Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 848/2006. Ponente: Ilmo. Sr. D. Ignacio Moreno González-Aller MOVILIDAD GEOGRAFICA: diferencias entre traslados y desplazamientos: determinación; traslado: inexistencia: cambio de centro de trabajo fuera de la localidad, sin implicar cambio de residencia: posibilidad de utilizar medios de transporte públicos y compensación de los efectos perjudiciales mediante un aumento de los salarios anuales en cuantía razonable: ausencia de modificación sustancial de las condiciones de trabajo. El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte actora contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 10 de Madrid, de fecha 12-12-2005, en autos promovidos sobre conflicto colectivo. En la Villa de Madrid, a seis de marzo de dos mil seis, habiendo visto en recurso de suplicación los presentes autos la Sección Primera de la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, compuesta por los Ilmos. Sres. citados, de acuerdo con lo prevenido en el artículo 117.1 de la Constitución española de 27 de diciembre de 1978 ( RCL 1978, 2836) , EN NOMBRE DE SM EL REY Y POR LA AUTORIDAD QUE LE CONFIERE EL PUEBLO ESPAÑOL ha dictado la siguiente SENTENCIA en el recurso de suplicación número 848/06, formalizado por el Sr. Letrado D. Enrique Lillo Pérez, en nombre y representación de Federación Agroalimentaria CCOO de la Presidenta del Comité de Empresa de Sos Cuétara SA, contra la sentencia de fecha 12 de diciembre de 2005, dictada por el Juzgado de lo Social número 10 de los de Madrid en sus autos número 907/05, siendo recurrido Sos Cuétara SA representado por el Letrado D. Iván López García de la Riva, seguidos a instancia de Federación Agroalimentaria CCOO y Comité de Empresa de Sos Cuétara SA frente a Sos Cuétara SA, en reclamación por CONFLICTO COLECTIVO, siendo Magistrado-Ponente el Ilmo. Sr. D. Ignacio Moreno González Aller, y deduciéndose de las actuaciones habidas los siguientes ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Según consta en los autos, se presentó demanda por la citada parte actora contra la mencionada parte demandada, siendo turnada para su conocimiento y enjuiciamiento al señalado Juzgado de lo Social, el cual, tras los pertinentes actos procesales de tramitación y previa celebración de los oportunos actos de juicio oral, en el que quedaron definitivamente configuradas las respectivas posiciones de las partes, dictó la sentencia referenciada anteriormente. SEGUNDO En dicha sentencia recurrida en suplicación se consignaron los siguientes hechos en calidad de expresamente declarados probados: «I.-La Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras (CCOO) y Doña María Purificación, con DNI núm. NUM000 en calidad de Presidenta del Comité de Empresa interponen demanda contra la empresa Sos Cuétara, S A, solicitando que se declare la nulidad de la decisión consistente en trasladar a los trabajadores afectados desde el centro de trabajo de Villarejo de Salvanes a Rivasvaciamadrid, por incumplimiento de los requisitos formales de comunicación previa a la representación legal de los trabajadores, con consignación de la causa y criterios de la razonabilidad de la medida y subsiguiente reposición de los trabajadores afectados. II.-El presente conflicto colectivo afecta a un núm. aproximado de 180 trabajadores que forman el departamento de Servicios Generales del Grupo Sos Cuétara; colectivo de trabajadores entre el que, cuatro ostentaban la condición de miembros del Comité del Centro de trabajo de Villarejo de Salvanes, por CCOO. El centro de trabajo de Villarejo de Salvanes tiene Convenio Colectivo propio de Centro. (Folios núm. 1750 a 1790 de autos). III.-La empresa el día 1209.2005 comunica al Comité de Empresa e individualmente a los trabajadores que a partir de ese mismo día los Servicios Generales del Grupo Sos Cuétara, (hasta entonces sitos en el centro de trabajo de Villarejo de Salvanes), pasarán a estar ubicados en la Calle Marie Curie núm. 7 de Rivasvaciamadrid. IV.-El contenido de la carta remitida al Comité de Empresa de Villarejo de Salvanes es el siguiente: "Les comunicamos que los Servicios Generales del Grupo Sos-Cuétara que vienen estando ubicados en los últimos años en este Centro de trabajo de Villarejo de Salvanés (Madrid), van a pasar a estarlo desde el próximo 12 de septiembre en Rivas Vaciamadrid. C/ Marie Curie, 7. Hemos tomado esta decisión ante las necesidades de crecimiento tanto de la Fábrica como de los Servicios Generales. Junto con la presente, les hago entrega de una copia de los dos modelos de comunicación que de manera individual e inmediata vamos a hacer a los trabajadores afectados y cuya única variante estriba en que la compensación que, graciablemente, establece la Empresa se fija solo respecto de aquellos trabajadores para los que el cambio supone un cierto alejamiento de su domicilio. Asimismo, les convoco para que nos reunamos el próximo jueves 8 de septiembre, en cuya reunión estaré a su disposición para cualquier aspecto que quieran ampliar sobre esta decisión". (Folio núm. 46 de autos). V.