incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 1 20/03/2012 11:58:44 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 2 20/03/2012 11:58:44 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba Una historia del exilio republicano español en la sociedad dominicana, 1938-1944 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 3 20/03/2012 11:58:44 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 4 20/03/2012 11:58:44 a.m. Archivo General de la Nación Volumen CLXII El incidente del trasatlántico Cuba Una historia del exilio republicano español en la sociedad dominicana, 1938-1944 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Santo Domingo 2012 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 5 20/03/2012 11:58:44 a.m. Archivo General de la Nación, volumen CLXII Título: El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia del exilio republicano español en la sociedad dominicana, 1938-1944 Autor: Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 1ra. edición: abril, 2012 Cuidado de edición: Tomás Castro Burdiez (editor externo del AGN) Diagramación y diseño de cubierta: Fundación Educarte Ilustración de portada: Área de Fotografía Miguel A. Holguín-Veras Roulet del Archivo General de la Nación (AGN) De esta edición: © Archivo General de la Nación, 2012 Departamento de Investigación y Divulgación Área de Publicaciones Calle Modesto Díaz Núm. 2, Zona Universitaria Santo Domingo, Distrito Nacional Tel. 809-362-1111, Fax. 809-362-1110 www.agn.gov.do ISBN: 978-9945-___-___ Impresión: _____________________ Impreso en República Dominicana / Printed in Dominican Republic incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 6 20/03/2012 11:58:44 a.m. Índice Introducción. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 capítulo primero El incidente del trasatlántico Cuba o los oscuros móviles de una política de inmigración en la Era de Trujillo 1. Los análisis sobre la política de inmigración y asilo del dictador Trujillo hacia el exilio español. . . . . . . . . . . . . . 28 Capítulo segundo La Guerra Civil española en la política exterior de Trujillo 1. La Guerra de España como telón de representaciones políticas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39 2. Las negociaciones para la inmigración de los refugiados de la Guerra Civil. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58 Capítulo tercero El arribo de los refugiados y el proceso de implementación de la política inmigratoria 1. De Francia a la República Dominicana: el proceso consular de la emigración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70 2. La llegada de los refugiados al país. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76 3. Los refugiados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 7 20/03/2012 11:58:44 a.m. Capítulo cuarto El incidente: una valoración de la política inmigratoria trujillista hacia el exilio republicano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .123 Capítulo quinto La saga del incidente. Aspectos en pos de una historia social del del exilio español en la sociedad dominicana 1. La reemigración. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151 2. El proceso dominicano como historia del exilio español en América. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 160 Capítulo sexto El exilio español y su influjo en la vida política y cultural dominicana 1. El arribo de nuevas corrientes intelectuales, la coyuntura política del régimen y la inserción de los exiliados en los proyectos culturales del Gobierno dominicano. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 2. Presencia del exilio español en la vida cultural dominicana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225 Epílogo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285 Bibliografía y fuentes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 295 Anexos 1 al 4. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 305 Índice onomástico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 327 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 8 20/03/2012 11:58:45 a.m. Introducción L a aparición del libro del profesor Vicente Llorens Castillo Memorias de una emigración, en 1975, puso ante los ojos de la sociedad dominicana el relato más comprehensivo de lo que en el país había sido la historia del exilio republicano español de 1939, desencadenando un prolongado proceso de toma de conciencia, apropiación y conmemoración cultural, en cuyo presente se ubica la impresión de este libro por parte del Archivo General de la Nación. En ese año, la historia escrita del paso por nuestro territorio de alrededor de 4,500 refugiados españoles, que entraron y casi totalmente salieron de él en el curso de unos pocos años, parecía reducirse a discursivas de invectiva ideológica heredadas del régimen trujillista. Aunque el recuerdo de los refugiados residía como acto cotidiano en muchos hogares de la República, conmemorándosele con hondo aprecio en planos que iban desde el anécdota remoto del otro cultural a la memoria entrañada de un intenso contacto intelectual y humano y familiar –dado que no pocos aquí casaron y arraigaron, o se fueron y regresaron–, lo cierto es que, por entonces, las fuentes escritas sobre el exilio español se reducían, digamos, a la historiografía trujilloniana plasmada en obras como La política exterior de Trujillo, el Libro blanco del comunismo en la República 9 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 9 20/03/2012 11:58:45 a.m. 10 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Dominicana o Trujillo, prócer del anticomunismo.1 Aunque la memoria viva de los dominicanos registraba mucho sobre la historia de los republicanos españoles, nada existía más allá del conjunto de artículos monográficos sobre personalidades intelectuales, artísticas y políticas de ese exilio (entre las cuales, por supuesto las de Jesús de Galíndez y José Almoina) aparecidos en la prensa escrita nacional durante los años sesenta y los primeros setenta. Tampoco era mucho lo que se había publicado en el exterior sobre el caso dominicano como capítulo dentro de la historia general del exilio español en el continente americano, que comenzaría apenas a ser tratado en el marco de las obras generales de José Luis Abellán y Javier Rubio.2 De allí el enorme poder de evocación y el deslumbrado interés que produjo la lectura de Memorias de una emigración, con sus bien documentados capítulos sobre la obra del exilio en el plano de la cultura dominicana y con su minucioso recuento de las identidades de la España peregrina arribadas al país. Las Memorias de Llorens dieron a la sociedad dominicana, en suma, las coordenadas precisas por las que comenzaría a transitar el largo ciclo de introspección y toma de conciencia que alcanza el tema del exilio republicano español hoy, particularmente tras la serie de actividades conmemorativas que ha venido desplegando el Archivo General de la Nación en los últimos dos años. Poco tardó la sociedad dominicana en comenzar a recuperar la memoria colectiva que Llorens se había dedicado a 1 2 Virgilio Díaz Ordóñez. La política exterior de Trujillo, Impresora Dominicana, Ciudad Trujillo, 1955; Secretaría de Estado de lo Interior. Libro blanco del comunismo en la República Dominicana, Ciudad Trujillo, Editora del Caribe, 1956; Pedro Vergés, Trujillo, prócer del anticomunismo, Editora El Caribe, Ciudad Trujillo, 1958. José Luis Abellán, El exilio español de 1939, 6 vols., Madrid, Taurus, 19761978; Javier Rubio, La emigración de la Guerra Civil de 1936-1939. Historia del éxodo que se produce con el fin de la II República española, vol. 3, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1977. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 10 20/03/2012 11:58:45 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 11 sistematizar, tomando inicio un proceso de rememoración historiográfica que, de modo disperso, en diarios y revistas, fue devolviéndonos la semblanza de muchos de los llegados en su paso por las artes plásticas, la Universidad, el teatro, la música, el periodismo o la política dominicanas. A la vuelta de unos años, hechos como la gran exposición retrospectiva Los Inmigrantes (celebrada en la Galería de Arte Moderno en mayo de 1989) o el Primer Congreso sobre la Emigración Española hacia el área del Caribe, fueron muestra de ese esfuerzo introspectivo. Este libro surgió por los mismos días en que los dos eventos citados conmemoraban el cincuentenario de la llegada de los exilados. En los hechos, esta versión constituye la puesta al día de un escrito inédito presentado en 1989 al Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI), organismo que apoyó su confección con una pequeña ayuda de investigación.3 Surgió bajo el influjo definido de la reseña cultural que nos había entregado Vicente Llorens, cuyo deslumbrante recuento se quiso profundizar bajo la premisa advertida por el propio autor de que las bases de su relato enfrentaban límites originados tanto en la capacidad de la memoria en cuanto en la imposibilidad de consultar fuentes y acervos dominicanos. Y surgió también del definido propósito de descentrar el análisis historiográfico llevándolo más hacia el estudio de la historia de carácter colectivo (y menos al del proceso vivido por las élites intelectuales) y a la reflexión del impacto que la presencia de los inmigrantes había tenido en la vida dominicana. En otras palabras, el libro al que ahora introducimos nació del interés por reconstruir la historia colectiva de los exiliados en el país y aquilatar el impacto que su presencia tuvo sobre la sociedad dominicana. Mucho ha ganado aquél manuscrito con la espera de estos años. 3 Juan, Alfonseca, El exilio español en la República Dominicana (1939-1945), Informe final de investigación a la Comisión Nacional Quinto Centenario, México, 1989. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 11 20/03/2012 11:58:45 a.m. 12 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Por un lado, ha venido sumándose un creciente número de trabajos de investigación generados por académicos dominicanos y españoles, que le aúnan el conocimiento de nuevas fuentes y enfoques. Asimismo, ha emergido un acervo importante de fuentes testimoniales, tanto de refugiados residentes en la República Dominicana como de reemigrados a otros países, particularmente útiles para la reconstrucción de cierto tipo de procesos. Por otra parte, han sido puestos a consulta del público acervos documentales enteramente relevantes para la reconstrucción histórica de este segmento del exilio español. En primer término, los de la Junta de Auxilio a los Refugiados Españoles (JARE), que hoy se encuentran en la red digital y que contienen una crónica detallada de los vínculos que ese organismo de la emigración española tuvo, desde México, con los que llegaron refugiados al país. También ha sido clasificada y puesta a consulta por la Fundación Sabino Arana, de Vizcaya, parte de la documentación del Servicio de Emigración de Republicanos Españoles (SERE), organismo con el que acordó el gobierno dominicano la inmigración de los refugiados. Del mismo modo, el Ateneo Español de México organizó y dispuso para su consulta la documentación relativa a la delegación de la Unión de Profesores Universitarios Españoles en el Extranjero (UPUEE) en Santo Domingo. También han contribuido los avances de la era digital, que hoy hacen posible rastrear con facilidad fuentes distantes, tanto a través de búsquedas en la red como en los recursos puestos en medio electrónico a disposición de quienes realizan investigación en el (Archivo General de la Nación) AGN, como lo son, entre otros, colecciones digitalizadas de diarios y prensa periódica de la época, los testimonios orales y la fotografía. Debe remarcarse que pocos acervos ofrecen hoy recursos como los que pone a disposición del investigador el Archivo, y cómo esto facilita la labor del que, como en mi caso, investiga desde fuera. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 12 20/03/2012 11:58:45 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 13 Pero, sobre todo, a diferencia de 1989: hoy es posible consultar el llamado fondo Presidencia de la República, gigantesco acervo en proceso de reorganización en el Archivo General de la Nación, contentivo de información cardinalmente importante sobre el actor menos documentado y de mayor interés para la comprensión de este exilio: el régimen de Trujillo, las motivaciones de su política inmigratoria y el carácter de sus relaciones con los refugiados. La historia general sobre el exilio español en la sociedad dominicana que aquí se presenta se ha beneficiado de la consulta de esos nuevos acervos, especial y decisivamente del último, en el cual pude indagar recientemente gracias al apoyo del Archivo General de la Nación. Acceder a ese acervo permitió despejar dudas, iluminar aspectos, percibir procesos que, por el momento, resultaban ignotos; así como contrastar afirmaciones propias y de otros investigadores. Los ¿Por qué, quiénes, dónde y cómo del origen de una política, cuyas motivaciones, en mucho, sólo hemos inferido? ¿Cuántos fueron, quiénes eran, dónde y cómo vivieron los refugiados? ¿Cómo se fueron? ¿Qué dejaron? Como se irá señalando en el relato, la documentación de ese fondo arroja nueva luz a nuestro conocimiento de la historia del exilio republicano español en la sociedad dominicana.4 Resultando ser éste, en gran medida, un nuevo escrito y no sólo el producto de una labor de corrección y aumento sobre aquél manuscrito: ¿Por qué insistir en sus orígenes? Ante todo, porque sigo considerando que constituye una suerte de conclusión preliminar sobre la política inmigratoria del régimen hacia los refugiados, sobre la historia de su llegada, permanencia y salida de la isla, sobre sus posibles influjos culturales, y sobre algunos otros aspectos más que bien pue 4 En el curso de este escrito se citan numerosos documentos hallados en el Fondo de Presidencia de la República. Por hallarse éste actualmente en proceso de organización, no es posible brindar aquí las debidas referencias archivísticas. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 13 20/03/2012 11:58:45 a.m. 14 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos den dar pie a una nueva labor de investigación. Si bien esta versión resulta mucho mejor documentada en aspectos como la política del régimen hacia la España republicana, la emergencia de la política de inmigración hacia los derrotados de la Guerra Civil, la política de colonización agrícola seguida con ellos, o el uso pragmático que hizo de todo ello el sistema político, no puedo dejar de declarar que esta nueva inmersión en los acervos dominicanos me produce el mismo asombro que me produjo hace veinte y tantos años en materia, por ejemplo, la presencia intelectual de los exilados en la vida cultural dominicana. Más afinada hoy la búsqueda y el recuento de los distintos campos de la vida cultural en que se hicieron presentes, considero simplemente aunar nuevos elementos a la labor de ubicación y rescate de documentos necesaria para el desarrollo de una futura historia cultural e intelectual, materia que constituye la descripción estricta que contiene el capítulo final, donde bien podrán hallar fuentes quienes se interesen en indagaciones temáticas más profundas.5 Los hallazgos del fondo Presidencia confirman, de modo general, la hipótesis de que la política de inmigración hacia los republicanos españoles obedecía esencialmente a objetivos de política exterior vinculados con el descrédito internacional provocado por la matanza de haitianos de 1937 y que debíamos excluir del marco de su interpretación los presuntos fines de orden racial, demográfico y cultural que se entreveran eclécticamente tanto en el orden del conocimiento académico como en las representaciones ciudadanas de sentido común.6 La edición de diversos volúmenes de compilación de la contribución intelectual de los llegados emprendida por el Archivo General de la Nación resulta una obra encomiable, que sienta bases para futuros estudios temáticos en materia de historia de la cultura dominicana. 6 He desarrollado esa idea en los escritos: «El exilio español en la República Dominicana, 1939-1945», Memorias del Primer Congreso sobre la Emigración Española hacia el Área del Caribe desde finales del siglo XIX, Santo Domingo, Fundación García Arévalo, 2002, pp. 315-326; «El influjo cultural del exilio español en la República Dominicana», en: Alicia Alted y Manuel 5 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 14 20/03/2012 11:58:45 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 15 Al tiempo que refuerza argumentos en contra de vincular la política trujillista con propósitos de orden demográfico y cultural, la nueva documentación disponible permite arribar a una explicación más compleja y dinámica de la propia política exterior, permitiéndonos captarla como un proceso de objetivos cambiantes dentro del cual el asunto mismo de la matanza de 1937 se revela como una racionalidad vigente, a lo más, durante la fase que preludia la decisión de admitir masivamente en el país a los exiliados, que arribaron ya en el marco de nuevos objetivos de política internacional. Preeminencia de la política exterior, aunque en el marco de un manejo estratégico de la política inmigratoria para adaptarla a objetivos cambiantes. Esa es la visión que permite sostener la documentación de la política interior y exterior del régimen que podemos consultar ahora. Finalmente, quiero agradecer de nuevo el apoyo recibido de parte del Archivo General de la Nación, de su director General, el doctor Roberto Cassá Bernaldo de Quirós (con quien tuve el privilegio de iniciar, hace muchos años, la indagación sobre este exilio) y de todas las personas que me brindaron su hospitalidad y apoyo durante la breve estancia de investigación que realicé en la institución. Llusia, directores, La cultura del exilio republicano español de 1939, Madrid, UNED Ediciones, 2003, pp. 359-368 y «El exilio español en la República Dominicana, 1939-1945», en Dolores Plà Brugat (coord), Pan, trabajo y hogar. El exilio republicano español en América Latina, INAH, México, 2008, pp. 129-226. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 15 20/03/2012 11:58:45 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 16 20/03/2012 11:58:45 a.m. C apítulo primero El incidente del trasatlántico Cuba o los oscuros móviles de una política de inmigración en la Era de Trujillo El sábado 6 de julio de 1940, arribó al puerto del viejo Santo Domingo de Guzmán el trasatlántico francés Cuba, transportando poco más de 600 refugiados de la Guerra Civil española destinados al país en arreglo a los tratos migratorios establecidos entre el Gobierno dominicano y el Servicio de Emigración para Republicanos Españoles (SERE). Reclutado mayormente en los campos de concentración franceses de Vernet y Colliure, el nuevo contingente hubiese elevado a cerca de 3,600 el número de los que por ese mecanismo habían llegado al país, pero no se produjo porque, sorpresivamente, el Gobierno desautorizó el desembarco, dando lugar a un poco claro incidente que canceló de facto la apertura inmigratoria del régimen de Rafael Leonidas Trujillo hacia los vencidos. Llegado en la madrugada, al barco se le ordenó permanecer en el antepuerto, en tanto los representantes de los organismos de evacuación españoles buscaban una solución al delicado impasse en que se hallaba el contingente, carente desde ese momento de un destino cierto en América y ya bajo la jurisdicción formal del gobierno pro-alemán de Vichy, a cuyas órdenes quedaría el barco si la tripulación desertaba del bando aliado. De ocurrir esto, el contingente de refugiados enfrentaba el terrible acecho de ser enviado de vuelta a la Francia ocupada una vez el Cuba arribase a La Martinica, escala final de su travesía.1 Dentro del contingente a bordo del Cuba se hallaban personalidades, cuya aprensión resultaba desde todo punto de vista interesante a las autoridades franquistas, como las de Ramón González Peña (dirigente 1 17 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 17 20/03/2012 11:58:45 a.m. 18 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos El trasatlántico francés Cuba anclado frente al Placer de los Estudios, en la boca del río Ozama. Fuente: diario La Nación, AGN. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 18 20/03/2012 11:58:47 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 19 Al día siguiente, la prensa dominicana filtraba versiones de los motivos del Gobierno dominicano para prohibir el ingreso de los refugiados al territorio nacional. Según el diario La Nación, la premura impuesta por el avance alemán había hecho que la mayoría de los pasajeros lo abordase careciendo de la documentación consular necesaria, aventurándose «a salir de Francia en cualquier forma» y entrando en el barco de modo intempestivo. Añadía, además, que el contingente no se había sujetado a la reciente disposición oficial de que los refugiados europeos llegasen al país por medio de la Asociación para el Establecimiento de Colonos Europeos en la República Dominicana, con sede en Nueva York.2 Durante tres días, el asunto se mantuvo envuelto en una aureola de misterio. Anclado frente al viejo Alcázar de Diego Colón, en la desembocadura del río Ozama, la prohibición absoluta de subir o bajar del barco llenó de expectación la vida de quienes esperaban en el muelle. La prensa del día 8, por ejemplo, describe con tonos dramáticos el incesante viajar de pequeñas embarcaciones repletas de personas que se acercan al trasatlántico tratando de encontrar entre los de abordo a algún pariente o amigo.3 Fue hasta el martes 9 cuando, al fin, se produjo una declaración en torno al Cuba. Citando fuentes oficiales, La Nación de esa mañana publica una extensa explicación sobre las razones 2 3 de la Unión General de Trabajadores y ministro de Justicia durante el segundo gobierno de Negrín), Demófilo de Buen (jurisconsulto del Tribunal Supremo) o Matilde de la Torre (periodista y política, cercana a Juan Negrín y a Julián Zugazagoitia, quien fue fusilado por Franco en 1940 tras su aprehensión en territorio francés). En lo sucesivo, DORSA, siglas en inglés de la Dominican Republic Settlement Association. Véase: «La mayoría salió de Burdeos sin llenar los requisitos establecidos para entrar en el país», La Nación, Ciudad Trujillo, 7 de julio de 1940. «Se ignora el destino que seguirán los pasajeros del trasatlántico francés, Cuba, anclado en el antepuerto de esta ciudad». La Nación, Ciudad Trujillo, 8 de julio de 1940. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 19 20/03/2012 11:58:47 a.m. 20 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de la negativa dominicana. En ella, acusa a la Compañía General Trasatlántica Francesa de haber aceptado, movida por el lucro, a todo el que le pudo pagar el pasaje, desentendiéndose de observar los requisitos sobre visado consular. También se señala que dos meses atrás el Gobierno dominicano había comunicado a los comités de evacuación la decisión de no seguir aceptando inmigrantes españoles pues no se había cumplido con el precepto de que un 50 por ciento de éstos se integrase por agricultores. Dice La Nación: El Gobierno dominicano fue sorprendido al encontrarse con que entre los miles de españoles enviados por los comités citados, no se encontraba ningún agricultor propiamente dicho, y que en cambio, de manera sistemática, era enviada a nuestro país una cantidad de inmigrantes francamente indeseables –con muy pocas excepciones– ya que no se trataba meramente de personas cuyas ideas o filiación política les obligaron a salir de España [...] sino de gente de profesión desconocida aún en su propio país, y cuya historia prácticamente comienza con la guerra [...] con títulos y cargos equívocos, que sólo justifican –en algunos casos– papeles de dudosa garantía. A esto se añade que las susodichas organizaciones sólo le entregaron cincuenta dólares a cada refugiado. Con suma tan pequeña, apenas podía vivir una persona dos meses en el país. Después, sin un organismo que se dedicara al estudio de las posibilidades de nuestro territorio para crear fuentes de trabajo [...] quedaron abandonados a su suerte, sin recursos para subsistir y sin preparación para realizar trabajos agrícolas, por ser gente que evidentemente no ha trabajado en la mayor parte de su vida [...] Así pues, la actitud de una gran mayoría de los refugiados, ha sido y sigue siendo desde todo punto de vista censurable. Algunos, en vez de olvidar aquí sus rencillas [...] y deponer sus pasiones, continúan tratando de formar grupos políticos, comités, organizaciones, incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 20 20/03/2012 11:58:47 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 21 realizando así actividades incompatibles con su condición de refugiados; y lo que resulta aún peor es que con esto diseminan prejuicios e ideas perjudiciales para el país que les ha acogido, en el disfrute de una era de paz y trabajo.4 Por lo anterior, el Gobierno decidía no aceptar a los refugiados del Cuba, reiterando que todo aquel que, en lo sucesivo, llegara, debía hacerlo por conducto de la DORSA. El trasatlántico permaneció en el antepuerto de Santo Domingo dos días más y zarpó el día 11 de julio hacia La Martinica, donde los emigrantes trasbordaron al vapor Saint Domingue que los condujo a México, país que los había admitido por las gestiones de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE) ante el general Lázaro Cárdenas.5 Como nota final y con los rasgos de una clara política de producción de sentido, La Nación sellaba la trama histórica del Cuba con el relato de un incidente en que se había envuelto el celador de puerto, Miguel A. Herrera, dominicano, quien puso en peligro la vida al lanzarse en aguas del río Ozama por la inflexible actitud del capitán francés de zarpar sin demora, levando anclas sin escuchar su ruego de hacer sonar el silbato para que una lancha de la Administración del puerto lo recogiese y negándose, incluso, a proporcionarle un salvavidas cuando le dio a conocer su decisión de saltar. En la escena cruel del diálogo entre el dominicano y el francés, los refugiados españoles entran del siguiente modo: Los refugiados que habían recibido algo de tierra y habían calmado su hambre, le insultaron. A esto, se habían arremolinado alre 4 5 «Los refugiados del trasatlántico francés «Cuba», en situación muy difícil para poder desembarcar en el país», La Nación, 9 de julio de 1940. El acuerdo aparece en el folleto que reúne la correspondencia suscitada por el incidente: Documentos relativos a la entrada en México de los pasajeros españoles del Trasatlántico Cuba, no admitidos en la República Dominicana, México, versión mimeografiada, 1940. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 21 20/03/2012 11:58:47 a.m. 22 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos dedor del celador varios refugiados que no pudieron desembarcar en ésta por razones ya ampliamente informadas por la prensa. Todavía disfrutaban de algunos comestibles que les fueren enviados de regalo desde esta tierra, por personas caritativas de esta ciudad, entre las que se cuentan –según informes de gente del puerto– el general Rafael Leonidas Trujillo Martínez (Ramfis), don Alejandro Ibarra y otras. Muchos comenzaron a burlarse de Herrera al verle en tan apurada situación, y otros pasaron directamente a los insultos, de la manera más injusta e inesperada… En medio de gente que le era francamente hostil, prefirió correr el albur de lanzarse al agua, a pesar de que por allí abundan los tiburones…6 El tono del enfoque dado por La Nación al tema de los refugiados contrasta vivamente con el trato que ese diario, en particular, había dispensado a los desembarcos iniciados ocho meses atrás con la llegada del Flandre, el 7 de noviembre de 1939 y con la versión general sostenida por los medios de comunicación sobre la solvencia moral e intelectual del colectivo refugiado en el país, sobre su esfuerzo por adaptarse a una nueva vida y sobre los beneficios que derivaba de todo ello la sociedad dominicana. Viniendo de La Nación, diario propiedad del dictador, lo publicado era signo de que, profunda y amenazadoramente, las relaciones del régimen de Trujillo con los refugiados habían cambiado. La negativa a dar refugio al contingente del Cuba dejaba definitivamente atrás los días en que la Guerra Civil Española motivaba de parte del régimen dictatorial sonadas declaraciones humanitaristas en defensa del derecho de asilo, para abrir paso a una etapa de confrontación política con el colectivo refugiado en el país. Curiosamente, no sería La Nación el medio por el que los refugiados y la sociedad dominicana en general 6 La Nación, 11 de julio de 1940, p. 9. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 22 20/03/2012 11:58:47 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 23 seguirían percibiendo los contornos del cambio de actitud del régimen. Poco más de ese tenor aparecería en las páginas del diario, que, justo en la víspera, había dedicado dos notas editoriales dedicadas a destacar la vigencia de los principios humanitarios proclamados por Trujillo y el interés y el deber de practicarlos, incluso, por sobre los peligros de infiltración del enemigo extranjero.7 A poco de partir el Cuba, el diario La Tribuna publicaba una caricatura alusiva al tema de los refugiados extranjeros en cuyo cintillo, en una suerte de metáfora inversa de la del celador, podían leerse algunas de las ideas con que comenzaría a representarse en círculos oficiales la presencia de los refugiados españoles: la decepción inmigratoria y la peligrosidad política. Puesto al calce de la escena donde un hombre levanta en vilo a otro con la intención de lanzarlo al mar, el cintillo decía: ¡Extranjero ingrato! … te abrimos nuestros brazos hospitalarios y nos pagas con ingratitudes, haciendo propagandas subversivas de empresas que merecen todo crédito. Vinistes en barco de tu país, de donde te arrojaron por algo mal hecho que hicistes… pero ahora vas a tener que regresar nadando. Como estoy haciendo a ti se le debe hacer a todos aquellos que en vez de regar nuestros campos con agua extraída de la fuente de la gratitud, se complacen en hacer todo lo contrario…. ¡PERRO INDESEABLE!…8 Días después, era el diario La Opinión el que volvía sobre estas representaciones. Comentando la «Apelación a Trujillo»,9 Véase «La cariñosa espera a los huérfanos de la guerra europea» «Un problema de defensa y un deber de humanidad», La Nación, editorial, 8 de julio de 1940. 8 Diario La Tribuna, Ciudad Trujillo, 30 de julio de 1940. Negritas en el original. 9 «Apelación a Trujillo», La Opinión, Ciudad Trujillo, 12 de agosto de 1940. 7 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 23 20/03/2012 11:58:47 a.m. 24 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos una carta abierta donde una fracción de los exilados le solicitaba intervenir en defensa de los principios del derecho asilo violados en Francia por la GESTAPO, que había entregado al régimen franquista a Julián Zugazagoitia, Cruz Salido y otros líderes, próximos a ser ejecutados, La Opinión afirmaba: Hay muchos de estos refugiados que observan una conducta discreta y agradecida, pero la mayor parte de ellos, con una tozudez digna de haber sido aplicada en mejor ocasión, no piensan en otra cosa que en la política de España, aprovechando las garantías condicionales de que disfrutan para desahogar sus odios y para hablar en el país de doctrinas que jamás podrán aclimatarse, ni siquiera superficialmente, entre nosotros… Porque ya lo hemos dicho muchas veces… lo que aquí deseamos y necesitamos en materia de emigración es la llegada de gente trabajadora e inclinada a arraigar entre nosotros DEFINITIVAMENTE y no a los que carecen de todo sentimiento de gratitud y se expresan o se conducen de una forma censurable o desdeñosa.10 Semanas más tarde, cuando visitaba el país el señor José Tomás y Piera, enviado por la JARE para conocer sobre la angustiosa situación en que vivía la mayoría de los exilados, la pizarra pública del Nuevo Diario sentenciaba lo siguiente: Están de pláceme los refugiados españoles con la llegada al país del exministro don José Tomás y Piera, que a manera de Mesías viene a resolver la situación económica de los mismos y a prepararles la maleta a cuantos deseen trasladarse a México. Es una buena oportunidad que se nos presenta a los dominicanos de que nos saquen de aquí a «A propósito de una apelación», La Opinión, Ciudad Trujillo, 14 de agosto de 1940. 10 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 24 20/03/2012 11:58:47 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 25 muchos elementos que se han hecho acreedores a nuestro desprecio. ¡Que se vayan de aquí los que no desean vivir aquí!11 En suma, la explicación que comenzó a configurarse oficiosamente sobre la política de inmigración de refugiados españoles desarrollada desde mediados de 1939 tendió a construir imágenes que hacían aparecer, por un lado, al Gobierno dominicano como parte defraudada en los arreglos migratorios establecidos con los organismos de evacuación republicanos, mientras, por el otro, presentaba a los llegados como una colectividad que no había correspondido la hospitalidad dominicana. ¿En qué medida reflejaban esas imágenes las realidades del proceso de incorporación a la sociedad dominicana seguido por los refugiados en los meses previos? En relación con los presuntos fines agrícolas de la política del régimen había existido, ciertamente, una gran desorganización. A la hora del incidente, la gran mayoría de las colonias agrícolas pobladas con refugiados ostentaba un perfil productivo muy bajo, por no decir que inexistente. Iniciados muchos de los asentamientos hacia finales del mes de febrero de 1940 (apenas cuatro meses antes del arribo del Cuba), la situación imperante en la mayoría de ellos era humana y productivamente deplorable. Poseyendo, generalmente, profesiones de base urbana, una gran mayoría de los llegados no era apta para el trabajo agrícola y presentaba graves problemas de adaptación climática al medio rural dominicano, lo que aunado a la ausencia de apoyos productivos y técnicos que facilitasen su esfuerzo de adaptación a la vida de las colonias intervino de modo relevante en los magros resultados que registraban hacia julio de 1940. La fallida campesinización y el éxodo hacia las ciudades presionaba en tal modo los espacios urbanos que pronto, muy Nuevo Diario, Ciudad Trujillo, 16 de octubre de 1940. 11 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 25 20/03/2012 11:58:47 a.m. 26 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos pronto, el exilio español comenzó a ser considerado como un fenómeno problemático. Justo en los días en que el régimen se empeñaba en interesar a Roosevelt en la capacidad de la República Dominicana para absorber refugiados europeos, cientos de españoles desocupados se amontonaban en las ciudades, reclamando ayuda de sus organismos para ser evacuados del país. Sin embargo, el Gobierno dominicano no podía, en rigor, declararse defraudado por el fracaso agrícola de la inmigración. Como veremos, ese fracaso no obedecía, estrictamente, a la capacidad organizativa y financiera del SERE en cuanto a cumplir con la proporción de agricultores establecida y dotar los recursos adecuados para su establecimiento productivo, sino que tuvo también mucho que ver con la propia capacidad –o interés– del Gobierno para impulsar los fines que decía perseguir. De hecho, más de un lector tuvo que sentirse confundido al leer en La Nación que al contingente del Cuba se le negaba la entrada por el envío sistemático de población no agricultora. No sólo porque los fines de fomento agrícola se hallaron relativamente ausentes como marco explicativo en la llegada de los tres contingentes que arribaron durante 1939, sino porque el propio diario se había encargado de difundir imágenes triunfalistas y promisorias sobre los alcances de la colonización agrícola. Entre abril y junio de 1940, el diario publicó reportajes y notas editoriales que proyectaban una visión exitosa del proceso de colonización; sus títulos son suficientemente expresivos: «Colonización progresiva y eficaz», «Un nuevo aspecto de la colonización agrícola dominicana», «Españoles en la agricultura», «Los colaboradores de Trujillo. Hombres de España en El Seibo», además de un extenso reportaje a doble página dedicado a la colonia de Pedro Sánchez.12 «Refugiados españoles en Pedro Sánchez», La Nación, 6 de abril de 1940; «Españoles en la agricultura», La Opinión, 12 de abril de 1940; «Colonización progresiva y eficaz», La Nación, 22 de abril de 1940; «Un nuevo aspecto de la colonización agrícola dominicana», La Nación, 17 de mayo de 1940; «Los colaboradores de Trujillo. Hombres de España en El Seibo», La Nación, 9 de junio de 1940. 12 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 26 20/03/2012 11:58:47 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 27 Pero si las imágenes vertidas por la prensa en los meses previos al arribo del Cuba contradecían la versión de la decepción agricultora, en mucho mayor medida contradecían la idea de un colectivo inmigrado integrado por personas «francamente indeseables» –con muy pocas excepciones. Muchos eran los técnicos y profesionales que en esos días, «títulos equívocos» o no, elevaban el nivel de desempeño de las políticas públicas del régimen, según podía leerse en las propias páginas del diario, que se constituyó en foro sistemático de la acción cultural del exilio en los distintos ámbitos en que este incidía.13 La «diseminación de prejuicios e ideas», –aspecto que, sin eufemismos, debe entenderse como la difusión de ideologías anarquistas, socialistas o comunistas– no dejaba de ser, a lo más, un fenómeno de carácter informal y cotidiano, pues las distintas configuraciones políticas del exilio evitaron premeditadamente la manifestación pública de sus representaciones políticas, o al menos lo hicieron hasta los días del incidente.14 En principio, la inquietud política por el posicionamiento crítico que los exilados asumían colectivamente frente al escenario de la guerra mundial, los avances del totalitarismo y el problema de la democracia, resulta ser el único elemento Memorias de una emigración, de Vicente Llorens [Barcelona, Ariel, 1975] proporciona un extenso, aunque ciertamente parcial, recuento del influjo cultural que ejerció el exilio español en la sociedad dominicana. He intentado profundizar ese recuento desde una perspectiva menos centrada en glosar la labor cultural de la élite intelectual de este exilio en el escrito «El exilio español en la República Dominicana, 1939-1945», que forma parte de la obra coordinada por Dolores Plà Brugat, Pan, trabajo y hogar. El exilio republicano español en América Latina, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia; Instituto Nacional de Inmigración, 2007. 14 En la circular no. 1 de la delegación de Acción Republicana Española en el país (julio de 1940) se decía: «Como quiera que las circunstancias especiales de nuestra situación en esta República no aconsejan la celebración de una Asamblea», cosa que expresa la referida alusión de manifestaciones públicas. Archivo Personal de Bernardo Giner de los Ríos (APBGR en lo sucesivo). 13 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 27 20/03/2012 11:58:48 a.m. 28 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos que podría explicarnos la sorpresiva dureza de lo expresado por La Nación, cosa que obliga a resolver analíticamente la paradójica apertura de un régimen totalitario a la inmigración de un exilio liberal, de izquierdas en todos sus matices posibles. ¿Por qué facilitó el dictador la inmigración de una colectividad que había librado una guerra por principios e ideologías sociales por su inspiración proscritos en la ley dominicana?15 ¿Qué cambió –en adición a esto– en la manera de pensar del decisor supremo de un régimen político que, sólo tres años atrás, pareció desestimar la inmigración al país de un reducido núcleo de judíos agricultores a partir de lo que le aconsejaba su Canciller, que era que «los únicos judíos en el mundo que se dedican a la agricultura son los judíos polacos, y los judíos polacos son comunistas»,16 qué lo hizo considerar que no ofrecía peligro para el país la llegada de numerosos contingentes de comunistas, socialistas y anarquistas españoles? 1. Los análisis sobre la política de inmigración y asilo del dictador Trujillo hacia el exilio español El hecho de que la política que hizo llegar a la República Dominicana alrededor de cuatro mil refugiados españoles tuviese un carácter informal, carente de bases institucionales claras e inmerso en el secreto y esquivo mundo de los procesos de política pública durante la tiranía, traslada una apreciable carga de ambigüedad a las interpretaciones esbozadas por los En octubre de 1936 Trujillo envió al Congreso la primera ley anticomunista que conoció la legislación dominicana (con excepción de una Orden Ejecutiva de 1921), la número 1203, que penaba severamente las actividades de propagación de ideas anarquistas y comunistas. 16 Ernesto Bonetti Burgos (Secretario de Relaciones Exteriores) a Rafael L. Trujillo, Ciudad Trujillo, 26 de octubre de 1936. 15 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 28 20/03/2012 11:58:48 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 29 historiadores sobre los determinantes y la naturaleza de la política seguida hacia el exilio republicano. Las hipótesis sobre esta inmigración han tendido a producir un marco explicativo caracterizado por el empleo de múltiples variables presentes en la sociedad dominicana de la por entonces ya decenaria dictadura. El análisis ha sido, por ello, multívoco y, podría decirse, en cierto modo ecléctico y confuso. Procesos de política exterior e interior, por supuesto (análisis de la política-política en la apertura al exilio: relaciones internacionales, propaganda, control interno), aunque también como mandato derivada de otras políticas del Estado (en materia de demografía, fomento agrícola, etc.) o con procesos informales presentes en el Estado dominicano como la corrupción y el despotismo burocrático. Las propias cifras del número de exiliados llegado a la República Dominicana han admitido también falta de uniformidad, lo que es igualmente expresión del carácter informal de la política. Voces autorizadas dentro del exilio, como Jesús de Galíndez y José Almoina Mateos, dieron, en su momento, cálculos divergentes sobre el número de refugiados que llegaron a la isla a partir de 1939. Galíndez consideraba que esa cifra debía situarse entre las cuatro y las cinco mil personas, cantidad que rebasaba la estimación del segundo, para quien definidamente más de cinco mil personas llegaron a la isla entre 1939 y 1941.17 Hacia finales de la década del cincuenta, un apologista de la dictadura publicó, por ejemplo, que los refugiados habían sido aproximadamente siete mil.18 Jesús de Galíndez, La Era de Trujillo, Santiago de Chile, Pacífico, 1956, p. 382. Puede verse también: Gregorio Bustamante, Una satrapía en el Caribe. Historia puntual de la mala vida del déspota Rafael Leonidas Trujillo, ciudad de Guatemala, Ediciones del Caribe, 1949, p. 104. Este libro se atribuye a José Almoina Mateos, quien lo habría dado a publicar bajo seudónimo al gobierno de Guatemala, entonces enfrentado al dictador, y a causa del cual, según se dice, sería eventualmente asesinado el autor en la ciudad de México por sicarios del régimen trujillista. 18 Pedro Vergés, Trujillo, prócer del anticomunismo, Ciudad Trujillo, Editora El Caribe, 1958. 17 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 29 20/03/2012 11:58:48 a.m. 30 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Las estimaciones que han hecho estudiosos contemporáneos presentan también ciertas divergencias. Javier Rubio19 habla de «más de tres mil», lo mismo que Bernardo Vega20 y Consuelo Naranjo;21 Charles Gardiner, por su parte, asume que la República Dominicana «recibió aproximadamente 3 mil refugiados españoles, una cifra que muchos elevarían a 4 mil, 5 mil y aun a 6 mil», agregando que el número exacto de los llegados no puede ser determinado en razón «del desorden del tiempo de guerra y por la retención inadecuada de los registros por parte tanto del SERE como del Gobierno Dominicano».22 Generalmente, los historiadores basan sus cálculos en las cifras reportadas por los desembarcos masivos de exilados llegados a puertos dominicanos entre 1939 y 1940, sin aventurarse a contabilizar las llegadas que se produjeron fuera de ellos, bajo la forma de arribos individuales o de pequeños grupos familiares. Este procedimiento es también el que informa las estimaciones dadas en estudios recientemente aparecidos, como son los que figuran en las obras colectivas Historia general de la emigración española a Iberoamérica23 y El último exilio español a América,24 donde se asume que fueron alrededor de tres mil.25 Javier Rubio, La emigración de la Guerra Civil de 1936-1939. Historia del éxodo que se produce con el fin de la II República española, vol. 1, Madrid, Librería Editorial San Martín, 1977. 20 Bernardo Vega, La migración española de 1939 y los inicios del marxismo- leninismo en la República Dominicana, Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1984. 21 Consuelo Naranjo Orovio, «Transterrados españoles en las Antillas: un acercamiento a su vida cotidiana», Anuario de Estudios Americanos, XLIV, Sevilla, 1987. 22 Charles Gardiner, La política de inmigración del dictador Trujillo, Santo Domingo, UNPHU, 1979. 23 Historia general de la emigración española a Iberoamérica, 2 vols., Madrid, Quinto Centenario-Historia 16-CEDEAL, 1992. 24 Luis de Llera Esteban (coord.), El último exilio español en América, Madrid, Mapfre, 1996. 25 Debe refutarse lo que se afirma en una de esas contribuciones en relación con la llegada a la isla de cinco mil refugiados vascos entre 1939 y 1940, dato seguramente debido a un error. Véase: José Azcona, «La participación 19 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 30 20/03/2012 11:58:48 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 31 Como los registros migratorios dominicanos no distinguieron la condición política de los españoles llegados al país entre 1939 y 1945, el único dato cierto para estimar la magnitud del exilio lo constituyen los poco más de tres mil llegados en los embarques masivos. Sin embargo, constituyen una hipótesis mínima pues no registran el movimiento menos perceptible de las llegadas aisladas. Según las fuentes migratorias dominicanas, el número de los inmigrantes que arribaron a la República Dominicana entre 1939 y 1945 fue el que se muestra en el Cuadro 1: los registrados como llegados al país en ese lapso suman 4739 personas, poco más del 50 por ciento de la cifra de tres mil en que coinciden los historiadores contemporáneos. Sin duda, los 1739 españoles llegados fuera de los grandes desembarcos no fueron todos refugiados, muchos formarían parte del movimiento usual de ciudadanos españoles que viajaba a Santo Domingo por sus vínculos con la vieja colonia residente. Puede, sin embargo, pensarse que la mayoría de este grupo sí lo era, de una u otra manera, pues el monto de la vieja colonia apenas ascendía a 1,500 personas y es de dudarse que se duplicase en el transcurso de tan solo cinco años. Cuadro 1 Inmigración y emigración de españoles en la República Dominicana 1939-1945 Año 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 Total Entradas 1,602 2,256 400 93 71 112 205 4,739 Salidas 1,001 1,052 925 442 208 570 605 4,803 Balance acumulado 601 1,805 1,280 931 794 336 -34 -64 Fuente: Anuario Estadístico de la República Dominicana 1939-1945. vasca en la empresa migratoria americana», en Historia general de la emigración española a Iberoamérica, vol. 2, Madrid, Quinto Centenario-Historia 16CEDEAL, 1992, p. 495. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 31 20/03/2012 11:58:48 a.m. 32 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Aunque resulta una tarea que más adelante se enfrentará, precisar las divergencias puede no tener gran valor historiográfico ya que, como señala Rubio, la política de inmigración dominicana constituyó generalmente para los refugiados un episodio para la reemigración hacia otras repúblicas americanas. De mayor importancia resulta, empero, tratar de comprender la propia política inmigratoria y el papel que ella jugó en relación con el régimen trujillista. En ausencia de bases documentales firmes, las interpretaciones sobre la paradójica política de inmigración del régimen dictatorial han hecho jugar diversos factores. Por una parte, los historiadores han tendido generalmente a convalidar los propios argumentos esgrimidos por el régimen como motivo para negar el ingreso a los pasajeros del Cuba y cancelar la apertura a la inmigración masiva de refugiados españoles, esto es, se ha admitido que los intereses de colonización agrícola realmente estimularon los contactos con el SERE. La tesis del trujillismo sobre el fracaso del proyecto inmigratorio por incumplimiento de la contraparte española en cuanto al envío de agricultores –tesis que siguió figurando en explicaciones oficiales posteriores–,26 ha sido aceptada sin crítica por los académicos a la hora de explicar la hechura de la política. El interés colonizador del régimen dominicano se asume bajo el doble aspecto de política para el incremento de la producción agrícola y de política con objetivos de carácter demográfico. Según Naranjo, Trujillo inscribía la llegada de los refugiados españoles dentro de los «deseos de poblar el país con mano de obra blanca y fomentar el desarrollo de la agricultura mediante la creación de colonias», interés que lo habría llevado a ofrecer –en la Conferencia de Evian de 1938– la recepción de Por ejemplo, la que el Gobierno dominicano daba hacia mediados de la década del cincuenta al explicar el origen y la presencia de actividades comunistas en el país. Ver: República Dominicana, Secretaría de Estado de lo Interior (SEI), Libro blanco del comunismo en la República Dominicana, Ciudad Trujillo, Editora del Caribe, 1956. 26 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 32 20/03/2012 11:58:48 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 33 hasta cien mil refugiados europeos, con el requisito de que éstos fuesen agricultores de raza blanca.27 El interés por fomentar la producción agrícola nacional es recogido también por De Llera, para quien «la política inmigratoria de Trujillo tenía como objetivo fundamental atraer colonos para explotar las zonas fértiles todavía incultas, especialmente en la región fronteriza con Haití».28 Los objetivos demográficos de la política han formado parte de la interpretación historiográfica, aunque en esto los historiadores se han distanciado del discurso oficial para poner en juego otros elementos históricos como la política de dominicanización de la frontera y la matanza de ciudadanos haitianos de 1937. Rubio, por ejemplo, señala que el ofrecimiento de Trujillo «no estaba motivado por afinidades políticas [...] sino por los ambiciosos, y un tanto utópicos, planes de desarrollo demográfico [...] Al fin y al cabo la República Dominicana era, y es, un país esencialmente agrícola, con un problema de insuficiencia demográfica especialmente agudo ante el relativamente superpoblado Haití».29 Esta idea es argüida por Azcona en un estudio reciente, al afirmar que «la República Dominicana de Trujillo procedió –siguiendo una política de ambicioso desarrollo demográfico– a hacer pública la oferta de acoger entre 50 mil y 100 mil exiliados españoles que desearan prosperar en los trabajos agrícolas, el comercio, la industria y aun el ejercicio de las profesiones liberales», afirmación que yerra al señalar que el régimen ofreció aceptar esos fabulosos contingentes de exiliados españoles, confundiéndolos con el caso de los judíos centroeuropeos tratado durante la conferencia de Evian.30 29 30 27 28 C. Naranjo, Transterrados españoles… pp. 521-524. E. de Llera, El último exilio español en América…, p. 76. Javier Rubio, La emigración de la Guerra Civil de 1936-1939…, pp. 188-189. José Azcona, «Actitudes ante la guerra civil española en las sociedades receptoras», en Historia general de la emigración española a Iberoamérica, vol. 1, Madrid, Quinto Centenario-Historia 16-CEDEAL, 1992, p. 545. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 33 20/03/2012 11:58:48 a.m. 34 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Lo racial pesa más en la explicación de Vega, para quien el interés del tirano se vio, además, mediado por «su deseo de mejorar la raza» y acentuar el carácter hispánico de la cultura dominicana, concibiendo la llegada de los refugiados dentro del proyecto de dominicanización de la frontera con Haití, región en la que crearían un «cordón humano de grupos hispanos» asentados en colonias que fungiría como barrera demográfica y cultural a la penetración negra.31 Esta noción de una estrategia demográfica relacionada con la soberanía nacional es también puesta en juego por De Llera, quien afirma que «esta colonización serviría además de freno a la presión creciente de la población haitiana».32 Otro aspecto definitorio en la hechura de la política lo han sido las relaciones exteriores y el status del régimen de Trujillo en el orden político internacional. Vega, por ejemplo, destaca la ingente necesidad del dictador por hacerse aparecer ante la opinión internacional como «el gran demócrata que recibe a los refugiados y desposeídos de la humanidad», política de imagen que perseguía contrarrestar la adversa propaganda desatada contra el régimen a raíz de la matanza de quince mil nacionales haitianos en octubre de 1937. En lo esencial, esta hipótesis sobre la política inmigratoria recupera el planteamiento de Galíndez33 en relación con la política exterior del trujillismo, luego desarrollada profunda y convincentemente por Gardiner.34 33 34 31 32 Como se verá más adelante, Azcona confunde la cifra comprometida por el Gobierno en la Conferencia de Evian de 1938 en cuanto al número de refugiados europeos que podría recibir la República Dominicana, con las negociaciones que puntualmente sostuvo con el SERE, mismas que permanecen desconocidas hasta el presente. B. Vega, La migración española de 1939 y los inicios…, p. 45. E. de Llera, El último exilio español en América..., p. 76. J. Galíndez, La Era de Trujillo…, pp. 381-388. Gardiner parece subsumir todos los proyectos de inmigración materializados por el régimen entre 1938 y 1958 a la lógica del impacto de la matanza de haitianos. A nuestro juicio, las de españoles y judíos –realizadas incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 34 20/03/2012 11:58:48 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 35 El factor corrupción también ha sido esgrimido como hipótesis del desarrollo de la política. Fue Almoina quien abrió esta vertiente interpretativa al denunciar, bajo el seudónimo de Gregorio Bustamante, los circuitos corruptos que desde el origen atravesaron la política de asilo, circunstancia que, incluso, podría hacerse extensiva a la política global de inmigración planteada por el Gobierno dominicano en la conferencia de Evian.35 Vega también abunda en esta perspectiva, señalando el cobro de fuertes sumas a cambio del visado consular, particularmente en el caso de las solicitudes individuales.36 Los factores enunciados constituyen una suerte de supuestos de conocimiento comúnmente aceptados entre quienes han estudiado el exilio español en la República Dominicana. Cierto eclecticismo en cuanto al origen de la política subyace a la gran mayoría de los estudios, con excepción del de Gardiner, que asume que el proyecto de recibir en el país a los refugiados españoles se vinculó esencialmente con la proyección de imágenes que contrarrestasen la percepción negativa que dejó en la comunidad internacional la matanza de haitianos de 1937. De modo quizás ya naturalizado, distintos estudios del presente recuperan esa tradición ecléctica de explicación de la política trujillista, como es palpable en los trabajos de Barbé, Cañete y Lilón, formando además parte frecuente en la explicación que dan de su paso por la isla muchos de los refugiados entrevistados.37 en 1939-1940– tuvieron evidente vinculación con ella y con la necesidad del régimen de allegarse favorablemente a la administración Roosevelt, con el fin ulterior de obtener apoyo en las negociaciones sobre el control norteamericano de las aduanas del país. Las migraciones posteriores, en las que Trujillo cuenta ya con el respaldo norteamericano, obedecen a la necesidad de proyectar la imagen de demócrata y anticomunista. 35 G. Bustamante, Una satrapía en el Caribe..., p. 204. 36 Véase C. Gardiner, La política de inmigración...; C. Naranjo, “Transterrados españoles en las.., y B. Vega, La migración española de 1939 y los inicios ... 37 Ver Elisenda Barbé, «Els camins de l’exili: L’exili oblidat de la República Dominicana», Journal of Catalan Studies, 2008, pp. 93-108; Carmen Cañete, incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 35 20/03/2012 11:58:48 a.m. 36 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Aunque muchos dominicanos, de cualquier condición intelectual, leyeron desde ópticas racistas e hispanistas la política que traía a los refugiados españoles, es difícil sostener que el régimen efectivamente se hallase interesado en asentarlos en el país. Analizado como proceso de implementación, desde el reclutamiento en los consulados de París y Burdeos la política del Estado dominicano deja ver un débil interés por lograr la efectiva inserción de los llegados en la agricultura. Basta observar, en ese sentido, la dinámica posterior a su llegada para comprender que ni la recepción, ni el asentamiento ni las medidas de sostén de los refugiados en las colonias agrícolas del Estado dominicano parecieron enmarcarse en la lógica de una política que persiguiera ese tipo de fines.38 En este trabajo interesa examinar las bases históricas de esas versiones sobre la política trujillista. En abono de una superación del eclecticismo en que se encuentran los estudios sobre el tema, trataré de mostrar cómo fueron esencialmente intereses situados en la esfera de las relaciones internacionales los que dominaron la historia del exilio en el país. Esta hipótesis exploratoria no excluye la presencia de ideas sobre demografía, «Aspectos sobre raza y nación en dos obras del exilio español en la República Dominicana: Blanquito (1942) y Medina del Mar Caribe (1965)», Migraciones y Exilios. Cuadernos de AEMIC, 2008, pp. 31-48; Domingo Lilón, «Propaganda y política migratoria dominicana durante la Era de Trujillo (1930-1961)», Historia y Comunicación Social, (4), 1999, pp. 47-71. A medida que el tema de los exilios españoles adquiere interés, surgen nuevas hipótesis, como la de Teresa Pámies para quien el propósito de Trujillo fue el de «someter a los republicanos más significativos de los partidos de izquierda a condiciones humillantes y aniquiladoras». Véase Teledebat Ozama, Dossier de Treball: Vicenç Riera Llorca, en http://www. xtec.es. consultado el 24 agosto 2011. 38 Además de requerir desembolsos financieros, un interés de tal tipo precisaba de ciertos aspectos colaterales que, aunque no eran garantía de éxito, creaban un clima social que le era favorable, como la extensión de la ciudadanía, como se ofrecía, por esos mismos días, a los refugiados judíos que proyectaba traer la DORSA. Volveremos posteriormente sobre el trato diferenciado que daba –o estaba dispuesto a dar– el régimen a uno y otro grupo de refugiados. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 36 20/03/2012 11:58:49 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 37 fomento agrícola, cultura y corrupción, aspectos que emergieron como procesos de apropiación e interpretación cultural puestos en juego por la llegada de los exiliados, e independientes de un núcleo de decisión política cuya racionalidad se orientó por intereses esencialmente centrados en la producción de una imagen internacional favorable al régimen. Tras la matanza de haitianos, Trujillo intentó por varios medios contrarrestar la imagen negativa que había quedado en el concierto de naciones, particularmente en Estados Unidos, cuyo apoyo le resultaba cardinal. Para tal efecto, el régimen gestionó la edición de artículos publicitarios sobre el clima de libertades que vivía el país, activó las relaciones públicas de sus embajadas en las principales capitales occidentales y se abocó a la proyección de un supuesto interés humanitario personal sobre el ascenso bélico en Europa. En este sentido, una situación inmejorable se le presentó al régimen en ocasión de la conferencia convocada por el presidente Roosevelt para tratar el problema de los refugiados judíos que generaba la expansión del nazismo. Celebrada en el mes de julio de 1938 en Evian-les-Bains, poblado situado en la orilla francesa del lago Leman, la conferencia brindó la ocasión para hacer notar al mundo el rango descomunal del compromiso de su régimen con los ideales democráticos y humanitarios. En momentos en que gobiernos realmente preocupados por el problema judío mantenían cautela en cuanto a comprometer cuotas inmigratorias, el delegado dominicano hizo la oferta de acoger en el país hasta 100 mil refugiados europeos, oferta que tenía evidentes fines propagandísticos.39 Es interesante reproducir la impresión que tuvieron los asistentes al escuchar la oferta dominicana: «Fue entonces cuando el representante de la República Dominicana sugirió a una asombrada reunión la posibilidad de establecer finalmente 100 mil refugiados... Esta oferta, generosa hasta el punto de parecer casi irreal, estaba en contraste tal con las precavidas... de... otros gobiernos que resultaba sobresalir de la conferencia en conjunto». «El establecimiento de refugiados en la República Dominicana», La Nación, Ciudad Trujillo, 12 de abril de 1940. 39 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 37 20/03/2012 11:58:49 a.m. 38 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos En ese contexto de política de propaganda orientada a lavar la imagen del régimen por la masacre y a insertarlo en los vientos democráticos que comenzaron a correr en el mundo amenazado por el totalitarismo, es que se sitúa pragmáticamente la apertura al exilio español. Como argumentaremos, una vez cumplidos los fines propagandísticos esperados, el régimen dejó de preocuparse del aspecto migratorio mismo e hizo a un lado la creación de condiciones para su asimilación en la sociedad dominicana. Logrado cierto impacto publicitario, el absurdo de una inmigración liberal fomentada por un régimen dictatorial, tendió a aflorar de manera evidente, dando paso a relaciones de oposición que, inauguradas con el incidente del Cuba, tenderían a acentuarse paulatinamente. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 38 20/03/2012 11:58:49 a.m. C apítulo segundo La Guerra Civil española en la política exterior de Trujillo 1. La Guerra de España como telón de representaciones políticas Poseemos descripciones aproximadas de la lógica y la prag- mática de la política exterior de Trujillo en torno a la Guerra Civil Española, pobladas de imágenes inexactas, como la que destaca Vega, citando a la oposición dominicana en voz de Germán E. Ornes, sobre la presunta ambivalencia del hecho de que el Gobierno mantuviese relaciones diplomáticas con la República mientras reprimía a sus simpatizantes locales y permitía la organización local de Falange Española. O la de un pragmatismo mercantilista, que destaca que esa ambivalencia obedecía al interés de mantener los negocios de exportación de bienes alimenticios al bando republicano y al de sostener la lucrativa venta de visas con fines de apropiación patrimonialista corrupta.1 La política de Trujillo no era ambigua. Pensar que por eso lo era deriva en una descripción sólo aparente, donde son puestos fuera de consideración los delicados equilibrios internacionales que se fueron sucediendo a lo largo de los años treinta, donde no sólo se produjeron radicales cambios geopolíticos del mundo en ascenso bélico sino igualmente recomposiciones en las relaciones hemisféricas en que se desempeñaba el régimen dictatorial dominicano. En lo general, la política hacia la guerra española fue obediente del principio de No Intervención sostenido por el 1 Bernardo, Vega. Nazismo, fascismo y falangismo en República Dominicana, Santo Domingo, Fundación Cultural Dominicana, 1986, p. 356. En su momento, circularon versiones que implicaban al representante dominicano en Madrid en hechos de corrupción relacionados con la venta de visados para viajar al país. Véase B. Vega, La migración española..., p. 94. 39 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 39 20/03/2012 11:58:49 a.m. 40 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos “La República Dominicana no olvida que fue la “Isla Española” de Colón y da hospitalidad a 200 niños huérfanos de nuestra guerra. Un chiquillo nacido en la Legación, mientras el padre combatía. Ha sido apadrinado por el Presidente de aquella República”. Fuente: Cintillo del reportaje aparecido en el semanario Mundo Gráfico de Madrid, año XXVII, no 1336. Foto: tomada del semanario Mundo Gráfico, Madrid, 9 de junio de 1937). incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 40 20/03/2012 11:58:49 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 41 Departamento de Estado norteamericano y por las potencias eventualmente aliadas, principio que se esmeró formalmente en cumplir y sobre el que fue capaz de construir una representación propagandística e imaginaria que logró capitalizar políticamente en el plano de las relaciones internacionales. Una política de vistosa obediencia de los mandatos hemisféricos del Departamento de Estado a la par que una política de proyección de imagen internacional orientada a legitimar a un régimen que temía se lo asimilase –como de más en más se hacía– con el ascenso totalitario. Una política que, por supuesto, fue cambiando los objetos que subsidiariamente perseguía obtener, ora en materia de proyección del hispanismo del pueblo –y el Jefe– dominicanos, ora para la proyección humanitaria del estadista, ora para la ejemplificación de la modernización democrática nacional presuntamente en curso. Una política, por último, que tomó lugar desde el inicio mismo de la contienda española y que transitó con relativa estabilidad hasta su fin, adaptándose a circunstancias que fueron luego emergiendo, como El Corte en la frontera domínico-haitiana de octubre de 1937, suceso que, en efecto, pudo ejercer un claro principio ordenador en la eventual llegada de los refugiados españoles en 1939, pero en el que no se agotan todos los procesos que conllevó la implementación de la política inmigratoria. El interés del régimen trujillista en los asuntos de la guerra de España se hizo público en noviembre de 1936, cuando el secretario de Relaciones Exteriores, Ernesto Bonetti Burgos, instruyó a su Legación en Madrid brindar asilo a los huérfanos de guerra con el objeto de formar un contingente que sería luego enviado a la capital dominicana, donde se les proporcionaría hogar, pan y escuela. El cable decía: Presidente Trujillo, en conmovedora expresión de sus magnánimos sentimientos raciales españolistas, ha dispuesto que usted aloje y conserve en la Legación a los niños huérfanos de ambos sexos para enviarlos en primera ocasión incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 41 20/03/2012 11:58:49 a.m. 42 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos a esta capital, donde el Presidente Trujillo, de su propio peculio, costeará su mantenimiento y educación.2 En aquellos cruentos días del sitio de Madrid, el mensaje del secretario Bonetti fue ampliamente difundido por la prensa, que elogió aquel gesto como el debido al jefe de un pueblo «que pudo conciliar su independencia con su españolidad», como llegaría a decirse tiempo después en alguno de los numerosos reportajes que dedicaría la prensa republicana al establecimiento y desarrollo de la Guardería Infantil Presidente Trujillo en la Legación diplomática dominicana.3 El tema de los asilados de la Legación dominicana en Madrid –que llevó a la Cancillería dominicana a insinuar la ruptura de relaciones con la República Española cuando las autoridades republicanas amagaron con regularlo en el invierno de 1936– dio pie al desarrollo de una recurrente propaganda en la prensa española sobre el clima de modernización y libertad que vivía la sociedad dominicana bajo el régimen de Trujillo, destacándose particularmente ideas sobre el acendrado hispanismo del Jefe del Estado y del pueblo dominicano, los avances democráticos del país y el sentido social de las políticas del Gobierno hacia sus nacionales. Meses más tarde, en julio de 1937, el auditorio del pregón humanitarista de la política de asilo y protección de huérfanos desbordaría el marco español para proyectarse al plano internacional, al declarar Trujillo a la Associated Press su preocupación por la lucha que desgarraba a la Madre Patria, ante la cual entendía era un deber mantenerse neutral, vanagloriándose de «haber sido [...] el primer Jefe de Estado que ha acudido en auxilio de los [...] huérfanos» y destacando «la actitud asumida por nuestra Legación en Madrid al defender [...] el sagrado de «República Dominicana amparará y educará a los huérfanos de guerra españoles», La Libertad, Madrid, 28 de noviembre de 1936. 3 «Generoso ofrecimiento de la República Dominicana», ABC, Madrid, 30 de noviembre de 1936. 2 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 42 20/03/2012 11:58:50 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 43 recho de asilo [...] al abrir sus puertas a todos los perseguidos, sin distinción de tendencias políticas, atendiendo sólo a indeclinables deberes de humanidad».4 La actuación de la Legación dominicana en Madrid durante la guerra, –que, efectivamente, dio asilo a un número no determinado de huérfanos, ancianos y perseguidos políticos de ambos bandos–, se convertiría en uno de los mitos del humanismo trujillista. En el corto plazo, esas declaraciones se convertirían en pieza de oratoria epistolar en las comunicaciones con que la Secretaria de Relaciones Exteriores dominicana respondió a las distintas iniciativas diplomáticas latinoamericanas en relación con la Guerra Civil Española, como la de Reconocimiento de Beligerancia a los bandos en pugna promovido por el Gobierno uruguayo en octubre de 1937, o la iniciativa de mediación por el cese de hostilidades impulsada por Cuba a inicios de 1938. Interesadas originalmente en replicar fidelidad al principio de No Intervención, cada ocasión sirvió para que la Cancillería dominicana insertase in extenso las afamadas declaraciones, valiéndose de ellas para negar tanto la solicitud uruguaya como la cubana.5 Justo en los días en que el incidente de la matanza comenzaba a alarmar a la comunidad internacional, el régimen ratificaba no sólo su neutralidad ante el conflicto sino que se valía contingentemente de éste para proyectar la imagen de un régimen humanitario. Pieza prosística de uso diplomático, las declaraciones a Prensa Asociada del verano de 1937 circularon igualmente en periódicos del continente por instancia de la Cancillería dominicana, que da Declaraciones del 19 de julio de 1937 al corresponsal de Prensa Asociada. Tomado de Virgilio Díaz Ordóñez, La política exterior de Trujillo, Ciudad Trujillo, Impresora Dominicana, 1955. 5 Joaquín Balaguer, subsecretario en funciones de secretario de Estado de Relaciones Exteriores a Excelentísimo Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 21 de octubre de 1937; Julio Ortega Frier, secretario de Relaciones Exteriores a Roberto Despradel, ministro plenipotenciario de la República Dominicana en La Habana. AGN, fondo Presidencia de la República, expediente sin clasificar. 4 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 43 20/03/2012 11:58:50 a.m. 44 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos muestra de haber solicitado a sus ministros en las capitales del hemisferio americano un papel de activa vigilancia sobre su difusión.6 Hasta ese momento, la Guerra Civil había dado lugar esencialmente a una política de imagen en torno a un régimen crecientemente identificado con el autoritarismo y a un denodado respeto a la política de No Intervención. Del cable de Bonetti (noviembre de 1936) a las declaraciones a Prensa Asociada (julio de 1937), nada permitiría vincular el acercamiento del régimen con la República Española con el espectro futuro de la matanza de haitianos, salvo que imaginásemos una paciente, premeditada y maquiavélica acción en pos de decisiones que tenía previsto tomar. Una nueva ocasión para mostrar las preocupaciones humanitarias por la guerra de España se presentó en octubre de 1938, cuando visitó el país el prestigiado intelectual y político Fernando de los Ríos, embajador de la República Española en Washington, con el objeto de dictar una conferencia en la conmemoración del cuarto centenario de la Universidad de Santo Domingo. Trujillo tuvo un primer encuentro con De los Ríos en la visita que éste le giró a la Hacienda Fundación donde conversaron sobre el problema de la guerra civil por espacio de varias horas, según comentó la prensa. Sobre la conversación con Trujillo, el embajador De los Ríos reportó luego a su superior, el ministro Álvarez del Vayo: En el mediano plazo, el tema de los huérfanos de la Legación dominicana en Madrid daría pie a una verdadera exégesis jurídica, que en 1941 pugnó –con el aval de académicos norteamericanos como Gordon Ireland– por hacer del gesto trujillista materia de hito en la historia del Derecho de Asilo. Véanse los artículos del abogado Benigno del Castillo aparecidos en la Revista Jurídica Dominicana («El asilo diplomático y la genial concepción del Presidente Trujillo en el caso de la contienda civil española» y «Asilo Diplomático», no. 2, 1939 y no. 3, 1941) y el firmado por Constancio Bernaldo de Quirós, exiliado ya en el país, («El asilo diplomático de los imbeles», no. 1, 1942), quien, discretamente, sitúa la importancia real del gesto. 6 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 44 20/03/2012 11:58:50 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 45 El General Trujillo, que continúa siendo virtualmente el director de la política de Santo Domingo, me invitó a almorzar y durante tres horas charlamos de España y sus problemas. Me dijo si podía preguntarme con entera libertad y como le respondiese que incluso le rogaba que así lo hiciera, fue, con gran interés y mucha atención preguntándome por los orígenes de nuestra lucha, valor supuesto del comunismo del Gobierno español, valor real de la invasión, etc., etc. Este aspecto, el de la invasión de fuerzas extranjeras llamadas por un General español al verse desasistido por su pueblo lo impresionó tanto, que lo consideró tan incomprensible como reprobable. Los rebeldes lo han presionado mil veces, pero él que no deja de ser inteligente, ha rechazado las solicitudes de ellos y creo que está ganado para nuestra causa. Me prometió que enviarían con cierta periodicidad, yo le insinué que cada tres meses y lo aceptaron, dos mil quinientas a tres mil toneladas de azúcar y lo que puedan de cacao, café y tabaco. Ayer he recibido en carta de la que le incluyo copia, un donativo de 5,000 dólares.7 La prensa dominicana dio una inusitada cobertura a las actividades desarrolladas por el embajador De los Rios, reflejando particularmente su entrevista con Trujillo y los mensajes de salutación que ambos continuaron cruzando tras su partida.8 Aunque las demostraciones humanitaristas a De los Ríos ocurrían ya en el contexto de opinión internacional posterior a la matanza de 1937, es posible argumentar que no obedecían entera y necesariamente sólo al interés de seguir divulgando una imagen humanista del régimen genocida ya que, poco tiempo atrás, tras la conferencia de Evian del mes de julio, el Archivo de La Residencia de Estudiantes, Fondo Fernando de Los Ríos, Embajada de España en Washington, Fólder 21.9. 8 Varios reportes parecen tanto en el Lístin Diario como en La Opinión de los días 29 y 30 de octubre de 1938. 7 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 45 20/03/2012 11:58:50 a.m. 46 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos El Embajador de la República Española, don Fernando de los Ríos. Fuente: fotografía tomada del libro de Fernando de los Ríos, Ciencia y Conciencia, Universidad de La Habana, La Habana, 1956. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 46 20/03/2012 11:58:51 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 47 humanismo trujillista había resonado ampliamente con la estrepitosa oferta hecha por el representante dominicano de recibir entre 50 y 100 mil judíos desplazados por los avances del nacional-socialismo. Además de producir un marco propicio al nuevo refrendo del tema humanitario, otros motivos tornaban al Embajador Fernando de los Ríos en persona de particular interés para el Gobierno dominicano. Por un lado, su cercanía con el Departamento de Estado norteamericano, que tenía en alta estima su opinión y consejo sobre las actitudes políticas de los gobiernos latinoamericanos, por otro, el ascendente que tenía su figura en el cuerpo diplomático internacional acreditado en Washington. Poco después de su entrevista con Trujillo en la Hacienda Fundación, De los Ríos describía a su superior, el ministro Álvarez del Vayo lo siguiente: La agresividad de Alemania e Italia en Centro y Sud América les ha hecho comprender [a los EE.UU. J.A.] cuan verdad es la tesis que desde mi llegada había venido sosteniendo. Ahora, con gran nobleza no sólo reconocen que tenía razón, sino que en mi conferencia con Mr. Hull el 25, me preguntó con insistencia cuáles pueblos creía yo que se situarían frente al punto de vista de ellos y le dije que estarían más o menos cerca de E.U. [sic] en la misma medida en que lo estuvieran cerca de nosotros: Argentina, Uruguay, Perú, Guatemala, Nicaragua, Honduras y El Salvador serían las más difíciles para ellos, como lo son para nosotros. Aproveché la ocasión para explicarle ese ángulo trascendental de nuestra actitud política, que estaba respaldada por mis conversaciones con Trujillo y Batista, hechas públicas en la prensa: no hay opción hoy para los pueblos hispanoamerica nos: o conciertan con lealtad una cooperación internacional con los Estados Unidos asegurando su independencia y libertad, o abren la brecha por donde irrumpa en América incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 47 20/03/2012 11:58:51 a.m. 48 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el fascismo iniciando una etapa pretoriana de vasallaje colonial. Esta coincidencia en la necesidad de que América este unida ante la contienda fuertísima que se inicia determinó en Mr. Welles estas palabras: «No podía haberme proporcionado usted una mayor alegría en mi vida; por ser usted quien es y por ser el Embajador de España».9 La alegría del secretario Summer Welles por las opiniones recibidas de Fernando de los Ríos sobre América Latina posiblemente alegrase también al régimen dominicano, por aquél entonces requerido de dar muestra permanente de lealtad al campo democrático internacional y de diluir lo que, para muchos, eran inclinaciones secretas filonazistas. De la visita del embajador republicano en octubre de 1938 a la derrota final de la República Española en marzo-abril de 1939, no se produjo ningún nuevo gesto de vocación humanitaria a propósito de la contienda española, reactivándose discursivamente de nuevo esa política cuando la realidad de los refugiados españoles en Francia comenzó a activar las preocupaciones humanitarias de quienes eventualmente integrarían el campo aliado. Hasta entonces, el régimen dictatorial mantuvo claramente su obediencia a la No Intervención, no sólo mediante su accionar frente a las cancillerías del área latinoamericana sino, incluso, en su reconocimiento final al gobierno nacionalista de Francisco Franco, que procedió sólo hasta que los Estados Unidos lo hicieron.10 Sin embargo, la adhesión al principio formal de la No Intervención y el mantenimiento de relaciones diplomáticas con el Gobierno legalmente constituido de la República Española no excluyó, por supuesto, el ejercicio de una política de verdadero Archivo de La Residencia de Estudiantes, Fondo Fernando de Los Ríos, Embajada de España en Washington, Fólder 21.9. 10 Cordell Hull a ministro Andrés Pastoriza, Washington, 11 de abril de 1939. 9 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 48 20/03/2012 11:58:51 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 49 acercamiento estratégico con el movimiento nacionalista, de lo que da testimonio la abundante documentación oficial referida al tema de los asilados en la Legación Dominicana en Madrid. Cuántas y cuál tipo de personas se asilaron en la Legación que presidía en Madrid el ministro César Tolentino es algo sobre lo que existen, igualmente, versiones sólo relativamente aproximadas, tanto en lo relativo a sus cifras como a su calidad política y civil. Una de las escasas afirmaciones al respecto la hace Vega, al señalar que la prensa puertorriqueña había reconocido en 1939 la figura del ministro en Madrid, César Tolentino, por su actitud… pues la Legación ofreció refugio a 2,796 personas, y allí nacieron niños y murieron viejos, al tiempo que Tolentino ayudaba para que pudieran salir hacia Santo Domingo.11 Tal estimación parece exagerada, juzgándola a partir de la reconstrucción del orden cotidiano de la Legación reportado tanto en la documentación oficial dominicana como en las descripciones in situ que reflejó, en su día, la prensa madrileña. La actividad de asilo y refugio de la Legación hubo de tomar inicio poco antes del telegrama de Bonetti de noviembre de 1936, incrementándose posiblemente a medida que el combate por la defensa de Madrid fue recrudeciéndose y radicalizándose el clima político interior en la ciudad. En septiembre de 1937, un reportaje del diario ABC señalaba que alrededor de 400 personas se encontraban albergadas en la Legación y en instalaciones anexas que ésta arrendó con el propósito de darles cabida.12 Sin embargo, un informe elaborado pocos días antes por el subsecretario de Relaciones Exteriores, Joaquín B. Vega, Nazismo, fascismo y falangismo..., p. 356. «El Presidente Trujillo, demócrata verdadero, ha hecho una gran obra de transformación de su país», Madrid, ABC, 9 de septiembre de 1937, pp. 8-9. 11 12 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 49 20/03/2012 11:58:51 a.m. 50 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Balaguer, a propósito de la inminente evacuación de los asilados en Legaciones extranjeras a Valencia, donde se había desplazado el Gobierno republicano, decía: Aprovecho la oportunidad para informar al Excelentísimo Señor Presidente que en nuestra Legación en Madrid hay 63 asilados [52 varones y 21 hembras] [sic] y 8 refugiados dominicanos, de los cuales últimamente han salido algunos, y 62 refugiados españoles, de los cuales han salido ya 16. Entiéndese por asilados las personas que hallándose perseguidas están bajo el amparo de nuestro pabellón, y por refugiados, las que no estando en ese caso, han buscado refugio al lado de sus familiares asilados, o porque se han visto obligados a evacuar sus hogares destruidos en la zona de la ciudad batida.13 Un mes más tarde, el ministro César Tolentino afirmaba que en la Legación permanecían «cuarenta y dos albergados, incluyendo tres dominicanos y familiares Viuda Parra».14 ¿Crecería en gran medida las personas asiladas en la Legación durante el resto de la guerra? Todo parece indicar que no, pues poco rastro deja en la documentación oficial posterior resguardada el asunto de los asilados y refugiados bajo la jurisdicción dominicana. Incluso los míticos 200 niños que integrarían la expedición que hallaría albergue en suelo dominicano bajo la protección personal del dictador pareció esfumarse, no llegando a concretarse jamás ningún traslado de esa naturaleza.15 Joaquín Balaguer, subsecretario en funciones de Secretario de Estado a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 1º de septiembre de 1937. 14 Ministro César Tolentino a secretario de Estado Ernesto Bonetti Burgos, Madrid, 21 de octubre de 1937. 15 B. Vega indica que el plan de asilo a huérfanos de guerra contemplaba dar amparo a 5 mil infantes. Sin embargo, las versiones del Ministro dominicano en Madrid apenas especularon, en un primer momento, con el proyecto de trasladar a la capital dominicana un total de 100 niños, cifra que luego se aumentó hasta 200. El propio secretario Bonetti Burgos destacaba en tono quejoso cómo «En distintas oportuni13 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 50 20/03/2012 11:58:51 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 51 En julio de 1937, el diario bonaerense La Nación publicaba cables desde Madrid donde se afirmaba que, hasta entonces, la Legación dominicana en Madrid había dado refugio a un total de 578 personas, de las cuales 63 se hallaban en condición de asilados políticos.16 Quiénes eran, políticamente, los asilados y refugiados de la Legación en Madrid. Muchos de los huérfanos eran, en efecto, hijos de milicianos del bando republicano, como el bautizado por el ministro Tolentino bajo el padrinazgo de Rafael L. Trujillo ante el cuerpo extranjero acreditado en Madrid.17 Sin embargo, quienes eran considerados propiamente asilados parecen haber sido personas perseguidas políticamente por el Gobierno republicano, a juzgar por los frecuentes agradecimientos recibidos en esos días por el Gobierno dominicano. Por ejemplo, el que dirigió el Comandante de Regulares de Tetuán, señor Francisco Cubeiro, agradeciendo el papel desempeñado por el cónsul dominicano en Madrid, señor Juan de Olózaga quien vino «favoreciendo la vida de muchos seres desgraciados residentes en la Zona Roja y transmitiendo noticias de su estado de salud a sus familiares y amigos que están en la del Generalísimo Franco», o la que también dirigió a Trujillo el señor José Núñez Alegría, director del diario salmantino El Adelanto, expresando también su reconocimiento a la labor del cónsul dominicano pues «dicho Sr. Olózaga ha contribuido para poner a salvo… a cientos de desgraciados, principalmente niños y mujeres, que estaban en poder de las furias marxistas».18 dades… se le ha requerido al Ministro Tolentino definir la situación de los niños que componen la Guardería «Presidente Trujillo», y gestionar su embarque a esta ciudad, sin que hasta ahora esta cuestión haya sido diafanizada satisfactoriamente». Secretario Bonetti Burgos a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 11 de mayo de 1937. 16 Tulio M. Cestero, ministro dominicano en Buenos Aires a Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Buenos Aires, 2 de junio de 1937. 17 «El Presidente Trujillo…», Loc. cit., p. 9. 18 Comandante Francisco Cubeiro a Secretario de Relaciones Exteriores de la República Dominicana, Vigo, 17 de noviembre de 1937; José Núñez incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 51 20/03/2012 11:58:51 a.m. 52 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos J u a n Olózaga Rafael Leonidas Tr u j i l l o Molina “¡Viva San Domingo¡ Por haber reconocido España Nacional y General Franco. Con voto respetuoso de Año Nuevo”. Postal de Felicitación enviada espontáneamente a Trujillo desde Leipzig por M.C. Schulze. Fuente: (AGN, fondo Presidencia de la República). incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 52 20/03/2012 11:58:53 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 53 Asilar o dar refugio a personas de ambos bandos podría resultar coherente con el principio de neutralidad suscrito por el Gobierno dominicano: una neutralidad que, por razones humanitarias, se ejercería tanto en favor de los simpatizantes del movimiento nacionalista cuanto en de los del bando republicano. Sin embargo, tras la defensa aparente del principio de No Intervención, la diplomacia dictada por el Presidente dominicano fue activa en cuanto a procurar un cierto equilibrio estratégico, dando muestras de confluencia con las posiciones de cada uno de los bandos. Así, mientras se emitían gestos de lealtad al gobierno republicano legalmente constituido (firma de un nuevo tratado comercial en 1936, establecimiento de un Comité de Aproximación Hispano-Dominicano, control de las organizaciones falangistas en la isla, ofrecimientos de ayuda como los hechos al embajador De los Ríos, entre otros), el régimen daba también muestra de solidaridad con el campo político que suscribía el movimiento nacionalista. Por ejemplo, el cable que el propio presidente Trujillo envío en agosto de 1936 al Papa Pío XI expresándole «el sincero pesar y el gran dolor con que contemplamos las graves desgracias que en España están sufriendo la Iglesia Católica, el Clero, las Órdenes religiosas y en especial las abnegadas Hermanitas de la Caridad»,19 el tenue control efectivamente ejercido sobre la organización pública local del bando nacionalista y, en suma, el concurso puesto al aislamiento político y militar de la República con la defensa diplomática del principio de neutralidad. Pocas demostraciones humanitarias más siguieron a la visita del embajador De los Ríos hasta finalizar la Guerra Civil. En enero de 1939, el ministro Tolentino enviaba a la Cancillería una cobertura del modo en que la prensa local había recibido el nuevo donativo hecho por Trujillo en auxilio de las viudas Alegría a Excelentísimo Presidente de la República Dominicana, Salamanca, 5 de noviembre de 1937. 19 Rafael L. Trujillo a Su Santidad Pío XI, Ciudad Trujillo, 13 de agosto de 1936. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 53 20/03/2012 11:58:53 a.m. 54 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos y huérfanos refugiados en la Legación, noticia sobre la que también reportaban otras Legaciones dominicanas. En marzo, cuando el derrumbe de la República era ya inminente, el propio Tolentino aconsejaba, vía cable desde Madrid, retardar reconocimiento hasta ocupar Madrid Generalísimo Franco evitarme situación personal conflictiva y peligro a personas e intereses protegidos Legación como ocurrido otras Misiones saqueadas y asilados desamparados y encarcelados… para dejar felizmente concluida labor humanitaria y neutral nuestro gobierno.20 Declarado por el bando nacionalista el fin de la guerra a inicios de abril, el mismo día 4, la edición sevillana del diario ABC anunciaba que el nuevo Gobierno había sido reconocido de jure por la República Dominicana, decisión que sobrevino, como estaba convenido, sólo después de que el Departamento de Estado norteamericano hizo lo propio el día 1º de ese mes.21 Como es conocido, las realidades del exilio masivo de refugiados republicanos iniciado por la frontera catalana desde febrero de 1939 pronto plantearon graves preocupaciones humanitarias. Interesantemente, nada en torno de ellas pareció razón suficiente para motivar nuevas expresiones humanitaristas de parte del régimen trujillista. Por el contrario, un claro y cauteloso proceder caracterizó la relación del Gobierno dominicano con el problema desde inicios de 1939. En febrero de ese año, por ejemplo, vigente todavía el Gobierno republicano en la península, el Ministro dominicano en Washington informaba a su Canciller que el embajador Fernando de los Ríos había celebrado una reunión con el cuerpo Secretario de Relaciones Exteriores a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 6 de marzo de 1939. 21 ABC, Sevilla, 4 de abril de 1939. 20 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 54 20/03/2012 11:58:53 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 55 diplomático latinoamericano para poner en su conocimiento la situación que atravesaban en Francia las 60 mil familias españolas refugiadas y solicitarles realizar gestiones para que sus gobiernos diesen acogida a un número de ellas en el continente.22 A poco de ello, llegaba a la Cancillería una consulta oficial de parte del Encargado de Negocios de la República Española indagando sobre la posición oficial acerca de la solicitud expresada al representante dominicano en Washington. A pesar de tratarse de una solicitud del embajador De los Ríos –figura que la prensa se esforzó en presentar como fuente de inspirador agrado en las meditaciones hispanófilas del Benefactor–, el Gobierno dominicano procedió con cautela y no emitió la respuesta con la celeridad que el caso permitía imaginar. El secretario de Relaciones Exteriores, Arturo Despradel, puso el asunto de la solicitud del embajador De los Ríos en conocimiento del despacho del presidente (ya por entonces Jacinto B. Peynado) y consultó simultáneamente la opinión de las carteras de Interior y Policía (general José García) y de Agricultura, Industria y Trabajo (licenciado Raúl Carbuccia), quienes, en pocos días, emitieron una opinión favorable a la posibilidad de hacer inmigrar al país refugiados españoles. Sin mencionar cifras, Carbuccia recomendaba que debería tratarse, preferentemente, de personas dedicadas a la agricultura, destacando la importancia de «observar las reservas necesarias en cuanto a la ideología política de esos inmigrantes y que no obstante la afinidad de los pueblos dominicano y español, pueda en algún sentido influir de manera extraña en nuestra idiosincrasia».23 Conforme con el juicio del secretario Carbuccia, Andrés Pastoriza, ministro de la República Dominicana en Washington a Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Washington, 18 de febrero de 1939. 23 Raúl Carbuccia, secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo a Secretario de Estado de lo Interior, Ciudad Trujillo, 4 de marzo de 1939. 22 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 55 20/03/2012 11:58:53 a.m. 56 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el general García resolvió autorizar la idea dejando en manos del Ejecutivo la decisión final. Días más tarde, el secretario del Despacho presidencial transmitió a la Cancillería la respuesta indicada por el presidente Peynado, consistente en considerar que «posiblemente esos refugiados son de una ideología cuya propagación en nuestro país sería fuente de serios trastornos» indicándole «contestar al Encargado de Negocios de España de una forma evasiva, diciéndole que los asuntos… están siendo objeto de estudio por parte del Gobierno». En el mes de mayo, en lo que podría haberse tomado como una nueva ocasión propicia al desplante humanitarista, el secretario de la Presidencia, Arturo Logroño, instruía al Canciller proceder del siguiente modo respecto de una solicitud de ayuda hecha llegar al Gobierno dominicano un mes antes por la Comisión Internacional de Auxilio para los Niños Refugiados de España: (el) Honorable Señor Presidente de la República… me encarga significarle su pesar por el hecho de que el Gobierno no está en condiciones de atender… la solicitud de ayuda… y, en consecuencia, le instruye dar una respuesta discreta, en este sentido, a los firmantes de la instancia, cuando no sea posible dejarla sin contestación.24 Aparentemente, la consulta de Fernando de los Ríos nunca tuvo respuesta. No sólo porque, al poco tiempo, éste dejaría su Embajada en Washington para dar paso al representante del nuevo gobierno existente en la península, sino porque las simpatías humanitarias por el pueblo español habían satisfecho los objetivos que con ellas se perseguían, pasando a ocupar un segundo plano en relación con lo que ya, de hecho, constituía Secretario de la Presidencia a Secretario de Relaciones Exteriores, Ciudad Trujillo, 5 de mayo de 1939. 24 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 56 20/03/2012 11:58:53 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 57 el nuevo objeto humanitario del régimen: la inmigración judía ofrecida en la Conferencia de Evian. Es interesante notar el modo en que la solicitud del embajador republicano en Washington derivó en una negativa momentáneamente fundada en conceptos de seguridad interna («propagación de ideologías extrañas al país». ¿Era Peynado el que pensaba de esa forma, o respondía Rafael L. Trujillo por interpósita persona? Lo es porque nos deja ver que, de modo conciente, algunas fracciones dentro del gobierno percibían que, dados sus caracteres políticos, el exilio español no era recomendable como apuesta inmigratoria y porque permite apreciar el sentido del ligero roce interior que, como veremos, se suscitó cuando la Cancillería dominicana giró instrucciones en el sentido de permitir la entrada al país de refugiados españoles. En abril de 1939, el cónsul de la República Dominicana en Burdeos, señor Narciso Félix, fue amonestado por su superior, el cónsul general en El Havre, R. Comprés Pérez, por haber desatendido la indicación girada a fines del mes de febrero indicándole que «nuestro gobierno no desea recibir ninguna de las personas que están abandonando España, con motivo del triunfo nacionalista» y haber procedido a visar alrededor de veinte pasaportes españoles. En conexión con este asunto, el propio ministro dominicano en París, Virgilio Trujillo Molina, presentó a la Cancillería una denuncia del comportamiento del cónsul Félix. El Cónsul en Burdeos explicó su comportamiento al Canciller indicando que había procedido en ese modo por entender que los pasaportes visados pertenecían a españoles que se hallaban en territorio francés con anterioridad al derrumbe del Gobierno republicano.25 Despradel ofreció una explicación al despacho del presidente, indicando haber indagado la queja del ministro Trujillo Cónsul Narciso Félix a Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Burdeos, 25 de abril de 1939. 25 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 57 20/03/2012 11:58:53 a.m. 58 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Molina, agregando que, en su opinión, debía autorizarse la extensión de visas a ciudadanos españoles refugiados en Francia, por no ofrecer éstos «el peligro de inmigración en masa presentado por el problema hebreo en Europa».26 ¿Existía alguna suerte de desavenencia interna respecto de la inmigración de refugiados españoles en el régimen? Al parecer sí, aunque debe dilucidarse si el accionar de quienes se negaban a autorizarla obraba sólo un criterio político o si se trataba de algún otro tipo de interés. El hecho es que la posición del Canciller fue la que posibilitó el flujo persistente de traslados individuales a la isla que comienza a producirse desde el mes de abril de 1939, inaugurando, de ese modo, el proceso inmigratorio. 2. Las negociaciones para la inmigración de los refugiados de la Guerra Civil La idea de una inmigración organizada, de carácter masivo, comenzaría a tomar forma meses más tarde, en el verano de 1939, cuando los organismos de ayuda a los refugiados españoles comenzaron a procurar contacto con el Gobierno dominicano. Las Sociedades Hispanas Confederadas de Ayuda a España, organismo que integraba a grupos hispanos asociados en distintas ciudades del territorio norteamericano, fueron las primeras en proponer al Gobierno dominicano un plan de evacuación e inmigración de los refugiados en Francia a través del Consulado dominicano en esa ciudad.27 En el memorándum que dirigían al respecto, las Hispano Confederadas planteaban: Secretario Arturo Despradel a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 25 de abril de 1939. 27 Rafael Espaillat de la Mota, cónsul dominicano en Nueva York a Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Nueva York, 11 de mayo de 1939. 26 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 58 20/03/2012 11:58:53 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 59 1.Que el Gobierno dominicano autorice el internamiento de entre mil y cinco mil refugiados, mismos que deberán establecerse en colonia, en los lugares señalados para ello por el mismo Gobierno. 2.Que el Gobierno dominicano conceda terrenos para el establecimiento de granjas agrícolas y avícolas, así como las viviendas necesarias para el alojamiento de los refugiados. 3.Que el Gobierno dominicano provea la transportación de los refugiados a sus lugares de destino. 4.Que las autoridades consulares en Francia autoricen el visado de pasaportes expedidos por el gobierno republicano y que aceptasen, en caso de carecerse de él, documentación identitaria expedida por el SERE, radicado en Francia. 5.Que se autorice de manera expedita el internamiento en suelo dominicano de un primer grupo de 1,000 refugiados, dada la angustiosa situación que viven en Francia. Por su parte, las Sociedades Hispanas Confederadas de Ayuda a España ofrecían: 1.Sufragar los costos de traslado de los primeros mil refugiados hasta Ciudad Trujillo. 2.Cooperar con la edificación de viviendas modestas para los llegados en esa primera expedición. 3.Proveer aperos de labranza, maquinaria y semilla para dar pronto inicio a las explotaciones agrícolas. 4.Proveer al sostenimiento de las colonias hasta que estas se hallen en condiciones de autosustentarse. 5.Enviar una comisión a entrevistarse con el Gobierno dominicano con el objeto de analizar el terreno y las condiciones técnicas de la futura implantación.28 Daniel Alonso, secretario General de las SHCAE a Gobierno dominicano, Nueva York, 8 de mayo de 1939. 28 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 59 20/03/2012 11:58:53 a.m. 60 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos El Plan de las Hispano-Confederadas fue comentado favorablemente al Canciller por el secretario Carbuccia, quien consideró la posibilidad de establecer a los refugiados en terrenos situados en la región suroeste, como en el municipio de El Cercado, señalando que esto había sido visto con simpatía por el generalísimo Rafael L. Trujillo. A pesar de la premura que dictaba la evolución de los acontecimientos en Francia, fue hasta el mes de julio cuando se reanudaron conversaciones sobre el Plan de las Sociedades Hispanas Confederadas, al poner éstas en manos del propio Trujillo durante su visita a Nueva York un nuevo memorándum.29 El plan hecho llegar entonces contenía nuevos aspectos, como que la suma inicial de que disponían las Sociedades Hispanas Confederadas para impulsar al Plan ascendía a 100 mil dólares americanos, prestando atención al interés del Gobierno dominicano de establecer una industria pesquera y destacando la disposición de hacerse cargo de aquellos exiliados que no lograsen adaptarse enteramente al proyecto colonizador. A inicios del mes de agosto arribó al país el señor José Pantín, representante de las Hispano-Confederadas y el proyecto comenzó a examinarse en el terreno con mayor detalle. Nuevamente, el despacho de la presidencia instruyó a las secretarías de Agricultura, Trabajo e Industria, Interior y Policía, Sanidad y Beneficencia elaborar un dictamen sobre la propuesta, resultando éste favorable de modo unánime, si bien se sugería ceñirla a cuatro recomendaciones: que la inmigración (de hasta cinco mil refugiados) se desarrollase de manera gradual; que el número de los llegados en cada etapa nunca excediese las mil personas; que el Gobierno dominicano formase parte de la comisión seleccionadora de los futuros inmigrantes y que se seleccionasen terrenos en las secciones de Medina (común de San Cristóbal), Los Guayos (común de Sabana de la Mar) y en la común de El Cercado.30 Daniel Alonso a Rafael L. Trujillo, Nueva York, 21 de julio de 1939. Mayor general José García, secretario de lo Interior y Policía a Secretario de Estado de la Presidencia. Ciudad Trujillo, 31 de agosto de 1939. 29 30 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 60 20/03/2012 11:58:53 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 61 Poco antes de que se emitiese el referido dictamen, un núcleo civil, mayormente integrado por refugiados que habían venido estableciéndose en el país desde los primeros meses de 1939, decidió establecer la Junta Pro-Refugiados Españoles, organismo que pocas veces ha sido citado y que quizás se haya confundido con aquél otro llamado Junta Pro-Inmigración Española (JPE) del que hablaremos más adelante. Esta Junta Pro-Refugiados Españoles se estableció el día 10 de agosto en la ciudad capital con los propósitos esenciales de: 1.«Coordinar o unificar la ayuda que, proveniente de éste u otros países, se destine a los refugiados españoles...». 2.«Distribuir dicha ayuda en forma que sirva para resolver, aunque sea en principio, problemas definitivos para los refugiados». 3.«Canalizarla con miras a que sea destinada a la creación de nuevas fuentes de riqueza...». 4.«Prestar a las autoridades dominicanas cuantas ayudas y asesoramientos estimen necesarios relacionados con la venida... y establecimiento... de núcleos de refugiados españoles». La Junta quedaba integrada por 9 personas, tomando como base programática para su actividad el proyecto de inmigración de cinco mil refugiados puesto en consideración por su vicepresidente, el periodista gallego Ramón Suárez Picallo.31 La ponencia presentada por Suárez Picallo se titulaba «Índice provisional para un plan de colocación de cinco mil refugiados en la República Dominicana» y es, posiblemente, una de las ideas más acabadas y originales dentro de las distintas propuestas que comenzó a recibir por entonces el Gobierno Los restantes ocho miembros eran: el ingeniero Antonio Ocaña (presidente), el coronel Felipe Díaz Sandino (2º vicepresidente), el fabricante Antonio Piñeiro (tesorero), el licenciado Juan Pablo García (secretario general), el periodista Fraíz Grijalba (secretario de actas) y los señores Manuel Castillo, Juan Jiménez Rosas y Enrique Darnell Martí (vocales). 31 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 61 20/03/2012 11:58:54 a.m. 62 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos dominicano. Considerando de poco provecho la dinámica de llegadas individuales seguida hasta esos días, donde los inmigrantes españoles limitan sus aspiraciones a la obtención de un empleo público improductivo, a ser dependientes de una casa de comercio o, cuando más, a poner un tenderete, Suárez Picallo proponía realizar un serio esfuerzo de planificación de los contingentes, de modo que la inmigración se orientase a la apertura de fuentes de riqueza inéditas o poco explotadas. Las fuentes de riqueza en que se interesaba el plan eran tanto agrícolas como industriales, destacando en el primer renglón la idea de impulsar una larga serie de agroindustrias. Entre las industriales, el proyecto mencionaba esencialmente 6 ramos de actividad: la producción de papel, los tejidos, la espartería, los curtidos, la pesca y las artesanías. En términos generales, todos esos desarrollos apuntaban a la idea de abrir un mercado basándose en la sustitución de importaciones y en establecer cadenas integradas de producción e industrialización de materias primas. Los recursos para financiar el plan de inmigración provendrían, esencialmente, de las entidades españolas de evacuación (SERE y JARE), del Gobierno dominicano pero, sobre todo, de la posibilidad de vincularlo con el establecimiento de un Banco Cooperativo Agropecuario. La dirección del plan quedaba reservada a un comité integrado por representantes del Gobierno dominicano y de los organismos de evacuación españoles.32 En el aspecto técnico, el proyecto de esta Junta Pro-Refugiados preconizaba el establecimiento de explotaciones de índo Antonio Ocaña, presidente de la Junta Pro-Refugiados Españoles a Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Ciudad Trujillo, 10 de agosto de 1939. 32 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 62 20/03/2012 11:58:54 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 63 le colectiva e individual, recomendando favorecer la pequeña propiedad individual, de carácter agrícola y/o empresarial, como forma acorde con el espíritu de posesión individual del pueblo español. El colectivismo se implantaría al modo de una gran cooperativa de adquisición de aperos e insumos agrícolas y artesanales, gestión colectiva de transporte y almacenamiento. En el social recomendaba un modelo de establecimiento aglutinado, por ejemplo, de pequeñas explotaciones agrícolas, o pequeños campamentos de explotación de materias primas de producción espontánea, como en la silvicultura, la pesca y la minería. El carácter aglutinado de los asentamientos facilitaría el surgimiento de instituciones escolares abocadas a la explotación del medio, donde españoles y dominicanos podrían insertarse en el aprendizaje productivo. Asimismo, la presencia de contingentes de enseñantes entre los exiliados haría posible generar procesos escolares en el medio de implantación dominicano circundante. Nuevas propuestas inmigratorias emergieron en el mes de noviembre. Por un lado, el día 9 quedó formalmente constituida la Junta Pro-Inmigración Española, que posiblemente sólo fuese una transformación de la que acaba de describirse, pues en su integración figuran tanto Ramón Suárez Picallo como Juan Pablo García, a quienes se suman tres personas más: el periodista canario Elfidio Alonso, el ingeniero José de los Ríos Urruti (hermano del exembajador Fernando de los Ríos) y el teniente coronel Rodolfo Bosch Pearson. En principio, la creación de esta Junta respondía al interés de secretario Raúl Carbuccia por establecer un mecanismo local de enlace entre las instituciones del Gobierno dominicano y los futuros inmigrantes, de modo que la corriente inmigratoria cumpliese de mejor manera su objetivo de hacer crecer incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 63 20/03/2012 11:58:54 a.m. 64 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos la riqueza nacional. Como representante de la parte dominicana, la Junta quedaba facultada para: a) gestionar ayuda de los organismos abocados a la evacuación de los refugiados en Francia, b) clasificar a los futuros inmigrantes con el fin de adaptarlos a las tareas del desarrollo nacional, c) decidir y gestionar lo necesario ante las instituciones del Gobierno dominicanas.33 A finales de ese mes, los diarios puertorriqueños El Mundo y El Imparcial daban aviso del paso por la isla de un grupo de doce refugiados españoles rumbo a la República Dominicana. Destacando el tránsito reciente de refugiados que, haciendo escala en Puerto Rico, se dirigen a la isla de Santo Domingo, ambos diarios dedican extensas notas a los propósitos de la visita. Preside el grupo el señor Bibiano Fernández Ossorio Tafall, director general del Servicio de Evacuación de Refugiados Españoles (SERE), acompañado de colaboradores y amigos, como los señores Vicente Herrero Ayllón (catedrático), Félix de los Ríos (ingeniero hidráulico), Rafael de los Ríos y su señora madre, entre otros. El señor Bibiano Fernández Ossorio Tafall se dirige a la isla para entrevistarse con el presidente Trujillo y tratar en detalle los planes de inmigración de alrededor de 2,000 refugiados de la guerra civil. Equivocando el nombre, el periódico El Mundo destaca la idea de que existe en Ciudad Trujillo ya un Comité Pro-Refugiados Españoles llamado a coordinar el proceso de ayuda, brindando también el detalle de que, en ese momento, se encuentran ya en el país cerca de 600 refugiados españoles. Propiamente, el Comité que describe el diario coincide con la Junta Pro-Inmigración que acaba de ser descrita, la conformada por indicación del secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo, Raúl Carbuccia.34 Acta de constitución de la Junta Pro-Inmigración Española. Ciudad Trujillo, 9 de noviembre de 1939. 34 «Refugiados españoles en San Juan de paso para la República Dominicana». El Mundo, San Juan, 2 de noviembre de 1939; «Director del Servicio 33 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 64 20/03/2012 11:58:54 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 65 No existen muchas luces sobre la estancia del director del SERE en el país, ni sobre el contacto que pretendía tener con el Presidente Trujillo. Sin embargo, el organismo que representaba sería el responsable fundamental de la política inmigratoria. Al menos, como debe ser dicho, en su segmento de organización, reclutamiento y evacuación de los contingentes en Francia. Tampoco es muy claro cuando y cómo tomó inicio formal la colaboración emigratoria y la naturaleza del acuerdo al que se arribó con el Gobierno dominicano. Ni la documentación oficial ni la del Servicio de Evacuación de Republicanos Españoles conservada en la Fundación Sabino Arana, en Vizcaya, permiten conocerlo con precisión pero, desde luego, el proceso sufrió un claro estímulo tras la estancia de Bibiano Fernández Ossorio-Tafall, cosa que se desprende de la inclusión del señor Félix de los Ríos como miembro de la Junta Pro-Inmigración Española promovida por Carbuccia. Las ideas del SERE en torno a la inmigración no figuran en ningún documento formal, pero pueden desprenderse del Plan de Colonización que, tiempo después, se hizo llegar a las oficinas del señor Alejandro Viana, director del Servicio en París. Firmado por los ingenieros Félix de los Ríos y Augusto Pedrero en fecha que no precisa el documento, el Plan debe haberse elaborado en el mes de diciembre de 1939 en la misma República Dominicana. De los Ríos y Pedrero fungen entonces como representantes del SERE en el país. Esencialmente, el plan inmigratorio se centra en el establecimiento de los refugiados en colonias agrícolas del Estado dominicano. Aunque considera el impulso de algunos giros industriales –fabricación de tejas, tenerías, explotaciones mineras, etc.–, se trata ante todo de un proyecto práctico para organizar y sostener la vida de los colonos durante el primer de Evacuación de Refugiados Españoles está en P. R.». El Imparcial, San Juan, 21 de noviembre de 1939. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 65 20/03/2012 11:58:54 a.m. 66 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos año de estancia en el país. Cumplido ese lapso, el plan proyecta la creación de un organismo administrativo de carácter cooperativo que deberá llamarse Cooperativa Pro-Inmigración Española y del cual será titular el Secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo. La dirección técnica del mismo recaerá en personal del SERE.35 Un último proyecto inmigratorio sería puesto en manos de las autoridades dominicanas a instancias de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE) en el mes de marzo de 1940 por el señor José María Escofet, refugiado desde hacía algún tiempo en el país. El plan del delegado por JARE contemplaba la inmigración de hasta 5,000 personas, postulando el establecimiento de una sociedad anónima, de tipo mercantil e industrial, que fomentaría distintos proyectos de desarrollo agrícola, industrial y comercial en los que encontrarían ocupación los refugiados. Los recursos financieros para dar vida a esa sociedad serían proporcionados enteramente por la JARE. La dirección de la misma integraría representantes tanto de JARE como del Gobierno dominicano.36 Félix de los Ríos y Augusto Pedrero. Plan de Colonización. Archivo de la Fundación Sabino Arana, SERE, 24, 4 (en lo sucesivo AFSA, SERE). 36 José M. Escofet a Secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Ciudad Trujillo, 21 de marzo de 1940. 35 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 66 20/03/2012 11:58:54 a.m. C apítulo tercero El arribo de los refugiados y el proceso de implementación de la política inmigratoria Como acaba de verse, fue casi al final del año 1939 cuan- do el Gobierno dominicano comenzó a definir una política de apertura inmigratoria hacia el exilio español, hecho que se produjo en clara desconexión con la definición política dada por la dictadura al asunto del sufrimiento del pueblo español entre 1936 y 1938. Al vehemente hispanismo humanitario de la Legación, sus huérfanos y la Guardería Presidente Trujillo, con el que los lectores del ABC, Mundo Gráfico, Crónica, La Libertad o El Sol, en el Madrid sitiado, habían conocido del pro-hombre benefactor de la modernización democrática dominicana, siguió un prolongado silencio de casi ocho meses, considerados desde el fin de la guerra. ¿No era de esperarse de quien se vanagloriaba de «haber sido el primer Jefe de Estado que ha acudido en auxilio de los [...] huérfanos» un gesto probablemente tan inmediato como el de la política exterior mexicana del presidente Cárdenas, que a los dos meses de proclamada la victoria nacionalista abría sus fronteras a los grandes contingentes del Sinaia, el Ipanema y el Méxique, las míticas embarcaciones del destierro en suelo mexicano? ¿O tan resueltamente acotada como la que brindó el Gobierno chileno al hacer llegar poco más de dos mil refugiados en el trasatlántico Winnipeg en el mes de agosto de 1939? Algo dilató la emergencia de la política hasta el mes de noviembre, arribándose a ella mediante un proceso no exento de contradicciones internas en el cuerpo burocrático. Podría 67 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 67 20/03/2012 11:58:54 a.m. 68 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos pensarse que el viaje internacional que el propio dictador realizó entre junio y octubre de 1939 retrasase la decisión, pero es difícil saberlo con exactitud. Sin embargo, al menos desde el mes de julio conocía éste de primera mano las expectativas que abrigaban en torno al país organismos de auxilio como las Sociedades Hispanas Confederadas, que le entregaron un segundo proyecto en su dirección del Hotel Waldorf Astoria en la ciudad de Nueva York.1 La creación de la Junta Pro-Inmigración Española [JPE], integrada a inicios del mes de noviembre debe ser considerada como el real inicio de la política inmigratoria que abruptamente cerraría el incidente del Cuba ocho meses después. Aunque un flujo paulatino de individuos y pequeños grupos que huían de la guerra se produjo desde el derrumbe militar y civil de la República, la verdadera política del Gobierno dominicano hacia el exilio español emerge con la creación de ésta el 10 de noviembre de 1939. Integrado mayormente por personas, en apariencia, mejor avenidas, poseedoras de recursos sociales y culturales suficientes como para huir y afrontar los riegos de una nueva vida, aquel flujo tomó inicio desde el mes de enero de 1939, trayendo a la sociedad dominicana personas que pronto lograron insertarse en la vida social del país, como los periodistas Elfidio Alonso Rodríguez y Ramón Suárez Picallo, el catedrático Javier Malagón Barceló, el crítico de arte Fraíz Grijalba, artistas como José Vela Zanetti y Carlos Solaeche, médicos como el doctor Emilio Jubés y otros tantos más cuya presencia en el país resonaría durante el verano de 1939. Ese flujo migratorio hacia suelo dominicano vino produciéndose, incluso antes del derrumbe de la República. A fines de 1937, por ejemplo, cuando la ocupación del frente norte por el bando nacionalista forzó la emigración vasca, muchos fueron los vascos que vinieron al país. Varios de los oficiales y 1 Vid p. 60 nota 29. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 68 20/03/2012 11:58:54 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 69 marinos vascos que ocuparía luego la Marina de Guerra dominicana llegaron por esas fechas.2 El núcleo que arribó al país hasta ese entonces –estimado en 150 personas, según señaló el secretario de la JPE, Rodolfo Bosch Pearson–3 lo hizo de modo «espontáneo», valiéndose de las solas prerrogativas establecidas a la internación de extranjeros en los reglamentos vigentes. Si bien las indicaciones del ministro dominicano en París, Virgilio Trujillo Molina, intentaron contenerlo, la inmigración tomó fuerza tras la sugerencia del Canciller Despradel de proseguir visando pasaportes españoles en Francia y sólo aparentemente cesó con el surgimiento de la política de inmigración masiva que comenzó a ejecutar la Junta Pro-Inmigración, desde su constitución el 10 de noviembre de 1939, o, para ser más exactos, desde el día 7 de ese mes, que fue cuando arribó a bordo del vapor Flandre el primer gran contingente de 279 refugiados. 2 3 Poco se ha mencionado el exilio que produjo hacia el país la emigración vasca de 1937, cosa que con mucho tino señala Juan Martín Frechilla en sus estudios sobre los refugiados en Venezuela. Según datos del censo de refugiados con que contamos, una veintena de vascos ingresó al país en 1938, siendo probablemente mayor el número de los que entonces lo hicieron. Entre ellos, los hermanos Estella Entralgo (¿y familias?), uno de los cuales pasaría a dirigir el diario La Opinión. Otros que es posible reconocer entre los llegados se apegan al listado de marinos que Jesús de Galíndez presenta en su escrito «Ha muerto un marino», hecho en honor de Alejandro de Solaeche, Txomin de Urruchua y Ángel Bellón, muertos en el hundimiento del vapor Presidente Trujillo en La Martinica, en 1942. En una afirmación posterior, Galíndez cifraría entre 100 y 150 los refugiados vascos llegados entre 1939 y 1940. Ver: Jesús Galíndez, «Ha muerto un marino», revista Hogar, año 4, no. 41, mayo de 1942; «Los vascos en la República Dominicana». VII Congreso de Estudios Vascos, Donostia, Eusko Iskatunza, 2003, pp. 513-515. Sobre las fases del exilio republicano español, ver: Juan Martín Frechilla, «Nueva Tierra de Gracia: los exilios de la Guerra Civil española en Venezuela, 1936-1951»; Dolores Plà Brugat (coord.). Pan, trabajo y hogar. El exilio republicano español en América Latina, Instituto Nacional de Antropología e Historia; Instituto Nacional de Migración, México, 2007, pp. 335-458. Memoria que al Honorable Secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo presenta el Secretario General de la Junta Pro-Inmigración Española. Mecanuscrito, Ciudad Trujillo, 31 de diciembre de 1940. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 69 20/03/2012 11:58:54 a.m. 70 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Abrupta, agresiva y deformada, la explicación dada como resolución del incidente del Cuba sobre la decepción inmigratoria del Gobierno dominicano, obliga a reconstruir, en términos generales, el desempeño de la política de inmigración, particularmente en lo que se refiere al papel jugado por el Gobierno dominicano en materia de creación de condiciones para cumplir el propósito de recibir una corriente de carácter predominantemente agrícola, ideológicamente desprovista de rasgos que luego consideraría detestables y contribuir a su asentamiento en el país. En otras palabras, interesa examinar la política inmigratoria desarrollada por el Gobierno dominicano en términos ya no sólo de producción de imágenes, sino de su proceso de implementación.4 Examinar históricamente la implementación de la política inmigratoria nos sitúa en el terreno de juzgar tanto si su diseño fue coherente con los fines que declaraba perseguir como de observar la cadena de procesos que definirían sus alcances. 1. De Francia a la República Dominicana: el proceso consular de la emigración No existe indicio de que las representaciones dominicanas de París, Burdeos y El Havre jugasen un papel activo en el proceso de la emigración republicana. A diferencia de legaciones diplomáticas como la mexicana o la chilena, que activamente organizaron el embarque de los grandes contingentes que 4 Empleo el concepto de Implementación aludiendo a la distinción teórica establecida en el análisis de políticas públicas al caracterizar una problemática relativa a la hechura de la política, como proceso esencialmente centrado en la decisión política que la hace emerger, de las problemáticas que tienen que ver son su diseño (juicios de adecuación entre medios y fines) o su implementación (cadena de interacciones subsecuentes una vez la política ha sido puesta en marcha). incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 70 20/03/2012 11:58:54 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 71 albergarían sus naciones, la intervención de los representantes consulares dominicanos parece haberse limitado a extender el visado una vez cubiertas las formalidades establecidas. Tanto en el lapso de la inmigración espontánea como en el de la conducida por la Junta Pro-Inmigración, a ello pareció restringirse el papel organizativo del cuerpo diplomático acreditado en territorio francés. Poco incidieron los representantes dominicanos en el control, por ejemplo, del perfil ocupacional de los reclutados, como lo reclamaba el logro una política inmigratoria interesada en la recepción de agricultores. Menos, aún, pareció controlarse la identidad política e ideológica de los futuros migrantes, cosa quizás más compleja para quienes parecieron restringir su acción proinmigración al marco del inmueble donde visaban, pero posible según lo muestran las experiencias mexicana y chilena.5 Llegado en el Flandre, el testimonio que años más tarde brindaría José Almoina Mateos –el refinado intelectual gallego que puso su pluma al servicio del tirano– en su Yo fui secretario de Trujillo, nos da una descripción de esos trámites consulares: A ninguno se le pidió otro salvoconducto que su misma calidad. Ni se investigaron antecedentes políticos ni personales, ni se exigió garantía moral ni económica de ningún género, ni se les obligó a abjuración o rectificación de sus Es conocido el modo en que los cónsules Gilberto N. Bosques y Pablo Neruda gestionaron directa y activamente la evacuación de los refugiados en Francia hacia México y Chile, respectivamente, modelando el carácter del contingente de emigrantes que sus gobiernos deseaban recibir. Se sabe, por ejemplo, que Pablo Neruda cumplió fielmente con el deseo de su gobierno de excluir de la expedición del Winnipeg a los anarquistas, cosa que también pareció ocurrir también en el caso de la selección hecha por los representantes mexicanos en los mismos campos de concentración. Fernando Termis Soto, «Constitución y crisis de las organizaciones republicanas de auxilio a los refugiados españoles. 1939-1942». Espacio, tiempo y forma, Serie Historia Contemporánea, tomo V, p. 418. 5 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 71 20/03/2012 11:58:55 a.m. 72 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos profesiones y actividades, ni se les pidió la más leve acción que significase renuncia de sus ideales [...] En diez minutos escasos se llenaron las breves e indispensables formalidades de visado gratuito y pocos días después viajábamos hacia América.6 Por venir de una obra escrita con el objeto de loar las realidades del régimen, puede pensarse que la descripción de Almoina exagere la flexibilidad del proceso consular. Utilizada dentro de definiciones oficiales escritas de la decepción agricultora, la cita de Almoina es también empleada para construir la imagen de la traición disolvente, como en el Libro blanco del comunismo en la República Dominicana, obra que años más tarde (1956) se empeñaría en extender la imagen del colectivo inmigrado hacia la noción de la inoculación comunista. En cualquier caso, de un modo relativamente inesperado, es el propio régimen el encargado de confirmarnos la ausencia de un control propio en el logro de sus objetivos migratorios. Probablemente Almoina no llegase al país por medio del SERE, el organismo de evacuación instalado en París por el presidente Juan Negrín, con el cual finalmente acordó la inmigración el Gobierno dominicano. Probablemente se hallase en el núcleo de los que estuvieron llegando de modo espontáneo, por no hallarse en campos de concentración y por contar con recursos pecuniarios para emprender el exilio, en el marco de unos trámites que los enfrentaron con cónsules que interrogaron sus motivos y resolvieron con relativa independencia de la gestión de una inmigración agricultora a través del SERE. Sin embargo, como veremos un poco más tarde, tampoco los llegados por gestión del SERE pareció existir control, dado que sólo el 4 por ciento declaró a la autoridad dominicana ser agricultor, hecho que abona una tesis crítica sobre el diseño de una política de interés agrícola o demográfico. Tomado de SEI, Libro blanco del comunismo... pp. 29-40 (cursivas de JABGR). 6 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 72 20/03/2012 11:58:55 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 73 Antes de la adopción de la política de inmigración masiva, las secciones consulares dominicanas de París, Burdeos y El Havre recibieron instrucciones básicamente relacionadas con el asunto de visar o no visar el internamiento de españoles. Tiempo después, a medida que avanzaron las negociaciones con el SERE, se establecería que a los refugiados se les exigiese un depósito de cincuenta dólares por persona (mayores de 18 años), para sufragar sus primeros gastos de instalación en el país. Dicho depósito fue luego incrementado a ciento seis dólares, seis de los cuales se destinaban a pagar un impuesto en beneficio de la Cruz Roja. La documentación oficial a la que puede por el momento accederse no es contundente en cuanto a reflejar el papel de los representantes diplomáticos dominicanos en Francia ni la naturaleza de los arreglos que sostuvieron con el SERE. Algo que claramente arroja su consulta es que los siete embarques masivos que recibiría la sociedad dominicana correspondieron a la gestión de ese organismo, más allá de que el establecimiento formal de la Junta Pro-Inmigración fuese posterior a los dos primeros embarques (Flandre y Saint Domingue, 7 y 9 de noviembre de 1939) e, incluso, a la llegada del mismo Fernández Ossorio y Tafall el día 30 de noviembre. El origen de los arreglos con el SERE se esboza en la carta enviada a Ciudad Trujillo en febrero de 1940 por el entonces director del SERE en París, señor Alejandro Viana, señalando al representante del organismo en la Junta, ingeniero Félix de los Ríos, lo siguiente: Hoy he cablegrafiado a Vd. haciéndole saber que el Servicio cuya dirección tengo a mi cargo ha cumplido fielmente los compromisos contraídos por mi ante­cesor, Sr. Tafall con el Encargado de Negocios interino Sr. Rubirosa; puedo decir que los ha cumplido con exceso como se demuestra en el escrito entregado anteayer en mano[s] incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 73 20/03/2012 11:58:55 a.m. 74 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos del Sr. Ministro de la República Dominicana, del cual envío a Vd. una copia... Dos mil españoles, en términos redondos, mejor menos que más, han sido enviados a esa República en cuatro embarques y para cada uno de ellos, desde la edad de 18 años, el S.E.R.E. hizo el depósito de 50 dólares, independientemente de los 6 de impuesto de residencia... No estará de más hacer notar que se hicieron también los depósitos, sin obligación alguna, de muchos que embarcaron en tránsito con destino a Venezuela y Cuba...7 «Compromisos contraídos por Tafall con el Sr. Rubirosa [Porfirio]», encargado de Negocios interino en la Legación dominicana en París, en la que mandaba Virgilio Trujillo Molina, enviado extraordinario en la Conferencia de Evian y ministro plenipotenciario en Bélgica y Francia. Sujeta a posibles interpretaciones, de momento esta efeméride desplaza de Washington a París el espacio en donde usualmente se ha situado el origen de las pláticas por la inmigración.8 «Compromisos contraídos y cumplidos en exceso en el envío de depósitos». Sobre esta afirmación se volverá más tarde. Pocos tenían nociones precisa de la política que los llevaba a la isla de Santo Domingo. Algunos se creaban expectativas de poblaciones salvajes, exóticas a lo Gauguin. Otros, la asimilaban en la idea de una América pujante y sofisticada, al estilo estadounidense. El señor Pinto, por ejemplo, argumentaba de la siguiente manera su interés porque se le ayudara en el trámite consular del visado: 7 8 Alejandro Viana a Félix de los Ríos, París, 7 de febrero de 1940. AFSA, SERE, exp. 7-8. B. Vega, La migración española..., pp. 93-95. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 74 20/03/2012 11:58:55 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 75 Aprovecho esta carta para darle a Ud. los detalles de lo que pienso hacer en Santo Domingo. Siendo carnicero [...] he tomado la resolución de abrir una carnicería, de mismo estilo y presentación Parisienne, creo que será una buena idea, y en mismo tiempo útil para la ciudad donde la voy a abrir, porque en el mismo rato pienso educar alumnos que sean capaces de trabajar la carne al modo de París.9 Solo un núcleo intelectual, que había viajado por el continente o poseía vínculos informativos con la realidad latinoamericana, tenía noticias precisas sobre la dictadura dominicana y sobre la personalidad del dictador. Incluso personas instruidas desconocían estos aspectos, cosa elocuente en el testimonio de quien entonces era un recién egresado joven ingeniero militar: Sabíamos que íbamos a ir a Santo Domingo, conocía históricamente dónde está la isla y que había llegado ahí Colón y todas esas cosas [...] nos decían que íbamos a Ciudad Trujillo, pero yo no encontraba en ningún mapa, que yo buscaba en el campo de concentración en la Espasa [Calpe], «Ciudad Trujillo», porque nada más que veía Santo Domingo, nadie sabía qué cosa era ésa, ni qué íbamos a hacer allí.10 Entre los que migraron por conducto del Servicio de Evacuación sin duda tampoco cupo alguna política de socialización respecto de los fines inmigratorios del Gobierno dominicano. Como han señalado diversos autores y como la misma Aníbal Pinto a Bernardo Giner de los Ríos, París, APBGR, 27 de diciembre de 1939. 10 Entrevista al ingeniero Ángel Rayo del Campo, Ciudad de México, 20 de julio de 1989. El testimonio tiene interés porque denota el desconocimiento del aberrante cambio de nombre que sufrió durante la dictadura la primera capital de América. 9 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 75 20/03/2012 11:58:55 a.m. 76 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos documentación relativa a la organización de los contingentes rumbo a la República Dominicana deja verlo, el SERE no realizaba por si la selección de los susceptibles de evacuación, sino que a partir de los considerados «emigrables», asignaba una proporción a cada una de las organizaciones [políticas] por él representadas. Desde una óptica de prioridades de orden político, los partidos en el exilio entendían por «emigrable», en primer lugar, «los cuadros políticos y sindicales con responsabilidad».11 En otras palabras, el SERE asignaba cuotas de emigración a los partidos políticos del exilio español y éstos decidían quienes migrarían, no en función del perfil presuntamente perseguido por la política dominicana, sino en función de estrategias de auto-preservación. Incertidumbres de ese tipo marcaron la salida del grueso de los emigrantes. Un reducidísimo grupo de ellos llegó al país con perspectivas de vida concretas, basadas en relaciones previamente creadas, como es el caso, por ejemplo, de los profesionales y académicos que se vincularon con Julio Ortega Frier, rector de la Universidad de Santo Domingo, por mediación de Fernando de los Ríos. 2. La llegada de los refugiados al país Como acaba de indicarse, a poco de terminada la Guerra Civil [Española] comenzaron a llegar al país pequeños grupos de refugiados, a bordo de vapores como el Bretagne, el Borinquen o el Coamo, que usualmente surcaban los circuitos del Atlántico americano entre Nueva York, Puerto Rico, Cuba y México. Esos Fernando Termis Soto, Constitución y crisis de las organizaciones..., pp. 413-430. 11 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 76 20/03/2012 11:58:55 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 77 grupos se integraban mayormente de iniciativas de tipo individual que coincidían al momento de emprender el trayecto final hacia la República Dominicana. Hasta el mes de noviembre de 1939, los mayores agrupamientos, arribados directamente desde Francia a bordo del Bretagne, no excedieron la veintena de personas. El testimonio de Jesús de Galíndez ilustra las perspectivas que animaron este tipo de llegada: Puedo explicar mi propia experiencia personal. Muchas veces me han preguntado la razón de mi traslado a Santo Domingo. Yo tenía 24 años, y quería evitar la masa de refugiados en la que sobraban personalidades que me hubieran dificultado abrirme camino; por eso busqué desde el principio un país pequeño.12 Antes de que llegara el primer contingente importante (a bordo del Flandre, en noviembre de 1939), las autoridades dominicanas estimaban en 400 el número de refugiados en el país. La mayoría de estas personas tendió a ubicarse en la ciudad capital, ya fuera porque contaban allí con contactos, porque disponían de recursos, o por la sencilla razón de que Santo Domingo concentraba las oportunidades laborales y era punto de gestión para las ayudas y la nueva emigración. La llegada de estos primeros núcleos pasó desapercibida para el grueso de la sociedad dominicana. Si bien su presencia no tardó en estimular ciertos ámbitos culturales, como el del Ateneo Dominicano (que durante semanas consecutivas programó disertaciones de los llegados), o el de la enseñanza (con el establecimiento del Instituto Cristóbal Colón, el renombrado «colegio de los españoles», que pronto captó la simpatía de los sectores pudientes de la ciudad capital),13 la percepción del fenómeno del exilio español se restringía a la clase media de J. Galíndez, La Era de Trujillo..., pp. 382-383. «El Colegio de los españoles», Cosmopolita, año XXI, no. 465, p. 10. 12 13 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 77 20/03/2012 11:58:55 a.m. 78 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos la ciudad de Santo Domingo. La prensa dedicó al tema de los refugiados españoles escasas referencias, inmersas en el despliegue publicitario que acompañó las negociaciones con la DORSA, limitándose las más de las veces a anunciar la llegada de personalidades. El arribo del Flandre al puerto de Santo Domingo produjo la primera impresión colectiva sobre el exilio español. El barco tocó puerto a media mañana, siendo contados los que sabían que desembarcaría un contingente de refugiados, cosa que no impidió que el rumor corriera y que una multitud de dos mil personas se apretujara bajo la lluvia pertinaz a presenciar su descenso. Según la prensa, quizás nunca había desembarcado un contingente civil de extranjeros tan numeroso, cosa que impresionó en tal modo al reportero del diario La Opinión que lo invitó a expandir su usualmente breve nota «Movimiento del Puerto» hasta hacerla incluir la lista completa de los «distinguidos profesionales, estudiantes, agricultores, industriales, periodistas, artistas, etc.» que visitaban el país, incluidos los nombres y ocupaciones de la gran mayoría de ellos.14 No hubo recepción de carácter oficial a los llegados, como sucedió en México con el Sinaia, por ejemplo. Según señaló el diario La Opinión, un «Comité Especial» –integrado por quienes tres días después establecerían formalmente la Junta Pro-Inmigración Española– se encargó de recibir al grupo y de repartirlo por la ciudad. El tema de la colonización agrícola no se hizo presente a la llegada del Flandre. La prensa no comentó nada sobre el particular en los días posteriores, a no ser un aislado editorial de La Opinión que invitaba a revisar la panacea de las inmigraciones agricultoras, argumentando en favor del estímulo de inmigraciones de base urbana, que producirían una saludable «El trasatlántico Flandre trajo hoy para nuestro país 288 refugiados», La Opinión, 7 de noviembre de 1939. Según el diario, hasta entonces habían desembarcado grupos de un máximo de cien personas. 14 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 78 20/03/2012 11:58:55 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 79 ampliación del mercado interno en lugar de fomentar un excedente agrícola de difícil realización.15 Tampoco los discursos raciales e hispanistas tuvieron mayor eco en la prensa escrita de aquellos primeros días. Uno de los pocos artículos que recoge las tesis oficiales sobre la amenaza racial a la soberanía representada por Haití y la inmigración española es el firmado por Rafael A. Sánchez quien, tras reflexionar sobre el derecho histórico de los refugiados de ser recibidos en el país y sobre la obligación colectiva de colaborar en su incorporación a la sociedad dominicana, afirmaba: Y lo que hagamos por ellos ahora nos lo han de devolver en robustecimiento y afirmación de hispanidad que es, para nosotros en un sentido más extenso y más urgente que para cualquiera de los pueblos de América, la creación de una seguridad y la seguridad de una perduración.16 Los pasajeros del Flandre tendieron a permanecer en la ciudad de Santo Domingo, como tendieron a hacerlo en Puerto Plata los 66 llegados dos días más tarde a bordo del Saint Domingue. No existía todavía ningún programa en torno a la colonización agrícola y quienes dirigieron sus pasos hacia el interior lo hicieron con base en relaciones de tipo personal que les garantizaban medios de vida. Muchos salieron a poco de llegar para dirigirse a otras repúblicas americanas como Venezuela. El contingente del Flandre puso de manifiesto la verdadera capacidad del país en cuanto a absorción de refugiados. A tres días de llegado el barco, un editorial del diario La Opinión comentaba las difíciles tareas de acomodo de los refugiados, llamando a no contagiarse «con las timideces y pusilanimidades «Un nuevo impulso a la inmigración. Viejo criterio que no debe ser tan absoluto», La Opinión, 7 de noviembre de 1939. 16 «Nuestra prueba de hispanidad», La Opinión, 23 de noviembre de 1939. (cursivas de JABGR). 15 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 79 20/03/2012 11:58:55 a.m. 80 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de otros» y a seguir apoyando la política inmigratoria del régimen.17 Cinco semanas más tarde, la misma columna editorial describía la situación de la siguiente manera: El gobierno y el pueblo dominicano han abierto los brazos a los inmigrantes [...] Muchos, gracias a esta disposición de ánimo, han encontrado una llevadera situación, pero el número llegado ha sido tan elevado, que hay un remanente que todavía no tiene perspectivas de trabajo de ninguna especie. Hasta ahora se han sostenido con los modestos haberes que trajeron pero éstos se han agotado [...] de modo que dentro de pocos días su situación se hará sumamente apurada. Ahora se anuncia la próxima llegada de un nuevo contingente [...] tan numeroso o más [...] de modo que el problema se hará más agudo. Ante esta situación, la redacción del diario hacía el siguiente llamado: En esta emergencia, hemos observado una cosa que nos ha producido una profunda pena y es la indiferencia mostrada por muchos de los elementos españoles radicados de antiguo [...] hacia sus recién llegados compatriotas, no obstante el hecho de que los inmigrantes lo primero que han hecho al llegar [...] ha sido dejar de lado toda actividad o manifestación de carácter político [...]. Algunos de esos elementos [...] exponiéndose a aprehensiones de los más intransigentes, han adoptado una actitud más humanitaria, y discretamente han tendido ayuda [...] No debe perderse de vista un hecho capital. La llegada de los inmigrantes ha creado a nuestro país un serio problema. Los españoles residentes [...] que aquí encontraron hospitalidad, que aquí «Los refugiados españoles y la hospitalidad dominicana», La Opinión, 10 de noviembre de 1939. 17 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 80 20/03/2012 11:58:55 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 81 han levantado sus negocios, tienen el deber de cooperar [...] cuando no por patriótica solidaridad hispánica, por los deberes que tienen con nosotros, los dominicanos.18 Al arribar un mes más tarde al puerto de Santo Domingo el trasatlántico La Salle transportando 770 refugiados, los problemas logísticos que enfrentaba la Junta Pro-Inmigración Española (JPE) se vieron multiplicados, dado que el contingente casi igualaba al que radicaba ya en el país en situación generalmente precaria. Esto planteó la necesidad de derivar parte del mismo hacia ciudades secundarias como San Pedro de Macorís, puerto hacia el que partieron a pocas horas de llegar alrededor de 200 personas. El La Salle planteó, asimismo, el que fuesen estimulados los proyectos de colonización agrícola, para poder albergar productivamente a los refugiados que carecían de empleo.19 En una visión excesivamente optimista, si no es que abiertamente mistificadora, el Plan de Colonización remitido al SERE por Félix de los Ríos y Augusto Pedrero en los primeros días del mes de diciembre describía lo siguiente: Se cuenta con un mínimo de siete colonias... algunas de ellas a punto de ser terminadas las viviendas provisionales y en las aptas para regadío ya están efectuadas las obras de riego. La capacidad de absorción del país... es ilimitada, con respecto al número de los que aún quedan en Francia. Los primeros asentamientos se realizarían en terrenos vírgenes de Colonias Agrícolas existentes, como Medina, Pedro «Los españoles deben ser los primeros en ayudar a los españoles. Un hecho capital», La Opinión, 16 de diciembre de 1939. (Cursivas de JABGR). 19 «En la Junta Pro-Inmigración Española», La Opinión, 29 de diciembre de 1939. 18 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 81 20/03/2012 11:58:56 a.m. 82 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Sánchez y San Rafael de El Llano, al tiempo que se seleccionaron otros para el establecimiento de nuevas colonias, como Juan de Herrera y Villa Trujillo.20 Antes de que llegase el La Salle había partido hacia El Llano un pequeño grupo de cuarenta personas que atendieron el llamamiento que las autoridades de la Junta les hicieron en cuanto a la posibilidad de dedicarse a la agricultura. Fidel Miró, líder de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias durante la guerra, recuerda que en su decisión de partir hacia El Llano medió la dificultad de subsistir en Santo Domingo, sin posibilidad alguna de empleo y el fastidioso ambiente allí creado de «todo el mundo detrás de visas para salir y detrás de las dádivas de las Hispano Confederadas», lo que revela la situación angustiosa que para muchos comenzaba a ser ya la experiencia migratoria en el país.21 A la de Medina llegaron por esos mismos días alrededor de 13 personas, entre ellas el matrimonio Brusiloff, su pequeña hija María y el escritor Eduardo Capó Bonnafous. El establecimiento de refugiados en Juan de Herrera se realizó a principios de 1940, de manera desorganizada y bajo una lógica que obedecía mayormente a la necesidad de quitar presión a las ciudades. Proudhon Carbó refiere cómo, hacia el primer mes de hallarse en Santo Domingo, los llegados en el La Salle fueron convocados por un funcionario de la Secretaría de Agricultura que, luego de explicarles las limitaciones del La colonia Pedro Sánchez se situaba a unos quince kilómetros de la población de El Seibo, en el Este de la isla, lo mismo que Villa Trujillo, establecida en el municipio de El Valle cerca del rústico poblado de Sabana de la Mar. El Llano se encontraba a seis kilómetros del puesto fronterizo de Comendador, y Juan de Herrera –conocida entre los refugiados como «El Corral de los Indios» por su cercanía con el sitio arqueológico que lleva ese nombre– se hallaba a cinco kilómetros de San Juan de la Maguana, en el suroeste. Medina se ubicaba en el centro de la franja sur, cerca del poblado de San Cristóbal, a escasos kilómetros de la ciudad capital. 21 «36 españoles salen para El Llano», La Opinión, 5 de diciembre de 1939. Entrevista al señor Fidel Miró, ciudad de México, 8 de julio de 1989. 20 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 82 20/03/2012 11:58:56 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 83 medio urbano nacional para incorporarlos laboralmente, les planteó la posibilidad de que se les asentase en Juan de Herrera, idea a la que se acogieron anarquistas como él que, con optimismo, vieron en ello la romántica posibilidad de construir la comuna natural: «Yo me alegré, me pareció una gran noticia porque veía la posibilidad de crear un centro comunista primitivo, aquello de poner todo el mundo el trabajo, los frutos del mismo y dividirlos. Pues me pareció ideal aquello. Un sueño utópico».22 Aunque existían perspectivas de este tipo, sólo un pequeño grupo de cerca de veinticinco personas salió rumbo a Juan de Herrera el 15 de enero de 1940. Algo menor era el que había partido días antes rumbo a Pedro Sánchez. Un nuevo contingente de 547 refugiados llegó al puerto de Santo Domingo a bordo del Cuba el 11 de enero de 1940, agravando la presión que el grupo presente hacía sobre recursos escasos como el alojamiento, el empleo y las ayudas de sostenimiento. De nuevo, la JPE se vio en la necesidad de derivar segmentos del mismo hacia otras ciudades. Cerca de la mitad fue despachada a la ciudad de La Vega, en la región central de la isla. Un grupo de alrededor de ochenta personas llegó el día 13 al puerto de San Pedro de Macorís. A pesar de impresiones locales de agrado ante el panorama citadino que «embellece la muchedumbre blanca»,23 la llegada del Cuba acentuó los problemas de los exiliados en la ciudad de Santo Domingo. La falta de trabajo y las escasas posibilidades de lograr que los organismos de ayuda sufragasen el traslado a países para los que ya se tenía visado hizo que muchos se aventurasen a embarcar en pequeñas goletas dedicadas al cabotaje entre las islas para, eventualmente, llegar a Venezuela, Cuba, Entrevista al señor Proudhon Carbó y señora, ciudad de México, 15 de julio de 1989. Años después, el señor Carbó editó su autobiografía libertaria en Yanga Sácriba, México, Plaza y Valdés, 1991. 23 Manuel Gil Ruiz, «Impresiones», Listín Diario, 26 de enero de 1940. (cursivas JABGR). 22 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 83 20/03/2012 11:58:56 a.m. 84 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Insignes anarquistas españoles Fidel Miró. Pedro Vallina. Mariano Viñuales. José Peirats. Severino Campos. Fuentes: Fidel Miró: http://fal.cnt.es/?q=node/29709; Viñuales: http://anarcoefemerides.balearweb.net/page/17; José Peirats: http://laamapolalibertaria.blogspot.com/2011/09/como-por-ejemplo-jose-peirats.html; Vallina: http://antiguaweb. cgtandalucia.org/IMG/jpg_vallina.jpg; Severino Campos: http://cnt-hospi.blogspot. com/2007/12/desde-este-pequeo-apartado-de-nuestra.html incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 84 20/03/2012 11:58:58 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 85 Colombia o Panamá.24 En la ciudad de Santo Domingo, podían verse grupos de refugiados desocupados en calles y plazas como el parque Colón y el Independencia, o frente al local de la JPE, gestionando ayudas para el sostenimiento. Esto sucedía precisamente en los días en que una comisión, integrada por representantes del Departamento de Estado norteamericano, del Comité Intergubernamental y de la DORSA, visitaba nuevamente el país con el objeto de examinar sobre el terreno las condiciones para llevar a efecto el Contrato suscrito el 11 de enero de 1940 entre el Gobierno dominicano y la DORSA.25 La Comisión se integraba por R. T. Pell, asistente en jefe de la División de Asuntos Europeos del Departamento de Estado; S. C. Morris, del Comité Intergubernamental creado en Evian por los gobiernos aliados; J. N. Rosenberg, presidente de DORSA, y P. Van Zeeland, de la Fundación Coordinadora.26 La comisión, cuya importancia ante Roosevelt era de interés estratégico para Trujillo, fue recibida con júbilo por el Gobierno, quien hizo todo lo posible por sostener la oferta. Miembros de la misma pudieron percatarse de la situación de precariedad que mantenía el exilio español en el país, sostuvieron contactos con el organismo encargado de su asentamiento y reflejaron sus experiencias en reportes sobre el particular. El 26 de marzo de 1940, por ejemplo, dos meses después de haber visitado la isla, Rosenberg recibía la siguiente opinión del señor Rich, agente del proyecto: «Yo pensaría que sería importante resolver el problema de los refugiados españoles si va a existir un Las estadísticas dominicanas registran 254 españoles salidos en los meses de enero y febrero de 1940, sin especificar su destino. Por la prensa de esos días puede saberse que muchos embarcaron rumbo a Curazao y Venezuela. 25 Contrato concluido entre República Dominicana y la Asociación para el Establecimiento de Colonos en la República Dominicana. Gaceta Oficial, no. 5420, 28 de febrero de 1940. 26 «El establecimiento de refugiados en la República Dominicana», La Nación, 12 de abril de 1940. 24 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 85 20/03/2012 11:58:58 a.m. 86 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos F e rmín Notario Gil Jaime Pascual Infome actividades refugiados españoles, Secretaría de lo Interior y Policía. Fuente: AGN, fondo Presidencia de la República. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 86 20/03/2012 11:58:58 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 87 procedimiento ordenado en el programa de reasentamiento de refugiados en Santo Domingo».27 Al régimen no le convenía que el fracaso experimentado con la inmigración llegara a conocerse en el Departamento de Estado cuando éste, justamente, mostraba interés en la oferta de Evian y avanzaban los planes con la DORSA en cuanto al establecimiento de la Colonia judía de Sosúa. Sobre todo, considerando el hecho de que ya circulaba en el ambiente estadounidense versiones como la del señor Persio C. Franco, dominicano exiliado en Washington D. C., que denunció sistemáticamente el carácter anti-democrático de la decisión tomada en la Conferencia de admitir –sin consultar al pueblo y al Congreso dominicanos– hasta 100 mil refugiados centroeuropeos.28 Tema sobre el que incurriría años más tarde el afamado informe de la Brookings Institution.29 Es dable imputar a esta visita, que dejaba impresiones como la del señor Rich, el cambio que se operó en las estrategias de recepción y asentamiento desarrolladas por la JPE que, en lo sucesivo, parecieron orientarse a quitar de la vista el problema urbano derivado de la exigua capacidad de asimilación de los llegados por la sociedad dominicana.30 C. Gardiner, La política…, p. 78. Desde el mes de enero de 1940, el señor Franco movilizó su denuncia a través de cablegramas enviados a personalidades como Robert T. Pell, asistente en jefe de la División de Asuntos Europeos del Departamento de Estado, cosa que llegó a inquietar al Gobierno dominicano. AGN, FP, Secretario de Estado de Relaciones Exteriores a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 24 de febrero de 1940. 