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Una
leyenda
E
POR MARIO ANDRÉS RUIZ
ma.ruiz55@uniandes.edu.co
en la calle
n apenas segundos, Santiago
Castroviejo cierra el computador portátil, toma una cámara
de fotos, un cepillo pequeño,
un copito de algodón y guarda todo en el maletín. Está listo para salir de su oficina en
el Departamento de Ciencias
Biológicas de la Universidad
de los Andes. El destino: la
guardería de perros CyK dog
school, un lugar en el norte
de Bogotá con muchos canes,
quizás alguno acorde con su
investigación sobre el origen
del perro americano.
Meses atrás, al estilo Indiana Jones, su trabajo fue viajar a 30 países como Bolivia,
Perú o México –en América–
y otros como España, India
o Tanzania consiguiendo pelos o saliva de diferentes perros en aldeas, veredas, comunidades indígenas o en la
calle. Con estas muestras,
en el laboratorio, obtuvo la secuencia de
ADN que reconstruye la historia de los canes precolombinos para
encontrar qué queda de
ellos en la actualidad.
El científico siguió los
pasos de Jennifer Leonard y
Carles Vilá quienes, tras décadas de investigación, determinaron que –contrario a lo
que se creía– las tribus precolombinas ya tenían perros domesticados antes de la colonización de América (1492).
Estos llegaron con los primeros humanos provenientes de
Asia hace 15 a 25 mil años
por Beringia. Antes se suponía que todos habían arribado en 1492 y la idea de Castroviejo, ahora en equipo con
Leonard y Vilá, era encontrar
Después de tres años de investigaciones, un grupo de científicos –entre ellos
Santiago Castroviejo, profesor de Los Andes– descubrió que hay perros que
crecieron en América con características genéticas propias antes de la llegada
de Colón. Hasta ahora se creía que todos eran de origen euroasiático. Sus
descendientes, casi extintos, están en la calle entre los llamados ‘perros criollos’.
NOTA UNIANDINA • Agosto de 2010
Fotos: Roger Triana
qué queda de esos perros que
estaban en el continente y no
habían sido estudiados.
Al llegar a CyK los ladridos ensordecedores de casi 50
perros avisan la presencia del
biólogo.
“Todos son mansitos, ninguno muerde. Pasen”, anuncia una mujer.
Santiago Castroviejo.
Algunos cachorros se abalanzan juguetones, otros sólo
ladran y algunos observan desconfiados. ‘Mateo’, un golden,
es el más alegre. Salta como
queriendo besar a Santiago,
quien apenas se ríe. Ni ‘Mateo’
ni los otros 48 animales llaman tanto la atención del biólogo como ‘La Negra’, una perra que desde lejos observa la
llegada de los extraños sin hacer ruido. Apenas vigila.
“Esa es una criollita como
las del estudio. Durante tres
años hemos buscado perros
en Latinoamérica que no sean
de razas europeas o asiáticas.
Por ejemplo, los de los indígenas o campesinos y los callejeros o de razas locales”.
Castroviejo se refiere a
animales que no hayan estado sometidos a procesos
de cruces y mucho menos
a selección genética: “Ahí
puede estar el animal que
buscamos”, dice él, con un
acento español marcado que
no se ha visto afectado por
el año que lleva en Colombia
como profesor del Departamento de Ciencias Biológicas,
alejado de su natal Sevilla.
Investigaciones previas de
Leonard y Vilá dicen que los
canes descienden únicamente
de lobos (no de coyotes u otros
cánidos) que fueron domesticados en Europa y Asia. Llegaron a América con los primeros humanos entre 15 y 25 mil
años atrás y, después, vivieron
aislados geográficamente hasta la llegada de Colón. Con el
análisis de ADN de restos fósiles y momias de perros encontrados por ellos mismos en
Alaska en 1997, se descubrió
que estas especies americanas
habían desarrollado versiones genéticas diferentes a las
demás por su gran aislamiento. Pero, en la actualidad, no se
sabe qué queda de esos animales pues en las razas de perros
reconocidas no hay rastros de
esos canes, según los estudios
practicados hasta ahora.
