Portada 3 - Fundación Europa de los Ciudadanos

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Documentos de trabajo de la FEC
Número 3. Septiembre de 2014—Serie Informes
INFORME
El espacio electoral de Izquierda Unida:
las elecciones generales de 2004
Irene Palacios Brihuega
Jaime Aja Valle
Luis Ramiro Fernández
Revista Argumentos. Documentos de trabajo de la FEC
Edita:
Fundación por la Europa de los/as Ciudadanos/as
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No se permite un uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se debe hacer
con una licencia igual a la que regula la obra original.
Este informe fue realizado para la FEC entre 2006 y 2007. En esta revista iremos
compartiendo algunos de los trabajos que hemos realizado a lo largo de nuestra
historia. Reproducimos este estudio en concreto por su amplitud, exhaustividad e
interes. Aunque algunos elementos de la base electoral de IU se han modificado, las
características fundamentales continúan siendo las mismas.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
2
ÍNDICE
1. Introducción ................................................................................................................. 4
1. Las diferencias generacionales del voto ...................................................................... 7
3. El voto en función del sexo ......................................................................................... 11
4. El voto y el nivel formativo de los electores .............................................................. 14
5. El peso de la ideología sobre el voto .......................................................................... 18
5. 1. La cercanía ideológica de los electores con su partido .............................. 20
5. 2. La distancia ideológica entre IU y PSOE ...................................................... 21
6. Religiosidad y voto ..................................................................................................... 24
7. Posición en el mercado de trabajo: activos y pasivos.............................................. 28
8. Situación socio-laboral ............................................................................................... 31
9. Relación laboral ......................................................................................................... 35
10. Ocupación ................................................................................................................ 38
11. Centro de trabajo ...................................................................................................... 42
12. Sector de actividad .................................................................................................. 45
13. Estatus o clase social subjetiva ............................................................................... 47
14. Ingresos .................................................................................................................... 49
15. Conclusiones: El perfil de la base electoral de IU .................................................... 51
16. Datos técnicos.......................................................................................................... 56
17. Referencias bibliográficas ....................................................................................... 57
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
3
1. INTRODUCCIÓN.
El presente estudio tiene como objetivo fundamental describir la composición del
espacio electoral de Izquierda Unida según criterios demográficos, socioeconómicos
e ideológicos en las elecciones generales de marzo de 2004.
Numerosos estudios e investigaciones han subrayado el impacto de las diferencias
sociológicas y de “clase” en las preferencias políticas y partidistas de los electores
en todas las democracias contemporáneas1. La ideología, la clase, la etnia, la
ocupación o la religiosidad se han señalado frecuentemente como algunos de los
principales mecanismos que moldean las inclinaciones electorales y políticas de los
votantes.
Tradicionalmente, la competición partidista y las decisiones de voto en las
democracias occidentales se han estructurado sobre la base de las divisiones
sociales existentes en la sociedad. De acuerdo con Lipset y Rokkan (1967), las
divisiones ideológicas entre los partidos provenían de los cleavages sociales y de los
conflictos entre grupos que se desarrollaban en toda la nación. Estos conflictos
sociales, por tanto, definían la base ideológica de los partidos y proporcionaban el
marco a partir del cual se estructuraba el conflicto político.
En el caso español, el sistema de partidos de la transición se configuró con arreglo a
dos ejes: la contraposición tradicional entre izquierda y derecha y la contraposición
entre las fuerzas de ámbito nacional español y los nacionalismos periféricos de base
étnico-cultural (la contraposición centro-periferia)2. No obstante, la estabilidad de
ambas divisiones a lo largo de este primer cuarto de siglo de democracia ha estado
vinculada a una serie de anclajes estructurales (como la edad, la clase o la
religiosidad) que les han servido de apoyo.
En este sentido, el presente informe trata de analizar la influencia de las distintas
variables sociales y demográficas a la hora de determinar el anclaje del voto hacia IU
y, de esta forma, definir el perfil sociológico de los electores de este partido. Para
abordar esta descripción, se llevarán a cabo análisis bivariados de las variables que
identifican el espacio electoral de un partido (Recuerdo de Voto) con las variables
clasificadoras de control. Estas variables serán demográficas (edad y nivel de
estudios), socioeconómicas (ocupación, categoría profesional, sector de trabajo,
contrato, centro de trabajo y renta), ideológicas (posición ideológica y distancia con
los partidos) y otras (sexo y religiosidad).
1
Un texto clásico que ofrece un marco general sobre la influencia de distintos factores en el
voto es el de Lipset y Rokkan (1967). Otros estudios de gran relieve, centrados en el caso
español, son los de Linz y Montero (1986), Del Castillo (1995) o Ruiz Olabuénaga (1998).
2
González 2004.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
4
Por último, se compararán los resultados con los obtenidos en los comicios del año
2.000, con el fin de examinar las principales transformaciones que han
experimentado las bases sociales de IU entre las dos últimas citas electorales3.
El estudio tiene dos partes: la primera de ellas (apartados 2 al 6), se centra en el
análisis de las variables demográficas, ideológicas, sexo y religiosidad en relación
con el voto; la segunda (apartados 7 al 14), concreta su interés en el análisis de las
variables socioeconómicas y de clase a la hora de configurar las preferencias
partidistas de los electores.
La perspectiva clásica de los estudios sobre clase y voto parte de la clase como una
de las líneas divisorias fundamentales (cleavages) en su relación con el
comportamiento electoral. Una de las primeras obras en este sentido fue la
investigación de Lipset y Rokkan (1967), quienes reconocieron que las grandes
divisorias sociales de clase, religión, etnia y cultura (nacional), surgidas en Europa
como líneas de fractura en los procesos de formación del Estado nacional, de
industrialización y de ampliación de la democracia, permanecerían congeladas y
constituirían la estructura condicionante del comportamiento electoral4. Para estos
autores, con el transcurso del tiempo la confrontación política (en la fase de
extensión de los derechos políticos) se habría centrado precisamente en las
divisorias de clase, y de esa confrontación habrían surgido identidades políticas
fuertes (los partidos obreros frente a los conservadores), que marcarían hasta hoy la
política europea y configurarían los sistemas de partidos.
Desde ese momento, numerosas exploraciones empíricas han constatado la
existencia de una consistente relación entre posición de clase y comportamiento
electoral, y han indagado en diversas explicaciones de sus variaciones
intertemporales y/o internacionales. Así, mientras que algunos autores han tratado
de demostrar que el peso de estas divisorias a la hora de explicar el comportamiento
electoral ha venido disminuyendo a lo largo del último cuarto de siglo (Franklin,
1992), para otros aún sigue siendo suficientemente significativo como para
considerar válida la tesis (Bartolini y Mair, 1990).
Uno de los ejes sobre el que han girado los análisis de las relaciones entre la posición
de clase y la existencia de una democracia de partidos es la medida en que los
partidos políticos se encuentran arraigados en determinadas posiciones
socioestructurales, derivadas de la División Industrial del Trabajo (DIT). Dicho de
otro modo, la mayoría de estudios sobre estructura social y apoyo partidista en
3
Para más información centrada en las elecciones generales de 2000 y el espacio electoral
de la izquierda se puede consultar el estudio de Aja (2000).
4
Paramio 2000.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
5
Europa se han centrado en el análisis de la estructura de apoyos que diferencia a los
partidos políticos en competencia y en la influencia que ejercen las distintas
posiciones de la división del trabajo, donde encuentran sus electorados los
diferentes partidos, sobre dicha estructura de apoyos.
En este sentido, el presente estudio trata de analizar la relación existente entre la
posición en la estructura de clases y el voto a IU en las últimas elecciones generales
de 2004, así como las principales transformaciones que ha experimentado esta
relación desde los comicios del año 2000. Para ello, se utilizarán aquellas variables
socioestructurales recogidas en los cuestionarios del CIS que miden aspectos de la
División del Trabajo, centrándonos especialmente en el funcionamiento de dichas
variables respecto al mercado de trabajo (situación y relación laboral, ocupación,
rama de actividad, centro de trabajo y salario, así como la clase social subjetiva), y
se realizarán análisis bivariados con la variable Recuerdo de Voto, que identifica el
espacio electoral de cada partido.
Para realizar los análisis, los porcentajes de cada casilla se utilizarán como una
estimación del nivel de apoyo dado a un partido por una determinada ubicación
dentro de la estructura social, representada por aquella celdilla. En este sentido, las
raíces o rechazos de los partidos políticos en cada categoría laboral hacen referencia
al excedente o déficit obtenido en cada celda, producto de la diferencia entre los
votos esperados y los recibidos, dadas las frecuencias marginales. Es decir, en cierto
sentido estamos evaluando e interpretando en cada caso la probabilidad de que se
produzca ese excedente o déficit.
Las tablas que se presentan en cada apartado permiten comparar esas tendencias
de apoyo observadas para cada uno de los partidos, es decir: dónde se presentan las
mayores diferencias, dónde están los partidos mejor capacitados para competir, etc.
Para la realización de este informe hemos utilizado las encuestas postelectorales
que realizó el Centro de Investigaciones Sociológicas tras las elecciones legislativas
generales de los años 2000 y 2004. La primera de ellas se realizó entre los meses de
marzo y abril del año 2000, y el tamaño de la muestra ascendió a 5.283 entrevistas
(con un error para el conjunto de la población de ±1,34%). La segunda se realizó
entre marzo y abril de 2004, y en este caso el tamaño de la muestra fue de 5.377
entrevistas (con un error de ±1,36%). Los datos técnicos de las encuestas se
recogen en el anexo final del documento.
Todas las relaciones entre las variables incluidas en el estudio y el voto son
estadísticamente significativas, salvo que se indique lo contrario.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
6
2. LAS DIFERENCIAS GENERACIONALES DEL VOTO.
Como se ha señalado anteriormente, la búsqueda de líneas de diferenciación entre el
electorado de los diferentes partidos políticos se ha centrado tradicionalmente en el
estudio de los factores sociales que inciden en el comportamiento electoral.
