María Alejandra Zanetta LA SUBVERSIÓN ENMASCARADA Análisis de la obra de Maruja Mallo BIBLIOTECA NUEVA maruja mallo.indb 5 12/3/14 10:20:53 grupo editorial siglo veintiuno siglo xxi editores, s. a. de c. v. siglo xxi editores, s. a. CERRO DEL AGUA, 248, ROMERO DE TERREROS, GUATEMALA, 4824, 04310, MÉXICO, DF C 1425 BUP, BUENOS AIRES, ARGENTINA www.sigloxxieditores.com.mx www.sigloxxieditores.com.ar salto de página, s. l. biblioteca nueva, s. l. ALMAGRO, 38, ALMAGRO, 38, 28010, MADRID, ESPAÑA 28010, MADRID, ESPAÑA www.saltodepagina.com www.bibliotecanueva.es editorial anthropos / nariño, s. l. LEPANT, 241, 08013, BARCELONA, ESPAÑA www.anthropos-editorial.com Zanetta, María Alejandra La subversión enmascarada : análisis de la obra de Maruja Mallo. – Madrid : Biblioteca Nueva, 2014 296 p. : il. ; 21 cm. – (Colección Singulares) ISBN : 978-84-16095-41-4 1. Arte 2. Estética 3. Pintura. 4. Maruja Mallo 75 afc 7.036 acx Cubierta: Gracia Fernández © María Alejandra Zanetta, 2014 © Maruja Mallo, VEGAP, Madrid, 2014 © Editorial Biblioteca Nueva, S. L., Madrid, 2014 Almagro, 38 28010 Madrid www.bibliotecanueva.es editorial@bibliotecanueva.es ISBN: 978-84-16095-41-4 Depósito Legal: M-7.787-2014 Impreso en Artes Gráficas Cofás, S. A. Impreso en España - Printed in Spain Queda prohibida, salvo excepción prevista en la ley, cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación de esta obra sin contar con la autorización de los titulares de propiedad intelectual. La infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de delito contra la propiedad intelectual (arts. 270 y sigs., Código Penal). El Centro Español de Derechos Reprográficos (www.cedro.org) vela por el respeto de los citados derechos. maruja mallo.indb 6 12/3/14 10:20:53 ÍNDICE maruja mallo.indb 7 12/3/14 10:20:53 maruja mallo.indb 8 12/3/14 10:20:53 índice Introducción ........................................................................ 13 Agradecimientos .................................................................. 27 Orígenes ................................................................................. La Escuela de Vallecas y la serie CLOACAS Y CAMPA- 29 NARIOS .................................................................................. Ilustraciones para la REVISTA DE OCCIDENTE ................... ARQUITECTURAS MINERALES Y VEGETALES. CONSTRUCCIONES RURALES .............................................................................. LA SORPRESA DEL TRIGO (mayo de 1936) ............................... Continuación de su compromiso social en el exilio: LA RELIGIÓN DEL TRABAJO .......................................................... NATURALEZAS VIVAS ................................................................... RETRATOS BIDIMENSIONALES ..................................................... MÁSCARAS, DANZANTES Y ATLANTES ........................................... Mural del cine LOS ÁNGELES ............................................. LOS MORADORES DEL VACÍO .................................................... 113 133 141 159 177 195 211 217 229 239 Conclusiones ........................................................................ 263 Bibliografía .......................................................................... 271 9 maruja mallo.indb 9 12/3/14 10:20:53 maruja mallo.indb 10 12/3/14 10:20:53 A mi mentora, colega y amiga, la profesora Shirley Mangini, con profunda admiración y cariño maruja mallo.indb 11 12/3/14 10:20:53 maruja mallo.indb 12 12/3/14 10:20:53 INTRODUCCIÓN maruja mallo.indb 13 12/3/14 10:20:53 maruja mallo.indb 14 12/3/14 10:20:53 Introducción Maruja Mallo es una de las artistas más interesantes de la vanguardia española. En los últimos años han surgido numerosos estudios1 que han ayudado a rescatar del olvido no solo su obra y su trayectoria vital, sino también la profunda influencia que Mallo tuvo en sus contemporáneos. Este libro propone un análisis interpretativo del simbolismo de sus pinturas teniendo en cuenta el contexto en el que fueron creadas y las lecturas