INSTITUTO PANAMERICANO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA 2a REUNION TÉCNICA CONJUNTA DE LAS COMISIONES DEL IPGH Panamá, Republica de Panamá, 15‐17 de Junio de 2011 TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN Y LA COMUNICACIÓN (TICs) EN LAS CLASES DE GEOGRAFÍA Prof. Lic. Cacace Graciela INTRODUCCIÓN Las aplicaciones computacionales se han instalado definitivamente en el ámbito de las ciencias y han tomado una posición central en la mayoría de las actividades humanas. El desarrollo tecnológico actual ha posibilitado la aparición de las denominadas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) que llevan a configurar el marco de vínculos globales basados en el formato digital. Con el inicio del siglo XXI la dimensión espacial ha cobrado particular importancia al momento de analizar y comprender el mundo que nos rodea. En Este sentido, la Geografía como ciencia ocupa un lugar destacado. La tecnología Sistemas de Información Geográfica SIG representa el más alto nivel evolutivo tecnológico orientado al estudio de las distribuciones espaciales y permite incorporar características del espacio geográfico. En este contexto las clases de Geografía deben ser repensadas así como la formación docente para el mejor aprovechamiento de estas tecnologías como verdaderas herramientas didácticas. LAS SOCIEDADES DEL CONOCIMIENTO Desde mediados del siglo XX, los grades cambios provocados por la tercera revolución industrial –la incorporación de las nuevas tecnologías– han creado una nueva dinámica social que se encuentra en constante evolución. El nuevo “salto tecnológico” que incluye el auge de Internet, la telefonía móvil, las tecnologías digitales, abre nuevas posibilidades al desarrollo. En este contexto, el conocimiento se ha convertido en objeto de inmensos desafíos económicos, políticos y culturales. Hoy formamos parte de las sociedades del conocimiento y de la información1. El concepto de sociedad de la información se basa en los progresos tecnológicos. En cambio, el concepto de sociedades del conocimiento comprende dimensiones sociales, éticas y políticas mucho más profundas. Hablamos de sociedades ya que siempre diferentes formas de conocimiento y diversidad lingüística y cultural intervienen en la construcción de las sociedades. La revolución de las nuevas tecnologías ha significado la entrada de la 1 La noción de “sociedad del conocimiento” fue utilizada por primera vez en 1969 por un universitario, Peter Drucker, y en el decenio de 1990 fue profundizada en una serie de estudios detallados publicados por investigadores como Robin Mansell o Nico Stehr. Esta noción nació a finales de los años sesenta y principios de los setenta, casi al mismo tiempo que los conceptos de “sociedades del aprendizaje” y de educación para todos a lo largo de toda la vida. información y del conocimiento en una lógica acumulativa que Manuel Castells ha definido como “la aplicación *del conocimiento y la información+ a los procedimientos de creación, procesamiento y difusión de la información en un bucle de retroacción acumulativa entre la innovación y sus utilizaciones prácticas”. La información es efectivamente un instrumento del conocimiento, pero no es el conocimiento en sí. Pese a que estamos presenciando el advenimiento de una sociedad mundial de la información en la que la tecnología ha superado todas las previsiones con respecto al aumento de la cantidad de informaciones disponible y la velocidad de su transmisión, todavía nos queda un largo camino que recorrer para acceder a auténticas sociedades del conocimiento. El exceso de información no es necesariamente una fuente de mayor conocimiento. El ritmo constante de la innovación tecnológica obliga a efectuar actualizaciones periódicas. Estamos en presencia de un verdadero determinismo tecnológico. Una de las características más importante de las sociedades del conocimiento es propiciar la educación para todos a lo largo de toda la vida. Se supone que una sociedad del conocimiento ha de poder integrar a cada uno de sus miembros y promover nuevas formas de solidaridad con las generaciones presentes y venideras. No deberían existir marginados en las sociedades del conocimiento, ya que éste es un bien público que ha de estar a disposición de todos. Sin embargo, ya podemos observar cómo se multiplican paradójicamente las brechas y las exclusiones, tanto entre los países como dentro de cada sociedad. Vivimos en una sociedad en la que el 20 % de la población mundial concentra en sus manos el 80 % de los