ANÁLISIS TECNOLÓGICOS Y PROSPECTIVOS SECTORIALES ANÁLISIS DE DIAGNÓSTICO TECNOLÓGICO SECTORIAL TEXTIL E INDUMENTARIA Responsable: FRANCISCO ROCA MARZO 2013 COLABORADORES: EUGENIA BENEDETTI MATÍAS GINSBERG MARZO 2013 1 AUTORIDADES ■ Presidenta de la Nación Dra. Cristina Fernández de Kirchner ■ Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Dr. Lino Barañao ■ Secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Dra. Ruth Ladenheim ■ Subsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva Lic. Fernando Peirano RECONOCIMIENTOS Los estudios de Análisis de Diagnóstico Tecnológico Sectorial fueron coordinados, supervisados y revisados por la Mg. Florencia Kohon, el Lic. Gustavo Baruj y el Lic. Fernando Porta. Colaboró con la edición el Lic. Sebastián Spector. Se agradece a los diferentes actores del sector gubernamental, del sistema científicotecnológico y del sector productivo que participaron de los distintos ámbitos de consulta del Proyecto. No habría sido posible elaborar este documento sin la construcción colectiva de conocimientos. Por consultas y/o sugerencias, por favor dirigirse a sspctip@mincyt.gob.ar El contenido de la presente publicación es responsabilidad de sus autores y no representa la posición u opinión del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. COMPLEJO PRODUCTIVO: TEXTIL E INDUMENTARIA 1. PROCESOS PRODUCTIVOS PRINCIPALES Y TECNOLOGÍAS EMPLEADAS 1.1. Procesos productivos La cadena productiva del sector textil e indumentaria es una industria multifunción y abarca el procesamiento de fibras, la fabricación de hilados y tejidos (insumos para la industria), y el diseño y confección de prendas de vestir y artículos para el hogar (bienes finales para el consumo). Diagrama Nº 1. Mapa Tecno-productivo del Complejo Textil e Indumentaria Producción de fibras naturales, artificiales y sintéticas 1° Eslabón Industria Textil Hilados Tejidos planos Tejidos de punto Teñido y terminación de textiles 2° Eslabón Textiles de uso industrial Textiles para el hogar Indumentaria Indumentaria y confecciones Fuente: elaboración propia El primer eslabón de la cadena, el textil, fundamentalmente involucra las siguientes etapas manufactureras: producción de fibras, hilandería, tejeduría y terminación de textiles. La primera utiliza como insumo diferentes tipos de fibras, con propiedades físicas y químicas diferentes que requieren de diferentes procesos productivos y dan 4 lugar a la fabricación de diferentes variedades de textiles. Éstas se pueden dividir entre fibras naturales de origen vegetal, animal1 o mineral; fibras artificiales regeneradas de polímeros naturales2 y fibras sintéticas nuevas o recicladas3. La fabricación de fibras manufacturadas comprende la elaboración de fibras artificiales y sintéticas y se caracteriza por ser fuertemente capital intensiva. En particular, las fibras sintéticas tienen un peso creciente en la producción de hilados. Los principales insumos y productos son commodities (se utiliza el PTA -Ácido Tereftálico- y sus chips como insumo principal de las fibras de poliéster) lo que exige escala y precios competitivos para enfrentar la competencia desde el exterior. En Argentina existe una única empresa productora de chips para hilados sintéticos (poliéster). La empresa compra el PET, hace los chips de poliéster y los corta (los vende como hilados POY – hilados de poliéster orientado, hilados texturizados, o fibras). También vende directamente los chips de poliéster, donde otras empresas nacionales se encargan de convertirlos en fibras. En la hilatura las materias primas ingresan para ser transformadas en un proceso que comprende las etapas de cardado, ovillado, peinado y bobinado, que se pueden resumir en la unión longitudinal de fibras cohesionadas por torsión que, de acuerdo a sus características y del tipo de hilado que se realice, determinarán la composición final de las telas y su calidad. Según los diferentes criterios, los hilados se clasificarán: i) por la materia prima que se procese: algodón, poliéster, viscosa y acrílico lanero, que son las más utilizadas en el industria textil nacional; ii) por su título o grosor, según la relación de la longitud y su peso; y iii) por su torsión, según la cantidad de fibra y torsiones que necesite para su uso final (los tejidos de punto necesitan hilados con menor torsión, mientras que los tejidos planos necesitan mayor resistencia y, por lo tanto, hilados de mayor torsión). 1 Entre las fibras naturales de origen vegetal se encuentran el algodón, lino, yute, cáñamo, ramio, etc., Entre las fibras de origen animal se puede mencionar la lana, pelos finos o seda. Las más importantes son la lana y el algodón. 2 Rayón viscosa, modal, acetato, tencel, modal, lyocel, etc. 3 Derivados del petróleo, como poliéster, acrílico, nylon, etc. 5 En la tejeduría, la siguiente etapa textil, se pueden obtener tejidos de punto o planos, según el tipo de maquinaria utilizada. El proceso que involucra la elaboración de tejidos planos consiste en el entrecruzamiento de dos sistemas de hilos (calada), uno de ellos en sentido vertical (urdimbre), y otro en sentido transversal (trama). La manera en la que se entrecruzan ambos sistemas originan los distintos tipos de telas, que son generalmente más rígidos que los tejidos de punto. A su vez, el proceso productivo describe dos pasos fundamentales: por un lado, el urdido (entrecruzamiento de hilos en sentido vertical) y encolado (entrecruzamiento de hilos en sentido transversal), y por otra parte, el tejido. En el urdido se establece el número de hilos que llevará la urdimbre, los que se preparan en un rollo que se denomina cadena o hilo de trama. En el encolado todos los hilos de la cadena se encolan para poder ser tejidos sin dificultad en el telar. Finalmente, en una segunda instancia se realiza el tejido, es decir, se entrecruza la trama en la cadena con distintos telares y/o técnicas. Con este proceso se logran géneros como denim, corderoy, gabardina, brocato, black out, poplin, loneta, raso, etc. que se utilizan para la confección de camisas, pantalones, lonas, telas para tapicería y camisería, géneros para blanco (sábanas, toallas, manteles), cintas para persiana