Artículo de revisión Cuándo solicitar un PET/CT-FDG del sistema nervioso central Sonia Bermúdez1, Álvaro Tafur2, Isabela Zapata3, Gonzalo Ucrós4, Patricia Bernal5, Gustavo Triana6, Camila Rodríguez7 Introducción El PET o tomografía por emisión de positrones es una modalidad de imagen de medicina nuclear con más de 3 décadas de existencia y aplicación clínica. La fusión de imagen con la tomografía computada (CT), esto es, el PETCT, es de más reciente introducción; y es esta tecnología, el PETCT empleando 18 fluordesoxiglucosa (18FDG) como radiofármaco o radiotrazador, la que está disponible en nuestro país. La fluordesoxiglucosa es el resultado de la incorporación a la glucosa de un isótopo productor de positrones: el Fluor18. La producción de estos isótopos requiere un ciclotrón, que es un acelerador de partículas, y la incorporación del Fluor18 a la glucosa se hace en un laboratorio de radiofarmacia. La fluordesoxiglucosa tiene una vida de semidesintegración corta: aproximadamente, 110 minutos, en comparación con los tradicionales radiofármacos empleados en medicina nuclear. Un positrón es un electrón cargado positivamente que se emite desde el radiofármaco, y que al encontrarse con un electrón libre chocan y producen, por reacción de aniquilación, energía electromagnética que puede ser detectada. La fluordesoxiglucosa (FDG) inyectada en el organismo sigue la misma ruta de la glucosa; es decir, es tomada por las células de mayor metabolismo, y, a diferencia de la glucosa, no continúa la ruta para generación de energía, sino que es atrapada por la célula. Los tejidos que tienen un consumo mayor de energía, es decir, los que más consumen glucosa, tienen mayor captación de la FDG. Los tejidos de mayor metabolismo, como el corazón y el cerebro, son los de mayor captación de FDG. Las células patológicas con alto metabolismo, como las de los tumores, también son ávidas de la 18FDG. El PETCT es, pues, una modalidad de imagen que detecta alteraciones en el metabolismo de la célula aun antes de que se produzcan las anormalidades morfológicas, que son las que usualmente se visualizan por las modalidades de imagen convencional, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética. La fusión con la tomografía computarizada permite una localización precisa de tales anormalidades metabólicas, e incrementa así su certeza diagnóstica. Para la realización de este examen se requiere, entonces, el radiofármaco producido por un laboratorio de radiofarmacia adjunto a un ciclotrón que esté geográficamente cerca (teniendo en cuenta Radióloga del Departamento de Imágenes Diagnósticas del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Bogotá, Colombia. 2 Radiólogo del Hospital Militar Central y del Hospital de San José. Bogotá, Colombia. 3 Radióloga de la Clínica del Country. Bogotá, Colombia. 4 Médico nuclear, Departamento de Imágenes Diagnósticas del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Bogotá, Colombia. 5 Médica nuclear institucional del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Bogotá Colombia. 6 Radiólogo del Departamento de Imágenes Diagnósticas del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Bogotá, Colombia. 7 Radióloga y epidemióloga clínica. Universitetssjukhuset Örebro (Suiza). 1 21 su corta vida media) y de un equipo que es una combinación entre un tomógrafo computarizado o TC y un PET, que es una cámara de detección que tiene unos anillos con detectores del tipo cristales de centelleo, los cuales generan energía lumínica al detectar la reacción de aniquilación entre un positrón y un electrón. La imagen final se logra gracias a sofisticados procesos de electrónica y de sistemas de computador que reúnen toda esta información anatómica y funcional, lo que da como resultado una imagen anatómica de alta resolución donde se superpone la imagen que muestra el metabolismo celular de la FDG análogo al metabolismo de la glucosa en el organismo. La preparación del examen con ayuno del paciente alista a las células para captar la FDG en el momento de su inyección. Los niveles de glicemia deben ser normales o bajos, para evitar la competencia de la glucosa del organismo con la FDG. Una vez inyectado el paciente, debe permanecer en el mayor reposo posible, sin estímulos visuales o auditivos, para evitar procesos metabólicos musculares o de cualquier otra célula que aumenten la captación de la FDG en estas áreas, que no son el punto de interés del examen. El consumo de glucosa es un reflejo de la actividad neuronal. Mientras más energía consuma un área del cerebro, tiene mayor utilización de glucosa y mayor captación de la FDG. Normalmente la corteza cerebral, los tálamos, los núcleos grises de la base, captan más que la sustancia blanca, y, a su vez, el cerebro capta más que el cerebelo. Por su permanente actividad, la corteza visual es la de mayor captación en los hemisferios cerebrales. Fármacos como los barbitúricos, la cafeína y la nicotina pueden modificar la captación del cerebro y, por lo tanto, deben evitarse antes y durante el examen. Las alteraciones en esta actividad neuronal que ocurren en las áreas epileptógenas, en trastornos cognoscitivos y neuropsiquiátricos son detectadas por las imágenes de PETCT en el cerebro (1). La principal