TEMA VII

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TEMA VII
BUERO VALLEJO
Un soñador para un pueblo
- En el teatro español del período franquista, Buero Vallejo desde el estreno de
Historia de una escalera (1949) es el autor más destacado, lo que le ha valido un
importante reconocimiento por parte de la crítica y el público
- un reconocimiento polémico y problemático por su distanciamiento de los
cauces más habituales del teatro de la época y de la política oficial del periodo
franquista.
- El teatro de Buero Vallejo sintetiza:
A) Una voluntad ética, intelectual y política de agitación de las conciencias.
- Buero Vallejo: "El propósito unificador de toda mi obra ha seguido
siendo, seguramente, el mismo: el de abrir los ojos. ¿A qué? A la verdad,
naturalmente; a la verdad, con todo cuanto el intento pueda traernos de inmensa
compensación, mas también de dolor inmenso; con todo lo que esta decisión
comporte, asimismo, de agotadora búsqueda, pues la verdad no es algo estático y
dado de antemano que se pueda elegir sin vacilación, sino un norte oscuro, cuyo
camino está sembrado de dudas, errores y pequeñas verdades provisionales o
parciales igualmente erróneas para otros ojos u otros tiempos. Hay que abrir los ojos
cuanto sea posible para recorrer ese camino; hay que seguir abriéndolos para
advertir el error de las parciales verdades que creemos encontrar y cuya crítica podrá
conducirnos a otras más consistentes".
- Buero Vallejo: "[Mi teatro] Pretende ser un teatro crítico y removedor
que nos enfrente una vez más con la evidencia, ante la que tan obstinadamente
cerramos los ojos, de que no todo está bien y que nos invite a reflexionar acerca de
las graves preguntas que esa desdichada evidencia debe sugerirnos. Y como no
presume de poseer la verdad, sino que la busca, pregunta más que resuelve; y
cuando apunta a verdades parciales o a soluciones relativas, es para volver a
problematizarlas en seguida, para volver a preguntar; pues su autor considera que el
constante replanteamiento de nuestros problemas es la más fértil y vivificante de las
acciones humanas".
B) Una forma dramática con experimentos innovadores aceptables para un
público amplio.
* Luis Iglesias Feijoo: "el teatro bueriano es un ejemplo de síntesis superadora
que interesa hoy e interesará en el futuro como un perfecto ejemplo de armónica
relación entre una voluntad ética y política de agitación de las conciencias y una
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forma dramática capaz de formular a la vez experimentos innovadores en la escena
y de ser seguida y aceptada ampliamente por el público".
- Esta síntesis le ha permitido crear una obra teatral de gran relieve intelectual sin
menoscabo de su interés espectacular.
- Luciano García Lorenzo: "El teatro de Buero es denso, en la línea de la
dramática unamuniana, preciso en sus diálogos, huyendo de la anécdota, el vacío o
la vacua retórica, hondo en significaciones intelectuales, problemático en sus
planteamientos y con respuestas insinuadas, pero nunca impuestas".
- Desde estos presupuestos Buero Vallejo plantea constantemente los problemas de
la intolerancia, la injusticia, la opresión y la violencia
- grandes temas que enmarcan los argumentos de todas sus obras
dramáticas.
- Buero Vallejo intentó solventar el exilio interior, su marginación de los escenarios,
con el "posibilismo", que originó una polémica con Alfonso Sastre
- lo concibió como un intento de colaborar en el progresivo ensanchamiento de
los límites del sistema, sin someterse a éste
- creó un teatro, según su definición, "lo más arriesgado posible, pero no
temerario".
* Luis Iglesias Feijoo: "En el verano de 1960, las páginas de la revista
madrileña Primer Acto, acogieron una áspera polémica entre Alfonso Sastre y Buero
Vallejo. El objeto de discusión entre ambos fue el "imposibilismo" en el teatro,
término no muy feliz bajo el que parecía ampararse una discrepancia respecto a la
postura que los dramaturgos debían adoptar ante la existencia de la censura.