29 Sobre el afamado informe afirma Carmen Cañete: «Tal fue el fracaso del programa de inserción inmigratoria en la República de Trujillo que la Brookings Institution inició en 1942 una minuciosa investigación acerca de las condiciones de vida en el país y su capacidad para acoger extranjeros. La valoración final de este sondeo, llevado a cabo por especialistas de la Johns Hopkins University bajo el título de Refugee Settlement in the Dominican Republic, fue poco favorable, por no decir nefasta, para los propósitos de Trujillo». C. Cañete, «Aspectos sobre raza y nación en..., p. 36. 30 Hasta qué punto le interesaba al régimen demostrar que el país estaba capacitado para absorber hasta cien mil refugiados europeos, lo expresaría 27 28 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 87 20/03/2012 11:58:58 a.m. 88 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos A l tagracia Díaz Rafael Leonidas Tr u j i l l o Molina Carta de Altagracia Díaz, dueña de Pensión, suplicando ayuda a Trujillo por las deudas de 28 refugiados españoles. Fuente: AGN, fondo Presidencia de la República. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 88 20/03/2012 11:58:59 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 89 El primer cambio se operó en la distribución de las ayudas para subsistencia que daba la Junta en su administración de los depósitos hechos por el SERE en Francia. Desde mediados de enero, amenazó con retirar el subsidio de cinco dólares que entregaba a aquellos que demostrasen no tener trabajo. El 18 de enero, el señor Venancio Almirall, llegado en el Cuba, escribía desde San Pedro de Macorís a un conocido suyo radicado en la capital: Ayer me informé que llamaron a una reunión a todos los compañeros que llegaron en el «De La Salle», comunicándoles que la solución de sus problemas es el campo y como quiera que dentro de pocos días me corresponderá a mí otro tanto, mucho le agradecería [...] si pudiera conseguirme [...] cualquier trabajo que me permitiera cubrir mis necesidades, ya que veo que es bastante difícil encontrarlo en mi cometido de contable-mecanógrafo.31 Después, la Junta anunció que no pagaría más hospedaje, argumentando la cuantiosa deuda que tenía con dueños de viviendas, pensiones y hoteles de diversas ciudades del país.32 Evidentemente, lo que dejaban planteado esas medidas era que no se entregaría el subsidio de cinco dólares a quien no se trasladase al campo. De la reunión referida por Almirall se constituyó un grupo de alrededor de cien personas que sería asentado cerca de Villa Altagracia, en La Cumbre, colonia conformada estrictamente por españoles.33 También rumbo a Constanza fueron trasladadas unas cuarenta personas. de manera suficientemente clara la controversia con la Brookings Institution acerca del desfavorable informe elaborado por ésta sobre el particular. Véase Gobierno Dominicano, Capacidad de la República Dominicana para absorber refugiados europeos, Ciudad Trujillo, Impresora Montalvo, 1942 (editado también en inglés). 31 Venancio Almirall a Bernardo Giner de los Ríos, San Pedro de Macorís, APBGR, 18 de enero de 1940. 32 «A los refugiados no se les pagará más hospedaje. Junta Pro-refugiados Españoles», Listín Diario, 20 de febrero de 1940. 33 Entrevista al señor Ángel Roig, ciudad de México, 15 de agosto de 1989. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 89 20/03/2012 11:58:59 a.m. 90 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos «Yo me voy a la manigua, con mi machete a pelial...» Granell «Merengue». Fuente: diario La Nación, Santo Domingo, 26 de mayo de 1940. Arriba la colonia agrícola de Dajabón debajo colonia agrícola de El Llano. Fuente: AGN, fondo Presidencia de la República. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 90 20/03/2012 11:59:02 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 91 Sin embargo, de mayor efectividad en cuanto a asentar a los refugiados en las colonias agrícolas sería la política que se siguió con los desembarcos posteriores. El 24 de febrero llegó nuevamente el La Salle a Puerto Plata, transportando un contingente de 734 refugiados. A diferencia de los desembarcos previos, la movilidad de los pasajeros del La Salle fue restringida. La mayor parte del grupo –quinientas personas según la prensa– fue enviada en tren a Santiago, la segunda ciudad del país, para abordar allí camiones que los trasladaron a la colonia agrícola Libertador, a escasos kilómetros de Dajabón, en la frontera con Haití. Otro grupo de alrededor de cien personas fue despachado hacia la «Granja Agrícola Generalísimo Rafael L. Trujillo» cercana a la ciudad de San Francisco de Macorís, en la zona central de la isla. Un tercer grupo de cuarenta personas fue despachado a La Vega. Pocos de los llegados tomaron otro destino, pues debían mostrar recursos monetarios suficientes para poder hacerlo.34 Una determinación similar se siguió con el último desembarco que recibió el país, de alrededor de quinientas personas, el 16 de mayo de 1940. Alrededor de trescientos de los llegados en él fueron trasladados directamente a las colonias Pedro Sánchez y Villa Trujillo, otros cien conformaban el grupo destinado a Juan de Herrera y alrededor de treinta el que se envió a Dajabón.35 Con esos métodos logró el régimen poblar las Colonias Agrícolas destinadas a los refugiados españoles, evitando su presión política y demográfica sobre las ciudades. El éxito fue sólo momentáneo y, más que evitar la concentración de los españoles en las ciudades, la difirió, pues pocos lograron adaptarse a las duras Entrevista a Álvaro Muñoz Custodio, PHO-10-Esp/13. Dirección de Estudios Históricos-Instituto Nacional de Antropología e Historia/ Dirección de Archivos Estatales-Ministerio de Cultura de España (en adelante DEH-INAH/DAE-MCE). 35 «230 refugiados rumbo a Pedro Sánchez», La Nación, 20 de mayo de 1940. 34 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 91 20/03/2012 11:59:03 a.m. 92 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Colonos de Juan de Herrera. Fuente: AGN, fondo Presidencia de la República. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 92 20/03/2012 11:59:03 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 93 y desoladas condiciones de la vida rural en las Colonias, con lo que se produjo, más temprano que tarde, un éxodo continuo desde ellas. Las condiciones sanitarias, el régimen dietético, el aislamiento y el clima resultaron factores adversos. Sólo las Colonias de Medina, La Cumbre y Constanza permitían adaptarse a la transición entre el clima mediterráneo y el abrasivo trópico de los confines de la frontera haitiana. El paludismo –muy difundido entonces–, unido a la escasa dieta que permitía el nivel de subsidio por persona, minó los recursos físicos de gente que ya se hallaba debilitada desde mucho tiempo atrás. Sin embargo, no sólo las características de los colonos definieron el fracaso de los asentamientos agrícolas. De contar con apoyo, sus enclaves pudieron haber prosperado, aunque no alcanzasen a crear condiciones para su arraigo definitivo. La difícil coyuntura internacional de los primeros años de la Primera Guerra Mundial, con las aguas del Caribe intransitables por la presencia de submarinos alemanes y el refuerzo de los controles migratorios internacionales, obligó a muchos a permanecer en las colonias, viviendo de la agricultura o de otras actividades en el medio circundante. Pero la ausencia de una política de apoyo precipitó el fracaso de los asentamientos. La historia cotidiana del modo en que se desarrollaron deja ver el interés real puesto por el régimen en el logro de la inserción del exilio en la sociedad dominicana, cuestionando seriamente los argumentos oficiales sobre el fracaso de la política de inmigración La llegada de los refugiados a las colonias agrícolas se produjo de modo desorganizado y acompañada de carencias de todo tipo. El informe que remitió el 7 de marzo de 1940 el agrónomo encargado de la colonia Juan de Herrera al secretario de Agricultura, Industria y Trabajo sobre el proceso de instalación de los colonos españoles es una muestra elocuente de ello. Leamos porciones del mismo.36 Secretaría de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo, Informe que rinde el Agrónomo de la Colonia Agrícola de «Juan de Herrera» al Hon[orable] S[eñor]. 36 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 93 20/03/2012 11:59:03 a.m. 94 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos En esos días la colonia tenía registrados veintitrés colonos, que sumaban 41 personas pues había once matrimonios con niños. Los primeros colonos se habían incorporado el 15 de enero, «equipados cada uno de ellos con un lote de implementos agrícolas que, sin ser completos, eran suficientes [...] para atender a los primeros trabajos de limpieza [...] de las tierras». Momentáneamente fueron alojados en casas cedidas por vecinos de San Juan de la Maguana, pues en la colonia no se habían construido aún las destinadas a su alojamiento. A los colonos se les posesionó de parcelas y el trabajo de limpieza de las mismas comenzó dos días después. El mismo día 17 [...] solicité al jefe del Distrito Agrícola, arados, yuntas y mulos, no pudiendo conseguir, hasta el día 22 [...] nada más que tres arados, los cuales hubo que ajustar, cambiarles de reja y adicionarles cuchillas que no tenían [...] como no veía posibilidad de que el Distrito [...] me facilitara yuntas y mulos, ni implemento agrícola mayor alguno [...] a pesar de solicitar[los] constantemente [...] marché a Ciudad Trujillo, el día 2 [...] en donde di cuenta de la situación en que se encontraba la Colonia a los responsables de la Cooperativa Pro-Inmigración Española [se refiere a la JPE]. El Vocal de ésta [...] me autorizó para que, hasta tanto se facilitara a la Colonia, por el Distrito [...] o por esa. [...] Secretaría [...] las yuntas indispensables, alquilara las precisas [...] El día 26 de enero regresé a ésta [...] con dos colonos más equipados como los llegados anteriormente [...] que, en unión de dos más llegados en mi ausencia, pero sin herramienta alguna [...] hacían un total de dieciocho. El agrónomo alquiló yuntas y los trabajos de preparación de tierras para siembra comenzaron. Pudieron Secretario de Agricultura, Industria y Trabajo, San Juan de la Maguana, 7 de marzo de 1940. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 94 20/03/2012 11:59:03 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 95 conseguir tres arados más, pero que todavía no ha sido posible utilizar por ser preciso cambiarles de reja y adicionarles cuchillas [...] Como, por otra parte, los dieciocho colonos llegados vivían [...] en esta población de San Juan, en casas alquiladas, decidí ir nuevamente a Ciudad de Trujillo y recibir instrucciones sobre el particular. El 4 de febrero, la Secretaría de Agricultura indicó a Cazaña dar paso a la construcción de cinco casas en la colonia y le ofreció que en cuanto a yuntas [...] e implementos, así como [al] importe de la consignación para manutención durante el segundo mes, se enviaría [...] fondos para atender dichas necesidades. No habiéndolos recibido el día 16, urgido por las necesidades de alimentación de los colonos, Cazaña remitió un informe urgente a la Secretaría, insistiendo en que se enviase la manutención para el segundo mes. Tres semanas después no había recibido contestación sobre el particular. Como esperaba, además, la llegada de nuevos colonos «y en previsión de que se presentasen [...] sin los elementos precisos para su adecuada instalación», el agrónomo cablegrafió a la Secretaría de Agricultura lo siguiente: «Se presentarán a usted varios españoles con deseos incorporación esta Colonia. Deben venir con un lote de implementos agrícolas [...] Sería conveniente ordenar [...] Cooperativa Pro-Inmigración Española de San Pedro de Macorís el envío a ésta [...] de un equipo de veinte camas completas. Los colonos se presentaron sin herramienta y sin camas, «a pesar de haberse entrevistado [...] con el Secretario General incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 95 20/03/2012 11:59:03 a.m. 96 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de la Cooperativa». Más adelante, el agrónomo reporta lo siguiente: El día 24 de enero digo de febrero, puse al Secretario General de la Cooperativa Pro-Inmigración Española el siguiente telegrama: «Desde el 15 del presente mes en que venció asignación manutención [los colonos] están sin medios económicos [...] siendo 41 personas las que precisan urgencia asignación manutención». Quince días más tarde seguía sin recibir respuesta. El reporte de Cazaña señala adicionalmente cosas que interesa destacar como evidencia del estricto sentido publicitario que tuvo para el régimen la política inmigratoria hacia los derrotados de la contienda española. Informa, por ejemplo, que se había sembrado de patata en esos días un total de 36 tareas de terreno, hecho que desmiente el editorial del diario La Nación que un mes más tarde las dio por cosechadas y vendidas, lo que es botánicamente imposible.37 Refiere, asimismo, los animales y utensilios de trabajo con que contaba la colonia, a dos meses de fundada: tres arados en condiciones de hacer un buen trabajo, más otros seis ó siete a falta de arreglar, lo que no se ha hecho por falta de medios [...] un mulo [...] y un caballo [...] adquiridos [...] por el Administrador de la Colonia [...] un caballo viejo e inútil [...] que ha tenido que desecharse [...] y [...] otro caballo viejo que tampoco sirve. No es necesario señalar las consecuencias que esta falta de organización tuvo en los primeros meses de vida de los refugia «Colonización progresiva y eficaz», editorial en La Nación, 22 de abril de 1940. 37 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 96 20/03/2012 11:59:03 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 97 dos en Juan de Herrera. Proudhon Carbó recuerda que eventualmente llegaron a trasladarse a la colonia desde San Juan de la Maguana y que, con enormes dificultades, lograron sembrar y cosechar maní y arroz, poco antes de que él, su mujer y la pequeña Margarita (la última musa del poeta Fabio Fiallo) se trasladasen a Santo Domingo para auxiliar en la oficina que John Dos Passos instaló allí para organizar la expedición de los que saldrían hacia el Ecuador como agricultores.38 Sin embargo, mucho antes de que esa expedición se organizase, a escasos dos meses del informe comentado, el agrónomo remitió un nuevo escrito al subsecretario de Agricultura informándole que: por conversación íntima sostenida por el que suscribe con el colono no. 10, ha sabido que el no. 11 se ha ausentado definitivamente para Ciudad Trujillo. Del mismo número he obtenido la confidencia de que, reina entre ellos una desarmonía tal, que se marcharán todos […]. pues […] con $5.00 mensuales no podrán solventar sus gastos particulares y cubrir los gastos de los diferentes trabajos que tienen que pagar […] debido al desconocimiento agrícola de que padece cada uno.39 Enfrentados a terrenos vírgenes sin la herramienta agrícola que les permitiera emprender con eficacia las labores de desmonte y sin recursos para pagar a dominicanos los jornales necesarios para cultivar la tierra, los colonos, lógicamente, tendieron a abandonar la labor agrícola para marchar a las ciudades. Entrevista al señor Proudhon Carbó y señora. La expedición, patrocinada por el Fondo de Reasentamiento del Nuevo Mundo, se compuso de unas sesenta familias y partió hacia el Ecuador en enero de 1941 a bordo del vapor Lovcen, de bandera sueca. Véase además José Peirats, Estampas del exilio en América, París, ediciones CNT, 1950. 39 Secretaría de Agricultura, Industria y Trabajo, Oficina de la Colonia de Juan de Herrera, no. 47, 13 de mayo de 1940. 38 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 97 20/03/2012 11:59:03 a.m. 98 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Juan de Herrera no fue un caso aislado de desorganización en el proceso de asentamiento de los refugiados. No por ser uno de los primeros asentamientos (creado en enero de 1940 pocas semanas después de la visita de Bibiano Fernández Ossorio Tafall), podría considerarse que todo era debido a improvisaciones de los inicios. A los llegados a la Granja Agrícola Generalísimo directamente desde el La Salle que desembarcó por Puerto Plata les esperaba una situación aproximadamente similar, según recuerda María Bernaldo de Quirós Villanueva: cuando llegamos nos asignaron a cada familia un bohío techado de cana y con piso [suelo] de tierra. Nos daban a cada uno una «colombina», que eran unas camas de madera que usaban en aquella época los pobres. Una colchoneta, dos sabanitas y un mosquitero. Eso era todo lo que nos daban. Comíamos en el piso al aire libre porque no teníamos ni sillas...40 Integrado por unas cien personas, el núcleo de la Granja no practicó nunca la agricultura, insertándose desde muy pronto, de modo espontáneo, en la vida de la cercana capital provincial de San Francisco de Macorís, a donde muchos iban y venían diariamente. En este asentamiento, por motivos que no es posible conocer, la JPE no realizó, siquiera, una labor de encuadramiento por fomentar el cultivo. Algo similar ocurrió con los que fueron a la colonia La Cumbre. El grupo allí instalado, reclutado mayormente entre los que se hallaban provisionalmente en San Pedro de Macorís y Dajabón, permaneció cerca de dos meses en la ciudad de La Vega Carmen Cañete, «Para mi España y la República Dominicana van de la mano: testimonio de la española Lily de Cassá». Migraciones y Exilios. Cuadernos de AEMIC, no. 9, 2008, pp. 153-174, p. 164. Casada con el abogado dominicano José Cassá Logroño y radicada todavía hoy en Santo Domingo, a María Bernaldo de Quirós Villanueva se la conoce también como Lily de Cassá. 40 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 98 20/03/2012 11:59:04 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 99 esperando que se construyese la veintena de casas que servirían para albergarlos. Ángel Roig recuerda que nunca se les llegó a entregar terrenos para la agricultura y que, durante los casi dos años que vivió en ella, la única agricultura que practicó el grupo se redujo a la que podían acoger los patios anexos a las viviendas.41 A pesar de esto, un editorial de prensa presentó de este modo la situación de La Cumbre: Personas venidas de «La Cumbre» refieren cómo allí se está formando una pequeña población de españoles y dominicanos que hacen vida común de afanes y desvelos agrícolas. Un apreciable número de familias españolas lucen en aquellas alturas predios modernos en los que resalta una siembra maravillosa mediante los nuevos sistemas agrícolas a que nos hemos referido. Conviven allí, en fraternal inteligencia, extranjeros y nativos. El caserío aumenta con creciente actividad, la mente campesina del criollo se abre también a la comprensión de nuevos métodos de arquitectura rural con que remplazar las viviendas estrechas, obscuras y de pobrísimo aspecto, enemigas de la salud, que desde los tiempos del indio existen en nuestros campos.42 El grupo de La Cumbre fue uno de los más duraderos, cosa que quizás se debiese a que el clima allí era favorable y a que estaba mejor comunicada con la capital. Lo contrario ocurría en Dajabón, lugar al que llegó el contingente más numeroso, exceptuada la capital. El clima allí es muy caluroso y el terreno semidesértico. A los llegados a Dajabón se les instaló en barracas construidas previamente. Los que no cupieron en ellas fueron alojados en el pueblo y en bohíos aledaños a la colonia. Transcurridos seis meses no habían desarro Entrevista al señor Ángel Roig. «Un nuevo aspecto de la colonización agrícola dominicana», La Nación, 17 de mayo de 1940. 41 42 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 99 20/03/2012 11:59:04 a.m. 100 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos El emplazamiento de la Colonia La Cumbre. Fuente: AGN, fondo Presidencia de la República, incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 100 20/03/2012 11:59:04 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 101 llado ningún tipo de actividad agrícola y se limitaban a vivir con el pequeño subsidio que recibían de parte de la JPE. Quienes vivieron allí recuerdan que el discurso oficial de recepción hizo énfasis en torno a la idea de la barrera racial frente a Haití. Hay quien, incluso, recuerda que algún encargado les informó que por su incapacidad para el trabajo agrícola quedaban en plena libertad de moverse por el territorio nacional.43 La única actividad desarrollada en la colonia fue la construcción de un canal de riego, según recuerda el señor José Farreras, quien, junto con otros miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas de Cataluña, saldría más tarde rumbo a Pedro Sánchez atendiendo indicaciones de procurar el reagrupamiento de los comunistas españoles en la isla.44 La supervivencia en las barracas y viviendas de Dajabón se tornó, incluso, imposible, por la dilación en la entrega de los subsidios. Esto, junto con otros aspectos de la dinámica de asentamiento de los refugiados en las colonias, quedó plasmado en el siguiente testimonio: He llegado a esta República el 24 de febrero último en el La Salle y mi asombro fue grandioso cuando fuimos trasladados de Puerto Plata a Dajabón [colonia agrícola] sin que se nos diera un solo centavo para poder beber un poco de agua pues en esta colonia, incluso se paga el agua. Instalados ya en Dajabón se nos dio albergue en unas chozas que habían sido construidas por haitianos y que ahora estaban vacías por haber sido éstos expulsados del país. Ni qué decir tiene que la mayoría […] está faltada de las más elementales reglas de higiene, ni agua, ni luz, ni utensilios para limpiarlas, teniendo que estar expuestos a todas las enfermedades […] Comimos un mes en comedor popular Entrevista al ingeniero Ángel Rayo del Campo... Entrevista al señor José Farreras Borull, ciudad de México, 18 y 21 de agosto de 1989. 43 44 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 101 20/03/2012 11:59:04 a.m. 102 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos tan mal instalado […] que sufrimos dos fuertes intoxicaciones […] pues comíamos la carne descompuesta […] Todo lo expuesto motivó una serie de quejas de los españoles residentes en ésta […] pidiendo que se les diera en metálico lo que se les daba en comida al efecto de que cada familia pudiera condimentárselo a su gusto y poder comer lo más limpio posible […] dieron $5.00 mensuales por persona, cobraderos el día 15 y 30 de cada mes […] tenían que dar los cacharros […] para cocinar, cosa que prometieron pero que se olvidaron de dar. El día 18 […] pagaron $2.50 […] como es natural, correspondía […] el día 3 de abril la otra mitad. No fue así. Se pagó el día 13 con diez días de retraso, viéndose las familias muertas de hambre, vendiendo sus ropas para poder comer.45 Hacia finales de junio, a los de Villa Trujillo se les notificó que habían pasado a depender de la Secretaría de Agricultura y que quien no se decidiera a cultivar la tierra perdía en ese mes el subsidio de cinco dólares por persona, cosa que muchos, lógicamente, comenzaron a hacer.46 Pocos días después, la misma persona comunicaba que un funcionario de la JPE les había dejado entrever que en el mes de agosto no cobrarían el subsidio. El que informaba esto, miembro de Acción Republicana, posiblemente pensó que se trataba de favoritismos partidarios, supuesto bajo el que consideró pertinente hacerle saber al delegado de su partido en el país lo siguiente: […] el día 29 de abril visité en París a M.A. […] pero hablé con los funcionarios [del SERE] quienes me hicieron creer que cada español de esta expedición traíamos 100 dólares Biblioteca Nacional de la República Dominicana, Papeles de Julio Ortega Frier (BN, PJOF en lo sucesivo). Carta del señor José Biayna a las Sociedades Hispanas Confederadas, Ciudad Trujillo, 17 de abril de 1940. 46 Fabián Talanquer a Bernardo Giner de los Ríos, Villa Trujillo, APBGR, 21 de junio de 1940. 45 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 102 20/03/2012 11:59:04 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 103 entregados en París y como a nuestra llegada a Puerto Plata al desembarcar había unos cuantos españoles que nos indicaban la Guagua, que teníamos que tomar sin más explicaciones, ni darnos siquiera alimentos para el viaje, que tardamos 18 horas, y si nos dieron un poco de batata y cazaba de yuca en tránsito, fue debido a las atenciones y cuidados del conductor y autoridades dominicanas […] Le escribo esto porque a mí sólo me han entregado $62.50 de los $500 que desembolsaron en París [por ser cinco familiares en total] y a primeros de agosto no cobraremos y la cosecha de maní no se cogerá hasta primeros de noviembre y, dándose bien, sacaré $40, teniendo de gastos unos $10.47 Existen también reportes que indican que en Pedro Sánchez se retiró el subsidio a los dos meses de haber llegado los refugiados a la colonia, cosa que hizo que muchos la abandonaran.48 Pedro Sánchez fue, sin embargo, la colonia que pareció tener mayor éxito, a pesar de que sólo cuatro bueyes fueron cedidos para el trabajo de las haciendas España y Cristóbal Colón, que reunían alrededor de doscientas personas. Poco antes de que llegase el contingente mayor, el grupo de Pedro Fabián Talanquer a Bernardo Giner de los Ríos, Villa Trujillo, APBGR, 5 de julio de 1940. Talanquer se vio obligado a trasladarse a La Romana a principios de agosto debido a la situación de indigencia en que él y su familia se encontraban. Dejó abandonada la cosecha de maní. En febrero de 1941 fue trasladado a México por la JARE. 48 Por ejemplo el del señor José María Delgado Burgos: «...llegué en la expedición del vapor “De La Salle” el 16 de mayo... y me encuentro trabajando la tierra en colectividad con otros nueve Socialistas en la Hacienda que, humorísticamente, hemos denominado “La Prosperidad”.... Como Ud. ya sabrá, el subsidio de cinco dólares que mensualmente recibíamos por persona, termina mañana 15 de agosto, pues así lo comunicó el Pagador el pasado 9 de los corrientes.... Sólo hemos recibido los Españoles de esta última expedición 14.50 dólares, del 19 de mayo al 15 de agosto». José María Delgado Burgos a Bernardo Giner de los Ríos, Pedro Sánchez, APBGR, 14 de agosto de 1940. 47 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 103 20/03/2012 11:59:04 a.m. 104 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Sánchez había logrado ya avances significativos en la apertura de terrenos, la construcción de viviendas y el establecimiento de una cooperativa de consumo. Se construía un canal de riego y se desarrollaba un programa de alfabetización para niños y adultos del lugar. Todo esto recibió gran publicidad en el único reportaje que la prensa nacional dedicó a las colonias agrícolas de los españoles, en el cual destacan ideas del discurso oficial en relación con las colonizaciones blancas y su influjo racial y cultural. La piel es la antesala del espíritu –argumenta La Nación–. En el Este hay un espíritu amorfo que hay que moldear. Encrucijadas de isleños. De Haití también. Hay un pretexto que se llama caña, que paga salario bajo, no vital y tiñe el paisaje con la borra de Turks Islands. No hay matices auténticos. Urge modelar un espíritu nativo. Y gran acierto fue llevar españoles al Este. Ojalá se llevaran más. Porque el Este es una avanzada de las Antillas menores: el negro de Turks Islands, el de Antigua, el de Barbados, el de Guadalupe, chocolates diversos, chocolates crueles. El paisaje necesita una ubre de blancura para ir enjuagando obscuridades.49 El tema de la soberanía racial –«el Este es una avanzada de las Antillas menores», «la piel es la antesala del espíritu»–, el mestizaje deseado con las inmigraciones blancas –«ir enjuagando obscuridades»–, cobra la clara expresión del prejuicio racial en la descripción de la escuela: «En la escuela hay niños de todas clases: blancos, trigueños, mulatos, negros. Los blancos son casi todos españoles. De los trigueños para abajo, nuestros. Pero ya vendrán los días, los meses, las lunas. Y junto a la espiga hinchada reventará otro muchachito blanco, trigueño, mulato. «Refugiados españoles en Pedro Sánchez», La Nación, 6 de abril de 1940. 49 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 104 20/03/2012 11:59:04 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 105 El blanco será hermanito de los otros blancos que vinieron nacidos. El mulato… ¡Ah!, ya el mulato es otra cosa…».50 La construcción de la presa y de las viviendas, así como el establecimiento de la tienda cooperativa, son utilizados como ejemplo de transmisión cultural de técnicas superiores. Sobre la presa, dice La Nación lo siguiente: «El río tendrá otros menesteres mejores que el de lavadero de rapaces y de ropa raída». Sobre la vivienda y la cooperativa: «lección de cultura agrícola para nuestros criollos». Como puede verse, la implementación de la política de colonización resultó tan mal organizada que, a la vuelta de dos o tres meses, muchos –como los que aquí han atestiguado– acabaron abandonándolas, para posiblemente retornar a ellas más tarde tras fallidos intentos de evacuación o de inserción en la vida urbana y, desde luego, bajo condiciones precarias e inciertas, dado que la Junta Pro-Inmigración desapareció de la vida pública hacia el mes de septiembre. 3. Los refugiados La cifra de refugiados españoles inmigrados ha recibido las diversas valoraciones señaladas, yendo de los 3 mil que consignan generalmente los académicos a los cerca de siete mil que alegaba la literatura apologista de la Era. Pocos autores, no está de más decirlo, señalan el origen de sus fuentes. Quienes las brindaron en su día –fines apologéticos o no– (Galíndez, Vergés, etc.) realmente parecieron sólo basarse en comentarios de pasillo o documentos parciales. Los trabajos del presente tampoco indican, por lo general, las fuentes de primera mano en que basan sus estimaciones, que en mucho deben a las primeras investigaciones realizadas por Javier Rubio. Ibídem. 50 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 105 20/03/2012 11:59:05 a.m. Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Principales asentamientos españoles. Fuente: elaborado por el autor. 106 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 106 20/03/2012 11:59:05 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 107 Posiblemente no ha existido hasta el presente ningún repositorio documental lo suficientemente diverso y confiable como para producir una estimación verdaderamente fundada, por ausencia, justamente, de los registros dominicanos que hoy pueden consultarse gracias al esfuerzo organizativo del Archivo General de la Nación de la República Dominicana. En ausencia de fuentes y estimaciones dominicanas más profundas que el registro migratorio general elaborado por nacionalidad (vid. p. 31), los académicos han optado, aparentemente, por ceñirse a la hipótesis mínima de alrededor de 3 mil personas derivada del único reporte confiable: los desembarcos. Siete embarques consecutivos de refugiados recibió la sociedad dominicana entre noviembre de 1939 y mayo de 1940, todos organizados por el SERE. El siguiente cuadro presenta esos arribos y destaca las distintas cifras adjudicadas a cada uno de ellos hasta el presente. Cuadro 2 Principales desembarcos de refugiados españoles Fecha 07/11/39 09/11/39 19/12/39 11/01/40 24/02/40 21/04/40 16/05/40 Barco Flandre Saint Domingue La Salle Cuba La Salle Cuba La Salle Gardiner 288 140 770 547 734 77 500 3,056 Rubio 273 140 771 457 900 120 471 3,132 Del Rosal Alfonseca 300 710 800 600 1,500 540 4,450 275 63 770 547 734 114 500 3,003 Fuente: C. Gardiner, La política de inmigración...; J. Rubio, La emigración de la Guerra Civil...; Amaro del Rosal, Historia de la UGT de España en la emigración 1939-1950; J. Alfonseca, El exilio español en la República Dominicana... incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 107 20/03/2012 11:59:05 a.m. 108 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Las apreciaciones de Gardiner y Alfonseca son virtualmente similares, por proceder ambas de los reportes dados por la prensa dominicana sobre cada desembarco. Basada en registros del SERE, la apreciación de Del Rosal (citada por Termis)51 es inexacta, pues nunca fueron recibidos tales contingentes en esos embarques. No hubo, por ejemplo, ningún Cuba con 1,500 refugiados, menos en la fecha señalada, cuando por él llegó un reducido núcleo de refugiados.52 Basar la estimación del número total de refugiados sólo en los desembarcos es problemático ya que se ignora, por una parte, el quantum reportado por el flujo paulatino que preludió la llegada del primer desembarco y que, como todo indica, continuó desarrollándose durante todo el lapso en que arribaron lo grandes contingentes del SERE e, incluso, con posterioridad al incidente del Cuba. Por la otra, ceñirse a los datos de prensa y los registros de desembarco elaborados por la Junta ProInmigración es equívoco, pues no todos lo llegados lo hicieron por mediación del SERE, encontrándose núcleos discretos de personas que no reportaron a ésta su llegada. Las fuentes de que ahora puede disponerse permiten construir una estimación más exacta del número de refugiados llegado al país. Por un lado, han podido hallarse las listas de pasajeros de 6 de los 7 desembarcos masivos, así como reportes dominicanos más específicos, como las 2,045 cédulas de identidad expedidas a los llegados por la Dirección de Migración en 1940, o los censos generales y los avisos de partida de refugiados elaborados por la Secretaría de Interior y Policía durante la campaña anticomunista de los años 1944-45. Por la F. Temis, Constitución y crisis de las organizaciones..., p. 420. El Comité Técnico citó la cifra de 1,500 refugiados a bordo del Cuba en el viaje, justamente, en que se verificó el incidente en julio de 1940, cifra que luego fue rectificada a 600 y pico. Otros datos erróneos en la tabla que presenta Termis son los referidos al Cuba, en el desembarco del 11 de enero de 1940 (la lista de la JPE arroja 505 personas, incluidos infantes) y la omisión del Saint Domingue. 51 52 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 108 20/03/2012 11:59:06 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 109 otra, hoy puede accederse a las Actas de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE), principal organismo interviniente en el ulterior proceso de evacuación, que detallan los nombres de las personas pasibles de recibir ayudas para pasajes. Se dispone, asimismo, de una serie de listados elaborados por la Junta Pro-Inmigración Española y por organismos internos de los refugiados. Resultado de la puesta en juego de todos esos registros lo es la confección de un Censo General que contiene las señas personales de, al menos, 3, 928 refugiados llegados entre el mes de diciembre de 1938 e inicios de 1945. De este modo, una apreciación más fiel del movimiento inmigratorio es la que proporciona el Cuadro no. 3. Cuadro 3 Número de refugiados llegados 1938-1945 Llegados en embarques del SERE Flandre Saint Domingue La Salle Cuba La Salle Cuba La Salle Subtotal Llegados independientemente 279 66 791 505 729 118 467 2,955 973 Total 3,928 Fuente: elaborado por JABGR. Como apreciación general del número de llegados, el censo confeccionado a partir de las nuevas fuentes asequibles resulta más consistente, en el sentido de que permite adicionar el número de los que llegaron fuera de los embarques del SERE. Sin embargo, reportes internos de la burocracia oficial relacionada con los exiliados mueven a duda, dejando entrever que el número fuese posiblemente mayor. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 109 20/03/2012 11:59:06 a.m. 110 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Un documento puesto en la oficina del entonces rector de la Universidad de Santo Domingo, Julio Ortega Frier, por el Negociado de Inmigración, relativo al número de refugiados llegados al país tras la Conferencia de Evian, señala un total de 4, 351 españoles, arribados en esta secuencia: 1,602 (1938/39); 2,256 (1940), 400 (1941), 93 (1942).53 En el mar de informes inexactamente contradictorios que circulaban de una a otra oficina del Gobierno dominicano entonces, el listado puesto en el Despacho del Rector (hallado en una carpeta dedicada al estudio de la controversia con la Brookings Institution) podría ser puesto en duda, dado que, ni más ni menos, el propio Negociado había rendido un informe al Secretario de lo Interior y Policía contabilizando un total de 2,554 españoles refugiados entre 1938 y enero de 1942, según lo hallado por Natalia González.54 ¡Casi dos mil personas menos! Sin embargo, el documento puesto en manos del Rector es digno de crédito. Puede dársele, por ejemplo, a la cifra relativa al lapso 1938-39 (1,602 refugiados), pues los meros desembarcos del año 1939 arrojan 1,136 personas y, aunque la Junta estimaba que unos 150 habían llegado antes de la llegada del Flandre, reportes de prensa consignaban alrededor de 400. Aunque parece elevada, también la segunda cifra (2,256) resulta factible: los contingentes de 1940 suman 1, 819 y los faltantes 437 bien coinciden con los 430 que Rodolfo Bosch Pearson describe como «llegados sin control a partir del siete de Noviembre de 1939 hasta la fecha [31 de diciembre de 1940]».55 Estimado del número de refugiados llegados al país después del ofrecimiento que hizo el Honorable Sr. Presidente de la República en la Conferencia de Evian año de 1939 (sic por 1938). 54 Natalia González Tejera, «Las colonias de refugiados españoles en la República Dominicana, 1939-1941», en: Reina Rosario (coord.), El exilio republicano español en la sociedad dominicana. Comisión Permanente de Efemérides Patrias; Archivo General de la Nación; Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, 2010, p. 86 55 Memoria que al Honorable Secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo presenta..., p. 81. 53 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 110 20/03/2012 11:59:06 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 111 El dato relativo a 1941 (491) mueve a duda, a juzgar por los escasos pasajeros que registró por entonces la columna noticiosa «Movimiento del Puerto» del diario La Nación.56 Sin embargo, es altamente probable, pues las Actas de JARE levantadas en la ciudad de México refieren regularmente un flujo de refugiados que llega a Santo Domingo desde la Martinica, prosiguiendo luego a México. Concretamente, el Acta de la sesión celebrada el día 26 de mayo de 1941 habla de la re-expedición de 71 personas, seguramente diferentes de las que ese mismo día reportaba el exsecretario de la JPE, Rodolfo Bosch Pearson desde su nuevo cargo de Agente Especial de la Secretaría en la Granja Ramón Cáceres, en Haina, al referir que el día 23 de mayo había llegado desde allí, a bordo del vapor Presidente Trujillo, un núcleo de 200 refugiados extranjeros, la mayoría españoles.57 El último reporte de 93 llegados en 1942 se convalida sencillamente por carecerse de otra fuente. De resultar todo esto correcto, lo informado al rector Ortega Frier permite afirmar que el número de los refugiados a la República Dominicana se ubicó entre las 4,000 y las 4,500 personas. Una inmigración bastante menor de la que propalaba el delirio anticomunista de Pedro Vergés, aunque notablemente superior a la que ha venido considerando la historiografía académica que por centrarse en los desembarcos dejó de lado procesos migratorios complejos, como los flujos individuales y el carácter dilatado del lapso de exilio que propone considerar Martín Frechilla. Es posible realizar ciertas caracterizaciones demográficas del grupo exiliado en la República Dominicana, basándose en La columna «Movimiento del Puerto» resultó una fuente invaluable en la tarea de rastreo de identidades que entrañó la elaboración del Censo. Lamentablemente, el diario dejó de confeccionarla a inicios de 1942. 57 Junta de Auxilio a los Refugiados Españoles. Acta no. 56. Archivo Digital Carlos Esplá, http://bibcervantesvirtual.com/portal/ACE/ (consulta 11 de marzo 2011); Rodolfo Bosch Pearson a Secretario de Agricultura, Trabajo e Industria, Haina, 26 de mayo de 1941. 56 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 111 20/03/2012 11:59:06 a.m. 112 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el contraste entre el registro de las 2,045 cédulas de identidad emitidas por el Negociado de Inmigración en 1940 (Censo A) que conserva el AGN y el Censo General (Censo B) confeccionado a partir de las nuevas fuentes disponibles aludidas. Así, aunque el contingente que obtuvo Cédula de Identidad en el Negociado se hallaba compuesto básicamente de hombres, que constituyen el 70 por ciento de los casos, la realidad del colectivo inmigrado que surge del contraste con el Censo B, confirma, más bien, la presencia de un patrón migratorio de carácter familiar, integrado no sólo por familias nucleares sino en el que son frecuentes los núcleos extensos, como lo ha detectado también Dolores Plà en sus estudios sobre el exilio en México.58 Las razones por las que el contingente registrado en la Dirección General de Migración tiende a formarse de hombres parecen radicar en una sencilla lógica económica: la penuria de la gran mayoría, que desaconsejaba el registro de infantes, mujeres y viejos por tener que erogarse 6 dólares por persona, suma similar a que se recibía mensualmente como subsidio en las colonias agrícolas. Aclarado el sesgo que el subregistro de los dependientes introduce a la caracterización demográfica posible de construirse con la información más detallada del Censo A, pueden, sin embargo, convalidarse los perfiles que emergen de éste en relación con otros aspectos demográficos, como la edad, el domicilio, la ocupación, etc., donde la subvaluación de los dependientes no introduce desviaciones muy fuertes. Puede considerarse que el colectivo inmigrado en el país era esencialmente joven, cosa que se aprecia en el Cuadro que sigue, que muestra que cerca del 60 por ciento de los llegados tenía edades que oscilaban entre los 25 y los 40 años. Dolores Plà Brugat, Els exiliats catalans. Un estudio de la emigración republicana española a México, Instituto Nacional de Antropología e Historia/ Orfeó Català de Mèxic/Libros del Umbral, México, 1999. 58 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 112 20/03/2012 11:59:06 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 113 El subregistro de los infantes acentuaría esta tendencia que, en lo tocante a la mujer, seguramente replica las edades de quienes fueron sus esposos o sus hermanos. Cuadro 4 Grupos de edad en refugiados Grupo de edad < de15 años 15 a 23 años 24 a 30 años 31 a 39 años 40 a 49 años 50 a 60 años > de 60 años Fuente: Censo A. Refugiado colectivo 8.1 12.6 27.0 30.0 14.3 5.2 2.7 99.9 Mujeres 13.7 19.7 26.4 20.9 8.6 6.2 3.5 99.0 Las características ocupacionales de los inmigrantes que pueden apreciarse en el Cuadro que sigue resultan también confiables como ilustración general del colectivo, si bien el subregistro de mujeres y viejos podría ejercer alguna afectación. En ese caso, las Amas de Casa tenderían a un mayor porcentaje, como de seguro ocurriría con algunas categorías ocupacionales, como los Maestros, los Empleados y, en menor medida, las Profesiones Liberales. También crecería la proporción de Estudiantes. Cuadro 5 Grupos de ocupación en refugiados españoles Ocupaciones Artesanos y obreros Empleados Profesiones liberales Industria y comercio Maestros Técnicos Agricultores Religiosos Ama de casa Infantes y estudiantes Total Fuente: Censo A. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 113 Número 469 288 276 175 126 101 80 6 289 215 2,025 Porcentaje 23.2 14.2 13.6 8.6 6.2 4.9 3.9 0.3 14.2 10.6 99.8 20/03/2012 11:59:06 a.m. 114 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Como puede verse, las profesiones liberales, los cuadros técnicos y los maestros comportan casi la cuarta parte (24.7 por ciento) del colectivo censado. Por su trayectoria formativa, esos sectores pertenecían característicamente a la clase media española, educada en instituciones universitarias, politécnicas y normales. Muchos de los que adquirirían luego en el país alguna notoriedad pública en el terreno profesional figuran en los registros de identidad que definen la muestra. Obreros y artesanos, aunados a otros sectores de condición aparentemente humilde como el de los empleados en el sector servicios y los agricultores, representan un 41.3 por ciento. Las ocupaciones del hogar, los infantes y los estudiantes reúnen el 24.8 por ciento restante. Sería interesante contrastar estas cifras con las que también proporciona De Llera, aunque esto no es posible pues los criterios de agrupación son diferentes entre sí. En su estimación, las profesiones intelectuales, los técnicos y el funcionariado comprenden el 45.8 por ciento de la muestra, lo que le otorga un mucho mayor peso a esos núcleos ocupacionales, a la par que reduce relativamente el de los artesanos, obreros y agricultores que comportan el 30.3 por ciento.59 Cómo quedaban representadas las regiones de origen en el grupo que llegó a la República Dominicana, es algo difícil de precisar, pues el formulario del Negociado no registraba el lugar de nacimiento sino el país de origen. El trabajo de De Llera reporta cifras que permiten formarse una idea sobre la composición regional de los inmigrantes, aunque deben tomarse considerando el sesgo que les induce el hecho de que se basen en una muestra de refugiados que se habían dado de alta en la Legación franquista de Santo Domingo, acto que conllevaba severos procesos de conciencia entre quienes se animaban a hacerlo.60 Estas cifras corroIbídem. L. de Llera, El último exilio..., p. 61. 59 60 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 114 20/03/2012 11:59:06 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 115 boran la presencia importante de catalanes (24.6 por ciento), cantábricos (27.5 por ciento), castellanos (20.8 por ciento) y madrileños (14.2 por ciento); en total, esos regionalismos dan cuenta del 87 por ciento de la muestra en que se basa el autor. Un número importante de los llegados era catalán. Joan Durán estimó, en 1942, que la colonia catalana refugiada en el país ascendía a 600 personas, cifra que tuvo que ser bastante mayor al principio del proceso migratorio.61 Tampoco es mucho lo que puede saberse sobre la composición política del segmento «dominicano» del exilio dado que fuentes fundamentales elaboradas localmente, como los archivos político-partidarios, tendieron a ser destruidas al salir del país sus encargados, que creyeron evitar con ello contratiempos con las autoridades dominicanas.62 Sin embargo, existen indicios que permiten modificar ciertas apreciaciones sobre el peso que tuvieron en la isla las grandes tendencias políticas del exilio. El grupo anarquista y confederal parece haber tenido mucho mayor importancia de la que usualmente se le asigna. Varias Colonias Agrícolas fueron típicamente libertarias (El Llano, Juan de Herrera y Villa Trujillo), figurando con frecuencia en el Censo A mencionado nombres de esa tradición, como Armonía, Igualdad, Libertad, Frutos, Liberto, etc. Otro indicio de su importancia es el hecho de que fuese la prensa anarquista la que mayor atención dedicó a la problemática de los exilados en la República Dominicana y que las Sociedades Hispano Confederadas tuviesen un rol importante tanto en su evacuación como en su emigración.63 Varios Joan Durán, «Catalans a la República Dominicana», La Nostra Revista, no. 5, México, 1946. 62 Entrevista al señor José Atoche Andreu, Santo Domingo, 3 de septiembre de 1988. 63 Solidaridad Obrera, el periódico anarquista editado en México, dedicó, en todos los números publicados entre 1942-1944, un espacio para informar 61 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 115 20/03/2012 11:59:06 a.m. 116 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de los pocos líderes libertarios que salieron hacia América llegaron a Santo Domingo, como fueron Fidel Miró, José Peirats, Severino Campos y Serafín Aliaga, de las Juventudes Libertarias, o Eusebio Carbó Carbó, expresidente de la Asociación Internacional de Trabajadores. Como quiera, los socialistas fueron el grupo político predominante, al menos como alianza de fuerzas en el plano local, aunque parte de su poder de convocatoria proviniese de los sectores confederales y anarquistas en el país. Comunistas y republicanos tuvieron menor número de adeptos, particularmente los segundos quienes, en fecha tan temprana como 1940, no lograron reunir más de un centenar de firmas en la elección de la Junta Central de Alianza Republicana Española.64 Geográficamente, el exilio tendió a dispersarse en el territorio nacional, característica que lo distingue si se le compara con los demás casos del continente americano. En principio, la dispersión fue producto de las estrategias de recepción seguidas por la JPE, para luego dar paso a un movimiento de concentración en las ciudades, como típicamente sucedió en México.65 Sin embargo, en la República Dominicana, al menos durante algunos años, tal dispersión se mantuvo pues muchos no tuvieron más alternativa que permanecer en colonias y pequeños poblados rurales debido a la carencia de fuentes de trabajo en las ciudades o porque no podían permanecer en éstas con el pequeño subsidio que recibían. sobre la situación del exilio en República Dominicana, realizando una amplia campaña a nivel continental para recabar fondos en su auxilio. La prensa socialista y comunista del exilio en México (El Socialista y España Popular, por ejemplo) hizo pocas referencias al problema. En el número del 19 de julio de 1943, el artículo «¡Salvemos a los de Santo Domingo!» afirmaba que la mayoría era cenetista. 64 Bernardo Giner de los Ríos a Diego Martínez Barrio, Ciudad Trujillo, APBGR, 22 de julio de 1940. 65 Patricia Fagen, Transterrados y ciudadanos, Fondo de Cultura Económica, México, 1975, pp. 52-55. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 116 20/03/2012 11:59:06 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 117 Como puede verse en el cuadro siguiente, durante 1940 se concentraba en la ciudad de Santo Domingo casi la mitad de los refugiados (47.6 por ciento) y radicaba en núcleos urbanos del resto del país cerca de una cuarta parte adicional. El medio urbano, en suma, alojaba las tres cuartas partes de los llegados, mientras que la cuarta parte restante se situaba en medios abiertamente rurales como las colonias agrícolas y los ingenios azucareros. En los hechos, una apreciación más justa de la distribución rural-urbana permitiría decir que una tercera parte de los refugiados radicaba en ese año en el campo dominicano, dado que muchas de las ciudades consideradas eran, en realidad, pueblos básicamente campesinos. Esta valoración resultaría de agregar el renglón Otras (que comprende catorce localidades de menor tamaño) a la participación obtenida por colonias e ingenios. Sumados, los núcleos de población incluidos en el cuadro arrojan un total de 34 sociedades locales que testificaron el fenómeno exiliado, cosa que quizá pueda resultar significativa en términos de otras experiencias del exilio español en América Latina, dado que un extendido conjunto de dominicanos pudo, así, conocer el evento y los sucesos que lo determinaron, entre muchas otras formas posibles de contacto cultural. Desde la sociedad del ingenio azucarero, donde grupos de cuatro o cinco refugiados irrumpieron ocasionalmente como maquinistas, cocineros o administrativos, hasta la experiencia que de su inserción derivaron ciudades como Santo Domingo o San Pedro de Macorís, donde tuvieron mayor impacto colectivo. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 117 20/03/2012 11:59:06 a.m. 118 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Cuadro 6 Distribución de los refugiados por lugar de residencia (1940) Ciudades Santo Domingo San Pedro de Macorís La Vega Santiago San Fco. de Macorís Puerto Plata San Juan de la Maguana La Romana Otras Subtotal Colonias agrícolas Pedro Sánchez El Llano La Cumbre Villa Trujillo Juan de Herrera Medina Subtotal Ingenios Total Número 974 162 134 46 45 31 25 17 68 1,502 Porcentaje 47.6 % 7.9 % 6.5 % 2.2 % 2.2 % 1.5 % 1.3 % 0.8 % 3.3 % 73.3 194 170 66 49 44 5 528 15 2,045 9.5 % 8.3 % 3.2 % 2.4 % 2.1 % 0.2 % 25.7 % 0.7 % 99.7 % Fuente: Censo A. Archivo General de la Nación. Fue así como se produjo, en trazos generales, el proceso de llegada al país del colectivo exiliado. Pobremente informados sobre la presunta política que les abría la puerta de salida de Francia –si acaso habían llegado a serlo–, para muchos la llegada a la República Dominicana conllevó un tránsito en muchos sentidos difícil. Informados sólo de que, al desembarcar, les sería devuelto un pobre depósito de cincuenta dólares, no pocos vieron con extrañeza el que eso no ocurriese y el que, de modo casi inmediato, se les convocase a convertirse en agricultores, cuando no se trató de que directamente se les instalase en un medio rural desconocido, para el que poco estaban capacitados y en el que muchos penaron. Carente la mayoría de expectativas más generosas que la mera sobrevivencia, tanto en los campos como en los pueblos y ciudades, pronto todo condujo a la búsqueda desesperada de la reemigración. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 118 20/03/2012 11:59:07 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 119 Temprano mostró el proyecto su fracaso en el logro de los objetivos que declaraba perseguir. Por parte del organismo que tramitó en función de él la evacuación del territorio francés faltó verdaderamente apoyo. Si bien es cierto que, a poco de iniciados los embarques, el SERE comenzó a desmoronarse, resultaba pueril pensar que con el pequeño depósito establecido se estaba mandando a la gente a otra cosa que a penar. Basta considerar los costos de instalación de inmigrantes en el agro que estimaban las organizaciones judías o el mismo John Dos Passos, para comprender que aquellos 50 dólares (elevados luego al 106) contemplaban mucho menos que los 700 que, por ejemplo, se consideró a la hora de organizar la expedición al Ecuador.66 La lógica impuesta por la situación en los campos de concentración franceses y los peligros del avance alemán pareció priorizar la salvación de cuadros y personas estimadas sobre el compromiso con su ulterior subsistencia, o, al menos, ese fue su resultado hasta el momento en que el organismo fue intervenido por el Gobierno francés y el problema de los transterrados pasó a debatirse más claramente dentro de la pugna SERE/JARE, o Indalecio Prieto/Juan Negrín. Por el lado del gobierno dominicano y de su representante en la Junta Pro-Inmigración también existieron muchas deficiencias. Convenida la política en diciembre de 1939 –si no es que antes–, a la hora en que fue preciso derivar contingentes rumbo al campo todo parecía ser bastante improvisado. Uno, dos o tres meses después de que llegasen, según el embarque que se considere, la Junta parecía todavía bastante poco preocupada por crear condiciones para el asentamiento de agricultores y, tal parece, que nunca llegó a hacerlo de modo sistemático, como pudo constatarlo en la Colonia Juan de Herrera el agrónomo Cazaña. En la memoria general de labores de la Junta Pro-Inmigración Española desde su constitución hasta el fin del año 1940, «La colonización española en la República del Ecuador», La Nación, 13 de junio de 1940. 66 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 119 20/03/2012 11:59:07 a.m. 120 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el secretario general de la misma, Rodolfo Bosch Pearson, argumenta que el fracaso del proyecto inmigratorio se vio esencialmente debido al incumplimiento del SERE en cuanto al depósito exigido por cada pasajero, cosa que es controvertida en la versión que el propio director del SERE, Alejandro Viana, como pudo verse, dio a su representante en el país (Félix de los Ríos) en el sentido de que se había depositado la cantidad convenida con todos los pasajeros embarcados hasta el 7 de febrero de 1940, esto es, con 5 de los 7 contingentes llegados.67 La gestión de los depósitos del SERE por parte de la Junta creó un ambiente sumamente conflictivo. Como se ha visto, muchos denunciaron el que dicho depósito no les fuese entregado al pisar suelo dominicano, cosa que motivó acres disputas en el local del organismo, que más tarde derivaron en solicitudes de intervención de los responsables del SERE en París e, incluso, de funcionarios del Gobierno dominicano. Otros interpretaron la negligente política de ayuda y las inconsistentes acciones de fomento por parte de la JPE como el producto de posicionamientos políticos y partidarios, rasgo, de hecho, frecuente en la historia global del exilio, pero que, dada la precaria y angustiosa situación en que se vio sumida la mayoría, adquirió un marcado acento en la experiencia dominicana. Según informaba a las Comisiones Políticas de distintas fracciones del Partido Socialista Obrero Español en México el señor Ramón Solar: [el SERE] es el máximo responsable de cuanto nos ha sucedido y viene sucediendo, ya que por sus torpezas y negligencias –no quiero calificarla más duramente– nos sumió en la miseria y desesperación desde los primeros mo­mentos, pese a que para nuestras atenciones ha invertido en Santo Domingo cantidades de bastante importancia, de las cuales, solo una ínfima parte han llegado a poder de las personas a quienes iban destinadas. Esta anomalía de gestión adminis Vid pp. 73-75. 67 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 120 20/03/2012 11:59:07 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 121 trativa, fue debida a la calidad de los individuos que... designó y se empeñó en sostener con una contumacia digna de mejor causa, pese a nuestros reiterados informes de lo que ocurría, expresados en todos los tonos de persua­sión y protesta, a través de la Ejecutiva de nuestro Partido en París, de la UGT, de Negrín, de Otero y al mismo SERE... de ninguno de los cuales obtuvimos siquiera acuse de recibo... La representación del SERE en Ciudad Trujillo, integrada por un aventurero innominado... un arrivista [sic] sectario al servicio del Partido Comunista... un incapaz para la función que se le asignó... y un indiferente al problema de los refugiados... fue el enemigo más dañino que tuvimos los refugiados en Santo Domingo, pues además de disponer de la totalidad y malversar la mayor parte de los fondos a los refugiados destinados, nos desacreditaron a los ojos de las autoridades y residentes del país...68 En ese informe, Solar sostenía la idea de que, bien administrados, los fondos enviados por el SERE a la JPE podrían haber durado dos años y no los seis meses escasos que lo hicieron, siendo obscuramente ejercidos en favor –se entiende– de los núcleos afectos al Partido Comunista Español. Un ambiente rijoso existió entre quienes, como Solar, vivieron la gestión de los depósitos por parte de los funcionarios de la JPE como algo sometido a las lógicas del sectarismo político. Tratando el caso puntual del representante del SERE, el delegado de Acción Republicana en la isla describía: Los manejos deben de ser de escándalo pues han llegado ya a pegarle. Parece que cuando se le amenaza suelta los 50 Informe que Ramón Solar presenta a las Comisiones Ejecutivas del PSOE; UGT y Agrupación de Refugiados Socialistas «Pablo Iglesias», todos residentes en México, sobre la situación de los refugiados españoles en la República Dominicana, principales causas que la motivan y propuesta de medidas que la pueden resolver totalmente o corregir en parte. México, D. F. , APBGR, 12 de marzo de 1941, p. 2. 68 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 121 20/03/2012 11:59:07 a.m. 122 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos dollares [sic] que de depósito pertenecen a cada refugiado y que desde hace varios meses se quedan con ellos la delegación del SERE. Con estos depósitos han montado una burocracia y de ello vive... Ahora –desde febrero– estos enchufados están en Haina, en el Mº [sic] de Agricultura.69 Con el tiempo, trascendido el incidente, desaparecida la Junta Pro-Inmigración, el tema de la distribución de las ayudas de subsistencia y los apoyos para la evacuación (que asumiría la JARE al disolverse la JPE) motivaría denuncias similares, aunque de signo contrario, como lo informaba el autor del siguiente escrito: De la gente de la C.N.T. sólo merecieron especial atención de la J.A.R.E. los que van con ellos del brazo y dicen a todo «amén», mientras cobran. Tres afiliados a la sindical citada que firmaron un documento... fueron inmediatamente evacuados a México... Ellos [los de la JARE] lo han dicho con toda claridad: «que de aquí no sacarán ni a un sólo comunista, ni a sus simpatizantes».70 Sin embargo, aunque desde un inicio tal tipo de (hipotéticos) sectarismos acompañase (objetiva o subjetivamente) la distribución de ayudas, en su denuncia la gran mayoría de los llegados alcanzaba a captar sólo parte de lo que ocurría. Eventualmente, la memoria de muchos de los que transitaron por el país recuperaría sólo imágenes parciales, explicaciones simplistas, acerca de los motivos y los sucesos que determinaron su estancia en la sociedad dominicana. Como seguiremos argumentando, el fondo y la trama de las cosas resultaban ser más complejos. Fichas para la historia de los refugiados españoles en C. Trujillo. Nota personal, APBGR, Circa marzo de 1940. 70 Informe sobre la emigración española en la República Dominicana. Sin rubricar. APBGR, Circa 1942. 69 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 122 20/03/2012 11:59:07 a.m. C apítulo cuarto El incidente: una valoración de la política inmigratoria trujillista hacia el exilio republicano A exactos a ocho meses de la llegada del Flandre, que re- presentó la primera experiencia colectiva nacional con el exilio español, se produjo el inesperado cierre de fronteras para los casi seiscientos pasajeros que se dirigían a Santo Domingo a bordo del trasatlántico Cuba. El incidente hubo de resultar oprobioso, abrupto e inesperado tanto a refugiados como a dominicanos. Claramente a los primeros, que no comprenderían el por qué se propalaban oficialmente versiones que los denostaban cuando lo único que, de modo general, habían procurado era rehacer sus vidas sin forma cierta de lograrlo. A ojos de los dominicanos seguramente también, dado que el encuentro con el colectivo exiliado impregnaba la conciencia colectiva de imágenes favorables, si bien insertas en niveles de comprensión y representación heterogéneos. Para el pueblo raso de los campos y las ciudades, «los españoles» irrumpían en el orden de la vida cotidiana como curiosos colonos, como vecinos de urbes y suburbios manifiestamente en desgracia y con limitaciones para insertarse en la vida local. Gente con la que se podía confraternizar y a la que se auxiliaba con agrado, pero cuya episódica presencia admitía marcos de comprensión que nos son enteramente desconocidos en tanto no se los ha investigado. No obstante, el nutrido testimonial biográfico y literario elaborado por quienes estuvieron refugiados en el país nos muestra relaciones positivas, entrañadas de gestos de gran afecto y hospitalidad. 123 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 123 20/03/2012 11:59:07 a.m. 124 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Más allá de la huella que marcó el contacto ciudadano a nivel popular, en todo momento los medios de comunicación locales le habían venido ofreciendo a la población una versión exitosa de la inserción de los llegados en la vida dominicana. En aras de brindar una imagen alentadora del proyecto de colonización agrícola, la prensa escamoteó la verdadera situación por la que atravesaban quienes vivían en ellas, mistificando sus realidades.1 En julio de 1940, el tema de las Colonias Agrícolas de los refugiados españoles era marginal frente a la información que los dominicanos poseían sobre otras actividades de los exiliados. En las ciudades, las clases medias y altas vivían con agrado el renacimiento intelectual que éstos inducían en la vida de sociedades y clubes culturales, como los Ateneos de Santo Domingo y de San Pedro de Macorís, la Sociedad Amantes de la Luz de Santiago y, en general, en todos los foros que acogian sus disertaciones, que fueron sumamente extendidos y diversos. Intelectuales refugiados figuraban ya en los ambientes que luego propulsarían la gestación de varios de los grandes proyectos culturales del trujillismo, como el relanzamiento de la Universidad de Santo Domingo, la creación del Teatro-Escuela de Arte Nacional, de la Galería y la Escuela Nacional de Bellas Artes y de la Orquesta Sinfónica Nacional, por mencionar los más trascendentes. Los refugiados tenían presencia cotidiana en la vida citadina dominicana y el influjo positivo que irradiaban sobre espacios como los medios de comunicación estaba a la vista de los dominicanos. Puntualmente, la prensa reconocía la labor que en esos terrenos desempeñaban, lo mismo que seguía y comentaba sus participaciones. La Nación, en cierta forma el diario oficial, debía la atractiva factura de su formato y contenido, no sólo a su director, el exiliado canario Elfidio Alonso, sino a la muy larga lista de colaboradores que tenía entre los intelectua No se encuentra en la prensa del período una sola referencia a las dificultades de adaptación y las carencias que provocaban el éxodo continuo hacia las ciudades y la posterior reemigración. 1 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 124 20/03/2012 11:59:07 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 125 les llegados, que durante meses engrosaron las secciones del diario. En la esfera pública, el colectivo era identificado por su instrucción, sus valores morales y su interés en la vida dominicana, cosa que definitivamente chocaba con la versión oficial del predominante envío de personas ineptas, poseedoras de títulos equívocos e indispuestas para el trabajo. La explicación oficial de la negativa de admisión resultaba tan inesperada y contrastante con la realidad proyectada por los medios, que quienes contasen con cierto olfato político seguramente debieron de entender que el rechazo a los del Cuba debía tener otro fondo, y en efecto, lo tuvo. Como argumento, la decepción agricultora resultaba una falacia. Evidentemente, no fue el móvil agrícola el que produjo la inmigración republicana. De haberlo sido, desde el propio proceso consular pudo el Gobierno dominicano controlar las características de los inmigrantes, regulando los aspectos en que decía sentirse defraudado. Considerando la improvisación y la negligencia en el asentamiento de refugiados en las colonias, parece claro que, al llegar éstos, nada serio se pensaba sobre cómo y dónde serían instalados en condición de agricultores. De constituir un objetivo, el Gobierno pudo intervenir, pues poseía experiencia y jurisdicción suficientes en materia de colonización agrícola como para pensar que sus deseos serían frustrados por la capacidad gestora de la JPE.2 También falsa resultaba la difusión de ideas y prejuicios aludida como motivo para impedir el desembarco de los del Cuba, a juzgar por el comportamiento político que había mantenido hasta entonces el exilio. Actividades políticas públicas de anarquistas, socialistas o comunistas no se registrarían sino mucho tiempo después, con la creación de medios de difusión partidarios, y, desde luego, no en los primeros meses de su La colonización agrícola fue un proyecto en el que el propio dictador puso empeño, fue por ello que contó con una política centralizada. Véase Orlando Inoa, Estado y campesinos al inicio de la Era de Trujillo, Librería La Trinitaria, Santo Domingo, 1994. 2 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 125 20/03/2012 11:59:07 a.m. 126 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos estancia en el país. En esa dimensión, formal, de la política pocos argumentos podía tener el régimen. En el aspecto no institucional y cotidiano de la política, la llegada del exilio no afectó la estabilidad del régimen. No conllevó, por ejemplo, tensiones con la vieja colonia española, como ocurrió en otras experiencias latinoamericanas. Salvo la actitud inicial de no colaboración en cuanto a emplear en sus negocios a los llegados, el enfrentamiento que el pequeño movimiento falangista domínico-español sostuvo con el exilio republicano resultó de poca importancia política e ideológica. Los escasos incidentes con que contó la oposición entre los adeptos al bando republicano y los organizados bajo la conducción de la Delegación Local de la Junta de Defensa Nacional Española, capitaneada por Manuel Baquero Alonso (el más grave de los cuales fue un enfrentamiento a puños entre jóvenes españoles y dominicanos «en que los primeros supieron para qué tienen las muñecas sus descendientes de La Española», según un articulista afín al bando republicano), se registraron, casi todos, antes de la llegada del exilio. El propio régimen trató de crear un ambiente armónico para su publicitado ensayo inmigratorio, concertando la pasividad de la misma Iglesia católica a través del arzobispo de Santo Domingo, monseñor Pittini, quien llamó al clero general a la buena disposición hacia los republicanos.3 Carente de vínculos fuertes en el orden político y económico con el falangismo, pronto la actitud de la vieja colonia adherida a Falange tendió al establecimiento de lazos amistosos con los republicanos. La abrumadora presencia numérica de éstos,4 la Un recuento de las tensiones puede verse en el artículo «Extranjeros perniciosos», La Nación, 10 de abril de 1940. Véase «Notable y levantada actitud del prelado hacia los refugiados españoles», La Opinión, 14 de noviembre de 1939. 4 Según Vega, el número de españoles residentes en la República Dominicana en 1938 se acercaba a las 1,500 personas, cifra que representa apenas una tercera parte de los que llegaron al país entre 1939 y 1945. Véase B. Vega, Nazismo, fascismo y falangismo..., pp. 355-357. 3 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 126 20/03/2012 11:59:07 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 127 simpatía general que el pueblo dominicano les manifestaba, la brillantez de sus manifestaciones culturales fueron determinando un gradual cambio de actitud, dando paso a relaciones de afinidad basadas en lo nacional y lo regional que facilitaron la coexistencia cotidiana. Poco tiempo después, muchos empresarios de la vieja colonia española emplearon los servicios de los refugiados, inspirados a veces por meros sentimientos de confianza.5 El único tema político en que se habían involucrado los exiliados fue el de la segunda guerra mundial y el ascenso del totalitarismo. En la prensa, en la radio, en la palestra, pero sobre todo en la calle, el antifascismo de los inmigrantes españoles se convirtió en uno de los pocos interlocutores que tuvo el dominicano medio para percibir los contornos del conflicto mundial en marcha, atenuando la simpatía general con que era visto el avance alemán. El régimen de Trujillo, neutral en ese momento y, según se decía, secretamente inclinado al Eje, prohibió las manifestaciones políticas sobre la guerra y amonestó a algunos republicanos.6 José Delio Vicini, articulista cuyas posiciones en favor de Franco influyeron en la opinión dominicana durante el desarrollo de la guerra, hace un llamado a replantear las deformaciones previas sobre los republicanos en su artículo «Los refugiados españoles», La Opinión, 18 de noviembre de 1939. Muchos ocuparon puestos administrativos en negocios de la vieja colonia española, lo mismo que en los de sirio-libaneses. Además de la calificación, el factor confianza pareció ser decisivo pues se reconocía en éstos la relativa exterioridad que mantenían en relación con un orden social en el que imperaban los métodos irregulares de expansión económica de la élite vinculada al dictador. Es sabido que el empresariado temía dar evidencias de prosperidad para evitar la ambición de la élite burocrática por obtener participación en sus negocios. Contar, por ejemplo, con un administrador extranjero daba cierta confianza en cuanto a que no llegaría a oídos de la élite información sobre la marcha de los negocios. 6 Varios refugiados que laboraron en el medio informativo dominicano refieren problemas con autoridades del régimen a raíz de sus ataques al nazismo. Víctor García (alias Ximpa), caricaturista de la Esquella de la Torratxa de Barcelona, que trabajó en La Nación, fue despedido por 5 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 127 20/03/2012 11:59:07 a.m. 128 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Visto desde otra perspectiva, en los hechos el régimen había capitalizado la presencia de los exiliados en relación con la imagen humanitaria que deseaba construir. Las frecuentes demostraciones de gratitud al Benefactor que hacía el colectivo exiliado en sus revistas y actos públicos contribuyeron a construirla. Políticamente, los republicanos se abstuvieron de criticar los aspectos negativos del régimen, surgiendo entre ellos plumas de gran capacidad que renovaron y ampliaron las perspectivas del discurso adulatorio, obligado en la práctica de cualquier actividad escrita.7 Por lo anterior, cabe hacerse la pregunta: ¿por qué el incidente del Cuba y la explicación agresiva y deformada que se le dio? Además de la oficial, existieron otras versiones sobre el asunto del Cuba. Una de ellas, frecuente entre quienes se encontraban refugiados en el país, basa su explicación en la idea de que Trujillo no tuvo interés en recibir al contingente por el hecho de no haberse efectuado el depósito monetario correspondiente en los consulados dominicanos en Francia. Esta versión, que nutre sus supuestos en los insistentes rumores de corrupción en torno al desempeño de la JPE durante el proceso de instalación de los exiliados, ubica un aspecto de la política inmigratoria presente en el incidente, pero no permite, como veremos, explicar su complejidad. De haber sido el una caricatura suya de Hitler. Antonio del Toro, realizador del noticiero «Hora del Mundo» fue advertido de no continuar atacando a Alemania y a Italia. Como afirma Vega, más allá de la política de neutralidad, Trujillo se inclinaba de manera secreta en favor del Eje. Véase B. Vega, Nazismo, fascismo y falangismo...; Entrevista al señor Víctor García (Ximpa), ciudad de México, 4 de junio de 1989. Entrevista a Álvaro Muñoz Custodio... 7 Años después, Trujillo pagaría las eruditas y elocuentes plumas de José Almoina Mateos, Ramón Fernández Mato y Pedro González Blanco en la producción de obras exegéticas sobre su gobierno. En el lapso que se analiza, es de notar el surgimiento de una vena laudatoria en los medios impresos exiliados que renovó los obligados discursos incorporando dimensiones internacionales a la figura del dictador como estadista. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 128 20/03/2012 11:59:07 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 129 móvil de la política el mero ingreso de recursos que eran luego indebidamente apropiados por la burocracia de la JPE, es claro que existió tiempo para evitar los matices dramáticos que tuvo el incidente, advirtiendo la negativa oficial de recibirlo desde el momento en que zarpó el barco. Otra versión es la del arquitecto Bernardo Giner de los Ríos, exministro republicano que se hallaba en el país trabajando en el plano urbano de Santo Domingo, que intervino a instancias del presidente de la JARE en la coyuntura del Cuba. En lo central, su versión coincide con la anterior, aunque de su intervención se desprenden detalles de interés para la elaboración de juicios más comprehensivos sobre los móviles de la política inmigratoria del régimen. Por situaciones fortuitas, el incidente del Cuba se puso en marcha dos días antes de que el barco llegara al puerto de Santo Domingo. El 4 de julio, en la ciudad de México, el Comité Técnico de Ayuda a los Españoles en México, organismo derivado del SERE, transmitió una nota a Indalecio Prieto, presidente de la JARE, solicitando auxilio financiero en la solución al impasse de 1,500 refugiados que, a bordo del Cuba, se hallaban en el puerto de Santo Domingo impedidos de «desembarcar en la isla mencionada, porque no se ha cumplido el requisito de efectuar el depósito que exige el gobierno dominicano». Dada la dispersión del SERE en la Francia ocupada, el Comité no había obtenido respuesta cablegráfica a sus consultas para dar solución al asunto. En vista de la perspectiva de una inminente devolución de los pasajeros al continente europeo y careciendo el Comité de recursos con los cuales intervenir, solicitaba de JARE el remedio financiero.8 Prieto cablegrafió ese mismo día al arquitecto Giner de los Ríos solicitándole información sobre el barco y el monto del Comité Técnico a Indalecio Prieto, presidente de JARE, México, 4 de julio de 1940. Reproducido en Boletín al servicio de la emigración española, no. 45, México, 6 de julio de 1940. 