CROSS DE ALCOBENDAS HISTORIA Alcobendas, ciudad dormitorio, mece su cross en la cuna del parque de Andalucía. Incluso hay quienes dicen que el origen del nombre de esta localidad madrileña parte del árabe Alccoba, que significa lugar de reposo. Desde los años 60 estamos ante una localidad en constante crecimiento gracias, sobre todo, a los numerosos trabajadores de la urbe madrileña que pernoctan diariamente en sus múltiples casas y pisos. Para dar fe del tremendo auge baste un dato, Alcobendas tenía en 1974 unos veinte mil habitantes. Treinta y cinco años después son más de ciento diez mil los que conviven en una ciudad que prácticamente ya no tiene espacio hacia el que seguir creciendo. Antes de que ocurriera esto, la historia de la ciudad es sumamente compleja. La primera referencia histórica sobre Alcobendas data de los albores del siglo XIII y es un documento escrito en latín y fechado en Burgos el cinco de Agosto de 1208, que se conserva en el Archivo Municipal de Segovia. La adscripción de Alcobendas al territorio de la villa de Madrid venía confirmada por este diploma en el que el rey Alfonso VIII hacía deslinde y fijaba los límites de los territorios de los concejos de Madrid y Segovia como consecuencia de la comisión otorgada a tal efecto a un alcalde real o juez llamado Minaya. Tras la batalla de Montiel, en 1369, Enrique II el de las Mercedes donó a Pedro González de Mendoza el señorío de Alcobendas, secesionándolo del alfoz de Madrid junto con Barajas y Cobeña en respuesta al apoyo que la actual capital había prestado a su hermano Pedro I El Cruel. Desde tal año y hasta 1453 perteneció Alcobendas a la familia de los poderosos Mendoza. En 1454, uno de esto, don Iñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, cambió Alcobendas por la villa de Torija a Gonzalo de Guzmán, conde de Gelves. Éste permutaría su señorío sobre la localidad a Diego Romero, alcalde mayor de Toledo, por la villa vallisoletana de Valdenebro, en 1454. Y éste a su vez, haría lo propio en 1457 por la villa toledana de Carmena a Diego Arias Dávila, contador mayor real del rey Enrique IV. Desde entonces, y hasta la supresión de los señoríos jurisdiccionales en el siglo XIX, Alcobendas perteneció a la familia Arias Dávila, más adelante Condes de Puñonrostro. En la actualidad es una urbe moderna que se resiste a ser únicamente una ciudad dormitorio. Buen ejemplo de ello son los numerosos lugares de esparcimiento creados en torno a ella, sobre todo parques inmensos. Y si algún cross sabe de ellos es éste, pues su circuito ha estado ubicado ya en tres diferentes. El último, el definitivo, está situado en pleno corazón de Alcobendas. Hablamos del Parque de Andalucía, ubicado en la calle que lleva el nombre del pintor Bartolomé Esteban Murillo. Es el más grande entre los de la localidad y cuenta con un lago espléndido justo en el centro. En él suelen realizarse además conciertos y otras pruebas deportivas, por ejemplo ciclistas. Es uno de los lugares favoritos para el esparcimiento de los alcobendenses y también, como sucede hoy en día en la mayoría de parques, es frecuentado habitualmente por quienes no tienen un cobijo para guarecerse cuando el sol se esconde invitando a salir a la luna. Uno de esos sintecho que estuvo durmiendo en un parque madrileño durante casi un mes es Alemayehu Bezabeth, atleta llamado hoy en día a ser una de las grandes figuras del atletismo español. Esta última temporada ganó, como ya vimos, Atapuerca y también Venta de Baños. Y su futuro parece ser aún más esplendoroso que su presente. Su historia es la de uno de tantos emigrantes que se ven obligados a salir de su país para buscarse un futuro mejor. Desesperados por la falta de oportunidades, su hermano y él tomaron un día la decisión de dejar Etiopía: “Y eso que allí no éramos una familia pobre. Mis padres son funcionarios del gobierno y no pasamos apuros. Mi hermano mayor corría y por eso empecé a hacerlo yo. Por eso y porque, como casi todos los jóvenes de mi edad, sentíamos mucha admiración por Gebresselasie” Uno, el hermano mayor, eligió Australia cuatro o cinco años antes y el otro España: “Viendo la tele oí que en vuestro país hacía muy buen tiempo y por eso decidí venir aquí” Bezabeh vino teniendo claro que aquí quería ser atleta profesional, pero la realidad chocó frontalmente con el deseo: “Llegué prácticamente sin nada y lo primero que hice fue ir a pedir ayuda a un centro de la comunidad de Madrid. Pero no me acogieron y tuve que dormir en la calle. Durante un mes dormí en un parque junto a otros inmigrantes y comía a diario en los comedores de auxilio social. Entonces pensé en volver a mi país. No pensaba que esto fuera tan difícil. Era muy duro para mí que no había pasado necesidades en África. No tenía amigos, casi no hablaba con nadie y lo único que hacía era andar por la calle. Sufrí mucho y llegué a perder cualquier esperanza” Tanto que cuentan que, un mal día, un policía descubrió a un africano llorando desesperadamente en un banco de un parque. Era Alemayehu que, literalmente, lloraba de hambre. Cuando el agente le preguntó por lo que le pasaba, Bezabeth mediante señas le dijo que no podía aguantar más sin comer. Aquel policía le pidió que le acompañara y le compró un bocadillo. ¡Quien le iba a decir entonces que estaba asistiendo a un futuro campeón de atletismo, que había llegado un buen día de 2005 a España gracias a un pasaje de avión pagado con casi todos sus ahorros!. El caso es que Alemayehu tenía tomada la decisión de volver a su país cuando otro buen día la providencia puso en su camino al padre Antonio Díaz, quien por aquel entonces dirigía la Asociación Karibú, fundada para ayudar a los inmigrantes: “Por fin un día me descubrieron varios compatriotas y me pusieron en contacto con el Padre Antonio, una bellísima persona gracias a la cuál ahora estoy donde estoy” Una vez en la Asociación, Bezabeth le cuenta a todo aquel que quiere escucharle que es atleta, y que ha venido a España a correr. El asunto llega a oídos de Fikadu Bekele (nada que ver con el campeonísimo), otro atleta etíope que en 1998 empezó a vivir una historia parecida a la suya. Bekele corre para el club Bikila de Madrid que dirige Isidro López, que además de presidente y entrenador es un segundo padre para estos atletas. Isidro acogió en su día a Fikadu en su casa y lo mismo haría con Bezabeth. “Fue un día de Noviembre de ese 2005. Recuerdo que Bekele me pidió primero permiso para presentarse con Alemayehu y otro día más tarde llegaron los dos juntos. Entonces, nadie tenía idea siquiera de si había corrido algo en Etiopía pero, por supuesto, le acogimos como uno más y a partir de entonces empezó a correr en España” De la mano de Fikadu, Bezabeth empezó a correr todas aquellas populares en las que no le exigían papeles. Una de las primeras fue la San Silvestre de Getafe. Según cuenta Isidro “en el club estábamos preparando la Vallecana y él se fue con Fikadu a correr por la mañana a la localidad madrileña. Resulta que ganó y por la tarde se fue a correr la San Silvestre de Cuenca… ¡y también la ganó! Ahí fue donde nos dimos cuenta que era muy bueno” Isidro se enteró de la victoria de Cuenca cuando Bezabeth apareció en el sitio que habían quedado para irse a la cena de Nochevieja: el metro de Vallecas. “Recuerdo además que venía con unas cajas de marisco porque en Getafe daban al ganador su peso en langostinos. Trajo unos tres kilos que comimos luego en la cena con toda mi familia y el resto pidió que se lo cambiaran por dinero” Paradójicamente, el atleta que sólo unos meses antes lloró suplicando un simple bocadillo recibía todo un lujo, langostinos, por ganar haciendo lo que mejor sabía hacer. Tras ganar las dos carreras en un día Bezabeth se unió al grupo de entrenamiento del club Bikila: “A partir de ahí Fikadu se lo llevó a vivir a Peguerinos, un pueblecito de Avila que está en lo alto de Abantos y los Leones, a unos mil seiscientos metros de altura. Ese sitio lo elegimos en el club para entrenar un poco en altura dentro de lo que ahí por aquí” Una vez instalado, Bezabeth necesitó arreglar el tema del permiso para poder seguir corriendo en nuestro país: “Fikadu vino en el 98 y su historia no es muy diferente, por eso sabía muy bien como iba el tema de los papeles. Al principio, Bezabeth pidió asilo político porque el permiso de residencia no se lo daban. Bekele le fue guiando y recuerdo que cuando le preguntaban por el día de nacimiento, igual que le pasó a Fikadu, decía que no sabía. Por lo visto allí el día del nacimiento es el día que les registran y a algunos, que viven en aldeas, los deben llevar incluso cuando ya corren a registrarse (risas). Así que como para saber su edad” Esta circunstancia obligó a Bezabeth a someterse a un examen radiológico para determinar que, al menos, no era menor de edad. Desde entonces su ficha oficial dice que nació en Adis Abeba el uno de Enero de 1986 pero seguramente los datos sean incorrectos. Lo importante, teniendo en cuenta que el examen se lo realizaron ya una vez en la Asociación Karibú, es que la prueba determinó que era mayor de edad y eso posibilitó que pudiera iniciar los trámites para quedarse en España. Gracias a estos apoyos Alemayehu pudo empezar a hacer lo que realmente quería, correr. Durante más de un año, se recorrió media España participando en todo tipo de carreras populares, a veces dos y tres por semana. Y como ganó bastantes, entre ellas, además de las sansilvestres ya mencionadas, la popular de Canillejas y la prestigiosa Jean Bouin de 2006 en la que se impuso al también nacionalizado Ayad Lamdassen, empezó también a ganar algo de dinero: “Con lo que iba ganando en las pruebas en las que podía participar porque no me pedían papeles, pude empezar a vivir en un piso en Vicálvaro con otros tres etíopes”. Sus primeras andanzas en suelo español no pasaron desapercibidas y pronto corrió de boca en boca el rumor sobre un africano con unas cualidades extraordinarias. Tanto que un buen día uno de los mejores entrenadores de nuestro país, Manuel Pascua, acogió en las pistas del INEF de Madrid a Bezabeh. El técnico quería comprobar de primera mano cuanto había de cierto sobre aquel joven africano del que hablaban maravillas. Lo que allí sucedió lo contó así Carlos Arribas en el diario El País el pasado 18 de Octubre de 2007: "A éste", decían sus colegas, "habrá que decirle cómo va la cosa, porque parece que no se entera". "No, no", les respondía Manuel Pascua, el entrenador. "Simplemente le vale con correr detrás y hacer lo que vosotros". Pero no. A Alemayehu Bezabeh, el éste, no le valía con ir detrás de Luismi Berlanas y los hermanos Esteso, sus colegas, durante la prueba test a la que Pascua, mítico técnico de atletismo español, sometió el lunes a sus deportistas de medio fondo. Bezabeh, nacido en Etiopía hace menos de veintidós años -la fecha exacta ni él la conoce: oficialmente, según un análisis radiológico practicado por especialistas de la Comunidad de Madrid tiene más de dieciocho años-, no sólo aguantó detrás de los tres las siete series de cuatro minutos dando vueltas a la pista del INEF en Madrid, poco más de mil metros en cada tanda, intercaladas con descansos de dos minutos en la que les tomaban muestras de sangre del índice para medir su nivel de ácido láctico, síntoma de fatiga y de puesta a punto, sino que, ya en solitario, se marcó un kilómetro más, levantando señales de admiración entre el personal que lo observaba. "Jopé", se admiraba el médico del Consejo Superior de Deportes que organizaba los análisis. "Después de toda la prueba ha hecho un kilómetro en dos minutos y treinta y tres segundos.. Es tremendo". "Y eso no es nada", ratificaba José Antonio Bodoque, fisioterapeuta de atletas, señalando a sus enormes zapatillas. "Lo ha hecho con unos tochos finos. Y le teníais que haber visto el domingo, en la milla de la Ballesta. Reventó la carrera desde los primeros metros y ni Casado, ni Higuero, los mejores españoles, pudieron hacer nada". En pocos minutos, un mito nació en las pistas donde se entrena la crème de la crème del atletismo español. Un mito fino, delgadísimo, piernas de fibra sin gemelos, embutido en una camiseta negra que, muy apropiadamente para un etíope, lucía el nombre de Bikila. "Es tremendo", dijo Pascua. "Alemayehu me llegó en junio con una fractura de estrés en la tibia. Y se le curó corriendo. Tiene un callo terrible. No sé cómo aguantó el dolor". Poco más tarde el programa deportivo Informe Robinson de Canal Plus dedicó uno de sus excepcionales reportajes a Bezabeth. En él, Manuel Pascua volvía a referirse a aquel entrenamiento en las pistas del INEF: “Desde luego es el atleta que yo he visto con más condiciones de base. Y también dispuesto al sacrificio. Viene de un país en el que se juntan varios y un día hacen veinte kilómetros a tope y al siguiente otros quince y acaban esprintando para ver quien gana. Y no paran. Él no entiende cuando yo le digo, por ejemplo, que hay que descansar algún día”. Arribas tituló su artículo de El País Quiero ser español. Y es que eso es lo segundo realmente importante que dijo Bezabeth en su primitivo castellano. Lo primero fue “quiero correr”. El caso es que acabaría consiguiendo ambas cosas no sin esfuerzo. Tanto lo uno como lo otro, porque si correr le supuso dormir casi treinta días en el incómodo banco de un parque la carta de nacionalidad tampoco fue fácil de conseguir. Al final, gestionados ya sus asuntos por el popular manager Miguel Angel Mostaza, Bezabeth obtuvo el preciado pasaporte por carta de naturaleza que no es sino una vía excepcional que se solicita al Ministerio de Justicia y que el Consejo de Ministros concede siempre y cuando existan razones de interés público o humanitario. A esas alturas (Alemayehu recibió la nacionalidad el cuatro de Julio de 2008) estaba ya muy claro que el atleta podía darle muchas tardes de gloria al deporte español y, gracias a eso, pudo estrenar la camiseta de su nuevo país y el uniforme de los atletas que viajaron a Pekín a disputar la Olimpiada. Bezabeth no tuvo excesiva fortuna en los Juegos pero la temporada 2008-2009 le ha consagrado como el mejor especialista español en campo a través. Así lo atestigua el trofeo Seoane Pampín que, por primera vez, fue a parar a sus manos el dieciséis de Abril de 2009 y que, al estar él de viaje en Etiopía, recogió en su lugar Isidro López, en justo reconocimiento a lo que él y su familia hicieron para que la carrera de Alemayehu tuviera horizontes. EL CROSS Bezabeth sólo ha corrido una vez Alcobendas (fue sexto en 2007). Un cross que, a diferencia de él, tiene muy claro cuando nació. Nos lo cuenta Antonio Rodríguez, presidente de la ANOC, la Asociación Nacional de Organizadores de Cross que se gestó en Diciembre de 1988 en Venta de Baños y se creó un año más tarde en Madrid. Y también vicepresidente del Club de Atletismo Popular, organizador de la prueba: “La idea del Cross Internacional de la Constitución surgió en 1.982, tras una reunión de la junta directiva en la que se constató la necesidad de ofrecer, a los aficionados en general y a los vecinos de Alcobendas en particular, una competición atlética de máximo nivel” Antonio se incorporaría cinco años después, en 1987: “Entré porque apunté a mi hija de ocho años a hacer atletismo. La gente que llevaba entonces el club me dijo que si les echaba una mano y ahí empecé. Recuerdo que lo primero en lo que colaboré fue una carrera popular en el mes de Mayo y empecé como todos, clavando estacas y haciendo todo lo que hubiera que hacer. Después mi hija dejó de hacer atletismo pero yo sigo en el club” Al igual que otros muchos, Antonio ha visto durante todos esos años desfilar por Alcobendas a algunos de los mejores atletas del mundo. Por ejemplo, los kenianos William Sigei, John Ngugi, Zersenay Tadesse y éste último año Gebremariam, hasta la fecha los cuatro campeones mundiales que han disputado este cross. Una carrera que vivió sus momentos estelares en la década de los noventa con los inolvidables duelos entre Osoro Ondoro y Martín Fiz, que se repetirían también esos mismos años en Llodio, tal y como vimos en el capítulo anterior. Entre los españoles cabe nuevamente destacar al alavés, único que ha ganado desde que Alcobendas es internacional. Fiz ganó los años 91 y 92. Por la ciudad madrileña han desfilado también Fermín Cacho, aunque en secciones inferiores, y José Luís González y Antonio Prieto entre otros, aunque estos últimos lo hicieron ya los últimos años de sus respectivas carreras deportivas. En chicas, las más destacadas fueron las palentinas Ana Isabel Alonso y Dolores Rizo que ganaron en 1986 y 1988 respectivamente. Dependiendo de la época en la que lo hicieran los diferentes atletas recorrieron diversos circuitos. En