MITO Y LEYENDA Por * Geza Roheim (New Yor~) Una explicación psicológica del mito y de la leyenda, debe iniciarse con una definición, pero se nos plantea aquí una dificultad, porque la teoría no debiera estar implícita en la definición; por tanto será conveniente establecer las diferencias que existen entre lo que se conoce generalmente corno ·mito y como leyenda. En un mito los personajes son en su mayor parte divinos y algunas ·veces humanos. En la leyenda los dramatis personae y especialmente el héroe son humanos, pero sus antagonistas son seres sobrenaturales. En el ·mito se menciona una región determinada; la leyenda, cuyos personajes son anónimos se desarrolla en cualquier parte. El mito forma parte de una creencia y es convicción del narrador. La leyenda es ficción pura y no pretende ·tener otro sentido. Según un método de interpretación, felizmente ya extinguido, el mito trata siempre de hechos reales, mientras que de acuerdo con otros puntos de vista cuyos defensores fueron los antropólogos de la generación anterior y sus actuales representantes, se debe conectar al mito con un ritual. En estos puntos de vista encontramos los elementos de una teoría y sus defensores van más allá de lo que llamaríamos una definición categórica. Wundt y von der Leyen pensaron que el mito y el Marchen, tan similares en cierto sentido, y sin embargo tan diferentes, deben tener origen común en un tipo de narración y que de aquí ambos se desarrollaron en el curso de la evolución (Mythen-marchen) (1). He coleccionado mitos y leyendas en muchas regiones y al ser evocados rápidamente percibo diferencias bien claras para ambos en algunos países, mientras que en otros no podría establecerlas, Considerando ahora la magnitud de la tarea y la índole preliminar de este intento, la circunscribo 'tan (0) Reproducido y traducido de "The American Imago", vol. 11, pág. 166, 1941. MITO Y LEYENDA sólo a la parte central de Australia. clara entre una leyenda 135 Aquí encontramos y la narración mitológica, una diferencia, bien de modo que nuestro punto de partida parece asegurado. Antes de salir para Australia central con fines de estudio, muy poco se conocía acerca de las leyendas de esta región (2). cionadas por Spencer, Gillen y Strehlow Las narraciones men- eran mitos puros, más aún, se trataba de mitos exóticos, lo que equivale a decir que sólo eran conocidos por los iniciados en los rituales. no tenían probable narraciones Me preguntaba relacionadas con ellos mismos, pareciéndome que estuviese ausente tal tipo de sublimación. leyendas mientras las buscaba deliberadamente, casualidad. de pronto poco encontré en cambio llegaron a mí por una larga narración ¿Ha soñado usted realmente entonces sus que en nada parecía eso? le pregunté. sido algo soñado por ella la noche anterior, Descubrí Nunca Una de las viejas mujeres que me visitaba y solía contarme sueños, comenzó sueño. si las mujeres y los niños un No, esto no había era un viej o altjira (sueño). que entre los aranda la palabra altjira significa las dos cosas: sueño y leyenda. En los dialectos del oeste ocurre lo mismo, puesto que tukurpa significa mito y leyenda. En cuanto. conocí la forma de realizar las preguntas tad en reunir más de un centenar interesante de leyendas de esa región. es que ellas corresponden cualquier otra región primitiva. cionadas por los autores no hubo dificul- a uq tipo enteramente En cambio las leyendas y ciertas narraciones El hecho más desconocido primitivas semejantes de men- a las del tipo australiano, son dife~entes a las de mi colección. Muchas de ellas pertenecen por su carácter a los Danbardts N aturmdrcben de los estudiosos del folklore. Son narraciones explicativas que terminan mencionando las peculiaridades de alguna especie animal o de ciertos fenómenos naturales (3). Por tanto son difícilmente marchen en el sentido que damos a esta palabra, porque su final indica la esperanza de que deben ser creídas, en un intento ficción con la realidad. Mi colección es completamente diferente (4). de conectar Observamos la variaciones sobre un tema constante: la lucha de seres humanos contra los demonios. El héroe de toda narración es siempre un indatoa (L. kuninjatu) expresión que traducida literalmente "significa un buen mozo. La heroína es una meera, o sea una mujer hermosa. En cierto sentido no se refieren a la belleza 136 