MORTALIDAD MATERNA POR ABORTOS Por Carlos Abel RAY Doctor en Medicina , Médico diplomado en Salud Publica y Médico legista de la Universidad de Bs. Aires Profesor Protitular de Medicina Legal de la Universidad Católica Argentina Ex Profesor Adjunto y Titular de Pediatría de la Universidad de Buenos Aires Ex Vice Decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires Ex Médico Forense de la Justicia Nacional Concepto de mortalidad materna y de abortos En este artículo me referiré a la mortalidad materna por abortos; en especial trataré sobre los abortos provocados cuando el embrión tiene más de un mes de vida y cuando para ejecutar los mismos se debe recurrir a maniobras instrumentales o quirúrgicas. Pero antes recordaré a los miles de millones de abortos que se producen anualmente en todo el mundo con el uso de los dispositivos intrauterinos (DIUS) o de las pastillas llamadas anticonceptivas, que son abortivas cuando no permiten la implantación del huevo (óvulo ya fecundado por el espermatozoide en la trompa de Falopio) en el endometrio de la madre o cuando ocasionan la expulsión del embrión ya implantado (blastocisto con centenares de células humanas vivas) en el útero, debido a las contracciones que originan en este órgano. En Octubre de 2002, el Congreso de la Nación Argentina ha aprobado, ilícita y anticonstitucionalmente, el reparto gratuito de esas pastillas y dispositivos intrauterinos. Al tratar el tema del aborto, tanto de esos embriones pequeños que se eliminan sin que la madre lo perciba, como de los abortos provocados de embriones o fetos mayores (lo que a veces provoca la muerte de la madre) debo mencionar que se habla de mortalidad materna y de madres que fallecen por causa del embarazo, pero no se explicita que por cada madre que fallece, también muere un niño. Este es persona humana con toda la dignidad que le corresponde, por su cuerpo, su alma, su origen y su destino trascendente. Sea pequeño y mida milímetros como el embrión, o se trate de un feto que tiene varios centímetros de largo y ha estado implantado por medio de la placenta en el útero materno. Cuando se propone - como luego veremos- hacer abortos "limpios" en los hospitales para evitar la alta mortalidad de los abortos "sucios" ilegales, se dice que se trabaja para defender la salud de la madre, pero siempre se omite agregar que eso se hace a costa de la muerte de otro ser: pequeño, indefenso e inocente. Se denomina al acto: "interrupción del embarazo"; cuando en realidad lo que se está haciendo es: "matar a una persona (embrión o feto) ". Se argumenta que el niño morirá de cualquier modo porque la madre con seguridad se hará luego un aborto clandestino. Pero hay diferencia entre un feto que muere porque la madre se hizo un aborto (y muchas veces ella es ignorante de las graves consecuencias del mismo), a un feto que es asesinado a propósito , premeditadamente por medio de maniobras instrumentales o quirúrgicas, que son ejecutadas al amparo de la ley ("injusta") por profesionales diplomados de la salud, que al graduarse juraron defender la vida de sus enfermos. Cifras oficiales históricas sobre mortalidad materna y por abortos. Comienzo citando las estadísticas del año 1914 , registradas en el Anuario Demográfico del año 1914 (1), que era llevado entonces por el Ministerio del Interior. El Programa Nacional de Estadísticas Vitales se incorporó al Ministerio de Salud recién en el año 1960. En ese año de 1914, cuando la tasa de natalidad en la Argentina era de 36,4 por mil, las muertes maternas (no se discriminaban las causas) fueron de 1 146 madres sobre 287 318 recién nacidos "animados". Ello significa que la tasa de mortalidad materna en ese año de 1914, fue de 39,9 por 10 000 recién nacidos vivos (tasa 11 veces superior a la actual del año 2002). No se hallan en los Anuarios estadísticos del Ministerio del Interior (2) datos sobre mortalidad materna en años posteriores. Citaré los datos sobre mortalidad infantil, que sirven para conocer el estado sanitario: Años Nacidos