Trompeta Evangelizadora

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Trompeta
Evangelizadora
P AR A E L AÑO NU E VO
Llevado sobre alas de águila
ENERO / FEBRERO
2015
Contenido
3
Lo que mueve al corazón
LLEVADO SOBRE ALAS DE ÁGUILA
4
Guiado maravillosamente
Pie de imprenta / Editorial
10
¿Qué tan bien te conoces?
¿Puedes interpretar correctamente el
origen y la causa de tus necesidades?
Seguro en las manos del omnisciente Maestro
a través del desconocido y nuevo país.
Página juvenil
5
5
Nuestro inmutable
Señor y Maestro
12
El balón de preocupaciones
14
26
No vayas sin Jesús
26
Lealtad de Dios Padre
UNA BUENA INTENCIÓN PARA EL NUEVO AÑO
6
Para quedarme allí
David tomó una importante
decisión para su vida.
Como pedir perdón
Página para mayores
La belleza de la vejez
Como tus días (poesía)
Silencio en Dios
Perfil de la Iglesia
16
Winnipeg
Biografía
18
Hudson Taylor (parte 21)
20
Ser libres y quedar en libertad
Informe
7
8
2
¿Por qué el temor?
22
El traslado de nuestra imprenta
Mensaje radial
25
Experiencias con Dios
¿Está la buena mano de
Dios sobre nosotros?
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
Página infantil
27
El Petirrojo
28
En tu mano están mis
tiempos (poesía)
Editorial
PIE DE IMPRENTA
Año 121
La TROMPETA EVANGELIZADORA es una
escritura cristiana que se presenta clara y
decididamente para la plena salvación en Cristo,
la unidad de los hijos de Dios, y revelar todas las
verdades de la Santa Palabra. Publicado en
intereses de la Iglesia de Dios.
Editor responsable:
Hans-Dietrich Nimz (CA)
Colaboradores:
Sieghard Schulz (CA), Ron Taron (CA),
Dieter Jeske (DE), Hermann Vogt (DE)
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¡Estimado lector!
¡Para el nuevo año te deseamos gracia y ricas bendiciones de
Dios!
Cuando Josué estaba ante un nuevo emprendimiento, el Señor le
animó con las palabras: “¡Esfuérzate y sé valiente!” (Josué 1,6).
Nosotros también necesitamos esta seguridad del Señor en
nuestra peregrinación. Así como Josué, nosotros podemos
reconocer y experimentar que Dios nos condujo como sobre alas
de águilas.
Que maravillosa es la metáfora divina, con la cual podemos
conocer mejor el actuar y la guía de Dios. – El águila prepara
primeramente su nido con palos y ramas. Después coloca plumas
y pelos, pone los huevos y los incuba. En pocas semanas los
pichones ya han crecido. De vez en cuando se estiran y extienden
sus alas. Los águilas padres saben el tiempo y la hora que sus
pichones deben abandonar el suave nido. Ellos quitan las plumas
y el pelaje. Entonces es incómodo, porque el acogedor nido se ha
destruido.
Esa es la hora en la que el águila lleva afuera o empuja afuera a
su cría volando sobre el aleteo del joven. Y cuando ve que ya no
puede más, vuela por debajo de él y lo lleva sobre sus alas.
Así también hizo Dios con el pueblo de Israel. Por muchos años
han tenido en Egipto su suave y acogedor nido. Pero luego
tenían que trabajar como esclavos. Ellos fueron plagados,
golpeados, en problemas y dolor. Y así como un águila saca a su
cría, Dios tuvo misericordia de su pueblo. Envió a Moisés y
Aarón los sacó de Egipto y los llevó como un águila sobre sus
alas.
Estimado lector, también en este año ve el Señor las dificultades
y los problemas, tuyos y míos. Pero el bondadoso Dios está
dispuesto a ayudar. Por tanto “¡esfuérzate y sé valiente!”
H. D. Nimz
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
3
LLE VA DO SO BRE ALAS DE ÁG UIL A
Guiado maravillosamente
“Sabed, pues” dice David en el Salmo 4,3: “que
Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá
cuando yo a él clamare”.
omo hijos de Dios sabemos que esto es muy
grato: somos guiados. No estamos en la
mano de un oscuro destino, que no pregunta sobre
nuestras penas y alegrías. Tampoco somos pelota de
juego de una casualidad ciega. Lessing dice en una
de sus obras: “Casualidad es una blasfemia”.
Tampoco se nos entregó una rígida ley de la
naturaleza. No, todo lo que nos sucede es guiado.
¡Cómo tranquiliza y consuela al corazón este
conocimiento! Son las cariñosas manos de nuestro
Padre Celestial que nos guían y nos conducen. Su
amoroso corazón late por nosotros. Él tiene
pensamientos de paz para con nosotros, y no de
sufrimiento. Es el Padre de nuestro Señor Jesucristo
el que nos guía. Esta certeza nos hace dichosos y nos
da el sentimiento de protección.
“¿Pero es realmente cierto que todo lo grande o
pequeño que sucede, es por guía de Dios?” a
menudo nos preguntamos. “¿No hay en los grandes
acontecimientos mundiales o en la vida individual
altos y bajos? ¿No existen terribles desastres
naturales, una terrible lucha por la existencia, que
desvía de un planificado gobierno Divino? ¿No es el
drástico sufrimiento de millares de personas, el que
nos hace dudar de la guía Divina?”
Si, no podemos ni queremos negar los hechos de
esas cosas. Pura y racionalmente no vamos a hacer
frente a estas adversidades. ¿Pero no es nuestra falta
de entendimiento un evento de contraprueba de la
guía de Dios? ¡No, y otra vez no! Si, muchas,
demasiadas cosas del mundo y de nuestra vida no
entendemos. El conocimiento y la comprensión
humana son muy limitados. Pablo escribe: “Porque
en parte conocemos”. Sin embargo no queremos
dudar que todo lo que nos sucede es guía de Dios.
Solamente el que tuvo una verdadera experiencia
con el Señor Jesús, será conciente de su guía. Si
C
4
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
miramos retrospectivamente en nuestra vida, ¿no
hemos experimentado a menudo que fuimos guiados
maravillosamente? ¿No miramos a menudo hacia
atrás y agradecimos a Dios por su guía, que nos
pareció incomprensible e incluso inaguantable? Si
confiamos y creemos completamente en Dios,
vamos a experimentar la guía de Dios en los
acontecimientos más pequeños. Luego
reconoceremos, que ningún cabello de nuestra
cabeza y ningún gorrión cae del techo sin la
voluntad de Dios. Quien comienza a prestar atención
a la guía de Dios, reconocerá en lo pequeño y en lo
grande la mano de Dios.
Y cuanto más reconoceremos la maravillosa guía
divina en la eternidad. Allí su consejo nos será
manifiesto en cada detalle. Reconoceremos como
Dios esta “sentado en el telar del tiempo y teje los
hilos de los acontecimientos del mundo y de nuestra
vida.” Allí serán resueltos todos los enigmas de la
vida. Ante el trono de Dios reconoceremos
plenamente que Dios guía maravillosamente a sus
santos. Lo único importante es que nos dejemos
guiar. Desde luego, es una aventura, un riesgo de fe.
Pero este riesgo siempre vale la pena.
ntentemos sinceramente confiar totalmente a
Dios la guia de nuestra vida, entonces
tendremos maravillosas experiencias. Percataremos
como la vida se vuelve más fácil, más natural, más
informal que hasta este momento.
Experimentaremos todo con más libertad y alegría,
más pacífico y sin preocupaciones. Entonces no nos
preguntamos temerosos: “¿Qué será y qué nos puede
suceder aún?” No, decimos entonces: “Estoy curioso
por ver lo que Dios tiene reservado para mí; cómo
Dios me ayudará ahora a salir de mi difícil
situación”. Ya no nos preguntaremos ansiosos, que
será de nosotros. No, nos dejamos sobrevenir cosas
con la certeza: ¡el Señor nos guía bien! Ya no nos
disgustamos si nuestro plan diario se frustra, porque
sabemos que Dios tiene un mejor plan para nosotros.
I
Entonces las personas con las que nos cruzamos por
el camino serán para don y tarea, y frente a ellas nos
preguntamos: ¿Qué tiene él o qué tienes tú para
decir? Ya no estaremos tristes que muchas cosas
sucedieron de manera diferente de lo que pensamos
o planeamos en nuestra vida, porque sabemos que
todas las cosas nos ayudan a bien, si permitimos que
nos sirvan para bien. Es decir, solamente si
aceptamos de la fiel mano de Dios.
Anna Katterfeld, la autora báltica escribe: “Si nos
ponemos del lado de Dios, y dejemos que abra
nuestros ojos y guie sobre las relaciones de su guía,
permaneceremos quietos, asombrados del
reconocimiento de que todo tiene una meta.”
Cuál es nuestra meta? Nuestra meta es que
lleguemos al hogar, al hogar del Padre. Allí
donde no hay más sufrimiento, llanto, ni dolor, y
donde Dios enjugará toda lágrima de nuestros ojos.
Al logro de este objetivo se enfoca toda la guía
divina. A pesar de que el camino hacia esa meta sea
laborioso y espinoso, sabemos: “Tú nos guías a la
meta, incluso a través de la noche”.
¿
Nuestro inmutable
Señor y Maestro
Con Cristo comienza una nueva cronología. Así también para cada persona, con la fe en este Jesucristo
comienza un nuevo tiempo. Si le tenemos a Él, entonces tenemos una roca segura, sobre la que
podemos estar parados. Él es el Señor, el todopoderoso. Mientras lo material oscila, el Señor
permanece como es, y sus años no tienen fin. Por eso también puede ser nuestro refugio. “¡Señor, tú
nos has sido refugio de generación en generación!” Nuestra incrédula época y las personas de
mentalidad terrenal de nuestros días necesitan el conocimiento de esta verdad. El Señor, que en el
pasado estuvo con nosotros, también nos guiará en este nuevo año. Este pensamiento da consuelo a los
creyentes. El Maestro tampoco nos dejará solos en el desconocido campo de este nuevo año, sino que
nos guiará y conducirá. En Él queremos confiar, y caminaremos seguros.
El balón de preocupaciones
Spurgeon cuenta de las experiencias de su vida: “Yo
tenía preocupaciones y deseaba poder librarme de
ellas. Para ello me ayudaron dos pequeños niños que
jugaban. Uno de ellos estaba en una ventana en el
primer piso de una casa; el otro en la calle. Éste
intentaba arrojar a su compañero de juego una pelota,
pero no lo conseguía. A veces el lanzamiento era muy
alto, otras muy bajo. Pero aún así, el pequeño no
desistió, y finalmente consiguió un lanzamiento en el
que el niño en la ventana pudo recibir el balón. Eso
provocó gritos en ambos niños. Y yo me alegré con
ellos. Cuando seguí mi camino, me sobrevinieron
nuevamente las preocupaciones. Pero me pude oponer
a ellas. ¿No tenemos nosotros también una ventana
abierta sobre nosotros? ¿No hay allí también alguien
dispuesto a tomar nuestro balón de preocupaciones? Y
si nos pasa como al pequeño, que la pelota no llega,
sino que repetidas veces cae nuevamente sobre
nosotros - ¿Por qué resignarse de lanzar? ¡Tiene
sentido seguir practicando! ¡Nuestro balón de
preocupaciones llegará con toda seguridad! No solo
porque aprendemos a lanzar mejor, sino, sobre todo
porque las manos del que está arriba son más rápidas
que las del niño que jugaba.”