REVISTA DE PSICOANALlSIS -3ísica del héroe sino a su aspecto humano normal y en nada parecido a los monstruos. Sin embargo, es indudable que alguna vez el indatoa es verdaderamente hermoso, grande y fuerte, con piel blanca y cabellos rubios. Se le considera un diestro cazador. Tiene por esposa una tneera que es rubia y bella. Es interesante saber que algunos de los nativos tienen cabellos rubios. (Aranda ilpirtja or aralkara, Alice Springs.) Tienen como antagonistas a los nananenas y bankalangas. Son gigantes velludos con pene y testículos de gran tamaño; características que los asemejan a los "demonios estúpidos" del folklore europeo. Los gigantes tienen mujeres con pechos y genitales grandes; algunas veces las consideran como de contextura superhumana. Además de estos dos grupos de enemigos hay un tercer actor en escena, el malpakara, cuyo carácter parece estar equidistante entre el héroe y el villano del melodrama. El malpakara es siempre un hombre joven con irrefrenable deseo sexual. Es el único instinto que le satisface, pero las leyendas describen y magnifican sus proezas sexuales. Es capaz de realizar actos sexuales durante varios días en forma ininterrumpida, o llevar largo trecho en vilo a una mujer con el pene inserto en. la vagina. Además el malpakara es representado como delgado, feo y mal cazador. Después de su iniciación se transforma en una verdadera criatura humana es decir un kuninjatu. Existen relatos de una serpiente fabulosa, la kulaia, que traga a la gente e impulsada por los torbellinos surge de los pozos de agua, erguida hacia el cielo. Le atribuyen dos significados: representa al demonio o bien es una criatura humana transformada por la magia perversa en la fabulosa serpiente. Pero el rasgo más sobresaliente de estas narraciones es el canibalismo. Las luchas entre seres humanos y ogros se realizan con igual crueldad por ambas partes; pero mientras los ogros siempre devoran a los indatoas, éstos nunca se vengan de la misma manera. Tampoco sepultan el cuerpo de los ogros ni tienden los cadáveres sobre andamios, tal como harían estas tribus con su propios muertos. Como final de relato el ogro siempre es quemado y los seres humanos resultan victoriosos. Además del canibalismo, otro rasgo característico de estas narraciones es el final feliz. Los relatos comienzan con frases como éstas: "Un indatoa vivía con una tneera" o "un viejo vivía con su nieto" y terminan diciendo: "llegaron a un gran campo y allí vivieron siempre". MITO Y LEYENDA Es en realidad sorprendente que mientras las más pnrmtrvas leyendas no tienen estas fórmulas para el comienzo o final, las leyendas australianas inicien y terminen sus relatos en forma tal que coinciden estrechamente con las europeas: "había una vez" "y siempre vivieron felices". Otra notable analogía con los marchen europeos es el tema de transformación de los personajes, hecho que ocurre en el mismo medio circundante. Así como en la leyenda europea la metamorfosis. animal del héroe es frecuentemente el resultado de la maldición de una persona injuriada, allí la forma de serpiente es debida a la magia perversa de un hombre cuya mujer fué capturada por su rival humano. Cuando se toma de estas leyendas cenrroaustralianas, junto con otros rasgos, su arcaísmo y salvajismo peculiar y algunas veces de carácter sobrenatural, se está tentado ciertamente a creer que aquí "nuestras sondas han tocado fondo" <s) y que poseemos realmente un tipo de narración precursora de la leyenda. A fin de señalar lo que reconozco en estas narraciones como un carácter sobrenatural daré uno o dos ejemplos. "Dos bankalangas se aproximaron desde el oeste. Uno desde la cumbre de la colina y el otro desde el llano. Este vió a un kuninjatu con su mujer comiendo canguro. Tiró una piedra al otro bankalanga para avisarle y entonces descendió de la colina. Se aproximaron sigilosamente y uno de ellos atravesó con su lanza el tórax del kuninjatu. La mujer huyó. El segundo bankalanga le arrojó un palo al cuello y la mató. Corrió luego hacia ella e intentó, introduciendo los dedos en la vagina, arrancarle los hijos, como . si se tratara de un canguro. Primero comieron el canguro, después al homore y luego a la mujer. Repitieron estos hechos, pero cierta vez una de las mujeres logró escapar y llegó a un gran campo de donde trajo muchos kuninjatus. Estos rodearon a los