“Parece imposible que se
hayan desaparecido por completo en estos 500 años”, dice
Castroviejo mientras se acerca
a ‘La Negra’, que le olfatea la
mano. El científico juega con
ella y, de paso, observa a ‘Lucas’, un pequeño que sufre de
artritis y lo tienen aislado porque el inquieto ‘Mateo’ lo molesta y lo lastima.
“‘La Negra’ ya tiene tres
años acá en la guardería. No
es de ningún cliente, es la única nuestra”, aclara Germán
Villa, director y propietario
de CyK, quien recuerda que la
perra llegó de la calle después
de que una señora la encontró
a punto de morirse y en muy
mal estado.
La perra, de unos 9 años,
tiene ‘química’ con Castroviejo y termina lamiéndole la
mano mientras ‘Mateo’ salta como enloquecido tratando de jugar con la cámara del
fotógrafo Roger Triana. Él intenta tomar una imagen a ras
de suelo y ‘Mateo’ lo hace im-
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Agosto de 2010 • NOTA UNIANDINA
42 Santiago Castroviejo
obteniendo una muestra
de saliva de un perro del
campo en Tanzania.
posible. Lo tira al piso. Todos
se ríen. El científico aprovecha la pasividad de ‘La Negra’, saca el cepillo de la maleta y la frota para obtener un
par de pelos. “Si salen con la
raíz completa ahí encuentro
células de las que podemos
obtener el ADN del animal y
de este sacamos información
genética que nos habla de su
historia –explica–. Es difícil
encontrar cuáles perros vienen de los americanos, pero
los de razas conocidas ya han
sido investigados y todos vienen de Europa y Asia. Los callejeros, en cambio, no han
sido estudiados antes. Tomamos 500 muestras para tener un gran margen de posibilidades”.
La investigación de estos
tres rastreadores de perros
sirvió también para desmentir
un popular mito muy difundido en México y en Perú y, se-
gún el cual, los perros ‘azteca’
y pelón eran, respectivamente, autóctonos de cada uno de
esos países. En 1999 Vilá realizó pruebas con la raza mexicana xoloitzcuintle, que se
consideraba ciento por ciento americana, intentando encontrar rastros de estos perros
precolombinos y se descubrió
que también procedía de canes domesticados en Eurasia.
“El xoloitzcuintle tiene un
prototipo que uno puede intuir que es de un perro precolombino, pero no es así. Según estos análisis de ADN, el
aspecto surgió de cruces. Se
mezclaron perros que tenían
estas mutaciones específicas
como la falta de molar o de
pelo y se reconstruyó un animal igual a los que se ven en
los grabados antiguos mayas
o aztecas, pero realmente provienen de Europa o Asia”, afirma Castroviejo, que ahora rea-
liza un masaje con un copito
dentro de la boca de ‘La Negra’ para obtener una muestra
de la saliva. La guarda en un
tubo pequeño y la sella.
Según calcula Germán,
por el estado en el que llegó ‘La Negra’, duró muchos
años en la calle. “La señora la
recogió, pagó veterinario y la
estadía en CyK por unos meses. Tenía una infección en el
aparato reproductor, un tumor y todo se le curó”, recuerda Villa, quien sonríe y
pide ayuda al ver que ‘Mateo’
le jala los cordones de los zapatos al fotógrafo. El perro es
aislado y gracias a esto dejan
salir al artrítico ‘Lucas’ y a
‘Martín’, un bulldog con cara
de pocos amigos, al que tampoco le permiten compartir
habitación con ‘Mateo’, pues
quizás lo lastime cuando se
enfurezca por la actitud de
juego incontenible del golden.
