BOLETÍN ELECTRÓNICO SOBRE INTEGRACIÓN REGIONAL DEL CIPEI VOL. 4 MAYO DE 2015 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI Vol. 4 Mayo de 2015 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del Centro Interuniversitario Para Estudios de Integración (CIPEI). Vol. 4: Mayo de 2015. ISSN: 2223-2117 ©CIPEI Centro Interuniversitario Para Estudios de Integración Colegio Mercantil 2 cuadras al Oeste y media cuadra al Norte Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNAN-León León, Nicaragua, Centroamérica www.boletincipei.unanleon.edu.ni / www.unanleon.edu.ni/cipei E-mail: cipei_unanleon@yahoo.com PBX: (505) 2311-3050 Las opiniones o juicios de los autores plasmados en esta publicación, no constituyen necesariamente la posición o juicio del CIPEI, pues ellos gozan de la libertad de cátedra e investigación. Derechos reservados por el editor. Está prohibida la reproducción parcial o total y por cualquier medio de esta publicación, sin autorización expresa y por escrito del editor. León, Nicaragua, Centroamérica, mayo de 2015. Índice General Presentación del Vol. 4........................................................................................................10 ARTÍCULOS……………………………………………………………………………….12 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA, una aproximación comparativa, por Javier Hernández Munguía..…………………………………………………………...14 El principio del efecto directo en el Derecho del Sistema de la Integración Centroamericana, por Melissa Miranda Estrada……………………..………………………………………..46 El Acuerdo de Asociación Unión Europea – Centroamérica: contenido, significado y valoración general, por Orlando Mejía Herrera………………………………………………………………....65 OPINIONES……..………………………………………………………………………..86 Día de la Hispanidad, Por José Antonio Poveda Salvatierra…………………………………………………..…. 88 Integración Regional de Centroamérica desde la óptica de la teoría de las Relaciones Internacionales, por Ricardo de León Borge...………………………………………………………………90 Centroamérica, por Werner I. Vargas Torres……...………………………………………………………..94 PRESENTACIÓN El Boletín Electrónico sobre integración regional del CIPEI constituye en Centroamérica uno de los pocos medios de publicación de investigaciones científicas en materia de integración regional, con especial énfasis en la integración latinoamericana y europea, y para difundir los avances y retos de los diferentes sistemas de integración regional, en particular del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). En ese sentido, deseo expresar mi profundo agradecimiento a los profesores y colaboradores que enviaron sus contribuciones científicas producto de su labor investigadora y que han hecho posible que en este cuarto número del Boletín se presenten 3 artículos científicos y 3 artículos de opinión. Como primer artículo científico de este cuarto número del Boletín, el Prof. Javier Hernández Munguía de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), realiza un estudio intitulado La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA, una aproximación comparativa; seguidamente, la M.Sc. Melissa Miranda Estrada, colaboradora académica del CIPEI, presenta un artículo sobre El principio del efecto directo en el Derecho del Sistema de la Integración Centroamericana; posteriormente, este servidor presenta un estudio intitulado El Acuerdo de Asociación Unión Europea – Centroamérica: contenido, significado y valoración general. En la sección de opiniones, se publica un escrito que se intitula Día de la Hispanidad del Prof. José Antonio Poveda Salvatierra, de la UNAN-León, fallecido el 24 de julio de 2013 (q.e.p.d.); dicho escrito nos lo entregó el Prof. Poveda para que lo publicáramos en este número del Boletín y se encontraba inédito al momento de su fallecimiento. Siempre en la sección de opiniones de este 4to. Vol. del Boletín, el Prof. Ricardo A. de León Borge, de la American College, se refiere a la Integración Regional de Centroamérica desde la óptica de la teoría de las Relaciones Internacionales y por último, el M.Sc. Werner Vargas Torres, colaborador jurídico de la Corte Centroamericana de Justicia, escribe su visión sobre Centroamérica. Aprovecho la ocasión para manifestar también que el CIPEI se enmarca en un ambicioso programa de cooperación interuniversitaria en materia de integración regional mucho más amplio entre la UNAN-León y la Universidad de Alcalá, España, que inició en el año 2000 y que actualmente se abre a otras universidades de Centroamérica, el Caribe y España a fin de conformar una red universitaria estable para apoyar particularmente la integración centroamericana y caribeña. El Programa de Integración Regional incluye actualmente 5 proyectos académicos de relevancia internacional: 1. El CIPEI, como asociación científica que cuenta con tres órganos de dirección y administración (Junta de Miembros, Consejo Directivo y Secretaría General). A fin de promover la enseñanza, formación, capacitación e investigación en materia de 10 integración regional desde un punto de vista inter y multidisciplinario, el CIPEI, de acuerdo a sus órganos de dirección, puede organizar o colaborar en la organización de congresos, seminarios, foros, cursos o programas de postgrado, así como la realización de trabajos de investigación. 2. La Maestría en Integración Regional, que es un programa de postgrado de alcance internacional tanto por su estudiantado y profesorado como por su dirección y coordinación académica. Se han realizado dos ediciones de la Maestría ofrecidas por la UNAN-León con la colaboración solidaria de la Universidad de Alcalá y con el apoyo académico del CIPEI y durante el curso académico 2012-2013 se llevó a cabo la primera edición del Máster en Integración Regional adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior (Plan Bolonia) ofertado por tres universidades españolas, bajo la coordinación de la Universidad de Alcalá y cuya fase presencial se impartió en la UNAN-León. 3. El Centro de Documentación sobre Integración Regional (CEDIR) como estructura de apoyo para el CIPEI y el Máster en Integración Regional en particular y para los docentes, investigadores y estudiantes de la UNAN-León, de otras universidades de Nicaragua y de Centroamérica en general. Actualmente está en proceso de fortalecimiento permanente mediante la adquisición de fondos documentales y bibliográficos especializados en integración regional, computadoras conectadas a la Internet de alta velocidad para acceder a bases de datos disponibles gratuitamente o por suscripción a través de la red. 4. Además, desde octubre de 2008 en el CEDIR se aloja el Centro de Documentación Europea (EUi) de la UNAN-León. Es el primer centro de su tipo de Nicaragua y Centroamérica. Es un centro especializado en temas europeos y de integración regional. Dispone de toda la documentación oficial relativa a la Unión Europea: documentos sobre el proceso de integración europea, sus instituciones, funcionamiento, legislación, políticas, directivas, información sobre el papel de la Unión Europea en el mundo y sobre las relaciones entre la Unión Europea y Centroamérica, de manera particular con Nicaragua, entre otros. 5. El Módulo Docente Jean Monnet que ha sido otorgado por la Unión Europea por primera vez en su historia a una universidad de Centroamérica, en este caso, a la UNAN-León y en concreto a su Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. El Módulo Docente Jean Monnet forma parte del Programa Jean Monnet de la Comisión Europea que persigue estimular la investigación sobre temas europeos y de integración y el de fomentar la excelencia en la docencia correspondiente. El titular de dicho Módulo es el infrascrito, en su condición de Doctor en Derecho Internacional por la Universidad de Alcalá (España), profesor titular y principal de Derecho Internacional Público, Derecho de Integración y Relaciones Internacionales y Secretario General Ad Honorem del CIPEI con sede en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNAN-León. Prof. Dr. Orlando Mejía Herrera 11 ARTÍCULOS Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 «La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA, una aproximación comparativa.» Javier G. Hernández Munguía SUMARIO: I. Introducción. II. Dimensión y formas jurídicas de solucionar los problemas ambientales y medidas jurídicas adoptadas en la UE y el SICA.III. Los niveles de los ordenamientos jurídicos y los problemas ambientales, especial atención al Derecho comunitario europeo y el Derecho de Integración en el SICA. IV. Los problemas ambientales como base justificativa de los Actos normativos de Derecho comunitario europeo y de Derecho de Integración en el SICA.V. Los niveles de protección jurídica ambiental en la UE, un modelo a tomar en cuenta en el SICA. VI. CONCLUSIONES. Resumen: La UE y el SICA como Organizaciones Internacionales de Integración regionales, tienen problemas ambientales similares pero diferenciados, y se requiere por ende, de normas claras y precisas para resolverlos eficazmente. En este sentido, la UE cuenta con tres niveles de protección jurídica ambiental que permite afrontar de forma proporcional y con base científica tal problemática. Mientras tanto, el SICA carece de niveles de protección jurídica ambiental, lo que hace necesaria una reforma jurídica ambiental profunda en el SICA, que permita avanzar hacia la supranacionalidad, y por ende, establecer y desarrollar un catálogo jurídico que permita una base sólida de protección jurídica ambiental, en particular, un marco conceptual comunitario, defina Profesor Titular de Derecho Ambiental de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, León (UNAN-León). Doctorando en Derecho, Universidad de Alcalá, con la tesis titulada: La protección jurídica del medio ambiente como límite de las actividades económicas en la jurisprudencia de la Unión Europea. En dicha tesis se plantea una comparación con el SICA. Además el autor es: Máster en Derecho Ambiental, Máster en Gerencia y Administración Pública, Máster en gestión de recursos naturales y planificación ambiental, Máster en espacios naturales protegidos,–Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Complutense de Madrid, Universidad de Alcalá-, Especialista en política y economía ambiental – Instituto Nacional de Administración pública, España, Especialista en gestión de recursos naturales – UNAN/León – Universidad de Alcalá. Se puede contactar con el autor mediante emails: javileon1969@gmail.com y skype: javier.hernandez.munguia 14 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía niveles de protección ambiental, establezca competencias exclusivas y compartidas supranacionales, incorpore una serie de principios jurídicos estructurales y funcionales, tales como: subsidiariedad, proporcionalidad, solidaridad, seguridad jurídica, legalidad comunitaria (bloque de legalidad), acervo comunitario, la distribución de competencias entre las Instituciones y Órganos del SICA y los Estados nacionales, defina los objetivos de protección ambiental, obligue a diseñar políticas integradas, entre otros, tomando como modelo a la UE. Palabras claves: Medio ambiente, Objetivo general de protección, Exigencia imperativa, Protección ambiental, Problemas ambientales, Niveles de protección ambiental. I. Introducción. El presente artículo tiene por objeto analizar comparativamente la protección jurídica ambiental en la UE y el SICA, es decir, reflexionar acerca del derecho comunitario ambiental de ambos procesos de integración regionales. Para ello se ha utilizado el método inductivo – deductivo, con fuentes de conocimientos jurídicas formales, principalmente doctrina, legislación y jurisprudencia, con apoyo de web site oficiales de la UE y el SICA. En este sentido, se ha diseñado un plan de exposición que inicia con una breve introducción, el análisis de la dimensión y formas jurídicas de solucionar los problemas ambientales, así como, las medidas adoptadas en ambos sistemas de integración, para luego analizar los niveles de los ordenamientos y como se manifiestan los problemas ambientales en cada uno de ellos, con especial atención obviamente, al derecho comunitario europeo y el derecho de integración en el SICA. Seguidamente se abordan los problemas ambientales en la UE y SICA, como base justificativa de los actos normativos, para entrar en el corazón de la reflexión, la cual está dirigida hacia los niveles de protección jurídica ambiental en la UE, como modelo a tomar en cuenta en el SICA, haciendo lógicamente unas breves conclusiones, con el debido soporte de las fuentes de conocimientos respectivas. La doctrina jurídica está de acuerdo en la necesidad de proteger el bien jurídico ambiente. Esta necesidad coincide con la doctrina adoptada en las demás ciencias 15 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 auxiliares: políticas, económicas y ecológicas, entre otras, debido a la aceptación de la existencia de problemas ambientales, que en el caso que nos ocupa, es una de las fuentes reales del Derecho Comunitario1, tanto en la Unión Europea (UE) como en el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). También, la existencia de problemas ambientales es aceptada de manera oficial por el Derecho Interno de los Estados miembros de la UE y el SICA, los Estados partes de los distintos Tratados Internacionales sobre la materia; y en este caso, por el Derecho Comunitario de la UE y el Derecho de Integración que rige el SICA. La aceptación oficial se ha dado mediante actos normativos de diversa jerarquía, desde actos normativos de Derecho originario como de Derecho derivado y complementario. Así por ejemplo, en la UE el problema del cambio climático es aceptado y constituye una prioridad ambiental, según el Tratado de Lisboa, y luego Directivas y Reglamentos Comunitarios, así como Decisiones Comunitarias lo desarrollan, basta con mencionar los seis programas de acción comunitaria de medio ambiente de la UE, en particular, el sexto programa en su apartado sobre las prioridades claves que apuntan hacia la solución de los principales problemas de la UE, donde el cambio climático es señalado en primer orden. 1 Para profundizar teóricamente acerca de los problemas ambientales en la UE, se recomienda: SOMSEN, H. Derecho comunitario del medio ambiente: Tratado, instituciones, procedimiento de decisión e instrumento jurídico en PAREJO ALFONSO, L. y KRÄMER, L. Derecho medio ambiental de la Unión Europea, 1ª edición, 1996, pp. 2-10, AZQUETA, D. y otros, Introducción a la economía ambiental, 2ª edición, 2007, pp. 01-67. BARBERÁN ORTÍ, R. y EGEA ROMÁN, P., Las políticas de medio ambiente y de los consumidores, en JORDÁN GALDUF, J. (coord..), Economía de la Unión Europea, 4ª edición, 2002, pp.405-410 y, 423-426. En cambio, para profundizar en los problemas ambientales de América Latina, incluyendo los Estados miembros del SICA, se sugiere ver: CANO, G., Derecho, política y administración ambientales, 1ª edición, 1978, pp. 21-41; y, JAQUENOD, S. Iniciación al Derecho ambiental, 1ª edición, 1996, pp. 65-81, Lamentamos que no haya una fuente fiable doctrinal en Centroamérica que nos permita recomendar para el análisis de los principales problemas ambientales en el SICA, aunque más adelante se añaden fuentes oficiales de las Instituciones del SICA, en particular la CCAD. 16 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía El Tratado de Lisboa2 muy comentado favorable y desfavorablemente3, profundiza la materia de protección ambiental en distintos aspectos4, desde su preámbulo, hasta la materia de competencias, la integración en las políticas y acciones de la UE, la política exterior e interior, la aproximación de legislaciones, y obviamente, los niveles de protección jurídica, entre otras, y añadiendo a nivel del Derecho originario la materia de cambio climático, cuestión que incluso, no estaba estipulado en el articulado del Tratado Constitucional fallido, pero que en el denominado período de reflexión se abrió paso su inclusión exitosa, haciendo alusión concreta a la necesidad de combatir el cambio climático con medidas a nivel internacional, cuya materialización se han observado en las negociaciones multilaterales en el marco del IPCC y las conferencias de las Partes de la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas contra el cambio climático). 2 Ver C115/132 ES Diario Oficial de la Unión Europea de 09 de mayo de 2008. 3 Así P. ANDRÉS SÁENZ DE SANTA MARÍA, de manera equilibrada consideró que lo mejor era cumplir con los compromisos adquiridos, ver: “El largo camino hacia la Constitución europea: el mejor plan B es cumplir los compromisos adquiridos”, Revista General de Derecho Europeo 2006, núm. 10, www.iustel.com. Por su parte, ALDECOA Y GUINEA LLORENTE consideraron el Tratado de Lisboa como una Constitución sin nombre, ver: F. ALDECOA LUZARRAGA y M. GUINEA LLORENTE: “El proyecto de Tratado de reforma: una Constitución sin nombre”, Revista General de Derecho Europeo 2007, núm. 14, www.iustel.com. Mientras tanto, TORREBLANCA estimó que el Tratado de Lisboa fue un rescate de la Constitución fallida, ver: “La Constitución europea ha sido rescatada en su práctica totalidad”; J.I. TORREBLANCA: Europa vuelve a funcionar, Real Instituto Elcano, ARI 70/2007, Madrid, 2007, www.realinstitutoelcano.org. En igual dirección, es decir, en sentido favorable, se refirió la Prof. Mangas Martín, al señalar que el Tratado de Lisboa venía a reflotar la hundida nave constitucional, ver: A. MANGAS MARTÍN: “Reflotar Europa tras hundir la nave constitucional”, El Mundo de 25 de junio de 2007. También opinó la Prof. Mangas Martín que el Tratado fue hecho a la medida de los gobiernos con sus riesgos obviamente, ver: MANGAS MARTÍN, A.: “Europa a la medida de los gobiernos”, Revista General de Derecho Europeo 2007, núm. 14, www.iustel.com. En igual dirección se pronunció el Politólogo Petschen, al considerar que el Tratado de Lisboa y su forma de negociación y aprobación, vino a consolidar definitivamente la Europa del establisment político de los Estados, ver: PETSCHEN, S. El Mandato para el Tratado de Reforma: la consolidación definitiva de la Europa del establisment político de los Estados, Real Instituto Elcano, ARI 95/2007, Madrid, 2007, puede accederse mediante: www.realinstitutoelcano.org. 4 Tanto en el Preámbulo, como en el contenido sustantivo del Tratado, como para enunciar asuntos de Política comunitaria interna y del exterior, como para determinar alcance y contenido jurídicos de la protección jurídica en el ámbito comunitario, así como de los Estados miembros de la UE. 17 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 Como señala Pérez de Nanclares5, el Tratado de Lisboa introduce nuevos títulos competenciales en materias como cambio climático que conectan directamente con algunas de las principales preocupaciones reales de los ciudadanos europeos, y considera el catedrático de La Rioja, que la prensa nacional e internacional tuvo bastante más eco y respaldo mediático con relación a la firme posición mantenida por la Unión Europea frente a EEUU en la cumbre de Bali y otras sobre el cambio climático que la gris firma del Tratado de Lisboa. Pues bien, el Tratado de Lisboa en su preámbulo, deja plasmado de forma contundente que los Estados miembros de la UE están decididos a promover el fortalecimiento de la... protección del medio ambiente, en el entendido que dicho fortalecimiento no es un mero discurso, sino una realidad material, que al adentrarnos en las nuevas disposiciones del Tratado de Lisboa se confirma. Con relación al mercado interior, el Tratado de Lisboa contiene disposiciones jurídicas referidas a esta materia y su relación con la protección del medio ambiente, dando un enfoque de desarrollo sostenible. El Tratado señala6, que la UE establecerá un mercado interior, pero tal mercado deberá obrar a favor del desarrollo sostenible de Europa, basado en un crecimiento económico equilibrado y en la estabilidad de los precios, en una economía social de mercado altamente competitiva, tendente al pleno empleo y al progreso social, y en un nivel elevado de protección y mejora de la calidad del medio ambiente. En otras palabras, para desarrollar el mercado interior, lograr un crecimiento económico equilibrado y la estabilidad de precios, la UE debe tener un nivel elevado de protección y mejora de la calidad ambiental, es decir, en la UE se busca el desarrollo sostenible y para ello es necesario garantizar la existencia de un nivel elevado de protección y mejora de la calidad ambiental. 5 PÉREZ DE NANCLARES, J.M. Estudio preliminar del Tratado de Lisboa, Real Instituto Elcano, 2008, p-33, puede verse en: www.realinstitutoelcano.org 6 Ver artículo 3.3. del Tratado, antiguo artículo 2 del TUE. 18 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía El nivel elevado de protección es un estándar que se analiza más adelante, en tanto y en cuanto tiene un contenido y alcance jurídicos, de tal manera que sirve como medida para limitar -justificada y ponderadamente- el mercado interior y exterior de la UE, es decir, el derecho a la libre circulación de mercancías. Pero la acción de la UE en materia de protección ambiental, no solamente está dirigida en el Tratado para asuntos de política de mercado interior de la UE, sino también en materia de política exterior, tanto en materia de cooperación al desarrollo, como inversiones en mercados extracomunitarios. El Tratado aborda los asuntos de la acción exterior de la UE en materia de medio ambiente7, en particular, que la UE debe apoyar el desarrollo sostenible en sus dimensiones económica, social y medioambiental de los países en desarrollo8, con el objetivo de erradicar la pobreza9, y que la UE debe contribuir a elaborar medidas internacionales de protección y mejora de la calidad ambiental y la gestión sostenible de los recursos naturales mundiales, para lograr el desarrollo sostenible10. Mientras tanto, en el caso del SICA, los problemas ambientales no se reflejan en la parte justificativa (considerando) del texto del Protocolo de Tegucigalpa11, aunque sí 7 Capítulo 1 del título V, relativo a las disposiciones generales, en especial la acción exterior de la UE. 8 Este objetivo de la UE ha sido materializado recientemente con Centroamérica, a través del Acuerdo de Asociación Centroamérica y la UE (AdA), el cual incluye la materia de protección medio ambiental. 9 Vid. artículo 21.2.d. del Tratado de Lisboa. 10 Ver artículo 21.2.f. del Tratado. 11 Se toma el Protocolo de Tegucigalpa como el texto normativo de mayor jerarquía en el SICA, aunque sabemos que sus antecedentes son la Carta de San Salvador de 14 de octubre de 1951, denominada también: Carta de la Organización de Estados Centroamericanos, firmado en Panamá, de 12 de diciembre de 1962, llamada también: Carta de San Salvador de la Organización de Estados Centroamericanos, pero que según la Corte Centroamericana de Justicia, son antecedentes del Protocolo de Tegucigalpa de 1991, y que se trata de tres diferentes perspectivas históricas sobre un mismo aspecto y preocupación como es la integración política, económica y geográfica de Centroamérica, aunque el Protocolo de Tegucigalpa prevalece sobre los 3 19 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 contiene algunas disposiciones relativas a la protección ambiental, que ciertamente deben ser objeto de mejora12, que a criterio personal, podría tener el catálogo siguiente: el diseño conceptual de la materia de medio ambiente, los distintos niveles de protección ambiental, las competencias exclusivas y compartidas y la subsidiariedad, los principios fundamentales para la protección ambiental como: proporcionalidad, solidaridad, seguridad jurídica, legalidad comunitaria (bloque de legalidad), acervo comunitario, la distribución de competencias entre las Instituciones y Órganos del SICA y los Estados nacionales, la definición precisa de los objetivos de protección ambiental, la obligación de diseñar políticas integradas, la política exterior e interior en materia de medio ambiente, la aproximación de legislaciones, entre otras. Los incisos b) e i) del art.3 del Protocolo de Tegucigalpa13 son las dos únicas disposiciones relativas al medio ambiente a nivel de Derecho originario14 y están y sobre cualquier otro instrumento jurídico en el SICA. Ver Resolución de la CCJ de 24 de mayo de 1995, No.1, pp.29-34. 12 El Protocolo ha sido objeto de reformas (Enmienda) en marzo de 2002, en materia de solución de controversias principalmente. Pero se estima que debería pensarse en un texto más actualizado, similar o siguiendo la ruta del Tratado de Lisboa, en cuanto aciertos obviamente, donde se pueda incluir la materia de medio ambiente en sus aspectos considerativos (considerando) como dispositivos (articulado). 13 Según la CCJ, “…El Protocolo de Tegucigalpa de 1991 es en la actualidad, el tratado constitutivo marco de la integración centroamericana, y por tanto el de mayor jerarquía y la base fundamental de cualquier otra normativa centroamericana sean éstos, Tratados, Convenios, Protocolos, Acuerdos u otros actos jurídicos vinculatorios anteriores o posteriores a la entrada en vigencia del Protocolo de Tegucigalpa”. Ver Resolución de la CCJ de 24 de mayo de 1995, No.1, pp.29-34. 