ARS ORGANORUM CICLO DE ÓRGANO HISTÓRICO EN CANARIAS Del 27 al 30 de octubre de 2007 GRAN CANARIA Podemos hacer mucho juntos PROGRAMACIÓN Sábado 27 de octubre 21.00 h. Parroquia de Santiago de los Caballeros de Gáldar Organista: Óscar Candendo Domingo 28 de octubre 18.00 h. Parroquia de San Vicente Ferrer de Valleseco Organistas: Tamminga y Tagliavini Lunes 29 de octubre 20.00 h. Catedral de Las Palmas de Gran Canaria Organista: Liuwe Tamminga Martes 30 de octubre 20.45 h. Parroquia de Santo Domingo de Las Palmas. Organista: Luigi F. Tagliavini Organiza y patrocina: CAJACANARIAS Promueve y Colabora: Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel Colabora: Obispado de Canarias Directora: Rosario Álvarez Martínez PRESENTACIÓN Este otoño constituye una nueva oportunidad para el público de las islas de reencontrase con la música de órgano. Para ello, es un auténtico privilegio contar en Canarias con un singular patrimonio de instrumentos históricos restaurados que son objeto del conocimiento y la admiración de expertos europeos que no dejan de destacar la personalidad y calidad de sus timbres. Por ello, no es exagerado afirmar que para instrumentistas de auténtico relumbrón internacional, es un privilegio acudir a Canarias para ejecutar sus obras sobre instrumentos bien diferentes. Valoran el hecho de que su música no sonará igual en ninguna otra parte del mundo. En segundo lugar, queremos destacar que la bondad de estos ciclos promovidos por la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel Arcángel y patrocinados y organizados por CAJACANARIAS, estriba en el acercamiento de la música culta a públicos de todas las condiciones sociales, en varios casos de localidades alejadas de los núcleos capitalinos, que es donde habitualmente se viene desarrollando la mayor parte de la oferta cultural. Los testimonios que vamos recogiendo de aquellas personas menos instruidas que se sienten entusiasmadas y transportadas por la música que escuchan, quizás por primera vez, son para nosotros de inestimable valor. Y es que la música va tejiendo lazos invisibles entre los seres humanos. En este III Ciclo de Órgano Histórico de Canarias, Ars organorum, tendremos la oportunidad de escuchar a tres excelentes organistas de muy diversa trayectoria. En primer lugar, y siguiendo la línea que nos hemos propuesto de conocer y disfrutar del arte de figuras emblemáticas del órgano, vamos a tener entre nosotros al Dr. Luigi Ferdinando Tagliavini, musicólogo e intérprete italiano de gran reconocimiento internacional, sumamente galardonado (entre otros, es Doctor honoris causa por las Universidades de Edimburgo y Bolonia), que además de interpretar diversos repertorios del Renacimiento y Barroco, nos va a ofrecer junto con Liuwe Tamminga un sugestivo programa de música para dos órganos en la iglesia de San Juan de La Orotava. Por su parte, el organista holandés establecido en Italia Liuwe Tamminga, quien recibió clases de repertorio de Tagliavini, es hoy uno de los organistas más cotizados del panorama internacional, no sólo en su faceta de intérprete individual sino también en aquella de bajocontinuista en prestigiosas orquestas y grupos vocales europeos. Organista titular de la catedral de San Petronio de Bolonia, tiene el privilegio de poder tocar en dos instrumentos italianos de alto valor histórico, tarea que comparte con Tagliavini, con el que ha grabado algunos CDs de música para dos órganos. Y es justamente esta faceta de música para dos órganos y órgano a cuatro manos, entre otras partituras, la que conforman los programas de los conciertos de las iglesias de San Juan de La Orotava -que posee dos magníficos instrumentos barrocos- y de San Vicente de Valleseco, repertorios hasta ahora inéditos para el público de las islas. Y en tercer lugar, será el organista vasco Óscar Candendo, profesor de órgano en la ESMUC de Barcelona y concertista habitual en festivales y ciclos nacionales e internacionales, el encargado de hacer sonar los órganos románticos de las islas. En los instrumentos Walcker de la Concepción de La Orotava y de Santiago de Gáldar ofrecerá repertorios tanto alemanes como franceses, mientras que en el Bevington de la Concepción de Santa Cruz serán los autores ingleses los protagonistas de la velada. Repertorios italianos y germanos barrocos; franceses, ingleses y alemanes románticos y del siglo XX; partituras a dos manos, a cuatro manos y a dos órganos conforman toda una variada gama de obras, estilos, lenguajes, sonoridades y formas interpretativas que vamos a tener la oportunidad de degustar a lo largo de una semana y media muy intensa. Y entre toda esta amalgama de composiciones, quiero destacar ¡cómo no! Continuum de la compositora tinerfeña Dori Díaz Jerez, obra encargada expresamente para este III Ciclo de órgano histórico, que se estrenará tanto en el órgano de la Peña de Francia del Puerto de la Cruz como en el de la Catedral de Las Palmas. Es así como comenzamos a configurar un repertorio organístico canario, algo de lo que carecemos, al no conservarse lamentablemente casi nada del pasado. Esta partitura se suma, pues a la creada (Tiento responsorial en torno a un paso en modo locrio) por el musicólogo y compositor Lothar Siemens para el ciclo de 2006. Los instrumentos en los que haremos la gira musical serán los mismos que en la temporada pasada: iglesias de la Concepción de Santa Cruz y de La Orotava, San Juan de esta última localidad, la Peña de Francia del Puerto de la Cruz y monasterio de Catalinas de La Laguna en Tenerife; mientras que en Gran Canaria nos desplazaremos a las iglesias de San Vicente de Valleseco y Santiago de Gáldar, para finalizar en Las Palmas en la Catedral y en la iglesia de Santo Domingo. Todo un buen itinerario para los amantes del órgano. Rosario Álvarez Martínez sábado 27 de octubre 21.00 h. Parroquia de Santiago de los Caballeros de Gáldar Organista: Óscar Candendo PROGRAMA Alemania y Francia, los dos grandes polos de la creación organística de los siglos XIX y XX FÉLIX MENDELSSOHN (1809-1847) Sonata, op. 65, III Con moto maestoso Andante tranquilo CÉSAR FRANCK (1822-1890) Cantabile Pièce Héroïque Franz LISZT (1811-1883) Adagio JOHANNES BRAHMS (1833-1897) O Gott, du frommer Gott, Op. posth.122, nº 7 LOUIS VIERNE (1870-1937) Clair de Lune, Op. 53/V OLIVIER MESSIAEN (1908-1992) Transports de joie d’une âme devant la gloire du Christ qui est la sienne [COMENTARIOS AL PROGRAMA] Si por escuela organística entendemos la linealidad pedagógica encarnada entre maestro y discípulo, en la que el discurso estilístico se va nutriendo a medida