0501-62-2006 TRIBUNAL DE SENTENCIA: Usulután, a las quince horas del día dieciséis de mayo del año dos mil seis. Causa número U-50-04-2006-2, seguida contra JOSÉ ABEL NOLASCO ALVARADO, de veintiocho años de edad, soltero, jornalero, nació el veintisiete de diciembre de mil novecientos setenta y siete en Cantón Los Desmontes, Caserío El Camalote, de ésta ciudad, hijo de Adán Alvarado y María Cristina Nolasco, no sabe leer ni escribir, datos que fueron proporcionados por el imputado y que no fueron confrontados con ningún documento de identificación personal por no portarlo; a quien se le atribuye el delito de HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en el artículo ciento veintiocho relacionado con el artículo ciento veintinueve numerales tres y siete del Código Penal, en perjuicio de DANIEL EDUARDO PORTILLO RODRÍGUEZ. El Tribunal de Sentencia fue integrado por los Jueces CLAUDIA YANIRA PALACIOS CALLEJAS, VICTOR MANUEL MELENDEZ Y SAUL OVIDIO MORENO, siendo presidida por la primera. Actúo como representante de la Fiscalía General de la República, la Licenciada TRÀNSITO PATRICIA GONZÁLEZ OSORTO, y como Defensora Pública la Licenciada NORA JACQUELINE MONTECINOS MUÑOZ. DESCRIPCION DE LOS HECHOS: Que la Fiscalía, conforme al Art. 314 del Código Procesal Penal, presentó acusación contra JOSÉ ABEL NOLASCO ALVARADO, por atribuírsele los siguientes hechos: "El día diecinueve de octubre del año recién pasado, a eso de las dieciocho horas con cuarenta y cinco minutos, el joven Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, quien se desempeñaba como taxista en el vehículo Placas A-60687/2000, del año noventa, marca Toyota, Modelo Corolla, color amarillo, desapareció según relaciona su padre José Roberto Portillo, ya que desde tempranas horas de ese día Daniel había salido a laborar en su taxi y siempre llegaba su casa a las diecisiete horas aproximadamente; es el caso que el padre de Daniel, lo logró ver a la altura de Santa Cruz Porrillos, cuando llevaba rumbo a San Salvador, a eso de las trece horas con cincuenta minutos, dado a que el señor José Roberto Portillo se desempeñaba como motorista de un bus, pero como a las dieciséis horas Roberto le efectuó una llamada a su hijo preguntándole donde estaba y Daniel le manifestó que ya venía, pasados treinta minutos cuando Roberto había llegado a su casa de habitación, Daniel les habló diciéndole a su padre que venía por Santa Cruz Porrillo, posteriormente Roberto le llamo al celular a su hijo a las dieciocho y treinta horas dado a que le parecía raro que no hubiese llegado, contestándole éste que se encontraba en Santa Elena, bajando la gente a la que le había hecho el viaje. Desde aquel momento Roberto perdió comunicación con su hijo y por ello intentaba llamarle a su teléfono celular pero aquel nunca fue contestado, razón por la cual interpuso en la Policía Nacional Civil, una denuncia informando sobre el desaparecimiento de su hijo; sin embargo, en esa misma fecha a eso de las diecinueve horas con quince minutos, el señor Cristóbal Torres Flores, cuando venía del Caserío La Cañada de visitar a unos nicaragüenses y al pasar específicamente a la altura de un lugar conocido como El Remolino ubicado en Cantón Los Desmontes, de esta ciudad, frente a la casa del señor Santa Baires, observó que sobre la calle donde se localiza una casa abandonada, se encontraba un taxi dando vuelta como para retornar, por lo que tal señor se quedo esperando pues pensó que iba a bajar pasajeros y lógicamente tendría la oportunidad de abordarlo para dirigirse hasta su casa en el Cantón El Obrajuelo, pero vio que el conductor estacionó el taxi bajándose del mismo un sujeto conocido por él como Samuel Rodríguez, inmediatamente también se bajó del asiento trasero Douglas Quintanilla, portando en su mano un corvo pequeño, tipo "Yatagán", se bajo luego Daniel Eduardo Portillo, que manejaba el taxi, y por último se bajó del taxi un cuarto sujeto conocido por Abel Nolasco a quien le dicen "Gallo Ruco", por lo que al conocer a los sujetos siguió su camino y al pasar por donde ellos, le pregunto el señor Torres Flores a Daniel Eduardo "Que andaba haciendo", pero Daniel no le contesto y fue Samuel Rodríguez quien le dijo que "iban para el río a pescar", por lo que siguió caminando y a unos veinte metros se detuvo pensando aún que Daniel Eduardo le podía dar ray porque según conoce a Daniel este nunca había sido pescador, por eso escuchó el señor Torres Flores que los tres sujetos discutían con Daniel, pero no se lograba distinguir sobre que discutían, observando que además golpeaban a Daniel, y vio cuando los tres sujetos lo introdujeron hacia el interior del terreno del señor Santana Baires, y a campo travieso (según testigo) se detuvieron y ya solo veía las cuatro siluetas y que Daniel pujaba. Según refiere ese testigo, al día siguiente se dio cuenta que decían que una persona estaba desaparecida y que el taxi de Daniel estaba abandonado, y fue desde esa fecha que comenzó a buscar al padre de Daniel para contarle lo que había visto y no lo lograba ver por lo que le dejaba razones con los compañeros de trabajo de José Roberto. A las nueve horas con veinte minutos del día veinte de octubre del año recién pasado a la altura de la calle que va al Caserío Capitán Lazo del Cantón Puerto Parada, de esta jurisdicción, se localiza un vehículo en estado de abandono Marca Toyota, Modelo Corolla, año noventa, Placas A guión sesenta mil seiscientos ochenta y siete (A60687/2000), color amarillo, el cual se encuentra húmedo, de inmediato lo identifica el señor José Roberto Portillo, como el vehículo que conducía su hijo el día que desapareció. Dos días después de ese mismo hallazgo, el día veintidós de ese mismo mes y año, se localiza el cadáver de Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, enredado en ramas sobre aguas del Río Grande, a la altura del Cantón Los Desmontes, Puerto Parada, Usulután, el cual para efectos de examinarse se extrajo con el auxilio de los elementos de Bomberos, quienes lo hicieron en una camilla metálica, al proceder a su examen se encontró amarrado de ambas manos hacia atrás, con una cinta de zapato, en estado de putrefacción, con diferentes heridas producidas por objeto corto punzante. Fue entonces que hasta finales de noviembre de ese mismo año, que el señor Cristóbal Torres Flores, logró ver a un taxista conocido como Eduardo Danilo Orozco, y fue a él al que también le dijo que quería platicar con el papá del taxista muerto, y fue ese señor quien le dijo a José Roberto que tal señor lo andaba buscando, al tener conversación directa José Roberto le dijo que tenía que decirle a las autoridades lo que había visto. CONSIDERANDO: I. Que luego de apreciadas las pruebas producidas durante la Vista Pública de un modo integral y según las Reglas de la Sana Crítica, los Jueces del Tribunal entraron a deliberar y resolvieron por unanimidad de sus votos, todos los puntos sometidos a su conocimiento, conforme a lo establecido en el Art. 356 del Código Procesal Penal. II. De conformidad a los Art. 18 y 19 del Código Penal, y por vía de exclusión de los Art. 26 y 28 del C.Pr.Pn. el hecho punible atribuible a JOSÉ ABEL NOLASCO ALVARADO, constituye delito grave, el cual se ha calificado como HOMICIDIO AGRAVADO, regulado y sancionado en el artículo 128 relacionado con el artículo 129 numeral 3 y 7 del Código Penal, el cual es perseguible mediante Acción Penal Pública, siendo de conformidad al Art. 53 Inciso 1° del C.Pr.Pn. competencia de este Tribunal de Sentencia en Pleno conocer en audiencia de Vista Pública. III. Durante la Vista Pública desfiló prueba en relación a la existencia del delito y a la culpabilidad, siendo esta la siguiente: A) La Fiscalía ofreció como elementos de prueba: 1) DOCUMENTAL: Acta de Inspección Ocular en el lugar de los hechos; Denuncia interpuesta por el padre de la víctima señor José Roberto Portillo; Acta de Inspección Ocular donde se encontró el cadáver; Autopsia practicada al cadáver; Partida de defunción de Daniel Eduardo Portillo; Acta Policial suscrita por los investigadores René Alexander Castro Bermúdez y Lázaro Zelaya Serrano; Acta de Reinspección en el lugar donde se encontró el taxi abandonado; y Acta de las doce horas del día cuatro de octubre del dos mil cinco. 2) PERICIAL: Doctor CECILIO ANTONIO MARTÍNEZ AMAYA. 