Relatoría 11. Sesión sobre “Salud y sexualidad” Por: Nancy Yaibhé Pedraza Corpus y Olinca Dessirée Páez Domínguez, El Colegio de México Moderadora: Ivonne Szasz Pianta El Colegio de México Comentarista: Cecilia Gayet Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, México __________________________________________________________________ La presentación de la sesión corrió a cargo de Ivonne Szasz, quien señaló que dentro de los estudios demográficos la sexualidad es un tema relativamente nuevo, pues fue a mediados del siglo pasado que el control de la fecundidad y la emergencia del VIH/sida hizo que los estudiosos de la población centraran su atención en este aspecto. Posteriormente, con la aparición del virus del papiloma humano ( VPH) y su relación con el cáncer cervico-uterino los vínculos entre la sexualidad y la salud se hicieron más evidentes. Agregó que, debido a su novedad, la producción académica sobre este tema es aún escasa, por lo que considera que cualquier avance en el campo que permita comprender la relación entre la sexualidad y la salud en el mundo contemporáneo es de sumo valor. En seguida Szasz dio la palabra a Marta Caballero (Universidad Autónoma del Estado de México), quien expuso su trabajo “Madres e hijas ante la migración del compañero: estudio intergeneracional de la sexualidad y la salud reproductiva de las que se quedan en comunidades rurales de Morelos, México”, realizado junto con otras tres colegas de la misma Universidad. Los resultados parten de entrevistas a profundidad y de un seguimiento fotográfico hecho con nueve familias de una comunidad al oriente del estado de Morelos, que en años recientes se ha identificado como expulsora de migrantes; se identificaron a madre e hija compañeras de migrantes con un tiempo de migración no mayor a cinco años. Entre los hallazgos del estudio se puede mencionar que la migración es decidida unilateralmente por el hombre y acatada por la mujer; que esa decisión está basada en redes; que la migración transforma la vida familiar y de pareja ocurriendo una especie de conyugalidad a distancia; que se percibe la solidaridad intergeneracional y el apoyo entre madres e hijas; que las hijas aprenden de las madres a ser mujeres compañeras de migrantes, pero tienen mayor libertad de decisión; que las remesas son una especie de fe de vida; que ellos saben más de ellas que ellas de la vida de ellos; que los embarazos se relacionan con los ciclos migratorios, al igual que el uso de métodos anticonceptivos en el caso de las hijas, pues no desean tener tantos hijos como sus madres; que no se usan métodos para prevenir infecciones de transmisión sexual; que existe la figura del cómplice de familia, casi siempre la suegra, pero que a veces es la propia madre quien supervisa que la sexualidad se ejerza sólo dentro de la unión estable; y que las hijas ven la vida sexual como un mecanismo de comunicación de la pareja, mientras que en las madres se trata del débito conyugal. La siguiente ponente fue Nancy Pedraza (El Colegio de México), quien a nombre propio y de Fátima Juárez (El Colegio de México), presentó los primeros resultados de su investigación doctoral sobre “El cortejo, la iniciación sexual y la percepción de riesgo de infecciones de transmisión sexual”, que tiene un diseño cuasi experimental. Mediante una encuesta se captó la biografía sexual de una muestra de mujeres de 18 a 49 años, usuarias de los servicios de salud en dos unidades sanitarias de la jurisdicción Venustiano Carranza, con el propósito de comparar las trayectorias sexuales de mujeres positivas a VPH y mujeres sin un diagnóstico positivo; de ahí que se haya buscado seleccionar a las mujeres controlando su inclusión en la muestra de acuerdo con su condición de displasia. Mientras que las mujeres con displasia se captaron en la clínica de displasia de la jurisdicción, para garantizar la correcta identificación de los casos de mujeres sin displasia se utilizó la experiencia y conocimientos clínicos del personal, los cuales emplearon observación clínica, Papanicolaou, técnica de captura de híbridos y tinción con ácido acético. Respecto a los resultados, Pedraza confirmó que las trayectorias sexuales de las mujeres con y sin displasia son significativamente distintas. Las mujeres con displasia tienen mayor edad y menor escolaridad, lo que coincide con lo esperado de acuerdo con la evolución natural de la infección y la vulnerabilidad relacionada con la baja escolaridad. En cuanto a la percepción sobre el comportamiento sexual de sus compañeros, entre las mujeres con displasia una mayor proporción indicó que él tuvo una pareja concurrente durante su relación. Aunque en ambos grupos de mujeres la primera relación sexual se da con un compañero formalestable, y en ambos casos se desconoce cuántas parejas sexuales previas habían tenido sus compañeros, el uso de protección en la primera relación sexual es menos frecuente entre las mujeres con displasia. A esta presentación siguió la de Estela Rivero (El Colegio de México), quien ofreció los resultados de la investigación “Comportamientos de riesgo del sida en las mujeres embarazadas en México: un análisis cuasiexperimental”, realizada junto con Tamil Kendall (Universidad de Columbia Británica), a partir de una base de datos de mujeres embarazadas que se practicaron una prueba rápida del VIH en unidades de salud de todo el país entre octubre de 2006 y diciembre de 2009, y a las que se aplicó una encuesta para identificar tanto características sociodemográficas como factores de riesgo propios y de la pareja. Se compiló una base de datos de 436,994 registros con los resultados de las pruebas rápidas (reactiva o no reactiva) y la información del cuestionario; y para hacer comparables a los dos grupos se simuló un diseño de caso-control, en donde a cada mujer reactiva identificada en determinado centro de salud se empató una mujer no reactiva de la misma edad, paridad y etnia. Se ajustaron modelos de regresión logística controlando por características sociodemográficas y lugar de aplicación de las pruebas, y se encontró que entre mujeres reactivas y no reactivas no existen diferencias significativas en los comportamientos de riesgo reportados; pero sí diferencias significativas en la percepción sobre el comportamiento sexual de sus parejas. Al llegar su turno, Catherine Menkes (Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias, UNAM) presentó la investigación “Prácticas sexuales de los adolescentes en el Distrito Federal”, con el análisis preliminar de una encuesta aplicada a 3,135 estudiantes de secundaria y preparatoria en escuelas públicas del Distrito Federal, en la que se exploran sus prácticas y conocimientos vinculados con la sexualidad. Los resultados preliminares indican que estos adolescentes tienen, en general, un limitado conocimiento sobre la biología de la reproducción, incluyendo el período fértil de las mujeres; muy pocos saben que el aborto se despenalizó en el Distrito Federal; hay diferencias por sexo en la edad a la primera relación sexual y en la edad del compañero; las mujeres saben más que los hombres sobre infecciones de transmisión sexual, aborto inducido y métodos anticonceptivos; las mujeres obtienen información sexual de sus madres y los hombres de sus padres; la mayoría de los sexualmente activos inició su vida sexual sin condón y el motivo principal no es la falta de información sino el hecho de que no planeaban tener relaciones sexuales. Para finalizar, Cecilia Gayet destacó los ejes comunes en los trabajos presentados, hizo comentarios y planteó sugerencias puntuales. Después se abrió espacio para preguntas de los asistentes, las cuales fueron respondidas por las ponentes, para dar por terminada la sesión.