que la historia exige transformaciones formales e idiomáticas para con este instrumento, Francia abandera una de las más destacadas del panorama histórico internacional. Alemania carece de ella. Esta visión dualista deviene fundamental a la hora de degustar el presente programa. Grandes figuras de la composición gala y germana (o vinculadas directamente con el territorio alemán) entretejen una red de propuestas que nos invitan a un viaje geográfico y temporal, cuyo cuaderno de bitácora se escribe en la bella nave organística de Ntra. Sra. de la Concepción. En nuestra primera parada, nos enfrentamos ya a una propuesta extraordinaria (literalmente, fuera de lo ordinario). Las producciones para órgano de Félix Mendelssohn son sumamente puntuales. Muy a pesar del carácter relativamente aventurero del autor, que le condujo a experimentar (no sólo visitar) las realidades sociales y culturales de Inglaterra, Escocia e incluso Italia (Roma y Nápoles), el inventor rómantico de Bach (padre) prefiere caminar por sendas nacionalistas (e históricas) analizando las entrañas de las producciones de Johann Sebastián Bach, Händel y, en menor medida, de Mozart y Haydn. Este contacto directo con las composición germana condicionó en todos los aspectos a un Mendelssohn que apenas sí se decantó por un sabor latino al que no sucumbió en su periplo mediterráneo. Berlioz dijo de él que tal vez había estudiado la música de los muertos demasiado de cerca. Alejado de toda influencia por la nueva estética sonora romántica, son Beethoven, Weber y el siglo XVIII los referentes donde el autor hunde sus raíces estilísticas. Nuestra nave cambia de rumbo. Nuevo destino: París 1 de octubre de 1878. En este punto, el belga César-Auguste-Jean-GuillameHubert Franck (organista de la iglesia de St. Clotilde y profesor de eminencias como H. Duparc o V. D´Indy) se encuentra sentado delante de un imponente instrumento firmado por el organero Cavaillé-Coll. Estamos en el día de su inauguración. Para este fin, Franck ha compuesto una exquisita serie de 3 piezas (entre ellas el Cantabile y la Pieza Heroica) más atormentadas y complejas que la serie de 6 que abordó en 1864 y que supuso el año de despegue de la música organística en Francia. El Cantabile en si menor, de carácter religioso y sereno sirve de antesala a la Pieza Heroica cuya solidez y vigorosidad se enmarcan en una compleja estructura armónica cargada de modulaciones y cromatismos, perfilada por un enérgico tema con acordes en ostinato. Finaliza brillantemente con la ayuda de un coral, en el más puro estilo de su autor. Tras este viaje catártico, la nave queda capitaneada por un alemán de adopción. Liszt, poseedor de las manos más elegantes del siglo XIX, quien nos conduce hasta la hermosa ciudad de Weimar donde un inquieto polizón, Gottschalk, le invita a tocar los antiguos órganos del perpetuo maestro, Bach. Allí aprovecha para estudiar los preludios y fugas que le ayudan a entender un instrumento que, a pesar de las teclas, no acaba de dominar. Según nuestro polizón Gottschalk, su maestro Liszt es bastante torpe en el manejo de los pedales. De ahí nace el presente Adagio, surgido de la sonata BWV 1017 que su discípulo arregla en 1863. A Liszt le preocupa sobremanera la registración, cree que gran parte del espíritu sonoro del órgano reside en sus múltiples registros, por lo que su música es destacadamente colorista. Sin que nuestro viaje modifique demasiado su rumbo, nos dirigimos hacia puerto seguro: Brahms (Brahms siempre es puerto seguro). Nuevo destino: Viena 1862. Nos encontramos en un recital en el que el propio Wagner asiste como público para escuchar a un Brahms que le sorprende, no exento de cinismo, “por lo que todavía se puede hacer con las antiguas formas”. En nuestro nuevo autor se inicia su interés por el órgano a mediados de siglo, estudiando en profundidad a Beethoven, Händel y Bach (Bach, siempre Bach). Estos referentes nacionalistas contribuyen a que su lenguaje organístico articule magistralmente tanto principios barrocos como románticos. Algunos miembros de nuestra tripulación como el musicólogo Walter Frisch piensan que se pueden denominar tendencias neo-barrocas o neo-clásicas. Lo cierto es que el contrapunto por inversión camina de la mano de las decimonónicas formas expandidas y complejos sujetos cromáticos, que se ordenan a través de una ambigua melodía con alto valor expresivo y premeditado interés formal. Tras la fría Germania, recobramos fuerzas navegando hacia aguas más cálidas. Nuevo destino: París, principios del siglo XX. Allí nos espera un ciego alumno de Franck, un joven Louis Vierne que hará las veces de anfitrión. Sus altas capacidades ante el teclado empujaron en su día a Ch.M. Widor, su tutor, a animarle a un imposible: presentarse a la plaza de organista de la Catedral de Notre-Dame. Tras ganarla en 1900, compone y experimenta con el instrumento hasta 1937, año en el que, durante su recital número 1750, fallece en los mismísimos teclados del órgano. ¿Su herencia?: un lenguaje hijo del pensamiento formal de César Franck, rico armónicamente y con una complejidad contrapuntística que evidencia la disposición de su técnica. Permaneciendo en el puerto virtual de la ciudad de las luces, nuestra nave avanza apenas unos años para finalizar la travesía en 1933 junto al gran maestro organista Olivier Messiaen. A la temprana edad de 26, Messiaen compone L´Ascension, un conjunto de 3 pequeñas piezas para órgano que evidencian la preferencia del autor por el instrumento. Junto a él, grandes partituras como Nativité o Apparition configuran la extensa producción que se despierta a partir de 1928 cuando finaliza El Banquete celeste, obra genuina de 25 compases de la que nacerán casi la totalidad de las piezas para órgano de la década de los 30, entre ellas, Transports de joie d’une âme devant la gloire du Christ qui est la sienne, que escucharemos esta noche. En este tiempo, en el que Messiaen nos invita a experimentar acústicamente con su obra, queda fascinado por un consagradísimo Debussy y un colorista Stravinsky que lo animan a examinar sonoridades extraeuropeas. El inconfundible color messiaen empieza entonces a mezclarse en la paleta sonora del autor. El viaje ha sido el camino. Este cuaderno de bitácora, el testigo físico de una travesía sonora en la que el órgano ha emergido como ente protagónico de una hermosa aventura geográfica y temporal. Roc Laseca El órgano Parroquia de Santiago de los Caballeros de Gáldar El órgano, que fue comprado en 1912, es un buen ejemplar de la casa E. F.Walker, teniendo el nº 1686 de