3) TESTIMONIAL: Los testimonios de los señores MAGNO SOCRATES ZELAYA RIVERA, FELIPE RESULEO LARA, RENE ALEXANDER CASTRO BERMUDEZ, LUIS ALONSO MEDRANO GUTIERREZ, SULMA LORENA PORTILLO, SALVADOR ALEXANDER PORTILLO, JOSÉ ULISES PORTILLO, EDUARDO DANILO OROZCO TRANQUINO, CRISTOBAL TORRES FLORES, JOSÉ ROBERTO PORTILLO RUIZ. La fiscalía prescindió del testimonio de Dinora del Carmen Meza de Martínez y Nelson Pereira, por no haber comparecido a la Audiencia de Vista Pública, no obstante estar legalmente citados. B) El imputado por su parte ofreció como elementos de prueba TESTIMONIAL la de los señores: RAMON ALBERTO FLORES, RAMON ARTURO CRUZ JOYA y ANA GILMA FLORES VARGAS. La defensora con el consentimiento del imputado prescindió del testimonio de Mauricio Cruz, Samuel Rodríguez, Douglas Quintanilla y Luis Gerberth Cardona, por no haber comparecido a la Audiencia de Vista Pública, no obstante estar legalmente citados. IV. VALORACION INTEGRAL DE LA PRUEBA EN CUANTO A LA EXISTENCIA DEL DELITO Y LA CULPABILIDAD: La acción típica del delito de Homicidio, de conformidad con el Art. 128 del Código Penal, consiste en "la acción de matar a otra persona". Agravándose esta cuando reúne cualquiera de las situaciones señaladas en el Artículo 129 del citado cuerpo de leyes, concurriendo en el presente caso las reguladas en el numeral 3 de dicho artículo, la cual hace referencia a que la acción se cometa con "alevosía, premeditación, o abuso de superioridad". Al adecuar la acción típica antes descrita, se hacen las consideraciones siguientes: A) Consta en Acta de Inspección Ocular de fecha veinte de octubre del año dos mil cuatro, suscrita por el Agente investigador JOSÉ FRANCISCO POZO RODRÍGUEZ y el Técnico MAGNO SÓCRATES ZELAYA: Que dicha diligencia se realizó en la calle que da al caserío Capitán Lazo, Cantón Puerto Parada, jurisdicción de Usulután, a las nueve horas con veinte minutos, obteniéndose como resultado que se trata de una escena abierta, lugar donde se encuentra estacionado un taxi marca Toyota, Corolla, año mil novecientos noventa, con placas número A-60687/2000, ubicado con la parte delantera al norte y la trasera al sur, específicamente a siete metros al costado sur poniente, hay un árbol, y seguidamente una casa construida de ladrillo, techo de teja con madera, la cual está completamente desabitada, en el lugar antes descrito se encuentra el señor José Roberto Portillo Ruíz, sobre los hechos manifestó que la víctima es de nombre Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, de veinte años, que fue desde el día diecinueve de octubre del año dos mil cuatro que su hijo le habló por teléfono celular, que luego se iba ha hacer presente a la casa ya que solo deja a las personas que llevaba de viaje, eso se dio aproximadamente a las dieciocho horas y como no regresó luego avisó a la policía verbalmente lo sucedido, que fue hasta el día relacionado al inicio de la presente, que le dieron aviso que habían encontrado el taxi que conducía su hijo, por lo que se hizo presente a este y solo encontraron al taxi menos a su hijo, desconociendo quienes se lo llevaron y teme que se lo vallan a matar. Se relaciona en el acta que acto seguido se tomaron fotografías, se elaboró croquis y se tomaron huellas en dicho taxi pero no se encontraron ya que a este le callo el sereno y los individuos le echaron aceite donde se podía tomar alguna huella. Se hace mención que dicha escena era custodiada por el cabo Zelaya Rodríguez y el agente Maravilla Quinteros, destacados en la subdelegación de Usulután, el taxi fue trasladado al parqueo policial de la Colonia Altos de Piedra, y se le elaboró hoja de accesorios para ser anexada. Al taxi le hacía falta una casetera con CD placer, unos CD, un par de bocinas, no teniéndose el valor de lo robado ya que del hecho no se tienen mayores detalles. B) Consta en Acta de Denuncia interpuesta en sede policial por el padre de la víctima señor JOSÉ ROBERTO PORTILLO, de fecha veinte de octubre del año dos mil cuatro: Que el referido señor se considera ofendido de quien o quienes aparecieren involucrados en el hecho calificado como privación de libertad, por los motivos que el dicente tiene un hijo Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, de veinte años de edad, acompañado, taxista, el dicente habló con su hijo a eso de las dieciocho horas con cuarenta minutos, y le preguntó donde estaba, y su hijo contestó que en Santa Elena, estaba bajando una gente, y que ya venía, pero que la media hora después el dicente le volvió a marcar a su celular el número 703-6564, pero ya no le respondió, ya que nadie lo responde y luego dio aviso verbal a la policía ya que su hijo nunca había faltado, quien trabaja de día y el dicente de noche en el taxi placa A60687/2000, Toyota Corolla, año 1990, propiedad del dicente mediante escritura pública y según tarjeta a nombre de René Rafael Castillo Pozo, y que el punto de taxi es la dieciocho avenida norte, frente a la Terminal de San Jorge de Usulután, agrega el ofendido que a las seis horas con treinta minutos de la fecha de la denuncia el dicente tuvo conocimiento que habían localizado el taxi abandonado y con las puertas abiertas en calle a Caserío Capitán Lazo, de Puerto Parada de Usulután, mediante información de la policía. Que efectivamente al verificar tal información pudo constatar que ese era su taxi, y que le habían hurtado la radio casetera con CD´s, y sus bocinas valoradas en ciento cincuenta dólares, y mediante rastros de zapatos buscaron evidencias en un aproximado de dos kilómetros a la redonda, logrando encontrar un pedazo de toalla pequeña que según el dicente portaba su hijo, sucia y cortada por la mitad. C) Consta en Acta de Inspección Ocular de fecha veintidós de octubre del año dos mil cuatro, suscrito por el agente investigador SALVADOR ADELIO GARCÍA: Que en el caserío Los Desmontes, jurisdicción de Puerto Parada, de este departamento, a las nueve horas con quince minutos de la fecha ya relacionada, auxiliado dicho agente por el Médico Forense Cecilio Antonio Martínez, y personal de la policía técnica y científica, dejando constancia de la Inspección de Cadáver realizada a la hora, fecha y lugar ya mencionados en la propiedad del señor Ingeniero Jorge Awerbach, lugar donde se observa que es una escena abierta siendo exactamente un terreno plano donde existe plantación o milpa de maíz la cual mide unos veinte centímetros de alto, donde en una camilla metálica propiedad del cuerpo de Bomberos de Usulután, se observa el cuerpo ya sin vida de una persona del sexo masculino en la posición de cubito dorsal, con cabeza al norte y pies al sur, de las características siguientes, piel morena, complexión regular, estatura regular, pelo negro, vistiendo una camisa color beige con rallas blancas, tipo sport, pantalón de lona color azul, calzoncillo beige, calcetines blancos y gris, zapatos de cuero y cinta color café, aclarando que la cinta del zapato derecho no la tenía, dicho cadáver se encontraba amarrado de ambas manos hacia atrás con las cintas al parecer del zapato derecho, también se hace mención que el cadáver se encuentra amarrado o fijado con un lazo de nylon color azul a la camilla ya que fue extraído de las aguas del Río Grande, por los bomberos por existir peligro de que las corrientes del referido río lo arrastrara a lo profundo ya que existía un clima poco lluvioso, el cual se encontraba según los señores bomberos a unos veinte metros de la orilla del Río hacia adentro, dichos bomberos responde a los nombres de Roberto Conrradino Hernández de la Cruz, Wilber Gaytan Garay y Rafael Hernández Posada, quienes manifestaron que a la hora de extraerlo del agua se encontraba en la posición decúbito dorsal, cabeza al oriente y pies al poniente, siendo el caso que el médico forense procede a examinarlo visualizando manifestando precisamente que el cadáver se encontraba en estado de putrefacción y como se encontraba en estado de putrefacción y como se encontraba amarrado o fijado con el lazo de nylon la poca visibilidad que existía en el lugar no se podía examinar completamente por lo que en coordinación con la fiscalía se trasladó en el vehículo del Instituto de medicina legal a dichas oficinas para ser en ese lugar donde se le describieron las lesiones posibles, dándose el caso que a Medicina Legal, se llegó a eso de las veinte horas con veinticinco minutos donde en la sala de autopsias y sobre una camilla de metal se colocó dicho cadáver quedando con la cabeza al poniente y pies al oriente, donde se procedió a describir las evidencias externas de trauma las que se describen a continuación: Ausencia de tejido blando en cara en un ochenta por ciento dejando a la vista hueso frontal, maxilar, mandibular y nasal, y piezas dentarias, hematoma de tejido blando a nivel frontal derecho, sección parcial regular a nivel de pabellón auricular derecho; orificio de seis centímetros de largo por seis de ancho a nivel de pectoral derecho de bordes irregulares, con exposición de cuarta y quinta costillas derecha anterior; orificio de tres centímetros de largo por dos centímetros de ancho a dos centímetros por arriba de cicatriz umbilical, y orificio de seis centímetros de largo por cinco de ancho de bordes irregulares a nivel de sub clavícula izquierda producidas por objeto corto