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EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016
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EL MISTERIO DE LA
“sheelah”, una diosa sexual y pagana
en las fachadas de las iglesias
medievales . 6/7
del domingo
revista semanal de EL DÍA
LA ENSEÑANZA DEL BACHILLERATO
EN VALLEHERMOSO (1940-1975)
Texto: Oswaldo Izquierdo Dorta
V
allehermoso, el municipio
más extenso deLa Gomera,
fue también, durante los
años cuarenta, el de mayor
población, ya que en esos
años llegó a rozar los ocho mil habitantes. A partir de los cincuenta se inicia un imparable descenso, que se
incrementó en el periodo de 1970-81
en un 31%.(1). La variedad de sus pagos
le permitían una riqueza agrícola y ganadera que atendía con suficiencia las
necesidades primarias de la población.
Las desigualdades económicas y
sociales eran tan manifiestas como en
el resto de los municipios, ya que, en
todos ellos existía un pequeño grupo
de familias que residía, generalmente, en el casco y poseía la mayoría de las tierras, y el resto de la población disponía de un pequeño terreno, o de ninguno, y trabajaba en régimen de medianería, aunque casi
todos los habitantes tenían vivienda
propia. En cuanto a su idiosincrasia,
nos dice Darias Príncipe: “Sin la beligerancia de Hermigua, Vallehermoso
es el otro centro de oposición a la Villa
capital. La lejanía de San Sebastián,
la amplitud del término –el mayor de
toda la isla- y su propia riqueza lo hacen
ser receptor de las principales familias
que no estaban dispuestas a tener que
aceptar la dependencia y la burocracia administrativa de los señores”(2).
Según los testimonios recogidos, entre
1890 y 1910, el pueblo carecía de maestros, y don Domingo Pulido Salazar
enseñaba a leer y escribir. Entre 1910
y 1920, tenemos referencias de doña
Concepción Pérez, conocida por “La
Mogica”, quien, además de ejercer la
enseñanza, se dedicaba a escribir las
cartas de las señoras que tenían
familia en Cuba y en Argentina, y, a
su vez, a leer las que recibían de sus
familiares emigrantes en estos países.
Desde 1932 hasta 1940, doña Lucrecia García Cabrera mantuvo una
pequeña escuela de enseñanza elemental.
Según Félix Rodríguez Mendoza: “En
1933, Vallehermoso sólo contaba con
ocho escuelas unitarias de niños, cinco
de niñas y seis mixtas, lo que dejaba
a un regular contingente de niños de
ambos sexos comprendidos en edad escolar sin instrucción elemental alguna”
(3).
Hacia 1940 fue contratado en Las Palmas un profesor, don Valentín Zamora
Roya, para impartir clases de cultura
Vista panorámica
del casco urbano de
Vallehermoso (foto
Antonio López
Bonillo). A la derecha,
don Ángel Moreno y
don Jaime Vega,
flanqueados por el
párroco don Miguel
Castro y por don
Máximo Jiménez
Fumero, agente de
Extensión Agraria
(foto: Jaime Vega).
general, contabilidad e idiomas (francés e inglés), por la mañana, y por la
tarde, a un grupo numeroso de alumnos en una casa situada en Triana,
donde había estado el Casino. En esas
fechas, los pocos que estudiaban
bachillerato, como los hijos de don Guillermo Fernández (Guillermo, Raúl y
Miguel Ángel), lo hacían en Santa Cruz
de Tenerife, internos en colegios u oficiales en el Instituto Masculino.
La Academia, primera etapa
El primer maestro que se implicó en
la preparación de alumnos de bachillerato, durante el periodo de nuestro
estudio, según las informaciones que
hemos recibido, fue don Jaime Vega
Hernández, natural del municipio, destinado primero en Macayo y luego en
la escuela nº 1 del casco.
En enero de 1944, tomó posesión de
la plaza nº 2, situada en Triana, don
Ángel Moreno Urbano, natural de Ca-
bra (Córdoba), que se incorporó, mediante concurso de traslado, procedente
de Aguilar de la Frontera, acompañado
de su esposa y de un hijo de un año.
Desde su llegada se interesó también
por impartir clases de secundaria. En
esa fecha era alcalde don Eugenio García Pérez, que lo fue a buscar en su propio coche hasta Tamargada, a donde
llegaba entonces la carretera.
Raúl Zamora recuerda que don
Jaime Vega Hernández y don Ángel Moreno Urbano iniciaron las clases de
bachillerato con cuatro alumnos:
Iván Trujillo Fernández (Derecho)
de segundo curso, y Gumersindo
Trujillo Fernández (catedrático de Derecho Político y rector de la Universidad
de La Laguna), Ramiro Fernández González y el propio Raúl Zamora Zamora
(maestro nacional), de primero.
Ramiro emigró a Venezuela.
Trabajaron inicialmente por separado: don Ángel daba las clases en el
local de su escuela y don Jaime en la
lonja de su casa, situada en La
Vegueta. En 1946 decidieron unirse y
se repartieron las asignaturas: don
Jaime, Ciencias y Latín, y don Ángel,
el resto de las Letras. Podemos considerar estas clases organizadas con
más de un profesor como la primera
academia del municipio, que empezó
a funcionar como tal en el curso 19461947. Don Jaime y don Ángel procedían del prestigioso Plan Profesional,
uno de los mejores logros de la II República en el terreno educativo. Durante
los primeros cursos se iban a examinar al Instituto Femenino de La
Laguna, actual Cabrera Pinto; en
1949 y en 1950 lo hicieron en Hermigua, junto con los alumnos de la Academia de este municipio, y, posteriormente, los profesores del instituto
se desplazaron también a Vallehermoso
y en un día examinaban a todos y de
todo.
Alumnos de esta Academia fueron
también, entre otros, Jaime Vega
Mora (magisterio), Zoraida Mora
Novaro (Magisterio), Juliana Silveria
León Dorta (Magisterio), José Miguel
Trujillo Ascanio (Magisterio), María
Esther Mora González (Magisterio),
Pedro Eloy Trujillo Ascanio (Magisterio),
Angelita Carrillo Mora (Magisterio), Sixto
Morales Mora (Derecho), Ceferina
Palmero Cabrera (Filología Románica), Francisco García Prieto, Alfredo
Mederos González, Blanca Reyes Fernández Fernández, Maribel Carrillo
Mora, Elia García Mora, Manuel Luis
Méndez Trujillo, Salvador Méndez Trujillo, Salvador Palmero Cabrera, Delia
Palmero Cabrera, Olivier Méndez
Zamora y Rubens Cabrera García.