los cambios ha ido influyendo decisivamente el crecimiento demográfico de la localidad: “El circuito ha variado mucho, ha tenido varias ubicaciones. Curiosamente el primero estaba situado en el mismo sitio que ahora pero, en vez de ser un parque, era un vertedero en el que había varias subidas y bajadas. Luego nos fuimos al parque de Extremadura, que está al norte de la ciudad, y también al parque de Navarra pero tras la expansión urbanística fue el Ayuntamiento quien nos ofreció volver al primer emplazamiento, una vez construido allí el parque de Andalucía”. En concreto, fue a partir del 2001 cuando los atletas regresaron a esta ubicación que delimitan las calles Huelva y Pintor Murillo y la Avenida de Valdelaparra. El Club de Atletismo Popular consiguió así un bellísimo circuito permanente, único en su género porque el público se integra perfectamente con la prueba al tratarse de un parque. Parque tan grande que permita obtener una cuerda de algo más de tres mil metros y que ofrece a los organizadores algo que siempre han tenido muy presente: la dureza. Para Antonio Rodríguez “el nuestro es el circuito más duro de cross. Se quiso desde el principio hacer un recorrido complicado porque así entendemos nosotros esta disciplina. Siempre ha habido en la organización la consciencia de unir dos conceptos: cross y dureza” La opinión la corrobora otro de los organizadores, Jesús Maiz, encargado de la preparación del propio circuito: “Prácticamente todos nuestros circuitos han sido igual de duros. Como decía Antonio, casi hemos pasado por todos los sitios de Alcobendas porque según crecía el municipio nos iban desplazando. Estábamos corriendo y hacían un parque o construían. Recuerdo con nostalgia que en las primeras ediciones veíamos pasar incluso a los pastores con sus ovejas” Evidentemente, como en cualquier carrera de campo a través, las cosas han cambiado mucho en estos años en Alcobendas: “Así es, ha cambiado todo al mismo ritmo que la sociedad. Aunque es cierto que aquello era más romántico y que había menos medios. Empezamos a hacer las clasificaciones con máquinas de escribir y ahora está todo informatizado. El control de llegada era arrancando el dorsal y metiéndolo en un clavo, ahora hay medios electrónicos. Eso es lo que más ha cambiado”. Pero ni siquiera el avance informático evita la posibilidad del descalabro ocasional: “Recuerdo como anécdota una vez que yo estaba en secretaría. Era el sábado anterior al cross y eran más o menos las diez de la noche. Habíamos terminado tras una dura jornada con las inscripciones y, de repente, cuando ya nos íbamos, alguien dijo: “¿Y los dorsales? ¿Dónde están? ¡Estaban aquí y no los veo…!” Resultó que enfrascados en nuestro trabajo no habíamos visto entrar a la señora de la limpieza que había recogido todo lo que había encima de las mesas, incluidos los dorsales que eran más o menos unos mil, y lo había tirado. ¡Tenías que vernos a todos los que estábamos allí rebuscando en los contenedores para buscarlos! Al final, ¡menos mal!, aparecieron. Si no los hubiéramos encontrado nos hubiera tocado estar toda la noche haciéndolos de nuevo. ¡Y no quiero ni pensarlo!” Precisamente, esa noche previa a la carrera también ha sido protagonista en ocasiones. Como tantos otros crosses, Alcobendas tampoco se ha visto privado de los inconvenientes climatológicos en la víspera de la carrera. Maíz recuerda una edición “la del año 2004. Recuerdo que entrábamos en el Parque de Andalucía por debajo de un puente para conseguir más metros de circuito y una tromba de agua que cayó la noche anterior se llevó por delante los diez camiones de tierra que echamos para salvar el asfalto del puente. Quedaban unas seis horas para que empezara el cross y nos las vimos y deseamos para encontrar arena y reponer el desperfecto. Estuvimos casi toda la noche trabajando pero al final lo conseguimos” Paco Barroso, presidente del club, recuerda también la manera en la que las noches, y sus correspondientes juergas, influyeron en las primeras ediciones: “Algún año hemos tenido que dejar todo el circuito montado y llegar el domingo por la mañana a las siete y tener que volver a levantarlo. Aquel circuito tenía bares de copas alrededor y algunos chavales aprovecharon para tirarlo todo, echando por tierra nuestro trabajo” El Club de Atletismo Popular cuenta afortunadamente con un importante grupo humano preparado siempre para cualquier contingencia: “Somos unos cien organizando entre gente del club y voluntarios. En el circuito unas treinta y cinco personas, veinte en secretaría pasando datos y otros cinco chóferes que se encargan de traer y llevar al aeropuerto a los atletas y managers” Por supuesto también aquí la misión de los chóferes da en Alcobendas para algunas anécdotas jugosas: “El año 2006 una de nuestras estrellas en la carrera femenina era la etíope Meselech Melkamu. Fuimos a buscarla al aeropuerto a la hora que nos dijo su manager y no salió por la puerta por la que salieron los pasajeros de ese vuelo. Esperamos una hora y nos volvimos a Alcobendas pensando que, como ocurre en otros casos, al final no había podido venir. Al final resultó que la habían perdido el equipaje y estaba dentro buscando sus maletas. Cuando las encontró salió, no vio a nadie y durmió como pudo en un banco en Barajas. A las diez de la mañana del día siguiente nos llamó su manager diciendo que estaba allí. Fuimos a buscarla rápido, llegó media hora antes del comienzo de su prueba y, pese a todo, tiene tanta calidad que ganó. Lo hizo ese año 2005 y también el siguiente”. José Ramón García es, precisamente, el encargado de contratar los atletas para Alcobendas y recuerda también otra anécdota que tiene mucho que ver con Barajas: “Lo mismo que a Melkamu le pasó a una polaca de nombre Malgorzata. Ella tuvo problemas con el visado, durmió en el aeropuerto y al final también lo hizo bien. Además, en Madrid hubo una época en la que se hicieron desgraciadamente populares los taxistaspiratas. Era gente que se aprovechaba de la gente, les metían en su coche camuflado como un taxi y luego les cobraban lo que querían. En uno de estos se subió la keniata Sally Barsosio. Menos mal que no llevaba dinero y al percatarse de ello, el pseudo-taxista acabó devolviéndola al aeropuerto. Gracias a aquello pudimos llevarla a la prueba y que la ganara, creo recordar que fue la del año 95” Quien sí llevaba dinero fue otra keniana, Vivian Cheruiot. Llevaba porque había cobrado tras la carrera. José Ramón recuerda que “su manager nos llamó porque cuando iba a coger el avión de vuelta a su país la robaron todo el dinero. Y no llevaba sólo el nuestro. Venía de correr otros crosses antes en España y la robaron todo lo que había cobrado” En cuanto a los atletas que han desfilado por Alcobendas recuerda a muchos: “Al principio no había managers y la contratación era a través de las federaciones o llamando directamente a los atletas. De aquella época recuerdo que trajimos ingleses y portugueses. Vino entre otras la portuguesa Fernanda Ribeiro. En cuanto a hombres “el primer atleta importante fue Antonio Leitao, que corrió aquí tras ser medalla olímpica, en concreto bronce en los cinco mil de Los Angeles 84 y pocos días después ganó nuestra carrera. Luego, como ya sabéis, han venido muchos atletas buenos hasta esta última edición en la que vimos un carrerón con varios africanos luchando hasta el último metro por la victoria, que fue para el que poco después sería nuevo campeón del mundo de cross” Y es que estos últimos años Alcobendas ha tenido que fijarse casi exclusivamente en el mercado africano por la coincidencia con el campeonato de Europa: “Está claro que a la hora de contratar eso nos condiciona mucho, pero también tiene una parte buena y es que los africanos, al no coincidir con ninguna otra carrera en Europa, si quieren correr tienen que hacerlo aquí y puedes negociar a la baja su caché económico”. Buena prueba de ello, aunque tuviera más que ver con un lío entre managers, es la contratación el último año de Gebremariam quien, apenas tres meses después, se alzó con el título de campeón del mundo en Jordania. El espigado atleta africano ganó una grandísima carrera en Alcobendas tras imponerse a Tariku Bekele en el esprint final. El sueño de todo organizador es que, pese a traer a los mejores africanos, la carrera se decida en los últimos metros. Cuestión que se da sólo de cuando en cuando. Esta última edición en el Parque de Andalucía se recordará durante años porque hasta cinco africanos anduvieron justos durante casi todo el recorrido y entre los tres primeros, Gebre Egziabher Gebremariam, Tariku Bekele y Mark Kiptoo, sólo hubo dos segundos en línea de meta. A seis del primero entró Chepkor y a catorce Kidane Tadesse. El primer español fue Alberto García, séptimo. Y trigésimo y trigésimo primero fueron respectivamente Reyes Estévez y Antonio Jiménez Pentinel. LAS FIGURAS. REYES ESTEVEZ Y PENTI Entre los españoles que han corrido en varias ocasiones Alcobendas figuran dos de nuestros mejores atletas, Reyes Estévez y Antonio Jiménez Pentinel. Ambos estuvieron presentes en la cena anterior a la última edición de 2009 y Reyes recibió incluso un homenaje por parte de los organizadores que, por supuesto, agradeció sinceramente: “Es bonito el reconocimiento. Alcobendas me invitó desde pequeño y siempre me han tratado fenomenal. Creo que es un cross especial, pese a no tener habitualmente barro es uno de los más duros por el circuito rompe piernas y siempre que me inviten seguiré viniendo”. REYES ESTEVEZ - Campeón de Europa al aire libre de 1500 en Budapest 1998 - Subcampeón de Europa al aire libre de 1500 en Munich 2002 - Bronce en el mundial al aire libre de 1500 en Atenas 1997 - Bronce en el mundial al aire libre de 1500 en Sevilla 1999 - Plata en el mundial de pista cubierta de 1500 en Lisboa 2001 - Bronce en el Europeo de pista cubierta de 3000 en Madrid 2005 y bronce también en esa misma cita en los 1500 - Campeón de Europa junior de 1500 en 1993 en San Sebastián y en 1995 en Nyregyhaza - Campeón de España de 1500 y 3000 y de cross en edad junior los años 1994 y 1995. Reyes Estévez nació en Cornellá de Llobregat (Barcelona) el dos de Agosto de 1976. Fue campeón de Europa junior y doble campeón nacional junior de cross los años 94 y 95. Y sin haber cumplido los veinte años participó en los Juegos de Atlanta 96 en los que llegó a semifinales. Un año después fue bronce en el mundial de Atenas tras El Guerrouj y Fermín Cacho. Al año siguiente, 1998, fue campeón de Europa batiendo al propio Cacho. “Aquella final fue una de las mejores carreras de mi vida. Si ganas lo recuerdas todo con mayor ilusión pero tampoco se me olvida lo de un año después en Sevilla. Aunque fuera bronce en aquel mundial lo fui con tres minutos y treinta segundos en la carrera más rápida de la historia, y eso fue también muy importante” Tras no ir a Sidney fue segundo en el mundial de pista cubierta de Lisboa. Poco más tarde, en 2002, fue plata en los mil quinientos del europeo de Munich en una final también inolvidable en la que los jueces tardaron más de un cuarto de oro en decidir quien había ganado el oro. El español o el francés Medhí Baala, que llegaron juntos a le meta. Reyes Estévez se sincera al respecto: “Creo que al final los jueces lo echaron a cara o cruz. Fue el mismo tiempo pero uno tenía que ganar y no sé por qué al final le dieron a él. Viéndolo, de todas formas, con la perspectiva que da el tiempo ves lo positivo, que fue que se habló mucho de aquella carrera” En el 2003 sería sexto en el campeonato del mundo de París y en los juegos olímpicos de Atenas séptimo. En el 2005 en el campeonato de Europa de pista cubierta de Madrid logró dos medallas de bronce tanto en mil quinientos como en tres mil. Muchos logros que según muchos especialistas pudieron ser todavía más. La opinión que cierto día sostuvo por ejemplo Orfeo Suárez en el diario El Mundo, es compartida por más gente: “Estévez ganó desde el primer día que decidió correr, fuera en la prueba que fuera, en el cross o en la pista. Lo hacía prácticamente sin necesidad de entrenarse. Era un prodigio, un ejemplo del talento en estado puro. Todavía hoy recibe alguna advertencia por su relajamiento, por ser reacio al estajanovista trabajo que ha hecho de atletas menos dotados, Fermín Cacho sin ir más lejos, ilustres campeones” Son, como digo, muchas las personas, no sólo Orfeo, que piensan que Reyes podía haber dado aún más de sí. Algunos compararon incluso su talento en pleno apogeo al de los mejores especialistas africanos. ¿Qué piensa al respecto Reyes Estévez? Su mirada cándida le delata. Suspira antes de responder pero lo hace con seguridad y aplomo: “¿Qué si podía dar más de lo que he dado? Cuando haces algo importante y te ven proyección todos te exigen más. A lo mejor es cierto que he podido dar un poco más pero las cosas son como son. Lo que he tenido que hacer lo he hecho. Podía haber sido mejor o también peor porque podía haberme lesionado y no haber llegado a lo que he llegado. En definitiva que estoy conforme con todo lo que he logrado” Incluido también lo que ganó fundamentalmente en edad junior en el campo a través: “Está claro que tuve mis años de junior. Gané dos campeonatos de España y también tengo en casa unas cuantas txapelas. De absoluto todo es más complicado porque para empezar la distancia, que es mayor a lo que hago en pista, me perjudica pero es cierto que cuando era junior, pese a la distancia, el barro y la dureza sí que ganaba” Reyes ha tenido siempre entrenadores que le han inculcado la importancia del campo a través: “Está claro que lo mío es la pista pero también que el cross es la base de todo. Tanto Gregorio Rojo como Manuel Pascua son de la misma escuela y ambos opinan que el cross es la base. Los dos me han enseñado que la dureza para aguantar los entrenamientos en pista te la da el campo a través” Reyes, queda dicho, empezó a destacar muy pronto pero aún le queda cuerda: “Ahora lo que quiero es disfrutar. Estoy disfrutando haciendo el deporte que me gusta y aunque tenía entre ceja y ceja la medalla olímpica de Pekín y no pudo ser, estoy decidido a seguir adelante. Sobre mi futuro te diría que ahora mi siguiente objetivo es sacar una medalla en dos años en el Europeo de Barcelona. Esa sería una buena despedida” ANTONIO JIMENEZ PENTINEL - Campeón de Europa al aire libre de 3000 obstáculos en Munich 2002 - Oro en los 3000 de los Juegos del Mediterráneo en Túnez 2001 - Bronce en los 3000 de los Juegos del Mediterráneo Almería 2005 - Bronce en los 10 000 metros del Europeo sub 23 de Goteborg 1999 - Seis veces campeón de España de 3000 obstáculos - Campeón de España de 3000 en pista cubierta tres años y de cross corto en 2002 Reyes es apenas medio año mayor que el sevillano Antonio Jiménez Pentinel. Atleta que igual que él vivió una época concreta de esplendor y ahora lucha por cerrar brillantemente su carrera. Penti, como se le conoce en el mundillo atlético, nació el dieciocho de Febrero de 1977 en Sevilla. Su especialidad son los tres mil obstáculos, distancia en la que logró el campeonato de Europa en la misma cita en la que Estévez estuvo a punto de lograr el oro, Munich 2002. Penti ha ganado además el campeonato de España de tres mil y el de tres mil obstáculos en más de una ocasión y el año de Munich venció también en el nacional de cross corto. Poco antes, en Diciembre de 2001, logró sorprendentemente el bronce en el Europeo de campo a través en la localidad suiza de Thun. Con su característica gracia andaluza Antonio explicó así cómo fue aquella carrera una fría mañana suiza: “¡Que rasca que pegaba!. Me abrigué un montón, me puse el chandal, los guantes, el gorro... y sólo un par de minutos antes de la carrera me los quité y les pregunté a mis piernas: ¿Qué, cómo estáis hoy, ¿vais a correr? Y a la marcha, muy pronto, vi que iban bien porque me giré y observé que Chema Martínez estaba conmigo, y eso era buena señal. Luego se marcharon el ucraniano y el holandés y pensé: como me vaya con ellos voy a “petar” seguro, por lo que opté con quedarme con el italiano y al final le gané al esprint. No quiero ser presuntuoso pero es que no preparé a conciencia el campeonato de Europa. Quizá por eso sabe mejor aunque es cierto que cuando uno corre sin presión lo hace más a gusto” En esa entrevista realizada por José Luis Rodríguez para el portal carreraspopulares.com Penti confesó que no bebía alcohol pero que si lograba medalla, un año después en Munich, el whisky correría de su cuenta. Siete años después, con una sonrisa enorme en el rostro, nos reconoció que por supuesto esa noche hubo alcohol: “Sobre el oro de Munich es verdad que al final hubo whisky, primero allí con los atletas y luego con los amigos en