(Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. 2000; 47: 189-193) ORIGINALES Estudio multivariable de factores de riesgo de hipotensión arterial en gestantes a término intervenidas de cesárea bajo anestesia subaracnoidea A. Martínez Navasa, M. Echevarría Morenob, P. Gómez Rejab, S. Merino Grandea, F. Caba Barrientosb y R. Rodríguez Rodríguezc Hospital Universitario Virgen de Valme. Sevilla. Resumen Multivariate study of risk factors for hypotension during full-term delivery by cesarean section under spinal anesthesia OBJETIVOS. La complicación más frecuente, y potencialmente peligrosa, de la anestesia subaracnoidea en la cesárea es la hipotensión arterial. El objetivo del estudio es analizar los factores maternos y de la gestación que pueden determinar el riesgo de hipotensión arterial en mujeres gestantes a término que finalizan su embarazo mediante intervención cesárea. MATERIAL Y MÉTODO. Se incluyeron aquellas gestantes a término programadas para cesárea que se realizaron bajo anestesia subaracnoidea. La punción dural se practicó en L2-L3 con aguja atraumática tipo Sprotte y se administraron conjuntamente 12,5 mg de bupivacaína hiperbárica al 0,5% y 12,5 µg de fentanilo, definiendo como hipotensión arterial al descenso de la TAS igual o superior al 20%, o un valor inferior a 100 mmHg. Se realizó un análisis discriminante multivariable para determinar los factores relacionados con la presentación de hipotensión arterial en el tiempo transcurrido entre la punción subaracnoidea y el nacimiento del feto. RESULTADOS. La incidencia de hipotensión arterial fue del 33,3%. El análisis estadístico determinó de forma significativa que la integridad de la bolsa amniótica, la paridad y el carácter electivo de la cesárea se asociaron con la mayor incidencia de hipotensión arterial (p < 0,03). CONCLUSIONES. La identificación como grupo de riesgo de las mujeres multíparas con bolsa amniótica íntegra y programadas para cesárea electiva puede conllevar un beneficio si se intensifican en estas pacientes las medidas preventivas que disminuyen la incidencia e intensidad de la hipotensión arterial. OBJECTIVES. The most common and potentially dangerous complication of spinal anesthesia for cesarean section is arterial hypotension. The aim of this study was to analyze maternal and gestational factors that might affect risk of arterial hypotension in full-term parturients undergoing cesarean section. MATERIAL AND METHOD. We enrolled full-term parturients scheduled for elective cesarean section under spinal anesthesia. Spinal puncture was performed at L2-L3 using an atraumatic Sprotte-type needle. We administered 12.5 mg of hyperbaric 0.5% bupivacaine and 12.5 µg of fentanyl. Arterial hypotension was defined as a decrease in systolic pressure of at least 20% or a decrease to a pressure below 100 mmHg. Multivariate analysis was performed to identify factors related to the presentation of hypotension appearing in the interval between spinal puncture and birth. RESULTS. The incidence of arterial hypotension was 33.3%. Statistical analysis revealed that integrity of the amniotic sac, parity and elective cesarean were significantly associated with a higher incidence of arterial hypotension (p < 0.03). CONCLUSIONS. Identifying risk for multiparous parturients with intact amniotic sacs scheduled for elective cesarean can be worthwhile if greater preventive measures are taken in such patients to reduce the incidence and intensity of arterial hypotension. Palabras clave: Obstetricia: cesárea. Anestesia: anestesia subaracnoidea. Complicaciones: hipotensión arterial. Key words: Obstetrics: cesarean. Anesthesia: spinal anesthesia. Complications: arterial hypotension. Summary Introducción a Médico residente. bMédico adjunto. cJefe de Servicio. Correspondencia: Dr. A. Martínez Navas Santa Teresa de Jesús, 48, manzana 4. Urbanización Villa de Aljamar. 