opus. Presenta una hermosa fachada de cinco castilletes, tres de ellos rematados por cubiertas triangulares. Posee una consola independiente con sus dos teclados y pedalero. Teclado I 1. Bourdon 2. Prinzipal 3. Gedeckt 4. Dulciana 5. Oktave 6. Mixtur 7. Kornett 8. Tuba 16’ 8’ 8’ 8’ 4’ 3 fach 4 - 8 fach 8’ Pedal 15. Kontrabass 16. Subass 17. Violonbass 18. Flötenbass 19. Bombarde 16’ 16’ 8’ 8’ 16’ Teclado II (Schwellwerk) 9. Prinzipal 8’ 10. Flute harmonique 8’ 11. Viola 8’ 12. Voix coelestis 8’ 13. Flute octaviante 4’ 14. Oboe 8’ Enganches: 1.Octava grave del Recitativo al Gran órgano; 2. Octava aguda del Pedal al Gran órgano; 3 .Octava aguda del Recitativo al Gran órgano; 4. Recitativo al Pedal; 5. Gran órgano al Pedal; 6. Recitativo al Gran órgano; 7. Anulador; 8. Tutti; 9. FF; 10. F; 11.MF; 12 P; 13. Jeux d’anches “ex”. domingo 28 de octubre 20.00 h. Parroquia de San Vicente Ferrer de Valleseco Organista: Liuwe Tamminga y Luigi Ferdinando Tagliavini PROGRAMA De la mano de los colosos del Barroco NICHOLAS CARLETON (ca.1572-1630) A Verse for two to play (a 4 manos ) ARCANGELO CORELLI (1653-1713) 10°Concerto grosso en do mayor adaptado al órgano como Voluntary (n° 6) por John MARSH (1752-1828) Andante–Allegro (Allemanda)–Adagio-Vivace (Minuetto) (LFT) JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750) Preludio y fuga en mi menor BWV 533ª Preludio y fughetta en sol mayor BWV 902,1 Preludio y fughetta en fa mayor BWV 901 Preludio y en sol mayor BWV 902 Fantasie “duobus subiectus” en sol mayor BWV 917 (LT) GEORG FRIEDRICH HÄNDEL (1685-1757) Ouverture en sol menor, del “Flavio” (HWV 4563) (LFT) Coral Jesu meine Freude (HWV 480) (LFT) Concerto en Sol (HWV 580 & 487) (LFT) Larghetto (elaboración del Preludio de una sonata desconocida para instrumento solista y basso continuo) Allegro (elaboración de la Sinfonia del acto tercero - escena IV - de la ópera Scipione) Andante (del segundo movimiento del Concerto grosso, op. III n° 4) Halleluiah (del Messiah) – Adaptación de John MARSH (1752-1828) (a 4 manos) [COMENTARIOS AL PROGRAMA] Hemos de admitir que la historiografía, en relación con la música de los siglos XVII y XVIII, ha mimado con cariño a los grandes protagonistas de esta noche: Corelli (1653-1713), Bach (1685-1750) y Händel (1685-1757). No en vano, los tres han sido colocados frecuentemente como ejemplos de buen gusto, y como referentes de la composición en el Barroco musical. Este hecho no es, en cualquier caso, ninguna casualidad. Los tres fueron maestros de la técnica y eran ya respetados en vida, y por ello se beneficiaron a menudo de la gloria de ser imitados. Además, los tres fueron también personajes ideales del momento, que se adaptaron muy bien a las condiciones sociales de la música en sus respectivas áreas geográficas. En este sentido, la ciudad de Roma es un caso particular. La vida pública estaba atomizada en pequeños centros de poder ya que la jerarquía eclesiástica, y el sistema de acceso al papado, convertían a los cardenales en potencias en miniatura del mundo cristiano. Los músicos allí tenían un enorme abanico de posibilidades, aunque la tranquilidad era poca, y debían desempeñar varios cargos simultáneos. Más relevante aún era el afán de los mecenas religiosos y civiles por demostrar su poderío a través del dominio de lo musical. De esta manera, para la ordenación sacerdotal de Loreto Vittori (1643) fueron empleados 150 cantores. También en 1687, fue celebrada en Roma la coronación del rey católico de Inglaterra Jacobo II, con música para cinco solistas, 100 cantores y 150 instrumentistas, todos dirigidos por Arcangelo Corelli. El mismo compositor aparecía, ese año, como autor de obras para la celebración de los franceses por la curación de su rey, y la posterior de los españoles por la onomástica de su reina. En este contexto, Corelli desarrolló más que ningún otro el género de concierto para varios solistas y ripieno, denominado habitualmente como concerto grosso. Un ejemplo es el concierto nº 10 en do mayor, que hoy escucharemos al órgano gracias a la labor del compositor y escritor inglés John Marsh (1752-1828), quien reescribió la música bajo la forma de Voluntary –pieza musical inglesa para órgano, de estilo libre aunque su significado es algo impreciso–. El modelo de Alemania es totalmente diferente. Existe igualmente la falta de unidad, pero es menos agresiva. De esta forma, mientras que el territorio está separado en principados o núcleos de poder más o menos autónomos, la gran extensión del área geográfica, y la independencia con que funcionaba cada lugar, posibilitaba una convivencia más pacífica de las correspondientes propuestas musicales, así como la aparición de alternativas diferentes en zonas contrapuestas. Un hilo conductor podríamos encontrar, no obstante, en las zonas luteranas. El mensaje religioso encontraba en la música el principal vehículo de transmisión. Así, el coral se convirtió en la forma musical por excelencia de estos lugares. Sin embargo, también formaba parte del mismo entramado la música para órgano, que se convirtió en el elemento más importante de las iglesias que querían denotar ostentación o poderío. En este contexto, su uso ya no sólo se limitó a la liturgia, pues un instrumento de tanta envergadura invitaba al lucimiento de su instrumentista. Por ello se desarrolló una literatura musical en torno al instrumento, especialmente significativa para la historia de la música. En este contexto es en el que Johann Sebastian Bach destacó con su música para órgano, aunque esta noche sólo escucharemos una obra que pudiera haber sido escrita para ese instrumento: el Preludio y Fuga BWV 533a (hacia 1704), posiblemente una versión precoz del BWV 533, o una alternativa pensada para el clave. El resto de piezas del mismo autor fueron concebidas igualmente para el clave, aunque esta noche podremos escucharlas en versión organística. Así, podemos destacar las fugas BWV 901 y 902, que fueron reutilizadas posteriormente en el segundo libro de El clave bien temperado, o la fantasía duobus subiectivus, cuya autoría no estuvo del todo clara hasta hace algunas décadas. Inglaterra no es precisamente una de las potencias musicales de la época, aunque tiene músicos relevantes y Georg Friedrich Händel se desplaza allí con 25 años. Sin embargo, representa un patrón a tener en cuenta. Así la unidad del poder, que giraba allí en torno a la figura de la Corona, producía una estabilidad del gusto inexistente en los ejemplos anteriores. Por ello, las preferencias musicales eran más uniformes, aunque abiertas a propuestas de toda Europa