Corazón, deja tus preocupaciones,
preocupaciones generan miedo y dolor
y para nada aprovechan;
confía en Dios, el Señor,
su ayuda no te es distante,
Dios no dormita.
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
5
UN A B UEN A IN T EN CIÓN PA RA EL N UEV O AÑ O
“Para quedarme allí”
“Tu bondad y tu fiel amor estarán conmigo toda la vida, y entraré a la
casa del Señor para quedarme allí para siempre.” (Salmos 23,6)
David expresó en el conocido Salmo 23, una valiosa
decisión de su vida. ¡Quedarse allí! La Biblia habla
frecuentemente de la importancia del permanecer en
nuestra posición respecto de Dios. De los creyentes de
Jerusalén leemos el hermoso testimonio: “Y
perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la
comunión con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones” (Hechos 2,42). De la vida de los salmistas
queremos aprender dónde queremos morar:
Permaneceré - ¡en Él!
“¡Jehová es mi pastor; nada me faltará!” David tenía
una relación personal con su Dios. Él no dijo: “El
Señor es un pastor”, sino “mi pastor”. Querido lector,
¿puedes tú testificar eso también? Quien lo experimentó como Redentor, Salvador y Pastor, dirá con
David: “No me falta nada, nada me faltará”. ¡En mi
pastor tengo completa redención, vida, suficiencia y
paz! ¡No tengo necesidad de otro pastor! ¡Tengo todo
en Él! Si el salmista ya en el antiguo testamento pudo
expresar esto, cuanto más nosotros que vivimos en la
época nuevo testamentaria. ¡Qué bendición es estar en
Él, y permanecer en él! Jesús dijo: “Si permanecéis en
mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid
todo lo que queréis, y os será hecho” (Juan 15,7).
Permaneceré - ¡Bajo la guía y providencia del pastor!
El salmista había experimentado la maravillosa guía y
providencia de Dios. Esto reconocemos claramente de
sus expresiones:
 En lugares de delicados pastos me hará descansar;
junto a aguas de reposo me pastoreará.
 Confortará mi alma; me guiará por sendas de
justicia por amor de su nombre.
 Aunque ande en valle de sombra de muerte, no
temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu
vara y tu cayado me infundirán aliento.
Quien reflexiona con devoción en estos versos,
reconocerá con David, qué maravillosa es la
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TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
providencia y la guía de Dios en la vida, y con un
corazón rebosante de agradecimiento dirá: “¡Yo me
quedaré allí!”
Su palabra es el alimento espiritual, para que permanezcamos sanos en el alma y crezcamos en la fe.
Quien permanece bajo su guía, no se desviará del camino angosto de la vida, sino que permanecerá sobre
la senda correcta - sobre el camino que lleva al destino
celestial. He leído que las ovejas, en especial cuando
su lana es muy larga y pesada, a veces cuando están
sentadas pierden el equilibrio y caen sobre su dorso.
Se dice que la oveja, en ese estado no está en
condiciones de levantarse nuevamente por sí sola,
necesita la ayuda del pastor. El buen pastor refresca el
alma, levanta, para que no perdamos el ánimo, sino
que seamos fortalecidos.
Aún cuando vaya por tribulaciones, tentaciones,
decepciones y algunos valles oscuros, permaneceré. El
buen Pastor no me abandona, sino que está conmigo.
Si nosotros nos mantenemos en él, Él permanece con
nosotros. Así lo experimentó David, y así podemos y
debemos experimentarlo nosotros también en este
nuevo año.
Permaneceré - ¡En la casa del Señor!
Seguramente el salmista se refería al templo de
aquella época. Era el deseo de su corazón, permanecer
toda la vida en la casa del Señor, para observar los
hermosos servicios a Dios y su templo. ¡Quiera ser
también nuestro deseo!
La Biblia habla también, que la casa de Dios es la
Iglesia de Dios - columna y fundamento de la verdad.
Permanezcamos en la verdad, en oración y en el
servicio de su iglesia. Quien experimentó a este Pastor
en su poder y su plenitud, certeramente exclamará con
David: “¡Yo me quedaré allí!” Quiera su decisión, ser
nuestra decisión también - para el nuevo año y para
toda la vida. El Señor nos conceda esto en su gracia.
Gerald Krebs, Chilliwack (CA)
¿Por qué el temor?
Temor en general
La mayoría de nosotros experimentamos algunos de
esos temores. Existe el temor de perder la salud. Temor
de perder el trabajo. Temor a la vejez. Temor a que
nuestros hijos vayan por el camino equivocado. Temor
a la bomba atómica. Todos deseamos tener seguridad.
Salvos de la enfermedad. Visitamos al médico para un
chequeo anual, para estar protegidos en los días de
enfermedad solicitamos seguros y pagamos pólizas.
Para estar protegidos de la soledad, somos lo más
activos posible y cultivamos amistades. Pero existe un
temor del cual las grandes planificaciones y trabajos no
pueden protegernos: El temor al castigo del pecado,
temor frente al final. Si el Maestro dijo: “¡no temáis!”,
era solo un eco desde la antigüedad. Pero él sabía de la
relación directa entre el pecado y el miedo.
Examina tus temores
¿No es así que gran parte de las preocupaciones son
consecuencia de la desobediencia a Dios? Si no te has
entregado por completo a Jesucristo, no podrás tener
paz interior y esperar que tus oraciones sean oídas. Si
tienes temor a algo, entonces examina tu temor. ¿Por
qué y de qué temes? Esta pregunta es un gran paso al
camino hacia la libertad. Dios quiere darte libertad.
Pero él no puede hacerlo antes de que estés dispuesto a
enfrentar libremente tus temores y tener la confianza de
que hay una libertad para ti. Ten en cuenta que Dios no
quiere que vivamos bajo la esclavitud del temor. Ten en
cuenta que la mayoría de los temores son causados por
el pensamineto y la vida pecaminosa contra Dios.
La fe tiene el efecto contrario. La fe alivia, fortalece,
da salud y paz espiritual. Todo lo que necesites en
cuanto a la fuerza interior, la fe te da. Utiliza y
aprovecha lo que la fe quiere darte. Utiliza tu fe como
grano de mostaza, y crecerá. Empieza a confiar en Dios
en las pequeñas cosas, y lograrás grandes cosas. Si hay
pecado en nuestro corazón, allí también está el temor.
No tendremos confianza en Dios, si nuestro corazón nos
condena.
Pecado y temor
Jesús vino a preparar el camino para que podamos salir
del pecado. Porque el pecado es la mayor causa de
temor. Cada uno debería temer de comparecer delante
de Dios, si hay culpa en su corazón. El rey David
escribió mucho antes de la venida de Cristo: “No temeré
delante de tus ojos, porque tu estarás conmigo”. Pero
¿Cómo quieres pasar del reino de temor al reino de fe?
¿Del miedo a la confianza? Un joven dijo una vez a su
pastor: “Su predicación no es eficaz para mi. Usted vino
de una buena familia, yo en cambio, de una familia
quebrada”. Él utilizó este dicho hasta que unas muletas
fueron su apoyo. Cada vez que le salía algo mal, se
justificaba con que venía de una desafortunada relación
familiar. Pero cuando se entregó a Cristo, caminaba con
valentía hacia adelante, mientras día a día confiaba a
Dios, y tuvo éxito en todos sus esfuerzos.
No tengas temor de Dios
El temor desaparece cuando la presencia de Dios se
hace real en nuestro corazón. Pero donde Dios se disipa
en el corazón, el temor crece. Pablo escribe en
2 Timoteo 1,7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
Así es el temor, con excepción al temor de ser castigado
por el pecado, no de Dios y no de acuerdo a su voluntad. El hijo de Dios tiene acceso al gran nacimiento de
fe, y la fe es capaz de dar un golpe mortal al temor.
Estimado lector, puede que al inicio de este año te
afecte el temor: ¿Qué me traerá el futuro? Pon tu vida
con toda confianza en las manos de Jesús, síguelo y
confía en él con todo tu corazón, entonces podrás decir
con el escritor a los hebreos: “El Señor es mi ayudador;
no temeré lo que me pueda hacer el hombre (o
Satanás)” (Hebreos 13,6).
El temor invadía a las personas desde el principio de la
historia de la humanidad. Es una de las mayores
calamidades de la humanidad. Evidentemente Jesús
preparaba un camino, por el cual sus seguidores puedan
librarse de sus miedos. De lo contrario no hubiese
ordenado: “¡No teman!”
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
7
Mensaje Radial
Mensaje de Salvación
Friedrich Krebs, Kitchener (CA)
¿Está la buena mano de
Dios sobre nosotros?
“Yo, fortalecido por la mano de mi Dios sobre mí […]” (Esdras 7,28).
Esdras y Nehemías fueron grandes hombres entre el
pueblo de Dios, en su tiempo. A través de ellos Dios
pudo hacer grandes obras. Pero ellos no se
atribuyeron a sí mismos el éxito, sino que ambos
testificaron reiteradamente que la “mano de Dios”
estaba sobre ellos. Ellos no quitaron la honra a Dios,
pues reconocieron claramente que todo lo que hacían
a favor del pueblo, sucedía por la buena mano de
Dios. Esdras creyó y expresó: “La mano de nuestro
Dios es para bien sobre todos los que le buscan […]”
(Esdras 8,22).
Esto nos da derecho a plantear la pregunta: “¿Está
la buena mano de Dios sobre nosotros?” ¿Estaba
sobre nosotros en los últimos años, y está todavía
sobre nosotros? La bendición de Dios es la evidente
característica de la buena mano de Dios sobre la vida
humana. El que quiere experimentar esto, no debe
llevar su vida sobre su propia mano. Siempre se
puede comprobar evidentemente, por quién y por
que mano está trazada nuestra pequeña vida.
De los textos bíblicos mencionados, en primer
lugar pienso en mi propia vida. Me acordé en que
peligro estaba mi vida sobre todo en los años de mi
juventud. Como los jóvenes del pueblo trataban de
conseguir que participe en las lujurias mundanas y
diversas trampas de maldad. Aquí y allá ya había
aceptado participar solo para complacer a otros. Pero
entonces un extraño malestar brotaba en mi
conciencia. Allí experimenté claramente como la
8
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
buena e invisible mano de Dios me puso barreras.
Luego leí la Palabra de Dios: “Oye, hijo mío, la
instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección
de tu madre.” “Hijo mío, si los pecadores te
quisieren engañar, no consientas.” “Acuérdate de
Jehová en todos tus caminos, y él enderezará tus
veredas.” Comencé a reconocer el mejor y superior
camino de la vida. Luego se me abrieron caminos
que me llevaron fuera del círculo de los jóvenes del
pueblo, y llegué a un lugar donde pude estar entre
jóvenes temerosos de Dios. Esa fue la mano de Dios
para bien sobre mí.
