“teresa de jesús: maestra de oración” Ávila y Salamanca, 2015 25 al 29 AGOSTO 2015 ORGANIZA: DIÓCESIS DE HUESCA. DELEGACIÓN DE PEREGRINACIONES Y TURISMO RELIGIOSO. PROGRAMA MARTES 25 DE AGOSTO T res son las sedes que albergan las obras de la exposición en la ciudad de Ávila: El Convento de Ntra. Sra. de Gracia, la Capilla de Mosen Rubí y la Iglesia de San Juan Bautista. S alida de Huesca en nuestro autocar hacia una de las ciudades más encantadoras de España, además de ser aquella que vio nacer a Santa Teresa: ÁVILA. Declarada por la UNESCO Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1985 (su caso histórico medieval, en excelentísimo estado de conservación), la cuna de Santa Teresa se eleva al pie del Adaja, ante un claro panorama de baldíos y regiones montañosas. Posee uno de los recintos amurallados mejor conservados del mundo, que es su seña de identidad. Tradicionalmente se ha considerado como “Ciudad de Cantos y Santos”. Desde el año 2005 está integrada dentro de la Red de Barrios Judíos Españoles y gracias a su patrimonio cultural de máximo exponente ofrece tanto al visitante como al peregrino un reflejo constante de su historia, de sus arquitecturas, de sus gentes y de su paisaje T raslado hasta el Hotel LAS MORADAS. 3***. Situado en una zona privilegiada del centro histórico de Ávila. Web: www.hotellasmoradas.com T erminada la visita el Restaurante TRES SIGLOS, en pleno corazón de la ciudad, nos acogerá para disfrutar de un almuerzo reparadora base de productos de la tierra. D espués de comer, y acompañados por una guía local, especializada en los lugares de Santa Teresa, iniciaremos un recorrido por los lugares más importantes e imprescindibles relacionados con la vida y la obra de SANTA TERESA en Ávila. T eresa de Jesús nació en Ávila el 28 de marzo de 1515. Tenía 18 años cuando entró en el Carmelo, y no es hasta los 45 años cuando inicia una nueva vida y comienza a fundar conventos. Con San Juan de la Cruz emprendió la reforma del Carmelo. Murió en Alba de Tormes (Salamanca) el 4 de Octubre de 1582. Cabe destacar que el 15 de Octubre se celebran en Ávila las fiestas patronales en su honor; fue declarada por el Papa Pablo VI doctora de la iglesia el 27 de septiembre de 1970. T enemos prevista la VISITA GUIADA de la Exposición “TERESA DE JESÚS. Maestra de oración” de Las Edades del Hombre a las 12:00 del mediodía. C omenzaremos las visitas con la BASÍLICA DE SAN VICENTE. Es sin duda uno de los más notables exponentes del románico y gótico castellanos tanto en el ámbito arquitectónico como en el plano escultórico. A una rica y delicada fachada, la autoría de la cual ha sido atribuida al gran maestro francés Giral Fruchel, debemos añadir un suntuoso interior donde destaca sobre todo el cenotafio de los Hermanos Mártires, monumento funerario erigido en la segunda mitad del siglo XII en memoria de los santos Vicente, Sabina y Cristeta. E l cenotafio tiene forma de arca rectangular con un techo a dos aguas y está situado en el crucero de la basílica. Realizado en piedra policromada constituye uno de los ejemplos más destacados de la escultura románica en España. Su excelente estado de conservación nos permite apreciar la singular destreza de los artesanos que ejecutaron esta magna obra, y en sus relieves de variada iconografía descubriremos, entre otros, la historia de los Reyes Magos y el martirio sufrido por los tres hermanos. E n la cripta de la Basílica de San Vicente se encuentra la imagen de la Virgen de la Soterraña (talla del siglo XIIIXIV), venerada por Santa Teresa de Jesús. La tradición cuenta que ante esta imagen se descalzaba Teresa de Ávila en 1563, cuando se dirigía desde el monasterio de la Encarnación en el convento de San José. más alta, tal vez debido a encontrarse en un terreno plano y más difícil de defender. Abarca este tramo desde el torreón de la Esquina del Alcázar (también llamado de la Luminaria y de la Horca) hasta la de San Vicente. Tiene veintiún torreones, tres puertas más la del ábside de la Catedral y una poterna. De las tres puertas la primera y más importante es la del Alcázar, llamada también del Mercado Grande; se trata de una verdadera puerta militar. Esta puerta fue reformada en el reinado de Felipe II, en 1596, según consta en la lápida situada encima del arco. T ras esta puerta estaba el Alcázar, una verdadera fortaleza, hoy casi desaparecida; hoy en día sólo queda la Torre del Homenaje con una corrida barbacana almenada; es de clara influencia bizantina. A continuación visitaremos la CATEDRAL DE ÁVILA, considerada la primera realizada en España en estilo gótico, aunque data de una época anterior y suele considerarse exactamente pro-gótica. Aunque no es tan espectacular como la Catedral de León o la de Toledo, merece la pena acercarse a ella para comprobar que en este edificio se respira también la esencia de la