Aflo XXXIX Pamplona 24 de julio de 1933 NO DE LA "BIBLIOTECA CATÓLICO PROPAGANDISTA, Núm. 920 ADMINISTRACIÓN, ESTAFETA, 31 DIRECCIÓN, NAVAS DE TOLOSA,23,£ S Son días de vivir una vida cristiana en toda su plenitud y en toda su amplitud. Cumpliendo con fidelidad todos los deberes. R. don V. M.: Dice usted bien: estamos pasanAceptando con generosidad todas las necesarias redo horas de prueba. nunciaciones. Son de eso, de prueba. Arrostrando con valor indomable todos los necesarios Hay que probar muchas cosas que dábasacrificios. Demostrando en todo y siempre que somos mos por inconcusas y tenían verdaderos discípulos de Crismucho de apariencia y poco de to, seguidores de su Doctrina, fondo. cumplidores de su Ley, imitaHay que probar nuestra fe dores de sus virtudes. cristiana, y hay, además y soSin desmayos. bre todo, que probar nuestra Sin encogimientos. vida cristiana. Sin mixtificaciones. Como cumple a quien en Él Zarandeados como trigo en cree, y en Él espera, y a Él la era, hay que probar que soama. mos puro trigo candeal. ¿La paja? Hay que dejar que Pasarán estos días de prueel viento se la lleve y demosba. ¿Cuándo? Dios lo sabe. trar que es pequeño el monNo pasarán, sin embargo, sin tón del buen trigo que queda que antes hayamos probado la luego. firmeza de nuestra fe y de nuesNo basta hacer profesión de tra esperanza, y la fervorosa fe; es preciso hacer confesión sinceridad de nuestro amor. de fe. ¿Con palabras tan solo? Probar eso es el deber más No; con obras de fe además. imperioso en estas horas de Vivimos en pleno plan de prueba. persecución de la Iglesia. Esta¿Después? Rendida sumisión mos, por consiguiente, en días a las indicaciones y exhortaciode amargura y de desconsuelo. nes de los Obispos, a quienes Hay que demostrar que senpuso el Espíritu Santo para retimos en lo más hondo del algir la Santa Iglesia. ma los agravios que a la MaSon nuestros Pastores; hay PAMPLONA. - Fachada principal del Convento de los Padres Paúles dre Iglesia se hacen y los males que seguirles. Son nuestros JeFoto- A. Sarcia Deán que la amenazan. fes; hay que obedecerles. No son días de esparcimiento, sino de llanto. No son Quien a ellos oye, a Cristo oye. Quien a ellos despredías de placer, sino de penitencia. No son días de vanicia, a Cristo desprecia. dad, sino de austeridad. No son días de indiferencia, sino Vana es la fe sin las obras de fe. de fervor. Vana es también la fe sin la rendida sumisión a núes- EPÍSTOLA 210 LA AVALANCHA tros legítimos Pastores en unión con el Pastor supremo, el Padre Santo, Vicario de Cristo en la tierra. Así y sólo así seremos invencibles. Así y sólo así mereceremos del Señor que abrevie los días de la prueba. Termina usted su epístola con esta pregunta: ¿Veré yo, que ya tengo mis años, e! reinado de Cristo? Permítame que le diga: lo sabe Él, y nadie más que Él. Lo que usted debe saber es esto: reine Él en usted, y antes de morir habrá gustado las dulzuras de su reinado. ¡Oh, las almas en que El reina, gustan por anticipado de las suavidades del cielo! M. DE STA. CATALINA. El Santo Patrón de España LORIOSA y veneranda tradición de España es la venida del Apóstol Santiago a nuestra nación para difundir entre sus habitantes la doctrina del Evangelio, en conformidad con el precepto de Jesucristo al abandonar su vida mortal. Tradición que, perpetuada con el monumento de! Pilar de Zaragoza, es uno de esos hechos misteriosos que han sido origen de anales brillantes en los fastos de nuestra historia patria; pues produciendo un entusiasmo santo en los pechos d¿ los españoles, arrebatados éstos de bélico furor, fueron factores de episodios heroicos, que, compendiados en colosal epopeya, salvaron a España del poder formidable de los enemigos de la Religión sacrosanta del Crucificado. Como todas las tradiciones españolas, la referente al Apóstol Santiago y su intervención sobrenatural en las batallas libradas contra los agarenos sólo es propia de la España cristiana, de su carácter siempre grande, siempre heroico, jamás vencido, lo mismo en las asperezas de Covadonga contra el ejército de Alkamak, que en los campos cataláunicos contra los hunos; lo mismo en la vega de Granada, apoderándose del último baluarte de los mahometanos, que en Havta, haciendo prisionero a Francisco I; lo mismo cercenando el formidable poder del turco en el golfo de Lepanto, que reduciendo al coloso europeo Napoleón I a la mísera condición de un simple desterrado, muerto en Santa Elena, confuso y aturdido por la ignominia y el oprobio que un pueblo, pequeño para la gloria de sus capitanes, arrojó en la frente del orgulloso conquistador, del mayor guerrero que vieron los siglos, en Bailen y Zaragoza. ¡Si! el nombre de Santiago, Patrón de España, va unido a la historia de nuestra nación en consorcio admirabilísimo; él es el origen de inmarcesibles glorias y legítimas grandezas; nombre sublime, a cuyo grito solamente se enardecían los ánimos de nuestros soldados, que con bélico entusiasmo diezmaban los ejércitos árabes, amedrentados y acosados por el miedo y el terror. ¡Santiago y cierra España! era el conjuro mágico a cuyos ecos se abrían para nuestra patria nuevos horizontes de gloría y de conquista. ¡Qué dos nombres, brillantes como soles! Aquel español, por lo tanto, que sienta las alegrías de su patria, que se regocije con sus victorias, que se honre con sus glorias, no podrá menos de pronunciar el nombre bendito de Santiago con verdadera fruición, y al llegar su festividad, suplicarle ampare a nuestra patria, rogando a Dios se sirva ampararla contra los enemigos de nuestra Religión y nuestra querida España. Que así como los antiguos caballeros de su Orden esclarecida combatían al enemigo muslim y defendían a los peregrinos de sus acometidas, curándoles de sus enfermedades y asistiéndoles con cariñosa solicitud en su peregrinación a Santiago de Galicia, también nosotros y nuestra España necesitamos auxilio contra enemigos que nos asedian, y padecemos plagas sociales que merecen radical y enérgico remedio. ¡Gloria a Santiago! ¡Loor al Patrón de España! J- El nuevo Azobispo de Toledo, Dr. Goma L día 2 del corriente tomó posesión personal del Arzobispado de Toledo el Excmo. señor Dr. D. Isidro Goma y Tomás, tan admirado y querido en nuestra (ierra navarra, a la que, gracias a Dios, sigue ligado el ilustre Prelado como Administrador Apostólico de la diócesis de Tarazona, que comprende importantes pueblos de nuestra Ribera y de la diócesis de Tudela. De la solemnidad que revistió este memorable acto tienen noticia nuestros lectores por las reseñas que ha publicado la prensa diaria. LA AVALANCHA, en nombre de todos sus amigos, reitera su afectuosa felicitación al celoso Arzobispo de Toledo y pide a Dios nuestro Señor le conceda todo género de gracias. El conocido escritor católico D. Severino Aznar acaba de publicar este interesante artículo, que verán con agrado los lectores en nuestra revista. "El domingo 2 de julio hizo su entrada en Toledo su nuevo arzobispo, ei Dr. Goma. Hasta hace unas semanas era obispo de una modesta diócesis de Aragón; tiesta hace muy pocos años era prebendado de una catedral catalana. Ha pasado una larga vida en el silencio, oscurecido, desconocido, consagrado al estudio y a la evangelización. Era orador elocuente, era escritor meduloso, era profesor estimado, era sacerdote enamorado de su vocación y de su misión, con una fe r tbusta y una vida irreprochable. Eso le bastaba, y vivía contento en la oscuridad, sin esperar y sin pedir. Hace muy pocos años, un día, le dicen: —Conviene que vaya a dirigir la diócesis de Tarazona. Un poco sorprendido, pero dócil a las órdenes de la Iglesia, dejó el rinconcíto de su estudio y el claustro de su Catedral, y se trasladó a Tarazona. Hasta entonces sólo unos pocos le conocían y admiraban. Su nueva diócesis, humilde y pequeña, le dejaría vagar para las ocupaciones de su ensueño, llevar vida recogida, estudiar, escribir. Y así fue. Allí pudo continuar sus publicaciones y preparó sus cuatro volúmenes sobre "El Evangelio explicado,,; la reedición de su libro fundamental sobre "La familia según el Derecho natural y cristiano», acaso el más sólido y completo que sobre ese tema tan actual se ha publicado en España; la glosa magnífica de la Encíclica "Casti Connabii9, su libro "El Matrimonio,,, que he tenido el placer de recomendar con frecuencia a mis discípulos, porque da claridad de luz solar a aquella Encíclica difícil, vidriosa, valerosa y actualísima, en la que Pío XI no se limita a dar un eco resonante de la tradición cristiana sobre el matrimonio, sino que aborda los problemas más candentes y crudos, los sociales como los económicos y biológicos, reveladores de la crisis por que está pasando la institución matrimonial en el mundo. Allí publicó sus ensayos sobre "Los deberes cristianos de