Resumido de manera harto concisa, el núcleo del conflicto radicó en la sugerencia
lanzada por Sastre de que el autor de Historia de una escalera defendería que, para
estrenar en España, habría que "realizar ciertos sacrificios que se derivan de la
necesidad de acomodarse de algún modo a la estructura de las dificultades que se
oponen a nuestro trabajo".
* Luis Iglesias Feijoo: "Se trataba de hacer un teatro 'posible' para, asimismo,
hacer posible algún día una sociedad democrática. Y era esa una lucha dialéctica, en
la que se aprovechaban las contradicciones existentes para introducir un mayor nivel
de libertad expresiva en cada nueva obra, lo que, a su vez, aseguraba la posibilidad
de trascender esos límites recién adquiridos en la siguiente".
* Buero Vallejo: "Yo me encontré al comienzo de mi carrera dramática ante un
panorama español soberanamente dificultoso. Frente a él, cabía callarse; cabía irse.
Otros lo hicieron así. Y cabía, pese a todo, intentar hablar, expresarse".
* Buero Vallejo: "Cuando yo critico el imposibilismo y recomiendo la
posibilitación, no predico acomodaciones; propugno la necesidad de un teatro difícil y
resuelto a expresarse con la mayor holgura, pero que no sólo debe escribirse, sino
estrenarse" (1960).
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* Buero Vallejo: "Ni siquiera en la sociedades políticamente libres se puede
considerar que el escritor escribe con verdadero y absoluta libertad. Escribe también
condicionado, aunque muchas veces ni siquiera se da cuenta de lo que está. Estos
son problemas de nuestro tiempo que a menudo se han discutido entre nosotros y
frente a los cuales yo siempre he proclamado la necesidad del posibilismo. Pero lo
he proclamado, porque, en mi opinión, el posibilismo es una realidad: es decir, no
hay otra cosa que posibilismo; lo que sucede es que los márgenes de este
posibilismo son muy diferentes en cada lugar y, por supuesto, son dinámicos,
variables y nosotros somos uno de los factores que los hacen variar; pero debemos
tener muy en cuenta que nuestra presencia como autores tiene que ser una
presencia efectiva, no una esterilidad; tenemos que hacer un posibilismo dinámico,
progresivo, combativo" (1966).
* Buero Vallejo defiende "un teatro difícil y resuelto a expresarse con la mayor
holgura, pero que no sólo debe escribirse sino estrenarse. Un teatro, pues, 'en
situación', lo más arriesgado posible, pero no temerario. Recomiendo, en suma, y a
sabiendas de que muchas veces no se logrará, hacer posible un teatro 'imposible'.
Llamo, por consiguiente, 'imposibilismo' a la actitud que se coloca, mecánica y
antidialécticamente, 'fuera de situación'; la actitud que busca hacer aún más
imposible a un teatro 'imposible' con temerarias elecciones de tema o expresión, con
declaraciones provocadoras, con reclamos inquietantes y abundantes, y que puede
llegar tristemente aún más lejos en su divorcio de la dialéctica de lo real: a hacer
imposible un teatro... posible" (1966).
* Buero Vallejo: "Hay escritores que juegan, al parecer, la papeleta del
imposibilismo, unas veces de buena fe y otras acaso para conseguir patente de
mártir en el extranjero. Mas yo no creo que se deba mantener esa actitud, sino la
posibilista, la de escribir para aquí, que es donde estamos y debemos laborar"
(1960).