ingresos del planeta2. Las brechas digitales son un problema muy preocupante. La exclusión de la información no sólo es una cuestión de acceso y conexión, sino también de contenidos y guarda relación con los obstáculos educativos, culturales y lingüísticos que hacen de Internet un objeto extraño e inaccesible para las poblaciones que han quedado confinadas en los márgenes de la mundialización. Se suele hablar de “sociedad mundial de la información y de red extendida por todo el mundo” (WWW world wide web), pero en realidad sólo el 15,6 % de la población mundial tiene acceso a diario a Internet 3. El 90% de las personas “conectadas” viven en los países industrializados: 30% en América del Norte, 30% en Europa, 30% en Asia y el Pacífico y el 10 % en América Latina. Esta “brecha digital” es ante todo un problema de acceso a las infraestructuras. A este respecto, conviene recordar que 2.000 millones de seres humanos no disponen de corriente eléctrica, que por el momento es la condición básica del acceso masivo a las nuevas tecnologías. La brecha digital alimenta otra mucho más preocupante: la brecha cognitiva, que acumula los efectos de las distintas brechas observadas en los principales ámbitos constitutivos del conocimiento –el acceso a la información, la educación, la investigación científica y la diversidad cultural y lingüística– y representa el verdadero desafío de las sociedades del conocimiento. La resolución del problema de la brecha digital no bastará para resolver el de la brecha cognitiva. En efecto, el acceso a los conocimientos útiles y pertinentes no es una mera cuestión de infraestructuras, sino que depende de la formación, de las capacidades cognitivas y de una reglamentación adecuada sobre el acceso a los contenidos. Poner en contacto a las poblaciones mediante cables y fibras ópticas no es suficiente, pues esa “conexión” debe ir acompañada por creación de capacidades y la producción de contenidos adecuados. Las 2 3 Programa de Naciones Unidas para el desarrollo – PNUD - 2010 Conferencia de la ONU para el Comercio y el Desarrollo ( UNCTAD 2010 tecnologías de la información y la comunicación necesitan aún que se elaboren nuevos instrumentos cognitivos para actualizar todo su potencial. Las sociedades del conocimiento nos llevan a otro concepto, las Sociedades del aprendizaje. Desde los trabajos realizados por Robert Hutchins (1968) y Torsten Husén (1974)1, la expresión “sociedad del aprendizaje” (learning society) se refiere a un nuevo tipo de sociedad en la que la adquisición de los conocimientos no está confinada en las instituciones educativas (en el espacio), ni se limita a la formación inicial (en el tiempo). En un mundo cada vez más complejo en el que todo individuo puede verse obligado a ejercer varias profesiones en el transcurso de su existencia, es indispensable seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida. Este modelo de aprendizaje se ha difundido mucho más allá del universo de los educadores y se ha extendido a todos los niveles de la vida económica y social. Aprender a aprender sigue siendo para el alumno la mejor garantía de que podrá después proseguir su itinerario educativo en estructuras formales o no formales. Una de las competencias necesarias para aprender a aprender es la capacidad para buscar, jerarquizar y organizar la información. Hacer que un alumno aprenda a aprender es ponerlo delante de una computadora, no para hacer de ella un mero usuario, sino para enseñarle a que se sirva de ese instrumento y lo adapte a sus usos y su cultura. El dominio de la lectura y el dominio del soporte digital no se excluyen sino que se complementan. En las sociedades del conocimiento el aprendizaje es continuo. Aprender a lo largo de toda la vida es un enfoque que cobra sentido en tres niveles íntimamente ligados entre sí: el desarrollo personal y cultural, que es el que da sentido a la existencia de cada individuo; el desarrollo social, que se refiere al lugar ocupado en una comunidad, la ciudadanía, la participación política y la sociabilidad; y el desarrollo profesional, que guarda relación con el empleo no precario y de calidad, el vínculo con la producción, la satisfacción profesional y el bienestar material. Las nuevas tecnologías abren paso a una educación basada en el desarrollo del aprendizaje electrónico (e -learning) o “E-ducación”. Este concepto encierra desde el trabajo en una PC en las aulas hasta las carreras cursadas totalmente a distancia. La enseñanza virtual permite una supervisión individualizada, unida a una