vivos Mortalidad de < 1 Tasa de mortalidad año infantil o/oo 1914 287 318 34 267 119,26 1938 336 193 33 762 100,42 1948 425 043 28 699 67,52 1957 474 175 31 781 67,02 2002 701 878 11 649 16,59 Respecto a la mortalidad materna, citaré las cifras de los años 1914, 1970, 1980 y 2002: Años Nacid. Mort.materna Tasa mort. Abortos Hemorrag. Sepsis vivos materna o/ooo 1914 287 318 1 146 39,9 -- -- -- 1970 533 861 741 13,9 213 116 70 1980 685 472 486 7,1 170 69 33 2002 701 878 245 3,5 72 21 38 Ultimas cifras oficiales En la Argentina, la últimas cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública de la Nación corresponden al año 2000 (3). Ese año, hubo 701 878 recién nacidos vivos y la mortalidad materna en la Argentina fue de 245 madres por causa del embarazo, parto o puerperio. Ello significa que la tasa de mortalidad materna fue de 3,5 muertes cada 10 000 nacimientos de niños vivos. De esas muertes, oficialmente las estadísticas registran que 72 se produjeron por abortos - sin especificar si espontáneos o provocados 21 por hemorragias y 38 por sepsis e infecciones. Estos guarismos permiten estimar que, de esas 72 muertes maternas por abortos, la mitad, es decir 36, lo fueron a causa de abortos provocados. Esta cifra de 36 muertes maternas por abortos provocados en la Argentina, es conservadora, debido a que también algunas madres mueren por complicaciones de esos abortos, hemorragias o infecciones que se registran como tales y no como abortos. Por ello, a esos 36 casos de abortos, se pueden agregar un cuarto de las muertes registradas causadas por hemorragias y por sepsis en todos los partos, lo que lleva el total estimado de muertes maternas por abortos provocados a un total de: 36 + 5 + 9 = 50. Esta cifra, es mayor que la de la estadística oficial citada, pues lleva agregados los casos estimados de muertes por las complicaciones mencionadas. Comparando con años anteriores: Años Descenso tasa mortalidad materna Descenso tasa mort. infantil 1914 a 1970 39,9 a 13,9 o/ooo = 3 veces menor 1970 a 1980 13,9 a 7,1 o/ooo = 2 veces menor 1980 a 2002 7,1 a 3,5 o/ooo = 2 veces menor 1914 a 2002 39,9 a 3,5 o/ooo = 11 veces menor 119,26 a 16,59 o/oo = 7,2 veces menor Lo anteriormente señalado indica claramente que la mortalidad materna ha estado descendiendo continuamente., aun más que la tasa de mortalidad infantil. En los últimos 30 años es la cuarta parte menor. En los últimos 20 años la tasa es de la mitad. Significa ello, que con la mejor atención médica, los progresos de la medicina y las nuevas medicaciones, se han logrado resultados aceptables. Desde luego, estas cifras pueden y deben reducirse. Pero algo absolutamente seguro: no mejorarán con el aborto "libre" propiciado por tantos interesados. Cifras oficiales de mortalidad materna en adolescentes Con frecuencia se habla de la gran cantidad de abortos en las menores de edad y de la gran cantidad de chicas embarazadas que mueren por estos abortos clandestinos. Se dice que hay un genocidio y una gran "mortandad" nacional de adolescentes. Nada mas alejado de la verdad. Repito con énfasis: nada mas lejos de la verdad. Veamos. Las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud de la Nación del año 2 000 (3), indican que de 3 208 niñas menores de 15 años que tuvieron recién nacidos vivos, sólo 2 murieron por el embarazo, parto o puerperio y ninguna de ellas por aborto o hemorragia. A su vez, entre las 103 129 adolescentes madres de 15 a 19 años de edad, la mortalidad materna por todas las causas fue de 28 jóvenes. De ellas fallecieron por aborto 8, por hemorragia 2 y por sepsis 6. Todo lo que se haga para salvar la vida de una de esas "chicas" es poco. Pero hago la misma reflexión anterior: estas cifras no mejorarán con el aborto "libre". Respuesta de la "Salud Reproductiva". Frente a esas cifras de mortalidad materna (ya expresé: elevadas e intolerables) los defensores de las actualmente llamadas propuestas de Salud Reproductiva, recomiendan soluciones que no se puede aceptar: por no ser razonables, ni