y vivencias personales que tuvieron un profundo impacto en su formación personal y profesional. Al analizar el arte de Mallo, me he concentrado en los símbolos que forman parte de su personal iconografía, interpretándolos en relación con los contextos y procesos históricamente específicos y socialmente estructurados en los cuales, y por medio de los cuales, estos se produjeron y se transmitieron. Mi análisis de la obra de Mallo expande algunas características de su obra ya señaladas por la crítica a la vez que ofrece nuevas perspectivas interpretativas sobre algunas de las pinturas de Mallo en particular y sobre el desarrollo de su obra en general. Las páginas que siguen 1 Entre estos estudios destaca la biografía de Maruja Mallo recientemente publicada por Shirley Mangini (2012). 15 maruja mallo.indb 15 12/3/14 10:20:54 María Alejandra Zanetta son producto de mi continuada fascinación con la obra de Maruja Mallo, para mí, una de las más originales de la vanguardia española. Dicha fascinación no solo se ha mantenido debido a la observación continuada de su obra, la cual me sorprende siempre con algo nuevo y anteriormente no notado, sino por los interesantes estudios que constituyen el corpus de la crítica dedicada a elucidar aspectos de su apasionante vida y de su compleja y variada obra. Por lo anterior, el análisis que ofrezco es un eslabón más dentro de la cadena de estudios dedicados a esclarecer, expandir y difundir el significado y la importancia de la obra de esta extraordinaria pintora. Maruja Mallo se formó personal, intelectual y profesionalmente en una España en transición, en constante tensión entre las tendencias tradicionalistas y conservadoras que pretendían mantener a España en el pasado y aquellas que pugnaban por ubicarla en el seno de la modernidad. Si bien la situación familiar de Mallo —el hecho de ser una mujer en una familia muy numerosa de clase media cuyos padres favorecían la educación de todos sus hijos, incluyendo la de las mujeres— favoreció su desarrollo artístico, la sociedad en la que vivió aún mantenía unas divisiones genéricas rígidas y un concepto de la mujer anclado en concepciones decimonónicas. Una gran parte de la sociedad española de las primeras décadas del siglo xx aún veía con malos ojos que las mujeres estudiaran, que deambularan por el espacio público sin acompañantes, que se desviaran de los códigos indumentarios que señalaban su clase social y el destino biológico al que estaban destinadas, que tuvieran otras aspiraciones que no fueran las de casarse y formar una familia y que se aventuraran en las actividades consideradas hasta el momento como exclusivas del hombre. Mallo, al igual que el resto de las artistas, poetas, escritoras e intelectuales de las décadas de los 20 y 30, a pesar de interactuar con el grupo de intelectuales 16 maruja mallo.indb 16 12/3/14 10:20:54 Introducción hombres, de participar en varias actividades culturales y de publicar o exhibir sus obras en las revistas o salones más prestigiosos de la época, nunca llegó a ser considerada un igual, encarnando lo que Alice Gambrell denomina como un «insider-outsider». Esta condición, como explica Gambrell, «is not simply defined by one’s identity (which is itself defined by an amalgamation of markers including sex, nation, race, class, and so on) but also, perhaps especially, by the situation in which one produces work and makes that work public» (22). De esta forma, si consideramos la misoginia predominante en los centros productores y difusores de cultura de la época, la alteridad por el hecho de ser mujer y artista de talento en un mundo de hombres que dudaba y recelaba de la capacidad creativa e intelectual de la mujer, no es arriesgado afirmar que esto debió influir profundamente no solo en el arte sino en la manera de actuar de Mallo. Como ya es sabido, Mallo asistió a la prestigiosa Academia de Arte de San Fernando, pasando el examen de ingreso sin ningún tipo de problemas a pesar de la marcada misoginia que caracterizaba al profesorado de esa época2. María