8 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 129 20/03/2012 11:59:08 a.m. 130 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos depósito necesario. Este se entrevistó separadamente con los secretarios de Relaciones Exteriores (Despradel) y de Agricultura, Industria y Trabajo (Carbuccia). El primero le comunicó que los derechos, no depósitos, ascendían a 106 dólares por persona, pero que el Gobierno había tomado la decisión de no permitir su ingreso por el hecho de que el SERE había enviado sistemáticamente personas que no tenían experiencia agrícola. Sin embargo, visto el ofrecimiento de Prieto de realizar el depósito sería reconsiderada la decisión. Giner de los Ríos sondeó, entonces, la posibilidad de que desembarcasen temporalmente para continuar luego viaje hacia México u otros países. En ese caso, se entendería el pago no como derecho sino como depósito, a reintegrarse una vez que los españoles hubieran sido admitidos en el país de destino. En su entrevista con el Secretario de Agricultura, Industria y Trabajo, éste le expresó a Giner de los Ríos que «creía que el no admitir ahora este grupo... tiraba por tierra toda la labor que venía haciendo el Generalísimo... pero... que estaba en minoría con esta teoría», sugiriéndole la intervención en el asunto de Rodolfo Bosch Pearson, a lo que Giner de los Ríos se opuso, pues no podía dar concurso «al representante del SERE» (que, en realidad, era sólo del Gobierno dominicano en la JPE) en una iniciativa de la JARE, por saber que ambos organismos se encontraban en pugna. El día de la llegada del barco, las autoridades no le habían comunicado aún al delegado por la JARE ningún acuerdo. Este, ante la prohibición absoluta de ir a bordo, obtuvo autorización del secretario de Interior y Policía, general García, pero nunca llegó al barco ya que la lancha que lo transportaba desde el muelle pareció recibir órdenes de regresar a mitad del trayecto.9 Por el contrario, Bosch Pearson contó con vía franca En una carta dirigida a los señores Ramón González Peña (exministro de Justicia del gobierno de Negrín), Demófilo de Buen y Matilde de la Torre, a bordo del Cuba, el delegado de la JARE refería el incidente de la siguiente manera: «El día que Uds. llegaban al antepuerto ya estaba yo 9 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 130 20/03/2012 11:59:08 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 131 para ir a bordo varias veces y transmitir desde allí instrucciones al Comité Técnico en México. Un primer cable desde el barco informaba: «Inmigrantes entrada puerto. Depósitos quinientos sesenta y seis, Dls. 59,996.00. Sin un giro cable inmediato no desembarcan». Horas después, otro retractando lo dicho: «No hacer giro. Imposible desembarque».10 El día 9, enterado Giner de los Ríos de que el Gobierno de México había admitido a los refugiados, inició gestiones ante la Legación francesa para que el barco detuviese su partida en espera de las órdenes que recibiría de la agencia de la Compañía General Trasatlántica en Nueva York, indicando el pago del traslado directo de los pasajeros españoles a Puerto Morelos. La JARE había ya girado el importe de ese servicio, crucial, dada la posible intervención jurisdiccional del gobierno de Vichy en la Martinica, su destino final después de tocar Santo Domingo. A través del contacto con el ministro francés en Santo Domingo, de quien obtuvo garantías sobre la integridad del contingente una vez en la Martinica, el delegado por JARE pudo enterarse de que todos los españoles del Cuba habían sido visados por los consulados dominicanos de París y Burdeos. En una nota del día 11 de julio, Giner de los Ríos hace la siguiente reflexión: en el puerto procurando una autorización para subir a bordo, cosa que me costó varias visitas, pero que al fin obtuve, de orden del secretario del Interior (y que conservo en mi poder como prueba curiosa) y... desde la mitad del río me devolvieron al puerto con excusas y engaños, pero... no pude subir al barco!» (suspensivos en el original). Bernardo Giner de los Ríos, APBGR, 8 de julio de 1940. 10 Texto de los cables tomado de Documentos relativos... En su diario a bordo del Cuba, Demófilo de Buen registra la primera subida al barco del delegado por SERE, quien les dice que todo se ha resuelto y que podrán desembarcar. En una segunda visita les comunica que no será ya posible, lo que crea una situación de «contratos sigilosos en rincones del barco» en un intento de convencer a personas aisladas de incorporarse al trabajo agrícola, pues existía la determinación entre los de a bordo de «bajar todos o no bajar ninguno». Se había formado ya un comité para tomar la nave si es que se intentaba regresarlos a Francia. Estos detalles me fueron cortésmente comunicados por el señor Jorge de Buen. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 131 20/03/2012 11:59:08 a.m. 132 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos La verdad de la cosa es que el asunto es uno de los más turbios que aquí se han dado. Sé por el Ministro francés que todos los emigrantes traían sus papeles en regla. Por tanto estaban documentados y habiéndose brindado Prieto a suplir el depósito, que es lo que faltaba, la razón oficial de no admitirlos no convence. Tanto más cuanto que una vez aquí la mayoría irían a México u otros países.11 No sólo todos habían sido visados por los cónsules dominicanos sino que el depósito se había hecho puntualmente, como podría comprobarlo el delegado de la JARE al enterarse, cuatro o cinco días después de que el Cuba dejase el puerto de Santo Domingo, de que la agencia de la Compañía Trasatlántica en Santo Domingo había recibido un cable desde Marsella indicando que el depósito de los refugiados se había hecho allí.12 En una nota personal posterior, el representante de JARE llega a la conclusión de que el motivo de la desautorización de desembarco a los del Cuba derivaba de su posición sobre la entrega del dinero como depósito, dado que los pasajeros seguirían luego viaje hacia otras repúblicas americanas.13 Nota, APBGR, 11 de julio de 1940. «En cambio ha venido a la Agencia un radio... desde Marsella diciendo que se hizo allí el depósito para los emigrados. Lo que no se sabe es quien lo hizo: si esto obedece al Sere o si es un depósito transferido desde ahí por Uds....». El depósito que se avisaba desde Marsella no pudo ser otro que el que hubo de realizar el SERE por los del Cuba, pues los que luego tuvo que hacer la JARE para lograr su traslado a México los realizó en la agencia de la compañía en Nueva York. El asunto del depósito efectuado en Marsella no aparece en la información posterior publicada sobre el incidente. Bernardo Giner de los Ríos a Indalecio Prieto, Ciudad Trujillo, APBGR, 15 de julio de 1940; Indalecio Prieto a Bernardo Giner de los Ríos, México, 17 de julio de 1940. 13 Fue la intervención en el asunto del Cuba la que eventualmente hizo salir del país al arquitecto Bernardo Giner de los Ríos y no la relación que sostenía con la familia Alfonseca, opositora del régimen, como dice V. Llorens, Memorias de una..., p. 24. 11 12 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 132 20/03/2012 11:59:08 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 133 Es evidente que la fortuita intervención del emisario de la JARE complicó el manejo que la JPE realizaba con los envíos del SERE. Por ello, quizás, los intereses que se organizaban en torno a la Junta Pro-Inmigración Española monopolizaron la comunicación con el barco, impidiendo subir a bordo al representante de JARE –cosa que hubiera hecho evidente que los refugiados habían sido visados– e intentaron, en un último recurso, recibir el dinero directamente del Comité Técnico, convenciendo a los de a bordo de aceptar ir a Colonias agrícolas. De no haberse presentado esa contingencia (y otras más), que complicaron el flujo directo y discreto de recursos a la JPE, el grupo probablemente hubiese desembarcado. Podría hacerse la hipótesis de que la dilación contingente del radiotelegrama de la Compañía General Trasatlántica desde Marsella causase la demora con que se dio la decisión final de no admitir a los refugiados, pues resulta claro que los representantes de la Junta pugnaron por concretar el depósito desde poco antes del 4 de julio, cuando decidieron escribir al Comité Técnico al Servicio de la Inmigración Española, en México, solicitando su intervención con el envío de recursos y colocándolo, dicho sea de paso, en la vergonzosa situación de dar por hechos sucesos que sólo cinco días más tarde cobrarían concreción. Como se dijo, el Comité solicitó públicamente la intervención de la JARE en México el día 4 de julio, dos días antes de que el Cuba arribase al puerto de Santo Domingo. Una vez en anclado en el antepuerto, la decisión de no admitirlos dilataría otros tres.14 En su respuesta al Comité, Indalecio Prieto le señala: «El señor Giner de los Ríos, contestando a mi telegrama, me ha enviado por cable informes que discrepan de los contenidos en la apremiantísima carta de ustedes de anteanoche. El trasatlántico “Cuba”, del que ustedes nos afirmaban hallarse ya en Santo Domingo, no había arribado ayer a su puerto de destino en aquel país, cuando menos a la hora en que depositó su mensaje el señor Giner de los Ríos, y los refugiados españoles que conduce no son mil quinientos, sino seiscientos». Documentos relativos..., p. 3. 14 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 133 20/03/2012 11:59:08 a.m. 134 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Boletín Comité Técnico. Fuente: archivo personal de Bernardo Giner de los Ríos. Formulario 29-100B-4-37, Permiso general García. Fuente: archivo personal de Bernardo Giner de los Ríos. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 134 20/03/2012 11:59:09 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 135 Algo pareció procesarse al interior del régimen durante la expectante situación creada en torno al Cuba. Un indicio de ello lo es el que el secretario Carbuccia confesase al delegado de JARE ser «minoría» en la opinión de que debía permitirse el desembarco y el que, desde el barco, su representante en la Junta, Rodolfo Bosch alcanzase a enviar una primera señal positiva al indicar el urgente depósito para casi inmediatamente dar una contraorden. Otro indicio aparente lo es la consulta de reconsideración que inició el canciller Despradel al conocer la disposición de la JARE de realizar el depósito. Lo que se procesaba en materia de decisión sobre la inmigración de refugiados españoles había, en realidad, tomado inicio en el mes de mayo, cuando el Gobierno arribó a un nuevo convenio con el SERE, que incrementó a 100 dólares el depósito requerido por cada inmigrante. En una comunicación del día 6 de ese mes, la Cancillería informaba haber dado indicaciones a su Ministro en París de expresar a los responsables del Servicio que la República Dominicana estaba dispuesta a recibir hasta 2 mil refugiados más, en grupos sucesivos de 500 personas, de las que el 50 por ciento debían ser agricultores. Asimismo, el Canciller agregaba que la aceptación debía sujetarse al requisito de depositar previamente 50 mil dólares, en tanto la aplicación de esos fondos como los medios de asentamiento y adaptación de los inmigrantes estarán bajo estricto control y dirección del Gobierno. Si el Sere acepta estas condiciones pueden principiar a ejecutarlas a su mejor conveniencia.15 La preocupación en cuanto a que se enviasen agricultores emerge apenas en este momento, a casi 6 meses de iniciados los embarques masivos, cosa manifiestamente inconsistente Secretario de Estado de Relaciones Exteriores a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 6 de mayo de 1940 (cursivas de JBAGR). 15 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 135 20/03/2012 11:59:09 a.m. 136 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos con los principios de fomento agrícola colocados como compromiso de la política. Tan inconsistente como el que se llegase a pensar que la solución integral al proceso de colonización existente pudiese meramente provenir de duplicar la suma requerida como depósito. Es de destacarse el énfasis puesto en el control estricto de parte del Gobierno, que es el que seguramente explica la salida posterior de Félix de los Ríos y Augusto Pedrero, los representantes del SERE en la JPE. Tras el nuevo convenio, la Cancillería redobló la vigilancia sobre su cumplimiento por parte del SERE. Sobrevinieron dos hechos que crearon suspicacia en cuanto al proceder del organismo de evacuación. El primero, la llegada de un embarque de 72 refugiados sin el depósito correspondiente y el confuso aviso del ministro García Mella desde París indicando que se trataba de 18 y que ya se habían depositado los 1,800 dólares correspondientes. El segundo, el arribo por Puerto Plata del último contingente masivo que aceptó el país a bordo del vapor La Salle. Venían 467 personas y el SERE sólo depositó lo correspondiente a 367 (los adultos mayores de 18 años, dado que antes se eximía de depósito a los menores de esa edad). En ambos casos, la Cancillería pidió a la representación diplomática en París tratar lo relativo al incumplimiento del convenio, cosa que esperaba ver cumplir cuando el ministro García Mella dio aviso a principios del mes de junio de la próxima llegada del Cuba. Ante omisiones que admitían, todavía, el beneficio de la duda, ya que desde el envío del La Salle en febrero, el SERE había dado muestra fehaciente de pretender honrar sus compromisos, la reacción del Canciller fue inmediata: En vista incumplimiento Sere sobre porcentaje agricultores y pequeños artesanos... así como también sobre fondos correspondientes número dichos inmigrantes, nuestro Gobierno ha resuelto suspender inmigración española... Si incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 136 20/03/2012 11:59:09 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 137 expedición anunciada no ha salido aún suspenda urgentemente su salida y si ya salió se devolverán todos los que no se ajusten estrictamente a condiciones estipuladas.16 De manera férrea, el incidente quedaba anunciado. Sin embargo, el Gobierno parecía dispuesto a flexibilizar su determinación o, al menos, eso deja pensar la lógica en la que parecieron moverse los intereses vinculados con la JPE, que, con antelación, alertan al Comité Técnico radicado en México sobre la necesidad de hacer llegar los fondos, que suben a bordo a establecer «contratos sigilosos en rincones del barco» en un intento por convencer a los emigrantes de aceptar ir a Colonias y que pretenden se les incluya en la negociación del depósito con la JARE. Algo hizo prevalecer la posición de quienes optaban por cerrar la política migratoria, obligando al secretario de la Junta a dar al Comité Técnico la contraorden. ¿Qué pudo ser? ¿El interés de recibir agricultores o el de recibir recursos? Reaccionar con tal dilación al problema de que no llegaban agricultores y hacerlo diciendo que debían llegar en cierta proporción, pagando una cuota mayor (que se hacía, ahora, extensiva a los menores de 18 años) e insistiendo en el estricto y exclusivo control de los recursos, puede indicar lo mismo un sentido de compromiso con el fomento agrícola que un negligente desinterés en el mismo. En sus observaciones a los embarques de febrero, abril y mayo, la Cancillería parece, ante todo, preocupada por el asunto de los depósitos, no tanto en el de la calidad profesional de los llegados. Del embarque de febrero (vapor La Salle) indaga si el SERE está por cumplir el precepto de los 50,000 dólares por cada 500 embarcados y la Legación en París responde detallando el modo en que se comenzarán a integrar.17 Del embarque Secretario de Relaciones Exteriores a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 12 de junio de 1940. 17 En cable desde París venía al Canciller la noticia: «SERE dice depositó treintamil dólares correspondientes próxima expedición... suplicome [sic] gestione Gobierno francés autorización sacar diez mil dólares más. Ministro en París a Secretario de Relaciones Exteriores, París, 27 de enero de 1940. 16 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 137 20/03/2012 11:59:09 a.m. 138 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de abril (Cuba) lo que observa es el diferencial entre 72 llegados y sólo por 18 depositados. Al embarque último de mayo (La Salle) lo que observa es el incumplimiento del depósito en casos de minoría de edad.18 ¿Se fijaba el Canciller más en el ingreso y el control de los recursos que en la calidad de los inmigrantes? Podría decirse que si, dado que entre febrero y mayo nada pareció hacerse para controlar los atributos profesionales de los llegados.19 Aunque quizás inquiría esencialmente lo relativo a los depósitos porque, a su vez, fuese inexactamente informado en cuanto al perfil de los llegados, cosa que no debe descartarse ya que desde muy temprano fue claro para los directivos de la Junta Pro-Inmigración que sólo una ínfima proporción de los llegados se hallaba compuesta por agricultores.20 El cable a la Legación en París de parte de la Cancillería decía: «SERE remite 37,000 pesos para 367 adultos y cien niños. Convínose cien pesos por persona sin distinguir niños. Suma situada no se ajusta convenio. Suma adicional anunciada setentidos inmigrantes vapor Cuba no recibida». Secretario de Relaciones Exteriores a Presidente de la República, Ciudad Trujillo, 18 de mayo de 1940. 19 El único indicio documental de actividad consular en el proceso de reclutamiento de los inmigrantes hallado, lo es una carta enviada por el ministro en Francia, Moisés García Mella, al señor Francisco Méndez Aspe (alto directivo del SERE) aclarándole que «Extremando un criterio amplio, he podido entresacar 44 agricultores [de un lote de 250 pasaportes enviados a visar]». Se organizaba, en esos momentos, ni más ni menos que la expedición frustrada del Cuba. Moisés García Mella a Francisco Méndez Aspe, París, 30 de mayo de 1940. 20 Llama la atención la descripción jocosa que hace Eugenio Fernández Granell en La novela del Indio Tupinamba exagerando el proceso de llenado de un formulario de entrada en donde, a todo cuestionamiento, se responde: «Labriego». Como se ha dicho, apenas un 4 por ciento de quienes obtuvieron Cédula de Identidad en el país dio por respuesta ser agricultor, circunstancia que es extensiva a los listados de personas elaborados por la JPE en cada desembarco y que nos deja ver que apenas se les había socializado en el carácter de la política. Fernández Granell vino al país en el penúltimo embarque (La Salle, febrero 1940) y es posible pensar que su impresión al respecto se originase ya en un cierto clima de simulación en torno a las presuntas expectativas inmigratorias del régimen. 18 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 138 20/03/2012 11:59:09 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 139 La posibilidad de que los directivos de la Junta «maquillasen» las realidades del proceso inmigratorio en algún modo, produciendo imágenes venturosas de la experiencia u omitiendo información, es digna de considerarse, sobre todo si se hace intervenir información que aduce la presencia de procesos de corrupción, favoritismo y uso indebido de los fondos depositados por el SERE. Una facción ante todo interesada en el usufructo de esos recursos se insinúa en el historial de yerros y omisiones que caracterizó la política de colonización efectuada por la JPE, organismo que, en el curso de su actuación vivió un proceso de continua recomposición interna que tendió a concentrar el poder de decisión en la figura de su Secretario. ¿Cómo circularon los exiguos recursos del SERE? ¿Cuánto debió su rápida extinción a procesos de apropiación indebida y de favoritismo? Responder esas preguntas resulta una tarea imposible, por mucho que queden sin respuesta histórica convincente los desesperados testimonios de quienes, en su día, pugnaron por que les fuese devuelto lo que se depositaba en París. Una nutrida correspondencia reclamando la entrega de los depósitos viajó en esos primeros meses, no solo hacia los organismos de ayuda españoles sino hacia el despacho del propio Rafael L. Trujillo, a quien los interesados solicitaban –reeditando claros mecanismos de reproducción del discurso hegemónico– una intervención inspirada en los elevados sentimientos de humanidad y justicia que arquetípicamente lo asistían.21 No está de más citar uno de ellos, así sea por honrar (mucho tiempo después) las injustas realidades del exilio. Lo dirigió en el mes de julio de 1940 el señor Martínez Jara, inválido de guerra, explicando al «Jefe Supremo» poseer un recibo consular que amparaba la entrega de 600 dólares como garantía de recursos para la propia subsistencia, dada su incapacidad para el trabajo y «hasta tanto yo consiguiera mi entrada en otro país donde pudiera vivir... HE AQUÍ QUE MEDIANTE DICTAMEN EXPEDIDO POR EL MÉDICO OFICIAL DEL CONSULADO NORTAMERICANO [sic]... Y AL HACER LA RECLAMACIÓN DE NUESTROS 21 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 139 20/03/2012 11:59:09 a.m. 140 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Sin embargo, todo indica que sólo una pequeña fracción de ellos se orientó a la creación de condiciones para el establecimiento de colonos agrícolas. Eventualmente, junto con otras personas, el entonces Secretario de Agricultura sería llamado a rendir explicaciones en torno al manejo de la llamada «Cuenta de Refugiados Europeos» (que fue creada tras las indicaciones del Canciller con los 37 mil dólares depositados por el SERE por los pasajeros del último embarque aceptado), en el curso de una auditoría realizada en junio de 1941, de la que aparentemente salió airoso, pues básicamente acabó inquiriéndosele por el destino de un cheque por 104 pesos.22 A pesar de que el Informe sobre la «Cuenta Refugiados Europeos» que resultó de esa auditoría, arriba a una perfecta demostración contable sobre el ejercicio de los 37 mil dólares, su análisis detallado levanta algunas dudas de consistencia. El Informe contiene en un registro sobre los gastos realizados en DEPÓSITOS, SE NOS NIEGA LA DEVOLUCIÓN CADA VEZ CON UN PRETEXTO DIFERENTE. El señor Martínez le solicitaba a Trujillo intervenir en favor de su caso ante el Secretario de la Junta Pro-Inmigración Española y agregaba la siguiente dramática, inquietante e inexorable posdata: «Al igual que pronostiqué el probable fallecimiento de mi hijo cuando tuve el honor de dirigirme a V.E. solicitando auxilio, en esta ocasión pronostico una probable amputación de la pierna derecha... sino me someto prontamente a la intervención quirúrgica dictaminada». Al parecer, el coronel Joaquín Cocco intercedió en favor del señor Martínez, y este logró viajar. Sin embargo, muchas de las respuestas dadas por la JPE sencillamente rezaban que dichos depósitos eran hechos «para que fueran empleados globalmente ...para instalarlos en Colonias Agrícolas, desarrollos de las mismas y atenciones en general de los refugiados». Jesús Martínez Jara a Rafael L. Trujillo, Ciudad Trujillo, 8 de julio de 1940. 22 La auditoría fue encargada por el entrante secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo, señor Emilio Espínola, que en el mes de abril de 1941 sustituyó en la cartera a Raúl Carbuccia. Auditor y Contralor General de la República a Secretario de Estado de Agricultura, Ciudad Trujillo, 13 de junio de 1941. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 140 20/03/2012 11:59:09 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 141 las distintas Colonias agrícolas donde radicaban refugiados españoles.23 Uno de los aspectos de consistencia más llamativos reside en el número de asentamientos que se enlistan, dado que en él aparecen núcleos que nunca habían figurado ni en los reportes de prensa ni en la Memoria general elaborada en diciembre de 1940.24 Asimismo, llaman la atención ciertos detalles de los rubros en que se gasta y la medida en que éstos podían ser coherentes con lo que, por entonces (mayo-agosto de 1940), sucedía en las distintas Colonias. Con una población estimada de 60 personas, a la de Villa Trujillo se le adjudican, por ejemplo, 52 camas y 117 machetes, cosa que resulta coherente en cuanto a los equipos de camas, mas no en el número de machetes y otros aperos agrícolas, que resulta excesivo. Con alrededor de 120 colonos asentados, a la de Pedro Sánchez se le asignan 238 camas. Otro aspecto de inconsistencia radica en los gastos reportados para la construcción de casas que, por lo que dejan ver las fotografías insertas en la referida Memoria, tendieron a edificarse siempre bajo un mismo patrón. En la de Villa Trujillo, 31 mil pies de madera se emplean para la edificación de 20 viviendas (1,550 pies/casa), mientras que en Dajabón 36 mil pies se aplican a la construcción de apenas 12 (3,000 pies/casa). En cuanto a eficiencia en el empleo de la madera, la Colonia de Medina tuvo que ser paradigmática, pues allí 2 mil pies de madera rindieron la construcción de 5 casas (400 pies/casa). Haciendo un supuesto de honestidad en el manejo de las inversiones, muchos de las inconsistencias que surgen, no sólo de la lectura del Informe sino de su contrastación con El Informe constituye uno de los Anexos que integra la auditoría. Los restantes constan de los interrogatorios practicados a 6 funcionarios vinculados con el ejercicio de esos gastos. 24 Los nuevos asentamientos descritos se radican en Jumunucú (La Vega), Monte Llano (Puerto Plata), Hato Mayor, San José de Las Matas y San Juan de la Maguana. 23 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 141 20/03/2012 11:59:09 a.m. 142 Memoria presentada por el Secretario General de la Junta Pro-Inmigración Española. Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos La goleta Antorcha. Tractor Junta Pro-Inmigración Española. Fuente: de las 3 fotos, AGN, fondo Presidencia de la República. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 142 20/03/2012 11:59:10 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 143 los datos proporcionados por Bosch Pearson en la Memoria de diciembre de 1940, podrían explicarse. Ocasionalmente, las Colonias recibían donaciones en especie de parte de los gobiernos locales o de núcleos de comerciantes situados en su entorno y éstas podrían explicar la desproporción existente, por ejemplo, en el gasto y el rendimiento de la madera. Sin embargo, las denuncias y los rumores que circulaban en torno a la transparencia operativa de la JPE refuerzan la hipótesis interpretativa sobre procesos de apropiación patrimonialista con los fondos enviados por el SERE. En apoyo de esta interpretación figuran, además, otros aspectos del propio Informe, como el hecho de que cerca del 30 por ciento de los gastos efectuados careciese de documentación probatoria o de que se expidiesen cheques a nombre del secretario de la Junta por valores que no se concretaron en ninguna de las Colonias.25 En suma, lo que posiblemente procesó el Gobierno dominicano en los días de impasse en torno al desembarco del contingente del Cuba resulta todavía algo oscuro, sobre lo cual es sólo es posible establecer indicios en relación con alianzas de interés y mecanismos de circulación de poder y recursos entre individuos, organismos de evacuación y burócratas. Sin embargo, su gravitación sobre la historia de los exiliados en el país no puede ser puesta en duda. ¿Autorizan las presunciones de un circuito corrupto en el dinero dado por los organismos de emigración afirmar que fue ése el factor gestor de la política inmigratoria hacia los republicanos? En su dictamen general de los cheques librados por la cuenta (Anexo C, Relación de cheques observados de la «Cuenta de Refugiados Europeos»), los contadores decían al Contralor haber «comprobado, que varios de los cheques... no están amparados en su totalidad... y otros carecen totalmente, de recibos, listas de pagos y demás comprobantes que justifiquen la erogación ocasionada, circunstancia esta por la que nos permitimos llamar la atención hacia la relación aludida, toda vez que ésta monta la suma de $11,167.84». Inspectores de la Auditoría Nacional a Secretario de Agricultura, Industria y Trabajo, Ciudad Trujillo, 7 de junio de 1941. 25 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 143 20/03/2012 11:59:11 a.m. 144 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Por lo visto hasta el momento, parece claro que el interés colonizador debe descartarse: resulta pueril suponer que Trujillo desconociese las desviaciones que sufrían los recursos enviados con tal fin al país. Descontada esa motivación, las ideas conexas de orden demográfico, racial y cultural pierden sentido pues su logro dependía crucialmente del éxito en el establecimiento productivo de los inmigrados. El factor corrupción pudo medrar, prolongar y determinar el resultado final del experimento inmigratorio, pero es claro que su gestión inicial se vio motivada por la necesidad de imágenes internacionales favorables al régimen. Esta hipótesis cobra dimensiones patéticas al profundizar en las preferencias mostradas por Trujillo hacia los judíos frente a los españoles en materia de creación de condiciones para su establecimiento como agricultores. En los mismos días en que Cazaña reclamaba ayudas mínimas para instalar a los refugiados en la Colonia de Juan de Herrera, visitaba el país la comisión norteamericana descrita (Vid pp. 84-87.). En tanto a los colonos españoles se les lanzaba a roturar terrenos eriazos e insalubres, desprovistos de herramientas, animales y vivienda suficientes, Trujillo daba el golpe publicitario que a continuación leemos y que vale la pena citar extensamente para apreciar en su justa dimensión la maquinación implícita. La comisión se encontraba ese día visitando terrenos en las inmediaciones de Sosúa, en la costa atlántica, donde, eventualmente, se asentaría una colonia judía. Dejemos que Rosenberg, miembro de la misma, nos describa el momentum: Apenas habíamos concluido nuestra inspección cuando vino donde mí un mensajero, quien había venido por automóvil, desde una distancia de 250 millas, de Ciudad Trujillo, con una carta del Generalísimo Trujillo que decía lo siguiente: incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 144 20/03/2012 11:59:11 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 145 Ciudad Trujillo, R. D. 20 de enero, 1940 Señor James N. Rosenberg, Ciudad. Mi querido Rosenberg: Mi propiedad rural ubicada en Sosúa [...] ha sido seleccionada [...] como el sitio apropiado para una colonización, según Ud. me ha informado. Esta propiedad mide 26,685 acres y tiene 24 casas habitables, acueducto y otras instalaciones para la comodidad de los residentes allí. Dicha propiedad, que tiene igualmente 4,958 acres de pasto artificial y una gran extensión de monte virgen con abundantes maderas preciosas, representa para mí, en la actualidad, una inversión no menor de 100,000.00 (dólares). [...] Le repito que estoy interesado en la realización de esta empresa de colonización porque considero que todos debemos cooperar a su éxito, en la medida de nuestras posibilidades, como un acto humanitario y noble; y es por ello que me complace, mi querido Mr. Rosenberg, ofrecer al Comité de Refugiados [...] mi propiedad de Sosúa como mi aporte personal para establecer en ella la primera colonia de refugiados [...] (firmado) Rafael L. Trujillo 26 No es necesario aclarar el sentido y la magnitud de las diferencias de trato asignadas a españoles y judíos. Los primeros, inexistentes ya desde todo punto de vista formal en el concierto de las naciones, cuyo exembajador en Washington poco tendría ya que ver con Roosevelt, pasaron a un remoto plano estratégico en los movimientos de política externa de la dictadura. Los segundos ameritaban desprendimientos de ese tipo, «El establecimiento de refugiados en la República Dominicana», La Nación, 12 de abril de 1940. 26 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 145 20/03/2012 11:59:11 a.m. 146 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos pues sus lobbys trabajaban cerca del mandatario de la nación que decidía el destino de la República Dominicana. Este hecho que, por exceso, refuerza el argumento sobre la política externa como elemento decisivo en la inmigración republicana muestra, por defecto, el interés real del régimen en el tema agrícola. De no ser así, las ayudas reclamadas por Cazaña debieron llegar activando para ello los mismos resortes burocráticos que hollywoodescamente llevaron la carta a Sosúa, mostrando un idéntico interés por invertir recursos en el desarrollo de las colonias españolas para remontar las insuficiencias que imputaba al SERE.27 Logrado un cierto impacto en la opinión norteamericana, que registró en páginas como las del New York Times la llegada de los republicanos a la isla pero que no prestó mayor atención a su destino posterior en ella, el problema de su inserción en el país fue dejado de lado y a merced de la corrupción imperante. Los entretelones del incidente del Cuba hacen evidente ese proceso corrupto que derivó beneficios de los objetivos propagandísticos del régimen. Sin embargo, más allá de lo que a su dinámica pudiera introducir la corrupción y el favoritismo, el incidente pudo ser aprovechado con un claro sentido de política exterior. En lugar de dar pie a un nuevo desplante humanista de Trujillo, sirvió para acotar la desproporcionada oferta de Evian, manteniéndola, sin embargo, discursivamente como un proyecto dotado de seriedad. Al postular a los repu Poco tiempo después de cederle la finca de Sosúa, Trujillo haría a la DORSA un segundo regalo consistente en setenta cabezas de ganado de pura raza con el fin de que se desarrollara en ella la producción lechera. Hasta donde ha sido posible averiguar, las colonias españolas recibieron de la JPE y de la Secretaría de Agricultura entre dos y cuatro cabezas de ganado cada una, de manera que no pasaron de quince las que poseyeron en total. En la Memoria tantas veces citada, Bosch Pearson indica que fueron un total de 46, cifra que, con todo, distaba aún bastante de las obsequiadas a la DORSA. Memoria que al Honorable Secretario de Estado de Agricultura, Industria y Trabajo presenta..., p. 84. 27 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 146 20/03/2012 11:59:11 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 147 blicanos como los incapaces de adaptarse al país, el incidente ocultaba el problema de la exigua capacidad de la república para absorber refugiados europeos. Así, mientras Ramfis enviaba golosinas a los niños del barco y la prensa local publicitaba el nuevo proyecto humanitario de Trujillo,28 las gestiones de Prieto ante los gobiernos mexicano y cubano se encargaban de difundir –con el dramatismo inherente a la situación– las serias disposiciones migratorias que el régimen diera a conocer en una poco relevante nota previa al cuerpo diplomático extranjero en el país.29 «La cariñosa espera a los huérfanos de la guerra europea», La Nación, editorial, 8 de julio de 1940. 29 En nota emitida el 20 de junio de 1940, la Cancillería dominicana informaba la decisión de restringir las futuras llegadas a los que lo hicieran por conducto de DORSA. Según Vega, en aclaraciones hechas al representante norteamericano, el canciller argumentó el peligro de infiltración nazi y comunista, destacando, como se señaló ya, que dicha disposición no se aplicaría al contingente que venía en camino a bordo del Cuba. 28 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 147 20/03/2012 11:59:11 a.m. 148 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Arquitecto Bernardo Giner de los Ríos. Fuente: archivo personal Familia Alfonseca Giner de los Ríos. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 148 20/03/2012 11:59:11 a.m. C apítulo quinto La saga del incidente. Aspectos en pos de una historia social del del exilio español en la sociedad dominicana Basado en la decepción inmigratoria, el incidente del Cuba tuvo el claro sentido de producir una explicación política que ratificaba el interés del Gobierno dominicano de cumplir con los compromisos asumidos en la Conferencia de Evian, ofreciendo su territorio como refugio a los desplazados europeos del totalitarismo. No supuso el fin de la inmigración española como parecían insinuarlo la inflexible decisión y sus tonos dramáticos, ya que pequeños grupos de españoles refugiados seguirían llegando al país en los meses posteriores. Definió, más bien, un nuevo telón de fondo al problema general de la inmigración de refugiados europeos que, de más en más, cobraría la forma de una política de expresa colaboración con el problema de los judíos y un acrecentamiento del rol que debía desempeñar en ella la Dominican Republic Settlement Asociation (DORSA), organismo al que pasó a asignársele un papel central en la gestión de la política inmigratoria. Sobre todo, el incidente sentó una explicación que salvaba la presunta capacidad del país para absorber hasta cien mil refugiados europeos, alentando las expectativas que todavía concitaba la oferta de política exterior dominicana, puesta en entredicho por la experiencia con los poco más de 3 mil refugiados españoles, que claramente mostraba las dificultades de la sociedad dominicana para absorber un contingente mucho mayor. La reemigración paulatina de muchos y la abierta desocupación en que se hallaba la mayoría eran signos que el régimen prefería acallar, mistificando el éxito presunto de la 149 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 149 20/03/2012 11:59:11 a.m. 150 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos política inmigratoria mientras ello fue posible y cancelándola después de un modo acentuadamente ritual. Pronto, la precaria situación de los españoles refugiados en el país preocupó a los organismos relacionados con el problema humanitario de los exilios europeos. En los primeros meses de 1940, algunas organizaciones trataron de intervenir en su sostén y reasentamiento en otros puntos del continente, pero encontraron obstáculos de parte de las autoridades. En junio de 1940, por ejemplo, poco antes de que llegara el Cuba, el doctor Rosen (oficial de DORSA), intentó formar un comité internacional de ayuda al exilio español con fondos de la American Friends Service Committee (AFSC) y de otras organizaciones católicas norteamericanas. Sin embargo, éste «rápidamente se disolvió cuando las autoridades de Trujillo insistieron en que sólo funcionarios dominicanos podían manejar fondos» para su ayuda. Aunque la disolución del comité parece insinuar trataba de centralizarse todo nuevo recurso en la política desarrollada por la JPE, es de notarse una cierta preocupación en cuanto a que organismos humanitarios constatasen los problemas enfrentados por judíos y republicanos para incorporarse productivamente al país, ya que también fue disuelto un comité similar dedicado al auxilio de los judíos.1 Asumido oficialmente el fracaso de la inmigración republicana, esas interferencias comenzaron a desaparecer. En octubre, la JARE envió a Santo Domingo al exministro republicano José Tomás y Piera con la intención de estudiar la posibilidad de destinar recursos para la creación de fuentes de trabajo, como lo hacía en México. Sin embargo, el resultado de los contactos que Piera tuvo con autoridades y grupos de refugiados lo llevaron directamente a recomendar su evacuación, cosa que comenzaría paulatinamente a hacer la JARE un mes más tarde.2 En octubre, el Fondo de Reasentamiento en el C. Gardiner, La política de migración..., p. 79. Bernardo Giner de los Ríos, notas a D. José Tomás y Piera. APBGR. 1 2 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 150 20/03/2012 11:59:11 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 151 Nuevo Mundo que dirigía John Dos Passos instaló en Santo Domingo el proyecto de expedición al Ecuador, que evacuó un centenar de personas. Por esos mismos días, también la American Friends Service Committee radicó en la capital un encargado de canalizar recursos a los españoles, iniciativa que no contó con el agrado oficial.3 Todos los organismos que comenzaron a auxiliar coincidieron en que lo que procedía era evacuarlos, dada la remota posibilidad de obtener un empleo que enfrentaba la mayoría y la delicada situación mantenida por grupos como los inválidos, las viudas y los colonos agrícolas. Estos últimos preocupan, incluso, en términos de supervivencia.4 Sin embargo, la evacuación no se produciría, con la celeridad recomendada por los observadores ni, mucho menos, con la deseada por quienes serían objeto de ella. Además de que debía realizarse procurando no herir la susceptibilidad de las autoridades, el ritmo de la evacuación dependió de factores como la capacidad y prioridades de los organismos de ayuda, las cambiantes políticas de inmigración en los países finalmente receptores y la situación del transporte marítimo durante la guerra. 1. La reemigración Aunque un flujo persistente de salidas rumbo a otras repúblicas americanas acompañó el proceso desde sus inicios, volviendo cotidiano el ver partir pequeños grupos familiares rumbo a La Habana, Curazao o La Guaira, donde podían tomarse otros destinos, después del incidente ese flujo adoptó el carácter de una verdadera política de evacuación en la que participarían Según Gardiner, «el miedo de la censura dominicana retrasó el reporte de Connover [delegado de la AFSC] hasta que regresó a Cuba», C. Gardiner, Loc. cit. 4 Ibídem, pp. 79-84. 3 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 151 20/03/2012 11:59:12 a.m. 152 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos –en una suerte de dinámica de relevo– tanto los organismos de ayuda externos como el propio Gobierno dominicano. El primer organismo actuante fue la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE) que, desde la Ciudad de México, intervino inicialmente en el arribo eventual del contingente del Cuba a Puerto México, Veracruz. Desde octubre de 1940 hasta 1942 (cuando el Gobierno mexicano intervino en su gestión creando la Comisión Administradora del Fondo de Auxilios a los Republicanos Españoles), la JARE fue el principal organismo de evacuación y sustento de los inmigrantes. A mediados de agosto de 1940, la Junta celebró una sesión dedicada «preferentemente... a examinar la situación angustiosísima en que se encuentran los refugiados españoles que el SERE trasladó desde Francia a la República Dominicana». En la sesión fueron puestos en consideración: las comunicaciones cruzadas sobre el particular con Rodolfo Bosch Pearson; el informe de carácter general que suscriben José de Benito, Ramón Solar, Antonio Orallo Sánchez, Alfonso Orallo y cinco más, el dictamen remitido a la Delegación de la Comisión Ejecutiva del P.S.O.E. por el vocal del Comité Nacional del mismo don Ramón Solar; las cartas del ex-ministro don Bernardo Giner de los Ríos, que reside en aquella República y gran número de cartas particulares. Además se oye el informe oral del ex-ministro don Anastasio de Gracia.5 En octubre, la JARE envió a al exministro José Tomás y Piera, para que éste inspeccionase de cerca las realidades del colectivo refugiado. El exministro se entrevistó con las personas a que hace referencia el Acta, realizó un recorrido por las 5 Acta del 3 de agosto de 1940. Debe corregirse a Llorens la afirmación de que el único exministro llegado a Santo Domingo fue Bernardo Giner de los Ríos. También residió allí el exministro Anastasio de Gracia. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 152 20/03/2012 11:59:12 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 153 Colonias agrícolas en compañía del Secretario de la Junta y elaboró un informe en el que sugería que la política de JARE debería concretarse simplemente a evacuar al contingente y a apoyar, mientras tanto, un breve subsidio de carácter general por emigrante. La realización de inversiones reproductivas, como las que efectuaba en México, fue casi inmediatamente desestimada.6 Una lectura al Libro de Actas del organismo deja ver que, entre diciembre de 1940 y mediados de 1942, la JARE evacuó alrededor de 800 personas, la gran mayoría rumbo a México, donde un segmento importante era luego reconducido al campo, dada la presión social que producía ya el exilio en el medio urbano. Es interesante captar los destinos de los que no viajaron a México: Argentina (55); Bolivia (21); Colombia (25); Cuba (8); Chile (9); Ecuador (4); Panamá (58); Perú (7); Venezuela (25). En el mismo 1940, la New World Settlement Funds que dirigía Dos Passos comenzó a organizar una expedición de alrededor de 100 personas al Ecuador, reclutando en su mayoría a anarquistas de las colonias agrícolas de Juan de Herrera y El Llano, como luego lo relatarían José Peirats (más tarde, secretario general de la Confederación Nacional de Trabajadores en el exilio) y Proudhon Carbó.7 La expedición al Ecuador partió a bordo del Lovcen en el mes de enero de 1941, siendo asentadas las 36 familias que integraban el contingente en la Colonia agrícola Simón Bolívar, en las laderas del Pichincha. Acta no. 193, 2 de enero de 1941. La Junta decidió ese día «pagar el pasaje a México a quienes muestren oferta de empleo y acepten residir fuera de la Ciudad de México» y pagar el pasaje a otras repúblicas americanas «a quienes muestren lo mismo». Estableció también entregar un subsidio de 5 dólares mensuales a los jefes de familia en las Colonias agrícolas y de 3.50 a sus dependientes familiares. 7 José Peirats, Estampas del exilio en América. s/f/e-s/e; Proudhon Carbó, Yanga Sácriba. Autobiografía de un libertario. México, Plaza y Valdés, 1991. 6 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 153 20/03/2012 11:59:12 a.m. 154 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos La partida del Lovcen hacia el Ecuador inauguró un sostenido movimiento emigratorio que se mantuvo todo el año, hasta que el ingreso de los EE. UU. a la Segunda Guerra Mundial trajo el escenario bélico a las aguas del mar Caribe, tornando peligrosa la navegación. Con relativa frecuencia la columna «Movimiento del Puerto» del diario La Nación, dio aviso de nutridos embarques de refugiados españoles rumbo a México, vía La Habana, a bordo del vapor Cuba que, incluso, realizó ocasionalmente viajes directos hasta el puerto de Veracruz.8 Se trataba de un flujo cuya manifestación pública inquietaba al régimen, cosa que posiblemente intervino en el silenciamiento de la columna a inicios de 1942. Síntoma de tal inquietud lo fue también la tarea de reporte e intervención indicada a los cónsules dominicanos en Puerto Príncipe y en La Habana, en ocasión de los distintos arribos de españoles embarcados de modo clandestino, como los siete que tuvieron que tocar tierra por agotárseles el combustible en Bas de Terre (Cabo Haitiano), en diciembre de 1940, o los once que, por motivos similares, desembarcaron en Punta Maisí (Cuba), en marzo de 1941, declarándose perseguidos de Falange Española, según anotó la prensa local, incidente que motivó una instrucción directa del presidente al canciller Despradel, indicándole pedir al Ministro dominicano en La Habana hacer frente a ese tipo de declaraciones que «tienden a hacernos aparecer como ligados a la Falange Española, que en los Estados Unidos se tiene como simpatizadora [sic] de los Estados Totalitarios», afirmación que constituye una buena muestra de cómo la presencia de los exiliados tuvo distintos usos en materia de política exterior. Las inquietudes de 1941, se insertaban ya no en los problemas internacionales derivados de la identificación del régimen dominicano con el totalitarismo sanguinario de los Este Cuba no es el que hemos conocido por el incidente, sino uno de bandera cubana que realizaba regularmente el circuito La Habana-Santo Domingo-La Guaira. Núcleos de hasta 80 refugiados viajaron en él. 8 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 154 20/03/2012 11:59:12 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 155 treintas, sino en los de la relación estratégica con los Estados Unidos, el reacomodo de la hegemonía a escala mundial y la importancia de acreditarse ante el Departamento de Estado que dirigía Cordell Hull como un aliado incondicional y confiable.9 La extensión de la guerra a las aguas del mar Caribe en 1942 significó una verdadera contención del flujo emigratorio, agravando las presiones que sufrían los que esperaban ser evacuados. La presencia de la flota submarina nazi –que en ese año hundió embarcaciones dominicanas como el Presidente Trujillo, el San Rafael, La Nueva Altagracia y Carmen– paralizó notablemente el transporte marítimo de pasajeros, encareciendo los costos de una evacuación que debía ahora hacerse por vía aérea. A finales de ese año, la intervención del Gobierno mexicano en las finanzas de la JARE, su disolución y la creación de la CAFARE tornó todavía más angustiosa la situación de quienes deseaban ser evacuados, forzándolos a buscar refugio en las colonias agrícolas donde, aunque se vivía mal, podía vivirse con menos.10 Tras la pausa impuesta por la presencia activa de los U-Boote alemanes en aguas del Caribe, que también eliminaron vapores como el Coamo y el Leiff de bandera aliada, el ritmo de salidas se reanuda con fuerza entre 1944 y 1945, patrocinado fundamentalmente por el American Christian Committee (ACCR). En esos años, el organismo hace salir del país alrededor de 1,181 personas, un segmento importante de quienes permanecían en el país. Buena parte de éstos se dirige a Venezuela, dada la Presidente de la República a Secretario de Relaciones Exteriores, Ciudad Trujillo, 21 de marzo de 1941. 10 Hacia finales de 1942, los fondos de JARE pasan a ser administrados por la CAFARE, que en ese momento decide suspender gastos de viaje para el grupo de Santo Domingo, así como disminuir el número de visados para viajar a México. Véase «Carta de la Comisión Administradora del Fondo de Auxilios a los Republicanos Españoles», diario Democracia, no. 28, [republicano] Ciudad Trujillo, 8 de febrero de 1943. 9 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 155 20/03/2012 11:59:12 a.m. 156 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Interior y Policía. Reporte sobre los 35 refugiados españoles embarcados rumbo a Venezuela a bordo de la goleta La Dominicana rumbo a La Guaira. Fuente: AGN, fondo Presidencia de la República. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 156 20/03/2012 11:59:13 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 157 apertura del gobierno liberal de Rómulo Betancourt de recibir a los refugiados en la República Dominicana (ítem de preocupación adicional para el Gobierno dominicano, dada la antipatía del régimen venezolano), asumiendo parcialmente los costos de transporte y alojamiento.11 En este tramo final de la evacuación intervino activamente el Gobierno dominicano, que desde 1943 presionó la salida de sectores del colectivo refugiado bajo la acusación de difundir ideas ajenas al país y desarrollar actividades «quintacolumnistas». Desde el incidente, un anticomunismo en ciernes comenzó a develarse como política interior del Gobierno dominicano hacia los exiliados, empleándoselo como justificación de distintos actos arbitrarios. No pocos perdieron el empleo bajo la acusación de realizar servicios de espionaje a favor del Eje. Sin embargo, hacia mediados de los cuarenta, al adquirir un perfil más definido el discurso de la seguridad continental y al interesarse el dictador en promover una imagen de campeón del anticomunismo, tales presiones se acrecentaron, convirtiéndose en una suerte de leitmotiv genérico del proceso de evacuación general. Desde inicios de 1944, el Gobierno dominicano puso empeño en hacer salir del país a los refugiados, supervisando, particularmente, el que lo hiciesen los calificados de comunistas o ideológica y políticamente extremistas. En aras de ese empeño, instruyó al encargado del Negociado de Inmigración la confección de un censo general de quienes todavía residían en el país e invirtió, incluso, algunos recursos en la organización de evacuación de contingentes en barcos de matrícula oficial. De modo metódico durante el año 1944 y 1945, el Secretario de Interior y Policía rindió informe directo a la Presidencia de la República de cada acto de salida, fuese individual o colectivo. Cuando era el caso, el reporte remarcaba si entre los emigrantes se encontraban personas identificadas como extremistas en C. Gardiner, La política de emigración..., pp. 84-89. 11 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 157 20/03/2012 11:59:13 a.m. 158 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos alguno de los distintos listados de inteligencia policíaca que se elaboraron en esos años, bajo el influjo y la solicitud de la inteligencia político-policíaca norteamericana. Una labor de esmerado cotejo deja notarse en el fondo de esa actividad burocrática de reportes de salida de refugiados españoles. La información contenida en esos reportes permite conocer el destino de los que abandonaron el país en esos años. Quinientas sesenta y seis personas salieron entre junio de 1944 y diciembre de 1945, dirigiéndose a Venezuela la abrumadora mayoría (85 por ciento). Los restantes viajaron rumbo a México. Asumiendo que todas las salidas quedasen reportadas, ello implicó que el número de los que permanecían en territorio dominicano en 1946 no debía exceder las 500 personas. En tanto ese proceso de evacuación llegó a su fin, los refugiados mantuvieron en el país una vida realmente peculiar en términos de la historia general del exilio español en América Latina. Para la gran mayoría de los llegados, el exilio en la sociedad dominicana fue una experiencia dura que, sin embargo, tenderían siempre a recordar con intensidad y afecto su contacto con el pueblo dominicano, su hospitalidad y el modo en que la experiencia de «los que fueron a Santo Domingo» los distinguía de otros segmentos del exilio español, posicionándolos identitariamente como trayectoria en América. Nunca perdería vigencia para un sector importante de los refugiados el panorama de la situación descrito a las Comisiones Ejecutivas del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por Ramón Solar Pilatti en 1941: Tan sólo diré, resumiendo la inmensidad de aquella tragedia colectiva, que la supervivencia de nuestros compatriotas allí es imposible, entre otras causas, por estas tres elementales: Primera. Porque ni ahora, ni en muchos años, se podrán hallar medios de vida en ciudades ni en el campo, por ser un país pobre en su mayor grado de miseria; incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 158 20/03/2012 11:59:13 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 159 segunda, porque [el progreso] sanitario... se encuentra en la misma situación de falta de profilaxis que en su primera época de colonización y con su terrible clima tropical está haciendo verdaderos estragos en los organismos de nuestros compatriotas... y tercera, porque aún cuando hasta el presente se nos ha respetado, aquél país no merece la menor garantía para la seguridad de nuestros compatriotas, ya que en cada momento están expuestos a las reacciones de simpatía o desagrado de las personas que, sin ningún control ni poder moderador, actúan como absolutos de aquél desgraciado pueblo. En definitiva, que nuestros compatriotas allí recuerdan con nostalgia su situación en los campos de concentración de Francia antes de producirse la hecatombe en este país. Con esto está dicho todo, sin la menor exageración en la comparación.12 En esencia, esa situación de fondo marcó la vida cotidiana de muchos de los que permanecieron en el país hasta que la evacuación pareció arribar a su fin. Aunque no todos se enfrentaron con el arcaísmo colonial descrito por Solar, ni con la imposibilidad de ocuparse en el marco de sus respectivas profesiones, contándose un gran número de trayectorias de adaptación exitosa a la vida dominicana, muchos, en efecto, sobrevivieron en el país en condiciones estrechas, que definieron en gran medida su vida y el carácter de los procesos socioculturales que gestó su presencia en la sociedad dominicana. Informe que Ramón Solar presenta a las Comisiones Ejecutivas del PSOE; UGT y Agrupación de Refugiados Socialistas «Pablo Iglesias», todos residentes en México, sobre la situación de los refugiados españoles en la República Dominicana, principales causas que la motivan y propuesta de medidas que la pueden resolver totalmente o corregir en parte. México, D. F., 12 de marzo de 1941. 12 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 159 20/03/2012 11:59:13 a.m. 160 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 2. El proceso dominicano como historia del exilio español en América ¿Tuvo el capítulo dominicano del exilio español algún carácter histórico y social particular? ¿Es adecuado representarlo como un simple momento de tránsito y reemigración? ¿Qué dinámicas sociales generó su presencia y cómo éstas pautaron la medida y el carácter de sus aportes a la vida nacional? La experiencia dominicana tuvo rasgos que no se hicieron presentes en otras historias del exilio en América. El arraigo forzado en la vida rural, la extrema pobreza, los modos de vida y subsistencia, el carácter de sus vínculos con un poder político que termina asediándolos son, entre otros aspectos, los que ilustran la peculiaridad del capítulo dominicano del exilio español. Como proceso de contacto y recepción cultural, una peculiaridad central de la experiencia dominicana radicó, por un lado, en la amplitud del contacto social en términos del espacio geográfico nacional. Por lo que dejan ver los distintos estudios nacionales, otras historias americanas del exilio se caracterizaron por la concentración del grupo social, que tiende a asentarse, preponderantemente, en ciudades como Buenos Aires, Caracas, Bogotá, México o Santiago de Chile, contrastando con la relativa dispersión del caso dominicano. Por el otro, también forman parte de esa peculiaridad los alcances innovadores que representó su presencia en términos de las instituciones y la vida cultural local. 2.1 La vida de los exilados españoles en la campiña dominicana Instalados de modo improvisado en las Colonias agrícolas del Estado dominicano durante el proceso de llegada, muchos refugiados hubieron de permanecer precariamente en ellas incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 160 20/03/2012 11:59:13 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 161 hasta el momento de ser evacuados, reduciéndose su contacto con la sociedad dominicana al sólo tránsito por el mundo rural, como momento en el trayecto que los llevó de la Francia ocupada a las sociedades donde se asentarían definitivamente al abandonar el país. La vida de los refugiados en la campiña dominicana es poco conocida, tanto por la ausencia de fuentes suficientes para su reconstrucción como por el énfasis analítico puesto por los académicos en el estudio de las manifestaciones culturales urbanas. La vida en las Colonias quedó descrita en relatos literarios de la época, como Blanquito, de Mariano Viñuales (que discurre en la Colonia de El Llano, cercana a la frontera con Haití), Medina del Mar Caribe, de Eduardo Capó Bonnafous («semi-novela» referida a la de Medina –luego llamada Villa Silveria, en honor de la familia Trujillo– cerca de San Cristóbal), y en uno que otro segmento biográfico aparecido posteriormente.13 En el terreno académico, sólo Natalia González Tejera ha realizado un esfuerzo de reconstrucción serio, resultando lo más frecuente contar sólo con descripciones genéricas sobre el exilio rural de los llegados.14 La política de asentamiento agrícola seguida por la Junta Pro-Inmigración Española tuvo los caracteres de caos e improvisación antes descritos. Se gestó bajo la impronta política y Eduardo Capó Bonnafous, Medina del mar Caribe. Costa-Amic, México, 1965; Mariano Viñuales, Blanquito. Humanidad, México, 1943; Severino Campos, Una vida por un ideal. Grupo Cultural Hij@s del Pueblo, Primera Edición Virtual, 2006; Antonieta Jarne, «Geografías familiares durante la dictadura franquista: exilio, clandestinidad, prisión». Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea. no. 8, 2008, en: http://hispanianova. rediris.es. En su día, Fidel Miró Solanes tuvo la generosidad de darme a conocer el manuscrito que preparaba sobre la vida rural en la Colonia El Llano. Compañero allí del propio Viñuales, ignoramos si alcanzó a publicarlo antes de su deceso en 1998. Se le citará más adelante. 14 Natalia González Tejera, «Las colonias de refugiados españoles...» en El Exilio republicano español..., pp. 79-100. 13 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 161 20/03/2012 11:59:13 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 162 Origen (a) 35 13 14 16 36 13 116 98 05/1940 (b) 23 28 38 41 34 47 126 54 10/1940 (c) 21 19 136 121 37 51 103 71 12/ 1940 (a) 23 21 124 120 43 60 78 72 63 31 120 120 40 03/1941 (d) 1 55 14 2 21 05/1944 (e) Fuente: (a) R. Bosch, Memoria que al Honorable Secretario...; (b) Informes Junta Pro-Inmigración Española; (c) N. González, «Las colonias de refugiados españoles...»; (d) C. Gardiner, La política de inmigración...; (e) Listado Negociado de Inmigración, 1944. San Rafael de El Llano Medina Pedro Sánchez Juan de Herrera Constanza Villa Trujillo Libertador La Cumbre Colonia Cuadro 7 Asentamientos españoles en Colonias agrícolas 1939-1944 162 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:13 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 163 social de descomprimir el problema urbano y operó tanto por exhorto a los hacinados en las ciudades como por compulsión, en el caso de los embarques trasladados directamente al campo desde el puerto de llegada. Los reportes de labor elaborados a lo largo de 1940 por el enigmático Rodolfo Bosch Pearson, secretario de la Junta, permiten reconstruir mejor el número, la disposición y la historia fundacional de los asentamientos rurales. El Cuadro no. 7 permite apreciar la evolución demográfica de las distintas colonias entre 1939 y 1940. Con excepción de El Llano y Medina, que fueron establecidas en diciembre de 1939, las restantes colonias se fueron formando sobre la marcha de los meses que corren entre enero y junio de 1940. Es claro en los datos de ese cuadro, el proceso inmediato de abandono que se produce desde las colonias situadas en la frontera con Haití (El Llano y Libertador), que un año más tarde se ven menguadas, al grado de desaparecer la primera. Por el contrario, las situadas en el Este, como Pedro Sánchez y Villa Trujillo, tienen un crecimiento sostenido y relativamente estable hasta, por lo menos, 1942. El caso de Pedro Sánchez queda posiblemente subvaluado en el cuadro, pues los registros del Censo de Cédulas de Identidad antes citado indican que 194 personas vivían allí en 1940. Las colonias implantadas en climas de montaña más benignos, como Constanza, La Cumbre y Medina se mantienen también relativamente estables, con tendencia al crecimiento. La documentación emitida por Rodolfo Bosch desde su oficina en la recién inaugurada Granja Ramón Cáceres de la Secretaría de Estado de Trabajo y Agricultura en Haina, es interesante en tanto descripción de las dimensiones rurales del refugio y el carácter de los espacios en que se alojó a los inmigrantes. Primero en calidad de Secretario General de la Junta Pro-Inmigración (tras la declinación de los primeros notables españoles, sustituidos por funcionarios del SERE), luego como Agente Especial al servicio del Secretario de Estado (una vez incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 163 20/03/2012 11:59:13 a.m. 164 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos desaparecida de facto la Junta), los reportes que elaboró quincenalmente entre mayo de 1940 y junio de 1941 combinan la descripción logística del proceso de implantación con la descripción política del proceso de los refugiados. Un censo levantado en las Colonias en mayo de 1940 nos pone al tanto de emplazamientos sobre los que poco se ha hablado, como el de la Granja Generalísimo, en San Francisco de Macorís, adonde llegaron figuras insignes en la historia de este exilio como Constancio Bernaldo de Quirós, Carlos González Sanz, Antonia Blanco y otros más entre los que llegaron por conducto del Comité Británico de Ayuda a España. Integrada a la cabecera comunal, a los asentados en la Granja no se les computó nunca como colonos agricultores. Allí vivían 72 personas en mayo de 1940. O nos refiere algunos otros relativamente peculiares: Finca de don Apolinar Casado; Finca de B. Castillo; una Finca de Hato Mayor; Finca Abut; Colonia Agrícola de Jumunucú; entre otros. En esos espacios, que parecen constituirse por efecto de relaciones fundadas en el genuino deseo de auxiliar a los llegados, como podría ser el caso de la Finca de Hato Mayor cuyo dueño probablemente fuese el abogado Heriberto Núñez, gran amigo de los llegados. También se trata en ellos sobre casos absolutamente fallidos de asentamiento productivo, como el de la Colonia Pesquera de Sabana de la Mar, donde apenas tres personas radicaron gestionando alguna pesca a bordo de la goleta Antorcha, adquirida por la JPE con el objeto de fomentar la «pesquería». En general, en todas llegaron los españoles a practicar la agricultura, aunque ésta sólo consistiera en pequeñas huertas de traspatio, como en La Cumbre. En Juan de Herrera se produjo arroz y maní, lo mismo que en El Llano, del cual logró Fidel Miró marchar a México con el ingreso que obtuvo sembrando arroz.15 En la de Libertador, anexa al pueblo de Dajabón, Entrevista al señor Fidel Miró... 15 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 164 20/03/2012 11:59:14 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 165 apenas comenzaron los colonos a animar la construcción de un canal de riego cuando el clima extremoso y la ausencia de fuentes de empleo los obligaron a dispersarse por el resto de la isla. En Constanza, más propia para el tipo de cultivos conocidos en Europa, también obtuvieron algún éxito en la siembra de el ajo y la papa. El las del Este (Villa Trujillo y Pedro Sánchez) usualmente sembraron maní, producto en el que recibían algún asesoramiento de parte de la compañía productora de aceite que por entonces comenzaba a levantarse. Sin embargo, muchos subsistieron en el campo con las pequeñas sumas que recibían de los organismos que fueron en su auxilio, o se dedicaron a ofrecer sus servicios en villas y pueblos aledaños, como tenedores de libros, agentes mercantiles, docentes, entre otros. En materia de vivienda, la situación de los refugiados en las colonias fue en extremo precaria, según permiten desprenderlo tanto los testimonios vitales recabados como el informe ya citado de la Junta Pro-Inmigración Española. En éste se consigna el número de casas construidas en cada una de ellas: Pedro Sánchez (11), Villa Trujillo (20), Medina (20), La Cumbre (20), Libertador (12), Juan de Herrera (20). En Pedro Sánchez y Villa Trujllo se acondicionaron, adicionalmente, algunos galerones; dos en la primera, uno en la segunda. No resulta difícil imaginar las condiciones de hacinamiento en las viviendas cuando se considera poblaciones que rebasaron, coyunturalmente las 200 almas (como en Libertador y Pedro Sánchez). Como sucedía en San Francisco de Macorís con la Granja Generalísimo, se produjo muchas veces una asociación pueblocolonia que derivó ciertos procesos de influjo cultural, como en Dajabón y San Juan de la Maguana. En Dajabón residían en mayo de 1940 un total de 130 españoles refugiados; en San Juan de la Maguana tendieron a permanecer muchos de los destinados a Juan de Herrera. Pedro Sánchez fue la Colonia Agrícola donde los españoles lograron mayor y más largo desarrollo. Establecidos en enero incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 165 20/03/2012 11:59:14 a.m. 166 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de 1940, el núcleo de colonos se mantuvo agrupado alrededor de dos años, gestando iniciativas culturales que alcanzaron gran difusión en poblaciones vecinas del Este de la isla, como El Seibo, San Pedro de Macorís, La Romana, Higüey y San Rafael del Yuma, además, claro, del vecino Hato Mayor. En la Colonia residían en agosto de 1940, 2,007 habitantes, de los que 290 eran españoles. Una media de ciento cincuenta personas residieron allí, organizadas colectivamente en 3 núcleos de afiliación política: la Hacienda España y la Cristóbal Colón, de predominio comunista, en tanto los cenetistas y socialistas fundaron la Hacienda Antillas.16 Los tres agrupamientos emprendieron explotaciones colectivas dedicadas al cultivo de maní, cebolla y papa. Realizaron trabajos de canalización de riego, cría de aves de corral y roturaron, ocasionalmente, sus terrenos con empleo de tractor. En el aspecto productivo era, por decirlo así, la perla del experimento de colonización con refugiados españoles, dedicándole la prensa nacional reportajes como el antes citado. La colonia formó en diciembre de 1940 el Club Hispano-Dominicano, una iniciativa de acción cultural que contó con escuela propia (la primera que tuvieron los colonos dominicanos allí asentados), con equipos deportivos y con un cuadro teatral que alcanzó cierto éxito al presentar sus obras en las ciudades del Este. Pueblos como El Seibo recibieron un notable influjo cultural de parte de los colonos, de donde salieron quienes fundarían luego allí el Instituto Hostos, primer centro de enseñanza normal en su historia. Dirigido por José Alcobé Biosca, el Instituto Hostos gestó una actividad de difusión cultural relevante, en Desde Pedro Sánchez salieron hacia España importantes cuadros políticos del Partido Comunista de España, con el objeto de recomponer la organización interna. El señor José Farreras sostiene que un segmento relevante de la dirección central del PCE estuvo en Pedro Sánchez y que desde allí regresaron a la lucha clandestina en España «figuras como [Manuel] Asarta, [Jesús] Larrañaga, [Jaime] Girabau, [José] Diéguez, etc.». Entrevista al señor José Farreras Borull... 16 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 166 20/03/2012 11:59:14 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 167 la que frecuentemente disertaron sobre la guerra mundial los de Pedro Sánchez. Estos escribieron, incluso, sobre esos temas en las páginas del semanario local, El Génesis. Pedro Sánchez incidió en la percepción política de la población del este en relación con el tema de la guerra europea. En la propia colonia, a través de su «periódico hablado» y de sus actos culturales.17 En pueblos y ciudades vecinas con su presencia en ateneos, fiestas patronales, y veladas teatrales. En esencia, la posición de los colonos tendió a contrarrestar las simpatías que localmente encontraba el avance alemán, como lo declaró el propio semanario El Génesis en su emisión del 13 de septiembre de 1941.18 Como en Pedro Sánchez, también los refugiados en Villa Trujillo impactaron la vida cultural del rústico poblado de Sabana de la Mar, al desarrollar el grupo cultural Iberia que desplegó diversas actividades en la región. Sin embargo, aunque sólo la labor de los de Pedro Sánchez y Villa Trujillo proyectase ecos en la prensa capitalina, muchos pueblos contiguos a las colonias recibieron de ellas alguna forma de influjo cultural. La exasperante situación económica Según una publicación del Club Hispano-Dominicano «El Club tiene un periódico hablado, escrito a mano, que aparece tres veces por semana. «LA VOZ DE PEDRO SÁNCHEZ» es el primer periódico de la Colonia y el primer periódico hablado de la República [...] El periódico lleva dadas 120 emisiones [...] Contiene variada información. Sus secciones «Agrícola» y «De puerta en puerta» reflejan la vida y el trabajo de los colonos dominicanos y españoles. Completan el periódico otras secciones como «El mundo en dos minutos», con noticias del extranjero». Como puede comprenderse, el «periódico» suponía una actividad colectiva de comunicación e información de carácter oral que involucraba tanto a españoles como a dominicanos. Ver: Españoles en Pedro Sánchez. Publicación del Club Hispano-Dominicano, Ciudad Trujillo, Talleres Pol Hermanos, 1941. 18 Es interesante notar el cambio de criterio que induce la presencia de los colonos de Pedro Sánchez en el sentido cotidiano de los poblados del Este. Sobre el papel de los colonos en la vida política de El Seibo, véase el editorial «Equivocados» del semanario El Génesis, 13 de septiembre de 1941. 17 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 167 20/03/2012 11:59:14 a.m. 168 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de los colonos los llevó a tratar de obtener ingresos mediante diversos tipos de iniciativas, de orden cultural la mayor parte de ellas, cosa que innovó la vida cotidiana de esos apartados rincones dominicanos. Junto con la enseñanza en instituciones propias y en instituciones dominicanas, la enseñanza a domicilio fue una estrategia usual en el éxodo paulatino de los asentados como colonos agrícolas. En unión con Fidel Miró y José Jiménez, Mariano Viñuales estableció una escuela de enseñanza elemental y secundaria en Las Matas de Farfán, donde los tres docentes anarquistas se dedicaron a impartir clases de regularización a alumnos, incluidos algunos en sus domicilios particulares. Eventualmente, José Jiménez Millares se trasladaría junto a su esposa, Luisa Recio, a la población de Navarrete donde establecerían el Instituto Iberia, plantel que continuaría funcionando hasta el presente en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Cómo Miró, Jiménez y Viñuales, que partían cada cierto número de días a Las Matas de Farfán desde El Llano, otras colonias irradiaron también ese tipo de actividad domiciliar docente. El Instituto Dominico Español que estableció en Dajabón Dolores de los Ríos; la Escuela de Pintura de Pedro Bargalló, en San Juan; la Compañía artística escolar de Manuel Calvo en Montecristi, no rebasaron el marco del propio domicilio del docente, o de algún espacio particular que le era facilitado con ese fin. También partieron desde colonias bastantes profesores con el fin de emplearse en instituciones de enseñanza dominicanas. Ángel Rayo del Campo y Manuel Calvo, por ejemplo, se movieron desde Libertador, en Dajabón, rumbo a Montecristi, donde laboraron en la escuela Normal.19 O tomaron rumbos distantes, como Francisco Querol y otros maestros radicados en Pedro Sánchez, que se mudaron a Puerto Plata para laborar en el plantel que inauguró allí un señor apellidado Entrevista al ingeniero Ángel Rayo del Campo... 19 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 168 20/03/2012 11:59:14 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 169 Paieowonski.20 O como Ramón Costa Jou, que desde la Granja Generalísimo (San Francisco de Macorís) se trasladó a la escuela particular del Central Romana, donde laboró cerca de un año hasta emigrar a la capital, donde impartió clases particulares a los hijos de un empresario de la vieja colonia española.21 Planteles establecidos por quienes radicaban en Colonias como espacios aparte existieron en El Seibo, Hato Mayor, Salcedo y La Romana. Se trató de proyectos que rebasaron los dos años de existencia y en los que laboraron típicamente varios docentes españoles, como en el caso del Instituto Escuela Cervantes, de Tiburcio Millán, en La Romana, que llegó a emplear a seis. Varios se contrataron como contables y tenedores de libros mercantiles en explotaciones agrícolas y comercios circundantes a las colonias. En general, el extendido dominio de la escritura y el cálculo entre los refugiados les permitió ocupar ese tipo de posiciones. Francisco Querol laboró junto con Manuel Periañez en Yásica como contadores del depósito de tabaco del señor Oquet. Hilario Caloto Fernández, también se mudó desde Pedro Sánchez al Central Romana para encargarse de las cuentas de la planta de energía.22 También es digna de mención las trayectorias seguidas por los médicos en el marco de las colonias y, en general, el influjo que desplegó desde ellas este núcleo profesional. Residente en El Corral de los Indios (como llamaban los españoles a Juan de Herrera), el doctor Edmundo Narro curó «los frecuentes heridos por arma blanca que arrojaban las fiestas [rurales]» en el dispensario de San Juan de la Maguana, donde también se le recuerda como médico obstetra, giro en Entrevista al señor Francisco Querol Amorós, ciudad de México, 5 de septiembre de 1989. 21 Entrevista a Ramón Costa Jou. PHO/10/84. 22 Entrevista al señor Hilario Caloto Fernández, México, 9 de julio de 1989. 