestad la que permite a cada persona el controlar las formas y momentos de su vida. Es justamente esa potestad la que consagra a la persona como ser capaz de disponer de sus propios derechos, los cuales van desde el derecho a la vida hasta el derecho a morir pasando por el derecho a una calidad de vida y a una vida digna. Esa “potestad individual de autodeterminarse” se ve reflejada a diario en cómo cada persona reacciona de forma única ante cada situación que se le presenta, en cómo cada persona elige actuar. 53 54 Aguilar Gorrondona, José Luís. Derecho Civil Personas. Caracas-Venezuela. Editorial Ex Libris. 1987. p. 130. Del Moral, Anabella. Op. Cit. p. 109. 91 Igualmente interesante es la posición del Dr. Rafael Aguiar-Guevara al señalar que: Debemos analizar que un derecho, de acuerdo al pensamiento jurídico de Kant, es el conjunto de condiciones por las cuales el arbitrio de cada uno puede coexistir con el arbitrio de los demás, según la <<ley universal de libertad>>. Según esto, yo como ser humano, tengo el arbitrio, facultad, libertad, autonomía de decisión, de aceptar una resolución con preferencia a otra. Es mi derecho, entonces, a la vida. No se trata, en la norma constitucional, del derecho de otro, de un tercero, sino del mío, mi derecho a la vida; por supuesto, en el entendido que igualmente debo respetar el derecho de los demás a su decisión o no de vivir; ese es su derecho. Lo que sí, ciertamente, impone la norma constitucional es una conducta de abstención por parte del Estado y de los particulares, a la restricción a que ninguna autoridad me imponga una pena, entendido como sanción o castigo por una conducta antijurídica, a la muerte; debe el estado garantizarme, como ciudadano, que nadie podrá violentar mi derecho a la vida, y si acaso me he apartado de la norma de conducta esperada por el legislador, e incurra en delito, se me impondrá cualquier pena, privativa de la libertad o accesorias, cualquier otra, excepto la de muerte. Ese es el derecho garantista impuesto por la norma constitucional. … Pero de allí, a pensar o admitir, por errónea o manipulada interpretación, que otra persona, tercero ajeno a mí, puede ejercer en mi nombre, en contra de mi voluntad, sin facultad, mandato o poder alguno, un derecho que no es suyo y obligarme a vivir, en cualesquiera fueran las condiciones del momento, es jurídica y humanamente inaceptable.55 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Con esto desarrolla la posibilidad de cualquier persona de negarse al ejercicio de su derecho a la vida como tal, sin ser limitado por ninguna autoridad ni particular por respeto a su autodeterminación, al ejercicio de una vida motus proprio. Es justamente ese motus proprio lo que marca el punto de partida de la autodeterminación. La autodeterminación tiene su origen en algo tan simple y genérico como lo es el libre albedrío; es éste el que determina la voluntad del sujeto, lo que permite la 55 Aguiar-Guevara, Rafael. Op. Cit. (2). pp. 63-64. 92 toma de una decisión libre y sin coacción. Se habla de una libertad de querer como indicativo de capacidad; así lo expresa el Dr. Alberto Arteaga Sánchez al desarrollar la imputabilidad del sujeto: De acuerdo con la posición que compartimos, hemos de afirmar enfáticamente, que la responsabilidad penal como la responsabilidad humana en general, tienen como presupuesto inconmovible la libertad del ser humano, y la imputabilidad penal, precisamente, la capacidad de entender y de querer, se reduce en última instancia a la capacidad de elección que tiene el hombre en cuanto ser personal dotado de inteligencia y de voluntad libre. Ahora bien, digámoslo de una vez para que quede perfectamente delimitada nuestra posición: cuando nos referimos a una voluntad libre, a la capacidad de elección del hombre, a quien toca decidir por sí mismo lo que hace y lo que no hace, no significa que aceptemos la idea de una libertad absoluta, de una voluntad incondicionada, de una voluntad que actúa al margen de la consideración de los motivos, al margen de toda influencia externa e interna. El hombre es libre, si tiene capacidad de elección, pero esto implica, como apunta Bettiol, no que la voluntad cuando actúe opere al margen de toda consideración de los motivos, sino que el drama de la