tierra de Ávila: sobriedad en las formas y sencillez. Desde el exterior tiene ese inconfundible aire de fortaleza y escasa referencia religiosa, de tal forma que el propio edificio se inserta en las propias murallas. L a portada principal, reedificada en el siglo XVII, es sosa. Más interés tiene la puerta norte o de los apóstoles, del siglo XIII, y que ocupó, hasta el siglo XV, un lugar en la portada occidental. Sorprende también en el interior la robustez constructiva. C ontinuamos con la PARTE ESTE DE LA MURALLA. Es la parte más antigua por sus materiales y la forma de colocarlos y las puertas de San Vicente y la de la Catedral; y es también la parte El retablo de la capilla mayor tiene pinturas de Berruguete y Juan de Borgoña. Tras el altar mayor se encuentra el célebre Sepulcro del Tostado, excelente panteón de alabastro de un obispo-escritor abulense. Es obra de Vasco de la Zarza. La Capilla de Santa Teresa, también dedicada al Altísimo y a la Virgen de la Caridad, tiempo atrás era conocida como la de la Concepción. Fue construida en estilo renacentista por Pedro del Valle. Contiene la imagen de la Virgen de la Caridad, que antes se encontraba en la desaparecida iglesia de San Lázaro, junto al puente sobre el Adaja, a la que se encomendó Teresa de Cepeda cuando murió su madre. En el paramento derecho se conserva una pintura que rememora la visión que Teresa de Ávila tuvo en esta capilla. C ontinuaremos visitando el CONVENTO DE SANTA TERESA (CASA NATAL). Construido en el siglo XVII sobre el solar de la casa paterna bajo el patrocinio del Conde Duque de Olivares, es un excelente ejemplo del barroco Carmelitano. Su interior está formado por tres naves, un retablo mayor y hay un Cristo amarrado a la columna, obras de Gregorio Fernández; también la habitación donde nació Santa Teresa convertida en capilla, presidida por talla de Santa Teresa, obra del mismo autor. gica establecida, alteración que responde al hecho de hacer coincidir el presbiterio con las habitaciones donde nacería Teresa de Jesús. En el brazo derecho del crucero se abre el acceso a la capilla de Santa Teresa, coincidiendo con cámaras de la residencia paterna y, delante, el “huertecillo donde la Santa hacía sus ermitas”. T E n los últimos años del siglo XVI llegan a Ávila los carmelitas descalzos procedentes de Duruelo, primera fundación masculina de la Orden, con la idea de establecer casa en la ciudad. Tras superar varias dificultades, y haber pasado por diferentes sitios, adquieren los restos de la vivienda que había pertenecido a la familia de la Santa, con la idea de edificar allí la iglesia y el convento. Contaron para esta empresa con el apoyo del obispo Francisco Márquez de Gaceta y, más tarde, del Conde Duque de Olivares, a quien el prelado cedió el patronaje. L a iglesia, levantada sobre la casa natal de Teresa de Cepeda y Ahumada, forma conjunto con el convento carmelita. Por debajo, la gran cripta llena de vueltas, actual museo teresiano. Dirigidas las obras por el arquitecto carmelita Fray Alonso de San José, se inician en 1629, inaugurándose el 15 de octubre de 1636. El altar mayor se orienta al noroeste, no siguiendo la orientación litúr- erminamos la visita en el CONVENTO DE SAN JOSÉ. Es la primera fundación de la Santa, siendo muchas las dificultades que se encontró para llevar a buen término su proyecto, necesitando de la ayuda de familiares, amigos y miembros de la nobleza y del clero abulense. Su hermana Juana de Ahumada y su cuñado Juan de Ovalle adquirieron las casas como residencia habitual, y emprendieron la adaptación de las mismas en dependencias conventuales. Para su financiación contó con los envíos que realizaba su hermano Lorenzo de Cepeda desde las Indias. La Sra. Guiomar de Ulloa y la Sra. Aldonza de Guzmán solicitaron la licencia al Papa Pío IV para fundar un convento de carmelitas, y algunos prelados abulenses, como el obispo Álvaro de Mendoza o Gaspar Daza, y Pedro de Alcántara apoyaron también a la carmelita. Se funda el 24 de agosto de 1562. Tomaron el hábito 4 novicias en la nueva Orden de las Carmelitas Descalzas de San José. Hubo disturbios en Ávila, y se obligó a la Santa a regresar al convento de la Encarnación; calmados los ánimos, vivió Teresa de Jesús 4 años en el convento de San José con gran austeridad. E l monasterio se componía de un conjunto de casas, que se agruparon creando un espacio arquitectónico que aún hoy se conserva, y una pequeña iglesia, hoy desaparecida, que fue sustituida, entre 1608-1615, por otra levantada con los trazos del arquitecto Francisco de Mora que, gran devoto de la Santa, planteó el prototipo de iglesia carmelitana. El convento recogerá el ideal monástico de Teresa de Ávila, caracterizado por la sencillez y austeridad. Conserva las antiguas dependencias conventuales, que permiten imaginar cómo era aquel primer convento de