ante la falta de alternativas nacionales importantes. De esta manera, Londres era un lugar especialmente abierto a la circulación de ideas, en el que primaba el ambiente de los teatros y el espectáculo. Este ambiente de teatros, además, condicionó a menudo a los conciertos para órgano de Händel, que estaban destinados al consumo público y muchas veces desaparecieron ya que, debido a su carácter improvisatorio, no siempre eran escritos. Otras veces, se usaban músicas precompuestas para su elaboración, como podremos comprobar en el Concierto en Sol que oiremos esta noche, combinando el Larghetto de la Sonata en sol menor HWV 580, y los dos movimientos –Larghetto y Allegro– del Concierto en sol mayor HWV 487. De esta forma, el primero de los mencionados fragmentos procede de una sonata para instrumento solista y bajo continuo, el segundo de una sinfonía de la ópera Scipione, y el tercero del Concerto grosso op. III nº 4. Escucharemos también de Händel la obertura en sol menor del Flavio, el coral Jesu meine Freude, y una versión del Halleluiah del Mesías, adaptada también al órgano por el antedicho John Marsh. El concierto dará comienzo, en otro orden de cosas, con una pieza del británico Nicholas Carleton (ca.1572-1630), de quien apenas se sabe que estuvo vinculado a la Catedral de San Pablo hacia 1582. Todas sus composiciones, que incluyen el Verse for two to play que tendremos el placer de escuchar esta noche, se conservan en el manuscrito GB-Lbl Add.29996 de la British library. Roberto Díaz El órgano Parroquia de San Vicente Ferrer de Valleseco El órgano es un buen instrumento de origen germano que fue comprado en Hamburgo para la basílica de Ntra. Sra. del Pino de Teror a finales de la década de los sesenta del siglo XVIII. Cuando este templo decidió en el siglo XIX comprar un nuevo instrumento, el viejo órgano alemán pasó a la parroquia de San Vicente Ferrer de Valleseco, siendo inaugurado en su nueva ubicación el 1 de enero de 1898. Posee un solo teclado de 51 notas y un mueble de tipo barroco, con tres torreones a diferente altura, dos planibandas y celosías y ménsulas con excelentes tallas. Su composición es como sigue: Prestant Cornet Gedackt Octava Quinta Octava Flöte Mixtur Trompete Tremolant 8’ 2’ 8 4’ 3’ 2’ 4’ 3’ 8’ lunes 29 de octubre 20.00 h. Catedral de Las Palmas de Gran Canaria Organista: Liuwe Tamminga PROGRAMA Obras selectas de colecciones únicas DIETRICH BUXTEHUDE (1637-1707) Praeludium en sol (BuxWV 163) Fuga en Do (BuxWV 174) Wie schön leuchtet der Morgenstern (BuxWV 223) Canzonetta en Sol (BuxWV 171) ANÓNIMO 1670-1740 Canarios (ms. Antonio Martin y Coll, Madrid 1709) ca. Obra de falsas cromáticas JOSÉ HERRANDO (ca.1720-1763) Sonata en Sib JOSÉ DE NEBRA BLASCO (1702-1768) Sonata Fand Batalla de clarines ANÓNIMO Diferencias sobre la gaita DORI DÍAZ JEREZ (1971-) Continuum (2007) ANÓNIMO Batalla famosa [COMENTARIOS AL PROGRAMA] Seremos privilegiados esta noche. Un concierto único nos será brindado por el intérprete, quien tocará algunas obras poco o nada escuchadas hasta el momento. Por ello, no dudamos en agradecerlo de antemano. En este sentido, el programa de hoy está compuesto por piezas extraídas, en su mayoría, de colecciones de música para tecla. Así, podemos ver en ellas un ejemplo de los beneficios prácticos que hoy proporciona este fenómeno, frecuente hasta el siglo XVIII, aunque algo presente durante el XIX. De esta manera, la asiduidad con la que un intérprete de instrumento, o un aficionado pudiente, podía llegar a hacer entonces una colección con lo que consideraba mejor en su tiempo, nos permite hoy acceder a modelos muy aislados de música de autores determinados. Es especialmente interesante en este contexto el ámbito religioso, ya los organistas eran los principales interesados en enriquecer con ello su repertorio. También tenían un papel significativo los clérigos intérpretes de instrumento, o los simplemente aficionados. En consecuencia, podemos encontrar un ejemplo típico de compilación de partituras originales, en las piezas para tecla, que escucharemos hoy al órgano, de José Herrando (ca. 1720.1763) y José de Nebra Blasco (1702-1768), encontradas en Tenerife y publicadas hace dos décadas por la doctora Rosario Álvarez. En este caso, los documentos pertenecían según Álvarez, al archivo del clérigo Bernardo Valois y Bethencourt, quien vivió en el Puerto de la Cruz en la segunda mitad del siglo XVIII. Dentro de este conjunto, la Sonata en si b M de Herrando supone un caso curioso, y significativo por lo aislado del lugar en que fue conservada, ya que se trata de la única obra conservada para clave del autor, aunque esta noche la escucharemos en el órgano. La doctora Álvarez, además, opina en las notas preliminares de su publicación, que pudo estar escrita para forte-piano o clave de dos teclados, debido a las indicaciones de dinámicas que existen en el manuscrito. El Fandango, atribuido a José de Nebra, es otro ejemplo a reseñar. La partitura contiene una música poco pretenciosa, pero que representa uno de los primeros intentos de elevar a lo culto la mencionada forma popular. En lo que respecta a la Batalla de clarines del mismo autor, sigue, siempre según Rosario Álvarez, la tradición de estas obras en el siglo XVII, tanto en lo que se refiere al empleo de la lengüetería, como en lo que respecta a la repetición de una misma nota. Sin embargo, presenta una estructura bipartita, con la adición de un minueto, más acordes a las modas del XVIII. Otra colección está presente esta noche, en los tres anónimos que escucharemos. Fue reunida por Antonio Martín y Coll, compositor, teórico y organista que vivió hacia el inicio del siglo XVIII (probablemente nació a finales del XVII). Este personaje, que estudió música con Andrés Lorente y fue organista del monasterio de San Francisco el Grande, reunió entre 1706 y 1709 una serie de partituras. A este grupo le dio el nombre de Huerto ameno de varias flores de música (conocido a menudo sólo como Flores de música) De este conjunto escucharemos esta noche una obra curiosa, las Diferencias sobre la gayta. En ellas, un bajo que actúa a modo de nota pedal, imita el sonido del roncón de la gaita mediante saltos de quinta y octava. También están en el mismo volumen la Obra de falsas cromáticas y la Batalla famosa, y se encuentra el fragmento musical denominado Canarios, que hace referencia a una forma de danza y música popularizada en Europa entre mediados del siglo XVI y la mitad del XVIII. El órgano Catedral de Las Palmas de Gran Canaria Frente a la especificidad de las piezas reseñadas hasta