patria y los deberes de la hora presente.,, "Por la justicia. Los Bienes de la Iglesia,,, entre otros estudios de carácter ascético o exegético. Esta fecundidad, solidez y actualidad de sus publicaciones agrandaron su fama y el sector de sus admiradores. En la administración de su diócesis pudo hacer ostensibles, sin pretenderlo, sus dotes de gobierno, su pru- LA AVALANCHA dencia, su celo, su férvido espíritu sacerdotal. Y un día el Cardenal Segura organiza un Congreso Católico, hace para él una selección de oradores eclesiásticos, y entre ellos aparece ya en Madrid el Dr. Goma, obispo de Ta« razona. Fue la primera vez que le oí hablar, y al día siguiente escribía: •Esta tarde me he asomado al Congreso y he oído a uno de sus oradores. Era un Prelado de fuerte complexión, de estatura procer, de semblante y apostura llenos de severa dignidad. Su lección me ha hecho una impresión abrumadora. Ha sido magistral, de forma espléndida, estallante médula de ideas. Sus períodos son amplios, un poco fastuosos, perfectos. Dichos, hubieran desatado tempestades de aplausos. Pero estaban cargados de pensamientos, densos, de una macidez imponente, y eso valía más. Se le oía con embeleso, pero deleitará y aprovechará más al lector, que podrá releerla y meditarla. Ha tenido una gran ovación. Al salir, un grupo la comentaba gozosamente. —¿Todos han sido así?—preguntó. —No, esto es quizá lo mejor que se ha oído en el Congreso, con haberse oído lecciones magníficas—ha dicho uno. Y un religioso, culto escritor, le ha rectificado así: — Puede quitar el "quizá, sin hacer injusticia a nadie.» Pero el concepto que poco a poco me iba yo formando del ilustre Prelado y la valoración cada vez más alta que iba haciendo de su enorme capacidad, personalidades más altas y más próximas a él la iban haciendo también y con más justeza y eficacia. Y esa es la explicación de que sin pasar por otras Diócesis de mayor compromiso, ni siquiera por el arzobispado, lo veamos hoy saltar desde ia Diócesis humilde, recogida en las faldas del Moncayo, a la primera Archidiócesis, la primada de Toledo. « •* Debió sorprenderlo este honroso nombramiento cuando estaba planeando su último libro, recio volumen de cerca de 700 páginas, que acaba de publicar con el título 'Jesucristo Redentor,. Lo ha escrito para colaborar a los propósitos del Papa, a su ardiente deseo de que la cristiandad celebre con emoción y con unción, este año, el XIX centenario de la Redención, para "dar a conocer a Jesucristo cada día con amplitud y profundidad mayor». Jesucristo—dice con palabras que son un lamento —es el gran desconocido; en algunos medios casi lo es tanto como en el Areópago donde lo predicó San Pablo,; para responder como Prelado, "al agravio de una orientación anticristiana de toda la vida,, en el Poder Público, con una obra intensa de evangelízación, como un tributo de adoración a Jesucristo, como un aíán irreprimible de amarlo, y más ahora que se ve más perseguido; con la ilusión y el ansia de conseguir que otros muchos lo amen y lo adoren. Dedica sus 18 capítulos a exponer los 18 aspectos de la vida de Jesús que sin duda más le han impresionado: a la Encarnación de Jesucristo, a su Nacimiento, a su Nombre, a su Epifanía, a su Realeza, a su Sacerdocio, a su Magisterio, a los aspectos humanos de su vida, a su última Cena, a su oración en Gethsemaní; lo presenta como hombre—tipo en su divinidad;—lo estudia en su agonía y en su muerte, en su resurrección, en el cielo y en la historia. No es una obra de fría erudición ni de exégesis sutil; es un ascua con la que quiere abrasar almas, presentándoles la figura de Jesús adorable tal como fue, como el ideal al que deben aproximarse, como el modelo que deben copiar, como Padre y Redentor. Cada capítulo es una homilía, una apología o un ensayo. Sus clásicos son los Evangelios; sus modelos, los maestros de nuestra Mística. Se ve que ha bebido su doctrina y hasta su estilo, en el de aquellos en los que prevalece la frondosidad amplificadora, el ímpetu del fervor y la ternura en que parece desleírse un alma en contemplación amorosa... Maestro en ciencias eclesiásticas, recoge los ecos destemplados, agrios o rencorosos de la herejía, los errores, objeciones y argucias que a lo largo del tiempo se han sembrado alrededor de la gran figura del Redentor. A l - 21! guno de los capítulos toman por eso el corte de estudios apologéticos. Pero, en general, eso no es lo que en ese libro busca. "Llamamos la atención de todos los redimidos sobre la obra inefable de la humana redención llevada a cabo por Jesucristo,, dijo el Papa en diciembre último al acordar el XIX centenario de la misma. El nuevo Arzobispo de Toledo ha querido hacer de su último libro una bocina de resonancia de la voz del Papa. Que este año recuerden con íntima emoción los redimidos a su Redentor y la obra cumbre, divina, de la Redención. * ** La Escritura, los Santos Padres, la Teología, la Historia eclesiástica, la Arqueología cristiana, la Liturgia, la Ascética, he ahí las ciencias que han dejado huellas l u minosas en las obras del Dr. Goma. Pero ya en sus ú l timos escritos, sobre todo a partir de su gran discurso en el Congreso Católico de Madrid, aparece la preocupación de "lo social,. Ha entrado en esa zona temerosa, candente, hervidero de pasiones, campo de luchas feroces, escaparate de las grandes miserias y de los grandes dolores colectivos, tierra que cede y se agrieta, dejando al aire y en peligro cimientos del edificio social, con no poco de susto. Al menos, esa es ia impresión que me da. Vivió muchos años en la paz de la oración y en el remanso de la ciencia. De repente se vio en medio de las luchas fragorosas, espantado por los ayes de dolor y los rugidos de la desesperación. Era otro mundo. Pero su clara inteligencia, su gran corazón y sobre todo el conocimiento vivo que tiene de Jesucristo, que se compadeció de las turbas, que amó y fue amado por el pueblo, y que nos ha dado el sentido de la justicia, dá la caridad y de la abnegación, le han dado rápida y dolorosa comprensión del problema. Y hoy tiene ya lo que podría llamarse un robusto y profundo "sentido social,. Y ese sentido social, que es a la vez venero de pensamiento y de acción, es para los católicos una nueva fuente de esperanza. SEVERINO AZNAR. EN LA PRÓXIMA FIESTA DE SAN IGNACIO Wartburg y Loyola I. Lucha de espíritu L 4 de mayo de 1521, los días mismos en que el capitán Iñigo de Loyola y su hermano don Martín conducían a Pamplona las tropas auxiliares de Guipúzcoa, un pelotón de jinetes del elector Federico de Sajonia sorprendía en las cercanías de Eisenach a Lutero y le conducía cautelosamente al célebre castillo de Wartburg. Con aquel ataque simulado pretendía el elector nada menos que librar de la muerte a su protegido el heresiarca, a quien el emperador Carlos V y la Dieta de Worms proscribieron después como hereje contumaz y protervo. Pocos alcázares más venerables contaba el Sacro Romano Imperio germánico que Wartburg, la antigua residencia del Landgrave de Turingia, erguida a 173 metros sobre un cerro de tajadas rocas. Edificada en 1070 por Ludwig dem Springer, hicieron de ella sus sucesores, particularmente el conde Hermann I (1190-1217), no solo una fortaleza inexpugnable, sino un verdadero templo del arte, nidal de trovadores y aun morada de la santidad. Morada de la santidad también, pues a pesar del lujo y las libertades de Hermann, él fue quien trajo al castillo, ofreciéndole la mano de su vastago Ludwig, a la /* rl.