punzante, también se observa al cadáver una mancha blanca en piel en forma circunscrita que pasa sobre orbitas oculares, pabellón auriculares y área superior de cuello que sugieren vendaje, manifestando el forense que la causa de la muerte fue por lesiones penetrantes por arma corto punzantes, hago mención que en el lugar donde fue sacado el cadáver del agua a tierra firme, se encontró al señor José Roberto Portillo, quien manifestó ser el padre del ofendido y que este en vida respondía al nombre de Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, de veinte años de edad, quien residía en colonia Los Naranjos, pasaje La Juana, casa número tres mil ochocientos cincuenta y dos de Usulután, agregando además que su hijo había desaparecido desde el día martes diecinueve de octubre, cuando conducía un vehículo tipo automóvil, utilizado como taxi, de la ciudad de Santa Elena, en horas de la tarde y fue encontrado por personas cercanas al caserío Los Desmontes, hasta este día, las que dieron aviso a las autoridades correspondientes, se hace mención que al momento de registrar en medicina legal las bolsas del pantalón que el cadáver portaba en la bolsa trasera derecha se le encontró una cartera color negra de cuero conteniendo en su interior documentos personales del fallecido como una tarjeta de circulación de vehículo donde se lee placas de alquiler sesenta mil seis ciento ochenta y siete, una licencia de conducir con el número once veintitrés guión veintiocho diez ochenta y tres guión ciento dos guión dos, una tarjeta Cheque Max y un Documento Único de Identidad, al cadáver en mención se le practicó la respectiva autopsia por orden de la fiscalía; el número del Documento Único de Identidad del fallecido es el cero dos millones cuatrocientos diez mil cuatrocientos ochenta y seis guión ocho. Dichos documentos son puestos a la orden de la Fiscalía General de la República de Usulután, dicho cadáver tenía unos cuatro días de fallecido según el Médico Forense, y según el padre del fallecido manifestó desconocer si su hijo tenía enemistades o que sí había recibido amenaza alguna, por lo que por el momento no sospecha de ninguna persona, se hace mención que al fallecido no se le pudo practicar las necrodactilares que parte de los dedos no existían por estar deformados, al parecer por los animales. Para llegar al lugar de donde se sacó el cadáver a tierra firme el terreno se encontraba escabroso y resbaloso por la lluvia que caía en ese momento. D) Consta en Autopsia practicada en el cadáver de Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, por el Doctor CECILIO ANTONIO MARTÍNEZ AMAYA, de fecha veintidós de octubre del año dos mil cuatro: Que por el referido perito se relacionó textualmente: Características externas individuales: Sexo masculino; edad aparente: veinte años, joven, desarrollo óseo muscular: regular, estado nutricional: regular; talla: un metro y sesenta y ocho centímetros; cabello: negro; ojos: ausencia de globos oculares; cejas ausentes; pestañas ausentes; orejas medianas; lóbulos separados; nariz ausente, mediana; labios ausentes; bigote: no; constitución física eutrófico; color de piel; trigueño; mamas: hipotróficas; estado dentadura: incompleta; ausencia de piezas dentarias y obturaciones: sí; arcada superior derecha: ausencia de siete piezas dentarias; arcada superior izquierda: está completa; arcada inferior derecha: está completa; arcada inferior izquierda: está completa; prótesis dentaria: no; por los datos anteriores la edad media está comprendida entre los diecinueve y veintiún años; observación de señas particulares no traumáticas incluyendo tatuajes: se observa una mancha hipocrómica circular que atraviesa sobre área ocular bilateral, pabellón auricular bilateral hasta cuello posterior superior. Descripción de los genitales externos: Masculinos; ano: con pliegues ausentes por estado de putrefacción. Descripción de las ropas: 1- camiseta tipo sport olor beige, sucia, con múltiples perforaciones en tórax anterior, mojada; 2- pantalón de lona azul, tipo jeans, sucio, mojado, en buen estado; 3- calzoncillo color beige, sucio, mojado. Estado de Putrefacción: Sí; red venosa de la putrefacción sí; enfisema tisular: sí; antropofagia: sí; ausencia de tejidos blandos en un ochenta por ciento en cara; rigidez cadavérica: ausente: total; alteraciones oculares postmorten: ausencia de globos oculares bilateral; Tanatocronodiagnóstico: tres a cuatro días de fallecido. Evidencia Externa de Trauma: 1-ausencia de tejidos blandos en cara en un ochenta por ciento, que deja a la vista huesos frontales, maxilar, mandíbula inferior; 2- hematoma en área frontal izquierda; 3- herida de dos centímetros en pabellón auricular derecho; 4- herida de seis por seis centímetros, irregular por antropofagia a nivel de pectoral derecho, dejando a la vista cuarta y quinta costilla derecha anterior, penetrando a tórax; 5- herida de seis por cinco centímetros de bordes regulares a nivel subclavicular izquierda tercio externo, penetrante a tórax izquierdo; 6- herida de dos por dos tres centímetros a uno punto cinco centímetros por arriba de cicatriz umbilical, penetrando a cavidad abdominal; 7- surco de presión completo a nivel de ambas muñecas. Causa de muerte: heridas penetrantes de tórax, herida penetrante de abdomen; Causa de muerte: heridas penetrantes de tórax y abdomen por arma cortocontundente. Resumen: Se practicó autopsia médico legal a cadáver de individuo del sexo masculino, raza blanca, identificado como Daniel Eduardo Portillo Rodríguez de veinte años de dad, quien fue localizado el día veintidós de octubre de dos mil cuatro en el Cantón Los Desmontes, de Usulután, a orillas del Río Grande de San Miguel con heridas de tórax, y abdomen, por lo que fue traído a este Instituto de Medicina Legal de Usulután, para efectos de autopsia en la que se encontró como evidencias externas e internas de trauma las descritas anteriormente, considerando como potencialmente mortales las heridas penetrantes de tórax y abdomen, la herida de corazón ocasionado con arma corto punzante que lo llevaron a la muerte; siendo la causa de su muerte: heridas penetrantes de tórax y abdomen por arma corto punzante, la ausencia de tejidos blando de la cara y la eviceración parcial torácica y abdominal se considera que son debido a antropofagia, no se toman muestras para Toxicológico ni histopatológico debido al estado de putrefacción en que se encontró el cadáver. E) Consta en Certificación de Partida de Defunción de Daniel Eduardo Portillo, de fecha veinticinco de abril del año dos mil cinco: Que conforme al Registro del Estado Familiar de la Alcaldía Municipal de Usulután, bajo el número treinta y seis mil ciento treinta y ocho, Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, sexo masculino, de veinte años de edad, soltero, Motorista, del domicilio de Usulután, Salvadoreño, falleció en el Cantón Los Desmontes, a las diecinueve horas y quince minutos del día veintidós de octubre del año dos mil cuatro, con asistencia médica, siendo la causa de la muerte herida penetrante de tórax con arma de corto punzante, siendo el profesional que determinó la causa de la muerte el Doctor Cecilio Antonio Martínez Amaya. F) Consta en Acta Policial suscrita por los investigadores RENÉ ALEXANDER CASTRO BERMÚDEZ y LÁZARO ZELAYA SERRANO, de fecha veintisiete de abril del año dos mil cinco: Que dejan constancia que en la citada fecha a las diez de la mañana se hicieron presentes a bordo del equipo trece cuarenta y uno al cantón Los Desmontes, con el objeto de realizar investigación en relación al delito de Homicidio en perjuicio del señor Daniel Eduardo Portillo, en donde al conversar con varios residentes del mencionado cantón, quienes no quisieron ser identificados por no querer tener problemas en la zona de dicho cantón, quienes le dieron muerte al señor Portillo fueron los señores Samuel Rodríguez Baires, conocido socialmente por Douglas, Abel Nolasco conocido socialmente por el "Gallo Ruco", y un cuarto sujeto de nombre Mauricio Cruz, conocido socialmente como Mauricio, todos mayores de edad, residentes en Caserío El Camalote del cantón Los Desmontes, de la jurisdicción de Usulután, quienes manifestaron que este último sujeto y el primero ya estuvieron detenidos que de Samuel no saben porque estuvo detenido pero de Mauricio estuvo detenido hace como cinco años por el delito de Homicidio, y al preguntarles sobre las razones que estos sujetos tenían para cometer dicho ilícito estos manifestaron que la única razón que pudo haber existido es que el occiso señor Daniel Eduardo Portillo tenía relaciones amorosas con la señor Ana Rodríguez, quien es hija del señor Samuel Rodríguez, y que en muchas ocasiones el señor Portillo le había hecho varios viajes con el taxi al señor Samuel y este no se los había cancelado, y