voluntad, precisamente radica en la escogencia que ella debe operar entre los motivos antagónicos, los cuales no actúan jamás en sentido mecánico, aun cuando se presenten como completamente extrínsecos…Y entre estos varios motivos el hombre escoge, no en virtud de la fuerza de atracción del motivo, sino por su determinación propia. Y añade de seguidas Bettiol, con sus palabras, que cuando se habla de libertad, de la voluntad o del libre arbitrio, no se trata de admitir, por consiguiente, la existencia de un libre arbitrio inmotivado que no existe en la realidad, sino de reconocer que la voluntad es libre, precisamente, porque es motivada, precisamente porque en la lucha entre los motivos antagónicos ella es capaz de autodeterminarse después de haber escogido el motivo preferencial.56 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Cabe destacar que el libre albedrío o libre arbitrio es considerado como un don divino, como otra característica de la creación que separa al hombre de los animales, por lo que conlleva una relevancia que además de jurídica es religiosa y moral. Arteaga Sánchez, Alberto. Derecho Penal Venezolano. (1). Caracas-Venezuela. McGraw-Hill Interamericana de Venezuela, S.A. 2001. pp. 224-225. 56 93 Consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se encuentran el derecho a desarrollar libremente la propia personalidad y el derecho a no recibir tratos degradantes, lo que implica que nadie puede recibir un tratamiento médico que no quiera ya que esto puede ser equivalente a someterlo a un trato inhumano o degradante. Se ha dicho que la muerte es parte de la vida y de hecho lo es, la muerte es el punto final de la vida y siendo parte de la vida ¿por qué negarle a una persona su OS D A RV legítima potestad de autodeterminar la culminación de su propia vida?. Al reconocer E S E SR O H C las condiciones de su propia muerte. E también su derecho a controlar R DE el derecho de una persona a controlar sus condiciones de vida debe reconocerse Por su parte, los derechos individuales pueden definirse como el conjunto de facultades de las que gozan los individuos como particulares y que no pueden ser restringidos por los gobernantes. Éstos generalmente están contemplados en el cuerpo normativo constitucional como forma de garantía de su respeto y valoración. En Venezuela, los derechos individuales están contemplados en el capítulo IV del título III de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, capítulo referente a los derechos civiles. Los derechos de la personalidad se diferencian de los derechos individuales por su rango de reconocimiento. Los derechos de la personalidad son exclusivos de la persona por el simple hecho de serlo y son reconocidos y ejercidos sin limitación alguna, ni siquiera geográfica según el lugar en que se ejerzan o se menoscaben. Por 94 su parte, los derechos individuales, si bien también son exclusivos de las personas, están sometidos a un proceso de reconocimiento, por formar parte de cuerpos normativos de aplicación nacional como la Constitución, ya que solo podrán imponerse sanciones por su menoscabo en aquellas localidades donde se reconozca su existencia. Los derechos individuales en Venezuela incluyen entre otros el derecho a la vida, el derecho a la inviolabilidad de la libertad personal, el derecho a la integridad OS D A RV personal, el derecho a la libre expresión del pensamiento, el derecho a la información E S E SR O H E derechos de la C personalidad. Clasificados por R DE y el derecho a la libertad de conciencia, todos ellos considerados también dentro de los el Dr. José Luís Aguilar Gorrondona, se observan cuatro grupos: Derechos a la Individualidad o Identidad, Derechos sobre el Cuerpo, Derechos Relativos a la Personalidad Moral y Derecho Personal o Moral del Autor.57 En un examen relativo a los Derechos sobre el Cuerpo el Dr. Aguilar Gorrondona incluye: -Derecho a la Vida: Expresa el Dr. Aguilar Gorrondona que el derecho a la vida “…es ciertamente el mas esencial de todos los derechos de la personalidad, ya que sin la vida no cabe la existencia y disfrute de los demás bienes”.58 El autor denomina bienes a los derechos. 57 58 Cfr. Aguilar Gorrondona, José Luís. Op. Cit. p. 135. Ibidem. p.136. 