14 Se utiliza la categoría de Derecho Originario para referirnos al Protocolo de Tegucigalpa. El Reglamento de los Actos normativos del SICA de una forma general lo infiere. Ver art.2 de dicho Reglamento: Artículo 2. Definiciones… Protocolo de Tegucigalpa:…instrumento de más alta jerarquía jurídica en materia de integración centroamericana. En igual posición la Corte Centroamericana de Justicia ha sostenido que el Protocolo de Tegucigalpa es el instrumento de mayor jerarquía en el SICA. Ver Opinión Consultiva de la Secretaría General del SICA acerca de la situación jurídica del Protocolo de Tegucigalpa y la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible, Resolución de la CCJ de 24 de mayo de 1995, No.1, pp.29-34. La Resolución referida dice textualmente: “…Tanto los instrumentos complementarios como los 20 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía vinculadas a los objetivos fundamentales del SICA, es decir, en el SICA el medio ambiente es un objetivo general, al igual que en la UE, pero a diferencia del Tratado de Lisboa y desde el Acta Única Europea, no incluye otros aspectos sustantivos y materiales relevantes, por ejemplo, el Derecho originario de la UE incorpora la materia de medio ambiente, no solo como un objetivo general, sino también, los niveles de protección, la política exterior, los asuntos de aproximación de legislación, entre otros. El Protocolo de Tegucigalpa señala que el SICA tiene por objetivo fundamental…el desarrollo sostenido15, la protección del medio ambiente…, establecer acciones concertadas dirigidas a la preservación del medio ambiente por medio del respeto y armonía con la naturaleza, asegurando el equilibrado desarrollo y explotación racional de los recursos naturales del área, con miras al establecimiento de un nuevo orden ecológico en la región16. Ahora bien, el Derecho derivado y complementario del SICA desarrolla este objetivo fundamental. Así por ejemplo, el Tratado de Integración Económica (SIECA) contiene valiosas disposiciones ambientales aplicables al ámbito económico. En igual dirección se pueden tomar como buenos ejemplos, los tres (3) Planes Ambientales actos derivados del Protocolo de Tegucigalpa, tienen una relación normativa de dependencia del mismo en la forma que ha sido señalada”. 15 Ver art.3.b y 3.i del Protocolo. Importante consideración jurídica es que habrá que corregir este término, que también aparece en el art.3.h del Protocolo, dado que la concepción técnica adoptada de forma unívoca por la doctrina es sostenible, cuestión que se desarrolla mediante la Alianza Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (ALIDES). 16 Vuelve a aparecer el término región, pero además área, sin tener claro jurídicamente a que se refiere, además se habla de integración ístmica (ver penúltimo párrafo del art.12 del Protocolo). El nuevo orden ecológico podría inferirse desarrollado con la ALIDES, y el equilibrado desarrollo y explotación racional lo podemos vincular con el principio de proporcionalidad que sí está contenido expresamente en el Derecho Originario de la UE, aunque no lo establece explícitamente el texto normativo del Protocolo de Tegucigalpa. Ahora bien, los términos respeto y armonía son conceptos jurídicos indeterminados, de difícil aplicación en la práctica, cuestión que debe mejorarse en la técnica jurídica legislativa del SICA. Por otro lado, el Protocolo de Tegucigalpa a contrario sensu del Tratado de Lisboa (protección mínima, protección máxima, protección de alto nivel) .no establece los niveles de protección ambiental, cuestión fundamental y de vital importancia para esta materia. 21 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 Regionales centroamericanos (PARCA I, II y III) aprobados por el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de Centroamérica de la Comisión Centroamericana de Ambiente y Desarrollo (CCAD), los cuales estipulan las prioridades ambientales a resolver, es decir, señalan los principales problemas ambientales según el SICA. Además el SICA, a través de su Órgano ambiental, la CCAD, ha oficializado también los problemas ambientales de la región, mediante el Informe del Estado del Ambiente17, los tres PARCA citados y con la firma y ratificación en formato de Tratado internacional18 por parte de los Estados miembros del SICA. Ahora bien, todos estos esfuerzos del SICA concuerdan con los Informes del PNUMA-ORPALC, es decir, hay coincidencia en cuanto los problemas ambientales que aquejan a los Estados miembros del SICA con los demás Estados latinoamericanos, situación que es comprobable a través de los llamados Informes GEO emitidos por el PNUMA. En resumen, los problemas ambientales en la UE y el SICA están identificados, priorizados y oficializados en instrumentos jurídicos y de planificación estratégica y operativa, y constituyen una de las principales fuentes reales de los actos normativos, y que además son similares pero diferenciados. Ambas Organizaciones internacionales de integración regionales señalan al cambio climático como su principal problema y por ende, 17 Aunque estos Informes no han sido elaborados y publicados con regularidad, pero en cierto momento se hicieron varios esfuerzos. Así mismo, sabemos que se han realizado esfuerzos llamativos en áreas específicas como cambio climático, biodiversidad, contaminación, residuos, agua, bosques, entre otros. Es importante que la CCAD y la Secretaría General del SICA retomen la iniciativa de elaborar y publicar un Informe sobre el Estado del Ambiente en el marco de la Integración C.A., quizás no anual, pero al menos cada 2 o 3 años, de lo contrario genera cierta suspicacia acerca de la planificación ambiental en el SICA, porque no se tiene una base diagnóstica sobre los problemas ambientales principales y prioritarios de conocimiento público que sustente las decisiones políticas, aunque puedan realizarse dichos diagnósticos, pero haría falta compartirlos con el público para generar debate y consenso y dotarlo de legitimidad. 18 En otras palabras, no serían actos de naturaleza comunitaria, sino actos jurídicos de Derecho internacional público, ejemplo el Convenio regional sobre cambios climáticos. 22 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía los actos normativos sobre esta materia son abundantes, en igual dirección está el problema de la pérdida de biodiversidad y las áreas protegidas o espacios naturales protegidos, así como, el problema de los residuos, peligrosos y no peligrosos, líquidos y sólidos, entre otros. II. Dimensión y formas jurídicas de solucionar los problemas ambientales y medidas jurídicas adoptadas en la UE y el SICA. Aunque todas las ciencias (económicas, ecológicas, biológicas, jurídicas, etc.) y por ende los científicos, coinciden en la existencia de problemas ambientales, hay necesidad común de proteger ese bien jurídico llamado ambiente, pero es notable que difieren en tres aspectos: la dimensión de los problemas ambientales, la forma de solucionarlos y los límites que se deben imponer a las actividades humanas. Estos tres aspectos conllevan consecuencias jurídicas, y para el tema que nos atañe, un problema ambiental sobredimensionado o minimizado sería una fuente real poco fiable del Derecho comunitario en la UE y el Derecho de Integración en el SICA con consecuencias negativas, ya que tarde o temprano, se vería afectada de ineficacia jurídica. En otras palabras, al no tener planteado bien el problema, la forma jurídica de solucionarlo, sea cual fuere, no sería la adecuada, tampoco podríamos seleccionar correctamente el modelo normativo apropiado (comando y control versus instrumentos económicos de mercado), y mucho menos, las medidas de protección ambiental y los límites a las actividades humanas, que en el caso del SICA, traería consigo graves efectos negativos sobre la débil economía centroamericana. Con relación a la dimensión real de los problemas ambientales, según algunos autores, las cosas van mejorando, es decir, hay exageración en la dimensión de los problemas ambientales, en clara crítica a los movimientos verdes y ambientalistas, y que algunos consideran al profesor de la Universidad de Harvard, Edward Wilson, como uno de 23 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 sus principales representantes19. Otros autores, estiman que estamos lejos de acabar con los recursos naturales o con los recursos de la tecnología…, y que podemos esperar un crecimiento económico ilimitado y un estándar de vida creciente, y que la inventiva humana podrá resolver cualquier problema ambiental20. Evitando los malos pensamientos, no creo que haya algún interés en la UE y el SICA de sobredimensionar o minimizar algún problema ambiental, sea por ignorancia o no, aunque si esto llegara a suceder o lo peor haya o esté sucediendo, sería un grave error político, pero además, una fuente para legislar no apropiada21. Nadie duda de la existencia de problemas ambientales, lo que sí se cuestiona por algunos autores citados en este artículo y otros más, es la existencia de grupos interesados en sobredimensionar los problemas ambientales (ambientalistas y otros) o caso contrario, minimizarlos (grupos económicos). En ambos casos (sobredimensionar o minimizar) están sirviendo de fuente real para legislar en el ámbito comunitario, lo cual vendrá tarde o temprano a generar ineficacia jurídica, dado su falsa o desvirtuada fundamentación. Los problemas ambientales una vez planteados, conllevan a un segundo aspecto esencial: ¿Cómo solucionarlos? 19 Ver, LÖMBORG, B., El Ecologista escéptico, 3ª ed., 2007, pp. 37-40, en especial, pp. 447- 478, relativo al estado real del mundo. 20 SAMUELSON, P.A. y NORADHAUS, W. D., Economía, 18ª ed., 2006, McGraw – Hill, p. 350. 21 Aclaro que no pretendo dudar o provocar duda de la honestidad y compromiso en la lucha por proteger el medio ambiente en las personas e Instituciones que conforman la UE y el SICA, o de grupos de incidencia política o de grupos económicos, sino más bien, trato de señalar que hay autores interesados en reflexionar acerca de la verdadera dimensión de los problemas ambientales y que por tanto, debemos profundizar en conocer más la naturaleza y su funcionamiento (procesos ecológicos) y tomar las medidas jurídicas correspondientes en el ámbito comunitario, y que de alguna manera pretendo contribuir con el debate o más bien, abrir un espacio de debate sobre esta cuestión, que bien podría ser algo real, pero involuntario, que por falta de certeza científica, se estén tomando medidas desproporcionadas e innecesarias con graves afectaciones a la calidad y nivel de vidas de las personas. 24 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía Las dos corrientes identificadas que difieren en cuanto a la forma de solucionar los problemas ambientales son: la corriente que propugna por la intervención del Estado mediante programas de control directo, conocidas como regulaciones sociales o sistema de comando y control; y la segunda corriente, que gira en torno a soluciones de mercado, o utilización de instrumentos económicos de mercado, o sea, poca o ninguna intervención del Estado, ejemplo; cuotas por emisión, permisos para contaminar –Impuestos Pigouvianos-, mercado de emisiones –Teorema de Coase-. En el ámbito comunitario sería la corriente que propugna por la intervención directa de las Instituciones, Órganos y Agencias de la UE y el SICA, y la segunda corriente por la poca o nula intervención de éstas, por lo tanto, se deben establecer soluciones de mercado, o instrumentos económicos de mercado. El tercer aspecto de gran importancia para las ciencias jurídicas, son los tipos de límites y alcance de los mismos, que se imponen a las actividades humanas, en especial a las actividades económicas, motivados por razones de protección ambiental, lo cual depende de la dimensión del problema y la forma de solucionarlo, así un problema sobredimensionado, tiende a establecer límites máximos de protección ambiental, con efectos significativos a las actividades humanas y en especial a las actividades económicas. Así mismo, un problema poco dimensionado, se perfila hacia límites mínimos de protección ambiental. En general, teóricamente un problema altamente dimensionado con solución jurídica de comando y control, tiende a escoger límites reglados bien estrictos. Mientras tanto, un problema poco dimensionado y utilizando instrumentos económicos de mercado, tiene la tendencia a decidir por límites no reglados y poco estrictos, flexibles, aunque en ambos casos puedan ser graduales o progresivos su aplicación, es decir, en ambos casos, el principio de progresividad y proporcionalidad juegan un papel fundamental, porque no 25 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 deben haber22 medidas extremas, sin solución alternativa que facilite el crecimiento económico de una Comunidad de Estados y tampoco decisiones de las Instituciones, Órganos y Agencias de dicha Organización de Integración Regional de manera desproporcionada. III. Los niveles de los ordenamientos jurídicos y los problemas ambientales, especial atención al Derecho comunitario europeo y el Derecho de Integración en el SICA. Los problemas ambientales pueden observarse en los tres niveles de los ordenamientos jurídicos: internacionales, comunitarios e internos, donde existe indudablemente una relación de complementariedad e interdependencia, es decir, entre el Derecho Internacional, el Derecho Comunitario y el Derecho interno de los Estados, y que concuerdan, casi siempre, en su configuración, incluyendo las fuentes reales, en este caso, los problemas ambientales reconocidos oficialmente por las Organizaciones Internacionales, las Instituciones comunitarias y los Estados nacionales. En pocas palabras, los problemas ambientales definidos en las Organizaciones Internacionales coinciden también con los priorizados en las Organizaciones de Integración Regionales (UE, SICA) y las Instituciones Estatales nacionales, y es de sumo interés para las ciencias jurídicas, para mantener una relación de complementariedad e interdependencia eficaces. Incluso, en el caso de los Estados miembros del SICA la coincidencia es tan evidente que al observar las materias de cambio climático y biodiversidad, los Tratados multilaterales y los Tratados regionales centroamericanos son prácticamente similares en su parte considerativa (justificación de la norma – problemas ambientales) como dispositiva (contenido normativo), aunque obviamente, adaptado a los contextos. 22 Aunque la norma jurídica indique el deber ser, el ser humano (funcionario público) muchas veces toma medidas desproporcionadas o no graduales, haciendo fracasar el crecimiento económico, destruyendo fuentes de empleo o bien, fomentando un modelo de desarrollo altamente proteccionista del ambiente, pero no sostenible. 26 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía De igual manera, los elementos que integran la noción de medio ambiente, también están siendo incluidos en las distintas áreas que integran las ciencias jurídicas23: Derecho internacional público24, Derecho comunitario y Derecho interno (Derecho administrativo25, Derecho penal26, etc.). Ahora bien, los problemas ambientales a nivel internacional y que son fuente real del ordenamiento jurídico internacional en materia ambiental, se pueden suscitar en tres categorías: Los problemas vinculados a los bienes públicos ambientales que se encuentran 23 Las distintas áreas de conocimiento del Derecho han abordado la materia de medio ambiente, aunque hay algunas ramas del Derecho que le han prestado mayor atención, ejemplo, el Derecho internacional público, el Derecho Comunitario, el Derecho administrativo, el Derecho constitucional, el Derecho penal, entre otros. Muestra en Derecho público y privado tenemos las obras siguientes: LOZANO CUTANDA, Blanca. Derecho ambiental administrativo, editorial Dykinson, 9ª ed. actualizada, 2008, 581 pp. En Derecho privado: LLODRÀ i GRIMALT, Francisca, Lecciones de Derecho ambiental civil, editorial Universitat de les Illes Balears, 1ª ed., 2008, 203 pp. 24 El desarrollo de la doctrina científica en materia de Derecho internacional público es una realidad actual, la existencia de una diversidad de instrumentos jurídicos internacionales relativos a la protección del medio ambiente es un indicador clave para confirmar nuestra afirmación. Por ejemplo, la multitud de Convenios internacionales medio ambientales es notoria, pueden verse mejor desde la óptica europea y desde la óptica mundial o multilateral en ALENZA GARCÍA, J.F., Manual de Derecho ambiental, 1ª ed., 2001, pp. 59-69. Vid. KISS, A., La acción internacional de la Unión Europea, en, PAREJO ALFONSO, L. y KRÄMER, L. y otros, Derecho medioambiental de la Unión Europea, 1ª ed., 1999, pp. 199-228. Ver también, JUSTE RUÍZ, J., Tendencias actuales del derecho internacional y del medio ambiente, en, VALLE MUÑIZ, J.M., La protección jurídica del medio ambiente, 1997, 1ª ed., pp. 21-43. 25 La cantidad de administrativistas dedicados desde la década de los 60 y 70 del siglo pasado a la materia de medio ambiente es impresionante, de tal manera que, no hay duda de la incidencia en la construcción de la protección jurídica del medio ambiente por parte de los administrativistas, habiendo muchas instituciones jurídicas ambientales cuya base teórica está fundada en la doctrina jurídicaadministrativa, ejemplo, la evaluación ambiental estratégica, la evaluación de impacto ambiental, los espacios naturales protegidos, entre otros. 26 La doctrina de los delitos ambientales prácticamente está incorporado en todos los Estados miembros de la UE y el SICA, y la doctrina jurídica penal – ambiental ha dado avances significativos, de igual manera, la doctrina jurisprudencial de los Estados miembros de la UE y el SICA es fructífera y abundante. 27 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 en las aguas internacionales y recursos asociados, los relacionados con el cambio climático y las especies migratorias27. Una segunda categoría se refiere a los problemas relacionados con los bienes ambientales compartidos por dos o más Estados colindantes, tal es el caso de las Cuencas del Río Ebro y el Río Rin, y una tercera categoría, son aquellos problemas generados por Estados nacionales dentro de su territorio, en el pleno ejercicio de su soberanía, pero con efectos nocivos al medio ambiente de otros Estados, sean vecinos o no. En este último caso, la doctrina ha venido elaborando y construyendo el principio de solidaridad, que a manera de ejemplo puede verse contenido en el artículo 3 del Convenio sobre la Diversidad Biológica que en su parte conducente dice: “…Los Estados tienen…la obligación de asegurar que las actividades que se lleven a cabo dentro de su jurisdicción o bajo su control, no perjudiquen al medio de otros Estados o de zonas situadas fuera de toda jurisdicción nacional28”. Este principio de solidaridad, tal y como se concibe en los Tratados internacionales, incluyendo el Convenio sobre la Diversidad Biológica, tiene un alcance jurídico que incluye tres deberes: el deber de la cooperación internacional de los Estados desarrollados a los Estados en vías de desarrollo, tanto en materia de transferencia de tecnología, asistencia técnica como en apoyo financiero; el deber de informar en caso de alguna situación grave relevante, para lo cual se han diseñado mecanismos de consentimiento fundamentado previo, el clearing house mechanism, ejemplo, el Convenio de Rotterdam y el Protocolo de Cartagena sobre seguridad de la biotecnología moderna; y el tercer deber es la buena 27 Todas las Secretarías de los principales Convenios Internacionales Ambientales tienen identificados los problemas ambientales que ocupan su agenda política. Así por ejemplo, las Secretarías de los Convenios de Cambio Climático, Diversidad Biológica, CITES, Basilea, Rotterdam, Estocolmo coinciden con las prioridades de la UE y el SICA y viceversa, en una clara interdependencia y complementariedad. 28 Este artículo 3 del CDB adopta lo que la doctrina jurídica ambiental le ha llamado, el principio de solidaridad ambiental. 28 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía vecindad, que consiste en no causar daños ambientales a Estados vecinos por actividades realizadas en su territorio. Ahora bien, un problema ambiental aunque sea coincido y aceptado por la Comunidad Internacional y las Instituciones comunitarias, si es sobredimensionado o minimizado, no sería fiable en realidad, dado que los problemas ambientales como fuente real del Derecho Comunitario constituyen una base consistente, y en la medida que las investigaciones extrajurídicas y jurídicas sean serias y responsables, y no sobredimensionen o minimicen, así será la base científica de los Actos normativos del Derecho Comunitario de la UE y del SICA, a esto cabe preguntarnos: ¿Habrán actos normativos en materia ambiental en la UE o el SICA, cuya fuente real esté sobredimensionada o minimizada?, ¿Cuál es el modelo normativo que se está utilizando: comando y control o instrumentos económicos de mercado, o ambos?, ¿Qué tipo de límites se están imponiendo a las actividades económicas en la UE y el SICA?, ¿Tienen una justificación científica sólida?, ¿Son actos normativos con límites reglados o no reglados?, ¿Son actos normativos con base proporcional?, en fin, todo depende de cómo se está dimensionando los problemas ambientales. Por otro lado, los límites y alcance jurídicos a las actividades económicas por motivos de protección ambiental, deben ser parte de la agenda jurídica de investigación, por su importancia para el desarrollo sostenible, el crecimiento y desarrollo económicos, la calidad y nivel de vida de los ciudadanos en todo proceso de integración regional, sea la UE, SICA u otro (MERCOSUR, CARICOM, etc.), dado que el establecimiento del objetivo general de protección ambiental, busca como mejorar la calidad de vida de los seres humanos29. 29 La calidad de vida es un elemento finalista del poder público, donde se unen la felicidad del individuo y el bien común, a fin de superar la estrecha visión cuantitativa antes expresada en el concepto de nivel de vida. La calidad de vida puede caracterizarse, según la doctrina científica, como el vago fundamento moral de la protección ambiental y que concierne no solamente a la naturaleza sino también al hombre en sus relaciones sociales, de trabajo, de placer –señala Lamarque y M. Prieur por la doctrina francesa-, o la referencia antropológica para la protección ambiental, o el complemento necesario del medio ambiente – según López Ramón y Martín Mateo por la doctrina española-. 29 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 En el caso de la UE, el Derecho Comunitario plantea los tipos de límites que utilizan, y estos también varían en dependencia de la forma de dimensionar el problema y la forma jurídica seleccionada para solucionarlo. Con relación a los límites que el Derecho Comunitario le impone a las actividades económicas por motivos de protección ambiental, los economistas Samuelson y Nordhaus encasillan a sus colegas en dos grupos: los economistas pesimistas y los optimistas30. Los pesimistas31 señalan los autores citados, estiman que las actividades humanas amenazan con perturbar la intrincada red de los ecosistemas naturales…, sostienen que la humanidad tendrá que practicar un desarrollo económico sustentable y aprender a vivir dentro de los límites de sus escasos recursos naturales o sufrirá terribles e irreparables consecuencias. Siguen anotando, los ilustres economistas mencionados que, en el otro extremo están los cornucopianos32…, que aseguran que estamos lejos de acabar con los recursos naturales 30 Ampliar estás teorías económicas y su relación con la protección del medio ambiente en: TAMAMES, R. Ecología y desarrollo: La polémica sobre los límites al crecimiento, editorial Alianza Universidad, 4ª ed., 1983, pp. 21-48 y 95-134. Vid., CUADRADO ROURA, J.R. et. all., Política económica: elaboración, objetivos e instrumentos, 3ª edición, McGraw – Hill, 2006, pp. 203-286. También ver, FERNÁNDEZ-BOLAÑOS, A., Economía y política medioambiental: situación actual y perspectivas en la Unión Europea, editorial pirámide, 1ª edición, 2002, pp. 199-334. En un planteamiento más amplio, se recomienda ver la obra: MEADOWS, D., et. all., Los límites del crecimiento 30 años después, editorial Galaxia Gutenberg, 1ª ed., 2006. En la doctrina científica jurídica ver, MARTÍN MATEO, R. Tratado de Derecho ambiental, Vol. I, 1ª edición, 191, p.41. 