41940 Tomares. Sevilla. Se ha destacado que la anestesia locorregional en la cesárea reduce la morbimortalidad materna respecto a la anestesia general; sin embargo, es difícil atribuir ventajas fisioló189 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 47, Núm. 5, 2000 gicas particulares a la anestesia subaracnoidea sobre la anestesia epidural1. La anestesia subaracnoidea se asocia con mayor incidencia y más acusados descensos de la presión arterial en comparación con la anestesia epidural, y ello se debe a la instauración más precoz del bloqueo simpático. La hipotensión arterial así producida favorece, además, la compresión de la vena cava inferior por el útero gravídico, cuando la gestante adopta la posición de decúbito supino. Hasta la década de los noventa la anestesia epidural ha sido de elección al evitar teóricamente la presentación de cefalea pospunción dural, pero con la generalización del uso de las agujas atraumáticas la anestesia subaracnoidea en la cesárea se ha extendido y, como consecuencia, los bloqueos epidurales se han relegado a la analgesia para el trabajo del parto y a la anestesia para cesáreas en gestantes que por enfermedad concomitante grave toleran mal los cambios hemodinámicos. Al margen de los inconvenientes hemodinámicos, la anestesia subaracnoidea aporta frente a la epidural ventajas como un corto período de latencia, una analgesia más efectiva con mayor calidad del bloqueo sensitivo, una relajación muscular más profunda y unas dosis inferiores de anestésico local y, por ende, menor riesgo de toxicidad materna y fetal. La hipotensión arterial es la complicación más frecuente de la anestesia subaracnoidea en la gestante y puede resultar potencialmente peligrosa tanto para la madre como para el feto. Su incidencia en cesáreas se ha referido desde el 4050% hasta el 100% cuando no se utilizan medidas preventivas2-9. Clark et al7, investigando la eficacia de la prehidratación, con o sin maniobras de desplazamiento uterino, observaron una menor incidencia de hipotensión arterial en las gestantes que presentaban trabajo de parto previamente al bloqueo subaracnoideo. La explicación de este hecho la basaron en el proceso de autotransfusión sanguínea que acompaña a la contracción uterina, o en el alivio de la compresión de la vena cava cuando la cabeza fetal desciende por el canal del parto. Otros autores también aluden como posibles explicaciones de este fenómeno a la hidratación que reciben las gestantes durante el trabajo de parto, y al efecto vasoconstrictor de las catecolaminas liberadas por el dolor de la contracción uterina10. Los descensos de la presión arterial sistólica inferiores a 100 mmHg, o aquellos que superan el 20% respecto del valor basal, se asocian con riesgo de hipoperfusión placentaria y, cuando estos cambios se mantienen más de 2 min, pueden suponer un compromiso del bienestar fetal11,12. También se acepta que las medidas para prevenir la hipotensión no siempre son eficaces y en algunos casos, como la prehidratación vigorosa, pueden conllevar riesgo para la madre en el postoperatorio inmediato13-15. Desde esta perspectiva adquiere interés identificar las gestantes más susceptibles de desarrollar hipotensión arterial tras una anestesia subaracnoidea. El objetivo de nuestro estudio es analizar las variables que pueden constituirse como factores de riesgo de hipotensión arterial tras la anestesia subaracnoidea en mujeres gestantes a término, con trabajo de parto presente o no, en las que se indica la finalización del embarazo mediante cesárea. 190 Material y método De forma consecutiva se incluyeron en el estudio las gestantes a término programadas para cesárea electiva y aquellas en las que, presentando trabajo de parto, el obstetra indicó cesárea diferida. Como criterios de exclusión se consideraron los antecedentes de hipertensión arterial materna o preeclampsia, el embarazo de más de un feto, el sufrimiento fetal agudo, el oligoamnios, y un índice de masa corporal superior a 45 o una altura materna inferior a 150 cm. Todas las gestantes recibieron una prehidratación con 500 ml de hidroxietilalmidón (Expafusín®) administrados en los 20 min previos a la punción subaracnoidea. Ésta se practicó con las madres en sedestación, en el espacio intervertebral L2-L3 y con una aguja atraumática tipo Sprotte del calibre 24 G (Pajunk®), cuyo orificio de salida se dirigió en dirección cefálica. La anestesia se realizó con 12,5 mg de bupivacaína hiperbárica al 0,5% y 12,5 µg de fentanilo e, inmediatamente tras la punción, las pacientes fueron colocadas en decúbito supino con 10-15º de decúbito lateral izquierdo y se les administró oxígeno a 3 l/min a través de canulas nasales. La presión arterial sistólica (PAS) y diastólica (PAD) y la frecuencia cardíaca (FC) basales se determinaron en la sala de dilatación. Una vez en quirófano estas constantes se determinaron previamente a la punción subaracnoidea, a intervalos de 1 min hasta la extracción del feto y posteriormente cada 5 min hasta finalizar la