Sevilla. Fue una fiesta enorme, tanto una como otra. Lo dije con la boca pequeña en aquella entrevista pero lo prometí y lo tuve que cumplir” Y con la misma perspectiva que da el tiempo, el sevillano vuelve a referirse a aquel sorprendente bronce de Suiza: “Del bronce en el Europeo tengo muy buenos recuerdos. Era el primero que no vine a Alcobendas por ir allí. Yo iba para rellenar y no me lo esperaba. Quería ir delante para puntuar pero cuando a falta de cuatrocientos metros vi que sólo se habían ido dos para adelante esprinté y logré el bronce. Hacía demasiado frío, como suele hacer también en Alcobendas. Yo digo que de Despeñaperros para arriba siempre paso frío. No estoy acostumbrado, pero es cierto que cuando uno está bien da igual todo lo demás” Desgraciadamente no siempre puede ser así y, tras lograr el oro europeo en Munich, la carrera de Pentinel no fue todo lo bien que él hubiera querido: “Después de ser campeón de Europa tuve un bajón pero son cosas que les pasan a los atletas. Luego fui cuarto del mundo, fui a la olimpiada de Atenas, en 2005 batí el record de España y fui al mundial, he estado a punto de lograr otra medalla en 2006 y este ultimo año y medio las lesiones no me han dejado rendir. Estoy saliendo y espero llegar bien al europeo de Barcelona de 2010 y a la próxima Olimpiada porque me sigo sintiendo joven. Me gustaría tener un diploma olímpico antes de dejarlo” Sobre la importancia del campo a través en su trayectoria, Penti tiene claro que “el cross para mi es muy importante. De hecho una vez, como ya te he contado, fui tercero en el europeo y he corrido alguna vez bien los mundiales. Adquieres una dureza muy buena y es verdad que hay algunos más bonitos que otros, por ejemplo Alcobendas. Es especial el cross y la organización, el grupo es encantador y eso es lo que te gusta de una carrera. Me han tratado fenomenal, estando bien o no siempre me llaman y encantado de disfrutar con ellos todos los años. Este último año en la cena anterior a la carrera mi mujer no paraba de decirme: “¡Qué bien te tratan, te tratan igual que en casa!” Con los organizadores hay muy buena química, incluso el día anterior cuando les veo señalizando el circuito siempre les digo en broma: “¡No, por ahí no, tirad mejor por aquí que a mi me viene mejor…!” Penti recuerda incluso un cross en el que se despistó calentando y esperaron a que él estuviera para dar la salida: “Así fue. Gracias a que me conocían esperaron para empezar la carrera. Me despisté de la hora y le dijeron al juez: “¡Espera que no está aquí Penti y sí que ha venido porque le he visto calentar!”. Dos compañeros míos no tuvieron tanta suerte y salieron doscientos metros más atrás que el resto…”. El sevillano, al igual que nos contó Higuero en Atapuerca, tiene también muy claro qué es lo que hace especial al cross: “Lo bonito del campo a través es la cercanía, los niños te ven calentando y te paran, se hacen fotos, te piden autógrafos. Eso en la pista no lo hay. Te dicen los niños: “¿Te importa que caliente contigo?” Y les ves hacerlo con orgullo a tu lado. Y después de las carreras lo mismo. Recuerdo un año en Sevilla, en Itálica, que acabé la carrera y veinte o treinta chavales vinieron a por mí, a pedirme autógrafos. Acabé séptimo y a mi lado estaba el campeón del mundo al que apenas dos o tres le hacían caso. Debió pensar que quien era ese blanco (risas)” EL FUTURO Aún no sabemos hasta cuando seguirán corriendo Estévez y Penti pero difícilmente llegarán al récord de Teresa García y Rosa Pascual. Teresa tiene cincuenta y dos años y Rosa cuarenta y seis. Ambas son atletas veteranas del Torrent de Valencia. Este año 2009 han corrido entre otros los crosses de Llodio y Alcobendas, dos de los circuitos más duros de la ANOC. Suelen llegar las últimas pero es que no corren contra los demás. Corren contra ellas y sus propios límites. Y, al igual que los primeros, no dejan nada en el tintero. Sufren en las cuestas como el que más y dan todo lo que tienen. Aunque parezca lo contrario, su imagen tiene mucho que ver también con el futuro del cross. Corren el mismo día que niños que pudieran ser hijos o nietos suyos y lo hacen con la misma ilusión. Por el puro placer de hacerlo: “El atletismo es esencial en nuestras vidas – dicen al unísono - Nos hace sentirnos bien. Relacionarnos, estar con la gente joven, es muy importante en nuestras vidas” Y su consejo es muy valioso para los niños que se acercan a ellas: “Les decimos que lo cojan con ánimo, que tengan ilusión, que entrenen mucho y que hagan amigos” Para ellas, demostrado está, es también muy importante el futuro del campo a través. Al respecto Paco Barroso, el presidente del Club de Atletismo Popular de Alcobendas dice que “veo un buen futuro, el Ayuntamiento apoya y esperamos que lo siga haciendo porque es la primera prueba internacional de Alcobendas, es la única independiente de Madrid. La San Silvestre Vallecana es desde hace unos años de Nike, la Maratón es de otra empresa… Nosotros sólo queremos proyectar la localidad y fomentar el deporte entre los chavales” No es tan optimista al respecto José Ramón García: “Para mí el futuro es incierto. Es un deporte que empieza a no estar de moda. No comparto la idea de que es un deporte de pobres pero cuesta mucho trasladar la afición de algo tan duro a la gente joven. Suelen optar por otros deportes menos sacrificados, pero es cierto que nosotros tenemos el apoyo del Ayuntamiento y de un montón de gente que colabora de forma vocacional y por ese lado está asegurado” De momento, año tras año, gracias a ellos la cuna del Parque de Andalucía mece los sueños de niños y mayores. Las cuestas ondulan y los músculos suben y bajan al compás del propio esfuerzo mientras los patos, en el lago, celebran tanta algarabía. Es fiesta, día grande en Alcobendas. Gracias al atletismo. Gracias al cross. Lugares de Interés [editar] Museo CosmoCaixa de la Ciencia Situado cerca de la parada de metro de la línea 10, Marqués de la Valdavia. En este museo podemos encontrar numerosas actividades científicas, casi todos orientados a la práctica y la experimentación. Iglesia de San Pedro Apóstol Situada en la Calle de la Iglesia, en el centro del casco urbano. Parque de Cataluña Un parque bastante grande, situado en la calle Marqués de la Valdavia, junto al metro del mismo nombre. En este parque se puede encontrar: una zona cercada para los niños, una fuente con una forma peculiar, varios bancos individuales que comparten sitio con los de dos personas, un río con sus cascadas pequeñas (todo ello artificial), unas mesas, un mirador de no muy grandes dimensiones, una plaza amplia y un ambiente que intenta evocar el [[Parque Güell] de Gaudí en Barcelona. Parque de Andalucía. Situado en la calle de Pintor Murillo. El parque más grande de este pueblo, en donde destaca el lago central con una gran fuente. Jardín de la Vega. En este jardín se encuentra la llamada 'Campana de la Paz' y varios parques para los más pequeños junto con zonas de descanso entre los árboles. Avenida Olímpica En esta avenida se encuentra la fundación Pedro Ferrandiz, Hall de la Fama de la FIBA, y banderas de todos los países donde se han albergado JJOO. La Menina Uno de los últimos monumentos de Alcobendas pero el más popular a día de hoy. Situado al principio del Paseo de la Chopera, en uno de los principales accesos a la ciudad, una menina de varios metros de altura se sitúa sobre una rotonda ajardinada de grandes proporciones. Su autor es el escultor Manuel Valdés. , n del cross io c a m or f In Organización Recorrido Horarios ofrece... Atapuerca le Cómo llegar visitar Lugares que aurantes Hoteles y rest Gastronomía Interés Teléfonos de Notas cabe en el La sonrisa que campo Calleja Textos: Alberto HISTORIA “El * venablo que nos une” Hace más de un millón de años llegaron los primeros pobladores a Europa. Procedían de África y hay diferentes versiones sobre el camino que tomaron. Unos piensan que aún no eran capaces de construir canoas o balsas y que llegaron por la Asia Suroccidental y la península de los Balcanes. Otros sostienen que sí lo eran y que entraron por el Estrecho de Gibraltar o por Italia a través de Sicilia. Casi un millón de años después no hay discusión. Sabemos cómo vienen y cuáles son las rutas que escogen. Algunos de aquellos primitivos habitantes se instalaron en la Sierra de Atapuerca donde muchísimos años más tarde alguien encontró sus restos. Y a donde tiempo después empiezan a volver africanos que también corren. Aquellos lo hacían para cazar o para huir de los peligros. Éstos para ganar dinero y prestigio. En medio está todo el discurrir humano pero el bufido, la respiración acompasada, el músculo tenso o la inconfundible mueca, son los mismos. Y también el sitio. Esa sierra burgalesa situada entre los pueblos burgaleses de Atapuerca e Ibeas de Juarros. Esa trinchera excavada para dar paso al ferrocarril a finales del siglo XIX que descubrió un tesoro inmenso y que se abre ahora al visitante y al deporte. Y de paso al africano antepasado de aquel que llegó. Y que ahora regresa. A aquellos africanos pioneros, cuyos primeros restos fueron descubiertos en Atapuerca en 1994, la ciencia los agrupa bajo la denominación “Homo Antecessor”. Fueron los primeros homínidos que poblaron Europa y Venablo significa lanza arrojadiza * los últimos descubrimientos conceden a los huesos encontrados una antigüedad de 1, 3 millones de años. Sin ir más lejos, en esta última campaña se ha encontrado en la Sima del Elefante la falange de un dedo, probablemente de un niño o de una niña, que también corresponde a esa antigüedad y que abre la perspectiva de que aparezcan más restos en los próximos años. En la misma parte del yacimiento se han localizado asimismo restos de macaco, águila pescadora, lince y ciervo, que permiten describir la zona de Atapuerca hace más de un millón de años como un paisaje arbóreo, con zonas abiertas y masas de agua. El “Homo Antecessor” vivió hasta unos 800 000 años a. C. y en la denominada cueva Gran Dolina se encontraron también restos de mamuts, osos y ciervos gigantes. Los fósiles revelan la condición de un Plazo de admisión: 16 de noviembre de 2009 homínido alto y robusto que caminaba ya erguido, vivía del carroñeo y la caza. Recolectaba los frutos silvestres de la zona y practicaba el canibalismo. Atapuerca, que es hoy en día uno de los focos principales en el mundo para conocer los principios de la evolución humana, se encuentra a quince kilómetros de la capital burgalesa, denominada cabeza de Castilla. Burgos, la vieja ciudad de el Cid, Fue fundada en 884 por Diego Porcelos bajo el reinado de Alfonso III y tiempo después allí se gestó el reino de Castilla que terminó liderando el proceso de la Reconquista. Justo lo mismo que ahora, a través del cross, y de manera pacífica, vuelven a conseguir los africanos. Conquistar una tierra que ya fue suya. EN M A T R V CE INCIAL PROV IBUJO DE D eporte” y el D tación Provincial a c r e u p s, ipu “Ata xcma. D entud de Burgo rca, la E v Atapue rte y Ju e Dibujo Cross de to para el Depo n Provincial d I V ar l e d titu tivo particip ame Con mo a través del Ins voca el V Cert podrán e es u t q n l ie e c , n os co ertene rte” en p o a p de Burg e ri . a D d l c Secun rca y e provin ia urgos y “Atapue s de Primaria y B e d s o colare s alumn ntros es todos lo a los ce N E M A T IV CERNAL NACIO RÁFICO FOTOG s de Atapuerca” gráfico nal Foto io c a N s tamen “VI Cro e, se organiza el IV uCeerpodrá participar q ment a” en el Paralela tapuerc A e. e e s d e s d s Plazo de admisión: que lo “VI Cro a n o rs e p r ie u 28 de noviembre de 2009 a cualq Atapuerc de 2009. e d s s ro re será el C 8 de noviemb Consultar bases en: El tema el rá lugar d www.crossatapuerca.com/html/certamen_dibujo que ten www.crossatapuerca.com/html/certamen_fotografia EL CROSS . Todo por y para el atleta Los yacimientos de Atapuerca, cuna de la evolución humana en Europa, fueron declarados Patrimonio de la Humanidad el 30 de Noviembre de 2000. Ese día definitivamente la zona se ganó, gracias al pasado, un futuro para siempre. El turismo arqueológico garantiza la vida en un lugar lleno de vida. Para celebrarlo, el alcalde del pueblo, Fernando Gómez, ideó realizar una serie de actividades que conmemoraran la efeméride: “Nosotros tenemos el orgullo de englobar nuestro entorno sobre dos referentes que son Patrimonio de la Humanidad, los yacimientos y el Camino de Santiago, que transita también por nuestro pueblo. Un buen día, hace apenas seis años, se nos ocurrió que una prueba de atletismo sería perfecta para celebrar esa nueva distinción que nos había concedido la UNESCO. Hablamos con la Diputación y, a través de su Instituto del Deporte y la Juventud, empezó a tomar cuerpo y forma nuestro cross”. Los primeros años la prueba congregó únicamente a corredores de la comunidad castellano leonesa pero, a partir del tercero, fueron llegando a Atapuerca algunos de los mejores atletas del mundo: “lo que no hemos cambiado, ni cambiaremos, es la fecha. Queremos que sea en Noviembre y aunque el día exacto lo ubica la Federación creo que nunca saldremos de este mes y seremos, por tanto el primer gran cross de la temporada”. La prueba atlética no es además la única manera de conmemorar el aniversario: “A finales de Noviembre convocamos cada año una marcha hacia los yacimientos. Se realiza a pie y lo que hacemos es invitar al público a que vea los descubrimientos y pueda caminar hasta la zona, algo que habitualmente no se puede hacer al tener que atravesar terreno militar”. Y así fue. El Ayuntamiento de Atapuerca unió su iniciativa al esfuerzo de los responsables del órgano deportivo de la Diputación de Burgos, encabezados por su director, Marcos Moral Cano, por Miguel Ángel de los Mozos, principal organizador de la prueba y el Presidente de la Diputación de Burgos, D. Vicente Orden Vigara. M a r c o s recuerda que “un buen día vino el alcalde de Atapuerca y nos planteó la idea. A nosotros nos encantó porque suponía una continuidad con el resto de carreras que hacemos. Llevamos treinta años en el mundo del deporte como servicio de deportes. Promocionamos el deporte base y organizamos más de veinte crosses escolares cada año. Nosotros iniciamos por ejemplo el cross de la Constitución en Aranda, hasta que se consideró que al ser una localidad de más de veinte mil habitantes la competencia debía ser exclusiva del Ayuntamiento. Así lo hicimos los primeros años en Atapuerca y después, al plantearse como algo más importante aprovechamos la infraestructura que tenemos por ejemplo para la Vuelta ciclista a Burgos, el ciclocross o los rallyes que organizamos”. Con el transcurrir de los años, Atapuerca ha conseguido reunir a algunos de los mejores especialistas del mundo pero la raíz no ha cambiado ni cambiará: “Somos, y seremos, un cross que apuesta decididamente por la base. Este año 2008 hemos tenido 2800 inscritos y el apoyo a los jóvenes es nuestra razón de ser” En el mismo sentido se manifiestan Miguel Ángel y Vicente Orden Vigara: ”Lo más importante para nosotros, aparte de la difusión de la Sierra de Atapuerca, son los niños. Tan importante como tener a los mejores atletas es tener cada año a unos 2000 niños. Nosotros por ejemplo becamos cada año a todos los deportistas burgaleses que empiezan a destacar en sus modalidades deportivas. Esa es nuestra filosofía y la aplicamos cada año también al cross”. Precisamente la afluencia de niños es lo único común a todas las ediciones de Atapuerca. A partir de la tercera edición tienen además varios espejos cercanos a los que asomarse para ver su evolución. El reflejo de los africanos, de Juan Carlos Higuero, Marta Domínguez y tantos otros devuelve una sonrisa de afirmación al niño que empieza a dar sus primeros pasos. Al niño arropado por tantos otros niños y niñas en cada una de las categorías. Unos 200 nada menos en cada una de ellas corriendo alrededor de un circuito hecho de la nada, en medio de una campa inmensa cubierta de hierba. “Estamos – explica el alcalde Fernando Gómez – encarados ante la Sierra de Atapuerca, en las faldas del pueblo. El camino de Santiago pasa a escasos cincuenta metros de aquí y el circuito entra también en el parque arqueológico construido para recrear la vida de aquellos primeros habitantes. Y al lado de 16 hectáreas de humedal recuperadas medioambientalmente”. El paso por el parque arqueológico es, sin duda, el nexo que une pasado y futuro. En él se recrea la vida prehistórica en la sierra a través de un itinerario. Se visualizan escenas y se participa en talleres didácticos y actividades dentro y fuera de las estructuras construidas. Se puede practicar pintura rupestre o tiro con arco, talla de silex, tejidos y teñidos, modelado de cerámica, prácticas