-Los contenidos de las cartas individuales entregadas a los trabajadores según que el cambio de centro comportara o no mayor distancia desde el domicilio particular son: -En el caso de mayor distancia: "Los Servicios Generales del Grupo Sos Cuétara SA, a los que Ud. está adscrito, vienen estando ubicados en los últimos años en nuestro Centro de Trabajo de Villarejo de Salvanés (Madrid), al que Ud. viene perteneciendo. Sin embargo, las necesidades de crecimiento de la Fábrica, que está ubicada en este mismo Centro, unidas al crecimiento de los indicados Servicios Generales, como consecuencia de la expansión del propio Grupo, hacen insostenible esta situación y han determinado que la Dirección haya adoptado la decisión de ubicar los repetidos Servicios Generales en un centro de trabajo independiente, permitiendo así, tanto a la Fábrica como a los propios Servicios, mayores posibilidades de desenvolvimiento. Por ello le informamos que a partir del próximo día 12 de septiembre de 2005 Ud. pasará a prestar sus servicios en el nuevo centro de trabajo, ubicado en Rivas Vaciamadrid, C/ Marie Curie 7, manteniéndose invariables su horario y demás condiciones de trabajo que hasta el presente tiene reconocidas. No comportando para Ud. la decisión que le notificamos la necesidad de cambio de domicilio y no existiendo previsión legal o convencional que las establezca, la variación que le comunicamos no genera derecho alguno a su favor a compensaciones específicas, como consecuencia de la misma. Ello no obstante, atendiendo a la mayor distancia que desde su domicilio, según los datos del mismo de que disponemos en la Dirección de RRHH, al nuevo centro de trabajo existe, la empresa, con carácter graciable, ha decidido reconocerle una compensación de ... euros brutos anuales, cantidad en la que, con efectos desde el 12 de septiembre próximo, se incrementará su retribución fija anual". -En el otro supuesto indicado: "Los Servicios Generales del Grupo Sos Cuétara, a los que Ud. está adscrito, vienen estando ubicados en los últimos años en nuestro Centro de trabajo de Villarejo de Salvanés (Madrid), al que Ud. viene perteneciendo. Sin embargo, las necesidades de crecimiento de la Fábrica que está ubicada en este mismo Centro, unidas al crecimiento de los indicados Servicios Generales, como consecuencia de la expansión del propio Grupo, hacen insostenible esta situación y han determinado que la Dirección haya adoptado la decisión de ubicar los repetidos Servicios Generales en un centro de trabajo independiente, permitiendo así, tanto a la Fábrica como a los propios Servicios, mayores posibilidades de desenvolvimiento. Por ello, le informamos que a partir del próximo día 12 de septiembre de 2005, Ud. pasará a prestar sus servicios en el nuevo centro de trabajo, ubicado en Rivas Vaciamadrid C/Marie Curie, 7, manteniéndose invariables su horario y demás condiciones de trabajo que hasta el presente tiene reconocidas. No comportando para Ud. la decisión que le notificamos la necesidad de cambio de domicilio, y no existiendo previsión legal o convencional que las establezca, la variación que le comunicamos no genera derecho alguno a su favor a compensaciones específicas como consecuencia de la misma. Agradecemos la colaboración que en la fase de implementación de esta decisión no dudamos prestará, para su efectividad, que, esperamos, será muy beneficiosa para todos". En las hojas de salarios de los trabajadores a los que el cambio de centro implica mayor distancia desde sus domicilios figuran los incrementos salariales indicados en cada caso en las comunicaciones escritas de 12.09.2005 (Folios núm. 47, 48 y 353 a 530, así como 532 a 1244 de autos y Testifical de Don Juan Ignacio, practicada a instancia de la parte demandada). VI.-La empresa se encuentra la corriente en las licencias, trámites y permisos exigidos en la normativa para la apertura del centro de trabajo de Rivasvaciamadrid. (Folios núm. 63a182, 226 a 242, 244 a 351 y 1701 a 1748 de autos). VII.-La distancia existente entre las localidades de Villarejo de Salvanes y Rivasvaciámadrid es de 11,030 kilómetros de conformidad con Informe emitido por la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento. La distancia en concreto existente entre la calle Avenida de los Hermanos Gómez Cuétara s/n de Villarejo de Salvanes (donde se encontraba antes sito el departamento de Servicios Generales del Grupo Sos Cuétara) y la calle Marie Curie núm. 7, de Rivasvaciamadrid es de 32,7 Km. Entre las dos localidades citadas existen servicios de autobuses de transporte público, así como desde diversos puntos de Madrid con paradas en diversos municipios. (Folios núm. 184, 188 a 193, 197 a 203 y 205 a 221 de autos). VIII.-El Sindicato demandante, la Presidenta del Comité de Empresa del centro de trabajo de Villarejo de Salvanes y un miembro del mismo, presentaron el 03.10.2005 papeleta de conciliación, celebrándose el intento conciliatorio previo el 11.10.2005 con el resultado de "sin avenencia". (Folios núm. 18 y 19 así como 29 y 30 de autos). IX.-El horario de trabajo del personal de Servicios Generalesquedesdeel 1209.2005 presta servicios en el centro de trabajo de C/ Marie Curie núm. 7 de Rivasvaciamadrid es: Invierno: -De lunes a Jueves: Mañanas: de 8,30 a 14 h. Tardes: de 15 a 18 h. -Viernes: de 8,30 a 15 h. Verano: desde el 27.06.2005 a 09.09.2005 -De lunes a jueves: mañanas de 8 a 14 h Tardes de 15 a 17 h -Viernes de mañanas de 8 a 15 h Dichos horarios, idénticos a los que el personal objeto del pleito realizaba en el centro de Villarejo de Salvanes, tienen una flexibilidad a disposición de los trabajadores de 30 minutos en la entrada y salida. (Folios núm. 223 y 224 de autos y Testifical de don Juan Ignacio, practicada a instancia de la parte I demandada) X.