la reforma y el espíritu de su promotora: cocina, refectorio, celdas de la santa, claustro, campana fundacional y la escalera del diablo, por la cual Teresa cayó las Navidades de 1577, rompiéndose el brazo izquierdo. Varios de estos elementos se pueden contemplar en el museo del convento. D espués de este recorrido tendremos un poco de tiempo libre antes de dirigirnos al Restaurante TRES SIGLOS para reparar fuerzas con una generosa cena. A lojamiento en nuestro hotel. MIÉRCOLES 26 DE AGOSTO 25 de enero de 1571 por Santa Teresa de Jesús. En él vivió los últimos quince días de su existencia; en él, en una pequeña celda de la parte baja del monasterio tuvieron lugar los solemnes momentos previos a su encuentro con el Señor y en ella murió un 4 de octubre de 1582. Aunque Teresa vivió con reconocida santidad por los caminos de España, podemos decir que es a partir de su preciosa muerte, cuando comienza su gloria. Aquí se conserva su cuerpo incorrupto, y dos de sus reliquias más insignes: el brazo izquierdo y su corazón. Por ello, este Carmelo es conocido en el mundo entero y es ruta obligada de peregrinos y turistas y lugar de cita ineludible para tantos amigos y discípulos de Teresa, que quieren beber de la misma fuente de la que ella bebió. D pronto de nuestro hotel para recorrer los 95 km pesar de las vicisitudes históricas que ha atravesado esta Saldremos que nos separan de Alba de Tormes. A villa ducal a lo largo de estos cuatro siglos, y que las religiosas de otros conventos se vieron forzadas a salir de los mismos, isitaremos el MONASTERIO DE LA ANUNCIACIÓN de NUESlas carmelitas tuvieron que abandonar el monasterio. Esta VTRA SEÑORA DE LAS CARMELITAS DESCALZAS, fundado el nunca comunidad fiel heredera y depositaria de los deseos más ardientes esayuno en nuestro hotel. de Teresa, hizo las gestiones para que sus hermanos los carmelitas descalzos fundaran en la Villa, y, con ellos, ha estado plenamente dedicada a promover su culto, y acoger a todos aquellos que aquí se acercan. En la iglesia destacan su magnífica portada, la capilla mayor del mismo con vuelta trazada por Rodrigo Gil de Hontañón, y el crucero y presbiterios nuevos trazados en 1660 por el carmelita fray Juan de San José. Son interesantes histórica y artísticamente los sepulcros de los fundadores, el de los Ovalle y el de los Galarza, pero desde cualquier punto de vista de los más valiosos son los sucesivos entierros de Santa Teresa, y de ellos la urna sepulcral del retablo mayor, que guarda su cuerpo, la reliquia más venerada del Carmelo. E s en esta capilla donde está el sepulcro de Santa Teresa donde celebraremos la Eucaristía. Terminada la misma nos dirigiremos a la Basílica de Santa Teresa para tener la la SEGUNGA VISITA GUIADA de la Exposición “TERESA DE JESÚS. Maestra de oración” de Las Edades del Hombre a las 12:00 del mediodía. L espués de comer, nos encontraremos con nuestro guía Dlocal que nos acompañará durante esta tarde aremos una visita panorámica por el centro histórico. La H PLAZA MAYOR DE SALAMANCA, además de ser uno de los monumentos más importantes del barroco español, es el corazón legada al Hotel ALAMEDA PALACE 5*****. Reparto de habitaciones y Almuerzo en el Hotel. de la ciudad. Esta plaza es sobre todo el principal punto de encuentro. Es sin duda la más bella de las plazas porticadas españolas y una de las más bellas del mundo. Fue construida entre los años 1729 y 1755 por Alberto Churriguera. Cuenta con 88 arcos de medio punto, levantados sobre fuertes pilares y adornados en sus enjutas con medallones de personajes ilustres de la Historia de España: en el ala este están representados los reyes españoles desde Alfonso IX hasta Carlos III, en el ala del Ayuntamiento, algunos santos como Santa Teresa de Jesús y Francisco de Vitoria, en el lado sur, los descubridores y conquistadores, y en el restante, los sabios españoles. Todo el conjunto forma un cuadrilátero T erminada la visita seguiremos nuestra ruta recorriendo los 23 kilómetros que nos separan de SALAMANCA, ciudad universitaria por excelencia, conocida en todo el mundo por ello y por su riqueza artística: catedrales, palacios, iglesias, etc... y de tendencias artísticas variadas como el románico, el gótico, el plateresco y el barroco. irregular de una maravillosa armonía, que produce el tono dorado de su piedra. Admiraremos La CASA DE “LAS CONCHAS”. Situada en la calle Compañía, haciendo esquina con la Rúa, se encuentra uno de los edificios más representativos de la arquitectura salmantina, que fue objeto de una larga restauración, concluida a finales de 1993, y en la que se crearon nuevos espacios que acogen una biblioteca pública. La originalidad de esta casa de estilo gótico tardío, con elementos renacentistas y mudéjares, propios del llamado estilo isabelino la convierte en el monumento más representativo de la arquitectura