TEMPORADA 2010-2011 CONCIERTO EXTRAORDINARIO – JOHN WILLIAMS 10 de abril de 2011 AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA Madrid. Sala Sinfónica Orquesta y Coro Nacionales de España Josep Pons, director artístico y titular Josep Pons Director artístico y titular Joan Cabero Director CNE Ramón Puchades Director técnico OCNE NOTAS AL PROGRAMA PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS Orquesta y Coro Nacionales de España George Pehlivanian, director I John Williams (1932) The Raiders March (Marcha de los saqueadores) de Raiders of the Lost Ark (En busca del arca perdida) John Williams Harry Potter and the Sorcerer’s Stone (Harry Potter y la piedra filosofal), suite Hedwig’s Theme Sorcerer’s Stone Nimbus 2000 Harry’s Wondrous World John Williams Jurassic Park (Parque Jurásico) John Williams The Lost World. Jurassic Park (El mundo perdido. Parque Jurásico) II John Williams Star Wars (La guerra de las galaxias), suite I. Main Title II. Princess Leia’s Theme III. Cantina Band IV. The Imperial March V. Yoda’s Theme VI. The Flag Parade VII. Anakin’s Theme VIII. The Adventures of Jar Jar IX. Duel of the Fates X. Across the Stars XI. Battle of the Heroes Joan Cabero, director CNE CONCIERTO EXTRAORDINARIO – JOHN WILLIAMS Domingo 10 de abril de 2011, a las 11:30 h. ONE-5130 Auditorio Nacional de Música (Madrid). Sala Sinfónica. El concierto se transmite en directo por Radio Clásica (RNE). Duración aproximada de las obras: primera parte: 35 minutos; descanso: 20 minutos; segunda parte: 45 minutos. 3 John Williams NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS JOHN WILLIAMS John Towner Williams nació en Floral Park, un pequeño pueblo del estado de Nueva York, el ocho de febrero de 1932. Su padre, percusionista de jazz de cierto éxito, marcaría el camino que el joven John recorrería durante los primeros pasos de su carrera, propiciando que su hijo se rodeara de músicos desde muy niño y despertando en él una luz que nunca se apagaría. Notable pianista desde muy joven, no fue hasta el traslado de toda la familia a la ciudad de Los Ángeles en 1948 cuando John Williams comenzó a destacar en el mundo musical de la posguerra, primero como alumno aventajado del compositor Castelnuovo-Tedesco y después como director musical y arreglista en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos durante su servicio militar. A mediados de los años cincuenta, Williams regresaría a Nueva York ingresando en la Juilliard School, donde estudiaría piano con Rosina Lhevinne mientras alternaba ese periodo de formación con actuaciones nocturnas como pianista de jazz; durante aquel tiempo tomó contacto con el mundo de la producción de música para cine y televisión, e intervino por primera vez como pianista en grabaciones de algunos de los grandes compositores del momento, como el mismo Henry Mancini. “Little Johnny Love”, apodo con el que era conocido, volvió a Los Ángeles tras finalizar sus estudios en la Juilliard con la intención de emplearse como pianista y orquestador a sueldo de los grandes estudios. En calidad de orquestador trabajaría para alguno de los más importantes compositores de la llamada “Edad de Oro”, como Alfred Newman o Bernard Herrmann, mientras que se convirtió en el pianista de referencia de Mancini (siendo el intérprete del famoso riff del tema introductorio de Peter Gunn), así como de Elmer Bernstein o Jerry Goldsmith. Pero más importante todavía sería su inicio como compositor: aunque no destacó en la industria hasta ser empleado para realizar las bandas sonoras originales de diferentes programas televisivos durante los años sesenta, ya en 1958 firmaría la que sería su primera partitura original para una película, el filme de serie B titulado Daddy-O. Muy pronto ganó un reconocimiento por parte de la industria a causa de su enorme versatilidad como compositor. Gran orquestador, notable intérprete, capaz de componer e interpretar música de jazz o sinfónica 5 y de realizar con éxito fusiones entre ambos mundos, el joven John Williams logró su primera nominación a los premios Óscar en 1967, consiguiendo su primera estatuilla en el año 1971 por El violinista en el tejado. A partir de ahí ya todo es historia conocida: tras conseguir su sexta nominación por la banda sonora de La aventura del Poseidón, el compositor recibió varios encargos para realizar las bandas sonoras de algunas de las más caras y taquilleras películas del cine más de moda en el momento, el de catástrofes (las tres grandes películas de catástrofes de los años setenta, La aventura del Poseidón, Terremoto y El coloso en llamas, llevan su firma), una temática caracterizada por secuencias dramáticas de larga duración que le permitiría desarrollar el estilo neorromántico que pondría de moda, y por el que sería imitado y plagiado hasta la saciedad por sus colegas de la industria cinematográfica. Y entonces, un jovencísimo director con ideas visionarias y conocimientos enciclopédicos en materias como el arte cinematográfico, la arquitectura o la música, se cruzó en su camino. Y en el de todos nosotros. El Rey Midas En el año 1974, John Williams fue contactado por un director novato de apellido impronunciable quien pretendía que el ya consolidado compositor le prestase su talento en la primera de sus películas para la gran pantalla, un drama protagonizado por Goldie Hawn llamado The Sugarland Express. El