bankalangas y los mataron con lanzas. Quemaron todos los cuerpos y regresaron a un gran campo donde ellos kutunyinanyi" (permanecieron siempre). Veamos en otro caso un "salvajismo" idéntico en la esfera sexual. "Dos malpakaras jóvenes y delgados vinieron del oeste. Observaron que un perro salvaje había matado un canguro, recogieron entonces su cuerpo ya casi podrido y lo comieron. "Luego encontraron un canguro fresco, muerto por otro perro salvaje y también lo coinieron. Además intentaron herir con sus lanzas a otros canguros, sin conseguirlo, y poco tiempo después sólo en- 138 REVISJ'A DE PSICOANALlSIS conrraron una piel de canguro abandonada por el perro, a la que hirvieron y comieron. Uno de ellos tuvo una erección, su pene grande como un brazo, se movía de arriba a abajo. Hicieron comentarios sobre el tamaño de-cada uno de sus penes respectivos. Uno de ellos le introdujo el pene en el ano del otro y en esta posición se alejaron caminando. Finalmente llegaron a un gran campo donde un kuninjatu vivía con su mujer. El hombre les entregó carne en prueba de amistad. Pero cuando el kuninjatu salió a buscar semillas dejando sola a la mujer, los dos malpakaras aprovecharon esa oportunidad para forzarla a la manera mbanja (6). Ella se resistió en una posición agachada. Sin embargo, le realizaron actos sexuales eyaculando en todo su cuerpoy aun en el ano, pero excluyendo sólo la vagina. Un malpakara permanecía en guardia para matar al marido a su regreso. Pero ambos erraron el golpe y él los mata. La mujer se levantó goteando semen por todo su cuerpo, lo seca con pasto y luego quemaron los cuerpos de los malpakaras y kutunyinanyi. Considerados desde un punto de vista europeo los nativos centroaustralianos son en realidad "salvajes" pero en las leyendas lo son más todavía. No aparece en éstas ni el nivel de cultura de los nativos, ni instituciones como ,el matrimonio de clases, o apenas si mencionan algunas veces el totemismo. En esas leyendas hay un gran "salvajismo" y es mayor aún su desenfrenada lujuria, su sadismo y su agresión. Quizá ellas reflejan en verdad una fase de cultura más primitiva que la encontrada actualmente por nosotros en los centroaustralianos. Algunas de las costumbres descritas por D. Bates (7) causan ciertamente la impresión de una sociedad más salvaje aún que las observadas por mí entre los aranda, los yumu o pitjentara (8). No he oído nada semejante a su relato de los koogur.da, quienes cazaban y comían canguros y seres humanos con equiparable interés, o aquel relato de los kaalurwonga quienes daban caza y comían con preferencia hombres gordos, mujeres y niñas. O el caso tan impresionante de Dowie a quien le entregan cuatro hermanitas muy pequeñas para ser comidas y además, con la grasa sobrante de ellas le frotaron el cuerpo, para que se desarrollara grande y fuerte. Odiaba a su madre Bildana como también a sus hermanos y hermanas. El hubiera preferido comerlos a todos, pero no le fué concedido por su ,condición de hermano menor. Durante el rito de iniciación bebió sangre ávidamente MITO Y LEYENDA 139 y tragó enormes trozos de hígado crudo. Le atraía la carne de hombre, mujer o niño y se ingeniaba para perseguirlos sigilosamente, rondándolos con astucia hasta matarlos; de esta manera fueron muchos los cuerpos . humanos que logró llevar a su casa. Además mató y comió a sus cuatro esposas (9). Dowie procede en realidad como los nanananas y bankalangalS de las leyendas mencionadas; su caso facilita la comprensión de estas leyendas y les imprime carácter histórico. Ellas representan el pasado de la civilización nativa, las condiciones sociales y culturales que precedieron a todo cuanto .eneontrarnos en la actualidad. Entonces debemos suponer también que son .relatos de luchas entre dos tribus, una de ellas (los bankalangas) caníbales y la otra no. Teniendo presente que las tribus centroaustralianas confunden la nocióndel demonio con la noción de una tribu vecina y que no conciben mucha diferencia entre leltja (ser humano vengador) y eltana (fantasma o demonio), la teoría mencionada nos parece absolutamente plausible. A pe:" sar de que admitimos una explicación semejante para algunos rasgos de estas leyendas centro australianas, surgen algunas dificultades. ¿Por qué se llama sueño a la leyenda? ¿Por qué terminan habitualmente en casamiento? ¿Qué papel desempeña el