flexibilidad de la gestión del aprendizaje y a una mayor autonomía en la adquisición del saber. Más allá de las ofertas educativas institucionales, Internet tiende a convertirse en el medio privilegiado de la autodidáctica, suministrando instrumentos de aprendizaje informal. El derecho a la educación es uno de los derechos humanos proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948). La educación básica para todos sigue siendo una prioridad absoluta. Pero hoy, además, se propicia una educación para todos y a lo largo de toda la vida. En este marco, ha adquirido una gran importancia la educación de los adultos como una respuesta a la creciente inestabilidad del empleo y los oficios y carreras profesionales. El fenómeno del aprendizaje (learning) está destinado a generalizarse en nuestras sociedades a todos los niveles. Con la noción de educación para todos a lo largo de toda la vida, educación ya no es sinónimo de escolaridad. En la mayoría de los sistemas educativos la educación básica se imparte durante la escolarización obligatoria. Puede afirmarse que la escuela, en tanto que lugar e institución, seguirá siendo por mucho tiempo el pilar fundamental de este tipo de educación y continuará asumiendo la misión fundamental de la alfabetización. LA GEOGRAFÍA, LA DIMENSIÓN ESPACIAL Y LOS SIG La Geografía como ciencia del espacio geográfico ha presentado diferentes visiones paradigmáticas a lo largo de su historia sin que una de ellas llegue a desplazar y reemplazar completamente a la anterior. Las perspectivas actuales son consideradas como una revalorización de los paradigmas anteriores: La Geografía Postmoderna (de los años ´90) revaloriza las perspectivas radicales. Se basa en una crítica a la racionalidad moderna e intenta rescatar el papel central de la dimensión espacial de la Geografía Crítica. Representa una perspectiva teórico-cultural para el entendimiento de la sociedad actual. La Geografía de los Paisajes (años ´90) revaloriza las perspectivas clásicas con aporte sistémico del cuantitativismo. Corresponde a la revalorización de la Geografía Física vinculada al importante peso adquirido por la dimensión ambiental en Geografía. Busca superar la dicotomía sociedad-naturaleza basándose en el concepto de Geosistema (Baxendale, 2010b). La Geografía Automatizada (década del ´90) revaloriza la Geografía Racionalista y la Geografía Cuantitativa. Corresponde a la teoría y metodologías geográficas incorporadas en los SIG, los cuales permiten la automatización digital de procedimientos destinados al Análisis Espacial. Estas perspectivas revalorizadas son aquellas que tienen alcance multidisciplinario conformando una verdadera Geografía Global (Buzai, 1999). Con el inicio del siglo XXI la dimensión espacial ha cobrado particular importancia al momento de analizar y comprender el mundo que nos rodea. Las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TICs) llevan a configurar el marco de vínculos globales basados en el formato digital, en el cual la tecnología de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) ocupa una posición destacada. Los SIG no solamente produjeron una importante revolución tecnológica (por sus métodos y técnicas), sino que principalmente permiten una revolución intelectual (teórica y epistemológica), desarrollando capacidades en la inteligencia espacial utilizada para comprender el mundo. La tecnología SIG representa el más alto nivel evolutivo tecnológico orientado al estudio de las distribuciones espaciales y permite incorporar características del espacio geográfico a toda disciplina que considere importante abordar la dimensión espacial de sus objetos de estudio. Aunque inicialmente surgió del trabajo de geógrafos, hoy los SIG se aplican principalmente en el análisis y resolución de problemáticas en la que interviene la relación entre la sociedad y el espacio geográfico en una gran cantidad de ciencias, por lo cual desde un comienzo fue considerada una herramienta multidisciplinaria. Los SIG integran ambas bases de datos actuando como núcleo de un campo de gran amplitud denominado Geoinformática. Teixeira et al. (1995:24) considera a los SIG como un “conjunto de programas, equipamientos, metodologías, datos y personas (usuarios), perfectamente integrados, de manera que hace posible la recolección de datos, almacenamiento, procesamiento y análisis de datos georreferenciados, así como la producción de información derivada de su aplicación”. Por las posibilidades de integración y sus grandes capacidades multidisciplinarias, Chorley (1987) afirma que los SIG representan el paso más importante para el tratamiento de la información geográfica desde la invención del mapa. En este contexto los SIG presentan una alta potencialidad didáctica al superar ampliamente sus posibilidades técnicas. La Geoinformática se convierte en un campo de gran amplitud en el cual se pueden incluir todo tipo de software de aplicación y del cual la tecnología SIG es su núcleo al tomar el lugar central. Esto es posible porque la Geoinformática no se define a través del tipo de programas computacionales que la integran, sino a través de la clase de información que maneja: información geográfica o geoinformación. Por lo tanto, todo tipo de aplicación computacional podría ser incluida, desde las más generales hasta las más específicas, pues todas se relacionan en enlaces de sucesivas vinculaciones que posibilitan la creación de modelos digitales de la realidad. El Ciberespacio4 puede ser visto como un avance contextual de mayor amplitud, contando con la posibilidad de evolucionar hacia la realidad virtual en un conjunto de técnicas integradas con tres nodos (Huang, Jiang y Li, 2001): SIG, Internet (I) y Realidad Virtual (RV) que conformarán en el futuro un campo integrado hacia la NeoGeografía, como la aparición de nuevas herramientas de exploración de datos geográficos (Ruiz, 2010), por lo que estas aplicaciones pueden comenzar a considerarse como Sistemas de Conocimiento Geográfico (GKS Geographical Knowledge Systems) (Taylor, 1990). Es en este punto donde se encuentra sustentado lo que ha dado lugar a la conformación del campo de estudio de la Cibergeografía (Buzai, 2000; Toudert y Buzai, 2004) en la cual las futuras líneas de estudio contemplan una conjunción entre las capacidades técnicas, una realidad aumentada, aspectos sicológicos y estructuración del lenguaje en el marco de la mejores capacidades de comunicación espacial (Winter, 2004). Sin duda, los SIG como tecnología se enmarcan en una Geografía que adhiere principalmente a estudios de carácter locacional requiriendo para su análisis e interpretación de los conocimientos que brinda la Geografía. La enseñanza de los SIG ayuda a desarrollar en los alumnos un pensamiento e inteligencia espacial que les permite comprender las interrelaciones de fenómenos en el territorio y más ampliamente las relaciones sociedad – naturaleza. Priorizando entonces la formación en marcos teóricos para la comprensión de la organización del territorio, los SIG se presentan en al aula no como mera técnica a ser aprendida sino como una tecnología. Los SIG como tecnología permiten el análisis y tratamiento de la información geográfica al definir a la Geografía como ciencia de la organización del territorio. Los SIG y las nuevas tecnologías permiten incorporar el trabajo con imágenes satelitales y la Teledetección. La tecnología espacial ya forma parte de nuestra vida cotidiana. La posibilidad de fotografiar la Tierra, primero desde el aire y luego desde el espacio, permitió obtener 4 Buzai, Gustavo D., Baxendale, Claudia A., Cacace, Graciela, Caloni, Nicolás y Cruz, María del Rosario Potencialidad de los Sistemas de Información Geográfica (SIG) para la educación en Tecnologías de la información y la Comunicación (TIC) en el aula. Aportes desde la Geografía para la modelización espacial. 2011 - Monografía. MERIDIANO mucha más información que la simple observación de imágenes panorámicas. Las imágenes satelitales informan sobre la contaminación, las sequías, las inundaciones, los incendios forestales, el aspecto del paisaje, la producción agroganadera, etc. Ellas son documentos que representan y recrean la realidad geográfica. Como recurso didáctico, complementan al mapa y a otros documentos transmitiendo una nueva visión del espacio geográfico. Los datos extraídos de estas imágenes proveen de información valiosa que enriquece el campo de la investigación así como la toma de decisiones con mayor calidad de información debido a su naturaleza multidisciplinaria. En el siglo XXI, docentes y alumnos no pueden desconocer estas nuevas tecnologías presentes a diario en nuestras vidas. Más aún, los conocimientos provenientes del uso de la teledetección tienen su aplicación directa en los contenidos de Geografía. Concretamente en las escuelas los docentes no pueden no utilizar estas herramientas que superan la información tradicional de los mapas. LAS TICS COMO HERRAMIENTAS DIDÁCTICAS EN EL AULA Las sociedades de la información y del conocimiento están planteando nuevas formas de comunicación, de