director, quien había conseguido cierta fama gracias a una frenética película para la televisión titulada El diablo sobre ruedas, sorprendió a Williams al mencionarle que había quedado impresionado por su partitura para la película La escapada, repleta de una música sinfónica salpicada de momentos puramente folk, tensa pero dotada de un carácter rural muy diferente a las explosiones sonoras y brillos de las partituras del cine de catástrofes que habían otorgado el éxito al compositor. El joven director se llamaba Steven Spielberg, y el lazo que se establecería entre ambos sería tan poderoso que su cooperación ya no se rompería nunca hasta el punto de que todas las apariciones de Steven Spielberg en entregas de premios, entrevistas y hasta funciones benéficas están acompañadas por la música de John Williams. NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS A partir de la segunda de sus colaboraciones comenzamos a escuchar al John Williams más profundo. Tiburón fue la primera inmersión profunda del compositor en el uso del leitmotiv, creando un tema para el escualo que se desarrollaba en diversas formas cada vez que el monstruo atacaba. El leitmotiv no es un tema característico que se repite inmutable: a partir del alemán leiten (guiar) y Motiv (motivo), es una secuencia recurrente que se identifica con un personaje (Sigfrido, Darth Vader), un objeto (la espada de Sigfrido, el arca de la Alianza en Indiana Jones), o un catalizador (como la “Fuerza”, en Star Wars), pero parte de su esencia radica en que la secuencia en cuestión se mueve, crece, variando en intensidad y en su forma armónica para llevarnos desde momentos épicos a otros íntimos o trágicos. Es la misma secuencia la que ilumina el escenario cuando aparece la espada forjada por el nibelungo Mime y la que lo oscurece acompañando a los restos de Sigfrido durante su funeral, o la que se combina con otra secuencia para crear un tema nuevo (Han Solo y la Princesa Leia, como escucharemos en el concierto de hoy). John Williams, al contrario que otros compositores contemporáneos de bandas sonoras, no se limitó en Tiburón a adjudicar un tema característico al monstruo, verdadero protagonista de la película, sino que lo fue desarrollando de forma magistral como en el pasado hicieran grandes creadores como Wagner, Strauss o Schönberg. La secuencia de dos notas que caracteriza al gran tiburón blanco, tomada del inicio del cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Dvořák, se ha instalado de tal forma en el subconsciente colectivo que, hoy día, muchos de los grandes directores de orquesta dan comienzo al citado cuarto movimiento de la conocida Sinfonía del “Nuevo Mundo” imitando el tempo pesante y denso impuesto por John Williams para Tiburón, en lugar del original ideado por Dvořák. La cima del desarrollo creativo de John Williams la encontramos de la mano de su amigo Spielberg en la película de 1977 Encuentros en 7 la tercera fase. En una labor de construcción artística nunca vista antes en el cine, y nunca repetida después, Williams y Spielberg desarrollaron partitura y guión de forma simultánea durante un periodo de dos años, al modo de un libretista y un compositor de ópera de los viejos tiempos. En la película aparecen conceptos musicales hechos imágenes; Williams hace uso ilimitado del dodecafonismo, la música electrónica o los sistemas musicales de signos con la mano de John Curwen. A partir de ese momento, John Williams colabora con diferentes directores sin dejar nunca de respetar sus referentes y de utilizar sus propios temas para jugar con la memoria del espectador, citando leitmotivs antiguos con la intención de despertar empatía o reconocimiento: algunos ejemplos podemos encontrar en E.T., música por la que conseguiría su tercer premio Óscar, cuando escuchamos la secuencia de cinco notas que caracteriza a los extraterrestres de Encuentros en la tercera fase, o en una breve escena en la que, durante Halloween, el E.T. cubierto por una sábana blanca se cruza con un niño disfrazado de Yoda mientras escuchamos un tema musical nuevo compuesto por la superposición del leitmotiv de E.T., el de Elliot y el de Yoda (originalmente compuesto para la banda sonora de El imperio contraataca). Otros ejemplos de leitmotivs cruzados podemos encontrarlos en Indiana Jones (el arqueólogo pasa por delante de una caja de madera en El reino de la calavera de cristal y, de pronto, mientras la cámara se pasea sin centrarse en ningún momento en la caja, escuchamos el leitmotiv del arca de la Alianza, perteneciente a El arca perdida de 1981: sin que nadie diga una palabra, sabemos que dentro de esa caja de madera se encuentra el arca) o en películas como Hook, Munich, Harry Potter y muchas otras. Otra de las características de John Williams que comienza a hacerse notar a partir de la colaboración con Steven Spielberg es la del cuidadoso proceso de selección del “instrumento” a utilizar en cada trabajo. John Williams (como ya se ha dicho, un excelente orquestador), no sólo piensa en el instrumento adecuado para cada momento, sino también en la orquesta necesaria y hasta la sala donde debe realizarse la grabación. El famoso sonido vibrante y brutal de John Williams, común a las muestras de todas las bandas sonoras que vamos a escuchar hoy, es producto de la London Symphony Orchestra, orquesta unida de NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS forma muy especial al compositor hasta el punto de que varios de sus músicos han opositado a ella con el objetivo de tocar en sus bandas sonoras. Ninguna otra orquesta hace sonar la música de Star Wars, Indiana Jones, Jurassic Park o Harry Potter como ellos. En cambio, para películas cuya densidad emocional demanda un sonido más oscuro, profundo, un color distinto despojado de brillos, Williams utiliza a la Boston Symphony Orchestra y las características de resonancia profunda y grave propias del Symphony Hall. Así, la música de La lista de Schindler (un auténtico poema sinfónico en memoria del Holocausto donde cabe Mozart, Billie Holiday, el violín de Itzhak Perlman y la música tradicional hebrea), o Salvar al soldado Ryan son muestras de ese sonido oscuro fruto de la colaboración con la Boston Symphony. Hay quien dice que parte del mérito de que Steven Spielberg sea considerado hoy día como el “Rey Midas” de la industria cinematográfica, aquel que es capaz de convertir en oro cualquier proyecto en que se embarque, se debe a la complejidad de la música de John Williams y de la simbiosis perfecta que han alcanzado imagen y sonido en sus producciones. De hecho, lo dice el propio Spielberg. Debe tener razón. La selección de obras que forma esta primera parte del concierto pertenece en su totalidad a creaciones originales de John Williams para películas o proyectos de Steven Spielberg. Teniendo en cuenta la enorme producción conjunta, y lo memorable de muchas de sus películas, es inevitable que se eche en falta la música de clásicos como Tiburón, E.T. o La lista de Schindler (todas ellas premiadas con el Óscar a la mejor banda sonora original), experimentos sonoros como los realizados en Encuentros en la tercera fase o alguna de las muchas muestras de fusión entre estilos musicales, como las maravillosas creaciones para Atrápame si puedes o La terminal. Pero aunque un concierto que reuniera los fragmentos más significativos de la música de John Williams compuesta para Spielberg tendría una duración imposible, la inevitable criba no puede dejar insatisfecho a nadie merced a la gran calidad y enorme variedad de la música a elegir. En primer lugar escucharemos The Raiders March, de la película En busca del arca perdida. La famosa melodía que acompaña al arqueólogo 9 Indiana Jones fue compuesta por Williams con el objetivo de recrear los ambientes y temas del cine de aventuras propio de los años treinta y cuarenta, estética impuesta desde el principio por el director Steven Spielberg y el productor, George Lucas, cuyos principios también seguirían la imagen y hasta el estilo interpretativo de los actores. El tema compuesto para Harry Potter nos muestra una vez más hasta dónde llega la relación entre Spielberg y John Williams. El director estadounidense fue la primera opción para los productores en el empeño de trasladar a imágenes los textos de la autora J. K. Rowling; cuando rechazó el ofrecimiento a causa de sus diversos proyectos previos, Spielberg dio varios nombres de directores que, a su juicio, podían levantar la nueva franquicia (entre los cuales se encontraba el de Chris Columbus, quien sería finalmente escogido). Pero hizo una advertencia a los productores: “Dará igual a quién seleccionáis para dirigir la película si la música no la compone John Williams”. Para la primera película de la serie, Williams rescató secuencias musicales compuestas diez años atrás para Hook (1991) con la intención de recrear el ambiente de mágico asombro infantil común en las historias de Peter Pan y Harry Potter. El resultado fue una composición clásica rica en matices, en el más puro sonido londinense, un juego de colores que le valió una nueva nominación a los premios Óscar que sumar al total de 45 que posee en la actualidad (y que lo convierten en la segunda persona con más nominaciones de la historia, sólo detrás de Walt Disney). NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS Y para concluir la primera sección escucharemos dos fragmentos de la saga de Parque Jurásico. El conocido tema principal, que escuchamos la primera vez en que vemos aparecer en pantalla al gigantesco Brachiosaurio, es una melodía romántica que utiliza esquemas armónicos arcaizantes y cuyo leitmotiv funciona en una forma curiosamente contraria a la vista en Tiburón, antecedente obvio de la película de dinosaurios, puesto que en lugar de generar tensión la libera. En cambio, la tensa melodía que acompaña a los expedicionarios a su llegada a la isla de Sorna en la segunda película de la serie, El mundo perdido, es una muestra del estilo grandilocuente y desenfadado empleado por John Williams en los años 70 para el cine de catástrofes, neorromanticismo desatado exento de leitmotivs cuya única ambición es la de aumentar el ritmo cardíaco de los espectadores dejándolos listos para la montaña rusa visual preparada por Steven Spielberg. 