malpakara al transformarse, después de su iniciación, en . una persona normal? ¿Cuál es la explicación de los enormes órganos genitales de los demonios? Además, si la narración es histórica se mencionarían nombres y lugares, éstos especialmente, puesto que la localidad es un factor importante en los mitos. Creo que es posible explicar estos aspectos del relato desde un ángulo distinto. Los caníbales de Australia central, sur y oeste, prefieren comer criaturitas. Los pitjentara comen al segundo de sus hijos. El niño es golpeado en al cabeza por el padre y luego comido por la madre y demás familiares en la convicción de duplicar su fuerza física por este procedimiento. Entre los pindupi, yumu y ngali no proceden con tanta regularidad sino ~ue comen sus niñitos siempre que tengan hambre y especialmente cuando la madre siente un gran deseo de hacerlo. Algunas veces sacan el feto del útero para comerlo y esto equivale exactamente a lo realizado por los demonios en las narraciones. Surge de estos hechos que los demonios caníbales representan los padres caníbales. Al niño australiano se le plantea durante su crecimiento una seria dificultad, si consideramos la actitud que debe asu- 140 REVISTA DE PSICOANALlSIS mir hacia sus padres. Estos son realmente cariñosos y le toleran casi todos los caprichos. Ni las madres respectivas ni las de otras tribus rehusan amamantarlo jamás; sus padres están siempre dispuestos a jugar con él y en general nunca restringen la agresión del niño. Pero son estos mismos padres quienes comieron a sus hermanos y además a no mediar algunas circunstancias,él .también pudo haber sido comido. Ahora comparemos los temas de alguna de mis leyendas donde se refleje tan extraña situación: 1. Un manatai (otro nombre del demonio caníbal) roba un niño y lo lleva a su campo para comerlo. 2. El padre sigue sus huellas y ataca a los gigantes con el palo mágico. 3· Los gigantes se matan entre sí. El padre y su hijo vuelven al hogar. La imagen paterna sufre aquí una división. El padre que es amado toda la vida, protege y rescata al hijo, mientras que el padre considerado caníbal aparece. para el niño como gigante caníbal. La pelea de gigantes entre sí representa la ambivalencia de la imagen paterna. El relato siguiente muestra el proceso de división en forma evidente: l. Un niño vive con su abuelo que no es totalmente un demonio. 2. El abuelo tiene por compañero en una caverna a un verdadero demomo. ~ 3. Este viejo y el niño cazan wallabies y en todo momento procura incitar al niño para que entre en la caverna. 4. El niño enciende fuego a la entrada de la caverna y mata a los dos viejos. El niño se va a otro campo. Pero en estos relatos hay una treta fav~rita dejos demonios, que nos recuerda otra vez el folklore europeo. Aquí describen los marchen tales episodios en la siguiente forma: El héroe se encuentra con una vieja hechicera cuyas mandíbulas llegan hasta el cielo y todo su aspecto es tan horrible como imaginarse pueda. Le dice: "Buenos días, abuelita." La bruja contesta: "Tiene usted suerte llamándome abuela (10), porque si no le hubiera matado." Esto tiene 'cierta semejanza con lo que encuentro en mi colección de leyendas australianas, donde tanto el demonio masculino como el femenino aparecen siempre como parientes del cándido niño con la finalidad de comerlo después. Veamos: "Un bankalanga vivía con su mujer y con ellos vivía una criatura humana (kuninjatu) a quien habían raptado. Tenían una gran choza, dividida MITO Y LEYENDA 141 por un tabique. El bankalanga dormía escondido y el niño en el suelo. El niño creyó encontrarse nunca veía al bankalang«. Ella lo mandaba salir traía, se las daba al marido que permanecía oculto dijo el niño: "Llueve dentro de la choza." Pero no sobre el tabique; la mujer solo con la madre porque a cazar ratas y cuando las detrás del tabique. Un día llovía; era la orina del btm- kalanga. La vieja ordena: "Haz un gran fuego para secarte." Lo hizo; pero al día siguiente percibía el olor de la arena mojada y dijo: "Esto no es agua; es orina." El niño engaña luego a la vieja cuando le propone salir juntos a cazar y permanece oculto en la choza. Recién puede ver al bankalanga salir y regresar a la choza. Prendió fuego y quemó la choza cor el bankttlanga dentro y fué a vivir con los seres humanos. Cuando la vieja regresó encontró niño. al marido