médica, ni éticamente. Presentan cifras exageradamente abultadas de abortos provocados y proponen soluciones que no sólo no son efectivas científicamente, para el propósito que buscan, sino que –además y sobre todo- son antiéticas, por ser homicidas para los embriones pequeños o para los fetos mayores. En efecto, los defensores del aborto libre exageran la cantidad de abortos provocados en el país y las cifras de muertes maternas que ellos ocasionan. Unos autores acostumbran decir que hay un aborto por cada parto, es decir que habría 700 000 abortos clandestinos en la Argentina. Otros, dan cifras algo menores, pero también exageradas y no verídicas. Por ejemplo, en el diario La Nación (4) del día 17/ X/ 2002 el Jefe de Terapia Intensiva del Hospital Lagomaggiore de Mendoza expresó que hay un aborto cada 4 partos (lo que significaría que hay 175 000 abortos en la Argentina) con muy alta mortalidad materna. Para mayor confusión, más adelante el mismo entrevistado agrega, que: "en aquellos países donde el aborto es legal la mortalidad es sensiblemente menor: 0,4 cada 100 000 abortos; en tanto que allí donde es una práctica clandestina la mortalidad asciende a 1 por igual proporción". Es probable que el autor se haya ¡equivocado por dos ceros! y haya querido decir que la mortalidad por abortos es de alrededor de 1 por 1000. Esta cifra de 1 por 1000, es verídicamente aceptable. Significa que en la Argentina, donde –como ya expliqué- mueren alrededor de 50 madres por año por abortos provocados, la cifra de abortos clandestinos sería de 50 000. Ello significa casi 1 aborto cada 14 recién nacidos vivos. Esta cifra se estima que puede estar cerca de la realidad. Pero, aunque no llega a las cifras exageradas antes mencionadas que manejan los defensores del aborto libre, es aún alta,. Por ejemplo, en la infografía del artículo ya citado (4), la periodista dice textualmente que: "En la Argentina, los abortos anuales, sin bien no hay datos oficiales, se estiman entre 335 000 y 500 000". Repito, no hay ninguna razón lógica - y si propagandística y publicitaria- para referirse a estas cifras tan altas y diferentes. Y ahora algo a destacar. Aunque las cifras exageradas fueran verdad (y la cantidad de abortos fuera tan alta como dicen ) la legalización del aborto no modificaría dichas cifras en mucho menos, pero – y esto es lo importante- sería algo ultrajante para las costumbres y la justicia y sobre todo para la vida de los no nacidos (5). Sobre éstos, se cometerían miles de homicidios, no solo sin atenuante alguno, sino con los agravantes de la impunidad, alevosía, traición y del filicidio cometido en banda. También - y esto es valioso sanitariamente - los fondos presupuestarios que hoy no alcanzan para cubrir las necesidades mínimas habituales de alimentos, medicamentos, antibióticos, drogas, etc. se invertirían en realizar, (según las cifras de la periodista del artículo ya citado) 350 0000 o 500 000 abortos "limpios" por año (4). Y si en la Argentina se liberalizara el aborto, ¿cuántos abortos legales habría? Si en la Argentina, con 37 031 795 habitantes en el año 2000, se realizaran la misma proporción de abortos "legales" que hoy se hacen en EEUU (1 500 000 abortos registrados sobre 230 millones de habitantes, lo que significan 6,5 abortos por 1 000 habitantes ), la cantidad de abortos "legales" que se harían en la Argentina sería de alrededor de 240 000. Presento entonces una pregunta que deberían contestar los partidarios del aborto legal: en un país donde nacen 700 000 niños anualmente, a muchos de los cuales no se los puede atender como corresponde: ¿que responsabilidad y que justicia significaría dedicar fondos públicos para realizar 240 000 abortos "legales" en institutos sanitarios oficiales? Dos datos estadísticos Por otra parte, destaco dos datos estadísticos oficiales de la Argentina del año 2 000: el número de nacimientos en madres adolescentes y la evolución de las cifras de mortalidad en los últimos 20 años. a) Los nacimientos de niños vivos en niñas