20 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 169 20/03/2012 11:59:14 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 170 Instituto Iberia Compañía Escolar de Variedades «La Farándula» Escuela de Pintura Academia Comercial Roseta Colegio España Instituto Mercantil Comercial Escuela de Declamación Navarrete Escuela Normal Escuela Normal Escuela Normal San Cristóbal San Juan de la Maguana San Francisco de Macorís * Los refugiados fungen solo como docentes. Fuente: Elaborado por JBAGR. Escuela Normal Montecristi San Francisco de Macorís Salcedo San Juan de la Maguana Declamación Técnica Expresión artística Dibujo y pintura Primaria, Comercio Primaria Primaria Primaria y Secundaria Nivel de enseñanza Primaria elemental Enseñanza Normal Primaria elemental Primaria y secundaria Enseñanza Normal Enseñanza Normal Enseñanza Normal Enseñanza Normal Escuelas dominicanas (sin nombre) Las Matas de Farfán Montecristi Nombre Instituto Domínico Español Instituto Hostos Hacienda España Instituto Escuela Cervantes Población Dajabón El Seibo Hato Mayor La Romana Escuelas españolas Cuadro 8 Ricardo Pons Manuel Cluet Luis Leal Manuel Calvo, Ángel Rayo Manuel Calvo Pedro Bargalló José Abella Gregorio Salanova Carlos González Sanz, María A. Burrell Emilio Aparicio Tiburcio Millán Mariano Viñuales, Fidel Miró, José Jiménez José Jiménez Director Dolores de los Ríos José Alcobé Actividades de enseñanza en pueblos aledaños a las colonias agrícolas 170 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:14 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 171 el que llegó a instalar una clínica. Otro notable doctor lo fue Pedro Vallina, el afamado médico anarquista llegado a Dajabón, en cuyas inmediaciones realizó una encomiable labor de asistencia a las clases populares, tratando palúdicos y tuberculosos. Reconocido en España por sus ideas sobre el deber de asistir gratuitamente a los necesitados, este médico libertario proseguiría luego en México una profunda labor de profilaxis entre indígenas del estado de Oaxaca, habiendo hoy en Santo Domingo quienes recuerdan con honda gratitud su actitud humanista y desprendida. En el relato «El doctorcito», Fidel Miró refleja el carácter del influjo rural de los médicos al narrar la historia de «Alfredo», un galeno madrileño instalado en la colonia agrícola de El Llano. Con estudios truncados por la guerra, donde había laborado como voluntario, éste Alfredo (¿González Gil-Roldán?, ciertamente dado de alta en la colonia) llega a hacerse tan famoso entre los campesinos de las secciones aledañas (a los que, por igual, curaba de heridas producto de riñas) que un día la autoridad comunal le hizo llegar en donación el instrumental mínimo para establecer un dispensario. El Doctorcito se vuelve entonces leyenda al casarse con una mulata y tomar la grave decisión de permanecer residiendo en El Llano tras la partida de sus últimos compañeros de exilio en 1943.23 Hemos tendido a pensar que 1941 marca una suerte de frontera en la vida de las colonias, cosa que es parcialmente cierta y que merece revisarse. En efecto, las últimas notas de prensa sobre Pedro Sánchez datan de mediados de ese año, cuando ciertos conflictos internos sobre la distribución de las ayudas que impartía la JARE enfrentaron a prietistas y comunistas, haciendo nuevamente trascender a la vida pública el penoso subsistir de los refugiados en ellas. Como tema de demostración de la política agrícola, las colonias desaparecieron de las columnas del diario La Nación mucho antes. Fidel Miró, El doctorcito, relato, mecanuscrito, México, 1989. 23 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 171 20/03/2012 11:59:14 a.m. 172 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Las colonias decayeron, ciertamente, desde los días del incidente, cuando la Junta Pro-Inmigración fue desentendiéndose progresivamente de entregar los breves auxilios productivos y pecuniarios que suministraba. Sin embargo, obvios motivos pudieron silenciar los modus vivendi que comportaba la permanencia de los llegados en ellas y el angustioso discurrir de los días que enmarcaba el lento proceso de evacuación. Todavía a mediados de 1942 seguían arribando al despacho del exrector Julio Ortega Frier cartas de solicitud de empleo desde las Colonias,24 lo mismo aun en 1944 recibía el presidente Trujillo solicitudes de apoyo humanitario desde colonias como Libertador, Tordesillas, Arregui y Loriente donde los colonos aprovechaban la ocasión para manifestar su adhesión a la conmemoración del Centenario de la Independencia.25 Antonio Mediavilla, José Benita y Francisco Querol recuerdan que, cuando dejaron el país en 1945, en Pedro Sánchez residía todavía un tal Meléndez, casado con Tatica, su mujer dominicana.26 Como «el doctorcito» Alfredo, el referido Meléndez había resuelto apartarse de las rutas de emigración seguidas por sus compañeros para permanecer en una vida rural a la que había logrado asimilarse. Quizás también como éste, Meléndez creyese que allí «entre esta gente, tan miserable en todos los órdenes, y también, empero, tan humilde, tan noble y generosa» se encontraba mejor, editando –por caminos inesperados y humanamente trascendentes– el resultado final de arraigo que formalmente perseguía la política inmigratoria.27 Enrique Pérez a Julio Ortega Frier, [Colonia] Pedro Sánchez, 10 de marzo de 1942. 25 Luis Tordesillas, Félix Arregui y Luis Loriente a Rafael L. Trujillo, Colonia Libertador, Dajabón 21 de enero de 1944. 26 Entrevista a los señores Francisco Querol Amorós, José Benita y Antonio Mediavilla, ciudad de México, 10 y 15 de septiembre de 1989. 27 F. Miró, El doctorcito..., p. 3. 24 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 172 20/03/2012 11:59:15 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 173 2.2 Los refugiados en las ciudades La vida de los refugiados en las ciudades puede conocerse mejor. En ellas, los llegados desplegaron una extensa y variada gama de actividades que impactaron sensiblemente múltiples ámbitos de la vida dominicana. Sus hechos quedaron registrados en la prensa nacional, permitiéndonos, hoy, reconstruir aspectos de su dinámica como proceso sociológico. Cultura de élite y cultura mundana sufrieron un hondo impacto con la llegada del exilio al espacio citadino de la vida dominicana. Con ellos llegó, como fenómeno más o menos masivo, la conciencia modernista en artes plásticas, la música sinfónica y la declamación, ámbitos en donde se gestaron circuitos de consumo cultural cuya huella permite reconstruir con mayor detalle aspectos del fenómeno colectivo. Además, fue en las ciudades donde los grupos exiliados alcanzaron a gestar estructuras colectivas e institucionales propias (clubes, asociaciones, medios impresos, entre otras) que produjeron también un cierto acervo documental útil para la reconstrucción social del colectivo inmigrado, sus modos de vida y sus procesos de inserción y reemigración. A las ciudades llegaron los refugiados tanto por vía libre (los desembarcados hasta diciembre de 1939) como compulsiva (los ubicados directamente desde el puerto cuando inició la política de descompresión de la ciudad de Santo Domingo). Santo Domingo, San Pedro de Macorís, La Vega, San Francisco de Macorís y Santiago de los Caballeros constituyeron los escenarios urbanos donde la presencia del exilio tuvo matices más diversos y duraderos. En ellos, los inmigrantes encontraron mejores condiciones para el arraigo en la sociedad dominicana, así éstas fuesen muchas veces precarias. Otros pueblos, en realidad todavía bastante rurales, como Dajabón, Montecristi, San Juan de la Maguana, La Romana o Sabana de la Mar, representaron, a lo más, espacios de tránsito en la ruta a la reemigración. Sin duda, vivieron un impacto con su llegada, incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 173 20/03/2012 11:59:15 a.m. 174 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos como Dajabón, que con sus 1,600 almas amaneció un día invadido por cientos de españoles. O San Francisco de Macorís, Hato Mayor y San Juan de la Maguana, que también testificaron el arribo de contingentes que permanecieron durante semanas en ellos, mientras esperaban tanto el asentamiento definitivo en las colonias agrícolas aledañas, como la llegada de señales positivas para la reemigración a otros puntos de la república o del exterior. Por ser el núcleo urbano más complejo, en todo momento fue la ciudad de Santo Domingo la que albergó al mayor número de exiliados. En escala descendente siguieron luego San Pedro de Macorís, La Vega y Santiago, correspondiéndole a otros poblados menores del Cibao y del Este dar cabida a grupos de algunas pocas decenas de personas. Según el censo basado en los registros del Negociado de Inmigración, durante 1940 la capital concentró al 48% de los refugiados, siguiéndola en importancia San Pedro (8 por ciento), La Vega (6.5 por ciento) y Santiago (2 por ciento). Sin embargo, el censo referido daba solo una visión aproximada, por no poseer cédulas de identidad todos ellos. Según el censo elaborado hacia 1944, la distribución geográfica de las 1145 personas en él consignadas era la que muestra el Cuadro no. 9 donde, como puede verse, la práctica totalidad del colectivo radicaba entonces en contextos urbanos. La ciudad de Santo Domingo seguía siendo el punto de concentración indiscutible, sin embargo otras, como Santiago y Puerto Plata daban signos de haber incrementado sus comunidades. Resulta interesante apreciar el modo en que se distribuían por la ciudad los refugiados residentes en Santo Domingo. Según el Censo levantado en 1944, cerca del 70 por ciento de las 657 personas domiciliadas allí, radicaba en viviendas particulares, hoteles y pensiones ubicados en el marco de la ciudad colonial, hecho que hubo de implicar un verdadero acontecimiento urbano. Sólo las calles de Isabel La Católica, Arzobispo Meriño, José D. Alfonseca y La Mercedes sumaban 127 refugiados. El resto se distribuía entre los barrios de San Antón, Villa Duarte y Gazcue. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 174 20/03/2012 11:59:15 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 175 Cuadro 9 Distribución de los refugiados por lugar de residencia (1944) Ciudades Santo Domingo Santiago San Pedro de Macorís Dajabón La Vega Puerto Plata San Francisco de Macorís San Juan de la Maguana La Romana Subtotal Colonias agrícolas Pedro Sánchez Villa Trujillo Juan de Herrera Subtotal Total Número 657 95 74 59 53 40 36 22 13 1,049 55 21 14 1,145 Porcentaje 57.3 % 8.2 % 6.4 % 5.1 % 4.6 % 3.5 % 3.1 % 1.9 % 1.1 % 91.2 4.8 % 1.8 % 1.2 % 7.8 % 99.7 % Fuente: Elaborado por JBAGR. Es prácticamente imposible valorar estadísticamente la vida laboral que tuvieron los refugiados radicados en las ciudades. Hasta 1944, los extranjeros no estuvieron obligados a declarar bienes y ocupaciones y, al entrar en vigor ese año la ley que lo exigía, pocos fueron los refugiados que alcanzaron a declararlo por hallarse ya en pleno proceso de reemigración. En cualquier caso, labores característicamente urbanas de éstos fueron la enseñanza, los medios de comunicación, el servicio público y el comercio. A la docencia se incorporaron muchos, lo mismo como mentores a domicilio que como docentes en planteles dominicanos y en instituciones creadas por ellos. Alrededor de sesenta profesores españoles laboraron en sus propias escuelas. Típicamente, se trató de equipos de cuatro o seis personas (a veces menos) que instalaron centros docentes tanto en Santo Domingo como en ciudades medianas del interior como Moca, La Vega, San Francisco de Macorís, Santiago, Puerto Plata y San Pedro de Macorís. Los planteles españoles en la ciudad de Santo Domingo fueron algo mayores, como el del incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 175 20/03/2012 11:59:15 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 176 Fuente: Elaborado por JBAGR. Primaria elemental Instituto Luis Vives Puerto Plata Primaria y Secundaria Moca Primaria elemental Primaria, Secundaria, Especial Primaria elemental Pintura La Vega Primaria y Secundaria Actuación y declamación Santiago Secundaria, Vocacional Primaria superior Primaria superior Estudios comerciales San Pedro de Macorís Primaria elemental Maternal-Secundaria, Normal Primaria, Secundaria, Normal Maternal-Secundaria Primaria Economía y administración Teatro y declamación Santo Domingo Instituto Escuela Hispano-Americano Instituto de Prácticas Psicopedagógicas Nueva Institución de Cultura Colegio Padre Las Casas Escuela de Dibujo y Pintura Nuevo Instituto Escuela Cervantes Escuela de Arte Dramático Instituto de Estudios Técnicos (nombre desconocido) Academia Benefactor Academia Comercial Antillana Colegio Sagrado Corazón de Jesús Instituto Cristóbal Colón Instituto Escuela Juan Pablo Duarte Instituto Escuela Escuela Española Escuela Superior de Ciencias Económicas Sociedad de Arte Dramático Instituciones Españolas Cuadro 10 Actividades de enseñanza en ciudades Francisco Querol Francisco Ruiz N. Giralt José Bárzana Felipe Gallego «Shum» José Rivero Carola Yonmar Joaquín Hurtado Luis Espinal Lorenzo Berdala Ángel Pingarrón Enrique Darnell Juan Pablo García José María Casasas Guillermina Medrano Jesús Abadies José Sorribes Maruja Fernández 176 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:15 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 177 colegio Cristóbal Colón, que ocupó cerca de veinte profesores en la enseñanza de un diversificado currículo, o el del colegio Juan Pablo Duarte, donde laboraron doce. En instituciones de enseñanza dominicanas logró insertarse un buen número, sobre todo en instituciones de nivel superior, como las Escuelas Normales o la Universidad, donde contribuyeron notablemente al clima intelectual en que se desenvolvían. En la enseñanza primaria privada posiblemente se insertasen algunos, pero en la pública parecen no haber tenido participación, por tratarse de puestos sumamente competidos dentro de los procesos clientelares desatados por el trujillismo. Debe señalarse, en primer término, la veintena que laboró en la Universidad de Santo Domingo, en su mayoría ejerciendo como catedráticos.28 También los ocho o diez adscritos a Escuelas Normales en las ciudades de Barahona, Santiago, San Pedro y Santo Domingo (en sus dos planteles). Otro grupo menor, se insertó en institutos técnicos comerciales, como el García y García (donde enseñó Poncio Sabater, luego profesor de tantas generaciones de bachilleres dominicanos), que era particular, o en planteles oficiales de reciente creación, como la Escuela de Contadores Públicos y la Escuela de Administración y Contabilidad (la última, fundada por uno de ellos, el abogado José Sorribes Soler). También laboraron en la creación de planteles oficiales de formación especializada, como la Escuela Diplomática y Consular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la de Administración y Contabilidad, adscrita a la Secretaría de Tesoro y Comercio (que se abocaban a la formación del funcionariado del Estado), el Conservatorio Nacional de Música y Declamación, la Escuela Nacional de Bellas Artes y el Teatro-Escuela de Arte Nacional, espacios en los aportaron su trabajo como diseñadores y docentes. Ver Anexo 1. 28 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 177 20/03/2012 11:59:15 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 178 Fuente: Elaborado por JBAGR. Escuela Normal Julia Molina Azua Miguel Ángel Morales Barahona Escuela Normal Malaquías Gil Arantegui, Francisco Acacio Martínez Puerto Plata Escuela Normal Manuel Pumarega García San Cristóbal Escuela Normal Benefactor Luis Leal Crespo, Pilar Munarriz de Leal San Francisco de Macorís Ricardo Pons Rubio, Carlos González Sanz, Ulpiano Escuela Normal Díaz Herrero San Juan de la Maguana Manuel Cluet, José Bellosta Otín, Eduardo Fajardo Escuela Normal Suárez San Pedro de Macorís Lorenzo Berdala, Ángel Pingarrón, José Mataix, Escuela Normal Superior Encarnación Funcia Armenteros Liceo Secundario José Joaquín Pérez Miguel Anglada Santiago de los Caballeros Escuela Normal Francisco U. Espaillat Claudio Fournier, Juan Mascaró, José Rial Santo Domingo Instituto Comercial García y García Poncio Sabater Escuela de Contadores Públicos Ricardo Martín Escuela de Enfermería de la Cruz Roja Dominicana María Canals de Junyer Escuela Industrial de Señoritas María Díaz del Solar Escuela Normal de Señoritas Fernando Sainz, Vicente Llorens Escuela Normal Superior Federico Izquierdo, Manuel Cluet Conservatorio Nacional de Música y Declamación Maruja Fernández, Félix Gordillo, Alfredo Matilla Teatro-Escuela de Arte Nacional Antonia Blanco, Emilio Aparicio Escuela Nacional de Bellas Artes Manolo Pascual, Josep Gausachs, José Almoina Escuela Diplomática y Consular de la República Alfredo Matilla, José Almoina, Segundo Serrano, Dominicana * Jesús Galíndez Escuela de Administración y Contabilidad ** José Sorribes Cuadro 11 Docencia en instituciones superiores dominicanas 178 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:15 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 179 No pocos trabajaron simultáneamente en dos o más de las instituciones superiores señaladas, cosa que no impide afirmar que el listado total de quienes ejercieron funciones en esas instituciones debe contener no menos del medio centenar de personas. Como tutores privados muchos encontraron un empleo más o menos estable. Más allá del conocido caso de José Almoina Mateos, instructor personal de Ramfis Trujillo, hay testimonios del desempeño ocasional de los refugiados en ese tipo de tarea. Algunos refieren haber preparado pedagógicamente a jóvenes de la élite burocrática y de la vieja colonia empresarial española, que veía en ellos no sólo un buen nivel de preparación sino ciertos atributos raciales deseables. Fue el caso del ya señalado Ramón Costa Jou, que durante tres años impartió clases particulares a los hijos de un empresario de la vieja colonia hispana pues éste no «quería que sus hijos [...] tuvieran contacto con los dominicanos, por cuestiones de raza».29 Cursos de profundización de conocimientos para la preparación de exámenes oficiales proporcionaron la materia a la que varios se dedicaron. Incluso algunas mujeres contratadas como cocineras en domicilios de la vieja colonia hispana, extendieron sus labores a la crianza de menores. Este tipo de actividad docente puede hallarse subvalorado, pues es un aspecto que aflora frecuentemente en las personas que se ha entrevistado.30 Los medios de comunicación constituyeron un espacio del que dependieron muchos, fuese como colaboradores pagados Entrevista a Ramón Costa Jou… No han sido citados, por ejemplo, los casos de Manuel Barberán, Cristina Ulibarri, Poncio Sabater y Amelia Quintana, que fueron también tutores privados en domicilios de la élite burocrática y empresarial. Otros casos de desarrollo como tutores privados los brinda el artículo de María Molina, «Republicanos españoles en el Caribe y en México. Tres naciones, tres momentos, un mismo exilio», en Claudio Lozano, El exilio pedagógico, ed. 1939, Barcelona, Cooperativa Universitaria Sant Jordi, 1999. Entrevista a la señora Mercedes Sabater de Macarrulla, Área de Fuentes Orales, AGN. 29 30 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 179 20/03/2012 11:59:15 a.m. 180 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de la prensa diaria y periódica dominicana, como operarios técnicos en su producción o como impulsores de proyectos editoriales propios. Una larga lista de refugiados alcanzó a dejar huella en los medios impresos de esos días, revelándonos el profuso influjo cultural que pudo tener su presencia en la vida de los lectores dominicanos. Al respecto, resultan particularmente cortas las referencias que brinda en Memorias de una emigración Vicente Llorens sobre colaboración de los llegados en los medios impresos dominicanos, ya que sólo alcanza a consignar una treintena de colaboradores. En realidad, no menos de 120 refugiados contribuyeron con ensayos, narraciones, artículos de divulgación o caricaturas a la confección de la prensa periódica de Santo Domingo y de ciudades del interior como Santiago, San Pedro de Macorís y El Seibo. La participación fue particularmente extensa en el diario La Nación, que debe muchas páginas de los años 1939-1945 a las colaboraciones de los llegados, como también las deben varias revistas culturales de carácter institucional (como los Anales de la Universidad de Santo Domingo, la Revista de Educación, la Revista Finanzas, la Revista Jurídica Dominicana o la Revista Militar) y privado (Cosmopolita, Hogar, Artes y Letras, entre otras). El Cuadro no. 11 registra los colaboradores españoles en cada medio,31 permite apreciar en conjunto el número de los que colaboraron en cada publicación periódica. Con frecuencia, los dedicados a este tipo de oficio periodístico, colaboraron con más de un medio, cosa que implica que el grupo de 160 autores censados en el Cuadro fuese, en realidad, menor en término de personas. No fueron tantos los que se especializaron en la colaboración periodística, pero tampoco fueron muchos menos. Se trata, por supuesto, estrictamente de colaboradores refugiados en el país, aclaración que debe introducirse aquí para destacar que muchos otros colaboradores españoles del exilio firmaron en la presa periódica nacional del lapso 1939-1945. 31 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 180 20/03/2012 11:59:15 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 181 En medios como La Nación, la Revista de Educación, los Anales de la Universidad de Santo Domingo, la Revista Militar y varias más de las arriba mencionadas, la presencia de los exiliados llegó a constituir un elemento clave de identidad y continuidad temática. Basta examinar la trayectoria 1938-1946 de algunas épocas de, por ejemplo, la Revista de Educación y la Militar para corroborar claramente la coyuntura de la colaboración de los llegados. Cuadro 12 Colaboradores en medios escritos dominicanos Medio La Nación La Opinión Listín Diario La Información Diarios Revistas Anales de la Universidad de Santo Domingo Revista Militar Hogar Revista de Educación El Génesis Revista Jurídica Dominicana Revista Finanzas Cuadernos Dominicanos de Cultura Cosmopolita Artes y Letras Boletín del Archivo General de la Nación BAGN La Poesía Sorprendida Clío Revista Mundo Fuente: Elaborado por JBAGR. Número de colaboradores 54 15 5 2 15 13 12 9 8 7 6 5 5 4 3 2 1 1 Ciertas condiciones facilitaron la relación entre los exiliados y la prensa dominicana. Por un lado, el hecho de que la prensa diaria de circulación nacional se hallase en el proceso de recomposición que indujo el nacimiento del diario La Nación en febrero de 1940, y su progresivo ascenso como portavoz de los deseos del Gobierno, coyuntura que favoreció el empleo de los intelectuales llegados en el impulso de un periódico de factura incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 181 20/03/2012 11:59:16 a.m. 182 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos moderna, ilustrada y vertida a la difusión de la obra modernizadora inspirada por el jefe máximo del Estado dominicano. Por el lado de los exilados existía saber y necesidad. Ambas circunstancias hicieron de la comunicación un sector de actividad relevante en la vida de no pocas personas. Una minoría de estas prolongaba trayectorias de colaboración periodística iniciadas en España, la gran mayoría se insertó en ello buscando medios de sostenimiento. Como recuerda Llorens, los cinco dólares que pagaba La Nación por escrito constituyeron para los intelectuales exiliados un recurso adicional de subsistencia, que se aunaba al de los cargos que ya desempeñaban muchos en la Universidad y en oficinas del Estado. Sin embargo, en la mayoría de los casos de colaboración escrita, la movilización de capacidades intelectuales devino de la precaria situación económica en que se vivía. Los pagos de La Nación representaban, a veces, el monto del subsidio que podía recibirse en las Colonias por parte de los organismos de ayuda. La escritura periodística se convirtió, así, en una nueva forma de vida para personas que contaban con el nivel cultural necesario. Esta dinámica es puntualmente reflejada en el testimonio que años después daría Quirze Grifell sobre la forma en que logró salir Anna Muriá de la colonia agrícola en Dajabón: Al cabo de tres semanas conseguimos que el gobernador nos diese permiso de irnos. Como habíamos enviado un artículo cada uno, no recuerdo de qué trataban, no valía la pena, al diario La Nación [...] y el director nos envió una carta de aceptación [...] dijimos al gobernador: «Ves, tenemos trabajo en La Nación, nos publican. Así que a ver si podemos irnos a la capital». Y nos dijo que sí.32 Quirze Grifell, Anna Muriá, álbum de récords. Tomado de Teledebat Ozama, Dossier de Treball: Vicenc Riera Llorca, en : http://www.xtec.es 32 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 182 20/03/2012 11:59:16 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 183 La Nación constituye una fuente primordial para conocer en detalle la relación de los exiliados con la sociedad dominicana. Posiblemente influyese en la apertura de oportunidades que el diario brindó a la colaboración intelectual de los llegados (que también se insertaron en sus procesos tipográficos de producción), el hecho de que su primer director fuese el exilado canario Elfidio Alonso, que fue quien enfrentó el proceso de instalación de maquinarias, creación de estructuras de administración y definición del concepto informativo que lo caracterizaría. Sin embargo, tras la partida de Alonso ocho o nueves meses más, el diario sostuvo y amplió sus relaciones con el exilio al requerirle no sólo ensayos políticos, filosóficos y culturales de cierto vuelo intelectual, sino textos de carácter meramente divulgativo. El marcado perfil hispánico que ostenta el diario durante el lustro siguiente se sostiene en la labor de divulgación de la ciencia, la literatura y la cultura española y universal llevada a cabo por individuos culturalmente aptos para hacerlo. Abogados, médicos, ingenieros, artistas, administradores, militares, pedagogos, etc., ninguno en posesión de trayectorias señaladas en la cultura de la España peregrina, pero que, armados de los pocos libros con que llegaron o de los que con ese fin se hicieron, dieron vida a las secciones del diario durante años. También las ediciones propias dieron ocupación a núcleos de personas. Quince publicaciones (tres periódicos y doce revistas) tuvieron los exiliados en Santo Domingo. Democracia, el semanario de los sectores prietistas en el país, fue la publicación de existencia más prolongada, pues se editó entre febrero de 1942 y junio de 1945. Fue, por su extensión, contenido y tiraje, la más importante, con ediciones de hasta mil ejemplares. Por la República, el quincenario de los grupos negrinistas, fue el segundo en importancia, con un tiraje de 750 ejemplares. Las restantes fueron empresas de menor duración, que poca estabilidad laboral pudieron haber brindado a quienes las gestaron pero que, al fin y al cabo, constituyeron medios de inser- incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 183 20/03/2012 11:59:16 a.m. 184 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos ción laboral. Subempleados a menudo, fue en esa forma como muchos pudieron dejar Santo Domingo. Revistas como Ozama, vendida a un costo de cinco centavos de dólar, pronto desaparecieron, no por baratas sino debido a la partida de sus editores. Sin embargo, proyectos como Rumbo o Eri (pueblo, en euskera), publicado en La Vega, alcanzaron una vida relativamente larga y desaparecieron hacia mediados de los años cuarenta, cuando los servicios policíacos objetaron su contenido. En una medida importante, el consumo de la prensa periódica española parecen haberlo sostenido lectores dominicanos. Sintomáticamente, la biblioteca de que se valió Vicente Llorens para reseñar la obra del exilio en Santo Domingo carece de varias de las publicaciones de los refugiados, como tampoco cuentan con ellas muchos de los acervos especializados del exterior, lo que refuerza la idea de que sus dueños tendieron a ser dominicanos. También lo fueron de las diferentes ediciones de autor que todavía hoy es posible encontrar en bibliotecas privadas dominicanas. Muchos de los asiduos articulistas y colaboradores en medios dominicanos y españoles editaron obra individual en el país. Sin ser extensa, la bibliografía dominicana de los exiliados, deja ver algo del modo en que el oficio de escritor constituyó para muchos una forma de subsistencia en la sociedad que los albergaba. Su actividad intelectual de divulgación cultural no se debió, como señala Malagón refiriéndose a su producción literaria, a ninguna suerte de «afán escribidor»: en la transgresión de oficios y campos de actividad profesional que muchos realizaron en el país, subyacían las precarias condiciones de existencia que enfrentaban.33 Javier Malagón Barceló, «El exilio en Santo Domingo», Presencia Hispánica, (2), Santo Domingo, 1988. Del mismo autor, véase «Los profesores españoles exiliados en la Universidad de Santo Domingo», Boletín de la Fundación Rodríguez Demorizi, no. 4, Santo Domingo, 1981. 33 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 184 20/03/2012 11:59:16 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 185 Cuadro 13 Publicaciones periódicas impulsadas por los exilados Publicación Agora Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades Catalonia Cuadernos a Galatea Democracia Dirección Baltasar Miró Carácter Literaria Antonio Román Durán Científica Albert Ginestá Segundo Serrano Poncela Juan José Zamora Eri Finanzas Hogar Juventud Española Nuevo Mundo Ozama Panamérica Panorama Por la República Rumbo Pedro Heras José Sorribes Soler Roque Nieto Peña Colectiva Juan José Zamora Antonio Deltoro Segundo Serrano Poncela Segundo Serrano Poncela Justo Tur Puget Ricardo Mella Serrano Cultural Literaria Político y cultural Política y filosófica Científica Informativa Política Informativa Informativa Informativa Informativa Política Política Fuente: elaborado por JBAGR. También la producción radiofónica constituyó un espacio laboral en el que varios hallaron medio de subsistencia. A veces de modo fallido, como en el caso de los programas que fracasaron por efecto de la censura oficial en materia de enfoque sobre la guerra mundial, pero relativamente persistentes en giros dedicados a la cultura general, la dramatización y la declamación radiofónicas. Como en México, los refugiados pusieron su dicción y sus mejores engoladas voces teatrales al servicio de programas de entretenimiento, de cortos comerciales y de radionovelas. Una veintena de ellos logró cierto éxito en la producción local de dramas radiofónicos presentados por actores profesionales como Antonia Blanco, Emilio Aparicio y Antonio Graciani, que sostuvieron empresas como la Compañía Radio Teatral Mosaico Español. La interrupción impuesta por la guerra mundial al arribo de compañías teatrales extranjeras, de cuyas giras dependía ese incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 185 20/03/2012 11:59:16 a.m. 186 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos tipo de espectáculo, abrió oportunidades a pequeños grupos dedicados a la producción viva de representaciones teatrales y radiofónicas. El arte dramático dominicano debe mucho a la presencia del exilio español. La primera escuela nacional de arte dramático, sintomáticamente bautizada Teatro-Escuela de Arte Nacional en evocación cercana a la escena teatral de la España republicana, fue gestada en 1946 por actores exiliados, que para entonces ya coronaban la trayectoria de un movimiento de fomento teatral iniciado desde principios de 1940 por el Teatro Universitario que estableció Vicente Llorens y sus históricas representaciones de Tirso de Molina en las Ruinas de San Francisco. Poco antes de esas sonadas representaciones en las citadas ruinas, Antonio Graciani y Enrique López de Alarcón anunciaban la creación de dos pequeñas compañías teatrales; la Compañía Española de Comedias, del primero, escenificó algunas obras en el teatro Julia de Santo Domingo. Para los días del incidente, el exilio había contribuido en la creación de un manifiesto ambiente teatral nacional. En la capital era frecuente la representación de obras teatrales por parte de compañías formalmente establecidas como La Farándula y la Española de Comedias, a las que se aunaban los recitales poético-literarios que tomaban lugar en espacios como el Ateneo Dominicano. También creció el ambiente dramático de ciudades del interior, como Santiago, San Francisco de Macorís y La Vega con las escenificaciones de Carola Yonmar, Ruddy del Moral y Emilio Aparicio quienes paralelamente fundaron centros de enseñanza en las primeras dos ciudades. Bajo un esquema empresarial, o bajo uno filantrópico, del que, sin embargo, se recababa solidaridad local, como en el caso de los cuadros escénicos del Centro Democrático Español (Santo Domingo, 1943), del Club Hispano-Dominicano, de la colonia Pedro Sánchez o del Club Catalá (Santo Domingo, 1942), este tipo de actividades vinculadas con el espectáculo y la comunicación ocuparon otro sector de los llegados. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 186 20/03/2012 11:59:16 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 187 La función pública, el empleo dentro del Estado, constituyó un espacio en el que también algunos lograron insertarse, desempeñando labores de innovación y asesoría. Un núcleo de cinco o seis personas trabajaron junto con Guillermina Medrano, por ejemplo, en la creación y desempeño del Servicio Técnico Pedagógico de la Secretaría de Estado de Educación. En la de Relaciones Exteriores laboró asimismo el grupo que gestó la Escuela Diplomática, como también el que generó la Escuela de Administración y Contabilidad en la Secretaría del Tesoro. Aunque las normas oficiales limitaron el ejercicio profesional privado, algunos médicos laboraron en hospitales del Estado, particularmente en los del Ejército donde galenos como Emilio Jubés Bobadilla y Rafael González Rodal quedaron encargados de instalar áreas de sanidad militar. Además de lo relacionado con la medicina, otros encontraron empleo en las Fuerzas Armadas como instructores de navegación, de artillería y armeros. De menor extensión son los grupos que se integran en otras ramas de la administración pública: el ingeniero catalán Eduardo Barba Gose interviene como asesor en las secretarías de Agricultura, Industria y Trabajo y en la de Economía; Aniceto León Garre es también asesor en la cartera de Agricultura; Alfredo Lagunilla Iñárritu funge como auxiliar técnico en la Secretaría de Tesoro y Comercio. En el Consejo Administrativo de la ciudad laboran algunos más: el arquitecto Bernardo Giner de los Ríos queda encargado de desarrollar un plan de desarrollo urbanístico mientras que artistas como Luis Soto, José Rovira y José Vela Zanetti se encargan de las obras de restauración arqueológica que se efectúan en el Convento Dominico, en la Catedral Primada y los templos de Santa Clara y San Andrés. El Consejo Administrativo de la ciudad capital contrata tres catalanes profesionales en jardinería. El segmento del exilio que encontró mejores condiciones de desarrollo en la sociedad dominicana fue el de los artistas plásticos. No se quiere decir con esto que su vida en el país incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 187 20/03/2012 11:59:16 a.m. 188 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos fuese holgada o estable (que en algunos casos lo fue), sino que, por lo general, todos pudieron emplearse como tales o, al menos, dedicar tiempo al desarrollo de su obra. En su obra sobre el exilio artísitico español en el Caribe, María del Pilar González Lamela contabiliza treinta y nueve artistas (incluidos arquitectos) laborando de modo aproximadamente activo en Santo Domingo y ciudades del interior.34 En actividades mercantiles o empresariales los refugiados lograron una inserción difícil de precisar. Como se dijo ya, la vieja colonia española pronto ocupó sus cualidades formativas y los empleó en sus negocios, como mandos en puestos administrativos, agentes de ventas a comisión o como simples dependientes de piso. También la colonia sirio-libanesa proporcionó puestos de trabajo, sobre todo en ciudades del Este como La Romana, San Pedro de Macorís y Hato Mayor. Pocos fueron los que establecieron empresas mercantiles. Indicios frecuentes los ubican en el giro de las representaciones foráneas, mayormente las editoriales. Algunos establecieron librerías, como los hermanos Escofet (y su Instituto HispanoAmericano del Libro y la Prensa, en Santo Domingo), Ferrán Pons (San Pedro de Macorís), Luis Carreras y Jaime Llopart (Santiago). Algunos representaron casas editoras de La Habana, México y Buenos Aires, como el señor Roque Nieto Peña, agente de la editorial González Porto. De menor importancia como medio de vida para la colectividad republicana fueron las actividades industriales o artesanales. Hubo pocas empresas propiedad de refugiados, quienes, evidentemente, carecían de recursos para iniciarlas. Joan Durán refiere alrededor de catorce industrias emprendidas por catalanes, seis de las cuales realizaron producciones nuevas en el país. Llorens informa sobre otras pocas más pero, María del Pilar González Lamela, El exilio artístico español en el Caribe: Cuba, Santo Domingo y Puerto Rico. 1936-1960, A Coruña, Edicios Do Castro, 1999. 34 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 188 20/03/2012 11:59:16 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 189 en conjunto, no pasaron de veinte las industrias o talleres de producción en manos de la colonia refugiada y fueron de corta duración.35 Según lo reseña el propio Durán, algunos lograron cosas interesantes en relación con el nivel de desarrollo local, como fue el caso de Ugedo, que introduce la fabricación mecánica de losetas cerámicas; el arquitecto Francisco Fábregas (fabricación de muebles estofados, que incluso llega a exportar); José Torres Picard (primera fábrica de envases de cartón); José Xammar (fabricación de juguetes y anuncios de madera); Genaro Costas y José Rovira (fabricación de pintura al óleo con materias primas nacionales).36 Raymundo Morales Veloso ensaya la fabricación de bebidas alcohólicas exóticas como el brandy y el ron-champagne; Francisco Dorado y Manuel Armada, fundidores, produjeron piezas para los ingenios azucareros dada la escasez de éstas por la guerra mundial y montaron la única fundición (la Artística Dominicana) que maquiló piezas de gran tamaño en bronce, como las que decoraron el Monumento a la Independencia Financiera o la numerosa bustografía cívica de que se hicieron cargo los escultores. El ingeniero Ángel Rayo del Campo, artillero, instaló un servicio de compostura de teodolitos que encontró enorme demanda local. Por carencia de técnicos especializados en su reparación, cuando tales artefactos se dañaban en el país la única alternativa era sustituirlos.37 Un ejemplo del impulso industrial que muchos intentaron hacer triunfar en el intento de asentarse en el país queda J. Durán, «Catalans a la...»; V. Llorens, Memorias de una..., pp. 44-48. J. Durán, Loc. cit., p. 186. 37 Rayo del Campo describe que se le hizo llegar a la capital desde Montecristi para reparar un arsenal de alrededor de «doscientos» teodolitos y tránsitos de ingeniería civil descompuestos en poder de la Secretaría de Obras Públicas. Entrevista al ingeniero Ángel Rayo del Campo... «Entrevista con Francisco Dorado», Por la República, Ciudad Trujillo, no. 13, 1942. 35 36 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 189 20/03/2012 11:59:16 a.m. 190 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos descrito en la misiva que hizo llegar al generalísimo Rafael L. Trujillo el señor José María Xammar anunciándole con júbilo: Hoy, con legítimo orgullo, puedo ofreceros algo hijo de mi buena voluntad amparada por las condiciones del país cuyos destinos trazasteis y conducís. En un ruinoso edificio al lado del río Ozama, probablemente a partir de la semana, próxima, se elaborarán diariamente 500 hojas de cartón que ahorrarán a la economía dominicana una importante inversión anual que el extrangero [sic] absorbía hasta ahora.38 Un curioso giro productivo se gestó alrededor de la industria fotográfica, actividad en la que algunos laboraron. El testimonio de los señores Francisco Querol, José Benita y Antonio Mediavilla es interesante, en este sentido, pues refieren que los refugiados llegaron a instalar una extensa red de «fotomatones» (cabinas de fotografía públicas) en la ciudad de Santo Domingo, «al menos cuatro, uno en la José Dolores Alfonseca, otro en la Mella, otro en El Conde y otro en el parque Independencia». Esos fotomatones los trabajaban en comunidad quienes por entonces eran 7 u 8 jóvenes cuadros del PSUC arribados a Pedro Sánchez, quienes jocosamente recuerdan que llegaron a tener gran fama por su especialidad en «blanquear» a la gente, alterando la exposición y los químicos durante el revelado. Uno de ellos indica que a él le pedían: «oye epañita, no me vayas a sacar prieto».39 En la ciudad de Santiago, otro que al parecer se hizo famoso lo fue el señor Bernardo Pasaporte, quien hacia verdadero honor a su apellido –que ese era– conduciendo un «fotomatón» en la calle 30 de Marzo. José María Xammar Sala a Generalísimo Rafael L. Trujillo, Ciudad Trujillo, 9 de abril de 1940. 39 Entrevista a los señores Francisco Querol Amorós, José Benita Solano y Antonio Mediavilla Velo... 38 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 190 20/03/2012 11:59:16 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 191 También carencias monetarias determinaron el que pocos artesanos desarrollaran sus especialidades. Algún sastre logró abrir su taller de confección, aunque debe señalarse, por otra parte, que la costura a domicilio tuvo alguna importancia entre las mujeres, lo mismo que la fabricación de alpargatas, actividad que parece haber tenido mayor importancia de la que permite suponer el anecdótico comentario de Llorens sobre el alpargatero Calzada, quien, en realidad, llegó a establecer un taller para manufacturarlas donde hallaron empleo varios refugiados. La propaganda de las alpargatas de «Clemi» fue estable en el semanario republicano Democracia durante los años que existió, hecho que revela una inserción ocupacional relativamente exitosa. Como labor femenina, el corte y la confección de ropa es frecuentemente citado en los relatos autobiográficos. En unión con otra compañera de exilio, Llanos Navarro, refugiada en Pedro Sánchez, abandonó la Colonia luego de dedicarse a confeccionar allí a domicilio ropa para un comerciante en telas radicado en San Pedro de Macorís, desde donde luego se desplazó a Santo Domingo. En la capital, continuó laborando un tiempo como modista, llegando a percibir un dólar por pieza, precio bastante menor de los 3 ó 4 que cobraban las costureras locales. En su testimonio, la señora Navarro recuerda que otras refugiadas también lo hacían, entre ellas algunas especializadas en la fabricación de corsés.40 Otros encontraron empleo como obreros en las artes gráficas, la industria azucarera y la de la construcción. La Opinión y La Nación, por ejemplo, los emplearon en sus linotipos, especialidad que les permitió también insertarse en otros espacios editoriales públicos y privados, como la revista Cosmopolita o los talleres gráficos oficiales que describe en su testimonio José de la Colina Gurría.41 Varios laboraron en la Entrevista a Llanos Navarro. PHO-10-Esp/24. Entrevista a José de la Colina Gurría. PHO/10/esp. 51 40 41 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 191 20/03/2012 11:59:16 a.m. 192 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos construcción, quizás más como maestros que como obreros, como pareció ser el caso de los que laboraron en la edificación del Hotel Jaragua, del que varios fueron llevados a trabajar en Venezuela. Otros giros fabriles, sin embargo, no representaron fuentes de empleo importantes, lo que era extensión natural del débil desarrollo de la manufactura en la economía dominicana. Salvo un sector relativamente pequeño que logró empleos estables y medianamente remunerados, la mayoría tuvo una gran inestabilidad laboral y, a veces, aunque se contase con empleo, el ingreso por lo general fue bajo.42 Una lista de «refugiados extremistas» elaborada por la inteligencia policíaca del régimen hacia 1944, permite reconstruir las ocupaciones del refugiado, diríamos, común, cosa que no carece de interés, dado que los grupos descritos hasta el momento integraron una suerte de clase media, no exenta de los rigores del transtierro, claro, aunque algunas veces bien acomodada, como los académicos vinculados con la cultura (universitarios, periodísticos, artísticos, etc.), el funcionariado y con otras ocupaciones que les permitieron desarrollar cierta trayectoria y permanencia dentro de la vida dominicana. Conteniendo la descripción de 92 perfiles personales (profesión, empleo, peligrosidad), ese listado permite describir ocupacionalmente 52 casos, que revelan lo siguiente: – Seis hombres se dedican a la venta de víveres a domicilio. Otros dos sostienen locales en el Mercado Modelo (15 por ciento). –Otros cuatro aparecen formando parte de pequeños giros artesanales (2 modistas, 1 sastre, 1 fundidor) (7 por ciento). Cartas a la JARE que he consultado dan cuenta del desempeño de hasta nueve empleos en el transcurso de dos años. Los salarios mensuales que reportan oscilan entre siete y quince dólares al mes. 42 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 192 20/03/2012 11:59:17 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 193 – Cuatro trabajan en la restaurantería: como meseros (3) y cocinero. (Hotel Jaragua y Café Hollywood) (8 por ciento). – Tres son obreros de Colchones King. Dos son linotipistas en La Nación. Otro es chofer de guagua «donde Palé». Otro trabaja en una «bomba de gasolina». Uno más es mecánico, en tanto nueve se ocupan como empleados de piso en comercios de distinto tipo (farmacia, calzado, moda) (35 por ciento). – Tres laboran como oficinistas en la compañía de teléfonos. Otro trabaja en la Legación Británica. Hay un traductor. Dos se dedican a vender libros, aunque no parecen poseer librerías. Tres son comisionistas de casas comerciales. Dos son profesores de escuela (23 por ciento). – Seis son dueños de pequeños talleres (ebanistería, fabricación de calzado, tejido de sillas, etc.) (11 por ciento). Sin constituir más que una descripción, los distintos agrupamientos permiten captar el aspecto de si esas personas dependían o no de un empleador y los espacios en los que se sostuvieron algunos de los llegados, particularmente los que desempeñaron tareas anónimas dentro del mundo urbano. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 193 20/03/2012 11:59:17 a.m. 194 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Giros ocupacionales de los refugiados en las ciudades Mig u e l Olmedilla Fuente: de semanario Democracia, Santo Domingo, 1942-1944. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 194 20/03/2012 11:59:19 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 195 Una de las pocas Actas de la Junta Pro-Inmigración que se preservan, resulta expresiva de los giros que muchos pretendieron desarrollar para poder subsistir en el país: El Sr. secretario, da cuenta de las peticiones hechas por el Sr. Belda, quien solicita una ayuda de doscientos dólares para terminar sus trabajos de agricultura que realiza en Baria y Doblegar, otra de las señoritas Luisa Amas y Mer­ cedes Lafuente solicitando un préstamo de doscientos dó­ lares para montar un taller de modista, otra del Sr. Ángel González Gil Roldán, quien solicita cuarenta dólares para efectuar el primer pago del instrumental necesario para montar un servicio odontólogo en la colonia «El Llano» donde residirá como colono, otro del Sr. Roberto Alfonso, quien solicita ayuda para montar un taller de yeso y otro de los Sres. Joaquín Agut Gasco, José Cazorla, Jaime Ayala y Fernando Moll, solicitando cuatrocientos dólares para montar un bar-restaurant.43 Dadas las precarias condiciones de subsistencia, en las ciudades los refugiados adoptaron formas colectivas de vida como forma de maximizar los escasos recursos con que contaban. Se trató del viure en república [vivir en república] que recuerda Teresa Pámies, que plasmó en la memoria colectiva de los habitantes de Santo Domingo imágenes como la de la esquina de la calle Padre Pina con Duvergé, donde se halló el famoso Kremlin, edificio en el que vivieron, según se dice, cerca de cien exiliados. La república, una estrategia colectiva de subsistencia desplegada bajo formas de división sexual de las tareas que permitía a los llegados maximizar sus recursos, constituyó un mecanis Elfidio Alonso, Un europeo en el Caribe. (Edición y Estudio Crítico de Félix Rodríguez Mendoza), Santa Cruz de Tenerife, Ediciones Idea, 2005, p. 176. 43 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 195 20/03/2012 11:59:19 a.m. 196 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos mo seguramente extendido a otros ámbitos en la existencia del exiliado y de la propia vida urbana dominicana. No sólo el Kremlin quedó en la memoria de la ciudad capital, quedaron las tertulias de La Cafetera, la urna de propinas de los meseros catalanes del Hollywood y muchas otras formas de acción y participación colectiva que los emigrados pusieron ante los ojos de los dominicanos. En términos del espacio urbano, ese contacto fue extendido. Las imágenes de vida dominicana que revive Llorens dan idea, a lo más, de la trayectoria de un estrato social: el de los intelectuales vinculados con la función pública y con la Universidad que tendieron a ocupar una treintena de casas medianamente instaladas en el nuevo barrio de Gazcue, con sus bellas calles sembradas de almendros. La gran mayoría, en cambio, vivió en las viejas casas de la ciudad colonial, en el Kremlin, en hoteles y pensiones de carácter modesto situados en las inmediaciones del Mercado Nuevo, en San Carlos y Villa Francisca. Algo de ello quedó plasmado en la literatura exiliada de Baltasar Miró, Josep Forné y Vicenç Riera Llorca, que describen la vida del pobrerío urbano dominicano, la violencia sexual y racial de los bajos fondos citadinos y otros aspectos más que permiten situar las vivencias dominicanas de los exiliados.44 Fue en las ciudades donde los exilados produjeron formas colectivas de acción organizada, si bien éstas no alcanzaron a tener la diversidad que conocieron en sociedades como la mexicana, donde, además de las formaciones partidarias, emergieron instituciones endógenas para el impulso productivo y cultural, como las empresas financiadas por la JARE, los colegios del exilio o las cajas mutuales de autoayuda. Las instituciones políticas de los refugiados cobran expresión pública con la creación de periódicos y organizaciones sociales a mediados de 1941, debido a que por entonces el José Forné Farreres, Paisaje y acento. Impresiones de un español en la República Dominicana, Ciudad Trujillo, Ediciones La Opinión, 1943. 44 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 196 20/03/2012 11:59:19 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 197 régimen se muestra más tolerante hacia la expresión política de los extranjeros y más a tono con las causas democráticas que alimenta el ascenso bélico. Como en todas partes, también en Dominicana se vivieron hondas tensiones políticas, cosa que, sin duda, agravó la severa penuria y la lucha por la desigual distribución de los escasos recursos canalizados, primero, por la Junta Pro-Inmigración, luego por la JARE y, finalmente, por las Hispanas Confederadas, la American Friends Service Comitee y otros donantes dispersos. Como en todas partes, la escisión Prieto-Negrín constituyó el parteaguas esencial en que se desempeñó la política local interna de los refugiados, tema que no es posible abordar aquí pero que deja entrever como una posible peculiaridad de la historia de los llegados aquí el hecho de que tales disputas confrontasen aquí a sectores aparentemente marginados dentro del exilio, como los anarquistas, segregados ex-profeso del embarque de los dos mil refugiados que llevó Pablo Neruda en el Winnipeg a Chile, y segregados también de los primeros embarques mexicanos organizados por Gilberto Bosques y Fernando Gamboa. O como las fracciones juveniles del Partido Socialista Unificado de Cataluña evacuados, casi por definición, una vez se había hecho salir de Francia a los lideres adultos. Así, un proceso aparente de criba, en el que pesaron equilibrios de poder y lógicas políticas de evacuación en función de jerarquía, edad, etc. produjo la llegada al país de fracciones políticas minorizadas o en desventaja dentro de ese gran combate. Políticamente, los refugiados se dividían, de manera típica, en prietistas y negrinistas y a esa división corresponden los organismos y la acción cultural que comienza a generarse en el marco de la vida citadina. En el terreno organizativo, los segundos fueron más activos, pues fundaron tres centros sociales y tres publicaciones que, en mayor o menor medida, les correspondían. En febrero de incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 197 20/03/2012 11:59:19 a.m. 198 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 1941 se abrió en la capital el Club Juvenil España, organizado por militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas y de las Juventudes Libertarias, que dos años más tarde comenzaron a publicar el periódico Juventud Española. En septiembre de 1941 salió a la luz Por la República, poco antes de que se inaugurase en Santo Domingo el Centro Democrático Español (CDE), donde participaban el Partido Comunista de España, el Partido Socialista Unificado de Cataluña (PSUC), y fracciones locales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la Unión General de Trabajadores (UGT). A finales de 1942, el CDE abrió un local en la ciudad de Santiago. Paralelamente, emergieron los regionalismos. Los negrinistas catalanes fundaron el Club Catalá, la Mutualidad Catalana y poco más tarde la revista Catalonia. En la vida práctica, los nacionalistas vascos condujeron cierta segregación del resto del exilio, si bien no establecieron centro aparte. Mayoritarios, los grupos identificados con Prieto, sólo tuvieron un periódico, Democracia, que reunía a representantes del PSOE, Alianza Republicana Española, a los nacionalistas vascos y al sector confederal. Aunque no tuvieron ningún centro social, salvo el Casal Catalá, gozaron de cierto ascendente entre los núcleos político-burocráticos del Gobierno dominicano, o al menos así lo hicieron en el lapso posterior al incidente, cuando quedaron situados de su lado en la persecución contra los comunistas. Procesos de abierta tensión por la distribución de las ayudas dividieron marcadamente la socialidad de los exilados tanto del campo como de la ciudad. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 198 20/03/2012 11:59:19 a.m. Capítulo sexto El exilio español y su influjo en la vida política y cultural dominicana La corta permanencia del exilio en el país no es medida que implique el alcance de su impacto en la vida social, política y cultural dominicana. Aunque la estancia del colectivo refugiado fue corta (episódica para un gran número de los llegados y distantemente conocida por la mayoría de los dominicanos), su tránsito tuvo variadas y hondas repercusiones en el orden de la cultura, la política y la producción de imaginarios sociales. Los republicanos desarrollaron una importante actividad en el terreno de la cultura, en la que abarcaron todas sus formas y niveles de expresión. Varios de los proyectos de mayor trascendencia en la vida cultural dominicana de los años cuarenta, como el establecimiento de la Escuela Nacional de Bellas Artes, de la Orquesta Sinfónica Nacional, y del Teatro-Escuela de Arte Nacional, deben mucho de su impulso creativo inicial a la colaboración de los refugiados,1 que, del mismo modo, se involucraron en la enseñanza, los medios de comunicación, la producción científica y literaria y la función pública. La bibliografía existente sobre el exilio español en el país explora, justamente, sus aportes a la cultura dominicana y quienes nos preceden en la reseña han vuelto periódicamente sobre los aspectos más relevantes de esa actividad. Sin embargo, el tema no ha sido agotado ni en la extensión que llegó a Una visión oficiosa detallada del aporte de los refugiados a la política cultural del régimen aparece en el escrito de Rafael Díaz Niese «Un lustro de esfuerzo artístico». Ver: Rafael Díaz Niese, «Un lustro de esfuerzo artístico», en Cuadernos Dominicanos de Cultura, año 2 no. 23, pp. 7-87. 1 199 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 199 20/03/2012 11:59:19 a.m. 200 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos comportar ni en lo que ésta pudo representar en términos de la propia historia cultural dominicana. La más completa de las reseñas culturales, la de Vicente Llorens, adolece de dos límites importantes, legítimos y uno de ellos advertido por el autor. Por un lado, el tratarse de un recuento mayormente basado en la memoria y no en la consulta sistemática de fuentes de la época.2 Por el otro, el haberse realizado desde la perspectiva del refugiado que procura, quizás esencialmente, definir la trayectoria y obra de sus compañeros de destierro, pero que no persigue aquilatar su posición en el contexto de la historia cultural dominicana. Este capítulo intentará trascender algunas de las limitaciones que Llorens señaló a su trabajo, enriqueciéndolo con el reporte de una gran cantidad de productos culturales que no estuvieron, en su día, asequibles a la glosa del autor. En el sentido de aquél primer orden de limitaciones, aportaremos aquí un panorama más acabado de las actividades culturales que los refugiados desarrollaron en áreas que recibieron de su labor mucho más de lo que permite apreciar el deslumbrante recuento que Llorens presenta en Memorias de una emigración. En torno al segundo, esto es, en cuanto a la ausencia de una reflexión sobre el aporte de esa labor en términos de la cultura dominicana, intentaremos simplemente situarla en su contexto, sin aspirar a un análisis de mayor rigor sobre su contenido y repercusiones culturales, cosa que nos rebasa y que sólo sería posible aunando los conceptos de un amplio espectro de especialistas en aspectos de la historia cultural dominicana. Mucho alcanzará a lograr este recuento si logra animar a otros a profundizar en la historia cultural de los mismos. Quienes historiamos este exilio nos hallamos todavía en un estadio de ubicación e identificación de fuentes, fase donde lo que se procura es simplemente glosar pormenorizadamente procesos sólo genéricamente conocidos. En este sentido, las 2 V. Llorens, Memorias de una..., p. 10. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 200 20/03/2012 11:59:19 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 201 recientes ediciones puestas al público lector por el Archivo General de la Nación significan, por ejemplo, un gran avance, al colocar la materia prima de reflexiones por abordarse en términos de historia cultural y de historia de las ideas, en donde es posible advertir ciertas especializaciones temáticas más. Esa colección nos trae a la conciencia, por ejemplo, la olvidada labor periodística de escritores, pedagogos y científicos exiliados en el país, ampliando el marco mejor conocido a que se ciñe, a veces, la conmemoración cultural, por ejemplo, en torno a las corrientes de innovación en las artes plásticas, la música y en los grandes proyectos culturales en que se insertaron protagónica y creativamente intelectuales y artistas exiliados. Contar hoy con los escritos dominicanos del insigne criminólogo Constancio Bernaldo de Quirós, o los del apenas conocido pedagogo Gregorio Palacín; contar con los relatos literarios de José Forné Farreres, de Vicenç Riera Llorca, o con los estudios dominicanos de algunos otros de ellos, representa un avance que deberá proseguir con el análisis contextual de la obra, su significado y aportes a la historia de la cultura dominicana. En la idea de amplificar la labor realizada en los distintos campos de la cultura, recurriremos aquí al socorrido expediente del tratamiento por parcelas, cosa que no es enteramente grata, pero que permitirá situar pistas para la futura investigación y rescate cultural. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 201 20/03/2012 11:59:19 a.m. 202 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 1. El arribo de nuevas corrientes intelectuales, la coyuntura política del régimen y la inserción de los exiliados en los proyectos culturales del Gobierno dominicano Con sus nutridos sectores de intelectuales, profesionistas y técnicos, el arribo a la sociedad dominicana de la inmigración española de 1939 supuso el contacto con un variado conjunto de nuevo conocimiento social en un buen número de planos. Aunque, de entrada, resultó claro que muchas de las capacidades profesionales inmigradas desbordaban el marco de prácticas sociales y culturales que los recibía (tendiendo por ello a migrar o a modificar la ocupación), no pocos fueron lo que alcanzaron a trasladar al país sus habilidades y conocimientos. Los intelectuales exilados arribaron, además, en momentos en los que el régimen político se esforzaba por sostener una imagen internacional dañada no sólo por los incidentes de 1937, sino por la polarización internacional del debate democracia-totalitarismo en curso y por la ingente labor crítica que, en este sentido, movilizaba la oposición en el exilio denunciando el estado de las libertades ciudadanas. Un régimen que, por otra parte, también se hallaba en víspera de cambios importantes tanto en materia del patrón de acumulación social como de la diversificación funcional del propio aparato del Estado. La inminente devolución del control aduanero, el robustecimiento del modelo de acumulación sustitutiva basado en la intervención estatal, el crecimiento sostenido de la riqueza nacional y la expansión burocrática y funcional de un Gobierno embarcado en la producción concreta e imaginaria de políticas de bienestar social (salud, educación, cultura), enmarcarían, en el curso de los años cuarenta, las posibilidades de inserción de los intelectuales refugiados. Se produjo así, un cierto encuentro entre los intereses de dominio del régimen político y la presencia de los intelectuales inmigrados, que con el denuedo que imponía su situación general- incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 202 20/03/2012 11:59:19 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 203 mente precaria, se insertaron laboralmente y modelaron muchas de las iniciativas de transformación que aquél intentaba impulsar. Aunque los detractase públicamente, el régimen supo capitalizar muchos de los conocimientos de que eran portadores. Dos curiosos paralelismos podrían establecerse entre las políticas y las experiencias dominicana y mexicana en materia del exilio español. El más llamativo de ellos, el de los huérfanos de guerra y la tácita disputa entre qué ocurrió primero, si la Guardería Presidente Trujillo o los Niños de Morelia, tema que el régimen dominicano siguió de cerca, pidiendo a su Legación en México el reporte oportuno del clima noticioso generado por la política mexicana del presidente Lázaro Cárdenas. El segundo en materia de política cultural, asunto en el que el régimen dominicano también produjo una estrategia de captación de recursos humanos intelectuales similar a la seguida en México con la creación de la Casa de España en México (que luego devendría en El Colegio de México), aunque de dinámica distinta y, desde luego, de mucha menor escala. En gran medida, la política de atracción de cuadros intelectuales con los cuales incentivar la vida cultural de instituciones internas atravesó por la figura del rector de la Universidad de Santo Domingo (USD), Julio Ortega Frier, que desde muy temprano comprendió el interés que tendría el insertar a los intelectuales españoles en su proyecto universitario, emprendiendo una verdadera tarea de reclutamiento de profesores y disertantes españoles con el fin de enriquecer la vida cultural de la USD durante los años 1940-1947, cuando un buen número de catedráticos y profesionistas laboró activamente en la transformación y la institucionalización de nuevas tradiciones académicas en la vieja universidad. Ortega Frier fue el principal gestor de la política de asimilación de los llegados en tareas intelectuales relativas al mejoramiento cultural no sólo de la universidad sino de otras áreas del ejercicio público y administrativo del Estado dominicano. Los papeles de su archivo personal que conservaba, todavía incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 203 20/03/2012 11:59:20 a.m. 204 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos hace algunos años, la Biblioteca Nacional, dejan ver las múltiples facetas de mejoramiento nacional que animaron su interés por insertar a los llegados en las instituciones públicas. A pesar de las referencias históricas que ha recibido la relación de Ortega Frier con los profesores universitarios exiliados,3 resulta una tarea pendiente conocer si su acción se gestó, en efecto, en el contacto con figuras de la intelectualidad española como Fernando de los Ríos (al que había conocido de cerca durante su estancia en 1938), insertándola luego en la que desarrollaría la Unión de Profesores Universitarios Españoles en el Extranjero –UPUEE–, como lo señalan los estudios de Constancio Cassá y Consuelo Naranjo),4 o si se trató de una política fundada en una convicción personal sobre el modo en que lo intelectuales refugiados podrían coadyuvar a las necesidades formativas del Estado dominicano. En los papeles citados, el contacto con Fernando de los Ríos no va más allá de una carta del 4 de abril de 1940, donde éste le solicita recibir en su despacho al señor Carlos Giner, refugiado en Santo Domingo. De los Ríos inicia la carta afirmando «no sabe con que violencia me dirijo a Usted para molestarle una vez más abusando de su benevolencia y comprensión... Se trata hoy del único primo carnal de mi mujer, sobrino carnal también de Francisco Giner de los Ríos...».5 En su respuesta al exembajador de la República Española, Ortega Frier indicaba La relación de Ortega Frier con los refugiados ha sido tratada por Vicente Llorens y Javier Malagón Barceló en los textos hasta aquí citados. También en: Guillermina Medrano, «Mis recuerdos de Don Julio», Ibídem, pp. 117-120. 4 Ver: Constancio Cassá, «Influencia de los refugiados españoles en la Universidad de Santo Domingo», en El exilio español..., pp. 67-68, Consuelo Naranjo Orovio, «Las redes de un exilio errante: republicanos españoles en Santo Domingo, Puerto Rico y Cuba», en El exilio español..., pp. 131-159. 5 Fernando de los Ríos a Julio Ortega Frier, Nueva York, Biblioteca Nacional, Papeles de Julio Ortega Frier (en lo sucesivo BN, PJOF), 4 de abril de 1940. 3 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 204 20/03/2012 11:59:20 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 205 «...el nombre del distinguido pariente de su esposa no me es extraño y conozco las buenas cualidades que posee... no olvide Don Fernando que sus deseos son para mí un honrador mandato...».6 Aunque De los Ríos lamenta «molestarle una vez más», el tono de discreción que anima el intercambio permite suponer que de la intervención de Fernando de los Ríos no había dependido la labor de asimilación de los llegados desarrollada por el rector desde finales de 1939, labor que, por entonces, se concretaba ya en la incorporación de un buen número de profesores y profesionistas en la Universidad y en otras dependencias burocráticas del Estado dominicano.7 Ortega Frier actuó con verdadero sentido visionario y de modo personal. Justo el 21 de diciembre de 1939, cuando en la Prefectura de Policía de París los señores Pittaluga, Franco, Semprún y Mendizabal firmaban el Acta Estatutaria de la UPUEE8 (dando inicio a la labor de organización del flujo de profesores universitarios refugiados en Francia hacia las naciones de América) el rector Ortega Frier examinaba en su despacho la Lista de los Refugiados Españoles Capacitados para Participar en el Desarrollo de la Cultura Dominicana...,9 documento con que recomendaba a la generosidad del Benefactor de la Patria y Jefe Supremo del Partido Dominicano, Julio Ortega Frier a Fernando de los Ríos, Ciudad Trujillo, BN, PJOF, 9 de abril de 1940. 7 ¿A quiénes, antes, habría recomendado Fernando de los Ríos? No es posible saberlo, ni a partir de la documentación de Julio Ortega Frier ni de la de Fernando de los Ríos radicada en la Residencia de Estudiantes, en Madrid, pero posiblemente no fuesen muchas personas más allá de su cuñado, el arquitecto Bernardo Giner de los Ríos, al que había recomendado directamente a Trujillo durante su visita a Washington, dado el interés que éste manifestó por contar con los servicios de un urbanista que condujese un plan de reforma a la ciudad de Santo Domingo. 8 Archivo del Ateneo Español de México exp. 366. (en lo sucesivo AAEM). 9 BN, PJOF. 6 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 205 20/03/2012 11:59:20 a.m. 206 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos la realización del regalo navideño en metálico que Llorens y otros recuerdan haber recibido. Aunque tiempo después surgirían conexiones orgánicas con la UPUEE, la política cultural emprendida por Ortega Frier pareció gestarse de modo separado de las actividades de los intelectuales españoles que trataban de exiliar en América a sus colegas refugiados en Francia. Once personas incluía la Lista que Ortega Frier pensaba recomendar al Benefactor para que recibiesen el afamado regalo: Vicente Llorens, Jesús de Galíndez, José Vela Zanetti, Laudelino Moreno, Ramón Suárez Picallo, Aniceto León Garre, Vicente Herrero Ayllón, Alfredo Matilla, Rafael Supervía, Hilario García y Fernando Torino Roldán. Sólo tres de éstos (Ayllón, Llorens y Moreno) serían contratados como profesores de la USD; los restantes verían canalizada su labor hacia otras iniciativas, como la Escuela Diplomática y Consular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (Galíndez, Matilla); la Secretaría de Educación (León) y otros tantos proyectos más. El Despacho del Rector se convertiría en espacio desde el que se instrumentaría una auténtica política de inserción de los refugiados en la sociedad dominicana. A los nueve profesores que Ortega contrató en la Universidad como Catedráticos Especiales en enero de 1940, seguirían muchos más, no sólo en la USD sino en otras áreas de la administración pública, como la Secretaría de Educación, la de Agricultura, Industria y Trabajo o la de Tesoro y Economía, donde obtendrían puestos de trabajo a instancias del Rector, quien no sólo derivaba la recomendación de ocupar la capacidad intelectual de los llegados sino que, incluso, directamente les solicitaba estudios relativos a políticas de desarrollo industrial, enseñanza técnica, edificación de la nueva Ciudad Universitaria, etc. Fuese por que los convocase directamente a su despacho –como relata Malagón–, o porque ellos lo procurasen, Ortega entró en contacto con un buen número de refugiados de toda condición. Estuvo cerca, por ejemplo, del establecimiento de incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 206 20/03/2012 11:59:20 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 207 la Sociedad de Fomento a las Artes y las Ciencias, asociación que fundaría más tarde el Instituto de Segunda Enseñanza y Politécnico «Cristóbal Colón», de la cual el propio Trujillo sería donante, al aportar 1,000 dólares para la creación de becas de estudio. La Sociedad sostuvo el plantel y desde él fomentó la difusión cultural organizando ciclos de conferencias.10 También lo estuvo de la creación de otros centros docentes, como el Instituto Escuela Hispanoamericano, que fundaron en Moca los profesores Francisco Ruiz y José Jiménez, quienes, incluso, pensaron denominarlo con el nombre del Rector, cosa a la que no accedió. A varios (como Pilar Leal, José Montesino, Aniceto León Garre, José Fernández) les propició contactos que luego los llevarían a posiciones medias de mando, como la que ocuparía Montesino en la Dirección General de Estadística o la que ocuparía León Garre en la Secretaría de Educación. Al arquitecto Giner de los Ríos, por ejemplo, le solicitó la elaboración de algunas ideas rectoras sobre urbanización de la nueva Ciudad Universitaria. Al ingeniero Eduardo Barba Gose, catalán, le encargó la confección de un plan para la creación de una «Comisión de Estudio de un Plan de industrialización y propulsión económica del país, así como su forma de trabajo y puntos que tendría que estudiar», documento que el Rector pensaba poner en manos de Trujillo y que cabrá a otros valorar en términos de su relevancia dentro de la historia de los planes de política industrial en el país.11 En función de ese contacto, Barba pasaría luego a formar parte del cuerpo asesor técnico de las Secretarías de Agricultura, Industria y Trabajo y de Tesoro y Economía y miembro del Comité Nacional de Salarios, de la Junta Nacional de Alimentación y de la Comisión Nacional de la Industria Láctea.12 Estatutos de la Sociedad Fomento de las Artes y las Ciencias, BN, PJOF. Con un encabezado donde se lee Comisión y Planificación de Ordenación Industrial, el documento de Barba Gose consta de unas 25 páginas. BN, PJOF. 12 Joan Duran, «Catalan a la...». 10 11 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 207 20/03/2012 11:59:20 a.m. 208 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos De ideas claramente intervencionistas en materia del papel del Estado en el desarrollo industrial, el Plan propuesto por Barba se adecuaba bien a los procesos de desarrollo que adoptaría la economía dominicana en el porvenir inmediato, particularmente tras el retorno de las aduanas al control nacional en 1940. Considerando que «solo el Estado puede dirigir la política de un país hacia la consecución de los fines que hemos apuntado», Barba indicaba distintas medidas relativas a la industrialización por creación y estímulo del mercado interno, el control arancelario, el incremento de la producción agrícola de consumo doméstico y la intervención del Estado en el control de precios. En las bases del Plan consideraba el establecimiento de una banca estatal de crédito y ahorro; de un sector de industrias estatales y de una Dirección General de Industria que gobernase las modalidades del desarrollo orientado al mercado interior. Varias de las ideas plasmadas por Barba comenzarían a verificarse como instrumentos de política económica en los venideros años cuarenta, cuando un patrón de acumulación monopólica impulsado desde el Estado cobró forma, cosa que quizás explica su presencia en los organismos reguladores de salarios y bienes salario en que participaría, fuese como diseñador o como simple colaborador. Y es que las ideas de los intelectuales llegados cazaban ampliamente con el perfil estatista de un régimen que se hallaba próximo a desplegar una notable política de centralización de la actividad económica, social y cultural. Un régimen, por otra parte, también interesado en promover una imagen de la vida social dominicana acorde con los ideales democráticos occidentales y con el papel edificador que cabía cumplir al Estado en el bienestar de las grandes mayorías. Como las de Barba, también las ideas del economista Alfredo Lagunilla Iñárritu eran marcadamente estatistas, rasgo que quizás también explique el porqué la Secretaría de Tesoro y Comercio ocupó la labor técnica de este Exsubdirector del incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 208 20/03/2012 11:59:20 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 209 Banco de España, que pareció ser el único comentarista en el país dedicado a reflexionar sobre la crisis mundial de mercados exteriores y las perspectivas que auguraba el recientemente proclamado Plan Dávila, antesala de la Comisión Interamericana de Desarrollo. Por igual eran estatistas las ideas que preconizaba el Anteproyecto de Reforma Interior y Extensión de Ciudad Trujillo, que presentó al Consejo Administrativo del Distrito de Santo Domingo el arquitecto Giner de los Ríos, introduciendo de modo central la idea de regulación pública del suelo urbano y de establecimiento de una Banca de la Propiedad de inversión mayoritariamente estatal.13 Como también lo eran las ideas que sostenían los llegados sobre temas aparentemente distantes de ser dirimidos en términos de rectoría del Estado, como el teatro o la enseñanza de los discapacitados. Pero no sólo pudo el régimen aprovechar la labor de estos intelectuales dentro de procesos de reordenamiento en curso en cuanto a la función del Estado en el terreno económico. Quizás de modo más relevante resultó su aporte concomitante a la creación de los programas e instituciones de política cultural que desarrollaría el régimen durante la década del cuarenta. Viejas instituciones culturales en proceso de fomento hacia 1940, como la Universidad de Santo Domingo, la Biblioteca Municipal, el Archivo General de la Nación o el Consejo Administrativo del Distrito de Santo Domingo, recibieron el impulso renovador de los intelectuales refugiados. Suficientemente tratado, dejamos de lado el caso de la USD para señalar el papel protagónico que tuvieron personas como Ana Martínez Iborra, maestra valenciana que enfrentó en 1940 la organización científica de la Biblioteca Municipal, introduciendo Bernardo Giner de los Ríos, Anteproyecto de reforma interior y extensión de Ciudad Trujillo. Memoria General. Mecanuscrito, Ciudad Trujillo, APBGR, septiembre de 1940, 58 pp. 13 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 209 20/03/2012 11:59:20 a.m. 210 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el sistema de clasificación decimal, modificando el mobiliario y promoviendo el establecimiento de exhibiciones ambulantes de libros.14 O como María Ugarte, historiadora segoviana, cuyo Cursillo sobre Clasificación y Catalogación de Archivos marcó, en 1943, un definitivo impulso en la reorganización del Archivo General de la Nación, institución que el propio Trujillo trataba particularmente de fomentar, como lo destacaba el editorial que daba aviso de su celebración.15 O como los artistas Rovira y Vela Zanetti, que laboraron al servicio del Consejo Administrativo del Distrito en la restauración de los viejos edificios coloniales y en la remodelación del edificio que ocupaba cerca del parque Colón. Pero, sobre todo, los llegados parecieron arribar justo a tiempo para impulsar la creación de nuevas instituciones culturales, como la Escuela Nacional de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica Nacional, el Teatro-Escuela de Arte Nacional y el Conservatorio Nacional de Música y Declamación, en torno a las cuales organizó el régimen un gran movimiento de propaganda sobre la modernización del ambiente cultural nacional y sobre el acceso de los sectores populares a su disfrute. Gracias al impulso creador que tuvieron en esos espacios, el régimen pudo vanagloriarse del clima intelectual de avanzada que vivía la capital del país donde, como en otras capitales del continente, se cultivaban las artes plásticas, la música sinfónica, el teatro y la declamación, en el marco de un movimiento cultural que tendía a democratizar su consumo de modo creciente. No sólo contaba la vieja ciudad de Santo Domingo con una escuela de Bellas Artes, una Galería Nacional de Artes Plásticas o una Or Entrevista a Antonio del Toro. PHO-10-Esp/39. Esposo de Ana Martínez Iborra, el señor Del Toro alude a «la Biblioteca Nacional», debiendo tratarse, más bien, de la Biblioteca Municipal. 