11 Star Wars George Lucas, hablando acerca de la space opera que le ha dado un lugar entre los inmortales, ha declarado en un momento u otro de su carrera una cosa y su contraria. Dijo que su saga más personal estaría compuesta por tres películas, por dos, por nueve y, luego, que en su mente siempre habían sido seis partes. Que los vehículos conductores de la misma eran los dos droides, pues estaban siempre presentes de un modo u otro, y que ellos eran el centro sobre el que giraba todo el espectáculo; también aseguró en diferentes momentos que los protagonistas centrales eran, consecutivamente, el personaje de la Princesa Leia, el de Luke Skywalker y hasta el de Han Solo, auténtica boutade que ni sus más recalcitrantes fans llegaron nunca a creer. Pero desde el momento en que comenzó la preproducción de la primera de las tres precuelas de Star Wars (Episodio 1: La amenaza fantasma, 1999), el señor Lucas tomó como estandarte la bandera de Darth Vader y ya no la abandonaría nunca: Vader era el protagonista real, siempre lo había sido, y toda la historia giraba alrededor del ascenso y caída del Lord Oscuro del Sith, el padre de Luke y Leia, el alumno de Obi Wan Kenobi, el constructor de C3PO. En definitiva, él era el Jedi al que se refería el título de la última de las películas de la saga (El retorno del Jedi, Richard Marquand, 1983). Así pues, el cineasta organizó las tres nuevas películas alrededor de la figura trágica de Anakin Skywalker, introduciendo ligeros retoques en la saga original para acomodar el material antiguo a la nueva producción. Pero el gran plan de George Lucas, allá por la segunda mitad de la década de los setenta era otro, como así demuestra la música compuesta para la primera de sus películas en la que, mire usted por dónde, el único personaje principal que carece de tema característico es el propio Darth Vader (lo cual contradice por completo el argumento del creador de la saga galáctica). En realidad, lo que Lucas pretendía en su origen era recrear las grandes sagas operísticas del siglo XIX y construir de la nada una nueva mitología constituida por ideas y arquetipos tomados de las sagas nórdicas, los poemas épicos de Homero y la grandilocuencia y épica de los westerns de John Ford. Y para ello necesitaba a un compositor dispuesto a abrazar el reto y que, más que acompañar las imágenes con su música, fuera capaz de sublimarlas. NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS La idea inicial de George Lucas respecto de la música que iba a potenciar las imágenes de Star Wars (1977) era utilizar música sinfónica de compositores como Richard Strauss, Dvořák, Stravinsky, Mahler y, sobre todo, Richard Wagner en una forma similar a la mostrada por Stanley Kubrick en la película 2001, una odisea del espacio (1968). El director y guionista pretendía crear una gran ópera espacial, una traslación al celuloide de las intenciones y logros de la ópera popular de Richard Wagner, quien demostró ser capaz de aunar historia épica y mitología con arte musical de vanguardia y un cuidado guión adaptado a su tiempo. Se habla de un montaje previo de la primera película apoyado con temas clásicos como muestra (con varios fragmentos de la tetralogía de los nibelungos de Wagner, entre otros ejemplos), montaje que habría mostrado a algunos amigos en sesión privada. Pero fue Steven Spielberg quien le convenció de que ninguna música ya creada podía seguir la progresión de la historia al modo en que George Lucas pretendía, que no era posible emular la creación de Richard Wagner y trasladarla al espacio a menos que contratara al propio Richard Wagner. “Pero Richard Wagner está muerto”, adujo Lucas. “Qué va”, respondió Spielberg; “Está vivo, se llama John Williams y vive en Los Ángeles”. John Williams acababa de ganar su segundo premio Óscar con la banda sonora original de Tiburón (Steven Spielberg, 1975). Spielberg, amigo personal de George Lucas, describió auténticas maravillas acerca de su relación con el compositor y de la calidad y alcance de su obra: según Spielberg, John Williams era el nuevo Erich Korngold, el nuevo Bernard Herrman, el nuevo Dimitri Tiomkin. Puso a ambos en contacto, y George Lucas (escéptico al principio puesto que, como dijimos antes, a John Williams le habían adjudicado la etiqueta de “compositor sólo para cine de catástrofes” a raíz de sus creaciones para La aventura del Poseidón, Terremoto o El coloso en llamas), describió su proyecto al compositor y le habló de su intención de utilizar música épica, al estilo de Strauss, Wagner o los compositores de la “Edad de Oro” hollywoodiense como Korngold o Steiner. John Williams asistió durante aquel encuentro a la proyección de fragmentos de la película apoyados por música 13 de Wagner, Korngold y Strauss, y dijo: “Lo que quieres de Wagner no es su música, es el leitmotiv”. Regresó a su casa, dedicó unos días a preparar algunos ejemplos y, con ellos bajo el brazo, convenció por completo a George Lucas. Si Tiburón había sido el punto de partida, la música para Star Wars fue la que puso de moda de nuevo el uso del leitmotiv en las bandas sonoras sinfónicas, moda que pervive casi cuarenta años después. NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS Asociando un motivo musical a la “Fuerza” y una secuencia específica a cada uno de los protagonistas, John Williams consiguió que los espectadores empatizaran automáticamente con la historia a través de sus personajes. Hoy día es imposible disociar el mal llamado tema de Leia al beso entre la princesa y Han Solo, o el tema del Emperador de cada una de las escenas en que aparece el Emperador Palpatine: cuando visualizamos mentalmente al personaje, como parte de sus rasgos físicos escuchamos también la música. Y del mismo modo en que a lo largo de la saga asistimos a un desarrollo de los diferentes personajes, la música que los acompaña también se mueve con ellos creciendo