menores de 15 años de edad en el año 2 000, fue de 3 208 niños (3). Es verdaderamente una pena esta cifra tan alta que refleja las: "chicas teniendo chicos". Pero ante esa realidad: ¿deben abortarse a esas menores?. Sería una aberración médica, psicológica y ética provocar el aborto de esos embarazos porque las niñas son menores. Lo que hay que hacer en realidad, es tomar medidas educativas y preventivas que luego mencionaré. b) El segundo dato estadístico de valor - ya citado en los cuadros anteriores- es que, en la Argentina en los últimos años la mortalidad materna ha bajado notablemente. En los últimos años la mortalidad infantil (la de los niños menores de un año de edad) y la mortalidad materna (por embarazo, parto o puerperio) han bajado, más la materna que la infantil. Y en los últimos veinte años ambas en forma coincidente. Según las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud Pública de la Nación, en el año 1980 las tasas de mortalidad infantil en la Argentina eran de 33,2 por mil recién nacidos vivos y las de mortalidad materna eran de 7 cada 10 000 recién nacidos vivos. Pues bien, 20 años después, en el año 2 000, esas cifras se ha reducido a la mitad: son de 16,6 por 1 000 y de 3,5 por 10 000 respectivamente. Son tasas aún muy altas. Hay que bajarlas por medios efectivos y eficientes, pero justos y lícitos. Por ello, de ninguna manera se puede decir –por tratarse de una falsedad absoluta - que la mortalidad materna en la Argentina está aumentando cada vez más debido al aumento de los abortos y que para evitarla hay que legalizar el aborto. Con esa excusa falsa, los legisladores nacionales y muchos provinciales, han aprobado leyes de Salud Reproductiva que autorizan repartir gratuitamente en hospitales y escuelas, pastillas y dispositivos a veces abortivos. Cifras de EEUU. Aportando datos también oficiales, destaco cifras del libro "The facts of life" ("Los hechos de la vida") escrito por el médico estadounidense Brian CLOWES (6): a) ¿ cuáles cifras deben usarse para calcular el número de abortos clandestinos teniendo en cuenta la mortalidad materna por abortos? y b) ¿cuál es la reducción de abortos y de muertes maternas que se produce con la liberalización del aborto? . Estos dos puntos son temas de discusión y es necesario expresar la verdad sobre los mismos. Abortos clandestinos según la mortalidad materna por abortos: Según estadísticas del Dr. Christopher Tietze, reconocido estadístico del Population Council, organismo no gubernamental defensor del aborto legal, la mortalidad materna por el aborto ilegal en EEUU en los años 1960, era de 100 cada 100 000 abortos. Como expresé en un punto anterior esta cifra pueden considerarse valedera ( 1 muerte por cada 1 000 abortos ). Todas las otras exageraciones no tienen ningún sostén estadístico cierto. Por eso, dado que en la Argentina serían 50 las madres fallecidas anualmente por abortos provocados, se puede razonablemente estimar que ellas son las madres fallecidas de aproximadamente 50 000 abortos realizados. Según las estadísticas oficiales argentinas (3) , en el año 2000 no hubo niñas menores de 15 niños muertas por abortos entre las 3 208 que tuvieron un hijo. Entre las 103 129 chicas de 15 a 19 años, que tuvieron hijos, hubo 4 fallecidas por abortos provocados. Si a estas 4, se le agregan 2 más, por complicaciones de hemorragias o sepsis, se llega a un total de 6 adolescentes fallecidas por alrededor de 6 000 abortos provocados. Repito, hay que evitar las muertes de estas 6 chicas y de las 44 madres mayores fallecidas tan injustamente. Pero para ello, no es médicamente correcto, ni éticamente lícito, matar indiscriminadamente a centenares de miles de embriones o fetos humanos. Reducción de abortos y de muertes maternas que se produce con la liberalización del aborto. Para deducir que pasaría en la Argentina si se despenalizara el aborto y se pudiera solicitar libremente en hospitales públicos y clínicas privadas, se pueden tomar las cifras de lo que sucedió en EEUU. Estas cifras son extraídas de estadísticas oficiales (6): 1- en el año 1960,la tasa de mortalidad materna era 37, 1 por 100 000 recién nacidos vivos. 