civil del tiempo de los Reyes Católicos. El conjunto arquitectónico llama la atención por tener su fachada adornada con grandes conchas de peregrino, distintivo de la Orden de Santiago a la que pertenecía Rodrigo Arias Maldonado, y por las rejas de las ventanas inferiores, a las que se ha definido como “las más bellas de la ferretería gótica española. M uy cerca también podremos admirar la CLERECÍA y UNIVERSIDAD PONTIFICIA. El conjunto fue construido por iniciativa de Felipe III y de su esposa Margarita de Austria, destinado como Colegio de la Compañía de Jesús. Su obra fue iniciada el 12 de noviembre de 1617 y culminada en 1754. El edificio constituye uno de los más bellos y grandiosos monumentos de la arquitectura barroca. Su fachada, de gran grandiosidad, no se llega a ver de frente en toda su magnitud. La fachada de la Clerecía, consta de dos cuerpos recorridos por anchas columnas entre las que se distinguen varios escudos reales de grandes dimensiones y tres puertas de acceso. Tiene dos torres octogonales coronadas por cúpulas. La espadaña o campanario acoge en su frontón un relieve de la venida del Espíritu Santo, y encima de la campana sobresale una imagen de la Virgen. Además se pueden ver varias estatuas pertenecientes a los reyes fundadores. L a UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. En 1922, siendo vicerrector Don Miguel de Unamuno, la Universidad concedió a Santa Teresa el título de doctora honoris causa de la Universidad. El primer reconocimiento otorgado por la Universidad a una mujer por su calidad literaria, su espiritualidad y los valores reformistas. Fundada como lugar de estudios sobre el año 1218 por decisión del rey de León Alfonso IX, fue confirmada oficialmente como Universidad en la Carta Magna que le otorgó Alfonso X en 1254. En sus orígenes siguió el modelo boloñés, que daba preferencia al estudio del derecho civil y canónico ante la teología y la filosofía preponderantes en la Universidad de París. En su época de mayor esplendor, siglos XV y XVI, figuró a la cabeza de las universidades europeas. Actualmente, es la Universidad más antigua de España. D elante de la fachada de la Universidad está el PATIO DE ESCUELAS MAYORES. Se puede decir que este patio fue la primera intervención urbanística en la ciudad, configurado como un espacio para la contemplación de la fachada de la Universidad. El patio lo componen el edificio gótico de las Escuelas Mayores (1415), el Hospital de Estudiantes (1412) hoy rectorado, el edificio de las Escuelas Menores (1533) y la fachada de la Universidad (1512-1516). A través del Patio de Escuelas Menores se accede al “Cielo de Salamanca”. Representa un programa astrológico seguramente relacionado con la enseñanza de astronomía y astrología en la Universidad. S egún la tradición estudiantil, si se quieren aprobar los exámenes con facilidad hay que ver antes la rana de la fachada de la Universidad. En casi todos los edificios universitarios encontramos los famosos “vitores”. Originalmente se pintaban con sangre de toro y simbolizan la victoria de los recién doctorados sobre los libros. A continuación, visitaremos las catedrales y su entorno. El conjunto catedralicio está formado por dos edificios diferentes, aunque comunicados entre sí. LA CATEDRAL NUEVA: A finales del siglo XV, y como consecuencia del destacado lugar que ocupaba la ciudad de Salamanca debido sobre todo a la afluencia de estudiantes en su Universidad, se decidió la construcción de una nueva catedral más esplendorosa que la anterior, que se había quedado pequeña para la celebración de los oficios religiosos. Los reyes aceptaron y encargaron los planos a los arquitectos Antón de Egas y Alonso Rodríguez. Como maestro de obras se nombró a Juan Gil de Hontañón. A la muerte de este último continuó su hijo Rodrigo Gil de Hontañón, que sin abandonar el proyecto gótico introdujo aires renacentistas en la obra catedralicia. Hasta 1733 no se concluyó. Sin embargo, pronto tuvo que hacer modificaciones, ya que el terremoto de Lisboa de 1755 ocasionó graves daños en la torre principal, muros y cúpula. La fachada principal, de Gil de Hontañón, nos muestra tres arcos conopiales, todo el conjunto decorado con figuras humanas, de animales, tallas heráldicas y motivos ornamentales vegetales o geométricos. La Puerta de Ramos (norte) ofrece un esquema similar al de la principal. Como huella anecdótica para la posteridad, se puede ver la anacrónica pero bien integrada figura de un astronauta esculpida en el flanco izquierdo de la puerta de Ramos. El templo tiene una planta de cruz latina, con tres naves y capillas adosadas. En el interior destacan los anchos pilares de casi cuarenta metros de altura, la cúpula barroca que se alza sobre el crucero a 80 metros de altura, produce una impresión de grandiosidad. El coro, obra de Alberto Churriguera, está