que ese día se lo había llevado juntamente con los demás, que no lo habían dejado venir, que lo habían matado ya que Samuel nunca estuvo de acuerdo en esa relación, ya que su hija estaba acompañad; así mismo, manifestaron que uno de estos sujetos a quien le apodan el "Gallo Ruco", de nombre Abel Nolasco bajo los efectos del alcohol, estuvo en la casa del señor conocido como cardona quien vende licor, que ellos habían matado al taxista, y que por esa razón Douglas y Samuel habían dicho que iban a matarlo y también al señor Cardona para que no dijera nada, y que por esa razón se había ido a huir, que uno de sus hijos había sacado al señor Cardona del lugar pero que como dos meses después han regresado a sus lugares de residencia el cual es el caserío el Camalote del mencionado Cantón. G) Consta en Acta Policial y Croquis de fecha veintiséis de septiembre del año dos mil cinco, suscrita por el investigador RENÉ ALEXANDER CASTRO BERMÚDEZ, y el Planimetrista NELSON PEREIRA MARQUEZ: Que en la Calle Principal del Cantón Los Desmontes, calle que conduce al caserío Lazo, de la ciudad de Usulután, se practicó reinspección orientada al delito de Homicidio en perjuicio del señor Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, obteniéndose como resultado que exactamente en el lugar conocido como El Remolino, en donde se observa una calle rustica sobre esta calle fue en donde se encontró abandonado el taxi placas alquiler sesenta seiscientos ochenta y siete, en donde al costado poniente de esta calle esta el terreno del señor Santana Baires, y al oriente el terreno del ingeniero Jorge Awerbach y en dirección diagonal al costado sur oriente en el terreno de la señora Rebeca Rivera, el cual colinda con el Río Grande al oriente, aproximadamente a novecientos metros en el Río Grande, exactamente en donde se observa un árbol de carreto y uno de conacaste, fue en este lugar en donde se encontró el cadáver del señor Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, el cual es un terreno plano, y antes del llegar al río se observa una borda de contención del río, el cual actualmente se encuentra cultivado de maíz. En el croquis se detalla como indicadores: A- Lugar donde se encontraba el vehículo placas A60687; y B-Lugar donde se encontraba el cadáver de Daniel Eduardo Portillo Rodríguez. H) Consta en Acta Judicial de las doce horas del día cuatro de octubre del año dos mil cinco: Que en el Juzgado Segundo de Instrucción de la ciudad de Usulután, se llevó a cabo la diligencia judicial consistente en Audiencia Especial de Revelación de Identidad del testigo denominado Gabriel, el cual goza de Medidas de Protección en el presente proceso penal, haciéndose constar que se constituye la jueza del Juzgado Segundo de Instrucción de esta ciudad Licenciada Patricia Angélica Bondanza Medina, asociada de su Secretario de Actuaciones que autoriza Licenciado Julio César Torres Torres, con la asistencia de la fiscal Licenciada Tránsito Patricia González Osorto, como defensor particular el Doctor José Guillermo Araujo Araujo, no habiendo comparecido el Licenciado José Fernando Araujo, consignándose que la fiscal solicita a la Juez se proceda a abrir el sobre que contiene la declaración del testigo protegido denominado Gabriel, con el objeto de que sea agregada a la causa penal correspondiente, y que las partes tengan acceso a dicha declaración antes de la realización de la Audiencia Preliminar, por lo que la Juez procede a abrir el sobre que contiene la declaración del testigo denominado Gabriel para que sea agregada al expediente judicial a lo que la Juez autoriza dicha petición, haciéndose constar que la declaración del testigo protegido ya corría agregada a folios 35 del Expediente Judicial. I) Consta en Álbum fotográfico de fecha veintidós de octubre del dos mil cuatro, realizado por el Agente FELIPE RESULEO LARA: Que se fijaron mediante fotografías las siguientes escenas: Fotografías 1 y 2: Aspecto general de diferentes ángulos de un tramo de Río Grande, ubicado a la altura de los terrenos agrícolas propiedad del Ingeniero Jorge Awerbach, Cantón Los Desmontes, departamento de Usulután, lugar en donde al parecer se encontró el cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad, el cual se encuentra en avanzado estado de putrefacción. Fotografías 3 y 4: Medio acercamiento y acercamiento del lugar donde al parecer se encontró el cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. Fotografías 5 y 6: Aspecto general y medio acercamiento de un tramo de terreno propiedad del Ingeniero Jorge Awerbach, lugar donde se encuentra el cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. Fotografías 7 y 8: Medio acercamiento de la posición y forma que se encuentra el cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. Fotografía 9: Identificativa del cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. Fotografías 10 y 11: Acercamiento de costado derecho e izquierdo de región malar y auricular del cadáver de Daniel Eduardo Portillo, en donde se encuentra una franja blanca, la cual al parecer consta de vendaje. Fotografías 12 y 13: Aspecto general y acercamiento de una lesión presentada en la región malar cigomática derecha del cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. Fotografías 14 y 15: Aspecto general y medio acercamiento de orificio en región pectoral derecha del cadáver de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. Fotografía 16: Aspecto general de un orificio en región axilar posterior del de Daniel Eduardo Portillo de veinte años de edad. J) Consta en Álbum fotográfico de fecha veinte de octubre del dos mil cuatro, realizado por el Agente MAGNO SÓCRATES ZELAYA RIVERA: Que se fijaron mediante fotografías las siguientes escenas: Fotografías 1 y 2: Aspecto general de diferentes ángulos de un tramo de la calle que conduce a caserío Capitán Lazo, del Cantón Puerto Parada del departamento de Usulután, lugar donde se encuentra el vehículo placas A-60-687, marca Toyota Corolla. Fotografías 3 y 4: Aspecto general y acercamiento de la parte delantera del vehículo placas A-60-687, marca Toyota Corolla. Fotografías 5 y 6: Aspecto general y acercamiento de la parte trasera del vehículo placas A-60-687, marca Toyota Corolla. K) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo MAGNO SOCRATES ZELAYA RIVERA, en forma detallada dijo: Que el día veinte de octubre del dos mil cuatro se encontraba de turno en la División, cuando se le encomendó realizar una inspección ocular en el Cantón Los Desmontes, la inspección se iba a realizar en un vehículo abandonado, dicho vehículo se encontraba abandonado sobre la calle que va hacia el Cantón Las Conchas, el vehículo era un color amarillo, placas de alquiler, es decir un taxi, al lugar llegó en compañía del investigador que se encontraba de turno, en el vehículo fue imposible encontrar evidencia alguna ya que estaba mojada la superficie, en esa oportunidad se presentó un señor quien manifestó ser el padre de la persona que conducía el vehículo, dicho señor les comentó que le hablaba a su hijo por el celular y el hijo no le contestaba, pero le fue imposible ubicar a su hijo, el señor dijo que el vehículo que encontraron era el que conducía su hijo, el lugar donde estaba el vehículo es un terreno el cual da al río grande, en el lugar estaba una casa deshabitada como a unos treinta metros, con el vehículo realizaron el procedimiento respectivo y elaboraron el croquis de ubicación, posteriormente se trajo el vehículo para la delegación, que cuando hizo la inspección al vehículo en la parte frontal el padre de la víctima dijo que al vehículo le faltaban una cassettera, pero al dicente no le constaba dicha circunstancia, sino que fue el señor quien dijo eso. L) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo FELIPE RESULEO LARA, en forma detallada dijo: Que el día veintidós de octubre del dos mil cuatro se encontraba de turno en la División, y que en esa ocasión practicó una inspección ocular de cadáver, en el cantón los Desmontes, el trabajo lo desempeño en horas de la tarde, cuando llegó al lugar lo hizo en compañía de otras personas, el cadáver lo encontró sobre una camilla que utilizaban los señores del cuerpo de bomberos, quienes lo habían sacado del río, el dicente pudo verificar que la persona estaba en estado de descomposición, tomó varias fotografías las cuales se encuentran ilustradas en el álbum fotográfico. LL) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo RENE ALEXANDER CASTRO BERMUDEZ, en forma específica relató: Que el día veintidós de octubre del dos mil cuatro, se le asignó un caso de investigación en relación a la muerte de Daniel Eduardo Portillo, quien había desaparecido desde el día diecinueve de ese mismo mes y año, en un primer momento tenía el caso su compañero el agente Ventura, que