en matices e intensidad, en ominosidad, en dramatismo. Los temas se combinan, se fagocitan en ocasiones, se superponen disonantes o se fusionan en uno nuevo. Nos llevan desde la inocencia del niño que es Anakin Skywalker al monstruo que será Darth Vader, manipulando con maestría su tema desde un tono mayor, bucólico y simple hasta llevarnos a la famosa Marcha imperial (o tema de Vader), utilizando desde el principio la misma secuencia de notas para el niño y para el monstruo, jugando con su armonía para que “sintamos” que hay algo raro en ese crío. Star Wars se convirtió en un fenómeno cinematográfico de inmenso calado. En el apartado visual, revolucionó la forma de hacer cine de entretenimiento en varios aspectos (movimientos de cámara, tratamiento de las escenas de acción), mostrando el camino a seguir a varias generaciones de futuros directores que asistieron en su infancia a las diferentes proyecciones de las tres películas originales. En el musical, atrapó para siempre a intérpretes, compositores y aficionados, acercando la música romántica a los últimos y descubriendo para ellos un mundo enorme habitado por los Wagner, Bruckner, Dvořák o Holst. Hoy día, la inmensa mayoría de entre los nuevos compositores de bandas sonoras para cine o televisión citan a John Williams como su principal referente, y muchos de ellos hablan de la música para Star Wars como el disparador de sus ilusiones, aquello que una vez, hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, les hizo decir: “Un día seré compositor”. En el concierto de hoy asistimos a la interpretación de una suite que reúne muestras del corpus completo de Star Wars, con la notable excepción de la música de El retorno del Jedi cuya ausencia en el 15 programa nos resulta extraña. Por lo demás la selección, ordenada en sentido cronológico en lo que al estreno de las películas se refiere, es muy interesante y completa. En primer lugar escucharemos varios de los temas principales de Star Wars 1977 y El imperio contraataca 1980, con la fanfarria principal (y el leitmotiv de la “Fuerza”), y los temas de Leia, Darth Vader (la conocida universalmente como Marcha imperial) o el de Yoda (cuya melodía está compuesta por diferentes leitmotivs). Esta selección pertenece a una de las primeras suites recopiladas por John Williams, previa al estreno de la tercera de las películas de la serie, y quizá por ello la velada de hoy ha quedado huérfana de la música de El retorno del Jedi. Aunque los temas de la trilogía original son los que han calado más profundamente en el acervo cultural colectivo, son quizá las composiciones de la nueva trilogía los más interesantes desde el punto de vista musical. Para esta nueva aventura, John Williams tomó su material antiguo y, con una absoluta libertad creadora de la cual carecía en los años 70 y 80, lo moldeó a su entero capricho incorporando música electrónica y estructuras de vanguardia, complejos esquemas rítmicos tomados de Ligeti y Messiaen, e instrumentos tribales y hasta de nueva creación. Llevó la utilización del leitmotiv, los viejos y los nuevos, a una nueva dimensión, llegando a sintetizar alguno de ellos en secuencias de notas sueltas (prescindiendo de la armonía original) haciéndolo irreconocible, jugando con él poco a poco, sumándolo a otros leitmotivs nuevos hasta que, como una semilla informe, germina al final en el reconocible tema antiguo. La mejor muestra de este trabajo de relojero es la música de Anakin que escucharemos esta noche; a partir de una secuencia hermosa en tonalidad mayor, inocente y juguetona, John Williams construye musicalmente la evolución del niño desde su infancia hasta la madurez, cuando se convierte en su propia némesis empujado por las circunstancias. Si prestan atención, sólo en las últimas notas del tema interpretado durante este concierto podemos vislumbrar ese futuro oscuro que aguarda al joven Skywalker, cuando las mismas notas que el compositor utiliza al inicio y en el desarrollo se repiten, esta vez en tonalidad menor, en una especie de proto tema de Vader. NOTAS AL PROGRAMA CONCIERTO EXTRAORDINARIO - JOHN WILLIAMS También en el tema de amor de Anakin-Vader y Padme-Amidala, uno de los momentos musicales más emotivos de toda la producción musical para la saga galáctica, encontramos muestras de la enorme labor constructiva de John Williams. Sin renunciar a la belleza y tensión necesarias en todo tema de amor imposible que se precie de serlo, el compositor toma fragmentos sueltos de las secuencias musicales que acompañan a Leia y Luke durante la trilogía original, mezclándolos con maestría y dando lugar a una creación nueva que es vieja al tiempo. Además del tema característico del torpe (y odiado profundamente por parte de los fieles aficionados de la trilogía original) personaje JarJar Binks, un tema simpático que juega con los timbres dispares de la tuba y el oboe, escucharemos los dos fragmentos más conocidos de la nueva trilogía: Duelo de destinos y La batalla de los héroes. Muestras del más alucinante sonido londinense de John Williams, los temas que enfatizan las imágenes de los duelos a espada de luz que dan cierre a La amenaza fantasma y La venganza de los Sith han alcanzado la fama y notoriedad de la música compuesta para la trilogía original. En ambos casos, el uso del coro y los ostinatos crean una sensación de tenso ahogo que queda bruscamente irresuelta. Pocos