Escribano comenta que la joven artista, obviamente consciente de la animosidad hacia los deseos de las mujeres de asistir a la Academia, alardeaba de haber sido la única estudiante mujer que había pasado aquel difícil examen de ingreso («Maruja Mallo», 46). Abundan los comentarios de otras estudiantes compañeras de Mallo que ofrecen un vivo testimonio del ambiente hostil hacia la mujer 2 Sobre el misoginismo de la Academia de San Fernando y la misoginia predominante en la época de formación personal y profesional de Mallo véase, entre otros estudios, la introducción y el capítulo «Contexto cultural e ideológico: Una contradictoria modernidad: surrealismo y vanguardia. En torno a André Breton y a Ortega y Gasset» de mi libro La otra cara de la vanguardia (2006). 17 maruja mallo.indb 17 12/3/14 10:20:54 María Alejandra Zanetta con vocación de artista que allí se respiraba. Pitti (Francis) Bartolozzi, muy amiga de Remedios Varo y compañera de esta, de Delhy Tejero y de Maruja Mallo comentaba que algunos de los profesores no eran demasiado partidarios de que las mujeres estudiaran arte o quizá ninguna carrera y pasa a relatar una experiencia con el profesor de dibujo José Garnelo, muy ilustrativa de la mentalidad del profesorado de la época: A mí me sucedió que hice el curso bien preparada y con mucha afición, y según mi padre con muchas aptitudes, pero nos encontramos con la gran sorpresa de que al abrir el sobre con las notas me había suspendido. Se trataba de una injusticia y mi madre se fue a verle al despacho de la Academia. El profesor ante la pregunta indignada de mi madre contestó: «Mire, señora, le voy a ser franco, el primer año suspendo siempre a las señoritas, para ver si no siguen, pero si insisten las apruebo». Y así fue (Lozano Bartolozzi, 297). De forma similar, Delhy Tejero, quien estudió en la Academia de San Fernando desde 1926 a 1929, recuerda que toda su vida estuvo contra ella «la estúpida escuela de San Fernando, con su profesorado anticuado» (Sánchez Santiago, 31). Si bien la postura reaccionaria que caracterizaba a la Academia en esa época no era de sorprender, teniendo en cuenta el tradicional rechazo por parte de las corrientes academicistas hacia las nuevas tendencias artísticas que surgían afuera de sus puertas, sí es sorprendente el misoginismo que permeaba los círculos que se declaraban partidarios de la modernidad y del cambio. En concreto, sorprende encontrar en los artículos publicados en las revistas liberales de la época, como por ejemplo, la famosa Revista de Occidente dirigida por el filósofo Ortega y Gasset, un sostenido argumento en contra de la capacidad intelectual 18 maruja mallo.indb 18 12/3/14 10:20:54 Introducción y creativa de la mujer3. Estas opiniones que sistemáticamente colocaban a la mujer en un plano inferior al hombre en cuanto a sus posibilidades como intelectual y artista, pasaban como verdades científicas que se avalaban a partir de las teorías misóginas de varios científicos de la época como por ejemplo Gregorio Marañón, Sigmund Freud, George Simmel y Otto Weininger por solo nombrar a unos pocos4. Incluso, los estudios que surgieron por esa época sobre las civilizaciones matriarcales fueron utilizados, no para rescatar modelos sociales alternativos al orden patriarcal, como hubiese sido de esperar de unos intelectuales que se declaraban como poseedores de una mentalidad abierta y verdaderamente moderna, sino para corroborar la superioridad del orden establecido sobre modelos sociales que se desviaran de él5. En cuanto a los movimientos artísticos que proponían una ruptura radical con el arte del pasado y que pretendían liberar a la sociedad de la mentalidad burguesa y conservadora, como por ejemplo el surrealismo, la revolución que se proponía no incluía a la mujer, la cual permanecía, dentro del imaginario surrealista en los roles de musa, ángel, niña, ente irracional natural e intuitivo y receptáculo de los deseos, fantasías sexuales y miedos del sujeto masculino6. Como señala Patricia Mayayo, la mayo- 3 Sobre la opinión de la mujer expresada en la Revista de Occidente, véase el artículo de Madgalena Mora, «La mujer y las mujeres». 