¡De que diversas maneras toca la buena mano
de Dios la vida de las personas! Hemos leído: “Es
para bien sobre todos los que le buscan […]”. Pero
Dios se conecta a veces en la vida de aquellos que
no lo buscan.
Había, por ejemplo, un joven agricultor que volvía
de la ciudad con su yunta rumbo al hogar. Se hizo de
noche, y en el crepúsculo de repente vió a un
hombre tirado al costado de la carretera. Su cabeza
colgaba en la cuneta, que estaba llena de agua. El
granjero saltó del carro y encontró un cadáver.
Reconoció aquí un hombre, que por el alcoholismo
cayó y se ahogó. El joven agricultor se sintió
profundamente conmovido. También él vivía
completamente despreocupado de Dios. Pero aquí se
enfrentó a una clara consecuencia del pecado. “Si
esto me ocurriera a mí, ¿Dónde pasaré la eternidad?”
se preguntó. Llegó a su casa e informó a su esposa de su
inquietud interna. Irónicamente se rió de él. Herido, esa
misma noche fue a una taberna. En el lugar donde se
sentaba, había un pequeño libro, un devocional. Lo abrió y
leyó: “¡El pecado trae sufrimiento, Cristo trae alegría!” “Lo primero es cierto”, pensó, “Y lo otro también debe ser
verdad”. En su alma se elevó una esperanza. Y ante el
asombro de todos los presentes, volvió a su casa
deprisa.Tomó la Biblia, interiormente despierto, buscó la
misericordia y el perdón de Dios y decidió ser un seguidor
de Jesús. Cuando su esposa notó este cambio en él,
comenzó a regañarle y amenazó con dejarlo. Pero sobre la
vida del jóven agricultor ya estaba la misericordiosa mano
de Dios. Calladamente siguió su camino, y oró
fervientemente por la salvación de su esposa. No habían
transcurrido tres meses cuando ella se arrodilló bajo la
mano de Dios.
Queremos observar de las Sagradas Escrituras, de lo que
es capaz la mano de Dios: El éxodo del pueblo de Dios de
la dura esclavitud de Egipto parecía absolutamente
imposible. Pero después de la salida Moisés dijo: “Tened
memoria de este día, en el cual habéis salido de Egipto, de
la casa de servidumbre, pues Jehová os ha sacado de aquí
con mano fuerte.” Josué, que asumió la guía del pueblo
después de Moisés, al principio pareciera haber sido
tímido. Pero luego se armó de valor y dijo: “Todos los
pueblos de la tierra conozcan que la mano de Jehová es
poderosa.” Y así sucedió realmente. El joven rey Salomón
oró: “Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo
con nuestros padres, y no nos desampare ni apartes tu
mano […]” Él sabía muy bien que el bienestar, la paz, la
victoria y la prosperidad en el país no estaban en la mano
del rey. Oh, si los gobernantes de nuestro tiempo pudieran
reconocer correctamente esto y orar con Salomón: “Inclina
nuestro corazón hacia ti.” David por experiencia pudo
decir: “La mano del Altísimo todo lo puede cambiar” y
“Tú dominas sobre todo; en tu mano están la fuerza y el
poder”. Y Moisés oró: “¡Si tu presencia no ha de ir
conmigo, no nos saques de aquí!” Él reconoció la
importancia de esta poderosa mano. Y el Señor dijo a su
pueblo: “Percibiréis lo que es, cuando retiro mi mano de
ustedes.”
Esto sin duda, lo pueden ver todos los que quieren verlo.
Que dichosa es la persona que puede percibir que está bajo
la mano de Dios. Pero que grave es para aquel, de quien
esta mano fue retirada. Por lo tanto, busca a Dios y su
mano de bendición, porque “La mano de nuestro Dios es
para bien sobre todos los que le buscan”. Dios los bendiga
en este nuevo año, y vivamos fielmente para el Señor, para
que su poderosa mano también esté sobre nosotros.
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
9
C . W. TA YLOR - LO QUE MUE VE AL COR AZÓN
¿Qué tan bien
te conoces?
¿Entiendes las verdaderas necesidades de tu alma? ¿Interpretas correctamente los síntomas de
carencia, la causa de tu ansiedad? La mayoría de las veces no ayuda el ungüento ni el vendaje –
la causa del problema debe ser eliminada.
Recién cuando es descubierto el escondido origen del problema, pueden la luz y la
vida expulsar a la oscuridad.
odos desean el éxito, pero no todos son éxitosos. En todos los aspectos el éxito depende de
las diferentes circunstancias y solo puede construirse sobre una base apropiada y cuidadosamente definida. Los cristianos aspiran a una vida victoriosa.
Los que son llamados al servicio de Dios, desean ser
personas útiles. Jesús le dijo a Marta: “Una cosa es
necesaria” El éxito debe tener un principio autoritario como fundamento. Si esto se descuida o es pasado por alto, el fracaso parcial o total será la consecuencia. Muchos intentos fracasan porque su
comienzo fue en el lugar equivocado. En matemáticas, debemos dominar los conceptos básicos antes
de poder calcular la órbita de los planetas. En
música, primero tenemos que aprender los tonos y
sus relaciones antes de producir bellas armonías. En
astronomía primero debemos tener experiencia y
saber de nuestro pequeño planeta, antes de que
podamos viajar al infinito del universo. Antes de
que podamos llegar a conocer a Dios correctamente,
tenemos que conocernos a nosotros mismos.
Cada animal sabe instintivamente que el dolor
persistente en el estómago es por hambre, e inmediatamente busca satisfacerla. Pero la persona, que
T
10
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
no se conoce a sí misma, que no se detiene, se
examina y se analiza, siente inquietud, un anhelo
interior, hambre en su alma y no sabe lo que le falta.
Se esfuerza por satisfacer sus deseos con los placeres del mundo, pero se satisface temporalmente y al
final termina peor que antes. El hombre trata de
satisfacer el hambre de su alma por todos los
medios, pero no consigue ayuda, porque interpreta
erróneamente su situación. Recién cuando reconoce
que la razón de su inquietud es un hambre de Dios y
al pan de vida, comienza a buscar correctamente la
solución. Muchas mujeres tratan de satisfacer este
deseo con joyas de oro, piedras preciosas y la exposición externa del mundo de la moda. Los hombres
buscan distracción en los deportes, en la política, en
la acumulación de riquezas, o persiguen la insensatez de esta vida. Como el alimento es el único que
puede satisfacer el hambre del cuerpo, así también
Dios es el único que puede saciar el hambre del
alma. Recién cuando las personas se dan cuenta, que
estos sentimientos son un hambre a Dios, comienzan
a buscarlo. Lamentablemente para muchas personas
la fe cristiana es solo una fe abstracta, a pesar de que
debería ser una parte vital en la vida de cada cristia-
Reconoce, que el verdadero deseo
de tu corazón es la piedad.
no. Una antigua sabiduría filosófica dice: “Conócete
a ti mismo.” La verdadera sabiduría surge solo
cuando nos ordenamos correctamente a nosotros
mismos y la relación hacia las demás cosas. Parece,
que siempre es necesario recordar a nuestras hermanas, modestia y sencillez en la ropa. Con frecuencia
vemos a mujeres, que con su aspecto se parecen más
y más al mundo. ¿Qué provocó este cambio? Es el
deseo del corazón. Ellas no entienden de donde
viene este deseo y como se puede saciar, creen que
la inquietud del alma es un deseo a las cosas de este
mundo, pero no sacian sus deseos.
o hermana, los vestidos de última moda no
pueden satisfacer tu deseo. Tú interpretas
falsamente el grito de tu alma. No hermano, no es el
éxito de tu equipo deportivo, o más posesiones lo
que tu alma anhela. Ambos corazones claman a
Dios. Dadles para saciar su hambre, y te sorprenderás al descubrir que perderás el interés en las cosas
de este mundo. Si sientes un deseo por algo que no
está en concordancia con la riqueza espiritual,
entonces no has reconocido la verdadera razón de tu
deseo. Hermana, si te atrae una prenda mundana,
entonces tu alma tiene hambre. Dale alimento espiritual. Ponte de rodillas, come abundantemente del
“pan del cielo” y bebe el “agua de vida”. ¿Sigue ahí
el deseo de las cosas terrenales? ¿Ni un poco, verdad? Tu alma quería más de Dios y tú no lo sabias.
uerido hermano, anhelas más atención y que
tus talentos sean más alabados, entonces tienes
hambre. Suministra suficientemente a tu alma con el
maná del cielo. No saborees solamente, sino come
hasta saciarte. Si ahora se te alaba frente a todos,
N
Q
solo sentirás vergüenza. Tú no reconocías la verdadera razón de tu anhelo. ¿Verdad? Y tú, que aspiras
ser un gran orador y defensor de la humanidad, rescatar al mundo del anzuelo; tu alma tiene mucha
hambre. Necesitas mucho alimento para estar satisfecho. Pero Dios tiene más que suficiente, apresúrate a ir a la mesa. Pronto te darás cuenta, que tu deseo
de prestigio desaparece y prefieres mantenerte
detrás de la cruz donde ya no llamas la atención.
Después de una buena comida celestial, cualquier
tipo de mundanidad nos “golpeará en el estómago”
y ya no podemos soportarlo, ni verlo ni olfatearlo.
¿Y tú, que siempre quieres imponer tus caprichos?
Tú consideras tu juicio tan grande, que todos los
hermanos lo deben aceptar y conducirse de acuerdo
a ello. De lo contrario la dulzura de tu corazón se
transforma en vinagre al instante. Ve y come un
poco de “miel de la peña.” Vuelve recién cuando te
hayas saciado. Cuando realmente estés satisfecho, te
atrapará el pensamiento: “No mi voluntad, sino la
tuya.” Tú necesitas a Dios. Todo lo demás son
cáscaras vacías. De cascaras vacías no te saciarás.
Quizás obtengas una indigestión espiritual, y al final
mueras. Reconoce de inmediato lo correcto y luego
“come en abundancia y sáciate.” No pongas tu alma
a dieta con adornos exteriores, posesiones y reconocimientos “Comed del bien, y se deleitará vuestra
alma con grosura” (Isaías 55,2). Aprende a conocerte a ti mismo, para que sepas, que el verdadero
deseo de tu corazón es la piedad, y que todos los
demás deseos son sólo síntomas para obtener más de
Dios. Ellos desaparecerán pronto cuando tu alma se
sacie con el pan de vida.
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
11
PÁGINA JUVENIL
Cómo pedir
perdón
¿Por qué pedir perdón?
“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os
perdonará también a vosotros vuestro Padre
celestial.”