ahora, el programa da igualmente cabida al maestro Dietrich Buxtehude (1637-1707), uno de los organistas más importantes de su tiempo. Sin embargo, el estilo de las obras escogidas no se aparta por lo general del carácter clavecinístico de Herrando, Nebra y los anónimos. De esta forma, escucharemos esta noche un magnífico uso del contrapunto en obras tales como el Preludio en sol, BuxWV 163, la Fuga en do, BuxWV 174, el coral Wie schön leuchtet der Morgenstern, BuxWV 223, y la Canzonetta en sol, BuxWV 171. La diferencia será marcada en este concierto por la compositora tinerfeña Dori Díaz Jerez (n. 1971), autora de Continuum. Así, esta pieza, encargada para el ciclo organístico de este año, no sólo marcará una diferencia en la cronología del programa –fue escrita ahora en 2007–, también supondrá un cambio de carácter, ya que será la única pieza pensada expresamente para el instrumento protagonista. Su nombre, según los comentarios aportados por la autora, se debe a “una idea interpretativa” consistente en “la continuidad con ausencia de pulso”. Destaca en esta concepción, el empleo de una frase principal, expuesta al comienzo, que contiene siete divisiones modificadas igualmente siete veces en su tonalidad. El uso alternado de disonancias y consonancias, por último, convertirá esta obra, seguramente, en la más atractiva de la velada. Roberto Díaz El órgano de la catedral de Las Palmas es un gran instrumento (4’23 mts. de ancho y unos 7 mts. de alto) concebido aún dentro de la estética barroca desde el punto de vista estructural y tímbrico, mientras que su fachada ha sido diseñada con líneas góticas, asimilándose a la arquitectura de tipo historicista de la época. Desde luego, se trata de una magnífica fachada plana con siete calles, subdivididas en altura en uno, dos o tres castilletes con celosías góticas, y rematada por pináculos y terceletes asímismo góticos. La fachada se enriquece visualmente con la trompetería horizontal. Posee dos cuerpos, el principal y el de cadereta, con sus correspondientes teclados y secretos partidos. Tiene 25 medios registros o 12 juegos y medio. Su composición del siguiente modo: Organo mayor Flautado de 14 Violón Octava Lleno de 4 h Corneta magna de 7 h. Bajón Trompa de batalla Trompa real con ecos Corneta en ecos de 4 h. Pajarillos Flautado de 14 Violón Octava Lleno de 4 h Corneta magna de 7 h. Clarín Trompa magna Trompa real con ecos Corneta en ecos de 4 h. Voz humana Gaita gallega Cadereta Violón Tapadillo Fagot Salicional Tapadillo Corneta de 4 h. Cromorno Canarios Pedal (12 contras) Violón martes 30 de octubre 20.45 h. Parroquia de Santo Domingo de Las Palmas Organista: Luigi Ferdinando Tagliavini [COMENTARIOS AL PROGRAMA] PROGRAMA Un paseo por la Italia barroca TARQUINIO MERULA (ca.1595-1665) Toccata primi toni et “genus chromaticus” Intonazione cromatica quarti toni Canzon octavi toni BERNARDO STORACE (2ª mitad s. XVII) Toccata y Canzon en Sol Ballo della battaglia BERNARDO PASQUINI (1637-1710) Variaciones en sol menor Pastorale Cuatro Arias Sonata en do mayor DOMENICO SCARLATTI (1685-1757) Sonata en re menor (Kirk. 77) Moderato e cantabile Minué Sonata en sol mayor (Kirk. 328) ARCANGELO CORELLI (1653-1713) 10° Concerto grosso en Do mayor adaptado al órgano como Voluntary (n° 6) por John MARSH (1752-1828) Andante-Allegro (Allemanda)-Adagio-Vivace (Minuetto) DOMENICO CIMAROSA (1749-1801) Cuatro Sonatas: en re menor (Coin 75) en sol menor (Coin 52) en do menor (Coin 49) en sol mayor (Coin 51) ANTONIO VIVALDI (1678-1741) Concierto en re menor op. 4 (“La Stravaganza”) n° 6 en la adaptación del “Anne Dawson’s Book” (c. 1720) Allegro – Largo – Allegro El presente programa nos ofrece una amplia visión de las formas organísticas italianas desde finales del s. XVI hasta casi principios del s. XIX, así como la ‘reinterpretación’ de alguna de ellas por el gusto inglés, el Voluntary. Tarquinio Merula nació (1594) y murió (1665) en Cremona, y entre los distintos puestos que ocupó destaca el de organista de cámara y de iglesia de Sigismundo III de Polonia, probablemente entre 1621 y 1626. Posteriormente regresa a su Cremona natal, ocupando distintos puestos de organista y maestro de capilla hasta que en 1631 fue designado maestro de capilla de Santa María Maggiore de Bérgamo como sucesor de Alessandro Grandi. Más tarde ocupará el mismo puesto en la Catedral de dicha ciudad hasta que en 1646 retorna nuevamente a Cremona como organista de la Catedral, cargo que desempeñó hasta su muerte. Claro heredero de la escuela de composición veneciana, Merula sigue siendo conocido actualmente sobre todo por su producción organística, aunque también es digna de mención su música vocal (motetes, salmos y misas), actualmente menos difundida. Respecto a las formas instrumentales, Merula, compone bajo diferentes títulos como toccata, intonazione, capriccio o canzona. Las tres primeras denominaciones se corresponden con composiciones de forma libre y multiseccional, que permiten al compositor una realización plena de cromatismos, con distintas secciones contrastantes, tanto en ritmo como en carácter y pueden incluir pasajes fugados. En el caso de la Intonazione nos encontramos con una pieza para teclado en estrecha relación con la escuela veneciana. Giovanni y Andrea Grabielli fueron los primeros en utilizar el término para una suerte de preludio basado en acordes mantenidos sobre los que se desarrollan elementos de ornamentación y nunca de gran duración; como el ejemplo de la Intonazione cromatica de quarti toni del presente programa. La Canzona o canzon es un término que designa música instrumental; originalmente se trataba de adaptaciones de chansons o canciones polifónicas. La multiseccionalidad es algo inherente a esta forma, que se sigue empleando en la Italia del s. XVII (Merula, Bernardo Storace o Giovanni Salvatore). Sin embargo a principio de ese siglo, las denominaciones de canzona, sonata o sinfonia eran intercambiables, designando exclusivamente música instrumental. Tal es así, que la sonata del primer Barroco mantiene la característica de la multiseccionalidad, hasta que paulatinamente va reduciendo el número de las secciones hacia el último tercio del s. XVII. Todo lo que se sabe del compositor Bernardo Storace (mediados s. XVII) está contenido en el frontispicio de su única publicación de 1664, “Selva di varie compositione d’intavolatura per cimbalo ed organo”, donde figura que fue vicemaestro de capilla del senado de Messina (Sicilia). Entre las distintas composiciones que contiene el volumen se encuentran dos toccatas, cada una seguida de su