La edad constituye uno de los principales factores de cambio en la configuración de
las preferencias partidistas de los electores. Numerosos estudios han demostrado
que mientras los anclajes relativos a la clase social se mantienen más o menos
estables a lo largo de todo el ciclo vital, los relativos a la edad tienden a cambiar de
signo5, promovidos por las diferencias de hábito y actitud que existen entre jóvenes
y mayores.
Así, Pérez Díaz (1996) contrapone el voto cívico de los sectores sociales más bien
jóvenes, urbanos e ilustrados con el voto deferente de sus contrarios, y Carabaña
sostiene que ”la hipótesis más obvia es la del voto inercial, deferente, oportunista o
desconfiado” de los jóvenes (2001)6.
Para su análisis, la variable edad se divide tradicionalmente en las siguientes
cohortes o grupos de edad:
1.- De 18 a 24 años;
2.- De 25 a 34 años;
3.- De 35 a 44 años;
4.- De 45 a 54 años;
5.- De 55 a 64 años;
6.- 65 años y más.
El siguiente gráfico provee una imagen clara del tamaño relativo de los distintos
segmentos de edad de la población española en el año 2.004. Conviene observar
que el tramo de edad de mayor tamaño corresponde a la cohorte de personas
mayores de 65 años (22%), lo que representa a una población
socioeconómicamente desarrollada, con una clara tendencia al envejecimiento y a
una alta esperanza de vida.
5
6
González 2004.
Citado en González y Salido 2003.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
7
La distribución por edad de los españoles en las elecciones de 2.004
12%
22%
18-24 años
19%
25-34 años
35-44 años
45-54 años
55-64 años
65 años y
más
13%
15%
19%
Además, tal y como muestran los resultados de los análisis, podemos encontrar
diferencias importantes atendiendo al perfil de edad de los electorados de los
diferentes partidos políticos.
Así, el electorado de IU es un electorado particularmente sesgado en edad, ya que
las generaciones más jóvenes (cohortes 1 y 2: 18-34 años) concentran casi el doble
de votantes (44,7%) que en el caso del PP (24,4%), y casi un tercio más que en el
caso del PSOE (35%). También los electores de los partidos nacionalistas de
izquierdas son mayoritariamente votantes jóvenes (53,9%), aunque éstos
prevalecen especialmente entre los encuestados que votaron en blanco en las
pasadas elecciones generales (57,5%).
Para el caso del PP, podemos destacar que sus votantes son los de mayor edad (65
años y más: 27%), ligeramente por debajo de los electores de los partidos
nacionalistas de derechas (28,8%) y algo más alejados de los que votaron al PSOE
(19,2%).
Por lo que respecta al PSOE, las diferencias generacionales son mucho más
reducidas entre sus electores. Así, mientras que el 20,9% de los que votaron al
PSOE en las pasadas elecciones generales eran personas de entre 25 y 34 años, un
porcentaje muy similar (19,2%) tenía 65 años y más.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
8
Esta caracterización de las bases sociales del PSOE está muy relacionada con el
cambio del perfil generacional que ha experimentado el electorado socialista a lo
largo de los últimos diez años, motivado por el progresivo divorcio de los jóvenes
españoles con los sucesivos gobiernos de este partido7.
Edad y Recuerdo de Voto en las elecciones de 2.004
IU – ICV PP
PSOE
Nacionalistas Nacionalistas Total
de izquierdas de derechas muestra
18-24 años……..
14,9
8,5
14,1
20,6
4,7
11,8
25-34 años……..
29,8
15,8
20,9
33,3
12,4
18,8
35-44 años……..
26,0
16,9
19,3
19,9
18,8
18,8
45-54 años……..
17,8
16,3
15,6
12,8
13,5
15,4
55-64 años……..
7,2
15,3
10,8
5,7
21,8
12,9
65 años y más… 4,3
27,0
19,2
7,8
28,8
22,3
N…………………
1.219
2.052
141
170
4.652
208
Fuente: Estudio 2559, CIS.
La comparación de los datos de 2.000 y 2.004 en lo relativo al voto por grupos de
edad subraya la consistencia de estos resultados. Así, en el año 2.000, IU continuó
concentrando una de las mayores proporciones de votantes jóvenes (cohortes 1 y 2;
42,6%, más de trece puntos por encima de la media), mientras que el PP y los
partidos nacionalistas de derechas aglutinaron a los votantes de mayor edad (24,4%
y 24,6%, respectivamente).
En relación con el año 2.000, los votantes de IU en 2.004 se concentraron
especialmente entre los 25 y los 44 años: el 55,8% (cuando representan el 37,6%
de la muestra) frente al 46,6% del 2.000. Por el contrario, pierde peso el electorado
de edad más avanzada (65 años y más), que pasó de representar el 10% de su
electorado en el año 2.000 al 4,3% en las elecciones de 2.004. También pierden
peso los electores más jóvenes (menores de 25 años), que pasaron de representar el
18,9% al 14,9%; en esta cohorte los resultados son los peores desde la fundación
de IU (6,7% de voto IU sobre el total de votantes).
7
González 2004.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
9
El electorado socialista fue el más favorecido por el electorado más joven en los
últimos comicios, ya que fue el partido que más aumentó el apoyo recibido por éstos
con respecto a los resultados del año 2.000 (hasta 6,1 puntos), lo que refleja que en
buena medida fue el electorado joven el que propició la alternancia en marzo de
2.004.
Por su parte, el PP pierde especialmente el apoyo de su electorado más joven, que
desciende del 28,7% en el año 2.000 al 24,4% en 2.004.
Las diferencias por edad en el voto a IU
en las elecciones de 2.004
35
30
29,8
26,0
25
22,3
20
15
10
18,8
18,8
14,9
11,8
17,8
15,4
12,9
7,2
5
4,3
0
18-24 años
25-34 años
35-44 años
IU
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
45-54 años
55-64 años
65 años y más
Total muestra
10
3. EL VOTO EN FUNCIÓN DEL SEXO.
El sexo constituye otro de los factores individuales que más se han utilizado para
explicar pautas y niveles de participación electoral. Al considerar esta variable como
predictora del voto estamos queriendo decir que existen diferencias significativas
entre los porcentajes de votantes femeninos y masculinos que concentran las
diferentes opciones políticas.
Así, los dos partidos nacionales mayoritarios (PP y PSOE) son los que reúnen
mayores porcentajes de mujeres entre su electorado (50,7% y 52,2%,
respectivamente), aunque las diferencias con su electorado masculino no son
significativas.
Sí encontramos diferencias mayores en la distribución por sexo de los partidos
nacionalistas (de izquierdas y de derechas) y de IU. Así, el electorado de IU está
compuesto mayoritariamente por hombres (55,8%, frente al 44,2% de mujeres), y
lo mismo ocurre con los partidos nacionalistas de izquierdas, donde las diferencias
son aún mayores (57,4%, frente al 42,6% de mujeres). Esta diferencia entre géneros
también está presente entre el electorado de los partidos nacionalistas de derechas,
aunque es menos pronunciada (52,4%, frente al 47,6% de mujeres).
En la encuesta postelectoral de 2.000, la distancia entre géneros en el electorado de
IU es aún más acusada: 59% de hombres y 41% de mujeres. PP y PSOE también
incrementan esta diferencia, aunque en los dos casos tal aumento se produce a
favor de su electorado femenino (52,1% de mujeres y 47,9% de hombres en el caso
del PP; y 54,1% frente a 45,9% en el PSOE).
IU-ICV
Hombre
44%
Mujer
56%
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
11
PP
Hombre
51%
49%
Mujer
PSOE
52%
48%
Hombre
Mujer
Según estos resultados, los partidos nacionalistas de izquierdas y de derechas e IU
son los partidos más afectados por la incidencia del género en sus probabilidades de
voto; mientras que PP y PSOE, los que menos.
No obstante, hay que tener en cuenta que la variable sexo tiene una fuerte relación
con otras variables, como la edad o la ocupación. Por tanto, habría que preguntarse
si el efecto del sexo en el voto es independiente de las características individuales
del sujeto (como, por ejemplo, la edad o la ocupación), o, dicho de otra manera, si
dicho efecto se mantiene siempre constante para todas y cada una de las personas.
En parte, el hecho de que voten a IU menos mujeres que hombres viene motivado
por las importantes diferencias generacionales que marcaban a los electores de este
partido, entre los cuales sólo el 4,3% eran personas de 65 años y más (cohorte en la
que, como sabemos, son mayoritarias las mujeres). Como observamos en la tabla,
donde figuran los porcentajes de apoyo a IU según sexo y cohorte, IU obtiene más
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
12
logro entre los hombres en todas las edades, pero las diferencias no son excesivas,
especialmente entre los menores de 35 años. También es destacable el hecho de
que la distribución generacional del voto de izquierdas es muy similar entre hombres
y mujeres.
Porcentaje de voto a IU por edad y por sexo en las elecciones generales de
2004
Varones
Mujeres
Total
De 18-24 años
6,9%
6,5%
6,7%
25-34 años
7,9%
7,6%
7,8%
35-44 años
8,2%
6,8%
7,5%
45-54 años
6,3%
5,9%
6,1%
55-64 años
3,6%
2,4%
2,9%
65 años y más
2,3%
0,4%
1,2%
Total
6,0%
4,8%
5,4%
Fuente: Estudio 2559, CIS.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
13
4. EL VOTO Y EL NIVEL FORMATIVO DE LOS ELECTORES.
El nivel de estudios representa otro de los elementos definidores que permite
describir los motivos del anclaje del voto hacia los distintos partidos políticos.
La introducción en el patrón explicativo de la variable educación puede ayudarnos a
mejorar nuestra descripción de los perfiles de votantes, ya que resulta ser un factor
fuertemente discriminante entre las distintas opciones políticas. No obstante, hay
que tener también en cuenta que esta variable se relaciona con otras, especialmente
con la edad y la situación laboral.