(Mateo 6,14)
Una cosa enseñaron muy claramente Jesús y sus
apóstoles: No recibiremos perdón, si nosotros
mismos no perdonamos. Y eso es muy importante,
porque como somos humanos, en la convivencia
surgen malentendidos. Nosotros cometemos errores,
actuamos sin reflexionar y nos lastimamos mutuamente. Si, la Biblia dice que los hermanos pueden
incluso pecar entre ellos. Y para que estas cosas no
quiebren la comunión en una iglesia local, nos
debemos perdonar mutuamente. Y eso implica que
debemos pedir perdón unos a otros. Creo que los
hermanos en una iglesia local frecuentemente se
perdonan mutuamente sus faltas sin que uno pida al
otro perdón. Debido a esta falla, a veces surgen
heridas y cuando se curan permanecen las cicatrices.
Estos son por ejemplo cosas tales como la confianza
rota. O el temor de volver a ser tratado injustamente.
El resultado es, que a pesar de que pertenecen a una
iglesia local, los hermanos se esquivan. Aunque el
caso fue perdonado, no ha surgido la reconciliación
entre ellos. Y la reconciliación puede lograrse solo
cuando uno pide al otro un sincero y genuino perdón
o disculpas.
Pero pedir disculpas, no es tan sencillo. Para ello
hay que humillarse y admitir su culpabilidad ante el
otro. En realidad, esto no debería ser un problema en
la convivencia entre hermanos. Pero yo percibo, que
muchos hermanos tienen un problema con eso. Y
creo, que la mayoría simplemente no saben cómo
hacerlo.
12
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
Este es el caso de un hermano mayor que durante
una hora de testimonios, va al púlpito y dice algo así
como: “Hermanos y hermanas, por favor perdónenme
si algo no hice o dije como debía.” Por un lado es
real, él se humilla ante la congregación, pero por otro
lado, no es una verdadera disculpa. Esto no es claro,
el problema no se nombra y no asume la responsabilidad de la culpa. Y yo estoy ahí sentado y no sé qué
debo perdonarle.
Para ayudarte a resolver de manera sostenible las
cosas equivocadas en la convivencia, he escrito aquí
cuatro elementos de una verdadera súplica de
disculpas.
1. “Lo lamento...”
Comienza con decir que lo sientes. Y di también que
lamentas. Cuando el Espíritu de Dios te hace
consciente de una falta contra tu prójimo, entonces él
muestra muy claramente cuál es el problema. Así que
tómalo y dilo en tu primera frase. Englobalo en una
situación concreta, y considérate a ti mismo. No
digas: “Siento que ayer hayas malinterpretado todo lo
que he dicho.” Sino por ejemplo, de este modo:
“Lamento que ayer he sido insolente y fuerte en
nuestra conversación.”
A veces no es claro cuál era exactamente el
problema. Sientes que algo ha ido mal, pero el
problema real no lo percibes. Te das cuenta que la
relación con tu hermano ha cambiado, que tu
hermana “tiene algo contra ti”. Entonces ponte de
rodillas y pídele a Dios que te muestre lo que ha ido
mal. Suplícale con genuino arrepentimiento, para que
no seas hipócrita cuando dices: “lo siento”.
2. “Fue un error...”
Ahora viene realmente la admisión de la culpa. Aquí
tomas la responsabilidad de tu falta. Y también aquí
te ayuda el Espíritu de Dios, que por lo general ya ha
puesto el dedo sobre la herida antes de que pidas
perdón a tu prójimo. En primer lugar pide perdón a
Dios, pero luego ábrete y ve a las personas a las que
has hecho daño. Este es el punto donde muchas
personas fracasan. Este es el punto en el que yo
mismo tengo gran dificultad una y otra vez. Aquí se
define si soy realmente humilde. Si pongo al
hermano o la hermana sobre mí, me doblego delante
de ellos y digo, yo estaba equivocado.
También aquí, debes ser lo más específico posible.
Di lo que estaba mal, y por qué estaba mal. Si era un
pecado, di que era un pecado. No encubras nada.
Asegúrate de que en esta frase no aparezca un “pero”,
de modo que retractas tu admisión de culpabilidad. Si
me quedo en el ejemplo anterior, esto sonaría algo así
como:
“Fue un error hablar, cuando estaba molesto. La
Biblia dice que si estoy enojado, debo callar. Y yo
hablé. Además, en el hablar me posicioné sobre ti.
He hablado desde arriba e incluso llegué a ser
abusivo. Eso fue arrogante y egoísta y no estuvo
bien.”
3. “En el futuro quiero...”
Tu solicitud de perdón tiene poco valor si no quieres
cambiar lo que estaba mal. A más tardar, cuando por
tercera vez pides perdón por la misma cosa, y tu
contrincante no detecta ningún esfuerzo de que
quieras mejorar, tu disculpa no será creíble.
Así que reflexiona lo que quieres hacer diferente en
el futuro, para que no vuelva ocurrir lo mismo. Haz
una oración por ello. Piensa en lo que quieres pedir a
Dios para que en el futuro puedas evitar tal acción de
tu parte. Di estas cosas a las personas cuando pides
perdón. En nuestro ejemplo, esto significaría:
“Me gustaría morderme la lengua en el futuro,
cuando siento la ira creciente en mí. Y comencé a
pedir a Dios que me ayude. Tomé conciencia de que
todos hemos sido hechos partícipes de la misma
gracia, que todos tenemos el mismo objetivo y todos
queremos estar en el mismo cielo. Por eso quiero
reajustar mis intereses y sensibilidades y ver las
cosas en común en primer plano.”
Puede haber casos donde una declaración de
intenciones para el futuro no es suficiente. Si puedes
conseguir de alguna manera poner las cosas en orden,
debes hacerlo. Anúncialo y hazlo también.
4. “¡Por favor, perdóname!”
Y ahora puedes venir a la frase de lo que realmente
se trata. Tú pides al otro, que te quite la culpa y te
perdone. Haz nombrado la culpa y ahora solicitas que
la quiten de ti. Algunos intentan, en este punto
disculparse a sí mismos. No cometas este error.
Ruega conscientemente por perdón, disculpas o
indulto.
“Por favor, ¡perdóname!”
El motivo para una disculpa
Si procedes de acuerdo con estos cuatro pasos,
entonces te quitas del camino un gran peligro. El
peligro de la hipocresía - que pides perdón, pero en
realidad no lo dices en serio. El hecho de que tú lo
haces, con el fin de lograr ciertos objetivos. Pero la
gente percibe de alguna manera si una disculpa es
genuina o no.
Para mí, el verdadero motivo para pedir perdón es
el arrepentimiento. Primeramente me siento
arrepentido ante Dios de lo que he hecho. Y cuando
me arrepentí ante Dios por lo que hice y veo la
necesidad de arreglar las cosas con las personas a las
que hice daño, entonces lo hago. Y eso no es tan
sencillo. A veces he cargado conmigo una cosa por
meses, hasta que decidí humillarme y rogué por
perdón a las personas.
Esto no es sencillo. Pero lo que Dios nos da
después, siempre vale la pena.
Robert Witt, Gifhorn (DE)
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
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Página para mayores
La belleza de
la vejez
“Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, y hasta
ahora he manifestado tus maravillas. Aun en la vejez
y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que
anuncie tu poder a la posteridad, y tu potencia a
todos los que han de venir” (Salmos 71, 17-18).
Así como el tiempo de cosecha es más alegre que
el tiempo de la siembra, así también es más feliz la
vejez que la juventud, si ésta era un tiempo de
siembra para el bien. Si en la juventud fue puesto un
buen fundamento para la edad y la eternidad,
entonces la vejez es mejor que la juventud, así como
la finalización de una obra es mejor que su inicio.
Como la fruta madura emociona más que la
inmadura, así la vejez será más bendecida que la
juventud, si está embebida y transfigurada por el
amor de Cristo; como la llegada al puerto es más
agradable que el viaje marítimo en sí mismo, así
también la vejez más agradable que la juventud,
previsto que el viaje de la vida fue guiado por Cristo
en el timón desde la juventud.
En el palacio real de Jerusalén, se encuentra
sentado David, ya anciano. En espíritu pasan
volando los días de la vida. ¡Qué imagen maravillosa
observa! Al contemplar esto, exclama alegre:
“¡Dios, tú me has enseñado desde mi juventud!”
Toda su vida fue una escuela, en la cual Dios le
preparó para la eternidad. Aquí el aprendió a huir de
la maldición del mundo para alcanzar lo que está
más arriba. Aquí aprendió a reconocer las
asechanzas del enemigo y escapar de las peligrosas
trampas del mundo. Aquí aprendió a vivir según la
voluntad de Dios y prepararse para el día del
encuentro con Dios. ¿No es esto bello y glorioso,
cuando una persona se deja guiar por la mano y el
amor de Dios toda su vida? ¿No son los recuerdos de
14
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
la fidelidad de Dios los que alegran los oscuros días
de la vejez? Estos son privilegios de los cuales el
mundo nada sabe. Sin embargo, la vejez también
tiene sus peligros. Si la frescura espiritual disminuye
y la fuerza de voluntad desvanece, satanás intenta
duplicar el combate con la persona y lanza, como
leños ardientes, dudas y preocupaciones al corazón.
No debe sorprendernos, si en alguna habitación es
fuerte el suspiro: “Oh Dios, no me desampares en las
canas”. La gracia del pasado no es suficiente para el
presente. Experiencias pasadas son lo mismo que el
maná viejo que no era comestible. Para los peligros
de la vejez son necesarias gracias especiales. Pero en
Dios no hay escasez de gracia. El Rey de reyes no
dejó a Abraham cuando era un anciano, ni a Isaac
cuando estuvo ciego, ni a Jacob cuando “se apoyó
sobre el extremo de su bordón”. También si otros
nos ciñen como a Pedro y nos llevan donde no
queremos, tampocó allí Él apartará su rostro de
nosotros. La vejez tiene sus promesas especiales. La
piadosa vejez es el comienzo de la marcha triunfal
hacia la gloria. Ante los ojos oscuros del anciano
piadoso, no se extiende un valle oscuro. Mientras
pasa por el rio de la muerte, la luz radiante del otro
mundo le glorifica. En vista del gran amanecer
eterno, se aleja aquí de la orilla y pronto puede
anclar en la costa de oro de la eternidad.
“Me encuentro en el lado iluminado de mi vida,”
dijo un anciano, “porque estoy cerca de la gloriosa
eternidad.” Y el viejo Simeón en júbilo dijo: “Ahora
Señor, despide a tu siervo en paz, porque mis ojos
han visto a tu Salvador.” ¿No es esto una gloria
indescriptible? ¿No es de envidiar tal triunfante
peregrino que llega al hogar? ¡Ciertamente, la vejez
de los justos tiene su belleza!
TE
Como tus días
¡Como tus días, así tus fuerzas!
Dios ha prometido, Él las dará.
Confía el hoy a Dios sin vacilar
y el mañana en sus manos deposita.
Te parece que tu hoy es difícil y triste
con rugido de tormentas y olas;
pon tu vista en Él, quien olas y vientos aquieta,
quien extiende sus brazos hacia su hijo.
¡Haz hoy con fidelidad, lo que él te confió!