y otros. Por otra parte, los tejidos de punto se forman por medio de agujas y son creados con un único sistema de hilos que se enlazan entre sí, formando el “dibujo”. Con este sistema se logran géneros como jersey, interlock, rib, frisa, morley, piqué, etc. Los tejidos de punto se utilizan para la confección de por ejemplo joggings, buzos, camisetas, sweaters, chombas, guantes, medias deportivas, ropa interior y otras prendas, además de artículos de limpieza como rejillas, trapos de piso y franelas. El ciclo productivo textil termina con teñido y terminación de textiles, donde se realizan la tintorería y los estampados, momento a partir del cual la tela pasa al siguiente eslabón de la cadena. Finalmente, la terminación de textiles comúnmente se conoce como el ennoblecimiento textil y consiste en conferir las características finales a hilos y telas en una serie de procesos físicos y químicos. Esta etapa difiere en su proceso según 6 sean hilados, tejidos de punto o tejidos planos (y dentro de éstos, según sean denim u otro tipo de tela). Por su parte, el eslabón de indumentaria y confecciones comprende la elaboración de prendas de vestir, textiles industriales y textiles para el hogar. En líneas generales, se puede asegurar que los tejidos planos se utilizan para la elaboración de textiles para el hogar, textiles de uso industrial y, dentro de las prendas de indumentaria, para la elaboración de camisas, blusas y pantalones. En cambio, los tejidos de punto se utilizan para la elaboración de buzos y prendas deportivas, remeras, polleras y ropa interior, entre otros. El proceso productivo de los textiles industriales y los textiles para el hogar es muy similar al de los tejidos planos. La producción de indumentaria comprende las etapas de diseño, preparación de moldes, corte, confección, avíos, terminaciones y planchado. Una vez que la prenda está terminada, juegan un papel central las actividades de marketing y comercialización a partir de la selección de un mercado objetivo. Si bien en un principio las empresas concentraban todas las etapas del proceso, el modelo productivo ha cambiado sustancialmente en la industria de indumentaria durante las últimas décadas. En un principio, las tres primeras etapas (diseño, moldería y corte de las telas) eran realizadas al interior de las empresas. Para la actividad de diseño esto se explica por el rol fundamental que ocupa en la creación del valor agregado de las prendas, mientras que en las otras dos son relevantes las economías de escala y la optimización del género por molde. Por su parte, los siguientes eslabones de la producción (desde el corte hasta el planchado) se tercerizaban en talleres de confección. Sin embargo, en los últimos años gran porcentaje del trabajo de moldería y corte, que requiere un nivel bajo de calificación, se ha separado del proceso productivo de las empresas, implicando la existencia de un nuevo eslabón tercerizado integrado por un gran número de trabajadores cuentapropistas, acentuando la tendencia de organización de la producción en formas organizativas más precarias. De este modo, los fabricantes fueron concentrando sus actividades en las áreas de 7 marca, imagen, diseño, marketing y comercialización, donde se requiere mayor nivel de calificación. 1.2. Tecnologías empleadas En cualquiera de sus eslabones, el sector textil puede considerarse capital intensivo y su producción demanda importantes inversiones. La tecnología empleada adopta un rol clave no sólo para obtener una mejor productividad sino para lograr niveles competitivos. En la hilandería, el proceso productivo consta de numerosas etapas y por lo tanto demanda una variada red de maquinarias como los batidores de limpieza de las fibras, la abridora por inyección de aire para descomprimir la fibra apelmazada, la cardadora para separar la fibra, la cinta de manuar estirador, la peinadora, la máquina continua para otorgarle la torsión necesaria al hilo para transformarse en hilados con suficiente resistencia y cohesión y, finalmente, la enconadora, que se encarga de hacer un gran cono adecuado para el acopio y el transporte de hilo. Es importante destacar que, si bien se requiere la misma tecnología para hilar diferentes tipos de fibras, es imposible utilizar las mismas máquinas de manera alternada para la elaboración de hilados con diferentes tipos de fibras. Por ejemplo, algodón, poliéster, viscosa y acrílico lanero son todas materias primas que se pueden trabajar indistintamente en una fábrica que produce hilados. Sin embargo, las máquinas son susceptibles de contaminación, por lo que una vez que se ha utilizado la maquinaria para la elaboración de hilados con un tipo de fibra, no se puede emplear otro tipo de materia prima. En general, la estrategia utilizada por las empresas es trabajar la misma fibra en una sola planta, para evitar la contaminación de la maquinaria. Como se ha mencionado, la tejeduría se divide en dos grandes familias según la maquinaria utilizada: los tejidos planos y los tejidos de punto. La fabricación de tejidos planos es fuertemente capital intensiva, trabaja con importantes escalas de producción y sólo puede ser realizada en grandes plantas. La maquinaria requerida 8 consiste en una máquina enrolladora para el urdido, una máquina enconadora y telares. En cambio, para la iniciar la fabricación de tejidos de punto sólo es necesaria una máquina específica y la escala se gana incorporando máquinas adicionales. Las máquinas se definen de acuerdo a la disposición de las agujas. Si ésta se da en forma recta, estaremos en presencia de las máquinas rectilíneas, que tejen solamente un hilo por vez y se las usa, por ejemplo, para tejer sweaters. Pero si las agujas se disponen sobre un cilindro, la producción se realizará sobre telas circulares. Estas máquinas tejen un tubo usando más de 100 hilos a la vez, y el tejido circular se formará en espiral. En el segundo eslabón de la cadena, el sector de indumentaria constituye un segmento estratégico dadas las bajas barreras a la entrada determinadas por los reducidos requerimientos de capital y su potencialidad para la creación de empleo. El capital necesario en edificio, maquinaría (herramienta) e instalaciones que precisa la industria de la confección por puesto de trabajo es de los más bajos de los requeridos en cualquier actividad industrial y el más bajo dentro del proceso textil. 