* José Monleón: "Por lo que respecta al debate Sastre-Buero (...) he oído a
posteriori diversas interpretaciones que, me parece, no corresponden a lo que
realmente dijeron -en el contexto concreto del debate- los dos escritores. Tomando la
palabra en su sentido literal y hasta perogrullesco, el teatro ha de ser posible para
que llegue a existir, y en el dramaturgo está el no proponer un texto que sea, por uno
u otro motivo, obviamente imposible. Cabe -y sólo así tenía sentido la reflexión de
Sastre- que este posibilismo degenere en componendas o en una autocensura
temerosa, que priven al dramaturgo de su papel, llevándole a no explorar los
inseguros límites de su posibilidad y a alegar la dureza de la censura o del medio
como justificación de su renuncia. No creo que ese haya sido el caso de Buero, ni
antes ni después de la polémica (...), aunque el hecho de que recibiera el
nombramiento de académico casi al tiempo que Alfonso Sastre ingresaba en la
cárcel (...) se prestó a torcidas y fáciles interpretaciones".
- Esta postura polémica y combativa le llevó a encarnar una tendencia básica,
caracterizada por su calidad dramática y actitud crítica, dentro del teatro del período
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franquista.
* Ricardo Doménech: "En líneas generales, Buero Vallejo ha sido
considerado y aceptado entre sus contemporáneos como un escritor crítico, como
un fustigador de lacras sociales y morales, y ello pese a cualesquiera reservas e
incluso a veces ataques muy duros de los más opuestos sectores ideológicos, más
acá o más allá de una general anuencia con respecto a su obra".
* Mariano de Paco: "Buero Vallejo eligió, en tiempos difíciles, el teatro como
medio de expresión de las preocupaciones que le acuciaban como ser humano en
una sociedad conflictiva. Cosmovisión trágica, voluntad de búsqueda, reflejo
dramático de una ambigua y multivalente realidad, intención ética, indagación
estética, son los elementos siempre mantenidos de una dramaturgia caracterizada
por la permanente evolución integradora".
- Esta postura también le llevó a utilizar una expresión metafórica o simbólica para
aludir a temas que no se podían expresar directamente
- sin embargo, no ha abandonado esta actitud en el período democrático.
* Buero Vallejo: "La crítica en el teatro debe ejercerse siempre con los
caracteres de oblicuidad y multisignificación que permiten precisamente avivar el
sentido receptivo del espectador y hacerlo pensar. Una crítica social absolutamente
contundente no convence más que a los convencidos".
- Según Fabián Gutiérrez, los rasgos que caracterizan la dramaturgia bueriana son:
1) Ruptura temática, de concepción, y en cierto sentido formal, en relación con
el teatro imperante en la escena española cuando estrena su primera obra (1949).
2) Inicio por los caminos del realismo simbólico que, con ligeras variantes, ha
sido el camino seguido por Buero Vallejo en toda su producción dramática
- Iglesias Feijoo: "Esta persistencia tiende a sugerir que hay más cosas
en la realidad de las que aparecen en la superficie, tema que es uno de los centrales
del autor y del que procede una invitación constante a superar las apariencias. La
realidad es, en efecto, compleja y no se puede limitar a lo visible".
- Buero Vallejo: "En la primera década de mi teatro (50-60)- los
abanderados del realismo escénico que entonces tuvieron su momento más
definitorio, no me consideraban exactamente como un realista incontestable.
Consideraban mi teatro un tanto raro, un tanto fluctuante, que se atenía al realismo
en una serie de aspectos, pero que en otros no y que cuando no se atenía era
precisamente cuando fallaba. Pues bien, mi criterio no coincidía con aquél. Por el
contrario, desde aquellos primeros años yo, si bien con alguna timidez, pues era
consciente de que el ambiente no resultaba propicio, apuntaba cómo las formas
simbólicas eran perfectamente legítimas en el teatro e incluso no menos buenas para
obtener un realismo de fondo, ya que en realidad todos pretendemos un realismo no
como ismo o estilística, sino como captación del enigma de la realidad" (1971)
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3) Tratamiento no sólo naturalista de la realidad representada.
- Buero Vallejo recoge y refleja la realidad exterior, pero no para
reflejarla en el escenario al modo del realismo tradicional, sino para ponerla en
cuestión y, además, no para modificarla sino para modificar la relación del
espectador con su realidad histórica.