-'' 212 LA AVALANCHA en vez de los altivos torreones germanos, la solidez mohija angelical de Andrés II de Hungría, que la historia desta de las casas-torres vascongadas, con sus reminisconoce con el nombre de Santa Isabel de Turingia, y cencias de caserío; retratos conocidos de familia en luprecisamente en aquellos espléndidos muros desplegó gar de las siluetas de príncipes extraños; el rumor de la las galas de su oración, de su beneficencia y de su cascontigua arboleda sustituyendo al silencio de las rocas tidad fragante. tajadas y al graznido de los cuervos. Solo que en LoyoPara los tiempos de Carlos V, el castillo había perdila no habían habitado santos; cuando mucho, hablarían do su antiguo esplendor: en 1440 dejó de ser residencia tal vez de Santa Isabel de Turingia ciertos olvidados inde los condes de Turingia, y cuando Lutero penetró en folios que tenían allí arrinconados las mujeres de la casa. su recinto, el 4 de mayo de 1521, más le pareció cárcel En su larga convalecencia trata también Iñigo de masolitaria en que el graznido de los cuervos suscitaba intar la soledad y el silencio. Pero nada de perturbadores quietantes fantasmas, que vergel apacible, evocador de fantasmas. ¿Por qué iba a inquietarse él de su pasado, trovas medioevales y de la silueta y los aromas de ni torcer el rumbo de su vida? ¿Había-sido acaso Pamuna santa. Pero, ¿qué remedio le quedaba al reformador plona un escarnio a su apellido? ¿No resplandecían preturbulento, si quería huir de la persecución combinada cisamente con nuevos arreboles las franjas del escudo del Emperador y el Papa? Vistióse de labriego, tomó el oñacino y cobraban nuevo vigor los lobos del de Loyola? seudónimo de Junker Georg y preparóse a matar el ¿Por ventura, no iban a convertirse las modestas ojivas tiempo y la soledad en aquel cuarto que la tradición y la de la casa-torre en arcos magníficos, dignos de la dama paleta protestantes han conservado intacto hasta nuesregia en quien soñaba? tros días. Y tanto soñó, en efecto, en su ventura venidera, que ¡Matar tranquilamente el tiempo...! No iba a serle tan deseó apacentarla con los libros soñadores de caballefácil, después de tres años de ruptura abierta con el Parías. Wartburg le hubiera tal vez brindado, en desfile pado y con la Iglesia. Los gritos de la conciencia podían fantástico, el cortejo de apuestos trovadores rubios y de penetrar allí donde no llegaban los arcabuceros del Céresplandecientes doncellas que introdujo a Santa Isabel sar. "Qué duro es—escribía a ios pocos días, desde su retiro—, qué duro es enconal ajcázar de Hermann; la trarse con la propia concienretirada vivienda guipuzcoacia, si se ha vivido largo tiemna no supo ofrendarle sino po en prácticas tan impías y dos gruesos tomos con la Vierradas como la de los pada de Cristo y de los Santos. pistas. „ Mas en aquellos libros venía embozada una voz mis¿Y por qué tan duro? ¿No teriosa, cuyo timbre, a pesar era Wartburg, antes floredel tono diverso, recordaba ciente, ruinoso ahora, un la de la alcoba de Wartburg. símbolo de la Edad media Allí decía melancólicamenque se desmoronaba ante el te el fraile apóstata: "¿Has empuje y la luz del nuevo de ser tú el único sabio? Y evangelio de Lutero? Oigá¿qué sería si el equivocado mosle a él mismo: fueses tú y arrastrases con"Cuántas veces—escribía tigo a tantos al error y a la —temblaba de pavor mi cocondenación eterna?B Aquí razón al formularme este rerepetía, jubilosa y enérgiproche, el mejor fundado y ca, al capitán guipu?coano: el único firme: ¿Has de ser "Santo Domingo hizo esto; tú el único sabio?... Luego, San Francisco hizo esto; pues ¿se equivocan los demás inyo lo tengo de hacer,. numerables hombres? Luego, ¿han errado tantos siglos? Lutero quiso huir colérico Y ¿qué sería si el equivocade sí mismo; Ignacio se redo fueses tú, y arrastrases plegó suavemente al interior. contigo a tantos al error y a Escribió Lutero, lívido de Casa solar cié Loyola la condenación eterna? „ ira: "El que no muerde o insulta nada consigue; si amonestáis a los papas en toPero Lutero no pensaba en retroceder en el camino nos respetuosos, os lo tomarán a lisonja y creerán tener emprendido. Angustiado y colérico, se asía a los textos derecho a no corregirse.» Susurró lo voz al oído de Iñide la Escritura que le parecían favorables, y confiaba acallar sus remordimientos insultando al Papa y a los go: "Qué he hecho por Cristo, qué hago por Cristo, qué debo hacer por Cristo.„ obispos. "Apenas me bastaban—escribe—los textos más claros de la Escritura, para conformar mi conciencia y Junker Georg se revolvía calenturiento en la cama y decidirla a embestir al Papa anticristiano, a las Universaltaba alfinde ella, emprendiéndola con el enorme pesidades, cuevas de crímenes...0 En la perturbación conrro diabólico; el antiguo capitán de Loyoia abandonaba a gojosa de la lucha interior, parecíale que los gritos de su altas horas de la noche el lecho, y fijos los ojos en la conciencia tomaban cuerpo, y que los escuchaba percepbóveda celeste, dejaba correr las lágrimas por las mejitiblemente entre los rumores y sobresaltos de la noche. llas y las aspiraciones de santidad por su espíritu. Su imaginación calenturienta, influida por la soledad, el Aunque, alfin,¿no era Lutero el fraile que tenía hesilencio, el cambio de vida, los malestares corporales y cho voto de castidad? ¿No era Iñigo el soldado desgarralas viejas creencias supersticiosas, "era víctima—dice el do y vano "que había sido tentado y vencido del vicio médico Ratzberger, amigo y confidente suyo,—de especde la carne? r tros e inquietantes fantasmas,; y no solo oía, sino creía II. Castidad e impureza ver al diablo que, en figura de enorme perro negro, venía a perseguirle en su mismo cuarto. Esa fue la nueva tormenta que estalló rugiente sobre el doctor de Wittenberg. En carta del 13 de julio de 1521, Sucedía todo esto entre mayo y diciembre del año escribía confidencialmente a su amigo Melanchton: "Me de 1521. abraso en los grandes fuegos de mi carne no domada... Entre tanto, allá lejos, en los oscuros castañares de Ocho días hace que ni escribo, ni oro, ni estudio, parte Loyola, los primeros días de junio, otro pelotón de solatormentado por las tentaciones de la carne, parte por dados introducía al herido de Pamplona en la propia cael estreñimiento. Pide por mí, porque estoy en esta solesa solariega. También a él le habían arrancado a la fuerdad hundido en pecados.» za del torrente de la vida, y también iba a ser una fortaleza medioeval la que contemplara las luchas de su es¿Se acordaría entonces de acudir a la capilla del caspíritu, Fortaleza, es verdad, muy diversa de Wartburg: tillo? ¿No sería, al menos, luz y fortaleza el recuerdo LA AVALANCHA amable de Santa Isabel de Turingia? Otros negocios le preocupaban más fuertemente. Hacía algún tiempo que Karistadt y otros parecidos personajes le empujaban a atacar el voto de castidad de los religiosos, probando su nulidad por ser contra el Evangelio. Las espantosas consecuencias del paso le aterraron al principio, y todavía en agosto de 1521 escribía desde Wartburg a Espalatin: "¿Qué cosa puede haber más peligrosa que impeler al matrimonio a una multitud tan grande de célibes, sin más fundamento que lugares tan inciertos e inseguros de la Escritura?, Pero a continuación añade esta cláusula, escrita, ya se ve, cuando más arreciaban las tentaciones deshonesias: "También yo deseo que eso de la virginidad quede a la libre elección de cada cual, como quiere el Evangelio; pero aun no veo con suficiente claridad cómo he de probarlo., A fines de agosto se refleja parecida situación en sus cartas: "Padezco — escribe—terrible martirio, porque aun no veo en este asunto solución aceptable.. Naturalmente, apunta muy a tiempo Grisar, que tales fatigas habían de ir al fin coronadas del éxito. Cinco semanas más tarde, escribía a Melanchton: "Me parece que ahora puedo proponer, con toda confianza, cómo se ha de acabar este negocio. El raciocinio se ha de formular así: quienquiera que haya hecho su voto contra la libertad del Evangelio, queda libre de toda obligación, y sea su voto anatema. Es así que se ha de considerar como a tales a suantos lo hayan hecho para buscar la salvación o la justicia, que está únicamente en la fe en Cristo y no en nuestras obras, y la mayor parte de los votantes han procedido con esta intención; luego es claro que su voto es impío, sacrilego, contrario al Evangelio, nulo y digno de anatema.„ Los lugares inciertos e inseguros de la Escritura le parecían ya muy claros; como que en noviembre tenía edificado sobre ellos su infausto libro sobre "Los votos religiosos,,. Sólo le quedaba el pequeño escrúpulo de si podría aplicarse a sí mismo aquel principio tan elástico de la libertad evangélica. *Si al hacer mis votos—continúa en su carta a Melanchtoi.