31 Los economistas pesimistas, se fundamentan en el pensamiento del Prof. de la Universidad de Harvard, Edward O. Wilson. Ver también la interesante clasificación de los pesimistas que hace, CANO, G., op. cit., p. 45 y ss. 32 Etimológicamente, cornucopia significa cuerno de la abundancia: Cornu –cuerno- copiae – abundancia-. Uno de los partidarios más emblemáticos de esta escuela es, Julián Simon, profesor de la Universidad de Maryland. Los cornucopianos consideran que se debe conquistar la naturaleza para producir crecimiento económico progresivo, estiman que los problemas medioambientales, tal y como se señalan, son exagerados y que pueden corregirse mediante el desarrollo tecnológico, que las personas son la principal 30 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía o con los recursos de la tecnología…, podemos esperar un crecimiento económico ilimitado y un estándar de vida creciente, y que la inventiva humana podrá resolver cualquier problema ambiental33. Los Tribunales de Justicia han venido contribuyendo a la construcción del objetivo de protección ambiental, dado el reconocimiento de la existencia de problemas ambientales, con la finalidad de fomentar el desarrollo sostenible34, aunque existan modificaciones en la economía35. fuente de soluciones a los problemas medioambientales, que los recursos naturales potencialmente renovables no se agotarán nunca, porque los seres humanos aprendemos a gestionarlos mejor o los sustituimos por otros, y podemos encontrar más reservas o sustitutos, la innovación tecnológica reduce el agotamiento de recursos, la contaminación y la degradación medio ambiental, defienden el control mediante la corrección (output control), a contrario de los neomalthusianos que defienden el control preventivo (input control). 33 SAMUELSON, P.A. y NORADHAUS, W. D., Economía, 18ª edición, 2006, McGraw – Hill, p. 34 En el ámbito de la Integración Centroamericana ver: Resolución de la CCAJ de mayo de 1995, 350. Opinión Consultiva solicitada por la Secretaría General del SICA en torno a la Declaración de los Presidentes de la región que aprobaron la Alianza Centroamericana para el Desarrollo Sostenible (ALIDES). Mientras tanto, en el ámbito de la UE ver: FJ. 7 y 21 de la STJUE 13 de julio de 1989, asunto 380/87, Cuestión prejudicial, planteada por el Tribunale administrativo regionale per la Lombardia al TJJUE en el marco de un litigio entre varios productores de recipientes, embalajes y bolsas de plástico contra el municipio de CiniselloBalsamo a raíz de un bando de su Alcalde que prohibía la venta o suministro en los comercios de bolsas u otros recipientes de plástico no biodegradables, el planteamiento versa sobre la interpretación de las Directivas 75/442, de 15 de julio de 1975, relativa a los residuos; 78/319, de 20 de marzo de 1978, relativa a los residuos tóxicos y peligrosos y 76/403, de 6 de abril de 1976, relativa a la gestión de los policlorobifenilos y policlorotrifenilos, en particular si de dichas Directivas se deriva para los particulares un derecho a vender o usar bolsas de plástico u otros envases no biodegradables. En la misma línea ver el FJ 9, 12 y 16 de la STJUE de 23 de mayo de 1990, asunto 169/89, cuestiones prejudiciales presentada por el HogeRaad der Nederlanden. 35 Véase por ejemplo, Considerando 4 del 3er. Programa de acción comunitario en materia de medio ambiente, aprobado por Resolución del Consejo de las Comunidades Europeas y de los representantes de los Gobiernos de los Estados miembros, reunidos en el seno del Consejo de 7 de febrero de 1983. DO No. C46/1 de 17 de febrero de 1983. En este sentido, las CE ha dado muestra de que la cosa es así, al encontrarse en una situación de crisis financiera mundial y no ha retrocedido en su plan altamente costoso de reducción de contaminantes que produce el calentamiento global. 31 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 Tanto la doctrina científica como la doctrina jurisprudencial han expresado que la protección ambiental permite limitar actividades económicas importantes, ejemplo, el libre comercio36, en tanto y en cuanto, importaciones y exportaciones, para alcanzar el desarrollo sostenible37 y en sus fallos, los Tribunales han adoptado una visión antropocéntrica. En esta visión antropocéntrica de la protección ambiental, tanto la doctrina científica, la doctrina jurisprudencial y los Órganos Legislativos han escogido formas de solución a los problemas ambientales, estableciendo límites reglados y no reglados, acuñando derivativos importantes para las ciencias jurídicas y la relación interdependiente y complementaria de los derechos de los ciudadanos y empresas públicas y privadas, así se 36 FJ 12, 13 y 25, STJUE de 07.02.1985, asunto 240/83, cuestión prejudicial, Procurador de la República Francesa contra Asociación de defensa de fabricantes, comerciantes y usuarios de calefactores que utilizan como combustible fuel o aceites usados. “…el principio de libertad de comercio está sujeto a determinados límites impuestos por los objetivos de interés general perseguidos por la Comunidad… nada permite concluir que la Directiva haya rebasado esos límites. Esta Directiva se encuadra en el marco de la protección del medio ambiente, que es uno de los objetivos esenciales de la Comunidad. Como resulta de sus considerando tercero y séptimo, toda la regulación relativa a la eliminación de aceites usados debe tener como objetivo la protección del medio ambiente contra los efectos perjudiciales causados por el vertido, el depósito o el tratamiento de estos productos…el objetivo principal de la Directiva es la eliminación de los aceites usados sin perjuicio para el medio ambiente, objetivo que se impone como obligación a los Estados miembros”. Vid. STJUE de 20 de septiembre de 1988, asunto 302/86. Comisión c. Dinamarca. FJ. 8 y 9. La protección del medio ambiente fue considerada por este Tribunal, en su sentencia de 7 de febrero de 1985, (Association de défense des brûleursd’huilesusagées, asunto 240/83), como uno de los objetivos esenciales de la Comunidad, que como tal, puede justificar ciertas limitaciones al principio de la libre circulación de las mercancías. El Acta Única Europea confirma además esta apreciación”. 37 El desarrollo sostenible ha generado dos corrientes de pensamiento económico, los que propugnan por la sostenibilidad débil y, los que se apuntan por la sostenibilidad fuerte. Para ampliar estas dos corrientes, se sugiere ver, MARTINER ALIER, J., Introducción a la economía ecológica, ed. Rubes, 1ª edición, 1999, pp. 47-50. Por otro lado, los programas de acción comunitarios en materia de medio ambiente han precisado este asunto, afirmando que, para lograr el desarrollo sostenible se deben combinar tres dimensiones básicas; económica, social y ambiental. 32 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía habla de límites ponderados38 y proporcionales39, en clara alusión a la aplicación del principio de proporcionalidad. Por otro lado, la doctrina jurisprudencial viene construyendo toda una corriente de límites necesarios e indispensables40, habituales41, así como, límites de exigencia imperativa42 e inevitables43. Es indudable que el mundo científico acepta la existencia de problemas ambientales, pero difiere en cuanto la dimensión de los problemas ambientales, la forma de solucionarlos 38 39 Ver FJ 8 de la STJUE de 08 de julio de 1987, en materia de aves protegidas. Se refiere inequívocamente al principio de proporcionalidad, como el principio regulador de la medida de protección medio ambiental con relación a las actividades económicas. 40 Por ejemplo, el TJUE en su sentencia de 20 de septiembre de 1988, asunto 302/86, FJ 12, 13, 20 y 21, En tales condiciones, es necesario comprobar si todas las limitaciones que la materia objeto de litigio impone a la libre circulación de las mercancías son necesarias para alcanzar los objetivos de dicha normativa”. FJ. 13. “…la obligación de establecer un sistema de depósito y devolución de los envases vacíos, hay que reconocer que tal obligación es un elemento indispensable de un sistema cuyo fin es garantizar que los envases vuelvan a ser utilizados y resulta por tanto necesaria para alcanzar los objetivos de la normativa impugnada. El TJUE considera que la obligación de establecer un sistema de depósito y devolución de envases vacíos, es un elemento indispensable de un sistema cuyo fin es garantizar que los envases vuelvan a ser utilizados y resulta por tanto necesaria para alcanzar el objetivo de protección del medio ambiente, y el sistema de devolución de envases homologados garantiza un índice máximo de reutilización y por tanto una protección muy notable del medio ambiente. El principio de proporcionalidad es el que permite identificar el límite necesario e indispensable impuesto a la actividad económica que utilizan envases por razones de protección del medio ambiente. 41 El concepto de límites habituales lo utiliza el TJUE en su Declara No.4 de la STJUE de 12 de mayo de 1987. 42 STJUE de septiembre de 1988, asunto 302/86. Comisión c. Dinamarca. FJ 9. “A la luz de lo expuesto, hay que hacer constar que la protección del medio ambiente constituye una exigencia imperativa que puede limitar la aplicación del artículo 30 del Tratado”. 43 STJUE de 20 septiembre de 1988, asunto 302/86. Comisión c. Dinamarca. FJ. 11. “…hay que recordar que en la citada sentencia de 7 de febrero de 1985 este Tribunal de Justicia precisó que las medidas adoptadas para salvaguardar el medio ambiente no deben sobrepasar las restricciones inevitables, justificadas por el objetivo de interés general que es la protección del medio ambiente”. 33 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 y los límites que se deben establecer a las actividades humanas por motivos de protección ambiental. En resumen, los problemas ambientales son reconocidos por todas las ciencias, incluyendo las jurídicas, y el Derecho Comunitario de la UE y el Derecho de integración del SICA lo han reconocido, y han establecido prioridades claves, y estimo que desde la óptica jurídica, siempre se deben analizar tres aspectos fundamentales: la dimensión real del problema jurídico, la forma de solucionarlo jurídicamente y los límites reglados o no reglados impuestos a los derechos de los ciudadanos por motivos de protección ambiental, teniendo presente que de ahí depende el desarrollo sostenible y sobre todo, la calidad y nivel de vida de todos. IV. Los problemas ambientales como base justificativa de los Actos normativos de Derecho comunitario europeo y de Derecho de Integración en el SICA. Los problemas ambientales en la UE y el SICA es una fuente real de los actos jurídicos dictados en ambas Organizaciones Internacionales de Integración regionales, con sus diferencias y semejanzas. La UE tiene todo un Sistema jurídico establecido, desarrollado y aplicado, de naturaleza comunitaria, tanto en su proceso de formación (procedimiento legislativo de co-decisión), como en su proceso de aplicación (justicia comunitaria). Mientras tanto, el SICA, a pesar de los esfuerzos realizados, su sistema jurídico en materia ambiental (procesos de formación y justicia ambiental) dista mucho del Sistema Comunitario europeo. Los problemas ambientales en el SICA, ejemplo cambio climático y biodiversidad, han servido de fundamento para dictar actos normativos en Centroamérica, aunque dichos actos normativos tienen una naturaleza jurídica de Derecho Internacional Público y no actos normativos de Derecho Comunitario, ejemplo, el Tratado regional de cambios climáticos y el Convenio centroamericano de biodiversidad. 34 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía En el caso del problema del cambio climático, casi todos los Estados miembros que conforman el SICA, adoptaron un Tratado internacional, llamado Tratado “Regional” de Cambios Climáticos, ese cliché de “regional” es utilizado asiduamente, aunque indefinido jurídicamente. El concepto regional no determina su naturaleza jurídica, es decir, no lo vuelve un acto normativo de naturaleza comunitaria, debido a dos elementos fundamentales: en primer lugar, el proceso de formación del Tratado regional fue de un acto normativo de Derecho internacional público (firma por los Ejecutivos y ratificación por los órganos legislativos nacionales), y en segundo lugar, el tipo de acto normativo no encaja en las tipologías de actos normativos según el Reglamento de actos normativos del SICA44. En cambio, la UE tiene un sistema de actos normativos, de naturaleza comunitaria, donde una Institución comunitaria, llámese Parlamento Europeo, en un procedimiento legislativo de Co-decisión, dicta los actos normativos comunitarios (Directivas comunitarias, Reglamentos comunitarios) de obligatorio cumplimiento, que no requieren de firma (Ejecutivo) y ratificación (Legislativo), es decir, no requieren de un proceso de formación similar a los Tratados internacionales, sino que tiene un proceso de formación propio, autónomo, blindado de efecto directo y primacía, así como, de un bloque de legalidad y acervo comunitario, dotando de una seguridad jurídica a todo el Sistema de naturaleza comunitaria, mientras que en el SICA, los actos normativos no son emitidos por el Parlamento Centroamericano, dado que no tienen poder normativo otorgado por los Estados miembros, es decir, no hay cesión de soberanía a dicho Órgano regional. Esta diferencia es vital, dado que el Parlamento europeo es una Institución de naturaleza supranacional, mientras que el PARLACEN por sus atribuciones, no tienen poder normativo comunitario. 44 Algunos podrán decir, el Tratado regional de cambios climáticos fue aprobado antes de la promulgación del Reglamento de Actos normativos del SICA, aunque esto es cierto en alguna medida, ello no justifica tal acto normativo como de Derecho comunitario. 35 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 En pocas palabras, los actos normativos utilizados por la UE son de naturaleza comunitaria, mientras que los utilizados por el SICA, son generalmente de naturaleza jurídica devenida del Derecho internacional público. Ahora bien, en ambas Organizaciones Internacionales se complementan los esfuerzos integracionistas –supranacional o de mera cooperación intergubernamental, según cada caso-, con los esfuerzos multilaterales, así por ejemplo, en los programas de acción comunitaria de medio ambiente de la UE, se hace referencia a las prioridades claves comunitarias45, que responden a los principales problemas ambientales de la UE a saber: 1. El cambio climático, cuya normativa internacional complementaria e interdependiente es la Convención marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), de 1992 (www.unfccc.int) y el Protocolo de Kioto, de 1997, que establece el mercado de emisiones46. 2. La protección de la diversidad biológica, cuyas medidas de protección están referidas a la protección de ecosistemas, especies y recursos genéticos, y que de manera complementaria e interdependiente en la UE tienen una protección a través de la Red Natura 2000, y los distintos mecanismos de protección comunitaria, ejemplo, las Zonas de especial protección para las aves (ZEPA’s), 45 El arto. 1.4 del VI programa de acción comunitaria en materia de medio ambiente, publicado en el DOCE L 242/3 de 10 de septiembre de 2002 acuña el concepto de “prioridades claves” en materia de medio ambiente, que debe afrontar la Comunidad hasta el año 2010, siendo cuatro a saber; cambio climático, naturaleza y biodiversidad, medio ambiente y salud y calidad de vida, recursos naturales y residuos. 46 Nicaragua es parte de dicho Convenio, además de haber firmado y ratificado el Convenio Regional de Cambios climáticos. En el caso de la UE, el CMNUCC y el Protocolo de Kyoto fueron adoptados según la Decisión 2002/358/CE del Consejo, de 25 de abril de 2002, relativa a la aprobación, en nombre de la Comunidad Europea, del Protocolo de Kyoto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y al cumplimiento conjunto de los compromisos contraídos con arreglo al mismo, publicado en el DO L 130 de 15.05.2002. De igual manera, es parte del Convenio para la protección de la capa de Ozono y el Protocolo de Montreal. Desde el punto de vista de la doctrina, se recomienda ver: SANZ RUBIALES, I. El mercado de derechos a contaminar: régimen jurídico – público del mercado comunitario de derechos de emisión en España, 1ª ed., abril 2007. 36 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía las Zonas de especial conservación (ZEC’s) y los lugares de interés comunitario (LIC’s), pero también se cuenta con el Convenio sobre la diversidad biológica, y otros instrumentos jurídicos internacionales. Mientras que en el SICA no existe un sistema comunitario de protección, basta con señalar que se habla de un Sistema centroamericano de áreas protegidas, que según el SICA está compuesto por la sumatoria de todos los Sistemas nacionales, lo cual deja claro que no constituye un Sistema de naturaleza comunitaria, cuestión que está pendiente de diseñar y establecer, siendo la Red Natura 2000 un modelo a tomar en cuenta. Por otro lado, la protección de los recursos genéticos, en cuanto acceso para su uso sostenible y su vinculación con los organismos vivos genéticamente modificados por la ingeniería genética –transgénicos-, es otro aspecto regulado internacionalmente por el CDB y el Protocolo de Cartagena. En este sentido, la UE como Organización Internacional es Parte de ambos Tratados, y con sus consecuentes medidas comunitarias que regulan armónicamente en todos los Estados miembros, a través de las Directivas y Reglamentos Comunitarios, no así en el SICA. 3. La gestión de residuos. Esta materia tiene cada vez más importancia, por la cantidad y peligrosidad de residuos. A nivel internacional y centroamericano existen una serie de Tratados internacionales que regulan esta materia, siendo toda la región Parte de dichos Tratados, y en el caso de la UE como Organización Internacional es Parte y lo ha desarrollado mediante Actos normativos de naturaleza comunitaria (Directivas y Reglamentos). Los Tratados Internacionales vinculados a la materia de residuos tenemos principalmente los siguientes: A. Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, de 22 de 37 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 marzo de 1989 y su Protocolo sobre la responsabilidad y compensación por daños resultantes de movimientos transfronterizos de sustancias peligrosas y su eliminación de 10 de diciembre de 1999, así como, la Enmienda a la Convención de 22 de septiembre de 2005, (www.basel.int). B. Convención sobre la evaluación del impacto ambiental en un contexto transfronterizo, de Espoo, Finlandia de 25 de febrero de 1991, (www.unece.org/env/eia). C. Convención para el procedimiento de consentimiento informado previo de ciertos productos químicos peligrosos y plaguicidas en el comercio internacional, Rotterdam, 1998 (www.pic.int). D. Convención de Estocolmo sobre contaminantes orgánicos persistentes, de 2001, (www.pops.int). E. Acuerdo regional de movimiento transfronterizo de residuos tóxicos y peligrosos. Los tres problemas mencionados, son ejemplificativos de la complejidad y multiplicidad de problemas ambientales existentes, pero la diversidad de forma de solucionarlos y los límites que se imponen son diversos desde el punto de vista del Derecho, tales como: derecho a la libre circulación de mercancías, derecho a la libre empresa, derecho a la importación y exportación. Todos estos problemas concuerdan con prioridades regionales, multilaterales47 y europeas48. 47 La multitud de Convenios internacionales medio ambientales es notoria, pueden verse mejor desde la óptica europea y desde la óptica mundial o multilateral. Ver, ALENZA GARCÍA, J.F., Manual de Derecho ambiental, 1ª edición, 2001, pp. 59-69. Vid. KISS, A., La acción internacional de la Unión Europea, en, PAREJO ALFONSO, L. y KRÄMER, L. y otros, Derecho medioambiental de la Unión Europea, 1ª edición, 38 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía Pero, como bien dijimos al inicio, nadie se opone a reconocer la existencia de problemas ambientales, la divergencia se encuentra en la dimensión del problema, la forma de solucionarlos y determinar el alcance y contenido de los límites a establecer en las normativas jurídicas por motivos de protección ambiental. 1999, pp. 199-228. Ver también, JUSTE RUÍZ, J., Tendencias actuales del derecho internacional y del medio ambiente, en, VALLE MUÑIZ, J.M., La protección jurídica del medio ambiente, 1997, 1ª edición, pp. 21-43. 48 El Mediterráneo ha sido uno de los sitios que mayor atención ha tenido por parte de las CE, ver al respecto, el Convenio para la protección del mar Mediterráneo contra la contaminación, Barcelona, febrero de 1976 y sus protocolos. Además ver la batería de actos normativos de las CE en este sentido; Decisión 77/585/CEE del Consejo, de 25 de julio de 1977, relativa a la celebración del Convenio para la protección del mar Mediterráneo contra la contaminación, así como del Protocolo sobre la prevención de la contaminación del mar Mediterráneo causada por vertidos desde buques y aeronaves, Decisión 81/420/CEE del Consejo, de 19 de mayo de 1981, relativa a la celebración del Protocolo sobre cooperación para combatir en situaciones de emergencia la contaminación del mar Mediterráneo causada por hidrocarburos y otras sustancias perjudiciales, Decisión 83/101/CEE del Consejo, de 28 de febrero de 1983, relativa a la celebración del Protocolo sobre la protección del mar Mediterráneo contra la contaminación de origen terrestre, Decisión 84/132/CEE del Consejo, de 1 de marzo de 1984, relativa a la celebración del Protocolo sobre las zonas especialmente protegidas del Mediterráneo, Decisión 1999/800/CE del Consejo, de 22 de octubre de 1999, relativa a la conclusión del Protocolo sobre las zonas especialmente protegidas y la diversidad biológica en el Mediterráneo, así como a la aceptación de los correspondientes anexos (Convenio de Barcelona), Decisión 1999/801/CE del Consejo, de 22 de octubre de 1999, relativa a la aceptación de las enmiendas al Protocolo revisado sobre protección del Mediterráneo contra la contaminación de origen terrestre (Convenio de Barcelona), Decisión 1999/802/CE del Consejo, de 22 de octubre de 1999, relativa a la aceptación de las enmiendas al Convenio para la protección del Mar Mediterráneo contra la contaminación y al Protocolo sobre la prevención de la contaminación causada por vertidos desde buques y aeronaves (Convenio de Barcelona) y Decisión 2004/575/CE del Consejo, de 29 de abril de 2004, relativa la celebración, en nombre de la Comunidad Europea, del Protocolo sobre cooperación para prevenir la contaminación por los buques y, en situaciones de emergencia, combatir la contaminación del Mar Mediterráneo, del Convenio de Barcelona para la protección del Mar Mediterráneo contra la contaminación. Vid., BLANC ALTEMIR, A., La protección del medio ambiente en el Mediterráneo: Balance y prospectiva tras el proceso de revisión del Plan de acción para el Mediterráneo (PAM), del Convenio de Barcelona y de sus protocolos, en VALLE MUÑIZ, J.M., op. cit., 45-103. 39 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 V. Los niveles de protección jurídica ambiental en la UE, un modelo a tomar en cuenta en el SICA. El Tratado de Lisboa establece como un objetivo general de la UE, la protección del medio ambiente, estableciendo que dicha protección es una competencia compartida y una exigencia imperativa que se debe integrar en las políticas y acciones de la UE, es decir, las políticas integradas que incluyen obviamente, la integración entre las políticas económicas y las políticas medio ambientales. Pero, este objetivo general y exigencia imperativa debe basarse en los niveles de protección, que el mismo Tratado de Lisboa establece. El primer nivel de protección que el Tratado consigna, es el nivel de protección elevado. El Tratado estipula que la Comisión, al ejercer la competencia relativa a la aproximación de las legislaciones en materia de protección del medio ambiente, debe basarse en un nivel de protección elevado, teniendo en cuenta cualquier novedad basada en hechos científicos. Igual situación jurídica opera para las respectivas competencias del Parlamento Europeo y el Consejo49. Pero además, el nivel de protección elevado que puede establecer la Comisión en el marco de la aproximación de las legislaciones, el Parlamento y el Consejo, puede tener un estándar de mayor protección, segunda tipología de nivel de protección ambiental que el Tratado establece, el cual corresponde establecer a los Estados miembros, previa justificación de protección medio ambiental necesaria, debiendo notificar a la Comisión dichas disposiciones y los motivos para establecer la mayor protección. Las medidas de protección adoptadas en virtud del arto.192 del Tratado de Lisboa, no deben ser obstáculo para el mantenimiento y la adopción, en su caso, por parte de cada 49 Ver Capítulo 3, relativo a la Aproximación de las legislaciones, en particular, el artículo 114.3 (antiguo 95 TCE). 