cuando se le asignó el caso el veintidós de octubre del mismo año, se desplazó en compañía de otros compañeros a verificar los vecinos del lugar, posteriormente pasaron los días y con el señor Roberto Portillo continuaban visitando el Cantón Los Desmontes, y en una ocasión hablaba con el señor Roberto y le dijo que su hijo no tenía problemas, y que solamente tenía un problema con un señor del Cantón Los Desmontes de nombre Samuel Rodríguez, ya que su hijo Daniel Eduardo andaba con una hija de dicho señor, asimismo, que ese señor le adeudaba cincuenta dólares a su hijo, luego en el Cantón Los Desmontes, muchos ciudadanos les manifestaban en forma verbal que ellos sabían quienes eran los que habían matado a Daniel Portillo, y que el homicidio se lo atribuían a Douglas Quintanilla, Samuel Rodríguez y Abel Nolasco, quienes eran de la zona donde se halló el taxi, en una ocasión se encontraba en la oficina cuando el señor padre de Daniel le dijo que quería conversar personalmente, y le dijo que un señor de nombre Cristóbal Torres sabía quien había matado a su hijo, cuando don Roberto Portillo le dio esa información fueron a hablar con don Danilo Orozco, ya que fue dicho señor quien le comentó dicha circunstancia a don Roberto, don Danilo le manifestó que don Cristóbal había llegado al punto de taxis de la dieciocho, y que había andado buscando al papá de Daniel, ya que sabía quienes le habían matado al hijo, luego don Cristóbal le dijo que el día diecinueve de octubre del dos mil cuatro, cuando venía de buscar unos mozos de origen nicaragüense, ahí por una casa sola, había visto el taxi cuando estaba dando vuelta, y ahí observó a Daniel, Samuel, Abel Nolasco y Douglas Quintanilla, don Cristóbal además le preguntó a Daniel que andaba haciendo, pero Daniel no le contestó sino que fue Samuel quien dijo que andaban pescando, el dicente esa información la dejó asentada en acta, asimismo, le dijo que el señor Ulises Portillo tenía otra información, posteriormente, se hizo presente donde el señor Ulises, quien reside por el mismo lugar, quien le comentó que Abel Nolasco había llegado a su casa y dijo que sentía temor por que ya habían encontrado al taxista y que el juntamente con Douglas y Samuel lo habían golpeado y tirado al río, el dicente considera que el móvil fue por motivos pasionales, ya que según lo manifestado por el señor Roberto Portillo, su hijo tenía una relación con una hija de Samuel Rodríguez, ya que Samuel una vez le había llegado a reclamar a don Roberto, así también que Samuel le debía cincuenta dólares a su hijo, en el lugar donde estaba abandonado el taxi solamente se observa una casa sola, el vecino más inmediato está como a unos seiscientos a setecientos metros, ahí vive don Santana Baires, fue donde don Santana y ahí un hijo de él de nombre Salvador le dijo que había visto unas luces de vehículo como a las seis cuarenta y cinco a siete de la noche, pero lo que le extrañó es que nunca vio salir el vehículo, que no recuerda las fechas en que se entrevistó con don Roberto, pero de todo ello dejó constancia en acta, la hipótesis que determinó del hecho la hizo de acuerdo a la información que le proporciono don Roberto Portillo y los vecinos del lugar. M) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo LUIS ALONSO MEDRANO GUTIERREZ, detalladamente respondió: Que reside en el cantón Puerto Parada desde hace dieciocho años, en octubre del dos mil cuatro, estaba trabajando en los Desmontes, y que el día veinte de octubre del dos mil cuatro, iba a trabajar donde don Santana, como a eso de las cinco y cuarenta y cinco de la mañana, y encontró un taxi abandonado y le dijo al patrón que había un taxi abandonado, el dicente no conoció el taxi ya que nunca lo había visto, el taxi estaba frente al norte, con la puerta izquierda abierta y con los vidrios abajo, cuando observó el taxi solamente dio parte al patrón. N) Al declarar en Audiencia de Vista Pública la testigo de cargo SULMA LORENA PORTILLO, en forma clara dijo: Que su domicilio es el Cantón Los Desmontes, en ese lugar vive desde enero del año dos mil cuatro, en octubre del mismo año estaba en ese Cantón, actualmente solamente hace oficios del hogar, que el día diecinueve de octubre del dos mil cuatro se encontraba en su casa, que fue el día veinte de octubre del dos mil cuatro, cuando un mozo de su papá de nombre Luis Alonso Medrano, llegó diciéndole que había encontrado un taxi abandonado, después la dicente llamó a la policía, y ahí con la patrulla iba don Roberto, a quien no conocía sino que hasta ese día, ese día don Luis Medrano llegó como a las cinco y treinta a seis de la mañana, de su casa al lugar del taxi están como a dos kilómetros. O) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el perito Doctor CECILIO ANTONIO MARTINEZ AMAYA, en forma concisa dijo: Que el día veintidós de octubre del dos mil cuatro, practicó una autopsia al cadáver de Daniel Eduardo Portillo, dicho cadáver lo encontró en estado de putrefacción con ausencia de algunas vísceras, la putrefacción comienza a hacer evidente a partir de las dieciséis horas en adelante, las condiciones climatológicas también tiene que ver con dicho estado, en la evidencia externa de trauma encontró ausencia de tejidos blandos en la cara, un hematoma o coágulo, una herida de dos centímetros en pabellón auricular derecho, una herida de seis por seis centímetros irregular por antropofagia a nivel de pectoral derecho, dejando a la vista cuarta y quinta costilla derecha anterior penetrando a tórax, otra de seis por cinco centímetros de bordes regulares a nivel sub clavicular izquierda tercio externo penetrante a tórax izquierdo, herida de dos por dos tres centímetros a uno punto cinco centímetros por arriba de cicatriz umbilical penetrando a cavidad abdominal; surco de presión completo a nivel de ambas muñecas. En cuanto al numeral dos se establece que se encontró un hematoma, es sangre coagulada por debajo de los tejidos blandos, por trauma contuso, un golpe, las heridas tres, cuatro y cinco, son irregulares, que los bordes no están definidos, no se puede percibir un borde bien delimitado, es porque había antropofagia, las heridas irregulares pudieron ser por arma blanca, en el séptimo punto se determinó que existía un surco de presión completo a nivel de ambas muñecas: El surco rodeaba ambas muñecas, puede ser por una atadura que tenia las manos, las heridas fueron producidas por una arma corto punzante, y concluyó que la causa de la muerte fue por heridas penetrantes de tórax y abdomen por arma corto contundente, que de acuerdo al estado de putrefacción consideró que el occiso tenía de tres a cuatro días de fallecido. P) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo SALVADOR ALEXANDER PORTILLO, en forma detallada esta dijo: El día diecinueve de octubre del dos mil cuatro, como a eso de las seis de la tarde se encontraba en su casa, y pudo observar que pasó un vehículo tipo taxi como a eso de las siete de la noche, pero ese vehículo ya no salió del lugar, en su casa estaba con unos nicaragüenses que llegaban a ver televisión a su casa, al día siguiente don Luis le dijo a su padre que había un taxi abandonado y su hermana llamó a la policía, cuando llegó la policía junto con don Roberto fueron a verlo, en el taxi no había nadie, que a don Roberto ya lo conocía su papá, así también conocía al hijo de don Roberto, en esa ocasión no encontraron al hijo de don Roberto, el cadáver lo encontró días después un señor de nombre Cosme, ya que el cadáver estaba detenido en un árbol, que como a las siete de la noche estaba viendo una telenovela acompañado de tres nicaragüenses. Q) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo JOSÉ ULISES PORTILLO, detalladamente respondió: Trabaja en la agricultura y se dedica a cuidar unos animales que tiene, comienza a trabajar a las seis de la mañana y regresa a las tres a cuatro de la tarde, que conoce al señor Abel Nolasco, ya que son vecinos y Abel le ha llegado a trabajar al dicente, a Abel Nolasco le dicen el Gallo Ruco, Abel trabajó con el dicente hasta el mes de octubre del dos mil cuatro, no sabe por que dejó de trabajar, un día venía de su trabajo y estaba frente a su casa y Abel le pidió dinero, lo notó preocupado y le dijo que estaba preocupado por que Samuel Rodríguez y Douglas habían cometido un asesinato, cuando Abel le comentó eso fue el veinticinco de octubre del dos mil cuatro, es decir después de haber encontrado al difunto, Abel en esa fecha ya no trabajaba con el dicente sino que con Douglas en un camión, Abel le dijo que al sujeto Douglas y Samuel lo habían amarrado y golpeado, Abel le dijo que había andado tomando con ellos pero le dijo que no fuera a contar, en esa fecha andaba tomado pero no andaba bien bolo, le dijo que no contara por que había andado con ellos y tenía