1.3. Mapeo institucional y territorial La cadena textil e indumentaria se caracteriza por la concentración territorial de algunas de sus etapas y la dispersión de otras. Más de la mitad de la producción primaria (algodón) proviene de la provincia del Chaco, superando a Santiago del Estero, Formosa, Santa Fe y Corrientes. Las actividades propias de los segmentos de hilados y tejidos se encuentran distribuidas en todo el país, en algunos casos atraídos por los regímenes de promoción regionales. Finalmente, la producción de indumentaria se concentra casi en su totalidad en Capital Federal y en la provincia de Buenos Aires, en razón de la cercanía del mercado y la fuerte presencia de marcas y diseñadores. Específicamente, el desarrollo de clústeres textiles en la Argentina es escaso, aunque existe un grupo reducido de aglomeraciones destacadas por la existencia de un tejido 9 joven de empresas y de empresarios y de cierta plataforma institucional comprometida con el impulso territorial a la actividad. En este sentido, se destacan el Distrito Industrial (DI) de Tejido de Punto de Mar del Plata, el DI Confeccionista de Chacabuco (Corsetería y Lencería), el DI Confeccionista de Las Flores, el DI Confeccionista de Junín, el DI Confeccionista de Pergamino, Colón y Arrecifes y el Parque Industrial Flandria, todos ellos localizados en la provincia de Buenos Aires. Luego, se destacan el Aglomerado Confeccionista de Almagro, Palermo y Balvanera, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el Aglomerado Textil Rawson - Trelew en la Provincia de Chubut especializado en el procesamiento de la lana. En cuanto a las instituciones de I+D orientadas al sector textil, el Centro de Investigación y Desarrollo Textil (INTI Textiles) del Instituto Nacional de Tecnología Industrial es la principal organización de este tipo. Se trata de una organización mixta, creada en 1967 y compuesta por empresas, cámaras, asociaciones profesionales e institutos educativos del sector textil y de la confección. Por su parte, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, realiza trabajos con el sector textil desde diferentes direcciones, como el asesoramiento a productores de fibras para elevar la calidad de las mismas y la investigación de fibras a través del Laboratorio de Análisis de Fibras Textiles de Origen Animal en Bariloche. A su vez, tanto el INTI como el INTA participan en el PROCALGODON, un programa lanzado por la SAGPyA, que tiene por finalidad mejorar los procesos productivos desde el inicio de la producción primaria. Finalmente, la Universidad de Buenos Aires es la entidad educativa en mayor contacto con las instituciones de tecnología textil. De todos modos, si se toman en cuenta los datos provenientes de la Encuesta Nacional de Innovación Tecnológica (ENIT), que indaga acerca de los niveles de vinculación entre las firmas de los diferentes eslabones e instituciones públicas y privadas, se puede afirmar que la vinculación de las empresas del sector con estas instituciones es aún escasa. De acuerdo a los datos presentados en el Cuadro N°1, esta afirmación es válida, tanto en lo que concierne al intercambio de información como a la cooperación activa. El 10 INTI se destaca por sobre el resto de las instituciones, ya que el 16,3% de las firmas de la cadena tuvo algún nexo con esta institución, mientras que el promedio industrial fue sólo del 8%. Cuadro N°1: Tipos de vinculación con otras instituciones y otros actores de la cadena. Cadena Textil e Indumentaria y Nivel General de la Industria Cadena Textil e Indumentaria Nivel general industria Instituciones Intercambio de información Cooperación activa Sin vinculación Intercambio de información Cooperación activa Sin vinculación Universidad 3,2% 2,1% 94,7% 9,5% 7,9% 82,6% INTI 12,6% 3,7% 83,7% 4,0% 4,0% 92,0% INTA 3,2% 3,2% 93,7% 15,7% 8,2% 76,1% 0,0% 1,1% 98,9% 1,4% 2,5% 96,1% 2,6% 1,1% 96,3% 5,4% 3,3% 91,4% Casa matriz 1,6% 4,2% 94,2% 5,6% 9,6% 84,8% Otras empresas del grupo 3,2% 6,8% 90,0% 8,2% 11,1% 80,7% Clientes o proeedores 13,7% 18,9% 67,4% 21,1% 22,8% 56,1% Otras vinculaciones 6,3% 2,1% 91,6% 7,3% 5,4% 87,3% Agencia Nacional de Promoción Cientifica y Tecnológica Otros organismos de Ciencia y Tecnología Fuente: ENIT (2005) 11 2. ORIGEN Y CARACTERÍSTICAS DE LOS BIENES DE CAPITAL MÁS RELEVANTES 2.1. Características del equipamiento Dentro del eslabón textil, la hilandería es la etapa que demanda una mayor inversión inicial (50 millones de dólares, aproximadamente) y, por lo tanto exige en la mayoría de los casos trabajar con escalas e integrar la actividad con la tejeduría. De acuerdo a la torsión que se pretenda otorgar al hilo, se empleará tecnología diferente. Específicamente, el proceso de torsión, según la cantidad de fibra y torsiones o vueltas es el que más influye en las características del hilo. El conjunto de maquinaria más económica se emplea para hilados open end (donde las puntas del hilo quedan abiertas), seguida por la empleada para la hilatura convencional o súper cardado; la torsión ring spun o anillos (proceso de torsión extra que otorga un acabado más parejo), o el proceso air jet (hilatura por chorro de aire). Por su parte, para funcionar de manera integrada, una planta productora de tejidos planos necesita abastecerse de una máquina enrolladora y una máquina encoladora, que tienen un valor aproximado de un millón de dólares cada una. A su vez, estas máquinas pueden abastecer a unos 300 telares, que tienen un valor de cinco mil dólares cada uno. Por este motivo, la mayor parte de las empresas que se dedican a la producción de tejidos planos son grandes y la escala de producción y la capacidad de diferenciar productos son los determinantes de su competitividad. La única excepción la constituyen las tejedurías del polo de Luján, donde existe un grupo de empresas y cooperativas que hacen el urdido y el encolado à façon, y pequeñas empresas que terminan los tejidos, utilizando en promedio unos tres telares cada una. En los