La variable nivel formativo presenta las siguientes categorías:
1.- Sin estudios;
2.- Estudios primarios;
3.- Estudios secundarios – Bachillerato;
4.- Formación Profesional;
5.- Estudios universitarios medios;
6.- Estudios universitarios superiores;
En el siguiente gráfico se presenta una panorámica general del nivel formativo de los
españoles en el año 2.004. El porcentaje más elevado de electores que acudió a
votar a la cita electoral de marzo de 2.004 tenía estudios secundarios o bachillerato
(35,5%), seguidos de los que tenían estudios primarios (26,9%) y de los que habían
realizado Formación Profesional de grado medio o superior (13,2%)8. Este patrón
afectó casi por igual a los diferentes partidos políticos que concurrieron a estos
comicios.
8
Estas distribuciones se corresponden con la distribución de los españoles por niveles
educativos.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
14
El nivel de estudios de los españoles en las elecciones de 2.004
Sin estudios
8%
9%
7%
Primarios
27%
13%
SecundariosBachillerato
Formación Profesional
Universitarios medios
Universitarios
superiores
36%
A pesar de esta pauta generalizada, la educación sirve claramente para crear una
barrera separadora de los electorados de los espacios de izquierda y de derecha,
especialmente en lo que se refiere a los niveles educativos más altos (universitarios
medios y universitarios superiores).
Así, IU y los partidos nacionalistas de izquierdas son los que concentran los mayores
porcentajes de electores con estudios universitarios medios o superiores (el 25% y
el 29,8%, respectivamente, frente al 15,7% de la media), seguidos de los electores
del PP (16,7%) y de los votantes de los partidos nacionalistas de derechas (15,3%).
Por lo que respecta a los electores del PSOE, la tendencia es la contraria a la de IU,
de forma que es el partido que concentra el porcentaje más elevado de votantes sin
estudios (el 10,5%, frente al 8,4% de la media) y el más reducido de votantes con
estudios superiores (el 13,5%, frente al 15,7% de la media).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
15
La influencia de la educación en el voto
42,3
45
39,1
40
34,1
33,8
29,9
35
30
31,2
27,0
25,2
27,1
25
20
15
16,8
13,5
14,4
10,6
5
12,1
7,4
7,1
10
9,3
11,5
10,5
12,1
8,27,1
6,66,8
1,9
19,4
17,0
12,8
4,1
0,0
0
IU - ICV
PP
PSOE
Nacionalistas de
izquierdas
Nacionalistas de
derechas
Porcentaje de personas de los distintos niveles educativos que han votado a cada uno de
estos partidos
Sin estudios
Primarios
Secundarios-Bachillerato
Formación Profesional
Universitarios medios
Universitarios superiores
También se obtienen resultados interesantes al desagregar los niveles educativos
superiores considerando por separado el Recuerdo de Voto de ingenieros y
arquitectos (técnicos y superiores), de diplomados y de licenciados. IU y los partidos
nacionalistas de izquierdas son de nuevo los que concentran mayores porcentajes
de electores con estudios de licenciatura (el 13,9% y el 16,3%, respectivamente,
frente al 7,8% de la media). No obstante, al mismo tiempo son también los partidos
que menos votos reciben de ingenieros y arquitectos técnicos y superiores, ya que
sólo el 1,4% de los que votaron a IU y a partidos nacionalistas de izquierdas tenían
este tipo de formación universitaria (frente al 1,7% de la media).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
16
Las diferencias del voto en los niveles educativos superiores
18
16,4
16,3
16
13,9
14
12,1
11,0
12
9,6
10
8,2
8
6,3
5,5
6
4
2
1,4
7,1 7,1
6,3
2,7
2,1
1,6
1,4
1,2
0
IU - ICV
PP
PSOE
Nacionalistas de
izquierdas
Nacionalistas de
derechas
Votó en blanco
Porcentaje de personas de niveles educativos superiores que han votado a cada uno de
estos partidos
Arquitectos-Ingenieros
Diplomados
Licenciados-Estudios Postgrado
Por su parte, la cita electoral de marzo del año 2.000 estuvo especialmente marcada
por la fuerte movilización de un electorado con un bajo nivel educativo (el 46,2% de
los que acudieron a votar tenía sólo estudios primarios), lo que se relaciona, en
parte, con la clara victoria electoral que logró el PP en estos comicios, ya que obtuvo
de este grupo hasta el 47,7% de sus apoyos.
IU y los partidos nacionalistas de izquierdas, al igual que en el 2.004, fueron los
partidos más votados entre los electores con mayor nivel de estudios (universitarios
medios y superiores). Así, en el año 2.000 el 32,1% de los que votaron a IU tenía
estudios universitarios (medios y superiores), seguidos del 30,5% de los que
votaron por partidos nacionalistas de izquierdas, y frente al 16,6% de la media.
De esta manera, podemos concluir que el voto a IU está fuertemente condicionado
por la educación. No obstante, una correcta interpretación de estos resultados
requeriría también considerar la existencia de un importante solapamiento entre los
efectos de la educación, por un lado, y la edad y la situación laboral, por otro. Así,
para el caso de IU, sus votantes son más jóvenes que los del PP y el PSOE, y es un
hecho que los votantes de generaciones más jóvenes presentan niveles educativos
superiores a los de sus mayores, un dato que también es particularmente cierto para
el caso del electorado de IU.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
17
5. EL PESO DE LA IDEOLOGÍA SOBRE EL VOTO.
La ideología, medida generalmente con la escala de autoubicación en el eje
izquierda-derecha, es una de las variables con mayor influencia sobre el voto. Sin
embargo, como ocurre con otras variables, tal relación es contradictoria, pues la
ideología es un factor explicativo, pero también está influida por las diferentes
identidades políticas y sociales.
Estos conceptos constituyen un elemento de referencia político constante que
proporciona estabilidad electoral, pues simplifica y hace más manejable, para el
electorado, los conflictos políticos, sociales y económicos. La ideología constituye
una medida de los “prejuicios” que cada votante añade a su decisión de voto9. Es
decir, actúa comúnmente como mecanismo simplificador de la decisión electoral, ya
que los individuos tienden a votar por aquel partido al que sitúan ideológicamente
más próximo a ellos mismos.
Como es de esperar, los votantes de IU proceden de la fracción más izquierdista del
electorado (el 33,2% de los que votan a IU se considera de extrema izquierda,
frente al 8% de la media), en contraste con el PP, que capta a la mayoría de los más
conservadores (el 8,3% de los que votaron a este partido se considera de extrema
derecha, frente al 2,5% de la media).
Por lo que respecta al espacio de izquierda, PSOE e IU parecen compartir un mismo
espacio ideológico, ya que la inmensa mayoría de los electores de estos dos partidos
se posicionan en la izquierda de la escala de autoubicación (69,5% y 87,9%,
respectivamente). En concreto, tienden a situarse en las posiciones de izquierda
moderada (3 y 4 en el eje de izquierda derecha).
La diferencia entre ambos grupos estriba en que los votantes del PSOE tienden más
hacia el centro que los de IU (3,9 y 2,9 de media en la escala 1-10, respectivamente).
La distancia no es muy alta (un punto de diferencia entre las medias), aunque sí
significativa, ya que la diferenciación entre el electorado del PP (6,5 de media) y del
PSOE es mucha más clara que la de este último con IU.
9
Fiorina 1981.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
18
Ubicación ideológica según voto
70
60
50
40
30
20
10
0
Extrema izquierda
2
3
4
Extrema derecha
Escala de autoubicación ideológica
IU - ICV
PP
PSOE
Por bloques ideológicos, el 46% de los encuestados que votaron en las últimas
elecciones generales del año 2.004 se definen a sí mismos como personas de
izquierda y extrema izquierda, lo que supone un 7,5% más de electores que se
ubican en este bloque con respecto a las elecciones de 2.000. Además, cerca del
80% de estos votantes provenían, en las dos convocatorias, del electorado de PSOE
e IU. Estos resultados demuestran la importante movilización del voto de izquierdas
que se produjo en la última convocatoria electoral de 2.004.
No obstante, aunque PSOE e IU compartan el mismo espacio de referencia, esto no
significa que sus votantes perciban la cercanía entre ambas formaciones. En los
siguientes epígrafes analizaremos la cercanía ideológica entre las formaciones
políticas, teniendo en cuenta la autoubicación de los votantes y la posición que
asignan a los partidos.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
19
El voto por bloques ideológicos en las elecciones generales de 2000
y 2004
Elecciones 2000
Elecciones 2004
Extrema
izquierda
7,9
8,2
2
30,6
37,8
3
44,9
40,9
4
13,5
10,5
Extrema
derecha
3,1
2,6
Fuente: Estudios 2384 y 2559, CIS.
5. 1. La cercanía ideológica de los electores con su partido.
En cuanto mecanismo simplificador de la decisión del votante, la ideología requiere
que la posición ideológica que se atribuye el individuo se aproxime, en principio, a la
posición que asigna a su partido. En este epígrafe analizamos el grado de cercanía o
distanciamiento con que los electores se sitúan con respecto al partido al que
votaron en las últimas elecciones generales de 2.004.
Como se examina en la siguiente tabla, es entre el electorado de IU y de los partidos
nacionalistas de izquierdas donde se descubre una mayor identificación ideológica
con el partido. IU es precisamente el partido con la mayor cercanía ideológica con su
electorado, ya que sólo encontramos entre ambos una diferencia de -0,1 puntos en
la escala de ideología (resultantes de restar los 2,9 puntos de media en los que se
autoubica el conjunto del electorado de IU, a los 2,8 puntos en los que el electorado
de IU ubica a su propio partido).
Por lo que respecta al PSOE, la distancia ideológica de los electores con su partido
también es de las menos acusadas, aunque mayor que en el caso de los partidos
políticos más de izquierdas. El rasgo fundamental de la ubicación de los electores del
PSOE es, a diferencia de los anteriores, que éstos se sitúan 0,3 puntos más a la
izquierda de lo que ubican a su propio partido, que alcanza los 4,2 puntos en la
escala ideológica 1-10 (frente a los 3,9 del conjunto de su electorado).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
20
El PP es el partido más alejado ideológicamente de sus electores, con una distancia
de 0,6 puntos entre la posición que los electores asignan al partido y la posición
ideológica en la que se ubican ellos mismos.