4 Shirley Mangini se refiere a los intelectuales y profesionales de esta época que se dedicaban a propagar las «verdades de sexo» con las que pretendían mantener a la mujer apartada del ámbito cultural con el nombre de «misóginos ilustrados» (Las modernas). 5 Roberta Quance trata el tema del resurgimiento de las civilizaciones matriarcales en esta época en su libro Mujer o árbol. Mitología y modernidad en el arte y la literatura de muestro tiempo. 6 En relación con este tema véase el artículo de Alicia Dujovne Ortiz «Escandalosamente ellas, las surrealistas». Sobre la posición subordina- 19 maruja mallo.indb 19 12/3/14 10:20:54 María Alejandra Zanetta ría de las artistas, escritoras e intelectuales vanguardistas, «se vieron atraídas inicialmente hacia el discurso antiburgués de los movimientos vanguardistas, pero tan solo para descubrir, con desencanto, que dichos movimientos no eran menos sexistas ni más tolerantes con las mujeres que las rígidas familias de las que habían escapado» (Historias de mujeres, 59). Dentro de los centros productores y difusores de cultura de la época, como por ejemplo la prestigiosa Residencia de Estudiantes, de la que formaron parte muchos de los amigos de Mallo, como por ejemplo Salvador Dalí, Federico García Lorca y Luis Buñuel, la opinión sobre la mujer no difería mucho de la que se difundía a partir de las páginas de las revistas de la época. Pensemos sin ir más lejos, el papel que lo femenino ocupó en la obra de Dalí, o los prejuicios en contra de la mujer que reiteradamente expresaba Luis Buñuel, por mencionar solo algunos ejemplos. Si bien la genialidad de Mallo fue reconocida por Ortega, quien le organizó en 1928 su primera exposición en la Revista de Occidente, la opinión generalizada sobre la creatividad femenina era negativa. A pesar de tener una fuerte personalidad y una clara conciencia de su talento, el misoginismo predominante en el ambiente en que se desenvolvió no pudo no haberla afectado o molestado. No es arriesgado especular que, sabiéndose una artista de calidades excepcionales, dichos comentarios, chistes derogatorios y posturas presentes en sus colegas hombres, en los intelectuales de la época y en la sociedad en general, no solo le molestaron sino que le indignaron. Teniendo en cuenta la personalidad optimista, vital y combativa de Mallo y de da de las mujeres dentro del grupo surrealista alrededor de Bretón véase el libro de Jack J. Spector, Surrealist Art and Writing, en especial el capítulo «The Surrealist Woman and The Colonial Other» así como también los trabajos de Robert Belton, Whitney Chadwick, Nancy Joyce Peters y Jennifer Mundi citados en la bibliografía. 20 maruja mallo.indb 20 12/3/14 10:20:54 Introducción su ácido sentido del humor, no es descabellado imaginar que la misma se valiese de la ironía y de la crítica indirecta para burlarse y poner en evidencia lo absurdo, contradictorio y arcaico de semejante postura. Esta reacción no surgió como consecuencia de una consciente militancia feminista por parte de Mallo sino por el hecho de que ella era una mujer de un talento y de una inteligencia fuera de lo común en un mundo aún regulado por hombres que, a pesar de declararse liberales y liberados, aún pretendían mantener los mitos tradicionales sobre los roles de la mujer y del hombre. En lo político, Maruja Mallo, abogó por la revolución social, identificándose con la causa republicana y abrazando el mensaje de igualdad social que esta propagaba. Pero, a diferencia de sus contemporáneos hombres, la revolución a la que ella aspiraba, sí incluyó a la mujer. Por tal motivo, el universo pictórico que desarrolló durante su larga trayectoria artística ofrece un imaginario completamente diferente al de sus colegas hombres. Mallo adoptó de los movimientos artísticos y de las corrientes intelectuales y espirituales de su época todo aquello que contribuía a expresar su concepción de ella misma, de la