Hoy es el valioso tiempo de gracia.
Algunos momentos desaprovechados
los años no traerán jamás devuelta.
¡Permite que tu hoy sea una advertencia,
entregándote por completo a tu Salvador!
Quién sabe, tu Rey puede venir hoy;
¡preocúpate de estar listo para su llegada!
Silencio en Dios
El carácter de una persona se evalúa por sus palabras
y acciones. Muchas veces no se reconoce que el alma
se fortalece por estar en silencio. Sobre todo en
nuestros días, donde la agitación y la prisa afecta
nuestra vida cotidiana. Parece ser que el pasaje
bíblico de Isaías 32,18: “Mi pueblo habitará […] en
recreos de reposo” no cabe en el bullicio de hoy. Y
sin embargo, es importante que no llevemos esta
agitación terrenal a nuestro tiempo de silencio con
Dios. “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos,
cierra tras de ti tus puertas” (Isaías 26, 20) nos
recuerda el profeta. Y nuestro Salvador Jesucristo
repitió esta advertencia en su sermón del monte. Cada
persona debe tener un aposento tranquilo de este tipo,
un aposento donde tenga un encuentro con Dios,
donde pueda tener una comunicación con Él en
oración. En el silencio, sí, en el secreto está nuestra
fortaleza. Los carácteres más preciosos han crecido
en el silencio. Pablo tuvo que estar en Arabia, donde,
con la mirada apartada del mundo, podía recibir los
mensajes por el Espíritu. Cuando apareció en público,
pudo tener sublime victoria sobre todos los
interrogantes polémicos, porque el conocimiento de
la presencia de Dios lo ha fortalecido. “Estad quietos
y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46,10).
El tabernáculo del antiguo testamento tenía tres
secciones, lo que debía ser un ejemplo al pueblo de
Dios sobre su posición ante Dios. Muchos se
encuentran, en sentido figurado, en la primera
sección, en el atrio del templo. En el lugar santo se
encuentra una pequeña cifra, y muy pocos son los
que atraviesan todas las barreras y llegan al lugar
santísimo. Si bien, ahora éste está abierto por la
sangre de Cristo para todos. Este pequeño grupo ha
aprendido en el silencio a hablar “cara a cara” con
Dios. Son personas que conocen el poder que les
aligera todas las cargas, y sus almas están rebosantes
de inmensa alegría.
Si crecemos sin resistencia en la mano de Dios,
entonces Él puede expresar su imagen en nuestra
vida. Pero esto, en un hombre frio y duro, no puede
ser de otra manera que ser quebrantado y derretido en
el fuego de Dios. Solo así el Señor puede presionar su
sello divino en una vida humana. El alma que se ha
aquietado, que “ha acallado su alma como un niño
destetado de su madre” (Salmo 131,1) sabe que Dios
siempre tiene pensamientos de amor y de paz con
ella. Los hijos de Dios deben tener siempre en cuenta
que no solo una vez por corto tiempo, sino que
constantemente deben permanecer en comunión con
el Señor, si quieren tener la certeza de su presencia.
Si permanecemos constantemente en silencio, en el
aposento con Jesús vemos las cosas terrenales desde
una perspectiva diferente. Internamente lejos del
bullicio del mundo podemos vivir con Jesús, sin
estorbos en medio de la confusión y el ruido diario.
En medio del tumulto del mundo hemos construido
un aposento, donde Dios está en comunión con el
alma, la cual está plenamente acallada en Él.
G.O.C.
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
15
PE RFIL D E LA IGLE SIA
Winnipeg
La Iglesia de Dios en Winnipeg se inició en 1928 con
reuniones hogareñas de los hermanos Leo Schultz.
Sólo había unos pocos hermanos. El hermano Patzer
servía con la palabra, y el Señor bendijo esta obra iniciada en fe, donde almas fueron salvas y añadidas a su
iglesia. Los hermanos se alegraban de la visita de algunos pastores que llegaban aquí y ministraban la
Palabra. El hermano Schwieger ministró aquí desde
1937 - 1938. La congregación creció y alquilaron
durante varios años una iglesia adventista para las
reuniones dominicales. En 1943 vinieron los hermanos Weyland y trabajaron hasta 1948 como pastores.
En 1943 se compró el primer edificio en la avenida
Tweed 414. Cuando los hermanos Weyland se trasladaron a Benton Harbor, después de un corto tiempo
vinieron los hermanos Stumkat para servir a la iglesia
durante varios años. Pero nos dejaron junto con algunos de los hermanos para comenzar reuniones en
inglés. Pronto se llenaron los espacios con hermanos
que habían perdido sus hogares debido a la guerra y
emigraron a Canadá; y muchos encontraron en
Winnipeg un nuevo hogar. En 1951 llegaron los hermanos Adolph Lutzer para estar al frente de la iglesia. Sirvieron aquí durante más de 16 años. En 1952 el
antiguo templo, que resultó ser demasiado pequeño,
fue derribado y en el mismo lugar se construyó uno
nuevo. ¡Qué hito importante fue para la iglesia! La
congregación crecía constantemente, por lo cual
vieron la necesidad de ampliar el templo en 1965. El
Señor dio gracia, bendición y éxito.
Nos gustaría añadir algo aquí. Para nuestra reunión
anual de encuentro juvenil, en 1955 tuvimos visita de
Brasil. El hermano Salomón Weissburger fue nuestro
orador invitado. Alentó a los predicadores a realizar
una conferencia pastoral cada año. Debido a su ubicación central, desde 1958 la iglesia de Winnipeg fue
anfitriona de la conferencia anual de pastores de la
misión germana en América del Norte, a la que pertenece. La conferencia anual de pastores y la asamblea
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TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
de la misión germano-canadiense fue siempre un
punto importante para la iglesia. La llegada de la visita de los ministros y delegados era un cambio agradable en los meses de invierno. Con el tiempo se deseó desplazar la conferencia de pastores a otro lugar
con el fin de dar a otras iglesias la oportunidad. En el
2005 Edmonton hizo el comienzo y otras filiales le siguieron. Después del prolongado tiempo de servicio
de los hermanos Lutzers, llegaron los hermanos F.
Weiss y sirvieron a la iglesia, hasta que los hermanos
Nimz en 1968 se hicieron cargo del servicio por casi
cinco años, y luego obedecieron una llamada de la
Iglesia de Dios en Toronto. Se dirigieron a los hermanos F. Henschel, quienes ayudaron por unos meses,
hasta que los hermanos S. Raasch se hicieron cargo
del trabajo en la iglesia en agosto de 1973 hasta 1984.
En noviembre de 1978, la iglesia celebró su 50
aniversario. Con corazones agradecidos al Señor, y
pudiendo concordar con el salmista: “Dad gracias al
Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su
misericordia” (Salmo 118,1). El hermano G.
Sonnenberg fue nuestro orador principal y el coro de
la iglesia de Edmonton embelleció el día con canciones. También vale la pena mencionar la revista infantil “Espigas-Alegres”. Esta comenzó a finales de 1956
y fue emitida y enviada por el hermano G. Gutzmann
hasta junio de 2012. También por el hermano A.
Tuviks fueron editados y enviados durante muchos
años folletos en ruso “La voz de la verdad.” Desde
abril de 1968 hasta abril 2014 Winnipeg apoyó la
emisión de nuestro programa radial “Mensaje de
salvación”. Por escuchar la transmisión, algunas
familias vinieron a nuestros cultos.
En los años setenta llegaron inmigrantes de habla
alemana desde Paraguay. Muchos de los visitantes
vinieron a las reuniones, escucharon la Palabra de
Dios, se arrepintieron y fueron bautizados bíblicamente. A medida que el número de visitantes crecía y la
ubicación del templo era algo desfavorable, se llevó a
cabo una elección el 15 de abril de 1981 para la
compra de un terreno. La mayoría estaba a favor de
comprar la propiedad sobre la avenida Concordia. En
agosto de 1984, los hermanos R. Roesler se hicieron
cargo del trabajo en la iglesia. En el mismo año fue
construida la nueva casa pastoral. El antiguo templo
fue puesto a la venta. Cuando se concretó la compra
del terreno, comenzaron los preparativos para el
nuevo edificio, que se inició en otoño de 1989.
Muchas oraciones fueron elevadas al trono de Dios,
para que Dios nos ayude a estar unidos en esta gran
tarea de construir una nueva casa de Dios. Toda la construcción del edificio del templo fue entregado a un contratista.
Sólo el sótano con las aulas para la escuela dominical, lo
hemos concluido nosotros mismos. El Señor tendió su mano
protectora sobre nosotros y nos protegió de accidentes.
El 20 de mayo de 1990, el templo fue inaugurado. Para
dicha ocasión vino el hermano H. D. Nimz como orador
invitado con el coro de la iglesia y la banda de música de
Edmonton. Todos nos sentimos bendecidos por la palabra
de Dios y las presentaciones. Nos regocijamos y estábamos
agradecidos por nuestra nueva casa de oración. En el verano
de 1997 nos dejaron los hermanos R. Roesler y se trasladaron a Toronto. La iglesia estuvo un año entero sin predicador local. Venían pastores de otros lugares para ayudarnos.
Por un lapso más largo permaneció el hermano J. Jakobsh
entre nosotros, y sirvió con la palabra. Los hermanos H.
Klinger respondieron al llamado de servir a la Iglesia como
predicador local. Vinieron a nosotros en agosto de 1998. A
principios de 1999 sentimos la necesidad de empezar una
reunión en el idioma nacional. Después de mucha oración,
ayuno y consultar por la voluntad de Dios, sentimos la
necesidad de comenzar un servicio regular en inglés en
mayo de 1999. Alrededor del 2000 vinieron los hermanos
Años
1928
1937
1943
1948
1950
1951
1968
1968
1973
1973
1984
1997
1998
2007
-
Pastores
ruso- alemanes de Alemania y asisten hasta hoy nuestros
cultos. Estamos muy contentos y agradecidos por su
participación en la iglesia.
Todavía un punto más en particular pudo experimentar la
iglesia en 2003. Por la gracia de Dios, la iglesia celebró sus
75 años de existencia. El aniversario se celebró bajo el
lema: “Lluvia de Bendiciones.” Nuestro orador invitado fue
el Hermano Nimz y los hermanos Raasch y Roesler participaron con la palabra. El coro de voces y la banda instrumental de la iglesia de Edmonton y nuestro coro nos han servido
con canciones y música. Además, tres “coros” del patrimonio compilados: Orquestas, coro juvenil y coros de la iglesia, donde participaron antiguos instrumentistas y cantantes
de Winnipeg. Todos fuimos inmensamente bendecidos.
Después de cuatro años tuvo lugar nuevamente un intercambio de pastor. En 2007 los hermanos H. Klinger obedecieron un llamado de la iglesia en Hamilton. En agosto de 2007
vinieron los hermanos M. Kehler y nos sirven hasta hoy.
Que el Señor los bendiga y les dé mucha gracia y fuerzas en
todas sus tareas. Con fe, la iglesia mira hacia el futuro. El
Señor es de hecho la cabeza de la iglesia y así debe seguir
siendo. Él también nos prometió permanecer con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo.