Don Jaime Vega Hernández fue alcalde de Vallehermoso y, además, consejero y presidente del Cabildo Insular de La Gomera. Este último cargo,
desde el 16-04-1969 hasta el 08-11-1976.
Se jubiló el 31 de diciembre de 1982.
A don Ángel Moreno Urbano, conocido cariñosamente como “el Albino”,
le fue concedida en abril de 1976 la Cruz
de Alfonso X El Sabio y, también, en
reconocimiento a su labor, el colegio
de Enseñanza Primaria de Vallehermoso lleva su nombre. Se jubiló el primero de enero de 1983.
En esa misma época, doña Carmen
Luengo del Arco, maestra nacional,
natural de Salamanca y casada con don
Bernabé García Cabrera, que fue la primera alcaldesa que tuvo La Gomera,
impartía clases de bachillerato a sus
hijos: Ramón (catedrático de Derecho
Mercantil), Mª del Carmen (Magisterio), Concepción (licenciada) y Francisco (ingeniero industrial).
Segunda etapa
En 1953, con la llegada del sacerdote
don Manuel Díaz Luján, éste y un joven
maestro nacional y exalumno de la primera etapa de esta Academia, don Raúl
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domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA
EN PORTADA
Zamora Zamora, que regentaba la escuela de Tamargada, toman el testigo:
don Manuel se encarga de las asignaturas de Letras y don Raúl, de las
Ciencias. En este curso un tribunal del
instituto de La Laguna fue a examinar a Vallehermoso. En los dos siguientes, 1953-1954 y 1954-1955, los alumnos de Vallehermoso se fueron a
examinar a Hermigua.
En 1954 don Raúl fue trasladado a
La Palma, pero las clases continuaron
con don Manuel Díaz Luján, que impartía Latín y Religión; don Luis
Mercader, encargado de la oficina de
telégrafos, Matemáticas y Física y Química; doña Ceferina Palmero Cabrera,
licenciada en Filosofia y Letras, rama
Geografía e Historia; don Santiago Soslevila, abogado, secretario del juzgado
de Vallehermoso, que en aquella
época era de 1ª Instancia, Lengua y Literatura; doña Angelita Carrillo Mora,
maestra; don David Santos, maestro
nacional, y don Jaime Vega Hernández. Suponemos que algunos más colaborarían en esta altruista tarea.
De esa etapa, en la que fue alumno
José Antonio Trujillo Fernández, recuerda éste que las clases se daban en
unos locales que pertenecían a la iglesia, situados en la calle de ésta,
Arriba, un grupo
de bachillerato con
don Ángel Moreno.
El primero por la
izquierda en la fila de
atrás es Alfredo
Mederos. Sobre
estas líneas,
profesores y
alumnos de la
Academia Santo
Tomás de Aquino en
1963.
frente a la casa de don Antonio Fernández, en el local de Acción Católica
y en la escuela de doña Nélida. Todo
en el mismo entorno.
Los exámenes se hacían en Vallehermoso. En un día los alumnos se jugaban el trabajo de todo el año.
Mavi Fernández, exalumna y actualmente profesora del colegio Virgen del
Mar, recuerda también que a principio de los cincuenta los profesores del
Instituto de La Laguna (Ruiloba, Martín Aguado, Fajardo y otros) se desplazaban allí. Este hecho también lo
confirma José Mª Moreno Cuevas,
maestro nacional de largo recorrido,
hijo mayor de don Ángel Moreno
Urbano. En los cursos siguientes los
exámenes se celebraron en Hermigua.
Como compañeros de bachillerato,
José Mª Moreno Cuevas tuvo a Ángel
Antonio Fernández Carrillo, Octavio
Fernández Sanfiel, José Antonio Trujillo Fernández (Magisterio), Gloria Carrillo Mora (Magisterio), Manuel Fernando
Mora Novaro, Orlando Mora Novaro,
María del Carmen Rodríguez García y
Francisco García Luengo. En 1958 es
nombrado, para sustituir a don Manuel
Díaz Luján, el sacerdote don Domingo
Morales Fernández, natural de La Cruz
Santa (Los Realejos).
Tercera etapa
A finales de 1960 se incorpora a la
parroquia de Vallehermoso, en sustitución de don Domingo Morales Fernández, el sacerdote don Ramón Padilla Brito, natural de San Sebastián
de La Gomera, que, estando destinado
durante ese año en El Convento (Hermigua), había impartido clases de
Música en el colegio Cristo Rey. De inmediato se suma al profesorado de don
Jaime Vega Hernández, e imparte Latín
y Religión.
Un curso más tarde, 1961-1962, debido al nombramiento de don Jaime
Vega como presidente del Cabildo, don
Ramón Padilla asume la dirección, que
mantiene hasta 1966, fecha en la que
este sacerdote es trasladado a la parroquia de San Juan de la Rambla.
La actividad de este centro duró hasta
su integración en San Sebastián. Los
años posteriores a la ida de don Ramón se llevaron colegiadamente y con
las mismas pautas.
Tres fueron los principales problemas con los que se encontraron los promotores de la Academia para su funcionamiento: dónde dar las clases, tener
suficiente número de alumnos y contar con un cuadro suficiente de profesores.
Una reducida comisión de padres y
el director buscaron solución a los muchos impedimentos encontrados y el
6 de octubre, con 32 alumnos y cinco
profesores, en los locales cedidos por
el párroco y director, y dos más en las
inmediaciones, pertenecientes al
señor Trujillo Salazar, comenzaron las
clases bajo los auspicios de santo Tomás
de Aquino, que le daba su nombre.
Durante los cursos 1962-63, y 196364 se impartieron las clases en una casa
de la familia Mora Bethencourt, situada
en La Ladera, junto a la casa de don
Olivier Méndez. Esta vivienda tenía
el piso de madera y contaba con tres
habitaciones destinadas a aulas y servicio. El alquiler ascendía a 600 ptas.