de excavación o curtido de pieles entre otras actividades. Ver pasar a los atletas junto a las cabañas de piedra y paja o al lado de la reproducción del “Homo Antecessor” que entierra a un congénere dota de un encanto especial a Atapuerca. Tanto que, tal y como recuerdan Miguel Ángel de los Mozos y Vicente Orden Vigara, sobre todo los primeros años “algunos de los corredores se nos quedaban parados al pasar junto a la escultura del antiguo homínido. Obviamente no eran los primeros de cada categoría pero a partir del cincuenta o el sesenta eran muchos los que se paraban sorprendidos ante la imagen. Sobre todo porque hasta que no estás encima no lo ves. Primero pasas las cabañas y a la vuelta de una empalizada aparecen los dos homínidos”. Con el tiempo el cross ha ido creciendo y han conseguido habilitar una puerta extraordinaria de entra- da y una de salida al parque para los atletas. En la primera edición aquello aún no se había logrado y dio lugar a otra anécdota que ahora Miguel Ángel de los Mozos y Vicente Orden Vigara recuerdan con cariño: “En efecto, tuvo lugar el primer año. Si queríamos entrar en el parque no había otra solución que hacerlo por la misma puerta por la que entran los visitantes. Además, los domingos es día de visita. Lo que hicimos fue proteger la entrada con colchonetas pero, aún así, la visión de los atletas entrando por la misma puerta que los turistas será uno de los recuerdos imborrables de nuestro cross. ¡Sólo nos faltó cobrarles entrada también a ellos…!” Atapuerca sólo ha cumplido cinco ediciones pero ha conseguido situarse ya en el segundo puesto entre los crosses organizados en España. Aspiran aún a tener un circuito permanente pero han conseguido ya cosas importantes. El burgalés es un cross a campo abierto. De un montón de atletas y un montón de padres, familiares y amigos que se concentran justo en el centro. Animando a los suyos. Esperando a los niños con el abrigo en la mano. Arropados por los casi 70 voluntarios que rodean el circuito. Como dice Miguel Angel: “Otra de las cosas bonitas es que casi la mitad del pueblo de Atapuerca colabora en la organización de manera activa. Pertenecen a una asociación del pueblo y se vuelcan con nosotros. Son sólo 150 habitantes y este año hemos tenido a 70 con su chaleco y su cometido” Los voluntarios, igual que los espectadores, han podido gozar estos tres últimos años con la presencia de algunos de los mejores atletas de España y del mundo. A medida que ha ido aumentando el presupuesto la organización ha podido crecer también en la talla de los atletas. Siempre basándose en tres grandes líneas maestras como nos cuentan Vicente Orden Vigara y Miguel Angel: “Traer a los mejores atletas del mundo, a los mejores españoles y también a los que denominamos la gran clase media del atletismo español. Intentamos traer a lo mejor del atletismo nacional contando a los desgraciadamente pocos atletas mediáticos que hay, pero también queremos traer a los treinta o cuarenta primeros del campeonato de España. Y a estos ponerlos a competir con los mejores del TINTIVa.O NUEVOroDssIS de Atapuerc del VI C mundo, entre aquellos africanos a los que tengamos acceso” Como en la mayoría de crosses Atapuerca cuenta también con su símbolo especial para el ganador y la ganadora en categoría absoluta. En este caso es un palo enorme, de más de tres metros en algunos casos, denominado venablo. Elemento común a las carreras de aquellos primeros que lo hacían para cazar y a estos últimos que lo hacen para ganar: “Queríamos tener un símbolo que nos representara y el venablo es precisamente el símbolo que más se identifica con el Homo Antecessor que habitó en Atapuerca. Es un arma, una lanza con plumas que utilizaban para cazar animales. Si os fijáis también el cartel es también un Homo Antecessor con su venablo en la mano” Ese venablo que, sueña la organización y toda la provincia burgalesa, algún día agarre Juan Carlos Higuero. La gran bandera del cross de Atapuerca: Juan Carlos es el atleta más importante en la historia del deporte burgalés. Así lo avalan sus resultados”. Para nosotros es nuestro estandarte, nuestro abanderado. Por eso y porque salió de las competiciones que organizamos en la Diputación. Llevamos 29 años organizándolo y él salió de ahí. Luego además participó también en los campamentos de verano de la Escuela del Deporte. Concedido por Correos y Telégrafos, funcionará del 8 de octubre hasta el día 8 de noviembre un matasellos especial, de la modalidad 'rodillo parlante' alusivo al VI Cross de Atapuerca, en disputa el 8 de noviembre. Todos los correos que salgan de Burgos entre esa fecha aparecerán con el distintivo del VI Cross de Atapuerca. Diputación Provincial de Burgos VI Cross de Atapuerca Fecha: 08/11/2009 Hora 10:30 CADETE FEMENINO Lugar: Parque Arqueológico de Atapuerca (Burgos) 10:40 CADETE MASCULINO Categoría: Internacional 10:50 INFANTIL FEMENINO 11:00 INFANTIL MASCULI NO Organiza: Diputación Provincial de Burgos www.idjdiputacionburgos.com 11:10 ALEVIN FEMENINO horario www.crossatapuerca.com Categoría 11:20 ALEVIN MASCULINO 11:30 BENJAMIN FEMENINO 11:40 BENJAMIN MASCULI NO 11:50 VETERANAS Vueltas “A” 95-96 2.950 1 “B” + 1 “C” 97-98 1.275 1 “B” 97-98 2.010 1 “A” + 1 “B” 99-00 925 1 “A” 99-00 1.275 2001-02-03-04 800 2001-02-03-04 800 1 “B” 1 “A” 1 “A” 74 y anter. 2.700 1 “A” + 1 “C” 93-94 2.700 1 “A” +1 “C” 90-91-92 4.475 1 “A” + 2 “C” 93-94 4.475 1 “A” + 2 “C” 89 y anter. 4.825 1 “B” + 2 “C” 90-91-92 4.825 1 “B” + 2 “C” 89 y anter. 8.760 2 “A” + 4 “C” 90 y anter. 6.250 1 “A” + 3 “C” 6.250 1 “A” + 3 “C” 13:20 VETERANOS MASC ULINO (CON POPULAR) 74 y anter. Nota: el horario puede ser modificado, según nos confirmen la hora de transmisión por Teledeporte. Consultar: www.crossatapuerca.com - www.idjdiputacionburgos.com historial circuito 11:50 JUVENIL FEMENINO (CON VETERANAS) 12:05 JUNIOR MASCULINO 12:05 JUVENIL MASCULINO (CON JUNIOR) 12:25 SENIOR /PROMESA / FEMENINO 12:25 JUNIOR FEMENINO (CON SENIOR) 12:50 SENIOR/PROMESA/M ASCULINO 13:20 POPULAR MASCULI NO Año nacimiento Distancia (m) 95-96 1.660 2 Año 2004 2005 2006 2007 2008 Ganadores (Promesa Senior Femenino y Promesa Senior Masculino) Nieves Zarza (Vitoria) y Antonio Núñez (Fila Internacional) Sara Valderas (Carreofour Bezana) e Isaac Viciosa (Parquesol) Marta Domínguez (Nike) y Hichan Chat (Asefican Piélagos) Simret Sultán (Nike Eritrea) y Elijh Chelimo (Kenia) Margaret Muriuki (Kenia) y Bezabeth Alemayehu (Bikila) pista. Un enamorado del atletismo y un niño grande apasionado por atrapar cada uno de los retos del camino. Desde el último al primero. El de aquella gélida matinal arandina: “¿Qué recuerdo de aquel día? Pues eso, que hacía mucho frío. Y también que para mí aquel primer cross fue como un paraíso. Yo prácticamente no salía de mi barrio y aunque la carrera era en mi pueblo verme allí junto a tantos atletas de otras provincias fue lo máximo. ¡Y encima gané! Y eso para mí fue como ganar un campeonato del mundo. La felicidad fue tremenda y, en efecto, aquel día empezó todo…” Desde entonces Juan Carlos ha sido, y es, uno de los grandes dominadores del medio fondo en España. En una tierra de gran tradición que incluyo a algunos de los mejores de la historia. LA FIGURA JUAN CARLOS HIGUERO “Espero ganar algún día en Atapuerca” Agosto de 1978 . Bronce en el mun dial de pista cubi erta de Valencia 2008. Campeón Europa 1500 m. en pist a cubierta en Birmingham 2007 . Dos veces subcam peón de Europa 2003 y 2005. Dos veces campe ón de la Copa de Europa 2002 y 2005. Diez veces campe ón de España de 1500 m. 4º en la Olimpiad a de Pekín 2008 . SIOL PORTAL www.siol.net , , BIOGRAFiA Y P A LMAReS Nació en Aranda el 3 de Juan Carlos Higuero es como lo ves. No ha cambiado nada. Le miras a los ojos y sigue conservando la mirada pura y limpia del chaval de diez años al que un buen día su hermano José Félix levantó de la cama para disputar su primer cross. Fue en Aranda, en su pueblo: - “¡Vamos Juan Carlos que no llegamos!” – le dijo José Félix. - “Déjame un poco más…” – suplicó Juan Carlos, a quien siempre le gustó mucho dormir. Al final llegaron y sin tiempo para calentar Juan Carlos se puso el dorsal y ganó. Esa fría mañana de Diciembre en el circuito de La Virgen de las Viñas nació una estrella. Un atleta que maduraría en el campo a través y recogería los frutos en la www.deportes.orange.es Aquel niño corría pero, a la vez, aprendía. Higuero se considera un romántico de este deporte y desde el principio le sedujo mirarse en otros espejos y admirar a aquellos que eran lo que él quería ser en el futuro: “De cuando era pequeño recuerdo por ejemplo a Domingos Castro, que solía ganar muchos crosses. Y entre los españoles a José Luis González, a Antonio Serrano a Fermín Cacho, que también corrió algunos” La imagen de los más grandes fue la inspiración que guió por el camino del triunfo los primeros pasos de Higuero que, de pequeño, no se cansó de ganar. Cada vez que disputaba uno de los muchos crosses que se organizaban en la provincia de Burgos era para ganarlo. “El cross es para cualquier atleta su inicio, es la raíz de cualquier adolescente para dar el paso a otras disciplinas. Hay mucha tradición en toda España y en Burgos también. De pequeño corrí muchos y es cierto que gané todos los que se organizaban entre colegios” Y hasta en categoría junior fue medalla de bronce en el Europeo de campo a través: “Recuerdo que fue en Bélgica y que para mí fue una sorpresa. Nunca imaginé que podría ganar una medalla en el cross y aquel día lo logré. Además es especial porque yo aún entrenaba en Aranda, en mi pueblo, y allí lo preparé”. Por todo, para Juan Carlos Higuero correr al aire libre, sobre barro, hierba o tierra siempre resulta especial: “No tiene nada que ver con la pista. El terreno, para empezar, lo cambia todo. Te enfrentas al albero, a la tierra, a la hierba o al barro y eso lo cambia todo. La pista es más técnica porque ahí lo que pisas es siempre lo mismo. Varía también la distancia según el cross y premia sobre todo la resistencia. La pista es para gente más técnica”. Higuero no quiere olvidar además el encanto del campo a través. El contacto personal con los aficionados y el resto de atletas. En el circuito de cross todo se estrecha y se hace más humano: ”El cross sobre todo tiene el encanto de la cercanía. Allí puedes tocar al atleta. El espectador está muy cercano, puede estar con él cuando acaba la carrera. En la pista es todo como más restringido. Eso es lo que para mí hace especial sobre todo el cross” Y más especial aún si se celebra en su casa, como es el caso del Cross de Atapuerca que ha contado con Higuero estos últimos años y que seguirá contando, seguro, en el futuro: ”Atapuerca se está convirtiendo en uno de los atractivos del cross en España. A pesar de tener sólo cinco años ya es una realidad y han conseguido ser los segundos en el ránking. Tienen un nivel muy importante. Recuerdo que las dos primeras temporadas fueron para gente de la comunidad pero a medida que han aumentado el presupuesto se han hecho muy grandes. Creo que va a estar incluso muy pronto cerca de Itálica”. Higuero valora además que es llano y eso a corredores de sus características les viene muy bien. Eso y que además, al ser el primero de la temporada, no es un cross excesivamente largo: “La pista de hierba nos gusta. Sobre todo a los españoles porque podemos correr a un ritmo importante. Y también la distancia. Creo además que será muy importante que consigan dejar el circuito permanente. A Atapuerca se le conoce mucho por los yacimientos pero el cross va a ayudar todavía más a su conocimiento”. Tan especial que Juan Carlos espera algún día levantar los brazos en ganador en Atapuerca: “Estoy convencido que algún año lo prepararé. Aún hoy estoy muy centrado en el 1500 m. pero son ocho kilómetros y en unos años seguro que, gracias también a que es llano, podré plantar cara a los africanos. Me gustaría poner mi nombre en Atapuerca y ganarlo algún día”. Precisamente sobre el poderío de los atletas africanos Juan Carlos sostiene la misma teoría que muchos: son humanos pero en el campo a través no lo parecen: “Nunca se puede decir la palabra imposible en ningún ámbito, pero sin duda son los grandes dominadores. Cada año sale alguno nuevo que complementa a los que ya están. Viven en altura, saben sufrir más que nosotros y en el cross son prácticamente inalcanzables. No creo que con el tiempo las distancias se acorten. Serán siempre los dominadores. Hay que esperar un día en el que ellos fallen y tú estés muy bien para alcanzarlos” Ojalá ese día llegue. Y para Juan Carlos Higuero sea en Atapuerca. FUTURO “LA SONRISA QUE CABE EN EL CAMPO” La Organización correrá con los gastos de alojamiento (noche del sábado al domingo) El tiempo dirá si cabe esa ansiada victoria de Higuero en el palmarés de Atapuerca. De momento, lo que parece seguro es que el año que viene el circuito puede ser para siempre. Según Marcos “El tema del circuito permanente lo ha planteado el ayuntamiento y ha hablado ya con el presidente de la Diputación. Sería fácil, habría que marcarle que es fácil, luego pasar una moto niveladora para dejarlo como una alfombra, que es fácil por el drenaje que tiene”. El alcalde de Atapuerca añade que “las condiciones son únicas para tener ese circuito permanente. No sé si con ello lograremos ser los primeros pero queremos estar entre los primeros crosses de España. Además el futuro centro de recepción de visitantes para los yacimientos estará enclavado a sólo 50 metros del circuito. Nosotros podremos utilizar las oficinas para el cross y la idea es ubicar ahí las futuras duchas para los atletas”. Y es que Atapuerca camina firme en pos de un mejor futuro para los atletas que visiten su cross cada año. Miguel Angel de los Mozos dice que “la mejora del cross en general debe pasar por y manutención (cena del sábado y desayuno del domingo) para los corredores de las categorías JUNIOR y JUVENIL, tanto masculino como femenino, que: ✔ Hayan quedado entre los cinco primeros en el Campeonato de España Absoluto de Cross 2008 y ✔ Hayan quedado entre los tres primeros en el Ranking 2008 de: ● aumentar la calidad en todos los aspectos tomando como principal protagonista a quien lo es, el atleta. El debe sentirse cómodo y debemos darle todo para que así lo sienta. Facilidades para ayudarles en el transporte, duchas en el circuito… Esto es muy duro y sacrificado y los organizadores debemos velar por la calidad a la hora de organizar”. El deporte, indudablemente, es de los deportistas y entre ellos la conciencia es que la pista, como decía Higuero, es ideal para comenzar la temporada de cross. Ideal para los grandes y también para los niños que acaban de correr y, mientras descansan las piernas, preparan los ojos para ver a sus ídolos. Los ven primero y después los tocan. Y sonríen. Y esa sonrisa asegura el futuro. Acaban de terminar las carreras y Atapuerca se despide hasta el año que viene. La postal de ida y vuelta que regresará entonces es la imagen de un enjambre de niños rodeando a alguien. Es Marta Domínguez, que no para de hacerse fotos y firmar autógrafos. Una niña le dice: “¡Quiero ser como tú!”