construcción del conocimiento y de convivencia. Esta realidad nos obliga a analizar la mejor forma de integrar las nuevas tecnologías a las propuestas de enseñanza. Ello supone utilizar nuevos materiales didácticos fundamentados pedagógicamente. Cabrero Almenara (1999) señala que los materiales didácticos propician el desarrollo de habilidades cognitivas, en un contexto determinado, facilitando y estimulando la intervención mediada sobre la realidad. La tecnología educativa se ocupa de descubrir la potencialidad educativa de los medios y materiales diversos y la incorporación de los mismos a las instituciones educativas. Las TICS son potenciadores de habilidades intelectuales en los alumnos y son un vehículo expresivo para comunicar ideas, sentimientos, opiniones y favorecer el aprendizaje. Las TICS se han convertido en un eje transversal de toda acción formativa donde casi siempre tendrán una triple función: 1- como instrumento facilitador de los procesos de aprendizaje (fuente de información, canal de comunicación entre formadores y estudiantes, recurso didáctico), 2- como herramienta en el proceso de la información y 3- como contenido implícito de aprendizaje (los estudiantes al utilizar las TICS aprenden sobre ellas y potencian sus competencias digitales). Para integrar y utilizar con eficiencia y eficacia las TICs, el docente necesita una buena formación técnica sobre el manejo de las herramientas y una formación didáctica que le proporcione un “buen saber hacer pedagógico con las TICs”. Y si bien no podemos ir al ritmo de los cambios tecnológicos, tampoco podemos estar de espaldas a ellos. Generalmente, la flexibilidad tecnológica se enfrenta a la rigidez académica e institucional que escapa a veces a los propios profesores y centros de estudios. En la escuela moderna, el saber escolar era el que prevalecía sobre cualquier pauta cultural familiar y de otra índole. Hoy no es la cultura escolar la que prevalece puesto que existen múltiples y variadas fuentes de conocimiento que son percibidas como más intresantes y valiosas. En la escuela secundaria y en relación con los adolescentes, es donde se notan los mayores cambios. La función de “enseñar” conocimientos de vigencia limitada a dejado de ser el papel central del docente quien debe realizar la difícil tarea de ayudar a aprender de manera autónoma en esta sociedad de cambios vertiginosos. Además de aprender a convivir con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías que inciden en la vida de los jóvenes. Para Jacques Delors (1996), la educación debe ser la carta náutica o la brújula para poder navegar en un mundo complejo y en permanente agitación. Desde este punto de vista, la situación del aprendizaje hace del docente un guía y un acompañante del acto de aprender, en vez de una autoridad que impone un saber ya codificado que el educando debe asimilar obligatoriamente. La capacidad de tratamiento de la información y representación se ha modificado, ya no sólo se trabaja lo textual, sino otros sistemas de símbolos, hoy muy arraigados en la vida del ciudadano como son los lenguajes audiovisuales, multimedia, hipermedia. Las esperanzas suscitadas por las tecnologías de la información digital pierden consistencia mientras no se consiga integrarlas de verdad en los planes de estudios y la pedagogía. La amplitud de la problemática educativa presupone la existencia de un personal docente formado y al corriente de las innovaciones tecnológicas, científicas y epistemológicas relacionadas con cada disciplina y con los procesos educativos propiamente dichos. La formación de los docentes debe, por consiguiente, trascender la adquisición de una competencia disciplinaria. Tienen que formar parte de ella tanto el aprendizaje de las nuevas tecnologías como una reflexión sobre los medios para lograr la motivación y dedicación de los alumnos. El nuevo papel del profesor como asesor, guía, orientador frente a los recursos digitales y las tecnologías, se une aquí, a la vez, en un aprendizaje mutuo con el alumno, porque para todos siempre hay algo nuevo que aprender. Ayudar al alumno a construir su conocimiento, a buscarlo, a utilizar nuevos soportes para el aprendizaje y la enseñanza, a autoevaluarse, a tiempo que aprendemos con ellos. Los jóvenes están llamados a desempeñar un papel fundamental en este ámbito, ya que suelen hallarse a la vanguardia de la utilización de las nuevas tecnologías. Hoy hablamos de nativos digitales y de inmigrantes digitales. Los jóvenes que nacieron entre 1980/90 son los llamados generación