40 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía Estado miembro, de medidas de mayor protección50, las cuales deben ser compatibles con los Tratados y deben ser notificadas en tiempo y forma a la Comisión. Este nivel de mayor protección, debe basarse en novedades científicas y justificado por un problema específico de dicho Estado miembro, surgido con posterioridad a la adopción de la medida de armonización, siendo la Comisión competente para aprobar o rechazar, en un plazo de seis meses, a partir de las notificaciones, las disposiciones nacionales objeto de revisión, que girará en torno a garantizar que dicha medida de mayor protección, no constituya un medio de discriminación arbitraria o de una restricción encubierta del comercio entre Estados miembros y si constituyen o no un obstáculo para el funcionamiento del mercado interior. El tercer nivel es la protección mínima que naturalmente se debe fundamentar en base científica y de acuerdo al objetivo general de protección ambiental, el cual es uno de los objetivos de la UE. En el caso del SICA, no se logra identificar ni en el Protocolo de Tegucigalpa, ni en ningún acto normativo de Derecho derivado y complementario, ninguna clasificación de niveles de protección ambiental, lo cual no permite garantizar un sistema de protección jurídica ambiental apropiada. CONCLUSIONES. La UE y el SICA tienen similares problemas ambientales pero diferenciados, tanto en sus dimensiones, la forma de solucionarlos y la imposición de límites a las actividades humanas, en particular, a las actividades económicas. Ambas Organizaciones internacionales de integración regionales señalan al cambio climático como su principal problema y por ende, los actos normativos sobre esta materia son abundantes, en igual dirección está el problema de la pérdida de biodiversidad y las áreas protegidas o espacios 50 Ver arto.193 del Tratado de Lisboa, antiguo arto.176 TCE. 41 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 14-45 naturales protegidos, así como, el problema de los residuos, peligrosos y no peligrosos, líquidos y sólidos, entre otros. La UE y el SICA difieren en tanto y en cuanto protección jurídica ambiental en tres aspectos: la dimensión de los problemas jurídicos ambientales, la forma jurídica de solucionarlos y los límites que se deben imponer a los derechos de los personas naturales y jurídicas. En el caso de la UE con su Sistema normativo de naturaleza comunitaria, ha dimensionado sus problemas ambientales a un nivel mundial, definiendo sus prioridades regulatorias, niveles jurídicos de protección ambiental y mecanismos jurídicos comunitarios de protección, mientras tanto, el SICA carece de un Sistema normativo comunitario de protección ambiental, tiene difuso sus prioridades regulatorias, no ha establecido claramente sus niveles jurídicos de protección ambiental y requiere del establecimiento de mecanismos jurídicos comunitarios de protección ambiental, el caso más evidente es la falta de un Sistema centroamericano de áreas protegidas, de naturaleza comunitaria, no el existente, sino un verdadero Sistema, que bien podría retomar el esfuerzo de la UE y como modelo la Red Natura 2000, las ZEPA’s, las ZEC’s y los LIC’s. La UE cuenta con tres niveles de protección ambiental que permite regular de forma proporcional y con base científica, las medidas de protección ambiental, para evitar obstáculos innecesarios al mercado interior, a las reglas de competencia y al desarrollo y crecimiento económicos de los Estados miembros. En cambio, el SICA no tiene establecido niveles de protección jurídica ambiental, lo que sería importante definir en nuestra región centroamericana, teniendo a la UE como espejo para verse. Se estima necesario una reforma ambiental profunda en el SICA, que permita establecer y desarrollar un catálogo jurídico prioritario, que priorice los siguientes aspectos: el diseño conceptual de la materia de medio ambiente, los distintos niveles jurídicos de protección ambiental, las competencias exclusivas y compartidas y la subsidiariedad, los principios fundamentales para la protección ambiental como: proporcionalidad, solidaridad, seguridad jurídica, legalidad comunitaria (bloque de legalidad), acervo comunitario, la distribución de competencias entre las Instituciones y Órganos del SICA y los Estados 42 La protección jurídica ambiental en la UE y el SICA... Javier Hernández Munguía nacionales, la definición precisa de los objetivos de protección ambiental, la obligación de diseñar políticas integradas, la política exterior e interior en materia de medio ambiente, la aproximación de legislaciones, entre otras. En fin, hace falta mucho camino por recorrer en el SICA para proteger seriamente el medio ambiente, desde el punto de vista jurídico, y se considera a la UE como un modelo importante a tomar en cuenta, mañana es muy tarde. FUENTES DE CONOCIMIENTOS. ANDRÉS SÁENZ DE SANTA MARÍA, M.P., et. all. Introducción al Derecho de la Unión Europea, editorial Eurolex, 2ª ed. 1999, 768 pp. ALENZA GARCÌA, José Francisco. Manual de Derecho ambiental, ed. Universidad pública de Navarra, 1ª ed. 2001, 323 pp. ALONSO GARCÍA, Ricardo. Las Sentencias básicas del Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, editorial Centro de estudios Políticos y Constitucionales, 1ª ed. 2002, 604 pp. AZQUETA OYARZÚN, Diego. Introducción a la economía ambiental, editorial McGraw-Hill, 2ª ed. 2007, 499 pp. CARRERA HERNÁNDEZ, F. JESUS, et. all. Jurisprudencia básica del Tribunal de justicia de las comunidades europeas. Editorial TECNOS, 1ª ed. 2000, 327 pp. DIEZ MORENO, Fernando. 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El efecto directo de la norma internacional; 2. El principio de efecto directo como construcción jurisprudencial; 3. Características del efecto directo en la norma comunitaria; 4. Determinación del Efecto Directo, A) El Reglamento, B) La Directiva, a) Relaciones verticales, b) Relaciones horizontales, c) Efecto directo de Exclusión, C) La Decisión. III. CONCLUSIONES. IV. BIBLIOGRAFÍA. I. INTRODUCCIÓN El régimen normativo del Sistema de la Integración Centroamericana [SICA] como toda organización internacional de integración, se divide en Derecho originario y Derecho derivado. El primero, nace directamente de la voluntad de los Estados miembros al adoptar tratados constitutivos y el segundo, el Derecho derivado, se desprende de los actos normativos de los propios Órganos e Instituciones del SICA con competencias normativas. El Derecho originario, también denominado constitutivo o primario, comprende el Protocolo de Tegucigalpa y sus instrumentos complementarios. Naturalmente, son los encargados de «dar vida», establecer normas rectoras y organizar funcional y administrativamente al SICA. El Derecho derivado, llamado también secundario, es la instrumentalización jurídica [actos normativos] de la organización estructural, funciones y límites establecidos por el Derecho originario. Colaboradora académica del CIPEI, doctorando en Derecho Comunitario Europeo por la Universidad de Salamanca (España). 46 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada No obstante lo que antecede, en el Derecho derivado del SICA ha surgido un reglamento «sui generis», no por su contenido material, sino por su forma: el Reglamento para la adopción de decisiones del SICA1. Es un acto normativo de derecho derivado adoptado por el Comité Ejecutivo que por jerarquía normativa debería ubicarse en contenido en el derecho originario2 al establecer la tipología de actos jurídicos del Sistema, es decir, ordenando también estructuralmente las funciones de órganos superiores jerárquicamente, este es el caso de la Reunión de Presidentes como órgano máximo del SICA. No es objeto del presente artículo analizar el contenido material de este reglamento, sino anteceder su estudio con la exploración de uno de los principios estructurales primarios del Derecho comunitario europeo, el cual no es directamente reconocido por el Derecho originario del SICA3 pero funciona como un termómetro de las relaciones entre los instrumentos jurídicos del sistema4 y sus ciudadanos, quienes a fin de cuentas son los beneficiarios finales de la norma5. Nos referimos al principio de Efecto Directo o eficacia directa. 1 Reglamento para la adopción de decisiones del SICA emitido por el Comité Ejecutivo del Sistema de la Integración Centroamericana de 24 de junio de 2013, San José, Costa Rica. Este nuevo reglamento deroga al ya célebre Reglamento de los actos normativos del Sistema de la Integración Centroamericana, adoptado por el Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de 01 de diciembre de 2005. 2 El Protocolo de Tegucigalpa únicamente menciona la tipología de actos normativos sin mayor referencia descriptiva o funcional. 3 MEJÍA HERRERA hace una distinción válida de lo que la Corte Centroamericana de Justicia denomina como Derecho de Integración y Derecho comunitario, al primero se refiere cuando trata sobre el Derecho primario y el segundo, cuando lo hace del Derecho secundario. Vid. MEJÍA HERRERA, O., La Unión Europea como modelo de integración: análisis comparativo del Sistema de la Integración centroamericana, Editorial Universitaria UNAN-León, León, Nicaragua, 2008, p. 439 in fine. 4 Los instrumentos jurídicos del SICA no otorgan a la Corte Centroamericana de Justicia, en palabras de MEJÍA HERRERA «un margen de actuación para poder reconocer y aplicar efectivamente en el SICA los principios estructurales de un ordenamiento jurídico supranacional como el europeo». MEJÍA HERRERA, O., op.cit., p. 415 in fine. 5 Esta alusión la hacemos en base al análisis realizado por MANGAS MARTÍN sobre la participación de los pueblos en la construcción europea en relación con la eficacia directa del derecho comunitario europeo. 47 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 Sin lugar a dudas, es el Tribunal de Justicia de la Unión Europea [TJUE]6 el que consagró y delimitó este principio en el Derecho comunitario. El efecto directo constituye junto con el principio de Autonomía y el de Primacía en los elementos condicionantes de las relaciones entre el Derecho comunitario y el interno.7 Pese a no ser reconocido expresamente por el Derecho de integración del SICA cabe hacer un análisis de la definición y características del propio principio de eficacia directa. Para ello iniciaremos este artículo con la revisión general de las dos principales teorías, dualista y monista, que examinaron la relación entre el Derecho interno y el Derecho Internacional, espacio donde el principio de efecto directo encuentra sus orígenes. Seguidamente, plantearemos consideraciones básicas a este principio, finalizando con nuestras conclusiones generales. Por la naturaleza y límites espaciales del presente trabajo, estudiaremos en un segundo artículo de igual publicación el análisis de fondo del sistema de actos normativos del SICA en relación con el principio de eficacia directa. II. TEORÍAS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL DERECHO INTERNACIONAL Y LOS DERECHOS INTERNOS 1. Teoría Dualista y Monista. Entre finales del siglo XVII y principios del XVIII los teóricos de Derecho Internacional, TRIEPEL y KELSEN abrieron el debate sobre la relación entre el Derecho internacional y los Derechos internos. TRIEPEL en 1899 con su obra Derecho internacional y Derecho interno8 es el precursor de la teoría pluralista, más conocida como dualismo. El dualismo defendía que ambos ordenamientos jurídicos regulaban relaciones Vid. MANGAS MARTÍN, A., Instituciones y Derecho de la Unión Europea, TECNOS, 6ª ed., Madrid, 2010, p. 86. 6 Antes, Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas. 7 MANGAS MARTÍN, A., op.cit, p. 83. 8 TRIEPEL, H., Völkerrercht und landesrecht, LEIPZIG, 1899. 48 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada entre sujetos distintos y que provenían de distintas fuentes9. En él, el Derecho internacional procedía de la voluntad de los Estados, por lo que no obligaba a los individuos hasta que sus disposiciones tuvieran un acto de recepción10. Para esta teoría, ambos órdenes son distintos, separados e independientes. Línea opuesta de la propuesta de Triepel es el monismo de KELSEN, como su máximo exponente y fundador. El monismo parte de la unidad de todos los ordenamientos jurídicos. Kelsen en 1926 dejaba el posicionamiento de la norma fundamental en el Derecho interno o en el Derecho internacional a cargo de criterios políticos o éticos. Más tarde, la posicionó junto con otros de la «Escuela de Viena» en el Derecho internacional sobre las normas internas11. VERDROSS, discípulo de Kelsen, más tarde desarrolló la teoría monista y expuso la supremacía de la norma internacional y la función de ésta de encomendaren los Estados competencias legislativas para construir sus ordenamientos jurídicos respectivos.12 Siendo así, que la norma internacional no necesitaría ningún acto de transformación en el orden jurídico interno, prevaleciendo la primera en un eventual conflicto normativo. La etapa final del pensamiento de Verdross fue el monismo moderado. Reconocía la unidad del ordenamiento jurídico internacional y el interno, pero admitía la individualidad de ambos. El Derecho internacional no estaba en capacidad de derogar automáticamente las normas contrapuestas de derecho nacional, afirmación que no liberaba a los Estados infractores de la responsabilidad internacional ante el incumplimiento de las normas internacionales que los vinculaban13. 2. Tesis en el Derecho internacional Contemporáneo. 9 PASTOR RIDRUEJO, J.A., Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones Internacionales, TECNOS, 10ª Ed., Madrid, 2006, p. 168. 10 DÍEZ DE VELASCO, M., Instituciones de Derecho Internacional Público, TECNOS, 10ª Ed., Tomo I, Madrid, 1994, p. 212. 11 PASTOR RIDRUEJO, J.A., op.cit, p. 169 y DÍEZ DE VELASCO, M., op.cit., p. 213. 12 PASTOR RIDRUEJO, J.A., op.cit, p. 169. 13 DÍEZ DE VELASCO, M., op.cit., p. 213 49 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 El Derecho internacional contemporáneo no asume posición alguna entre dualismo y monismo, las Constituciones nacionales de los Estados son las encargadas de determinarla. Sin embargo, el Tribunal Internacional de Justicia en aplicación del artículo 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados ha expresado que los Estados no pueden invocar su Constitución o su derecho nacional como justificación al incumplimiento de los Tratados internacionales. Existe una obligación intrínseca de los Estados a cumplir el orden jurídico internacional. Bien sea el Derecho internacional general o el Derecho internacional convencional, así pues, los principios generales del Derecho internacional como normas ampliamente aceptadas que generan derechos y obligaciones o, los Tratados que deben ser cumplidos por los Estados en observancia al principio pacta sunt servanda. En ambos casos, los Estados se ven indirectamente forzados en adaptar sus legislaciones nacionales. Ello, no presume una supremacía automática sino que es necesaria la puesta en marcha de una serie de mecanismos de adaptación de los ordenamientos jurídicos internos14. Es sabido que ningún tratado internacional puede ser derogado, modificado o suspendido por voluntad unilateral de uno de los Estados contratantes. La norma internacional permanece incólume frente a la norma interna de los Estados Parte, de lo contrario incurriría en responsabilidad internacional el Estado infractor15. II. EL PRINCIPIO DE EFECTO DIRECTO 1. El efecto directo en la norma internacional Las Constituciones nacionales son las encargadas de determinar qué tesis de inserción del Derecho internacional en el Derecho interno asumen los Estados. De acuerdo a la tesis dualista, ambos ordenamientos subsistirían paralelamente en el ordenamiento jurídico interno, necesitando para que la norma internacional surta efectos un acto 14 DÍEZ DE VELASCO, M., op.cit., p. 215. 15 Art. 27 de la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados. 50 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada determinado de recepción. En el caso de los ordenamientos jurídicos que adoptan una posición monista, que generalmente sigue la línea del monismo moderado de Verdross, la norma internacional requiere, después de plasmada la voluntad del Estado a través de los actos respectivos [firma, ratificación…], su publicación en el Diario Oficial y su entrada en vigor en el ordenamiento jurídico internacional. No significa que la omisión de la publicación de un Tratado por parte del Estado suscriptor es justificación para la inobservancia del Tratado, que en tal caso incurriría en responsabilidad internacional. La publicación en el Diario Oficial otorga a los particulares la invocabilidad de los derechos y obligaciones dimanados del Tratado ante los órganos jurisdiccionales internos. El no cumplimiento de esta obligación impide tanto a los particulares como a las autoridades públicas su invocación en contra de otros particulares, conforme al principio de seguridad jurídica. Nuevamente, si la falta de publicación es atribuible a la administración estatal y causa perjuicio a particulares, la responsabilidad patrimonial recaería sobre el Estado16. En 1928 la Corte Permanente de Justicia Internacional reconoció el efecto directo en ciertos tratados internacionales de acuerdo cuando de la intención contractual de las partes nazca de la adopción de reglas definidas que creen derechos y obligaciones exigibles ante los tribunales nacionales, pese a reconocer el principio tradicional que los «acuerdos internacionales no pueden, como tales, crear directamente derechos y obligaciones para los particulares»17. España es un ejemplo de monismo moderado18. Su recepción de los Tratados internacionales en el ordenamiento interno se hace mediante su publicación oficial19. 16 17 MANGAS MARTÍN, A. en DÍEZ DE VELASCO, M., op.cit., p. 222-223. WINTER, J.A., «Direct applicability and direct effect: two distinct and different concepts in Community Law», Common Market Law Review, Vol. 9, Issue 4, 1972, 425-438, p. 429. 18 La incorporación que hacen las constituciones nacionales de los Estados miembros del SICA serán objeto de examen de la Segunda Parte de este artículo en la Edición V del Boletín Electrónico del Centro Interuniversitario para Estudios de Integración. 19 Art. 96.1 de la Constitución española. 51 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 MANGAS MARTÍN en referencia a la incorporación de la norma internacional en el Derecho interno español dice: «Las normas contenidas en los Tratados obligan a España desde su entrada en vigor en el orden internacional en la fecha pactada por las partes y cuando tales tratados son fuente directa y plenamente eficaces en el Derecho interno una vez publicados oficialmente, siendo susceptibles de crear por sí mismos derechos y obligaciones directamente exigibles por los particulares e invocables ante los órganos judiciales y administrativos [disposiciones self-executing, directamente aplicables]»20. En la Unión Europea, los Estados miembros en virtud de las disposiciones del derecho originario de dicha organización han aceptado eliminar los requisitos de recepción de estas normas21. El principio de efecto directo encuentra sus raíces en los primeros debates de la relación entre el Derecho internacional y el Derecho interno y han sido especialmente los Tratados constitutivos de la Unión Europea y la labor interpretativa del TJUE los que han fundado las nociones actuales de este principio. 2. El principio de efecto directo como construcción jurisprudencial El Tribunal de Justicia, particularmente mediante cuestiones prejudiciales, ha ido dictando los alcances y límites del principio de efecto directo en la norma comunitaria. Ha llevado a cabo un desarrollo casuístico ante la invocación de este principio por parte de los particulares ante los tribunales nacionales. Inicia en 1963 con la sentencia Van Gend & Loos22 donde reconoce por primera vez el efecto directo en la norma comunitaria. 20 21 22 MANGAS MARTÍN, A. en DÍEZ DE VELASCO, M., op.cit., p. 221. Vid. WINTER, J.A., op.cit., p. 438. «[…] el Derecho comunitario, autónomo respecto a la legislación de los Estados miembros, al igual que crea obligaciones a cargo de los particulares, está también destinado a generar derechos que se incorporan a su patrimonio jurídico; que esos derechos nacen, no sólo cuando el Tratado los atribuye de modo explícito, sino también en razón de obligaciones que el Tratado impone de manera perfectamente definida tanto a los particulares como a los Estados miembros y a las Instituciones comunitarias». TJCE, Sentencia de 5 de febrero de 1963, Van Gend & Loos, 26/62, p. 340. 52 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada El efecto directo radica en la posibilidad de invocar directamente y sin intermediarios, los derechos u obligaciones contenidos en la norma ante las autoridades nacionales [administrativas y judiciales].De esta forma, el Derecho comunitario deja de considerarse un ordenamiento propio de los Estados y las Instituciones comunitarias para trascender hasta los ciudadanos. Los Estados miembros delegan en el Derecho comunitario, en términos restringidos, derechos soberanos que al formar parte del acervo jurídico de la Unión Europea es independiente de la legislación de los Estados23. Esta atribución de competencias soberanas impone también obligaciones y derechos para sus ciudadanos, que: « […] no nacen sólo cuando el Tratado hace una atribución explícita, sino también en virtud de las obligaciones que el Tratado impone de manera bien definida tanto a los particulares como a los Estados miembros y a las Instituciones comunitarias»24 El Tribunal de Justicia ha dicho que, desde la entrada en vigor y durante todo el período de validez, las disposiciones de Derecho comunitario deben surtir efecto de manera uniforme en todos los Estados miembros, reconociéndose en ellas como hemos dicho «una fuente inmediata de derechos y obligaciones para todos aquellos a quienes afectan»25.Cardinal es que los Estados miembros quedan limitados y obligados mediante sus propios actos a los compromisos asumidos en los Tratados [principio de estoppel] en concordancia con el art. 267 TFUE [cuestión prejudicial]26. El propio Derecho comunitario faculta a los órganos jurisdiccionales nacionales a someter al Tribunal de Justicia cuestiones relativas a la validez de la interpretación de todos los actos de las Instituciones comunitarias.27 23 Estos derechos y obligaciones incluso prevalecen en caso de conflicto sobre la legislación nacional. Víd. WINTER, J.A., op.cit., p. 425. 24 TJCE, Sentencia de 03 de abril de 1968, Molkerei Zentralewestfalen Lippe, 28/67,p. 186. 25 TJCE, Sentencia de 9 de marzo de 1978, Simmenthal, 106/77, fund. 14 y 15. 26 MANGAS MARTÍN, A., op. cit., p.366. 27 TJCE, Sentencia de 4 de diciembre de 1974, Van Duyn, 41/74, Rec. 1974, fund. 12 53 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 No deben compararse o confundirse las atribuciones que tiene el particular ante el ejercicio de su derecho individual con las acciones que pueden ejercer las autoridades comunitarias de observancia general y uniforme de la norma comunitaria. Ambos destinatarios de la norma tienen «objeto, fines y efectos diferentes y no pueden equipararse»28. 3. Características del efecto directo en la norma comunitaria. El efecto directo puede darse en dos sentidos: vertical y horizontal. En el efecto vertical se encuentra en las relaciones entre el Estado y los particulares, sean éstos personas naturales o jurídicas y, el efecto directo horizontal se produce en las relaciones entre los particulares que pueden invocar la norma comunitaria ante las instancias jurisdiccionales nacionales o europeas. En el apartado B) sobre el efecto directo en la directiva, uno de los tipos de actos normativos de la UE, veremos puntualmente cómo funcionan estas relaciones. Para la invocación de normas dotadas de efecto directo no es necesaria la intervención de las Instituciones o los Estados miembros para que estas pueden surtir efectos y no deja a éstos «ninguna facultad de apreciación en relación a su ejecución»29. Tampoco pueden estar limitadas por excepciones o condiciones de ningún tipo30. Es importante señalar que no toda norma comunitaria está dotada de efecto directo, para ello el TJUE requiere hacer un examen casuístico para determinar si la naturaleza, el sistema general y los términos de la disposición concreta en cuestión pueden producir efectos directos en las relaciones entre los Estados miembros y los particulares31. MEJÍA HERRERA señala que «desde el punto de vista del principio de efecto directo, lo que se debe analizar no es la forma del acto normativo comunitario, sino su 28 29 30 31 S. MolkereiZentralewestfalen Lippe, p. 187. Van Duyn, fund. 6. Asimismo, Van Gend &Loos. S. Van Duyn, fund. 13. Ibíd., fund. 12. 54 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada contenido material»32 al reconocer que los efectos de este principio están dados por las disposiciones de la norma en el fondo y no necesariamente en la forma. Esta compleja delimitación de la eficacia directa ha mantenido criterios básicos para concluir que estamos ante la presencia de una norma con efecto directo33:la claridad y la precisión de la norma o «suficientemente precisa» y que «su mandato sea incondicional», a saber, que no quepa la discrecionalidad de los Estados miembros o de las Instituciones de la Unión. Respecto al requisito de precisión, en la cuestión prejudicial presentada ante el Tribunal de Justicia en el asunto Cooperativa Agrícola Zootécnica y otros contra la Amministrazione delle finanze dello Stato reafirmó que «una disposición es suficientemente precisa para ser invocada por un justiciable y aplicada por el Juez cuando establece una obligación en términos inequívocos»34. La incondicionalidad del mandato responde a que la obligación no esté «sujeta a ningún requisito a supeditada, en su ejecución o en sus efectos» a la adopción de un acto de las Instituciones de la Comunidad o de los Estados miembros35. 