-En la localidad de Villarejo de Salvanes se encuentra la fábrica de galletas, y hasta las comunicaciones de fecha 1209.2005, las oficinas del personal administrativo, personal que pasó de ser en el año 2001 de 112 empleados a 211 en el año 2005. Dado el escaso espacio existente en Villarejo de Salvanes, tanto en las oficinas del personal administrativo como en la fábrica, el Comité se quejó ante la empresa, porque en las dependencias de los Servicios Generales en el año 2005 no había sitio donde colocar una mesa. (Folios núm. 1246 a 1699 de autos, interrogatorio de la Presidenta del Comité, Testifical de Don Javier -Director Industrial de Cuétara-, así como de Doña Erica, prueba pericial, pruebas practicadas a instancia de la empresa)». TERCERO En dicha sentencia recurrida en suplicación se emitió el siguiente fallo o parte dispositiva: «Que desestimando la demanda interpuesta por la Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras, y Doña María Purificación, en calidad de Presidenta del Comité de Empresa en el centro de trabajo de Villarejo de Salvanés frente a la empresa Sos Cuétara SA absuelvo a la parte demandada de la reclamación frente a la misma formulada». CUARTO Frente a dicha sentencia se anunció recurso de suplicación por la parte Federación Agroalimentaria CCOO y Comité de Empresa de Sos Cuétara SA, formalizándolo posteriormente; tal recurso fue objeto de impugnación por la contraparte. QUINTO Elevados por el Juzgado de lo Social de referencia los autos principales, en unión de la pieza separada de recurso de suplicación, a esta Sala de lo Social de Madrid, tuvieron los mismos entrada en esta Sección Primera en fecha 13 de febrero de 2006, dictándose la correspondiente y subsiguiente providencia para su tramitación en forma. SEXTO Nombrado Magistrado-Ponente, se dispuso el pase de los autos al mismo para su conocimiento y estudio en fecha 15 de febrero de 2006 (reparto), señalándose el día 1 de marzo de 2006 para los actos de votación y fallo. SÉPTIMO En la tramitación del presente recurso de suplicación no se han producido incidencias. A la vista de los anteriores antecedentes de hecho, se formulan por esta Sección de Sala los siguientes FUNDAMENTOS DE DERECHO ÚNICO Contra sentencia que desestimó la demanda rectora, sobre conflicto colectivo, tendente a anular la decisión colectiva consistente en trasladar a los trabajadores afectados por el conflicto desde Villarejo de Salvanés a Rivasvaciamadrid, por incumplimiento de los requisitos formales sobre comunicación previa a la representación legal de los trabajadores, con consignación de causa justificativa y criterios de razonabilidad de la medida, interpone recurso de suplicación la Federación Agroalimentaria de CC.OO y Presidenta del Comité de Empresa de Sos Cuétara, instrumentando dos censuras jurídicas, con idónea cobertura en el apartado c) del art. 191 LPL ( RCL 1995, 1144 y 1563) , en las que, aceptando el relato de hechos probados, denuncian infracción de los artículos 40.1, 40.2 y 41 del ET ( RCL 1995, 997) , aduciendo, en esquemática síntesis de su alegato, técnicamente bien trazado y minuciosamente elaborado, con abundante cita jurisprudencial, lo siguiente: La clave del conflicto pasa por determinar si estamos en presencia de una movilidad funcional y de una decisión organizativa que no necesita seguir el procedimiento de información, consulta y negociación previa con los representantes de los trabajadores, previsto en el art. 40.2 ET, o, si por el contrario, estamos en presencia de un verdadero traslado colectivo que, como norma imperativa, exige el seguimiento del procedimiento reseñado. A su parecer, y contrariamente a lo afirmado por la sentencia de instancia, sí existe un traslado colectivo, aun cuando no se haya producido una modificación de horario, por concurrir un cambio en el lugar físico de trabajo, que ha pasado a estar en otra ciudad, afectando a 180 trabajadores que forman parte del Departamento de Servicios Generales del Grupo Sos Cuétara. Decisión empresarial que se adopta mediante comunicación unilateral, directamente comunicada a los afectados y al Comité, sin período de consultas previo. Si bien el concepto de cambio de residencia es un concepto jurídico indeterminado, a precisar en cada caso concreto, en el de autos supone una distancia importante de 31,03 kilómetros entre las localidades de Villarejo de Salvanés y Rivasvaciamadrid, según el ordinal séptimo de la resultancia fáctica, y aun cuando existan servicios de autobuses de trasporte público entre las citadas localidades, no tienen sin embargo una frecuencia horaria importante, por lo que el cambio implica una mayor onerosidad y gravamen para el trabajador afectado en la prestación de sus servicios. Estando, pues, ante una decisión empresarial que implica un cambio colectivo de lugar de trabajo, con modificación sustancial de las condiciones de trabajo, que no se contrae de modo taxativo a la lista de condiciones expresadas en el art. 41 ET, debió seguirse el procedimiento formal del art. 41 ET con período de consultas y motivación de la medida. Por su parte, la empresa en su escrito de impugnación del recurso, (igualmente muy minucioso y técnicamente bien desplegado) en resumen de su alegato, aduce se trata de un cambio de ubicación que no perjudica a la totalidad de la plantilla, sino que, a gran parte de ella, residente en Madrid, le beneficia, al reducir la distancia entre sus domicilios y el centro de trabajo, toda vez que Rivas se encuentra más cerca de Madrid que Villarejo de Salvanés. (Documentos 13 y 14 de su ramo de prueba). A los trabajadores que, sin embargo, han visto alejarse el centro de trabajo de sus domicilios, con el cambio de ubicación, se les ha reconocido, sin exigencia convencional o legal que obligara, una subida salarial consolidada de entre 2.900 y 6.000 euros anuales en salario, lo que supera, con mucho, los parámetros que sirven para que en algunos Convenios se pacten compensaciones por mayor tiempo de desplazamiento o mayores gastos a consecuencia de cambio de puesto que no implique cambio de residencia. Subida salarial, afirma la patronal, especialmente relevante en términos porcentuales atendiendo a los salarios que muchos