95 -Derecho a la Integridad Física: El autor amplía la esfera de este derecho al exponer que “…implica incluso el derecho a negarse a someterse a inspecciones corporales, a cuidados médicos o a intervenciones quirúrgicas, salvo ciertas excepciones”.59 -Derecho a Disponer del Propio Cuerpo: Expone el autor que la persona “no solo puede disponer de su propio cuerpo para fines de utilidad propia sino que también puede hacerlo, dentro de ciertos límites, para fines altruistas”,60 como la OS D A RV donación de sangre. Estos ciertos límites de los que habla el autor son obviamente de E S E SR O H C a excepción de la Ley sobre Transplante de Órganos y E disponer del propio cuerpo, R DE carácter legal, pero en Venezuela no existe regulación especial alguna sobre cómo Materiales Anatómicos en Seres Humanos, la cual se limita a establecer ciertos requisitos para determinar la capacidad de la persona para donar sus órganos, sangre y hasta sus tejidos. En cambio, en países como Italia, la legislación limita el derecho a disponer del propio cuerpo en los casos en que esa disposición cause disminuciones permanentes en la persona que dispone y ejerce el derecho, pero esto seria inaplicable en Venezuela precisamente por la regulación especial de la ya mencionada Ley sobre Transplante de Órganos y Materiales Anatómicos en Seres Humanos. Por ser los derechos de la personalidad inherentes a la persona independientemente de la nacionalidad, raza, credo, ubicación geográfica u ordenamiento jurídico al cual esté sometida, portan éstos una mayor jerarquía que los 59 60 Idem. Idem. 96 derechos individuales de carácter constitucional, por lo que son de obligatorio cumplimiento y respeto sin importar las circunstancias ni los efectos que acarree el ejercicio de la disposición sobre el mismo disponente, dejando a salvo siempre su responsabilidad en los casos en que su disposición conlleve a un menoscabo de los derechos de otra persona. La idea de autonomía, la posibilidad de autodeterminarse puede resumirse en que cada persona debe elegir por si mismo (atendiendo las opiniones que desee pero OS D A RV siempre decidiendo por sí mismo) lo que va a hacer y la forma de hacerlo en atención E S E SR O H Cdigna de elogio o de culpa. responsabilidad,R seaE esta DE a sus propios conceptos éticos y morales, considerando que todo acto propio acarrea 61 En perfectas palabras explica el Dr. Max Charlesworth lo que comprende la autonomía personal, la capacidad de autodeterminarse: La libertad para elegir, que es la esencia de la autonomía personal, es por supuesto libertad para elegir una línea concreta de acción que consideramos moralmente buena. La autonomía no significa simplemente elegir por elegir. Pero esto no implica, como alguien ha objetado, que la libertad para elegir no tenga un valor ético en si mismo sino que solo llega a ser valioso a la luz de las acciones concretas elegidas: en otras palabras, debido a que estas acciones son buenas, o se consideran buenas, esa libertad para elegir y autonomía son buenas. Sin embargo, la autonomía, la capacidad de autodeterminación, es también valiosa en si misma en el sentido de que, incluso si lo que eligo [SIC] (el contenido de mi acto) es objetivamente malo, mi elección es todavía buena en cuanto que es un acto libre y autónomo, en oposición a una que es coaccionada. Si contrastamos dos actos: a) uno elegido libremente pero objetivamente equivocado, y b) uno coaccionado y no elegido libremente, pero que objetivamente también es bueno, el liberal Cfr. Charlesworth, Max. La Bioética en una Sociedad Liberal. Tr: Mercedes González con la colaboración de Language Consultancy Systems, S.L. Cambridge-Gran Bretaña. Cambridge University Press. 1996. p. 11. 61 97 dirá que el primer acto es moralmente más valioso que el segundo.62 La autonomía personal, como elemento intrínseco de cada persona, obedece a la moral y a la ética que cada uno elige para regirse internamente, de allí la afirmación de que: …nadie es quien para decirme lo que tengo que hacer. Todos somos iguales, por eso nadie puede imponer a los demás sus propias ideas morales. Es cierto: el único que en lo más íntimo de mi conciencia y de mi ser puede establecer, para mí, qué está mal y qué está bien soy yo. Por eso soy autónomo, en el sentido de que yo me doy a mi mismo mi ley moral…63 OS D A Cada persona es, entonces, autónoma en virtud de su individualidad, RV E S E R característica ésta que demarca suS derecho a la autodeterminación. O H C E R DE Ibidem. p. 15. Recuero, José Ramón. La Eutanasia en la Encrucijada El sentido de la Vida y de la Muerte. Madrid-España. Editorial Biblioteca Nueva, S.L. 2004. pp. 21-22. 