Foto: Archivo particular
Origen de la
investigación
Hace tres años, el biólogo
español Santiago Castroviejo estaba realizando su
doctorado en la Universidad de Uppsala en Suecia y tuvo
como directores de tesis a la bióloga y PhD de la Universidad de Californa Jennifer Leonard y al zoólogo y PhD de
la Universidad de Barcelona Carles Vilá, quienes habían
realizado estudios previos sobre el origen de los perros en
los que se descubrió, a través de los ADN de perros fósiles
y momias encontradas en Alaska, que estos canes tenían
una composición genética diferente a los euroasiáticos y
africanos, pero que no estaba en perros de razas latinoamericanas.
Así, el grupo de investigadores, en ese momento en Suecia, motivado por los resultados anteriores, se dio a la ta-
NOTA UNIANDINA • Agosto de 2010
rea de averiguar qué paso con estos perros, pues parecía
imposible que se hubieran desaparecido por completo.
“Estaba haciendo mi tesis sobre la evolución de ranas
en Suramérica y Carles (Vilá) estaba investigando sobre los
cánidos. Después de varias charlas surgió la idea y empezamos a trabajar, buscando muestras en todo el mundo. No
nos limitamos sólo a América porque se podrían haber desplazado en los últimos 500 años”, narra Castroviejo, profesor del Departamento de Ciencias Biológicas de Los Andes.
Se unió a ellos un estudiante de maestría y Pontus
Skoglund, biólogo y magíster de la Universidad de Uppsala. Empezaron a recorrer 30 países recolectando 500 muestras de perros para escudriñar en su ADN, buscando información que les permitiera reconstruir lo que sucedió. En
2010 ya arrojaron las primeras conclusiones.
‘La Negra’ juega y se
entretiene en la pista de
entrenamiento de CyK
dog school donde vive
desde hace tres años.
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Elitismo canino
Después de tres meses
de gastos en guardería y veterinario, Germán le dijo a
la señora que en CyK se encargaban de ‘La Negra’ y le
buscarían una familia que la
adoptara. Él no contaba con
la exigencia de sus clientes,
que nunca se fijaron en la perra por no ser ‘de raza’. A pesar de su tranquilidad y de ser
la más juiciosa en CyK, después de tres años a nadie le
interesó adoptarla. Cientos de
animales entraron y salieron
de allí, pero ella siempre pasó
desapercibida.
Esta discriminación es un
fenómeno cultural que parece llevar más de 500 años y
que, según calcula Castroviejo, es una de las razones por
las que se dio la desaparición
de la mayor parte de los perros de origen americano.
El científico, que ocupa posición posdoctoral en la Universidad de los Andes, ve la
combinación de tres factores
como causantes de esa casi
extinción: el primero es cultural, pues cuando llegaron
los perros euroasiáticos los
nativos los prefirieron por su
gran porte (servían más para
la caza) y porque les daban
más estatus, así empezaron a
dejar de lado a los precolombinos. La segunda es que muchos de los perros nativos tenían carácter sagrado, sobre
todo en las culturas azteca y
maya, y fueron perseguidos
por el afán de cristianización.
La tercera es que con la colonización –igual que pasó con
los humanos– los canes europeos portaban enfermedades
para las que ellos eran inmunes, pero que como no existían en América los precolombinos no tenían defensas en su
cuerpo: muchos murieron.
“Aunque esto no está del
todo documentado creemos
que son las principales razones”, precisa Santiago, esforzándose por hablar con más
volumen para ser escuchado
ya que ‘Mateo’, ahora aislado,
empieza a llorar como rogando que lo dejen volver al juego con los demás.
‘La negra’ se aleja de Santiago después de un rato y se
acerca a ‘Fergusson’, un border collie, hijo de un campeón
mundial de agility. Empiezan
a jugar, parecen coqueteando. “Ellos no tienen reparo.
Aunque no consiga quién la
adopte, ‘La negra’ todavía levanta, es la novia de un perro
con sangre de campeón”, dice
riéndose Villa.
Peligro, perro en extinción
EN UNA FRASE
…“Hicimos
simulaciones
genéticas con 500
muestras y descubrimos
que, en menos de 500
años, la comunidad de
canes precolombinos
desapareció casi por
completo. Los genes
que quedan de perros
americanos están
‘perdidos’ en la calle”.