Matthias Frehm, Herbert Steinke
1936 Samuel Patzer †
1938 Hermano Schweiger †
1948 Hans Fritz Weyland †
1950 Otto Stumkat †
1951 Adam Flatt †
1967 Adolph Lutzer †
1968 Ferdinand Weiss †
1973 Hans-Dietrich Nimz
1973 Friedrich Henschel †
1984 Siegfried Raasch
1997 Reinhard Roesler
1998 Josef Jakobsh
2007 Harry Klinger
a la fecha Martin Kehler
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
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EL MISIONERO EN CHINA
Hudson Taylor
Parte 21
os tripulantes del “Lammermuir” vieron el
viaje con poco entusiasmo. Pero luego de
algunos días, ese parecer cambió radicalmente. Los misioneros probaron ser de real ayuda. Si
algo debía ser forjado, se hacía cargo del trabajo
Nicol, el herrero escocés y lo hacía con más dedicación de la que ellos mismos lo harían. Jackson y
Williamson los carpinteros, ayudaban gustosos donde
había algo que arreglar. Ya que no había medico de
abordo, los conocimientos quirúrgicos de Hudson
Taylor eran impagables. Él compartió con la tripulación conocimientos sobre circulación sanguínea y
primeros auxilios en accidentes. Así pasaban los días.
Pero sucedía otra cosa con estos misioneros. Ellos
parecían realmente felices. Los demás no entendían
la razón. ¿Qué sería aquello que los hacía tan felices?
¿No habían elegido vivir en el extranjero?
Generalmente los encontraban a la mañana, al mediodía y a la noche, reunidos en la cubierta o en un camarote cantando himnos. Siempre eran canciones de
la iglesia o himnos de salvación, y justamente estos
conmovieron el corazón de los tripulantes. Parecía
que los misioneros amaban una en particular. El
comienzo decía: “Jesús, Salvador de mi alma” y esta
canción cantaban todos convencidos. Evidentemente
la religión significaba algo para estas personos. Poco
a poco los marineros se sintieron acercados a ellos.
La conversión del segundo oficial, veinticinco días
más tarde después de haber dejado el puerto de
Plymouth, era para los misioneros un gran estímulo.
Luego entregaron su vida al Señor dos marineros.
Este fue el comienzo de un despertar entre los tripulantes. Se detuvo un tiempo. De repente los hombres mostraron interés sobre cuestiones espirituales.
Entre los misioneros reinaba gran alegría.
L
18
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
¡Se podría cerrar el informe del viaje y solamente
acotar aquí la maravillosa protección contra el naufragio en el mar de China, con la cual culminaba el
viaje! Pero entonces se omitirían circunstancias, que
lamentablemente tuvimos que pasar. Cuanto más
cerca del Señor vive un cristiano y se quiere poner a
su servicio, más dolorosas son las consecuencias si el
Señor resulta decepcionado por alguna cosa. Eran
solo pequeñas cosas que provocaron conflictos entre
algunos misioneros. Grandes tentaciones hubieran
malogrado su objetivo. Pero pequeñas observaciones,
pequeñas hostilidades y celos produjeron disputas
que arrastraron importantes consecuencias. Las oraciones se obstruyeron, y para dolor de todos los involucrados, la obra del Espíritu Santo se detuvo.
Durante todo un mes no pudieron ganar a nadie más
para Cristo. Por lo tanto algunos hombres que habían
reconocido la carga de sus pecados, permanecieron
indecisos y sin salvación. Esta fue una terrible experiencia. Aunque los misioneros estaban preocupados
por esta situación y sabían dónde estaba el problema,
resultó difícil volver a ordenarlo y mantenerlo.
bviamente Hudson Taylor fue profundamente
afectado por ese suceso. ¿Podría él proteger a
sus colaboradores velando fielmente y evitar malos
entendidos? ¿Podría volver a restaurar “la unidad en
el espíritu, que es un vínculo de paz”, luego de que
haya ocurrido ante Dios? “Esta mañana”, decía un
registro en el diario de los comienzos de julio, “tuve
una conversación con el Sr. Nicol sobre el asunto.
Seil se unió y luego Williamson. Acordamos
reconocer nuestras culpas juntamente y orar por más
unidad y amor. Hablé con cada uno y les exhorté por
la necesaria unidad interna. Nos reunimos por la
noche y realmente el Señor estaba presente. Yo creo
O
que a todos los presentes nos dio el correcto deseo de
estar unidos en amor.
Pero la posibilidad de nuevas tentaciones estaba
latente, y unos meses más tarde se introdujo nuevamente el espíritu de la discordia. Esta vez eran otras
razones y otros misioneros, pero el resultado fue el
mismo: espíritu de juzgar y peleas, pérdidas en la
fuerza que obraba y las bendiciones.
“Casi todos se quejaban de la falta de unidad y
amor”, en su diario, el 8 de septiembre decía: “¡El
Señor levante su brazo y argumente por nosotros!”
Fundamental era que lo lamentaban mucho, reconocían el peligro y estaban dispuestos de arrepentirse
ante Dios. Ayuno y oración llevaron nuevamente a la
victoria, ya que para aquellos que se humillan ante
Él, es real eso de: “…porque vendrá el enemigo
como río, mas el espíritu de Jehová levantará bandera
contra él.” (Isaías 59,19) Luego el enemigo cambió
su táctica de lucha. Ya que no tuvo más éxito soltó el
“príncipe del aire” a su grupo más salvaje sobre ellos,
decididos de eliminar de cualquier modo a la naciente misión. Quince días enteros se desató una poderosa
tormenta. Lanzados de un tifón a otro, fueron llevados casi al naufragio en el mar de China – sin vela,
sin mástil, sin ayuda, pero con una inquebrantable
esperanza en Dios.
El Sr. Rudland escribió sobre ello: “Durante toda la
tormenta, el Sr. Taylor estaba realmente tranquilo.
Cuando el peligro alcanzó su punto máximo, las personas se negaron a seguir trabajando. El capitán nos
recomendó ponernos salvavidas, sospechando que la
embarcación duraría entera como máximo dos horas.
Este tenía la idea de ir con un arma en mano, hacia la
cubierta de proa donde la tripulación se había retira-
do. Taylor se le acercó. “¡No utilice ningún tipo de
fuerza!”, dijo él, “¡hasta que hayamos intentado
todo!” Entonces se fue tranquilo a la cubierta y les
habló a los tripulantes. Les dijo que creía que Dios
los ayudaría, pero que dependía del mayor cuidado
en la dirección del barco, es decir de ellos mismos.
“todos nosotros ayudaremos” agregó él, “nuestra vida
corre el mismo peligro que la de ustedes” En aquel
instante las personas recobraron la confianza y comenzaron a trabajar con entusiasmo bajo los escombros, con los oficiales, los grumetes o muchachos de
cabina, mas nuestros amigos, enseguida estaban los
pilares de hierro que amenazaban con destruir la
pared de la borda, nuevamente en su lugar.
E
n una despejada mañana de septiembre, cinco
días después de la tormenta, el “Lammermuir”
finalmente pasó frente a la colonización europea en
Shanghái antes de anclar. El corazón de los misioneros estaba lleno de agradecimiento por la protección
experimentada, que fue aún más maravillosa de lo
que ellos mismo sabían. Un barco que partió
enseguida tras ellos, de veintidós tripulantes, perdió
dieciséis, mientras que en “Lammermuir” nadie salió
lastimado gravemente o falleció. Apenas llegaron a
puerto seguro, se desató otra terrible tormenta, la que
el barco en su condición actual no soportaría.
“Dios, el que nos llevó tan cerca de la eternidad,
pero aún nos ha perdonado”, escribió uno de los
misioneros, “quiera concedernos, que dediquemos
completamente nuestra vida y el trabajo que tenemos
por delante” “en todo el peligro no tuve ningún
arrepentimiento, sino solamente encontré alegría por
haberme embarcado en ese viaje.”
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
19
Ser libres –
y quedar en libertad
“Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres.” (Gálatas 5,1)
El mensaje de la libertad en Cristo es el tema central
de la Biblia. Como el ser humano ha llegado a la
esclavitud de Satanás por la caída en el pecado, era
el esmero de Dios revelar en su palabra el plan de
redención a las personas. En el centro de esta revelación está el gran acontecimiento de salvación mediante el Hijo de Dios. Él mismo también anunció en
su momento el evangelio de la maravillosa libertad:
“La verdad os hará libres” (Juan 8,32). “Así que, si
el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”
(Vers. 36). Otros, quienes alcanzaron la posesión de
libertad divina, se unieron a ella. Así el mensaje de
la gracia liberadora llegó hasta nosotros.
Pero ser libres no tiene sentido, si no se puede permanecer en libertad. Gracias a Dios, que el Señor
previó el experimentar esta doble gracia. Por ello
Pablo exhorta en nuestro texto a los gálatas y también así a nosotros hoy, a permanecer en la libertad.
Libre del yugo de la ley
¿Cuál era el motivo, por el cuál Pablo dirigió a los
gálatas estas palabras de exhortación? Al comienzo
del segundo viaje misionero, cuando Pablo y sus
colaboradores atravesaron la región de Galacia, personas de esta región también debieron haber creído
en Cristo. En el tercer viaje misionero encontró allí
discípulos, a los cuales fortaleció. Años más tarde,
en su carta a los gálatas informa cómo trabajó en
ellos (Gálatas 4,11), les predicó un evangelio divino
(1,11), les presentó ante los ojos al crucificado,
como si Cristo hubiera sido crucificado entre ellos
mismos (3,1), y como él mismo sufrió los dolores
20
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
como de parto de la nueva vida por ellos (4,19). El
resultado fue que ellos se alegraron de la redención
(4,15). Fueron liberados a través de Cristo. ¡Qué
dicha ya en la tierra!
Después que Pablo y sus colaboradores se fueron
de este lugar, aparecieron entre ellos maestros de la
ley. Podrían haber sido los mismos que se mostraron
en la iglesia de Antioquía, según Hechos 15,1. Ellos
enseñaban que los nuevos cristianos convertidos
también estaban obligados a cumplir con la ley de
Moisés, ante todo, debían circuncidarse para ser salvos. Aparentemente aconsejaban también guardar el
sábado y otros días festivos de la ley, así como también los mandamientos de la ley mosaica respecto a
la comida. El anuncio de estos maestros de la ley
había confundido a los gálatas y nuevamente les
había puesto un yugo de esclavitud, después de que
habían sido liberados. De ahí la dura reprensión de
Pablo bajo la solicitud del Espíritu Santo en la carta
a los gálatas.
Lo que los apóstoles vivieron en los primeros
tiempos, se experimenta aun hoy todavía. También
en nuestros tiempos surgen maestros, que probablemente reconocen a Jesús y su liberadora obra de
salvación, pero enseñan, como los falsos maestros,
que también ciertas leyes del Antiguo Testamento
deben ser cumplidas. ¿Qué diría Pablo hoy por ello?