aplicación de esta modalidad de imagen es en oncología, para la detección y seguimiento de neoplasias como los carcinomas de pulmón, de colon, de cara y de cuello, o los melanomas y linfomas (2). En el sistema nervioso central (SNC) las principales aplicaciones son: la evaluación de pacientes con epilepsia refractaria, donde el foco primario de descarga eléctrica anormal se puede diferenciar del tejido normal en periodos interictales, por ser hipometabólico; también, el estudio de las demencias y enfermedades neurodegenerativas; en particular, la diferenciación entre la demencia por enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencias, y la evaluación de tumores recidivantes y su diferenciación con los cambios postradioterapia. La identificación del foco primario en epilepsias refractarias únicamente como examen prequirúrgico y la diferenciación de la enfermedad de Alzheimer de la demencia frontotemporal son las dos únicas aplicaciones del PET en el SNC aprobadas por las empresas pagadoras de salud en Estados Unidos. El potencial de desarrollo e investigación de esta modalidad de imagen es casi infinito. El empleo de otros radiofármacos más específicos análogos a los procesos del SNC, como la dopamina, o análogos al β amiloide, como el componente Pittsburgh1(3), permitirán en el futuro cercano diagnósticos más específicos de enfermedad de Alzheimer o enfermedad de Parkinson. 1 El componente Pittsburgh es un radiofármaco en desarrollo para estudios de PET cerebral. Es análogo al β amiloide, de tal manera que se fija donde hay placas de β amiloide, sustrato patológico de la enfermedad de Alzheimer y, por lo tanto, proporcionará un diagnóstico preciso de esta enfermedad. 22 Este articulo se limita a exponer las aplicaciones actuales del PET empleando como radiofármaco 18FDG, que es el estudio disponible en la práctica clínica. PET en la evaluación del paciente con epilepsia refractaria La localización de focos epilépticos en pacientes con enfermedad refractaria de difícil control en candidatos a resección quirúrgica es la principal aplicación del PETCT en el sistema nervioso central. La detección y localización de estos focos en el periodo interictal se basa en la detección de áreas hipometabólicas por pérdida neuronal y, por tanto, con reducción en el transporte y oxidación de la glucosa mitocondrial (4) (Fig. 1). Fig. 1. PETCT . Paciente con esclerosis mesial. Hipometabolismo del lóbulo temporal izquierdo. Nótese la menor captación del lóbulo temporal izquierdo en su región medial y, en menor grado, en el lado derecho. La esclerosis mesial temporal es el sustrato patológico más común de la epilepsia refractaria y presenta diversas alteraciones, como gliosis localizada al hipocampo, con pérdida del número de neuronas, y reorganización sináptica y de los axones que altera la función neuronal y se puede relacionar con las descargas generadoras de convulsiones (4,5). La resección quirúrgica del polo temporal afectado es el tratamiento de elección en los pacientes cuyo tratamiento médico no es efectivo. El objetivo de los estudios de diagnóstico es, entonces, la detección de la esclerosis mesial, la que, si bien puede ser bilateral, generalmente es ­asimétrica. El diagnóstico de la esclerosis mesial temporal y la determinación de la lateralidad de la misma se basan en la correlación de estudios anatómicos como la resonancia magnética, que demuestren el menor volumen y zonas de alta señal en el hipocampo afectado, estudios eléctricos como el electroencefalograma y estudios de (tomografía por emisión de positrones empleando ­fluordesoxiglucosa (PETFDG) que muestren el hipometabolismo en la misma localización. En las epilepsias llamadas neocorticales el foco de descarga eléctrica anormal es extratemporal; a menudo, estas áreas corresponden a zonas de alteración de la migración neuronal, detectables o no por estudios de resonancia magnética, y que de, igual manera, presentan reducción de la actividad de la [18F]FDG; por lo tanto se visualizarán como áreas hipometabólicas focales localizadas en la corteza cerebral, y son más frecuentes en los lóbulos frontales. Es importante tener en cuenta que, debido a las conexiones existentes entre los diferentes grupos neuronales del cerebro, la zona epileptógena al iniciar la actividad eléctrica anormal transmite 23 estas descargas a otros grupos neuronales y, sucesivamente, esta transmisión puede llegar a extenderse hasta convertir una epilepsia focal en generalizada. Las anormalidades metabólicas que existen en estas zonas de transmisión también pueden ser detectadas por el PET y pueden dificultar la identificación del foco primario de descarga eléctrica anormal, que es el objetivo del examen, pues es esta área la susceptible de tratamiento quirúrgico. Estas anormalidades se pueden ver en el tálamo del mismo lado del foco primario en el hemisferio cerebeloso contralateral o en la corteza supratentorial en casos de esclerosis mesial. La evaluación de trastornos cognoscitivos El diagnóstico temprano y la clasificación de los trastornos cognoscitivos en la población adulta son útiles, pues permiten intervenciones tempranas que pueden modificar el curso de la enfermedad con retardo en la aparición de la discapacidad de estas