de los empleados percibían mientras trabajaban en Villarejo. Entre esta localidad y Rivas existen varias líneas de autobuses cuyos horarios y frecuencias permiten a los trabajadores no sólo el cumplimiento de la distribución horaria de su jornada, sino una «ágil conexión» entre ambos municipios, y lo mismo sucede entre Madrid y Rivas, que también están comunicadas por Metro, estando en finalización una nueva estación a pocos metros del centro de trabajo. (Documentos 7 y 9 de su ramo de prueba). Los trabajadores de Rivas tienen además, por decisión empresarial, una flexibilidad horaria de 30 minutos a la entrada y salida. Las tres localidades en cuestión (Villarejo, Rivas, Madrid) se encuentran unidas por una vía de comunicación, la A-3 Madrid/Valencia, de excelente calidad. Ni uno solo de los trabajadores afectados por el cambio de centro de trabajo ha planteado reclamación contra el mismo. Las limitaciones de espacio del centro ubicado en Villarejo fueron comunicadas por el Comité de Empresa. La distancia entre Villarejo y Rivas de 31,03 kilómetros «no puede soportar la afirmación, ni aun cuando se considere como un elemento aislado», de que el cambio de ubicación exige un cambio de residencia, pudiendo servir como pauta de referencia a este respecto el art. 231.3 LGSS. Todo cambio de centro de trabajo que no exija cambio de residencia es una manifestación del poder de dirección y organización empresarial, y, por consiguiente, no es una modificación sustancial. Veamos, a continuación, los hechos declarados probados con incidencia en la resolución de la litis: El presente conflicto afecta a 180 trabajadores que forman el Departamento de Servicios Generales de la empresa demandada, la cual, el 12-9-2005, comunicó al Comité de Empresa, e individualmente a los trabajadores, que, a partir de ese día, tales Servicios Generales, hasta entonces localizados en Villarejo de Salvanés, pasarían a estar ubicados en Rivas Vaciamadrid, municipios distantes a 31, 3 kilómetros entre sí. A los trabajadores a quienes el cambio de centro implica una mayor distancia desde sus domicilios figuran documentados incrementos salariales importantes (folios 47, 48, 353 a 530, 532 a 1244 de autos). Los horarios de trabajo del personal de Servicios Generales afectados por el conflicto son, en el centro de Rivas Vaciamadrid, idénticos a los que realizaban en el centro de Villarejo de Salvanés, reconociendo, por otra parte, la patronal una flexibilidad a disposición de los trabajadores de 30 minutos en la entrada y salida. Entre ambas localidades citadas existen servicios de autobuses de transporte público, así como desde distintos puntos de Madrid con paradas en diversos municipios. Fijados los términos del debate y los datos fácticos relevantes es necesario, a continuación, examinar si la medida encuentra apoyo en el poder de movilidad funcional, organizativo y de variación empresarial, y si, en su caso, estamos ante una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que no se ha sujetado al procedimiento y motivación exigibles legalmente. Dispone el art. 40 del ET: «1. El traslado de trabajadores que no hayan sido contratados específicamente para prestar sus servicios en empresas con centros de trabajo móviles o itinerantes a un centro de trabajo distinto de la misma empresa que exija cambios de residencia requerirá la existencia de razones económicas, técnicas, organizativas o de producción que lo justifiquen, o bien contrataciones referidas a la actividad empresarial. Se entenderá que concurren las causas a que se refiere este artículo cuando la adopción de las medidas propuestas contribuya a mejorar la situación de la empresa a través de una más adecuada organización de sus recursos que favorezca su posición competitiva en el mercado o una mejor respuesta a las exigencias de la demanda. La decisión de traslado deberá ser notificada por el empresario al trabajador, así como a sus representantes legales, con una antelación mínima de treinta días a la fecha de su efectividad. Notificada la decisión de traslado, el trabajador tendrá derecho a optar entre el traslado, percibiendo una compensación por gastos, o la extinción de su contrato, percibiendo una indemnización de veinte días de salario por año de servicio, prorrateándose por meses los períodos de tiempo inferiores a un año y con un máximo de doce mensualidades. La compensación a que se refiere el primer supuesto comprenderá tanto los gastos propios como los de los familiares a su cargo, en los términos que se convengan entre las partes, que nunca será inferior a los límites mínimos establecidos en los convenios colectivos. Sin perjuicio de la ejecutividad del traslado en el plazo de incorporación citado, el trabajador que no habiendo optado por la extinción de su contrato se muestre disconforme con la decisión empresarial podrá impugnarla ante la jurisdicción competente. La sentencia declarará el traslado justificado o injustificado y, en este último caso, reconocerá el derecho del trabajador a ser reincorporado al centro de trabajo de origen. Cuando, con objeto de eludir las previsiones contenidas en el apartado siguiente de este artículo, la empresa realice traslados en períodos sucesivos de noventa días en número inferior a los umbrales allí señalados, sin que concurran causas nuevas que justifiquen tal actuación, dichos nuevos traslados se considerarán efectuados en fraude de Ley y serán declarados nulos y sin efecto. 