—hubiera tenido presente este raciocinio, no los hubiera hecho. Aunque no estoy cierto del sentimiento con que los pronuncié, temo que lo hice impía y sacrilegamente. Después de hechos, mi padre carnal, que había recibido gran disgusto por ello, me dijo, cuando se encontraba ya más tranquilo: si no habrá sido todo ello un hechizo del diablo... Esta frase echó tan profundas raíces en mi corazón, que ninguna de sus palabras se me ha grabado tanto. Yo creo que habló Oíos por su boca.» Y ¡claro está!, si habló Dios por su boca, bueno sería ir pensando en Catalina Bora, Aunque, ¿qué dirían de ello los papistas? Untó en hiél su pluma de ave, y escribió rápido y tempestuoso: "Mira cómo abren sus fauces y dicen: cuidado que le pesa el hábito a ese fraile, y con qué gusto se echaría mujer! Pero, déjalos que muerdan ellos, los inmaculados, los santos, los que se pintan a sí mismos como si fueran de hierro y de piedra. Tú, entretanto, no niegues que eres hombre, hombre de carne y hueso, y deja que Dios juzgue enire los robustos héroes angélicos y los enfermos despreciados pecadores. Así reconocerás quiénes son ésos que de tan grande pureza blasonan..., y caerás en la cuenta de que su tan alabada castidad no es digna de que la huelle con su tacón una mujerzuela.. De habérselo oído Iñigo, ¿hubiera permanecido en la vaina la fiera hoja toledana, dispuesta poco después a ensangrentarse en el moro blasfemador de la Virgen? Aunque el moro tiznó la honra de la Madre, que era inmaculada, y Lutero hablaba de los hijos, que no lo eran tanto, Ignacio, al menos, no era ya de los que blasonaban de sus propias fuerzas. No en su pasada vida pecadora, sino en la imagen bendita del oratorio antiguo, en las oraciones de la Virgen de Olaz, en las transcripciones amorosas de las palabras de María, hechas en Loyola con tinta azul y esmerada letra, confiaba él encontrar la fuerza necesaria para cumplir el voto de castidad que 2'3 pensaba hacer en la próxima peregrinación a Aránzazu y Monserrat. Y efectivamente, antes de salir de Loyola sucedió un hecho inusitado, que él mismo relató, años adelante, minuciosamente a su confidente el portugués González de Cámara: •Estando una noche despierto—dice Cámara, transcribiendo a Ignacio—vio claramente una imagen de Nuestra Señora con el santo Niño Jesús, con cuya vista por espacio notable recibió consolación muy excesiva, y quedó con tanto asco de la vida pasada, y especialmente de cosas de carne, que le parecía habérsele quitado del ánimo todas las especies que antes tenía en ella pintadas. Así, desde aquella hora hasta agosto del 55 que esto se escribe, nunca más tuvo ni un mínimo consenso en cosas de carne; y por este efecto se puede juzgar haber sido la cosa de Dios, aunque él no osaba determinarlo, ni decía más que afirmar to susodicho.. La Virgen, símbolo augusto de la tradición católica, había contestado en el camarín de Loyola a las invectivas luteranas de Wartburg! Y salieron los dos personajes, cada uno a llenar su carrera: Ignacio en febrero de 1522, Lutero el 1 de marzo de 1522; el protestante, acometedor, plantado en la mirada y recio en la mandíbula; el católico, adelgazado por la penitencia e inflamado por la entrega total en el servicio de su nuevo Rey. III. Wartburg y Loyola El siglo XIX lo ha sido de las glorificaciones de Wartburg. Magníficos frescos recuerdan a Isabel de Turingia; se ha dejado intacta la alcoba de Lutero, como si fuera un relicario. ¿Podía olvidar Guipúzcoa a su Loyola? Mármoles en la cúpula, oro y pedrería en el camarín, el tranvía serpenteador en la ladera. Pero todo eso no sería nada si no lo acompañara lo que San Ignacio pide de sus guipuzcoanos: fe viril en la vida pública; pureza en la juventud y en el hogar; fidelidad a las inspiraciones en el santuario secreto de la conciencia. PEDRO LETURIA, S. J. Recordando las fiestas de Santa Ana Después de la proclamación de la República, la procesión de Santa Ana ha sido suprimida en Tíldela. I Llorando, llorando, mis versos escribo, pensando en Tíldela, esa patria que tanto he querido, esos hijos que son mis hermanos, ese nido que ayer fue mi asilo; los hogares que fueron mí cuna, y las tumbas que guardan tos míos, y sus cielos de auroras tan bellas, y sus campos de flores vestidos, y sus templos dó mi alma ¡nocente se meció en los misterios divinos; esas cosas que siempre he amado con santo cariño, esas cosas que añoro hoy, llorando con quedos gemidos. Llorando, llorando, at recuerdo del pueblo bendito, de la noble ciudad de Tudela, cuya historia gloriosa es un himno de fe, de virtudes, de alto patriotismo; recordando las fiestas gloriosas que hoy celebra con gran regocijo LA AVALANCHA 214 en honor'de la excelsa Patrona, protectora de todos sus hijos; divina Santa Ana, santuario bendito dó moró la Madre del Pastor divino. ¡Cómo adora Tudela a su Reina, qué bien Ella protege a sus hijos, cómo los acoge cuando le hablan humildes, contritos, y le cuentan sus penas, sus duelos, con fe y amor vivos! Grandes y pequeños, los pobres y ricos, el amor de Tudela a su Reina no tiene distingos. Llorando, llorando, mis versos escribo, al pensar que Tudela hoy no puede como en otros siglos, como en otros años, como ayer, cuando era yo un niño, y eran Ubres los nobles cristianos, hoy tan perseguidos; al pensar que Tudela no puede —pena da decirlo — pasear por sus calles y plazas a la Reina que ha tiempo ha elegido, a su amada y gloriosa Patrona, rodeada de todos sus hijos, como en otros años, como en otros siglos. Cuántas veces el pobre poeta, luciendo un gran cirio, por las calles seguía las filas de cofrades que, alegres y altivos, paseaban en triunfo a Santa Ana; ¡ay! entonces no había ateísmos, ni leyes odiosas, ni gobiernos sectarios e impíos; todos, todos honrando a su Madre, concejales, alcalde y cabildos con el pueblo, valientes cristianos, iban confundidos. ¡Qué tiempos aquéllos, cuando era yo niño! II Lejos de mi patria, yo no puedo creer que haya habido hombres tan perversos, ingratos e indignos, para hacer y dictar esas leyes de infame ateísmo, prohibiendo los cultos externos por no ver a su Dios, ¡pobrecillos!, pasear por España triunfante, aclamado por todos sus hijos. ¡Libertad, Libertad!... ¡Qué sarcasmo para esos judíos!... Tudeia, Tudela, pueblo esclarecido, honra hoy a Santa Ana como en otros siglos. Busca en su regazo esa paz y consuelo benditos que tan solo los nobles cristianos disfrutan tranquilos. Sufre por tu Reina ai eres perseguido por inicuas leyes. ¡Ay! sufriendo se alcanza el martirio, y el martirio conduce a la gloria con que premia Santa Ana a sus hijos. París 1933. ClRO ROYO. DE LA MODERNA BABEL IIVSTANTA.IVBA.S El peñón de Bedloe ¿Quién no ha contemplado alguna vez la estatua de "La Libertad, en estampas o en pantallas? ¿Quién no la ha visto alzándose sobre el negruzco peñón de Bedloe, presidiendo e iluminando a las modernas babeles y al mundo entero? Elévase majestuosa la colosal efigie sobre las ondas del mar, y alza en su diestra mano la tea encendida, que es antorcha esplendente y foco fantástico de vivísima luz. Al imaginársela e imaginarse también el inmenso ergástulo de esclavos que a sus pies arrastra cadenas en las dos orillas del Atlántico, y al pensar que esa tea encendida es una torcida formada con todos los códigos humanos y divinos, se vienen a la memoria aquellas estrofas de un revolucionario del pasado siglo: "¡Libertad, Libertad! No eres aquella virgen de blanca túnica ceñida que vi en mis sueños pudibunda y bella. No eres, no, la deidad esclarecida que alumbra con su luz, como una estrella, los oscuros abismos de la vida. No eres la fuente de perenne gloria que dignifica el corazón humano y engrandece esta vida transitoria. No el ángel vengador, que con su mano imprime en las espaldas del tirano el hierro enrojecido de la historia. No eres la vaga aparición que sigo con hondo afán desde mi edad primera, sin alcanzarla nunca... Mas, ¿qué digo? No eres la Libertad; disfraces fuera; ¡licencia desgreñada, vil ramera del motín, te conozco y te maldigo! No esperéis que esa turba alborotada infunda nueva sangre generosa en las venas de Europa desmayada, ni que termine su fatal jornada sobre el ara desierta y polvorosa, otro Dios levantando con su espada. No esperéis, no, que la confusa plebe, como santo depósito, en su pecho nobles instintos y virtudes lleve. Hallará el mundo a su codicia estrecho; que es la fuerza, es el número, es el hecho brutal, ¡es la materia que se mueve! Y buscará la Libertad en vano; que no arraiga en los crímenes la idea ni entre las olas fructifica el grano. Su castigo en sus iras centellea, pronto a estallar; que el rayo y el tirano hermanos son: ¡la tempestad los crea!. EL BACHILLER HOZES. HISTORIA DE LA ICONOGRAFÍA IYIARIAIIA (Continuación) Además de la cuantiosa riqueza artística que posee nuestra nación, en las numerosas y notables iconografías de la Madre de Dios en sus distintas advocaciones, existe una representación de la Virgen, netamente y única de LA AVALANCHA España, pues merced a los incesantes trabajos del pueblo cristiano hispano declaróla el Pontificado entre los dogmas de la Iglesia Católica. Esta es la Concepción Inmaculada de María, representada con artísticas pinturas y esculturas de la Purísima. El primitivo emblema de la Concepción sin mancilla Fue el abrazo de Joaquín y Ana ante la Puerta de Oro; mas en un libro titulado "Vita Christi,, de Isabel de Villena, impreso el año 1497, se representa a la Virgen Inmaculada, de pie sobre la Luna, vestida de blanco, con manto azul celeste, cruzadas las manos sobre el pecho, recibiendo la corona que colocan en sus sienes el Padre Eterno y el Hijo Unigénito, mientras extiende las alas sobre ella la paloma del Espíritu Santo. Esta es la iconografía de la Purísima que hasta nuestros días han seguido las Bellas Artes, con discrepancias de detalle. En visia de las discusiones teológicas surgidas sobre la Concepción Inmaculada, el pontífice Alejandro V i l dio el año 1661 una Bula en la cual se aplaudía a sus partidarios y se rebajaban a meras opiniones las de los contrarios. Los artistas más famosos del siglo de oro