62 63 98 OS D A RV E S E SR O H C E R DE Capítulo 4: MUERTE ASISTIDA: ¿DELITO O DERECHO?. “Afectar a alguien en su ideología es ‘moverle el tapete’, es hacerle sentir una amenaza para resquebrajar su personalidad; por eso toda tesis que contradice una ideología se expone a ser rechazada; y máxime cuando interfiere con intereses de grupos sociales o instituciones”. Mauro Rodríguez Estrada ¿Eutanasia o Autanasia? Por una Muerte Digna 99 4.1.-Muerte Asistida: ¿Delito?. Se ha visto hasta ahora que la regulación aplicada a la institución de la Muerte Asistida dentro del ordenamiento jurídico venezolano obedece fundamentalmente en materia penal (sin olvidar las regulaciones sobre los indignos en materia de sucesiones y los procedimientos disciplinarios a los que están sometidos los profesionales de la medicina), mediante la imposición de una sanción para la persona que asiste la muerte, aun siendo esta asistencia producto de una solicitud por parte del OS D A RV afectado y esta a su vez derivada de una toma de decisión de forma conciente, E S E SR O H C E R E ofrecida por el derecho penal llega a sancionar los casos de Dregulación La responsable y debidamente informada. Muerte Asistida como un efecto de su misma amplitud. Es justamente esa amplitud la que condena esta regulación a ser ineficaz sobre el caso específico que se aquí trata. Podría entonces llegar a pensarse que el atender a los casos de Muerte Asistida fue incluso un efecto indeseado fruto de una regulación tan general, efecto producto del olvido por parte del legislador de las circunstancias especiales que envuelven esta institución. Desde la amplitud general del homicidio intencional contemplado en el artículo 405 del Código Penal Venezolano vigente, hasta la no consideración del consentimiento del afectado dentro de la asistencia al suicidio del artículo 412 ejusdem, la regulación del derecho penal se demuestra impertinente ante la especialidad del caso. 100 Podría decirse que la Muerte Asistida como delito no es más que el producto de la no consideración de todos los elementos de una acción típica. Desde las primeras clases de Derecho Penal en las universidades se deja en claro que una acción que no contenga todos y cada uno de los elementos establecidos en un tipo penal no constituye delito, pero nunca se enseña que hacer ante aquellos elementos que, aun sin ser parte del esquema del delito, se encuentran presentes en la acción, son elementos sobrantes, pero que pueden ser aun mas importantes que los elementos OS D A RV dentro del esquema del delito al momento de calificar la acción en cuestión. E S E SR O H C E intención en sí R ya que indudablemente se persigue como fin el acabar con la vida de DE En los casos de Muerte Asistida es el elemento intencional, pero no por la otra persona, sino en el carácter especialísimo que comporta la motivación de esa intención: la solicitud del afectado a la asistencia de su propia muerte, el consentimiento a poner fin a su propia vida. Siendo este un elemento tan importante y especialísimo, sin mencionar urgido de regulación directa y efectiva, es vital su valoración para la creación y establecimiento de una regulación suficiente y pertinente a los casos de Muerte Asistida para así resolver la confusión entre esta institución y los tipos penales supra mencionados. 4.2.-Muerte Asistida: ¿Derecho?. El llamado Derecho a una Muerte Asistida esta ligado íntimamente con los derechos de la personalidad, mas específicamente los derechos a disponer sobre el 101 propio cuerpo, al libre desarrollo de la personalidad y sobre todo esta ligado al derecho a la autodeterminación. Tan ligado que llega el punto en que se ha dicho que los dos anteriores constituyen el desarrollo de la autodeterminación como derecho de la personalidad. La Muerte Asistida como derecho no tiene su origen en el derecho penal, sino más bien en los Derechos Humanos, los Derechos Inherentes a la Persona, en fin, en los Derechos de la Personalidad, los