15 Editorial. La Nación, Ciudad Trujillo, 28 de marzo de 1940. También puede verse: María Ugarte, Historia, diplomática y archivística. Contribuciones Dominicanas. vol. CII, Santo Domingo, Archivo General de la Nación, 2010. 14 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 210 20/03/2012 11:59:20 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 211 questa Sinfónica, sino que su labor se proyectaba masivamente al pueblo dominicano mediante exposiciones pictóricas ambulantes, conciertos populares sinfónicos y representaciones teatrales abiertas. Así, los intelectuales refugiados brindaron al régimen la oportunidad de construir con ellos una política cultural de tono moderno e integral, elevando la imagen exterior del país y convirtiendo a la cultura en un bien de consumo masivo, que el régimen se esforzaba en mostrar como ejemplo de democracia. De haberlo pretendido, difícilmente hubiese podido hacerlo sin el concurso concomitante de contingentes intelectuales lo suficientemente numerosos y diversos como para emprender, a un mismo tiempo, los distintos desarrollos. También facilitaron los intelectuales refugiados un proceso disperso de mejoría en la capacidad técnica y administrativa de las instituciones públicas. Instalaron, por ejemplo, los primeros servicios geográficos y geológicos que tuvo el Estado dominicano, con la creación del Instituto Geográfico y Geológico de la Universidad de Santo Domingo, a cargo de Aurelio Matilla Jimeno y Ramón Martorell Otzet, en 1940, institución que enfrentaría, en lo sucesivo, el levantamiento cartográfico del territorio nacional y que más tarde (1946) incorporaría la función de Servicio Sismológico Nacional bajo la conducción intelectual –que no jerárquica– de Domingo Martínez Barrio. A éste último correspondió, también en 1946, encargarse de la Sección de Dibujo de la Comisión de Límites Geográficos Nacionales, encargada por entonces de establecer cartográficamente los límites de la frontera con Haití. El establecimiento del Instituto de Investigaciones Psicopedagógicas en la Secretaría de Estado de Educación y Bellas Artes constituye un ejemplo central en el mejoramiento interior del servicio burocrático escolar dominicano, como veremos poco más adelante. La Escuela Consular y Diplomática, lo mismo que la de Administración y Contabilidad constituyeron hitos en el mejoramiento de la función pública que servían las Secretarías a las que se hallaban adscritas. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 211 20/03/2012 11:59:20 a.m. 212 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Una institución pública de servicios médicos como el Manicomio Padre Billini, anunciaba en 1943, por ejemplo, el revolucionario establecimiento de una Clínica Psiquiátrica al frente de la cuál quedaría encargado el psiquiatra español Rafael Troyano de los Ríos. Encabezando la sección nacional de ese día con el reporte de la apertura de la clínica, el diario La Nación calificaba la llegada del nuevo enfoque terapéutico como «nueva e importante obra dentro del plan de asistencia social del Honorable Presidente Trujillo».16 El relato del ingeniero Ángel Rayo del Campo destaca dos aspectos interesantes y poco conocidos de esa labor de mejoramiento en las dependencias públicas. Por una parte, la instalación del Laboratorio Nacional, institución en principio especializada en el análisis de aguas del Acueducto de Santo Domingo, tarea que quedó a cargo del médico español José Luis Rodríguez López de Haro, quien fue contactado personalmente para ello por Trujillo, en París. Por la otra, el papel que el propio Rayo desempeñó junto a otros profesores españoles y cubanos en la recién creada Escuela de Oficiales del Ejército dominicano.17 Seguramente un extenso y variado influjo innovador en las dependencias públicas se debió en esos años a la inserción de las ideas de los refugiados. Muchas veces, éstos no alcanzaron a verlas reconocidas dado que, como le advirtiera al señor Antonio del Toro el propio presidente Jacinto B. Peynado: Aquí es costumbre, y ya lo sabrán por sus compañeros de emigración, que todo el que quiera entrar en un trabajo tiene que hacer una memoria, presentar un programa y, una vez conocido lo aprovechable del programa, les dan la patada. De modo que el que más ha trabajado aquí ha sido La Nación, 6 de junio de 1943, p. 3. Entrevista al señor Ángel Rayo del Campo...; entrevista al señor Antonio Rodríguez Villicañas, Área de Fuentes Orales, AGN. 16 17 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 212 20/03/2012 11:59:20 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 213 un mes.... No den a conocer sus planes de golpe, sino en pequeñas dosis.18 El plagio intelectual pudo ser frecuente, tanto en el ámbito burocrático como en el civil. Subsistió por siempre en la conciencia de muchos la duda sobre el destino de las contribuciones que se les solicitó durante su estancia en el país, como en el caso antes citado del señor José Biayna, que describía a las Sociedades Hispanas Confederadas lo relativo a unos planos entregados a la Secretaría de Educación a inicios de 1940. Particularmente a mí me ha sucedido un caso que no puede ser más monstruoso, es decir no se como calificarle. El 17 de marzo último recibí un telegrama de Dajabón de ese señor que se hace llamar coronel Bosch diciéndome que con carácter urgente me trasladara a Ciudad Trujillo. Ya en ésta, se me comunica que debo de presentarme en el Ministerio de Instrucción Pública para un asunto que me interesaba. Ahí me dijeron que se han enterado de que yo soy un hábil cestero y que ellos piensan montar una Escuela de capacitación profesional, preguntándome si estaría dispuesto a ponerme al frente de ella. Contesté que sí, que yo no esperaba otra cosa que poder ganarme el sustento mío y de mi familia con mi trabajo y que a la vez pondría todo mi esfuerzo, dado el noble fin de educación social que tenía mi empleo... Hice un formulario de trabajo y un plano de una máquina para aprovechar el bambú, materia que hoy no se emplea en nada. Todo fue aceptado y a la vez felicitado... en estos trabajos transcurrieron 20 días. Yo comía y dormía en el hotel y nadie me hablaba de estos gastos, viéndome obligado a plantearlo y entonces se hundió otro hoyo [sic]: en el Ministerio me dijeron que yo era un señor que había hecho una oferta y que podía darme por Entrevista a Antonio del Toro… 18 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 213 20/03/2012 11:59:21 a.m. 214 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos dichoso de que había sido aceptada. Que ellos se encargarían de construir la maquina y montar la escuela, pero que estos gastos no podían pagarlos hasta dentro de 3 ó 4 meses, que entonces ya figuraría en la plantilla del ministerio... Me dijeron que el coronel Bosch tiene unos fondos para estos fines... habiéndole llamado. Todo inútil, este señor no quiere saber nada. Le expuse mil razones, nada. Sus ayudas son muy discutibles y encierran unos bajos fondos inadmisibles para toda persona honrada...19 Todo parece indicar que al señor Biayna nunca se le resolvió lo del cargo en la Secretaría de Educación. En 1944, residía todavía en Dajabón. ¿Tuvieron algún fin práctico los planos de la máquina para el procesamiento del bambú? Posiblemente lo hallaron en el marco de otro de los proyectos del sector público al que los intelectuales refugiados aportaron sus ideas: la enseñanza de los oficios artesanales. Hacia 1944, Eduardo Barba Gose fungía como asesor del programa de escuelas técnicas de la Secretaría de Agricultura, Industria y Trabajo, según refiere Walter Cordero en su estudio sobre las escuelas de tejido de sombreros de cana, donde nos destaca la historia de intentos fallidos por hacer despegar tal tipo de planteles hasta el establecimiento del programa auspiciado por la Secretaría de Agricultura en 1942.20 Aunque trataremos otros aspectos del empleo de los llegados en tareas intelectuales dentro del aparato de Estado a la hora de describir las distintas parcelas de la cultura que animó el exilio, deben remarcarse algunas ideas finales en torno al encuentro entre la intelectualidad inmigrada y las necesidades de dominio del régimen. La relación de uso y apropiación cultural que caracterizó Carta del señor José Biayna a las Sociedades Hispanas Confederadas, Ciudad Trujillo, BN, PJOF, 17 de abril de 1940. 20 Walter Cordero, «Sol y sombra: las vicisitudes del sombrero de fibra vegetal en la República Dominicana». Estudios Sociales, 39 (45), pp. 39-84, 2008. 19 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 214 20/03/2012 11:59:21 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 215 la relación del régimen con los inmigrados no se redujo a la obtención de soluciones de carácter técnico vinculados con el ejercicio burocrático. Considerando globalmente la relación política y cultural del régimen con los refugiados españoles, Roberto Cassá ha señalado muy justamente que: Trujillo se movió con una táctica muy refinada en relación a los españoles. Explotaba su presencia como demostración de vocación democrática y pro-occidental, al tiempo que, desde muy pronto, estrenó el procedimiento de denunciarlos como portadores de ideas extrañas y peligrosas, con el fin de ponerlos a la defensiva y evitar que incidieran en forma negativa sobre la reproducción del poder tiránico... Y aunque los sometió a ataques despiadados, no se propuso propiciar su salida masiva, pues el contexto de la Guerra hacía conveniente la prolongación de su presencia... En todo momento se planteó utilizar a refugiados españoles en tareas técnicas, administrativas y culturales, como medio de reci­clar la manipulación política de su presencia. Esto fue tanto más favorable para el tirano en la medida en que algunos hicieron pronunciamientos de alabanza al Gobierno dominicano.21 Los exilados como bien político, de uso abstracto, representacional; no ya como fuente de nuevo conocimiento útil de ser apropiado, sino como fuente de un poder emanado de su posición en el orden de la vida dominicana. Poder activo, por obra de quienes, por ejemplo, hicieron «pronunciamientos de alabanza» en beneficio del gobierno y de su conductor máximo –cosa que constituyó un auténtico campo de práctica cultural entre algunos de los intelectuales llegados–. Poder pasivo, derivado del creimiento de los que pensaron que su permanencia en el país eran sinónimo de libertad democrática. R. Cassá, «Incidencia política de los republicanos españoles en la República Dominicana», en El exilio español..., pp. 113-129. 21 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 215 20/03/2012 11:59:21 a.m. 216 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos En cualquier caso, ambas formas de poder llevaron al régimen a facilitar su inserción en la sociedad dominicana. Tanto mediante la contratación directa de su servicio como del apoyo discreto dispensado a sus proyectos, el sistema político promovió su inserción en la vida dominicana siempre y cuando éstos actuasen la representación que mejor lo favorecía. Trascendido el momento humanitarista de la apertura y la recepción del exilio, un primer uso político de la permanencia de los exiliados se concretó en la aparición de una corriente ideológica que involucraba tanto a dominicanos como españoles refugiados. Por el lado dominicano, ciertos sectores asentían y reproducían las ideas de la decepción inmigratoria. El mal-agradecimiento y la negligencia al arraigo pululan en el discurso de burócratas y personeros del régimen. Por el de los refugiados emergió una ideología complementaria que enfatizaba la deuda moral contraída con el Jefe del Estado dominicano, el deber de dejar atrás la política española para entregarse a la obra de colonización agrícola. Interpelada por la propaganda de la decepción agricultora, un estereotipo del refugiado agradecido se opuso al del malagradecido bajo la forma de una producción discursiva generada por los inmigrantes mismos que enfrentó al apolítico refugiado agricultor con el refugiado activista. Las primeras manifestaciones de esa vena interpretativa de lo que ocurría con la absorción migratoria del exilio emergieron en la revista Hogar, dirigida por Roque Nieto Peña, arribado al país en el barco Flandre. Desde finales de 1939, la revista publicó regularmente crónicas de la Colonia Agrícola de San Rafael de El Llano, donde contaba con las colaboraciones escritas del poeta Mariano Viñuales y el exdiputado Luis Romero Solano. En el número de enero de 1940, el editorial «¡Ganar la Emigración¡ Soldados del Trabajo: el pensamiento para España y el esfuerzo para Santo Domingo» fijaba las ideas incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 216 20/03/2012 11:59:21 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 217 del trabajo debido por los refugiados en gratitud a la acogida brindada por el Gobierno dominicano y el deber de desterrar la política fraticida española en aras de consagrar el esfuerzo al trabajo.22 Este tipo de discursiva fue estimulado por el régimen, que acogió la publicación en páginas del diario La Nación del escrito «Emoción del Sembrador», de Luis Romero Solano, alentando, quizás previsoramente, la difusión de una explicación de parte de los refugiados sobre la decepción agricultora del Gobierno dominicano.23 En las Colonias, la noción del deber de dedicarse al trabajo agrícola y dejar de lado la política partidista fue insistentemente difundida por la Junta Pro-Inmigración Española (particularmente por Rodolfo Bosch Pearson, que era quien generalmente las visitaba) convirtiéndose en una suerte de óptica con la que el funcionariado miraba a los llegados.24 En tanto eran útiles a la explicación general de la decepción inmigratoria, posicionamientos como el de la revista Hogar La misión que perseguía motivar en el colectivo refugiado: «Ser Hombres. Continuar siendo españoles, ahora más que nunca... Soldados del Trabajo dispuestos a reconstruir la existencia en el solar de una Nación fraterna en la que no hay diferencias que separen a los hombres. En la que todas las creencias, razas y nacionalidades conviven en un régimen de respeto y libertad». Ver: «¡Ganar la emigración!», Hogar, año 3, no. 15, enero de 1940, pp. 4-5. 23 «Emoción del Sembrador», La Nación, 4 de marzo de 1940, p. 6. 24 Vale la pena citar, por ejemplo de lo dicho y porque nos ilustra aspectos de la vida rural de los inmigrados, la opinión que transmitía a la Presidencia el señor Calixto M. Pina, Encargado del Negociado de Registro de Extranjeros, luego de visitar la colonia de Medina. Según Pina, «del grupo de refugiados españoles... solamente quedan siete, los que no están efectuando trabajos de agricultura. Uno ha establecido un pequeño comercio y los otros viven del pequeño subsidio.. al igual que en la Colonia de «Pedro Sánchez» algunos de los españoles... pasan la mayor parte del tiempo conversando sobre la guerra y propaganda Social-Extremista, motivo por el que advirtió la necesidad de controlar sus movimientos». Calixto M. Pina. Memorandum Confidencial. Ciudad Trujillo, 29 de junio de 1942. 22 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 217 20/03/2012 11:59:21 a.m. 218 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos recibieron el beneplácito del régimen, que supo estimularlo mediante apoyos pecuniarios puntuales o, al menos, dispensando mejor trato político a sus autores, como señalaremos a continuación no sin antes señalar lo que vino siendo –desde nuestros ojos presentes– una derivación relativamente grotesca de esta reducción ideológica del problema confrontado por la inmigración. Ésta, la produjo el propio Bosch Pearson, al fundar el grupo apolítico «Españoles Amigos de Trujillo», en cuya Declaración de Principios indicaba ser «ajeno en todo a las cuestiones políticas de la República Dominicana, como también a las luchas políticas... entre... españoles». «Inspirada en los ideales de Trujillo», la agrupación declaraba actuar «por agradecimiento», «por cariño» y «por lealtad» al Jefe supremo.25 El activismo de Bosch Pearson en favor de Trujillo probablemente no rebasó la órbita de quienes habían venido siendo sus colaboradores en la Granja Agrícola Ramón Cáceres de Haina, donde se trasladó la JPE tras la renuncia de los señores Elfidio Alonso, Ramón Suárez Picallo y José de los Ríos en diciembre de 1939 y en donde él continuaría laborando como Agente Especial de la Secretaría, tras la extinción espontánea de la Junta en agosto de 1940. Inserto en una carrera de tipo personal, que eventualmente lo comprometería seriamente con el régimen,26 se trató de un activismo repudiado comúnmente Con la creación de la agrupación «Españoles Amigos de Trujillo», Bosch Pearson se sumaba políticamente a la protesta pública hecha el día 2 de mayo en el órgano Juventud (del Partido Trujillista) por el señor Max Garrido (en nombre de la Guardia Universitaria «Presidente Trujillo») por las declaraciones hechas a la prensa neoyorquina por el representante de la «Hacienda España», que agrupaba a los comunistas en Pedro Sánchez, expresando las difíciles condiciones que enfrentaban los refugiados en el país. Rodolfo Bosch Pearson. Declaración de Principios del Grupo Apolítico «Españoles Amigos de Trujillo». Ciudad Trujillo, mayo de 1941. 26 ¿Qué presuntamente hubo detrás de ésta figura y cómo y cuánto actuaron patrimonialismo y sectarismo político en la gestión de la Junta? Cuadro militar de importancia en la defensa del Madrid sitiado y en la 25 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 218 20/03/2012 11:59:21 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 219 por los refugiados (particularmente por los filo-comunistas, a quienes este nacionalista vasco se dedicaría a perseguir en tanto Agente del Gobierno dominicano), que no le granjeó grandes adhesiones, salvo casos relativamente aislados como el de la revista Hogar y el de aquellos a quienes auxilió en empresas de corte manifiestamente proselitista en favor del régimen, como el periodista Salvador Marín «Armín», que publicó dos obras abiertamente exegéticas: Te dejo Mariana, me voy con Quisqueya y El Álbum de la Victoria. Tratándose de un relato de exilio que describe la estancia en Francia y el traslado a la República Dominicana, la idea de «dejar a Mariana para irse con Quisqueya» no es más que el símil (de escaso interés literario) de pasar del totalitarismo a la libertad. El Álbum de la victoria consistió en una edición conmemorativa de la firma del Tratado Trujillo Hull, en el que el periodista colaboró con Roque Nieto Peña.27 histórica batalla de Brunete, Bosch Pearson fue luego procesado por el fusilamiento arbitrario de milicianos del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM) y por el envío de armamento a la retaguardia. En el país tuvo cierto ascendente dentro de la élite militar del régimen, por ser pariente político del jefe de la Policía Nacional, según se dijo posteriormente. Hacia 1946, los registros del Departamento de Estado norteamericano lo ubicaban como negociador dominicano en la compra de armamento militar a Brasil. Ver: La Vanguardia, Barcelona, 8 de mayo de 1938, p. 4; en http://madridquebienresiste.forumup.es/about762madridquebienresiste.html; Foreign Relations of the United States, vol. 11, 1946, p. 84. 27 Otro álbum confeccionado por refugiados lo fue el Álbum Homenaje al Generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo Molina, elaborado por el periodista José Campa, ilustrado por el caricaturista Víctor García «Ximpa» y editado por el señor Octavio Arias, tipógrafo. Estuvo dedicado a conmemorar la fecha en que Trujillo ganó la presidencia. La calidad de su edición (llegó a afirmarse que, con su edición, «las artes gráficas dominicanas han alcanzado una altura insospechada») y el interés político de su contenido (recababa un extenso espectro de opiniones sobre la Era, lo mismo de diplomáticos acreditados en el país que de personalidades de la industria y el comercio) valió el que el diario La Opinión le dedicase una nota editorial. Ver: «Un álbum que nos hace honor», La Opinión, 14 de agosto de 1943; «Una obra para la historia: Álbum Homenaje al Presidente Trujillo», Democracia, año II, no. 37, 21 de agosto de 1943. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 219 20/03/2012 11:59:21 a.m. 220 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Al anunciar la futura edición del álbum en los días en que estaba por celebrarse en la ciudad capital La Marcha de la Victoria, «Armín» decía: «Cuando el Benefactor regresó de Europa, nuestro compatriota Rodolfo Bosch supo hacer público el afecto de quienes disfrutaban de esta, nunca suficientemente agradecida, hospitalidad... Creo que debemos otorgar el Benefactor, la modestia de nuestro presente: un ALBUM con todas las firmas de los que le amamos».28 La prensa no comentó nada sobre la entrega del Álbum con firmas de los refugiados, pero, lo cierto es que La Marcha de la Victoria dejó apreciar claramente el interés del régimen por contar con una colectividad de inmigrados que ratificasen su hospitalidad. Al celebrarse la Marcha el domingo 20 de octubre de 1940, el contingente de refugiados extranjeros ocupó el onceavo puesto en el orden de aparición de las 76 representaciones que participaron.29 Pero no sólo contó el régimen con plumas pobremente inspiradas como la de «Armín». Como fue señalado en esta obra, intelectuales como José Almoina Mateos, Ramón Fernández Mato y Pedro González Blanco, escribieron regularmente en su favor, enfatizando el clima de progreso y libertad en que vivía la República Dominicana y adjudicándolo de modo sistemático a las virtudes sobrehumanas del dictador. En diferentes momentos, los tres defendieron las tesis del régimen sobre el refugiado malagradecido. Todavía en 1944, el abogado Ramón Fernández Mato retomaba esa idea en el discurso «El Generalísimo Trujillo: fundamentos políticos y ámbito emocional de una admiración», pronunciado frente a la Junta Superior Directiva del Partido Dominicano en San Cristóbal.30 Salvador Marín, Te dejo Mariana, me voy con Quisqueya, s/e, Ciudad Trujillo, 1940; La Opinión, 8 de octubre de 1940. 29 La Nación, 20 de octubre de 1940, p. 11. 30 El discurso –un largo panegírico de gramática rebuscada donde, a cada paso, se deslizan ideas grandilocuentes sobre la persona del dictador– señala: «Por eso yo no creo, no puedo creer que nadie que haya recibido 28 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 220 20/03/2012 11:59:21 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 221 Tres aspectos de uso político que no han recibido gran atención de parte de los cronistas de este exilio radican, por una parte, en el modo en que el régimen se valió de su participación intelectual en reuniones internacionales donde le interesaba proyectar el progreso cultural del país y, por otro, el concurso puesto por los artistas españoles tanto en la producción de un imaginario estético en torno a la identidad hispánica del pueblo dominicano como en el extendido trabajo de producción de piezas conmemorativas, particularmente los numerosos bustos de la familia Trujillo. Ejemplo del primero lo fue la II Reunión Interamericana del Caribe, celebrada en Santo Domingo en junio de 1940, donde fue aprobada la ponencia dominicana de constituir una Junta Puericultora del Caribe, tesis defendida por la profesora refugiada María Dolores Canals de Junyer, que expuso sus ideas dando, por supuesto, crédito a la política escolar del régimen.31 De cierta importancia para la política exterior del régimen, la Conferencia se engalanó con un (poco frecuente) acto cultural en agasajo de los representantes caribeños, a los que se les ofreció un concierto sinfónico y una exhibición de pintura y escultura en salones del Palacio Nacional. En esta última, que constituyó la primer gran muestra colectiva de artes plásticas realizada en el país, participaron siete artistas españoles, de la República Dominicana y de su conductor eminente la acogida, ejemplar en su amplitud y en su tono, que aquí se dispensó a quienes llegaban acezosos de pavor y escalimados de hambre, puede, dentro aun, o fuera ya, de este país, pagar tanta liberalidad con la ingratitud menos aun con la monstruosidad ética de la difamación». Vicente Llorens, duda de incluir a Fernández Mato y a González Blanco dentro de la emigración republicana de 1939, señalando que fueron hechos llegar a la República Dominicana con el fin expreso de hacer prosa para el régimen. Ver: «El Generalísimo Trujillo: fundamentos políticos y ámbito emocional de una admiración», La Nación, 7 de septiembre de 1944, p. 7; V. Llorens, Memorias de una..., p. 166. 31 «Trascendencia y necesidad de la implantación puericultora en el Caribe», La Nación, 14 de julio de 1940, p. 9. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 221 20/03/2012 11:59:21 a.m. 222 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos seis dominicanos y un alemán.32 La exposición fue luego llevada al Museo de La Habana, donde, al parecer, quedaron en donación algunas obras.33 En torno a esta Conferencia, puede decirse, incluso, que la producción de un cierto marco interpretativo sobre las relaciones interamericanas apto para la información ciudadana se delegó parcialmente a intelectuales españoles. Más allá de las notas de prensa cubriendo declaraciones políticas del canciller Despradel sobre el sentido político de la Conferencia y de alguna que otra colaboración local, quienes más escribieron al respecto en páginas del diario La Nación fueron personas como Rafael Marquina, Laudelino Moreno o Manuel Valldeperes. En otra materia, resulta significativo el que fuese el pedagogo inmigrado Luis Alaminos Peña, el acompañante permanente del secretario de Educación, Víctor Garrido, no sólo en sus repetidos viajes al interior sino en ocasión de representaciones internacionales relevantes, como la Conferencia Interamericana de Ministros y Directores de Educación celebrada en la ciudad de Panamá en 1943.34 El aporte de los artistas a la creación de un imaginario estético de la hispanidad dominicana fue significativo, particularmente a través de la producción de una pintura mural alegórica a la conquista, la etnia y al tránsito que, desde entonces, sufrió la sociedad dominicana hasta entronizarse la Era de Trujillo. Contratada para la decoración de importantes edificios públicos –como los del Consejo Administrativo del Distrito de Santo Domingo, el Palacio de Justicia, el Banco de Reservas, el Instituto Agrícola de San Cristóbal, entre otros– o en monumentos conmemorativos del orden ciudadano bajo la Era –como El Monumento a la Paz de Trujillo (también llamado de la Restauración), edificado en la ciudad de Santiago en 1944– la obra La Nación, 1º de junio de 1940. La Nación, 7 de junio de 1940. 34 La Nación, 21 de septiembre de 1943. 32 33 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 222 20/03/2012 11:59:21 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 223 de muralistas como José Vela Zanetti, José Rovira y José Alloza orbitó de modo relevante en la expresión de esa estética, que no sólo tuvo empleo en edificios públicos, sino en residencias de la propia familia Trujillo, de funcionarios connotados del régimen (como Manuel A. Peña Batlle35 y Julio Ortega Frier, entre otros) y en clubes sociales de élite, como el Club de la Juventud o el Club Militar,36 imbuyendo el ambiente social de un reencuentro con el origen hispánico, lo autóctono, la nación y el futuro promisorio que marcaban las realizaciones sociales de la Era. Títulos como La Economía Nacional Liberada o La formación de la ciudadanía dominicana, dos de los murales pintados por Vela Zanetti en inmuebles públicos, son suficientemente expresivos del sentido constructivo de esa estética, que, sin duda (y eso es algo que sólo podría decirlo un estudio detallado de la muralística que cifra María Ugarte),37 En «Cachimán», la (al parecer) afamada residencia campestre del Secretario de Relaciones Exteriores, Manuel A. Peña Batlle, el artista Francisco Rivero Gil desarrolló un proyecto (inconcluso) de seis murales alusivos al tema del papel de los Dominicos en el «Descubrimiento, conquista y la colonización de La Española», según describe la nota «Tres Murales de Rivero Gil», publicada por Cuadernos Dominicanos de Cultura, donde también se deja saber que José Rovira «hace un fresco: una interpretación bizantino-catalana de Nuestra Señora de la Altagracia, para una hornacina en la mencionada residencia». Parece de interés citar este detalle sobre los sueños decorativos del propietario de «Cachimán» dada la relevancia de sus ideas en la formación del discurso hispanófilo del régimen. No me es posible brindar, de momento, la referencia precisa al número de CDC. 36 Según informa un catálogo de época, José Alloza, ilustrador, ex-director del semanario «L’Esquella de la Torratxa» de Barcelona, decoró «varias residencias particulares en Ciudad Trujillo. Se le debe el gran mural alegórico a la República Dominicana y a la obra del generalísimo Trujillo Molina que decora uno de los salones del Club Militar». La figura de Alloza tuvo también relevancia por haber ganado el concurso de carteles de la Feria del Trabajo en la Era de Trujillo, de 1942. El segundo lugar de ese concurso lo ganó Antonio Bernad «Toni», otro artista refugiado. 37 Según la historiadora María Ugarte, José Vela Zanetti (el principal de los tres muralistas), dejó 87 murales en la República Dominicana, muchos inequívocamente situados en el campo temático señalado. María Ugarte, 35 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 223 20/03/2012 11:59:22 a.m. 224 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos en espacios privados hubo de ser más claramente expresiva de la posición mítica jugada por la Patria Nueva.38 Además de intervenir en la producción de esas representaciones públicas, el trabajo de escultores como Manolo Pascual y Luis Soto fue asiduamente requerido para la elaboración de obras conmemorativas, como los decorados que el segundo aplicó en el monumento de La Independencia Financiera y, sobre todo, para la realización de bustos, principalmente de la familia Trujillo, de la que ejecutaron al menos veinticinco, destinados a las ciudades más importantes del país. También se desarrolló cierta pintura cortesana, como el retrato del Generalísimo pintado por Vela Zanetti para decorar la Secretaría de Relaciones Exteriores o el retrato ecuestre que le realizó José Gausachs (según un comentarista «el mejor que de tan ilustre político se haya pintado hasta la fecha») que fue colgado en el Palacio Nacional.39 La obra escultórica y pictórica relativa al imaginario político del régimen pudo ser más larga, desapareciendo mucha de ella por efecto de la «vandalización» popular que siguió a su derrocamiento, que tomó por objeto esos emblemas públicos, como lo señalan Espinal y Moya.40 «La Pintura Mural», en Jeannette Miller; Et. al., 1844-2000 Arte Dominicano. Pintura, dibujo, gráfica y mural. Colección Cultural Codetel, volumen IV, Santo Domingo, Codetel, 2001, pp. 359-471. Ugarte no consigna la obra muralistica de Rivero Gil, que acudió con cuatro estampas sobre el tema de la Historia del Descubrimiento a la exposición de Bellas Artes de 1942. 38 Como permiten pensarlo las afirmaciones de Edwin Espinal y Patricia Moya, muchas de esas obras fueron «vandalizadas» por las multitudes a la hora de la salida del país de la familia Trujillo, tras el ajusticiamiento del dictador, como ocurrió con los murales de Zanetti en el Monumento a la Paz en la ciudad de Santiago de los Caballeros. Ver: Líderes. Sitio de Orlando Jorge Mera, Entrevista a Edwin Espinal y Patricia Moya, en http://www. orlandojorgemera.com.do/index.php (consulta 10 de marzo 2011). 39 Ver: Fraíz Grijalba, «Gausachs el olvidado». Democracia, año I, no. 8, p. 5; «Fortuna y esfuerzo de Vela Zanetti». Democracia, año I, no. 10, p. 5 40 Esta reseña enfatiza principalmente los procesos habidos hasta 1944, escapando el registro de obras elaboradas entre 1945 y 1947, cuando incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 224 20/03/2012 11:59:22 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 225 2. Presencia del exilio español en la vida cultural dominicana Dada su activa participación en el surgimiento de nuevas instituciones de política cultural (como las ya mencionadas Escuela Nacional de Bellas Artes, Orquesta Sinfónica Nacional, Teatro-Escuela de Arte Nacional, o la Galería Nacional de Bellas Artes) y la labor que desempeñaron en el renacimiento de instituciones de viejo cuño (como la Universidad de Santo Domingo, el Archivo General de la Nación o la Biblioteca Municipal), no pocos han dudado en afirmar que la llegada del exilio español de 1939 trajo una suerte de Edad de Oro en la vida cultural dominicana. En el terreno de las artes plásticas, de la música sinfónica, del teatro y de la universidad, la presencia cultural de los exiliados ha dado lugar a una ingente producción académica y conmemorativa que ha tendido a restringir a esas esferas la percepción de sentido común presente en la sociedad dominicana actual, en cuanto a los campos en que el exilio realizó aportes a la cultura nacional. Aunque su concurso en el despuntar histórico de esos proyectos figurará siempre necesariamente en el recuento de su influjo sobre la vida cultural dominicana, no insistiremos aquí en reseñarlo, limitándonos a brindar al lector referencia de la producción académica que lo aborda y a introducir algunas apreciaciones de carácter marginal. En el sentido de un registro que tienda a superar la limitaciones del recuento hecho en su día por Vicente Llorens, parece más interesante abordar campos de actividad cultural escasamente reseñados, como el de la prensa, las publicaciones periódicas, la divulgación científica y cultural, la enseñanza o todavía permanecían en el país algunos de estos artistas. Justo a mediados de 1944, por ejemplo, la Cámara de Diputados autorizó la elaboración de bustos de la familia Trujillo, inicialmente los de Julia Molina y José Trujillo Valdez. La Nación, 7 de julio de 1944, p. 4. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 225 20/03/2012 11:59:22 a.m. 226 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el pensamiento pedagógico. Asumiendo, por supuesto, que todo ello no hará más que aludir a la dimensión tangible de una presencia cultural que también se pobló de influjos poco aprehensibles en tanto fueron inmateriales. 2.1 Prensa y publicaciones periódicas Resulta pertinente iniciar la reseña de la presencia del exilio en la vida cultural dominicana, comentando la labor desarrollada por éste en los medios de comunicación escrita, por representar el espacio que mejor permite apreciar la diversidad de conocimientos y posturas intelectuales que trajeron al ambiente dominicano y por constituir, en cualquier caso, el medio por el que sus colaboraciones alcanzaron mayor difusión. Además de esto, el rescate cultural de su obra a partir del rastreo en la prensa periódica constituye una herramienta insuperable en cuanto a tomar el pulso cotidiano de esa labor con el fin de valorar las dimensiones de su impacto. La prensa diaria derivó un influjo notable de la colaboración de los republicanos en ella, que incidieron tanto en su forma como en su contenido. Los cuatro diarios de mayor circulación (La Nación, La Opinión, La Información y el Listín Diario) incorporaron, en mayor o menor medida, a los llegados, como simples colaboradores o como miembros de sus comités de redacción e, incluso, dirección, como en el caso de La Opinión, dirigida por el emigrado vasco José Ramón Estella, y La Nación, que nació bajo la dirección intelectual de Elfidio Alonso, el periodista canario del que ya hemos comentado.41 El director formal del diario lo fue Rafael Vidal. Jefes de redacción en La Nación fueron: Ramón Suárez Picallo, Eugenio Fernández Granell, Manuel Valldeperes y Carlos Vega López. La redacción de La Opinión estuvo a cargo del periodista Mariano Vives Orts, al tiempo que Segundo Serrano Poncela ocupó ese cargo durante varios años en el diario La Información, de Santiago. En lo general, el Listín Diario fue el que tuvo menor presencia de los exiliados, fuese como editores o como colaboradores. 41 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 226 20/03/2012 11:59:22 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 227 De los diarios de circulación nacional, La Nación es el que recibe la mayor influencia. Su concepto lo distingue de los demás, no sólo por imprimirse en rotativas más modernas, sino por las diversas secciones temáticas que contiene. En este último sentido, es un periódico que se restringe menos a lo noticioso y que dedica mayor espacio al comentario de fondo y a la divulgación científica y cultural. Algunas de sus secciones resultan innovadoras en relación con lo que, hasta entonces, comprendían usualmente los diarios. Tuvo, por ejemplo, varias secciones científicas, artísticas y literarias, además de una página semanal infantil, de mucho mayor contenido cultural que las tradicionales tiras cómicas dominicales que generalmente se ofrecían a la niñez. Estas cualidades las sustentaron, sobre todo, las colaboraciones de los refugiados. Las referencias que brinda Vicente Llorens en este sentido escasamente expresan la importancia que éstas tuvieron en la vida del diario, pues el listado de ocho o diez colaboradores que registra en sus Memorias se integró, en realidad, por no menos de cincuenta firmas que consuetudinariamente dieron contenido a sus páginas durante su primer año de circulación, siendo notorios los cambios que experimentó en extensión al ir abandonando el país muchos de sus colaboradores. Al medio centenar de articulistas que reclutó entre los intelectuales refugiados en el país habrían de sumarse los no pocos que, por su conducto, comenzaron a enviar escritos al diario desde el exterior. Desde Londres, por ejemplo, colaboraron con temas de análisis militar personalidades como el general Vicente Rojo Lluch (Jefe de Estado Mayor del Ejército republicano, planificador estratégico de la Batalla del Ebro y de la de Brunete) o el coronel Segismundo Casado, ambos analistas de estrategia en las nuevas formas de guerra que las potencias habían justamente ensayado en EsOtros refugiados más laboraron como traductores, lo mismo que en áreas del proceso de impresión (La Nación y La Opinión) y la administración. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 227 20/03/2012 11:59:22 a.m. 228 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos paña), lo mismo que comenzaron a recibirse los reportes de Salvador de Madariaga y Pedro Bilbao, especializados en ello al servicio de la BBC. Muchas de las colaboraciones aparecidas entonces no ofrecen en el presente gran interés, por tratarse de trabajos de divulgación científica, artística y literaria. Esto es, no sería mucho lo que hallaría hoy el historiador que escudriñase las páginas del diario en busca de inéditos de figuras de renombre internacional y local como las que escribieron en él. Sin embargo, sin lugar a duda, incluso ese prolífico género mediano que desarrollaron en materia de divulgación tuvo una importancia (que tocará a los especialistas aquilatar reflexivamente) en términos del acervo informativo de que proveyeron a la sociedad dominicana. No resulta desatinado afirmar que ciertos formatos de contenido de prensa, entendidos como espectros informativos entregados desde entonces por los grandes diarios nacionales, nacieron y se consolidaron al calor de esa labor. Las secciones artísticas que tuvo La Nación brindan un gran ejemplo de esa impronta. Podría decirse, sin temor a cometer gran yerro, que nada como ello había existido de modo sistemático en la prensa anterior, que ciertamente editaba regularmente reportes, comentarios y análisis debidos a medios extranjeros, aunque sin el supuesto y las posibilidades de un plan de información sistemático. Eugenio Fernández Granell fue largo tiempo redactor de la sección de Artes y Espectáculos, donde sostuvo diariamente columnas como «Antena» y «Ventana», dedicadas predominantemente al panorama cultural español, pero asimismo introductoras de una labor de seguimiento periódico del clima intelectual nacional e internacional en materia de música, pintura, poesía, cine y teatro. Vicente Llorens fue acerbo colaborador en esa sección, con una columna llamada «Correo de las Artes». Junto con las columnas señaladas, aparecieron dos páginas de divulgación sistemática de segmentos de cultura internacional. La Página Literaria, a cargo de Manuel Valldeperes dio incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 228 20/03/2012 11:59:22 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 229 lugar a una labor de presentación diaria de escritores españoles contemporáneos, como Juan Ramón Jiménez, Vicente Blasco Ibañez, Concha Espina o Juana de Ibarborou, entre muchos otros, aunque también se convirtió en foro de divulgación y análisis de autores dominicanos y de las reflexiones culturales del propio autor. Por su parte, la Página Infantil, que también aparecía los domingos, constituyó un proyecto notable en materia de lectura, animación y divulgación de literatura y ciencia para niños. Varios escribieron y animaron en ella, debiendo destacarse la sección Caracolas, de Luis Tello, especializada en literatura infantil, que publicó sobre todo piezas de autores españoles. Un colaborador distante de la página lo fue Antonio Robles, el famoso animador infantil exiliado en México. «Cuentos de La Nación» es otra columna diaria en la que escriben pequeños relatos autores como Vicenç Riera Llorca, Fernando Alloza y Ramón Medina Tur, entre otros. Como se desprende, no se trata ya de una labor de divulgación, pero la mencionamos aquí porque concretó la idea de editar diariamente literatura y porque, en tanto expresión de la sensibilidad hispánica de sus colaboradores asiduos, se sumó a las secciones antes citadas en la producción de algo realmente trascendental en materia cultural: la difusión de la literatura española. Difícilmente pudo época alguna del período republicano de la vida nacional hallar una difusión de la cultura hispánica de la profundidad y la extensión que tuvo la que siguió a la llegada del exilio, idea sobre la que habremos de volver posteriormente. También sostuvieron los intelectuales refugiados la producción sistemática de secciones de divulgación científica, labor en la que participaron regularmente distintos tipos profesionales. La Ciencia al Día fue una de ellas y albergó alternadamente la colaboración de médicos como Jaime Roig Padró, Emilio Jubés Bobadilla, Víctor Godás y Vicente Sarmiento Ruiz y de agrónomos como Maximino Álvarez-Laviada y Enrique incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 229 20/03/2012 11:59:22 a.m. 230 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Larrauri. Un médico allegado por los profesionales refugiados que nutrió abundantemente esta sección lo fue el doctor Julio Cantala, refugiado en los Estados Unidos. Sin embargo, además de la divulgación artística, literaria y científica registrada en el marco de esas secciones, varios intelectuales se especializaron en otro tipo de contribución periodística, de carácter ensayístico, dedicada a reflexionar sobre temas del momento, como la guerra mundial, la geopolítica, el papel del Estado en la vida social, los problemas de la era moderna y los procesos de reforma puestos en marcha por el Gobierno dominicano. En esos distintos planos, La Nación recoge las ideas de muchos. En el relativo a la vida nacional, un gran número de contribuciones se dirige aspectos sobre los que el Estado incidía o debería incidir en aras del mejoramiento social. Es aquí en donde, como se dijo páginas atrás, los intelectuales refugiados destacan aportando un discurso que legitima la activa intervención del Estado en la vida pública, defendiendo (o anticipando) algunas de las políticas públicas del régimen. Sobre temas económicos y sociales escriben varios, resultando de particular interés las colaboraciones publicadas en materia de economía y política social. En economía destaca Alfredo Lagunilla Iñárritu, que escribe sobre la crisis de mercados exteriores que plantea a economías como la dominicana el estallido de la guerra europea, sugiriendo una serie de medidas de reorganización del comercio exterior que tiendan a evitar la caída de las exportaciones y que permitan capitalizar industrialmente los excedentes de producción.42 Más allá del interés que pueda tener la interpretación de Lagunilla sobre el impacto de la guerra en las economías primario-exportadoras y las posibilidades de reordenación del patrón de acumulación Ver «Buscando soluciones a la crisis de mercados extranjeros»; «La Conferencia del Caribe y la crisis de mercados exteriores» y «Proyecto de capitalización industrial de excedentes de producción americanos»; La Nación, 22, 30 de mayo; 3,4,5 de junio de 1940. 42 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 230 20/03/2012 11:59:22 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 231 que ella introduce, es importante destacar la relevancia que en sus recomendaciones de política económica adquiere la intervención estatal, no debiendo descartarse el que algunas de las ideas allí planteadas orientaran medidas asumidas posteriormente relación al sector externo de la economía, tema sobre el que fue asesor de la Secretaría de Tesoro y Comercio.43 En materia de política social, Carlos González Sanz hace una interesante reflexión global sobre los campos en que sería deseable una mayor intervención del Estado. González Sanz contribuye con dos largas series de artículos dedicados al tema. Una de ellas se denomina Funciones del Estado, y en ella elabora una crítica en la que aboga porque el Estado dominicano asuma la función de organizador racional del proceso social que corresponde a un Estado moderno, regulando la economía en aras de un mejor aprovechamiento de los recursos naturales y una distribución más justa del ingreso. Para ello, debe desarrollarse un nuevo espíritu burocrático adecuado a esas funciones. Ingenuas, en tanto algunas soluciones de organización estatal afectaban los propios mecanismos de poder del régimen, las ideas del autor tienen, al menos, el interés de la crítica. La otra serie se llamó Problemas Nacionales y trató sobre temas puntuales como la protección a la infancia, la orfandad y las madres solteras, sugiriendo la creación de varias instituciones públicas abocadas a intervenir en el problema.44 Durante su estancia en el país, Lagunilla laboró como auxiliar técnico en la Secretaría de Estado del Tesoro y de Comercio, cargo que quizá no correspondiese con la importancia real de sus funciones, ya que las posiciones directivas eran ocupadas por dominicanos, aunque la concepción de los proyectos se debiera a extranjeros. El decano de los criminólogos españoles, Constancio Bernaldo de Quirós, que con sus charlas animó el interés por el tema en el país, figuró apenas como jefe de una de las secciones del recién creado Instituto de Criminología, como sucedería con los pedagogos que dieron vida al Instituto de Investigaciones Psicopedagógicas de la Secretaría de Educación, en el que todos figuran como meros ayudantes. 44 «Funciones del Estado», La Nación, 17, 24 de marzo, 1-2, 9-10 de abril de 1940 y; «Problemas Nacionales», 16, 20, 24 de abril de 1940. 43 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 231 20/03/2012 11:59:22 a.m. 232 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Otros profesionales escriben planteando ideas relacionadas con el mejoramiento de aspectos de la sociedad dominicana. Sobre el desarrollo agropecuario, por ejemplo, destacan las colaboraciones de Maximino Álvarez-Laviada, Aniceto León Garre y Enrique Larrauri. El primero, genetista del Instituto de Investigaciones Agronómicas de España, dedicó varios artículos al tema del mejoramiento de la ganadería nacional y al de la tecnificación de la producción cafetalera. León Garre, pedagogo del que hablaremos al tratar el tema educativo, escribió frecuentemente sobre modelos de enseñanza para las proyectadas escuelas agro-industriales y para la divulgación de técnicas agrícolas. Larrauri, perito agrónomo, elaboró proyectos específicos de desarrollo agropecuario en la sección dedicada al tema, en la que colaboran otros peritos refugiados en el país. Sobre temas de salud pública escriben los médicos Vicente Sarmiento Ruiz y Víctor Godás, que dedican varios artículos a las patologías de incidencia mayor como la tifoidea, el paludismo y la sífilis, elaborando propuestas sobre desarrollo de campañas de desinfección nacional. Uno de los aspectos de mayor interés en la colaboración de los republicanos con los medios de información, es el relativo al tema de la guerra europea y el ascenso del totalitarismo. En este sentido, son ellos quienes aportan una reflexión de fondo sobre los contornos y las perspectivas del conflicto, convirtiéndose en el principal interlocutor de que dispuso la sociedad dominicana en su percepción sobre el problema. De nuevo, es La Nación el diario que proporciona la mayor información sobre el desarrollo bélico y son los refugiados quienes lo analizan en profundidad, superando la comprensión que permitían formar en el lector común los cables y reportes de guerra que, en general, se limitaban a publicar los demás diarios. La Segunda Guerra Mundial es, sin duda, el tema que produce el mayor número de colaboraciones, en las cuales pueden incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 232 20/03/2012 11:59:22 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 233 reconocerse diferentes tipos de análisis. Algunos se dedican al comentario puntual de los aspectos militares y geopolíticos del proceso bélico. Otros desarrollan perspectivas de carácter global, políticas, culturales y filosóficas. En este último sentido, merecen destacarse los ensayos de Bernardo Clariana, Juan Chabás, Manuel Valldeperes y el mismo Carlos González Sanz. Entre ellos, los publicados por Clariana son los que ofrecen mayor interés, por ser éste el que se extiende más en la temática de la decadencia europea, particularmente en el titulado «Riesgo y aventura de Europa en la filosofía de Ortega y Gasset».45 En el primer tipo de colaboración, la abocada al comentario estratégico y militar, destaca Cipriano GarcíaRivas, autor de la columna «Dianas», centrada básicamente en la política europea como marco del proceso militar. Esta columna se editó casi diariamente durante todo el año 1940. Laudelino Moreno Fernández desarrolló en ese mismo año un largo número de artículos sobre geopolítica, que iniciaron, precisamente, con el análisis estratégico del área del Caribe bajo el supuesto de que la guerra llegara a involucrar a América. Pablo María Yuste escribió asiduamente Sobre «El factor Económico y la Actual Guerra». A los intelectuales hasta aquí reseñados se agrega otra serie de colaboraciones en relación con ámbitos culturales que trataremos en detalle más adelante. Aunque con un menor número de colaboradores, los demás diarios de circulación nacional también recibieron un influjo similar al de La Nación. Sin embargo, no debe olvidarse que ésta tendió a convertirse en el diario nacional por antonomasia, al desaparecer tanto el Listín Diario (1942) como La Opinión (1947), hecho que realza Manuel Valldeperes; «El ocaso de los dictadores»; Carlos González Sanz, «Teoría de la integración: la danza de las naciones», La Nación, 3 de abril, 11 de mayo, 1940. Bernardo Clariana, «Riesgo y aventura de Europa en la filosofía de Ortega y Gasset»; «América, ¿Eneas del viejo mundo?» y «La no beligerancia», La Nación, 4-5, 7, 14, 18 y 29 de junio, 14 de julio de 1940. 45 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 233 20/03/2012 11:59:23 a.m. 234 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos el influjo de los inmigrantes en el contenido informativo de la prensa de circulación nacional de los años 1940-1944.46 Un último aspecto que debe destacarse en el aporte republicano a la prensa nacional es el desarrollo local de la caricatura periodística. Pocos caricaturistas dibujaban, por entonces, en la prensa, procediendo de agencias extranjeras la mayoría de los cartones que ésta publicaba. Cuatro caricaturistas refugiados colaboraron en diarios: tres en La Nación y otro en La Opinión.47 Como colaboradores de revistas dominicanas figuran también muchos refugiados, pudiendo decirse que pocas de las que circularon en esos años dejaron de contar con sus artículos. En varias de las revistas culturales y académicas del período, las colaboraciones de los exilados resultan esenciales en cuanto a contenido general. Es el caso de la Revista de Educación, que experimenta un breve, y aislado, desarrollo teórico, basado fundamentalmente en las contribuciones de pedagogos emigrados como Fernando Sainz, Gregorio Palacín, Aniceto León Garre, Luis Alaminos y otros más. Cosa similar sucedía con los Anales de la Universidad de Santo Domingo, que aunque no depende en tal medida de los artículos de los educadores llegados, deja a su cargo secciones importantes como la de comentario bibliográfico. Las demás revistas de este tipo (Cuadernos Dominicanos de Cultura, Revista Jurídica Dominicana, Clío y La Poesía Sorprendida) reciben también contribuciones de los inmigrados, aunque en menor medida. Mariela Mejía, «La prensa escrita dominicana durante la “Era de Trujillo”». Tesis para obtener el grado de Maestría de Periodismo en Español, Universidad de Miami en http://www.monografias.com (Consulta 10 de marzo de 2011). 47 Talentos dominicanos de la caricatura, como Bienvenido Gimbernard, esencialmente ilustraban sus propias revistas, como Cosmopolita. «Blas», «Toni» y «Ximpa» alternan en La Nación durante el período 1940-1944. «Shum» dibuja en La Opinión. Referencias sobre su trayectoria previa las da V. Llorens en sus Memorias de una... 46 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 234 20/03/2012 11:59:23 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 235 Revistas informativas de carácter general, como Hogar, PlusUltra, Cosmopolita, Revista Militar, Revista de Agricultura y otras, contienen la frecuente colaboración de los refugiados con trabajos de divulgación cultural, si bien las dos últimas reciben artículos abocados a temas locales. En la Revista de Agricultura aparecen varios proyectos de aprovechamiento de materias primas, mejoramiento de cultivos y utilización de subproductos agrícolas, desarrollados por peritos en la materia. En la Revista Militar que, salvo en la edición de su sección institucional, dependía casi exclusivamente de colaboraciones de revistas castrenses extranjeras, escriben varios militares españoles, algunos de los cuales asesoran técnicamente a las Fuerzas Armadas dominicanas.48 Por su parte, no menos de catorce publicaciones propias tuvieron los refugiados en el período 1939-1944. Seis de ellas fueron de carácter político, dos técnico-profesional y las restantes fueron de difusión literaria y cultural, si bien expresaban posiciones políticas dentro del fragmentado panorama político del exilio español. Casi todas comienzan a publicarse desde mediados de 1941, hecho que, en el caso de las políticas, se debió al clima favorable a la difusión de ideas antifascistas que precede al ingreso del país en la Segunda Guerra Mundial del lado de los aliados. Hasta el otoño de 1941, sólo tres publicaciones salen a la luz: Panamérica, Ozama y Nuevo Mundo. Sobre la última, dirigida por Juan José Zamora, puede decirse poco ya que sólo publicó dos números, dedicados, según refieren fuentes de la época, al «comentario de actualidad». Panamérica fue la primer revista editada por los refugiados, y salió a circular en noviembre de 1939, bajo la dirección de Segundo Serrano Poncela. Carece de mayor interés por constituir evidentemente una publicación de loa al régimen. Debido quizá a esos fines, fue una revista muy bien impresa, de formato grande y con abundante material Catorce colaboradores tuvo la Revista Militar en el período 1940-1942. 48 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 235 20/03/2012 11:59:23 a.m. 236 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos gráfico. Esto la hizo muy cara –25 centavos–, cosa que pareció determinar su duración: un número. De entrada, la revista se planteaba como vocero del anticomunismo, prometiendo ser «un altavoz hiriente, que grite y propague cualquier arribada pública o subrepticia a estas tierras de paz, de agentes mas o menos disimulados de esta bacteria patógena internacional», cosa que resulta interesante destacar, pues expresa (o quizá pretendía inducir) un determinado ambiente político en la Secretaría de Relaciones Exteriores, de la que parecía depender dada la publicidad que le dedicó su único número. En enero de 1941, comienza a editarse Ozama, revista mensual de divulgación literaria dirigida por Antonio Deltoro, que recibe colaboraciones de escritores dominicanos como Francisco Fernández Charro y Augusto Franco Bidó. La revista no publica más que cuatro números ya que su Comité de Redacción sale en ese año del país. En septiembre de 1941, dos meses antes de la declaración de guerra al Eje, sale Por la República, que en principio se proclama como una tribuna libre, interesada en representar al antifascismo español pero que expresa, en realidad, las posiciones políticas del grupo «negrinista» en la República Dominicana. Se editaba quincenalmente y fue una de las publicaciones que más duró, dejando de existir en mayo de 1944. Su director fue Justo Tur Puget, abogado mallorquín afiliado al Partido Socialista Unificado de Cataluña.49 El periódico se dedica casi exclusivamente al tema de la guerra y al proceso político español. Pocas son las colaboraciones Sobre [Por la] «República», el diario La Nación hizo una disgresión interesante pues da aviso de que, con su próxima reaparición, el quincenario comenzará a vivir una 3ª época. La 1ª, en España, bajo la dirección de Juan José Llovet, quien dio vida a un diario de ese nombre en los días de la monarquía de Alfonso XIII; la 2ª (también en España) durante la Guerra Civil. Interesante, porque Llovet fue jefe de redacción del Listín Diario, cosa que, en cierto modo, extiende a ese medio el influjo de los inmigrados, si bien Llovet ya radicaba en el país. La Nación, 7 de septiembre de 1941. 49 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 236 20/03/2012 11:59:23 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 237 de otro género, aunque cierta literatura de contenido social escrita por autores dominicanos y cubanos encuentra expresión en él.50 Según opina uno de quienes se encargaron de su distribución, el periódico circuló sobre todo entre dominicanos, a pesar de su bajo precio –5 centavos–, aspecto que, más allá de este detalle, merece ser destacado pues revela el interés que el discurso del antifascismo español tuvo en ciertos sectores de la población dominicana, interés del que luego surgió la idea de publicar por separado sus editoriales.51 Democracia es la publicación de existencia más prolongada, pues se editó entre febrero de 1942 y junio de 1945, primero como semanario y luego quincenalmente. Desde varios puntos de vista, fue la más importante, no sólo por su duración sino por su extensión, contenido y tiraje, llegando a alcanzar ediciones de 1,000 ejemplares, mientras Por la República, el segundo en este orden de importancia, alcanzó tirajes de 750 ejemplares. Aglutinaba a sectores «Prietistas» de socialistas, republicanos y, marginalmente, anarquistas en el país. Al igual que Por la República –su interlocutor político–, se hallaba fundamentalmente dedicado al análisis del proceso español y de la guerra mundial. Sin embargo, prestaba un espacio bastante mayor a temas culturales locales e internacionales. Varias de las obras editadas en el país por los exilados, aparecen previamente en Democracia en entregas separadas, por ejemplo, «Nacionalismo e Internacionalismo», de Alfredo Matilla Jimeno, «Artistas españoles en Santo Domingo», de Fraíz Grijalba Colaboradores literarios de Por la República son Ramón Marrero Aristy, autor de Over, la novela que describe la explotación del haitiano en los cañaverales dominicanos, que allí publica algunos cuentos; Mariano Lebrón Saviñón, Luis Saleme, Rubén Pérez y Serafín Portuondo. Los dos últimos, cubanos. De lo aparecido en las páginas del periódico merece destacarse «El Fugitivo», de Marrero Aristy, «Hasta aquí llegó Luí Polaina», de Saleme y «El Desahucio», de Pérez. Ver: Por la República, no. 8 y no. 10, diciembre de 1941, y enero de 1942. 51 Señor Farreras Borull. Entrevista citada. Los editoriales escritos por Tur Puget se reunieron luego en 33 notas, s/e, Ciudad Trujillo, 1943. 50 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 237 20/03/2012 11:59:23 a.m. 238 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos y «Don Juan ante el Derecho Penal», de Luis Jiménez de Asúa. Otras colaboraciones que no llegaron a editarse, pero que son dignas de interés, permanecen en sus páginas, siendo de destacarse el ensayo «Revisionismo», de Malaquías Gil Arantegui y los poemas de Mariano Viñuales escritos en la Colonia agrícola de El Llano, que en México conocieron una edición incompleta en el libro Frente a la Cruz del Sur.52 Democracia recibía importantes colaboraciones extranjeras de parte de figuras intelectuales de su corriente política, como Indalecio Prieto, Álvaro de Albornoz, Fernando de los Ríos, Diego Martínez Barrio, entre otros. Ágora, revista irregularmente editada por el poeta Baltasar Miró, se publica por primera vez en mayo de 1941 y conoce cinco números más hasta mediados de 1943. En ella colaboran, sobre todo, dominicanos, siendo Miró la figura española central de la revista. Lo publicado por Miró en Ágora, es luego recogido en dos libros que éste editó en el país: Círculos de arena y de humo y Diez poemas amargos. Un grupo de poetas y narradores dominicanos de tendencia modernista publica en Ágora muchos de sus trabajos, entre ellos Pedro R. Contín Aybar, Franklin Mieses Burgos, Aída Cartagena Portalatín y Héctor Incháustegui. Las demás publicaciones de los exilados se realizan entre 1942 y 1944. En septiembre de 1942 sale el primer número de Catalonia, revista mensual editada en catalán, que se dedica a la divulgación de temas históricos y contemporáneos específicamente catalanes, y que logra publicar ocho números, dejando de existir en mayo del año siguiente. Su director fue Albert Ginestá. La revista, que cuenta con un formato muy atractivo debido al trabajo de dibujantes como Alloza, entre otros, expresa posiciones políticas de los comunistas catalanes, tratando regularmente el tema de la participación soviética en el conflicto mundial. Además de ello, es un órgano de difusión Mariano Viñuales, Frente a la Cruz del Sur, Costa-Amic, México, 1947. 52 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 238 20/03/2012 11:59:23 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 239 de la situación de los catalanes en la isla, recibiendo escasas colaboraciones de otra naturaleza. Entre estas, José Forné Farreres publica algunos relatos cortos, pero estos, a diferencia de los reunidos en su Paisaje y acento, no tienen que ver con la República Dominicana. También por esas fechas comienza a editarse en la ciudad de Santiago de los Caballeros la revista Panorama, dirigida por Segundo Serrano Poncela que, a juzgar por las descripciones de prensa (que ratifican los comentarios de Llorens), constituyó un proyecto de índole individual a través del cual Serrano Poncela publicó trabajos propios o glosó números de divulgación literaria dedicados, por ejemplo, a la literatura regional española, portuguesa, brasileña y a la traducción de algunos poetas franceses como Paul Valery y Paul Eluard. Ese mismo tenor parecen haber tenido los denominados Cuadernos a Galatea que edita el mismo autor de manera paralela a Panorama. Ambas revistas se publicaban todavía a mediados de 1944. Tres nuevas publicaciones salen a la luz en 1943. La más importante de ellas, Juventud Española, se edita entre enero de 1943 y abril de 1944. Esta es, básicamente, la edición juvenil de Por la República, dado que representa básicamente las posiciones de las Juventudes Socialistas Unificadas. En lo fundamental, los contenidos de ambas publicaciones son los mismos, por lo cual no es preciso comentar nada más, aunque sí destacar el hecho de que sus lectores fueran, sobre todo, estudiantes universitarios dominicanos. Eri y Rumbo son también revistas políticas aunque en menor medida. La primera comenzó a editarse en la ciudad de La Vega en enero de 1943, bajo la dirección de Pedro Heras y conoció tres números. La segunda fue dirigida por Ricardo Mella Serrano, y llegó a publicar cuatro números. Rumbo no parece ser, como refiere Llorens, un órgano de expresión anarquista, sino que aglutina a una fracción del PSOE que es expulsada del Partido por la representación local. A cuál de las fracciones del momento, es algo que no queda cla- incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 239 20/03/2012 11:59:23 a.m. 240 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos ro en la lectura de sus editoriales o de las «Cartas a un Socialista» que regularmente escribe Ricardo Mella Serrano, su editor. La revista es, además, cultural, teniendo como colaboradores a Constancio Bernaldo de Quirós, Alberto Paz y Mateos y a Manuel Valldeperes. Por el contrario, Eri si parece ser una revista de inspiración libertaria, en la que su director publica un largo ensayo de contenido científico-filosófico augurando la revolución mundial como producto de la lucha contra el fascismo, dedicando todos sus editoriales a sugerir esta idea. También publica artículos sobre temas económicos y jurídicos, orientados a demostrar la inminente crisis global del sistema, entre ellos uno de Jesús de Galíndez. Buena parte del espacio de sus tres números se reservó para la publicación de la Constitución Soviética, hecho que probablemente pudo tener que ver con su breve existencia, ya que, como refiere Vega, este aspecto molestó a las autoridades dominicanas.53 Dos de las publicaciones, como hemos dicho, tuvieron carácter técnico-profesional. Finanzas, la primer revista editada en el país sobre problemas de esa naturaleza, fue fundada en 1941 por José Sorribes Soler, quien, asimismo, estableció la primera Escuela de Altos Estudios Mercantiles, que comentaremos más tarde. Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades, editada desde finales de 1944 por el doctor Antonio Román Durán, en la que colaboran varios médicos refugiados, fue igualmente la primer revista médica que se publicó en la República Dominicana. B. Vega, La Migración española..., p. 60. De Rumbo si puede decirse que cesó su publicación por rechazar incluir materiales exegéticos sobre el régimen y su conductor, haciendo sólo breves referencias a la hospitalidad del Generalísimo en sus cuatro números. Comunicación del señor Francisco Mella. 53 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 240 20/03/2012 11:59:23 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 241 2.2 Enseñanza La enseñanza fue el espacio en el que los intelectuales inmigrados participaron de manera más extensa, afectando prácticamente todos sus niveles formativos e involucrándose, más allá de esto, en tareas de diseño y divulgación pedagógicas. Como profesores, los refugiados colaboraron decisivamente en el proceso renovador de la Universidad de Santo Domingo emprendido, poco antes de su llegada, por el rector Julio Ortega Frier, a la vez que otros más se incorporaron a la docencia en el sistema educativo nacional, crearon sus propios centros de enseñanza o se dedicaron a la tutoría privada, como hemos visto. Varios laboraron también como asesores pedagógicos en Secretarías de Estado, siendo de particular interés su actividad en la de Educación. Escuelas creadas por refugiados hubo muchas más de las seis referidas por Llorens, acercándose a la treintena las que pueden contarse entre centros de enseñanza primaria, superior y escuelas especializadas. Casi todas tuvieron vida efímera, siendo pocas las que alcanzaron un tercer año de actividades, fuese porque sus gestores se marchaban del país o por la imposibilidad de subsistir con los recursos proporcionados por el magisterio. Este último fue el caso de las escuelas creadas en pequeños poblados o ciudades de segunda importancia, en las que la pobreza general del alumnado posibilitaba sólo ingresos ínfimos. El más ambicioso de los proyectos educativos fue el que dio vida al Instituto de Segunda Enseñanza y Politécnico Cristóbal Colón, en agosto de 1939. Ubicado en la ciudad de Santo Domingo, en una finca de la Avenida Independencia no. 92 («situada a una distancia prudencial del casco urbano de la ciudad... alejada de la insalubridad del casco urbano» según rezaba su folleto propagandístico) el Instituto contó con una plantilla de 22 profesores –de los cuales, 19 eran refugiados– y ofrecía todos los niveles de enseñanza (primaria superior, incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 241 20/03/2012 11:59:23 a.m. 242 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos bachillerato y normal), además de cursos de idiomas, dibujo, pintura y carreras técnicas.54 Esto lo hizo en su momento uno de los colegios más completos del país, si no el que más, ya que contaba también con régimen de internado.55 Su fundador fue Juan Pablo García (presidente, como vimos, del primer consejo directivo de la Junta Pro-Inmigración Española) y entre sus profesores se contaban muchos de quienes más tarde destacaron en la escena intelectual dominicana, como Jesús de Galíndez, Alfredo Matilla, Ramón Suárez Picallo y Carlos Solaeche. El Cristóbal Colón contó con el apoyo directo de Trujillo, quien hizo un donativo personal de mil dólares, destinados a la creación de becas y de un galardón llamado «Premio Benefactor». A pesar de este apoyo y del prestigio local adquirido por la reputación de sus profesores y por el clima intelectual que asociaron con él los aplaudidos ciclos de conferencias organizados por la Sociedad Fomento de la Cultura y las Artes que lo gestionaba, el proyecto duró poco tiempo, dejando de existir en 1941. Salvo este ensayo inicial, todas las demás escuelas comenzaron a crearse con la llegada del grueso de los refugiados a partir de noviembre de 1939. En Santo Domingo tres nuevas escuelas abrieron los refugiados: el Instituto-Escuela Juan Pablo Duarte, el Colegio Sagrado Corazón de Jesús y el Instituto-Escuela. El primero, dirigido por José Casasas, abogado, quedó establecido en los bajos de la Escuela Normal de Señoritas y ofrecía enseñanza primaria superior, secundaria y normalista, así como preparación para Instituto Cristóbal Colón.(Folleto), Impresora La Opinión, Ciudad Trujillo, 1939. El programa establecía distintas profesiones especiales, llamadas a formar cuadros auxiliares para el establecimiento futuro de esas industrias en el país. Distintos tipos de Perito (mecánico, electricista, químico, agrónomo y constructor), Practicantes de Medicina y Cirugía, Marino Mercante. 55 «Registro de las escuelas particulares y semioficiales», Revista de Educación, Ciudad Trujillo, año XII, no. 57, mayo-junio de 1940. 54 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 242 20/03/2012 11:59:23 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 243 el ingreso a la recién creada Facultad de Filosofía. Doce de sus trece profesores eran españoles.56 El segundo cuya dirección fue asumida por otro abogado, Enrique Darnell Martí (que en una carta aclaraba que el colegio «no obstante las equívocas suposiciones a que pudiera inducir el circunstancial mantenimiento de su nombre... reflejará el espíritu de la Institución Libre de Enseñanza y el Instituto-Escuela»),57 ofrecía educación primaria elemental, laborando en él cinco refugiados. El Instituto-Escuela, finalmente, fue el proyecto pedagógico de mayor duración y, en la apreciación de Llorens, el único en ese mismo sentido fundamentado. Creado en 1941 por Guillermina Medrano de Supervía, el Instituto ofreció primaria elemental y secundaria hasta 1944, fecha en que ésta deja el país, siendo retomada su dirección por otro profesor español –Ángel Pingarrón– y pasando, eventualmente a manos dominicanas que lo mantuvieron durante muchos años más.58 En Santiago, José Rivero Orellana, educador también como Guillermina Medrano, crea en septiembre de 1940 el InstitutoEscuela Cervantes, homónimo del que también funda en La Romana el profesor Tiburcio Millán López algunos meses antes.59 Además de La Romana, otras ciudades del Este conocen la apertura de escuelas dirigidas por refugiados. En San Pedro de Macorís, Joaquín Hurtado Marhuenda, ingeniero, inaugura un Instituto de Estudios Técnicos que ofrece educación secundaria y vocacional y Ángel Pingarrón Hernández, educador, funda la Academia Antillana, que ofrece primaria, secundaria, artes, idiomas y música. Diez profesores españoles laboraron «Registro de las escuelas...». Enrique Darnell a Bernardo Giner de los Ríos, Ciudad Trujillo, 15 de febrero de 1940. En alguna medida, casi todas las escuelas que se crearon pretendieron recoger esa tradición. No en vano muchas se bautizaron como Institutos-Escuela. 58 V. Llorens, Memorias de una..., p. 59. 59 La Nación, 26 de febrero de 1940. 56 57 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 243 20/03/2012 11:59:24 a.m. 244 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Profesores Cristóbal Colón. Fuente: revista Cosmopolita. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 244 20/03/2012 11:59:25 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 245 entre ambos centros. En el Seibo, profesores que llegan de Pedro Sánchez fundan el Instituto Hostos, dirigido por José Alcobé Biosca, que establece por vez primera en la historia local niveles de enseñanza secundaria y normalista.60 De las Colonias surgen también proyectos educativos que se sitúan por lo general, en pueblos y ciudades contiguas, aunque en algún caso implican traslados de mayor distancia. Este último es el del Instituto Luis Vives que abren en Puerto Plata un grupo de profesores de «Pedro Sánchez», convocados para trasladarse hasta allí por empresarios de la ciudad.61 En la primera situación se forman, en San Juan de la Maguana, la Academia Comercial Rosseta, dirigida por José Abella Peset que ofrece cursos de contabilidad y mecanografía y una Escuela de Dibujo y Pintura dirigida por Pedro Bargalló Cervelló. En Dajabón, Dolores de los Ríos Menéndez crea, hacia finales de 1940, el Instituto Dominico-Español, de enseñanza preescolar y primaria.62 En el centro de la república se sitúan las últimas cuatro escuelas del recuento que hacemos, alguna en un sitio tan inverosímil como el Santo Cerro, donde Felipe Gallego inaugura el Colegio Padre de las Casas. En la ciudad de La Vega, se establece el Centro de Enseñanza Primaria y Secundaria Nueva Institución de Cultura, dirigido por José Bárzana, en el que imparten clase 4 profesores refugiados y el Instituto de Prácticas Psicopedagógicas creado por N. Giralt de Mascaró. En Moca, Francisco Ruiz Avilés, abogado, crea el Instituto-Escuela Hispano-Americano que, en principio, quiso denominar con el nombre del rector Ortega Frier, por la ayuda e interés personal brindados, denominación que éste, rechazó.63 Artes y Letras, no. 4, San Pedro de Macorís, 1940; «Nuestra Escuela Normal», El Génesis, año I, no. 23, El Seibo, septiembre de 1941. 