español produjeron, en cuadros notabilísimos que se han difundido por todos los museos del mundo y en efigies admirables, la Inmaculada Concepción, dogma y arte puramente español. Carlos III dio impulso al culto de la Inmaculada, logrando que el Pontífice la declarase Patrona de las Españas, otorgando día festivo el 8 de diciembre y creando en su honor la Orden de Carlos I I I , cuyo misterio debían jurar defender sus caballeros. En el siglo XIX, Pío IX proclamó urbi et orbe el dogma de la Inmaculada Concepción, el año 1854. Todos los artistas han copiado, sin inventar nada, las Purísimas del siglo de oro, especialmente las de Murillo, llamado pintor de la Inmaculada, el cual reprodujo centenares de su iconografía, con tal genialidad, que hoy se consideran como entre las más admirables del mundo. El culto mariano, en sus diversas advocaciones, está tan extendido en España que puede afirmarse es de las naciones occidentales donde más ha culminado. Bajo las bóvedas góticas de nuestras artísticas catedrales y en las basílicas y templos de las centurias históricas donde el pueblo hispano entonaba salmodias dulces con arrobamientos místicos que subían como el incienso al escabel de sus vírgenes veneradas; así como en las ermitas erigidas en los pináculos de las serranías donde el emblema de Constantino cobijó a la multitud creyente y guerrera en sus luchas de religión y de nativa independencia; como también en los cenobios de los montes que en el medioevo asilaron a los ascetas y héroes de santidad, y lo mismo en los castillos feudales donde moraban los caudillos, fanfarrones por sus lides bélicas, a los que rendían homenaje sus mesnadas; en toda? las urbes pletóricas de remembranzas históricas, y hasta en los más pequeños poblados o caseríos, se encuentran iconografías marianas, constituyendo un tesoro artístico nacional de valor incalculable. Puede afirmarse que, por su valor intrínseco, todo este cúmulo de imágenes y obras escultóricas constituye una riqueza, quizá no igualada por ninguna otra nación. o a o o o o o o a o o a o o • a o o a a a o o o o o 8g a o 8a ooa 8• a•• 215 Es raro el pueblo donde no existe una iglesia o ermita bajo la advocación mariana, y es rara la imagen que no lleva envuelta una leyenda de sutiles apariciones o de tradiciones miríficas que la sucesión de generaciones transmitió hasta nuestros días; tradiciones que en su generalidad difieren cronológicamente de la técnica del arte, y que, de ser atendidas en la complejidad de sus narraciones, sumen ai crítico en apreciaciones paradójicas. En lo relativo a este punto dejemos hablar al esclarecido arqueólogo P. Francisco Naval. Dice así el ilustre Corazonista: "Respecto a la antigüedad de las imágenes que la tradición en muchos pueblos atribuye a la época visigótica, o al tiempo de los Apóstoles o a manos angélicas, creemos necesario, para terminar el asunto, hacer las siguientes advertencias: 1." Que no cambatimos ¡as venerandas tradiciones, sino la autenticidad de las efigies, pues consta que muchas veces los prelados y los párrocos hicieron desaparecer algunas imágenes muy toscas y las substituyeron por otras de mejor hechura en los siglos X I I I y XVI, al perfeccionarse el gusto estético y quizá también con motivo de chapearlas o decorarlas. 2.' Que no excluimos toda excepción, pues sin duda las habrá en las reglas generales dadas. 3.* Que muchas veces las tradiciones de este género no tienen más fundamento que los apócrifos y desacreditados cronicones inventados en el siglo X V I , titulados de Flavio Marco Dextro, Hauberto, Liberato, Julián Pérez, Marco Máximo, Luitpando, fragmentos de San Braulio y Heleca, justamente condenados por la Academia de la Historia, pues hasta que se publicaron semejantes falsedades no menciona escritor alguno imágenes de San Lucas en España ni otras mil curiosas leyendas que han resultado ser engendros de loca fantasía, inventadas en el siglo XV, consignadas y aumentadas en los dos siguientes. Es muy posible y aun creíble, después de todo, que en la época visigótica y en los primeros siglos de la Reconquista vendrían algunas imágenes de Constantinopla; que hacia el siglo X se labraron efigies toscas por los españoles, sirviéndoles de modelo las de Oriente; que en los siglos XI y XII fue aumentando la talla de imágenes de María; que en las épocas de riesgos por las incursiones de moros, principalmente por los de Almanzor, se ocultaron varias de ellas por los fieles; que algunas aparecieron o se hallaron después; que otras se daban por aparecidas, por no ser menos, y que muchas se reformaron o sustituyeron en los siglos X I I I , XVI y X V I I , como hemos dicho.. En cuanto a misterios o advocaciones de María, afirma el mismo Padre Corazonista que consta, por testimonio de historiadores y por monumentos auténticos, que las imágenes de la Anunciación se remontan al siglo II y IV, como las existentes en un arcosolio de las Catacumbas de Pristila; las de la Asunción o Coronación en el Cielo, al siglo V; las de los Dolores o María al pie de la Cruz alcanzan al siglo V I ; las advocaciones particulares del Carmen, Rosario y Merced, dadas a imágenes del siglo trece; la de los Dolores y Soledad, en la forma que hoy se usa, comienzan en el siglo XV. De la forma antedicha de María al pie de la Cruz hay en España algunos ejemplares del siglo X I , en pinturas o miniaturas. MIGUEL ANCIL. iMínoonDooooooooQQOOODtiiJoooooooDOOCKiooooooQDoooQOoaaoaaDoaaOQOOOoaoocoDOQOoaooaonoooooooaija o á de Ahorros Municipal Lleva SESENTA V UN años recibiendo y administrando ahorros del país y tiene la garantía total y comprobada del Excmo. Ayuntamiento de Pamplona INTERESES QUE ABONA A LOS IMPONENTES Imposiciones anuales Imposiciones semestrales Libretas ordinarias a la vista 4'00 por 100 3*60 „ „ 3*50 „ n OFICINAS a D a 5 S 0. Blanca de Nauam (antes llamada calle Mercaderes) núrn. 16, cíjaflán con la Cfjapifela o o a o o O a a g a o o a a o o• o o a S3 o a o a O o a• a a a a o o a a a a o g o 5 o o a a o D i. O ODOOOaOOQOOOOOOOOOOOODOOOOOOOOOOOOOaaOODOOOOOOOODDOOOOOOODOODDOOOOQOaoOOOOOOaODOOOOOOOOOOOODOODOOOOOOOOOGOOOQQOaOO LA 216 AVALANCHA ¡Esas bocas E algún tiempo a esta parte se blasfema más que antes en el país clásico de ella, España, lo cual, si fuera a deducirse de los periódicos que relatan las denuncias, parecería absurdo, porque antaño casi todos los días leíamos alguna denuncia de ese género bruto, mientras que ahora no aparece ninguna. Pero el lenguaje de las calles y de las plazas prueba desgraciadamente nuestro aserto. Todavía más; poco há una autoridad mandó retirar un saludable aviso que ostentaba estas letras: "Se prohibe blasfemar,; y aun en el mismo santuario de las leyes se ha llegado a blasfemar reciamente. ¿Y quién no recuerda las los ministros de la Religión para apoderarse de las conciencias y explotar a la humanidad con el pretexto de un Juez Supremo que ha de vengar las ofensas de los hombres con suplicios eternos. Por eso viven sin tributarle culto alguno, ni dirigirle plegarias, ni rendirle homenaje, como consecuencia de la no existencia de ese Creador del universo. Y sin embargo, lo toman en boca para vilipendiarle, desahogan sus iras nombrándole con palabras infames y articulando su santísimo Nombre con insolencia, en represalia de que gobierna mal el mundo y no dispone los acontecimientos conforme al capricho de esos bárbaros. Pues, ¿qué mayor contradicción? O existe Dios, o no existe. Si existe y están convencidos de ello, ¿por qué esa denominación de "sin Dios,,0 Y si no existe, ¿por qué maldicen y reniegan de un ser imaginario? El coche de Dom Bosco Los protervos del párrafo anterior ni reconocen sus aberraciones ni tratan de excusarlas; pero hay otros menos perversos, que, si bien recaen en el asqueroso vicio de la blasfemia, confiesan su mal proceder al ser corre- TEMPLOS DE NAVARRA KT7S A..