intervención. El grado de bloqueo sensitivo se valoró mediante la técnica del pinchazo y el algodón impregnado en alcohol. Esta monitorización se realizó al inicio de la intervención quirúrgica y a los 10, 20, 30 y 40 min tras la punción subaracnoidea. También se evaluó el grado de bloqueo motor mediante la escala de Bromage a los 10 min de la punción y al final de la intervención. Inmediatamente tras la extracción del feto se administró una solución de 30 U de oxitocina en 100 ml de suero fisiológico a una velocidad de 200 ml/h durante lo primeros minutos, reduciéndose a 100 ml/h durante los 30 min siguientes. Sólo en aquellas situaciones en que se consideró necesario se administraron 0,2 mg i.v. de metilergometrina (Methergin®). Definimos hipotensión arterial al descenso de la PAS igual o superior al 20% de la PAS basal o al descenso de la PAS por debajo de 100 mmHg. Ante la presencia de esta complicación se incrementó la fluidoterapia y, cuando su duración era superior a 2 min, se administraron 5 mg de efedrina endovenosa. Definimos bradicardia al descenso de la FC inferior a los 60 lat/min, administrándose entonces de 0,5 a 1 mg de atropina vía endovenosa. La hipotensión arterial materna que se presentó desde la punción subaracnoidea hasta el nacimiento del feto se consideró como variable dependiente, mientras que las variables independientes que se incluyeron en el análisis fueron la integridad de la bolsa amniótica, el carácter electivo o diferido de la cesárea, las semanas de gestación, la paridad, el peso del recién nacido, así como la edad, la talla y el peso de la madre. También se analizaron la presencia de síndrome de compresión de cava, el dolor visceral, las náuseas y vómitos intraoperatorios, y el grado de bloqueo sensitivo y motor. El estudio estadístico se realizó mediante un análisis discriminante multivariable para determinar el valor predictivo de las diferentes variables incluidas en el análisis. Posteriormente, se continuó el estudio con un análisis de χ2 para determinar la influencia de la variable predictiva resultante del análisis discriminante en la presentación de hipotensión arterial materna previa al nacimiento fetal. El análisis de Kruskall-Wallis determinó la relación de los grados de bloqueo sensitivo con la hipotensión arterial, la integridad de la bolsa amniótica y el carácter electivo o diferido de la cesárea. Se consideró significativo un valor de p < 0,05. A. MARTÍNEZ NAVAS ET AL.– Estudio multivariable de factores de riesgo de hipotensión arterial en gestantes a término intervenidas de cesárea bajo anestesia subaracnoidea Resultados Se incluyeron en el estudio 51 gestantes a término cuyos datos demográficos, obstétricos y los relacionados con la intervención quirúrgica figuran en la tabla I. Las causas de la indicación de cesárea en las gestantes con trabajo de parto se exponen en la tabla II. Se presentó hipotensión arterial durante el período de estudio en un total de 17 gestantes (33,3%). En aquellas gestantes con indicación de cesárea electiva (sin trabajo de parto) la hipotensión arterial afectó al 48,27%, mientras que en las gestantes con trabajo de parto sólo afectó al 13,63% (p = 0,02). Después del nacimiento del feto sólo se objetivó en 11 gestantes la presencia de hipotensión arterial. El tiempo medio de aparición de la hipotensión después de realizar la punción fue de 3,25 ± 2 min, con un rango comprendido entre 1 y 7 min. El estudio discriminante multivariable identificó las variables independientes integridad de la bolsa amniótica, cesárea electiva o diferida y paridad como únicos factores predictivos de hipotensión arterial (p < 0,03 del modelo). El análisis univariable de χ2 relacionó de forma significativa la hipotensión arterial con la presencia de bolsa amniótica íntegra y la indicación de cesárea electiva (p < 0,02 para cada uno de estos factores), así como con la multiparidad (p < 0,04). No se observaron diferencias en las necesidades de atropina entre las mujeres con o sin hipotensión arterial; sin embargo, como era previsible, se infundió un volumen mayor de líquidos a aquellas que se incluyeron dentro de la definición de hipotensión arterial. La administración media de efedrina fue de 12,5 mg. El síndrome de compresión de cava se observó en 6 gestantes (11,7%), todas ellas con bolsa amniótica íntegra (p = 0,06). Todos estos datos se exponen numéricamente en la tabla III. El grado de bloqueo sensitivo comprobado con el algodón