2- en el año 1973, 13 años después, año que se liberalizó el aborto por la resolución de la Corte Suprema en el caso "Roe vs. Wade", la cifra había descendido a 16, 4 muertes por 100 000 recién nacidos vivos. Ello significa, y así lo expresa Clowes en el libro mencionado, que en esos 13 años la declinación anual por los progresos de la obstetricia, de los antibióticos y por la mejor atención clínica en general, fue de 1,59 muertas menos anualmente cada 100 000 recién nacidos vivos. 3- En el año 1973, el aborto se hizo "legal" en EEUU (aunque siempre siguió siendo éticamente ilícito) y cinco años después, en 1978, la mortalidad materna fue de 9,6 madres fallecidas cada 100 000 recién nacidos. Ello significó una reducción anual de 1,36 madres fallecidas cada 100 000 recién nacidos. Es decir - y destaco esto en forma prominentehubo menor reducción anual de la mortalidad materna en los años que siguieron a la liberalización del aborto que antes del mismo; a pesar que los progresos de la medicina, de la obstetricia y de los medicamentos, siguieron y siguen sin pausa. 4- Por ello, pronosticar que en la Argentina se reduciría la mortalidad materna con la liberalización del aborto es una falacia sin argumento médico ni estadístico alguno. 5- La verdadera reducción de la mortalidad materna en los E.E.U.U. se había producida drásticamente años antes, no con el aborto legal que no existía, sino cuando en el año 1942 se empezó a aplicar la penicilina, para prevenir o tratar infecciones (6). No puedo registrar el descenso que también debe haber ocurrido en la Argentina en esos años, por no existir tales datos en el Ministerio de Salud de la Nación. Una médica argentina, la Dra. Mirta Rosés, ha sido elegida en Septiembre 2002, Directora de la Organización Panamericana de la Salud. Se la seleccionó por sus extensos trabajos sanitarios. Pero es lamentable, que reiteradamente exprese, que es partidaria del aborto libre y de la liberalización del consumo de drogas en los países de América Latina. Muchos políticos, gobernantes, legisladores, periodistas, médicos y sanitaristas, coinciden con esa postura. Es una pena que sean muchos - tal vez mayoría- pero ello no les da la razón. La verdad no la certifica el número, sino la coincidencia entre lo académico, lo científico y lo ético. La vida está por encima de todos los prejuicios y las ideologías . Hay que proteger la vida de las madres y la vida de los hijos en sus úteros. Vida ésta de inocentes que merecen el máximo respeto, por su condición de seres humanos pequeños e indefensos. Y hay medidas educativas y preventivas posibles y efectivas que se deben aplicar (7). Medidas educativas y preventivas Hay que reconocer que las cifras que he dado sobre mortalidad materna , tanto de las mujeres adultas como de las adolescentes, son elevadas. No debemos tolerarlas, aunque ya expliqué que son mucho más reducidas que lo que dicen los defensores del aborto libre. Pero si bien exigen que se tomen medidas preventivas y terapéuticas oportunas, no justifican los abortos "legales" (7). Dichas medidas deben basarse en educación sanitaria y sexual de la población, en los consultorios pediátricos y ginecológicos a los padres y madres en especial, pero también en los medios de comunicación, en las aulas universitarias y en las sociedades científicas. Junto con eso, deben promocionarse los valores de la persona humana. Hay que explicar a las mujeres y a las madres lo que significan la vida, la sexualidad, la feminidad y el control responsable de la natalidad. Entre estas medidas, debe jugar un papel importante la enseñanza de la ciclicidad genital femenina, de la fertilidad periódica mensual y de los métodos de planificación natural de la natalidad (8) . Como se explicó en el Simposio Internacional sobre la Vida Humana, llevado a cabo en Septiembre de 2002 en el Hospital de Clínicas de la Universidad de Buenos Aires (9), hay que enseñar a todas las mujeres, a aprender a reconocer el día que ovulan y la ciclicidad de la ovulación. Posteriormente, ellas podrán elegir métodos naturales o métodos anticonceptivos para regular la natalidad. Esto las fortalecerá como mujeres y como personas y no serán "atropelladas" por los técnicos o facultativos que directamente les indican o colocan anticonceptivos. Insisto en esto: la enseñanza y el aprendizaje debe hacerse, cualquiera sea el método de regulación natal que luego elijan libremente. Pero esta elección posterior voluntaria, la harán poseyendo una información completa. Además - esto es importante- los métodos naturales, bien enseñados, bien aprendidos y bien aplicados por los matrimonios, tienen resultados muy favorables para la regulación de la natalidad. Resultados que no son menores que los que dan los métodos anticonceptivos clásicos físicos de preservativos y diafragmas, químicos de espumas y jaleas, hormonales de pastillas, parches o implantes o los instrumentales con colocación de DIUS. Tiene que haber además una propaganda insistente a través de los medios para que ante un embarazo, las mujeres – jóvenes o maduras – periódicamente consulten al médico o a una institución sanitaria y que hagan las visitas mensuales necesarias (8). Que reciban la vacuna antitetánica, que controlen el peso y la presión arterial y que se hagan análisis de sangre (grupo sanguíneo, reacciones de sífilis, HIV, Chagas, toxoplasmosis y hepatitis B) y de orina. Y luego, que el parto lo tengan en una institución bajo control profesional. Las madres que por diversas razones han decidido o deciden no cuidar y criar al nuevo niño, se les debe explicar la posibilidad de darlo en adopción, con todas las garantías que la ley aporta para ello. Cuidemos a nuestras adolescentes Como médico y pediatra, termino este artículo reiterando lo que he expresado durante muchos años como Profesor de Pediatría en la Universidad de Buenos Aires (7, 8). Es necesario que a las jóvenes adolescentes los padres les propongan que aprendan a reconocer desde los primeros años de la postmenarca cual es su fisiología y la ciclicidad femenina. Las jóvenes pueden aprender con facilidad cuales son los signos y síntomas que indican el día en que se produce la ovulación (salida del óvulo del ovario). Pero sólo aprenderán a reconocer ese "día pico", siempre y cuando quien las introduzca en el tema de los signos y síntomas de la ovulación, conozca bien la fisiología femenina y tenga verdaderas ganas de enseñar a las chicas que quieren aprender. Las mujeres, jóvenes o maduras, que hayan aprendido a conocer el día de la ovulación, tendrán el orgullo y la felicidad de reconocer cuales son sus días fértiles del mes. Conocer bien la fisiología femenina, ayuda a las mujeres a fortificar los valores de la sexualidad, a destacar lo que significa la feminidad y a afianzarlas en su condición de mujeres. Podrán luego elegir lo que ellas consideren mejor, pero lo harán libremente contando con buena información. A las jóvenes adolescentes que lo deseen, este conocimiento las ayudará además, a vivir una vida plena, gozando con felicidad de los beneficios que significan la castidad, el trato con los jóvenes del otro sexo y la pureza de corazón. Bibliografía 1. Anuario Demográfico del Ministerio del Interior. Imprenta Penintenciaría Nacional . Bs. As. 1914 2. Anuarios Estadísticos del Ministerio del Interior. Edit. del Ministerio. Años 1920 a 1950 3- Estadísticas Vitales. Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación. Año 2002 4. Sobre mortalidad materna y abortos. Diario La Nación . Bs. As. 17/ X/ 2002 5. RODRIGUEZ VARELA A, La persona por nacer. Edit. Educa. Bs. As. 1997 6. CLOWES B, The facts of life, Edit.HLI, Front Royal, Vi, USA. 1997 7. RAY CA, Para Padres. 7ma. Edición. Edit. Claretiana. Bs. As. 1993 8. RAY CA, Pediatría. Edit. El Ateneo. Bs.As. 1993 9. Simposio Internacional sobre el Valor de la Vida Humana. Hospital de Clínicas.Universidad de Buenos Aires. IATRIA 2002. Bs.As.