—Pórtico de la. iglesia p a r r o q u i a l Foto. F. Mendoza referencias de la prensa de que el famoso aviador Franco blasfemara en un mitin contra la excelsa Virgen? ¡Qué pena! ¡Qué amargura! ¿Y nos extrañará que vayamos de tumbo en tumbo en dirección al abismo, como fragmento de peña desprendido del bloque? Palabra infalible es que "la justicia eleva a las gentes, y que el pecado hace míseros a los pueblos.. Los "sin Dios» Hay una comedia que causa la hilaridad de los espectadores en una frase que incluye flagrante contradicción en los mismos términos, y es aquella que un actor pronuncia, diciendo: 'Yo, gracias a Dios, soy ateo.B Pues contradicción parecida palpita en la conducta de muchos individuos pertenecientes a la nefanda y tenebrosa asociación de los "sin Dios,. Porque este lema bestial quiere decir que los afiliados a dicha junta no creen en Dios, lo consideran como un mito fabricado por gidos, aunque vanamente tratan de excusarlas guarecidos en una costumbre que dicen imposible de desarraigarla. ¿Imposible, eh? Iba Dom Bosco en una ocasión en el pescante de un destartalado coche tirado por escuálidas muías, cuando el cochero, como si la debilidad de los animales se supliera con gritos y disparates, soltaba de cuando en cuando una blasfemia que atormentaba los oídos piadosos del insigne fundador de ios Salesianos. Le corrigió con mucha dulzura, y al excusarse aquél con el consabido estribillo del mal hábito, Dom Bosco le contestó que no podía admitirse aquella réplica, y que bastaba un poco de tesón y de firmeza de voluntad para aniquilar los malos hábitos contraídos. Y añadió: —Si hasta la venta próxima se contiene usted sin soltar ninguna barbaridad de esas, le convido a un vaso de vino. El cochero aceptó sonriente la proposición del Beato, y efectivamente, se mantuvo correcto hasta la primera LA AVALANCHA posada, no sin violentarse para ello. Al reanudar la marcha Dom Bosco le hizo la misma oferta hasta la siguiente parada reglamentaria, y el cochero aceptó de buen grado, recordando el buen sabor del vino excelso; y como se contuvo sin vomitar sapos y culebras, volvió a beber a costa de nuestro clérigo, y la escena se repitió varias veces con idéntico resultado. Al despedirse, Dom Bosco felicitó al cochero y le persuadió fácilmente de que si se puede vencer el hábito malo de blasfemar por espacio de un día, se puede y se debe vencer, por Dios y por el cielo, no solo en el breve espacio de la vida, sino también aunque durase una eternidad. jTerrrrrrre,..! ¡Dichosos los pueblos que abominan en masa de la blasfemia! Seguramente que gozarán de una especial protección de Dios. Cuenta el P. Sebastián, de la ínclita Compañía de Jesús, que había en una aldea un muchacho, Juanito, excelente jugador de pelota. Pero en un partido en que la gente estaba entusiasmada de su habilidad, dio el muchacho una rasa tal y con tal fuerza que hubiera sido la mejor de la tarde si no hubiese dado en la misma raya de 217 VARONES INSIGNES DE NAVARRA El P. Gaspar Cruzat (Conclusión) Inéditos, como el precedente tratado, quedaron otros varios escritos del P. Cruzat, que vamos a reseñar. Tractatas de Conscientia. (Tratado de la Conciencia.) Un volumen en 4.° de 64 hojas numeradas y 2 de índice. Existía en 1767, en el Colegio vallisoletano de la Compañía, Otro ejemplar, como indicaremos, se guardaba en el Colegio romano. Compuso una disertación sobre cierta cuestión bastante debatida en su tiempo, y más curiosa y sutil que de utilidad práctica. Se intitulaba Controversia Theologica: Vtrum certam habens revelationem suce damnationis futurae posiet adhac sperare salutem aut eam licite desperare. (Si teniendo alguno revelación cierta de su futura condenación puede todavía esperar la salvación, o lícitamente desesperar de ella.) Salamanca. P. Cruzat. En 4.°, de 11 hojas, sin numerar. Se custodia en la biblioteca de ta Universidad salmantina. MONUMENTOS HISTÓRICOS Y ARTÍSTICOS DE NAVARRA PAMPLONA. - Capiteles góticos de uno de los pilares del claustro de la Catedral Foto. Cía taita,.. ¡Qué rabia le dio a juanito este falto! Soltó una blasfemia horrible que resonó en todo el frontón como grito de demonio. Pero lo mismo fue sonar la blasfemia que levantarse todo el público indignado y descargar sobre él una tempestad de silbibos que duró cinco minutos. El infeliz Juanito comprendió que el público tenía razón, y aguantó confuso ta granizada. Cuando se calmó el alboroto, volvió a jugar, y a los pocos tantos, fuese turbación del pobre mozo, o castigo de Dios, volvió a lanzar otra rasa formidable, que hubiera sido tanto a su favor si no hubiera dado en la misma línea. Estiró los dos brazos, cerró su puño, apretó los dientes, y: —¡Terrrrrrre...!—dijo, dando una vuelta entera sobre sus talones. Y no añadió una palabra más. Una nube de aplausos llovió esta vez sobre el muchacho. EL PRIOR DE RONCESVALLES. En defensa propia, y para cerrar la boca a sus émulos, redactó Dejensio trium propositionum, ob quorum doctrinam nuper notatus est recens quídam Philosopus. Metymnae Duelli 2 Nov.is ann. 1658. Gaspar Cruzat, Societatis Jesu. (Defensa de tres proposiciones por cuya doctrina se le notó hace poco a cierto filósofo reciente. Se halla asimismo en la biblioteca de la Universidad de Salamanca. Hervás y Panduro, en la Noticia de los manuscritos que de escritores españoles hay en siete bibliotecas insignes de Roma, enumera los siguientes libros inéditos del P. Cruzat que se conservaban en el Colegio romano: Tractatus de peccatis, a. p. Gaspare Cruzat, S. J., anno 1662, Vallisolet, en 4.°=Tractatus de Conscientia, en 4.°=Tractatus de mérito, 1665, Salmanticae, en 4.°= Quastiones Theologica?, en 4.° Entre las obras literarias impresas se registran una carta y varias poesías. La primera se intitula: "Carta familiar de el R. P. M. Gaspar Cruzat, Rector del Colegio de la Compañía de jesús en Burgos. Va a la cabeza de El Santo Rey don Fernando, celebrado en la Santa Igle- LA 218 AVALANCHA sia Metropolitana de Burgos con Misa de Pontifical... aclamado en esta oración evangélica. Por el Doctor Don Pedro de Prado Calderón... En Burgos, por Nicolás de Sedaño, 1679.n La obrita es en 4.°, de 28 páginas: la epístola que la encabeza pertenece al género laudatorio, y aunque con ribetes de dudoso gusto literario, no deja de encerrar su interés. Tres poesías del P. Gaspar Cruzat se insertan en la Relación de las demostraciones festivas de religión y lealtad que celebró la insigne Universidad de Salamanca. En el deseado y dichoso Nacimiento de... D. Felipe Prospero. Escriviola el Mtro. Fr. Francisco de Roys... Salamanca, 1658. Esta relación del cisterciense Roys es sumamente rara; en vano la buscamos en la biblioteca de la Universidad salmantina; pero la hallamos en la Nacional de Madrid. Reseñaremos las composiciones de Cruzat y transcribiremos algunos versos para que se tenga idea de la vena poética del jesuíta pamplonés. La primera se incluye en la página 298. "Del P. Gaspar Cruzat, de la Compañía de Jesús. Gratulación heroica de la insigne Universidad de Salamanca al Rey N. S. y a sus leales Reynos en el feliz y deseado nacimiento del Serenísimo Príncipe don Felipe Prospero que el Cielo guarde. Canción Real. Empieza así: "Augusto honor de España—Real esplendor luciente—De cuanto enciende el Sol, cuanto el mar baña:—O gran Filipo, cuyo pie sagrado—Un mundo y otro adora reverente...,, Consta la canción de ocho estrofas de trece versos cada una. La segunda, que es un soneto, se hallo en la página 322. El tema que para él propuso la Comisión Universitaria de fiestas era: "Impetuoso dolor y desmedido placer de la reina.„ El P. Cruzat presentó el siguiente: "Al romper la luz se vio la aurora De dolor y placer a un tiempo herida. Si llora, es riesgo el llanto sin medida. Si ríe, el mismo exceso la empeora. Le dio el dolor, porque el dolor adora, Por prenda de una dicha esclarecida, Y como en ésta aspira a mejor vida, El riesgo mismo la salud mejora. Venció el placer. Qué mucho si publica, Lo moral, lo caduco el sentimiento Y ei alma y lo inmortal el gusto explica. Fénix de amor, eterno sea su aliento, Que no hay fin a una llama que fabrica Salud del riesgo y vida del tormento.,, La tercera, qua va en las páginas 262-64, obtuvo el premio. El asunto que debía poetizarse decía: Se pide que en ocho octavas rimas se introduzcan las dos serenísimas infantas, coronando la real cuna de su infante hermano con el laurel e insignias de Castilla. Reproducimos tres de ellas. "Aun no el Cíelo miró desde su esfera En brazos de la luz al tierno Infante Filipo Quinto, en quien el orbe espera Vestir de nuevas glorias su semblante, Cuando, bien como a Amor en su bandera, De Cupidillos escuadrón volante, Deidades dos pendientes de su cuna Siguen el resplandor de su fortuna... Freno sea a las ondas tu fortuna, Yugo al Ocaso pon, ley ai Oriente, Y tu vida a las Parcas importuna Y el rígido metal su estambre aumente; Las provincias del Orbe una a* una Con sagrada ambición ciñen tu frente. ¿No eres Próspero? Sí: pues no te asombre Que aun mucho más se encierra en este nombre .Nazca feliz, exclama, de alegría, Bella Deidad del joven precursora: Que para majestad y gloria mía Basta ser de tal sol luciente aurora; No muere el Alba en manos, no, del día, Antes crece su ser, su luz mejora. Que aunque ostente dolor el rompimiento Testimonio es su risa del contento.» Aunque los versos son conceptuosos, según el estilo de la época, y más de corte académico que parto de verdadera inspiración, no les falta, sin embargo, cierta entonación y rotundidad, Se le premió, afirma la Relación, con cuatro pares de medias de seda. El tribunal lo componían el P. Pedro Godey, O. P., catedrático de Vísperas de la Universidad; el P. Francisco Roys, de Filosofía Moral, y D. Gabriel