El curso 1964-65, y debido a las gestiones del director acerca de la familia García, residente en Tenerife, se consigue el arrendamiento de su casa, en
la calle principal (entonces, Queipo de
Llano y ahora, Guillermo Ascanio), junto
al Ayuntamiento y cerca de la iglesia
y de la tienda de Ventura. El inmueble disponía de un amplio patio al que
daban todas las habitaciones, cuatro
aulas amplias y bien ventiladas, una
habitación de estudio, dos wáteres y
dos cuartos para almacén. El precio
fue de 1.000 ptas., pero no cobraban
los cuatro meses de verano. La Academia permaneció definitivamente en
estas instalaciones.
El mobiliario era viejo e incómodo
y el material escolar se limitaba a una
pizarra grande, sujeta a la pared, algunos mapas, un compás, un transportador y reglas de madera. En el curso
1964-65, el número de alumnos era de
53, es decir, 21 más que al inicio. La
cuota que pagaban los padres se
mantuvo prácticamente a lo largo de
la vida del centro y era la siguiente:
los alumnos de 3º y 4º, 400 ptas.; los
de 2º, 300 ptas; y los de 1º, 200 ptas.
En cuanto al profesorado, primaban
la buena voluntad y la permanente disposición.
Durante todo el periodo de funcionamiento, determinados profesores fueron el eje principal de la Academia: don Ramón Padilla, principal
valedor y artífice de proyecto, al que
el pueblo de Vallehermoso y los
alumnos y alumnas que se formaron
en esta Academia le estarán eternamente agradecidos; José Luis Vallejo,
oficial del juzgado, que estuvo hasta
el curso 63-64; Juan Arteaga, oficial
del juzgado e importante colaborador
que estuvo siempre; y José Bande
Bande, maestro nacional, que colaboró
hasta el final. El resto de los apoyos
puntuales y, a veces ocasionales,
fueron dados por Ismael Rodríguez Santos, en sus inicios; Gloria Díaz Padilla (licenciada en Historia y, posteriormente, profesora universitaria), que
estuvo el curso 63-64; Gloria Carrillo
Mora, María del Carmen Rodríguez,
Pedro Eloy Trujillo Ascanio, José Antonio Trujillo Fernández, Miguel Cabrera, Fafa Mora Mendoza, Orlando
Mora Novaro, José Antonio Giráldez, profesor de Educación Física y
de Formación Política, y los sacerdotes que estuvieron después de don
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EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016
EN PORTADA
Ramón y dieron clases de Latín y Religión, don Fernando Reyes y don
Pablo Fermín.
Una de las características más
curiosas de este profesorado era su polivalencia: casi todos podían impartir
cualquier materia; aunque había preferencias por unas u otras.
En este centro se estudió solamente bachillerato elemental y en la foto
están todos los alumnos de los cuatro cursos. Las clases se daban de lunes
a viernes, por la mañana y por la tarde,
pero en mayor número en el periodo
vespertino, por disponibilidad del profesorado.
Los alumnos venían a pie desde los
distintos barrios, algunos bastante distantes, como Tamargada, Garabato, El
Carmen, Macayo o La Playa. Los de otros
barrios, demasiado lejanos para la asistencia diaria a clase, como Alojera, El
Cercado o Chipude, se hospedaban en
casas de familiares.
El número total se mantuvo en torno
a 60, con estructura de pirámide escalonada: 18 en primero, 16 en segundo,
15 en tercero y 14 en cuarto, aproximadamente. Muy pocos abandonaban
o repetían curso y casi todos terminaban el bachillerato elemental.
Luego, la mayoría se decantó por los
estudios de Magisterio.
Otra característica de este centro,
poco frecuente en aquella época,
fue el uso de uniforme por parte de
los alumnos. Los chicos, con pantalón corto y camisa de manga larga, color
beige, y las chicas con blusa blanca y
falda azul marino.
Los exámenes se realizaban durante
los primeros cursos en San Sebastián,
en junio y en septiembre; las reválidas, en Tenerife. Luego, como ya hemos
señalado, lo hicieron durante algunos
cursos en Hermigua.
Alumnos muy destacados de esta
Academia fueron: Ramón Prieto
Rodríguez, catedrático de Matemáticas e inspector de Educación; Cristóbal
Medina Medina, ingeniero; María del
Carmen Prieto Rodríguez, Medicina;
Ana Berta León, Magisterio; Manuel
Ramos García, Magisterio; Domingo
Barroso, directivo de Cajacanarias; Ceferino García Felipe, directivo de Cajacanarias; Pedro Medina, consejero del
Cabildo; Juan León Hernández, empresario…
La Academia contó siempre con el
apoyo de los padres, que se implicaban en el estudio de sus hijos. Su apoyo
al profesorado llegaba a extremo de
que, cuando alguna profesora, como
el caso de doña Gloria Padilla, tuvo dificultades de alojamiento porque la pensión era propiamente masculina,
varios padres le ofrecieron la posibilidad de cederle una habitación en su
casa.
La única pensión del pueblo la regentaban la mujer y la hija de Ventura
y en ella se alojaban el telegrafista, don
Miguel Pareja, un maestro nacional
mayor y los comisionistas que estaban de paso. No había restaurantes,
por lo que el comedor era mixto, y a
él iba doña Gloria Padilla.
Pedro Medina Calero estudió los tres
primeros cursos de bachillerato en Vallehermoso (1960-61; 1961-62; y 196263), y el cuarto tuvo que prepararlo
en Hermigua, porque en 1963-64 no
había Academia en Vallehermoso.
Él, María Dolores Quintana Rodríguez,
Rosita y un hermano de ésta fueron
los primeros en trasladarse a estudiar
en la Academia de don Mario. También lo hacían dos alumnas de Las
Rosas. Compañeros suyos fueron,
entre otros, Javier Fagundo Carrillo,
Carlos Trujillo Ascanio y Roberto
García.
En su pueblo estudió con el telegrafista don Luis Mercader; con los
maestros nacionales don Fulgencio
Ochoa (Matemáticas) y don José Bande Bande; con el oficial del juzgado
don Manuel Arteaga; y con el párroco
Ramón Padilla. Las clases se impartían en un local anexo a la sacristía.