muerto; llorando sin cesar siguió las huellas de Los seres humanos le dieron muerte junto al marido. Consideraron a ella también y la quemaror entonces al joven niño como iniciado y all vivió siempre (1 1) . Observamos en estos relatos cómo el niño transforma los "padres ma los" en demonios y no se considera hijo de éstos sino que ha sido raptado: sus verdaderos padres. En un primer momento para el niño no existe e padre como tal; el mundo consiste solamente en la madre y él. Pero sospe cha que entre el padre y la madre hacen algo misterioso en la choza; final mente la presencia del padre es descubierta y se torna emocionalmente sigui ficativa con la observación de la actividad sexual (escena primaria). L orina del padre representa el semen y sabemos que con la enuresis oen gene ral con la micción establece el niño su forma infantil de rivalidad con I actividad sexual del padre (12). Tal como en esta narración, el fuego y el agua representan la orina son precisamente sus símbolos universales (13). Si el bankalanga resulta que mado sin excepción, esto significaría en última instancia que el conflict es aquí resuelto en un nivel uretral. se transforma El final de esta historia es que el niñ en iniciado de la tribu o se une en matrimonio para vivir sien pre feliz. O sea que en la leyenda se cumple el sueño o fantasía de todo nif cuando anhela ser hombre (14). En el folklore europeo las narraciones acerca de los gnomos y ogn son bastantes similares a las leyendas australianas de los bankalangas y nan nanas. En la historia nórdica El cinturón azul, un niño y su madre llegan 142 REVlSTA DE PSlCOANALlSlS la casa del gnomo. Ella finge temer al gnomo y vacila antes de entrar, pero el niño se adelanta muy decidido y le dice: "Buenas tardes, abuelo." "Es extraño, he pasado aquí trescientos años y hasta ahora nadie me ha llamado abuelo." Después de la comida el gnomo dice: "No sé cómo hacer para que puedan descansar. Tengo una cama solamente y una cuna pero nos arreglaríamos bien si tú quisieras dormir en la cuna y tu madre en la cama aquélla." Es decir, ahora vemos al héroe oc~par la cuna. en verdad está escuchando la conversación El finge dormir pero del gnomo con su madre, quienes (a pesar de que el relato en su forma actual no lo dice) están juntos en la cama sin lugar a dudas. "Nosotros dos viviríamos muy felices aquí si pudiéramos librarnos de tu hijo." El resto de la narración que se refiere a la "madre traidora", al simbolismo de la castración y al final feliz, no nos interesa. Lo notable de esta narración es que el gnomo corresponde al padre ene- migo y extraño y que el héroe desde la cuna observa la escena primaria. y es en esta escena primaria donde la madre traiciona a su hijo porque ella ama al padre. Sin embargo es frecuente encontrar la formulación opuesta y el término técnico para este papel de la madre es Hilfsalte, que parece referirse a la "vieja servicial" (15). La madre o la mujer del demonio tiene el mismo papel en la leyenda llamada Los tres cabellos de oro del diablo (16). " ... El héroe debe conseguir tres cabellos de oro, ya sea del diablo, del sol o de un dragón. La mujer del ogro oculta al héroe debajo de la cama; cuan- do el ogro llega al hogar dice que desearía hallar al niño para devorarlo. Es ahora cuando se produce el diálogo entre los dos seres sobrenaturales (diablo y esposa) y tal escena es observada por el héroe desde su escondite. El niño no desea solamente obtener los tres cabellos de oro, sino también satisfacer su curiosidad y conocer la respuesta a ciertas preguntas: ¿por qué no pudo la princesa tener una hija? ¿por qué dejó de surgir el agua del pozo? ¿por qué el árbol no continúa produciendo manzanas? etc., y la respuesta es que el escuerzo o la serpiente o un cadáver yacen enterrados allí. y! debieran ser extraídos y así brotaría el agua, el árbol daría frutos, etc. (17)' Es evidente que el escuerzo o los demás objetos vivientes sepultados simbolizan el embrión en el útero y que toda la escena es una combinación de fan- MITO Y LEYENDA 143 tasias de destrucción del cuerpo y fantasías de venganza (sacar el niño del útero y comerlo, ser comido por el padre) y fantasías de castración, seguidas de angustia (arrancar los cabellos o el temor de ser "comido" como el caso del niño lobo). Después de haber superado toda clase de angustias conectadas con el proceso