Vázquez de Saavedra, de Prima de Teología. En su producción literaria dejó el P. Gaspar Cruzat manifiestas huellas de su buen talento; sin duda habría sido más copiosa y abundante si la parca inexorable no hubiese prematuramente cortado el hilo de su vida. A. PÉREZ GOYENA, S.J. Sacramento ? Concubinato NOVELA DE COSTUMBRES por D. MANUEL POLO Y PEYROLÓN (5= VIII Desenlaces gloriosísimos Pintar como querer, dice el refrán, y dice bien; pero advierto a mis lectores que en el presente capítulo me propongo retratar, no pintar. Podré ser un mal fotógrafo; pero conste que los brochazos que siguen todos están tomados de aquí y de allá, pero del natural siempre. Ante todo, bueno es advertir que las murmuraciones del carasol cinrabalense no eran calumniosas, sino afirmaciones más o menos inconsideradas de los verdaderos defectos de Blasillo y de las desventuras verdaderas de Andrea. Cierto era el fallecimiento del padre de Andrea y exacta la inversión de su herencia. El viejo tío Isidoro recibió un golpe mortal con el casamiento de su hija y con el forzoso abandono de la Secretaría del Ayuntamiento: afectó aquél a su corazón, éste a su bolsillo, y ambos fueron minando poco a poco su achacosa existencia. Más de una vez la atribulada Andrea, sobre todo después de la muerte de su hijo único, intentó reconciliarse con su padre y abandonar a Blasillo, todo por supuesto con el mayor secreto y por conducto de los amigos del antiguo Secretario de Peñascales; pero el tío Isidoro se presentó siempre inflexible, y haciéndose violencia grandísima, jamás quiso volver a ver a su Andrea. El pobre volteriano olvidaba que también él era responsable de haber educado tan mal a su hija, sin que quisiese convencerse nunca de que cuando se siembran vientos no hay más rerredio que cosechar tempestades. No tardó en presentarse la enfermedad última; acudieron en torno de su lecho el señor Cura, el tío Bernardo, Casilda, Ángel y otras buenas almas de Peñascales; todos trabajaron por reconciliar al enfermo con su hija, logrando únicamente del primero que perdonase a la segunda y no hiciera uso, como tenía empeño, de la libertad de testar aragonesa, para desheredarla; y más tranquilo de !o que se podía esperar, aunque sin ver a Andrea, falleció cristianamente. Fingió Blasillo una conversión más; se dejó seducir Andrea nuevamente; ésta autorizó la venta de su hijuela para salir de apuros; compró el tío Bernardo la casita, los dos huertos y los cuatro secanos labrantíos heredados por Andrea; con el producto se pagaron las deudas más apremiantes, y el resio desapareció en cuatro días sobre ei tapete verde, invirtiendo también algunas cantidades en francachelas y otras diversiones, no de honesta índole. Hasta de la participación mayor o menor del Alcaide *n el crimen de Piedranegra resultó con algún fundamento, aunque no probado. Por de pronto nada se supo, LA 219 AVALANCHA ni se vislumbró el indicio más pequeño, porque las diligencias del Juzgado se evacuaron todas ellas en el mismo lugar del crimen; pero cierto día recibió el Juez de Cinrabal un anónimo denunciador, de cuyas resultas imprimió al sumario rumbo nuevo; se constituyó el juzgado en la cárcel del partido, tomó con la mayor reserva varias declaraciones, y aquella misma noche se fugaron de ta cárcel los presos más calificados, y desapareció también Blasillo, dejando por todo recurso, a su Andrea, la miseria y el abandono. La voz del pueblo, voz de Dios muchas veces, relacionaba estos dos hechos, hasta el punto de considerarlos como uno mismo; pero las requisitorias y pesquisas de todo género, puestas en práctica por la Guardia civil y por las autoridades, tanto gubernativas como judiciales, fueron completamente infructuosas. Por de pronto se habló mucho del asunto, y algún tiempo cayó en el abismo del olvido, como si la tierra se hubiese tragado a los prófugos. Estaba en todo su apogeo la guerra civil última, cuya terrible responsabilidad pesa toda entera sobre los revolucionarios españoles, que hiriendo el seniimiento religioso de esta nación, católica por excelencia, obligó a los carlistas a empuñar las armas y a salir al campo. Sabido es de qué manera se hizo en ei Centro. En la provincia de Teruel hubo partidos judiciales dominados completamente por los carlistas, y otros a merced de ambas fuerzas contendientes: ei de Cinrabai figuraba entre estos últimos. No pudiendo vivir en los pueblos abiertos, teatro de la lucha fratricida, los juzgados de primera instancia y los particulares comprometidos por sus marcadas ideas políticas tuvieron que refugiarse en la capital, que por dos veces fue también acometida. Hay quien sostiene que Cinrabal es la mejor escuela de gramática parda que hay en el mundo. Yo únicamente afirmo que a la suspicacia diplomática de aquellos serranos se debe que fueran hasta cierto punto llevaderos los horrores que naturalmente acompañan a toda guerra civil. Muchos pueblos de la sierra, por convenio unánime de ayuntamientos y contribuyentes, acataban y cumplían de igual manera las órdenes carlistas que las liberales, y pagaban espontáneamente doblej contribuciones, remitiendo las mismas cantidadades a Teruel que a Cantavieja. En tiempo de lucha electoral hacen lo mismo: parten los votos entre el candidato ministerial y el de oposición, tienen protectores en uno y otro bando, y todos en paz y contentos. Una vela a Dios y otra al diablo: así puede formularse el primer axioma de su gramática parda. Pero como es imposible servir a dos señores, tarde o temprano se descubre el juego, y a veces el remedio es peor que la enfermedad. Algunos pueblos tenían dos alcaldes, carlista el uno y liberal el otro, y en todos había gentes de este o aquel partido, encargadas de recibirá las fuerzas de sus respectivas ideas. Tanta habilidad quedaba a veces frustrada por cualquier contratiempo o circunstancia imprevista, como sucedió efectivamente en los dos casos que siguen. (Continuará) BIBLIOGRAFÍA L e y e n d a s d e S a n F r a n c i s c o J"a"cler.—El renombrado arqueólogo y cronista del Castillo de Javier se ve que no envejece, pues de entre ei polvo de los archivos y de los pedruscos de las inscripciones sale rejuvenecido y aun de buen humor para cantar con las musas y al son de la lira los épicos sucesos del gran héroe navarro y Apóstol del Oriente, que viven de incógnito, al través de los siglos, en los cerebros seniles. El verso, impecable; ia música, popular y llena de emociones. ¡Bien por el R. P. Escalada! A comprar y cantar las "Leyendas Javierinas,,, que están al alcance de cualquier bolsillo (0'25 nada más) en casa del Párroco de Javier.—M. de la Torre Vida. * * * ' D e s d e l a . OT\XZ a l c i s l o . Vida y muerte de ¡a infanta Isabel Clara Eugenia. Por Félix de Llanos y TorrtgMa, de la Academia de la Historia.—La primera y última archiduquesa soberana de los Países Bajos, hija tan tiernamente amada del más poderoso rao narca de su siglo, encontró, a los diez y siete años de su muerte, des* canso en la provisional capilla de Santa Gúdula, que la guarde en depósito modestísimo. Hoy, pasados ya tres siglos, no lleva trazas de lograrse el monumento sepulcral a que tan acreedores son sus restos. El señor Llanos y Torriglia ha labrado en este libro, sin embargo, un bellisimo monumento, y ha encerrado en él no solo el cuerpo de la infanta de malograda hermosura, sino también su alma bella y atribulada como pocas. Hija amantfsima de Felipe II, era para él la confidente discreta, ei dulce depósito de las satisfacciones y amarguras del monarca, aunque, más que las glorias, abundaran desde entonces las cavilaciones y los sufrimientos: tiene algo de simbólico la figura de Isabel Clara, portando el escritorio de ébano de su padre, relicario de los secretos en la gobernación del mundo, sólo por él nado a las devotas manos de su hija. Toda la fuerza roqniza de su temple cristiano, transmitida por el sufrido agonizante de El Escorial, hubo de hacerla Falta para, en ¡a segunda parte de su vida, ser testigo impotente del derrumbamiento de la hegemonía de su Casa y del tan brillante cual efímero feudo que le tocó regir. Con su hábito de Terciaria sufrió los últimos embates y se esforzó en mil empeños "para salvar lo que quedaban, y con él bajó al sepulcro la gran infanta, llevando en su frente, más que huellas de pedrería, cicatrices de espinas. Esta interesante obra que acaba de publicar "Ediciones Fax,,, Plaza de Santo Domingo, 13, Madrid, se halla de venta en esta capital en la librería de nuestro amigo D. Jesús García, Estafeta, 31, a 6 pesetas ejemplar. • * # P a t r o n o s y o b r e r o s . Por Joaquín Azpiazu.