Al marcharse don Ramón Padilla fue
sustituido en la parroquia por el sacerdote don Fernando Pérez Reyes, que
continuó la labor docente de su predecesor. Cuando don Fernando deja
la parroquia, le sustituye en la dirección de la Academia el maestro don
José Antonio Trujillo Fernández. En
este periodo se incorporaron nuevos
profesores, como don Pedro Eloy
Trujillo y don Miguel Cabrera.
Entre los alumnos que estudiaron
en Hermigua tenemos a Pablo González Vera, catedrático de Análisis Matemático y vicerrector; Gregorio Martín
Torres, profesor orientador en el Instituto de Las Indias; Ramón José
Jerez Cabrera, Armenia Mendoza
Méndez, José Antonio Méndez Mora,
Emma Brito Suárez, José Carlos Hernández Suárez, Aida Hernández Suárez, Antonia Mª Rodríguez Rodríguez…
La Academia se mantuvo hasta el curso
1969-1970. A partir de esa fecha, los
alumnos de Vallehermoso se desplazaban a estudiar a Hermigua o San
Sebastián.
Para José Antonio Trujillo, la Academia fue algo más que un sitio
donde los muchachos estudiaban; se
convirtió en una parte viva y participativa en la actividad del pueblo. Todas
las decisiones de la Academia eran colegiadas, decididas con una comisión de
padres, y en las reuniones trimestrales se daba cuenta de la marcha del
centro en todos sus aspectos, afrontando en muchos casos los déficits económicos que se presentaban. Entre las
actividades desarrolladas en la Academia se hallaban la celebración del
día de Santo Tomás de Aquino, las fiestas de fin de curso, recitales, lectura
de trabajos, concursos, excursiones,
etc.
Desconocemos el número de titu-
Profesores y
alumnos de la
Academia. En la foto
de arriba, año 1965;
en la de abajo, 1966.
lados que salió de sus aulas, pero seguro
que debió de ser muy importante y que
de otro modo, por falta de recursos,
no hubieran podido estudiar.
Con la implantación progresiva de
la Ley General de Educación de 1970,
que sustituye el anterior Bachillerato
por el B.U.P., la creación de la Sección
Delegada del Instituto Andrés Bello en
San Sebastián de La Gomera, el Colegio Menor y el Instituto Nacional de
Bachillerato Mixto, éste en 1975, fue
finalizando la labor impagable de las
Academias de bachillerato en La Gomera.
INFORMADORES: Raúl Zamora Zamora,
Ramón Padilla Brito, Gloria Díaz Padilla, José Mª Moreno Cuevas, Jaime Vega
Mora, Ramón Prieto Rodríguez, José
Antonio Trujillo Fernández, Pedro
Medina Calero y Ulises Trujillo Fernández.
NOTAS
(1) Rodríguez Mendoza, Félix, Vallehermoso,
ciudades y pueblos de Canarias, La Prensa,
El Día, 16 de agosto de 1997.
(2) Darias Príncipe, Alberto (1992): La
Gomera. Espacio, tiempo y forma, Compañía Mercantil Hispano-Noruega, S.A. / Ferry
Gomera, S.A., Santa Cruz de Tenerife.
(3) Rodríguez Mendoza, Félix, o. c.
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domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA
INVESTIGACIÓN
EN PORTADA
TURISMO
Ramón Freixa
(Óleo sobre lienzo de 100 cmx100 cm)
Nació en Castellfollit de Riubregós (Barcelona), en
1971, pero creció en la localidad de Igualada. Se inicio en
el oficio desde muy joven, hasta incluso aprendió a ser
panadero. Realizó estudios de Gestión y Dirección Hostelera en la Escuela Superior de Hostelería y Turismo de
Sant Pol de Mar (Barcelona). Siguió su aprendizaje en Bélgica, después en el restaurante familiar y más tarde en Laguiole (Francia), donde adquiere los conocimientos que
marcarán para siempre su cocina. Luego, regresa al amparo del restaurante familiar de El Racó d’en Freixa y allí
alcanzará su primera estrella Michelin en 1998. En 2001
y 2007 la guía Gourmetour le concede a Ramón el premio
al Mejor Cocinero y al Mejor Restaurante de España, en
2002 se lleva el galardón al Mejor Carro de Quesos y en
2003, a la Mejor Oferta de Postres. Añade a sus tareas la
de ser la cabeza visible del restaurante Ávalon, del Grand
Hotel Central de Barcelona, pero sigue con el legado imprescindible de su padre, y en 2009 le da un giro al negocio familiar centrándolo en la cocina tradicional catalana, pasando a llamarse Freixa Tradició. En 2009 aterri-
za en Madrid, donde abrirá su restaurante Ramón Freixa
Madrid, que a los pocos meses recibe su primera estrella
Michelin, y en 2010 la segunda. Además, cuenta con tres
soles de la guía Repsol. En 2012 es nombrado Grand Chef
Relais&Châteaux también por su restaurante de la capital, y abre su restaurante Erre en Cartagena de Indias (Colombia). En la cocina de Ramón Freixa conviven tradición
y vanguardia. Hay atrevimiento, innovación y sensatez,
una técnica impecable con numerosos juegos visuales y
gustativos, donde el protagonista siempre es el sabor.
EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016
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domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA
CLAVES DEL CAMINO
EL MISTERIO DE LA “SHEELAH”
UNA DIOSA SEXUAL Y PAGANA EN LAS IGLESIAS
Aunque pueda sorprendernos, la presencia del sexo en el arte cristiano no es algo, ni mucho menos, anecdóctico, llegando a sorprender
durante el románico por la forma tan explícita en la que se mostraban las más diversas prácticas sexuales en las fachadas y muros de
iglesias y conventos. ¿Aleccionaban a los feligreses acerca de los pecados a evitar? ¿Acaso eran un eco de viejas prácticas paganas que
consideraban sagrado el sexo? Las “sheelah” constituyen un caso singular.