correspondiente canzona, que se caracterizan por ser más estáticas que las de sus predecesores, de menor duración y con una armonía más tonal. Junto a ellas, se encuentran variaciones sobre diversas danzas del momento como passacaglia, balli, gallardas y recercadas. Estas mismas formas, pero enriquecidas con variaciones, partitas o fantasías, son la base de la producción para tecla de Bernardo Pasquini (1637-1710), que nació en la localidad toscana de Uzzano, aunque su formación musical tuvo lugar en Ferrara. En 1650 se tiene constancia de su llegada a Roma, donde permaneció desempeñando diversos puestos hasta su muerte. Allí mantuvo siempre un prestigio singular gracias a su virtuosismo como intérprete de teclado (clave y órgano), equiparado en su momento con el violín de Arcangelo Corelli, con quien compartió obligaciones musicales en distintos puestos, como por ejemplo en la ‘Congregazione di S. Cecilia’, como primer responsable de los organistas y el último de los instrumentistas de arco, o en la ‘Academia Arcadia’, donde también ingresó Alessandro Scarlatti en estos años. Compuso bajo el patronazgo de la Reina Cristina de Suecia, así como para los Cardenales Ottoboni y Pamphili; viajó a distintas cortes europeas como a Viena, o acompañando al Cardenal Chigi a la corte de Luis XIV. Su producción musical no se limita al campo instrumental, sino que creó casi una veintena de óperas y otros tantos oratorios, además de medio centenar de cantatas. Sus composiciones para teclado, al igual que sucede con la gran mayoría de sus coetáneos, es en gran medida apta para ser interpretada tanto al clave como al órgano, aunque en determinadas obras se especifica un instrumento concreto. De su colección de 28 sonatas, destaca el hecho de que estén escritas sólo en bajo cifrado, siendo la mitad de ellas para dos claves y las restantes para un único instrumento que se articulan entre dos y cinco movimientos de escasa duración. En torno a Pasquini se desarrolló una escuela importante de intérpretes y compositores para tecla donde destacan alumnos suyos como Francesco Gasparini, Domenico Zipoli, y presumiblemente Francesco Durante y Domenico Scarlatti. Arcangelo Corelli (1653-1713) nació en Fusignano, localidad cercana a Faenza, y se trasladó con 13 años de edad a Bolonia donde estudia violín. Sus destacadas condiciones le permitieron con apenas 17 años (1670) entrar en la Accademia filarmonica y profesores como Giovanni Benvenuti auténticos fundadores de la denominada escuela boloñesa, fueron los que forjaron a este joven talento. Entre 1675-1709 lo encontramos como violinista en Roma y con una carrera ascendente en cuanto a honorarios y reputación. También se le encomienda a partir de 1679 la dirección de la orquesta en un estreno operístico. La reputación de Corelli en Roma viene acreditada por su relación con la Reina Cristina de Suecia, Así, con el tiempo, Corelli, quien ya se había convertido en el violinista más afamado de Roma, entra al servicio del Cardenal Pamphili, a quien dedica su Op. 2 (Sonatas de cámara á tre). No sólo su carrera como violinista y compositor tuvo un notable desarrollo, sino que además destacó como director, tanto de oratorios como de óperas, dirigiendo y tocando óperas de Alessandro Scarlatti. Corelli abandonó sus responsabilidades interpretativas para revisar concienzudamente sus composiciones y realizar ediciones, ocupación que lo mantuvo ocupado entre 1708 y 1713, año de su fallecimiento. Sus muchos años de docencia, sobre todo desde el punto de vista violinístico tuvieron sin lugar a dudas frutos generosos en las figuras de Gasparini o Geminiani. Tradicionalmente ha sido Italia la cuna de la policoralidad y por ello no podía surgir en otro país el denominado Concerto grosso; composición en la que dos grupos de distinto tamaño alternan el discurso musical. En ejemplo coreliano que oiremos en esta ocasión será una adaptación para órgano del inglés John Marsh (1752-1828), publicada como ‘Voluntary’ (pieza principalmente organística improvisada o de composición libre que aparece en diversas fuentes inglesas desde el s. XVI, que también puede estar inspirada en composiciones preexistentes). Algo más joven que Corelli tenemos a Antonio Vivaldi (16781741). Sus inicios musicales vinieron de la mano de su padre, Giovanni Battista, violinista de la orquesta de San Marcos de Venecia, donde el joven sería admitido primero como sustituto de F. Caffi y más tarde como su sucesor. Al parecer también fue alumno brevemente de Legrenzi, pero si esto fuera cierto sólo pudo ser durante poco tiempo, ya que Legrenzi falleció contando Vivaldi 12 años de edad. Pero el aliciente más importante para Vivaldi sería vivir en Venecia. Allí estuvo durante muchos años, aunque interrumpidamente, impartiendo clases y componiendo para L’Ospedale de La Pietá, la más importante de las cuatro instituciones con que contaba la Venecia del momento para jóvenes sin recursos. Se trataba de un orfanato “especializado” en el arte musical, aunque las jóvenes que recibían esta espléndida formación, al salir de allí no podían ejercer como instrumentistas, salvo para el disfrute hogareño. Junto a este enorme banco de pruebas que Vivaldi tenía a su disposición, no debemos olvidar la importancia que tuvo Venecia en el campo operístico, elemento que también sería fundamental para el desarrollo de este género en la literatura vivaldiana. La gran técnica violinística del maestro veneciano, junto con unas dotes musicales excepcionales sería lo que animó a Vivaldi a componer no menos de 500 conciertos para diversos instrumentos, articulados ya en los tradicionales tres movimientos contrastantes. Concretamente el concierto que nos ocupa fue publicado por Vivaldi bajo el op. 4 en 1716 en Ámsterdam y se interpretará en una adaptación realizada para la inglesa Anne Dawson. De Dawson no se conoce información alguna, aunque el volumen a ella dedicado contiene una selección de diversas obras de moda en aquellos momentos en transcripción para teclado. Estas colecciones se realizaban para facilitar a jóvenes estudiantes el acceso a grandes obras del repertorio internacional. Cronológicamente, el siguiente compositor de este concierto es Domenico Scarlatti (1685-1757) anteriormente mencionado. Nació en Nápoles, y como ya se ha dicho, fue alumno de B. Pasquini, entrando con sólo 15 años como compositor, organista y clavicembalista di camera de la Capilla Real napolitana. Su desarrollo profesional lo llevó a Venecia, hasta conseguir el puesto de maestro de capilla de la exiliada Reina María Casimira de Polonia en