tejidos de punto, la inversión necesaria para iniciar la producción consiste en la adquisición de un telar que tiene un costo aproximado de 50 mil dólares y un escaso grado de automatización. Por eso, aunque también existen grandes empresas, este 12 tipo de producción está dominada por un amplio grupo de pequeñas firmas. Muchas de estas trabajan à façon para los fabricantes de indumentaria. Los bajos requerimientos de capital y trabajo de este tipo de empresas les otorgan una mayor flexibilidad para adaptarse a los cambios de la coyuntura económica. Por los mismos motivos, se presentan en el segmento mayores niveles de informalidad. Con relación a la terminación de tejidos, las mayores complejidades se presentan en la tintorería, que difiere en su fórmula y procesos según el tipo de producción. Sin embargo, la complejidad no está determinada por la maquinaria utilizada, sino más bien por la sofisticación tecnológica que requieren los procesos estandarizados utilizados, diferentes según el tipo de prenda, tejido o hilado. Finalmente, si bien cada día aparecen medios de trabajo más sofisticados, en términos generales la industria de la confección emplea un equipo productivo bastante simple. No hay maquinaria compleja en este eslabón sino tan solo herramientas de poco peso y volumen cuya eficacia es función del grado de capacitación del personal. Además de las máquinas de coser, las máquinas de corte son relevantes en este proceso. Aunque el uso de máquinas especiales, la mayoría de las cuales sirven para una operación muy concreta, va sustituyendo el trabajo típicamente manual, éste aún representa entre el 30% y el 40% del tiempo total de fabricación de las prendas. 2.2. Antigüedad y grado de obsolescencia De acuerdo a la Fundación Proteger, en los últimos diez años la cadena de textil e indumentaria realizó inversiones por 2.000 millones de dólares. Como resultado, la capacidad productiva se incrementó en un 40%. Sin embargo, las principales hilanderías y tejedurías de plano nacionales están muy rezagadas tecnológicamente. Con excepción de muy pocos casos, la antigüedad de la maquinaria utilizada en el complejo textil (hilanderías y tejedurías) es de veinte años, aunque la antigüedad es en promedio más acentuada entre las hilanderías. En efecto, las principales empresas 13 de Argentina (TN & Platex, Tipoití, y Algodonera Avellaneda) trabajan con máquinas continuas que producen a 10 mil revoluciones cuando las más avanzadas en el mundo son de 70 mil revoluciones. En cambio, en indumentaria, la universalidad de la maquinaría empleada junto con el relativamente accesible costo unitario de la misma, permiten realizar frecuentes adquisiciones para adaptarse a las exigencias productivas de mercado. 2.3. Características de la incorporación del equipamiento La forma más común de acceder a la tecnología que utilizan las empresas argentinas es a través de ferias internacionales. En particular, cada cuatro años se realiza en Europa la International Textile Machinery Exhibition (ITMA, según sus siglas en inglés), que constituye el espacio de difusión más relevante en el ámbito de la maquinaria sectorial y refleja el proceso de cambios tecnológicos del sector textil a nivel mundial. Las distintas cámaras textiles del país organizan grupos de empresarios que viajan a las ferias ITMA. Otro canal importante de adquisición de maquinarias está dado por el mercado de maquinaria usada en buen estado, debido a la relocalización de muchas firmas europeas en Asia. La maquinaria empleada en todos los segmentos es de origen externo. Europa (Italia, Alemania, Suiza) y Asia (China, Japón) son los principales orígenes del equipamiento importado en el eslabón textil, mientras que el 90% de las máquinas utilizadas en indumentaria son provenientes de China y un 8% de Japón. 14 3. BRECHA SECTORIAL RESPECTO DE LAS MEJORES PRÁCTICAS INTERNACIONALES En cuanto a la tecnología, la innovación en la industria textil está dominada por proveedores de maquinaria y productos químicos y sintéticos (Pavitt, 1984). Respecto de la maquinaria, en los últimos veinte años los avances tecnológicos en la industria textil mundial tendieron a ser incrementales. Si se mide su evolución de acuerdo a los equipos expuestos en las ferias ITMA en el período, las primeras innovaciones tuvieron que ver con máquinas destinadas a incrementar la productividad a partir de mayor velocidad y escala de producción. Luego, la novedad estuvo dada por la implementación de la informática aplicada a la maquinaria, con la incorporación de tecnologías de la información para la gestión del diseño y la producción, conocidas como Computer-Aided Design (CAD) y Computer-Aided Manufacturing (CAM). Su implementación ha permitido reducir el tamaño de los lotes de producción y gestionar cambios rápidos en los productos, así como también detectar problemas e ineficiencias en las líneas de producción y mejorar el control de calidad de los productos (Rodrigues da Costa y Pinto da Rocha, 2009). Las últimas maquinarias, a su vez, están orientadas a la reducción de costos y perseguir una mayor eficiencia en la utilización de los insumos (energía, agua, mano de obra, etc.). Las plantas textiles nacionales no llegaron a completar ni el primero de los procesos mencionados. Si bien es cierto que Argentina invirtió mucho en los últimos años, no invirtió en tecnología de punta. En cambio, la mayor parte de las adquisiciones de maquinaria se corresponden con equipos de segunda mano. A nivel mundial, Brasil y Turquía son ejemplos de países que han invertido en tecnología de punta. China e India están más atrasados, pero complementan la innovación con bajos salarios y disposición de mano de obra. Con respecto a la innovación en productos y procesos químicos, los últimos cambios están relacionados con la búsqueda de nuevas propiedades en las fibras, materiales, colores y usos de las fibras, con una responsabilidad ambiental, alentando la utilización de tecnologías ecológicamente racionales. 