No debería decir también: “¡No estéis otra vez
sujetos al yugo de esclavitud!” Sino “¡Estad, pues,
firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres!”
¿No debería ser eso determinante para ancianos y
jóvenes? Si es la inspirada palabra de Dios.
¡También tú debes y puedes
gozar de esta maravillosa libertad
hasta el fin de tus días!
Libre de la esclavitud del pecado
Aparte del yugo de la ley, es de gran importancia
que no nos dejemos atrapar otra vez en la esclavitud
del pecado, después de que fuimos liberados de ella.
Observemos con completa lógica mediante las
siguientes situaciones tomadas de la vida:
•
De qué le serviría a un convicto ser liberado de la
cárcel, si sabe que como libre no podrá vivir en
libertad. ¿De qúe le sirve la libertad por poco
tiempo?
• ¿De qué le sirve al ciervo liberarse de la trampa en
la que había caído, solamente para caer en otra?
• ¿De qué le sirve al pez escaparse de la red del
pescador, para ser atrapado de todos modos en la
siguiente hora?
• ¿De qué sirve decir con el salmista: “Nuestra alma
escapó cual ave del lazo de los cazadores; se
rompió el lazo, y escapamos nosotros”
(Salmos 124,7), si el ave de todos modos pronto
es capturado otra vez?
• Sí, ¿de qué nos sirve a nosotros el haber oído el
maravilloso mensaje de la libertad a través de
Cristo y haber experimentado la redención, si
pronto, mediante un acto pecaminoso, caemos
nuevamente bajo el cautiverio de Satanás?
¿Debió Jesús haber dado su vida, para trasladarnos a
un miserable servicio a Dios? ¿Es el servir a Dios
entonces sólo un caer y levantarse? ¿Se podría
hablar realmente de una alegría en el servir a Dios?
(Pero en la Palabra de Dios dice: “¡Servid a Jehová
con alegría!”) No, gracias a Dios, que nos trajo una
posibilidad de ser liberados y poder permanecer
libres por medio de Cristo. Ya en el umbral de la
época del Nuevo Testamento prorrumpe Zacarías en
una alabanza con los ojos puestos en el venidero
plan de salvación mediante Cristo: “Bendito el Señor
Dios […], que, librados de nuestros enemigos, sin
temor le serviríamos en santidad y en justicia delante
de él, todos nuestros días” (Lucas 1,68+74 y 75).
¡Observemos más de cerca esta declaración!
Podemos ser liberados de la mano de nuestros
enemigos, incluso de la mano del mayor enemigo,
del enemigo de nuestra alma. ¿Para qué somos
librados? Para servir a Dios. ¿Cuándo y por cuánto
tiempo? Para toda la vida. No recién en el cielo, sino
aquí en la tierra. ¿Cómo debemos servir a Dios?
Primero, sin temor. Sí, si somos salvos y permanecemos vestidos con la protección divina, no necesitamos vivir continuamente con miedo a caer. Podemos
más bien alabar diariamente y con alegría a Dios por
la victoria que él nos da. En segundo lugar, nuestro
servir a Dios debe ser en santidad y justicia, que
agrada a Dios. Son características de un hijo de
Dios, llevar una vida triunfante.
Dios hizo todo para nosotros, para que podamos
ser libres y permanecer en libertad, nosotros también
debemos hacer todo para llegar a la posesión de esta
valiosa condición y permanecer en ella. ¡No todo
nos cae de arriba por sí solo! Tenemos que procurar
con total seriedad la libertad en Cristo. Asimismo
tenemos que preservar la obtenida libertad de
nuestra alma. Por ello nuestro texto nos exhorta:
“¡Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo
nos hizo libres!” También tú debes y puedes gozar
de esta maravillosa libertad hasta el fin de tus días.
R. Roesler, Toronto (CA)
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
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IN FO RME
El traslado
de nuestra imprenta
La historia de “Christian Unity Press” – El traslado de nuestra imprenta a Flint, Michigan, EE.UU.
¿Es necesario que tengamos una imprenta? ¿Se justifica el gasto de publicar literaturas? ¿Cuál es en realidad nuestra intención con el material impreso? Preguntas así y similares son planteadas con frecuencia.
¿Y cómo podemos responderlas de la mejor manera?
En la edición de noviembre de 2014 de la Trompeta
Evangelizadora, encontré en un anuncio de defunciones (Hna. Elma Endrigkat) la respuesta a las mencionadas preguntas. Allí leí: “Dios guió que ustedes
enviaran la Trompeta Evangelizadora a una conocida
alemana de Vancouver. Cuando leyó en ella, se inquietó mucho por el estado de su alma. Ella reconoció que se convirtió a Dios mediante la lectura de la
Trompeta Evangelizadora.” Ejemplos similares no
son una peculiaridad y son el motivo para la publicación de literaturas guiadoras.
Cuando aconteció el movimiento de la reforma,
alrededor del año 1880, fue el versículo de Isaías
27,13 el que condujo a publicar una hoja con literatura cristiana bajo el título de “Gospel Trumpet”
(Trompeta Evangelizadora) en Rome City, Indiana.
El profeta dice: “Acontecerá también en aquel día,
que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que
habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que
habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová
en el monte santo, en Jerusalén”. La primera edición
apareció el 1° de Enero de 1881.
La difusión de escritos tenía en aquel entonces un
rol importante. El objetivo era traer entre las personas
las nuevamente reconocidas verdades de la Palabra de
Dios. ¿Por qué escritos adicionales a la Biblia? ¿No
alcanzaba con la Biblia? - Existían diferentes inter-
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TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
pretaciones de la Escritura; se leía en ella, lo que no
era la intención de la Escritura, como por ejemplo, el
bautismo de niños, el mantener el sábado, negación
de la existencia del infierno, el sueño del alma, el
tener que pecar, etc. Los escritos no deben reemplazar a la Palabra de Dios, sino afirmarla.
La imprenta fue trasladada en varias ocasiones en
los primeros cinco años, hasta que en 1886, en Grand
Junction, Michigan, encontró un lugar perdurable.
Los pioneros de la Iglesia de Dios aprovecharon
cada oportunidad para anunciar el evangelio. Se hacía
en ambos idiomas, alemán e inglés (D. S. Warner era
bilingüe). Para ellos, no se trataba del idioma, sino
del mensaje. Mediante la inmigración proveniente de
Alemania aumentó la necesidad de escritos en idioma
alemán, pero especialmente por una publicación
alemana de la “”Gospel Trumpet” (Trompeta
Evangelizadora). El 1° de enero de 1895 apareció
entonces la primera “Evangeliums Posaune” alemana,
elaborada por el hno. F. I. Hahn, quien era pastor en
Milwaukee, Wisconsin. Precio de venta U$S 1,00. Se
publicaron 8.000 ejemplares, de los cuales 3.000
estaban pedidos.
La EP dio un impulso a la misión alemana. Al congreso anual en Anderson, Indiana, venían tantas personas de habla alemana, que tuvo que ser levantada
una carpa separada para los alemanes. Eso condujo a
que en 1897, cierta cantidad de pastores sintieran que
debían trabajar separadamente entre los alemanes.
La imprenta se utilizaba para ambos grupos de
idiomas. En 1906 fue traslada a Anderson, Indiana, y
continuó imprimiendo escritos en ambos idiomas. En
El edificio nuevo
aquel entonces surgían por todos lados iglesias
alemanas, lo que trajo consigo una demanda de
escritos en alemán. Así fueron impresos, por ejemplo
en 1903, en los primeros tres meses, 113.000
tratados, así como en 1907, un himnario en alemán
“Evangeliums Klänge” (Sonidos del Evangelio).
La EP se volvió vía de conducción de la verdad y
unió a los hermanos alemanes, que muchas veces se
encontraban solitarios. En una Carta del Lector decía:
“Vivimos lejos de cualquier iglesia. Leemos la Biblia
y la Trompeta. La Trompeta es nuestro pastor.” La
cantidad de lectores aumentaba cada vez más, de
modo que en diciembre de 1909 fueron impresos
31.900 ejemplares.
La Primera Guerra Mundial trajo consigo un
cambio radical. No solo surgió una tendencia antialemana, sino que cortó el apoyo financiero proveniente de Europa. ¿Se debía cerrar el sector alemán y
trasladarlo a Alemania? Se decidió no hacerlo. En la
Conferencia de Pastores en Anderson (1919) se tomó
la decisión de fundar una imprenta alemana separada,
bajo el nombre de “Gospel Truth Company”. El nombre fue cambiado en 1920, nadie sabe por qué, a
“Christian Unity Press”. En 1928, la imprenta de
Anderson fue trasladada a York, Nebraska. Aquí no
sólo se imprimió material de lectura en alemán, sino
que la imprenta se transformó en la central de la obra
alemana en EE.UU. En un gran lote fueron construidos, a través de los años, un nuevo edificio de imprenta, una iglesia y viviendas para los trabajadores.
Por muchos años, fueron periódicamente impresos
solamente escritos en el idioma alemán, como por
ejemplo, la Trompeta Evangelizadora, Mensajero de
misión (Missionsbote), cuadernillos de lecciones,
tratados, libros de enseñanza, himnarios, etc. En años
posteriores fueron impresos escritos en inglés, como
por ejemplo, “Foundation of Faith” y un himnario
“Worship Hymnal”. Hoy la imprenta es bilingüe. Y
también hoy como en el principio, no se trata del
idioma, sino del mensaje.
Lo obra alemana en York y en EE.UU. menguó con
los años. Los hermanos más ancianos fallecieron y la
gente joven se inclinó hacia el idioma del país, de
modo que ya no hay más cultos en York. Una y otra
vez se expresó la idea, si no sería de importancia para
la obra trasladar la imprenta a un lugar en donde
hubiera una congregación. La decisión se tomó en
2013 en la Conferencia de Pastores en Steinbach,
Manitoba, Canadá, y ahora se hizo realidad.
En noviembre de 2014 pudimos comprar con la
ayuda de Dios, un edificio con 25 años de antigüedad
con una ubicación favorable en Flint, Michigan, a un
precio razonable de U$S 227.000. Se encuentra en
una zona industrial y tiene una ubicación céntrica,
cerca del correo, UPS, Federal Express y el aeropuerto en Flint (3 km). La nueva imprenta se halla a unos
5 km de la iglesia en Swartz Creek. El edificio tiene
una superficie total de 5.000 pies2 (Aproximadamente
465 metros cuadrados) y está compuesto de dos
secciones del mismo tamaño. El sector de adelante
está compuesto de oficinas, una sala de conferencias
y dos baños. La prevista imprenta deberá ser instalada
en este sector delantero, porque las oficinas están
equipadas con aire acondicionado. El cambio de
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
23
Oficina e imprenta
temperatura daña a estas complejas máquinas. El sector
de atrás del edificio es un gran depósito, que está
provisto de una rampa de carga.