cuales son generalmente recogidos en la OS D A RV Constitución Nacional o incluso en el ordenamiento civil. Es aquí donde se prueba E S E SR O H C a los derechos establecidos en el ordenamiento jurídico E sancionar las violaciones R DE impertinente la regulación por parte del derecho penal, ya que este se limita a referente a otras materias, mas nunca puede el derecho penal reconocer derechos de forma autónoma. Se divisa así claramente el conflicto de regulación al que se encuentra sometido esta institución jurídica, donde si bien esta reconocido como derecho, este reconocimiento esta tan negado de especialidad, y por tanto de eficacia, como su inclusión en el catalogo de delitos en Venezuela. 4.3.-Muerte Asistida: ¿Delito o Derecho?. En este punto es necesario recordar que la regulación por parte del derecho penal resulta directamente proporcional al reconocimiento de derechos en la totalidad del ordenamiento jurídico. Esto es, que si la Constitución (por ejemplo) reconoce específicamente un determinado derecho, el ordenamiento jurídico penal deberá de la 102 misma forma adaptarse a la nueva regulación para así hacer efectiva su función sancionando la violación a ese nuevo derecho. Nos encontramos entonces que si bien la Constitución reconoce los Derechos de la Personalidad, no los enumera, lo cual permite al intérprete considerar un catálogo abierto donde podría perfectamente incluirse el Derecho a la Autodeterminación. Esto implica un reconocimiento indirecto, pero reconocimiento al fin, por parte de la norma constitucional, suficiente para obligar el desarrollo por OS D A RV parte del ordenamiento jurídico en general, incluyendo el ordenamiento en materia penal. E S E SR O H C E R DseEha hablado de la antijuricidad como elemento del delito y del ejercicio Ya de un legítimo derecho como causal de justificación, pero es necesario destacar una vez más la autodeterminación como derecho inherente de la persona que goza de protección constitucional. Es el derecho a la autodeterminación y sólo ese derecho el que sirve como causal de justificación en los casos de Muerte Asistida, de otra manera quedaría indefectiblemente sometido a la regulación del delito de homicidio intencional en cualquiera de sus formas, es decir, quedaría sancionado. Se evidencia entonces la necesidad de crear una legislación especial que se encargue de regular los casos a los que la Muerte Asistida resulta aplicable, determinando incluso requisitos y un procedimiento especialísimo para la ejecución de la Muerte Asistida. De igual manera resulta necesaria la inclusión del ejercicio del derecho a la autodeterminación en la forma exclusiva de la Muerte Asistida como 103 causal de justificación expresa en el Código Penal Venezolano, para evitar así cualquier posible choque entre ese cuerpo normativo y la nueva ley especial. Queda claro que no puede existir un castigo por el ejercicio de un derecho, ni para el titular del derecho ni para cualquier otra persona partícipe en su ejercicio. Resulta irrisorio negar el ejercicio de un derecho por estar este sometido a una regulación jurídica ineficaz. Resulta ilógico que se nieguen los instrumentos para el ejercicio de un derecho reconocido por miedo a una regulación penal demasiado amplia. OS D A RV E S E S Rcomo derecho de la personalidad goza de más O La Muerte AsistidaH reconocida C E R DEque cualquier derecho consagrado en el Código Civil Venezolano por peso jurídico ser un derecho inherente a la persona humana, independiente de cualquier ordenamiento especial que lo reconozca específicamente como derecho en el interior del país. 104 CONCLUSIONES El concepto de Muerte, a pesar de sus distintas acepciones, obedece a una juicio meramente médico que, como tal, necesita una regulación directa y sobre todo concreta dentro de leyes sobre medicina y de salud, a lo fines de determinar los casos de muerte y las características para su efectiva verificación. La Muerte Asistida como institución obedece a una naturaleza en bioética, por debatirse la licitud moral de una acción. OS D A RV E S E SR O H Cen ella presente entre la voluntad de morir, característica E combinación exclusiva R DE La Muerte Asistida se diferencia de otras formas de terminación de vida por la presente en el suicidio, y la acción de un tercero para causar la muerte, particular del homicidio. Siendo el consentimiento un elemento base de la Muerte Asistida, la toma de decisión forma parte vital del proceso de ejecución de la misma, por lo que deben tomarse en cuenta todas las opciones y soluciones posibles. Solo considerando todas las posibilidades puede tomarse una decisión objetiva. El Consentimiento Informado es la diferencia entre un homicidio intencional en cualquiera de sus formas y una Muerte Asistida, por lo que necesita regulación y tratamiento espacialísimos. 