. Y ella, que un día también quiso ser como alguien, le sonríe. A esa sonrisa nos referimos. Esa es la sonrisa que garantiza el futuro de Atapuerca. Un futuro que construyó un buen día el pasado. ● JUVENIL: 3.000 mts. 5.000 mts. 2.000 mts. 3.000 mts. lisos, lisos, lisos y obstáculos. JÚNIOR: 3.000 mts. lisos, 5.000 mts. lisos, 10.000 mts. lisos y 3.000 mts. obstáculos. Atapuerca te ofrece... Donde comer Donde dormir TURISM O Yacim ien to Parq ue A s y r queo Visitas ló g de octu uiadas, fines gico de sem bre a d ana y f ic Resto del año iembre. estivos , c Salid onsulta as de r. sde Ata Dura pu ción dos ho erca ras má s desp Expo lazamie sició nto. n “Ata años”. puerca Antigu u as Esc uelas d n millón de e Atap uerca. Infor maci ón y reser va pr evia 902 024 246 CTR “PAPASOL” C/ En medio, 38 - 09199 ATAPUERCA Tel.: 947 43 03 20 www.burgosturismorural.com papasol@burgosturismorural.com CTR “EL PEREGRINO” C/ Camino de Santiago, 25 - 09199 ATAPUERCA Tels.: 947 43 03 16 - 661 58 08 82 rocio@albergueatapuerca.com www.albergueatapuerca.com MESÓN ASADOR “LAS CUEVAS” LA CANTINA DE ATAPUERCA C/ En medio - 09199 ATAPUERCA Tel.: 947 43 03 23 EL PALOMAR C/La Revilla, 22 Tel.: 947 400 675 CASA RURAL “ELIZALDE” C/ La Iglesia, 31 - 09199 ATAPUERCA Tel.: 635 74 33 06 www.casaruralelizalde.com C/ Bajera, 3 - 09199 ATAPUERCA Tel.: 947 43 04 81 RESTAURANTE COMOSAPIENS Camino Santiago, 24-26 - 09199 ATAPUERCA Tels.: 947 43 05 01 - 661 55 24 70 www.comosapiens.com restaurante@comosapiens.com coMo llegar CASA RURAL “EL PESEBRE DE ATAPUERCA” C/ Iglesia, 16 - 09199 ATAPUERCA. Tels.: 610 56 41 47 645 10 90 32. www.elpesebredeatapuerca.es HOTEL CIUDAD DE BURGOS Ctra. Madrid-Irún, km 249 - 09199 Rubena (Burgos). Tel.: 947 43 10 41. www.hotelciudadeburgos.com HOTEL HNOS. GUTIÉRREZ Ctra. Madrid-Irún, km 259,5 - 09292 Monasterio de Rodilla. Tel.: 947 43 03 44 (Burgos). www.resbrujula@terra.es Destacados de atapuerca Atapercu Informacion Festival Internacional de Percusión. Mediados de julio. AYUNTAMIENTO DE ATAPUERCA. Batalla de Atapuerca Representación con 200 actores en riguroso directo. Penúltimo domingo de agosto. Pl. Pablo García Virumbrales, s/n 09199 ATAPUERCA Lunes: 17:30 - 20:00 h. Tel./Fax: 947 43 04 35 info@atapuerca.es www.atapuerca.es Marcha a pie a los Yacimientos Vista aérea del campo de cross junto a las Lagunas Domingo más cercano al 30 de noviembre. www.anoc.es www.crossatapuerca.es Cross de Elgoibar HISTORIA Elgoibar es la tradición. Es el barro. Son las cuestas. Es el cross en estado puro. Elgoibar son años y años viendo correr a los mejores del mundo. Amasando leyendas y uniendo pasiones. Y es también uno de los pocos sitios en los que el aficionado sigue pagando por verlos. Elgoibar, tras casi setenta años de campo a través, es historia viva de atletismo y cross. Tanto que casi se junta con el origen mismo de las carreras que tuvieron su raíz en Gran Bretaña a principios del siglo XIX. La primera prueba de la que se tiene constancia se disputó en el Colegio Shrewbury de Gales en 1831. La iniciativa fue secundada por otros colegios y desembocó en el primer campeonato nacional de campo a través que tuvo lugar el dieciocho de Noviembre de 1876 en Burckhurt Hill, cerca de Londres. De Gran Bretaña, el cross saltó a Francia donde tuvo lugar la primera carrera internacional en 1898. Fueron casi quince kilómetros y sirvió para enfrentar a ingleses y franceses. La carrera tuvo gran resonancia y fue el germen del Cross de las Naciones cuya primera edición tuvo lugar el veintiocho de Marzo de 1903 en la ciudad escocesa de Hamilton, donde sólo participaron Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda. Cuatro años más tarde se sumó Francia que tuvo el honor de ser el primer país no británico en ganar la prueba gracias al marsellés Jean Bouin, que se impuso los años 1911, 1912 y 1913. Bouin fue plata en los cinco mil de los Juegos Olímpicos de Estocolmo del año 12 y desde 1920 la carrera en ruta más antigua de España, que se celebra en Barcelona, lleva su nombre. Al oficioso campeonato del mundo se fueron uniendo más países: Bélgica lo hizo en 1923 y España en 1929, junto a Italia, Suiza y Luxemburgo. En nuestro país el origen de lo que es hoy el atletismo se remonta también al siglo XIX. Entonces empiezan a popularizarse las carreras pedestres que, en Cataluña, Aragón y País Vasco, nacieron como desafíos entre jóvenes. Uno de los primeros en alzarse a la popularidad fue Chistavín de Berbegal gracias al duelo que le ganó al italiano Achilles Bargossi el veintidós de Octubre de 1882. El reto consistía en dar vueltas a la plaza de toros de Zaragoza donde el italiano, considerado el primer andarín del mundo y acostumbrado a ganar fácilmente, prometió nada menos que quinientas pesetas a quien completara más giros que él al redondel. Bargossi pagó cara su osadía y el vencedor, Chistavín de Berbegal, fue incluso recibido por el rey de la época después de vencer en aquella prueba. Antes de que España se incorporara al Cross de las Naciones tuvieron lugar también diferentes campeonatos internacionales. El primero del que se tiene noticia tuvo lugar el treinta y uno de Julio de 1914 en la localidad vasca de Alza. Fue organizado por la Sociedad Jolastokieta y participaron también atletas franceses. En la segunda quincena del mes de Diciembre de ese mismo año tuvo lugar la Olimpiada Vasca, que organizó el club deportivo Bilbao. En estos encuentros atléticos se consiguieron algunas marcas que los miembros de la Asociación Española de Estadísticos de Atletismo consideraron las primeras plusmarcas de este deporte en nuestro país. Sólo dos años más tarde nació la Federación Atlética Donostiarra, que luego sería la Federación Atlética de Guipúzcoa y ese mismo 1916 fue testigo del primer campeonato nacional de campo a través ganado en Madrid por el catalán Pere Prat. Con excepción de los vascos Errauzquin, Domínguez, Andía, Pena, Palma y Oyarbide y los castellanos Ramos y Cami, fueron los atletas catalanes quienes dominaron todas las primeras ediciones del campeonato. Al menos hasta la llegada de los legendarios Antonio Amorós, Francisco Aritmendi, único español como ya contamos que ganó el Cross de las Naciones, o Mariano Haro. Sólo un año después de la disputa por primera vez del nacional de cross empezaron a celebrarse también los Campeonatos de España de pista. El primero tuvo lugar en 1917 en Atocha, en San Sebastián, y una de las grandes apariciones fue la de un joven de apenas diecisiete años y natural de Elgoibar. Se llamaba Juan Muguerza y ganó las carreras de mil quinientos y cinco mil. Su dominio fue tan abrumador que repitió sus títulos los años siguientes en Madrid, Barcelona, de nuevo San Sebastián y Vigo. Muguerza fue campeón en ambas disciplinas los cuatro siguientes años con la única excepción del cinco mil de 1920 en el que fue batido por Diodoro Pons. No contento con esto ganó también el nacional de ochocientos los años 1918 y 1921 y ese mismo año también el de ciento diez metros vallas. El elgoibarrés, toda una institución en su época, logró doce títulos individuales nacionales en apenas cinco años. Fue además campeón de España de relevos con Guipuzcoa y logró el triunfo en la primera Behobia-San Sebastián disputada en 1919. Un año más tarde, teniendo apenas veinte, Muguerza representó a España en los Juegos Olímpicos de Amberes donde corrió los mil quinientos y los cinco mil. La lástima es que su excepcional carrera se vio abruptamente quebrada dos años más tarde cuando tuvo obligatoriamente que acudir como soldado de reemplazo a la guerra africana del Rif. Resultó entonces que unos años antes Francia había cedido a España la administración de un cinco por ciento del territorio marroquí, unos veinte mil kilómetros cuadrados, que incluían esa región montañosa llamada del Rif. En su ocupación, las tropas españolas, encontraron varios férreos focos de rebelión. La guerra fue sangrienta y hubo muchos soldados muertos, lo que obligó a reclutar por la fuerza a más jóvenes españoles. Uno de ellos, en pleno éxtasis de su carrera deportiva, fue el joven Muguerza que a su regreso de la contienda africana ya no volvió a competir a alto nivel. Las malditas guerras fueron una constante en la vida de aquella época y también en la de nuestro protagonista que falleció durante la Guerra Civil española, víctima de un bombardeo que tuvo lugar en 1937 cerca de Munguía. Apenas seis años más tarde, en su memoria, un pequeño grupo de aficionados al atletismo, reunidos en torno al Club Deportivo Elgoibar, impulsaron el nacimiento del Cross Memorial Juan Muguerza. Elgoibar, cuna de este espléndido atleta, permanece asentada en el valle del río Deva y fue fundada el año 1346. En origen, el rey se reservó la explotación de los minerales y la producción de las ferrerías de la zona. Precisamente, la proliferación de éstas hizo que llegaran a tener un fuero propio, el Fuero de la Ferrería, embrión de la gran industria de hoy en día en torno a la cuál se aglutina una de las localidades con mayor densidad demográfica del País Vasco, casi trescientos habitantes por kilómetro cuadrado. Muchos de ellos son habituales año tras año a la cita del Memorial Juan Muguerza. Un cross que durante sus primeros años tuvo carácter únicamente regional y se celebró en pleno mes de Agosto, durante las fiestas de San Bartolomé. El primer ganador, en el año 43, fue Prudencio Ayerra del CD San Fernando. Entonces era una especie de carrera pedestre por sendas entre caseríos. No fue hasta los años cincuenta cuando la prueba se trasladó al campo de fútbol de Lerún y sus inmediaciones. En esa década, concretamente en 1958, fundó sus locales la Sociedad Egotoki que se hizo cargo de la organización del cross a partir de 1963 bajo la dirección de José Gurrutxaga, admirable atleta que aún hace dos años, en 2007, consiguió alzarse con los títulos de campeón de España de veteranos de cien y doscientos metros en la categoría de veteranos. Tenía ochenta y cinco años y sumó, con estas dos, treinta y cinco medallas en campeonatos nacionales, casi todas ellas de oro. Gurrutxaga, presente también en Elgóibar en la última edición del cross, la de este 2009, firmó en Águilas (Murcia) 19´´30 en los cien metros y 43´´44 en los doscientos. Logros que tienen aún más mérito teniendo en cuenta que poco tiempo antes le fue colocada una prótesis biológica en una válvula del corazón. Gurrutxaga fue testigo directo de los mejores años del cross de Elgóibar. Y junto a él, otro histórico, Fermín Arrese que aún hoy colabora con la organización y, entre otras cosas, como un espléndido guiño a todo lo pasado, es el encargado de hacer sonar la campana para avisar a los atletas de su último paso por meta. Arrese recuerda con agrado aquellos años: “Las veinte primeras ediciones, aunque en el año 50 no hubo cross, las ganaron siempre atletas nacionales pero el primer año que organizó Egotoki, el 63, vino ya Mamo Wolde que es otra institución en Elgoibar. Fue todo un espectáculo. Sobre todo a la gente le impactaba lo de los africanos a los que veían por primera vez. Su forma de correr era increíble. Y eso que el circuito era durísimo. Algunos se quejaban pero a Elgoibar todo el mundo vuelve porque se trata muy bien a los atletas. Ese 1963 fue el primero de los triunfos de Mamo Wolde que, como curiosidad, uno de los años tuvo que correr, y ganar, con las zapatillas de una atleta, Belén Azpeitia porque no tenía las suyas. Belén que tiene además el récord de victorias en mujeres con cinco consecutivas. Segundo, detrás de Wolde, fue su compatriota Tsegarie Mariam y los dos repitieron, en idénticas posiciones, un año después. ¡Pero es que ese 1964 el podio lo completó nada menos que el gran Abebe Bikila! Yo creo que se le hicieron demasiado cortos los apenas nueve kilómetros del recorrido. Recuerdo que dos años más tarde volvió para ganar la primera edición de la maratón de Zarauz que se disputó con un tiempo horrible. Casi tanto como el que tuvimos en Elgoibar en 1981. Una nevada tremenda que empezó la noche anterior a eso de las doce y obligó a suspenderlo todo pese a que los atletas estaban ya allí” Bikila inauguró ese año la tradición de grandísimos atletas con un enorme palmarés pero que no pudieron ganar Elgoibar. Arrese recuerda también “a Ngugi. Aquí vino siendo ya campeón mundial pero casi no pudo ni acabar la carrera. Fue una gran decepción porque esperábamos que ganara fácil. Y más recientemente tampoco pudo ganar Gebresselasie. Le ganó su compatriota Fita Bayesa”. Sobre esta última efeméride, que tuvo lugar en 1993, mucha gente sospecha que lo que pasó es que Gebre, como ocurrió en otras pruebas, respetó los galones de la entonces gran figura del atletismo etíope. Tradición esta que siempre se cumplió entre los atletas de este país africano desde el principio, que fue Bikila. Aquella edición del 64 dejó tanto impacto en Elgoibar que una representación de los organizadores viajó a Munich en 1972 para ver la Olimpiada y entregar al etíope la insignia de oro de la Sociedad Egotoki. Fue uno de los últimos reconocimientos al gran atleta que falleció sólo un año después y al que se dedicó un homenaje póstumo en la edición del cross elgoibarrés de 1974 que tuvo como vencedor a Jouko Kuha. El finlandés sucedió en el palmarés al legendario Mariano Haro a quienes vieron correr in situ la inolvidable final de Munich algunos componentes de Egotoki. “Mariano – dice Arrese – fue muy importante para Elgoibar. Nadie ganó tantas veces como él, nada menos que cinco, y toda la colonia palentina que vivía en el País Vasco iba siempre a verle. Incluso, venían muchos con él desde allí. Ya era famoso antes de lo de Munich pero, a partir de entonces, fue una locura” LA FIGURA I: MARIANO HARO - Cuarto en la final olímpica de los 10 000 de Munich 1972 con 27´ 48´´ 14 y sexto en la misma final cuatro años más tarde en Montreal 76 - Subcampeón del mundo de cross en 1973, 74 y 75 - 27 veces campeón de España. Sólo de cross lo fue los años 1962, 63, 68, 69, 71, 72, 73, 74, 75, 76 y 77. También lo fue de 3000 metros obstáculos, 5000, 10 000 y gran fondo. - Bronce en el Cross de las Naciones junior de cross de Nantes de 1961 Y es que no era para menos. Por primera vez en la historia un atleta español dominó nada menos que una final olímpica. Mariano llegó a liderar aquel trepidante diez mil y la medalla se le escapó, más o menos como a Domingos la de Seúl, únicamente en los últimos metros. Igual que los tres oros mundiales que perdió en cross: “No es que yo fuera lento – nos dice con sorna Mariano – es que en esas ocasiones siempre hubo alguien que fue un poco más rápido que yo” Más veloz debido a sus condiciones naturales o, como en el caso de Lasse Viren, gracias a ayudas artificiales externas. Fue el propio entrenador del atleta finlandés, Haikkola, quien en 2005 confesó que Viren corrió con la sangre cambiada: “Tanto en la final de Munich como en Montreal Lasse corrió con un hematocrito próximo al ochenta por ciento” denunció el técnico. Al respecto Mariano dice que “a mí ya me extrañó entonces porque siempre que corríamos en su país yo le ganaba. De diez veces le podía en ocho y a él le costaba muchísimo bajar de quince minutos en el cinco mil. Luego, con esas ayudas, hacía 13´ 16´´. Ese día de Munich él “voló”. Nosotros en cambio ni habíamos oído hablar de todo aquello. En España casi ni existía la medicina deportiva. Como mucho oíamos que algún extranjero tomaba anfetaminas. Luego he leído que eso de la sangre lo habían hecho antes con aviadores o soldados para resistir más tiempo en la guerra. ¿Y que qué siento ahora? Pues me da pena y rabia todo aquello. No es de recibo que la medalla fuera para un tramposo en vez de para un hombre honrado que entrenaba tres veces al día. Eso es lo que no se puede consentir. Por eso yo soy partidario de que el que haga trampas no vuelva a competir” A Mariano le sale de dentro lo que dice. Habla con el mismo nervio con el que corría. Todavía es pura raza y aún conserva el hocico que afiló corriendo en el campo. Y ese aire de pillo de cuando jugaba con los otros niños al escondite. Les decía que dejasen el bocadillo en la repisa de alguna ventana y echaba a correr con tan preciado botín. ¡Por supuesto no le cogía ninguno! Mariano empezó tarde en el atletismo pero llevaba ya tiempo corriendo. Iban él y su perro, Tony. Entre los dos cercaban a las liebres o apresaban las perdices que abatía su padre. Otras veces corría solo los casi quince kilómetros que hay de su pueblo, Becerril de Campos, hasta Palencia. Lo hacía enfadado porque su madre no había querido llevarle en tren. Mariano nació por circunstancias en Valladolid pero su pueblo es Becerril. Allí se crió y desde allí saltó del dorado eterno de los campos al azul bendito de la gloria. Eran otros tiempos y España no estaba acostumbrada al éxito. Más bien todo lo contrario. Por eso, Haro es culpable de la afición de muchos de los que vinieron detrás y su nombre permanece en la memoria de todos. Su fama fue tal que recibió el Ya de Oro que distinguía al mejor deportista del momento el mismo año que Paco Fernández Ochoa ganó la medalla de oro en los Juegos de Sapporo. Y aún hoy tres localidades que nada tienen que ver con él, Alhama de Murcia, Madridejos y Priego de Córdoba lucen su nombre en una de sus calles. Igual que el campo de fútbol y el polideportivo del equipo de su pueblo, el CD Becerril. Mariano empezó a forjar su leyenda en el Cross de las Naciones celebrado en 1961 en Nantes. Como ya hemos contado, allí se estrenó la categoría junior y el palentino fue medalla de bronce: “Allí Antonio Amorós fue segundo en senior. “El galgo de Caudete”, como le llamaban, fue el que me dijo que tenía un gran porvenir en el atletismo. El fue uno de mis referentes, igual que Tomás Barris, José Molins o Carlos Pérez” Un año más tarde Mariano se impuso ya en el campeonato nacional de cross iniciando una irrepetible serie de once triunfos, siete de ellos consecutivos: “El primer título fue en Santander. Ya entonces tenía claro que a mí me gustaba más el cross que la pista. Tenía una tesis: campeón de campo a través sólo hay uno. En el tartán hay más: puedes ser campeón de cinco mil pero ese mismo día hay un campeón de longitud, otro de cien metros… Además el cross me venía mejor. Cuanto más duro, más se adecuaba a mis características” Y