4) Recurrencia temática que no es sino la exposición y análisis (nunca
resolución) de los problemas fundamentales del hombre ("su destino, el sentido de
la vida y de la muerte")
- el problema de la verdad como necesidad y objeto de búsqueda
- la libertad convertida en problema ético, dado que el ser humano, que
es su poseedor, debe responder de sus actos mientras hace uso de ella
- la rectitud y la belleza que deben desprenderse del comportamiento
humano que busca la verdad y hace un uso adecuado de la libertad.
5) La tragedia es el vehículo dramático expresivo preferido y elegido por Buero
Vallejo.
- Una tragedia que no se cierra en sí misma semánticamente, sino que
compromete racional y emocionalmente al espectador para provocar en él la
catarsis que le haga reaccionar ante los problemas planteados en la escena y en la
vida real
- La tragedia promueve, según Buero Vallejo, "una crítica inquietante,
una ruptura en el sistema de opiniones que hombres y sociedades se forjan para
permanecer tranquilos" y, a un tiempo, "depuraciones catárticas, que por serlo son
ya transformadoras"
- apuntan estas palabras a la firme creencia bueriana de que la
tragedia ha de ser sustancialmente esperanzada
- Iglesias Feijoo: "Más allá de lo que sostienen las teorías de
Bertolt Brecht acerca de la necesidad del distanciamiento psicológico para que la
potencia crítica del espectador no naufrague, Buero Vallejo defiende la presencia de
la relación empática, emocional, que permite compartir las angustias de los
personajes sin que por ello se vea disminuida la capacidad de reflexión".
6) Pasado-presente-futuro se muestran en una interacción especial en las
tragedias buerianas.
- El pasado incide y pesa sobre el presente condicionándolo, a la vez
que sobre el futuro, aunque sobre este último proyecte el autor la esperanza.
7) Diálogo de gran fuerza dramática, construido con un lenguaje esmerado
pero no afectado, que huye tanto del retoricismo como del lirismo.
8) Personajes construidos con precisión psicológica y protagonistas de gran
fuerza individual que desarrollan la acción a través de su lucha agónica.
9) Acotaciones precisas, pormenorizadas y de fácil visualización, aunque de
compleja plasmación escénica para el director y el escenógrafo.
- Iglesias Feijoo: "Buero Vallejo supo siempre que el teatro, siendo una
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especie muy elevada de literatura, no es sólo literatura. Pocos como él han
trabajado el lenguaje dramático en busca de la palabra justa, eficaz y expresiva, pero
en la escena lo que se presenta es el lenguaje en acción, combinado con muchos
otros elementos para formar una ordenada polifonía. Como auténtico hombre de
teatro, Buero Vallejo no imagina textos, sino espectáculos; no concibe sólo palabras
inmóviles sobre el papel, sino que despliega a través de las acotaciones las señales
para construir una representación ya puesta en pie en el ilusorio escenario de la
mente, donde se combinan en armonioso concierto todos los elementos".
- Las constantes temáticas más significativas de su teatro hasta 1958, año del
estreno de Un soñador..., son:
- La violencia.
- Presente en el comportamiento del pueblo amotinado, pero también
en la represión del mismo;
- hay una violencia latente a lo largo de toda una obra que se
caracteriza por su tensión dramática y dialéctica, pero también una reflexión acerca
de su origen.
- La opresión.
- Se vincula a la anterior porque es el origen de buena parte de la
violencia;
- también, a título personal, un personaje se siente oprimido por sus
propias contradicciones (véase la relación de Esquilache y Fernandita).
- La muerte.
- La muerte física está presente en toda la obra como resultado de la
violencia;
- la muerte, su cercanía, es la atalaya desde la cual reflexiona el propio
Esquilache acerca del sentido y límites de su trayectoria.
- La necesidad de enfrentarse con la verdad.