vida, del arte, de la sociedad y del universo y rechazó todo aquello que contradecía u oscurecía la visión que se proponía expresar en sus pinturas. Me parece apropiado, antes de comenzar con el análisis de sus pinturas, reproducir una página de la libreta de Mallo, a la cual me dio generosamente acceso su sobrino, Antonio Gómez Conde, en la cual Maruja se describe a sí misma a partir de una lista de atributos con los cuales se identificaba7: 7 Esta misma lista aparece reproducida en las dos biografías de Mallo escritas por Shirley Mangini. En la página 183 de Maruja Mallo and the Spanish Avant Garde y en la página 242 de Maruja Mallo. 21 maruja mallo.indb 21 12/3/14 10:20:54 María Alejandra Zanetta — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — Análisis Energía, equilibrio, talento Locura metódica ---Muy pronunciado Apolo Gran talento artístico y organizador Espíritu creador masculino Voluntad, Testarudez, Constancia Larguísima y profunda línea de la suerte Viajes Por inclinación artística poco práctica Hasta el fin con espíritu claro Vitalidad, reserva de espíritu Sensibilidad Justicia Humanitaria Lealtad en la amistad Capaz de engañar a un jesuita Triple collar de la suerte, salud, dinero, alegría Larga vida Dominio de la felicidad con una sola cosa Dos grandes contratiempos tuvo Tendrá uno que le durará muchos años Tendrá… Capricornio Eficaz éxito en todo el mundo (corrigiendo los defectos como hablar sin pensar, pisar sobre terreno inseguro) Al leer la lista que nos brinda Maruja, queda claro que los argumentos misóginos a los que se vio expuesta durante la época de su formación personal y profesional influyeron profundamente en su psiquis. Dentro de los atributos con los que se identifica, y con los que identifica principalmente su talento creativo, Maruja utiliza la frase «espíritu creador 22 maruja mallo.indb 22 12/3/14 10:20:54 Introducción masculino». Teniendo en cuenta la opinión generalizada entre sus colegas y mentores, de que la capacidad creativa de la mujer era inferior a la del hombre, Mallo no se anima a clasificarse, ni siquiera en la soledad e intimidad que le ofrece la página de su libreta, sin el adjetivo «masculino» al lado de su talento. Mallo tuvo plena conciencia de los prejuicios sociales con los que se enfrentaba y de las estrategias que debía emplear para no ser descalificada y expulsada del campo de la cultura y de los centros productores y difusores de arte. Maruja era una mujer y una artista en un momento de transición social marcado por profundas contradicciones. Habitó una modernidad que, como hemos dicho, si bien proponía cambiar los patrones de comportamiento sociales y los parámetros de pensamiento tradicionales, todavía mantenía un concepto de la mujer basado en deseos, necesidades y miedos masculinos y no en la realidad. Por eso supo que, para que la tomaran en cuenta debía resistir a toda costa el que la etiquetaran. Como ha señalado la crítica, Mallo fue una experta en el arte de evadir demarcaciones rígidas y permanentes. Su arte, uno de los más variados en cuanto a imaginería, estilo y géneros artísticos —no olvidemos que Mallo no solo fue pintora sino que también fue grabadora, ceramista y escenógrafa— se resiste a ser calificado desde una sola tendencia, estilo o movimiento. De la misma forma, Mallo rechazaba cualquier calificativo que pudiese restringirla, de ahí su aberración a ser tildada de surrealista, gallega o cualquier otro denominador común que disminuyera la profunda y variada riqueza de su arte y de su persona. Durante toda su vida Mallo supo vivir la situación contradictoria que suponía ser mujer y creadora al mismo tiempo. Uno de los elementos que la artista menciona en su lista es su habilidad en el arte del engaño al proclamarse «capaz de engañar a un jesuita». La mascarada, tanto en su arte como en su vida, fue una táctica que Mallo empleó desde los comienzos de su carrera por ser la estrategia que mejor servía 23 maruja mallo.indb 23 12/3/14 10:20:54 María Alejandra Zanetta para poder simultáneamente vivir y