Investigadores españoles estudian la falla del terremoto de Haití Un equipo científico liderado por la Universidad Complutense y especializado en la geología del noreste del Caribe, estudia la tectónica de la Falla de Enriquillo, cuyo movimiento acaba de producir un terremoto de magnitud 7 en Haití. Los habitantes de Haití se han visto sorprendidos por un devastador terremoto a las 16:53:09 hora local el 12 de Enero del 2010. Un terremoto de gran magnitud, poco profundo y con epicentro a solo 15 km de la capital (Puerto Príncipe), junto con la extrema pobreza del país han sido los ingredientes principales que han desencadenado unas consecuencias catastróficas. Un terremoto de características similares ocurrido en 1994 en Los Ángeles causó 70 muertes. La energía acumulada durante décadas, no solo se liberó en este terremoto, sino también en las numerosas réplicas de magnitud superior a 5 que le siguieron. Además de la devastación de Haití, el seísmo fue sentido en Cuba, Jamaica, y Puerto Rico, países en los cuales se activó en las primeras horas la alerta por tsunami. Esta alerta de tsunami fue desactivada a las pocas horas ya que el terremoto sólo produjo una cresta de ola de 12 cm en Santo Domingo. En la región de Santiago de Cuba y Guantánamo se evacuaron 30.000 personas hacia zonas elevadas al conocerse la alerta de tsunami en un primer momento. El terremoto se produjo en la zona que limita dos placas tectónicas, la placa del Caribe y la placa Norteamericana. La placa del Caribe se mueve aproximadamente 20 mm cada año hacia el este respecto al placa Norteamericana, movimiento que produce la deformación de la corteza y la generación de grandes fallas sísmicas de desgarre orientadas principalmente este-oeste. La isla de la Española está atravesada por dos grandes fallas de desgarre: la Falla Septentrional al norte, y la Falla de Enriquillo al sur. Entre los años 1943 y 1953 se han producido hasta cuatro terremotos destructivos de magnitud mayor de 7 asociados a la Falla Septentrional. Sin embargo, los resultados preliminares de la localización del epicentro de Haití, su profundidad y su modelo de ruptura, indican que este evento está asociado con un movimiento de la Falla de Enriquillo. En esta otra falla, relativamente más tranquila desde el punto de vista sísmico, no se habían producido terremotos importantes en las últimas décadas, aunque podría haber sido la causante de varios de los grandes terremotos históricos. El Dr. José Luis Granja Bruña, científico especializado en geología del Caribe, cree que “el terremoto de Haití cuestiona los mapas previos de peligrosidad sísmica de la región, que no la señalaban como extremadamente peligrosa, debido a que no ha producido terremotos destructivos durante los dos últimos siglo.”. La Falla de Enriquillo acomoda un desplazamiento de 7 mm/año, de los 20 mm totales del movimiento entre la placa del Caribe y la Norteamericana. Hacia el este de Haití, esta falla desaparece en la República Dominicana, mientras que hacia el oeste continua en el mar. El análisis de la prolongación de esta falla en el mar es uno de los objetivos del grupo de investigadores liderado por Andrés Carbó Gorosabel, de la Universidad Complutense de Madrid. Este equipo, formado por geólogos y físicos, lleva más de una década estudiando la geología del noreste del Caribe y trabajando activamente con varias instituciones de la República Dominicana y con el Servicio Geológico de Estados Unidos. El Dr. Carbó nos explica: “la tectónica de esta zona del Caribe es extremadamente compleja, pero gracias a los resultados de las investigaciones realizadas en los últimos años, ahora entendemos mucho mejor su geología”. El grupo de la Complutense trabajó inicialmente en aguas de Puerto Rico y en los últimos cinco años se centró en las aguas de la Española, dónde realizó su última campaña en Abril del 2009, a bordo del buque de investigación Oceanógrafica Hespérides. Andrés Carbó asegura que “para entender la geología de la isla de la Española necesitábamos continuar el trabajo realizado en la República Dominicana y Haití, y la Falla de Enriquillo es una de las zonas clave en que habíamos centrado nuestra atención”. Los proyectos en los que se han enmarcado las investigaciones, han sido financiados por el Ministerio de Ciencia e Innovación a través del Plan Nacional de Investigación Científica. La compleja organización de los trabajos ha supuesto la coordinación de un buen número de instituciones tanto españolas, Real Observatorio de la Armada e Instituto Español de Oceanografía, como dominicanas, Dirección General de Minería y Marina de Guerra. Los resultados obtenidos, hasta la fecha, se están utilizando para evaluar y asesorar sobre la peligrosidad sísmica y de tsunamis a la República Dominicana. Las fallas sísmicas pueden permanecer tranquilas durante cientos de años y después liberar la energía elástica acumulada, de forma repentina. La catástrofe de Haití nos recuerda que la predicción de ocurrencia de terremotos y la consecuente prevención de los daños que puedan producirse, sigue siendo uno de los mayores retos geo-científicos de nuestros tiempos. Aunque trágico, casos como este, nos recuerda que la investigación científica, incide directamente en el bienestar de la humanidad. Figura. Mapa de la isla de la Española (Haití y República Dominicana) y de sus fondos marinos. Las líneas rojas marcan los principales límites tectónicos y las fallas citadas en el texto. La estrella amarilla señala la posición del epicentro del terremoto de Haití del 12 de enero de 2010. Los triángulos indican bordes de placas convergentes y las flechas indican los movimientos relativos a lo largo de las fallas. Las áreas grises en el mar indican las zonas investigadas hasta el momento por el grupo Complutense.