miedo ser incriminado, el dicente dicha situación se la contó a don Cristóbal Torres, y le aconsejó que fuera a buscar al papá del muchacho, que conoce a Abel Nolasco desde pequeños ya que son vecinos, Abel era bolo, malcriado con la gente, molestaba, pero además era trabajador, nunca había tenido ningún problema legal, Abel le dijo que sentía temor porque Douglas y Samuel habían cometido un asesinato, que cuando menciona que Abel le dijo que andaba preocupado no le dijo que había recibido amenaza de Samuel y Douglas. R) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo EDUARDO DANILO OROZCO TRANQUINO, en forma sucinta relató: Que es Técnico en Ingeniería Agrícola, y a la vez es propietario de varios taxis, tiene unos cinco años de tener esos taxis, conoce a don Roberto Portillo desde hace unos veinte años, además conoce a la esposa, lo conocía desde que don Roberto era motorista de un bus, sabe que tenía tres hijos varones, uno que está en Estados Unidos, otro que falleció en un accidente y otro que lastimosamente lo mataron, que Daniel tenía veinte años y manejaba un taxi, sobre la forma en que falleció Daniel se enteró que se había perdido, y posteriormente fue encontrado y en Medicina Legal le dijeron que tenía una perforación en el abdomen, no sabe quien o quienes le ocasionaron la muerte a Daniel, que conoce al señor Cristóbal Torres en un momento que se cruzó por el sector del parqueo por el cual pasa el dicente, en una ocasión llegó al sector de los taxis preguntando por el papá de Daniel, y el dicente le dijo que porque buscaba al papá de Daniel, y le dijo que conocía quienes le habían hecho daño al papá de Daniel y que quería platicar con él, pero el se negó decirle que ya conocía a Roberto, se negó por la falta de confianza por ser gente que no conocía, en esa ocasión ya había aparecido Daniel, el dicente solamente lo que hizo fue comunicarle la situación a Roberto Ruiz pero no sabe como Roberto se comunicó con don Cristóbal después, que don Cristóbal Torres llegó buscando al papá del fallecido en una ocasión estando el dicente presente, no sabe si antes o después de eso vez llegó dicho señor, cuando llegó don Cristóbal fue como en el mes de noviembre. S) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo CRISTOBAL TORRES FLORES, a las interrogantes que se le hicieron respondió: Que labora en el Cantón El Obrajuelo, y trabaja en los terrenos de su papá, que trabajó en el caserío El Camalote por muchos años y conoce a casi toda la gente, que el día diecinueve de octubre del dos mil cuatro, venía de visitar a unos amigos que son nicaragüenses y le agarró la noche, luego cuando venía saliendo de donde ellos, llegando al lugar conocido como el Remolino vio que las luces de un vehículo se embocaron, y después vio que el carro dio vuelta, luego después se acercó al carro y pudo ver a Daniel Eduardo Portillo, quien es su amigo, y a Samuel, Douglas y Abel, Samuel Rodríguez estaba a la par de Daniel, y Douglas y Abel Nolasco estaban sentados en los asientos de atrás del taxi, el dicente le preguntó a Daniel que andaban haciendo y fue don Samuel Rodríguez quien le dijo que andaban pescando, Daniel solo agachó la cabeza, después pudo ver que Douglas llevaba un machete pequeño estilo yatagán, y posteriormente, escuchó una pequeña discusión y con la misma se miraba como que lo obligan a Daniel que caminara, después se cruzaron el cerco y lo llevaron a las puertas del río, luego se dirigió a su casa y ya no pudo hacer nada, sabía que Samuel andaba armado con una pistola nueve milímetros, observó que a Daniel lo empujaban y oía los pujidos, permaneció en el lugar aproximadamente unos cinco minutos, después de la conversación que tuvo con ellos, el dicente no les pudo ver ningún objeto con los que fueran a pescar, con anterioridad ya conocía a Abel Nolasco y a las otras personas que ya mencionó, el dicente no dijo nada por que tenía temor, sobre este hecho platicó con Ulises quien siempre ha sido un muchacho con quien siempre se han llevado bien, Ulises le dijo que Abel le comentó que andaba preocupado por que habían encontrado al taxista, que le preocupaba por que ellos habían sido, no vio cuando encontraron al taxista, por la televisión vio cuando encontraron al taxista, atado de pies y manos con cintas de zapatos, posteriormente lo que hizo fue que se dirigió al punto de taxis donde se parqueaba Daniel, y les dijo que quería platicar con el papá, luego después hubo una persona que le informó al papá de Daniel que el dicente quería hablar con él, el dicente en ningún momento hablo con el papá del taxista muerto, al dicente fue el investigador Castro quien lo fue a buscar a su casa y ahí le manifestó lo que había visto, que ese día observó a tres personas acompañando a Daniel, se fue a su casa por que sintió temor por que Samuel generalmente siempre portaba un arma, de que andaban buscando a Daniel se dio cuenta hasta el siguiente día, no pudo observar el cuerpo sino que solo lo vio por la televisión, no recuerda la fecha cuando Ulises le comentó ese hecho, pero fue bastante tiempo después, a don Roberto Portillo los tuvo por primera vez cuando detuvieron a Douglas, con el investigador Castro habló antes de la detención de las personas, el investigador Castro a su casa llegó como el veinte de enero del dos mil cinco, sobre este hecho ha declarado la vez pasada que le hicieron la audiencia a Douglas, y con la fiscal una vez donde le tomaron una entrevista, al igual que con el investigador Castro, que no fue directamente a la policía a manifestar lo que sabía por el mismo temor, que fue hasta después que agarró valor de buscar al papá de la víctima, para que fuera él quien le dijera a la policía, nunca dijo nada por temor a que lo descubrieran. T) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de cargo JOSÉ ROBERTO PORTILLO RUIZ, concretamente dijo: Que a su hijo Daniel lo mataron unos delincuentes de nombre Douglas Quintanilla, Samuel Rodríguez y Abel Nolasco, que el día diecinueve de octubre del dos mil cuatro, encontró a su hijo que iba en el taxi para San Salvador como a eso de la una y treinta, la última comunicación con su hijo ese día fue como a eso de las cinco y treinta, cuando su hijo ya no llegó a traerlo fue a la policía a dar parte de que su hijo había desaparecido, el dicente se sintió preocupado por su hijo, supo de su hijo hasta lo encontraron muerto, el taxi que conducía su hijo lo encontraron enfrente de una casa que estaba sola en un predio baldío, el taxi lo encontró el veinte de octubre del mismo año, verificó que el vehículo que habían encontrado era el de su hijo, tres días seguidos pasaron buscando a su hijo, y lo encontraron hasta que una persona aviso que lo habían encontrado en el río, el dicente al darse cuenta que lo andaban buscando fue a la UDIC, y ahí junto con el investigador del caso fueron a buscar al señor Cristóbal Torres, Cristóbal le dio los nombres de quienes habían matado a sus hijos, conoce al señor José Ulises Portillo, por que dijo que el gallo ruco había matado a su hijo, y andaba afligido, cree que Samuel Rodríguez mató a su hijo por que vivía con una hija de Samuel. U) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de descargo RAMON ALBERTO FLORES, en forma clara dijo: Que estudia y trabaja, que conoce a Abel Nolasco, desde hace tres años, lo conoce por que viven en el mismo lugar, Abel se dedica a trabajar junto con Abel Nolasco, en una ocasión que descargaron un camión de arena trabajo junto con él, pero no recuerda cuando fue, la vez de la que habla fue hace casi un año, en esa vez estuvo trabajando con Abel como media hora, el camión le pertenecía a Douglas, en ese momento estaban Abel, Douglas y el dicente, Douglas en ese lugar estuvo hasta como a las seis y cuarto, en esa ocasión estuvieron descargando el camión solamente ellos dos, ya que Douglas se fue para su casa, estuvieron descargando arena hasta como a las seis y treinta, cuando estaban descargando la arena no llegó nadie, Abel ese día estaba bien tomado por que se fondió en la arena, después de descargar la arena el dicente se fue para su casa y Abel se quedó fondiado. V) Al declarar en Audiencia de Vista Pública el testigo de descargo RAMON ARTURO CRUZ JOYA, en forma concreta respondió: Que vive en Los Desmontes, y conoce a Abel Nolasco desde hace varios años, el dicente es agricultor, y Abel es jornalero, Abel ha trabajado para el dicente y para un pariente suyo de nombre Rigo, conoce a Douglas solo de nombre, a Mauricio lo conoce por que es su hermano, el día diecinueve de octubre del dos mil cuatro, vio a Abel Nolasco descargando un camión de arena en el Cantón Los Desmontes, en el lugar conocido como el Camalote, en ese lugar estaba Abel, cuando llegaron con la arena se pusieron a descargar y el dicente se fue para su casa, cuando se fue Abel quedaba descargando el camión. W) Al declarar en Audiencia de Vista Pública la testigo de descargo ANA GILMA FLORES VARGAS, en forma concreta dijo: Que conoce a Abel Nolasco, ya que es su hermano, y lo conoce desde siempre por que se han criado juntos, su hermano ingiere bebidas alcohólicas a veces seguido y a veces no muy a menudo, el día diecinueve de octubre del dos mil cuatro Abel llegó a la casa y le dio a su mamá diez dólares, no sabía con quienes trabajó Abel ese día, solo sabe que andaba Ramón Flores, su hermano ese día anduvo trabajando todo el día, pero el último viaje fue hasta las seis y llegó a las siete a la casa, y a esa hora se acostó y ya no volvió a salir, ese día Abel andaba mal de su rodilla. V.