tanto le fue que estuvo a punto de ganar tres mundiales en diferentes años. El primero, el que más cerca tuvo, en la localidad belga de Warengen: “Allí me ganó Paivarinta por apenas metro y medio. Fue una pena pero aún así la plata fue ya un éxito, igual que un año después en Monza y dos más tarde en Marruecos” Mariano no ganó el oro pero se ganó el cariño de los aficionados, y también de los respectivos monarcas de aquellos países. “Recuerdo que en Bélgica iba también en el equipo Miguel Maiz que llevaba una placa departe del Ayuntamiento de Zarauz para los reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola como agradecimiento porque ellos veraneaban en esta localidad guipuzcoana. El caso es que, llegado el momento, Maiz no se atrevió a dársela y fui yo quien se la entregué. Fueron tan amables como el Príncipe de Marruecos, el que ahora es rey, que nos recibió cuando el Mundial de Rabat y con el que también hice amistad” Su carisma fue tal que llegó a ser, tiempo después, entrenador del propio Príncipe Felipe cuando éste, en su juventud, tuvo varios educadores para completar su formación en todos los ámbitos. Para entonces, el palentino había dejado ya su impronta en Elgoibar donde aún hoy, como decía Arrese, ostenta el récord de victorias, con nada menos que cinco, los años 71, 73, 76, 77 y 78. Sin embargo, también a él le costó ganar en Lerún. La primera vez que acudió, en 1968, sólo pudo ser segundo detrás del inglés Fowler. La segunda, dos años más tarde, fue tercero tras Wolde y el escocés Lakie Stewart, que ganó en 1969 con Haro segundo. Por fin en 1971 se impuso al inglés Mike Tagg, entrando en meta con el dorsal número dos ante un gentío impresionante. Mariano, y las figuras de la época, arrastraban un montón de gente que pagaba religiosamente su entrada. Aún hoy, Elgoibar es uno de los escasos sitios en los que se paga por ver el cross. Pese a eso ni Mariano ni los demás atletas cobraban dinero alguno por correr. Entonces, en el principio de los tiempos, sólo había premios para los primeros. El ganador escogía entre los productos donados por las empresas y así sucesivamente los que le seguían. Y lo hacían entre lavadoras, motos Vespas, escopetas, máquinas de coser, relojes o televisores. “Eran otros tiempos y no había dinero. Ahora nadie se pega por una nevera o una lavadora pero entonces sí. Recuerdo por ejemplo los dos relojes Longines de oro que me llevé tras ganar en Lasarte. Y que fue allí donde me planté empezar a pedir cobrar. Lasarte y Elgoibar se corrían consecutivos y, mientras los segundos acabaron entendiendo que había que pagar, los primeros fueron más duros. A Lasarte yo llevaba mucha gente y se cobraba también entrada. Un año me acababa de casar y dije que me tenían que compensar porque yo a ellos no les costaba nada. En cambio sí pagaban por ejemplo el viaje y la estancia a los que venían de fuera de España. El caso es que les dije que o me daban la televisión como fijo por correr o quince mil pesetas. Dijeron que ni una cosa ni otra, yo dije que no corría y el tema fue casi asunto de estado. Entonces escribía en Marca Pedro Escamilla y lo que él decía “iba a misa”. El caso es que me criticó duramente diciendo que aquello era profesionalismo y que no debían pagarme. Intervino hasta Solís, el ministro de Educación y Descanso y el presidente de la Federación me obligó a correr. Al final llevé un parte médico diciendo que no podía correr y me fui a hacerlo en el cross de Aguilar de Campoó” A corto plazo la guerra que Mariano inició no dio frutos pero no tardó en darlos. Poco después, Elgoibar, como él decía, empezó a pagar a los atletas: “Allí llegué a cobrar hasta sesenta mil pesetas de fijo cuando el sueldo medio de un obrero eran unas veinte mil. El año que me las dieron me fui directo a Andorra. Allí llené el maletero de gasolina y cambié las ruedas y los focos del coche. En Elgoibar siempre me han tratado muy bien. Me encantaban las angulas y me decían: “Ya sabes, si ganas hoy te damos angulas”. Aunque luego siempre me las daban. Me acuerdo de Arrese, que era hermano del alcalde, y que no hace mucho estuvo en Becerril de excursión con gente de su pueblo y vino a verme. El cariño, está claro, es mutuo. Y eso que el circuito era durísimo. La mitad era urbano y la otra de asfalto con lo que no sabías qué calzado ponerte. Se pasaba incluso por dentro de una fábrica de fundición que creo que se llamaba de San Pedro. Me acuerdo de algún año en el que pasábamos por allí y estaban los de mantenimiento arreglando cosas. Y luego entrabas en el campo de fútbol que siempre estaba intransitable, lo pisaban las primeras categorías y luego estaba muy embarrado” Precisamente una fotografía hecha por un periodista a la entrada del estadio de Lerún sirvió para que Mariano siguiera probando en sus carnes que aún los deportistas no tenían el suficiente poder para beneficiarse de la publicidad que hacían gratis a otros. ¡Cómo han cambiado también en esto los tiempos!:“Recuerdo que había una rampa, un obstáculo que sirvió para poner un gran anuncio de unas cervezas llamadas León. A mí entonces todo el mundo me conocía como “el león de Becerril” y un avispado distribuidor de bebidas de Palencia cogió esa foto y la puso en su negocio para vender más cervezas de esa marca. Por supuesto, a cambio no me daba nada. Total que ni corto ni perezoso me fui a verle y le dije que quería algo a cambio. Recuerdo que le dije que me comprara un seiscientos. El me dijo que nones y que lo más que me podía dar era un bolígrafo y yo le dije (risas) “¿para qué quiero un bolígrafo si no sé escribir?” Mariano no ganó mucho dinero con el atletismo. Fue, en muchos aspectos, un adelantado a su tiempo al que ni siquiera dejaron acercarse a las únicas pruebas en las que se ganaban cantidades importantes: “Tuve varias ofertas para correr en plazas de toros del País Vasco. Entonces, gracias a las apuestas, se movía mucho dinero y a mí llegaron a ofrecerme doscientas mil pesetas por correr a puerta cerrada para que nadie me acusara de profesionalismo. Hubiera sido sólo para ocho o diez personas que hubieran apostado al respecto pero a mi entrenador, Gerardo Cisneros, el asunto no le gustó. Y no lo hice. Sólo corrí una vez en una plaza y porque fue a beneficio de un cuñado mío que vivía en Andoain, en San Sebastián. Estaba enfermo y necesitaba un dinero. Fue un diez mil en el que yo corrí contra tres, dos españoles y un francés, todos ellos atletas internacionales. Entonces el récord de cinco kilómetros en plazas de toros era del navarro Chiquito de Arruiz, para muchos el mejor korrikalari de todos los tiempos pero que, como participaba en estas pruebas estaba considerado profesional y no podía correr pruebas de la Federación. Chiquito tenía como record quince minutos y cinco segundos. Yo pasé en veinte segundos menos y al final les saqué una vuelta a cada atleta. Terminé con 29´ 52´´ y en la plaza de Tolosa la gente alucinaba porque no habían visto nunca algo así. Creo que aún tengo ese récord aunque años después Martín Fiz corrió y se quedó a un solo segundo. Podía haber ganado mucho dinero con todo aquello pero con el tema del profesionalismo me fastidiaron”. Asunto este que, a los ojos de las nuevas generaciones, ha de parecer ridículo. Resultaba entonces que los deportistas debían ser amateurs e incluso a los Juegos Olímpicos no podían asistir quienes cobraran dinero. El asunto derivó en una hipocresía insostenible y, poco a poco, incluso los atletas empezaron a ver parte del dinero que generaban. En su época, Haro rechazó también ofertas para ir a entrenar a universidades americanas. En este caso por propia voluntad, ya que prefirió siempre el calor del hogar y la compañía de los suyos para seguir entrenando. Tanto que corrió siempre con el equipo de su tierra, el Educación y Descanso de Palencia: “Fuimos algo así como lo que es el Athlétic de Bilbao de fútbol. Todos los que corríamos éramos de Palencia y logramos cosas increíbles. Fuimos cuatro veces campeones de España y dos de Europa. Y pudimos ser tres pero corriendo en Palencia, en La Balastera, mi hermano Pepe se cayó y al final, en la puntuación global, nos ganaron los portugueses, que tenían a Carlos Lopes” Mariano se codeó con los mejores de su época, incluidos los africanos que empezaban a copar ya los primeros puestos en todas las pruebas: “Recuerdo entre los primeros a Kipchoge Kenio con el que corrí la San Silvestre de Sao Paulo del 64. Él venía de ser quinto en los Juegos de Tokyo y luego fue campeón olímpico de mil quinientos en México y oro en los tres mil obstáculos cuatro años más tarde en Munich. Fue el precursor entre los keniatas. Y por supuesto Wolde o Yifter, que fue plata en la final alemana en la que yo fui cuarto. Ahora es el “boom” de los africanos pero entonces ya estaban por aquí y con algunos incluso hice amistad. Recuerdo que una vez después de correr en Elgoibar me traje a Becerril a Wolde y a los etíopes que venían con él. Les llevé a comer chuletillas de lechazo y se chupaban los dedos (risas)” Mariano fue grande pero hay quien piensa que podía haberlo sido todavía más si su dedicación hubiera sido más plena. Al respecto, y entendiendo que los extremos no son buenos y la virtud suele residir en el medio, ahí van dos anécdotas que nos llevan a los dos puntos más distantes. La primera es de Santiago de la Parte, otro gran atleta palentino que recuerda que antes de un cross en el País Vasco “Mariano se empeñó un día, víspera de correr en el País Vasco, en jugar una partida de cartas con otros tres. Se apostaron unos lechazos. Era ya noche cerrada y yo esperaba apoyado en el respaldo de una silla a que terminaran, pero no acababan. Yo le decía: “¡Vamos Mariano que mañana hay que correr!” Y él a lo suyo… Después de un rato terminó la partida, me levanté y le dije: “¡Por fin… vámonos!” Y él se levantó como un resorte y me dijo: “¿Cómo que vámonos? Ahora habrá que ir a comer los lechazos…” Ahí me mató. En efecto fuimos pero al día siguiente se levantó puntual, corrió y ganó. Mariano era así” La del otro polo es del propio Haro que cuenta que, en vísperas, de más de una carrera importante se concentraba en un monasterio que está cerca de Medina de Rioseco y se llama de la Santa Espina: “Allí comía, entrenaba y dormía. Nada más. Me ejercitaba como un ermitaño. Uno de los días recuerdo que, no sé por qué, llegué tarde a comer y allí con la puntualidad son muy escrupulosos. El caso es que entreabrí la puerta y estaban todos los monjes sentados, menos uno que estaba bendiciendo la mesa, aunque yo no lo sabía. El caso es que entré y lo primero que escuché fue: “Gracias Señor…” Y ahí yo, como soy (risas), le interrumpí y le dije: “No, no por mí no se preocupen, sigan comiendo…” ¡Claro! No veas la mirada que me echaron todos. Para cuando me di cuenta que lo de Señor no iba por mí estaba ya muerto de vergüenza (más risas)” Cierto día Mariano dejó el atletismo y casi enseguida lo cambió por el bastón de mando del Ayuntamiento de su pueblo en el que estuvo nada menos que veinticuatro años. Ya no corre pero todos los días anda una barbaridad porque sigue cazando y ahora pesca. Y sino coge caracoles y busca setas. Y siempre tiene un hueco para recordar aquellos tiempos y enseñar a quienes quieran los trofeos que aún guarda en casa. Entre ellos más de una medalla de bronce con la efigie de un loro. Recuerdos de sus triunfos en Elgoibar. El loro de las medallas de Mariano tiene nombre propio, Anbolo, y es toda una institución en el cross elgoibarrés. Tanto que, en la última edición, el locutor de la prueba se refirió a él diciendo que “Anbolo no era una persona, pero casi…” Hablaba en pasado porque el loro había fallecido apenas cuatro meses antes y, en su memoria, pidió un aplauso que resonó durante varios segundos como si, en efecto, del recuerdo a una persona se tratara. Anbolo tenía más de cincuenta años y llegó a Elgoibar desde Guinea de la mano de un trabajador de Sigma, Juan Legarza. Pronto se convirtió en el símbolo de la Sociedad Egotoki cuyos locales sociales se inauguraron en 1958 y en los que estuvo siempre la jaula de Anbolo. Dentro cuando hacía mal tiempo y fuera, en el balcón que da a la calle San Francisco, cuando la climatología lo permitía. El loro compartió mesa y mantel con Bikila, Haro, Wolde o Gebresselasie entre otros muchos. Fermín Arrese recuerda que “Paul Tergat que fue también cinco veces campeón del mundo y que ganó aquí en 1999, lo adoraba. Todos los atletas reían con él. Sobre todo cuando de repente echaba a hablar y repetía las cosas que oía como “¡Aúpa Elgoibar!” o “¿Ya has pagao, borracho, cabrón?” Anbolo caló tanto que mucha gente conocía a Egotoki como la sociedad del lorito. Y hasta después de su muerte mereció casi una página entera en El Diario Vasco. Aitor Zabala, periodista, tituló su crónica así: Cuando un loro es una institución popular. Y en ella refleja que “el hueco que ha dejado la marcha de esta ave es grande… tanto que la Sociedad Egotoki engalanó con un crespón negro la jaula en la que durante tantos años vivió Ambolo”. Los componentes de la Sociedad pensaron comprar otro loro pero al final decidieron disecar a Anbolo que hoy en día sigue en su jaula de Egotoki que desde 2001 ya no organiza la prueba, pero el local de la Sociedad, cuyas paredes siguen aún sosteniendo fotos históricas, continúa siendo lugar de peregrinaje obligado para los amantes del cross. En esas imágenes está aún el testimonio de los nada menos que nueve campeones olímpicos que han pasado hasta la fecha por Elgoibar, que ha visto correr a atletas de más de treinta países diferentes. Ese año 2001 fue crítico para Elgoibar. Un joven aficionado, llamado Zigor Díez, recuerda que “entonces yo tenía veinte años. Mi padre, desde pequeño, me llevó siempre al cross y recuerdo que cuando acabó aquella edición, de repente, el locutor dijo que probablemente ese era el último año del Cross Juan Muguerza de Elgoibar. Fue muy fuerte enterarnos así de la desaparición y, por supuesto, ¿quién me iba a decir a mí entonces que poco después estaría organizándolo yo?” Resultó que, tras el adiós de Egotoki, el Ayuntamiento trató por todos los medios de darle continuidad a la prueba y acabó ofreciendo la organización al Mintxeta Atletismo Taldea, club que se fundó en 1994 y que está radicado en las instalaciones deportivas de Mintxeta, donde se corre el cross desde el año 93. Zigor es hijo de José Luis, presidente del club, y gran aficionado también al atletismo: “Hace poco hicimos un DVD con imágenes de anteriores ediciones y, para sorpresa mía, aparezco casualmente en una de ellas junto a Ngugi. Yo tendría unos siete años y recuerdo que mi padre me llevaba siempre a Lerún. El es de Mendaro, que está a seis kilómetros, y me cuenta que entonces venía andando a ver a los atletas” José Luis ya estaba en el club cuando el Ayuntamiento les ofreció organizar el cross: “En Egotoki estaban ya cansados y necesitaban un relevo. Mi padre se había incorporado a la directiva del club porque mi hermano Borja corría, llegó a ser campeón infantil de Guipuzcoa. El presidente entonces era Antton Azpiazu y al final se decidió que había que dar el paso, pero siempre con el apoyo del Ayuntamiento. Poco después Antton decidió dejarlo por motivos profesionales y en 2006 me propusieron a mí como director del cross. El club tiene como dos “patas”, una de ellas dedicada al atletismo en general y otra destinada a preparar el cross” Esta es la que dirige Zigor que apenas tiene veintiocho años y supone un soplo de aire fresco necesario en todas las organizaciones, como ya vimos en el caso de Sonseca y como siguen necesitando en Llodio. Gracias al Mintxeta Atletismo Taldea el cross de Elgoibar gozó de continuidad en todos los sentidos, incluido el de la enorme participación de atletas. Sólo dos años después de hacerse cargo de la organización lograron ser el primer cross en España el que tomó parte el gran Kenenisa Bekele. “Con él se cumplieron sesenta años de la carrera. Fue impresionante todo lo que rodeó su participación. Ver como había, por ejemplo, hasta cámaras de televisión grabándole el día anterior mientras entrenaba, era algo nunca visto aquí. Ganó, por supuesto con autoridad, y se fue muy satisfecho del trato recibido” Bekele se interpuso además en el camino del keniata Abraham Chebii, que había ganado los dos años anteriores, 2001 y 2002, y que volvió a ganar un año después de Bekele, en 2004. Chebii se situó de esa forma tercero en el simbólico podio que encabeza Haro con cinco victorias, seguido por Wolde con cuatro. En mujeres el récord, como decíamos antes, es de Belén Azpeitia que ganó desde 1972 las cinco primeras ediciones femeninas pero además Elgoibar ha visto ganar también a espléndidas atletas