profundamente decorado y constituye uno de los más destacados del barroco español. L a CATEDRAL VIEJA: Su construcción se inició hacia el año 1140. Las obras tardaron más de un siglo en concluir, terminando a finales del siglo XIII. Los trabajos que se realizaron dejaron plasmada en la Catedral la huella del arte románico. Planta de cruz latina con tres naves y tres ábsides, dos de ellos de arco apuntado, y presenta una sólida robustez más parecida a la de una fortaleza. En la torre de campanas se encuentra la capilla de San Martín, con pinturas góticas, fechadas en 1262. También se puede ver el sepulcro policromado del obispo Rodrigo Díaz y el del fundador de la capilla, Pedro Pérez. El retablo del Altar Mayor acoge una de las obras pictóricas más importantes de la ciudad, realizado en 1445 por Nicolás Florentino. La obra se compone de 53 tablas pintadas donde se narra la vida de Cristo y de la Virgen. Además el retablo se encuentra presidido por la Virgen de la Vega, patrona de la ciudad, tallada en madera a excepción de las manos y la cabeza que son de bronce. El claustro sufrió daños a consecuencia del terremoto de Lisboa en 1755. Desde el claustro se abren diferentes capillas: la de Talavera o del Salvador, construida en 1180, era empleada como antigua sala capitular; en la capilla de Santa Bárbara se realizaban los severos exámenes para conseguir el grado de doctor para la Universidad de Salamanca. E n el exterior, el Patio “Chico” constituye uno de los rincones más acogedores de Salamanca, que permite disfrutar de una maravillosa vista del románico al contemplar los tres ábsides y la Torre del Gallo, un cimborrio de influencia bizantina llamado así por la forma de su veleta. Desde aquí se pueden contemplar los más característicos perfiles de las dos catedrales de Salamanca. T erminada la visita regresaremos al hotel. Cena y alojamiento. JUEVES 27 DE AGOSTO D compañados por nuestro guía local nos dirigiremos hacia A el oeste de la provincia de Salamanca, cerca de la frontera portuguesa para visitar una comarca de extraordinaria belleza esayuno en nuestro hotel. natural y artística. A lo largo de la jornada visitaremos lugares como CIUDAD RODRIGO. Rodrigo se destaca como uno de los principales conCiudad juntos histórico artísticos del oeste castellano. a ciudad guarda innumerables y destacados inmuebles deL clarados BIC (Bien de Interés Cultural), piezas muebles de gran valor y un sabor de tiempos pasados que quedó encerrado en los muros de sus murallas. Además, al patrimonio que alberga la ciudad del Águeda hay que sumar los tesoros que esconde su comarca. C iudad perfectamente amurallada. Seis antiguas puertas tiene Ciudad Rodrigo: La de la Colada, que lleva las aguas pluviales al río, la del Sol, que baja directo desde la Plaza Mayor, la de Santiago, la del Conde, la de Amayuelas, y la Santa Cruz. Unas de exquisita factura, otras más humildes, todas guardan los accesos que a lo largo de dos kilómetros de gruesas murallas —reconstruidas en el siglo XVIII— conducen al interior de la villa. Al recorrer sus calles empedradas, unas oscuras y silenciosas, donde sólo entra el sol del mediodía; otras anchas, inundadas de luz y de sonidos, uno no puede más que pensar que Ciudad Rodrigo es una maravillosa joya arquitectónica. Piedra magistralmente tallada color miel, portadas y blasones, torres y cúpulas, se asoman en las fachadas de preciosos palacios como el de los Castro, el de los Águila o el de los Vázquez. Sin duda, el edificio más emblemático es la Catedral, un templo románico de transición al gótico con soberbias portadas y un interior que vale la pena visitar. El coro del siglo XV, sus dos órganos, y el bellísimo claustro, construido entre los siglos XIV y XVI, están considerados consumadas obras de arte. C ualquier lento deambular por la villa terminará en la animada y bella Plaza Mayor. Presidida por el Ayuntamiento del siglo XVI, dueño de una hermosa galería de arcos con columnas. E ntre todos ellos cabe destacar de modo especial, por su importancia, la CATEDRAL DE SANTA MARÍA. Declarada Monumento Nacional en 1889, la construcción de este templo, orientado hacia naciente, se inició en los años finales del reinado de Fernando II de León (1157-1188). C omenzada siguiendo un proyecto tardorrománico, que aún conserva en buena medida en su perímetro exterior, a pesar de las modificaciones posteriores —antesacristía, capilla mayor, capilla del Pilar y sacristía—, dibuja planta de cruz latina con cabecera triabsidal escalonada, transepto bien desarrollado y tres naves estructuradas en cuatro tramos que reciben la luz directamente gracias a su alzado ad triangulum y se prolongan a poniente con el Pórtico del Perdón o de la Gloria. E n cuanto a la MURALLA, cabe señalar que la importancia estratégica de la plaza de Ciudad Rodrigo justifica la exis- tencia de un