personas. A medida que la población envejece las demencias se convierten en un problema de salud pública, y por esto hoy día es tan importante la investigación dirigida al conocimiento de su etiología (6) y al tratamiento, que, por supuesto, será más efectivo cuanto más tempranamente se diagnostique la enfermedad. El PET como herramienta diagnóstica de alta efectividad es, entonces, un método que, independientemente de su costo, es útil y eficaz en este sentido, al permitir diagnosticar y caracterizar tempranamente la enfermedad (7,8). La enfermedad de Alzheimer, la forma más frecuente de demencia en el adulto mayor, tiene como sustrato patológico la formación de placas de amiloide y los ovillos fibrilares de la proteína Tau (6,9). Su presentación en estadios tempranos durante estudios de PET/CT-FDG se manifiesta como áreas hipometabólicas localizadas en las regiones temporoparietales y en el cíngulo posterior (10). En estadios más tardíos estas zonas hipometabólicas se visualizan en los lóbulos frontales, pero característicamente respetan las áreas sensoriomotoras (11) (Fig. 2). Comparado con otros métodos de imagen, como resonancia magnética (RM), la volumetría de los lóbulos temporales es un método de mayor utilidad; especialmente, en el diagnóstico temprano de la enfermedad (12-14). Fig. 2. Paciente con enfermedad de Alzheimer. Hipometabolismo bilateral en regiones parietotemporales (flechas). En los diagnósticos diferenciales se considera el trastorno cognoscitivo leve, en el cual pueden encontrarse áreas hipometabólicas localizadas en la corteza entorrina localizada en la región medial de los lóbulos temporales (15,16). En la demencia frontotemporal las zonas hipometabólicas se localizan en la región frontal y temporal anterior, y tardíamente se pueden extender hacia la 24 región parietal. Pueden, así mismo, comprometer las áreas sensoriomotoras; a diferencia de la enfermedad de Alzheimer, respetan el cíngulo. En la demencia por cuerpos de Lewy, en correlación con el hallazgo clínico de alucinaciones visuales, el compromiso se extiende hacia los lóbulos occipitales, lo que indica compromiso de la corteza visual primaria. Las demencias de tipo vascular pueden presentar un patrón de disminución del metabolismo multifocal subcortical, cambio que puede observarse no solo en los hemisferios cerebrales, sino en el cerebelo. Aplicaciones en trastornos neuropsiquiátricos En el campo de la psiquiatría y neuropsiquiatría se pueden realizar imágenes en reposo o con estímulos provocadores. Los diferentes estudios no son del todo concordantes, reflejan la complejidad de las alteraciones cerebrales y de las conexiones de acuerdo con la anormalidad bioquímica o metabólica de estas enfermedades. En pacientes con esquizofrenia y trastorno obsesivo-compulsivo se pueden encontrar zonas de hipometabolismo hacia la corteza prefrontal, que se asocian a áreas hipermetabólicas en los núcleos grises de la base en el trastorno obsesivo-compulsivo. En el caso de la depresión se describen áreas de hipometabolismo predominante hacia la corteza prefrontal ventromedial. El examen puede ser útil en la diferenciación con demencias. También se han estudiado pacientes con adicciones a medicamentos, en quienes se encuentran zonas hipometabólicas en las áreas corticales frontoorbitarias, así como en las amígdalas y el hipocampo (16-18). PET en evaluación de tumores El PET/CT-FDG no es un examen de diagnóstico ni de caracterización de las neoplasias cerebrales, y no reemplaza los métodos de imagen, como la resonancia magnética, en la detección o caracterización de estos. Por su alto recambio metabólico, los tumores gliales de alto grado o las lesiones metastásicas pueden ser visualizadas como zonas de hipercaptación en los estudios de PET. Esta propiedad se utiliza en el escenario de la diferenciación de neoplasia residual confrontando con cambios posradioterapia o cicatriciales, cuya diferenciación por las imágenes convencionales tiene dificultad diagnóstica (19). Se encuentran en investigación nuevos radiotrazadores, como la Cmetionina, que permitirían la cuantificación de las zonas necróticas dentro del tumor o que se unen a la membrana celular, y permiten una mejor cuantificación de su actividad en estudios de PET (20). Conclusión Las principales aplicaciones en la práctica clínica del PET/CT-FDG en el sistema nervioso, y donde el examen hoy día tiene un mayor rendimiento diagnóstico, son: evaluación del paciente con epilepsia intratable y candidato a cirugía, y la evaluación de pacientes con enfermedad de Alzheimer; específicamente, en su diferenciación con demencia frontotemporal, aplicaciones estas aprobadas por las empresas pagadoras de salud. En la evaluación de los pacientes con tumores cerebrales residuales en su diferenciación con radionecrosis y en la evaluación de trastornos psiquiátricos, su aplicación clínica es menor, pero el desarrollo y la investigación en estos campos son prometedores. 25 Referencias 1. Macapinlac HA. Positron emission tomography of the brain. Neuroimaging Clin N Am. 2006;16(4):591-603. 2. Rohren EM, Turkington TG, Coleman RE. Clinical applications of PET in oncology. Radiology. 2004;231(2):305-32. 3. 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