32 MEJÍA HERRERA, O., La Unión Europea como modelo de integración: análisis comparativo del Sistema de la Integración centroamericana, Editorial Universitaria UNAN-León, León, Nicaragua, 2008, p. 231. La Sentencia del TJCE de 17 de diciembre de 1970, Sace, 33/70, fund. 13, al respecto expresa: «para ello, debe tenerse en cuenta no sólo la forma del acto de que se trata, sino también su esencia, así como su función en el sistema del Tratado». 33 34 MANGAS MARTÍN, A., op. cit., p. 367. TJUE, sentencia de 17 de septiembre de 1996, Cooperativa Agrícola Zootécnica, asuntos acumulados C-246/94, C-247/94, C-248/94 y C-249/94. En concordancia con las sentencias del TJCE de 26 de febrero de 1986, Marshall, 152/84, Rec. 1986, p. 723, fund. 46; de 4 de diciembre de 1986, Federatie Nederlandse Vakbeweging, 71/85, Rec. 1986, p. 3855; en especial, sentencia de 19 de febrero de 1982, Becker, 8/81, Rec. 1982, p. 53. 35 TJCE, Sentencia de 29 de mayo de 1997, Klattner, C-389/95, fund. 33. 55 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 4. Determinación del Efecto Directo El alcance del efecto directo de las disposiciones del Tratado internacional es determinado por el Tribunal de Justicia atendiendo al espíritu, sistema y tenor literal de la norma36. Los elementos a examinar son: la naturaleza de la disposición y su función en el sistema de fuentes del Derecho comunitario, sus fines u objetivos así como su texto y contexto37. Nos referimos frecuentemente al Derecho comunitario o a la norma comunitaria en sentido general, porque siguiendo la postura del Tribunal, no se trata de la forma sino del contenido material de la norma. Con lo cual, pueden gozar de eficacia directa disposiciones tanto de una directiva del Derecho derivado como pueden no estar dotadas de esta eficacia, disposiciones pertenecientes a un Tratado constitutivo. Consecuentemente, es necesario un examen de caso por caso para su determinación. El Derecho derivado de la Unión Europea cuenta con distintos actos normativos que emanan de las Instituciones comunitarias y siguen procesos de aprobación diversos: reglamentos, directivas y decisiones38. En los tres, ha sido estudiada la presencia de efecto directo de la norma, razón que nos motiva a indicar sucesivamente las características frecuentes que ha sentado el TJUE. En cuanto a los acuerdos internacionales, el Tribunal ha reconocido efecto directo bajo los principios de Van Gend & Loos y otros actos normativos, como los dictámenes y recomendaciones, al no poseer fuerza vinculante no cuentan con efecto directo. 36 S. Van Gend & Loos, p. 339. 37 MEJÍA HERRERA, O., op. cit., p. 232. El TJCE ha dicho que «procede examinar en cada caso si la naturaleza, el sistema y el tenor literal de la disposición de que se trate pueden producir efecto directo en las relaciones entre el destinatario del acto y los terceros.», TJCE, Sentencia de 21 de octubre de 1970, Lesage, 20/70, Rec. 1970, fund. 6. También TJCE, Sentencia de 6 de octubre de 1970, Grad, 9/70, fund. 6. 38 Véanse los Arts. 288 y sigts. del TFUE que tratan sobre la tipología de actos jurídicos o normativos de la UE, los diferentes procedimientos para su adopción y otras disposiciones. 56 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada A) El Reglamento El Reglamento debe ser aplicado de forma simultánea en todos los Estados miembros y goza, de forma general, de efecto directo completo al no necesitar ninguna norma nacional o acto de recepción para generar derechos y obligaciones, más que su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea y su entrada en vigor. No obstante, esta virtud general no exime a las disposiciones reglamentarias pasar por el examen de claridad, precisión e incondicionalidad del mandato. Efectivamente en la sentencia Schlüter de 1973, el TJUE hace este análisis: «Ésta disposición [reglamento] puede generar a favor de los particulares derechos que éstos pueden invocar ante los Tribunales [nacionales] […] que, efectivamente, es clara, precisa y no deja a las autoridades encargadas de su aplicación ningún margen de apreciación»39 B) La Directiva El TJCE reconoce que una directiva no sólo afecta al Estado miembro y a la Comisión por tener obligaciones directas respecto de ella: «Sino que también produce consecuencias jurídicas que pueden ser invocadas tanto por los demás Estados miembros interesados en su ejecución, como por los particulares, cuando, por su propia naturaleza, la disposición establezca una obligación directamente aplicable»40 La directiva en sí misma no comporta automáticamente eficacia directa, pues por su propia naturaleza es un acto dirigido a los Estados miembros y existe a cargo del 39 TJCE, Sentencia de 24 de octubre de 1973, Schlüter, 9/73, fund. 32. 40 S. Sace, fund. 15. Esta sentencia asienta el efecto directo de una obligación de «no hacer» al Estado en relación a una prohibición clara y precisa de percibir exacciones de efecto equivalente a los derechos de importación en aduana sin reserva alguna [Fund. 10]. 57 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 Estado una obligación de transposición41. Mientras ésta sea realizada correctamente y en el plazo establecido para ello no se presupone el efecto directo. Circunstancia que no implica que de manera excepcional una directiva contenga disposiciones con este efecto42, siempre que las disposiciones estén provistas materialmente de incondicionalidad, claridad y precisión43.De esta forma, el asunto Klattner reconoce el efecto directo en una directiva cuando el Estado miembro no ha adaptado su Derecho interno o lo ha realizado de forma incorrecta44. En la sentencia de 21 de junio de 1974, Reyners, 2/74, en materia de libertad de establecimiento el Tribunal de Justicia: «Entiende que las disposiciones que imponen a los Estados miembros una obligación que estos deben cumplir en un plazo determinado se convierten en directamente aplicables cuando, transcurrido dicho plazo, no se ha cumplido la obligación».45 El efecto directo de la norma puede recaer tanto en las relaciones verticales de los poderes públicos con los particulares como en las relaciones horizontales entre particulares, ya sean estas personas naturales o jurídicas. a) Relaciones Verticales El Tribunal de Justicia ha reconocido el efecto directo en la relación vertical ascendente de las normas comunitarias, es decir, en la invocación 41 La transposición es el acto de introducción que hace un Estado miembro de una directiva en el derecho nacional mediante la repetición de la misma directiva o la repetición por referencia. MEJÍA HERRERA, O., op.cit., p. 237. 42 MANGAS MARTÍN, A., op. cit., p. 372. 43 «en todos los casos en que las disposiciones de una directiva se revelen, desde el punto de vista de su contenido, como incondicionales y lo suficientemente precisas, los particulares podrán invocarlas frente al Estado, ya sea cuando éste se abstenga de adaptar su derecho nacional, en el plazo establecido, a la directiva, ya cuando realice una adaptación incorrecta» S. Marshall, fund. 46. 44 S. Klattner, fund. 30. 45 TJCE, Sentencia de 21 de junio de 1974, Reyners, 2/74, Rec. 1974, fund. 11. 58 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada de una disposición con efecto directo de un particular frente a su relación con las autoridades públicas. En las directivas, el TJUE ha rechazado la invocabilidad de una directiva efecto vertical descendente o inverso, que no es más que la oponibilidad de un Estado en contra de los particulares. Recordemos que las directivas en sí mismas requieren un acto de recepción, que es la llamada transposición, por lo cual no conlleva efecto directo. Que el efecto directo supondría la oponibilidad automática de la directiva que en tal supuesto ocurriría únicamente cuando un Estado no haya transpuesto la misma. Por razones de seguridad jurídica, cooperación leal y efecto estoppel el Tribunal rechaza su invocación en este tipo de relaciones, de lo contrario, se estaría legitimando el incumplimiento de la obligación de transposición del Estado miembro. Así, «la única situación jurídica que puede verse afectada por una directiva es la del Estado»46. Por el efecto estoppel, los Estados miembros están vinculados por sus propios actos al adoptar los Tratados constitutivos que los obligan a regirse por el Derecho de la Unión. Está interrelacionado al principio de buena fe y cooperación leal que tienen los Estados al cumplimiento del orden jurídico comunitario. En la sentencia Marshall el Tribunal de Justicia confirma que: «El Estado miembro que no haya adoptado, en los plazos previstos, las medidas de ejecución impuestas por la directiva no puede oponer a particulares el propio incumplimiento de las obligaciones que aquélla comporta»47 46 MANGAS MARTÍN, A., op. cit., p. 380. 47 S. Marshall, fund. 47. 59 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 b) Relaciones Horizontales El efecto directo horizontal, en sentido general, es la justiciabilidad de la norma comunitaria en las relaciones entre particulares. En cuanto a las directivas no se reconoce por el principio de seguridad jurídica el efecto directo horizontal. En el asunto Marshall el Tribunal ha estimado que: «El carácter obligatorio de una directiva sobre el que se basa la posibilidad de invocar ésta ante un órgano jurisdiccional nacional sólo existe respecto a ‘todo Estado miembro destinatario’. De ello se deriva que una directiva no puede, por sí sola, crear obligaciones a cargo de un particular y que una disposición de una directiva no puede, por consiguiente, ser invocada, en su calidad de tal, contra dicha persona»48. c) Efecto directo de Exclusión El efecto directo de exclusión, también llamado «efecto directo de sustitución», nace cuando un particular invoca las disposiciones de una directiva como «exclusión» al cumplimiento de las normas estatales. MARTÍNEZ CAPDEVILA dice al respecto: «Las disposiciones de la directiva se invocan para hacer un valer algún derecho que reconocen al particular en cuestión y en que la consecuencia de tal invocación sería, al menos potencialmente, la inaplicación de la normativa estatal y la subsiguiente aplicación de la disposición comunitaria»49. En este sentido, el particular invoca la directiva por considerar que la transposición o la aplicación del Estado en la norma resultante, ha sido 48 49 S. Marshall, fund. 48. MARTÍNEZ CAPDEVILA, C.,«Otra virtualidad de las Directivas: Su ‘efecto directo de exclusión’», Revista Electrónica de Estudios Internacionales, no. 12, 2006. 60 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada excesiva o incompatible con el espíritu, alcances, naturaleza u objetivos de la misma. C) Las Decisiones En la sentencia Grad50 el TJCE aceptó por primera vez la invocabilidad de la eficacia directa de una decisión pese a la disposición general que las decisiones dirigidas a uno o varios Estados miembros no pueden ser invocadas por los privados. Añadió que, «El efecto útil de dicho acto [decisión] se debilitaría si a los nacionales del Estado de que se trate se les privara de la posibilidad de invocarlo ante los órganos jurisdiccionales de dicho Estado y éstos no pudieran tomarlo en consideración como elemento integrante del Derecho comunitario»51. El efecto directo de la Decisión ha sido reconocido en vista al «efecto útil» de la norma, pues si el Estado que está obligado a adoptar un comportamiento determinado, incumple y esta circunstancia afecta directa e individualmente a un particular sin la posibilidad de invocarlo ante las autoridades jurisdiccionales, el efecto útil de esta norma se vería disminuido52. 50 S.Grad, fund. 5. 51 S. Grad, fund. 5. Este fundamento agrega que: «si bien los efectos de una Decisión pueden no ser idénticos a los de un Reglamento, esta diferencia no excluye que el resultado final sea el mismo que el de un Reglamento directamente aplicable: la posibilidad de que los justiciables los invoquen ante sus propios órganos jurisdiccionales» 52 El Tribunal indica «que particularmente en el caso de que las autoridades comunitarias, mediante Decisión, hayan obligado a uno de los Estados miembros a adoptar un comportamiento determinado, el efecto útil de dicho acto se debilitaría si a los nacionales del Estado de que se trate se les privara de la posibilidad de invocarlo ante los órganos jurisdiccionales de dicho Estado y éstos no pudieran tomarlo en consideración como elemento integrante del Derecho comunitario» TJCE, Sentencia de 21 de octubre de 1970, Lesage, 20/70, Rec. 1970, fund. 5. 61 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 III. CONCLUSIONES Como antecedimos en la introducción, no pretendíamos con este artículo atribuir Efecto Directo a las normas de Derecho de integración del Sistema de la Integración Centroamericana, este estudio corresponderá a la Segunda Parte del mismo. En lo concerniente al presente trabajo, concluimos que el efecto directo tiene sus raíces en el debate doctrinal sobre la relación entre el Derecho Internacional y el Derecho interno. El Derecho comunitario no puede pretender o considerarse ajeno o externo al Derecho internacional y encuentra en él sus principios cardinales. Los distintos actos normativos del ordenamiento jurídico europeo pueden contar con efecto directo, sea éste parcial o completo, pues no depende de la forma de la norma sino de su contenido material, cuando cumpla con los requisitos de claridad, precisión e incondicionalidad. 62 El principio del efecto directo en las normas… Melissa Miranda Estrada IV. FUENTES UTILIZADAS 1. Libros — MANGAS MARTÍN, A. y LIÑAN NOGUERAS, D., Instituciones y Derecho de la Unión Europea, TECNOS, 6ª ed., Madrid, 2010. — MEJÍA HERRERA, O., La Unión Europea como modelo de integración: análisis comparativo del Sistema de la Integración centroamericana, Editorial Universitaria UNAN-León, León, Nicaragua, 2008. — PASTOR RIDRUEJO, J.A., Curso de Derecho Internacional Público y Organizaciones Internacionales, TECNOS, 10ª Ed., Madrid, 2006. 2. Obras colectivas — DÍEZ DE VELASCO, M., Instituciones de Derecho Internacional Público, TECNOS, 10ª Ed., Tomo I, Madrid, 1994. 3. Artículos — MARTÍNEZ CAPDEVILA, C., «Otra virtualidad de las Directivas: Su ‘efecto directo de exclusión’», Revista Electrónica de Estudios Internacionales, no. 12, 2006. — WINTER, J.A., «Direct applicability and direct effect: two distinct and different concepts in Community Law», Common Market Law Review, Vol. 9, Issue 4, 1972, 425-438. 4. Tratados — Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 1969. 63 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 46-64 5. Sentencias del Tribunal de Justicia de la Unión Europea — TJCE, Sentencia de 5 de febrero de 1963, Van Gend & Loos, 26/62, Rec. 1963. — TJCE, Sentencia de 03 de abril de 1968, Molkerei Zentralewestfalen Lippe, 28/67, Rec. 1968. — TJCE, Sentencia de 9 de marzo de 1978, Simmenthal, 106/77, Rec. 1978. — TJCE, Sentencia de 4 de diciembre de 1974, Van Duyn, 41/74, Rec. 1974. — TJCE, Sentencia de 17 de diciembre de 1970, Sace, 33/70, Rec. 1970. — TJCE, Sentencia de 17 de septiembre de 1996, Cooperativa Agrícola Zootécnica, asuntos acumulados C-246/94, C-247/94, C-248/94 y C-249/94. — TJCE, Sentencia de 26 de febrero de 1986, Marshall, 152/84, Rec. 1986. — TJCE, Sentencia de 4 de diciembre de 1986, Federatie Nederlandse Vakbeweging, 71/85, Rec. 1986. — TJCE, Sentencia de 19 de febrero de 1982, Becker, 8/81, Rec. 1982. — TJCE, Sentencia de 29 de mayo de 1997, Klattner, C-389/95, Rec. 1997. — TJCE, Sentencia de 24 de octubre de 1973, Schlüter, 9/73, Rec. 1973. — TJCE, Sentencia de 21 de junio de 1974, Reyners, 2/74, Rec. 1974. — TJCE, Sentencia de 21 de octubre de 1970, Lesage, 20/70, Rec. 1970. — TJCE, Sentencia de 6 de octubre de 1970, Grad, 9/70, Rec. 1970. 64 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 «El Acuerdo de Asociación Unión Europea – Centroamérica: contenido, significado y valoración general» Orlando Mejía Herrera I. INTRODUCCIÓN II. CONTENIDO GENERAL DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN III. SIGNIFICADO ASOCIACIÓN Y VALORACIÓN GENERAL DEL ACUERDO DE 1. El pilar de diálogo político 2. El pilar de cooperación 3. El pilar de comercio IV. CONSIDERACIONES FINALES I. INTRODUCCIÓN En este trabajo se pretende realizar un análisis y explicación general sobre el contenido del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea (a partir de ahora, UE) y Centroamérica (a partir de ahora, CA) que nos permita precisar, también en términos generales, el significado y alcance de dicho Acuerdo para ambas partes y así concluir con una valoración sobre la importancia que podría tener en el futuro su aplicación y cumplimiento y, por tanto, las expectativas o posibilidades razonables de que el Acuerdo fortalezca las relaciones políticas y, sobre todo, económicas entre ambas regiones1. Además, desde la perspectiva comunitaria europea en materia de relaciones exteriores, es necesario recalcar que, por tratarse de un «acuerdo mixto», en el proceso de El presente artículo ha sido publicado en la Revista de Derecho Comunitario Europeo, Nº 47, año 18, enero/abril 2014, Madrid, pp. 181-204. ** Profesor Titular y Principal de Derecho Internacional Público, Derecho de Integración y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, León (UNAN-León). Profesor Jean Monnet. Doctor en Derecho por la Universidad de Alcalá de Henares. 1 Sobre los antecedentes, contexto y perspectivas del proceso de celebración del Acuerdo, vid. nuestro trabajo: «El Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Centroamérica. Contexto y perspectivas» en Revista de Derecho Comunitario Europeo, n.º 35, Madrid (2010), 143-168. También vid.: CIENFUEGOS MATEO, M. y JOVTIS, I., «Las negociaciones del Acuerdo de asociación entre la Unión Europea y Centroamérica: Estado actual y perspectivas» en Revista Electrónica de Estudios Internacionales, n.º 17 (2009) www.reei.org 65 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera celebración del acuerdo participan conjuntamente la UE y sus Estados miembros2, ya que «los acuerdos mixtos tienen esencialmente una justificación jurídica cuando el contenido del acuerdo internacional en cuestión afecta a ámbitos competenciales de la Unión y, también, a ámbitos que son competencia de los Estados miembros, en cuyo caso resulta ineludible la participación conjunta de la UE y de los Estados. En efecto, el modelo de delimitación de competencias entre la Unión y sus Estados miembros en materia de relaciones exteriores ha impuesto en la práctica la fórmula de los acuerdos mixtos, que fue reconocida jurisprudencialmente…»3. Ahora bien, desde la perspectiva centroamericana se debe aclarar que los Estados centroamericanos partes en el acuerdo4 lo han negociado en bloque desde un punto de vista político y técnico, pero lo celebran cada uno de forma bilateral con la UE y sus Estados miembros. Los países centroamericanos han excluido la estructura institucional del Sistema de la Integración Centroamericana (a partir de ahora, SICA); estructura que por ser todavía marcadamente intergubernamental perfectamente los gobiernos podrían haberla utilizado (si es porque tanto desconfían entre ellos mismos o porque no se toman muy en serio su propio sistema de integración) a través del Consejo de Ministros (que posee el poder de legislar y decide sólo por consenso o unanimidad) y el Comité Ejecutivo con la asistencia técnica y administrativa de la Secretaría General y de la Secretaría de Integración Económica Centroamericana5. Asimismo, es interesante resaltar que por ser un tratado «complejo» en su proceso de celebración6, se han tenido que superar varias etapas entre la culminación de la fase de negociación del acuerdo y la fase de manifestación del consentimiento por todas las partes involucradas. 2 Es por eso que el tratado se denomina «Acuerdo por el que se establece una Asociación entre la Unión Europea y sus Estados Miembros, por un lado, y Centroamérica, por otro». Vid. el texto íntegro del Acuerdo de Asociación (5 partes y el preámbulo) y una larga lista de anexos, protocolos y declaraciones en el Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE), L 346 de 15 de diciembre de 2012, pp. 3-2621. 3 LIÑÁN NOGUERAS, D. J., «La acción exterior de la Unión: las relaciones exteriores (II)» en A. MANGAS MARTÍN Y D. J. LIÑÁN NOGUERAS, Instituciones y Derecho de la Unión Europea, 6.ª ed., Madrid, 2010, Cap. 24, 531-555, p. 534. 4 Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y, a última hora, Panamá. 5 Vid. los artículos 16, 17, 20 y 31 del Protocolo de Tegucigalpa (Tratado constitutivo del SICA) donde se establecen las bases jurídicas suficientes para que por medio del Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores, en estrecha coordinación con el Consejo de Ministros de Integración Económica, se hubiese celebrado el Acuerdo de Asociación directamente entre el SICA y la UE. 6 Jurídicamente complejo, pues, por una parte concurren conjuntamente la UE como organización internacional y sus Estados miembros por ser un «acuerdo mixto» desde la perspectiva europea, y, por la otra parte, seis Estados centroamericanos celebrando jurídicamente el acuerdo a título individual, aunque negociando conjuntamente el tratado desde el punto de vista político y técnico. 66 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 Así, en mayo de 2010, en el marco de la VI Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de la UE y América Latina y el Caribe (a partir de ahora, ALC) celebrada en Madrid, se concluyó la negociación del acuerdo. Después se procedió a la inmediata revisión jurídica del texto; y concluida esta fase de revisión se adoptó el texto definitivo del acuerdo por medio de su rúbrica el 22 de marzo de 2011. Se realizó una revisión legal del texto adoptado del acuerdo a efectos de su cotejo lingüístico y traducción, es decir, la verificación de que las traducciones a los idiomas de los Estados miembros de la UE sean consistentes jurídicamente. Y finalmente se autenticó el texto del acuerdo con su firma por los ministros centroamericanos de relaciones exteriores y por el Comisario de Comercio de la UE el 29 de junio de 2012 en Tegucigalpa en el marco de la XXXIX Reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de los Estados miembros del SICA y bajo la presidencia pro tempore de dicha organización por parte de Honduras. Una vez adoptado y autenticado el texto del acuerdo, se inició la fase propiamente dicha de manifestación del consentimiento por todas las partes, lo cual implicó por la parte centroamericana, la indispensable aprobación legislativa y la ratificación por los poderes ejecutivos de los seis Estados centroamericanos7; y por la parte europea, para la entrada en vigor provisional del pilar comercial del Acuerdo8, se requirió la ineludible aprobación del Parlamento Europeo9 y la autorización del Consejo por unanimidad para poder concluir el acuerdo10; y, además, con relación al pilar político y de cooperación 11 se requiere aún la ratificación de todos los Estados miembros de la UE de acuerdo con sus respectivas normas de derecho interno. II. CONTENIDO GENERAL DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN El contenido del acuerdo de asociación comprende, en términos generales, los llamados tres pilares (diálogo político, cooperación y comercio), además de la Parte I que contiene una serie de disposiciones generales e institucionales, así como las disposiciones finales en la Parte V. 7 Nicaragua fue el primer Estado centroamericano en aprobar y ratificar el Acuerdo. Vid. MEMO de la Comisión Europea, Acuerdo de Asociación de alcance amplio entre América Central y la Unión Europea, Bruselas, 29 de junio de 2012. 9 El Parlamento Europeo aprobó el acuerdo el 11 de diciembre de 2012 como parte de sus funciones básicas de control parlamentario de los acuerdos internacionales celebrados por la UE. 10 Art. 218.8 TFUE. 11 El Acuerdo de Asociación consta de tres pilares: diálogo político, cooperación y comercio. 