Ubicación de los partidos por el electorado propio y autoubicación en el eje ideológico
izquierda-derecha (1-10) en las elecciones generales de 2004
Ubicación
Autoubicació
partidos por el n
del
electorado
electorado
propio
propio
Diferencia de medias
PP
Partidos
derechas
Media
7,1
6,5
0,6
5,4
5,0
0,4
4,2
3,9
0,3
2,9
3,1
-0,2
2,8
2,9
-0,1
nacionalistas
PSOE
Partidos
izquierdas
Media
nacionalistas
IU - ICV
* La diferencia de medias mide la distancia entre la ubicación de los partidos por el electorado
propio y la autoubicación.
Fuente: Estudio 2559, CIS.
5. 2. La distancia ideológica entre IU y PSOE.
Aunque, como veíamos, IU y PSOE ocupan el mismo espacio ideológico de
referencia (la izquierda), el distanciamiento de sus respectivos electores con
respecto al otro partido es más acusado de lo que cabría esperar en principio. En
este epígrafe analizamos la distancia ideológica que existe entre el electorado de IU
y el electorado del PSOE con respecto al otro partido, teniendo en cuenta la
autoubicación de los votantes de cada uno de estos partidos y la posición que
asignan al otro partido (es decir, la posición que asignan al PSOE los votantes de IU y
la posición que asignan a IU los votantes del PSOE).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
21
Como se puede apreciar en la tabla, los votantes de IU sienten un marcado
distanciamiento ideológico respecto al PSOE (mayor que el de los votantes del PSOE
hacia IU), ya que se autoubican ideológicamente hasta dos puntos más hacia la
izquierda de la posición en la que ubican al partido socialista (2,9 puntos, frente a los
4,9 en los que el electorado de IU sitúa al PSOE).
Por su parte, entre el electorado socialista no se percibe un rechazo tan fuerte hacia
IU como a la inversa. La distancia entre la posición ideológica del electorado del
PSOE con respecto a la posición que otorgan a IU se reduce a -1,4 puntos en la
escala ideológica (frente a los dos puntos del caso anterior). Además, el signo
negativo de esta puntuación indica que los electores del PSOE se sitúan más a la
derecha (1,4 puntos más) de lo que sitúan a IU.
Ubicación de los partidos por el electorado del otro partido y autoubicación en el
eje ideológico izquierda-derecha (1-10) en las elecciones generales de 2004
Ubicación
partidos Autoubicación
del
por el electorado del electorado del otro Diferencia de
otro partido
partido
medias*
Media
Media
PSOE
4,9
2,9
2,0
IU - ICV
2,5
3,9
-1,4
* La diferencia de medias mide la distancia entre la ubicación de de los partidos por el
electorado del otro partido y la autoubicación.
Fuente: Estudio 2559, CIS.
Por lo que respecta a la distancia entre las dos formaciones, el siguiente gráfico
mide la diferencia entre el posicionamiento en la escala ideológica de IU y PSOE por
sus respectivos electorados y por el conjunto de la muestra.
Los electores de IU ubican a su partido 1,4 puntos más a la izquierda de lo que lo
hacen los votantes del PSOE con su propio partido, al que acercan de esta forma a
las posiciones más de “centro” de la escala. Así, mientras que IU es colocado por su
electorado propio en las posiciones de extrema izquierda de la escala (punto 2,8), el
PSOE es ascendido a las posiciones centristas y se sitúa en el 4,2.
Esta distancia se amplía aún más si tenemos en cuenta la ubicación que hace de
estos partidos el conjunto de la muestra. Así, IU se sitúa, para el total de los
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
22
entrevistados, en el punto 2,4 de la escala ideológica (0,4 puntos más a la izquierda
de lo que consideraba incluso su propio electorado), siendo el partido ubicado más a
la izquierda por encima de los partidos nacionalistas de izquierdas (que se sitúan en
el 3,1). Por su parte, el PSOE asciende 0,1 puntos hacia el centro con respecto a lo
que opinaba su propio electorado, y aumenta su distancia con IU en 1,8 puntos en la
escala ideológica.
Ubicación ideológica de IU y PSOE por el electorado propio, por el conjunto de la muestra
y diferencia de medias
5,0
4,3
4,2
4,0
3,0
2,8
2,4
2,0
1,0
0,0
Electorado propio
Conjunto de la muestra
Diferencia de medias*
-1,0
-1,4
-2,0
-1,8
-3,0
Escala 1-10
IU - ICV
PSOE
* La diferencia de medias mide la distancia entre la posición ideológica de IU y PSOE
que les otorga su propio electorado, por un lado, y el que les otorga el conjunto de la
muestra, por otro.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
23
6. RELIGIOSIDAD Y VOTO.
La religiosidad ha operado tradicionalmente como uno de los principales
orientadores del voto en los estudios de comportamiento electoral. Puede
complementar a la ideología en la decisión electoral, además de ser un factor
importante en la construcción de las identidades políticas10. De hecho,
investigaciones recientes han venido a demostrar el relevante papel que desempeñó
la religiosidad en las fortunas electorales de los tres partidos nacionales en las
elecciones legislativas de marzo de 2.00011.
Las categorías que incluye la variable de religiosidad son:
1.- No creyente;
2.- Ateo;
3.- Poco practicante;
4.- Algo practicante;
5.- Muy practicante.
Tal y como se desprende de la encuesta postelectoral del CIS, el 81,4% de los
ciudadanos españoles se define como católico en materia religiosa, de los cuales el
46,3% es además algo o muy practicante. Estos elevados porcentajes nos pueden
dar una pista de cómo las identidades religiosas pueden aún condicionar de varias
maneras la forma de entender la vida social y política en nuestro país.
10
11
Linz (1986).
Calvo y Montero (2002).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
24
La religiosidad de los españoles en las elecciones de 2.004
No creyente
19%
3%
10%
4%
Ateo
Poco practicante
28%
36%
Algo practicante
Muy practicante
N.C.
Si tenemos en cuenta el recuerdo de voto de los entrevistados, en las elecciones de
2.004 el PP “derrota” al resto de partidos en todas las categorías religiosas (a
excepción de la menos religiosa, donde ganan los partidos nacionalistas de
derechas), al tiempo que concentra los porcentajes más pequeños de electores que
se declaran no creyentes o ateos (3% y 1%, respectivamente, frente al 9,8% y al
4,4% de la media).
Por su parte, IU reúne el mayor porcentaje de electores no creyentes (30,8%, frente
al 9,8% de la media) y ateos (19,2%, frente al 4,4% de la media), aunque su
electorado se concentra fundamentalmente entre aquéllos que se definen como
católicos poco practicantes (34,1%).
Si consideramos solamente los niveles de mayor religiosidad (los católicos algo o
muy practicantes), éstos se concentran de forma mayoritaria entre los votantes del
PP (64%, frente al 46,3% de la media), seguidos de los electores de los partidos
nacionalistas de derechas (45,3%), y de los del PSOE (37,9%); mientras que IU
reúne el porcentaje más bajo (12,5%).
De esta forma, IU combina, por un lado, los mayores niveles de perfiles menos
religiosos (ateos y no creyentes), con los menores índices de católicos algo o muy
practicantes.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
25
La religiosidad de los votantes de IU
Algo practicante Muy practicante
N.C.
9%
4%
3%
Poco practicante
34%
No creyente
31%
Ateo
19%
Voto y religiosidad
50
42,9
42,4
45
40
35
36,2
34,1
33,0
31,0
29,2
30,8
30
27,1
27,0
26,4
25
20
19,2
18,2
12,2
15
10
5
14,9 14,2
11,5
9,1
3,43,4
3,0
5,2
2,9
1,0
2,8
2,3
5,0
6,5
3,5
1,8
0
IU - ICV
PP
PSOE
Nacionalistas de
izquierdas
Nacionalistas de
derechas
Porcentaje de personas que se definen de cada una de estas opciones en materia religiosa
No creyente
Ateo
Poco practicante
Algo practicante
Muy practicante
N.C.
Como cabe suponer, los perfiles religiosos de los españoles y sus preferencias
partidistas apenas han cambiado entre 2.000 y 2.004. De esta forma, el PP fue de
nuevo en 2000 el partido que atrajo las identidades de mayor religiosidad (el 66% de
sus votantes eran algo o muy practicantes), mientras que IU continuó ocupando el
polo puesto (con un 35,3% de electores no creyentes o ateos).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
26
Por lo tanto, podemos concluir que el PP es el partido más afectado por la incidencia
de la religiosidad en sus probabilidades de voto; e IU, el que menos.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
27
7. POSICIÓN ANTE EL MERCADO DE TRABAJO: ACTIVOS Y PASIVOS.
En este primer apartado se analizan las consecuencias que tiene para la conducta de
voto de los encuestados la posición ante el mercado de trabajo. Esta es la variable
que tiene un carácter más amplio y, fundamentalmente, hace referencia al grado de
participación en el mercado.
Esta variable distingue entre dos categorías:
1.- Activos Laboralmente, entendiendo por tales los individuos vinculados
al mercado de trabajo, que en el caso español representan más o menos
la mitad del censo electoral;
2.- No Activos Laboralmente, siendo éstos: (a) los que ya han salido del
mercado de trabajo (jubilados); (b) los que están al margen del mismo
(amas de casa); y (c) los que todavía no han accedido al mismo: jóvenes,
entendiendo por tales estudiantes y buscadores de primer empleo.
El análisis del voto por la variable de posición en el mercado de trabajo puede
resultar muy interesante, pues, como muestran los resultados, es un indicador con
una fuerte capacidad discriminante que divide con claridad los distintos espacios
electorales de cada formación política.
El electorado de IU, y antes del PCE, siempre ha contado con un fuerte componente
de votantes activos, aunque la proporción en la actualidad es mucho mayor. Así, el
80,8% de los votantes de IU en las elecciones generales de 2.004 era activo
laboralmente, frente al 19,2% que era inactivo.