- El autor hace que sus personajes se enfrenten con su propia realidad
repleta de contradicciones (Esquilache, Ensenada);
- tal vez sea una de las constantes más significativas del teatro de
Buero Vallejo, en el cual siempre los protagonistas deciden enfrentarse con la verdad
como proceso que les permite un mejor conocimiento de sí mismos y de todo aquello
que les rodea.
- La utopía.
- Es el referente ideal que mueve a los protagonistas; en este caso se
concreta en la Ilustración;
- resulta inalcanzable por las propias limitaciones de ellos, pero sigue
siendo un referente válido desde otras perspectivas personales y con nuevos
planteamientos colectivos e individuales (recuérdese el concepto de tragedia
esperanzada).
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- La alienación.
- La padece fundamentalmente el pueblo amotinado en contra de sus
intereses o al margen de los mismos;
- la decisión final de Fernandita es asumir su propio destino al margen
de todo comportamiento alienado.
- El error.
- El error es el resultado del desconocimiento de la realidad y de las
contradicciones del individuo;
- los protagonistas de Buero Vallejo siempre buscan el posible error y
sus causas.
- La libertad.
- Es el referente ideal que, junto a la utopía, mueve a los protagonistas;
- es una libertad sin adjetivos, pero nunca en un sentido romántico: no
deja de ser una libertad racional.
- La esperanza.
- No se pierde porque, al margen del desenlace concreto, el proceso de
conocimiento, la reflexión iniciada, al final abren el camino de la esperanza en
dirección de la utopía y la libertad
- Martha Halsey: "Conscious of the fact it is not enough to
denounce the ills of the present, he uses visual art, music and metaphor to create
positive images of the new reality he invisions. The politics of theater is a politics of
the imagination. Buero imagines or envisions a better society; however, he does not
provide any particular solutions or answers as to how it may de achieved.
Aesthetically cathartic rather than politically programmatic, his tragic theater gives us
poetic visions of the future, not blueprints for reform. His plays thus trascended the
limitations of any particular ideology. He postulates the possibility -if not always the
probability- of the ultimate realization of our dreams. However, this realization rarely
occurs on stage. Rather it depends upon the spectators whom the playwright seeks
to move throught the images he creates".
- Todos son temas propios del concepto renovado de la tragedia que siempre
ha defendido Buero Vallejo.
* Luciano García Lorenzo: "Para Buero la obra trágica es explicable partiendo
del concepto catártico, purificador, que ya definía Aristóteles. El hombre debe
conmoverse ante la tragedia y la misión del dramaturgo es incitar a la lucha al
individuo para que supere sus errores y su dolor creándose su propio destino.
Porque el destino del hombre no viene dado sino que es hecho por él; porque la
mejor manera de encontrarse a sí mismo y encontrar significado a la vida es
precisamente poniendo en cuestión el destino y no creyendo en su fuerza infalible".
* Buero Vallejo: "La tragedia no es pesimista. La tragedia no surge cuando se
cree en la fuerza infalible del destino, sino cuando, consciente o inconscientemente,
se empieza a poner en cuestión el destino. La tragedia intenta explorar de qué modo
las torpezas humanas se disfrazan de destino [...] Los hombres no son
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necesariamente víctimas pasivas de la fatalidad, sino colectivos e individuales
artífices de sus venturas y desgracias [...] Pese a toda duda, creo y espero en el
hombre".
* Buero Vallejo (1957): "Viene a ser el mío un teatro de carácter trágico. Está
formado por obras que apenas pueden responder a las interrogaciones que las
animan con otra cosa que con la reiteración conmovida de la pregunta; con la
conmovida duda ante los problemas humanos que entreve".
- En síntesis, para Buero Vallejo tragedia equivale siempre a
esperanza, en tanto que, sin ésta, no existe aquélla.
- Sus técnicas dramáticas se corresponden con las de un realismo renovado
heredero del de Ibsen:
- trama ordenada y lógica que se desarrolla paulatinamente
- tiempo sucesivo sin saltos entre escenas
- espacio referencial o analógico
- diálogo comprensible
- verosimilitud en los comportamientos.