sistema defensivo tan cuidado. La primitiva cerca de la ciudad, se llevó a cabo en la segunda mitad del s. XII, con la repoblación definitiva de Ciudad Rodrigo por el rey Fernando II de León. C asta entonces, los muros de la ciudad habían permanecido con su trazado original, sufriendo únicamente los reparos y refuerzos llevados a cabo para paliar los destrozos de las guerras o del paso del tiempo. oronada por la Peña de Francia y conformada por altos picos y valles asombrosamente agrestes, la Sierra de Francia guarda espectaculares muestras de arte rupestre y varios pueblos de pintoresca arquitectura popular. Entre ellos el mejor conservado es LA ALBERCA, un pueblo de ensueño, no sólo por sus construcciones montañesas levantadas con piedras sostenidas con entramados de madera, sino porque como pocos guarda tradiciones en sus fiestas, en el vestir—todavía se pueden ver mujeres que conservan en su atuendo vestigios de viejas costumbres—, en sus artesanías, y en su exquisita gastronomía. Caminar por La Alberca resulta placenteramente extraño: Uno piensa por momentos que se encuentra en una antigua judería, o también, en un intrincado zoco árabe abandonado. Es que sus callejuelas parecen un laberinto misterioso. Tal vez el efecto lo producen los aleros de las plantas altas de las casas casi tocándose, cubriendo las callecitas como si estuvieran techadas, los bajos y robustos dinteles inclinados por el tiempo, cincelados con fechas de fundación, las gastadas inscripciones religiosas. La sensación desaparece en la pequeña y deliciosa Plaza Mayor, que parece grande al abrirse al aire serrano y a la luz. F A S egún la historiografía local no hay que descartar la existencia de muros anteriores, de los que pudieran incluso existir restos de la época romana. Pero es indudablemente el rey leonés quien ordena fortificar la ciudad, levantando a su alrededor muros almenados de cal y canto hasta una altura de diez varas, unos ocho metros y medio; su anchura original era de unos dos metros, como se puede ver aún en alguna parte del lienzo que mira al río. E n 1641, durante la guerra con Portugal que duraría veintiocho años, se expuso la necesidad de proteger la Villa, por el peligro que corría por parte de los portugueses. Esta cerca desapareció definitivamente en las obras de fortificación a comienzos del s. XVIII. H ue en la Guerra de Sucesión, una vez tomada la plaza, cuando se vio la necesidad de fortificar Ciudad Rodrigo siguiendo los nuevos modelos de defensa militar, a que obligaba la moderna artillería. Para ello se rebajaron los muros; se sustituyeron las almenas y merlones por cañoneras; se amplió y pavimentó el adarve de la muralla, facilitando el acceso de los cañones y los movimientos de las tropas; se construyó todo el sistema de fosos, baluartes y revellines; se distribuyeron a lo largo de la muralla garitas de vigilancia y se afianzaron las bóvedas de las puertas del Conde, del Rey y del Sol. T odas estas obras se llevaron a cabo entre 1707 y 1710. Desde entonces la imagen de la fortificación mirobrigense presenta ese aspecto estrellado propio de las fortificaciones modernas, según el sistema abaluartado del ingeniero francés Vauban. llí se nota que La Alberca es un es pueblo muy vivo. Confluyen vecinos a conversar, mujeres que van por agua a la fuente. En una esquina, enfrentada al bello Crucero de la plaza, hay una tienda con buenísimos jamones curados y embutidos, en otra los quesos nos hacen la boca agua. Más allá, un escaparate expone turrones artesanales, roscas, perrunillas... Nos podemos detener frente a otro, atiborrado de vinos del Sotoserrano. Y luego están las artesanías. Deslumbra la minuciosidad del bordado serrano, las tallas en madera y la tradicional orfebrería. La sensación es que La Alberca, aunque silenciosa y tranquila, está siempre en vísperas de fiesta. T an sólo dos años después del hallazgo de la imagen de la Virgen se hicieron cargo, de ella y de su ermita, los frailes dominicos. Desde este santuario se contempla un singular paisaje que abarca la llanura castellana, las montañas de las Hurdes y la sierra de la Estrella de Portugal. En estas alturas nos situaremos para conocer una historia hermosa. Todo comenzó con el hallazgo de una imagen de la Virgen que transformó un pico solitario en un lugar de encuentro, oración y contemplación de bellezas naturales. Esta imagen se ha convertido en catalizador de cuantos visitan la “sierra”. Si podemos celebraremos la Eucaristía en el Santuario. Y sobre ella la PEÑA DE FRANCIA, que se levanta casi de súbito sobre la llanura, al sur de la provincia, en el límite con la de Cáceres. L a montaña se eleva a unos 1.800 metros sobre el nivel del mar, y termina en una pequeña meseta. La Peña de Francia se muestra, indudablemente, desde cualquier perspectiva, como la montaña con más personalidad de toda la sierra. N