2. El traslado a que se refiere el apartado anterior deberá ir precedido de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores de una duración no inferior a quince días, cuando afecte a la totalidad del centro de trabajo, siempre que éste ocupe a más de cinco trabajadores, o cuando, sin afectar a la totalidad del centro de trabajo, en un período de noventa días comprenda a un número de trabajadores de, al menos: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores. b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabaja dores. c) Treinta trabajadores en las empresas que ocupen trescientos o más trabajadores. Dicho período de consultas deberá versar sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos, así como sobre las medidas necesarias para atenuar sus consecuencias para los trabajadores afectados. La apertura del período de consultas y las posiciones de las partes tras su conclusión deberán ser notificadas a la autoridad laboral para su conocimiento. Durante el período de consultas, las partes deberán negociar de buena fe, con vistas a la consecución de un acuerdo. Dicho acuerdo requerirá la conformidad de la mayoría de los miembros del comité o comités de empresa, de los delegados de personal, en su caso, o de representaciones sindicales, si las hubiere, que, en su conjunto, representen a la mayoría de aquéllos. Tras la finalización del período de consultas el empresario notificará a los trabajadores su decisión sobre el traslado, que se regirá a todos los efectos por lo dispuesto en el apartado 1 de este artículo. No obstante lo señalado en el párrafo anterior, la autoridad laboral, a la vista de las posiciones de las partes y siempre que las consecuencias económicas o sociales de la medida así lo justifiquen, podrá ordenar la ampliación del plazo de incorporación a que se refiere el apartado 1 de este artículo y la consiguiente paralización de la efectividad del traslado por un período de tiempo que, en ningún caso, podrá ser superior a seis meses. Contra las decisiones a que se refiere el presente apartado se podrá reclamar en conflicto colectivo, sin perjuicio de la acción individual prevista en el apartado 1 de este artículo. La interposición del conflicto paralizará la tramitación de las acciones individuales iniciadas, hasta su resolución. El acuerdo con los representantes legales de los trabajadores en el período de consultas se entenderá sin perjuicio del derecho de los trabajadores afectados al ejercicio de la opción prevista en el párr. 4º apartado 1 de este artículo. 3. Si por traslado uno de los cónyuges cambia de residencia, el otro, si fuera trabajador de la misma empresa, tendrá derecho al traslado a la misma localidad, si hubiera puesto de trabajo». Dispone el art. 41 del ET: 1. La dirección de la empresa, cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de producción, podrá acordar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo. Tendrán la consideración de modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, entre otras, las que afecten a las siguientes materias: a) Jornada de trabajo. b) Horario. c) Régimen de trabajo a turnos. d) Sistema de remuneración. e) Sistema de trabajo y rendimiento. f) Funciones, cuando excedan de los límites que para la movilidad funcional prevé el art. 39 de esta Ley. Se entenderá que concurren las causas a que se refiere este artículo cuando la adopción de las medidas propuestas contribuya a mejorar la situación de la empresa a través de una más adecuada organización de sus recursos, que favorezca su posición competitiva en el mercado o una mejor respuesta a las exigencias de la demanda. 2. Las modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo podrán ser de carácter individual o colectivo. Se considera de carácter individual la modificación de aquellas condiciones de trabajo de que disfrutan los trabajadores a título individual. Se considera de carácter colectivo la modificación de aquellas condiciones reconocidas a los trabajadores en virtud de acuerdo o pacto colectivo o disfrutadas por éstos en virtud de una decisión unilateral del empresario de efectos colectivos. La modificación de las condiciones establecidas en los convenios colectivos regulados en el tít. III de la presente Ley sólo podrá producirse por acuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores y respecto de las materias a las que se refieren los párr. b), c), d) y e) del apartado anterior. No obstante lo dispuesto en el párrafo anterior, no se considerarán en ningún caso de carácter colectivo a los efectos de lo dispuesto en el apartado 4 de este artículo, las modificaciones funcionales y de horario de trabajo que afecten, en un período de noventa días, a un número de trabajadores inferior a: a) Diez trabajadores, en las empresas que ocupen menos de cien trabajadores. b) El diez por ciento del número de trabajadores de la empresa en aquellas que ocupen entre cien y trescientos trabajadores. c) Treinta trabajadores, en las empresas que ocupen trescientos o más trabajadores. 3. La decisión de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter individual deberá ser notificada por el empresario al trabajador afectado y a sus representantes legales con una antelación mínima de treinta días a la fecha de su efectividad. En los supuestos previstos en los párr. a), b) y c) apartado 1 de este artículo, y sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 50 apartado 1 a), si el trabajador resultase perjudicado por la modificación sustancial tendrá derecho a rescindir su contrato y percibir una indemnización de veinte días de salario por año de servicio prorrateándose por meses los períodos inferiores a un año y con un máximo de nueve meses. Sin perjuicio de la ejecutividad de la modificación en el plazo de efectividad anteriormente citado, el trabajador que no habiendo optado por la rescisión de su contrato se muestre disconforme con la decisión empresarial podrá impugnarla ante la jurisdicción competente. La sentencia declarará la modificación justificada o injustificada y, en este último caso, reconocerá el derecho del trabajador a ser repuesto en sus anteriores condiciones. Cuando con objeto de eludir las previsiones contenidas en el apartado siguiente de este artículo, la empresa realice modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo en períodos sucesivos de noventa días en número inferior a los umbrales a que se refiere el último párrafo del apartado 2, sin que concurran causas nuevas que justifiquen tal actuación, dichas nuevas modificaciones se considerarán efectuadas en fraude de Ley y serán declaradas nulas y sin efecto. 