Texto: José Gregorio González
L
a presencia de motivos decorativos con un claro contenido sexual en los templos
del cristianismo medieval
puede responder a diversos
motivos, desde la simple y sana sátira
cimentada en algunos casos sobre la base
de unos comportamientos habituales
en la época, al carácter pedagógico y adoctrinador en la fe y en la moral cristianas que defienden los más conservadores, alegando que este arte obsceno
podía servir para aleccionar a los fieles sobre la corrupción del espíritu que
acarrean la lujuria y la práctica de determinados usos sexuales. Por supuesto,
existe al menos una tercera posibilidad,
en la que este tipo de representaciones
se nos muestran como un eco de un pasado en el que la sexualidad era considerada sagrada.
Como en botica, en las fachadas, capiteles, canecillos y misericordias de los
templos encontramos de todo, lo que
plantea al estudioso la difícil, por no decir
casi imposible, tarea de discernir cuánto de didáctica, de denuncia, de simple uso decorativo o de simbolismo espiritual hay en cada caso. Los motivos sexuales y obscenos que nos interesan pueden ser divididos en cinco grupos, presentando una clasificación personal independiente de los estilos artísticos,
periodos históricos y materiales sobre
los que fueron esculpidos, clasificación
que lógicamente puede ser cuestionada,
pero cuyo grafismo nos parece muy útil.
El primer grupo correspondería a escenas puramente sexuales en las que aparecen parejas copulando en las más diversas posturas, hermafroditas, exhibicionismo, masturbación, sodomía, orgías,
reproducción de los órganos sexuales
muchas veces de tamaños desmesurados,
etc.
Otro grupo correspondería al de los
llamados ofrandes anales –’offrande
anale’–, figuras que muestran a personajes, en su inmensa mayoría masculinos, que aparecen defecando o mostrando el ano, una actitud obscena y visualmente incluso más ofensiva que las
anteriores.
Las sheelah, las diosas paganas celtas de grandes vulvas incorporadas a
la iconografía cristiana medieval, compondrían el tercero de los grupos de nuestro interés, y en el que nos vamos a detener en detalle.
En el cuarto podríamos aglutinar a
aquellos en los que aparecen animales
de forma ‘anormal’, ya sea copulando
con otros o con humanos, mostrando
actitudes exhibicionistas o bien reproducidos en un contexto aparentemente satírico.
Finalmente, un quinto grupo podría
reunir manifestaciones más o menos disimiladas y justificadas de la desnudez,
como la Virgen María amamantando, la
desnudez de Adán y Eva en el Paraíso,
el incesto bíblico de Lot y sus hijas, o
el sensual martirio de San Sebastián.
La diosa de la gran vulva
Lassheelahencajaríaneneltercergrupo
de nuestra más que discutible clasificación. Su nombre auténtico es sheelana-gig, representación de la Gran Diosa
Madre para los celtas irlandeses y británicos, cuya prominente vulva, que
muchas veces muestra abierta, representa el eterno nacimiento, la gruta de
donde viene la vida y a la que regresa.
Estamos gráficamente ante grotescas
figuras femeninas, cabeza grande de rasgos faciales toscos y muchas veces feos
y envejecidos, con el costillar visible y
que adoptan una clara postura exhibicionista, al aparecer en cuclillas y con
las piernas abiertas. A veces con las manos
se abren la vulva. Decoran iglesias, templos y otras edificaciones, incluso civiles, desde finales del siglo XI, época en
la que se incorporan a los motivos iconográficos cristianos, aunque su origen
es bastante anterior. Se especula con la
posibilidad de que inicialmente los constructores se limitaran a incorporar algunas de las viejas efigies supervivientes
de los cultos paganos a las fachadas de
las nuevas iglesias cristianas, para
posteriormente pasar a tallarlas explí-
Gárgolas en la
orotava candidatas
a sheila-na.
Sheila-na-gig en
Kilpeck.
citamenteparadecorarlostemplosmedievales normandos. Algunas han sido portátiles o bien centraban en sus ubicaciones originales cultos relacionados con
el propiciamiento de la fertilidad o la
protección en el momento del parto. Irlanda, donde también se las conoce como
madres de San Patricio, Inglaterra, Escocia y País de Gales son las zonas de
mayor presencia, aunque en Francia y
España también están presentes. Las lecturas del nombre suelen aludir a su condición deenseñar omostrar, de tal manera
quesueleleerseentreotrasdiversasmaneras como la vieja que enseña, aunque
a nosotros nos interesa la propuesta que
formula el ya citado Mark Hedsel. Es-
te autor, citando a Gerald Massey,
asegura que sheelah deriva del egipcio
sherah, que entre sus significados incluye los de manantial o aguas de manantial y revelar o exhibir, mientras que gig
derivaría del egipcio kekh con el significado de santuario. La lectura, por tanto,
sería la que exhibe el santuario. Como
es de esperar, esta conexión lingüística
con Egipto no es casual, de tal manera
que para este autor y otros hermetistas esta divinidad tiene su origen en las
tierras del Nilo y en la representación
del órgano genital femenino bajo el jeroglífico Ru, formado por dos medias lunas
enfrentadas de tal manera que simulan la apertura vertical de una vagina.
Ese símbolo tendría en los misterios egipcios un valor esencial a la hora de representar la entrada desde lo material en
el mundo espiritual, evolucionando en
el contexto cristiano hacia el símbolo
del vesica piscis, la aureola dentro de la
cual se representa a veces a la Virgen
o a Jesús. Esa figura dentro de la iconografía medieval cristiana indicaba que
lo que se encontraba dentro estaba en
un plano espiritual y no material,
como el resto de la representación; en
otra dimensión, manteniendo pues el
significado de “puerta entre mundos”, inspirándose en la forma de la vagina femenina y en su funcionalidad.
De hecho, de forma quizás demasiado
especulativa, se ha propuesto que el arco
ojival de las entradas en las catedrales
góticas sean vesica piscis gigantescos,
y por tanto vulvas en piedra que permiten entrar a otra dimensión no material.
Cuatro son las hipótesis que generalmente son barajadas por los investigadores para explicar su naturaleza:
Imágenes de la lujuria. Claramente
misóginas e incorporadas a la decoración de las iglesias por los maestros constructores a petición de las autoridades
eclesiásticas, que con su aspecto grotesco e infernal pretendían disuadir a
los fieles de los excesos de la carne.
