POEMA COMENTARIO CRÍTICO (localización, tema y tratamiento) Romance de la Pena Negra Las piquetas de los gallos cavan buscando la aurora, cuando por el monte oscuro baja Soledad Montoya. Cobre amarillo, su carne, huele a caballo y a sombra. Yunques ahumados sus pechos, gimen canciones redondas. Soledad, ¿por quién preguntas sin compaña y a estas horas? Pregunte por quien pregunte, dime: ¿a ti qué se te importa? Vengo a buscar lo que busco, mi alegría y mi persona. Soledad de mis pesares, caballo que se desboca, al fin encuentra la mar y se lo tragan las olas. No me recuerdes el mar, que la pena negra, brota en las sierras de aceituna bajo el rumor de las hojas. ¡Soledad, qué pena tienes! ¡Qué pena tan lastimosa! Lloras zumo de limón agrio de espera y de boca. ¡Qué pena tan grande! Corro mi casa como una loca, mis dos trenzas por el suelo, de la cocina a la alcoba. ¡Qué pena! Me estoy poniendo de azabache, cama y ropa. ¡Ay mis camisas de hilo! ¡Ay mis muslos de amapola! Soledad: lava tu cuerpo con agua de las alondras, y deja tu corazón en paz, Soledad Montoya. Por abajo canta el río: volante de cielo y hojas. Con flores de calabaza, la nueva luz se corona. ¡Oh pena de los gitanos! Pena limpia y siempre sola. ¡Oh pena de cauce oculto y madrugada remota! FEDERICO GARCÍA LORCA Romancero Gitano El poema anterior es uno de los más conocidos del Romancero Gitano de Federico García Lorca, escrito en homenaje a su tierra, Andalucía. El libro se centra en la figura del gitano, no como personaje tópico, sino como símbolo del carácter andaluz, trágico y apasionado. La obra mezcla los temas y la métrica popular con el empleo de complicadas metáforas que muestran la influencia culta gongorina y preludian el surrealismo. El tema de este poema, la pena, unida a la frustración sexual, es uno de los predilectos de la poesía lorquiana. En este caso, la pena está personificada en la protagonista, Soledad Montoya, que huye desesperadamente de su casa y baja por la montaña en busca de consuelo. (intención del autor y análisis del texto) La intención de Lorca parece haber sido, por tanto, mostrarnos ese dolor y sufrimiento de la raza gitana a través de un breve episodio narrativo, pero de gran intensidad lírica. El poema se caracteriza, además, por su fragmentarismo, un rasgo tomado de los romances populares. De esta forma, la narración se abre repentinamente, in media res. Apenas sabemos nada de la protagonista, Soledad Montoya, que aparece de madrugada, bajando por el monte oscuro. Las metáforas referidas a su carne y sus pechos la definen como gitana y revelan su sufrimiento, aunque no la causa. La naturaleza, personificada, enfatiza el ambiente de misterio que la envuelve. A lo largo del poema vamos descubriendo el motivo de su dolor, aunque nunca se llega a revelar del todo. Las metáforas y símbolos que usa Lorca son deliberadamente ambiguos, pero parecen referirse a la pasión sexual que domina a Soledad Montoya. Así, la imagen del caballo desbocado o las alusiones al cuerpo de Soledad, especialmente su cabello y muslos, que necesitan lavarse, purificarse en el mar o en el agua. Llama la atención cómo Lorca ha sabido enfatizar ese dolor que siente Soledad a través de la reiteración del vocablo pena y la profusión de exclamaciones e interrogaciones. La misma brevedad del poema y el dinamismo de la acción, con Soledad corriendo por el monte y de un lado a otro de su casa, son síntomas de esa desesperación irremediable. Con gran plasticidad, Lorca nos transmite la amargura de ese dolor a través de diversas metáforas: lloras zumo de limón, me estoy poniendo de azabache... Es destacable también la presencia del propio poeta como personaje que dialoga con la protagonista, rasgo que encontramos en otros romances de este libro. La narración se cierra al amanecer, en un ambiente más amable, pero Lorca acaba reflexionando sobre la pena del pueblo gitano, de la que Soledad es sólo un ejemplo. (valoración personal, recapitulación y conclusión) Este poema de Lorca nos inquieta ya desde un principio con la imagen de los gallos, que parecen compartir la desesperación de Soledad: ellos también cavan y buscan algo. La localización nocturna y el continuo sufrimiento que transmite el poema nos conmueven y sitúan en un ambiente de pesadilla. El poema alcanza una gran intensidad lírica, reflejo de la maestría de Lorca en el uso de la metáfora, así como su capacidad de sugerencia. Al mismo tiempo, compartimos con Lorca la identificación con la mujer y el pueblo gitano. Soledad es ejemplo del papel erótico y doméstico tradicionalmente asignado al sexo femenino (ella va de la cocina a la alcoba) y que, por fortuna, ya está casi desterrado. Al mismo tiempo, Soledad es símbolo del pueblo gitano, al que Lorca atribuye un sufrimiento innato, quizás por su condición de grupo marginado. En este caso, y aunque en gran medida eso siga siendo así, cada vez observamos una mayor integración social de este colectivo, principalmente desde el ámbito educativo. También ha contribuido a ello la difusión del arte flamenco desde el siglo pasado, en la que Lorca jugó un papel bastante importante.