— Bajo el expresivo título Patronos y obreros ha reunido el autor el estudio de varios "nuevos problemas sociales de actualidad,,: el paro forzoso, el control obrero, la moral en la Bolsa y deberes patronales. El paro forzoso es problema de tal importancia como cantan los números: en 1929 había alrededor de diez millones de parados en el mundo, en 1930 se dobló la cifra, y esta es la hora que continúa en aumento: seis millones de parados en Norteamérica, tres en Inglaterra, seis en Alemania,.. ¡Las cifras son espantosas! ¿Es que semejante crisis es inevitable? ¿O deben aplicarse los economistas a su estudio y remedio, como los médicos se aplicaron al del cólera y la viruela, consiguiendo con su trabajo disminuir esos antiguos azotes? El control obrero lo enfoca el autor desde el aspecto cristiano; se guía en su trabajo por dos virtudes fundamentales en la vida cristiana: la justicia y la caridad. La moral en la Bolsa ofrece doble aspecto: el individual, que atañe a la justicia de las operaciones hechas por los clientes, y el social, que mira al bjen público por virtud de las repercusiones que la orientación de la Bolsa puede ofrecer en la economía nacional. El último problema es el referente a los deberes patronales. El autor inculca los principales deberes. Forman dos grupos: el económico-moral, que gira alrededor de la llamada justicia social, y el religioso-moral, que se apoya en la virtud de la Religión y a veces en los mismos Fundamentos del derecho natural. Este bonito tomo, también de "Ediciones Fax», Apartado 8.001, Madrid, forma parte de la Biblioteca de Cuestiones Actuales, y pueden adquirirlo nuestros amigos en las librerías de esta capital, al precio de 4 pesetas. * * * conquista de la .Jinrentu-d otirora. Por Victorino Feliz.—Vio el autor en la Semana de Estudios celebrada en 1928 por la Juventud Obrera Calórica (JOC) de Bélgica, los admirables resultados de aquella maravillosa organización, y se prometió trabajar con todo empeño hasta lograr que en nuestra patria la juventud obrera pueda cobijarse tranquila y orgullosa al amparo de una organización. En este libro, el autor, en cumplimiento de su propósito, se propone auxiliar a la juventud obrera de nuestra patria, que se encuentra—triste verdad—en el más incomprensible de los abandonos. El plan de la obra es el siguiente: Propónese el problema, a saber la situación de la juventud obrera, y luego, bascando el camino, se hacen algunas útiles consideraciones sobre puntos importantes (la vida moderna, la organización del ambiente social, el apostolado deí obrero por el obrero, etc.) La solución la concreta el autor en la formación integral, religiosa y social; y señala, como condición indispensable para ella, la organización que estudia en siete capítulos. Los nueve capítulos siguientes estudian los métodos con igual profundidad que de la organización. Termina el libro detallando las colaboraciones que añaden eficacia a la organización, y lo cierra un breve Epílogo dirigido a los obreros, a quienes el autor dedica expresamente su libro. Es este libro de "Ediciones Fax,, una obra oportunísima que recomendamos con gusto. Véndese en las principales librerías a 3'50 ptas. WESA REVUELTA Por el Patrono de España.—La "Biblioteca CatólicoPropagandista» celebrará mañana, martes, 25 de julio, la festividad del glorioso Apóstol Santiago, Patrón de España, con misa y comunión general en la iglesia de las Madres Dominicas, a las ocho de la mañana. LA 220 AVALANCHA A todos los concurrentes a este piadoso seto se les repartirá la preciosa estampa de ocho páginas "La Compañía de Jesús triunfante». "La Hormiga de Oro».—Esta excelente revista católica ha conmemorado el cincuentenario de su aparición en la Prensa con un precioso número extraordinario verdaderamente notable. Contiene este hermoso número un buen retrato de su inolvidable fundador el insigne publicista don Luis M." de Llauder y los de los ilustres periodistas católicos Pr. Raimundo Strauch, Roca y Cornet, Donoso Cortés, Balmes, Aparisi y Guijarro, P. Ramón Buldú, Navarro Villoslada, Rubio y Ors, Gabino Tejado, José M.' Quadrado, Selgas, Coll y Vehf, Suárez Bravo, Orti y Lara, Mateos Gago, Vildósola, P. Zeferino González, Ildefonso Gatell, Manterola, Valentín Gómez, Ribas y Servet, Ossó, Canilla, R. Nocedal, Liniers, P. E. Llanas, Sarda y Salvany, Altes y Alabart, Pidal y Mon, Polo y Peyrolón, Collell, Milá de la Roca, Vázquez de Mella y Alcover. Acompañan a estos retratos unos interesantes datos biográficos de tan esclarecidos escritores. Son también notables los artículos "Nuestras Bodas de Oro,,, del señor Viada y Lluch, y "El cincuentenario editorial de "La Hormiga de Oro», de don Jaime Barrera. Felicitamos cariñosamente a nuestro queridísimo colega de Barcelona en la conmemoración de su cincuentenario, y hacemos fervientes votos para que con igual brillantez celebre sus bodas de diamante. La canonización de Bernardita Soubirous.— Dicen de Roma, que en el Aula del Consistorio y a presencia del Pontífice se ha dado lectura al decreto que autoriza la canonización de la Beata Soubirous, Hermana de la Caridad de Nevers. Su Santidad expresó su alegría por ver ya asegurada la causa de la canonización de la Beata Soubirous, la angelical niña de las apariciones de Lourdes. Si el pueblo español se diese exacta cuenta de esta burla sangrienta que se le está haciendo y que pone en tan grave trance ta cultura española, se levantarían hasta las piedras, clamando contra la inicua Ley de Congregaciones en toda la extensión de la Península. Nuestros amigos difuntos.—Ha fallecido cristianamente en Madrid el distinguido general de Estado Mayor y notable publicista católico don José Elola, autor de interesantes obras que publicó con el seudónimo de "Coronel Ignotus». Muchos de nuestros lectores recordarán con nosotros el hermoso discurso que don José Elola leyó en la iglesia de San Francisco el Grande, de Madrid, en la solemne Asamblea Nacional del Apostolado de la Oración celebrada el mes de mayo de 1930. Nos asociamos al sentimiento que ha causado su fallecimiento, y suplicamos a nuestros amigos le encomienden en sus oraciones. R. I. P. Funesta labor sectaria.—La gran obra de Fontilles, puesta como modelo umversalmente, obra prodigiosa debida a la santidad y a! esfuerzo del P. Ferris, de la Compañía de Jesús, colonia en la que los enfermos acogidos eran sumisos, obedientes, disciplinados, tenían esperanza en la ciencia y encontraban en la fe el más poderoso alivio a su tremenda desgracia; ahora, esta leprosería, transformada por el sectarismo, se ha convertido de jardín de la caridad cristiana en un lugar de indisciplina, dejando a su paso desolación, ruina, lágrimas y guardias de asalto... Esta ha sido la funesta labor sectaria. Cómo ha sustituido el Gobierno la enseñanza de los Jesuítas—Con este título se ha publicado una curiosa hoja de propaganda que otro día insertaremos, y resulta de los datos que hemos visto en esa hoja, que examinados uno por uno los colegios que poseían los Padres Jesuítas y cuyo número de alumnos se elevaba a 6.319, hoy el Gobierno no ha logrado sustituir más que 375 alumnos, repartidos entre cinco colegios, quedando trece de éstos donde no se ha sustituido ni un solo alumno. Nada decimos de lo que cobraba el Gobierno de ios colegios de los Jesuítas y de lo que ahora gasta en el sostenimiento de esos colegios anexionados. Así ha sustituido el Gobierno la enseñanza que los Jesuítas daban en España. Así sustituirá en octubre y enero la primera y segunda enseñanza que están dando ahora las otras órdenes religiosas. ¡El que sobra aquí es usted!— Este es un hotel bien mirado, y con razón; sus amos son personas muy decentes. Y sucedió que un viajero, por lo visto más culto que los amos del hotel, vino a su casa. Y al entrar en el cuarto que se le señalaba, en dejando las maletas, vio al examinarlo que sobre la cabecera de la cama pendía la dulce imagen de un crucificado que amorosamente moría por nosotros. Miróla desdeñosamente el viajante, y volviéndose al amo le dijo con altiva mirada: —Eso ya está mandado retirar... Quedó parado en seco el amo de la fonda; mas, reponiéndose en breve, le respondió: —¿Eso mandado retirar?... Quien está mandado retirar es usted, caballero. Busque usted otra posada, porque yo no le doy cuarto en la mía. Y el viajero no tuvo más remedio que irse donde no hubiera Cristo. ¡Pobrete!... t t D. AGAPITO PERALTA D. NICANOR MARTIN socia de la "Biblioteca Cató]Ico-Propagandista, socio de la "Biblioteca Cató!ico-Propagandista, jalleció en Pamplona el 6 de julio de 1933 falleció en Nava de Béjar el 17 de julio de 1933 R. I. P, R. I. P. La referida Sociedad y su órgano en la prensa LA AVALANCHA ruegan a los socios, lectores y personas piadosas que hagan la caridad de encomendarles a Dios en sus oraciones. Su Santidad el Papa León XIII, en Breve de 19 de diciembre de 1890, concedió sesenta días de Indulgencia por rezar cinco padrenuestros y avemarias en sufragio de las almas de los socios difuntos.