15 4. GRADO DE HETEROGENEIDAD INTRASECTORIAL Y ASIMETRÍAS ENTRE ESLABONES El sector textil está compuesto por alrededor de 3.000 empresas registradas, de las cuales un 3% son grandes y un 13% son medianas, mientras que el 84% está compuesto por PyME mayormente orientadas a la fabricación de tejidos de punto y acabado textil (Ver Tabla) Cuadro N°2: Cantidad de firmas y empleo en el sector textil. Año 2010 Cantidad de empresas Instituciones Empleo (en miles de puestos) 2003 2010 2003 2010 Grandes 68 99 19.286 29.972 Medianas 259 373 14.184 18.629 Pequeñas 774 1.009 9.072 11.677 Microempresas 1.393 1.426 2.961 3.636 Total sector textil 2.494 2.907 45.502 63.915 Fuente: Elaboración propia en base a Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social El nivel de concentración disminuye progresivamente a medida que se avanza aguas abajo en la cadena de valor textil. El eslabón más concentrado es el de fibras manufacturadas, donde existe una única firma de capital nacional que produce chips para hilados sintéticos e hilados sintéticos, mientras que otras tres empresas le compran los chips para transformarlos en hilados. El siguiente segmento, de hilandería, también muestra elevados niveles de concentración, en virtud de las economías de escala existentes. Aunque se 16 encuentran empresas nacionales de relevancia, en el sector se ha registrado un importante proceso de penetración de firmas brasileñas, impulsadas por las dificultades que enfrentaron algunas empresas para acceder al mercado interno argentino, en el marco de una estrategia del país vecino de internacionalización de sus empresas. En el caso de las tejedurías, nuevamente corresponde diferenciar entre tejedurías planas y tejeduría de punto. Como se mencionó, las primeras requieren de una inversión inicial elevada, que justifica la integración aguas arriba. En este segmento también ha sido acentuado el proceso reciente de extranjerización. Las tejedurías de punto, por el contrario, tienen escalas de producción considerablemente más reducidas que generalmente no justifican la integración. En resumen, en el eslabón textil existe una mezcla de firmas con diferentes grados de integración: (i) hilanderías, (ii) hilanderías-tejedurías planas, con la presencia de grandes empresas y elevados niveles de concentración, y (iii) tejedurías de punto, en un mercado atomizado determinado en gran medida por la presencia de pequeñas y medianas empresas nacionales, donde en mucha menor medida también existen algunos casos de integración con las hilanderías. Para completar la estructura de este eslabón, en la terminación de textiles se verifica la existencia de tintorerías, que pueden estar integradas o trabajar à façón. En los últimos años muchas empresas han decidido integrarse aguas abajo e instalar sus propias unidades productivas, aunque esto obedecería más a la falta de capacidad instalada dentro de este segmento y el reclamo de la mala calidad de los servicios tercerizados, que a una lógica estrictamente productiva. En líneas generales, las tintorerías suelen estar integradas en las empresas que fabrican hilados, tejidos planos o tejidos de punto con escala suficiente, mientras que las unidades productivas de pequeño tamaño que elaboran tejidos de punto tercerizan el servicio. Por su parte, el eslabón de indumentaria está compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas de capitales nacionales y presenta un elevado grado 17 de atomicidad. Las firmas registradas son alrededor de cuatro mil, de las cuales más de un 90% son PyME (ver Tabla 7). Sin embargo, en el sector se estima que la cifra total es cercana a las 20 mil unidades productivas entre fabricantes, talleres y trabajadores por cuenta propia. Cuadro N° 3. Cantidad de firmas y empleo en el sector de indumentaria. Año 2010 Cantidad de empresas Instituciones Empleo (en miles de puestos) 2003 2010 2003 2010 Grandes 13 30 4.902 12.035 Medianas 243 395 13.000 19.881 Pequeñas 911 1.349 7.975 12.385 Microempresas 1.896 2.140 3.158 4.672 Total indumentaria 3.063 3.914 29.036 48.973 Fuente: Elaboración propia en base a Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social En el sector de indumentaria, a nivel doméstico se replica la misma dinámica observada en el sector internacional, por lo que se distinguen dos segmentos bien diferenciados. Por un lado, el segmento de moda, compuesto por las firmas de marca que diferencian productos y siguen las tendencias de la moda. Están orientadas al sector de consumo de mayores ingresos y basan sus estrategias en la publicidad y en el diseño, cobrando precios muy superiores a la media. Por otra parte, el segmento de producción masiva, compuesto por empresas que producen prendas estandarizadas y de menor calidad orientadas a los segmentos bajos y medios de la población (una parte considerable de esta producción se vende en ferias informales, que han mostrado un crecimiento exponencial en los últimos años). 18 En ambos casos, los fabricantes tercerizan prácticamente la totalidad de la producción de las prendas en talleres, que trabajan con escalas reducidas y donde se observa un fuerte predominio del trabajo informal y femenino y niveles muy bajos de productividad. Esta modalidad de subcontratación resulta ventajosa para los fabricantes, que pueden flexibilizar la producción, aprovechar los beneficios de la especialización y mantener menor cantidad de capital inmovilizado, incrementando su tasa de ganancia y disminuyendo riesgos. Sin embargo, constituye un elemento de profunda debilidad para los talleres, ya que cargan con los costos de esa flexibilidad y se ven obligados a trabajar con una estrategia basada en la informalidad fiscal, previsional y laboral. Finalmente, es importante destacar que el sector de confecciones se caracteriza por ser una industria que se abastece principalmente de materias primas nacionales. 