impregnado en alcohol sólo fue significativamente más elevado al inicio de la cirugía en el grupo de gestantes que presentaron hipotensión arterial. En los registros posteriores, como en todos los obtenidos con la prueba del pinchazo, no se observaron diferencias significativas. La presencia o no de bolsa amniótica íntegra, ni la presencia o no de trabajo de parto fueron factores que influyeron en el grado de bloqueo sensitivo en ningún momento del estudio (tabla IV). En el 61% de las gestantes el bloqueo motor al inicio de la cirugía fue de grado 3 según la escala de Bromage, y en el 39% de grado 2. Al final de la cirugía todas las madres presentaban un bloqueo motor de grado 3. Las náuseas y los vómitos intraoperatorios no se relacionaron con la presencia de hipotensión arterial y su incidencia fue del 3 y 1,5%, respectivamente. Tampoco se observaron diferencias en el Apgar al minuto y a los 5 min entre los recién nacidos de las pacientes que presentaron hipotensión arterial y los de las que no la presentaron. Discusión En las gestantes a término sometidas a anestesia subaracnoidea la hipotensión arterial es una complicación seria; por TABLA I Datos demográficos de las pacientes y tiempos quirúrgicos Edad (años) Peso (kg) Talla (cm) Electiva/diferida (n) Bolsa amniótica íntegra sí/no (n) Semanas de gestación Nulípara/multípara (n) Tiempo de trabajo de parto (min) Tiempo quirúrgico (min) 28,5 ± 5 76 ± 14 160,5 ± 6,5 29/22 31/20 38,9 ± 1,7 22/29 9,8 ± 6 32 ± 9 TABLA II Indicaciones de cesárea diferida o electiva n Desproporción pelvifetal Anomalía de presentación y/o posición Distocias dinámicas Distocia de dilatación Antecedentes de feto muerto Sufrimiento fetal Cesárea anterior 6 10 5 6 3 4 17 TABLA III Hipotensión arterial y administración de fluidoterapia, efedrina y atropina Electiva/diferida (n) Bolsa amniótica integra sí/no (n) Fluidoterapia (ml) Efedrina (mg) Atropina (mg) Atropina (n) Hipotensión (n = 17) Sin hipotensión (n = 34) 14/3** 16/1** 1.572 ± 322* 20 ± 2 0,67 4 15/19 15/19 1.279 ± 239 11,5 ± 6 0,6 6 n: número de pacientes.*p = 0,01, **p = 0,02. TABLA IV Grado de bloqueo sensitivo entre las gestantes con y sin hipotensión Algodón Inicio cirugía 10 min 20 min 30 min 40 min Pinchazo Sin hipotensión Hipotensión Sin hipotensión Hipotensión 4,6 (5, 2-7)* 4,2 (4, 2-7) 3,6 (3, 1-7) 3,4 (3, 1-7) 3 (3, 1-5) 3,5 (4, 1-6) 3,5 (4, 1-6) 2,9 (2, 1-5) 2,9 (3, 1-5) 2,7 (2, 1-5) 4,8 (6, 2-7) 4,7 (5, 3-8) 4,1 (4, 1-6) 4 (4, 1-8) 3,8 (3, 1-7) 4,9 (5, 3-8) 4,5 (4, 3-6) 4,8 (4, 2-6) 3,9 (4, 2-5) 4 (3, 2-6) Todos los valores corresponden a número de metámeras torácicas bloqueadas expresadas como media y entre paréntesis moda y rangos. *p = 0,01 en el momento de inicio de la cirugía en relación con las gestantes que presentaron hipotensión. tanto, adquiere un interés especial el diagnóstico precoz y el tratamiento inmediato de estos cambios hemodinámicos para prevenir el compromiso de la perfusión placentaria y su posible repercusión. La mayoría de los trabajos que analizan esta complicación están dirigidos a la eficacia de diferentes medidas preventivas, o a su tratamiento, y no al análisis de factores de riesgo. 191 Rev. Esp. Anestesiol. Reanim. Vol. 47, Núm. 5, 2000 Los métodos de prevención de la hipotensión incluyen la prehidratación con fluidos, los medios mecánicos y la profilaxis con vasopresores, aunque la eficacia de todas estas medidas preventivas es discutida. Así, la hidratación de la madre previa a la punción subaracnoidea no ha demostrado ser eficaz, y no todos los autores aceptan la práctica de administrar volúmenes elevados a la gestante. Jackson16 ha contrastado en gestantes a término la incidencia de hipotensión arterial sin fluidoterapia previa a la anestesia subaracnoidea con un grupo en el que se administraron 1.000 ml de Ringer lactado y sus resultados no han defendido la recomendación de una prehidratación con cristaloides al no observar diferencias en la incidencia, duración o gravedad de la hipotensión arterial entre ambos grupos de estudio, concluyendo que la falta de tiempo para hidratar a la paciente no es una contraindicación para esta técnica locorregional. Otras medidas que reducen la incidencia de hipotensión arterial y disminuyen su gravedad son los medios mecánicos4,7,13. La medida de prevención más efectiva en este sentido es el desplazamiento lateral izquierdo del útero, bien mediante la utilización de cuñas debajo del glúteo materno, o a través de la