- Su teatro siempre ha participado de un concepto global del espectáculo y ha
propuesto innovaciones interesantes en este sentido:
- véase anterior cita de Luis Iglesias Feijoo
- Buero Vallejo: "Así, como yo no concibo textos, sino espectáculos, debo
decir que si bien considero a la palabra esencialísima y entiendo que es quizá el
elemento básico de la realidad teatral, ello no quiere decir que no entienda como
ingredientes absolutamente ineludibles de la realidad teatral otros que no son la
palabra, entre los que figura, ¡cómo no!, la acción. Yo entiendo la acción como algo
que va por dentro de las personas, como acción interna y activa. Y, para mí, es
absolutamente fundamental al igual que esos otros elementos llamados paraverbales
en el sentido de que, si bien están conectados con la palabra, tienen una realidad
intrínseca y una significación dramática propia... Sorderas, cegueras, músicas,
silencios, coincidencias en el espacio pero no en el tiempo... son todo un repertorio
de recursos concebidos desde el primer momento como especialmente teatrales, no
de otra manera... Hay que dejar claro que un verdadero hombre de teatro no es
nunca un simple redactor de diálogos".
- Buero Vallejo no admite la disyuntiva entre la expresión estética y la misión social
del teatro:
- Buero Vallejo: "El artista ejerce una misión social, pero la ejerce
estéticamente y sólo así puede cumplirla en cuanto tal artista. Si no se propone
cumplir su misión social mediante las más elevadas consecuciones artísticas será
mejor que se dedique a otras formas de servicio social. Por lo demás, un verdadero
artista nunca permanece de espaldas a la problemática social que vive y le fecunda"
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(1964).
- Buero Vallejo: "Mi teatro está comprometido con la búsqueda de la verdad,
con el dolor de los seres humanos, con los enigmas del mundo, conmigo mismo.
Pero no es seguro que se pueda calificar de comprometido en el sentido corriente,
como de obediencia y propaganda política (1957)
- Luis Iglesias Feijoo: "Hoy en día Buero Vallejo es uno de los autores que en
el teatro universal cabe señalar como más decidido en su empeñado y sistemático
propósito de investigar las posibilidades de trascender las fronteras convencionales
del teatro como género".
- Su teatro histórico crítico, en cuyo ciclo se incluye Un soñador..., tiene un doble
objetivo:
A) Examinar las raíces del presente del autor y del espectador mediante la
reflexión histórica basada en las analogías subrayadas por el autor.
B) El interés por el tiempo histórico en sí mismo.
- En todas las obras de carácter histórico de Buero Vallejo hay una consciente
intención de ser fiel a la realidad histórica
- la riqueza de la documentación aportada, y utilizada dramáticamente, no es
obstáculo para aportar una mayor densidad interpretativa a sus personajes.
- Buero Vallejo examina la Historia para encontrar en ella la clave de las
falsificaciones, de las deformaciones y de las oscuridades, para examinar el presente
a la luz de los acontecimientos pasados que lo gestaron.
* Martha Halsey: "Para un dramaturgo comprometido como Buero la versión
más verdadera debe ser la que venga determinada por los problemas actuales. Se
ha dicho que la historia será tanto más verdadera cuanto más se ajuste a lo que
ocurrió en el pasado, a las condiciones del presente, y a lo que debiera hacerse en el
futuro. El punto de partida que escoge Buero es siempre el presente y, a través de él,
el futuro. Es desde la perspectiva de las necesidades de la España de la posguerra
desde la que considera los hechos pasados".
* Ricardo Doménech: el teatro de Buero Vallejo es de esos que poseen "la
posibilidad excepcional de rehacer el pasado histórico en un escenario, y de que todo
un pueblo, ante esa recreación, pueda interrogarse acerca de ese pasado y de su
destino".