4. La decisión de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo deberá ir precedida de un período de consultas con los representantes legales de los trabajadores de duración no inferior a quince días. Dicho período de consultas deberá versar sobre las causas motivadoras de la decisión empresarial y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos, así como sobre las medidas necesarias para atenuar sus consecuencias para los trabajadores afectados. Durante el período de consultas, las partes deberán negociar de buena fe, con vistas a la consecución de un acuerdo. Dicho acuerdo requerirá la conformidad de la mayoría de los miembros del comité o comités de empresa, de los delegados de personal, en su caso, o de representaciones sindicales, si las hubiere, que, en su conjunto, representen a la mayoría de aquéllos. Tras la finalización del período de consultas el empresario notificará a los trabajadores su decisión sobre la modificación, que surtirá efectos una vez transcurrido el plazo a que se refiere el apartado 3 de este artículo. Contra las decisiones a que se refiere el presente apartado se podrá reclamar en conflicto colectivo, sin perjuicio de la acción individual prevista en el apartado 3 de este artículo. La interposición del conflicto paralizará la tramitación de las acciones individuales iniciadas hasta su resolución. El acuerdo con los representantes legales de los trabajadores en el período de consultas se entenderá sin perjuicio del derecho de los trabajadores afectados a ejercitar la opción prevista en el párrafo segundo del apartado 3 de este artículo. 5. En materia de traslados se estará a lo dispuesto en las normas específicas establecidas en el art. 40 de esta Ley». Ya la sentencia del Tribunal Supremo de 7-7-1987 ( RJ 1987, 5106) perfiló la distinción entre desplazamiento y traslado afirmando que «el desplazamiento se da cuando, por orden de la empresa, el trabajador tenga que ir durante cualquier período de tiempo, a poblaciones, localidad o lugar distintos de aquel en que habitualmente presta sus servicios o donde radica la empresa, fábrica, taller o centro de trabajo, para ejecutar tareas o servicios propios de su categoría profesional y para los que fue contratado y de modo que el trabajador no pueda efectuar sus comidas principales ni pernoctar en su domicilio o residencia ordinarias diariamente, y el traslado tiene de común con el desplazamiento el ser por orden de la empresa y el cambio de localidad para continuar trabajando por cuenta de la misma, y se diferencia de aquel en que dicho cambio es permanente e implica el cambio de la residencia habitual del trabajador, de forma que la circunstancia de no efectuar las comidas principales ni pernoctar donde normalmente lo hacía antes es, por efectuarlo definitivamente, en el nuevo lugar a donde fue destinado, no confiriendo el derecho a dietas, por no ser el cambio temporal, provisional o transitorio, sino el derecho a indemnización por una sola vez y consistente, en términos generales, en el abono de los gastos de viaje, propios y de familiares, del transporte de muebles y enseres, y a facilitarle vivienda o abonarle la diferencia de alquiler que existiera entre el que abonaba y hubiera de pagar, derivándose de esa distinta naturaleza, que sean también diferentes los requisitos para su concesión [...] de conformidad con el artículo 40.1 del Estatuto de los Trabajadores». Del art. artículo 40 ET se infiere existen dos instituciones diferentes, el traslado y el desplazamiento, reservando el concepto de traslado, en sentido propio, para aquellos supuestos en los que el cambio en la ubicación física de prestación de servicios «exija cambio de residencia», requisito éste que debe ser analizado de forma individualizada en cada caso, atendiendo a circunstancias tales como el cambio de población del centro de trabajo, la lejanía del nuevo centro de trabajo respecto al domicilio del trabajador, los medios de transporte o compensaciones que ofrezca la empresa en contrapartida al cambio, la facilidad o dificultad en las comunicaciones, etc., y en el bien entendido de que el artículo 40 del ET no impone que el cambio de residencia sea exigido por la empresa, sino que éste ha de venir impuesto o exigido por el hecho mismo del traslado del centro de trabajo, es decir, porque materialmente sea imposible o notablemente gravoso mantener la anterior residencia o domicilio y desplazarse desde ella a la localidad donde radique el nuevo centro de trabajo de forma diaria. En principio, no es dable establecer una distancia concreta a partir de la cual, con carácter general, pueda considerarse que se hace necesario el cambio de residencia, no obstante, y a efectos meramente orientativos, resulta bastante clarificador el contenido del artículo 230.g) de la LGSS ( RCL 1994, 1825) , en materia de desempleo, en la redacción dada por la Ley 45/2002 ( RCL 2002, 2901) , siguiendo idéntico criterio al de su predecesor, el RD Ley 5/02 ( RCL 2002, 1360 y 1479) , y según el