8 67 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera El apartado de diálogo político12 comprende 12 artículos del acuerdo (del 12 al 23). Concretamente, en el art. 13, referente a las áreas prioritarias de este diálogo, se establece textualmente que las «Partes acuerdan que el diálogo político abarcará todos los aspectos de interés mutuo tanto a nivel regional como internacional»13. El apartado de cooperación14 comprende 53 artículos del acuerdo (del 24 al 76) en los que se establecen los objetivos, principios, modalidades y metodología de la cooperación; una «cláusula evolutiva»15, así como una serie de áreas generales de cooperación (en materia estadística; democracia; derechos humanos y buena gobernanza; modernización del Estado y de la administración pública, incluyendo la descentralización; prevención y resolución de conflictos; y consolidación de las instituciones y del Estado de Derecho). Asimismo, se incluyen ámbitos específicos de cooperación en materia de justicia, libertad y seguridad (protección de datos personales; lucha contra las drogas ilícitas; prevención y lucha contra el lavado de dinero, incluyendo el financiamiento del terrorismo; lucha contra el crimen organizado y fortalecimiento de la seguridad ciudadana; la lucha 12 Parte II. Además, se establece que el «diálogo político entre las Partes preparará el camino para nuevas iniciativas destinadas a conseguir objetivos comunes y establecer una base común en ámbitos como: la integración regional; el Estado de Derecho; la buena gobernanza; la democracia; los derechos humanos; la promoción y protección de los derechos y las libertades fundamentales de los pueblos y las personas indígenas, tal y como se reconocen en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; la igualdad de oportunidades y la igualdad de género; la estructura y orientación de la cooperación internacional; la migración; la reducción de la pobreza y la cohesión social; las normas laborales fundamentales; la protección del medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales; la seguridad y la estabilidad regionales, incluida la lucha contra la inseguridad ciudadana; la corrupción; las drogas; el crimen organizado transnacional; el tráfico de armas pequeñas y ligeras, así como de sus municiones; la lucha contra el terrorismo; la prevención y la solución pacífica de conflictos»: art. 13.2 del acuerdo. Se establecen apartados especiales sobre cooperación mutua entre las partes en materia de desarme; desminado; contra las armas de destrucción masiva; en materia de lucha contra el terrorismo; sobre los crímenes graves de trascendencia internacional; financiamiento para el desarrollo; migración; medio ambiente; seguridad ciudadana; buena gobernanza en el área fiscal o tributaria; y acuerdan la negociación en el futuro de un fondo común de crédito económico y financiero para ayudar a CA a reducir la pobreza, promover el desarrollo y el bienestar integral de la región, así como impulsar la actividad socio económica de CA a fin de lograr una relación balanceada entre ambas regiones. Se establece que este mecanismo común económico y financiero se crearía con la intervención del Banco Europeo de Inversiones (BEI), el Mecanismo de Inversión para América Latina (LAIF) y la asistencia técnica por medio del programa regional de cooperación para CA. 14 Parte III. 15 Art. 27.1: «El hecho de que no se haya incluido en el presente Acuerdo un ámbito o una actividad de cooperación no se interpretará como un impedimento para que las Partes decidan, de conformidad con sus legislaciones respectivas, cooperar en dicho ámbito o dicha actividad». 13 68 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 contra la corrupción; lucha contra el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras; y la lucha contra el terrorismo con pleno respeto de los derechos humanos)16. Por supuesto, no podía faltar una especial cooperación en materia propiamente de integración regional centroamericana, pues, precisamente, éste ha sido uno de los ejes fundamentales de los programas de cooperación de la UE con CA17. También sobre cultura y cooperación audiovisual; y sobre sociedad del conocimiento (sociedad de la información y cooperación científica y tecnológica). El apartado de comercio18 es, sin lugar a dudas, el apartado más grande del acuerdo y que prácticamente abarca casi todo su contenido, pues comprende 275 artículos del acuerdo (del 77 al 351). El fin fundamental es la creación de una zona de libre comercio entre ambas regiones en línea con las disposiciones del Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio (OMC). En ese sentido, se menciona textualmente la creación «de una zona de libre comercio y [su] relación con el Acuerdo sobre la OMC». En concreto, se dispone lo siguiente: «1. Las Partes en el presente Acuerdo, con arreglo al artículo XXIV del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994 (en lo sucesivo, el "GATT de 1994") y al artículo V del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (en lo sucesivo, "el AGCS"), establecen una zona de 16 También se establecen áreas concretas de cooperación en desarrollo social y cohesión social (en materia de cohesión social, incluida la lucha contra la pobreza, las desigualdades y la exclusión; empleo y protección social; educación y capacitación; salud pública; sobre pueblos indígenas y otros grupos étnicos; grupos vulnerables; en cuestiones de género y juventud); en asuntos de migración; medio ambiente, desastres naturales y cambio climático. Se incluyen diversos ámbitos de cooperación sobre desarrollo económico y comercial (cooperación y asistencia técnica en materia de política de competencia; cooperación aduanera y asistencia mutua; cooperación y asistencia técnica sobre la facilitación del comercio y las aduanas; la propiedad intelectual y transferencia de tecnología; cooperación en materia de libertad de establecimiento, comercio de servicios y comercio electrónico; cooperación y asistencia técnica sobre obstáculos técnicos al comercio; contratación pública; en asuntos de pesca y acuicultura; bienes artesanales; bienes orgánicos; seguridad alimentaria, asuntos sanitarios y fitosanitarios y sobre cuestiones de bienestar animal; comercio y desarrollo sostenible; cooperación industrial; energía, incluyendo energías renovables; cooperación para la minería; turismo solidario y sostenible; cooperación en materia de transporte; buena gobernanza en el ámbito fiscal; en cuestiones de micro, pequeña y mediana empresa; sobre micro créditos y micro financiación). 17 Por ejemplo, el llamado Programa de Apoyo a la Integración Regional Centroamericana (PAIRCA) de la UE que ya tiene dos fases de ejecución en los últimos años por medio de la Secretaría General del SICA y que abarca varios componentes importantes, entre ellos el apoyo al fortalecimiento y consolidación de los principales órganos e instituciones del SICA (como por ejemplo, la Corte Centroamericana de Justicia, el Parlamento Centroamericano, la Secretaría General, entre otros). 18 Parte IV. 69 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera libre comercio. 2. Las Partes reafirman sus derechos y obligaciones existentes respecto a la otra Parte de conformidad con el Acuerdo sobre la OMC»19. En síntesis, el pilar comercial abarca una serie amplia de disposiciones normativas que regulan una larga lista de temas imprescindibles y necesarios para poder crear de forma gradual y progresiva una auténtica zona de libre comercio. En el art. 78 se enumeran los diez objetivos fundamentales de esta omnipresente Parte IV del Acuerdo, entre los que caben resaltar, a nuestro juicio, los tres primeros: «a) la expansión y la diversificación del comercio de mercancías entre las Partes, mediante la reducción o la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias al comercio; b) la facilitación del comercio de mercancías, en particular a través de las disposiciones acordadas relativas a las aduanas y la facilitación del comercio, las normas, los reglamentos técnicos y los procedimientos de evaluación de la conformidad, así como las medidas sanitarias y fitosanitarias; c) la liberalización del comercio de servicios, de conformidad con el artículo V del AGCS». El Título II de esta IV Parte está dedicado a la regulación de la libre circulación de bienes entre las partes (lo esencial en una zona de libre comercio), bajo el principio de trato nacional para el acceso de los bienes de una parte en el mercado de la otra por medio de la eliminación recíproca (automática en unos casos y gradual en otros) de los aranceles o derechos de aduana y de las medidas no arancelarias. El acuerdo aquí contiene secciones específicas sobre agricultura en las que se observan disposiciones especiales sobre el problema muy sensible de los subsidios a las exportaciones agrícolas (esto sin incluir los subsidios a la producción agrícola), obviamente por la parte europea, que afectan gravemente y en consecuencia preocupan mucho a la parte centroamericana precisamente en el ámbito donde los países centroamericanos poseen 19 Art. 77 del acuerdo. Eso sí, se aclara, en nota a pie de página del mismo acuerdo, que el «término "existentes" implica que el apartado se aplica exclusivamente a cualquier disposición existente del Acuerdo sobre la OMC y no a cualquier modificación o disposición acordada después de la finalización del presente Acuerdo». 70 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 evidentes ventajas comparativas20. También se establecieron disposiciones sobre pesca, acuicultura, productos artesanales y orgánicos21. Hay un capítulo especial, como no podría ser de otra manera, sobre las barreras técnicas al comercio, cuyo objetivo es identificar, prevenir y eliminar las barreras innecesarias para el comercio entre las partes que puedan surgir como resultado de la preparación, adopción y aplicación de reglamentos técnicos, normas y procedimientos de evaluación de la conformidad dentro de los términos del Acuerdo de la OMC sobre Obstáculos Técnicos al Comercio22. Por supuesto, no podía faltar también un capítulo dedicado a las medidas sanitarias y fitosanitarias para facilitar el comercio entre las partes, en el que se establecen una serie de medidas asociadas a la salud animal y vegetal. Y así, sucesivamente, se observan sendos títulos dedicados en términos generales a crear, facilitar y desarrollar también la libre circulación de servicios, la libertad de establecimiento y el intercambio comercial en general entre las partes, así como a la instauración de un mecanismo de solución de controversias con sus órganos, medios y procedimientos respectivos23 24. 20 En el art. 89.2 se establece: «Las Partes comparten el objetivo de trabajar conjuntamente en la OMC para garantizar la eliminación paralela de todas las formas de subvención a la exportación y el establecimiento de disciplinas sobre todas las medidas de exportación que tengan un efecto equivalente. A tal fin, las medidas de exportación con efecto equivalente comprenden los créditos a la exportación, las garantías de créditos a la exportación o los programas de seguros, las empresas comerciales del Estado dedicadas a la exportación y la ayuda alimentaria». 21 En materia de defensa comercial hay secciones especiales sobre medidas anti-dumping y derechos compensatorios y medidas de salvaguardia; y sobre aduanas y facilitación del comercio, además de regular una serie de aspectos relacionados con el tema fundamental de la libre circulación de mercancías. 22 Art. 125.1 del acuerdo. 23 Concretamente, el Título III está relacionado a la liberalización progresiva de establecimientos, del comercio de servicios y del comercio electrónico. Hay normas sobre la prestación transfronteriza de servicios; sobre la presencia temporal de personas naturales con fines comerciales; y se establece un marco regulatorio sobre los temas de este título del acuerdo. Por su parte, el Título IV está dedicado a los pagos corrientes y movimientos de capital; el Título V, bastante amplio, trata sobre las compras del sector público; el Título VI sobre propiedad intelectual, que comprende un conjunto de normas relativas a los derechos de propiedad intelectual en general; el Título VII sobre comercio y competencia; el Título VIII sobre comercio y desarrollo sostenible en el que se tratan aspectos básicos en materia de medio ambiente; el Título IX sobre integración regional económica, un tema vital para la parte europea a fin de garantizar aún más la libre circulación de mercancías europeas entre los países de la parte centroamericana; el Título X sobre solución de controversias; el Título XI sobre el mecanismo de mediación para resolver problemas de medidas o barreras no arancelarias; el Título XII sobre transparencia y procedimientos administrativos; el Título XIII sobre las tareas específicas en materia de comercio de los órganos establecidos por el acuerdo; y el Título XIV sobre las excepciones del acuerdo (en temas de balanza de pagos, tributación y preferencia regional). 24 Sobre la llamada preferencia regional, es importante resaltar lo establecido en el art. 351: «1. Nada en la Parte IV del presente Acuerdo obligará a una Parte a extender a la otra Parte un trato más favorable que se aplica en cada una de las Partes en el marco de sus respectivos procesos de integración económica regional. 2. Nada en la Parte IV del presente Acuerdo será obstáculo para el mantenimiento, modificación o creación de uniones aduaneras, zonas de libre comercio u otros acuerdos entre las Partes, o entre las Partes y terceros países o regiones». 71 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… III. SIGNIFICADO Y VALORACIÓN GENERAL ASOCIACIÓN Orlando Mejía Herrera DEL ACUERDO DE Habiendo efectuado un repaso general del contenido del Acuerdo de Asociación entre la UE y sus Estados miembros y las seis repúblicas centroamericanas, ahora se procederá a realizar un breve análisis y explicación, a nuestro juicio, sobre el sentido y alcance del contenido del Acuerdo y una valoración general sobre el mismo, siguiendo, lógicamente, la estructura de lo que se ha aceptado en llamar los tres pilares o componentes en que materialmente está dividido el núcleo duro del articulado del Acuerdo. 1. El pilar de diálogo político El pilar del diálogo político es un «mecanismo pluri-temático» que comprende diversos temas y que sirve para abordar aspectos muy variados que se salen del marco de las competencias de las entonces Comunidades Europeas, hoy Unión Europea, por lo que el acuerdo ha tenido que celebrarse por dicha organización junto con sus Estados miembros25. Pero la operatividad de este diálogo político puede considerarse como un «dolor de cabeza», pues, paradójicamente, existen «dificultades de concreción» de dicho diálogo26. No obstante, por medio del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE, con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, debería mejorar la actividad del diálogo político, al menos por parte de la UE. Aunque el debido seguimiento de los acuerdos adoptados en las Cumbres entre la UE y ALC27 puede ayudar también al fortalecimiento de ese diálogo. Además, también compartimos la afirmación de que en dicho diálogo político «[…] no existen obligaciones concretas y directamente aplicables […] – las cláusulas son declarativas (las partes “reafirman la importancia" de ciertos asuntos, mientras que en otros aspectos se comprometen a "promover el diálogo" o "cooperar", etc.)»28. 25 Vid. TREMOLADA ÁLVAREZ, E., «¿Los pilares que soportan la relación de la Unión Europea con América Latina contribuyen a su desarrollo?» en J. ROY (Comp.), Después de Santiago: integración regional y relaciones Unión Europea-América Latina, Miami, 2013, 193-208, pp. 196 y ss. 26 Ibíd. p. 197. 27 Desde 1999 hasta el 2013 se han celebrado siete Cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno UE – ALC, en el marco de las cuales la UE ha aprovechado para celebrar “mini cumbres” con las diversas subregiones de ALC (MERCOSUR, Centroamérica, Caribe y Comunidad Andina) para tratar los asuntos bilaterales de interés mutuo, principalmente las negociaciones de las acuerdos de asociación en los últimos años. 28 MILUTINOVIĆ, V., «El Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea» en J. ROY (Comp.), Después de Santiago, op. cit., 89-103, pp. 91 in fine y s. 72 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 Es decir que en esta parte del acuerdo observamos normas jurídicas sin contenido exigible, ya que se trata de normas programáticas que requerirán (como condición indispensable) la conclusión de acuerdos específicos entre las partes para el cumplimiento efectivos de las obligaciones que se establezcan de forma clara, precisa e incondicional en cada caso. No obstante, dichas normas programáticas constituyen derecho válido, pues, aunque no se derivan de ellas obligaciones directamente aplicables y exigibles, pero sí sirven como fuente de interpretación para otros acuerdos que las partes puedan celebrar en el futuro sobre temas análogos; y también pueden considerarse como pautas de conducta que los Estados implicados por ambas partes deben seguir en el ámbito interno y en sus relaciones internacionales en general (por ejemplo, sobre promoción de la democracia, protección de los derechos humanos, etc.). En ese sentido, se reafirma que en muchas ocasiones en los acuerdos internacionales celebrados por la UE (y por los Estados Unidos), sobre todo en aquellos acuerdos que contienen además aspectos comerciales preferenciales, se encuentran términos, disposiciones o formulaciones de los cuales no se derivan obligaciones legalmente exigibles entre las partes29. Véanse, por ejemplo, los términos en que está redactado el artículo 13 del acuerdo de asociación entre la UE y CA: «[…] el diálogo político abarcará todos los aspectos de interés mutuo […]»; o «El diálogo político entre las Partes preparará el camino para nuevas iniciativas […]»; o «El diálogo en virtud de la parte II abarcará también los tratados internacionales sobre los derechos humanos, la buena gobernanza […]». Se puede afirmar que de tales disposiciones no se pueden inferir normas jurídicas que contengan de forma clara, precisa e incondicional derechos y obligaciones recíprocos entre las partes que puedan ser directamente exigibles entre ellas (o sea que dichas disposiciones no tienen un contenido que pueda ser inmediata y directamente exigible), sino que será a través de acuerdos específicos por área o temática del pilar del diálogo político que se podrán (o se podrían), si es el caso, concretar determinadas obligaciones según los intereses políticos y económicos en juego en cada momento y teniendo muy en cuenta, en muchos casos, las sensibilidades y diferencias políticas e ideológicas de los gobiernos de turno en ambos lados del atlántico. 29 HORN, H., MAVROIDIS, P. C. and SAPIR, A., Beyond the WTO? An Anatomy of EU and US Preferential Trade Agreements (May 28, 2009), pp. 9 y ss.; disponible en SSRN: http://ssrn.com/abstract=1411066 or http://dx.doi.org/10.2139/ssrn.1411066 (último acceso en la Internet: 31 de enero de 2014). 73 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera Se debe agregar que en materia de política exterior, en no pocas ocasiones los intereses y visiones de los Estados miembros de la UE no coinciden con la propia política exterior y de seguridad de la UE en cuanto tal, lo cual en muchas ocasiones ha impedido o dificultado la adopción de posiciones y acciones comunes en el marco de la organización, decidiendo los Estados por su propia cuenta las acciones a seguir30; y en relación con CA, la falta de un progresivo fortalecimiento institucional y jurídico de su sistema de integración, en el marco del cual puedan tener una «agenda común mínima» en materia de política exterior, dificulta también en muchas ocasiones la adopción de posiciones y acciones comunes como región realmente integrada. No obstante, en el caso de la UE, a pesar de sus carencias o problemas de efectividad en materia de política exterior como organización internacional, compartimos el criterio de que «el diálogo político resulta siendo una herramienta instrumentalizadora, que le brinda a la Unión Europea una proyección mundial indiscutible, pese a que sus miembros no lleguen a tener una posición unificada y a sus dificultades en materia de concreción»31. 2. El pilar de cooperación Por su parte, en el pilar de cooperación podemos observar que, por razones obvias, la UE pretende continuar y ampliar su política de cooperación y las de sus Estados miembros con CA a fin de fortalecer, principalmente, la integración económica 30 Además, en relación con la naturaleza y contenido del diálogo político en el marco de la UE, se señala que éste «se define, sobre todo, no tanto por su contenido [que es muy restringido] sino por su naturaleza institucional» que implica una serie de actividades monopolizadas por los ministerios de relaciones exteriores de los Estados miembros y que se desarrollan siguiendo «unos procedimientos ad hoc más o menos preestablecidos» en el Tratado de la UE. Así pues, «[e]ste contenido y esta naturaleza del diálogo político à la UE explican precisamente su considerable falta de relevancia. En efecto, difícilmente podrá hincar el diente en temas complejos que requieran recursos económicos (porque no tiene un presupuesto propio) o que deban implicar a Ministerios que no sean los de Asuntos Exteriores o donde los Estados tengan políticas diferenciadas o donde la Comunidad sea competente. Por ello el diálogo político de la UE está condenado, salvo contadísimas excepciones, a la producción de declaraciones con los representantes de países terceros cuya amplitud temática es inversamente proporcional a su capacidad de establecer prioridades y abordar soluciones para problemas significativos»: TORRENT, R.; FRANCIA, J. R., Las relaciones Unión Europea – América Latina en los últimos diez años: el resultado de la inexistencia de una política. Un análisis empírico y esperanzado, UNU-CRIS, Occasional Papers, 0-2005/10, pp. 31 y s. 31 TREMOLADA, loc. cit., p. 197. Además, este autor afirma acertadamente que el «esfuerzo adicional de las cumbres ALCUE no alcanza a contrarrestar las dificultades de concreción del diálogo político ni afianza la anhelada asociación estratégica. Acaso porque el problema estructural del diálogo político se replica en las cumbres donde evidenciamos tanta diversidad temática como expectativas. Para Günther Maihold el problema se ve agravado por el unilateralismo reinante de América Latina, que se resiste a participar a nivel internacional como grupo o bajo el paraguas de las organizaciones subregionales, afectando de esta manera, desde ambos lados del Atlántico, el diseño del concepto interregionalista». 74 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 centroamericana (que convertiría a la región en un mercado único muy atractivo para las empresas europeas…), así como la cohesión económica y social en la región, la buena gobernanza, el Estado de Derecho y la lucha contra el crimen organizado transnacional. Evidentemente, esta acción de cooperación con CA, en particular con el SICA y con sus Estados miembros, también constituye una apuesta estratégica de la UE, en el marco de su política de cooperación, a fin de no perder espacios de influencia en diversas regiones del mundo en relación con otros actores internacionales globales (Estados Unidos, China, Rusia…), aunque sujeta siempre, dicha cooperación bilateral, al principio de condicionalidad (por ejemplo, condicionada al respeto del Estado de Derecho y a la protección de los derechos humanos por parte de los Estados receptores de la cooperación)32. Es oportuno aclarar que, desde el punto de vista de la condicionalidad de la cooperación de la UE con CA, una cosa es la cooperación bilateral con el SICA en cuanto tal para principalmente fortalecer su sistema institucional y profundizar su proceso de integración económica; y, otra cosa, es la cooperación bilateral con los propios Estados miembros del SICA, a los cuales sí se les debe exigir, como condición para la cooperación, el respeto del Estado de Derecho, la buena gobernanza, el fomento de la democracia, la protección de los derechos humanos, entre otros, todo lo cual también redunda en beneficio de la propia integración centroamericana, pues, evidentemente, en cualquier parte del mundo no puede haber un proceso de integración exitoso con Estados que internamente puedan sufrir serios problemas políticos que incluso en casos extremos puedan peligrosamente aproximarse más o menos a la categoría de los llamados «Estados en desintegración» o de «Estados desintegrados»33. 32 Por ejemplo, a efectos ilustrativos, en las llamadas Primeras Conclusiones del Seminario “El futuro europeo de la cooperación al desarrollo. El Parlamento Europeo decide”, celebrado en Madrid, el 3 de diciembre de 2012, bajo los auspicios de la Oficina de Información en España del Parlamento Europeo, se señala que: «1.- La Unión Europea tiene que amoldarse a los tiempos actuales, adaptando la política de cooperación al mundo global. La UE no debe perder peso en el mundo respecto a otros actores, como China, y la cooperación tiene que seguir siendo una bandera que nos represente. […] 4.- La condicionalidad sigue siendo una premisa fundamental para la cooperación bilateral de la UE, buscando que los gobiernos trabajen en la mejora y cumplimiento de los derechos humanos básicos». 33 Sobre la noción de Estados desintegrados (llamados también Estados fallidos o fracasados), vid. JIMÉNEZ PIERNAS, C., «Los Estados fracasados y el Derecho internacional: el caso de Somalia» en Revista Española de Derecho Internacional, vol. LXII, n.