105 La relación médico-paciente se ha convertido en una obligación estrictamente de medio y con un patrón rigurosamente horizontal, eliminando así el paternalismo presente en el tratamiento del médico para con el paciente. La medicina como ciencia es vital para confirmar la existencia del padecimiento o condición sanitaria desfavorable, existencia esta necesaria para comprobar la disminución o destrucción de la Calidad y/o Dignidad de Vida. OS D A RVejecución y aplicación de la determinantes para identificar los casos y la correcta E S E R S Muerte Asistida. HO C E DER La Dignidad de Vida y la Calidad de Vida son valores interdependientes y La Dignidad de Vida es inherente a cada persona por el simple hecho de serlo, y viene determinada por la Calidad de Vida cualitativamente medida. Una vida con baja calidad de vida es pensada de ser escasa en dignidad y viceversa. El ordenamiento jurídico venezolano, al consagrar los derechos de la personalidad en la Constitución Nacional, deja abierta la posibilidad a otras leyes para que los desarrollen, tomando en cuenta que todo lo que no este expresamente prohibido se tiene como tácitamente permitido. La vida se constituye como derecho tanto en el ordenamiento jurídico nacional como en el internacional y, como derecho que es, no comporta obligación de ejercicio alguna para el derechohabiente. Significa entonces que cada persona está en libertad 106 de tomar una decisión en la medida de su capacidad sobre su vive o no y, en el caso de hacerlo, el cómo vivir. El Derecho a la Vida tal y como está consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela debe ser considerado más que como un derecho de la persona, como una obligación de protección y respeto por parte del Estado y demás terceros a las decisiones del derechohabiente. El Derecho a la Vida impone la prohibición de matar, dirigido esto principalmente a la pena de muerte, pero de ninguna manera impone una obligación de vivir. OS D A RV E S E S R brinda al Derecho a la Autodeterminación O La protección queH la Constitución C E R DEde la personalidad es suficiente para su ejercicio, más es necesaria la como derecho regulación brindada por una ley especial para evitar su excesiva, arbitraria y descontrolada aplicación. La Muerte Asistida constituye un derecho personal e inherente en virtud de la autodeterminación y capacidad de cada persona. 107 RECOMENDACIONES Se recomienda la modificación del delito de ayuda al suicidio contemplado en el artículo 412 del Código Penal Venezolano vigente para excluir expresamente los casos de Muerte Asistida de su esfera de regulación, dejando ileso el delito de inducción al suicidio contemplado en el mismo artículo. Igualmente se comparte la inclusión de la acción de dar muerte por piedad OS D A RV como delito sólo en los casos en los que no se cuente con el consentimiento del E S E SR O H C la creación de una ley especial que brinde el desarrollo E Se considera necesaria R DE afectado. y la extensión necesarios para la correcta y justa regulación de la institución de Muerte Asistida en Venezuela. Una ley especial que permita a la Muerte Asistida ser ejecutada exclusivamente por profesionales de la medicina, y que desarrolle, entre otros puntos, las formas de expresión y validación de la voluntad del afectado y un catalogo meramente enunciativo de situaciones en las que se permita la Muerte Asistida como ejercicio del Derecho a la Autodeterminación. Se propone además incluir en dicha legislación especial un procedimiento y condiciones especiales o requisitos para la ejecución de la Muerte Asistida en ejercicio del Derecho a la Autodeterminación. 108 BIBLIOGRAFÍA Libros: Aguiar-Guevara, Rafael. 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