que se considera oferta de empleo adecuada aquella que supone prestar servicios en la misma localidad de residencia del desempleado o «en otra localidad situada en un radio inferior a 30 Kilómetros desde la localidad de la residencia habitual, salvo que el trabajador acredite que el tiempo mínimo para el desplazamiento, de ida y vuelta, supera el 25% de la duración de la jornada diaria de trabajo». Como señalara la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía/Málaga, de 8 marzo 1996 ( AS 1996, 1197) , a diferencia de la regulación civil, en la que el lugar de la ejecución del contrato tiene, normalmente, carácter accesorio, en el contrato de trabajo la naturaleza de su objeto (prestación personalísima de la propia actividad) hace que la localización del trabajo alcance un especial relieve, pues una vez concertado el lugar de la prestación es en su entorno en donde el trabajador organiza su vida, y de ahí que el legislador, en el intento de armonizar los intereses de ambas partes, establezca una modulación de los poderes del empresario con mayores mecanismos de control y compensación cuanto mayor sea la repercusión en el estatuto jurídico del trabajador de las variaciones que se pretendan introducir en su contrato; y, en este sentido, ha de tenerse en cuenta que los cambios de centro de trabajo a otro que no implique un cambio de residencia no se contemplan en el art. 40 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) ni antes ni después de su actual reforma, por lo que han de entenderse comprendidos los mismos dentro de las facultades que integran el «ius variandi» del empresario, reconocido en sus arts. 5, c) y 20.2, sin menoscabo, no obstante, del derecho del trabajador, a ser indemnizado en los perjuicios que tal decisión empresarial le ocasione, por razón de la «mayor» distancia y gastos de transporte que la misma genere. Es innegable que el cambio del centro de trabajo puede ocasionar a determinados trabajadores la necesidad de invertir un mayor tiempo en sus desplazamientos de ida y regreso al trabajo. Pero del mismo modo también hay que convenir, en general, que dicho cambio puede haber beneficiado a otros trabajadores cuyo domicilio se encuentre más próximo al nuevo lugar de trabajo. En el concreto caso sometido a nuestra consideración es esto mismo lo que acontece: Resulta evidente que un número no desdeñable de los trabajadores afectados (los residentes en Madrid) por la decisión de la empresa de ubicar los servicios generales en Rivasvaciamadrid, han sido beneficiados con el cambio, pues Rivas se encuentra más cerca de Madrid que de Villarejo de Salvanés, y con mejores comunicaciones, al llegar también hasta allí la red del Metro. Cierto que los trabajadores domiciliados en Villarejo o su entorno salen en un principio perjudicados con la medida, mas no lo es menos que entre Villarejo y Rivas está probado existen varias líneas de transporte de servicio público, así como desde diversos puntos de Madrid con paradas en diversos municipios. (Hecho probado séptimo). Los recurrentes, sin embargo, afirman, contrariamente a la sentencia de instancia, que tales líneas «no tienen una frecuencia horaria importante», pero no lo acreditan pidiendo la revisión fáctica, haciendo constar los horarios y la cadencia entre las líneas que desvirtúe la convicción judicial. La realidad actual de la Comunidad de Madrid, gracias al aporte de todos los contribuyentes y a la actuación de sus poderes públicos desde hace décadas, refleja una cada vez mayor disponibilidad y eficacia de los transportes que cohesiona, como apunta la empresa, el tejido productivo, económico, social y cultural de la capital, los trazados de las vías de comunicación y el aumento de sus capacidades de absorción del tráfico. Es bajo este primer prisma, en conexión a que las tres localidades indicadas, Madrid, Villarejo y Rivas se encuentran unidas por una excelente red de comunicación a través de la A-3, como debe interpretarse la distancia de 31,3 kilómetros existente entre el anterior y el nuevo centro de trabajo. Sin perder de vista, como segundo prisma, lo que a nuestro modo de ver tiene una importancia primordial, aunque no se haya introducido en el alegato de las partes, el derecho fundamental reconocido en nuestra Constitución ( RCL 1978, 2836) , art. 38, de la libertad de empresa en el marco de una economía de mercado, -sin trabas que no estén justificadas desde el punto de vista de los derechos fundamentales, la función social de la propiedad y el valor superior de la justicia-, a la libertad de desplazamiento dentro de él de personas, capitales, mercancías o servicios, y en fin a la libre competencia, que de no darse alteraría la igualdad de las empresas en el mercado y lo que se ha dado en llamar «su gestión operativa», en virtud de la cual el empresario ha de gozar de un mínimo irreductible de autonomía en la dirección de la empresa, sin la cual no sería empresa privada sino empresa pública. Así pues, ya tenemos como elementos de ponderación para considerar que no estamos ante un traslado, sino ante un desplazamiento, los siguientes: La distancia entre las localidades de Villarejo y Rivas, aun siendo apreciable, no es determinante si se pone en relación con los servicios públicos de autobuses que las unen, y por la excelente red de comunicación que conforma la A-3. Pero hay argumentos todavía más sólidos y consistentes, atendiendo a la realidad social con la que debe ser interpretada la norma, para acoger la tesis de la sentencia, y por ende de la empresa: aquellos trabajadores que han visto alejarse su centro de trabajo desde sus puntos de residencia o domicilio, la empresa, sin obligación legal o convencional