Roma y otros en la ciudad papal. A la Península Ibérica viajará en 1719, primero a la corte lisboeta de Joâo V, para en 1728 trasladarse a la corte española, al casar la princesa María Bárbara de Braganza con quien subiría al trono español como Fernando VI. El amplio corpus compositivo de D. Scarlatti se desarrolla en los distintos géneros y formas típicas del momento, pero especialmente destaca en la composición para instrumentos de teclado y particularmente en la forma sonata, que supera el medio millar de obras. La primera sonata programada (Kirk.77), articulada en dos movimientos, se ha conservado tanto para instrumento solístico y continuo, como para instrumento de tecla; la sonata en Sol menor (Kirk.328), en contraposición se presenta en un único movimiento, pero con una escritura que requiere plenamente de distintos planos contrastantes que sólo el órgano en esta época puede aportar. El concierto terminará con cuatro sonatas del compositor napolitano Domenico Cimarosa (1749-1801), que aunque más conocido por su producción operística, de oratorios y cantatas, también realizó incursiones en el terreno instrumental. Su carrera compositiva se desarrolló entre Roma, Nápoles, Florencia, San Petersburgo (maestro de capilla de la corte de Catalina II) y Viena, regresando a Italia, tras cinco años de ausencia de en 1793, para terminar sus días en Venecia. En esta faceta menos conocida destacan unas cincuentas sonatas para teclado, así como dos sinfonías y algunas composiciones camerísticas. Las sonatas de Cimarosa se caracterizan por estar integradas por un único movimiento, que siguiendo la tradición italiana tiene forma bipartita. Lourdes Bonnet El órgano Parroquia de Santo Domingo de Las Palmas Es uno de los pocos órganos canarios que conservamos. Lo realizó el organero de origen cordobés Antonio Corchado en su taller de La Laguna a finales del siglo XVIII, siendo inaugurado en 1793. Posee una bella fachada aún de tipo barroco con tres torreones y dos planibandas, en la que destacan sus ménsulas en las que se asienta la lengüetería horizontal, un Clarín de 8 pies de mano derecha. Posee un teclado de 51 notas y 6 pisas de Contras. Su composición es la siguiente: Su composición es como sigue: Clarín 8’ Flautado 8’ Corneta 6 h. Violón 8’ Octava real 4’ Docena 2 2/3’ Octava + Docena 4’+ 2 2/3’ Quincena 2’ Lleno 2 h. Címbala 2 h. Trompeta real 8’ (lleva la corredera partida) A estos registros conectados al secreto principal, hay que añadirle las seis Contras de 16’ y los cuatro tubos del Tambor, afinados dos en Mi y dos en La. LOS ORGANISTAS DIRECTORA DEL CICLO Dra. Rosario Álvarez Martínez Es catedrática de Historia de la Música en la Universidad de La Laguna y vicepresidenta de la Real Academia Canaria de Bellas Artes, habiendo sido presidenta de la Sociedad Española de Musicología (SEdeM) entre 1998 y 2007. Ha desarrollado una gran labor tanto en el campo docente e investigador como en el de la recuperación de patrimonio y difusión musical. Sus investigaciones se han centrado en cuatro ámbitos diferentes: organología e iconografía musical europea y americana de la Edad Media, Renacimiento y Barroco (en el campo de la Iconografía sus trabajos han sido pioneros en España), música de tecla en el siglo XVIII, órganos de Canarias y la música y músicos de Tenerife. Sus numerosos trabajos han sido publicados en revistas especializadas de ámbito nacional e internacional, e incluso un libro suyo sobre Iconografía musical latinoamericana fue publicado por la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos en Washington. Es directora de la colección discográfica El patrimonio musical hispano de la SEdeM, colección que ha promovido y que lleva editados 16 Cds con obras inéditas de compositores de varias comunidades españolas. Junto con Lothar Siemens viene dirigiendo desde hace 11 años el proyecto musicológico RALS, encaminado a la recuperación y difusión del patrimonio musical de Canarias, habiendo sido la directora de producción y autora de los libretos de, hasta ahora, 20 CDs de los 41 que se han editado, donde no sólo hay obras de músicos del pasado sino también de autores vivos, cuya labor creadora ha propiciado desde la Asociación de Compositores y Musicólogos de Tenerife (COSIMTE), de la que fue presidenta 12 años. Asimismo junto con al propio Siemens está elaborando la historia de la música en Canarias, cuyo primer volumen ha visto la luz el pasado año bajo el título La música en la sociedad canaria a través de la historia I: Desde el período aborigen hasta 1600. Bajo su asesoramiento y asistencia, el Cabildo de Tenerife ha restaurado nueve órganos históricos, habiendo desempeñado estas mismas tareas en el Cabildo de Gran Canaria en estos dos últimos años y en La Palma, donde se ha restaurado el instrumento más antiguo de Canarias. Es Medalla de Oro de Canarias 2005. El organista y musicólogo Luigi Ferdinando Tagliavini nació en Bolonia el 7 de octubre de 1929 y estudió en los Conservatorios de Bolonia, París y en la Universidad de Padua. Ha sido sucesivamente titular de cátedras de órgano en los Conservatorios de Bolzano, Parma y Bolonia, habiendo impartido cursos de perfeccionamiento en Haarlem, Innsbruck y Pistoia. Desde 1965 ha sido profesor de Musicología en la Universidad de Friburgo (Suiza), de la que es emérito desde el año 2000. Aquí dirigió también el Instituto de Musicología. Ha impartido asimismo numerosos cursos en universidades americanas como profesor invitado. Aparte de una intensa actividad concertística que lo ha llevado por múltiples países de Europa y América, ha realizado una importante labor en el campo de la discografía, habiendo recibido en 1972 y 1973 el “Premio della discografia italiana” y en 1976 el “Schallplattenpreis der deutschen Phono-Akademie”. En 1992 el CD que ha realizado para la casa Tactus junto al organista Liuwe Tamminga en los órganos históricos de San Petronio de Bolonia, dedicado a Andrea y Giovanni Gabrieli obtuvo las distinciones de “Choc de la musique” y el premio “Antonio Vivaldi” de la Fundación G. Cini de Venecia. En 1991 le ha sido concedido el premio “Massimo Mila” de los críticos musicales italianos. Es autor de numerosos trabajos musicológicos, dedicados entre otros a problemas de la praxis ejecutiva, y dirige la revista “L’organo” (Bolonia, desde 1960). Los estudios organológicos y la tutela de los órganos antiguos son el centro de su actividad. Ha estado entre los fundadores, en 1957, de la comisión para la tutela de los órganos artísticos bajo la Superintendencia para los Monumentos de Lombardía. Posee una