inclinación de la mesa quirúrgica. El vendaje de los miembros inferiores o la utilización de dispositivos hinchables antes de realizar la punción, además de ser menos eficaces, son poco prácticos17,18. A lo largo del embarazo se incrementa progresivamente el volumen plasmático hasta valores superiores al 40-50% del valor previo a la gestación. Se conoce que existe una relación entre este incremento de volumen plasmático y el peso del recién nacido19. El embarazo también se caracteriza por una caída importante de las resistencias periféricas que conduce a una vasodilatación sistémica. Asimismo, hay que destacar una alteración en la reactividad vascular a las sustancias vasopresoras, expresada en un efecto refractario a los efectos vasoconstrictores de la angiotensina II o de las catecolaminas20, aunque existe una opinión opuesta con respecto a estas últimas. Según unos autores la respuesta a la administración de catecolaminas mediada por mecanismos α-adrenérgicos es notable, mientras que otros apuntan que esta respuesta está reducida durante la gestación21. Los cambios hemodinámicos que se han observado en la gestante a término, una vez realizada la punción subaracnoidea y en posición decúbito supino, son notables. Se producen caídas del 39% de la PA, del 44% del volumen de eyección y del 34% del gasto cardíaco22. También se produce tras la prehidratación rápida materna un incremento de la presión venosa central (PVC), y un descenso importante, una vez realizada la punción subaracnoidea3,23. Estos cambios hemodinámicos pueden ser el resultado del descenso del gasto cardíaco por la vasoplejía asociada al propio bloqueo simpático, al que se puede asociar, además, una reducción del retorno venoso como consecuencia de la compresión de la vena cava por el útero gravídico. La incidencia de hipotensión arterial en las madres intervenidas de forma electiva fue similar a la hallada en otros trabajos que investigaron la eficacia de la administración de soluciones coloidales23,24. Además, nuestros resultados confirman la mayor incidencia de hipotensión arterial observa192 da por Clark en gestantes sometidas a cesárea electiva en relación con la presencia de trabajo de parto7. Estas observaciones, obtenidas como resultados secundarios, se han intentado explicar por mecanismos como la propia autotransfusión de 300 a 500 ml de sangre, que se produce en cada contracción uterina, y el alivio de la compresión aortocava que comporta el descenso de la cabeza fetal a lo largo del canal del parto. El factor materno-fetal más importante que en nuestro estudio se relacionó con la hipotensión arterial fue la presencia de la bolsa amniótica íntegra, y no hallamos una correlación entre la hipotensión arterial y el peso del recién nacido, ni la edad, la altura o el peso de la madre. Teniendo en cuenta que las contracciones uterinas cesan una vez instaurada la anestesia quirúrgica, consideramos que éste no debe de ser el mecanismo por el que la parturienta en trabajo de parto presenta menos hipotensión arterial. Nuestra opinión es que la bolsa amniótica íntegra, que en el embarazo a término puede contener aproximadamente más de 1.000 ml, aumenta la compresión que ejerce el útero sobre la vena cava y reduce en mayor cuantía el retorno venoso ya deteriorado, favoreciendo la hipotensión arterial. Este efecto negativo no se observaría en las gestantes con trabajo de parto, que mayoritariamente tienen la bolsa amniótica rota, y sin contenido líquido apenas. Así apoya esta teoría el hecho de que la presentación del síndrome de compresión de cava (6 casos) sólo se observara en aquellas mujeres que presentaban integridad de las membranas. La asociación entre bolsa íntegra y síndrome de compresión de cava no alcanzó valores estadísticamente significativos (p = 0,06), probablemente debido al número de pacientes estudiadas. A diferencia de la opinión de Clark sobre el efecto beneficioso que produce el descenso de la cabeza fetal en el canal del parto al minimizar el riesgo de compresión aortacava, consideramos que este efecto sólo se produce cuando el feto se sitúa en el plano III o IV de Hodge, circunstancia que se da en dilatación completa durante el período expulsivo. En nuestro estudio la posición del feto no descendió del plano I o II de Hodge en las diferentes circunstancias que dieron lugar a las indicaciones de cesárea. Como hemos mencionado anteriormente, el volumen plasmático materno se incrementa durante el