º 1, Madrid (2010), 17-59, pp. 51 y ss. En el caso centroamericano, el reconocido «Failed States Index 2012» (en http://www.fundforpeace.org/global/library/cfsir1210-failedstatesindex2012-06p.pdf) coloca a los Estados centroamericanos, de mayor a menor grado de riesgo de convertirse en Estado fallido, en los siguientes puestos: Nicaragua, 69; Guatemala, 70; Honduras, 75; El Salvador, 93 (todos ellos dentro de la categoría intermedia de Estados en advertencia alta); Panamá, 132 (en una categoría un poco mejor de Estados menos estable o de estabilidad baja); y, Costa Rica, 139 (en la categoría mejor aún de Estados estables o de estabilidad normal en relación con el resto de la región centroamericana). 75 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera Sin embargo, sobre todo en casos extremos de violación por los gobiernos del principio de la condicionalidad de la cooperación, la UE debe seguir apoyando fuertemente la cooperación descentralizada a fin de no perjudicar injustamente a diversos sectores y segmentos de las poblaciones beneficiarias en aquellos países con graves problemas de democracia y de respeto de los derechos humanos. Para ello debe fortalecer y ampliar la cooperación al desarrollo a diversos programas y proyectos de las administraciones subestatales (gobiernos regionales o locales) y de una amplia gama de nuevos actores de la llamada sociedad civil34. Ahora bien, en este pilar del Acuerdo de Asociación, de acuerdo con MILUTINOVIĆ, las «[…] disposiciones sobre cooperación son, de alguna forma, más concretas (si bien no son en su mayoría directamente aplicables) y establecen las bases para la acción concreta en el futuro. Se proporciona una base jurídica para la futura cooperación, así como asistencia técnica en una muy amplia variedad de áreas, centradas en el buen gobierno y el imperio de la ley. En general, el diálogo político y la cooperación no están vinculados al comercio por una estricta condicionalidad legal»35. Es decir, de acuerdo con lo afirmado anteriormente, y tal y como se observa en la práctica actual de la UE con algunos gobiernos centroamericanos (en particular con el de Nicaragua), se prioriza al máximo y existe pleno consenso entre ambas partes para poner en marcha lo antes posible el pilar comercial, independientemente de los problemas políticos planteados en el 2008 por la propia UE en materia de transparencia electoral, democracia y derechos humanos que repercutieron incluso en la suspensión de la ayuda o cooperación 34 En ese sentido, en las primeras conclusiones del citado Seminario “El futuro europeo de la cooperación al desarrollo. El Parlamento Europeo decide” (punto 8), también se señala que la «cooperación descentralizada no debe ser la gran perdedora de todo este proceso. Tenemos que seguir apoyándola e intentar que no desaparezca». 35 MILUTINOVIĆ, loc. cit., p. 92. Se considera muy oportuno citar textualmente la siguiente reflexión general expuesta en el trabajo de este autor: «[…] las disposiciones ACR [Acuerdos Comerciales Regionales] sobre el comercio suelen ser vinculantes, mientras que el desarrollo parece no ser imperativo, como parte de un proceso de "inflación legal"; mientras que la vinculación directa entre ambas suele ser excepcional. En el caso de un actual AA UE, ello estaría parcialmente justificado por el hecho de que la ayuda al desarrollo y la asistencia tiende a ser en gran medida unilateral, financiada y dirigida a través de programas específicos de la Unión Europea. Si la ayuda al desarrollo/asistencia es un acto unilateral, no tiene mucho sentido interpretarlo como un compromiso bilateral. Un beneficio adicional sería que la acción unilateral produjese que los Estados desarrollados se muestren de forma altruista en el exterior, a la vez que también proporcionasen un necesario equilibrio ante los electores nacionales, quienes desean apreciar la liberalización del comercio (percibida por muchos como una actitud egoísta y explotadora), compensándose, al menos, parcialmente por ayuda/asistencia (percibida por muchos como desinteresada, caritativa). El evidente problema jurídico y político es, ciertamente, que la desvinculación entre comercio y desarrollo puede funcionar en ambos sentidos: mientras que la asistencia no es jurídicamente condicional en el comercio, su carácter unilateral implica que pueda ser unilateralmente suprimida por el donante –con independencia de los resultados del comercio o incluso de la satisfacción de los criterios políticos por parte del beneficiario de la ayuda/asistencia. Esto, indudablemente, es un asunto mucho más amplio y complejo». 76 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 bilateral directa que la UE proporcionaba vía gobierno al presupuesto del Estado nicaragüense36. Quizás, a nuestro juicio, esta doble actitud de la UE (una en el plano político y otra en el económico según las circunstancias del momento) se podría caracterizar (desde un punto de vista teórico-conceptual de las relaciones internacionales) como lo que algunos llaman «enfoque realista del interregionalismo»37. En ese sentido realista, ahora teniendo como “telón de fondo” la entrada en vigor provisional del Acuerdo de Asociación con CA (es decir, la entrada en vigencia de su pilar comercial), la UE renueva estratégicamente su cooperación bilateral con Nicaragua para el periodo 2014-2020, «definida en conjunto con el [mismo] Gobierno de Nicaragua» que está desde el 200838, sin que los problemas políticos anteriormente planteados sean un obstáculo para avanzar en materia de cooperación bilateral con ese mismo país y sobre todo para profundizar sus relaciones en materia de comercio con toda la región centroamericana. Por otro lado, es necesario una mayor coordinación y complementariedad entre las políticas de cooperación al desarrollo de los Estados miembros de la UE con la propia política de la organización en esta materia sobre la base de unos principios comunes, pues, en la práctica se observa muy a menudo que las agencias de cooperación al desarrollo de los Estados miembros de la UE no se sienten “vinculadas” por las políticas y normas de la UE, atendiendo solamente a las directrices derivadas de sus políticas y normas nacionales. Si bien es cierto que en materia de cooperación al desarrollo la UE sólo tiene jurídicamente una competencia que complementa la de sus Estados miembros (que siguen manteniendo competencias en este ámbito por razones políticas de mucho peso…), pero también es verdad que dicha complementariedad debería ser sobre la base del consenso y la coordinación para una mayor efectividad de la cooperación al desarrollo proveniente del ámbito comunitario europeo39. 36 Vid. noticia de la agencia española EFE fechada en Managua el 16 de diciembre de 2008: «La Unión Europea (UE) suspendió 23 millones de euros (31,7 millones de dólares) destinados a Nicaragua para este año por incumplimientos del Gobierno […] en materia de gobernabilidad, transparencia y respeto a los derechos humanos, confirmó hoy una fuente diplomática. […] La fuente señaló que el resto de fondos, que estaban programados como parte del apoyo presupuestario que la UE otorga anualmente a Nicaragua, "se ha suspendido". […] La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, notificó esa decisión […]». 37 Cfr. ALVAREZ MACÍAS, M. V., «Relaciones interregionales entre la Unión Europea y América Latina: ¿cambio o continuidad luego del Tratado de Lisboa?» en Otro Sur Digital, n.º 3 (2011) http://www.catedrarrii.com.ar/docs/otro%20sur/Otro_Sur_3.pdf 38 Vid. el Boletín de la Delegación de la UE en Nicaragua, EuroNotas Digital, n.º 25 (2014) http://eeas.europa.eu/delegations/nicaragua/documents/press_corner/eurobulletin/2014_02/index.html 39 Vid., por ejemplo, la Declaración conjunta del Consejo y de los Representantes de los Gobiernos de los Estados miembros reunidos en el seno del Consejo, del Parlamento Europeo y de la Comisión sobre la política de desarrollo de la Unión Europea titulada «El consenso europeo sobre desarrollo», de 20 de diciembre de 2005 y publicada en el DOUE, C 46 de 24 de febrero de 2006. Este consenso define, por primera vez en cincuenta años de cooperación, el contexto de principios comunes en el que la UE y sus 77 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera 3. El pilar de comercio Finalmente, en relación con el pilar comercial, tal y como ya se ha señalado, éste contiene la mayor cantidad de artículos del acuerdo40. Se establece que las «Partes liberalizarán progresivamente el comercio de mercancías conforme a lo dispuesto en el presente Acuerdo y de conformidad con el artículo XXIV del GATT de 1994»41. Asimismo, es oportuno resaltar que en el pilar comercial se observa la adopción y aplicación plena del principio de trato nacional al disponer que «Cada Parte concederá trato nacional a las mercancías de la otra Parte de conformidad con el artículo III del GATT de 1994, incluidas sus notas interpretativas. Con este fin, el artículo III del GATT de 1994 y sus notas interpretativas se incorporan y forman parte integral del presente Acuerdo»42. También se adoptan plenamente los principios de trato especial y diferenciado 43 y de nación más favorecida44. Al analizar el contenido de los acuerdos de comercio preferenciales (ACP), celebrados y concluidos por la Unión Europea (y por los Estados Unidos), la doctrina afirma que los temas cubiertos por estos acuerdos se pueden dividir en dos categorías: «OMC plus» (OMC+), que son la mayoría, y «OMC extra» (OMC-X), que son la minoría. La primera categoría corresponde a las disposiciones normativas de los ACP que se encuentren bajo el actual mandato de la OMC, donde las partes adquieren compromisos bilaterales que van más allá de aquellos que han aceptado a nivel multilateral en el seno de la OMC. Como obligación arquetipo sería una mayor reducción de los aranceles aduaneros en el marco de una zona de libre comercio. También se incluyen las obligaciones relativas a medidas sanitarias o fitosanitarias, medidas sobre obstáculos técnicos al comercio, antidumping o sobre derechos de propiedad intelectual. Por el contrario, la categoría de la OMC-X comprende las disposiciones normativas de los ACP que se ocupan de cuestiones que quedan fuera del actual mandato de la OMC. Un ejemplo podría ser un compromiso en Estados miembros aplicarán (o deberían aplicar) sus respectivas políticas de desarrollo con un espíritu de coordinación y de complementariedad. Sobre los diferentes modi operandi de la UE (con o sin sus Estados miembros) en el contexto internacional, vid. TORRENT, R.; FRANCIA, J. R., op. cit., pp. 7-19. 40 El pilar comercial del acuerdo constituye «un proyecto ambicioso, que tiene como objetivo reducir a cero los aranceles para el 96% de los bienes durante los próximos diez años y para todos los bienes dentro de quince años. Basado mayormente en la terminología y conceptos de la OMC, el Acuerdo pretende ser un ACR [Acuerdo Comercial Regional] compatible con las disposiciones de la OMC, basándose en una profunda liberalización y con unas disposiciones más desarrolladas sobre barreras al comercio no arancelarias (por ejemplo, barreras técnicas)»: MILUTINOVIĆ, loc. cit., p. 94. 41 Art. 80 del acuerdo. 42 Art. 85 del acuerdo. 43 Vid., por ejemplo, los arts. 126, 132 y 155 del acuerdo. 44 Vid, por ejemplo, el art. 230 del acuerdo en materia de protección de la propiedad intelectual. 78 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 los estándares laborales, obligaciones para la protección del medio ambiente o sobre movimiento de capitales45. Efectivamente, al analizar el articulado del pilar comercial del acuerdo, se puede observar que la mayoría de las disposiciones normativas contienen normas jurídicas OMC+ y la minoría son normas jurídicas OMC-X. En concreto, MILUTINOVIĆ expresa que en «términos generales, las normas OMC+ en el AA [Acuerdo de Asociación] suelen referirse a los intercambios de bienes y servicios, así como a los aspectos relacionados con el comercio de los derechos de propiedad intelectual; mientras que las disposiciones OMC-X versan sobre la liberalización de los servicios de mensajería, las telecomunicaciones, la protección de la competencia y la contratación pública»46. Eso sí, la UE estableció dos condiciones básicas para poder concluir el Acuerdo de Asociación con CA: la plena incorporación de Panamá al llamado subsistema económico del SICA (es decir, al proceso de integración económica formando parte de la zona de libre comercio centroamericana aún incompleta e imperfecta), lo cual se ha cumplido; y la creación y perfeccionamiento de la unión aduanera centroamericana, lo cual obviamente no se ha cumplido a la fecha. Esa situación generaría que una mercancía procedente de la UE sí tendría libre circulación en el subsistema económico del SICA, pero, paradójicamente, los productos de origen centroamericano en la actualidad muchas veces sufren obstáculos entre los mismos Estados miembros del SICA, ya sea por flagrante incumplimiento de la normativa vigente en materia de Derecho de integración, a causa de la desconfianza entre ellos mismos, o para proteger de forma manifiesta o encubierta a sus empresas nacionales afectadas por la competencia. Esto significa que los Estados miembros del SICA deben tomarse más en serio su propio proceso de integración así como, por lo visto o aparentemente, se toman muy en serio su acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos o el propio acuerdo de asociación con la UE; acuerdos que, precisamente para su aplicación total y efectiva en los plazos establecidos, conllevan una serie de grandes desafíos a los Estados 45 Vid. HORN et al., loc. cit., p. 8. Sobre esta clasificación de las disposiciones en OMC+ y OMC-X, vid. también LÓPEZ-JURADO, C., «La oferta comercial preferencial de la Unión Europea a los países en vías de desarrollo: modalidades e interacciones» en Revista de Derecho Comunitario Europeo, n.º 39, Madrid (2011), 443-483, p. 472; y AHEARN, R.J., Europe`s preferential trade agreements: status, content, and implications, 2011, Congressional Research Service, 7-5700, www.crs.gov R41143, pp. 14-18; disponible en http://www.fas.org/sgp/crs/row/R41143.pdf 46 MILUTINOVIĆ, loc. cit., p. 95. 79 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera centroamericanos, como países en vías desarrollo, a causa de diversas limitaciones estructurales que enfrentan y a comportamientos específicos de cada uno de ellos47. Ahora bien, en relación con las principales motivaciones tanto de la UE como de los Estados centroamericanos para celebrar y concluir un acuerdo de este alcance, especialmente en materia comercial48, en primer lugar, se señalan que por parte de la UE «tres factores fundamentales explican su decisión de impulsar la negociación del AA [Acuerdo de Asociación]. En primer lugar, las negociaciones multilaterales de liberalización comercial en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) son cada vez más lentas y difíciles de controlar, lo que ha incentivado que los países industrializados –como la UE y Estados Unidos– comiencen a apoyar procesos de liberalización plurilateral del comercio internacional –como son los casos de la negociación del AA y la firma del RD-CAFTA– [UE – CA y Estados Unidos – CA respectivamente]. En segundo lugar, la UE ha logrado promover los mencionados procesos de liberalización comercial en América Latina a nivel bilateral –los AAs firmados con México y Chile–, pero no a nivel subregional. Este hecho cuestiona uno de los rasgos característicos de su política exterior, el apoyo a los procesos de integración económica. El difícil momento de la integración subregional en Sudamérica y las dificultades que ello genera en la negociación de un AA con el Mercado Común del Sur y la Comunidad Andina de Naciones, han facilitado sustancialmente la decisión de iniciar las negociaciones con Centroamérica. El tercer y último factor está ligado al potencial valor estratégico que podría llegar a adquirir Centroamérica como eje de comercio entre Asia, Europa y Estados Unidos. Aunque los intereses económicos de la UE son reducidos, los países europeos no desean estar en desventaja en ese eje con respecto a Estados Unidos y Asia, particularmente en un escenario futuro en el que la zona de libre comercio del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (Asia-Pacific 47 En ese sentido, se afirma que la última generación de acuerdos comerciales preferenciales cuenta con una diversidad de disposiciones de «integración profunda» (es decir, la puesta en práctica de políticas de regulación complejas en las fronteras y a lo interno de las mismas) que obligan a los países en vías de desarrollo a realizar una serie de reformas normativas e institucionales en los cruce de dichas fronteras y a lo interno de ellas en áreas diversas tales como seguridad alimentaria, regulaciones técnicas, administración aduanera, contratación pública, política de competencia y liberalización de los servicios, para lo cual dichos países deben superar limitaciones estructurales y generar cambios de conductas locales, pues, a menudo las autoridades se enfrentan a un status quo normativo e institucional obsoleto, a un sector privado poco desarrollado y graves limitaciones de recursos. Vid. CHAOFFOUR, J.P. and KLEIMANN, D., «The challenge of implementing preferential trade agreements in developing countries. Lessons for rule design» en D. KLEIMANN (Ed.), EU preferential trade agreements: commerce, foreign policy, and development aspects, Florencia, 2013, 43-55, passim y especificamente pp. 46 y 53 (e-book: http://cadmus.eui.eu/bitstream/handle/1814/27661/EU-Preferential-Trade-Agreements.pdf?sequence=2). 48 Los llamados «acuerdos de cuarta generación». 80 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 Economic Cooperation, APEC) sea una realidad. El valor estratégico de la región se incrementaría sustancialmente si los países centroamericanos acabaran participando en APEC o suscribieran TLCs con alguno de sus miembros asiáticos, como por ejemplo China. El hecho histórico de que Costa Rica haya decidido alejarse de Taiwán e iniciar un acercamiento hacia China –que incluye la negociación de un TLC– es una importante apuesta estratégica de la principal economía receptora de IED en Centroamérica»49. En segundo lugar, por parte de los Estados centroamericanos, «éstos contemplan la firma de un AA que incluya un TLC, como una vía para mejorar su inserción en la economía internacional. Desde la perspectiva del paradigma dominante de política económica, los antiguos recelos de las economías centroamericanas a participar en un TLC entre socios asimétricos son injustificados. Se sostiene que el acceso a un mayor mercado de exportación por medio de un TLC, tiene el potencial de beneficiar relativamente más a las economías más pequeñas que a las de mayor dimensión económica, ya que el limitado tamaño de sus mercados impide contar con una demanda nacional que impulse y sostenga su oferta de bienes y servicios. Adicionalmente, esta ampliación de los mercados nacionales permite a estas economías pequeñas ser más capaces de atraer IED, necesaria para compensar el déficit de ahorro nacional en la financiación de su inversión»50. Sobre los principales beneficios comerciales para CA derivados del Acuerdo de Asociación con la UE, se puede valorar que, sin lugar a dudas, la consolidación de las preferencias otorgadas bajo el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP+) constituye un paso fundamental en el comercio interregional, ya que otorga seguridad jurídica a la parte centroamericana (y también le otorga mayores preferencias comerciales), pues, a partir de la entrada en vigor del acuerdo, ya no dependerá de las decisiones o actos unilaterales de la UE el otorgamiento o no de dichas preferencias arancelarias para los productos centroamericanos. Por tanto, desde la perspectiva de la UE, se pasa así de un sistema de preferencias arancelarias autónomas (SGP+) a un sistema de preferencias arancelarias convencionales (pilar de comercio del Acuerdo de Asociación) con exigencia de reciprocidad entre las partes51, pero con un tratamiento asimétrico, bajo el principio del trato especial y 49 RUEDA-JUNQUERA, F., «La integración económica centroamericana y el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea: ¿Una oportunidad para la Asociación Estratégica Birregional?», en J. ROY y R. DOMÍNGUEZ (Comps.), España, la Unión Europea y la integración latinoamericana, Miami, 2010, 205226, pp. 219 y 220. 50 Ibíd., p. 220. 51 Se dice que «la oferta comercial preferencial de la UE combina las medidas de carácter autónomo del SPG [o SGP] con otras de naturaleza convencional, esto es, otorgadas en el marco de diversos acuerdos de 81 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… Orlando Mejía Herrera diferenciado, por parte de la UE a los Estados centroamericanos como países en vías de desarrollo52 teniendo como referencia las normas de la OMC53. Entre otros beneficios comerciales para CA54, concretamente se pueden destacar también el establecimiento de cero aranceles para productos de confección, papas, cebollas y otras hortalizas, miel, café tostado e instantáneo, así como el acceso inmediato para otros productos previamente excluidos del SGP+ tales como el maní, aceites y camarones. Como acciones defensivas, CA excluyó del programa de desgravación arancelaria “productos sensibles” para la economía y el consumo de los países centroamericanos, tales como la carne bovina y porcina, carne de pollo, arroz, aceites, frijoles, cebollas, papas, maíz, embutidos, ron, leche fluida, mantequillas y yogurt. En el caso de la leche en polvo y quesos, a excepción del queso fresco, se otorgaron cuotas de importación sin desgravación de arancel fuera de cuota, de manera diferenciada por país. Entre otros mecanismos, CA otorgó también una cuota de importación de jamones curados, salados y en salmuera, paletas y sus trozos y tocino entreverado, con un incremento anual del 5 por ciento a 15 años de desgravación. Se eliminaron los subsidios para todos los productos que se importen a la región con 0 por ciento de arancel. Asimismo, CA logró acceso preferencial con desgravación a corto plazo para el ron, quesos y carne porcina; y cuotas de exportación con arancel cero para la carne bovina, azúcar y productos con alto contenido de azúcar, arroz y banano. En resumen, «el balance general de la negociación resulta favorable para la región centroamericana, por cuanto se alcanzaron niveles de asimetría a favor de la región en los tratamientos arancelarios acordados en el programa de desgravación. A manera de ejemplo, se puede citar que mientras Centroamérica acordó un 47.9% del universo arancelario en liberalización económica celebrados entre la UE y los PVD [países en vías de desarrollo]. En la interrelación de estos instrumentos normativos, de diferente naturaleza y alcance, el SPG comunitario ocupa una posición residual»: LÓPEZ-JURADO, loc. cit., p. 468. 52 Se dice que, a diferencia de los Estados Unidos, en términos generales los acuerdos comerciales preferenciales celebrados por la UE con terceros se han caracterizado por la diferenciación, la asimetría en los compromisos adquiridos, la flexibilidad y la ambición relativamente modesta en la apertura de los mercados; y en los que la diferenciación de las disposiciones y compromisos adquiridos con sus socios ha variado en función de una serie de factores, tales como el nivel de desarrollo de su contraparte (como en el caso centroamericano), lo importante que son para la seguridad europea y los desafíos que los socios pueden representar en términos competitivos para determinados sectores de la economía europea: AHEARN, op. cit., pp. 13 y 14. 53 Vid., principalmente sobre las diversas formas de trato especial y diferenciado y los distintos enfoques sobre el diseño y la gestión del acceso a dicho tratamiento en el marco de la OMC, KECK, A. and LOW, P., Special and Differential Treatment in the WTO: Why, When and How?, Staff Working Paper ERSD-2004-03, Genève, WTO. 54 Según informe ejecutivo interno sobre los resultados de las mesas de negociación del pilar comercial emitido por el Ministerio de Fomento, Industria y Comercio de Nicaragua. 82 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 libre comercio, la Unión Europea otorgó el 91%; por otro lado los plazos de desgravación acordados por Centroamérica se ampliaron entre 5 y 15 años, mientras la Unión Europea lo hará en plazos entre 3 y 10 años»55. Por tanto, los elementos claves del pilar comercial son: 1) sustancial mejora en el acceso al mercado tanto para la UE como para CA (bajo el principio de trato especial y diferenciado en beneficio de los Estados centroamericanos como países en vías de desarrollo) con la eliminación mutua de una serie de aranceles y de obstáculos técnicos al comercio, así como acceso a los mercados de contratación pública, servicios e inversiones; 2) normas comunes para “nivelar el campo de juego” entre ambos bloques con la adopción de disposiciones sobre protección de los derechos de propiedad intelectual e indicaciones geográficas56, mayor competencia y transparencia de las subvenciones y un procedimiento con sus órganos correspondientes para resolver las disputas comerciales; 3) fortalecer la integración centroamericana, lo cual implica el cumplimiento, aún pendiente, del compromiso centroamericano de crear y fortalecer la unión aduanera en CA57. 