- Un soñador para un pueblo inaugura un renovado enfoque en los temas tratados
por Buero Vallejo: el de la reflexión histórica entendida de forma que la consideración
del pasado ilumine y esclarezca situaciones actuales;
- hay en el teatro histórico bueriano un deseo de conectar el tiempo pasado
con el presente, porque "cualquier teatro, aunque sea histórico, debe ser, ante todo,
actual" (Buero Vallejo)
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- Francisco Abad: "Un soñador para un pueblo constituye un alegato de
enorme valor civil hecho en 1958: exalta la altura política y ética de los ilustrados
españoles cuando apenas si la historiografía estaba empezando a hacerlo, y connota
asimismo unos deseos de reforma y de progreso material y moral que no eran
especialmente los del régimen entonces establecido, sino más bien aquellos con los
que habían soñado algunas figuras de la anterior República"
- cfr. dedicatoria de la obra a Antonio Machado.
- Buero Vallejo concibe la creación teatral como un ámbito de conocimiento y
reflexión, lo cual conlleva la lógica densidad conceptual de sus obras, que siempre
nos remiten a una realidad, histórica o no, que desborda los límites del escenario.
* Luciano García Lorenzo: "El teatro de Buero es denso, en la línea de la
dramática unamuniana, preciso en sus diálogos, huyendo de la anécdota, el vacío o
la vana retórica, hondo en significaciones intelectuales, problemático en sus
planteamientos y con respuestas insinuadas, pero nunca impuestas".
- Buero Vallejo selecciona el episodio histórico del motín de Esquilache (1766) como
un momento clave en el enfrentamiento de las dos Españas, así como un marco
donde plantear problemas básicos relacionados con el ejercicio del poder.
* Francisco Ruiz Ramón: "En Un soñador para un pueblo asistimos al proceso
de derrota y fracaso de los sueños reformistas del ministro Esquilache. Sus sueños,
llevados a la acción mediante medidas concretas, se fundan en la creencia y en la
esperanza ilustrada de que el pueblo, provisionalmente en situación de minoría de
edad política, llegará a ser, si se le suministran los medios y la ocasión, mayor de
edad políticamente, y podrá comprender y ser dueño de sus destinos, cuando
alcance la edad de conciencia que le haga libre porque responsable. Frente a esta
gestión política afirmativa se opone, subrepticiamente, otra de signo negativo que
parte del principio, políticamente establecido e interesadamente inamovible, de que
el pueblo es siempre, y por definición, menor de edad e incapaz por naturaleza para
comprender, y al que, por tanto, no vale la pena educar. Consecuentemente es lícito
y es lógico manipularlo como instrumento ciego, incapaz de transformación interior
orgánica, incapaz de lucidez e incapaz de juicio. La única precaución a tomar, dada
la peligrosa impredictibilidad del instrumento, es la de controlar su ceguera
mediante el uso apropiado de algunos falsos mitos ideológicamente montados, con
función de cebo, como son los del "patriotismo nacionalista" o la "tradición
sacrosanta", haciéndole creer -para eso está la propaganda organizada desde arribaque es él, el pueblo, quien decide por la violencia la marcha de la Historia".
- Buero Vallejo articula la estructura dramática de la obra en dos planos
diferenciados, aunque complementarios:
A) Por un lado está el debate político e ideológico en torno al poder y los
modos de conseguirlo y ejercerlo;
B) de otra parte se dramatizan los problemas personales del protagonista, su
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fracaso matrimonial y su afecto por la sirvienta.
- Buero Vallejo insiste en su obra en que la ceguera colectiva no permitió dar a los
españoles el paso decisivo hacia el progreso, concretado en lo que de ideal colectivo
y personal supuso la Ilustración.