embarazo corelativamente con el incremento del peso del feto. Quizás esta correlación sea la que justifique que el peso del recién nacido no sea un factor determinante de riesgo en la presentación de hipotensión arterial materna. Es importante destacar la diferencia del número de metámeras bloqueadas cuando se estudiaron mediante la prueba del frío y el pinchazo. Mientras que la prueba del pinchazo no relacionó los valores metaméricos con la presencia de hipotensión arterial, la prueba del frío fue más sensible. La ausencia de relación entre el grado de bloqueo metamérico y la integridad de las membranas, o la presencia o no de trabajo de parto, era un resultado esperado al no ser factores que influyan en la distribución del anestésico local en el espacio subaracnoideo. La observación al inicio de la cirugía de una relación entre la presencia de hipotensión arterial y el grado de bloqueo metamérico, medido con el algodón, puede estar A. MARTÍNEZ NAVAS ET AL.– Estudio multivariable de factores de riesgo de hipotensión arterial en gestantes a término intervenidas de cesárea bajo anestesia subaracnoidea originada por una instauración en estas gestantes más rápida del bloqueo simpático. Ante esta situación, donde hay un deterioro importante del retorno venoso y, según nuestra hipótesis, está más afectado aún por la integridad de las membranas amnióticas, se producirán como resultado unos cambios hemodinámicos de instauración más precoz e intensa. Se ha propuesto como posible explicación de la menor incidencia de hipotensión arterial observada tras la anestesia subaracnoidea en las gestantes con trabajo de parto, la fluidoterapia que reciben durante el período de dilatación10. En nuestro estudio esta fluidoterapia no se contabilizó, pero el protocolo del servicio de obstetricia contempla la infusión de dextrosa al 5%, conjuntamente con oxitocina, a una velocidad de 12 a 60 ml/h. No consideramos que esta fluidoterapia sea efectiva como prehidratación, tanto por el pequeño volumen como por la composición del fluido administrado. Aunque algunos estudios sugieren que la hipoglucemia puede ser un factor involucrado en la génesis de la hipotensión arterial materna25,26, recientemente, en un estudio realizado en gestantes intervenidas de cesárea electiva, la administración preoperatoria de dextrosa al 5% no influyó sobre la incidencia y el resultado del tratamiento de la hipotensión materna27. Si el efecto que ejerce la bolsa amniótica íntegra sobre la compresión aortocava es un determinante importante de hipotensión arterial en estas pacientes, podemos deducir que quizá las medidas mecánicas que favorecen el retorno venoso deban ser prioritarias y las de primera elección. Además, en este grupo de madres puede estar más indicada la administración profiláctica de aminas, como la efedrina, o las prehidrataciones más vigorosas. Sin embargo estas medidas preventivas no serían tan necesarias en aquellas gestantes que han iniciado el trabajo de parto previamente a la cesárea, reduciéndose por tanto el riesgo que esta práctica conlleva para la madre en el postoperatorio. Es de destacar, coincidiendo con otros autores, que la presencia de hipotensión arterial materna no tuvo influencia en la valoración del Apgar de los neonatos al minuto y a los 5 min del nacimiento11,24. Probablemente, este hecho esté justificado por la rápida detección y tratamiento de la hipotensión arterial. Por tanto, consideramos importante la monitorización de la presión arterial cada minuto hasta que nazca el feto. Como conclusión de nuestro trabajo podemos decir que las gestantes en las que se indica cesárea electiva y presentan una bolsa amniótica íntegra tienen un mayor riesgo de hipotensión arterial tras recibir una anestesia subaracnoidea. Su identificación como grupo de riesgo puede conllevar un beneficio si se intensifican en estas pacientes las medidas preventivas tendentes a disminuir la incidencia y gravedad de la hipotensión arterial y se les proporciona, además, una monitorización hemodinámica adecuada y continua con la que podamos detectar y tratar precozmente esta complicación. BIBLIOGRAFÍA 1. Hawkins JL, Koonin LM, Palmer SK, Gibbs C P. Anaesthsia-related deaths during obstetric delivery in the United States, 1979-1990. Anesthesiology 1997; 86: 277-284. 2. Norris MC. Hypotension during spinal anesthesia for cesarean section: dosis it affect neonatal outcome?. 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