M, son los hiperconectados de la WEB 2.0. Como usuarios de Internet se convierten no sólo en receptores y poseedores de esta nueva cultura de la era de la información, sino también en sus protagonistas. Son los prosumidores de Internet (Piscitelli A. 2007) consumidores y productores, usuarios y protagonistas de esta nueva democracia digital que integran las comunidades virtuales y redes sociales. Así son los ciudadanos de siglo XXI La diversidad de las modalidades de acceso al conocimiento constituye una de las características más importantes de las sociedades del aprendizaje. Las clases de Geografía no pueden estar ajenas a este cambio. La reducción de la brecha digital tendrá que efectuarse a menudo recurriendo a soluciones mixtas combinando “antiguas” con nuevas tecnologías y construyendo auténticas sociedades del conocimiento. El recurso al tratamiento de texto electrónico o la utilización de motores de búsqueda son hábitos recientes, pero están tan profundamente arraigados en las costumbres y el lenguaje cotidiano que las actividades cognitivas se parecen cada vez más a procesos asistidos por computadoras. El auge de las tecnologías digitales ha introducido nuevos soportes de almacenamiento con capacidades que parecen potencialmente ilimitadas y que se caracterizan por una facilidad de acceso sin precedentes. Los discos duros, DVD o tarjetas, demuestran que la memoria se considera cada vez más una función material, automatizada y artificial. La información en línea es accesible desde cualquier punto de acceso, lo cual hace de Internet un archivo mundial de envergadura inédita, creciente y rápida. La revolución digital permite la evolución del libro hacia los libros electrónicos o e-books donde el texto aparece como en un libro. Los textos escritos distan mucho de desaparecer con el uso de la pantalla. Por Internet se pueden adquirir a bajos costos así como bajar libros en formato .pdf La digitalización de más de 15 millones de obras impresas que se pueden descargar gratuitamente de Internet. Además de las Publicaciones digitales. El desarrollo del hipertexto y la combinación cada vez más frecuente del texto con otros elementos (imágenes, sonidos, etc.) provocan una evolución de lo escrito que modifica el propio acto de leer, así como las formas de escritura. La interactividad convierte al texto en una especie de espacio virtual con una nueva dimensión: la capacidad para establecer una interacción con un usuario, estimulando en éste una actitud de lectura activa y centrada en un objetivo específico. Por eso, la lectura ya no se vive como una actividad de impregnación y reflexión lenta como era en el pasado. Algunos estimaron que el “boom” de la informática significaba la muerte inevitable de las bibliotecas. Si hay una crisis es más bien una crisis de crecimiento ya que las bibliotecas se transforman en mediatecas. En Geografía, los atlas digitales, Google Earth, los mapas electrónicos, planos, buscadores de calles, etc. Son herramientas fundamentales. Otra posibilidad muy interesante son los portales educativos, donde cada parte (empresas editoriales, administración, centros, universidades,…) poseen unas funciones, intereses y recursos distintos, pero están unidos en una misma intención: la educación. Una coordinación de sus esfuerzos centrados en proyectos concretos potenciaría la eficacia de todos. Estos portales están asumiendo funciones similares y cada una con el tiempo debe tomar su lugar, es un proceso de identificación en el nuevo "territorio que crea la red". El Campus virtual es un espacio de trabajo utilizando Internet como plataforma de aprendizaje. El campus virtual es diseñado para lograr una mayor interacción entre alumnos, docentes y autoridades y con toda la comunidad educativa y para exponer a los alumnos y docentes a nuevas tecnologías como las aplicaciones y servicios de la WEB 2.0 Además, todos los procesos son públicos, transparentes y adaptables. Un verdadero ejemplo de Gestión del conocimiento y de práctica social donde se enseña y aprende juntos. El Campus virtual genera docentes y alumnos más flexibles y abiertos; preparar a los alumnos para manejarse en un entorno de cambio acelerado y de innovación. Edgar Morín afirmó que enfrentar la incertidumbre es un factor importante para la educación del futuro. El Aula Virtual o la clase virtual reproduce lo que hacemos los docentes cada vez que entramos en el aula: presentamos contenidos, explicamos, enseñamos a desentrañar conceptos complejos, ejemplificamos, contextualizamos, jerarquizar