Asociado a esta mudanza está también previsto un
cambio a un proceso de impresión digital. La vieja impresora Heidelberg tiene más de 40 años, y el proceso de
impresión fue superado por una nueva tecnología. En
todas las decisiones, Dios ayudó maravillosamente y
abrió las puertas, de modo que las viejas máquinas
pudieron ser oportunamente vendidas. Por el momento
tenemos previsto comprar una impresora digital (alrededor de U$S 80.000-90.000). La máquina es capaz de
preparar todo hasta el producto final. Mientras escribo
este informe, 10 o más hermanos de Seminole, Texas,
están de camino (14 horas de viaje con auto), para
ayudar en York con la mudanza, es decir, empacar. En
cualquier momento, en un futuro cercano, se deberá
realizar la mudanza. También se mudará desde York a
Flint el hno. Dieter Heinze, responsable de los trabajos y
la editorial. Los hermanos Kurt Heinze, que durante años
estuvieron fielmente al frente de la misma, pasarán sus
últimos años en York.
Depósito
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TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
Durante el tiempo de la mudanza y el tiempo de las
instalaciones de las máquinas, realizaremos la impresión
de la EP en otro lugar, de modo que el envío no se vea
afectado. (Esperamos que ustedes, estimados lectores,
sepan comprender que hemos fusionado por primera vez
los números de Enero y Febrero de 2015.)
Pedimos por sus oraciones. Quien quiera ayudar
financieramente, también puede hacerlo. En un himno
dice tan acertadamente: “Hagamos lo que podemos,
pocos son los días aún […]”. Con la ayuda de Dios
queremos continuar transmitiendo a través del material
impreso las buenas nuevas. ¿Te preguntas si puedes
ayudar? Quizás conoces a alguien para quien puedas
solicitar la “Trompeta Evangelizadora” “Evangeliums
Posaune” o la “Foundation of Faith”. ¿Por qué no?
Todos los envíos serán solicitados a la nueva dirección:
Christian Unity Press
5195 Exchange Drive
Flint, MI 48507-2941, USA
Harry Semenjuk
Experiencias con Dios
“Engrandécete, oh Jehová, en tu poder; Cantaremos y alabaremos tu poderío.” (Salmos 21,13)
Queridos hermanos en el Señor,
para gloria de Dios, quiero testificar del poder que
tiene la sincera oración de sus hijos. Dios permitió
que mi vida estuviera en peligro a causa de una
sepsis. Pero estamos muy agradecidos a nuestro
creador Todopoderoso, de cómo estuvo a nuestro
lado durante este tiempo.
La enfermedad comenzó con fiebre, que sobrepasó
40° C en el lapso de una semana. Cuando los
antifebriles no surtían más efecto fuimos al hospital.
Allí mi estado empeoró, al punto que ya no
reaccionaba y tenía una saturación de oxígeno del
30%. Fue por gracia de Dios que mi esposa me
encontró a tiempo, y esto no generó secuelas
neurológicas. En realidad, ella pensaba visitarme
una hora más tarde. Luego de este acontecimiento
pasé a terapia intensiva.
Una tomografía computada mostró un absceso en el
cuello. Como este absceso comprimía una vena
cerca de su entrada al cerebro – un accidente cerebrovascular era inminente. Más tarde, los médicos
diagnosticaron neumonía bilateral. Como la infección progresó, los gérmenes ingresaron al sistema
circulatorio y causaron una infección generalizada.
Y así fui inducido a coma farmacológico. Me
operaron el absceso y resecaron parte de la vena
afectada. Yo continuaba conectado al respirador
mecánico, por lo que también se acumuló agua en
mi cuerpo, entre otros en los pulmones, pero gracias
a Dios, esto se resolvió con medicación. En total
recibí 4 unidades de sangre. Al séptimo día desperté
del coma. Me mantuvieron 3 días más en terapia
intensiva. Mi estado de salud mejoró rápidamente, y
luego de una semana pude dejar el hospital.
Tan rápidamente puede cambiar la vida. Que bien si
estamos lavados por la valiosa sangre redentora de
Cristo, y con corazón alegre podemos ir a su
encuentro. En el tiempo en el que estuve en coma no
pude elevar ninguna oración, y dependía de la ayuda
de otros. También para mis familiares, este tiempo
de incertidumbre era una pesada prueba. Leemos en
la palabra de Dios: “Dios nos pone una carga, pero
nos ayuda a sobrellevarla” Esta promesa la pudimos
experimentar de manera maravillosa. A Dios sea la
honra por ello.
Además de la grandiosa gracia y misericordia de
Dios, estaban las muchas oraciones de los hermanos
de diversas congregaciones locales, que me
mantuvieron con vida. Dios pudo haber dado fin a
mi vida, pero fue tan fervientemente implorado por
mí, que Dios mantuvo su promesa y escuchó las
oraciones de los justos. Cuando estuve en coma,
algunos hermanos también ayunaron e imploraron
por mí. Solo un día más tarde, abrí los ojos. También
por ello, solo a Dios sea dada la gloria.
Testimonios de personas, que no tienen un ancla en
Dios, testifican de dudas, desamparo y desconsuelo.
Una experiencia especial para mí, fue vivir el lazo
de amor entre los hermanos. Como estuvieron
ustedes a mi lado con ayuno, oraciones, consejos y
ayuda. ¡Qué alegre fue el volver a vernos! Quiera
Dios recompensarles ricamente este amor.
Con corazón agradecido
los saluda vuestro hermano en el Señor
Frank Venohr, Hamm (DE)
ENER O/FEBR ER O 2 015 │ TR OMPETA EVANGELI ZADOR A
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LLE VA DO SO BRE ALAS DE ÁG UIL A
No vayas
sin Jesús
Aquí en Suiza existen muchos glaciares. Estos son
campos de hielo en las altas montañas, a menudo
con profundas y peligrosas hendiduras. Mi padre, mi
hermano y mi cuñado realizaron una vez una
caminata glaciar. Como mi cuñado conocía esa zona,
no necesitaban un guía de montañas. Los glaciares
pueden tener hendiduras totalmente traicioneras, de
hasta 30 metros de profundidad. Con una reciente
nevada estas hendiduras pueden estar tapadas y ser
invisibles.
Cuando el grupo caminó apenas una hora
escucharon un llamado de auxilio. Al seguir ese
llamado, vieron que alguien cayó en una de esas
grietas. Había también otras dos personas al lado de
la abertura, las cuales no podían hacer nada. Como
mi cuñado sabía el procedimiento, sacaron con mi
hermano a aquella persona de la brecha. Todo duró
aproximadamente quince minutos. Por el intenso frío
en los glaciares, la persona estaba exhausta. Quien
no conoce, no debería ir nunca a los glaciares sin un
guía.
¿No es esto un ejemplo para nosotros, seres
humanos? La tierra con sus deseos y placeres se
asemeja a un glaciar. Cuántos quieren caminar en
esta vida sin el guía Jesucristo. No tarda mucho y el
hombre cae en una hendidura de pecado. Y de allí no
puede salir solo. Tiene que venir el Salvador para
rescatarlo. Jesús dice: “Yo soy el camino, y la
verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.”
No podemos hacer absolutamente nada sin Jesús.
Lealtad de Dios Padre
En invierno de 1816/17, cuando los productos
alimenticios estaban a un precio tan elevado, que las
personas pobres casi no lo podían comprar, el
piadoso tejedor Andreas Hiller de Walldorf en
Wuttemberg se encontraba en gran necesidad. En
una ocasión estaba triste delante de su gran Biblia,
que provenía de un difunto marinero, y había llegado
legalmente a sus manos. Justamente leía el Salmo
23, que comienza con las palabras: “Jehová es mi
pastor; nada me faltará.” Pero Hiller pensativo en
las ollas y los cuencos vacíos, también en el billetera
vacía y en el apetito de sus hijos, maneaba su cabeza
con respecto a esa promesa. Pero siguió leyendo
26
TR OMPETA EVANGELIZ ADOR A │ ENER O/FEBR ER O 2 015
hasta llegar al tercer versículo: “Confortará mi alma
[…]” Aquí culminaba la página. Hiller da vuelta la
hoja. Pero la continuidad no coincidía con lo que
había leído recientemente. Verificó y vio que dos
hojas estaban pegadas. Cuando la cortó con cuidado,
encontró para su sorpresa un fino papel con la cifra
50 en las dos esquinas, impresas con desconocidas
palabras. Después de consultar resultó ser un
legítimo billete inglés, con el valor de 50 libras, en
aquel entonces el valor de mil marcos alemanes.
El resto de la historia es fácil de adivinar. La
familia del tejedor no dejaba de agradecer
profundamente.
P Á G I NA I NFA NT I L
El Petirrojo
E
n un apartadero del ferrocarril, estaba durante un
largo tiempo un vagón de carga. Esperaba ser
reparado. Era primavera y un petirrojo vino del sur
buscando un lugar donde pudiera hacer su nido. De
casualidad voló por al lado del vagón y vio una esquína que coincidía exactamente con su necesidad.
Laborioso comenzó a realizar su nido. Pronto había
cinco huevos azules dentro del mismo.
Mientras tanto habían empezado con la reparación,
pero la hembra petirrojo no se inmutó. Su tarea ahora
era incubar sus huevos. Los trabajadores casi no la
veían - solo de vez en cuando mientras abandonaba el
nido para buscarse comida. Con el tiempo, cinco pichones hambrientos eclosionaron de los huevos. La
madre ahora tenía que buscar alimento de la mañana
hasta la noche.
Una mañana parecía que los pichones perderían a su
madre, dado que la reparación del vagón había terminado. Éste fue enganchado a una locomotora y ambos
se alejaron. ¿El destino?, una distante ciudad marítima
Pero la petirrojo no abandonó a sus crías. ¡Ella volaba
detrás - unos cien quilómetros voló tras el vagón!
n trabajador del ferrocarril se dio cuenta del
triste destino de esta familia de pájaros. Tuvo
pena y le comentó al jefe. Este ordenó detener el
vagón en un apartadero, hasta que los pichones pudieran volar. El tenía otros vagones a su disposición.
Ahora la petirrojo podía cuidar tranquila de su familia.
Si un pájaro se preocupa tanto por sus pichones, (y
los trabajadores del tren por una familia de pajaritos)
¡Cuánto más se preocupa nuestro Dios por sus hijos!
Si, el prometió: “No te dejaré, ni te desampararé”
(Hebreos 13,5) Dios tiene cuidado de ti porque te ama.
U
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27
“En tu mano están mis tiempos.”
(Salmo 31,15)
Años de vida se escurrieron
como la corriente, según el consejo divino.
Giras, Señor de los tiempos,
solo una página en el libro de la vida.
El tiempo está en tus manos.
¡Ayúdanos a completarlo fiel y sagaz!
Y cuando darás vuelta la hoja,
que ninguna página quede en blanco.
Escríbelo tú con escritura sagrada,
lo que nuestro corazón aquí no comprende,
Deja que la fe triunfe en nosotros,
la cual en tenebrosidad con nosotros está.
Como será y querrá culminar el año,
solamente tú sabes con perfección mi camino.
Tú tienes mis tiempos en tus manos,
por ello, déjame refugiarme en ti.
AÑO
121
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