En este sentido, la variable de posición en el mercado de trabajo puede concebirse
como un importante “suelo” electoral respecto al apoyo partidista a IU, ya que
representa una de las principales categorías de la División del Trabajo que
constituyen raíces duraderas para este partido. Así, a pesar del descenso electoral
que sufrió la coalición en los últimos comicios, su raíz de apoyo de electores activos
se vio fortalecida, lo que parece indicar que las bases sociales de apoyo a IU están
regresando a su composición tradicional, lo que es habitual en un momento de
retroceso.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
28
IU-ICV
19,2%
Activos laboralmente
No activos laboralmente
80,8%
Por su parte, activos e inactivos apenas muestran un comportamiento electoral
distinto respecto a sus apoyos a PP y PSOE, ya que los votantes de ambos partidos
se dividen casi a partes idénticas entre estas dos categorías de la posición en el
mercado de trabajo. Así, el 49,6% de los electores del PP son activos y el 50,4%
inactivos, mientras que el PSOE obtiene un resultado sensiblemente mejor entre las
clases activas que entre las inactivas: el 57,2% de sus votantes son activos y el
42,8% inactivos.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
29
PP
49,6%
50,4%
Activos laboralmente
No activos laboralmente
PSOE
42,8%
57,2%
Activos laboralmente
No activos laboralmente
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
30
8. LA SITUACIÓN SOCIO-LABORAL.
La situación socio-laboral: utilizamos esta variable para evaluar la situación en el
mercado de trabajo (no sólo la participación) de los activos e incluimos categorías
propias de la División Social del Trabajo en la categoría de pasivos. Es decir,
avanzamos en las subdivisones dentro de las categorías de la variable anterior.
Esta variable se emplea para medir los aspectos más sociales de la División del
Trabajo, ya que, por ejemplo, incluye categorías que formalmente no son parte del
mercado, pero que sí lo son de la División Social del Trabajo (como, por ejemplo, las
amas de casa, los jubilados o los desempleados) y, por tanto, proporcionan una
estimación mucho más completa de las bases sociales del apoyo partidista12.
La variable situación laboral contiene las siguientes categorías:
1.- Ocupados;
2.- Parados (con o sin empleo anterior);
3.- Estudiantes;
4.- Jubilados y/o pensionistas;
5.- Trabajo doméstico no remunerado;
6.- Otras situaciones.
La siguiente tabla recoge los porcentajes de apoyo de los electores de cada partido
en las pasadas elecciones de 2.004 en función de su situación laboral.
12
Feldman, Menés y García-Pardo 1989.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
31
Situación Laboral y Recuerdo de Voto en las elecciones de 2.004
Nacionalistas Nacionalistas
PSOE
de derecha
de izquierda
Total
IU-ICV
PP
Ocupados……….…..
70,8
43,2
48,1
51,6
72,2
48,9
Parados……….…….
10,4
6,4
9,1
2,7
7,3
7,9
Estudiantes….……..
5,2
5,4
6,9
0,5
7,3
6,1
Jubilados…….……..
5,7
26,5
20,7
31,3
9,3
21,8
Trabajo
doméstico no
remunerado……..
8,0
18,3
15,0
13,7
4,0
15,2
Otras
situaciones….
0,0
0,2
0,2
0,0
0,0
0,2
N………………………
212
1.223
2.016
182
151
3.784
Fuente: Estudio 2559, CIS.
En la categoría de ocupados, la federación IU está fuertemente arraigada, ya que
recibe de ellos hasta el 70,8% de sus apoyos electorales. Por su parte, el PP
muestra unas raíces muy débiles en esta categoría, siendo el partido que menos
apoyo proporcionalmente recibe (43,2%, frente al 48,9% de la media).
Otra categoría dónde IU obtiene apoyos por encima de la media es la de parados,
con el 10,4%. También se sitúan por encima de la media el PSOE y los nacionalistas
de izquierda.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
32
muestra
La categoría de estudiantes no se encuentra especialmente arraigada en ninguna
opción política, si bien sí muestra un rechazo extremo hacia los partidos
nacionalistas de derechas (que prácticamente no obtienen ningún voto en esta
categoría). Destaca sensiblemente el apoyo de los estudiantes hacia los partidos
nacionalistas de izquierdas (7,3%, frente al 6,1% de la media), seguidos del PSOE
(6,9%). PP (5,4%) e IU (5,2%) se encuentra por debajo de la media.
El rechazo más importante que sufre IU proviene especialmente de la categoría de
jubilados, ya que esta categoría está claramente infrarrepresentada en el electorado
de la coalición. Así, los jubilados y/o pensionistas representan únicamente el 5,7%
de los votantes de IU, frente al 21,8% que suponen en la media de la población. Son
los partidos nacionalistas de derechas, seguidos del PP, los que atraen
mayoritariamente el voto de esta categoría laboral, ya que representan hasta el
31,3% y el 26,5% de sus respectivos electorados.
En la categoría de trabajado doméstico no remunerado, destaca el apoyo
significativo que concede tanto a PP (18,3%) como a PSOE (15%), frente al 15,2% de
la media. Por su parte, IU (8%) y los partidos nacionalistas de izquierdas (4%)
sufren un importante rechazo en este segmento de la población, similar al que
sufrían entre los jubilados.
Del examen de los datos de los comicios del año 2.000 se desprenden los siguientes
resultados: IU es de nuevo el partido con mayor arraigo en la categoría de ocupados
(52,6%, frente al 43% de la media), sin llegar, sin embargo, a ser tan fuerte este
apoyo como lo fue en las elecciones de 2.004 (cuando el 70,8% de su electorado
pertenecía a esta categoría laboral). En compensación, todas las categorías
restantes prestaron un apoyo mayor a la federación de izquierdas en 2.000 que en
2.004, si bien en ninguno de los casos superó el apoyo mostrado por la media de la
población al resto de opciones políticas.
El arraigo del PP fue también extremo en el año 2.000 en las categorías de trabajo
doméstico no remunerado (19,2%, frente al 17,7% de la media) y de jubilados
(27,3%, frente al 25,1% de la media), muy cerca del apoyo que también recibieron
los partidos nacionalistas de derechas de esta categoría (27,5%).
Por último, el PSOE no recibió en el año 2.000 un apoyo extremo por parte de
ninguna categoría. Sólo es de destacar el apoyo que recibió de los parados, ya que
fue el partido con mayor arraigo entre esta categoría laboral en dichas elecciones
(9,3%, frente al 7,2% de la media).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
33
La Situación Laboral de los votantes de IU en las elecciones de
2.000 y 2.004
80%
70%
60%
50%
2004
40%
2000
30%
20%
10%
0%
Trabajador
Parado
Estudiante
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
Jubilado
Trabajo
doméstico no
remunerado
34
9. RELACIÓN LABORAL.
En este apartado se analizan los vínculos entre el tipo de relación laboral y el apoyo
partidista de los entrevistados que están actualmente empleados y de los parados
que lo han estado con anterioridad, así como de otras categorías de activos.
Con la variable relación laboral estudiamos la posición de los encuestados en los
medios de producción y el tipo de relaciones de empleo que llevan consigo. Además,
es una de las variables a las que más cabe atribuir capacidad explicativa en relación
con los principales rasgos de la situación sociolaboral de los individuos: status
laboral, control, estabilidad, etc. La variable relación laboral incluye cinco categorías:
1.- Empresarios o profesionales (con empleados);
2.- Profesionales liberales o autónomos (sin empleados);
3.- Asalariados fijos;
4.- Asalariados temporales;
5.- Otros activos: parados en busca de su primer empleo y trabajadores en otras
situaciones (cooperativas, ayuda familiar, etc.).
El siguiente gráfico provee una imagen clara del tamaño relativo de cada una de
estas categorías en el segmento de población activa extraído del conjunto de la
muestra. El cruce entre relación laboral y recuerdo de voto se presenta en la tabla
que aparece a continuación.
La Relación Laboral de los españoles en las elecciones de 2.004
(Distribución porcentual)
Empresario o profesional (con
empleados)
1,1%
2,6%
7,7%
16,8%
Profesional liberal o autónomo
(sin empleados)
Asalariado fijo
28,8%
Asalariado temporal
Otros activos
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
35
Los resultados de la tabla muestran el arraigo extremo de IU en el segmento de
asalariados fijos de la muestra, ya que el 43,4% de los que votaron por este partido
en el año 2.004 pertenecía a esta categoría, frente al 28,8% del conjunto de la
población. La categoría de asalariados temporales también se encuentra
sobrerepresentada entre el electorado de IU, ya que un 24,5% de sus votantes
gozaba de este tipo de relación laboral (frente al 16,8% de la media). Es, por tanto,
entre los dos sectores del electorado asalariado (fijo y temporal) donde la coalición
de izquierdas se encuentra mejor capacitada para competir con otros partidos.
Por su parte, en la categoría de empresarios o profesionales con empleados, a IU se
le rechaza fuertemente (el 1,4% de sus electores en 2.004 pertenecía a este sector,
frente al 2,6% de la muestra), mientras que el PP está extremadamente arraigado
(4,6%, frente al 2,6% de la muestra).
Resulta bastante interesante la polarización en el comportamiento de los
profesionales o autónomos sin empleados, que calan sus principales raíces en un
nivel similar tanto entre el electorado de IU (9,9%) como entre el del PP (9,2%).
El PSOE es el único partido que no obtiene un arraigo extremo en ninguna categoría
de relación laboral, si bien obtiene un leve rechazo en dos de estas categorías: entre
los empresarios o profesionales con empleados (1,5%, frente al 2,6% de la muestra),
y entre los profesionales liberales o autónomos sin empleados (6,3%, frente al 7,7%
de la media).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
36
Relación Laboral y Recuerdo de Voto en las elecciones de 2004
Nacionalist Nacionalist Total
as de
as de
muestr
derecha
izquierda
a
IU-ICV
PP
PSOE
Empresario o
profesional (con
empleados)
1,4
4,6
1,5
2,7
1,3
2,6
Profesional liberal o
autónomo (sin
empleados)
9,9
9,2
6,3
8,8
9,9
7,7
Asalariado fijo
43,4
23,8
28,7
32,4
45,7
28,8
Asalariado temporal
24,5
11,2
19,7
8,2
21,9
16,8
Otros activos
1,9
0,9
1,1
2,2
0,7
1,1
N…… ………………………
212
1.223
2.016
182
151
3.784
Fuente: Estudio 2559, CIS.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
37
10. OCUPACIÓN.
La relación entre ocupación y clase es uno de los asuntos que más controversia ha
suscitado en la literatura. Mientras una parte de la literatura considera la clase como
un concepto unidimensional, dado por la relación con los medios de producción, y
tiende a considerar ocupación y clase como variables independientes, algunos
modelos han llegado, por el contrario, a identificarlas (o a subsumir la segunda en la
primera)13. Es otra variable que aporta una importante capacidad explicativa en
relación con rasgos importantes de la situación sociolaboral de los individuos: status
profesional, sector, probabilidad de promoción, etc.