19 5. IDENTIFICACIÓN DE TECNOLOGÍAS O CONOCIMIENTOS QUE CONSTITUYEN BARRERAS A LA ENTRADA Como se ha mencionado, los segmentos de producción textil (hilanderías y tejedurías planas) requieren importantes inversiones de maquinaria y de instalaciones para su funcionamiento que implican importantes barreras a la entrada de nuevas empresas. Además, éstas operan como un obstáculo importante para desarrollar el potencial que presenta nuestro país para la fabricación de productos textiles y de indumentaria a partir de fibras naturales (lanas finas, seda, fibras duras para textiles industriales y fibras naturales de producción orgánica). Con excepción del algodón, para poder llevar adelante el procesamiento de estas fibras se necesitarían grandes inversiones en hilanderías y tejedurías. En cambio, en el caso del algodón las principales restricciones están dadas por factores asociados al cultivo, como la calidad de las semillas, la regulación del crecimiento del cultivo y del proceso de fructificación, la reducción de la contaminación derivada de la recolección y el acondicionamiento de fardos y el control de plagas para generar una menor dependencia de las condiciones naturales. La calidad del cultivo representa, en este caso, una barrera importante para la inserción internacional de hilados, tejidos y confecciones de algodón nacionales en los segmentos de alta gama. En todos los casos, además, el desarrollo de diferentes tipos de fibras para lograr hilados y tejidos con propiedades específicas y productos de alta gama requiere de importantes inversiones en I+D para analizar las propiedades específicas de las fibras como resistencia, duración, elasticidad y las propiedades que éstas pueden adquirir al ser combinadas con otras. La ausencia de esas inversiones limita la inserción internacional de productos de la cadena textil indumentaria en los segmentos de alta gama en condiciones competitivas. 20 Finalmente, debe mencionarse la tendencia creciente por parte de los países desarrollados a exigir la comercialización de productos textiles con certificados de aprobación, descartando que contengan sustancias nocivas. Las normas REACH (Registration, Evaluation and Authorization of Chemicals) están relacionadas con una nueva legislación implementada por los países que integran la Unión Europea a partir del año 2007. Tienen por objetivo establecer un marco legislativo para la fabricación, comercialización, importación y uso de las sustancias y preparados químicos, garantizando que éstas no afecten negativamente a la salud humana o al medio ambiente. Estados Unidos ha impuesto una legislación similar. Si bien se ha avanzado en la certificación de productos libres de sustancias nocivas (INTI Textiles), aún no existen normas de este tipo en Argentina, ni en ninguno de los países miembro del MERCOSUR. En la medida que no se avance en la implementación de este tipo de normas, los productos argentinos enfrentarán problemas crecientes de acceso a los mercados internacionales. En este sentido, el diseño e implementación de normas que regulen la producción nacional y las importaciones de productos textiles y de indumentaria al MERCOSUR, como aquéllos elaborados con formaldehído o colorantes cancerígenos, podrían impactar positivamente en la cadena en dos sentidos. En primer lugar, provocaría un impacto positivo sobre los productos nacionales en el exterior, otorgando una certificación adicional de calidad. En segundo término, actuaría como una barrera al ingreso de estos productos, principalmente desde China y otros productores asiáticos. 21 6. PRESENTE Y FUTURO DE LOS PERFILES LABORALES La escasez de personal técnico calificado es uno de los mayores obstáculos que se presenta a lo largo de todos los eslabones del segmento textil. De acuerdo a los datos proporcionados por la ENIT (Cuadro N° 4), existe una diferencia importante entre los niveles de formación de los empleados y/o puestos gerenciales en la cadena textil e indumentaria y el promedio general de la industria. En efecto, en esta cadena los profesionales representan alrededor del 5% de los empleados, contra el 13% promedio que éstos representan en el total de los trabajadores y/o empresarios industriales. El problema se acentúa en los segmentos que operan con mayores niveles de informalidad, como tejidos de punto y talleres confeccionistas. Cuadro N° 4: Formación de los recursos humanos según nivel de calificación Nivel de formación Sector Textil Indumentaria Total cadena Industria Profesionales en ingeniería u otras ciencias duras 2,2% 1,0% 2,0% 6,0% Oros profesionales 2,5% 4,4% 2,9% 7,0% 36,2% 44,4% 37,9% 42,0% 59,1% 50,2% 57,3% 45,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% Empleados con educación técnica Empleados con educación básica o inferior Total Fuente: ENIT (2005) Si se analizan los perfiles requeridos por eslabones y segmentos productivos de la cadena, se observa que los subsectores de la cadena textil de hilandería y fabricación de tejidos planos, al concentrar las empresas más grandes, suelen caracterizarse por buenos niveles de profesionalización en las áreas gerenciales y administrativas. El cuello de botella más importante está dado en el segmento de tintorería, donde las innovaciones vienen de la mano de la industria química y requieren de un elevado 22 grado de sofisticación tecnológica. Casi todos los tintoreros son químicos, ingenieros químicos o ingenieros textiles, aunque existe consenso dentro del sector sobre las dificultades para encontrar personal adecuadamente calificado dentro de este último grupo. Sobre este punto es importante destacar el convenio recientemente firmado con el INTI y la Fundación ProTejer para mejorar el nivel de las instituciones educativas orientadas al sector. En la Universidad Tecnológica Nacional se ha relanzado la carrera de Ingeniería Textil y se ha inaugurado un Laboratorio dedicado a investigar en este tema. A su vez, la Asociación Argentina de Químicos y Coloristas Textiles está avanzando para otorgarle título terciario a los cursos técnicos especializados que en ella se realizan. En el segmento de indumentaria, se pueden distinguir distintos tipos de requerimientos de mano de obra, de acuerdos a las diferentes firmas que en él trabajan. Entre las empresas que han desarrollado marcas de trayectoria orientadas a los segmentos de mayores ingresos, parte de las capacidades competitivas están dadas de la mano de la calidad, el diseño, la innovación, la diversidad de productos, la rapidez para responder a la demanda de los clientes regionales. En estas firmas los cargos gerenciales y administrativos se ocupan con personal calificado y suelen tener departamentos de diseño. En cambio, en el incipiente segmento de “diseño de indumentaria de autor”, se destaca la capacidad innovadora y los conocimientos de diseño de los propietarios, donde el diseño representa su característica diferencial y constituye una de las mayores herramientas para mejorar su competitividad. Sin embargo, se trata de un sector dominado por emprendedores, que muchas veces carecen de conocimientos de gerenciamiento, herramientas de promoción pública disponibles e información sobre oportunidades comerciales y la actividad exportadora. Por último, entre los fabricantes de producción masiva, que centran su estrategia en la competencia por precio a partir de la mayor flexibilidad que les permite trabajar con elevados niveles de informalidad en la producción y la comercialización de las prendas, se trabaja con grandes dificultades en la planificación y gestión del trabajo. 