- En base a los medios de prueba que han desfilado en la audiencia de vista pública, este Tribunal hace las valoraciones siguientes: A) A) Materialmente se ha probado la existencia del delito de Homicidio en el ahora occiso Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, con el acta de protocolo de autopsia de su cadáver en el que se manifiesta entre otras cosas la causa de la muerte del occiso, tiempo de ocurrida y las lesiones que presenta el cadáver descritas de la manera siguiente: "Evidencia Externa de Trauma: 1-ausencia de tejidos blandos en cara en un ochenta por ciento, que deja a la vista huesos frontales, maxilar, mandíbula inferior; 2- hematoma en área frontal izquierda; 3- herida de dos centímetros en pabellón auricular derecho; 4- herida de seis por seis centímetros, irregular por antropofagia a nivel de pectoral derecho, dejando a la vista cuarta y quinta costilla derecha anterior, penetrando a tórax; 5- herida de seis por cinco centímetros de bordes regulares a nivel subclavicular izquierda tercio externo, penetrante a tórax izquierdo; 6herida de dos por dos tres centímetros a uno punto cinco centímetros por arriba de cicatriz umbilical, penetrando a cavidad abdominal; 7- surco de presión completo a nivel de ambas muñecas. Causa de muerte: heridas penetrantes de tórax, herida penetrante de abdomen; Causa de muerte: heridas penetrantes de tórax y abdomen por arma cortocontundente" diligencia practicada por el Médico Forense Doctor Cecilio Antonio Martínez Amaya, quién explicó en vista pública al desfilar su testimonio dicho protocolo; asimismo tal circunstancia se acredita con acta de inspección ocular del cadáver antes relacionado, donde consta el día, hora y lugar que el cadáver fue encontrado y las condiciones de este; igualmente se acredita con la certificación de partida de defunción del señor Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, pruebas que son merecedoras de fe. B) Que dado lo anterior hay que determinar si existe prueba de que el autor del ilícito antes referido es el imputado José Abel Nolasco Alvarado, si esta prueba es merecedora de fe por parte del Tribunal y si esta tiene la capacidad de destruir la presunción de inocencia que obra a su favor. c) Con relación a la coautoría del procesado José Abel Noslaco Alvarado en el delito de Homicidio Agravado este Tribunal considera que le merecen fe las declaraciones de los testigos de cargo, Magno Sócrates Zelaya Rivera, Felipe Resuleo Lara, Rene Alexander Castro Bermúdez, Luis Alonso Medrano Gutiérrez, Sulma Lorena Portillo, Salvador Alexander Portillo, José Ulises Portillo, Eduardo Danilo Orozco Tranquino, Cristóbal Torres Flores y José Roberto Portillo, así como también la prueba documental y pericial que ha sido incorporada al juicio por su lectura, la cual igualmente es merecedora de fe. C) Que con los diferentes medios de prueba inmediatos que han desfilado en el juicio, éste tribunal tiene claro, que no hay testigo que de forma directa hubiere observado el momento en que se realizo la acción con la cual se le quita la vida al ahora occiso Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, no obstante a ello a este Tribunal no le ha quedado duda alguna, que en la realización de dicha acción, el inculpado José Abel Nolasco Alvarado, ha tenido calidad de coautor, pues al respecto, en la fase de prueba fueron aportados elementos de prueba que de forma inequívoca nos llevan a la única conclusión, que por aquel se ha tenido tal calidad, ya que por su orden en primer lugar, se tiene, que el testigo Cristóbal Torres Flores, vio el momento en que el fallecido y otros sujetos entre quienes se encontraba el inculpado José Abel Nolasco Alvarado, se bajaron del vehículo y empujaban a la víctima, obligándolo a caminar hasta cruzar los intermedios de un terreno con rumbo al río grande, en segundo lugar, que dicho testigo igualmente observa que uno de los sujetos portaba un arma blanca tipo yatagán, lo cual concuerda con el tipo de lesiones que presentaba la víctima y que el medico forense ha descrito en el dictamen antes relacionado, en tercer lugar, que dicho testigo estableció haber visto y escuchado cuando al fallecido le daban golpes y este se quejaba, en cuarto lugar, que con el citado testigo se ha acreditado que el vehículo que era conducido por el ahora fallecido, fue encontrado en el mismo lugar en donde el declarante afirmó haberlo visto el día anterior, y en quinto lugar, que lo testificado por el señor Torres Flores, en cuanto a señalar el lugar en donde quedó el vehículo y el lugar en donde fue encontrado posteriormente el cadáver del ahora occiso, torna coherente con lo que se constató según el croquis de ubicación que fue incorporado por su lectura al juicio. G) Que en concordancia con lo antes expuesto, éste Tribunal consideró los elementos de prueba que fueron aportados por parte del testigo José Ulises Portillo, quien a juicio nuestro, es imparcial, no obstante haber sido patrón del inculpado, manifestado de forma espontánea en el juicio, que por dicha relación José Abel Nolasco Alvarado le comento el día veinticinco de octubre del dos mil cuatro en momentos que el venia de trabajar y este se encontraba frente a su casa, que andaba preocupado ya que Douglas Quintanilla y Samuel Rodríguez habían cometido un asesinato y que él ahí andaba, que tenía miedo que lo involucrarán, que a la víctima la habían amarrado, golpeado y lanzado al río; que en una fecha que no recuerda platico con Cristóbal Torres Flores, y ambos comentaron el hecho, diciéndole él que buscara al padre del muerto para hacerle saber lo que sabían. Las manifestaciones anteriores que fueron expresadas por parte del imputado Nolasco Alvarado al citado testigo José Ulises Portillo, no obstante a que es una referencia de lo que Abel Nolasco de manera espontánea le dijo a él, es verosímil para este Tribunal dada el tipo de relación que existía entre ambos, mereciendo resaltar que el citado testigo menciona que el inculpado al momento de hacerle del conocimiento sobre los hechos se encontraba bajo los efectos de bebidas embriagantes, considerando este Tribunal al respecto que en ese estado según la experiencia común las personas son menos discretas respecto a los hechos que pretenden mantener en secreto, agregando además que las manifestaciones que el imputado le aporta al citado testigo estás concuerdan en cuanto a la forma en que se encontró al cadáver atado de pies y manos y los golpes y lesiones que este presentaba según la inspección y dictamen médico forense; es de resalta que la referencia que da el referido testigo es primaria, es decir que el testigo ha escuchado personalmente las manifestaciones realizadas espontáneamente por el imputado, por lo que es identificada la fuente directa o presencial, concurriendo con dicho testimonio referencial otros elementos tales como los que derivan del testimonio de Cristóbal Torres Flores. H) En cuanto a las declaraciones de los testigos de descargo Ramón Alberto Flores, Ramón Arturo Cruz y Ana Gilma Flores Vargas, ha este Tribunal no les merece fe sus dichos, en cuanto el primero no excluye de la responsabilidad del imputado José Abel Nolasco Alvarado, ya que en lo medular este manifestó que se retiro de donde se encontraba trabajando dicho imputado como a las seis y media de la tarde, sin determinar fecha, por lo que dicho testigo no puede dar fe de lo que ocurrió entre las seis y treinta horas de la tarde en que se retira y el momento en que el testigo Torres Flores ve al imputado en el lugar donde es encontrado el taxi; en igual sentido el segundo testigo afirmo haberse retirado del lugar donde se encontraba el imputado descargando el camión quedando con éste el menor ***********, por lo que tampoco excluye de responsabilidad al imputado; y por último la testigo Flores Vargas, no es merecedora de fe debido a que es la hermana del imputado y su testimonio este Tribunal lo considera parcializado en cuanto a que siempre declarará en beneficio a éste dado el vinculo que le une. I) Con base a lo antes relacionado este Tribunal tiene por acreditado: 1) Que como a las seis y media de la tarde del día diecinueve de octubre de dos mil cuatro, el ahora occiso Daniel Eduardo Portillo Rodríguez, fue conducido hasta el Caserío Los Desmontes del Cantón Puerto Parada de esta jurisdicción, por parte del imputado José Abel Nolasco Alvarado y otros, donde lo ejecutaron y lo lanzaron al río grande. 