55 Idem. Por ejemplo, Costa Rica y El Salvador enfrentaron problemas técnicos (que finalmente resolvieron) para el registro de indicaciones geográficas de quesos italianos, lo cual impedía la entrada en vigor provisional del pilar comercial del Acuerdo de Asociación para dichos países, pues, en el seno del Consejo de la UE, Italia bloqueó inicialmente la decisión que permitiría la entrada en vigor provisional del Acuerdo, y que debía adoptarse por unanimidad (art. 218.8 TFUE), mientras no se resolvieran satisfactoriamente el respeto de las denominaciones geográficas de varios tipos de quesos italianos. 57 Así pues, se señala que el Acuerdo de Asociación UE-CA «puede ser un instrumento interesante para que la región [centroamericana] desarrolle su capacidad de aprovechamiento de las oportunidades que el contexto internacional le presta. Así, el istmo debe aprovechar la experiencia de la UE en materia de integración, y afianzar su proceso teniendo en cuenta los conocimientos y experiencias de su socio [europeo]. Ahora, a pesar de que este bloque es un referente internacional en materia de integración, no debe imponer su modelo o sus realidades para la toma de decisiones, a pesar de que una de las exigencias del acuerdo sea la consecución de una unión aduanera entre las economías [centroamericanas] implicadas»: VÁZQUEZ VICENTE, G., Integración económica y apertura comercial en Centroamérica, 1.ª ed., pról. de José Antonio Sanahuja, Madrid, 2012, p. 265. 56 83 El Acuerdo de Asociación Unión Europea-Centroamérica… IV. Orlando Mejía Herrera CONSIDERACIONES FINALES A la luz de lo analizado y expuesto en el presente trabajo sobre el contenido, significado y valoración general del Acuerdo de Asociación UE – CA, se puede concluir haciendo las siguientes consideraciones: 1. Que efectivamente, en términos generales, el Acuerdo de Asociación entre la UE y CA reafirma, fortalece y consolida las estrechas relaciones políticas y principalmente de cooperación entre ambas regiones, relaciones que se «institucionalizaron» desde el llamado «Diálogo de San José». 2. Pero que, sin lugar a dudas, son los aspectos comerciales los que abarcan la mayor parte del acuerdo en el que también se institucionalizan y amplían (y por tanto se hacen permanentes) por primera vez una serie de preferencias y beneficios comerciales y arancelarios que unilateralmente la UE venía concediendo a CA, lo cual proporciona seguridad jurídica a los Estados centroamericanos en sus relaciones comerciales con sus socios europeos. 3. Que los Estados centroamericanos deben aprovechar al máximo ese trato asimétrico muy favorable que han recibido en términos comerciales por parte de la UE bajo el principio del trato especial y diferenciado de acuerdo con los principios y normas de la OMC. 4. La oportunidad excepcional que representa el acuerdo de asociación con la UE para que Centroamérica desarrolle su esquema de integración regional, principalmente a través de la puesta en marcha (de forma gradual pero decidida y con seriedad) de un proyecto de mejora, fortalecimiento y consolidación del sistema institucional, normativo y jurisdiccional del SICA (en el aspecto jurídico formal) y de un proyecto de perfeccionamiento de la zona de libre comercio y de creación y desarrollo de la unión aduanera y de una auténtica política comercial común (en el aspecto jurídico material). 5. Que el acuerdo de asociación con la UE, en lo que respecta a su pilar comercial, se enmarca también en una decisión de los países centroamericanos de desarrollar progresivamente una estrategia de búsqueda y consolidación de mercados a nivel mundial, lo cual les ha permitido promover la diversificación de los destinos de su oferta exportable, aumentando evidentemente el valor y el volumen de sus exportaciones, y desarrollar la inversión extranjera directa en la región. 6. Que por la parte europea, aunque sus intereses económicos en CA son relativamente reducidos, geoestratégicamente la UE no puede permitirse el lujo 84 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 65-85 de estar en desventaja en relación principalmente con los Estados Unidos, China y Rusia ante las posibilidades reales de que CA se convierta en un futuro no muy lejano en una importante región estratégica en el comercio entre Asia, Europa y América del Norte. EL ACUERDO DE ASOCIACIÓN UNIÓN EUROPEA – CENTROAMÉRICA: CONTENIDO, SIGNIFICADO Y VALORACIÓN GENERAL RESUMEN: En este trabajo se hace un análisis y explicación sobre el contenido y significado del Acuerdo de asociación entre la Unión Europea y sus Estados miembros con seis Estados centroamericanos, así como una valoración sobre el alcance de dicho acuerdo en las relaciones políticas, económicas y de cooperación entre ambas regiones. PALABRAS CLAVE: Acuerdo de asociación, libre comercio, cooperación, diálogo político, Unión Europea, Centroamérica. PARTNERSHIP AGREEMENT EUROPEAN UNION – CENTRAL AMERICA: CONTENT, GENERAL MEANING AND EVALUATION ABSTRACT: It is made in this paper an analysis and explanation of the content and meaning of the Partnership Agreement between the European Union and its Member States with six Central American countries, as well as an assessment of the scope of the agreement in the political, economic and cooperation between the two regions. KEYWORDS: Partnership Agreement, free trade, cooperation, political dialogue, European Union, Central America. ACCORD DE PARTENARIAT DE L'UNION EUROPÉENNE – AMÉRIQUE CENTRALE: CONTENU, SENS GÉNÉRAL ET ÉVALUATION RÉSUMÉ: Dans cet article il est fait une analyse et une explication du contenu et du sens de l'Accord de partenariat entre l'Union Européenne et ses États membres et six pays d'Amérique centrale, ainsi que l'évaluation de la portée de l'accord dans les relations politiques, économiques et de coopération entre les deux régions. MOTS-CLÉS: Accord de partenariat, le libre-échange, la coopération, le dialogue politique, l'Union Européenne, l'Amérique centrale. 85 OPINIONES Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 88-89 «Día de la Hispanidad» José Antonio Poveda Salvatierra Nuestra diversidad étnica, cultural y lingüística está siendo rescatada por estudiosos de todas las regiones en América. Actualmente va emergiendo en lo que García Márquez, llamaría "el espejo roto de la memoria", la naciente imagen de la compleja y múltiple identidad cultural latinoamericana. El esfuerzo colonizador trajo consigo a sus propios acusadores, como Antonio de Montesinos o Bartolomé de Las Casas. El derecho internacional comienza a articularse en torno al problema americano, con denuncias, como la del padre Mariana, cuya actualidad no deja de asombrarnos. El Diario del Primer Viaje (1492) de Cristóbal Colón no sólo revela la forma que empleó para conocer y describir la nueva realidad que contemplo al término de su primera travesía transatlántica, sino también la manera en la que la representó a su destinatario privilegiado, los Reyes de España. Esa representación ejerció una función de primer orden en las relaciones que España estableció con esas tierras al trasplantar sus instituciones políticas, militares y religiosas, así como en el desarrollo de una nueva cultura en ese espacio que José Martí denominó "Nuestra América". En la primera época del dominio de España en América, la discusión sobre la naturaleza del indio llegó a su punto máximo. No surgió como un tema en sí, sino, al contrario, apareció dentro del contexto de otro debate mayor: el derecho que tenía la corona española para conquistar a los naturales americanos y en particular la controversia sobre cómo gobernarlos. En esta oportunidad, releemos los textos claves de la contienda: tanto Vitoria, Sepúlveda y Las Casas como a historiadores y críticos de este siglo para enfocar el tema. Dentro del marco de la polémica sobre los derechos de Conquista y Colonización para someter a las gentes del Nuevo Mundo, se orientará esta indagación alrededor de los interrogantes sobre los ámbitos en los cuales surgió la cuestión de la naturaleza del indio, los sentidos en que los amerindios eran despreciados por quienes los difamaban y, últimamente, los principios sobre los cuales Victoria Sepúlveda y Las Casas debatieron el Derecho al dominio sobre las indias. El presente artículo fue entregado por el Profesor José Antonio Poveda Salvatierra para que se publicara en el presente Vol. 4 del Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI y se encontraba inédito al momento de su fallecimiento el 24 de julio de 2013. ** Profesor de Derecho de Integración y Derecho Internacional Privado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNAN-León (Nicaragua). 88 Día de la Hispanidad. José Antonio Poveda Salvatierra El primer acto de celebración de nuestra continuidad cultural será el de colocar en alguna pared del museo de nuestra historia, la pregunta angustiosa y conmovedora que nos impusieron de manera reflexiva nuestros Historiadores para recatar nuestra verdadera identidad y nuestro destino histórico. Nuestra producción literaria y nuestro arte muestran una vitalidad insospechada. Nuestra lengua parece estar de regreso a sus propias raíces. Lo dice nuestro arte y nuestra cultura. Nuestra futura instituciones políticas deberán tomar apoyo en nuestra cultura múltiple, favorecer la expresión de su diversidad y consignar la libertad y la tolerancia inexistente en las instituciones convocadas antaño para domesticar la creatividad que presentó en las nuevas tierra. Pero nuestras letras coloniales son también exploradas y analizadas recientemente, en la medida en que un notable número de escritores latinoamericanos se ha embarcado a partir del siglo pasado y hasta nuestros días en un ambicioso " viaje a la semilla" (para decirlo en palabra de Alejo Carpentier) que pretende re-escribir textos, tanto precolombinos como coloniales. En 1949 Carpentier propone, desde su prólogo a " El reino de este mundo", que la historia de América no es sino una crónica de lo real maravilloso. Años más tarde anuncia que el narrador latinoamericano ha de asumir el rol de nuevo cronista de Indias. 89 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 90-93 «Integración Regional de Centroamérica desde la óptica de la teoría de las Relaciones Internacionales» Ricardo Antonio De León Borge La teoría de Relaciones Internacionales (RI) tiene un amplio abanico de principios, supuestos y normas para estudiar un fenómeno que atañe a la sociedad internacional, sea entre los Estados, Organizaciones Internacionales, las personas o individuos que toman las decisiones de un país, lo que nos conlleva a afirmar que existen tres niveles de estudio Waltz (1959), y en esos niveles la teoría de los procesos de Integración Regional (IR) están implícitas. Al respecto, hay poco avance o conocimiento en materia de teorías de integración dentro de las RI en esta parte del mundo, debido a la concepción de que el estudio de las RI viene dado desde naciones que han desarrollado los principales conceptos, tales como Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania. Sin embargo, en las últimas dos décadas el estudio en otras naciones ha venido dándole otro sentido a las teorías de las RI, ya que provienen de naciones donde se está utilizando de otras formas, y se ha buscado aterrizarlas a las realidades complejas y diferentes que existe. Tomando en consideración lo dicho anteriormente, tratare de hacer un apretado resumen de las más importantes corrientes teóricas, buscar algún nexo, y si es posible equiparar el proceso en Centroamérica con las teorías de RI sobre los procesos de integración regional. Tomando en consideración la evolución histórica y el rumbo que actualmente se está estableciendo para llegar a nuevos estadios de integración regional, las teorías de RI han quedado un poco rezagadas con el avance inexorable de la globalización y de la regionalización. Las principales teorías hasta hoy conocidas son: IIIIIIIVV- I. Federalismo Teoría de la Comunicación Funcionalismo Neofuncionalismo Intergubernamentalismo Federalismo: Se ha definido de distintas formas, desde la óptica del autor es una teoría que va más allá y se ha asentado como una forma de convivencia en una nación. Para este caso, es donde los Estados son los actores y agentes principales de Máster en Relaciones Internacionales. Decano y docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Humanidades de la Universidad American College, Managua, Nicaragua. Investigador y Consultor en temas internacionales y de la integración centroamericana. 90 Integración regional de Centroamérica desde… Ricardo A. de León Borge la integración entre varios Estados, bajo una autoridad que vela por todos los integrantes de la Federación, pero que delega ciertos deberes y derechos entre los miembros. Es considerado como una de las teorías de la integración, sin embargo, también es visto como una opción para erigirse como un único actor alrededor del cual se absorben los demás actores interesados en una integración. II. Teoría de la comunicación: Se refiere a la necesidad y complemento de la comunicación en y fuera de los Estados y sus esfuerzos para la integración, donde busca conformar una “comunidad de Estados”, basada en una comunicación eficiente y eficaz que contribuye al fortalecimiento. La construcción de unidades políticas de integración se ve facilitada por la comunicación, según Deustch (1978), una buena comunicación entre las unidades estatales preveía pueblos que en su conjunto estarían de acorde con la Integración y darían un salto cualitativo para mejorar a través de la integración su desarrollo. III. Funcionalismo: Una teoría que compromete a los Estados al consenso para que diversos actores funcionen de forma cooperativa con el fin de que conformen marcos de cooperación integrados y nazcan organizaciones que provean un marco de funcionamiento que genere desarrollo, paz y seguridad. IV. Neofuncionalismo: A partir del inicio de la integración económica, los efectos se verían poco a poco en las otras instancias nacionales. El poder va unido al bienestar de los pueblos para poder lograr una integración verdadera, la pluralidad de actores involucrados con el fin de obtener ganancias, integra parte del funcionalismo a través de un eje vertical y/o central de los actores y del federalismo. V. Intergubernamentalismo: El proceso de integración se basa en el convencimiento de los Estados, como actores racionales dentro de la política internacional, teniendo en cuenta su interés nacional, que es negociado a nivel estatal, por los Estados que quieren llegar a una integración basada en instituciones que obedezcan y apoyen los intereses estatales o gubernamentales. Estas son las principales teorías hasta hoy conocidas de relaciones internacionales que tratan de estudiar el fenómeno de la integración regional en el mundo. Existen otros esfuerzos de sistematización para entender y comprender los procesos de integración y regionalización a nivel mundial, que sin embargo, no han logrado una clasificación clara y oportuna para estudiar dichos fenómenos. Por esto he preferido descartarlas y no tomarlas en cuenta para este escrito. Centroamérica en el radar. El proceso de Integración centroamericano –como todos los procesos de esta índole- está basado en un multidimensionalismo de temas, donde, sin embargo predomina la temática comercial y las ganancias que presupone para las élites centroamericanas. Atrás quedan temas importantes como la cooperación, diálogo político, 91 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 90-93 el tema social con todos los contenidos que abarca (más aún en Centroamérica donde la pobreza, la exclusión y la educación, tienen índices peligrosos) y que deberían ser tomados en cuenta con la misma fuerza que el comercio, con el fin de tener un proceso integral, donde todos los habitantes tengan beneficios tangibles e intangibles. Ante estos abismos entre temas de suma importancia, es necesario retomar algunos planteamientos de teóricos que indican que se tienen que sumar los esfuerzos económicos/comerciales, en conjunto con los sociales Chanona (1991) y Tomassini (1991), a como poco a poco ha venido realizando el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en un esfuerzo para darle mayor visibilidad a las bondades de la integración. Aproximación. Conociendo las teorías existentes, podemos deducir que la Integración en Centroamérica, se puede ubicar en un plano Intergubernamentalista, ya que vemos en la práctica que el proceso de integración sigue siendo manejado por los Gobiernos de los Estados miembros, teniendo un cuerpo de Secretarías y Órganos, que no tienen la fuerza vinculante y jurídica suficiente como para tomar medidas sin el visto bueno de dichos gobiernos, lo que da como resultado un Sistema de instancias regionales que no tienen el poder de cambiar el rumbo del proceso. El hecho entonces, que los Estados, sean los tomadores de las decisiones más influyentes, tales como, la profundización o desaceleración del proceso de integración, muestra que son ellos (los Estados) los que mantienen el control por medio de sus Ministerios. Sin embargo, también es válido rescatar que a niveles técnicos los entes especializados del SICA, han logrado tener avances sin la injerencia directa de los Gobiernos, lo que nos da un pequeño espacio de interacción, y a la vez, en pensar una articulación de una teoría centroamericana de la Integración. Como vemos las teorías existentes en relaciones internacionales, se quedan cortas con respecto al proceso de integración centroamericano, ninguno de esos enfoques permite analizar y explicar la experiencia alrededor de nuestro proceso integrativo. Un proceso marcado por el no seguimiento a la receta de Bela Balassa, por citar un ejemplo, de un proceso sui generis, en el cual nos embarcamos hace ya varias décadas atrás. Podríamos interpretar entonces que el proceso de Integración en Centroamérica, desborda los fundamentos de las teorías hasta hoy conocidas en las relaciones internacionales, y que están marcadas por ser creadas para estudiar otros fenómenos de integración regional –en este caso Unión Europea-. Por lo que, la construcción de los modelos teóricos, no tienen una base de conocimiento de las realidades de Centroamérica como región, y de las naciones que la conforman en lo particular. Por lo visto anteriormente, el proceso centroamericano tiene ciertas características de las teorías resumidas, lo que dificulta aún más un estudio/análisis de la situación teórica. Sin embargo, esa misma indefinición nos da herramientas para llegar a obtener una teoría o enfoque desde nuestra experiencia, como una labor que está ahí esperando a ser 92 Integración regional de Centroamérica desde… Ricardo A. de León Borge sistematizada, analizada y presentada con el fin de ordenar y presentar proyecciones y caminos de mejora a partir de lo conocido, tanto sus avances como sus problemáticas. Queda, eso sí, la experiencia de un proceso que está en construcción, que tiene identidad centroamericana y que está encaminado a alcanzar intereses nacionales que se convierten en regionales –en algunos casos-. La transferencia de algunos compromisos y potestades, que han realizado los Estados a otros actores (instituciones de la integración) tiene una estrecha vinculación con la consecución de intereses en común de la región, con esto planteado tenemos los centroamericanos para tener una visión más abarcadora y claro de una teoría y práctica del proceso de nuestra integración. 93 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI ISSN: 2223-2117, Vol. 4, mayo de 2015, págs. 94-95 «Centroamérica» Werner I. Vargas Torres “…la defensa contra el famoso yanqui ha quedado como una de las páginas más brillantes de la historia de las cinco repúblicas centroamericanas. Los Manes de William Walker (Rubén Darío) Celebrar a Centroamérica en esta fecha, no es el hecho histórico más acertado, al final es lo que nos hace creer en la infancia y escuelas, inoculándonos sentimientos patrios. El 15 de septiembre del 1821 se firma el Acta de Independencia de Guatemala, ente geopolítico que reunía a todas las provincias centroamericanas, incluso a Chiapas y Soconusco. La Independencia se declara “para prevenir las consecuencias, que serían temibles en el caso de que la proclamase de hecho, el mismo pueblo”; así reza el artículo uno del Acta. En definitiva la independencia del 15 de septiembre no es más que un montaje para escena, una estrategia que los entonces detentadores del poder político, económico y religioso acordaron para conservar el estatus quo, mudando de la piel monárquica a la republicana. Luego de esta fingida independencia, vino casi de inmediato en enero de 1823, la anexión al Imperio Mexicano de Iturbide, un intento de las oligarquías peninsulares y criollas de formar una nueva nobleza americana y conservar sus privilegios. Solo El Salvador se resistió a esa anexión costándole la invasión de las huestes del General Filisola. El inicio a la vida republicana no es alcanzado sino hasta el 1 de julio de 1823, cuando se acuerda la constitución de las Provincias Unidas del Centro de América y se establece la Asamblea Nacional Constituyente encargada de sentar las bases de la nueva Federación. El 22 de noviembre de 1824 es que se constituye formalmente la República Federal de Centro América, bajo un régimen federalista integrado por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica. Por vez primera fuimos auténticamente Centroamérica. Las contradicciones entre los conservadores y liberales no se hicieron esperar, los primeros pretendían mantener los privilegios de los grupos aristocráticos y de la Iglesia católica en el nuevo modelo federal y los segundos abogaban por un libre mercado, el El presente artículo fue publicado en El Nuevo Diario (Nicaragua) el 06 de septiembre de 2013 en la sección de Opinión. ** Colaborador jurídico de la Corte Centroamericana de Justicia. 94 Centroamérica. Werner I. Vargas Torres fomento de las migraciones, la separación de la Iglesia y el Estado y la reforma de las instituciones políticas. Estas contradicciones se derivaron en enfrentamientos bélicos, los cuales han sido acertadamente llamados como “las guerras de independencia tardía” según prestigiados historiadores. Estas contradicciones implicó la ruptura del pacto federal, comenzando por Nicaragua el 30 de mayo de 1838, luego Honduras, Costa Rica, Guatemala y por último El Salvador. Para el año 1841 la Federación había dejado de existir y cada Estado comenzó su propia vida republicana separada, pero siempre con identidad y vasos comunicantes que subsisten. Fuimos por segunda vez Centroamérica, cuando los ejércitos centroamericanos unieron sus espadas para expulsar al filibusterismo. El Tratado de la Alianza firmado por Guatemala, El Salvador y Honduras, Costa Rica no pudo firmarlo, producto de la peste del Cólera, pero sí participó decididamente en esta cruzada centroamericanista, y el Pacto Providencial suscrito por Legitimistas y Democráticos, entonces fuerzas antagónicas, se unieron para expulsar a William Walker y sus huestes. Así el 1 de mayo de 1857 un fracasado “predestinado de los ojos grises” William Walker huye para intentar regresar sucesivamente y ser fusilado al fin por el pueblo hondureño en Trujillo. La tercera vez fuimos Centroamérica, cuando el 14 de octubre de 1951 se creó la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA), base del Mercado Común Centroamericano y de muchas instituciones que aún perviven. Sin embargo, la Guerra honduro – salvadoreña de 1969 y los procesos de exclusión política de los años 70 y 80 agravaron la confrontación política y fomentaron la vía armada como manera legítima para alcanzar el poder, aletargando y en algunos casos estancando el proceso de integración. Por una cuarta vez fuimos Centroamérica, talvez la más importante, cuando el 25 de mayo de 1986 y el 7 de agosto de 1987 se suscribieron la Declaración de Esquipulas I y el Acuerdo de Esquipulas II, los entonces presidentes de los países centroamericanos con visión preclara y como Próceres del Siglo XX, reiteraron la soberanía de Centroamérica pese a las presiones de las potencias hegemónicas. Esquipulas fue sin duda el momento más importante para la Centroamérica de hoy, gracias a ese proceso y la firma de esos acuerdos superamos la confrontación política armada y reconstruimos el proceso de integración regional centroamericana. Por eso, cuando hablamos de la fecha de independencia, debemos reflexionar y dar mérito a aquellos momentos históricos que verdaderamente moldearon la identidad centroamericana. 95