del crecimiento, la narración termina con el matrimonio del héroe. Jack y su madre fueron muy ricos. Jack se casa con una hermosa princesa y vivieron felices (18). Una sorprendente confirmación de mi teoría de que el héroe de las leyendas centroaustralianas es un niño, surge desde un ángulo inesperado. El héroe y la heroína son rubios. La existencia real de cabellos rubios entre los aborígenes de sangre pura está confirmada por el profesor Ashley Montagu, si bien se trata de un rasgo juvenil que desaparece en el adulto. Yo mismo lo recuerdo por haberlo observado. Ahora diremos algo del mito también desde el punto de vista centroaustraliano. Los héroes míticos tienen nombres definidos y sus hazañas transcurren en lugares bien determinados. Ciertamente el interés principal del mito es la descripción de estos lugares, en un intento definitivo de unir así la fantasía con la realidad. Como consecuencia, cada zona geográfica está caracterizada por las ceremonias mismas y los ritos actuales son meras repeticiones de los ritos celebrados por los primitivos antecesores. Todos estos ritos forman parte de un ritual de iniciación yla actividad más importante para aquellos antecesores fué iniciar a los jóvenes Pero los relatos míticos no se refieren a la gente joven ni aun a los y~ iniciados, sino a aquellos seres que dieron origen al mito. Es también muy significativa la diferencia en la frase final: para la leyenda "se casaron y vi vieron siempre felices". En el mito borkerake tjurungeraka: "estaba cansadr y se transformó en un tjurunga", es decir se murió. Con la transforrnaciór en tjurunga termina el relato y expresa que la carrera del héroe es muert. y apoteosis. La leyenda es una narración con. un final feliz y el mito es un. tragedia; sólo la muerte puede lograr que un dios sea verdaderamente di vino (19). Un minucioso análisis de todo mi material mítico revela que alguno héroes eternos de los sueños son meros calificativos del gran héroe Mal REVISTA 144 punga, cuyos descendientes DE PSICOANALlSIS el culto del tjurunga (culto de la originaron muerte). Malpunga es llamado con frecuencia el gran padre y es el jefe de un grupo juvenil. Lo más significativo es, sin embargo, que esos personajes míticos son creados utilizando los adjetivos aplicados originalmente a Malpunga. Tienen nombres que expresan una maldición (como ano áspero, etc.), es decir que los nombres representan la agresión de los hermanos dirigidos contra el Primer Padre. En una versión recogida por Strehlow se menciona que un hijo hiere a su propio padre incitado por los celos (2 o) . Algunas tribus del oeste de Nueva Guinea tienen mitos del tipo australiano (21) en las que se relatan las hazañas de un héroe ancestral totémico Cuando estos antecesores o transformados terminan cuyo fin es su muerte y apoteosis. su vida terrenal en árboles y son venerados ciertas localidades y agrupaciones. petrificados como espíritus protectores En estas narraciones evidencia el tema de Edipo y el de la Horda Aramemb reaparecen se percibe con toda Primitiva. adopta a Jawis como hijo, luego Aramemb de Así por ejemplo: mata a Jawis cuando éste seduce a la mujer de Aramemb. Intenta hacerle revivir pero son vanos sus esfuerzos y es así como aparece la muerte sobre la tierra (22). Pero la muerte es negada nuevamente con la apoteosis consagratoria de Jawis. Se ve surgir de su sepulcro una planta de cocos porque Jawis es ahora el Dema (espíritu odios) de la misma planta (23). El mito kiwai que habla de Marunogere roso jefe Marunogere El pode- traga un trozo de sagú y lo defeca inmodificado, en seguida el sagú se transforma Marunogere. es muy instructivo. pero en un cerdo al cual pone su propio nombre, El cerdo es objeto de caza para la tribu y el hijo menor logra darle muerte, pero luego resucita por un corto tiempo. Sólo el tiempo necesario para enseñar a la gente a realizar actos sexuales, para cuyo fin abre la vulva de las mujeres. Cumplida su misión, muere otra vez y todos cortan y conservan cuidadosamente regiones han' conservado reconocida su carne, como medicina poderosa. pequeños trozos de carne humana seca, la que es como carne del cuerpo de Marunogere En este relato observamos En algunas claramente (24)· el mito de la Horda Primitiva. Comienza con una fantasía-oral que encontrarnos con frecuencia en nuestros análisis y cuya consecuencia