Más actualmente, numerosos autores han empleado la ocupación como una variable
intermedia en la operacionalización de los diversos modelos de estratificación social,
con lo que aquella ha parecido constituirse en el principio estructurante de esta
última (Goldthorpe, 1993; González, 1992).
La variable ocupación se emplea para estimar la posición de los encuestados en la
División Industrial del Trabajo (DIT). De este modo, podemos evaluar las
consecuencias para el apoyo partidista de la posición ocupada por los ciudadanos
dentro de la fuerza de trabajo, tomando como base para el análisis aquello en lo que
la mayoría de los adultos se encuentran ocupados y que, en nuestras sociedades, les
proporciona la fuente más notoria de identidad social14.
De nuevo en este apartado ampliaremos nuestro estudio de las relaciones entre
ocupación y comportamiento electoral tanto a los entrevistados que están
actualmente empleados como a los parados que lo han estado con anterioridad.
Las categorías que se han utilizado para el estudio han sido las siguientes:
1.- Empresarios, profesionales con empleados, directivos, propietarios agrícolas;
2.- Profesionales liberales o autónomos (sin empleados);
3.- Técnicos y profesionales asalariados;
4.- Empleados (administración, comercio y hostelería);
5.- Trabajadores (industria, transporte y construcción);
6.- Trabajadores agrícolas.
Nótese que para este análisis de las categorías ocupacionales hemos añadido los
directivos y propietarios agrícolas a la categoría formada por empresarios o
profesionales con empleados. La categoría compuesta por los asalariados (fijos y
temporales) se ha divido en cuatro nuevas categorías en función de su ocupación
(técnicos, empleados, trabajadores industriales y trabajadores agrícolas). La
categoría de profesionales liberales o autónomos sin empleados se mantiene igual.
13
14
González 1992.
Feldman, Menés y García Pardo 1989.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
38
La Ocupación de los españoles en las elecciones de 2004
(Distribución porcentual)
2,1%
Empresarios, profesionales con
empleados, directivos, propietarios
agrícolas
3,1%
7,7%
Profesionales liberales o
autónomos (sin empleados)
15,3%
Técnicos y profesionales
asalariados
7,9%
Empleados (administración,
comercio y hostelería)
Trabajadores (industria, transporte
y construcción)
Trabajadores agrícolas
19,7%
Por lo que respecta a los resultados de IU, la coalición se ve significativamente
apoyada por los empleados de la administración, comercio y hostelería (el 28% de
los que votaron a IU en 2.004 pertenecía a este sector, frente al 19,7% de la media),
seguida de los partidos nacionalistas de izquierdas (27,8%) y del PSOE (20,8%).
El segundo sector con más apoyo proporcional es el de trabajadores de la industria,
el transporte y la construcción: 22,7%. En este grupo obtiene un apoyo del 7,4% por
encima de la media (15,3%). También en este sector se encuentra sobre
representados los nacionalistas de izquierda (21,9%) y el PSOE (17,5%).
IU también obtiene un apoyo significativamente alto (cerca del doble que sobre el
total de votantes) entre los técnicos y profesionales asalariados, que constituyeron
en 2.004 el 14,7% de su electorado, frente al 7,9% de la media. En este caso, el
perfil es similar al de los nacionalistas de izquierda (17,9%). El resto de grupos se
encuentra infra-representados en este sector.
Así, como se ha señalado anteriormente, el arraigo en una categoría, incluso cuando
está basado en un valor absoluto (número de votos) moderado, indica que, al menos
para esa categoría, es probable que el nivel de apoyo perdure y no se erosione
fácilmente, como ocurre con el apoyo de estas categorías hacia IU.
Por su parte, los datos referidos al grupo de empresarios, profesionales con
empleados, directivos y propietarios agrícolas en la muestra de votantes de IU
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
39
muestran un rechazo significativo de esta categoría hacia la coalición (1,9%, frente
al 3,1% del total de la muestra), al igual que ocurre con el sector de trabajadores
agrícolas (1,9%, frente al 2,1% de la media).
El PP es el partido que obtiene mejores resultados entre la categoría de
empresarios, profesionales con empleados, directivos y propietarios agrícolas (5%,
frente al 3,1% de la media).
El “suelo” electoral del PSOE queda caracterizado por las pocas categorías de la DIT
donde este partido extiende sus raíces más profundas, a excepción del apoyo que
obtiene entre los trabajadores agrícolas. De hecho, el respaldo al PSOE es el único
fuerte entre esta categoría de trabajadores (2,8%, frente al 2,1% de la media).
Esta caracterización del espacio electoral del PSOE está relacionada
fundamentalmente con los ciclos políticos y con el cambio de perfil electoral que
experimentan los partidos a su paso por el gobierno. Así, a su paso por el gobierno,
los partidos se comportan como autobuses cargados de votantes, pero sin que
dichos votantes tengan que ser siempre los mismos necesariamente15 y sin que se
correspondan necesariamente con las bases sociales tradicionales de apoyo de
dicho partido.
15
González 2004.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
40
Ocupación y Recuerdo de Voto en las elecciones de 2.004
Nacionalist Nacionalist Total
as de
as de
muest
derecha
izquierda
ra
IUICV
PP
PSOE
Empresarios, profesionales
con empleados, directivos,
propietarios agrícolas……
…………………......
1,9
5,0
2,2
2,7
1,3
3,1
Profesionales liberales o
autónomos (sin
empleados)…………………………
10,0
9,2
6,3
8,7
9,9
7,7
Técnicos y profesionales
asalariados
14,7
6,5
7,5
6,0
17,9
7,9
Empleados (administración,
comercio y
hostelería)………………..…………
28,0
15,4
20,8
20,8
27,8
19,7
Trabajadores (industria,
transporte y
construcción)…………..………….
22,7
11,3
16,5
14,2
21,9
15,3
Trabajadores
agrícolas…………………….………..
1,9
1,5
2,8
0,0
0,0
2,1
N…………………………………………
212
1.223
2.016
182
151
3.784
Fuente: Estudio 2559, CIS.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
41
11. CENTRO DE TRABAJO.
La variable centro de trabajo se centra fundamentalmente en la distinción
público/privado y en las implicaciones que esta distinción tiene sobre la conducta
electoral de los trabajadores.
En este sentido, algunos autores han demostrado que, al menos en los casos de
Suecia y Estados Unidos, los empleados en los servicios estatales postcapitalistas
son más progresistas en términos políticos que los empleados en la superestructura
política, y que los empleados de clase media en el sector estatal de servicios son
más progresistas que sus homólogos en el sector privado16.
Así, esta variable se utiliza para explorar empíricamente las diferencias entre las
actitudes y las orientaciones ideológicas de los empleados en el sector estatal y los
empleados en el sector privado. Para su análisis, los asalariados (trabajadores y
parados con empleo anterior) se dividen según la naturaleza pública/privada de su
centro de trabajo.
La variable centro de trabajo tiene las siguientes categorías:
1.- Asalariados de la Administración Pública;
2.- Asalariados de empresa pública;
3.- Asalariados de empresa privada;
4.- Otros activos: todas las categorías restantes.
El Centro de Trabajo de los españoles en las elecciones de 2.004
(Distribución porcentual)
2,5%
6,6%
1,4%
Asalariado administración
pública
Asalariado empresa
pública
Asalariado empresa
privada
Otros activos
36,1%
16
Wright y Cho 1992.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
42
IU presenta un arraigo extremo en todas las categorías de empleados tanto públicos
como privados (a excepción de los trabajadores de empresas públicas), que se
explica por su fuerte presencia en la categoría de asalariados frente a la de
empresarios o profesionales autónomos que analizábamos anteriormente.
La mayoría de sus votantes proceden de los asalariados de la empresa privada,
donde obtiene un apoyo superior a la media (el 51,2% de su electorado pertenecía a
esta categoría, frente al 36,1% de la media), sólo por detrás de los partidos
nacionalistas de izquierdas (57%) y muy por encima del PSOE (38,7%). En este
grupo es el PP (27,3%) el que menos apoyos registra sobre su base electoral total.
La federación cala raíces fuertes en la categoría de trabajadores de la
Administración Pública, donde obtiene un arraigo extremo (13,3%, frente al 6,6% de
la media). El resto de opciones presentan porcentajes similares a la media, por lo
que este parece ser uno de los rasgos distintivos del voto de IU.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
43
Centro de Trabajo y Recuerdo de Voto en las elecciones de 2.004
Nacionalistas Nacionalistas Total
PSOE
de derecha
de izquierda muestra
IU-ICV
PP
Asalariado
administración
pública…
13,3
5,8
6,5
6,0
6,6
6,6
Asalariado empresa
pública…………………….
1,4
1,1
1,6
1,6
2,0
1,4
Asalariado empresa
privada…………………….
51,2
27,3
38,7
30,8
57,0
36,1
Otros
activos…………….
3,8
1,8
2,7
4,4
2,7
2,5
N…………………………...
212
1.223
2.016
182
151
3.784
Fuente: Estudio 2559, CIS.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
44
12. SECTOR ECONÓMICO.
El sector económico (o rama de actividad) se define como una estimación de base
muy amplia de las diferentes formas en que se organizan las distintas actividades
económicas.