61 Señor Francisco Querol, entrevista... 62 Democracia, no. 36, Ciudad Trujillo, 7 de agosto de 1943; La Nación, 12 de marzo de 1940. 63 Francisco Ruiz Avilés a Julio Ortega Frier, Moca, 17 de enero de 1940. PJOF, BN. 60 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 245 20/03/2012 11:59:25 a.m. 246 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Instituto-Escuela. Fuente: diario La Nación. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 246 20/03/2012 11:59:25 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 247 Si mediante la creación de espacios educativos, alrededor de un centenar de refugiados pudieron desempeñar modestos empleos, un número quizá no mucho menor que ese lo halló tanto en la red de escuelas públicas como en la tutoría personal. Este aspecto del desempeño en la enseñanza local de los refugiados carece de la precisión que brinda el anterior. Sin embargo, expresión de su importancia son los testimonios que sistemáticamente dan cuenta de ello. En las dos Escuelas Normales de la capital y en varias del interior también laboraron profesores refugiados. Ángel Rayo refiere esto en relación a la de Montecristi; Vicente Llorens alude a los casos de San Cristóbal y Barahona, además de la capital; Dato Pagán en torno a las de San Pedro de Macorís y La Romana; Pedro Mir refiere otros casos en la misma capital.64 Sobre cargos en enseñanza primaria o intermedia privada existen también referencias, entre ellas las antes citadas de Fidel Miró en torno a la dispersión de algunos profesores de la Colonia Agrícola de El Llano; también las relativas a los docentes de Pedro Sánchez que se trasladaron a las escuelas de los ingenios azucareros del Este, que refieren Farreras y Pagán.65 Como se recordará, también la tutoría privada y los cursos de regularización en el domicilio del alumno fueron actividades que con frecuencia desempeñaron los profesores españoles. Un aspecto interesante vinculado con los planteles que establecieron lo fue el desarrollo de actividades culturales dirigidas a la población general. Aunque en los de Santo Domingo se dictaron ocasionalmente conferencias, los del Este fueron Señor Ángel Rayo del Campo, entrevista...; V. Llorens, Memorias de una..., pp. 55-59; entrevista a los señores Dato Pagán Perdomo y Pedro Mir, Santo Domingo, 19 y 27 de agosto de 1988. 65 José Farreras Borull, profesor en la escuela del Central Romana hacia 1942, explica que varios de «Pedro Sánchez» impartieron clase en escuelas de ingenios, especializándose en la enseñanza de los hijos del personal administrativo dominicano, puertorriqueño y cubano. Señor José Farreras Borull, entrevista... 64 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 247 20/03/2012 11:59:25 a.m. 248 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos particularmente activos. En San Pedro de Macorís, por ejemplo, el Instituto de Estudios Técnicos organizó en 1940 unos cursillos de verano que abarcaron 18 conferencias dedicadas a temas de arte, literatura, pedagogía y técnica industrial. Los temas de arte y literatura, abocados a figuras como Goya, El Greco, Lope de Vega, fray Luis de León y García Lorca, contenidos de cultura general que usualmente difundieron los llegados en este tipo de espacios, y que ilustran bien la idea de la denodada difusión hispanista a la que se dedicaron. Los segundos son más interesantes desde el punto de vista de las posibilidades que potencialmente estimularon, pues, en el caso de los de técnica e industria, se dedicaron a tratar: elaboración de vinos y vinagres, Cal y cemento, Industria del papel, elaboración de cerveza, Industria del vidrio, Industria de la cerámica.66 En El Seibo, el Instituto Hostos generó también este tipo de actividades abiertas, como las conferencias que regularmente dictó el doctor Justo Tur Puget sobre la novela española del siglo xvi. Conmemorando el segundo aniversario del Instituto, cuya fundación brindó a los jóvenes seibanos la posibilidad de cursar estudios secundarios y normales, una nota editorial de 1942 captaba en estos términos el impacto cultural tenido por el Instituto en la vida de la cabecera provincial: No se ha limitado ese plantel a la función escolar propiamente dicha, a rigor de las disciplinas que integran su programa de tra­bajo, si no que de su seno ha irradiado su in­fluencia bienhechora en forma de coopera­ción, de fecundos resultados en el orden social. Suministraron sus profesores clases de alfabetización fuera del recinto del colegio, y en éste la palabra docta se oyó en actos especiales consagrados a la difusión del pensa­miento.67 La Nación, 1º de agosto de 1940. La Nación, 10 de septiembre de 1940. 66 67 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 248 20/03/2012 11:59:26 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 249 Al llegar los refugiados al país, la Universidad de Santo Domingo se hallaba en proceso de reorganización, producto de una ley que la había dispuesto con el objeto de devolverle la importancia que le otorgaba su carácter de primada de América y que había perdido tras largos períodos de abandono, en alguno de los cuales existió meramente como Instituto Profesional. Uno de los aspectos cardinales de la reorganización universitaria era, según entendía su rector, Julio Ortega Frier, el establecimiento de una Facultad de Filosofía, sin la cual la Universidad no dejaría de ser una escuela de Altos Estudios. Esta idea, promovida años atrás por Pedro Henríquez Ureña, llevó a éste a crear la Facultad Libre de Filosofía y Letras en 1932, proyecto que sólo alcanzó un año de vida y que fue retomado en 1938 por un grupo de intelectuales que crearon la Escuela Libre de Filosofía, Letras e Historia en el local del Ateneo Dominicano, que precede a la Facultad de Filosofía que inaugura la Universidad en noviembre de 1939.68 En la universidad, casi todos los profesores españoles se concentran en la Facultad de Filosofía, aunque varias de las cátedras que allí imparten integran el pensum de otras carreras. Buena parte del programa de estudios de la Facultad de Filosofía recae sobre ellos, que constituyendo un tercio del profesorado absorben la mitad de los créditos del programa.69 Los catedráticos de la Universidad de Santo Domingo no son figuras de renombre en el panorama académico español de la época, como fue el caso de muchos de los que ingresaron a las universidades de México, Argentina y Estados Unidos. Salvo Constancio Bernaldo de Quirós y Francisco Vera Consuelo Nivar, Sistema Educativo en la República Dominicana, Editora Taller, Santo Domingo, 1975, pp. 93-96. 69 Anuario de la Universidad de Santo Domingo, año I, vol. I, Ciudad Trujillo, 1940. 68 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 249 20/03/2012 11:59:26 a.m. 250 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Fernández de Córdoba, que sí lo eran, los demás profesores son, por lo general, egresados universitarios que, en no pocos casos, carecían de experiencia didáctica.70 Esto no impide que su labor en la Universidad sea realmente importante, pues dictan cátedras nuevas en la historia universitaria del país, incorporando en ellas las últimas corrientes de pensamiento vigentes en Europa, y se involucran en diversos proyectos que la nueva universidad pretendida por Ortega Frier habría de desarrollar. El primer programa de estudios de la Facultad de Filosofía se adapta, hasta cierto punto, a las cualidades de estos profesores. Ortega, según refieren quienes entonces fueron convocados por el Rector, pregunta a cada uno qué puede enseñar y así se Veintiún catedráticos españoles tuvo la Universidad de Santo Domingo entre 1940 y 1945. Estos fueron: Constancio Bernaldo de Quirós (doctor en Derecho, exprofesor del Instituto de Estudios Penales de Madrid); Francisco Vera Fernández de Córdoba (licenciado en Ciencias Exactas, Secretario Perpetuo de la Asociación de Historiadores de la Ciencia Española); Vicente Llorens Castillo (licenciado en Filosofía, exprofesor del Centro de Estudios Históricos de Madrid); Javier Malagón Barceló (doctor en Derecho, exprofesor auxiliar de la Universidad de Madrid); Laudelino Moreno Fernández (doctor en Derecho, exprofesor de la Universidad de Madrid); Antonio Regalado González (licenciado en Filosofía y Letras, exprofesor del Instituto Lope de Vega de Madrid); Amós Sabrás Gurrea (doctor en Ciencias Exactas, excatedrático del Instituto Calderón de La Barca de Madrid); Fernando Sainz Ruiz (licenciado en Pedagogía, exinspector General de Enseñanza); Ramón Martorell Otzet (ingeniero militar); Aurelio Matilla Jimeno (licenciado en Derecho, jefe del Servicio Geográfico Militar de Cataluña); Ricardo Martín Sierra (doctor en Farmacia, exprofesor de la Universidad de Barcelona); Francisco Rived Revilla (ingeniero militar); Vicente Herrero Ayllón (doctor en Derecho); Luis Florén Lozano (licenciado en Filosofía y Letras); Antonio Román Durán (doctor en Medicina, ex-jefe del Servicio Psiquiátrico del Ejército Republicano); Malaquías Gil Arantegui (licenciado en Filosofía y Letras); José Fernández Valenciano (ingeniero militar); José Almoina Mateos (licenciado en Filosofía y Letras); Luis Alaminos Peña (licenciado en Pedagogía, exinspector de Enseñanza); Segundo Serrano Poncela (licenciado en Derecho); Julio Montes Sainz (licenciado en Derecho). Ver Anuario de la Universidad de Santo Domingo, 1940-1945. 70 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 250 20/03/2012 11:59:26 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 251 van perfilando los contenidos docentes. Sin embargo, algunas de las materias, además de obedecer a la especialidad de sus futuros catedráticos, se enlazan con proyectos previos del Rector. Es el caso de la Pedagogía, materia sobre la que existe un renovado interés en el país tras la reciente visita de la misión educacional chilena, que reitera el diagnóstico de Henríquez Ureña sobre la necesidad de formar pedagógicamente al magisterio dominicano. Sainz, autor y traductor de obras sobre el tema, se hace cargo de una cátedra de Didáctica y Pedagogía Experimental, que comienza a dar contenido a lo que en su momento fue un proyecto de Facultad.71 Es también el caso de la Sociología, que imparte Vicente Herrero Ayllón, discípulo de Harold Laski en Londres, materia escasamente atendida por los planes de estudio de las Normales y poco conocida en el medio dominicano. Es también el caso de la Lengua y Literatura Griegas, de las que es docente Antonio Regalado y de la Física, la Geología y el Álgebra Superior, tres de las cuales no se inscriben en la orientación humanista que Ortega trata de imprimir a la nueva facultad, pero que comienzan a dictarse a nivel universitario con las cátedras de Fernández, Rived y Sabrás.72 Los demás catedráticos imparten materias contempladas, en mayor o menor medida, por los estudios normalistas; Vicente Llorens imparte Filología y Literatura Española e Hispanoamericana; Javier Malagón, Historia del Derecho Español y de Indias; Laudelino Moreno, Historia de América y Antropología, una de las cuales aborda de manera innovadora en las prácticas universitarias dominicanas.73 C. Nivar, Sistema educativo en..., p. 94. Proyecto de Organización de la Nueva Universidad de Santo Domingo, Ciudad Trujillo, s/e, s/f. 73 Moreno reedita en la Universidad de Santo Domingo ciertos métodos de la Institución Libre de Enseñanza, como son las salidas al campo y las excursiones por el interior del país, utilizadas en la cátedra de Antropología y Etnografía, salidas que la prensa refiere con frecuencia. Ver, por ejemplo, La Nación, 27 de noviembre, 4 y 29 de diciembre de 1941. 71 72 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 251 20/03/2012 11:59:26 a.m. 252 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Bibliotecarias formadas por Luis Florén. Fuente: en http://www.hoy.com. do/areito/2009/1/31/264857/ReportajeNotable-experta-en-migracionespanola. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 252 20/03/2012 11:59:26 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 253 A mediados de 1940, dos nuevos catedráticos se adscriben a la Facultad de Filosofía: Constancio Bernaldo de Quirós y Francisco Vera. Ambos, tras dictar cursillos de verano que crearon época en la vida universitaria. El primero, «Criminología y Derecho Penal», estuvo a cargo de Bernaldo de Quirós, el segundo, «Introducción a la Matemática General», a cargo de Vera. Bernaldo de Quirós es incorporado con las cátedras de «Criminología Positiva» y de «Legislación Penal Comparada» y Vera da inicio a una de «Historia de la Matemática» que no llega a concluir pues deja el país al poco tiempo. En este mismo año, los refugiados pasan a dirigir cuatro nuevos proyectos universitarios. Se crea el Instituto Geográfico y Geológico, cuyos trabajos orientan dos oficiales del ejército español, Aurelio Matilla y Ramón Martorell, cobrando entonces inicio una labor sistemática de levantamiento topográfico del territorio nacional, por entonces muy poco desarrollada. Se crea también la Biblioteca de la Universidad, en el sentido de que se asume una metodología de organización, adquisición y consulta, a partir de los fondos dispersos poseídos por ésta, labor de la que se encarga Luis Florén.74 También se inauguran los laboratorios de la Facultad de Farmacia, a cargo de Ricardo Martín, y se crea la Dirección de Educación Física, organizada por Julio Montes. Otros profesores se van incorporando a la Facultad en el transcurso de los años siguientes, sustituyendo en la cátedra a los que se marchan o iniciando nuevas, como es el caso de Antonio Román, que tras impartir un aplaudido ciclo de 9 conferencias sobre la teoría del inconsciente de Sigmund Freud, pasa a dictar la cátedra de Psicología, o el de José Almoina, que En el aspecto organizacional, los acervos del país se hallaban notablemente atrasados a la hora de llegar los exiliados, siendo estos los que inician la organización de algunos de ellos, como el de la Universidad (Luis Florén), la Biblioteca Municipal de Santo Domingo (Ana Martínez Iborra) y la capacitación del personal del Archivo General de la Nación (María Ugarte). 74 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 253 20/03/2012 11:59:26 a.m. 254 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Pedro Salinas Rubén Darío Juan Ra- fael Pacheco El programa del afamado cursillo del poeta Pedro Salinas en la Universidad de Santo Domingo en junio de 1944. (Tomado del diario La Nación). incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 254 20/03/2012 11:59:27 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 255 ingresa como profesor de Lengua y Literatura portuguesas por el curioso acercamiento del gobierno dominicano con el brasileño que sigue a las nupcias de Flor de Oro Trujillo con el magnate brasilero Mayrink Veiga.75 En 1945, sólo cinco profesores españoles figuran en la nómina de catedráticos de la Universidad. Varios se han ido al encontrar mejores oportunidades académicas en otros países de América. Varios, también, dejan la Universidad a disgusto, despedidos sin justificación por sectores intolerantes que sólo Ortega Frier parece poder dominar cuando ocupa la Rectoría.76 Durante su estancia, los catedráticos refugiados producen una verdadera «Edad de Oro» en la historia de la Universidad de Santo Domingo, que se proyecta como tal fuera de sus aulas. Además de los cursillos y ciclos de conferencias que dictan fuera de cátedra, gestionan junto a Ortega la visita a la Universidad de figuras de la importancia de Pedro Salinas, Jiménez de Asúa, Francisco Giral y muchos más, que sumadas a las de otros tantos intelectuales latinoamericanos y norteamericanos, definen el momento de mayor movimiento cultural de su historia moderna. Espacios como la Biblioteca, el Instituto Geográfico y Geológico, y otro que no comentaremos aquí más que de pasada, el Teatro Universitario, generan también en el transcurso de esos Constancio Cassá, «Influencia de los refugiados españoles en la Universidad...», en El exilio republicano español..., p. 69. 76 Mercedes Sabater de Macarrulla, vicerectora de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en 1982, refiere un proceso de destitución masiva de los profesores españoles adscritos a la Universidad a finales de 1944, acusados por el régimen de «contaminar» ideológicamente al estudiantado. Esto, claro, no se refleja en la prensa de la época, pero parece confirmarlo el reducido número de ellos que figura en el personal docente de 1945. Antes de ello, desde el mismo segundo año de vida de la Facultad, habiendo dejado momentáneamente el rectorado Ortega Frier, se destituye a profesores como Herrero, Sainz, Alaminos y Vera. Entrevista a Mercedes Sabater, Santo Domingo, 12 de septiembre de 1988. 75 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 255 20/03/2012 11:59:27 a.m. 256 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos años un importante movimiento cultural. La primera, se enriquece notablemente al establecer contactos con otros centros académicos y docentes extranjeros entre los cuales, uno, más familiar y muy importante, la Casa de España (luego Colegio de México), no deja de enviar a Santo Domingo todo lo que va publicando ese reducto de la ciencia española -y, en españolen el exilio. Hacia fuera, la Biblioteca pone en práctica ideas ya sugeridas por José Martí en el país, pero que a Florén le vienen seguramente de la Institución Libre de Enseñanza, las bibliotecas ambulantes.77 Sin embargo, la presencia de los profesores refugiados en la Universidad dejó algo más, menos tangible, aunque quizá tan importante como lo anterior: inquietudes sociales de todo tipo. Muchos de sus alumnos de entonces, recuerdan hoy la brillantez de la cátedra, el trato personal y las ideas que les trasmitieron sus viejos profesores. Estos, más allá de sus capacidades académicas intrínsecas, introdujeron prácticas cotidianas que rompieron con las habituadas en una universidad que reproducía los mecanismos de dominación ejercidos por el régimen en el plano de las relaciones cotidianas. El profesor refugiado salvó las distancias que otros académicos guardaban, imbuidos, a veces, de aparente superioridad intelectual, recelosos, otras, de relaciones cotidianas que lo mismo comprometían que delataban. Así, pocos olvidan los paseos típicos por el malecón de la ciudad de ciertos profesores con sus alumnos o la confianza de poder ser recibidos en sus casas. También tuvo el profesor refugiado una prerrogativa que al dominicano le estaba vedada, por sospechosa: el hablar de ideales, de libertad, democracia e igualdad; ideales que situados en la España anterior al 1939, pudieron ser recogidos como una interpelación discursiva de la dictadura trujillista. Pero no era sólo la Universidad de Santo Domingo la que se planteaba procesos de cambio. Otras dependencias oficiales «Un experimento notable: las exposiciones de extensión universitaria», en Revista de Educación, no. 87, Ciudad Trujillo, 1947. 77 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 256 20/03/2012 11:59:27 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 257 enfrentaban también la necesidad de modernizarse y, como aquella, se sirvieron de la llegada del exilio europeo para incorporar sus conocimientos en el desarrollo de nuevos proyectos. Entre las que reclutaron a los refugiados, la Secretaría de Educación y Bellas Artes fue la que derivó mayores desarrollos. Creada apenas en 1934 como ampliación de las funciones de la Superintendencia General de Enseñanza, se plantea, desde 1935, la revisión de los programas de estudio y la creación de nuevas instituciones públicas de enseñanza. Ortega Frier propició el contacto de los pedagogos llegados con las autoridades de la Secretaría, proponiendo su incorporación con el objeto de diseñar y fortalecer procesos de capacitación para el magisterio normal y elaborar proyectos específicamente dirigidos a ciertas áreas del sistema educativo. Ortega había sido intendente en los días en que Pedro Henríquez Ureña dirigió la Superintendencia de Enseñanza y compartía con éste el criterio de que era necesario reforzar la formación pedagógica del magisterio dominicano, brindándole elementos teóricos y prácticos que le permitieran superar los defectos de una didáctica esencialmente empírica, plagada de arcaísmos pedagógicos como el memorismo. El problema de la pobre formación pedagógica del magisterio llevó al Gobierno dominicano a solicitar la colaboración educacional de Chile. Así, en febrero de 1938, visitó el país una misión educacional integrada por tres pedagogos que recomendaron tanto la introducción de métodos de enseñanza identificados con la Escuela Activa como el mejoramiento de los procesos de formación pedagógica para el maestro dominicano.78 Todavía estaban frescas las recomendaciones de la misión chilena cuando arribaron los exiliados, siendo éstos los encargados de retomar y poner en práctica muchas de sus recomendaciones. C. Nivar, «Sistema Educativo en…», pp. 85-101; Revista de Educación, no. 44, 1938. 78 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 257 20/03/2012 11:59:27 a.m. 258 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Algunos, como Fernando Sainz Ruiz o Luis Alaminos Peña, tomaron contacto con el Gobierno dominicano portando cartas de presentación dirigidas directamente al rector Ortega Frier por Fernando de los Ríos.79 Otros, lo hicieron de modo espontáneo, movidos por las dificultades para subsistir en el país, como Aniceto León Garre o Luis Leal Crespo, que escribieron directamente al Despacho del presidente Rafael L. Trujillo y al del Rector de la Universidad de Santo Domingo, ofreciendo sus servicios profesionales en el área educacional.80 En el marco de la Universidad, el Rector encargó a Fernando Sainz la tarea de diseñar un curriculum que diese vida a una sección de Pedagogía dentro de la Facultad de Filosofía, proyecto en el que éste trabajó en colaboración con el profesor Carlos Larrazabal.81 A principios de 1940, la sección editorial de la Revista de Educación anunciaba el proyecto de reorganización del servicio de enseñanza que pensaba someter al Consejo Nacional de Educación el recientemente designado Secretario de Educación y Bellas Artes, Virgilio Díaz Ordóñez, dentro del cual «la incorporación a la Secretaría de profesores extranjeros, acreditados por su larga experiencia y conocimientos en la materia, habrá de contribuir notablemente a facilitar el desarrollo de ese nuevo plan, cuya ejecución integral exige los servicios de hábiles expertos, consagrados a especializaciones determinadas».82 Pronto ingresaron a la Secretaría Luis Alaminos Peña, Guillermina Medrano de Supervía, Aniceto León Garre, Gregorio Palacín Iglesias y Malaquías Gil Arantegui, reforzándose con Fernando de los Ríos a Luis Alaminos, Nueva York, 3 de diciembre de 1939. 80 Aniceto León Garre a Rafael L. Trujillo, Ciudad Trujillo, 8 de noviembre de 1939; Pilar Munarriz de Leal a Julio Ortega Frier, San Cristóbal, 18 de mayo de 1940. 81 Fernando Sainz a Julio Ortega Frier, Ciudad Trujillo, PJOF, BN, 5 de enero de 1940. 82 «Editorial: Plan de Reformas para el Servicio Técnico de la Secretaría», Revista de Educación, año XII, no. 56, marzo y abril de 1940, p. 5. 79 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 258 20/03/2012 11:59:27 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 259 ellos una Sección Pedagógica que meses más tarde sería transformada en Oficina Técnica Asesora del Consejo Nacional de Educación.83 Entre otras de carácter general, el Consejo Nacional de Educación definió en el mes de marzo las siguientes prioridades de realización: a)Creación del Colegio Nacional de Ciegos y Sordomudos, b)Reorganización de la Enseñanza Primaria y organización científica de la inspección, c)Reorganización de la Enseñanza Normalista, tendente a la máxima capacitación pedagógica del magisterio, d)Reorganización de la Enseñanza Secundaria, asignándole un contenido adecuado con su función normativa del adolescente, e)Organización de estudios profesionales para el Magisterio de Enseñanza Secundaria, f)Creación de la Escuela Central de Deficientes Mentales.84 Aunque la labor de la oficina asesora solo aparece genéricamente descrita en los reportes que publica la Revista de Educación, órgano de difusión de la Secretaría, la participación de los refugiados en tales proyectos puede reconocerse revisando lo que ellos publican tanto en la revista como en el diario La Nación. Desde enero de 1940, la revista registra un notable crecimiento en las secciones científicas de colaboración local que, como dijimos antes, se debe casi exclusivamente a las contribuciones escritas de los refugiados. En ese mes, Dolores Gregorio Palacín Iglesias, «Cien Años de Educación Dominicana», Revista de Educación, no. 74, Ciudad Trujillo, 1944. En 1943, la Oficina fue transformada en Instituto de Investigaciones Psicopedagógicas. La Nación, 1º de enero de 1943. 84 «Plan de trabajo del Consejo Nacional de Educación», Revista de Educación, no. 57, 1940. 83 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 259 20/03/2012 11:59:27 a.m. 260 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Canals de Junyer, publica un artículo relativamente largo sobre educación preescolar. En el siguiente número colaboran Gregorio Palacín, Fernando Sainz y Antonio Martínez Surroca, el primero con un artículo titulado «Las ideas y los razonamientos del ciego»; el segundo con otro sobre «La formación del Magisterio» y el tercero con uno llamado «La preparación de las clases». En el tercer número del año, Guillermina Medrano escribe sobre «La formación del Maestro y la Pedagogía de los niños anormales», Luis Alaminos colabora con otro sobre «La inspección técnica en las Escuelas Primarias», Fernando Sainz trata el tema de «La función del Estado en la Educación» y Gregorio Palacín da inicio a una serie de artículos sobre «Pedagogía Científica» o «Pedagogía Nueva», que ocuparán una sección fija de la revista hasta mediado el año de 1942.85 Aunque Aniceto León Garre no colabora en la revista durante 1940, deja ver el contenido de su trabajo en la Oficina Técnica al defender, en páginas del diario La Nación, el programa de reformas del Consejo Nacional de Educación, mediante escritos como «Formación del profesorado de segunda enseñanza» o «El carácter general de las reformas anunciadas y la enseñanza primaria superior».86 Revista de Educación, no. 55, 56 y 57, 1940. Alrededor de 15 artículos aparecen firmados en La Nación por León Garre en el primer semestre de 1940. Todos de gran interés por cuanto él parece convertirse en una suerte de intelectual orgánico del proceso de reforma. Sobre la labor de los refugiados en la Secretaría algunos adoptaron actitudes chauvinistas, llamando la atención pública sobre el «nuevo peligro que nos amenaza... la voz puramente teórica de los recién llegados», agregando que lo que «necesitamos es una escuela dominicana, pura, libre de imitaciones, esencialmente nacional». Más allá de este tipo de reacciones, la lectura de los artículos de Garre insinúa un cierto tipo de oposición, más substantiva en sus planteamientos, que pugna entre otras cosas por la reducción de los años dedicados a la enseñanza primaria y por el mantenimiento de los mecanismos de incorporación de maestros. Para el interesado en este tema, remitimos a la lectura de los artículos de Garre aparecidos en el diario La Nación los días 21 de mayo, 4-5, 14, 16 y 20 de junio de 1940. 85 86 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 260 20/03/2012 11:59:28 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 261 Como obra práctica, es difícil precisar cuanto de las reformas que propusieron estos pedagogos llegó a realizarse. Parte de las ideas que sugirieron tuvieron que ver con la formación del magisterio, y estas lograron plasmarse en una circular que dispuso la celebración de seminarios de pedagogía para el magisterio primario y secundario.87 Gran parte, sin embargo, tuvo que ver con aspectos prácticos de la inspección escolar, los métodos en el aula, la celebración de exámenes, etc., que sólo un trabajo minucioso sobre las decenas de ordenanzas y circulares expedidas por la Secretaría durante el período permitiría valorar. En la reorganización de los programas de estudio evidentemente incidieron, pero no es posible definir de qué manera; sobre este aspecto vale la pena destacar que a ellos (a Palacín concretamente) se debe la introducción de un nuevo programa en la materia de Economía Política que se impartía en las Normales y que a Garre se debe otro tanto en los programas de Ciencias Naturales.88 El Instituto sugerido para la instrucción del invidente se realizaría muchos años después, mientras que el especializado en la educación de deficientes mentales logró cierto nivel de avance, abandonándose el proyecto por la negligencia de altas esferas del régimen en aceptar que el desarrollo dominicano podría generar una niñez defectuosa, como señala su creadora.89 Circular no. 23’42 de la Secretaría de Educación, Revista de Educación, no. 67, 1942. 88 El programa sugerido por Palacín sobre «La enseñanza de la Economía Política», aparece en Revista de Educación, no. 64, 1942. La circular que lo aprueba, la no. 96’41, en el número 65 de la misma revista. En cuanto a Garre, ver: «Conceptos y orientaciones sobre la enseñanza de la ciencia elemental y de los estudios de la naturaleza» en Revista de Educación, no. 81, 1946. Conviene señalar que Garre, Gil Arantegui, López-Gil y otros refugiados elaboraron varios libros de texto para la enseñanza primaria y secundaria. 89 Guillermina Medrano, y José I. Cruz, «Experiencia de una maestra republicana», Valencia, 1998, p. 347. El tema de la puericultura es también impulsado por los pedagogos llegados. María Canals de Junyer dirigió un área de capacitación en la Escuela de Enfermería. 87 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 261 20/03/2012 11:59:28 a.m. 262 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Más allá de esto, la labor de los llegados en cuanto a divulgación de la teoría pedagógica fue notable. Gregorio Palacín escribe sobre el tema en todos los números que edita la Revista de Educación entre 1940 y 1945, discutiendo detalladamente métodos y corrientes en pedagogía contemporánea, al tiempo que publica largas series de artículos en La Nación tratando aspectos específicos del tema, siendo él en quien habría seguramente de ubicarse el antecedente más significativo en cuanto a difusión de los llamados Métodos Nuevos en el país.90 Sin embargo, la divulgación pedagógica no se halló circunscrita al tema de los métodos, sino que abarcó aspectos de carácter más general sobre la institución escolar, el papel del Estado en la educación, la vocación en el magisterio, la emoción y el sentido en la escuela, entre otros más, en los que es clara la herencia de las ideas de la Institución Libre de Enseñanza fundada por el pedagogo Francisco Giner de los Ríos, aspectos que fueron generalmente tratados por Fernando Sainz.91 Es posible mencionar otros aspectos de la enseñanza dominicana en los que incidieron los refugiados, si bien éste es un tema que merecería un tratamiento mucho más profundo. León Garre‚ por ejemplo, fue asesor de la Secretaría de Agricultura, Industria y Trabajo en materia de divulgación de técnicas agrícolas y en varios proyectos de creación de escuelas agroindustriales. José Sorribes Soler, como se dijo páginas Las técnicas de Pestalozzi y Froebel se habían puesto en práctica en el país, pero la discusión sobre estos temas no era frecuente. La Misión chilena no divulgó sus orientaciones, más que en dos artículos aparecidos en la Revista de Educación entre 1938-1939, y en general la difusión escrita sobre métodos pedagógicos era escasa. Aunque incompleta, la reciente compilación de los escritos de Gregorio Palacín Iglesias publicada por el Archivo General de la Nación constituirá, sin duda, un aporte a la historia educacional dominicana. Ver: Andrés Blanco Díaz (ed.), Gregorio B. Palacín Iglesias, Ensayos y apuntes pedagógicos. Comisión de Efemérides Patrias; Archivo General de la Nación, Santo Domingo, 2010. 91 Fernando Sainz, «La funesta influencia del positivismo». Cuadernos Dominicanos de Cultura, no. 5, Ciudad Trujillo, 1944. 90 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 262 20/03/2012 11:59:28 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 263 atrás, fundó la primera Escuela de Altos Estudios Mercantiles que existió en el país, cuyo programa sugirió la creación posterior de la Escuela de Administración y Contabilidad, oficial, que dirigió el propio Sorribés, que constituye el antecedente de lo que años más tarde sería la Facultad de Economía y Administración.92 2.3 Ateneísmo y divulgación cultural Si el medio impreso constituye la fuente más importante en cuanto a valorar el prisma de habilidades intelectuales de los inmigrados y los posibles usos sociales que éstas rindieron, la labor de divulgación cultural en ateneos sociales resulta también de gran interés en tanto abarcó auditorios de no poca extensión y fungió, en realidad, como factor propulsor de la propia difusión escrita. La activa demanda cultural que sostuvo la presencia del exilio republicano en la prensa escrita se debió, en otras palabras, al desarrollo primigenio de una incesante labor ateneísta que prestigió la propuesta y la oferta cultural de los intelectuales inmigrados. Una relevante labor de divulgación presencial de la cultura en el marco de lo que llamamos Ateneos sociales, espacios entre los que se encontraban, claro, los formalmente establecidos Ateneos de Santo Domingo y San Pedro de Macorís, además de todos aquellos otros articulados por sociedades de ideas formalmente instituidas (si bien no estructuradas propiamente como Ateneo), como Pro-Arte y Amantes de la Luz (de Santiago), Lumen (La Vega), Renovación (Puerto Plata) así como las que ocasionalmente se formaron en logias, clubes sociales, tertulias y peñas informales de acción cultural presentes a lo largo y ancho del país. Aunque esa labor no involucró nunca el contingente «Organización de los Estudios Mercantiles o de Ciencias Económicas en la República Dominicana», Finanzas, no. 1, 1941. 92 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 263 20/03/2012 11:59:28 a.m. 264 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de intelectuales que plasmaron sus ideas en los medios periódicos impresos, llama la atención por su carácter y extensión. Pronto se insertaron los exiliados republicanos en la vida del Ateneo Dominicano de Santo Domingo, reanimando su actividad y el espectro intelectual de sus temáticas. Un tardío recuento de la labor desarrollada por el Ateneo de Santo Domingo en 1939 permite valorar el tono y el creciente de lo que representaría su posterior participación en él. El año había sido uno de los «más fecundos», por la estatura de quienes habían dictado sus cursos (Luis Alemar, Gustavo Mejía Ricart, Manuel Patín Maceo) y conferencias (Virgilio Díaz Ordóñez, Oscar Robles Toledano, Pedro Contín Aybar), y por actividades novedosas como las exposiciones artísticas (la colectiva de dibujo y pintura dirigida por Celeste Woss y Gil y la de Arte Húngaro). Inmersas en una agenda que también comprendió la celebración de numerosos homenajes, la decena de sesiones académicas sostenidas ese año eran sinónimo de un auge que al recensor le pareció importante destacar. Los exiliados comenzaron a participar en agosto de 1939, con una conferencia dictada por Elfidio Alonso sobre el tema «Europa en la Encrucijada», a la que siguieron más tarde la exposición de estampas españolas de José Vela Zanetti y otras cuatro disertaciones a cargo de Dolores Canals, Segundo Serrano, Jesús de Galíndez y Vicente Llorens.93 En las pocas semanas de actividad que mediaron entre la presentación de Alonso y el cierre del año, el concurso de los intelectuales refugiados representó un componente significativo de la labor de divulgación cultural del Ateneo. Durante los años 1940-1944, su aporte a la labor del principal Ateneo de la república sería definitivo, como puede apreciarse en el Cuadro colocado en el Anexo 2. De hecho, varios de los llegados fueron admitidos como miembros.94 La Nación, 26 de febrero de 1940. Alfredo Matilla, Vicente Herrero, Julio García, Javier Malagón Barceló, 93 94 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 264 20/03/2012 11:59:28 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 265 Visto a la luz de lo que se consideraba sobre 1939, con su decena de conferencias, en los cuatro años por venir las solas actividades de los inmigrados reportarían una treintena de conferencias, seis exposiciones artísticas individuales, tres recitales poéticos y tres o cuatro actos de carácter político, cosa que significó, al menos, eso: el sostenimiento del logro, el concurso anual con una media cercana a las diez actividades de divulgación cultural. Es interesante notar los temas con que concurren los conferencistas españoles que, en cierto modo, exceden el marco de la estructura de secciones académicas en que se hallaba organizado el Ateneo Dominicano. Aunque se incorporaron con sus pares de la secciones de Bellas Artes (Celeste Woss), Geografía e Historia (Arturo Logroño, Emilio Rodríguez) y Literatura (Ramón E. Jiménez), no pocas de sus intervenciones aportan temas de otra índole, como la coyuntura internacional del mundo en guerra (en lo filosófico –Alonso, Serrano–, lo político –Jiménez de Asúa, José Rial– o lo geoestratégico –Lagunilla, Yuste–), o temas sin duda novedosos en la vida dominicana de entonces, como la Psiquiatría y el Psicoanálisis (Antonio Román), la Microbiología (Vicente Sarmiento), el Cine (Antonio Graciani) o los imaginarios históricos (Jesús Galíndez). Desde luego, las secciones académicas se beneficiaron de las doctas conferencias de Constancio Bernaldo de Quirós, Vicente Llorens, Francisco Vera Fernández de Córdoba y otros tantos más que dejaron honda impresión en el auditorio que los presenció, o que pusieron acento al clima plástico y literario que se vivía en otros rumbos de la ciudad, conmovidos por el arribo del surrealismo pictórico, la exaltación de la poética sentimental de la república española. Otro tanto podría decirse del influjo que tuvieron los inmigrados en el Ateneo de San Pedro de Macorís. Típicamente, Jesús Galíndez, Luis Alaminos, Fernando Sainz, doctor Laudelino Moreno y José Borrás. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 265 20/03/2012 11:59:28 a.m. 266 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos los actos más sonados desarrollados en el Ateneo de Santo Domingo se reeditaron, luego, en el de San Pedro, donde también estuvieron presentes muchos de los grandes intelectuales llegados. No obstante, la participación de éstos en el Ateneo de San Pedro de Macorís tuvo cierta peculiaridad temática debida al concurso de los expositores de Pedro Sánchez y al de los profesores del Instituto de Estudios Técnicos (español), plantel con el que se coordinó el lanzamiento de las llamadas Cátedras Populares, establecidas hacia 1941 por su director Salvador Cucurullo. Menos encuadradas en el canon de las secciones académicas, sociedades de ideas arquetípicas como Amantes de la Luz, Alfa y Omega, Pro-Arte, Renovación y muchas otras más acogieron la discursiva intelectual de los republicanos en temas que tendieron a verse más inclinados a la cultura de élite (como la apreciación musical, la declamación o la historia de la cultura, –de la que, por ejemplo, José Rial dictó un cursillo de cerca de sesenta sesiones en la ciudad de Santiago–. La labor desempeñada en este tipo de sociedades culturales y recreativas llama la atención por la amplitud geográfica de los espacios en el que se hicieron presentes los intelectuales inmigrados, que contempló no sólo el caso de Santo Domingo, Santiago y Puerto Plata, sino que se extendió también a poblaciones de menor jerarquía, como La Romana, Salcedo, Moca y La Vega. A La Vega y a Moca, por ejemplo, iban a dar generalmente los actos culturales que se presentaban en los Amantes de la Luz o en la Alianza Cibaeña, de Santiago. Con cierta frecuencia visitaron intelectuales refugiados como José Rial, Alfredo Matilla, Agustí Bartra, Alfonso Vila «Shum» y otros las tertulias literarias de grupos culturales como Los Precursores, de La Romana; o Los Nuevos, de La Vega, prolongando la labor de difusión cultural realizada en los centro culturales más importantes, proyectándose luego, incluso a poblados relativamente marginales, como Bayaguana, Imbert, Sabana de la Mar o San Rafael del Yuna. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 266 20/03/2012 11:59:28 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 267 En suma, siguiendo un patrón de difusión centrífuga, la labor ateneísta de los exiliados republicanos dinamizó notablemente el marco cultural de unas ocho ciudades dominicanas, cosa que posiblemente destaque en términos de contraste con otras experiencias del exilio, donde el impacto tendió a ser más concentrado. La capital fue, por supuesto, el centro expresivo de la cultural viva del exilio español, que discurrió no sólo ante los auditorios del Ateneo Dominicano sino ante los de algunos otros espacios de difusión cultural, como el que vespertinamente sesionó en la Escuela Normal de Señoritas Salomé Ureña, el del Cristóbal Colón o el del propio Centro Democrático Español (Anexo 2). Si bien contaron con ciertas peculiaridades debidas al perfil de los intelectuales refugiados residentes, en orden decreciente las ciudades de San Pedro de Macorís y Santiago reprodujeron también la dinámica difusiva seguida en la capital. Del Ateneo de San Pedro y la sociedad Amantes de la Luz, las manifestaciones de los llegados se extendían luego a espacios corresponsales que les abrían en el medio circundante instituciones como el Club Recreativo o la Sociedad Cultural «Lumen» (en Moca), el Casino Central (La Vega), el Casino Puertorriqueño (SPM), la Biblioteca Municipal y el Club Dicayagua (La Romana), la Logia Perfecta Armonía (Azua).95 2.4 Bellas Artes Es en el terreno de las llamadas Bellas Artes (entendidas de modo clásico: música, pintura, arquitectura, escultura, teatro y sus derivaciones prosísticas) en donde la presencia del exilio español impacta la vida cultural dominicana de modo más tangible, tanto si se juzga desde la perspectiva de la realización de obras e instituciones, como desde la del cambio en los patrones Ver Anexos 3 y 4. 95 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 267 20/03/2012 11:59:28 a.m. 268 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos culturales dominantes. La Escuela de Bellas Artes, la Orquesta Sinfónica, el Teatro-Escuela deben aspectos fundamentales de su desarrollo al concurso de los artistas refugiados que, de esa manera, influyen en las primeras generaciones de compositores, actores, pintores y escultores dominicanos. Otras expresiones, como la literaria o la arquitectónica, no alcanzaron un desarrollo notable, si bien la labor de los refugiados en el ámbito respectivo de esos géneros estimuló ciertos saludables enfoques acerca de la realidad dominicana. El clima cultural que creó la llegada de un número importante de artistas y críticos de arte de todo tipo impulsó un proceso de importante transformación de las prácticas culturales que, eventualmente, cobraría y daría sostén al surgimiento de aquellas instituciones. Como se dijo, desde 1935 existía el proyecto de instalar en el país una Escuela de Bellas Artes, que no se había podido materializar aún por carecerse del personal capaz de darle estructura, sentido y ponerla en marcha, indicando el decreto que la creó sobre la necesidad de proceder a contratar ese personal en el exterior.96 Faltaban, concretamente, inteligencias dispuestas a asumir el encargo, aunque es también probable que el retraso de tales proyectos se debiese a la ausencia de un movimiento de inquietud social que les diese sentido. La república contaba con algunas escuelas particulares de pintura (salvo dos, todas de carácter elemental); la instrucción musical se llevaba a cabo en liceos y bandas de música dispersos por el territorio nacional; prácticamente inexistente, el teatro subsistía gracias a las visitas que regularmente realizaban compañías extranjeras. La Ordenanza no. 471’35 emitida por el Consejo Nacional de Educación en agosto de 1935 decidía «adoptar el siguiente Plan de Estudios para la Escuela Nacional de Bellas Artes, que podrá ser modificado de acuerdo con los técnicos que para su ejecución deberán ser traídos al país». En líneas todavía muy generales, el Plan establecía cuatro secciones para la futura Escuela: Música y Declamación; Dibujo y Pintura; Escultura; Grabado. Revista de Educación, año 7, no. 27, pp. 17-19. 96 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 268 20/03/2012 11:59:28 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 269 Al producir un inusitado movimiento artístico de exposiciones pictóricas, representaciones teatrales, foros literarios y cursos de apreciación musical, la presencia del exilio europeo incentivó en el medio ese tipo de inquietudes, lo cual hizo en poco tiempo evidente la necesidad de retomar la proyectada creación de la Escuela de Bellas Artes y de dar también vida institucional a la música sinfónica, al teatro y a la declamación. A inicios de los años cuarenta, la sociedad dominicana poseía todavía una endeble tradición en materia de pintura y escultura. Varios de los artistas relevantes del período independiente de la historia dominicana o son autodidactas o son personas que se forman fuera del país y que al regresar imparten clases particulares. De los pocos talentos artísticos que pueden contarse en la tercera década del siglo xx, algunos –como Jaime Colson o Darío Suro– radican fuera del país en lugares donde pueden desarrollar técnica y temáticamente su arte. En general, la pintura que se practica hasta finales de los treinta tiende a los temas neoclásicos, románticos, impresionistas y costumbristas, cosa que incide en los gustos que imperan en el reducido ambiente pictórico nacional.97 Además de encontrarse desfasadas del movimiento contemporáneo, las artes plásticas carecían de un mercado local que les sirviera de estímulo, siendo, por ello, contadas las exposiciones que se celebraban. Hacia finales de 1939, un editorial del periódico La Opinión hacía un recuento de las exposiciones realizadas en la ciudad de Santo Domingo en el curso de los pasados ocho años y contaba un total de diez, de las cuales dos eran recientes y se debían a pintores refugiados. El editorial comentaba el fracaso económico de la mayoría de ellas y llamaba al público, en particular al que disponía de recursos económicos, a modificar sus hábitos decorativos adquiriendo Jeannette Miller, Historia de la Pintura Dominicana, Santo Domingo, Amigo del Hogar, 1979, pp. 13-26. 97 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 269 20/03/2012 11:59:28 a.m. 270 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos obras de arte originales, para contribuir con ello al desarrollo nacional de las artes plásticas.98 La llegada de numerosos artistas plásticos (hispanos y centroeuropeos) a finales de ese año, ampliaría considerablemente el marco en que discurría el ambiente pictórico, despertando y expandiendo el gusto promedio local con la introducción de nuevas técnicas y corrientes de expresión. Alrededor de 20 artistas españoles trabajaron en la ciudad de Santo Domingo entre 1939 y 1945, exponiendo regularmente sus obras. Otros pocos más desarrollaron una labor de carácter marginal en pueblos y ciudades del interior, cuya importancia fue, en todo caso, local y momentánea, dejando poco en la historia plástica dominicana. Aunque algunos contaban con cierta trayectoria al momento de llegar, pocas son las figuras de renombre en el panorama artístico español previo a la Guerra Civil e incluso hubo quienes, como Eugenio F. Granell, Francisco Gausachs Aisa o Antonio Prats-Ventós, la desarrollaron enteramente en el país.99 Más allá de esto, lo importante resultó ser el claro estímulo que su presencia produjo en el ambiente local, donde se crea «La ayuda debida por el público a los artistas del pincel», La Opinión, 22 de noviembre de 1939. 99 Joan Junyer, José Gausachs y Manolo Pascual eran las personalidades de mayor prestigio entre los artistas que llegan a Santo Domingo. El escultor Manolo Pascual, el menos conocido, obtuvo el Premio de Roma en 1931; Junyer y Gausachs considerados ya de importancia en el ambiente de la escuela de pintura barcelonesa. Los demás fueron: José Alloza, Antonio Bernad, Alfonso Vila (Shum), Víctor García (Ximpa), Blas Arveras y Kim, ilustradores en grabado y caricatura; Francisco Rivero, José Rovira, José Vela Zanetti, Ángel Botello, Eugenio F. Granell, Alejandro Solana, Carlos Solaeche, Pedro García, Francisco Tortosa, Francisco Gausachs, pintores y muralistas; Luis Soto y Francisco Vázquez (Compostela), Antonio Prats-Ventós, escultores; Francisco Vera, ceramista. Referencias sobre su trayectoria española pueden encontrarse en: Fraíz Grijalba, Artistas Españoles en Santo Domingo, SNAG, Ciudad Trujillo, 1942; Manuel Valldeperes, «Pintura y pintores catalanes» en Cuadernos Dominicanos de Cultura, nos. 25-26, 1945. El folleto explicativo de Los Inmigrantes, exposición retrospectiva celebrada en Santo Domingo en 1989, cita adicionalmente a un Miguel Marinas, emigrado luego a los EE. UU. 98 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 270 20/03/2012 11:59:28 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 271 ron condiciones favorables tanto para el genuino encuentro cultural con la sociedad dominicana como para su articulación con las políticas de autolegitimación del régimen, que pudo capitalizarla en la puesta en marcha de la Escuela Nacional de Bellas Artes y la apertura de la Galería Nacional, realizadas en 1942 y 1943 respectivamente. Un seguimiento al mundo de la política cultural reseñado por el diario La Nación en esos años deja ver la clara intención exegética de destacar el esfuerzo democratizador del régimen en la modernización cultural dominicana. Ocho de las once exposiciones que se realizan en la ciudad de Santo Domingo en 1940 son de artistas españoles refugiados y su presencia en la Primera Exposición Nacional de Artes Plásticas celebrada en los salones del Ateneo Dominicano es preponderante.100 Antes de la apertura de la ENBA, la obra de los pintores, escultores y grabadores españoles ejerce un gran estímulo sobre el ambiente local, no sólo a través de las exposiciones de arte sino de los trabajos murales que algunos realizan en diferentes puntos de la ciudad, donde desarrollan técnicas expresivas novedosas. Es el caso, por ejemplo, de la pintura al fresco y el mural que ejecutan Rivero Gil, Rovira y Zanetti. La primera, en desuso, o en cualquier caso restringida al ámbito sacro. El segundo, desconocido como dimensión plástica. Los tres son pronto incorporados a proyectos oficiales de decoración de edificios públicos y privados, de restauración de monumentos, y a la decoración de residencias de la élite burocrática, como vimos hace unos momentos. Es también el caso de la escultura que contaba con pocos practicantes, clásicos o modernos, en la que destacan Luis Soto, Francisco Vázquez y Manolo Pascual, el último, futuro director de la Escuela de Bellas Artes. Como lo es también, A la Primera Exposición, celebrada con motivo de la II Conferencia Panamericana del Caribe en junio de 1940, concurren 12 artistas, 8 de ellos españoles. La Nación, 8 de junio de 1940. 100 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 271 20/03/2012 11:59:29 a.m. 272 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos aunque en menor medida, el del grabado y la caricatura, el primero poco frecuente en las exhibiciones pictóricas y en el que destaca Alloza101 y la segunda sólo ocasionalmente conocida fuera del medio impreso.102 Todas estas actividades que preceden a la apertura de la Escuela de Bellas Artes, van acentuando el clima artístico, al crear un ambiente de exposiciones regulares que induce al desarrollo de una actividad regular de crítica de arte en la prensa nacional, de la que se encargan, por lo general, los propios refugiados, como Granell, Valldeperes y Poveda, o dominicanos como Rafael Díaz Niese, primer director general de Bellas Artes, que sin duda es quien aquilata el valor histórico del momento que viven las artes plásticas con la presencia de españoles y judíos y promueve su incorporación como profesores de la Escuela. Influencias sobre la plástica dominicana del conjunto de artistas españoles que trabajan en el período son poco frecuentes, exceptuadas, por supuesto, las de quienes como Manolo Pascual o José Gausachs impartieron largo tiempo clases en la Escuela. Varios dejan el país muy pronto, como el pintor Francisco Tortosa y Albert, instalado y enfermo en la Colonia de Dajabón, que quizás acudió a exponer en el Ateneo Dominicano con obra realizada en España. O Pedro García Lema, pintor gallego, que desaparece tras la muestra que también le abre el Ateneo y seguramente de varios más, de los que sólo parecemos tener un conocimiento teórico los dominicanos del presente, como Carlos Solaeche o Pedro Bargalló. Alloza diseña varios carteles de carácter oficial y decora libros de autores dominicanos y españoles. En 1942 gana el Concurso de Cartel de la Feria del Trabajo. 102 La caricatura, como se comentó a propósito de la prensa, se practicaba poco en la República Dominicana y no era un tema de exposición, teniendo por ello carácter novedoso las que realizan los caricaturistas españoles. Este aspecto se puede apreciar en el artículo «Progreso Dominicano», firmado por López de Sardi, en La Nación, 13 de septiembre de 1944, comentando la reciente muestra de Antonio Bernad. 101 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 272 20/03/2012 11:59:29 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 273 Sin embargo, su presencia es decisiva en cuanto a la reanimación del ambiente cultural de las artes, el clima informativo que en derredor de ella contribuyen a crear, entronizando espacios respectivos en las secciones culturales de los diarios dominicanos de circulación nacional, instalando foros de debate público y concurriendo, como colectividad intelectual, a la configuración de un ambiente de preocupaciones en torno a las mismas. A través de la Escuela, la influencia es orgánica. En primer lugar, el nivel técnico de la plástica dominicana se incrementa notablemente ya que sus profesores enfatizan el dibujo y el modelado al natural, imponiendo el estudio al desnudo, cosa que hasta entonces no se llevaba a cabo en las academias del país.103 En segundo lugar, temas y formas de expresión más contemporáneas comienzan a desarrollarse en la plástica dominicana a partir de la primera generación que gradúa la escuela. Sin embargo, fuera del quehacer académico, los artistas españoles que continúan en Santo Domingo entre 1942 y 1949 son los que imprimen dinamismo al ambiente de las artes plásticas. Dos de los premios del Concurso Pictórico de la Segunda Bienal de Artes Plásticas, celebrada en 1944, se adjudican a ellos (José Vela Zanetti y a José Gausachs). Poco más de la mitad de las exposiciones individuales que instaló la Galería Nacional entre 1943 y 1945 presentaron su obra, entre otras la de Eugenio Fernández Granell, la primera muestra de arte surrealista celebrada en el país y, seguramente, el acontecimiento pictórico del lustro.104 R. Díaz Niese, «Un lustro de esfuerzo artístico» Ibídem. La muestra de Granell provocó la reacción de mayor intensidad ante una exposición que se registra en el período, ya que su temática surrealista provocó tanto detractores como partidarios, e introdujo, en cualquier caso, la versión más radical de la pintura contemporánea que conoció hasta entonces el país. La prensa le dedicó atención durante 103 104 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 273 20/03/2012 11:59:29 a.m. 274 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Si la tradición nacional en pintura y escultura era débil, en teatro lo era todavía más, pues es hasta 1946 que se funda en el país la primera escuela de teatro, el Teatro-Escuela de Arte Nacional, dirigida por Emilio Aparicio, un actor refugiado en el país. No existe un trabajo que ubique con precisión el desarrollo del teatro dominicano en el periodo 1930-1940. De los pocos estudios con que se cuenta sobre la historia del teatro en el país, el de Cruzado, sólo analiza la vida teatral hasta 1930.105 Sin embargo, puede decirse que hasta 1940 el ambiente teatral del país dependía casi exclusivamente de las visitas que regularmente hacían compañías extranjeras. También en el desarrollo del teatro institucional influye el ambiente creado desde principios de 1940 por el exilio español. Como señala Llorens, dramaturgos llegaron pocos al país y el único de mediana importancia, López Alarcón, se dedicó a escribir para el régimen.106 Actores sí, y gentes dispuestas a hacer teatro, más. El hecho es que ya para 1940 los refugiados comienzan a realizar diversas actividades teatrales, con mayor o menor calidad, e incorporan en sus cuadros escénicos a los dominicanos, creando el clima de inquietudes que luego cobraría expresión en la fundación del Teatro-Escuela. Dentro de las primeras que se realizan está la apertura de una Escuela de Declamación, en la ciudad de San Francisco de Macorís, por parte de Emilio Aparicio y su esposa Antonia Blanco que llegan allí procedentes de la Granja Agrícola Generalísimo Trujillo, y que poco más tarde comenzaron a producir localmente radionovelas.107 cerca de dos meses, constituyéndose en el momento de mayor proyección del incipiente movimiento surrealista que poco después fundaría la revista La Poesía Sorprendida. 105 Rafael Cruzado, El Teatro en Santo Domingo, s.e./s.f. 106 V. Llorens, Memorias de una emigración…, pp. 124-127. 107 La Nación, 1o. de abril de 1940. Entrevista a la señora Antonia Blanco de Aparicio. Santo Domingo, 4 de septiembre de 1988. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 274 20/03/2012 11:59:29 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 275 Poco tiempo después, se crea la Compañía Española de Comedias, dirigida por Antonio Rodríguez Graciani, que debuta en Santo Domingo con una obra dominicana, pocos días antes de que se lleve a cabo el gran debut del teatro republicano en la isla, con la escenificación hecha por Llorens de «La Dama Boba» de Lope de Vega en las ruinas de San Francisco.108 Decimos gran debut, porque, más allá de los méritos que, modestamente, Llorens quita a la escenificación (que fue suya), la obra tuvo un gran impacto sobre la vida cultural de Santo Domingo, siendo repuesta varias veces más en los meses siguientes. Lo tuvo también sobre la música nacional, ya que Casal Chapí, director musical de las representaciones, fue llamado luego a dictar cursos de composición musical de los que más tarde pasaría a crear la Orquesta Sinfónica Nacional. También sobre las ruinas y los monumentos coloniales de la ciudad, ya que su puesta en escena sugirió de nuevo el interés de restaurarlas y, desde luego, sobre el propio teatro nacional, pues cada una de las representaciones mereció comentarios y editoriales periodísticos que aconsejaron constituirlo.109 Sobre esto escriben varios refugiados en el diario La Nación, todos en el sentido de dar vida a un proyecto de teatro nacional. El primero fue Valldeperes, que poco después de la presentación en las ruinas de San Francisco escribió tres largos artículos sugiriéndolo, como lo hizo también Luis Álvarez-Santullano en la serie que dedicó a presentar al público dominicano el proyecto del Teatro-Escuela de Arte de Madrid.110 La Nación, 31 de marzo de 1940; 15 de abril de 1940. La idea de restaurarlas se produjo poco antes, al poner en escena una obra de Tirso de Molina el grupo La Farándula, dirigido por Llorens pero adquirió fuerza tras la representación de «La Dama Boba». Ver: «Tirso de Molina en las ruinas de San Francisco», La Nación, 26 de febrero; editorial «Por un teatro nacional», 10 de abril de 1940. 110 Manuel Valldeperes, «La escena al servicio de la escuela», «Por un teatro Nacional», 21 de abril, 17, 21 de mayo de 1940; Álvarez-Santullano, «El Teatro-Escuela de Arte de Madrid», 18 de junio, 13, 20, 25 y 28 de julio de 1940. 108 109 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 275 20/03/2012 11:59:29 a.m. 276 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Actores del elenco del Teatro Universitario. Fuente: revista Cosmopolita. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 276 20/03/2012 11:59:30 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 277 Sin embargo, el Teatro-Escuela dominicano sería una realización bastante posterior. Hasta su apertura en 1946, son grupos hispano-dominicanos los que producen teatro localmente. Y estos incentivan el surgimiento de círculos teatrales netamente dominicanos. En la ciudad de Santiago, Ruddy del Moral y Carola Yonmar inauguran a mediados de 1941 la Escuela de Arte Dramático, que no parece ser un proyecto pedagógicamente estable ya que realiza una intensa actividad teatral por pueblos y ciudades del interior de la república de manera continua hasta 1943.111 En 1942, el Centro Democrático Español crea su cuadro escénico, de carácter más modesto que el grupo de Del Moral o la Compañía de Graciani, ya que estos integran las vistosas escenografías de Auñón y Granell, en el que trabajan actores dominicanos. Más modesto aún es el cuadro del Club Hispano-Dominicano de «Pedro Sánchez», que sin embargo, brinda el escaso teatro que conocen las pequeñas poblaciones del Este de la isla. En ese mismo año, surge la primera agrupación teatral integrada por dominicanos: la Sociedad de Arte Dramático.112 En 1943, la compañía de Graciani pasa a ser la Compañía Hispano-Dominicana de Comedias, que reúne a los actores españoles y dominicanos que trabajan con Del Moral y que será, desde 1944, el único grupo teatral de importancia en el país, además del Teatro Universitario que dirige desde entonces Del Moral, ya que los demás cuadros escénicos han desaparecido. De esta Compañía surge buena parte del profesorado de Teatro-Escuela de Arte Nacional, incluido su director, Emilio Aparicio.113 En términos de calidad escénica fue sin duda la Compañía Hispano-Dominicana la mejor de todas, ya que los demás grupos tuvieron un carácter menos profesional. Sin embargo, de La Nación, 13 de junio de 1941. «La Sociedad Arte Dramático», La Nación, 15 de abril de 1943. 113 La Nación, 23 de noviembre de 1943. 111 112 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 277 20/03/2012 11:59:30 a.m. 278 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos todos puede decirse que lograron atraer vivamente al público dominicano, brindándole una alternativa teatral más democrática –en cuanto a precio– y seguramente de mayor contenido que la que usualmente llegaba al país con las troupees musicales. Todas llevaron a la escena a los clásicos españoles 114 y a autores contemporáneos como García Lorca, Arniches, Moratín, Casona, Custodio, etc., e incluso a dramaturgos en ciernes, como Paz y Mateos, refugiado en Santo Domingo y Silva, dominicano. Alguna se identificó más con el contenido social de sus obras, como las del cuadro del Centro Democrático Español,115 otra, como la Hispano-Dominicana, mantuvo un buen nivel temático aunque también se dedicó al drama de escaso contenido, como «Falsa Amistad», obra presuntamente escrita por María Martínez, esposa de Trujillo, de cuya representación surgió la decisión oficial de establecer el Teatro-Escuela Nacional cosa que, en ese, sentido, valió la pena. En las restantes Bellas Artes (música, literatura y arquitectura) la presencia del exilio republicano revistió caracteres en gran medida conocidos. En el caso de la música, la trascendente labor de Enrique Casal Chapí y la fundación de la Orquesta Sinfónica Nacional ha sido enteramente documentada. De gran relevancia, se redujo, empero, a una biografía personal, pues pocos músicos refugiados se insertaron en la producción musical dominicana, a no ser Eugenio Fernández Granell y Jesús Poveda, que formaron parte de la sección de cuerdas de la propia OSN. En arquitectura, la presencia de los refugiados consistió un fenómeno marginal, obra de un puñado de personas, que ha sido A casi todos los clásicos, y es este el período en que seguramente se difundió más la dramaturgia española en la isla. Como mero detalle, cabe agregar que en las ruinas de San Francisco se puso por primera vez la versión completa de la obra de Lope. 115 Varias de las obras puestas en escena por el CDE, como «La viuda de Padilla», «El Marsellés», «Un señor de horca y cuchillo» y otras, al tratarse de temas feudales, hacían alegoría de la propia situación dominicana. 114 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 278 20/03/2012 11:59:30 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 279 recientemente conmemorado.116 Aunque no siempre se orientaron a la realidad dominicana, las letras registraron una producción abundante y contaron con bastantes más exponentes. Llorens cifra sus principales hitos, sobre todo aquellos insertos en trayectorias luego connotadas, como las de Agustí Bartra, Bernardo Clariana y otros pocos autores más, cuya producción interesa más a la historia literaria de la España Peregrina. Siéndonos familiares, nos limitaremos en este recuento sólo a hacer algunas ampliaciones de orden contextual en torno a la música y la arquitectura. Como el de Pascual y Gausachs a la plástica, o el de Aparicio a la escena, el aporte de Casal Chapí a la música dominicana consistió particularmente en dotarla de una estructura académica en sus niveles creativos de composición y ejecución. Todavía a principios de 1941, la música y la composición sinfónica dominicanas, se realizaban en condiciones sumamente inestables. Existía una Sociedad Sinfónica de Santo Domingo que practicaba y ejecutaba de manera informal, con graves carencias financieras y con poca uniformidad en la destreza de sus ejecutantes, cosa que también sucedía con la composición, en la que existía talento y sensibilidad, pero no rigor académico.117 Casal Chapí, Premio de Composición del Conservatorio de Madrid en 1936, recibe el encargo de organizar la Orquesta Sinfónica Nacional, que se crea en agosto de 1941 con la reunión de músicos dispersos de la Sinfónica de Santo Domingo. El primer concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional tuvo lugar en el Teatro Olimpia el 23 de octubre de 1941 y se dedicó exclusivamente a la presentación de obras de compositores Henry Vicente Garrido, dir. Arquitecturas desplazadas. Arquitecturas del exilio español, Ministerio de Vivienda, Madrid, 2007; Omar Rancier, «Arquitectos republicanos españoles en Santo Domingo», en El exilio español en la sociedad dominicana..., pp. 101-112. 117 Arístides Incháustegui, «Música de los clásicos para el pueblo», Listín Diario, 30 de junio de 1973. 116 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 279 20/03/2012 11:59:31 a.m. 280 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos dominicanos como Luis Mena, José Dolores Cerón, Ramón Díaz y Enrique Mejía Arredondo, y conllevó tres meses de arduos ensayos.118 El rigor en el ensayo y el énfasis en la producción local como material para los conciertos es, quizás el recuerdo más frecuente entre quienes trabajaron con Casal Chapí en la Orquesta, antes de que pasase a dirigir Montevideo, en 1946. Un detalle interesante sobre la personalidad de Chapí es el interés que este puso en que la Orquesta, a poco de formada, comenzara a dar conciertos populares semanales con el objeto de crear un ambiente propicio a la apreciación de estilos y corrientes musicales.119 Aunque no sólo del ensayo de los conciertos populares provino el ascenso de la música sinfónica. En el preludio de la creación de la Orquesta estuvieron tanto los cursos de composición musical que dictó el propio Casal Chapí como los que sobre temas de apreciación musical impartió Alfredo Matilla en el recientemente creado Conservatorio Nacional de Música. Sin duda, tales actividades dieron fuerza al movimiento cultural en torno a la música, lo mismo que la aparición de sendas secciones de crítica y apreciación como las que sostuvieron en los principales diarios intelectuales inmigrados como Eugenio F. Granell (La Nación), Alfredo Matilla y Jesús Poveda (La Opinión). Y es que, en efecto, la presencia del exilio republicano aportó un cauce fundamental al momento vivido por las bellas artes en la sociedad dominicana de los primeros años cuarenta. Exposiciones de artes plásticas, representaciones teatrales y una persistente labor de carácter periodístico crearon parte de las condiciones en que surgió el Círculo de Bellas Artes en mayo de 1942, organismo gestado por intelectuales dominicanos e hispanos.120 La Nación, 24 de octubre de 1941. Entrevista al señor Arístides Incháustegui, Santo Domingo, 6 de agosto de 1988. 120 El Manifiesto del Círculo de Bellas Artes fue firmado el día 2 de mayo de 1942 por: J. Dolores Cerón, Celeste Woss y Gil, P. René Contín Aybar, 118 119 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 280 20/03/2012 11:59:31 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 281 Por abierta evocación de su homólogo madrileño (establecido en 1880), cabe imputar a los componentes hispanos firmantes del Manifiesto el nombre que se dio a la nueva institución, que tendría gran presencia en el ambiente de las bellas artes de la primera mitad de la década del cuarenta. Entre 1942 y 1944, el Círculo organizó conferencias, exhibiciones de artes plásticas, conciertos y concursos literarios como los que pueden apreciarse en el Cuadro. También sostuvo un programa radial quincenal dedicado a la divulgación artística. Cuadro 14 Círculo de Bellas Artes Actividades promovidas 1942-1944 Conferencia Nacionalismo y folklorismo en la música Enrique Casal Chapí Conferencia El folklorismo en la música Enrique Casal Chapí Conferencia La música moderna y su pretendido esnobismo Enrique Casal Chapí Conferencia Domenico toledano Constancio Bernaldo de Quirós Concurso Poesía y Prosa Teatro Venus y Adonis Greco, pintor Alberto Paz y Mateos Exposición Eugenio F. Granell Exposición Exposición Exposición Exposición Exposición José Gausachs José Alloza George Hausdorf Celeste Woss y Gil Manolo Pascual Ninón L. de Brower, Juan Francisco Sánchez, Héctor Incháustegui, Marga­rita Contín Aybar, Bienvenido Gimbernard, Rafael Díaz Niese, Enrique Mejía Arredondo (dominicanos) y Alfredo Matilla, Manolo Pascual, Enrique Casal Chapí, Eugenio Fernández Granell, José Gausachs (españoles). incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 281 20/03/2012 11:59:31 a.m. El plan de reforma y extensión del urbanista Giner de los Ríos, sus ejes distribuidores viales de penetración y el desarrollo de la zona costanera al este del río Ozama. Fuente: archivo personal de Bernardo Giner de los Ríos. 282 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 282 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:31 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 283 A Santo Domingo llegaron ocho arquitectos, de los cuales sólo tres (Tomás Auñón, Joaquín Ortiz y Bernardo Giner de los Ríos) concretaron alguna obra arquitectónica. Los dos primeros trabajaron juntos en el diseño de un buen número de obras particulares, luego consideradas paradigmáticas en términos de la historia de la arquitectura dominicana.121 A Tomás Auñón se debe el diseño del Monumento a la Independencia Financiera (también conocido como el «obelisco hembra») realizado como parte de las conmemoraciones del Centenario de la República. Joaquín Ortiz diseñó la fuente conmemorativa que donaron los refugiados españoles al pueblo dominicano con ese mismo motivo. Giner de los Ríos coordinó los trabajos de confección del plano urbano de la ciudad de Santo Domingo y elaboró el referido Anteproyecto de reforma interior y extensión de Ciudad Trujillo, obra que no es posible comentar aquí en detalle, pero que resulta de interés por constituir uno de los primeros proyectos de planificación en la historia urbanística de la ciudad de Santo Domingo.122 En su anteproyecto, el arquitecto Giner de los Ríos, introducía varios enfoques de interés en materia de capitalización y valorización del suelo urbano, de arborización y de reforma del casco antiguo de la ciudad. Destituido del cargo de jefe de la Oficina del Plano Urbano por su intervención en el asunto del Cuba, Giner de los Ríos alcanzó a entregar 9 planos ultimados de regulación urbana, 7 parciales de reforma del casco colonial y 4 relativos a la Ciudad Omar Rancier, «Arquitectos republicanos españoles….». Auñón es recordado por sus múltiples facetas profesionales, particularmente por elaborar personalmente los elementos decorativos de sus viviendas. Sobre su obra en el país existe un excelente trabajo de análisis realizado por alumnos de Arquitectura de la universidad Pedro Henríquez Ureña. Ver Gustavo Moré, Notas sobre forma e identidad en la arquitectura de la «Era de Trujillo, Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, 1986. 122 Hacia 1938, el Consejo Administrativo del Distrito había concluido un plan de crecimiento urbano de la ciudad, esencialmente vertido hacia el oeste. El proyecto del Arq. Giner de los Ríos contemplaba las dos riberas del río Ozama. Ver José Báez López-Penha, Por qué Santo Domingo es así, Colección Banco Nacional de la Vivienda, Santo Domingo, 1992. 121 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 283 20/03/2012 11:59:31 a.m. 284 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Universitaria, al Parque Central, a la reforma de los parques Colón e Independencia, así como un Perfil Transversal y Longitudinal de Vías. De ideas interesantes (aunque irrealizables por la lógica de la apropiación y la valorización del suelo urbano que privaría en la historia futura de la capital), las proyecciones del arquitecto Giner de los Ríos anticipaban, en cierta forma, la eventual reordenación sufrida por el este costanero de la ribera del río Ozama, el aislamiento de los sitios históricos de la ciudad colonial, entre otras cosas. Aparentemente, algunas de sus recomendaciones llegaron a materializarse.123 También entregó un boceto de reforma del Hotel Colón y un proyecto de Auditorium. Más allá de lo que alcanzasen a concretar como arquitectos –incluido lo que probablemente dejaron hecho–, su participación ejerció un influjo importante sobre el tema de la revalorización y el rescate histórico de los monumentos coloniales de Santo Domingo, labor en la que directamente asesoraron al Consejo Administrativo de la ciudad, donde también actuaron artistas restauradores como Josep Rovira y la cuadrilla de jardineros catalanes comentada.124 Además sentaron los antecedentes de conformación de un primer colegio profesional que reuniese a ingenieros y arquitectos.125 Varios editoriales de La Opinión y de La Nación recogen las ideas urbanísticas preconizadas por Giner de los Ríos, o, al menos eso permite suponer el que alguno de ellos se encuentre cuidadosamente preservado en su archivo personal. Ver «La urbanización y los propietarios», La Opinión, 8 de marzo de 1940; La Nación, 21 de septiembre de 1942 (sobre la recientemente aprobada Ley de Construcciones; La Nación, 14 de enero de 1943 (sobre el embellecimiento de San Antón); La Nación, 15 de mayo de 1943 (sobre embellecimiento de la ciudad); «El Parque Colón y su ensanchamiento», La Nación, 25 de diciembre de 1942. 124 «La Junta de Desarrollo y Embellecimiento en sesión de ayer resolvió iniciar los trabajos de restauración de la Catedral», La Nación, 7 de septiembre de 1940. 125 Tutelada por Manuel S. Gautier, secretario de Estado de Obras Públicas y por el ingeniero Ruiz Castillo, Director de Obras Públicas, una comisión de profesionales españoles (Giner de los Ríos, Auñón, Coll, Barba, Pedrero, entre otros) quedó encargada de formularla. Ver «Sentadas las bases para la creación de un Club de Técnicos en nuestra ciudad», La Opinión, 15 de julio de 1940. 