Protección contra el mal. Siguiendo
el modelo de muchas gárgolas, las sheelas serían talismanes en piedra que protegerían al templo y a los fieles contra
los ataques del mal.
Representación de una triada céltica.
Para los partidarios de esta explicación
las toscas figuras serían un símbolo de
una trinidad anterior al cristianismo compuesta por la Diosa Virgen, la Diosa Madre
y la Diosa Tumba, como metáfora de
la naturaleza cíclica de la existencia.
Imagen de la fertilidad. Como el lector habrá imaginado, ésta es la tesis más
extendida y sugerente. Estaríamos,
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EL DÍA, domingo, 21 de febrero de 2016
CLAVES DEL CAMINO
pues, ante una divinidad cuya acentuada
sexualidad evoca la fertilidad.
PUERTO DE LA CRUZ, TERRITORIO DEL MISTERIO
La iniciativa Canarias Territorio del Misterio, que busca poner en valor nuestra cultura y patrimonio
en leyendas, tradiciones insólitas y enigmas, incorpora un nuevo itinerario, esta vez en Puerto de la
Cruz. La ciudad turística no sólo no es una excepción, sino que resulta excepcional en cuanto a temas y
aspectos en los que el misterio está presente. Historias, lugares y personajes tocados de forma asombrosa por el milagro y el prodigio, tradiciones arcaicas donde brota la magia a borbotones, como en las
fiestas de San Juan; secretos y creencias de corte masónico que protagonizaron episodios que colorean
lo cotidiano, vestigios de aquellos tiempos en los que los guanches dominaron este territorio, reliquias,
fenómenos en apariencia inexplicables. Puerto de la Cruz entró en la historia con letras mayúsculas con
procesos inquisitoriales peculiares a través de una Santa Inquisición que, precisamente, en este rincón
de Canarias se tuvo que comportar de forma muy diferente a la habitual. Sus calles presenciaron uno de
los más asombrosos prodigios de la historia del cristianismo. El paseo por los misterios portuenses está
prevista para el sábado 27 de febrero. Inscripciones en territoriodelmisterio@hotmail.com y en el teléfono y WhatsApp 628.368.842
¿Sembrando fachadas también en
Canarias?
La lista de estas grotescas y lujuriosas figuras es literalmente inmensa, localizándose en su mayor parte en iglesias
y capillas normandas construidas a partir del siglo XI, en iglesias románicas,
góticas e incluso en arquitectura barroca.
Es fácil deducir, por tanto, que no responden a un estilo artístico, sino más
bien a un mensaje que se perpetúa en
el tiempo. Quizá, las múltiples interpretaciones que se han dado sobre su significado tengan que ver precisamente
con el periodo histórico en el que fueron confeccionadas o incorporadas
como adornos a los recintos religiosos.
La mayoría están muy desgastadas por
el uso, el traslado, las inclemencias del
tiempo y las mutilaciones a las que en
determinados momentos han llegado
a ser sometidas. La Escuela de Herefoirdshire fue, sin duda, responsable de
muchas de las sheela-na-gig que decoran los alrededores: la cara norte de la
iglesia normanda de Stretton alberga una,
dos más aparecen en la iglesia de Santa Catalina, en Tugford, una bastante
explícita en la iglesia de finales del siglo
XI de Holdgate, una pequeña aldea de
Shroshire, otra más en el templo de
Diddlebury. En el templo de St Maria
Redcliffe, levantado en 1115 en Bristol,
hayamos no sólo una sheela, sino también varias figuras exhibicionistas, como la de un hombre que introduce una
mano en la vagina de la figura femenina
que le acompaña y un dedo en su propio ano. El umbral de la cripta de San
Nicolás, de la catedral escocesa de Glasgow, también alberga una de estas figuras sexuales, aunque, debido a su
estado de desgaste, los investigadores
H
no se atreven a afirmar si se trata de una
sheela de piernas abiertas, de un ídolo
de gran falo o de una figura que representa a un hermafrodita. En cualquiera de los tres casos estamos ante otro
motivo sexual. La iglesia de Studland,
en la costa de Durset, nos muestra una
iconografía realmente interesante, por
lo que una visita al lugar debe estar presente en el itinerario del buscador de
arte erótico. Una hembra abre su vulva
con la mano izquierda, mostrando un
clítoris muy marcado en la pared sur.
Leacompañanenladecoraciónotrafigura
ay una frase antológica que no es de un gran pensador, filósofo, escritor o literato, y mucho menos
político, y que la decía a cada momento un personaje al que apodaban “Panduro”, analfabeto integral, majadero pal vino y el coñac, máster en alcoholemia, enólogo
frustrado, y la frase era: “Vaya falta de ignorancia”. Hay que
hacer notar su perfecta dentadura, que conservaba en prístino estado, pues ningún alimento sólido hizo siquiera amago
de tocarla, ya que solamente entraba en contacto con el líquido,
en sus versiones de cuartas, medias o un litro, no importándole
gran cosa la procedencia del morapio, pero, eso sí, que fuera
tinto. Les confieso que en mi entorno de amigos laguneros
la solemos decir mucho, sobre todo si el que está en el uso
de la palabra es foráneo y se atreve a “ilustrarnos” con temas
locales sin tener ni puñetera idea de lo que está diciendo.
Este personaje lagunero era cliente habitual de las numerosas tascas o “borracherías” de mi ciudad y lo que hacía
era beber sin ningún tipo de “armadero” tales como chochos,
aceitunas o el democrático maní. ¿No iba a tener Panduro
su dentadura perfecta y hasta reluciente?, añadiendo ahora
yo que una docena de estos tiernos ejemplares sería la ruina
de los dentistas.
Empezaban a libar sobre las ocho de la tarde y así seguían
hasta pasada la medianoche. Claro, así salían de “Casa Telesforo”, de la venta de Ernesto, de “Casa Anacleto”, de “Las
Moneditas”, pasando por “Casa Antonino” o “Casa Maquila”,
y, al salir en los meses de invierno, al carajo el frío pues ya
venían cada uno de ellos con la calefacción central puesta,
agarrándose unos a otros para no caerse, logrando de esta
forma que se cayeran todos juntos, y aún estando en el suelo,
sexual que en una postura acrobática
muestra también una marcada vulva
y clítoris, así como una pareja de
amantes en clara unión sexual.