o deja de ser extraño el nombre de Francia que se da a la Peña donde se descubrió la imagen de la Virgen, y a su sierra. E l documento más antiguo que se conserva con el nombre de Francia, aplicado a esta comarca, está fechado en 8 de enero de 1289, es decir casi siglo y medio antes de la llegada a estos lugares de Simón Vela, quien descubrió la imágen de la Virgen. E l motivo de este nombre no se sabe con certeza, como tampoco el origen de las imágenes. Sabemos que una colonia francesa figura entre los repobladores de Salamanca en el siglo XI, como ocurrió después con otras ciudades arrancadas a la morisma, como por ejemplo: Toledo, Córdoba y Sevilla. Muy bien pudo haber ocurrido que una colonia similar se estableciese, entonces o más tarde, en estos lugares, y por ella recibiera la comarca el nombre de la nación de origen de sus repobladores. Viejos apellidos originariamente franceses (Luis, Griñón, Martín, Giral, Bernal, Gascón y Cascón, ... ) son frecuentes en familias arraigadas desde tiempo inmemorial en los pueblos de la “sierra”. El mismo nombre de San Martín del Castañar que lleva uno de los pueblos de la sierra, señala la misma dirección. e esta comunidad de dominicos partieron numerosos misioneros hacia América y Extremo Oriente, especialmente D Filipinas. Fueron ellos los principales impulsores de la devoción de la Peña en aquellos territorios. E l número de religiosos dominicos en la Peña se redujo en los inicios del siglo XIX y la comunidad desapareció en 1835, cuando, incautados todos los bienes del monasterio por la desamortización de Mendizábal, los religiosos fueron dispersados. Los dominicos volvieron a hacerse cargo del santuario el 16 de julio de 1900. E ntre visita y visita tendremos tiempo para reponer fuerzas. El almuerzo lo tendremos en pequeño pueblo llamado DIOS LE GUARDE. El Restaurante LA PARADA nos acogerá y nos deleitará con un surtido de carnes propias de la comarca. Seguro que quedaremos ampliamente satisfechos. T hotel. erminado el recorrido por la cormarca de las Batuecas regresaremos a Salamanca. Cena y alojamiento en nuestro VIERNES 28 DE AGOSTO solicitado su declaración como Patrimonio Europeo.Este patrimonio románico consta, además de la Catedral, de otras veinticuatro iglesias, un castillo, murallas, un puente, dos palacios y nueve casas, razón por la cual Zamora está considerada “la ciudad del Románico”. Un total de quince templos están declarados Bien de Interés Cultural, incluidos algunos de estilos posteriores. Por otro lado, es asimismo significativo su conjunto de edificios modernistas (diecinueve en total), el único de la España interior junto con el de Teruel. Entre sus festividades sobresale la celebración de la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional. D e nuevo, acompañados por nuestro guia local, saldremos D con nuestro autobús, esta vez hacia el norte, hacia la ciudad de ZAMORA. esayuno en nuestro hotel. iudad que sorprende al viajero por la belleza de sus monuC mentos. El casco antiguo de la ciudad tiene la calificación de Conjunto Histórico-Artístico desde 1973.El núcleo principal del mismo —con una disposición muy alargada y en buena parte circundado por murallas— se alza sobre una amplia meseta rocosa (la “peña tajada” de la que habla el Romancero Viejo) de 26 a 32 metros de altura, emplazada al borde del río Duero, que la ciñe por el sur. Estas características le valieron el sobrenombre de “la bien cercada”. S obresale su conjunto de edificios románicos, formado por los 23 templos del término municipal y las 14 iglesias del casco histórico, datos que sitúan a Zamora como la ciudad de mayor número y calidad de templos románicos de Europa, habiéndose R ealizaremos un recorrido panorámico del casco histórico de la ciudad comenzando por su Catedral, considerada el icono del románico zamorano. Famosa por su cúpula gallonada de estilo bizantino, y por albergar en su interior muestras de arte muy dispares, entre las que destaca un importante repertorio de obras realizadas en los siglos XV y XVI. La rejería de la capilla mayor y el coro, la sillería de este último, las puertas del claustro, coro y sacristía, el retablo de la Capilla del Cardenal, y la talla del Cristo de las Injurias son solo algunas de las obras que pueden contemplarse. Junto a ellas hay que añadir su colección de tapices flamencos. E n un apacible paseo iremos recorriendo sus calles y monumentos. Al finalizar la mañana, en el Restaurante CAPITOL, en pleno centro de la ciudad, compartiremos un delicioso almuerzo compuesto de productos típicos de la tierra. R onocer Toro y disfrutar de sus callejuelas es tanto como C adentrarse en remotas páginas de la historia de Castilla y León. Sus conjuntos monumentales son vestigios de las glorias epuestas las fuerzas nos trasladaremos a la ciudad de TORO. pasadas que hicieron de esta ciudad