- El Esquilache de Buero Vallejo, transformado dramáticamente en "personaje
soñador", se nos presenta intachable en su proyección pública, pero contradictorio
en su mundo interior
- esta dualidad es fundamental para el carácter dramático del protagonista
- el actor Fernando Fernán Gómez vio así su interpretación del personaje en
la versión cinematográfica: "Fue el Leopoldo de Gregorio que Buero nos muestra en
su obra un hombre enérgico, activo, emprendedor y triunfante. Pero el actor debe
atender no sólo al carácter del personaje, sino a la situación en que éste se
encuentra. Con pocas pinceladas, como lo consiguió el autor en su obra, debe dejar
patente lo anterior, pero en seguida atenderá primordialmente a la situación. Y la
situación es adversa a Esquilache, pues la obra se ciñe al motín y a unos pocos días
precedentes, y el motín acabó mal para el ministro italiano; y lo que se narra en la
obra son los días, las horas en que este mal fin se veía venir, se avecinaba
inexorable. Entiende este actor, de la manera simplificadora que su oficio exige, que
la situación es de tristeza. Esquilache va a perder todo, lo va perdiendo. Hace años
que don Leopoldo ha perdido el amor. Ahora va perdiendo la amistad, la fidelidad, el
poder, la confianza del rey. Tristeza. Por si fuera poco, al borde de la ancianidad una
joven presencia enciende la llama del amor y del deseo en el cerebro del marqués.
Entiende el actor, cuya edad se corresponde exactamente con la de Esquilache, que
en esta relación del marqués con la joven criada sintetiza el autor no el argumento de
la obra, pero sí el drama interior del personaje. No drama, sino tragedia, pues el final
funesto se presupone. Aún no han llegado a las costumbres el romanticismo ni el
naturalismo ni el superrealismo, y el ministro Esquilache no se liará la manta a la
cabeza ni tirará la casa por la ventana para marcharse con la criada. Tristeza."
- En el plano simbólico, Fernandita es la salvación de España -sin ningún carácter
mesiánico, sino como un proyecto de futuro- porque representa al pueblo capaz de
comprender el progreso y llevarlo a cabo por sí mismo.
- Buero Vallejo la convierte en síntesis del pueblo lleno de posibilidades en
que algún día se realizarán los sueños del ministro ilustrado, superado por el tiempo
histórico que él mismo intentó reformar
- Buero Vallejo ha dicho que la obra proclama "la necesidad de que el pueblo
supere sus fallos históricos y de que él mismo, y ninguna otra fuerza, sea quien
encuentre los caminos de una sociedad más justa".
* Ricardo Doménech: "Descartada la fatalidad en la vida del individuo,
obligadamente hemos de descartarla en la vida de un pueblo. Así, desde la
perspectiva de lo trágico, reveses y desdichas serían siempre consecuencias de
torpezas y de errores. En cierto modo, sería verdad el dicho de que cada pueblo
tiene lo que se merece. Pero esto no excluye a su vez que, por cerrada que sea una
situación dada, un pueblo puede siempre encontrar y decidir su propio destino, su
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libertad."
* Recordemos la síntesis de Mariano de Paco: "Antonio Buero Vallejo eligió, en
tiempos difíciles, el teatro como medio de expresión de las preocupaciones que le
acuciaban como ser humano en una sociedad conflictiva. Cosmovisión trágica,
voluntad de búsqueda, reflejo dramático de una ambigua y multivalente realidad,
intención ética, indagación estética, son los elementos siempre mantenidos de una
dramaturgia caracterizada por la permanente evolución integradora"
Esquema del posible trabajo:
- ¿Por qué y para qué acude Buero Vallejo a la historia nacional?
- Traza el esquema básico del conflicto dramático de la obra. Señala el valor
simbólico de cada uno de sus elementos.
- ¿Cuál sería la tesis final defendida por la obra?
- ¿Cuál sería el papel de la documentación histórica utilizada?
- Indica algunos elementos de ficción, no históricos, utilizados para intensificar
la tensión dramática.
- ¿Por qué interrelaciona el debate político-ideológico y los problemas
personales del protagonista?
- ¿Consideras que se trata de un drama abiertamente político? ¿Por qué?
- Consultar preferentemente los libros de Pilar de la Puente Samaniego, Luis
Iglesias Feijoo y Ricardo Doménech incluidos en la Bibliografía.
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