lecturas proponer actividades, material de estudio, trabajos prácticos, autoevaluaciónes, preguntas. En una clase virtual, donde no hay contacto cara a cara entre docente y alumnos, la presentación debe incluir expresiones comunicativas que den calidez. También s interesante trabajar con Sistemas de Posicionamiento Global (GPS), realidad virtual y videos explicativos que se pueden bajar de Youtube. Todas ellas son herramientas didácticas muy actuales. Un SIG no se agota en el uso de comandos. La mejor utilización de estos sistemas solamente se hará aprendiendo y haciendo Geografía. Una Geografía que debería ampliar el enfoque limitado que presentan los diseños curriculares, para que junto a otras visiones logren brindar el abanico de posibilidades que favorezca realmente la capacidad crítica de los alumnos. La formación de los docentes de Geografía es una instancia previa fundamental al momento de querer lograr la incorporación de los SIG en al aula. Como se ha mencionado previamente el conocimiento de esta técnica debe transformarse en conocimiento de la tecnología y teorías que incluyen para que su aprendizaje por parte de docentes supere la mera capacitación en habilidades de tipo técnica. El principal obstáculo que se presenta al momento de desarrollar una situación didáctica donde profesores de Geografía ya formados intentan capacitarse en SIG, no será el cognitivo sino el epistemológico ante la necesidad de definir claramente los enfoques geográficos vinculados a los procedimientos de análisis espacial que permiten realizar los SIG. Si el docente no tiene conocimiento acerca de los aportes que los SIG pueden brindar para la formación de los alumnos, difícilmente se encuentre motivado para aprender a utilizarlos y a avanzar en el estudio de la Geografía que los sustentan. Según estas teorías las prácticas no son concebidas como la aplicación de la teoría sino como parte del aprendizaje inseparable de la teoría. Las prácticas se transforman en acciones que materializan un conocimiento o saber pero que no son las “aplicaciones” de dichos conocimientos sino parte de su conformación. Respeto de las Imágenes satelitales como herramientas de aprendizaje existen software libres para trabajar en el aula. Por ejemplo, el programa Multispec es un software con muy buenas capacidades para el trabajo educativo ya que sus herramientas permiten al usuario ingresar de manera simple al mundo de las imágenes satelitales. Se puede descargar por Internet desde la web de la Universidad de Purdue, Australia, en forma libre. CONCLUSIÓN La sociedad del nuevo milenio cambia inexorablemente. Cambian las formas de trabajar, divertirnos, estudiar, relacionarnos, aprender mediados por las nuevas tocologías. Son las tecnologías de la información y la comunicación que están hasta modificando nuestra forma de pensar5. Pero lamentablemente, la nueva sociedad del conocimiento se mundializa de una manera profundamente desigual. Aún no se cumple con la condición central que hace posible la sociedad del conocimiento, el libre acceso, circulación y difusión del conocimiento en todas las naciones facilitando el progreso económico y social. La sociedad de la información surgió con el uso intensivo de las nuevas tecnologías de la comunicación. La información es un instrumento del conocimiento. El conocimiento requiere ser comprendido y aprendido. 5 Jodi Adell (1997) En la nueva sociedad que emerge, la educación representa, más que en otras épocas, la única llave de entrada al futuro. Por lo tanto se necesitan individuos adaptables y críticos frente a las propuestas de un mundo diferente. Personas capaces de comprender y organizar la complejidad de la información. Personas que utilicen y generen nuevas formas de comunicación para asumir las nuevas opciones planeadas por la realidad en el marco de la pluralidad conceptual. BIBLIOGRAFÍA ARAYA, F.R. 2009. Perspectivas en la enseñanza de la geografía escolar y universitaria. En: Delgado Mahecha, O. y Cristancho Garrido, H. (editores) Globalización y territorio: reflexiones geográficas en América Latina. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. pp 341-359. BAXENDALE, C. 2010a. Geografía, organización del territorio y Sistemas de Información Geográfica. En: Buzai, G. (editor) Geografía y Sistemas de Información Geográfica. Aspectos conceptuales y aplicaciones. GESIG-UNLU. Universidad Nacional de Luján. Buenos Aires. pp 3749. BAXENDALE, C. 2010b. El estudio del paisaje desde la Geografía. 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