Santiago Castroviejo
Profesor de Ciencias Biológicas de
Los Andes y biólogo de la Universidad
de Sevilla con doctorado en Filosofía,
especialidad en Genética Evolutiva.
A pesar de que en el prototipo de ‘La Negra’ no se alcanza a detectar qué cruces
pueda tener, es más probable
que en su ADN se descubra
Equipo humano
Jennifer A Leonard, bióloga y PhD de la Universidad
de Californa, investigadora de la Estación Biológica de
Doñana en Sevilla (España) y del Center for Conservation
and Evolutionary Genetics, National Zoological Park,
Smithsonian Institution, Washington D.C. (EU).
Carles Vilá, zoólogo y PhD de la Universidad de
Barcelona, profesor del Departamento de Biología
Evolutiva de Universidad de Uppsala (Suecia) e
investigador de la Estación Biológica de Doñana en
Sevilla (España).
Santiago Castroviejo, biólogo de la Universidad de
Sevilla con doctorado en Filosofía, especialidad en
Genética Evolutiva de la Universidad de Uppsala (Suecia),
actualmente profesor y en posición posdoctoral en el
Departamento de Ciencias Biológicas de Los Andes.
Raúl Valadez, biólogo con doctorado en Ciencias de la
UNAM (México). Es profesor e investigador del Instituto
de Investigaciones Antropológicas de la UNAM (México).
Pontus Skoglund, biólogo y magíster de la Universidad
de Uppsala, en donde está haciendo su PhD.
Agosto de 2010 • NOTA UNIANDINA
2. Llegada de humanos a América desde Asia,
a través de Beringia, hace 15 a 25.000 años. Los
hombres ya traían perros domesticados. En Alaska
fueron encontrados fósiles de estos caninos.
origen del perro americano
44 1. El hombre empieza a domesticar
lobos hace 20 a
50.000 años y se da
el origen del perro.
1.
8.
4. Hubo un aislamiento absoluto de América y el resto del
mundo hasta la llegada de los
europeos en 1492. Los perros
del continente americano evolucionaron independientemente de los del Viejo mundo.
24.
19.
21.
28.
1. Alaska
2. Argentina
3. Brasil
4. Bolivia
5. Belice
6. Camboya
7. China
8. Canadá
9. Corea del Sur
10. Costa Rica
11. Cuba
flujo genético entre
los perros del viejo
mundo que se desplazan entre Asia, Europa
y África. Empiezan
a crearse diferentes
razas, según las necesidades del hombre.
12. España
13. Estados Unidos
14. Guinea Ecuatorial
15. India
16. Islas Canarias
17. Kenia
18. México
19. Namibia
20. Omán
21. Paraguay
22. Panamá
$500.000
a $700.000 $54.000 es el precio
puede costar
un perro labrador en el mercado.
$20.000 es el valor
de un perro sin raza reconocida en
Zoonosis, el centro de adopción de caninos
de la Secretaría de Salud de Bogotá. NOTA UNIANDINA • Agosto de 2010
de las tres vacunas que
hay que ponerle a un perro,
incluida la de la rabia.
$0 Se invierten
en vacunas en Zoonosis,
ya que entregan los perros
vacunados y esterilizados.
23.
3. Se presenta un
6. América se pobló de
perros euroasiáticos de
razas por la preferencia de
los habitantes de la región.
El can americano desapareció casi por completo.
5. Con la colonización de América, en 1492,
se empezaron a reemplazar los perros nativos
americanos por los euroasiáticos. Las enfermedades que traían los del viejo continente, así como la
persecución de los colonizadores a los animales
–al ver que algunos eran considerados sagrados
por los indígenas de la región– fue causante de la
casi extinción de los canes precolombinos.
6.
17.
26.
3.
4.
2.
15.
14.
29.
9.
7.
20.
22.
10.
27.
16.
11.
18.
5.
25.
12.
13.
23. Papúa Nueva Guinea
24. Perú
25. Rumania
26. Tanzania
27. Turquía
28. Uruguay
29. Venezuela
De estos 29 lugares se obtuvieron
500 muestras para la investigación
buscando al perro precolombino.