2) Que no obstante a que ninguna persona presencio el momento en que es ejecutada la víctima, pero dado a que el cadáver de esta es encontrado amarrado de las manos y pies y que existía una desproporción numérica del ahora occiso frente a sus agresores, lo que impedía cualquier posibilidad de defensa que hubiese podido oponer la víctima, este Tribunal considera que concurre únicamente la circunstancia agravante prevista en el Nº 3 del Art. 129 Pn., consistente en abuso de superioridad; no así las demás a que ha hecho alusión la parte fiscal ya que no se han acreditado; siendo por esta razón que no procede el cambio de calificación a que hizo alusión la defensa. 3) Que no se a alegado ni ofrecido prueba tendiente a acreditar que en el momento de ejecutar el hecho, el imputado no estuviere en situación de comprender lo ilícito de su acción o de poder determinarse de acuerdo a esa comprensión; dada la forma como se ejecuta el hecho este Tribunal considera que no concurre circunstancia alguna que excluya de responsabilidad al justiciable en el hecho. J) Por lo antes relacionado este Tribunal deberá dictar SENTENCIA CONDENATORIA contra el imputado DOUGLAS ALBERTO QUINTANILLA AMAYA por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO en DANIEL EDUARDO PORTILLO RODRÍGUEZ. VI.- CONSTITUCIONALIDAD DE LA PENA EN EL DELITO DE HOMICIDIO AGRAVADO, Art. 128 relacionado con el Art. 129 numeral 3 del Código Penal. Que al tenerse presente los fines que desde el ámbito de la Constitución se fijan a la pena, y considerándose así mismo el marco penal que se establece en el vigente artículo 129 Pn., para el delito de Homicidio Agravado, estableciendo como pena de prisión de treinta a cincuenta años de prisión, por lo que procede hacer la siguiente valoración de constitucionalidad: a) Que el Jus Puniendi, como facultad del Estado tiene límites fijados precisamente por la misma Constitución, en tal sentido dicho orden no podría ser desconocido por el legislador secundario; b) Que el rol de todo Juez dentro de un Estado que tenga aspiraciones a considerarse como Democrático de Derecho, es particularmente ser garante de ese respeto de la Constitucionalidad de toda norma que por estos se deba aplicar, en consecuencia éstos se convierten en una de las últimas barreras de protección del ciudadano frente al ejercicio arbitrario del poder punitivo de los gobernantes, ejerciéndose un control difuso de la Constitucionalidad, facultad expresamente establecida en el artículo 185 Cn.; c) Por tal razón, este Tribunal considera, que de la interpretación del artículo 27 de la Constitución, se le reconoce aún al procesado a quien se le dicta sentencia condenatoria, el respeto a su Dignidad, en virtud del cual, es contrario a la esencia misma de éste principio, la imposición de penas privativas de libertad, que en razón de su desproporción, se transformen disfrazadamente en penas de carácter perpetuas, pues han sido expresamente declaradas como proscritas en nuestra Constitución, agregándose que en armonía con lo antes expuesto, la disposición Constitucional antes citada, establece en lo medular, que corresponde al Estado Organizar los Centros Penitenciarios con el fin de corregir a los delincuentes, educarlos y formarles hábitos de trabajo, procurando su readaptación, en ese orden de ideas, es contrario a tales fines, restringir derechos fundamentales como respuesta penal, cuando precisamente dicha restricción supera las expectativas de vida del ciudadano promedio; d) Por las razones aquí expuestas, se considera que toda pena superior a treinta años, es contraria a la dignidad humana, en cuanto le niega a la persona la posibilidad de poder desarrollar tarde o temprano con mayor o menor dificultad, su personalidad dependiendo de las condiciones económicas, sociales y culturales en que se desarrolle, desconociéndose la posibilidad de poder cambiar y reconstruir su vida, tal como lo pretendió el Constituyente, bajo la idea, que un sistema penitenciario medianamente eficaz, cumplirá dichos fines en un término extremo de treinta años, caso contrario de ser requerido más tiempo, debemos interpretar que dichos fines son inalcanzables y por consiguiente las penas carecen de sentido utilitario, en consecuencia el Tribunal después del juicio de Constitucionalidad respecto de la pena a que se refiere el artículo 129 del Código Penal, estima que es un deber ejercer en el caso subjúdice, la facultad que le confiere el Art. 185 Cn., de declarar la inaplicabilidad de la pena establecida en el artículo 129 del Código Penal, de treinta a cincuenta años de prisión, y aplicar la pena vigente hasta antes de la reforma del treinta y uno de julio del dos mil uno, mediante Decreto Legislativo número cuatrocientos ochenta y seis, siendo esta la de veinticinco a treinta años de prisión. VII.- INDIVIDUALIZACION DE LA PENA APLICABLE. Según el Art.66 del C.Pn. este Tribunal se encuentra en el deber de imponer una pena comprendida entre el mínimo legal que corresponde al delito y el máximo de la misma, teniendo el delito de Homicidio Agravado de conformidad con el Art. 128 en relación con el 129 número 3 del Código Penal, una pena entre treinta a cincuenta años de prisión, por el delito cometido en la víctima relacionada, pero como se dice en el romano anterior, la pena actual de dicho delito no es aplicable por violentar la Constitución y es procedente entonces imponer la pena de veinticinco a treinta años de prisión, tal como se establecía antes de la reforma del treinta y uno de julio del dos mil uno. Sobre la imposición de la pena anterior de conformidad al artículo 63 del Código Penal debe considerarse: a) En cuanto a la extensión del daño y del peligro efectivo provocado, el imputado se limitó a coartar la vida de Daniel Eduardo Portillo Rodríguez. b) Se desconocen las circunstancias concretas que rodearon el hecho y en especial las económicas, sociales y culturales del imputado, pues se carece de un estudio sobre ello. c) Se estableció que el imputado actuó con pleno conocimiento de su acción, pues no se demostró lo contrario. d) Se determinó que los motivos que impulsaron el hecho se adecuaron a lo que regula el numeral séptimo del artículo 129 del Código Penal. c) No existen circunstancias atenuantes de las establecidas en el Art. 29 del Código Penal, ni agravantes de las establecidas en el Art. 30 del Código Penal, ya que no se acreditaron. VIII. RELACION DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL. No obstante que la Representación Fiscal ejerció la acción de la responsabilidad civil de conformidad a la Ley, sin embargo en su acusación no ofreció elementos para establecerla, por lo que este Tribunal deberá dejar a salvo el derecho al ofendido, para que de conformidad con los Arts. 42 y 43 del Código Procesal Penal, ejercite dicha acción ante la jurisdicción correspondiente. POR TANTO: De acuerdo a los Arts. 2, 11, 12, 15, 181 y 185 de la Constitución de la República; 9 y 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos del 1 al 5, 44 al 47, 62 al 64, 114, 115, l28, 129 No. 3 del Código Penal; 1 al 6, 7 al 10, 12, 15, 19, 42, 43, 129 No. 3, 130, 131, 162, 265, 314, 324 al 354, 356 al 359, y 361 del Código Procesal Penal y demás normas antes citadas, por unanimidad y en Nombre de la República de El Salvador FALLAMOS: A) Declárase a JOSÉ ABEL NOLASCO ALVARADO, quien es de las generales anteriormente expresadas, RESPONSABLE por el delito de HOMICIDIO AGRAVADO, previsto y sancionado en el artículo 128 relacionado con el artículo 129 No. 3 del Código Penal, en perjuicio de DANIEL EDUARDO PORTILLO RODRÍGUEZ; y se le condena a la pena de VEINTICINCO AÑOS DE PRISIÓN, la cual finalizará a las QUINCE HORAS DEL DÍA CINCO DE FEBRERO DEL AÑO DOS MIL TREINTA Y UNO, tomando en cuenta que el imputado entró en detención a esa hora, día y mes del presente año; B) Declárese la inaplicabilidad de los Arts. 45 y 129 del Código Penal, en cuanto a la penalidad; C) Condenase al justiciable a la perdida accesoria de los derechos ciudadanos. D) Déjese a salvo el derecho al ofendido para que pueda ejercer su derecho a obtener una reparación civil por daños morales ante la jurisdicción civil competente; E) Las costas procesales corren a cargo del Estado. F) Líbrense los oficios y certificaciones a donde correspondan. G) Si no se recurriere de esta Sentencia dentro del tiempo establecido para ello, téngase por firme y procédase al archivo de las actuaciones. H) NOTIFÍQUESE.