poner de manifiesto las contradicciones de su tiempo. La misma Mallo encarnó en su persona el androginismo esencial que se ve expresado en muchas de sus pinturas a partir del cual se propone la erradicación del pensamiento binario y excluyente de la mente patriarcal. Sobre este tema Shirley Mangini escribe: Maruja Mallo solía vestirse al estilo moderno, con falda corta (como muchas de las mujeres que pinta) o con pantalones; llevaba el pelo corto, al estilo paje o a la garçonne. Le gustaba pintarse de manera extravagante hasta el punto en que el maquillaje acabó convirtiéndose en su sello personal y lo fue exagerando a medida que se hacía mayor. En los años de Madrid tan pronto parecía un marimacho como una mujer seductora. Y si a menudo su estilo era transgresor, en ocasiones se vestía como una señora. A veces era una mujer llamativa que mantenía relaciones románticas con uno o dos chicos a un tiempo y otras se consideraba un «chico» vanguardista más. Su habilidad para confundir a sus compañeros con su conducta ambivalente le permitía subvertir el orden patriarcal, diluir las fronteras entre los sexos en el trato con sus amigos y taladrar la coraza protectora del núcleo patriarcal (Maruja Mallo, 76). A Maruja Mallo y a las otras mujeres artistas y escritoras de la vanguardia, no les quedaba mucha opción en cuanto a acercarse y adaptarse lo mejor que podían al mundo «masculino». La falta de modelos femeninos intelectuales con el peso, la influencia y los contactos como los que ofrecían Ortega y personalidades como Gómez de la Serna hizo que estas sintiesen la necesidad de asimilarse a ese mundo borrando todas aquellas marcas —entre las que figuraba el ser «femenina»— que se veían como vestigios del arte y la cultura decadente del pasado. La actitud de Mallo, recuerda 24 maruja mallo.indb 24 12/3/14 10:20:54 Introducción a la de otra discípula de Ortega, la escritora Rosa Chacel quien, durante toda su carrera, instó a la mujer intelectual a asimilarse al mundo cultural masculino y a asumir una actitud dinámica equiparable a la del hombre8. Dicha estrategia, al igual que en el caso de Mallo, no surgía de una postura antifeminista sino que pretendía lograr la reivindicación de la mujer utilizando una estrategia práctica y realista. Si volvemos a la lista, vemos que junto a la racionalidad y al talento creativo «masculino» aparecen atributos, que, dentro del pensamiento binario patriarcal se consideraban «femeninos», como por ejemplo, su «sensibilidad». Maruja, con «un Apolo muy pronunciado», fue, al igual que el dios griego, jefa de sus propias musas y musa de muchos de sus contemporáneos. Encarnando lo uno y lo otro, creciendo y adaptándose a las sorpresas que le fue presentando el destino, Maruja Mallo vivió su vida «hasta el fin con el espíritu claro» e inigualable que expresa magistralmente en su arte. Akron (Ohio), 2014 8 En relación con el efecto que la misoginia de la vanguardia masculina tuvo en las escritoras, pensadoras y artistas como Mallo, Maite Zubiaurre escribe que, en el caso de Chacel, esta nefasta influencia se halla presente incluso en las cartas que esta le envía desde el exilio a su discípula Ana María Moix. En su estudio de la narrativa autobiográfica de María Zambrano y de Rosa Chacel, dicha autora comenta que el exilio de ambas intelectuales no solo les ayudó a separarse de España sino también a terminar con la dependencia y la influencia intelectual que ejercieron en ellas las figuras masculinas como Ortega. Estos intelectuales si bien ejercieron de mentores y de maestros también contribuyeron a la inseguridad de ambas en el terreno profesional debido a la opinión que tenían sobre la inherente incapacidad intelectual y creativa de la mujer: «Al cortar el cordón umbilical con España, lo cortan sobre todo con esas figuras masculinas —epitomizadas en el Ortega real, y en el Falcón inventado— cuya pesada ascendencia intelectual hacía muy difícil ejercitar con libertad las propias alas de pensamiento» («España», 279). 25 maruja mallo.indb 25 12/3/14 10:20:55