El sector económico mide factores tan importantes de la DIT como la magnitud y la
jerarquía de las diferentes ramas de actividad dentro del mercado de trabajo, lo que
puede tener consecuencias fundamentales sobre las bases sociales del apoyo
partidista.
La variable rama de actividad tiene las siguientes categorías:
1.- Sector Primario;
2.- Sector Industrial;
3.- Sector de la Construcción;
4.- Sector Servicios;
5.- Otros activos.
En el siguiente gráfico se presenta una panorámica general de la División del Trabajo
Sectorial en España en el año 2.004. Conviene observar que más del treinta y seis
por cien de los empleos en España en ese año pertenecían al Sector Servicios
generado por el sector privado de la economía, mientras que el Sector Primario
comprendía únicamente el cuatro por cien del total.
Rama de Actividad
(Distribución porcentual)
Trabajador sector primario
1,3%
4,0%
Trabajador sector industrial
10,4%
Trabajador sector de la
construcción
Trabajador sector servicios
5,0%
Otros activos
36,2%
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
45
Como muestran los resultados de la siguiente Tabla, todos los partidos compiten
fuertemente en el Sector Servicios, que es el mayor sector de la economía española.
IU tiene un fuerte arraigo en esa categoría, que llegó a representar más de la mitad
de su electorado en las pasadas elecciones generales de marzo de 2.004 (56,1%,
frente al 36,2% de la media). Estos resultados reflejan que los trabajadores del
Sector Servicios representan una parte fundamental de las bases sociales de apoyo
a IU, y pueden proporcionar un sostén consistente de respaldo electoral a largo
plazo.
IU está también arraigada en el Sector Industrial y el Sector de la Construcción. En la
industria, IU obtiene 13,7%, frente al 10,4% de la media, en una sobrerepresentación menor a la de los partidos nacionalistas de izquierdas (19,2%). IU y el
PSOE obtiene resultados por encima del total de la población en la construcción:
6,1% y 5,8%, respectivamente, frente al 5% de la media; mientras que al PP (3,7%)
y a los partidos nacionalistas de izquierdas (2,6%) se les rechaza en este sector.
PP y PSOE son los únicos partidos que compiten potencialmente en el Sector
Agrario: ambos partidos están arraigados significativamente en esta categoría
(4,8% y 4%, respectivamente, frente al 4% de la media), mientras que el resto de
partidos obtienen un fuerte rechazo.
Rama de Actividad y Recuerdo de Voto en las elecciones de 2.004
Nacionalistas Nacionalistas
PSOE
de derecha
de izquierda
Total
muestra
IU-ICV
PP
Sector
Primario……
2,4
4,8
4,0
1,1
2,6
4,0
Sector
Industrial…..
13,7
9,3
10,2
9,8
19,2
10,4
Sector de la
Construcción………..
6,1
3,7
5,8
5,5
2,6
5,0
Sector
Servicios…..
56,1
30,5
36,1
37,7
54,3
36,2
Otros activos……....
2,8
1,4
1,2
0,5
0,7
1,3
N……………………..
212
1.223
2.016
182
151
3.784
Fuente: Estudio 2559, CIS.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
46
13. ESTATUS O CLASE SOCIAL SUBJETIVA.
La identificación subjetiva de clase social refleja la forma en que el entrevistado
percibe su propia situación de clase. Sintetiza, en un solo indicador, el resto de las
dimensiones sociales, siendo especialmente interesante en tiempos de alta
diferenciación social. La autoidentificación de clase social tiene una gran influencia
en el desarrollo de las actitudes políticas y en el comportamiento electoral17, ya que
define el sentimiento de “conciencia” e “identidad” social de los ciudadanos.
Lamentablemente, la formulación de la pregunta (con cinco categorías: alta, mediaalta, media-media, media-baja y baja) es poco discriminante, ya que dos de cada
tres entrevistados se sitúan en la posición “media-media”. En todos los partidos los
votantes que se sitúan en la clase media-media son mayoría, especialmente en los
partidos nacionalistas y en el PP.
El voto a IU en el 2004 tiene una relación directa con las clases sociales mediamedia y media-baja, de las que obtiene el 93,3% de su electorado. El apoyo de la
clase media-baja es especialmente fuerte en IU frente al de otros partidos, ya que
obtiene de esta categoría el 37% de su respaldo electoral (frente al 27,7% de la
media).
El voto al PP tiene una relación ascendente con la percepción de clase social: obtiene
más votos en las clases altas que en las bajas. Así, el 7,9% de los que votaron al PP
en 2.004 se sitúa en las clases alta y media-alta (frente al 5,8% de la media),
mientras que sólo el 5,7% se posiciona en la clase baja (frente al 6,6% de la media).
En el PSOE la relación entre clase social subjetiva y voto es la contraria, ya que es el
único partido que está arraigado significativamente en la clase baja (8,1%), frente al
6,6% de la media.
17
Aja, 2000.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
47
La Clase Social Subjetiva de los votantes de IU en las elecciones de 2004
(Distribución porcentual)
4,8%
1,9%
Alta y Mediaalta
Media-media
37,0%
Media-baja
Baja
56,3%
A pesar de la debilidad de este indicador, la comparación de las encuestas
postelectorales de 2.000 y 2.004 parece demostrar, en cierto modo, la
consolidación de este tipo de voto (en función de la clase social subjetiva) hacia las
diferentes opciones políticas. Así, en el año 2.000, IU es de nuevo el partido que más
apoyo gana entre las clases media-media y media-baja (el 91,8%, frente al 87,5% de
la media), si bien los votos de la clase media-baja son sustancialmente menores con
respecto a los que obtiene en el año 2.004 (el 30,6%, frente al 37% de 2.004).
Por su parte, el PSOE es el partido más votado por las clases bajas (9,6%, frente al
6,4% de la media), mientras que el PP gana más votos que ningún otro partido entre
las clases alta y media-alta (7,5%, frente al 6,1% de la media).
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
48
14. INGRESOS.
El nivel de renta es uno de los indicadores más básicos de estratificación social. Los
ingresos laborales representan un aspecto crucial del fenómeno clasista, en cuanto
indicador privilegiado de los intereses materiales del individuo. Además, como han
señalado numerosos autores, dan cuenta también de otros fenómenos cruciales en
relación con las oportunidades vitales, como la capacidad de acción colectiva, la
cultura política o el comportamiento electoral.
Sin embargo, la renta per capita es una variable de tipo económico que manifiesta
una capacidad explicativa insuficiente, dada su estrecha relación con otras variables
como tamaño familiar, comunidad de residencia, sector económico, etc. Además, en
las encuestas tiene un alto porcentaje de "no-respuesta" y muchos estudios actuales
dudan de su fiabilidad.
Los Ingresos Laborales de los españoles en las elecciones de 2.004
(Distribución porcentual)
Menos de 601 E
5,8%
4,2%
14,9%
601 - 900 E
10,4%
901 - 1.200 E
1.201 - 1.800 E
1.801 - 2.400 E
2.401 - 3.000 E
21,2%
Más de 3.000 E
20,9%
22,6%
En las elecciones de 2.004 la renta fue un factor poco discriminante. El PSOE recibió
un apoyo electoral similar en todos los niveles de renta, imponiéndose en todos
ellos, a excepción de los tres tramos superiores (a partir de 1.800 euros netos al mes
declarados), donde obtuvo únicamente el 17,5% de sus votos, frente al 20,4% de la
media.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
49
Por su parte, en IU se registra la tendencia contraria: es el partido que más votos
recibe de las rentas superiores (entre 1.800 y más de 3.000 euros mensuales
netos), ya que el 31,2% de los que votaron por este partido declaró esta cantidad de
ingresos (frente al 20,4% de la media), mientras que el 68,9% provenía del resto de
categorías (frente al 79,6% de la media).
En la encuesta postelectoral de 2.000, las diferencias salariales entre los votantes
de los distintos partidos políticos fueron menos acusadas, aunque significativas. Así,
IU fue de nuevo el partido más arraigado en las categorías de renta más altas (de las
que percibió el 16,5% de sus votos, frente al 12,7% de la media), aunque su apoyo
disminuyó en este sector notablemente con respecto a 2.004 (cuando
representaron el 31,2%).
El PSOE continúa siendo el único partido arraigado entre los niveles de ingresos de
las categorías más bajas (entre 600 y menos de 1.800 euros netos mensuales), ya
que el 90,7% de los que votaron por este partido en el año 2.000 declaró esta renta,
frente al 87,3% de la media.
Los Ingresos Laborales de los votantes de IU en las elecciones
de 2.000 y 2.004
30%
25%
20%
2004
15%
2000
10%
5%
0%
Menos de 601 - 900
601 E
E
901 1.200 E
1.201 1.800 E
1.801 2.400 E
2.401 3.000 E
Más de
3.000 E
La relación entre la variable persona que más ingresos aporta al hogar y el voto es la
única no significativa, tanto en el año 2000 como en el 2004.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
50
15. CONCLUSIONES: EL PERFIL DE LA BASE ELECTORAL DE IU.
Por último, vamos a resumir en una serie de puntos las características principales
del espacio electoral de Izquierda Unida empleando los criterios demográficos e
ideológicos que se han manejado a lo largo del estudio.
Esto facilita un análisis general del impacto de las distintas variables sobre el anclaje
del voto a IU en los comicios de 2.000 y 2.004, y nos proporciona los principales
rasgos de lo que podríamos llamar el votante típico de esta coalición.
El electorado de IU está muy influido por la edad, se concentra entre los 25 y
44 años, y es uno de los más jóvenes.
IU concentra a más de la mitad de sus votantes entre los 25 y los 44 años: 55,8%
frente al 37,6% de la media. Es una de las formaciones con mayor proporción de
votantes jóvenes (menos de 35 años), sólo superado por los partidos nacionalistas
de izquierdas. Esta tendencia se ha mantenido estable a lo largo de todas las citas
electorales a las que ha concurrido la formación.
El electorado de IU es mayoritariamente masculino.
El 56% de los que votaron a IU en las pasadas elecciones generales de 2.004 eran
hombres, frente al 44% de mujeres. No obstante, esta disparidad se ha visto
reducida con respecto a los resultados del año 2.000, cuando el porcentaje de
hombres que votó a IU ascendió al 59%, mientras que el de mujeres fue del 41%.