fragmentos musicales han logrado arraigar en la memoria de generaciones de oyentes hasta el punto de alcanzar la independencia de sus creadores. Hoy día todo el mundo reconoce determinadas melodías de Mozart, Beethoven o Wagner, aunque desconozca el nombre del autor de esas melodías que ha tarareado desde niño sin saber muy bien cuál es su procedencia. La música compuesta para Indiana Jones, La lista de Schindler o Star Wars forma ya parte de ese selecto club de melodías inmortales, agrade o no a los puristas o a los más talibanes teóricos musicales. Obra cumbre de la música orquestal compuesta originalmente para el cine, la creación de John Williams para la saga de Star Wars nos acompañará… siempre. Víctor M. Ánchel Solista de oboe de la ONE 17 George Pehlivanian, director De 2005 a 2008, George Pehlivanian fue el primer titular extranjero de la Orquesta Filarmónica de Eslovenia. Es principal director invitado de la Filarmónica Estatal Alemana de Renania-Palatinado y ha sido principal director invitado de la Orquesta de la Residencia de La Haya y la Orquesta de Cámara de Viena. BIOGRAFÍAS GEORGE PEHLIVANIAN, DIRECTOR Ha dirigido muchas de las principales orquestas del mundo, entre ellas la Orquesta Filarmónica y Philharmonia de Londres, Filarmónica de Israel, Gewandhaus de Leipzig, Filarmónica Checa, Filarmonica della Scala, Accademia di Santa Cecilia, Filarmónica de Rotterdam, Philharmonique de Radio France, Filarmónica de Monte Carlo, Filarmónica de la BBC, Sinfónica de Bamberg, Orchestre de la Suisse Romande, Teatro Comunale de Bolonia y Sinfónica de Bournemouth. Su experiencia operística incluye La traviata en el Kirov, Tosca en Burdeos, La voz humana de Poulenc en La Cité de la Musique de París, Otello, Cavalleria rusticana, Gianni Schicchi y La condenación de Fausto en el Teatro San Carlo de Nápoles, La dama de picas y Andrea Chénier en Cagliari. Tras su exitoso debut en 2010 con la New Israeli Opera con Il barbiere di Siviglia, ha sido invitado para dirigir producciones hasta 2014. Este año ofrecerá el estreno mundial de una ópera escrita por el compositor Pierre Thilloy sobre texto del famoso dramaturgo francés Bernard Marie Koltès en la Ópera de Metz, y dirigirá Boris Godunov en el Teatro Massimo de Palermo y Jenufa con la Ópera de Israel. Ha actuado en prestigiosos festivales, como las Noches Blancas de San Petersburgo, Maggio Musicale Fiorentino, Rávena, Ravello, Aspen, Ljubljana, Granada, Bruckner de Linz, Lugano o Verdi de Parma. George Pehlivanian captó la atención internacional en 1991, cuando se convirtió en el primer americano que ganó el gran premio del prestigioso Concurso Internacional de Besançon a los 27 años. Nacido en Beirut, estudió piano y violín desde los tres y seis años, respectivamente. En 1975 emigró con su familia a Los Ángeles, donde estudió con Pierre Boulez, Lorin Maazel y Ferdinand Leitner. 19 JOAN CABERO realizó su formación musical y vocal en el Conservatorio Superior de Música de Barcelona y en la Hochschule für Musik de Stuttgart bajo la dirección de M. Pueyo y H. Lips. En el seno del Cor Madrigal de Barcelona obtuvo una sólida formación musical en el ámbito de la polifonía clásica. Fue tenor durante cuatro años en el Süddeutsche Madrigalchor de Stuttgart. Ha asistido a cursos de dirección coral con E. List, P. Cao y M. Cabero. Ha desarrollado una constante labor como cantante, en la que ha abordado un repertorio muy amplio, alternando regularmente el concierto, el oratorio y la ópera, participando en las temporadas de conciertos de las principales orquestas de España. Fue tenor lírico en el Teatro de Ópera de Dortmund durante dos temporadas. Formó dúo con el pianista Manuel Cabero, con el que obtuvo el segundo premio en el III Concurso Yamaha y el premio Schubert en el concurso F. Viñas (Barcelona, 1988), con él ha actuado en los festivales de Aix en Provence, Valladolid, Barcelona, Granada y Peralada. También ha colaborado con los pianistas A. Cardó, B. Jaume, J. A. Álvarez Parejo y M. Ariza. Fue director durante dos años del coro juvenil Cor Albada de Barcelona. En el año 2000 fundó en Madrid el Conjunto Vocal Leteica Música, dedicado a la interpretación de música romántica y moderna. En 2005 colaboró en dos producciones como asistente de dirección del Coro Nacional de España. Ha colaborado con la Fundación La Caixa como preparador de los conciertos participativos (El Mesías - Valladolid, 2008 y 2009 y Carmina burana - Madrid, 2009), como director invitado con el Coro de la Universidad Politécnica de Madrid y, recientemente, con el Coro de la Comunidad de Madrid. Desempeñó durante dos temporadas la subdirección del Coro del Teatro Real de Madrid. A finales de 2009 fue nombrado director artístico de la Coral de Bilbao y codirector del Coro de la Orquesta Sinfónica de Galicia. Desde septiembre de 2010 es director titular del Coro Nacional de España. ©Fernando BIOGRAFÍAS JOAN CABERO, DIRECTOR DEL CNE Marcos CONCIERTOS PARTICIPATIVOS VIERNES 10 Y SÁBADO 11 DE JUNIO DE 2011, A LAS 19.30 H AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA SALA SINFÓNICA MADRID grandes coros de ópera Obras de verdi, bizet, berlioz, mussorgsky, puccini, beethoven, mozart, borodin y gounod ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA CORO NACIONAL DE ESPAÑA PARTICIPANTES INDIVIDUALES DIRECCIÓN: JOSEP PONS venta de entradas a partir del 26 de abril Precio