23 Finalmente, todos los circuitos de indumentaria están vinculados con los talleres de confección, donde el trabajo para confeccionar una prenda es dividido en un gran número de fases intermedias de características homogéneas, repetitivas y de corta duración. La capacitación de la mano de obra en un trabajo concreto y especializado es, por lo tanto, relativamente sencillo y rápido. Como conclusión se debe mencionar la importancia de trabajar sobre la problemática de la formación y/o calificación de los recursos humanos en el sector textil, dada su elevada implicancia en la calidad final de los hilados y productos textiles y en la confección de productos finales diferenciados de competitividad internacional. Si no se avanza en este sentido, esta problemática terminará por representar una barrera relevante para la estrategia de desarrollo de la cadena. Existen áreas sobre las que se puede avanzar. Por ejemplo, la Universidad de Buenos Aires tiene en la actualidad 15 mil alumnos en las carreras de diseño textil y de indumentaria, la mayor cifra en América Latina. Es importante, por lo tanto, avanzar en la implementación de un mecanismo de coordinación con las universidades para realizar acciones de formación de profesionales y perfiles técnicos para los distintos segmentos que componen la cadena de valor textil, de modo que los egresados puedan cumplir con los requerimientos de las áreas técnicas de la industria. 24 7. IMPACTO DE LAS TECNOLOGÍAS DE PROPÓSITO GENERAL SOBRE LAS CONDICIONES PRODUCTIVAS DEL SECTOR En líneas generales, las empresas de la cadena textil e indumentaria elaboran productos maduros y participan de un mercado altamente competitivo, donde habitualmente actúan como tomadoras de precios definidos a nivel nacional o internacional. Esto es particularmente así para el eslabón textil, donde la producción está completamente mecanizada, y para la producción de indumentaria de masas. Sin embargo, hay una parte de la industria confeccionista orientada al segmento de la moda y el diseño que ha logrado avanzar en innovación y diferenciación. El posicionamiento competitivo diferencial de esas firmas está relacionado con la visión estratégica del empresariado, su gerenciamiento y la formación de cuadros profesionales. Por otra parte, la implementación de TIC marca un diferencial, en tanto sólo aquéllas que poseen mejor posicionamiento competitivo tienden a hacer un uso integral de las mismas. Su utilización es clave en la definición de una estructura organizacional que separe e identifique áreas clave de la empresa, que delegue funciones y asigne roles, que profesionalice la gestión, formalice procedimientos y haga un uso integral de las nuevas tecnologías de información y comunicaciones. En efecto, en este sector los desarrollos actuales en TIC permiten una gestión integral del negocio con información al momento de lo que ocurre en cada área de la empresa, partiendo del diseño de la prenda. En lo que respecta a los procesos productivos, la implementación de TIC incluye la moldería digital y el tizado automático, corte con prensas láser y máquinas de coser semiautomáticas que mejoran la productividad y hacen más eficientes los procesos, aumentando el rendimiento de las telas en su control y seguimiento. La internalización de las TIC en los procesos está vinculada con la escala de la empresa, dado que para que su incorporación sea rentable se requieren escalas de producción medias o altas. 25 El uso de las TIC incluye la informatización online de la administración y los puntos de venta con sistemas que han sido desarrollados en algunos casos a medida o partir de genéricos que han sido adaptados a las firmas. Finalmente, su utilización es también determinante en la expansión de canales de comercialización, a través de las franquicias y el comercio electrónico, y nuevas vías de comunicación y captación de clientes, vía redes sociales y mailing. Se destacan también, los esfuerzos por la definición del producto y el nicho de mercado, la planificación y la asignación de fondos a actividades de marketing y la identificación y contratación de consultoría especializada. En ese sentido, es central la participación de instituciones de apoyo, como Inti Textiles y los programas de capacitación de la SePyMEyDR, para la mejora de la competitividad de las empresas del sector, la detección y absorción de nuevas ideas y el aumento del umbral de conocimientos de la firma. 