es el aumento del poder mágico del padre: 145 MITO Y L~YENDA además la fantasía del parto anal lo transforma en un representante de las figuras parentales. Sigue el relato con el ataque del grupo y con la situación del hijo menor como asesino del Padre Primitivo; te en general. la muerte de éste como origen de la muer- Con el asesinato del padre los seres humanos crecen, son ya adultos y realizan actos sexuales (25). la narración Si el hijo menor fuera el héroe de y así terminara esta historia hubiéramos encontrado lo que con- sideramos como el nódulo de los marchen. Sin embargo como aquí el héroe es el padre Marunogere, la rebelión producida es juzgada como crimen y ultraje. Desde luego podemos considerar el fondo psicológico de tal relato como expresión de una fuerte identificación paterna. Pero la historia no termina aquí, porque Gibogu, además de Marunogere existía otro gran jefe llamado en el moguru, quien deseaba que todos los hombres participaran o sea participar en todas las ceremonias y ritos que establece el primer moguru (el mito). Pero Marunogere se le opone y quiere mantener en secreto las ceremonias, así como prefiere destacar todo aspecto sexual y establecer que los actos sexuales deben realizarse en la oscuridad. A causa de esta permanente al cielo donde produce te (26). querella Gibogu se aisló de su rival y se fué el trueno que atemoriza El segundo jefe introducido a Marunogere y a su gen- como final del mito de Marunogere es la parte que se opone a la sexualidad y que asusta a la gente desde el cielo mediante los truenos. Lo mismo que tantos otros colegas celestes que esgri- men truenos, Gibogu representa la ley y el orden, es decir el superyó. Si aceptamos que el núcleo de un mito representa del Padre Primitivo, sustentamos la muerte y apoteosis una teoría ya muy popular entre los antro- pólogos para quienes los dioses son los muertos (27). Si al mismo tiempo suponemos que el mito totémico, encontrado en Australia, atraviesa por una de sus fases evolutivas, en la cual los antecesores mitológicos dos con una especie animal o fenómeno ces a través del cual la "mitología son identifica- natural, éste sería uno de los cau- de la naturaleza" podría desarrollarse. Pero en realidad parece más lógico y verosímil que alguno de esos mitos los conozcamos a través de la tradición oral desde el período de la Horda Primitiva (28), así como otros pudieron ser creados sobre la misma base por las generaciones posteriores. Y en estos mitos encontraríamos las modificaciones que les imprimió la historia. REVISTA 146 Otras generaciones Padre Primitivo. DE los habrían PSICOANALISIS la situación del Pero el hecho principal es que este tipo de narración mi- tológica sólo puede concebirse imaginado fantaseando en el plano del superyó, es decir, que el mito debe estar basado en una fuerte identificación paterna. del hijo, es el "conflicto trágico" del héroe rebelde. Ahora nos sería posible explicar que presupone renciaen la diferente el mito frente a la leyenda. la etapa ontogénica contra los "precursores del. superyó" cambio el mito desarrolla maduro. El superyó respectiva: Y esta identificación actitud hacia la realidad Tal actitud se debe a la difela leyenda establece sus luchas o imagos de "los padres malos" y en sus raíces de origen en el superyó completamente desarrollado o maduro plenamente representa al padre verdadero, o al menos este padre verdadero aparece dentro del cuadro, junto a la imagen fantaseada de la infancia. Además, para la parte consciente, sociedad también representa al superyó. Los mitos referentes rece representada la" a la Horda Primitiva, es decir aquellos en que apa- la rebelión de los hermanos contra muy factible que surgieran posteriormente tia sentida frente al superyó. Los mitos no aparecieron un padre común, como defensa contra es la angus- por la memoria here- .dada, sino como una consecuencia de la idea de responsabilidad e identificación, que fué compartida por todos los del grupo. Surge demasiado sentimiento de culpa al estar cada uno de ellos en rebeldía contra el padre y contra el grupo al mismo tiempo, por tanto, utilizando el mecanismo de representación por lo contrario, el padre se transforma en el "héroe solitario" del mito y en el enemigo de la sociedad. Por esta transformación en 'el superyó el hijo disminuye su angustia, forma nuevamente