Finalmente y para no extendernos
demasiado, cabría mencionar la famosa
sheela de la iglesia de Kilpeck, cerca de
Hereford, posiblemente la más conocida de todas las representaciones de
esta divinidad obscena. Dedicada a santa
María y san David, el templo presenta
numerosas influencias artísticas, celtas y vikingas incluidas, destacando su
famosa puerta, profusamente decora-
El genial “templario” lagunero
Panduro, “Fagón”, el fiscal
Cándido Luis García Sanjuán y
la familia de “Los Bichos”
HUMOR ANTICRISIS
Juan Oliva-Tristán Fernández*
alguien tenía la preocupación de sacar debajo de su americanaunabotelladevinoqueseibanpasandounoaotrobebiendo
“a pico”. Cuándo llegaban a sus casas –los que llegaban– es
materia clasificada, y por ende reservada, que no me está
permitido revelar por sus connotaciones de privacidad e incluso
silencio administrativo.
Y hablando de botellas, hay un golpe de otro personaje
lagunero de la Orden de los “Templarios”, que fue el “general Fagón”, que estando limpiando un pozo negro con otros
de su cuerda hizo su aparición (oh, milagro) una botella de
vino tinto, la cual se la iban pasando de uno a otro y ya podrán
imaginar, lectores, cómo estaban esas manos de poceros.
En un momento determinado, el compañero que estaba al
lado del “general Fagón”, que era más borracho que el vino
y que se apellidaba Panasco, después de beber su cuota, despega su boca y labios del gollete y se la pasa al “general”,
da. El templo ofrece en sus paredes 89
motivos decorativos de singular atractivo, como perros, liebres, buhos, osos
que comen cabezas, seres monstruosos, bailarines, músicos, etc., dando la
impresión de que en este lugar se incorporó a modo de muestrario cada uno
de los elementos simbólicos de la arquitecta medieval, incluida una pareja
copulando y una de nuestras diosas de
piernas abiertas y vulva al viento.
En España encontramos ejemplos con
el mismo motivo en enclaves como la
iglesia de San Esteban de Corullón, en
León, famosa por contar con una fachada
que guarda una extraordinaria semejanza con la Puerta de las Platerías de
la catedral de Santiago de Compostela.
Aquíencontramosuncanecilloquemuestra una mujer en actitud acrobática con
la vagina al aire, mostrando tan descaradamente su vulva como lo hace un
canecillo vecino con sus grandes testículos y lo que le queda del megafalo
que lucía. No obstante es en la iglesia
de San Juan Bautista, en Villanueva de
la Nía, donde localizamos los mejores
ejemplos españoles. En un canecillo de
su muro sur vemos a una mujer de piernas abiertas que agarra con sus manos,
mostrándolo, su sexo, aunque lo más
interesante es que dentro del templo
hay un motivo similar, situado nada más
y nada menos que en un capitel de la
parte derecha del ábside.
En Canarias contamos al menos con
una sheelah potencial, de la que hablaremos en otro momento, ubicada en la
trasera de la iglesia de la Concepción
de La Orotava. Allí se ubican dos gárgolas singulares que parecen encajar en
esta tipología, especialmente una de ellas.
Considerando la potente e histórica presencia de británicos en La Orotava y
Puerto de la Cruz, tan vez estamos contemplando un singular guiño.
cogiendo éste con una mano la limeta y con la otra “limpia”
el mentado gollete para de esta forma evitar coger alguna
posible infección de Panasco, pues le tenía más miedo a la
misma que a la mierda que había dejado antes en el gollete
al limpiarlo y dejarlo impregnado de tan escatológica materia.
Cambio de tercio para contarles una anécdota de Cándido
Luis García Sanjuán, cuando en un juicio celebrado en La
Laguna y en un determinado momento le pregunta al procesado: “¿Usted dónde vive?”, contestando el aludido: “Por
debajo de “Los Bichos”, contrainterrogando Cándido Luis:
“¿Y quiénes son “Los Bichos”?, rematando el acusado: “Los
que viven por encima de mí”, continuando un general desconjonamiento del público, lo que obligó al Sr. presidente
a tocar repetidamente el mazo, al tiempo que rogaba silencio, orden y compostura.
Olivaradas.- A Lepe llega un tipo a bordo de un Mercedes 600 y se le para, bajándose caliente el dueño y preguntando
al primer cristiano que pasaba: “Oiga, ¿aquí hay algún concesionario de Mercedes? contestando el lugareño: “No, olvídese. No obstante, aquí hay un manitas que le crecieron los
dientes viendo a su padre reparando motores que seguro
que le soluciona el problema”. Luego aparece Lucas, que así
se llamaba el amañado, quien se sienta en el coche intentado arrancarlo sin éxito, bajándose y diciéndole a su dueño:
“Hombre, no arranca porque no tiene gasolina”, a lo que responde el propietario: “Coño, si no hace media hora que le
llené el depósito”, remachando Lucas, casi sentenciando:
“Ah, entonces es la piedra”.
* Pensionista de larga duración
p8
domingo, 21 de febrero de 2016, EL DÍA
www.eldia.es/laprensa
Revista semanal de EL DÍA. Segunda época, número 1.020
P
uede que, por deformación
profesional o porque suelo
pensar a contracorriente,
los vaticinios catastrofistas que se pregonan a los
cuatro vientos acerca de los terribles
acontecimientos que esperan a los
europeos por el denominado “invierno
demográfico” nunca me han convencido.
El argumento que se emplea es fácilmente entendible, pero simplista: población que envejece, tasa de natalidad baja, nula o negativa, más pensiones y menos trabajadores que coticen: el sistema se derrumba.
Todos los análisis están basados en
un axioma que, expuesto de una manera políticamente incorrecta, sería:
de los 65 a los 70 años hay que dejar
paso a las nuevas generaciones,
porque éstas vienen con más ganas
y nuevas ideas; y, además, ya está uno
muy cansado, así que a descansar y
pasear, que el reemplazo cotizará para
que los que se retiren cobren sin tener
que hacer nada nunca más. Es decir,
se nos obliga a dejar de ser activos
y a la toma de conciencia de nuestra inutilidad. Pero todo el análisis
predictivo se basa en que no habrá
un cambio psicológico que haga
variar el comportamiento de los
individuos cuando vean que con 65,
70, 75 u 80 años se sienten no muy
diferentes a décadas anteriores.