un lugar codiciado, patrimonio real y señorío de princesas. l actual trazado urbano de Toro, cuna de grandes vinos y circundada por vega que riega el Duero, permite adivinar lo que fue la primitiva cerca defensiva con los restos del Castillo o la Torre del reloj. L a planta es de cruz latina, es igual a la de la Catedral de Zamora, con la salvedad de que ésta posee cuatro tramos en lugar de tres. L a portada sur está compuesta por un arco apuntado con cuatro arquivoltas baquetonadas adornadas con sencillos motivos geométricos y vegetales. P ero la más impresionante para el viajero es la portada oeste, conocida como la Puerta de la Majestad. Es la joya de la Colegiata. E L a joya de Toro es su Colegiata de Santa María la Mayor. Este hermoso edificio pudo estar construida sobre un antiguo templo prerrománico de la misma advocación, bajo el reinado de Fernando II de León. E s un templo voluminoso en el que se aprecian diferentes maneras de enfocar la construcción, debido a que pasó por diversos arquitectos. D estaca su portada septentrional, una de las más decoradas del románico zamorano, así como el cimborrio que se levanta sobre el crucero, con influencias de las catedrales de Salamanca y Zamora, pero con elementos mudéjares, propios de la tierra. D espués de disfrutar con la contemplación de esta maravilla del arte medieval y de pasear por las calles cargadas de historia y nobleza, regresaremos a Salamanca. A nuestro hotel, en el que tendremos la cena y el alojamiento. SABADO 29 DE AGOSTO D esayuno en nuestro hotel. A unque la mañana se presenta perfecta para pasear y disfrutar de un tiempo de compras por Salamanca, al principio de la jornada propongo guardar un poco de tiempo para subir a un lugar espectacular y no muy conocido de Salamanca. La TORRE IERONIMUS de la Catedral. Un lujo que nos podemos permitir y que seguro que nos dejará un gusto especial en el recuerdo del viaje. C omeremos pronto para salir a buena hora hacia nuestro próximo destino... Nuestra casa. PRECIO Precio por persona en habitación doble: 476 € Suplemento habitación individual... 93 € EL PRECIO INCLUYE • Autocar con aire acondicionado. 55 plazas. • Visita guiada a la exposición “TERESA DE JESUS. Modelo de oración” de las Edades del Hombre en Ávila y Alba de Tormes. • Comida y cena en el “Restaurante TRES REINOS” de Ávila. Vino y café incluídos. • Dos comidas en el Hotel ALAMEDA PALACE de Salamanca. • Comida en el “Restaurante LA PARADA” de Dios le guarde. Vino y café incluídos. • Comida en el “Restaurante CAPITOL” de Zamora. Vino y café incluídos. • GUIA LOCAL para medio día en Ávila. • GUIA LOCAL para medio día en Salamanca. • GUIA LOCAL de día completo en Ciudad Rodrigo, Peña de Francia, La Alberca... • GUIA LOCAL de día completo en Zamora y Toro. • Entradas incluidas: * Catedral de Avila * Basílica de San Vicente de Ávila. * Exposición “TERESA DE JESÚS. Maestra de oración” en Ávila y Alba de Tormes. * Convento de San José de Ávila. * Museo del Convento de la Anunciación de Alba de Tormes. * Catedral de Salamanca. * Universidad de Salamanca. * Catedral de Ciudad Rodrigo. * Catedral de Zamora. * Colegiata de Toro. * Monasterio de Sancti Spiritus de Toro. * Torre Ieronimus de Salamanca. • Una noche en régimen de alojamiento y desayuno en base a habitación doble con baño o ducha en el Hotel LAS MORADAS (3***) de Ávila. • Tres noches en régimen de media pensión en base a habitación doble con baño o ducha en el Hotel ALAMEDA PALACE (5*****) de Salamanca. • Seguro de Asistencia en Viaje. EL PRECIO NO INCLUYE • Extras en hoteles y restaurantes: bebidas no mencionadas en el apartado anterior, teléfono, TV de pago, maleteros, lavandería, room service, mini bar, etc… • Ningún servicio que no esté especificado ni en el itinerario ni en el apartado anterior: entradas a museos y/o monumentos no indicados, guías locales no indicadas. • Propinas al personal de los hoteles y restaurantes, etc.. NOTA El asiento del autobús se asignará por riguroso orden de pago. INSCRIPCIONES La inscripción se podrá hacer: • Rellenando el fomulario de inscripción y enviándolo por correo postal a: Delegación de Peregrinaciones OBISPADO DE HUESCA Pza. de la Catedral, s/n 22002 - HUESCA • Enviando los datos requeridos por correo electrónico a: peregrinaciones@diocesisdehuesca.org NOTA IMPORTANTE: El formulario de inscripción se puede descargar de la página web de la Delegación de Peregrinaciones: http://www.peregrinaciones.diocesisdehuesca.org O bien solicitándolo por correo, por teléfono o por mail en la Delegación de Peregrinaciones del Obispado de Huesca. INFORMACIÓN Para más información contactar con la Delegación Diocesana de Peregrinaciones llamando a los teléfonos: 974 571 185 667 539 140 Por correo electrónico: peregrinaciones@diocesisdehuesca.org Consultando la página web: www.peregrinaciones.diocesisdehuesca.org