parte de un grupo sin rivalidades y la rebelión funesta se torna concebible. Como este conflicto frente al padre es en parte verdadero y constituye una forma más adulta del mismo conflicto que encontramos en los marchen en un nivel infantil, el mito es una fantasía que exige ser creída y está vinculada estrechamente a la actividad del grupo en forma de ritual. En la leyenda conectada se relata la forma en que hemos superado con los "padres malos" y con el crecimiento; la angustia en el mito confe- samos que tan sólo la muerte puede terminar con la ambivalencia trágica; de la condición humana. Eros triunfa en la leyenda, Tánatos en el mito: MITO 141 Y LEYRNDA BIBLIOGRAFIA 1. WUNDT, W: III Die Kunst 1908. 369: Volkerpsychologie, F., Das Marchen, 2. Cf. STREHLbW, 1911-18. Die Aranda and Loritjastamme. c. 3. RAMSAY S1\IITH, W.: Mitb and Legends BERTSON,N. D.: Coo-Ee dine. North Talks. Queensland. L. L.: Australian 4. Algo semejante Legendary es indicado 1. 1908. of tbe Australian ROTH, W. E.: Superstition, "Ethnography VONDERLEYEN, Bulletin", N9 101-11-49. Aboriginals. Ro- magic and medí .. 5, 1903. P.~RKER, Tales, 1897. por CAPELL: Mythology in Nortbern Kimber- ley. Oceanía IX. 487. 5. FRAZER: Totemismand Exogamy . 1. 1910, 161. 6. Matrimonio Types. por rapto. Sexual Life. Cf. ROHELVI: Psy cbo-Anaiysis "International Journal 7. BATES D.: Tbe Passing of tbe Aborigines. 8. Los nativos mencionados of Primitiue of Psycho-Analysis", Cultura? XIII. 1939, 122. en su relato existían al sur y oeste de Australia. 9. BATES, op. c1t., 147. 10. SOLYMOSSY,S.: A matriarcbatus ny omai o' folklore ban (Survivals of matriarchy in folk-lore). Tarsadalomtudomany, 1, 136. M UNKACSI,B.: Lücby y ot: called me motber . ."Etnographia", 1921, 86. 11. ROHEIM: Riddle of the Sphinx, 34. 12. Cf. mis observaciones de los niños propias Cbiidren of the Desert. "Int, Journal 13. Cf. BALINT, A.: Die mexikaniscbe Kriegbierogty-pbe. tiene una sorprendente Cultural Types. "Int. Journal IX; FLOUS- 33. 1903-155. and tbe [olk-tale. 18-186. 17. BOLTE AND POLIVKA: Arnmerkungen 192, 245. en los juegos que reali- Cf. ROHEIM: Psy coanalisis o{ Pri- Psa.", XIII, 15. DAsENT, G .. W: Popular Tales [rom the Norse, 16. Cf. ROHEIM: Psy cbo Analysis ROHEIM: 28. "Imago", confirmación zan con las hojas y palitos de eucalipto. mitiue XIII, of ·Water and Fire. "Int. Journal", NOY: Dreams on tbe Sy mbolism 14. Esta conclusión centroaustralianos. of Psychoanalisis", zu den Kinder "Int. Journal of Psa.", 111, und Hausmarchen, 1913. 1, 280. (El escuerzo que es habitualmente la causa de inconvenientes pozos de agua o con los árboles, aquí bajo la cama de la princesa aparece en los y es la causa de su enfermedad.) 18. JACOBS,j.. English Fairy tales, 1907, 67. 19. Esta hipótesis aspira a aquel criterio que he llegado nódulo a considerar como de la leyenda y el mito; por ello no puede explicar satisfactoriamente el 148 20. 21. 22. 23. REVISTA DE PSICOANALlSIS a toda narración que de acuerdo con nuestra definición debiera ser llamada mito. Los dieses como Thor e Indra parecen ser los héroes deificados de los marchen y es a este tipo de mito que O. Rank dedicó preferente atención. Cf. RANK,O.:Psycoanalitische Beitrage zur Mythen-Gorschung, 1919, 381. Mythus and Marchen. Cf. SACHSANORANK: The significan ce of Psycbo-Analysis for the Mental Sciences "Psychoanalytic Review" 11. STREHLOW,G. H.: Ankotarinja and Aranda Myth. "Oceanía", VI, 193. (Strehlow también lo interpreta como el mito de la Horda Primitiva.) WIRZ, P.: Die Marindanim uon Hollandiscb Sud New Guinea. 11, 1935,201. Cf. en estos mitos ROHEIM: The Garden of Eden Psy cboanalytic Review, vol. 27, 1940, 15. WIRZ, L. c. 1, 1922, 11, 70. 24. LANoTMAN,G.: The Folk tales of the Kiway Papuanos. "Acta Soco Scientiarum Fennicae". T. XLVII, 1917, 343. (De acuerdo con la teoría que sustento en este trabajo esto es un mito típico y no una leyenda.) .25. ROHEIM; cf.: The Garden of Eden. "The Psychoanalytic Review", 1940, 23. 26. LANDTMAN,J.: Cf. cit., 344. 27. ROHEIM;cf.: Primitiue High Gods. "Psychoanalytic Quarterly", vol. III, 116. RIDGEWAY:The origin of tragedy, 1910. ldem Dramas and Dramatic. Dances of non European races, 1915. 28. Insisto nuevamente que intento dar una explicación en la cual no sería necesario suponer un "inconsciente heredado". Traducido del inglés por el doctor HORACIOGARcÍA VEGA.