250 gramos
de comida consume un labrador al día.
$50.000
a
$100.000
es el rango
de valor de un bulto de ocho
kilos de comida para canes.
A un labrador le duraría un mes.
un origen precolombino a que
esto ocurra en los de razas reconocidas, pues los resultados
de la investigación de Castroviejo arrojaron una cifra contundente: de las 500 muestras
recogidas, que incluían razas
supuestamente latinoamericanas como los xoloitzcuintle o el pelón peruano, entre
otros, sólo dos resultaron ser
descendientes de los precolombinos y ambos eran de los
que comúnmente se conocen
como callejeros.
“Fue algo totalmente inesperado. Pensábamos encontrar un cuarto o un tercio de
perros precolombinos entre
las muestras pero con estos
resultados se ve que desaparecieron casi por completo”,
afirma asombrado Santiago
Castroviejo, biólogo de la Universidad de Sevilla con doctorado en Filosofía y especialidad en Genética evolutiva de
la Universidad de Uppsala de
Suecia.
Los dos exclusivos perros
son mexicanos y no pertenecen a ninguna raza reconocida. “Escogimos algunos que
respondían a aspectos similares a los de grabados antiguos
y a esculturas caninas de los
incas, mayas o aztecas, entre
otros, como el pelón peruano
o los chihuahuas, pero tam-
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Perros ‘de raza’,
perros ‘de calle’
Según su mapa genético, el perro
es una subespecie del lobo que
fue domesticada por el hombre. La
evidencia más antigua de un can
domesticado es de hace 31.700 años.
Desde esa época ayudan en la caza y
la defensa del grupo a las personas.
Las razas fueron creadas por los
humanos, que empezaron a realizar
cruces buscando características
específicas. En la actualidad hay 337
razas reconocidas por la Federación
Cinológica Internacional (FCI).
Según Germán Villa, adiestrador y
especialista en razas: “La diferencia
es que de un perro de determinada
raza se puede garantizar un
comportamiento específico, un
prototipo y una actitud”.
En el estudio del origen del perro
precolombino, los de razas europeas
no se incluyeron porque la mayor
parte de las investigaciones que
se han hecho hasta ahora son con
estos animales, que pasaron por
esos procesos de cruces y se ha
demostrado que son euroasiáticos.
Foto: Archivo particular
‘Mateo’ salta emocionado por
la llegada de Santiago Castroviejo a CyK dog school.
bién provienen de Eurasia. Los únicos fueron los
dos callejeros que encontramos en México, es increíble”, concluye el profesor del Departamento
de Ciencias Biológicas
de Los Andes, que ahora se pregunta qué pasó
con ‘Mateo’ que no volvió a sonar, cansado de
que nadie le prestara
atención.
Después de la muestra y la respectiva foto documental, Santiago se despide de ‘La Negra’ como si
no quisiera dejarla. “Uno se
termina encariñando con los
animalitos muy fácil. Lo más
duro es en las perreras públicas donde quisiera adoptar a
todos”, dice algo melancólico el español al dejar que la
perra lamiera su mano por
última vez. ‘La Negra’, por
su parte, lo sigue con la mirada hasta que el científico
desaparece. Ahora le queda
seguir siendo la reina del lugar en donde es la consentida
de Germán, así como de Alicia, Fernanda y Myriam, las
mujeres encargadas de cuidar a todos los perros. Ellos
tienen otro aliciente: queda la
posibilidad de que ‘La Negra’
sea una de esas pocas privilegiadas en todo el universo con
genes del perro precolombino.
Suerte que ni siquiera tienen
los exclusivos y costosos xoloitzcuintles.
Al final, el fotógrafo se despide desde lejos de ‘Mateo’,
encerrado en una habitación
independiente, y le consiente
la cabeza al artrítico ‘Lucas’,
que llevaba siguiéndolo desde hace unos diez minutos sin
que casi se notara
Agosto de 2010 • NOTA UNIANDINA
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