PP y PSOE se encuentran menos afectados por la incidencia del género en sus
probabilidades de voto, ya que su electorado está compuesto de forma casi
equitativa por hombres y mujeres, aunque con una cierta prevalencia del electorado
femenino.
La mayoría de los electores de IU tiene estudios Secundarios; los graduados
universitarios tienen un fuerte peso.
El voto a IU está fuertemente condicionado por la educación. El sentido de esta
relación es, además, ascendente: a mayor nivel educativo, más apoyo electoral
obtiene este partido. La mayoría (59,1%) tiene estudios secundarios (Secundaria o
Formación Profesional), por encima de la media (48%). Destaca especialmente la
presencia de graduados universitarios (25%). Esta distribución por nivel educativo
es la inversa a la que registra el PSOE.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
51
El electorado de IU es el más identificado ideológicamente con su partido.
IU es el partido con la mayor identificación ideológica con su electorado, ya que sólo
existe una diferencia de 0,1 puntos en la escala de ideología entre la posición en la
que se autoubica de media el conjunto del electorado de IU (2,9 puntos) y la posición
en la que el electorado de IU ubica a su propio partido (2,8).
Además, también hay entre el electorado de IU un alto nivel de “rechazo”, medido
como distanciamiento ideológico, hacia el PSOE; mientras que entre el electorado
socialista no se percibe un distanciamiento tan fuerte como a la inversa.
El perfil del votante de IU es claramente no religioso.
IU es el partido que reúne el mayor porcentaje de electores no creyentes y ateos
(que representan conjuntamente el 50% de su electorado), al tiempo que concentra
el menor índice de católicos algo o muy practicantes (12,5%).
Este porcentaje de perfiles no religiosos se ha visto incrementado con relación a los
resultados del año 2000, cuando el porcentaje de no creyentes y ateos que votaron
a IU descendía al 35,3%, mientras que el de católicos algo o muy practicantes fue del
22,1%.
Por su parte, el PP es el partido que atrae las identidades de mayor religiosidad, ya
que el 64% de los que votaron a este partido en 2.004 eran algo o muy practicantes.
En resumen, podemos decir que el votante típico de Izquierda Unida es un hombre,
perteneciente a la segunda cohorte de edad (25-34 años), con estudios secundarios,
ideológicamente de izquierdas y poco religioso.
IU es el partido más arraigado entre la categoría de activos.
El electorado de IU siempre ha contado con la mayor proporción de votantes activos.
Así, el 80,8% de los electores de IU en las elecciones generales de 2.004 era activo
laboralmente, frente al 56,8% de la media del resto de partidos que pertenecía a esa
misma categoría laboral.
Este excelente resultado puede entenderse como una importante “vuelta a los
orígenes” de las bases sociales de apoyo a IU. Así, las pérdidas electorales que sufrió
la coalición en 2.004 se concentraron en aquellos grupos donde su presencia ya era
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
52
reducida, mientras que los escasos nuevos votantes se han reunido en los grupos
donde su apoyo ha sido tradicionalmente mayor, especialmente entre los votantes
activos, siguiendo la tendencia registrada en las elecciones de 2000.
Los ocupados son los que más apoyo muestran a IU; los jubilados y las amas
de casa rechazan esta opción de forma significativa.
IU es el partido más arraigado entre la categoría de ocupados, ya que recibe de ellos
hasta el 70,8% de sus apoyos electorales, frente al 48,9% de la media. También es la
formación que más apoyos, en relación a la media, recibe entre los parados (10,4%).
Las categorías de jubilados y de trabajo doméstico no remunerado rechazan
significativamente a la coalición de izquierdas, mientras que PP y partidos
nacionalistas de derechas atraen mayoritariamente sus votos.
El electorado de IU está compuesto mayoritariamente por asalariados fijos y
temporales.
IU es un partido sustancialmente arraigado en la categoría de asalariados fijos y
temporales de su muestra de votantes (67,9%, frente al 45,6% de la media), por
encima de los partidos nacionalistas de izquierdas (67,6%) y del PSOE (48,4%). El
PP es, al contrario, el partido menos arraigado en esta categoría (35%). Por su
parte, en la categoría de empresarios o profesionales con empleados, a IU se le
rechaza fuertemente, mientras que el PP está extremadamente arraigado.
Los empleados y los trabajadores son los grupos mayoritarios en IU; los
técnicos asalariados son los más sobre-representados.
La coalición IU está arraigada en la categoría de empleados de la administración,
comercio y hostelería, de los que obtiene hasta el 28% de sus apoyos, mientras que
al PP se le rechaza fuertemente (15,4%, frente al 19,7% de la media). También en la
categoría de trabajadores de la industria construcción y transporte (22,7% frente al
15,3% de la media). En la categoría de profesionales y técnicos obtiene casi el doble
de apoyos que la media (14,7% frente a 7,9%).
Por su parte, los empresarios, profesionales con empleados, directivos y
propietarios agrícolas muestran un rechazo significativo a IU, mientras que el PP es
el partido que obtiene mejores resultados entre esta categoría.
Argumentos, núm. 3, septiembre de 2014
53
La mayoría de los electores de IU trabaja en el Sector Privado de la economía;
los trabajadores del Sector Público tienen un fuerte peso.
IU obtiene un apoyo 15 puntos superior a la media entre la categoría de asalariados
de la empresa privada, ya que el 51,2% de su electorado pertenecía a esta categoría,
frente al 36,1% de la media. La coalición de izquierdas también cala raíces fuertes en
la categoría de trabajadores de la Administración Pública (13,3%, frente al 6,6% de
la media).
IU tiene un fuerte arraigo en el Sector Servicios.
Los trabajadores del Sector Servicios representan una parte fundamental de las
bases sociales de apoyo a IU, ya que llegaron a representar más de la mitad de su
electorado en 2.004 (56,1%, frente al 36,2% de la media). El Sector Industrial
también es fuerte entre los partidos de izquierdas: los partidos nacionalistas de
izquierdas son los que obtienen un mejor resultado entre los trabajadores de este
sector (19,2%, frente al 10,4% de la media) seguidos de IU (13,7%).
El voto a IU se concentra en las clases sociales media-media y media-baja.
Aunque la variable, tal como está formulada por el CIS es poco discriminante,
constatamos que IU es el partido que más apoyo gana proporcionalmente entre las
clases media-media y media-baja, de las que obtiene el 93,3% de su electorado en el
año 2.004 y el 91,8% en 2.000. Es destacable el mayor apoyo que recibe entre la
clase media-baja en las últimas elecciones generales con respecto a los resultados
del año 2.000 (el 37%, frente al 30,6% de 2.000), junto a la pérdida que
experimenta entre la clase media-media (el 56,3%, frente al 61,2% de 2.000).
Por su parte, el PSOE es el partido más votado por las clases bajas, mientras que el
PP gana más votos que ningún otro partido entre las clases alta y media-alta.
Los votos a la federación de izquierdas se concentran en los hogares con
ingresos entre 900 y 1.800 euros.
La variable de ingresos en el hogar parece poco significativa, debido a la
interrelación con otras variables. La mayoría de los votos de IU se concentran en los
hogares con ingresos entre 900 y 1.800 euros. No obstante, IU tiene un fuerte entres
las familias con más : el 31,2% de sus apoyos electorales, frente al 20,4% de la
media.
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Por su parte, el PSOE es el único partido arraigado entre los niveles de ingresos más
bajos (entre 600 y menos de 1.800 euros netos mensuales): Mientras, los votantes
más ricos (más de 3.000 euros al mes) se concentran mayoritariamente entre los
votantes de los partidos nacionalistas, tanto de izquierdas como de derechas, dado
el mayor nivel de renta de sus comunidades.
Así, el votante típico de Izquierda Unida es un individuo activo laboralmente,
ocupado, asalariado fijo o temporal, que trabaja en el Sector Privado, empleado en el
Sector Servicios, que se autodefine de clase media-media, y con unos ingresos
familiares entre 900 y 1.800 euros mensuales.
En resumen, podemos decir que IU muestra una estructura de apoyos diferenciada
del resto de partidos en dos aspectos. Primero, aunque el número de categorías
donde la coalición está arraigada es reducido, sus raíces sí muestran una estructura
sólida en estos sectores. Segundo, sus arraigos están ubicados en categorías que no
son especialmente pequeñas en tamaño. En este sentido, y considerando
conjuntamente los dos efectos de su “suelo” electoral, podemos concluir que IU
presenta un fuerte arraigo en una serie de categorías socioeconómicas que apuntan
a la existencia de una base consistente de apoyo, al menos para esas categorías, que
no es previsible que erosione en el largo plazo.
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16. ANEXO: DATOS TÉCNICOS DE LOS ESTUDIOS.
1.- Título: POSTELECTORAL ELECCIONES GENERALES Y AUTONÓMICAS DE
ANDALUCÍA. ESTUDIO PANEL, 2ª FASE.
Número: 2.384.
Fecha de realización: Del 18 de marzo al 18 de abril de 2.000.
Ámbito: Nacional.
Universo: Población española de ambos sexos de 18 años y más.
Tamaño de la muestra: 5.283 entrevistas.
Error muestral: ±1,34% para el conjunto de la muestra, para un nivel de confianza
del 95,5% (dos sigmas), para una varianza máxima (P=Q) y en el supuesto de
muestreo aleatorio simple.
2.- Título: POSTELECTORAL ELECCIONES GENERALES Y AUTONÓMICAS DE
ANDALUCÍA.
Número: 2.559.
Fecha de realización: Del 23 de marzo al 3 de abril de 2.004.
Ámbito: Nacional.
Universo: Población española de ambos sexos de 18 años y más.
Tamaño de la muestra: 5.377 entrevistas.
Error muestral: ±1,36% para el conjunto de la muestra, para un nivel de confianza del
95,5% (dos sigmas), para una varianza máxima (P=Q) y en el supuesto de muestreo
aleatorio simple.
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17. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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