26 8. OPORTUNIDADES CIENTÍFICAS O TECNOLÓGICAS LATENTES AÚN NO APROVECHADAS A nivel global, el sector textil está viviendo una nueva etapa de transformación de la mano de los textiles innovadores, que ya no se limitan como uso final al campo de la indumentaria. Los primeros en importancia fueron los textiles técnicos, con aportes de mayor productividad en numerosos sectores productivos, como el sector de la construcción, la industria automotriz, la siderurgia, la industria alimenticia y el sistema hospitalario, entre otros. Luego, las fibras y textiles inteligentes, de incipiente desarrollo, son capaces de alterar su naturaleza en respuesta a la acción de diferentes estímulos externos, físicos o químicos, modificando algunas de sus propiedades con el objetivo de conferir beneficios adicionales a sus usuarios. En la confección de nueva generación de textiles la nanotecnología juega un papel esencial, ya que los avances tecnológicos permiten implantar microchips electrónicos dentro de tejidos para cambiar sus propiedades, desarrollando telas capaces de cambiar de color, emitir y recibir ondas de radio, o actuar como un teclado. La nanotecnología también tiene un rol relevante en el campo de los colorantes funcionales (tintes o pigmentos). Es decir, colorantes seleccionados para una aplicación específica, con un criterio de calidad bien definido y costo optimizado que, aparte de proporcionar color como función primaria, aporta propiedades ventajosas sobre el material o sobre el proceso en el que se aplica. Es decir, si ésos se activan con la radicación óptica, al calor, a la corriente eléctrica, a la presión, a la polaridad del solvente, etc. Se estima que en los próximos dos a tres años, los productos textiles con nanotecnología representarán un valor en el comercio internacional de 150 millones de dólares. Desde hace algunos años, se impulsa con mucha fuerza la investigación de nuevos materiales en casi todos los centros de investigación especializados de Europa, Estados Unidos y Asia, especialmente Japón. En América Latina, Brasil ha 27 empezado a explorar mucho en textiles inteligentes con beneficios antimicrobianos, protección UV, antibacterial y retardantes a la llama. En Argentina, ya se encuentran funcionando algunos proyectos relacionados con la producción e investigación de textiles innovadores. En Argentina, la firma Guilford produce nano textiles y textiles técnicos, de los que exporta el 90%. Mafissa, por su parte, elabora geotextiles aplicados en la ingeniería civil, en la construcción de caminos, canales, etc. A su vez, la firma es única productora mundial de hilados de cobre. Recientemente, la firma coordina con la empresa chilena Codelco la primera exportación de 250 toneladas de hilados de cobre a China para ser utilizados en la elaboración de muestras de jeans anticelulíticos, constituyendo la primera venta con valor innovativo industrial que realiza Argentina en el mercado chino. Por su propiedad de no retener olor, los hilados de cobre están siendo utilizados en la producción de medias y otras prendas de vestir. El Centro de Estudios del INTI está avanzando, a su vez, en la obtención de textiles con acabados de productos microencapsulados que se utilizan principalmente para aumentar la estabilidad de materiales susceptibles como los aceites esenciales que se emplean para protegerlos de la humedad, la luz y/o el oxígeno. Las aplicaciones más significativas incluyen textiles con aroma, retardantes de llama, etc. También en la Universidad de Buenos Aires se ha empezado a construir diseños interactivos, es decir, descubrir la capacidad de interacción de un objeto con materiales textiles. Además de los textiles inteligentes, también existe una revalorización de los textiles de fibras vegetales como insumos biodegradables (muy importantes para producción de paneles solares en energías renovables). INTI Textiles viene trabajando en el desarrollo de la producción de seda (sericultura) por parte de pequeños y medianos productores. Además de los avances de estudio realizados en el proceso productivo 28 para obtener el hilado de seda, el Centro logró el desarrollo del primer prototipo de devanadora de capullo de filamento de continuo de fabricación nacional. La relevancia de este avance, además, es que contempla los costos de modo que la maquinaria sea accesible para pequeños y medianos productores. Como limitante para su difusión, se encuentra el pequeño volumen de capullos producido localmente. Los espacios de mejora en el ámbito de los textiles inteligentes son muy amplios y los avances que se puedan hacer en esta materia son fundamentales para orientar al sector en un sendero de mayor agregación de valor agregado. Dentro de todas las posibilidades por desarrollar se pueden mencionar: Tejidos termocromáticos, cuyos colores cambian según la temperatura ambiental o corporal, aparecen o desaparecen bajo el efecto de variaciones de temperatura o de la luz. Tejidos electrónicos, con prendas y confecciones inteligentes capaces de distinguir movimiento o reproducir música, etc. Tejidos ultraflexibles de fibra de carbono, que actúan como una espuma ultracompresible, ligera, fuerte y comprimible, resistentes a las altas temperaturas y al ataque químico. Tejidos antibacterias para indumentaria destinada a aplicaciones militares y médicas que actúan como una barrera contra las toxinas, que matan bacterias y permiten una adecuada transpiración. Tejidos para medir el estado de salud, que serían capaces de reaccionar a las variaciones corporales iónicas, características de las alertas cardiovasculares o diabéticas y que, por lo tanto, podrían vigilar las funciones vitales. En síntesis, el desafío es encontrar nuevas aplicaciones para los textiles tradicionales en donde se alcance una combinación de volumen con alta tecnología. 29 La incorporación de tecnologías como las señaladas permiten ingresar con productos de alto valor agregado a segmentos de mercado altamente diferenciados que privilegian la funcionalidad y alta gama por sobre el precio. Para la Argentina, el desafío es que estas innovaciones sean trasladadas a fibras naturales (donde nuestro país presenta importantes ventajas comparativas), aprovechando que éstas son además biodegradables y contribuyen a evitar el calentamiento global, desde el enfoque del diseño sustentable, tratando de ahorrar energía y de usar pocos productos químicos. 30 REFERENCIAS Belini, C. (2008): "Una época de cambios: la industria textil argentina entre dos crisis, 1914-1933". Estudios Ibero-Americanos, PUCRS, v. XXXIV. Comisión Económica para América Latina (CEPAL): “La cadena textil e indumentaria en Argentina” (2011). Centro de Estudios para la Producción (CEP): “La industria textil. Historia Reciente”. Síntesis de la economía real, Nº24. (1999) Centro de Estudios para la Producción (CEP) (1999): “Localización de la industria textil”. Síntesis de la economía real, Nº27. Consejo Federal de Inversiones (CFI): "Documento base sector textil". (2001) Colman, O. 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