En un interesantísimo estudio recientemente publicado por la Universidad de Salamanca titulado “Economía del envejecimiento”, podemos
ver cómo la satisfacción entre las personas de más edad con su propia salud
casi no varía con respecto a la que
tenían cuando eran más jóvenes.
Hagamos un ejercicio de imaginación y sigamos la pista a un jubilado dentro de 10 o 15 años. Y propongo esta fecha porque en ese
período esos jubilados serán aproximadamente la primera generación que habrá convivido desde sus
años juveniles con la informática y,
por tanto, los ordenadores e internet
habrán sido parte de su vida. Primera
fase: “¡Ahora, voy a disfrutar y a no
hacer nada!, ¡será como estar de vacaciones!”. Hasta que surge el aburrimiento y una gran sensación de
vacío invade al senior; entonces la
estrategia del jubilado suele ser dar
un giro de 180 grados, con lo que
comienza una segunda fase de actividad frenética sin planificación ni
objetivo.
Sin embargo, un creciente grupo de
jubilados está inaugurando una nueva fase cuando se hacen esta reflexión: “Me siento razonablemente bien
físicamente, y me quedan unos 25 años
de vida. Creo que eso es mucho tiempo para no hacer nada, para no tener
planes de futuro”. Y a continuación:
“¡Pero si yo sé muchas cosas! ¿Por qué
no intento poner en marcha aquel proyecto que quería realizar de joven?
Y, además, gracias a internet podría
realizarlo desde casa y en el horario
que me dé la gana, con tranquilidad
y sin interferir en mi vida familiar”.
JUBILACIÓN,
UNA VISIÓN OPTIMISTA
FRENTE A LA CATÁSTROFE
PREGONADA
Texto: Elena Barreiro Alonso.
(psicóloga experta en Gerontología&Estrés).
infopsinex@gmail.com
Otro aspecto que hay que tener en
cuenta es la segura demanda por parte
de este sector de una formación académica a la carta, ya que no le
importan los títulos. Imaginemos un
jubilado que tras la primera fase descrita decide ponerse a estudiar aquella materia que siempre le apasionó,
pero en la que no pudo formarse; por
ejemplo, para gestionar su pequeño
fondo de inversiones. Como los
pedagogos y psicólogos sabemos, la
manera de aprender que tiene la gente
mayor es diferente a la de su juventud; primero, porque posee muchos
conocimientos colaterales que le
permiten atajar su aprendizaje; y, segundo, porque sólo se esfuerza en lo
que le interesa, lo que les hace más
efectiva y certera en sus objetivos al
desechar temas marginales que no le
aportan nada para conseguir su meta.
A la gratificación personal que sentirá el jubilado, habrá que sumar el
cambio de imagen que tendrá este
colectivo ante la sociedad; la revalorización de su valía que retroalimentará su satisfacción, aumentando su
calidad de vida psicológicamente, lo
cual, a su vez, influirá beneficiosamente en su salud física.
Imaginemos a un jubilado que
siempre ha trabajado como montador en una fábrica de automóviles y
que, tras pasar las primeras fases de
su jubilación, alquila un pequeño local
a pocos metros de su domicilio;
compra una cafetera y cuatro mesas
en una liquidación por cierre y abre
una cafetería sólo para ofrecer los cafés
y tartas que hace su esposa en casa.
Lo hace más bien como club social,
para estar con los amigos. Sólo le exige
a su negocio no perder dinero. Y resulta
que el negocio es un éxito en el barrio
y el local se llena a diario. El crecimiento es tal que decide abrir otro
contratando a una trabajadora para
atenderlo, y tal vez otro más, y tal vez
se atreva a hacer una franquicia. Ha
generado riqueza, ha creado puestos
de trabajo, ha satisfecho una demanda
y se ha divertido haciéndolo con poco
riesgo económico. Para otra jubilada,
podría ser abrir una galería de pintura para que los artistas jóvenes
expongan, ya que esa fue siempre su
gran ilusión, pero la tradición familiar la empujó a hacer Medicina y especializarse en Neurocirugía.
Actividad desinteresada y
colaborativa
En un mundo digital saturado de
un gigantesco pero disperso conocimiento acumulado al alcance de un
clic, nos olvidamos de que la vida de
cada ser humano es un filtro por el
que ha pasado parte de ese saber, ha
sido procesado de una manera específica y ha dejado un poso que, al igual
que los que dejan las hojas de té, es
único. El jubilado ha realizado una
criba, una selección, a lo largo de su
vida, de la que podemos beneficiarnos. El senior, generalmente, ha llegado a un equilibrio entre trabajo y
vida personal que puede proporcionar un punto de vista diferente al joven
emprendedor. Asimismo, la nula
necesidad de competitividad que siente
el mayor se reflejará en una actitud
más desinteresada y colaborativa con
sus compañeros de aventura.
Cuando la sociedad se percate de
cuánto se puede prolongar la actividad
laboral de las personas de más edad,
con un aporte tan enriquecedor para
todos, la percepción social de la vejez irá cambiando. La simbiosis entre jóvenes-emprendedores y mayores-emprendedores será frecuente.
Incluso a nivel doméstico, abuelos y
nietos podrán considerar crear proyectos juntos como socios.
Los jubilados tienen dos cualidades que se encuentran emparejadas
de una manera muy apropiada:
capacitación, ya que la gran mayoría del capital intelectual y técnico
del mundo está concentrado en la
gente de mayor edad, y paciencia: disponer de 10, 15, 20 o 25 años para desarrollar un proyecto ilusionante que
no conlleva presión. Lo importante
para él sería el camino, no la meta.
Tengo la certeza de que lo que he
expuesto lo constataremos en un futuro cercano y, como profesional de
la Psicología especializada en este campo, intento ayudar en este proceso
asesorando a mis pacientes durante
la transición a la jubilación, para que
tomen conciencia de su gran potencial, y ayudándolos al autodescubrimiento de las posibilidades que se
presentan en esta nueva e ilusionante
etapa a la que han llegado.
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