123 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 284 20/03/2012 11:59:31 a.m. Epílogo L os capítulos precedentes han ilustrado los grandes procesos que enmarcaron el tránsito por la sociedad dominicana de los exiliados de la Guerra Civil Española, desarrollando nuevas ideas tanto sobre la naturaleza de la política que los hizo llegar al país como sobre la caracterización, condiciones de existencia e influjo sobre la vida dominicana del colectivo refugiado al cabo del lustro que duró su lento proceso de reemigración. La evidencia aportada por las nuevas fuentes disponibles para el estudio de este segmento del exilio republicano español permiten definitivamente trascender el eclecticismo que ha impregnado buena parte de la producción académica –pasada y presente– en cuanto a cifrar el origen de la política en factores situados tanto en el orden de las relaciones internacionales del régimen trujillista como en el de sus preocupaciones de carácter productivo, racial y cultural. Resulta ya difícil seguir insistiendo en ideas de fomentalismo agrícola, mestizaje, hispanismo y contención sociocultural en la zona fronteriza a la luz de las tramas que revela el proceso de implementación de la política inmigratoria, que con fuerza muestran el interés preeminente que tuvo la política internacional del Gobierno dominicano. En la idea de circunscribir la inmigración de los republicanos a la esfera de las relaciones internacionales, nuestra argumentación apunta, no obstante, a restar a la matanza 285 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 285 20/03/2012 11:59:31 a.m. 286 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos de haitianos de 1937 el papel protagónico que se le ha otorgado, proponiendo una serie de aspectos que permiten captarla como un proceso cambiante de estrategias contingentes, ora interesado en el problema del humanitarismo, ora en el cultivo de buenas relaciones con el Departamento de Estado norteamericano, actor al que fundamentalmente se dirigieron todos los gestos de política asumidos por el régimen en torno a la Guerra Civil española y sus refugiados, desde los días de la Guardería Presidente Trujillo y sus huérfanos de guerra en el Madrid sitiado de 1937-1938 hasta los de las políticas anticomunistas de seguridad hemisférica al concluir la Segunda Guerra Mundial. Así como proponemos una lectura dinámica del peso de la política internacional, que no ancle el vínculo de la política inmigratoria con el sólo problema de la matanza de haitianos, algo importante que puede resultar de la lectura de este trabajo consiste en combatir la tendencia a centrar todos los actos del régimen en torno a la inmigración de refugiados españoles en la figura de Rafael L. Trujillo, personaje que sin duda orbitó en las decisiones fundamentales pero que pareció hallarse relativamente alejado del proceso práctico de su inserción en la vida dominicana, el cual fue asumido, con los resultados descritos, por fracciones de interés dentro de su séquito político y burocrático. En esos aspectos, más que arribar a un punto de llegada conclusorio en la reflexión y el análisis de la política inmigratoria, esta historia nos plantea nuevos problemas de investigación. Descentrar el personalismo en el estudio de la política hacia el exilio español para comenzar a captarla como un proceso en el que intervino el interés de distintas facciones burocráticas puede resultar tan relevante como aquello a lo que conduce la despersonalización de la política: derribar el supuesto del actor racional y la presunción de que los asuntos del proceso de implementación del flujo inmigratorio obedecieron a la lógica instrumental de adecuación medios-fines, ajena al impacto incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 286 20/03/2012 11:59:31 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 287 contingente de procesos vinculados con el poder y el conocimiento. La historia que hasta el momento hemos venido narrando en primera persona –«Trujillo se propuso»– habrá de dar lugar a nuevos trabajos que recuperen el carácter complejo de cualquier proceso de implementación de políticas desde el Estado, donde no sólo caben las pugnas de interés entre múltiples actores sino los procesos de falta de conocimiento e improvisación que hemos visto discurrir a lo largo del relato. Una visión con fracturas, inflexiones y matices es la que aquí se ha documentado en relación tanto con la naturaleza de la política hacia la Guerra Civil española y su exilio como con las ententes de poder que intervinieron en el proceso inmigratorio. Ésta puede extenderse, asimismo, a nuestra percepción del propio colectivo refugiado, que aparece aquí descrito en sus diferentes configuraciones sociológicas, políticas y culturales no sólo como una colectividad escindida internamente en función de los asuntos de la política española sino en los de sus relaciones con el régimen político y la sociedad dominicanas. Interesados en reconstruir la historia colectiva y alejarnos de aquella esencialmente fundada en la experiencia de sus élites culturales, arribamos a una descripción de la trayectoria vital y ocupacional del colectivo inmigrado en la que es posible reconocer condiciones de existencia contrastantes, desde las más favorecidas de los núcleos que lograron insertarse en la vida de las clases medias urbanas hasta las de los empobrecidos del campo y de la ciudad. Asimismo, en sus relaciones políticas con el régimen trujillista los refugiados se muestran como un ente heterogéneo, donde no sólo existieron posiciones de desencuentro ideológico-político con la dictadura sino donde hubo sectores que abiertamente abrazaron prácticas de legitimación del sistema político imperante. Inferir que el antifascismo genérico que animaba políticamente al colectivo inmigrado lo condujo a una también genérica repulsa del orden dictatorial, es indebido y deriva en una visión cándida del comportamiento que incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 287 20/03/2012 11:59:31 a.m. 288 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos para muchos creó la nueva situación en el continente americano. Esto permite introducir un comentario general sobre las relaciones políticas de los inmigrantes con el régimen trujillista, particularmente en relación con sus presuntas actividades de difusión de ideologías marxista-leninistas, como lo postuló hace algunos años el historiador Bernardo Vega a partir del estudio de documentación de inteligencia de los servicios secretos norteamericanos y dominicanos. El régimen acusó públicamente a los comunistas españoles de haber participado en la organización de las huelgas azucareras de 1942 y expulsó del país a algunas personas con ese pretexto que era, en realidad, una percepción actuante desde el incidente del trasatlántico Cuba. En enero de 1943, las autoridades clausuraron la sucursal del Centro Democrático Español en Santiago, bajo la acusación de realizar actividades que perturbaban el orden público; en febrero, el local del Centro en Santo Domingo fue también cerrado, aunque temporalmente.1 A partir de entonces, el régimen comenzó a presionar a grupos cada vez más amplios de refugiados para que salieran del país, imputándoles acciones políticas ilegales o, simplemente, haciéndoles saber que su presencia no era grata para la República Dominicana. La documentación citada por Vega hace énfasis en aspectos como la distribución de literatura subversiva. Sin embargo, una acción concertada entre dominicanos y españoles en la circulación de esos materiales o en la consejería política es desmentida tanto por los entonces acusados como por dominicanos de la izquierda opositora. Sus publicaciones hicieron eco, a lo más, del movimiento antifascista internacional. Ni en páginas de publicaciones claramente políticas como Por la República o Rumbo, ni en ediciones de autor como las 33 notas, de 1 Véase «Carta del Secretario de Estado de lo Interior y Policía» dirigida a los responsables del CDE en Santiago, La Nación, 10 de abril de 1943. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 288 20/03/2012 11:59:32 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 289 Justo Tur Puget,2 ni en conmemoraciones del Centro Democrático se aludió a la construcción del socialismo ni a los clásicos del socialismo científico. Un ligero énfasis en los triunfos del ejército soviético es, si acaso, el signo de su posicionamiento ideológico. Puede afirmarse, que los “inicios” del marxismo-leninismo en el país no se debieron a los refugiados. El marxismo era conocido por la inteligencia obrerista del este desde mucho tiempo atrás. El contraste entre la versión de los servicios de inteligencia dada a conocer por Vega y la de los propios implicados hace evidente que el régimen quería hacer aparecer sus actividades como una amenaza cuando, en realidad, entendía que poco lo eran.3 En lo general, las distintas fracciones políticas del exilio mantuvieron una actitud obediente en cuanto a no involucrarse con los asuntos internos de la política dominicana. El amenazante posicionamiento del régimen en la coyuntura del Cuba surtió, en ese sentido, un efecto preventivo y aleccionador que se tradujo en el concurso de los refugiados en todas las iniciativas de carácter político a las que los convocó el gobierno dominicano entre 1940 y 1945, como La Marcha de la Victoria (1940), la declaratoria de Guerra al Japón (1941), la proclamación de la candidatura de Rafael L. Trujillo (1942), la conmemoración del primer Centenario de la Independencia (1944) o la adhesión dominicana a los EE. UU. y a la causa de las naciones aliadas (1944), actos en los que participaron contingentes representativos de todas las tendencias políticas del exilio. Más allá de esto, que aunado a la aparición de corrientes abiertamente laudatorias del trujillismo –como las ejemplificadas 2 3 Justo Tur Puget, 33 notas, Ciudad Trujillo, s/e, 1943. Bernardo Vega, La Inmigración..., pp. 181-191; Entrevistas con el señor Hilario Caloto Fernández, acusado principal de la huelga azucarera. Ciudad de México, 9 y 25 de julio de 1989. Entrevista a los señores Dato Pagán Perdomo y Pedro Mir, miembros del movimiento marxista de oposición, Santo Domingo, 19 y 27 de agosto de 1988. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 289 20/03/2012 11:59:32 a.m. 290 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos por el movimiento «apolítico» de Bosch Pearson o por las distintas manifestaciones literarias que Malagón engloba en el género que llama «lambiscón»,4 comportó el claro rasgo del asentimiento al régimen político, lo cierto es que pocas de las manifestaciones culturales de los refugiados dejaron de constituir ocasión para reiterar el ritual de agradecimiento por la apertura al exilio o para referir el progreso dominicano durante la Era. Tal como lo esperaba el régimen, que dosificando castigo y perdón obtuvo la participación de una colectividad que públicamente mostraba asentimiento y cuya permanencia le interesaba como objeto de consumo exterior, como ha señalado Cassá. También hemos intentado ampliar e introducir nuevos matices al contorno de lo que Llorens nos legó como presencia del exilio en la vida cultural dominicana, tarea en la que creemos haber sencillamente arribado a un nuevo punto de partida, más informado en cuanto a fuentes propicias para futura investigación en materia de historia cultural. Es necesario profundizar en esta labor de ubicación y rescate de las fuentes dominicanas de la labor del exilio en el terreno de la cultura, con miras a incentivar análisis que valoren la naturaleza de sus influjos, sobre todo ahora, cuando jóvenes investigadores de dentro y de fuera vuelven persistentemente a abordarlo. ¿Qué derivó la cultura dominicana del contacto con los exiliados españoles? Realmente he ahí una gran pregunta requerida de una también amplia agenda de investigación. Comúnmente, asumimos influjos en terrenos que nos son ya conocidos, como las artes plásticas, la música, el teatro o la vida universitaria, pero podríamos todavía incursionar en el estudio de varios más en el terreno, por ejemplo, de las Que, además de la citada en las páginas 219-220, integró también obras como «El Poema de la Gratitud», de José Rial Vázquez, o los «Sonetos a Trujillo», de Enrique López Alarcón. Javier Malagón Barceló, «El exilio en Santo Domingo», Presencia Hispánica, no. 2, Santo Domingo, 1988. 4 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 290 20/03/2012 11:59:32 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 291 profesiones, las disciplinas científicas o las ideas. ¿Cuánto se ha reflexionado respecto del aporte de los pedagogos, los psiquiatras o los economistas refugiados al desarrollo local de sus respectivas disciplinas? ¿Cuánto en relación con lo que aquí pudieron traer ingenieros, médicos y químicos? ¿O sobre lo que aportaron bibliotecólogos, fundidores, impresores y tantos otros grupos profesionales de los que se cuenta con referencia cierta de inserción laboral local en sus campos de actividad? Sin lugar a duda, un programa de investigación inspirado en los métodos de la historia de la ciencia y la tecnología podría ampliar nuestras preguntas sobre la recepción y la apropiación local del conocimiento inmigrado. Sin embargo, más allá de la valoración sobre si éste constituyó una incorporación neta a la historia de la cultura dominicana, lo que hemos podido constatar al cabo de estas páginas es, al menos, que su presencia indujo un enorme impulso a la divulgación y la reflexión social sobre la cultura, amplificando el marco de sus prácticas y de sus usuarios. Dejado de lado el problema de cuán novedoso era el aporte realizado por los inmigrados en los distintos terrenos de la cultura (donde, por cierto, habría de romperse con el criterio que tiende a identificarla con las formalizaciones superiores del conocimiento disciplinario, para incorporar el amplio espectro de saberes pragmáticos puesto en juego por la inserción de los llegados en los distintos campos de la vida social), queda fuera de discusión la profunda labor de difusión de ideas que éstos realizaron durante su estancia en el país, que, de súbito, contó con un numeroso contingente de personas instruidas dispuestas a la realización de una labor que sus interlocutores locales no se hallaban en condiciones de realizar. Por ello es que pareció importante iluminar aquí la actividad de los llegados en los medios impresos dominicanos y en los espacios de divulgación presencial de la cultura, como una invitación al estudio de ese legado, en el cuál es posible hallar la persistente obra de divulgación y reflexión que emprendieron incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 291 20/03/2012 11:59:32 a.m. 292 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos y en la que trataron de concretar lo que, en esencia, comportaba su producción: el nuevo encuentro entre España y América, el replanteamiento de los valores del hispanismo histórico (y presente, tanto en la ínsula como en la península), la pugna por los valores políticos y cotidianos de la vida democrática e igualitaria y la crítica al totalitarismo. Ese es el cartabón general que encuadra el influjo que pudo derivar la presencia del exilio en los múltiples temas en los que incursionó, fuesen liberales republicanos, socialistas, libertarios o comunistas quienes plasmasen su reflexión. Podría afirmarse que nunca se hizo tan presente la cultura española en la vida dominicana posterior a la gesta Trinitaria. Jamás estuvo España tan cerca y tan visible al espíritu de los dominicanos como lo estuvo en el primer lustro de la década del cuarenta, gracias a las producciones de los llegados y gracias, claro, a la democratización del consumo cultural. Literatura y Teatro españoles. Plástica y Poesía. Filosofía y valores del humanismo hispánico. Estampa, Paisaje y Costumbre de la vida española. Ciudades de España. Lorca, Hernández, Galdós. Ortega y Unamuno. Krausismo y enseñanza libre. Una larga cadena de asuntos relativos al hispanismo republicano fluía entonces al consumo de lectores y escuchas dominicanos en páginas de la prensa diaria, en revistas de cuño intelectual e informativo y en el espacio de los Ateneos, presentando la ética del nuevo hispanismo. Algo más extendido y más cercano, sin duda, que los remotos Juegos Florales, los saraos y las veladas de la Casa de España de Santo Domingo o del Centro de Recreo de San Pedro de Macorís, reservados al ritual de las élites. Algo, también sin duda, más abarcador, extenso y potente como explicación de la realidad que las prácticas culturales que en éstos se profesaba. No es necesario imaginar una precaución anti-comunista para comprender cómo este nuevo hispanismo controvertía los valores de un régimen que profesaba el otro, y que se hallaba, por añadidura, en curso de normalizar y estrechar incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 292 20/03/2012 11:59:32 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 293 relaciones con el otro Generalísimo tras el Atlántico. No era tanto la imaginaria difusión de la Constitución soviética como la crítica a las muchas formas de totalitarismo (político o pedagógico, de sexo o de clase, ético o estético) lo que tornó incomoda al régimen la proyección cultural de los inmigrados, más allá de que terminase, en un último uso estratégico de su presencia en el país, echando mano del expediente anticomunista para expulsarlos de aquí. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 293 20/03/2012 11:59:32 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 294 20/03/2012 11:59:32 a.m. Bibliografía y fuentes Abellán, José Luis. El exilio español de 1939, 6 vols., Taurus, Madrid, 1976-78. Alfonseca, Juan. 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Aparicio, Mercedes Sabater de Macarrulla, Amelia Quintana de Sabater; José Atoche Andreu. 3) Informantes dominicanos: Pedro Mir, Julio Postigo, Dato Pagán Perdomo, Emilio Cordero Michel, Alfredo Lebrón Pumarol, Arístides Incháustegui, Hostos Guaroa Féliz Pepín. Entrevistas del Archivo de la Palabra del Instituto Nacional de Antropología e Historia (México). Ramón Costa Jou (PHO/10/84), Antonio Deltoro Fabuel (PHO/10/39), Luis Salvadores Verdasco (PHO/10/35), incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 302 20/03/2012 11:59:33 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 303 Heliodoro Sánchez Rivas (PHO/10/esp. 17), Llanos Navarro (PHO/10/esp. 24), Álvaro Muñoz Custodio (PHO/10/esp. 13), Cristina Ulibarri (PHO/10/79), José De la Colina Gurría (PHO/10/esp. 51). Entrevistas del Área de Fuentes Orales del Archivo General de la Nación (República Dominicana) María Asunción García Riera, Dalcia Argentina Dalam de Tavarez, Juan Gil, Antonio Gómez Maya, María Portillo Burrell, Juan Benito Zaragoza, Mercedes Sabater de Macarrulla, Antonio Rodríguez Villicañas. Prensa y publicaciones periódicas 1)Dominicanas Diario La Opinión (1939-1943), Diario La Nación (19401945), Listín Diario (1939-1940), Semanario El Génesis (1941-1942), Nuevo Diario (1940), Revista Artes y Letras (1940-1944), Cuadernos Dominicanos de Cultura (19431945), Revista Hogar (1939-1943), Revista La Poesía Sorprendida (1943-1945), Revista de Agricultura (19401944), Revista de Educación (1938-1947), Revista Jurídica Dominicana (1940-1945). 2) Españolas editadas en la República Dominicana Ágora (1941-1943), Archivos de Medicina, Cirugía y Especialidades (1944), Catalonia (1942-1943), Democracia (1942-1945), Erí (1943), Finanzas (1940-1943), Juventud Española (1943-1944), Ozama (1941), Panamérica, (1939), Por la República (1941-1944), Rumbo (1944). 3) Españolas editadas en México El Socialista (1942-1944), España Popular (1940), Solidaridad Obrera (1942-1944). incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 303 20/03/2012 11:59:33 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 304 20/03/2012 11:59:33 a.m. Anexo 1 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 305 20/03/2012 11:59:33 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 306 20/03/2012 11:59:33 a.m. Facultad de Filosofía incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 307 Historia del derecho español y de Indias Geografía, Antropología, Historia de América e Historia de los EE. UU. de América Literatura española, Lengua y literatura griegas Aritmética razonada, Álgebra y trigonometría, Análisis matemático Didáctica, Organización escolar, Pedagogía experimental, Lógica, Teoría de la educación Sociología y ciencia política Geología Psicología Lengua portuguesa, Historia universal, Historia antigua Historia de España. Historia de América, Geografía general de América Física general Matemáticas Javier Malagón Barceló Laudelino Moreno Fernández Antonio Regalado González Amós Sabrás Gurrea Fernando Sáinz Ruiz Vicente Herrero Ayllón Francisco Rived Revilla Antonio Román Durán José Almoina Mateos Malaquías Gil Arántegui José Fernández Valenciano Francisco Vera y Fernández de Córdoba Luis Alaminos Peña Didáctica, Psicología aplicada a la educación. Filología y literaturas española e hispanoamericana Vicente Llorens Castillo Segundo Serrano Poncela Criminología y legislación penal comparada Profesores exilados en la Universidad de Santo Domingo Constancio Bernaldo de Quirós El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 307 20/03/2012 11:59:33 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 308 Encargado del Servicio sismológico Domingo Martínez Barrio Luis Florén Lozano Javier Malagón Barceló Julio Montes Sainz Vicente Llorens Castillo Julio García y García Publicaciones Dirección de Educación Física Teatro Universitario Servicios Universitarios Intendente Director Director Técnico Director de la Biblioteca Encargado de la Sección de astronomía y geofísica Amós Sabrás Gurrea Aurelio Matilla Jimeno Geometría métrica Ramón Martorell Otzet Astronomía y teoría de errores, Geodesia y cartografía Ramón Martorell Otzet Biblioteca Instituto Geográfico y Geológico Trigonometría, Algebra superior Criminología positiva, Legislación penal comparada Amós Sabrás Gurrea Constancio Bernaldo de Quirós Facultad de Ciencias Exactas Derecho romano, Historia del derecho español y de Indias Javier Malagón Barceló Facultad de Derecho Laboratorio de farmacia y ciencias químicas Ricardo Martín Serra Facultad de Farmacia y Ciencias Químicas 308 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:33 a.m. Anexo 2 Actividades de divulgación presencial de la cultura en la ciudad de Santo Domingo*1 * No se enlista según orden cronológico. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 309 20/03/2012 11:59:33 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 310 20/03/2012 11:59:33 a.m. Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Recital Recital Acto Literario Ateneo Dominicano Influencia del medio geográfico en la vida humana La decadencia de Europa y la madurez panamericana Europa en la encrucijada Don Juan en la literatura y en la vida Sentido práctico de la Puericultura La tolerancia religiosa en la España medieval Los vascos, raza de leyenda Gran preparación y virajes económicos de la Gran Bretaña El arte del Bel Canto Francisco de Vitoria y el descubrimiento espiritual de América La ruta del Arcipreste de Hita por la Sierra del Guadarrama Senderos espirituales de Albeniz y Debussy Una noche en Granada. Lo que dijo Ganivet y Albeniz. La metáfora y el lenguaje taurino español Arte pictórico Concepto biológico del tiempo Terapéutica del trabajo para enfermos mentales Pablo Iglesias: su vida y su obra Contenido sentimental de la matemática Sífilis La metáfora y el lenguaje taurino español Granell La pintura Moderna Dos viajes por la Atlántida: Yebel Musa y el Teide Historia comparada de las colonizaciones hispanoamericanas El medio geográfico y la estrategia de sus producciones Lo popular en la literatura española Pintura y pintores catalanes ¿Cómo se hace una película? La Constitución política de la democracia española Enriquillo visto por un español Homenaje a Antonio Machado El árbol de fuego En memoria de Miguel Hernández Laudelino Moreno Fernández Segundo Serrano Poncela Elfidio Alonso Elfidio Alonso Dolores Canals de Junyer Vicente Llorens Castillo Jesús de Galíndez Pablo María Yusti María Díaz Alfredo Matilla Constancio Bernaldo de Quirós José Serra Crespo José Serra Crespo Vicente Llorens José Rial Vázquez Ángel Roig Padró Antonio Román Durán José Rial Vázquez Francisco Vera y Fdez. de Córdoba Vicente Sarmiento Ruiz Vicente Llorens Castillo Poveda, Valldeperes, Baeza. Eugenio Fernández Granell Constancio Bernaldo de Quirós Alfredo Lagunilla Alfredo Lagunilla Juan Chabás Manuel Valldeperes Antonio Graciani Luis Jiménez de Azua José Rial Vázquez Francisco Martínez Allende Agustí Bartra Poveda, Valldeperes, Llorens El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 311 311 20/03/2012 11:59:33 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 312 Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Teatro Teatro Teatro Teatro Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Exposición Exposición Exposición Exposición Exposición Exposición Exposición Acto Político Acto Político Acto Político Acto Político Por las cumbres azules Papel militar de la Unión Soviética en la victoria de las Naciones Unidas. Como el río se hace luz. El oriente en España. Andalucía y Marruecos. El Alcalde de Zalamea Jóvenes guerrilleros (Leo G. Carrillo) y La zapatera prodigiosa El sí de las niñas, de Moratín Un señor de horca y cuchillo Centro Democrático Español La inmoralidad de las moralejas Diego Rodrigo de Silva Velázquez Metodología de la Aritmética Washington, Monroe, Lincoln y Roosevelt La historia de la lengua en la enseñanza del español Ida y muerte de las palabras Lo individual y lo colectivo en la enseñanza de la Historia Universal Los Alpes y los Pirineos El cultivo de la personalidad Constancio Bernaldo de Quirós Vicente Alonso Ricardo Mella Serrano Constancio Bernaldo de Quirós Cuadro artístico del CDE Cuadro artístico del CDE Cuadro artístico del CDE Cuadro artístico del CDE Fernando Sainz Luis Alaminos Pilar Constanzo y Hernández Laudelino Moreno Vicente Llorens Castillo Vicente Llorens Castillo Malaquías Gil Arantegui Constancio Bernaldo de Quirós Fernando Sainz. Pedro García Lema José Vela Zanetti Blas Carlos Arveras Ángel Botello Francisco Vera Manolo Pascual Diez artistas Jesús de Galíndez, Aróstegui Valldeperes, Granell, López de Sardi Escuela Normal Para Señoritas Salomé Ureña Óleo, acuarela, dibujo, miniaturas Óleo, acuarela, dibujo Caricatura Óleo Cerámica Escultura Obras españolas en favor del Centenario de la República Visita del presidente vasco José Antonio Aguirre y Lekube Fundación de la Asociación de Redactores y Reporteros Afirmación de Solidaridad con las Naciones Unidas Los refugiados políticos españoles y el Centenario de la R. D. 312 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 313 Conferencia Conferencia Conferencia Conferencias Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Cursillo Acto Acto Acto Acto Acto Acto Recital Poético Determinaciones precisas de la meridiana en países próximos al Ecuador La organización jurídica inmobiliaria y el crédito territorial La crisis de la propiedad Bandidos de España El Derecho Indiano Alonso de Ojeda Origen y fundamento del cálculo de probabilidades Colonización y cultura. Francia y España en la isla de Santo Domingo Alimentación Vitaminas Hormonas Fermentos Pigmentos El problema del libro y el hombre de nuestro tiempo. El nacimiento de don Juan. Psicoanálisis y delincuencia Libertad y Derecho Penal El sentido democrático, el social y el de la libertad de los pueblos Reacciones psicógenas de guerra La definición del delito como fenómeno biológico y social Origen y fundamento del cálculo de probabilidades Proceso histórico del internacionalismo Universidad de Santo Domingo 18 de julio Velada en honor de los marinos de Tolón. Velada Poética Por los refugiados españoles Aniversario de la República Española III aniversario de la resistencia del Ejército Rojo -----Honorato de Castro. Luís Fernández Clérigo Jesús de Galíndez Constancio Bernaldo de Quirós Jesús Vázquez Gayosso Laudelino Moreno Fernández Amós Sabrás Gurrea Vicente Llorens Castillo José Giral y Pereira José Giral y Pereira José Giral y Pereira José Giral y Pereira José Giral y Pereira Pedro Salinas Pedro Salinas Luis Jiménez de Asúa Luis Jiménez de Asúa José A. Aguirre Lekube Antonio Román Durán Constancio Bernaldo de Quirós Amós Sabrás y Gurrea Alfredo Matilla Jimeno Rosario de Bello Luis Alaminos Comité femenino del CED Inst. Comercial Benefactor Trujillo Ángel Valbuena El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 313 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 314 Conferencia Conferencia Charla Charla Charla Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Conferencia Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Cursillo Azorín, prosista de Castilla La formación del espíritu crítico en la educación moderna ---Alfa y Omega El Surrealismo Movimiento artístico a través de los tiempos Instituto Cristóbal Colón Historia de la Música: Chopin Composición Musical Apreciación musical Declamación Historia de la Música: La Pasión según San Mateo de Bach Historia de la Música: Mozart Historia de la Música: La Pastoral de Beethoven Historia de la Música: Schumann Historia de la Música: Tchaikovsky Historia de la Música: Grieg Historia de la Música: César Franck Historia de la Música: Dvorak Historia de la Música: Richard Strauss Historia de la Música: Brahms Historia de la Música: Balakierev y Borodin Historia de la Música: Mussorgsky y Rimski Korsakoff Historia de la Música: Debussy Problemas escénicos Conservatorio Nacional de Música Especialización de análisis químico Psicoanálisis Régimen de la tierra en la América española durante el Período Colonial Criminología y Derecho Penal Introducción a la Matemática General Engaño y desengaño del erotismo (La lírica de Rubén Darío) La metáfora y el lenguaje taurino español Composición musical Eugenio Fernández Granell J.M. Vendrel Alfredo Pereña Luis Leal Crespo Rafael Supervía Zahonero Alfredo Matilla Enrique Casal Chapí Alfredo Matilla Jimeno Maruja Fernández de Farber Alfredo Matilla Alfredo Matilla. Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Alfredo Matilla Ruddy Del Moral José Ma. Ots Capdequi Constancio Bernaldo de Quirós Francisco Vera y Fdez. de Córdoba Pedro Salinas Vicente Llorens Castillo Enrique Casal Chapi Ricardo Martín Serra Antonio Román Durán 314 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:34 a.m. Anexo 3 Actividades de divulgación presencial de la cultura en ciudades del Este*1 * No se enlista según orden cronológico. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 315 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 316 20/03/2012 11:59:34 a.m. Joaquín Hurtado Marhuenda Francesc Fábregas Vehil Ángel Pingarrón José Rial Vázquez Constancio Bernaldo de Quirós Alfredo de la Cuesta Jesús Poveda Juan Chabás Alfredo Matilla Guillermina Medrano de Supervía De la Cuesta, Pingarròn, Hurtado Joaquín Hurtado Marhuenda Jesús Poveda Alfredo de la Cuesta Ángel Pingarròn Francisco Febrillet Carlota Yonmar y Rudy del Moral Fco. Martínez Allende y Paquita Peiró Carlota Yonmar y Rudy del Moral José Rovira Ateneo de San Pedro de Macorís/Instituto de Estudios Técnicos/Escuela Normal Conferencia Arqueología e industria de la cerámica Conferencia Arquitectura moderna y económica. Uso de tejas y ladrillos Conferencia Psicología aplicada Conferencia Pablo Iglesias, su vida y su obra Conferencia (4) Las tres grandes fases en la evolución penal Conferencias Conferencia El tema de la muerte en Federico García Lorca Conferencia Conferencia La idea de la música en la noche Conferencia Consideraciones pedagógico-sociales sobre la infancia anormal Cursillos Cursillo Arqueología e industria de la cerámica Presentación libro Sobre la misma tierra Cátedras populares Historia del arte. Cátedras populares Pedagogía y psicología Cátedras populares Geometría Plana Recital poético (2) Poesía Recital poético Recital poético Poesía Exposición Pintura El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 317 317 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 318 Velada literaria Teatro Velada Cultural Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Acto Político Teatro Exposición Velada literaria Conferencia Conferencia Recital Teatro Exposición Grupo cultural de Pedro Sánchez Ramón Suárez Picallo A.G. Izquierdo Martínez Allende y P. Peiró Cuadro Artístico Academia Antillana José Rovira Federico García Lorca La zapatera prodigiosa ------ Pedro Sánchez: Club Hispano-Dominicano Aspecto social del Teatro Federico García Lorca ¿Paz universal o bienestar mundial? El misticismo en la Literatura Española Solidaridad con EE. UU. por Aniversario Pearl Harbor El marinero ciego Pintura al óleo Cuadro Escénico CHD Cuadro Escénico CHD ---- José Rovira Tiburcio Milán López Luís García Lago Tiburcio Millán López Alberto Paz Mateos Tiburcio Millán López La Romana: Instituto Escuela Cervantes/Logia Faro/Biblioteca Municipal Índice de problemas económicos Economía minera y enseñanza profesional Federico García Lorca El marinero ciego Pintura al óleo San Pedro de Macorís; Academia Antillana 318 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 319 Acto político Acto político Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Teatro Teatro Teatro Teatro Teatro Teatro La novela española del siglo xvi El hombre y su influencia sobre el medio Los ideales educativos Nuevas concepciones del número Federico García Lorca Fundamentos de la Educación Estética El nuevo servidor (Quintero) el pan y el maíz Doña Rosita La Solterona» (FGL) Velada Literaria Velada Literaria Velada literaria (Hato Mayor) Velada literaria (Higüey) Encuentro Escolar de Confraternidad Hispano-Dominicana Conmemoración de la defensa de Madrid José Alcobe Biosca José Alcobe Biosca Justo Tur Puget José Alcobé Biosca José Alcobé Biosca Félix Artero Bernal Luis García Lago Luis Alaminos Peña Club Hispano-Dominicano Club Hispano-Dominicano Club Hispano-Dominicano Club Hispano-Dominicano Club Hispano-Dominicano Club Hispano-Dominicano El Seibo: Instituto Hostos/Club Dicayagua/Teatro Aurora/Teatro Payán El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 319 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 320 20/03/2012 11:59:34 a.m. Anexo 4 Actividades de divulgación presencial de la cultura en ciudades del Cibao*1 * No se enlista según orden cronológico. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 321 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 322 20/03/2012 11:59:34 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 323 El árbol de fuego Caricatura Acuarela Gernika, Santuario de la democracia Pérez Galdós La Escuela Nueva Wagner La Casa de Lope de Vega en Madrid Los orígenes históricos de las ciudades coloniales Auxilio americano a las víctimas del fascismo Recital Exposición Exposición Conferencia (3) Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Conferencia Acto Conmemoración de la Defensa de Madrid Conmemoración del 450º Aniversario del Descubrimiento Acto Político Acto Centro Democrático Español Historia Universal de la Cultura José Rial Vázquez José Montalvo, Marino Incháustegui Centro Democrático Español José Ma. Ots Capdequí Constancio Bernaldo de Quirós Alfredo Matilla Luis Alaminos José Rial Vázquez Jesús de Galíndez Francisco Tortosa y Albert Alfonso Vila Shum Agustí Bartra y Ana Muría de Bartra Santiago: Sociedad Amantes de la Luz/Alianza Cibaeña Cursillo (58) El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 323 20/03/2012 11:59:35 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 324 Exhibición de película «Heroica Sebastopol» Obras de los hermanos Quintero Teatro Teatro Cuadro Artístico del CDE Club Juvenil España Lorenzo Berdala Pardo La estática y la cinemática de la criminalidad Dos paisajes. Dos literaturas Amor y humanidad Pintura Pedagogía García Lorca El árbol de fuego Conferencia Conferencia Conferencia Tertulia Cursillo Recital Recital José Ma. Ots Capdequí La mujer en la vida social de la Colonia Los intereses privados y la política del Estado español en América Conferencia El alma hispaniola Conferencia Conferencia Segundo Serrano Poncela El ciclo romántico de la música Conferencia Agustí Bartra Del Moral y Yonmar Luis Alaminos Peña Alfonso Vila Shum Jesús Hernández López Gil José Almoina Mateos Constancio Bernaldo de Quirós José Ma. Ots Capdequí Alfredo Matilla Jimeno Ramón Suárez Picallo Regionalismos en la lírica española Conferencia Alfredo Matilla Jimeno La angustia de nuestro tiempo Conferencia La Vega: Asociación Cultural Los Nuevos/Casino Central La República Dominicana y el hispanoamericanismo Conferencia 324 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:35 a.m. Beethoven y Chopin En la Paz de América: significación de la Era dominicana Concierto Orquesta Sinfónica Nacional Don Juan Tenorio Concierto Orquesta Sinfónica Nacional Conferencia Teatro Teatro Teatro Don Benito Pérez Galdós, el Homero Español Conferencia Conferencia El drama de la cultura Conferencia Moca: Sociedad Cultural Lumen Simbolización del mundo hispanoamericano en este instante crucial Conferencia incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 325 Enrique Casal Chapí --------- Enrique Casal Chapí José Rial Vázquez Alfredo Matilla Jimeno José Rial Vázquez Alfredo Matilla Jimeno José Rial Vázquez El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... 325 20/03/2012 11:59:35 a.m. El drama de la cultura La frontera dominicana, su cultura y sus costumbres Antonio Machado Recital poético: el poema de la gratitud Conferencia Conferencia Conferencia Teatro España y la Era de Libertad de Trujillo Conferencia Altamira/Imbert/Mao incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 326 José Rial Vázquez Fco. Martínez Allende Baltasar Miró Alfredo Matilla Jimeno Jesús Carcelle García 326 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 20/03/2012 11:59:35 a.m. Índice onomástico A Abadies, Jesús 176 Abellán, José Luis 10 Abella Peset, José 170, 245 Agut Gasco, Joaquín 195 Alaminos Peña, Luis 222, 234, 250, 255, 258, 260, 265 Albornoz, Álvaro de 238 Alcobé Biosca, José 166, 170, 245 Alemar, Luis 264 Alfonseca, Juan 11, 107, 108 Alfonso, Roberto 195 Alfonso XIII 236 Aliaga, Serafín 116 Alloza, Fernando 229 Alloza, José 223, 238, 270, 272, 281 Almirall, Venancio 89 Almoina Mateos, José 10, 29, 35, 71, 72, 128, 178, 179, 220, 250, 253 Alonso, Daniel 59, 60 Alonso Rodríguez, Elfidio 63, 68, 124, 183, 195, 218, 226, 264, 265 Alted, Alicia 14 Álvarez-Laviada, Maximino 229, 232 Álvarez-Santullano, Luis 275 Amas, Luisa 195 Anglada, Miguel 178 Aparicio, Emilio 170, 178, 185, 186, 274, 279 Arias, Octavio 219 Armada, Manuel 189 Arniches, Carlos 278 Arregui, Félix 172 Arveras, Blas 270 Asarta, Manuel 166 Atoche Andreu, José 115 Auñón, Tomás 277, 283, 284 Aurelio Matilla 253 Ayala, Jaime 195 Azcona, José 30, 33, 34 B Báez López-Penha,José 283 Balaguer Ricardo, Joaquín 43, 49, 50 327 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 327 20/03/2012 11:59:35 a.m. 328 Baquero Alonso, Manuel 126 Barba Gose, Eduardo 187, 207, 208, 214 Barbé, Elisenda 35 Barberán, Manuel 179 Bargalló Cervelló, Pedro 168, 170, 245, 272 Bartra, Agustí 266, 279 Bárzana, José 176, 245 Batista y Zaldívar, Fulgencio 47 Bellón, Ángel 69 Bellosta Otín, José 178 Benita Solano, José 172, 190 Benito, José de 152 Berdala, Lorenzo 176, 178 Bernad, Antonio (Toni) 223, 270, 272 Bernaldo de Quirós, Constancio 44, 164, 201, 231, 240, 249, 250, 253, 265, 281 Bernaldo de Quirós Villanueva, María 98 Betancourt Bello, Rómulo Ernesto 157 Biayna, José 213, 214 Bilbao, Pedro 228 Blanco, Antonia 164, 178, 185, 274 Blanco Díaz, Andrés 262 Blasco Ibañez, Vicente 229 Bonetti Burgos, Ernesto 28, 41, 42, 44, 49, 50, 51 Borrás, José 265 Bosch Pearson, Rodolfo 63, 69, 110, 111, 120, 130, 135, 143, 146, 152, 162, 163, 217, 218, 219, 220, 290 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 328 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Bosques, Gilberto N. 71, 197 Botello, Ángel 270 Brower, Ninón L. de 281 Brusiloff, María 82 Buen, Demófilo de 19, 130, 131 Buen, Jorge de 131 Burrell, María A. 170 Bustamante, Gregorio 29, 35 C Caloto Fernández, Hilario 169, 289 Calvo, Manuel 168, 170 Campa, José 219 Campos, Severino 84, 116, 161 Canals de Junyer, María Dolores 178, 221, 260, 261, 264 Cantala, Julio 230 Cañete, Carmen 35, 87, 98 Capó Bonnafous, Eduardo 82, 161 Carbó Carbó, Eusebio 116 Carbuccia, Raúl 55, 63, 64, 130, 136 Cárdenas, Lázaro 21, 67, 203 Carreras, Luis 188 Carbó, Proudhon 97, 153 Cartagena Portalatín, Aída 238 Casal Chapí, Enrique 275, 278, 279, 280, 281 Casasas, José María 176, 242 Cassá Bernaldo de Quirós, Roberto 15, 215, 290 Cassá, Constancio 204, 255 20/03/2012 11:59:35 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... Cassá, Lily de 98 Cassá Logroño, José 98 Castillo, Benigno del 44 Castillo, Manuel 61 Cazorla, José 195 Cestero, Tulio Manuel 51 Chabás, Juan 233 Clariana, Bernardo 233, 279 Cluet, Manuel 170, 178 Cocco, Joaquín 140 Colina Gurría, José de la 191 Colson, Jaime 269 Comprés Pérez, R. 57 Contín Aybar, Margarita 281 Contín Aybar, Pedro René 238, 264, 280 Cordero, Walter 214 Costa Jou, Ramón 169, 179 Costas, Genaro 189 Cruz, José I. 261 Cruzado, Rafael 274 Cubeiro, Francisco 51 Cucurullo, Salvador 266 D Darío, Rubén 254 Darnell Martí, Enrique 176, 243 Delgado Burgos, José María 103 Deltoro, Antonio 185, 236 Despradel, Arturo 55, 57, 58, 69, 130, 135, 154, 222 Despradel, Roberto 43 Díaz, Altagracia 88 Díaz del Solar, María 178 Díaz Herrero, Ulpiano 178 Díaz Niese, Rafael 199, 272, 273, 281 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 329 329 Díaz Ordóñez, Virgilio 10, 43, 258, 264 Díaz, Ramón 280 Díaz Sandino, Felipe 61 Diéguez, José 166 Dolores Cerón, José 280 Dorado, Francisco 189 Dos Passos, John 97, 119, 151 Durán, Joan 115, 188, 189 E Eluard, Paul 239 Escofet, José María 66 Espaillat de la Mota, Rafael 58 Espina, Concha 229 Espinal, Edwin 224 Espinal, Luis 176 Espínola, Emilio 140 Estella, José Ramón 226 F Fábregas, Francisco 189 Fagen, Patricia 116 Fajardo Suárez, Eduardo 178 Farreras Borull, José 101, 166, 237, 247 Félix, Narciso 57 Fernández Charro, Francisco 236 Fernández Granell, Eugenio 138, 226, 228, 270, 272, 273, 278, 280, 281 Fernández, José 207 Fernández, Maruja 176, 178 Fernández Mato, Ramón 128, 220, 221 20/03/2012 11:59:35 a.m. 330 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Fernández Ossorio Tafall, Bibiano 64, 65, 73, 74, 98 Fernández Valenciano, José 250 Fiallo, Fabio 97 Florén, Lozano Luis 250, 252, 253, 256 Forné Farreres, José 196, 201, 239 Fournier, Claudio 178 Franco Bidó, Augusto 236 Franco, Francisco 19, 48, 51, 54 Franco, Persio C. 87 Freud, Sigmund 253 Funcia Armenteros, Encarnación 178 G Galíndez, Jesús de 10, 29, 34, 69, 77, 105, 178, 206, 240, 242, 264, 265 Gallego, Felipe 176, 245 Gamboa, Fernando 197 García, Hilario 206 García, José 55, 56, 60, 130 García, Juan Pablo 61, 63, 176, 242 García, Julio 264 García Lema, Pedro 272 García Lorca, Federico 248, 278 García Mella, Moisés 136, 138 García, Pedro 270 García-Rivas, Cipriano 233 García, Víctor (Ximpa) 127, 128, 219, 270 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 330 Gardiner, Charles 30, 34, 35, 107, 108, 150, 151, 157, 162 Garre, León 232, 261, 262 Garrido, Max 218 Garrido, Víctor 222 Gausachs Aisa, Francisco 270 Gausachs, Francisco 270 Gausachs, José 178, 224, 270, 272, 273, 279, 281 Gautier, Manuel S. 284 Gil Arantegui, Malaquías 178, 238, 250, 258, 261 Gil Ruiz, Manuel 83 Gimbernard, Bienvenido 234, 281 Giner de los Ríos, Bernardo 27, 75, 89, 102, 103, 116, 129, 130, 131, 132, 148, 150, 152, 187, 205, 207, 209, 243, 283, 284 Giner de los Ríos, Francisco 262 Ginestá, Albert 185, 238 Girabau, Jaime 166 Giral, Francisco 255 Giralt de Mascaró, N. 176, 245 Godás, Víctor 229, 232 González Blanco, Pedro 128, 220, 221 González Gil Roldán, Ángel 195 González Lamela, María del Pilar 188 González Peña, Ramón 17, 130 González Rodal, Rafael 187 González Sanz, Carlos 164, 170, 178, 231, 233 20/03/2012 11:59:35 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... González Tejera, Natalia 110, 161, 162 Gordillo, Félix 178 Gracia, Anastasio de 152 Graciani, Antonio 185, 186, 265 Grifell, Quirze 182 Grijalba, Fraíz 61, 68, 224, 237, 270 H Hausdorf, George 281 Henríquez Ureña, Pedro 249, 251, 257, 283 Heras, Pedro 185, 239 Herrera, Juan de 82 Herrera, Miguel A. 21 Herrero Ayllón, Vicente 64, 206, 250, 251, 264 Hitler, Adolf 127 Hull, Cordell 48, 155 Hurtado Marhuenda, Joaquín 176, 243 I Ibarborou, Juana de 229 Ibarra, Alejandro 22 Incháustegui, Arístides 279, 280 Incháustegui, Héctor 238, 281 Inoa, Orlando 125 Ireland, Gordon 44 Izquierdo, Federico 178 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 331 331 J Jiménez de Asúa, Luis 238, 255, 265 Jiménez, José 168, 170, 207 Jiménez, Juan Ramón 229 Jiménez Millares, José 168 Jiménez, Ramón E. 265 Jiménez Rosas, Juan 61 Jorge Mera, Orlando 224 Jubés Bobadilla, Emilio 68, 187, 229 Junyer, Joan 270 L Lafuente, Mercedes 195 Lagunilla Iñárritu, Alfredo 187, 208, 230, 231 Larrañaga, Jesús 166 Larrauri, Enrique 230, 232 Larrazabal, Carlos 258 Laski, Harold 251 Leal Crespo, Luis 170, 178, 258 Leal, Pilar 207 Lebrón Saviñón, Mariano 237 León Garre, Aniceto 187, 206, 207, 232, 234, 258, 260 León, Luis de 248 Lilón, Domingo 36 Llera, Luis de 30, 33, 34, 114 Llopart, Jaime 188 Llorens, Vicente 9, 10, 11, 27, 132, 178, 180, 182, 184, 186, 188, 191, 196, 200, 204, 206, 221, 225, 227, 228, 234, 239, 20/03/2012 11:59:35 a.m. 332 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos 241, 243, 247, 250, 251, 264, 265, 274, 275, 279, 290 Llovet, Juan José 236 Llusia, Manuel 14 Logroño, Arturo 56, 265 Lope de Vega, Félix Arturo 248 López de Alarcón, Enrique 186, 274, 290 Loriente, Luis 172 Lozano, Claudio 179 M Madariaga, Salvador de 228 Malagón Barceló, Javier 68, 184, 204, 206, 250, 251, 264, 290 Marinas, Miguel 270 Marín, Salvador (Armín) 219, 220 Marquina, Rafael 222 Marrero Aristy, Ramón 237 Martí, Enrique Darnell 61 Martí, José 256 Martín Frechilla, Juan 69, 111 Martínez Barrio, Diego 116, 238 Martínez Barrio, Domingo 211 Martínez de Trujillo, María 278 Martínez, Francisco Acacio 178 Martínez Iborra, Ana 209, 210, 253 Martínez Jara, Jesús 139, 140 Martínez Surroca, Antonio 260 Martín Sierra, Ricardo 178, 250, 253 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 332 Martorell Otzet, Ramón 211, 250, 253 Mascaró, Juan 178 Mataix, José 178 Matilla Jimeno, Alfredo 178, 206, 237, 242, 264, 266, 280, 281 Matilla Jimeno, Aurelio 211, 250 Mediavilla Velo, Antonio 172, 190 Medina Tur, Ramón 229 Medrano de Supervía, Guillermina 176, 187, 204, 243, 258, 260, 261 Mejía Arredondo, Enrique 280, 281 Mejía, Mariela 234 Mejía Ricart, Gustavo 264 Mella, Francisco 240 Mella Serrano, Ricardo 185, 239, 240 Mena, Luis 280 Méndez Aspe, Francisco 138 Mieses Burgos, Franklin 238 Millán López, Tiburcio 169, 170, 243 Miller, Jeannette 224, 269 Miró, Baltasar 185, 238 Miró Solanes, Fidel 82, 84, 116, 161, 164, 168, 170, 171, 172, 247 Mir, Pedro 247, 289 Molina, Julia 225 Molina, María 179 Molina, Tirso de 186, 275 Moll, Fernando 195 20/03/2012 11:59:36 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... Montesino, José 207 Montes Sainz, Julio 250, 253 Morales, Miguel Ángel 178 Morales Veloso, Raymundo 189 Moral, Ruddy del 186, 277 Moratín, Leandro Fernández de 278 Moreno Fernández, Laudelino 206, 222, 233, 250, 251, 265 Morris, S. C. 85 Moya, Patricia 224 Mr. Hull 47 Mr. Welles 48 Munarriz de Leal, Pilar 178, 258 Muñoz Custodio, Álvaro 91, 128 Muriá, Anna 182 N Naranjo Orovio, Consuelo 30, 32, 33, 204 Narro, Edmundo 169 Negrín López, Juan 19, 72, 119, 121, 130, 197 Neruda, Pablo 71, 197 Nieto Peña, Roque 185, 188, 219 Nivar, Consuelo 249, 251, 257 Notario Gil, Fermín 86 Núñez Alegría, José 51 Núñez, Heriberto 164 O Ocaña, Antonio 61, 62 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 333 333 Olmedilla, Miguel 194 Olózaga, Juan de 51, 52 Orallo, Alfonso 152 Orallo Sánchez, Antonio 152 Ornes, Germán E. 39 Ortega Frier, Julio 43, 76, 102, 110, 111, 172, 203, 204, 205, 206, 223, 241, 245, 249, 250, 251, 255, 257, 258 Ortiz, Joaquín 283 P Pacheco, Juan Rafael 254 Pagán,Dato 247, 289 Pagán Perdomo, Dato 247 Palacín Iglesias, Gregorio 201, 234, 258, 259, 260, 261, 262 Pámies, Teresa 36, 195 Pantín, José 60 Pasaporte, Bernardo (Pasaporte) 190 Pascual, Jaime 86 Pascual, Manolo 178, 224, 270, 271, 272, 281 Pastoriza, Andrés 48, 55 Patín Maceo, Manuel 264 Paz y Mateos, Alberto 240, 281 Pedrero, Augusto 65, 66, 81, 284 Peirats, José 84, 97, 116, 153 Pell, Robert T. 85, 87 Peña Batlle, Manuel A. 223 Pérez, Enrique 172 Pérez, Rubén 237 Periañez, Manuel 169 Peynado, Jacinto B. 55, 57, 212 20/03/2012 11:59:36 a.m. 334 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos Pina, Calixto M. 217 Pingarrón, Ángel 176, 178, 243 Pingarrón Hernández, Ángel 243 Piñeiro, Antonio 61 Pío XI 53 Pittini, Ricardo 126 Plà Brugat, Dolores 15, 27, 69, 112 Pons, Ferrán 188 Pons, Ricardo 170 Pons Rubio, Ricardo 178 Portuondo, Serafín 237 Poveda, Jesús 278, 280 Prats-Ventós, Antonio 270 Prieto, Indalecio 119, 129, 130, 132, 133, 197, 238 Pumarega García, Manuel 178 Q Querol Amorós, Francisco 168, 169, 172, 176, 190, 245 Quintana, Amelia 179 R Rancier, Omar 279, 283 Rayo del Campo, Ángel 75, 101, 168, 170, 189, 212, 247 Recio, Luisa 168 Regalado González, Antonio 250, 251 Rial Vásquez, José 178, 265, 266, 290 Riera Llorca, Vicenç 196, 201, 229 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 334 Ríos, Dolores de los 170 Ríos, Félix de los 64, 65, 66, 73, 74, 81, 120 Ríos, Fernando de los 44, 45, 46, 47, 53, 55, 56, 63, 205, 238, 258 Ríos, José de los 218 Ríos Menéndez, Dolores de los 245 Ríos, Rafael de los 64 Ríos Urruti, José de los 63 Rived Revilla, Francisco 250, 251 Rivero Gil, Francisco 223, 224 270, 271 Rivero Orellana, José 176, 243 Robles, Antonio 229 Robles Toledano,Oscar 264 Rodríguez, Emilio 265 Rodríguez Graciani, Antonio 275 Rodríguez López de Haro, José Luis 212 Rodríguez Mendoza, Félix 195 Rodríguez Villicañas, Antonio 212 Roig, Ángel 89, 99 Roig Padró, Jaime 229 Rojo Lluch, Vicente 227 Román Durán, Antonio 185, 240, 250, 253, 265 Romero Solano, Luis 216, 217 Roosevelt, Franklin Delano 26, 37, 85, 145 Rosal, Amaro del 107, 108 Rosenberg, James N. 85, 144, 145 20/03/2012 11:59:36 a.m. El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia... Rovira, José 187, 189, 210, 223, 270, 271, 284 Rubio, Javier 10, 30, 32, 33, 105, 107 Rubirosa, Porfirio 73, 74 Ruiz Avilés, Francisco 245 Ruiz, Francisco 176, 207 S Sabater de Macarrulla, Mercedes 179, 255 Sabater, Poncio 177, 178, 179 Sabrás Gurrea, Amós 250, 251 Sainz Ruiz, Fernando 178, 234, 250, 251, 255, 258, 260, 262, 265 Salanova, Gregorio 170 Saleme, Luis 237 Salido, Cruz 24 Salinas, Pedro 254, 255 Sánchez, Juan Francisco 281 Sánchez, Rafael A. 79 Sarmiento Ruiz, Vicente 229, 232, 265 Serrano Poncela, Segundo 178, 185, 226, 235, 239, 250, 264, 265 Solaeche, Alejandro de 69 Solaeche, Carlos 68, 242, 270, 272 Solana, Alejandro 270 Solar Pilatti, Ramón 121, 152, 158, 159 Sorribes Soler, José 176, 177, 178, 185, 240, 262 Soto, Luis 187, 224, 270, 271 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 335 335 Suárez Picallo, Ramón 61, 62, 63, 68, 206, 218, 226, 242 Supervía, Rafael 206 Suro, Darío 269 T Talanquer, Fabián 102, 103 Tello, Luis 229 Termis Soto, Fernando 76, 108 Tolentino, César 49, 50, 51, 53, 54 Tomás y Piera, José 24, 150, 152 Tordesillas, Luis 172 Torino Roldán, Fernando 206 Toro, Antonio del 127, 210, 213 Torre, Matilde de la 19, 130 Torres Picard, José 189 Tortosa, Francisco 270, 272 Troyano de los Ríos, Rafael 212 Trujillo, Flor de Oro 255 Trujillo Martínez, Rafael Leonidas (Ramfis) 22, 147, 179 Trujillo Molina, Rafael Leonidas 13, 17, 22, 23, 28, 32, 33, 34, 35, 37, 39, 41, 42, 44, 45, 51, 52, 53, 57, 60, 64, 85, 87, 88, 128, 139, 140, 144, 145, 146, 147, 150, 155, 172, 190, 207, 210, 212, 218, 222, 223, 242, 258, 286, 287, 289 Trujillo Molina, Virgilio 57, 69, 74 Trujillo Valdez, José 225 Tur Puget, Justo 185, 236, 248, 289 20/03/2012 11:59:36 a.m. 336 Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos U Ugarte, María 210, 223, 253 Ulibarri, Cristina 179 Urruchua, Txomin de 69 V Valery, Paul 239 Valldeperes, Manuel 222, 226, 228, 233, 240, 270, 272, 275 Vallina, Pedro 84, 171 Vayo, Álvarez del 44, 47 Vázquez, Francisco (Compostela) 270, 271 Vega, Bernardo 30, 34, 35, 39, 49, 50, 74, 126, 128, 240, 288, 289 Vega López, Carlos 226 Veiga, Mayrink 255 Vela Zanetti, José 68, 187, 206, 210, 223, 224, 264, 270, 271, 273 Vera Fernández de Córdoba, Francisco 249, 250, 253, 265, 270 Vergés, Pedro 10, 29, 105, 111 Viana, Alejandro 65, 73, 74, 120 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 336 Vicente Garrido, Henry 279 Vicini, José Delio 127 Vidal, Rafael 226 Vila, Alfonso (Shum) 176, 266, 270 Viñuales, Mariano 84, 161, 168, 170, 216, 238 Vives Orts, Mariano 226 W Welles, Summer 48 Woss y Gil, Celeste 264, 265, 280, 281 X Xammar, José María 189, 190 Y Yonmar, Carola 176, 186, 277 Yuste, Pablo María 233, 265 Z Zamora, Juan José 185, 235 Zeeland, P. Van 85 Zugazagoitia, Julián 19, 24 20/03/2012 11:59:36 a.m. Publicaciones del Archivo General de la Nación Vol. I Vol. II Vol. III Vol. IV Vol. V Vol. VI Vol. VII Vol. VIII Vol. IX Vol. X Vol. XI Vol. XII Vol. XIII Correspondencia del Cónsul de Francia en Santo Domingo, 18441846. Edición y notas de E. Rodríguez Demorizi, C. T., 1944. Documentos para la historia de la República Dominicana. Colección de E. Rodríguez Demorizi, Vol. I, C. T., 1944. Samaná, pasado y porvenir. E. Rodríguez Demorizi, C. T., 1945. Relaciones históricas de Santo Domingo. Colección y notas de E. Rodríguez Demorizi, Vol. II, C. T., 1945. Documentos para la historia de la República Dominicana. Colección de E. Rodríguez Demorizi, Vol. II, Santiago, 1947. San Cristóbal de antaño. E. Rodríguez Demorizi, Vol. II, Santiago, 1946. Manuel Rodríguez Objío (poeta, restaurador, historiador, mártir). R. Lugo Lovatón, C. T., 1951. Relaciones. Manuel Rodríguez Objío. Introducción, títulos y notas por R. Lugo Lovatón, C. T., 1951. Correspondencia del Cónsul de Francia en Santo Domingo, 1846-1850. Vol. II. Edición y notas de E. Rodríguez Demorizi, C. T., 1947. Índice general del «Boletín» del 1938 al 1944, C. T., 1949. Historia de los aventureros, filibusteros y bucaneros de América. Escrita en holandés por Alexander O. Exquemelin, traducida de una famosa edición francesa de La Sirene-París, 1920, por C. A. Rodríguez; introducción y bosquejo biográfico del traductor R. Lugo Lovatón, C. T., 1953. Obras de Trujillo. Introducción de R. Lugo Lovatón, C. T., 1956. Relaciones históricas de Santo Domingo. Colección y notas de E. Rodríguez Demorizi, Vol. III, C. T., 1957. 337 incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 337 20/03/2012 11:59:36 a.m. 338 Publicaciones del Archivo General de la Nación Vol. XIV Cesión de Santo Domingo a Francia. Correspondencia de Godoy, García Roume, Hedouville, Louverture Rigaud y otros. 1795-1802. Edición de E. Rodríguez Demorizi, Vol. III, C. T., 1959. Vol. XV Documentos para la historia de la República Dominicana. Colección de E. Rodríguez Demorizi, Vol. III, C. T., 1959. Vol. XVI Escritos dispersos (Tomo I: 1896-1908). José Ramón López, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2005. Vol. XVII Escritos dispersos (Tomo II: 1909-1916). José Ramón López, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2005. Vol. XVIII Escritos dispersos (Tomo III: 1917-1922). José Ramón López, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2005. Vol. XIX Máximo Gómez a cien años de su fallecimiento, 1905-2005. Edición de E. Cordero Michel, Santo Domingo, D. N., 2005. Vol. XX Lilí, el sanguinario machetero dominicano. Juan Vicente Flores, Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXI Escritos selectos. Manuel de Jesús de Peña y Reynoso, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXII Obras escogidas 1. Artículos. Alejandro Angulo Guridi, edición de A. Blanco Díaz. Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXIII Obras escogidas 2. Ensayos. Alejandro Angulo Guridi, edición de A. Blanco Díaz. Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXIV Obras escogidas 3. Epistolario. Alejandro Angulo Guridi, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXV La colonización de la frontera dominicana 1680-1796. Manuel Vicente Hernández González, Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXVI Fabio Fiallo en La Bandera Libre. Compilación de Rafael Darío Herrera, Santo Domingo, D. N., 2006. Vol. XXVII Expansión fundacional y crecimiento en el norte dominicano (16801795). El Cibao y la bahía de Samaná. Manuel Hernández González, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXVIII Documentos inéditos de Fernando A. de Meriño. Compilación de José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXIX Pedro Francisco Bonó. Textos selectos. Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXX Iglesia, espacio y poder: Santo Domingo (1498-1521), experiencia fundacional del Nuevo Mundo. Miguel D. Mena, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXI Cedulario de la isla de Santo Domingo, Vol. I: 1492-1501. fray Vicente Rubio, O. P., edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXII La Vega, 25 años de historia 1861-1886. (Tomo I: Hechos sobresalientes en la provincia). Compilación de Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2007. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 338 20/03/2012 11:59:36 a.m. Publicaciones del Archivo General de la Nación 339 Vol. XXXIII La Vega, 25 años de historia 1861-1886. (Tomo II: Reorganización de la provincia post Restauración). Compilación de Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXIV Cartas del Cabildo de Santo Domingo en el siglo XVII. Compilación de Genaro Rodríguez Morel, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXV Memorias del Primer Encuentro Nacional de Archivos. Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXVI Actas de los primeros congresos obreros dominicanos, 1920 y 1922. Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXVII Documentos para la historia de la educación moderna en la República Dominicana (1879-1894). Tomo I. Raymundo González, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXVIII Documentos para la historia de la educación moderna en la República Dominicana (1879-1894). Tomo II. Raymundo González, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XXXIX Una carta a Maritain. Andrés Avelino, traducción al castellano e introducción del P. Jesús Hernández, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XL Manual de indización para archivos, en coedición con el Archivo Nacional de la República de Cuba. Marisol Mesa, Elvira Corbelle Sanjurjo, Alba Gilda Dreke de Alfonso, Miriam Ruiz Meriño, Jorge Macle Cruz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLI Apuntes históricos sobre Santo Domingo. Dr. Alejandro Llenas, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLII Ensayos y apuntes diversos. Dr. Alejandro Llenas, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLIII La educación científica de la mujer. Eugenio María de Hostos, Santo Domingo, D. N., 2007. Vol. XLIV Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1530-1546). Compilación de Genaro Rodríguez Morel, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLV Américo Lugo en Patria. Selección. Compilación de Rafael Darío Herrera, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLVI Años imborrables. Rafael Alburquerque Zayas-Bazán, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLVII Censos municipales del siglo xix y otras estadísticas de población. Alejandro Paulino Ramos, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLVIII Documentos inéditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel. Tomo I. Compilación de José Luis Saez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. XLIX Documentos inéditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel. Tomo II, Compilación de José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 339 20/03/2012 11:59:36 a.m. 340 Publicaciones del Archivo General de la Nación Vol. L Vol. LI Vol. LII Vol. LIII Vol. LIV Vol. LV Vol. LVI Vol. LVII Vol. LVIII Vol. LIX Vol. LX Vol. LXI Vol. LXII Vol. LXIII Vol. LXIV Vol. LXV Vol. LXVI Vol. LXVII Vol. LXVIII Documentos inéditos del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel. Tomo III. Compilación de José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Prosas polémicas 1. Primeros escritos, textos marginales, yanquilinarias. Félix Evaristo Mejía, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Prosas polémicas 2. Textos educativos y discursos. Félix Evaristo Mejía, edición de A. Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Prosas polémicas 3. Ensayos. Félix Evaristo Mejía. Edición de A. Blanco Díaz. Santo Domingo, D. N., 2008. Autoridad para educar. La historia de la escuela católica dominicana. José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Relatos de Rodrigo de Bastidas. Antonio Sánchez Hernández, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 1. Escritos políticos iniciales. Manuel de J. Galván, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 2. Ensayos. Manuel de J. Galván. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 3. Artículos y controversia histórica. Manuel de J. Galván, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Textos reunidos 4. Cartas, ministerios y misiones diplomáticas. Manuel de J. Galván. Edición de Andrés Blanco Díaz. Santo Domingo, D. N., 2008. La sumisión bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961). Tomo I. José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. La sumisión bien pagada. La iglesia dominicana bajo la Era de Trujillo (1930-1961). Tomo II. José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Legislación archivística dominicana, 1847-2007. Archivo General de la Nación, Santo Domingo, D. N., 2008. Libro de bautismos de esclavos (1636-1670). Transcripción de José Luis Sáez, S. J., Santo Domingo, D. N., 2008. Los gavilleros (1904-1916). María Filomena González Canalda, Santo Domingo, D. N., 2008. El sur dominicano (1680-1795). Cambios sociales y transformaciones económicas. Manuel Vicente Hernández González, Santo Domingo, D. N., 2008. Cuadros históricos dominicanos. César A. Herrera, Santo Domingo, D. N., 2008. Escritos 1. Cosas, cartas y... otras cosas. Hipólito Billini, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Escritos 2. Ensayos. Hipólito Billini, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 340 20/03/2012 11:59:37 a.m. Publicaciones del Archivo General de la Nación 341 Vol. LXIX Memorias, informes y noticias dominicanas. H. Thomasset, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. LXX Manual de procedimientos para el tratamiento documental. Olga Pedierro, et. al., Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. LXXI Escritos desde aquí y desde allá. Juan Vicente Flores, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. LXXII De la calle a los estrados por justicia y libertad. Ramón Antonio Veras (Negro), Santo Domingo, D. N., 2008. Vol. LXXIII Escritos y apuntes históricos. Vetilio Alfau Durán, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXIV Almoina, un exiliado gallego contra la dictadura trujillista. Salvador E. Morales Pérez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXV Escritos. 1. Cartas insurgentes y otras misivas. Mariano A. Cestero, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXVI Escritos. 2. Artículos y ensayos. Mariano A. Cestero, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXVII Más que un eco de la opinión. 1. Ensayos, y memorias ministeriales. Francisco Gregorio Billini, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXVIII Más que un eco de la opinión. 2. Escritos, 1879-1885. Francisco Gregorio Billini, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXIX Más que un eco de la opinión. 3. Escritos, 1886-1889. Francisco Gregorio Billini, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXX Más que un eco de la opinión. 4. Escritos, 1890-1897. Francisco Gregorio Billini, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXI Capitalismo y descampesinización en el Suroeste dominicano. Ángel Moreta, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXIII Perlas de la pluma de los Garrido. Emigdio Osvaldo Garrido, Víctor Garrido y Edna Garrido de Boggs. Edición de Edgar Valenzuela, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXIV Gestión de riesgos para la prevención y mitigación de desastres en el patrimonio documental. Sofía Borrego, Maritza Dorta, Ana Pérez, Maritza Mirabal, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXV Obras, tomo I. Guido Despradel Batista. Compilación de Alfredo Rafael Hernández, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXVI Obras, tomo II. Guido Despradel Batista. Compilación de Alfredo Rafael Hernández, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. LXXXVIIHistoria de la Concepción de La Vega. Guido Despradel Batista, Santo Domingo, D. N., 2009. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 341 20/03/2012 11:59:37 a.m. 342 Publicaciones del Archivo General de la Nación Vol. LXXXIX Una pluma en el exilio. Los artículos publicados por Constancio Bernaldo de Quirós en República Dominicana. Compilación de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XC Ideas y doctrinas políticas contemporáneas. Juan Isidro Jimenes Grullón, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCI Metodología de la investigación histórica. Hernán Venegas Delgado, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCIII Filosofía dominicana: pasado y presente. Tomo I. Compilación de Lusitania F. Martínez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCIV Filosofía dominicana: pasado y presente. Tomo II. Compilación de Lusitania F. Martínez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCV Filosofía dominicana: pasado y presente. Tomo III. Compilación de Lusitania F. Martínez, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCVI Los Panfleteros de Santiago: torturas y desaparición. Ramón Antonio, (Negro) Veras, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCVII Escritos reunidos. 1. Ensayos, 1887-1907. Rafael Justino Castillo, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCVIII Escritos reunidos. 2. Ensayos, 1908-1932. Rafael Justino Castillo, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. XCIX Escritos reunidos. 3. Artículos, 1888-1931. Rafael Justino Castillo, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. C Escritos históricos. Américo Lugo, edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. CI Vindicaciones y apologías. Bernardo Correa y Cidrón, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. CII Historia, diplomática y archivística. Contribuciones dominicanas. María Ugarte, Santo Domingo, D. N., 2009. Vol. CIII Escritos diversos. Emiliano Tejera, edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CIV Tierra adentro. José María Pichardo, segunda edición, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CV Cuatro aspectos sobre la literatura de Juan Bosch. Diógenes Valdez, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CVI Javier Malagón Barceló, el Derecho Indiano y su exilio en la República Dominicana. Compilación de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CVII Cristóbal Colón y la construcción de un mundo nuevo. Estudios, 1983-2008. Consuelo Varela, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CVIII República Dominicana. Identidad y herencias etnoculturales indígenas. J. Jesús María Serna Moreno, Santo Domingo, D. N., 2010. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 342 20/03/2012 11:59:37 a.m. Publicaciones del Archivo General de la Nación 343 Vol. CIX Escritos pedagógicos. Malaquías Gil Arantegui, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CX Cuentos y escritos de Vicenç Riera Llorca en La Nación. Compilación de Natalia González, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXI Jesús de Galíndez. Escritos desde Santo Domingo y artículos contra el régimen de Trujillo en el exterior. Compilación de Constancio Cassá Bernaldo de Quirós, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXII Ensayos y apuntes pedagógicos. Gregorio B. Palacín Iglesias, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXIII El exilio republicano español en la sociedad dominicana. (Ponencias del Seminario Internacional, 4 y 5 de marzo de 2010). Reina C. Rosario Fernández (Coord.), edición conjunta de la Academia Dominicana de la Historia, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y el Archivo General de la Nación, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXIV Pedro Henríquez Ureña. Historia cultural, historiografía y crítica literaria. Odalís G. Pérez, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXV Antología. José Gabriel García. Edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXVI Paisaje y acento. Impresiones de un español en la República Dominicana. José Forné Farreres. Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXVII Historia e ideología. Mujeres dominicanas, 1880-1950. Carmen Durán. Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXVIII Historia dominicana: desde los aborígenes hasta la Guerra de Abril. Augusto Sención (Coord.), Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXIX Historia pendiente: Moca 2 de mayo de 1861. Juan José Ayuso, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXX Raíces de una hermandad. Rafael Báez Pérez e Ysabel A. Paulino, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXI Miches: historia y tradición. Ceferino Moní Reyes, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXII Problemas y tópicos técnicos y científicos. Tomo I. Octavio A. Acevedo, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXIII Problemas y tópicos técnicos y científicos. Tomo II. Octavio A. Acevedo, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXIV Apuntes de un normalista. Eugenio María de Hostos, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXV Recuerdos de la Revolución Moyista (Memoria, apuntes y documentos). Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2010. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 343 20/03/2012 11:59:37 a.m. 344 Publicaciones del Archivo General de la Nación Vol. CXXVI Años imborrables (2da ed.). Rafael Alburquerque Zayas-Bazán, edición conjunta de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y el Archivo General de la Nación, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXVII El Paladión: de la Ocupación Militar Norteamericana a la dictadura de Trujillo. Tomo I. Compilación de Alejandro Paulino Ramos, edición conjunta del Archivo General de la Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXVIII El Paladión: de la Ocupación Militar Norteamericana a la dictadura de Trujillo. Tomo II. Compilación de Alejandro Paulino Ramos, edición conjunta del Archivo General de la Nación y la Academia Dominicana de la Historia, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXIX Memorias del Segundo Encuentro Nacional de Archivos. Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXX Relaciones cubano-dominicanas, su escenario hemisférico (19441948). Jorge Renato Ibarra Guitart, Santo Domingo, D. N., 2010. Vol. CXXXI Obras selectas. Tomo I. Antonio Zaglul, edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXII Obras selectas. Tomo II. Antonio Zaglul, edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Banco de Reservas, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXIII África y el Caribe: Destinos cruzados. Siglos xv-xix, Zakari Dramani-Issifou, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXIV Modernidad e ilustración en Santo Domingo. Rafael Morla, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXV La guerra silenciosa: Las luchas sociales en la ruralía dominicana. Pedro L. San Miguel, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXVI AGN: bibliohemerografía archivística. Un aporte (1867-2011). Luis Alfonso Escolano Giménez, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXVII La caña da para todo. Arturo Martínez Moya, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXVIIII El Ecuador en la Historia. Jorge Nuñez Sánchez, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXXXIX La mediación extranjera en las guerras dominicanas de independencia, 1849-1856. Wenceslao Vega B., Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXL Max Henríquez Ureña. Las rutas de una vida intelectual. Odalís G. Pérez, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLI Yo también acuso. Carmita Landestoy, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLII Memorias de Juanito: Historia vivida y recogida en las riberas del río Camú. Reynolds Pérez Stefan, Santo Domingo, D. N., 2011. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 344 20/03/2012 11:59:37 a.m. Publicaciones del Archivo General de la Nación 345 Vol. CXLIII Más escritos dispersos. Tomo I. José Ramón López. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLIV Más escritos dispersos. Tomo II. José Ramón López. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLV Más escritos dispersos. Tomo III. José Ramón López. Edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLVI Manuel de Jesús de Peña y Reinoso: Dos patrias y un ideal. Jorge Berenguer Cala, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLVII Rebelión de los capitanes: Viva el rey y muera el mal gobierno. Roberto Cassá, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLVIII De esclavos a campesinos. Vida rural en Santo Domingo colonial. Raymundo González, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CXLIX Cartas de la Real Audiencia de Santo Domingo (1547-1575). Genaro Rodríguez Morel, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CL Ramón –Van Elder– Espinal. Una vida intelectual comprometida. Compilación de Alfredo Rafael Hernández Figueroa, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CLI El alzamiento de Neiba: Los acontecimientos y los documentos (febrero de 1863). José Abreu Cardet y Elia Sintes Gómez, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CLII Meditaciones de cultura. Laberintos de la dominicanidad. Carlos Andújar Persinal, Santo Domingo, D. N., 2011. Vol. CLIII El Ecuador en la Historia (2da ed.). Jorge Núñez Sánchez, Santo Domingo, D. N., 2012. Vol. CLIV Revoluciones y conflictos internacionales en el Caribe (1789-1854). José Luciano Franco, Santo Domingo, D. N., 2012. Vol. CLV Cuba: la defensa del Imperio español (1868-1878). José Abreu Cardet, Santo Domingo, D. N., 2012. Vol. CLVI Didáctica de la geografía para profesores de Sociales. Amparo Chantada, Santo Domingo, D. N., 2012. Vol. CLVII La telaraña cubana de Trujillo. Eliades Acosta Matos, Santo Domingo, D. N., 2012. Vol. CLVIII Cedulario de la isla de Santo Domingo, Vol. II: 1501-1509. Fray Vicente Rubio, O. P., edición conjunta del Archivo General de la Nación y el Centro de Altos Estudios Humanísticos y del Idioma Español, Santo Domingo, D. N., 2012. Vol. CLIX Vol. CLX Vol. CLXI Tesoros ocultos del periódico El Cable. Compilación de Edgar Valenzuela, Santo Domingo, D. N., 2012. Cuestiones políticas y sociales. Dr. Santiago Ponce de León, edición de Andrés Blanco Díaz, Santo Domingo, D. N., 2012. La telaraña cubana de Trujillo. Tomo II. Eliades Acosta Matos, Santo Domingo, D. N., 2012. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 345 20/03/2012 11:59:37 a.m. 346 Publicaciones del Archivo General de la Nación Colección Juvenil Vol. I Vol. II Vol. III Vol. IV Vol. V Vol. VI Vol. VII Vol. VIII Pedro Francisco Bonó. Textos selectos. Santo Domingo, D. N., 2007 Heroínas nacionales. Roberto Cassá. Santo Domingo, D. N., 2007. Vida y obra de Ercilia Pepín. Alejandro Paulino Ramos. Santo Domingo, D. N., 2007. Dictadores dominicanos del siglo xix. Roberto Cassá. Santo Domingo, D. N., 2008. Padres de la Patria. Roberto Cassá. Santo Domingo, D. N., 2008. Pensadores criollos. Roberto Cassá. Santo Domingo, D. N., 2008. Héroes restauradores. Roberto Cassá. Santo Domingo, D. N., 2009. Dominicanos de pensamiento liberal: Espaillat, Bonó, Deschamps. (siglo xix). Roberto Cassá. Santo Domingo, D. N., 2010. Colección Cuadernos Populares Vol. 1 Vol. 2 Vol. 3 La Ideología revolucionaria de Juan Pablo Duarte. Juan Isidro Jimenes Grullón. Santo Domingo, D. N., 2009. Mujeres de la Independencia. Vetilio Alfau Durán. Santo Domingo, D. N., 2009. Voces de bohío. Vocabulario de la cultura taína. Rafael García Bidó. Santo Domingo, D. N., 2010. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 346 20/03/2012 11:59:37 a.m. Esta primera edición de El incidente del trasatlántico Cuba. Una historia del exilio republicano español en la sociedad dominicana, 1938-1944 de Juan B. Alfonseca Giner de los Ríos se terminó de imprimir en el mes de abril de 2012, en los talleres gráficos de _____ Santo Domingo, Rep. Dominicana. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 347 20/03/2012 11:59:37 a.m. incidente cuba- alfonseca 20-03-2012.indd 348 20/03/2012 11:59:37 a.m.