al respecto, les ha aumentado los salarios anuales en cuantía razonable -según es de ver en la documental aportada- sobre todo, atendiendo a lo que percibían mientras trabajaban en Villarejo; los trabajadores que han pasado a trabajar a Rivas disponen de una flexibilidad horaria de 30 minutos a la entrada y salida; los horarios de trabajo en esta última localidad no han variado con respecto a los que existían en Villarejo; fue el propio Comité de empresa el que se quejó ante la patronal de la falta de espacio en Villarejo de Salvanés; ninguno de los trabajadores afectados, a nivel individual, ha planteado por el cambio ninguna reclamación contra el mismo. En definitiva, nos encontramos con la medida acordada, y las compensaciones para reducir sus efectos perjudiciales, en el marco del poder organizativo, directivo y de variación empresarial, y no ante una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que exija un período de consultas y demás requisitos a que se refiere el art. 40.2 del Estatuto de los Trabajadores, y por eso se impone la desestimación del recurso confirmando íntegramente la sentencia, soportando cada parte las costas causadas a su instancia en aplicación del art. 233 LPL ( RCL 1995, 1144 y 1563) . VISTOS los anteriores, y obligados por el artículo 120.3 de la Constitución española de 27 de diciembre de 1978 ( RCL 1978, 2836) , razonamientos y argumentos, así como los mencionados preceptos y los demás de general y debida aplicación, los Ilmos. Sres. Magistrados referenciados en el encabezamiento de esta sentencia, previos los actos de dación de cuenta por quien de ellos fue designado Ponente, y conjuntas deliberación, votación y fallo, FALLAMOS Que debemos desestimar y desestimamos el recurso de Suplicación núm. 848/06 interpuesto por Federación Agroalimentaria CCOO y Comité de Empresa de Sos Cuétara SA contra la sentencia del Juzgado de lo Social 10 de los de Madrid dictada en fecha 12 de diciembre de 2005 en sus autos núm. 907/05 seguidos a instancias de Federación Agroalimentaria CCOO y Comité de Empresa de Sos Cuétara SA contra Sos Cuétara SA y, en consecuencia, confirmamos dicha sentencia de instancia. Cada parte soportará las costas causadas a su instancia. Incorpórese el original de esta sentencia, por su orden, al Libro de Sentencias de esta Sección de Sala. Expídanse certificaciones de esta sentencia para su unión a la pieza separada o rollo de suplicación, que se archivará en este Tribunal, y a los autos principales Notifíquese la presente sentencia a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Hágaseles saber a los antedichos, sirviendo para ello esta misma orden, que contra la presente sentencia pueden, si a su derecho conviene, interponer recurso de casación para la unificación de la doctrina, previsto en los artículos 216 y siguientes de la Ley de Procedimiento Laboral de 7 de abril de 1995 ( RCL 1995, 1144 y 1563) , que ha de prepararse mediante escrito presentado ante esta Sala de lo Social de Madrid dentro del improrrogable plazo de los diez días laborales inmediatos siguientes a la fecha de notificación de esta sentencia de acuerdo con los establecido, más en concreto, en los artículos 219, 227 y 228 de la citada Ley de 7 de abril de 1995. Asimismo se hace expresa advertencia a todo posible recurrente en casación para unificación de esta sentencia que no goce de la condición de trabajador o de causahabiente suyo o de beneficiario del Régimen Público de la Seguridad Social o del beneficio reconocido de justicia gratuita, y por lo que respecta a los dos últimos preceptos dichos (227 y 228), que el depósito de los 300,51 euros deberá ser efectuado ante la Sala Cuarta o de lo Social del Tribunal Supremo al tiempo de personarse ante ella y en su cuenta número 2410, abierta en el Banco Español de Crédito, oficina 1006, c/ Barquillo, 49, 28004 de Madrid, mientras que la consignación en metálico del importe de la condena eventualmente impuesta deberá acreditarse, cuando así proceda, por el recurrente que no goce del señalado beneficio de justicia gratuita ante esta Sala de lo Social de Madrid al tiempo de preparar el recurso de casación para unificación citado, para lo cual deberá presentar en el tiempo dicho resguardo acreditativo de haber efectuado la indicada consignación en la cuenta corriente número 28260000000 (seguido del núm. de recurso) que esta Sección Primera tiene abierta en el Banco Español de Crédito, oficina 1026 sita en la Calle Miguel Angel núm. 17, 28010 de Madrid, pudiéndose, en su caso, sustituir dicha consignación en metálico por el aseguramiento de dicha condena mediante el correspondiente aval bancario en el que, expresa y necesariamente, habrá de hacerse constar la responsabilidad solidaria de la entidad bancaria avalista, documento escrito de aval que deberá ser ratificado por persona con poder bastante para ello de la entidad bancaria avalista. En el supuesto de que la parte recurrente hubiere efectuado las consignaciones o aseguramientos necesarios para recurrir, así como los depósitos precisos a igual efecto, procédase de acuerdo con lo dispuesto en los artículos 201, 202.1 y 202.3 de la citada Ley de 7 de abril de 1995, y siempre en atención a la parte dispositiva de esta sentencia. Una vez adquiera firmeza la presente sentencia, devuélvanse los autos originales, para su debida ejecución, al Juzgado de lo Social de su procedencia, dejando de ello debida nota en los Libros de esta Sección de Sala. Así, por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.- Leída y publicada fue la anterior sentencia el por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente que la suscribe, en la Sala de Audiencias de este Tribunal. Doy fe.