importante colección de instrumentos de teclado, en la que los clavicémbalos ocupan un lugar importante, habiendo realizado junto a John Henry van der Meer la monografía Clavicembali e spinette dal XVI al XIX secolo, Bolonia, 1986; y el Estado ha patrocinado un CD Ermitage dedicado a “L.F. Tagliavini and his collection of harpsichords”. En 1974 el Ministerio italiano de Instrucción Pública le ha conferido la Medalla de Oro de la Cultura y en 1985 la Asociación de organistas de New York lo ha nombrado “Organista del año”. Asimismo en 1982 el estado de Innsbruck lo ha galardonado con Tiroler Adler en su categoría de oro. Desde 1992 es miembro de la Academia Nacional de Santa Cecilia. En 1996 la Universidad de Edimburgo le concedió el Doctorado honoris causa y el Royal College of Organists de Londres lo ha hecho Miembro honorario. En 1999 ha recibido de la Universidad de Bolonia el Laurea ad honorem en la disciplina de las Artes, la Música y el Espectáculo. Por otro lado, en marzo de 2000 ha sido nombrado ciudadano honorario de la ciudad de Dallas (Texas) y en octubre de ese mismo año se le ha conferido en Pistoia el “Leoncino de oro”. Con ocasión de su 65 cumpleaños se publicó la miscelánea de estudios musicológicos Musicus Perfectus-Estudi in onore di L.F. Tagliavini “prattico e specolativo” (Bolonia, 1995) y en su 70 aniversario Fiori musicologiciStudi in onore di L. F. Tagliavini (Bolonia, 2001). Liuwe Tamminga nació en Frisia (Holanda) y ha estudiado Órgano y Composición con Wim van Beek, Jean Langlais y André Isoir (París). En 1980 ganó el concurso de improvisación de Holanda. Desde hace varios años vive en Bolonia donde se ha especializado en literatura italiana para órgano con Luigi Ferdinando Tagliavini. Organista de la Basilica de San Petronio, donde ha grabado, también junto al maestro Tagliavini. muchos discos dedicados a autores flamencos e italianos con los que ha conseguido premios internacionales. Liuwe Tamminga toca habitualmente con la Orchestra del Settecento dirigida por Frans Brüggen, el Royal Concertgebouw Orchestra y el Concerto Palatino, con cuyas formaciones ha grabado numerosos discos para Philips, Harmonia Mundi, Naxos, Tactus y Bongiovanni. Desde 1996 trabaja con la firma Accent. Por otro lado, su intensa actividad concertística lo ha llevado por toda Europa, Estados Unidos y Japón y es considerado uno de los máximos expertos del repertorio organístico italiano de los siglos XVI y XVII. Es organista titular de la Basílica de San Petronio de Bolonia conjuntamente con Luigi Ferdinando Tagliavini, donde interpretan en los dos magníficos instrumentos de Lorenzo da Prato (147175) y Baldassare Malamini. Ha grabado numerosos Cds, entre los que destacan el de la obra completa de Marco Antonio Cavazzoni (Diapasón de Oro, Premio de la Crítica Discográfica Alemana 2005 y Premio Goldberg 5 estrellas), el de la Fantasía de Frescobaldi (mejor disco del mes Amadeus, marzo 2006), el de “Mozart en Italia” (Premio de la Crítica Discográfica Alemana 2006 y Diapasón 5 estrellas) y la recopilación dedicada a Andrea y Giovanni Gabrieli, realizada junto a L. F. Tagliavini (“Choc de la musique” y Premio Internacional del disco “Antonio Vivaldi” de la Fundación G. Cini de Venecia, 1991). Ha realizado diversas ediciones de música para órgano, como por ejemplo los ricercari de la Musica Nova (1540), obras para tecla de Giovanni de Macque e Pierluigi di Palestrina (Ed. Andromeda), los ricercari de Jacques Bus (Ed. Forni) y música para dos órganos de los maestros italianos en torno a 1600 (Ed. Doblinger de Viena). Oscar Candendo Zabala obtiene los Títulos de Profesor Superior en las especialidades de Órgano, Piano, Clavicémbalo y Música de Camara. Estudia Órgano en los conservatorios de Bayona y Pau (Francia) con B. Carrau y Jesús Martín Moro sucesivamente, concluyendo el Grado Superior con la máxima calificación. Continúa su aprendizaje en la Ecole d’Etudes Musicales Superieures de Toulouse con Michel Bouvard y Jan Willem Jansen como profesores permanentes y diversos maestros invitados: J. Boyer, L. Lohman, J. P. Leguay, S. Szathmary, D. Moroney, etc. Completa su formación en Barcelona con Montserrat Torrent y en la Staatliche Hochschule für Musik und Darstellende Kunst de Stuttgart con Bernhard Haas. En 1992 obtiene el Primer Premio en el Concurso Permanente de Juventudes Musicales celebrado en Sevilla. Al año siguiente, le es concedido el Premio Andrés Segovia y J. M. Ruiz Morales en el XXXVI Curso Universitario Internacional de Música Española de Santiago de Compostela. En 1998 obtiene el Diploma de Postgrado y Especialización del Departamento de Musicología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas por haber realizado el Curso de Interpretación de la Música de Órgano del Barroco Europeo impartido por la maestra Montserrat Torrent. Es seleccionado como representante español para asistir al Seminario de Música Ibérica dirigido por Gerhard Doderer, celebrado en Braga (Portugal) y organizado por la Asociación Europea de Juventudes Musicales. Ha ofrecido numerosos recitales en Europa: Internationale Orgeltage Kevelaer, Borken, Orgues d’été à Bordeaux, Festival Internacional de Orgao de Lisboa, Ciclo Internacional de Órgano del Principado de Andorra, Festival Internacional de Música y Danza de Granada, Quincena Musical de San Sebastián, Cicle d’Orgue al Palau, Festival Internacional de Órgano Catedral de León, Festival Internacional de Órgano de Asturias, Auditorio Nacional (Madrid), Capilla de Venerables (Sevilla), Catedral de Sevilla, Palacio Euskalduna, etc. Ha actuado como solista con la Orquesta Sinfónica de Euskadi. Es coautor, junto a Françoise Clastier, de un estudio: Órganos Franceses en el País Vasco y Navarra (1850-1925), publicado inicialmente en la revista Orgues Meridionales de Toulouse, y más tarde, corregido y ampliado, en la Sociedad de Estudios VascosEusko Ikaskuntza: Cuadernos de Sección (Música) 7, 1994. Tras haber cursado el programa de Doctorado Música Española ofrecido por el Departamento de Historia y Ciencias de la Música de la Universidad de Valladolid y haber obtenido el correspondiente Diploma de Estudios Avanzados, en la actualidad trabaja en su Tesis Doctoral sobre el compositor alavés de música sacra, Vicente Goicoechea (1854-1916). Es profesor de órgano en la ESMUC (Escola Superior de Musica de Catalunya) y organista del Coro Easo de San Sebastián. www.cajacanarias.es e-mail:obs@cajacanarias.es Promueve y Colabora: Real Academia Canaria de Bellas Artes de San Miguel Arcángel Colabora: Obispado de Canarias Podemos hacer mucho juntos