de las localidades: Zona A: 29 € | Zona B: 22 € | Zona C: 14 € ServiCaixa Taquillas Auditorio Nacional de Música Por teléfono: 902 33 22 11, mediante tarjeta de crédito, de 8 a 24 h Las 24 horas, por internet, en www.servicaixa.com Lunes: de 16 a 18 h Martes a viernes: de 10 a 17 h Sábados: de 11 a 13 h Tel.: 91 337 03 07 – 91 337 01 34 Red de Teatros del INAEM 21 La 501st Legion fue fundada en 1997 por Albin Johnson ID210 y ha extendido por todo el planeta la magia del bando imperial que creó George Lucas en 1977 para su película Star Wars. La 501st Legion colabora de forma oficial con Lucasfilm, siendo su imagen en eventos, convenciones, festivales de cine, etc. El principal objetivo de la 501st Legion es recaudar fondos para fines benéficos y colaborar con diversas organizaciones y fundaciones de ayuda a los niños y los más necesitados y difundir el mundo Star Wars. En España, la 501st Legion Spanish Garrison nació en 2004 y desde entonces ha crecido tanto en número de integrantes como en eventos, convirtiéndose en la organización más importante de España dentro del universo Star Wars. Su labor social incluye el mantenimiento de una colaboración desinteresada con entidades como ONCE, Cruz Roja, Make A Wish, Ronald McDonald House, American Cancer Society, Toys R’ Us, Fnac y Adidas, entre otras, así como la realización de multitud de visitas hospitalarias, en las que reparte regalos e ilusión entre los niños internos. Así mismo, existe una organización derivada de la 501st Legion llamada R2KT y avalada también por Lucasfilm. Dicha BIOGRAFÍAS 501st Legion organización se ocupa específicamente de concienciar acerca del cáncer pediátrico y de recaudar fondos para destinarlos a la fundación Make a Wish. La 501st Legion y el proyecto R2KT son reconocidos y avalados por Lucasfilm, y han dado nombre a un muñeco Stormtrooper 501st Legion y a un Droide Astromecánico llamado R2KT. La Spanish Garrison ha participado en multitud de eventos, como puede ser el Star Wars in Concert, de la mano de Lucasfilm, e incluso ha organizado actos oficiales de la 501st Legion, de gran magnitud a nivel nacional, como la celebración del 30 aniversario de El imperio contraataca, celebrado en la ciudad de Toledo, o el nombramiento de honor del actor de doblaje Pepe Mediavilla. La frase más característica de la 501st Legion es la siguiente: “Los chicos malos que hacen buenas acciones”, frase que a día de hoy los ha hecho ser quienes son, personas con una misma afición que disfrutan haciendo feliz a aquellos que lo necesitan. Desde 2009 la 501st Legion Spanish Garrison cuenta con un equipo directivo que promueve todo lo descrito con la máxima ilusión y entusiasmo: 501st Legion Spanish Garrison: Presidente: Carlos Camarena Ruiz Vicepresidente: Javier Lois Reclutador: Gian Franco Matteo Marante / Rubén Raspeño Muela Responsable de Web: Jaime Herraiz Arroyo Relaciones publicas: Dmian Vila / Fernando Fierro Pérez Responsable foros: Francisco Gallego Responsable proyectos benéficos zona norte: Olivia Martínez Martínez Responsable proyectos benéficos zona sur: Fernando Manuel Aranda García Responsable de artículos oficiales: Manuel Gómez Ambrosio Instructor de desfiles: Mario Ángel Navarro Arboledas Sede internacional: www.501st.com Sede nacional: www.legion501.com Proyecto R2KT:www.r2kt.com Sitio Oficial Lucasfilm: www.lucasfilm.com 23 Director artístico y titular Josep Pons Director emérito Rafael Frühbeck de Burgos Violines primeros Sergey Teslya (concertino)* Mauro Rossi (concertino)* Ane Matxain Galdós (concertino) Jesús A. León Marcos (solista) José Enguídanos López (solista) Salvador Puig Fayos (ayuda de solista) Miguel Ángel Alonso Martínez Laura Calderón López Antonio Cárdenas Plaza Jacek Cygan Majewska Kremena Gancheva Yoom Im Chang Raquel Hernando Sanz Ana Llorens Moreno José Francisco Montón López Mirelys Morgan Verdecia Rosa María Núñez Florencio Stefano Postinghel M.ª del Mar Rodríguez Cartagena Georgy Vasilenko Krzysztof Wisniewski Violines segundos Joan Espina Dea (solista) Laura Salcedo Rubio (solista) Javier Gallego Jiménez (ayuda de solista) Mario Pérez Blanco (ayuda de solista) Juan Manuel Ambroa Martín Nuria Bonet Majó Eduardo Carpintero Gallego Iván David Cañete Molina Aaron Lee Cheon* Francisco Martín Díaz Amador Marqués Gil Gilles Michaud Morin Rosa Luz Moreno Aparicio Federico Nathan Sabetay* Elena Nieva Gómez Alfonso Ordieres Rojo Francisco Romo Campuzano Roberto Salerno Ríos Pilar Rubio Albalá** ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA Violas Cristina Pozas Tarapiella (solista) Lorena Otero Rodrigo (solista)* Emilio Navidad Arce (ayuda de solista) María Ropero Encabo (ayuda de solista)* Carlos Antón Morcillo Virginia Aparicio Palacios Carlos Barriga Blesch Roberto Cuesta López Dolores Egea Martínez M.ª Paz Herrero Limón Julia Jiménez Peláez Pablo Rivière Gómez Dionisio Rodríguez Suárez Gregory Salazar Haun Humberto Armas Armas** Virginia Domínguez Rubio** Lorena Vidal Moreno** Violonchelos Miguel Jiménez Peláez (solista) Ángel Luis Quintana Pérez (solista) Mariana Cores Gomendio (ayuda de solista) Salvador Escrig Peris (ayuda de solista) Enrique Ferrández Rivera Adam Hunter Piotr Karasiuk Cisek* Zsófia Keleti* José M.