como Ana Isabel Alonso, Julia Vaquero, Helen Kimaiyo o Florence Kiplagat que ganó la última edición de 2009 y apenas tres meses después consiguió en Jordania el título de campeona del mundo. Idéntico galardón que, en categoría junior, consiguió Ayele Abshero, el joven etíope que también ganó la última carrera en Elgoibar donde últimamente los organizadores se están especializando en hacer debutar en España a los mejores jóvenes valores africanos: “Nos ha pasado con Abshero este año y nos pasó también el pasado con Leonard Komon. Aquello fue casi casual, resultó que Moses Mosop, que es el que queríamos, no pudo salir por una guerra en Kenia y nos hablaron a cambio de un tal Komon. Dijimos que sí y poco después fue subcampeón del mundo. Este último año conseguimos traer a los dos, Komon y Mosop pero les sorprendió Abshero” El etíope, en una mañana espléndida de tiempo, entró en vencedor en la pista de atletismo que circunda el campo de fútbol, ante un gentío alborozado que llenaba las gradas tras haber pagado su entrada. Elgoibar seguía creciendo y, como dijo en la alocución de la víspera el alcalde Alfredo Etxeberría consiguió que el cross “siga siendo el escaparate de nuestra localidad al mundo” Previamente, en un acto simbólico, varios niños del Mintxeta A.T. escoltaron, bien ataviados con cuadernos y bolis, la subida de los atletas por las escaleras del Ayuntamiento donde siempre tiene lugar la presentación. Justo después de ver bailar un tradicional aurresku en su honor ante una plaza abarrotada de gente. Y es que Elgoibar entero se vuelca en la organización del cross. Buena prueba es otra escalera, en este caso de hierro, confeccionada por los actuales organizadores para bordear el circuito y no tener que molestar a los atletas a la hora de cruzarlo. Los enormes brazos férreos del armazón los ayudaron a colocar los componentes del equipo de fútbol de Elgoibar que, ese día, estaban entrenando en el campo de Mintxeta. La escalera engalana aún más un circuito duro y bello por el que deberán pasar aún los mejores atletas del futuro. De traerlos se encargará Zigor quien, gracias también a su edad, ha trabado ya una gran amistad con algunos de los mejores atletas nacionales, caso de Higuero o de Chema Martínez. LA FIGURA II: CHEMA MARTÍNEZ - Medalla de oro en los 10 000 del Europeo de Munich 2002 con 27´ 47´´ 65 - Medalla de plata en los 10 000 del Europeo de Goteborg 2006 - Campeón de España de 10 000 en 2004 y 2005 - Campeón de España de cross en 2002 y subcampeón en 1997 y 2003 - Ganador Maratón de Madrid en 2008 José Manuel “Chema” Martínez nació en Madrid el veintidós de Octubre de 1971. De carácter alegre y jovial tiene muy claro que su deporte necesita venderse. Y predica con el ejemplo. Extrovertido y atento, da gusto tratar con él. Tiene fama, bien ganada, de darlo todo en cada carrera independientemente de cuál sea su estado de forma y eso le ha posibilitado un enorme cartel entre todos los organizadores. Pero es que además, como decíamos, es uno de los pocos atletas mediáticos en un deporte muy necesitado de ellos. Fue, por ejemplo, el único representante del atletismo en la última edición del reto planteado para luchar contra la malaria entre amigos de Rafa Nadal y amigos de Iker Casillas, enfrentados en varias disciplinas deportivas: “Son cosas - nos dice Chema - que la gente ve y en las que hay que estar. Después de aquello la gente me veía entrenar y me decían: “¡Chema, el fútbol no ¿eh?!” Que se hable de atletismo es bueno. En el tema del marketing tenemos mucho que mejorar. Es difícil competir con el fútbol, el baloncesto o el tenis. Es complicado. Se hacen cosas para estar cerca de ellos, pero con buenos profesionales y buenas ideas se puede vender todavía mejor este deporte. Tenemos una gran baza que es que a la gente de la calle les gusta y se están aficionando a correr. En la medida que haya más gente que lo venda creo que esto puede ir a más” En el pasado Chema consiguió además que se hablara de su deporte cuando corrió los dos últimos kilómetros de la San Silvestre Vallecana junto al popular futbolista Robinho que, por aquel entonces, jugaba en el Real Madrid: “Terminamos en el campo del Rayo y la verdad es que me sorprendió gratamente la forma física de Robinho. Iba mosqueado porque no acababa de ver el estadio pero al final se animó y hubo que apretar y todo” Y más resonancia tuvo aún la carrera de Chema contra un autobús urbano de Madrid, el de la línea veintisiete de la Empresa Municipal de Transportes. Tanto que hasta no sentó bien que el atleta le ganara a la máquina. Sigfrido Herráez, responsable municipal de tráfico, dijo que “fue un día malo para el tráfico porque además había comenzado ya el curso escolar. No obstante – añadió – no hay que perder de vista el transporte a pie. Se pueden hacer trayectos de forma barata, cómoda e incluso más rápida” Y es que Chema le sacó tres minutos al autobús y consiguió que por un día todo el mundo hablara de atletismo: “Aquello lo hicimos en 2002 y fue algo que la Federación me pidió para promocionar la Copa del mundo de atletismo. La carrera fue entre el puente de Eduardo Dato y Atocha. Hubo un montón de televisiones. Yo ya era campeón de Europa pero para muchos fui conocido, a partir de entonces, como “el que ganó al autobús” Me llamaron de todos los sitios, incluso de Estados Unidos. Cuando llegó el autobús yo ya me había bebido el champán y todo. Creo que al conductor le echaron (risas) Es broma…” Ahí no acabaron las aventuras extra atléticas de Chema que, cuatro años más tarde, se enroló en una apadrinada por el diario Marca para acompañar al montañero Juan Oiarzabal a la cima del Aconcagua. Junto a él acudieron otros deportistas como la exregatista Theresa Zabell, el gimnasta Gervasio de Ferr, Martín Fiz, el exfutbolista Amavisca o el exciclista Escartín: “Sin duda aquel fue uno de los mayores retos de mi vida. Yo conseguí subir pero fue muy duro por la altitud y el frío. A partir sobre todo de seis mil metros fue brutal. El día del ataque a cumbre fue terrible pero lo conseguí y pudimos disfrutar de unos diez minutos en la cima con un buen tiempo. Logramos subir Martín Fiz, Escartín y yo de entre los deportistas que íbamos” Aquello fue en Enero y unos meses más tarde Chema consiguió el subcampeonato de Europa en Goteborg: “No sé si aquello tuvo beneficios en mi cuerpo pero sí me acuerdo, como anécdota, que estando a unos cinco mil ochocientos metros en el Aconcagua Juanito Oiarzabal me decía: “¡Venga, corre ahora si puedes!” Esos días, lógicamente, no pudo pero para entonces Chema Martínez había corrido ya mucho, tanto en asfalto como sobre el tartán o el campo a través: “Para mí en España hay una tradición importante de atletas porque hay un gran circuito. Debemos ser conscientes de ello. Ahora la gente dice que por qué no hay jóvenes que salgan. Pues para ello hay que cuidar lo que tenemos, por ejemplo este circuito ANOC” Sobre todo por la carga inherente de dureza que hay que hay que reconocerle al campo a través: “Está claro, el cross es la fuerza, la resistencia. Te aporta la dureza necesaria para luego afrontar los objetivos que te propongas. Tanto que a mi venir ahora del maratón al cross me cuesta porque es una superficie diferente con rampas, cambios de terreno… No hay, eso sí, comparación con la pista. Yo soy un atleta de pista. Mi prueba ha sido el diez mil. Me gusta correr en todas las superficies pero como la sensación de correr rápido en el tartán no hay nada para mí” Aún así, Chema es fijo en muchos de los crosses del circuito español. Sobre todo, como decía antes, porque nunca defrauda. Por eso es siempre de los más esperados, desde sus primeras incursiones: “Hace poco recordaba con Zigor que en mi primera carrera en Elgoibar estaba en el Diadora, o sea que hace muchos años, tiene que ser el 97. Entonces tenía hasta pelo (risas). Aquel año gané a Martín Fiz siendo todavía muy joven y fue uno de mis primeros recuerdos en el cross” Chema entresaca otro de unos años después: “Uno de los años que hice podio allí gané a Chebi, un pez gordo, hice un carrerón… Luego él se acordó de mí cuando en un meeting gané a Bekele, fue en París en 2003 y el tío se acordaba de mí. Son de los que si les ganas se acuerdan y afortunadamente, aunque los hay muy buenos, tengo muchos keniatas que se acuerdan. Además, te respetan si les ganas. Y de Elgoibar recuerdo también una manta muy bonita. Fue un día que hizo mucho frío. Alguien me la puso, fui al control antidoping y me gustó tanto que se la pedí y me la regalaron. Aún la tengo en casa” Chema ha corrido prácticamente en todos los crosses pero sus mejores recuerdos rondan Elgoibar, Venta de Baños y Sevilla: “En Venta de Baños hice segundo uno de los dos años que ganó Isaac Viciosa. Aquello fue para mí un despegue a nivel emocional. Supuso un antes y un después. Estuve escapado y si no es por lo mucho que anduvo Isaac esa mañana, hubiera ganado” Algo parecido le pasó a Chema en Elgoibar con Silesi Sihine, otro de los grandes. Y por supuesto no olvida el año que en Venta de Baños logró codearse con el mismísimo Bekele: “Bueno, bueno, eso de codearnos (risas)… Lo que sí es cierto es que me pasó con él algo que jamás me había pasado ni me ha vuelto a pasar: que un atleta me anime a ir más rápido. La gente estaba conmigo y él, aunque no llegó en buena forma, era muy superior. El caso es que al final hasta él se animó y empezó a decirme: “¡Go Martínez, go!”Y a la vez me hacía gestos para que fuera más rápido. Ya te digo que él iba super cómodo y yo al revés, con el gancho. Pero bueno, valoro mucho que se hubiera podido ir desde el primer metro y, en cambio, hicimos casi toda la carrera juntos. Es algo que, ya te digo, no me ha vuelto a pasar en la vida” Y aún así, los datos de la organización de Venta de Baños dicen que Chema corrió ese año más rápido que Sihine, que ganó el año anterior en un circuito idéntico. Poco antes de aquella carrera Chema recuerda el encuentro con Bekele en Marca: “Fuimos los dos más Tete de la Osa. Poco antes había sido la Olimpiada de Atenas y yo le dije: “Yo también corrí esa final olímpica que ganaste, ¡pero claro! tú no me viste. Yo a ti sí. Y se reía.” Recuerdo que hizo la última vuelta en cincuenta y un segundos. ¡Fue bestial...! Yo quedé noveno. Eso mismo me pasó en Sevilla con Gebre y Tergat. Yo les decía que les había visto y que habíamos estado en las mismas carreras. Fue gracioso también cuando en Marca le pregunté a Bekele que cuánto entrenaba. Me fue diciendo lo que hacía cada día y al final le dije: “¡Joder, yo hago lo mismo. Y se lo digo a mi mujer y no me cree…! (risas)” Así es Chema. Pura espontaneidad. Un atleta que ha ganado mucho pero merecería haber ganado todavía más. Por dedicación y esfuerzo y por todo lo que le aporta al atletismo español. Su última genialidad tuvo lugar en la última edición de Elgoibar cuando los periodistas le abordaron nada más llegar a meta detrás de varios corredores, el primero de ellos el junior Ayele Abshero: “Este podría ser mi hijo” – fue lo primero que dijo mientras recuperaba el resuello – “Y es que es así – nos añade - Cada vez hay más nivel de africanos y hay tanta explosión de gente insultantemente joven que todo es cada vez más difícil. Cada año son más buenos, hay más y son más jóvenes” EL FUTURO Precisamente de los jóvenes es el futuro. Chema, al contrario que muchos, es optimista con respecto al porvenir del atletismo: “¡Claro que lo soy! Cada vez, como te decía antes, hay más gente de más de treinta años que corre, que se apunta a carreras populares. Esa gente son aficionados, potenciales consumidores de todo lo que es atletismo. La idea es saberles vender el producto pero están preparados para comprarlo, para consumirlo” Y una de las mejores maneras de hacerlo está claro cuál es: “Hoy en día, hay que hablar claro, la gran lacra del cross es la televisión. No entiendo que no se vuelquen más. Es un deporte que gusta. Antes, cuando lo ponían los domingos a las dos por la segunda cadena todo el mundo lo veía, eran grandes audiencias. Ese día podía ser el programa más visto. Se trata de saber vender eso mismo en la actualidad y de cara al futuro” Vivimos, es cierto, en la era del consumo y lo que no sale en televisión es como si no existiera. Pero también somos lo que fuimos. Y la tradición tiene mucho peso. En Elgóibar el amor por el atletismo se transmite de padres a hijos y cada edición del cross es una fiesta. Igual que Zigor bajó un día a Lerún de la mano de su padre, hoy siguen subiendo otros muchos a Mintxeta. Daba gusto ver el estadio lleno en la última edición. Y a la charanga poniéndole aires de festival al circuito. Y todo el mundo pagando su entrada. Justa manera de devolverle al cross todo lo que nos ofrece. Y justa forma de contribuir al sostenimiento de esa tradición hecha deporte. TURISMO Monumentos Hay muchos monumentos en Elgóibar, desde construcciones prehistóricas hasta edificios recientes. Entre los montes Karakate e Irukurutzeta, en la cordal que los une, está la denominada por Barandiarán como ruta de los dólmenes, donde hay un buen número de dólmenes y túmulos. Elgóibar conserva el trazado urbano medieval con dos calles paralelas y una tercera que las atraviesa y plazas a ambos lados de las mismas. La Plaza de los Fueros constituye un espléndido espacio barroco formado por la casa consistorial, la iglesia parroquial de San Bartolomé, la casa Arriola, porticada, que la cierra por su parte sur, el frontón y el puente Txankakua, que realizaba la función de acceso principal a la villa. En las obras de reforma de esta plaza se hallaron los restos de la Torre Olaso, que han sido marcados en el pavimento. Destacamos en detalle los siguientes edificios; • Restos de la iglesia y monasterio de Olaso, de lo que en otros tiempos fue monasterio y parroquia de San Bartolomé solo queda el pórtico de entrada a la iglesia. Estas construcciones se demolieron en 1777 y se convirtieron en cementerio. El pórtico es un buen ejemplar del gótico y fue construido en 1459 por Martín Sancho (según consta en una inscripción). Tiene una imagen de la Virgen y figuras de los apóstoles. • Iglesia parroquial de San Bartolomé, del siglo XVIII, con portada barroca en la que destaca la torre que fue diseñada por Ibero. En su interior el retablo mayor es una buena pieza neoclásica, obra del artista italiano Justiniani. • Casa consistorial, barroca del siglo XVIII (se realizó entre los años 1724 y 1737), es un gran edificio porticado, de dos alturas; en el piso noble destaca el balcón principal, con sendos balcones a cada lado. En un frontón sobre el balcón principal se colocan los escudos. Es de destacar la rejería de hierro forjado. • Casa Torre de los Alzola, del siglo XV, con un magnífico escudo esquinero, ha sido utilizada para diferentes fines. En ella se reunió el pueblo después del incendio de 1560 para acordar la reedificación. En 1822 se fortificó. Ha sufrido varias transformaciones. En la actualidad acoge la Casa de Cultura. • Ermita de San Pedro, en el barrio rural de San Pedro. Con elementos de los siglos XV y XVI, la torre es del año 1700, reconstruida después de que fuera destruida por un rayo. • Ermita de San Roque, de sencilla factura, cuenta con una sencilla portada gótica. • Ermita de San Lorenzo, de construcción sencilla, tiene pinturas del siglo XV. La vecina torre de Iriarte data el siglo XVIII. • Zabale Torre, es una casa torre rural, hoy caserío, buen exponente de la arquitectura militar de la baja edad media. • Caserío Zabale-Torre, en el barrio de San Antolín, de planta cuadrada, con tejado a dos aguas, altura de tres plantas y desván. Con muros de mampostería y sillarejo con los remates de sillería, conserva elementos originales del siglo XVI. En Alzola, además del antiguo balneario del siglo XIX, encontramos el Palacio de Andonaegi, del siglo XVI, la casa de Albizkua, la de Aurretxe y Zelaieta. El puente es de buena factura. CROSS DE FUENSALIDA HISTORIA Desde luego, si Bikila hubiera nacido en Fuensalida no hubiera corrido descalzo. Es más, hubiera tenido para elegir entre zapatos y zapatillas para todos los gustos. Y a buen precio. Pero eran otros tiempos. Y no era Fuensalida. Era, en concreto, 1960 y él había viajado desde Etiopía a Roma para correr la maratón de los Juegos Olímpicos. Para correr, y para ganar, porque Abebe Bikila se convirtió en el primer africano en ganar una medalla en unas Olimpiadas y, para mayor asombro, lo hizo corriendo descalzo los más de cuarenta y dos kilómetros que transcurrieron de noche, para evitar las altas temperaturas, por la Vía Appia romana. La llegada del etíope arropado por las antorchas de los guardias italianos, al Arco de Triunfo de Constantino firmando un tiempo de dos horas, quince