ª Mañero Medina Nerea Martín Aguirre Susana Rico Mercader* Carla Sanfélix Izquierdo* Josep Trescolí Sanz Contrabajos Jaime Antonio Robles Pérez (solista) Antonio García Araque (solista) Ramón Mascarós Villar (ayuda de solista) Luis Navidad Serrano (ayuda de solista) Pascual Cabanes Herrero Pablo Múzquiz Pérez-Seoane Emera Rodríguez Serrano* Bárbara Veiga Martínez Sergio Fernández Castro** Héctor Sapiña Lledó** Arpas Nuria Llopis Areny Flautas Juana Guillem Piqueras (solista) José Sotorres Juan (solista) Miguel Ángel Angulo Cruz Antonio Arias-Gago del Molino José Oliver Bisbal (flauta-flautín) Oboes Víctor Manuel Ánchel Estebas (solista) Robert Silla Aguado (solista) Vicente Sanchís Faus Rafael Tamarit Torremocha Fermín Clemente Bo** Clarinetes Enrique Pérez Piquer (solista) Javier Balaguer Doménech (solista) Eduardo Raimundo Beltrán (clarinete bajo) José A. Tomás Pérez Carlos Casadó Tarín (requinto) Fagotes Enrique Abargues Morán (solista) Vicente J. Palomares Gómez (solista) Miguel Alcocer Cosín José Masiá Gómez (contrafagot) Miguel José Simó Peris Trompas Salvador Navarro Martínez (solista) Rodolfo Epelde Cruz (solista) Javier Bonet Manrique Antonio Colmenero Garrido Carlos Malonda Atienza (ayuda de solista) José Enrique Rosell Esterelles Salvador Ruiz Coll Manuel A. Fernández Olivares** Trompetas Manuel Blanco Gómez-Limón (solista) Adán Delgado Illada (solista)* Juan Carlos Alandete Castillo (ayuda de solista) Antonio Ávila Carbonell Vicente Martínez Andrés Vicente Torres Castellano Trombones Edmundo José Vidal Vidal (solista) Juan Carlos Matamoros Cuenca (solista) Enrique Ferrando Sastre Francisco Guillén Gil (trombón bajo) Rogelio Igualada Aragón Jordi Navarro Martín* Enrique Cotolí Ballester** Tuba Miguel Navarro Carbonell Percusión Juanjo Guillem Piqueras (solista) Rafael Gálvez Laguna (solista) Pascual Osa Martínez (ayuda de solista) Félix Castro Vázquez Pedro Moreno Carballo Antonio Picó Martínez** José Andrés Sáez Ruiz** Piano/Celesta Gerardo López Laguna** Avisadores Francisco Osuna Moyano (jefe de escenario) Juan Rodríguez López * Contratados ONE ** Músicos invitados para el presente programa 25 Director titular Joan Cabero Subdirector Miguel Ángel García Cañamero Sopranos Margarita Arguedas Rizzo Irene Badiola Dorronsoro M.ª Pilar Burgos Aranda Francesca Calero Benítez Marta Clariana Muntada Idoris Verónica Duarte Goñi Yolanda Fernández Domínguez Elisa Garmendia Pizarro Pilar Gómez Jiménez Patricia González Arroyo María Grzywacz Agnieszka Carmen Gurriaran Arias Gloria Londoño Aristizabal Dolores Lopo Plano Celia Martín Ganado Catalina Moncloa Dextre Lilian Moriani Vieira M.ª de los Ángeles Pérez Panadero Carmen Rodríguez Hernández Carmen Ruiz Serrano Rosa María de Segovia García Carolina del Solar Salas Diana Kay Tiegs Meredith Rosario Villamayor Urraca CORO NACIONAL DE ESPAÑA Contraltos Miren Astuy Altuna M.ª Dolores Bosom Nieto M.ª José Callizo Soriano Isabel Caneda Schad Ángela Castañeda Aragón Yang-Yang Deng Ana M.ª Díaz Gómez Inmaculada Egido García Ester Estremera Urabayen Mayda Galano Guilarte (jefa de cuerda de contraltos) Ana Jodar Siles Carmen Lominchar García Helia Martínez Ortiz Manuela Mesa Pérez Adelaida Pascual Ortiz Ana María Pérez-Iñigo Rodríguez Pilar Pujol Zabala María Ana Vassalo Neves Lourenço Daniela Vladimirova Vladimirova Tenores José M.ª Abad Bolufer Fernando Aguilera Martínez Pablo Alonso Gallardo David Cabrera Valenzuela Santiago Calderón Ruiz Fernando Cobo Gómez Francisco Javier Gallego Morales Enrique García Requena José Hernández Garrido Ariel Hernández Roque (jefe de cuerda de tenores) César Hualde Resano Ignacio de Luxán Meléndez Manuel Mendaña García Helios Pardell Martí Daniel Adolfo Rey-Grimau Garavaglia Juan Manuel Sancho Pérez Federico Teja Fernández Bajos Abelardo Arguedas Rizzo José Bernardo Álvarez de Benito Jaime Carrasco González Eliel Carvalho Rosa Eduardo Córcoles Gómez Hugo Abel Enrique Cagnolo Juan Pedro García Marqués Carlos Jesús García Parra Emilio Gómez Barrio Manuel de las Heras Gómez-Escalonilla Pedro Llarena Carballo (jefe de cuerda de sopranos) Luis Antonio Muñoz Martínez José María Pérez Bermúdez Alesander Pérez Fernández Jens Pokora Ángel María Rada Lizarbe Luis Rada Lizarbe Francisco Javier Rodríguez Morera Ángel Rodríguez Torres Francisco Javier Roldán Contreras Gabriel Zornoza Martínez (jefe de cuerda de bajos) Arnulfo O. Ramírez García* Jason Willis-Lee* Pianistas Fernando Sobrino Fernández Sergio Espejo Repiso Auxiliar de coro Gabriela Pérez Monterrubio * Cantantes invitados para el presente programa 27 Director técnico Ramón Puchades Producción y abonos Pura Cabeza Directora adjunta Belén Pascual Gerencia Purificación García (Contratación) Amalia Jiménez (Administración) María Morcillo (Administración) Rosario Laín (Cajera pagadora) María Ángeles Guerrero (Caja) Gerente Elena Martín Asistente a la dirección artística Federico Hernández Coordinador de publicaciones y documentación Eduardo Villar Coordinador de proyectos pedagógicos Rogelio Igualada Coordinador técnico del CNE Agustín Martín Secretario técnico de la ONE Salvador Escrig Relaciones públicas Reyes Gomariz Comunicación Adela Gutiérrez Equipo técnico Secretaría de dirección técnica Pilar Martínez Secretarías técnicas Paloma Medina (Secretaría ONE) María Jesús Carbajosa (Secretaría ONE) Rosa Aguilar (Secretaría ONE) Marta Álvarez (Secretaría CNE) Documentación Begoña Álvarez (Documentación) Mercedes Colmenar (Biblioteca) Isabel Frontón (Documentación CNE) Lourdes Rodríguez (Archivo ONE) Archivos OCNE Victoriano Sánchez Rafael Rufino