minutos y dieciséis segundos es una de las estampas más famosas en la historia del atletismo. El africano se presentó en Roma siendo un auténtico desconocido para todos aunque ya había ganado dos maratones anteriormente en su país. Eran otros tiempos para todo. Incluido el calzado. Bikila empezó a correr en su tierra sin zapatillas y cuando en Roma el patrocinador del equipo etíope le presentó varios pares no acabó de encontrarse cómodo con ninguno. Por todo, decidió correr descalzo. Y aprovechó la tesitura para engrandecer aún más su gesta cuando comentó nada más llegar a meta que “quería que el mundo supiera que mi país, Etiopía, siempre ha ganado con determinación y heroísmo” Y es que una suerte de justicia poética hizo que el triunfo de Bikila tuviera como majestuoso marco el histórico arco desde el que veinticinco años antes partieron las tropas comandadas por Mussolini antes de conquistar el país natal del atleta. Incluso, su ataque final coincidió con el paso por el llamado obelisco de Axum, monumento etíope expoliado por el frente italiano durante aquella guerra. No es extraño que, a partir de entonces, fuera todo un héroe para sus paisanos. Más aún cuando, cuatro años más tarde, repitió triunfo en los Juegos Olímpicos de Tokio con una marca de dos horas, doce minutos y once segundos. Sólo seis semanas antes había sido operado de apendicitis pero demostró su clase ganando, esta vez sí con zapatillas, por las calles de la ciudad nipona. Pese a empezar muy tarde en el atletismo, Bikila se convirtió en el primer atleta capaz de ganar dos oros en maratón en dos Juegos seguidos. Cinco años más tarde, en 1969, sufrió un aparatoso accidente de tráfico por la noche y nadie fue capaz de encontrarlo, tendido en el suelo, hasta la mañana siguiente. Bikila quedó paralítico y en silla de ruedas asistió a los Juegos Olímpicos de Munich de 1972. Jamás superó las secuelas y falleció cuando sólo tenía cuarenta y un años sin poder recoger la Orden Olímpica que le fue concedida, a título póstumo, en 1984. Bikila (flor naciente en lenguaje amárico) fue el primero entre los etíopes. A él le siguieron Mamo Wolde o Yifter y, más recientemente, Gebresselasie o Bekele entre otros grandísimos atletas. Ninguno de ellos, ni que decir tiene, corrió descalzo como él. Y menos mal, sobre todo para los fabricantes de calzado, muchos de los cuáles se agrupan en España en torno a una bella y pequeña localidad toledana, Fuensalida, que también ha visto estos años correr a algunos de los mejores atletas del mundo, entre ellos naturalmente los etíopes y, eso sí, siempre perfectamente calzados. Fuensalida tiene su origen en una pequeña alquería (casa de labor con finca agrícola), donde vivían los mozárabes encargados del cultivo de las tierras de los alrededores. En torno a aquellas casas se fueron edificando otras de un modo paulatino hasta formar una aldea con una iglesia y una sinagoga. El término Fuensalida" es un compuesto de fuente que deriva del latín fonte, manantial que brota de la tierra, y de salida del verbo salir, del latín salire, saltar. Es muy probable que el sentido del topónimo sea manantial del que brotaba agua en abundancia, aunque desde hace medio siglo lo que de verdad brota en la localidad es el resultado de un montón de fábricas y negocios: el calzado. Fue alrededor de los años sesenta cuando empezaron a tomar forma pequeños talleres familiares que fueron creciendo hasta llegar a la merecida fama actual. Hace unos quince años Ricardo Méndez y José María Gil de la Universidad Complutense de Madrid escribieron un estudio relativo a la innovación en la pequeña empresa y los sistemas productivos locales. En él ponían como ejemplo el caso de Fuensalida: “La provincia de Toledo es sin duda uno de los mejores exponentes de espacios de industrialización rural, densa, difusa y compleja… Lo peculiar de Fuensalida radica en la fuerte especialización que presenta en la industria del calzado, con más de la mitad de los establecimientos totales y el ochenta por ciento del empleo de la localidad. Hasta mediados de los sesenta sólo existían algunos pequeños talleres artesanales que tradicionalmente fabricaban albarcas y borceguíes o remendaban calzado y que, apoyándose en la expansión del mercado interno experimentada, iniciaron un proceso de reconversión hacia formas de producción más mecanizadas y en serie. Las primeras empresas pioneras datan de 1968 y, a partir de ahí, muchas iniciativas empresariales correspondieron a antiguos asalariados de otras empresas que buscaron crear su propio negocio. En la actualidad la industria del calzado y conexas forman un subsistema constituido por cerca de un centenar de empresas” En Fuensalida existe además un Centro Tecnológico del calzado y también una Asociación Provincial de Industriales del Calzado de Toledo cuya sede está allí. El ochenta por ciento de industrias del calzado de la provincia toledana están en esta localidad en la que las tiendas abren también los domingos, incluido el del cross, a primeros del mes de Enero de cada año. EL CROSS La historia del “cross del calzado” arranca años antes de 1987 pero hasta entonces su alcance era únicamente regional. A partir de ese año se hace cargo de la organización Santiago Merchán, que llega a Fuensalida como director de la Caja de Toledo. Merchán se incorpora al grupo de trabajo y decide darle un impulso a la carrera para promocionar la industria del calzado a través del cross: “Se estaba haciendo un cross provincial pequeño. Yo llegué de director de Caja Toledo, que ahora es Caja Castilla la Mancha, y empecé a ayudar a quienes estaban que sobre todo se quejaban de lo difícil que era conseguir dinero para la carrera. Empecé echando una mano y gracias a lo que conseguimos de las empresas del calzado conseguimos que el cross fuera incluso televisado. A partir de ahí conseguimos lanzar la imagen de Fuensalida al mundo entero. Un buen día me dijeron que me hiciera yo cargo del cross… ¡y hasta hoy!” Merchán se vinculó al campo a través para echar una mano pero también porque sus raíces están muy ligadas al atletismo: “Antes de todo esto yo fui atleta. Mi entrenador era Martín Velasco, que luego tuvo a José Luís González. Yo fui uno de sus primeros corredores”. En 1987, en concreto el diecisiete de Enero, Televisión Española retransmitió por primera vez el cross de Fuensalida. Gran parte de culpa, como en otros crosses, la tuvo precisamente la presencia de José Luis González, cuya localidad de nacimiento es una población cercana a Fuensalida. Ese año González, como ya vimos en Quintanar, fue plata en el mundial de Roma pero no pudo imponerse en un cross en el que ganaron Constantino Esparcia y Manuela Machado. El presupuesto inicial fueron unos seis millones de pesetas. Ahora estará en torno a los doce y el año que más fueron estuvo en torno a los quince. Durante todos estos años por Fuensalida han pasado atletas del fuste de John Ngugi, Osoro Ondoro, Paul Tergat, Fita Bayesa, Wolku Bikila, el propio José Luis González, Fermín Cacho, Abel Antón, Martín Fiz, Carmen Valero o Julia Vaquero entre otros. John Ngugi fue cuatro veces campeón del mundo y es el único que corrió Fuensalida después de serlo. Tergat fue tercero en el 95 y luego ganó su primer mundial. Algo parecido a lo que pasó con Tadesse, que ganó en 2007 y poco después, aunque fuera por abandono, acabó con la hegemonía de Bekele en el mundial. Y lo mismo ocurrió con Mourhit, el nacionalizado belga, que no ganó Fuensalida en el 2000 pero luego fue doble campeón del mundo. Como dice Merchán “una vez que ganaban el mundial ya no podíamos contratarlos, por eso había que hilar fino e intentarlo antes de que lo fueran”. Capítulo aparte merecen los portugueses, que suman nada menos que once triunfos totales, y cuyo peso específico es muy grande en Fuensalida. Rosa Motta, Albertina Dias, Conceicao Ferreira, Fernanda Ribeiro, Manuela y Albertina Machado o más recientemente Inés Monteiro en mujeres. Y Paulo Guerra o los hermanos Castro en hombres han dejado su imborrable huella en la localidad toledana. Y algunos, más que eso: los hermanos Castro, Domingos y Dionisios, tienen incluso una avenida en Fuensalida. Como explica Merchán “aquello fue cosa del alcalde, Alejandro González, y ocurrió tras la edición del año 1989. Domingos hizo primero y su hermano segundo. El alcalde “se calentó” y en público dijo que se merecían una calle. En principio yo no me enteré de nada. Estaba recogiendo y pagando a los mánagers antes de ir a la comida de después de la carrera cuando, de repente, me llama José María García, el locutor más famoso en aquel tiempo, para entrar en su programa de radio y me suelta lo de la calle. Yo le dije que no sabía nada, que sería cosa del alcalde y que le llamara. Y así fue. García le entrevistó y ahí no le quedó más remedio que tirar para adelante. El caso es que, desde entonces, una de las calles de Fuensalida, la que va desde la Choza de Canales hasta el Polideportivo, se llama Avenida de los deportes Hermanos Castro” Domingos ganó nada menos que cuatro veces Fuensalida. Lo de la calle fue tras su segunda victoria consecutiva. Para entonces, Merchán era para ellos algo más que el organizador de Fuensalida. Era también su representante: “En aquella época sólo había un manager, Miguel Ángel Mostaza, que empezó con José Luís González. El fue quien me presentó a los Castro. Recuerdo que fue en Alcobendas. Los hermanos Castro me empezaron a gustar viendo crosses televisados. Yo vi que ganaban y quise llevarlos a Fuensalida. Siempre hacían primero y segundo. Recuerdo que los contraté para la segunda edición nuestra. Y allí también quedaron primero y segundo. En principio hablé con ellos sólo para llevarles a correr a Fuensalida pero nació una buena relación y muy pronto, en el año 89 y en el transcurso de un cross en Orense, Domingos me pidió que fuera su representante” Actualmente Merchán sigue siendo mánager de muchos atletas, la mayoría de ellos portugueses: “Gracias a los hermanos Castro se estrechó mi relación con el resto de atletas de aquel país, tanto chicos como chicas. Los Castro, Eduardo Enriques, Paulo Guerra, Inés Monteiro, las atletas del Sporting Club de Braga y del Maratona… Muchos han pasado, y pasan actualmente, por mis manos” A esta gran lista de atletas hay que unir otros, no tan conocidos por el público general, pero que son también orgullo de Fuensalida donde el cross ha logrado que salgan atletas naturales de allí como Víctor Eloy Alvarez y Marcos Jesús Bautista. Victor corrió en 2008 el Europeo como sub 23 en Toro. Marcos sigue también corriendo. “Esto – apuntilla Merchán - es también importante para una villa de apenas once mil habitantes” Seguro que el sueño de ambos sería lograr algún día ganar el cross de su pueblo y llevarse a casa el preciado trofeo. Un galardón cuya forma ha cambiado, y bastante, con los años: “Al principio se daban jarrones enormes de cerámica talaverana, luego una escultura que era una zapatilla, que valía unas doscientas cincuenta mil pesetas y que era diseño exclusivo del escultor Ignacio Ibarra. Actualmente, al primero se le da una zapatilla dorada, al segundo plateada y al tercero de bronce”. Ibarra es un joven escultor que nació en Almería en 1968. Cursó estudios en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de su ciudad natal y un buen día Manuel Zapardiel, representante de calzado de Fuensalida, tuvo la idea de la zapatilla y se la encargó a él. “Fueron tres años los que se entregó ese premio y todavía tenemos el molde, que es el mismo aunque no de tanto valor como la propia zapatilla. Una de las cuáles – comenta orgulloso Santiago – la tengo yo en mi casa. Fue el año que ganó el keniata Wilson Onwoyo, el año 91. Recuerdo que fue un gran triunfo porque se impuso a Ngugi, que no consiguió ganar aquí. Una semana más tarde se disputó el cross de Elgoibar. Onwoyo no regresó a su país y, tras reconocerme en el cross vasco, me regaló la zapatilla. A cambio, recuerdo que le di diez mil pesetas, aunque él no me pidió nada. Pese a su gran valor, él se quitaba un muerto de encima porque pesaba mucho y esas cosas, en su país, no tenían ningún valor”. Por supuesto, aquella no es la única anécdota destacable después de tantos años. Merchán sonríe mientras recuerda algunas y entresaca una curiosa: “Cuando un cross nace tienes alrededor un montón de voluntarios que en muchos casos no entienden de atletismo. En todos los crosses, como ya habéis visto, la labor de muchos es ir a los aeropuertos a recoger a los atletas que vienen de fuera. Un año encargué a uno de esos voluntarios ir a por los hermanos Castro en un coche. Sólo tenía que recogerles a ellos. Ese año era el que vino también John Ngugi. Yo estaba en el hotel y recuerdo que me llamó Miguel Ángel Mostaza para decir que Ngugi, la gran figura aquel año, no había podido salir de Kenia y que no iba a poder venir. El caso es que el voluntario del coche había oído que venía algún negro bueno y, tras recibir la llamada de Mostaza, con mi consiguiente cabreo por la ausencia del keniata, me llega el tío y me dice que los hermanos Castro tampoco están en el aeropuerto. “¿Pero qué me dices?” – le dije con un enfado monumental. “No viene Ngugi, estos tampoco… ¿pero estás seguro porque nadie me ha llamado para decir que no venían?” Y es cuando él, con toda la tranquilidad del mundo, me suelta que no, que en ese avión no venía ningún negro. Que había dado un montón de vueltas y no había visto a ninguno (risas). En su ignorancia creía que los Castro eran negros, al relacionar ser bueno con ese color de piel, y se los había dejado allí… Y en el aeropuerto estuvieron más de dos horas esperando a que los trajéramos a Fuensalida (más risas)” LA FIGURA: DOMINGOS CASTRO - Subcampeón del mundo de 5000 al aire libre de 1987 en Roma - Bronce en el mundial de 5000 metros en Tokio 1991 - Subcampeón de Europa de cross en 1994 - Ganó la maratón de París en 1995 y la de Rótterdam en 1999 Domingos Castro, naturalmente, no era negro. Pero para el atletismo como si lo fuera porque durante años fue el único blanco capaz de plantarles cara. Nacido en Fermentoes-Guimaraes el veintidós de Noviembre de 1963 Domingos destacó sobre todo en cross aunque también tiene buenos resultados en pista. Fue plata en el cinco mil de los mundiales de Roma de 1987 con 13´ 27´´ 59 y no ganó el bronce en los juegos de Seúl por apenas treinta y seis centésimas. Fue en el cinco mil e hizo 13´ 16´´ 09 en una carrera ganada precisamente por John Ngugi. En campo a través sus mejores resultados fueron el subcampeonato europeo en 1994 y la séptima plaza en el mundial del 90 en Aix Les Bains. Pero sobre todo pasará a la historia por sus innumerables victorias en algunos de los mejores crosses del mundo, los españoles. Históricos fueron por ejemplo sus triunfos en Fuensalida y Venta de Baños en el año 93. En la localidad toledana se impuso a Kipyego Kororia, que el año anterior fue segundo en Itálica y en la palentina venció a Paul Bitok, que había sido subcampeón olímpico de cinco mil, un año antes en Barcelona. Años antes había conseguido poner también su nombre en el impresionante palmarés sevillano tras ganar al etíope Bulbula en Itálica. Domingos ganó nada menos que cuatro veces Fuensalida y otras cuatro Venta de Baños. Y en todas dejó su impronta de gran atleta y también de gran persona. Menudito, moreno y siempre risueño. Domingos firmaba todos los autógrafos del mundo y no dudaba en parar el calentamiento para atender a quien fuera. Históricas son sus poses con el lechazo habitual en Venta de Baños y sus sonrisas, repartidas a diestro y siniestro, son otra de las señas de identidad del circuito español de campo a través. Santiago Merchán tiene mil anécdotas al lado de Domingos pero sonríe al relatar una que resultó inevitable: “Una vez que comenzó nuestra relación los dos hermanos hacían siempre noche los domingos en Fuensalida. Corrieran donde corrieran acababan conmigo y desde allí, el lunes por la mañana, les llevaba a Madrid a coger el avión. Recuerdo una de las veces que Domingos ganó en Venta de Baños y le tocó pasar el control antidoping. Tardó más de dos horas y bebió tanto que, una vez pasado, a los pocos kilómetros ya de vuelta a mí casa hubo que hacer otra parada en una gasolinera para que desalojara. Y tan “apretado” iba que no le dio tiempo a llegar al servicio del bar. Se bajó los pantalones y empezó a hacerlo en la rueda de un trailer que estaba apostado entre nosotros y la cafetería. Tras él, contagiados, salimos su hermano Dionisio, Eduardo Henriques – otro atleta – y yo mismo. Y los cuatro nos pusimos a hacerlo en el costado del camión… con tan mala suerte que no vimos que el conductor estaba sentado al volante y a punto de arrancar. Lo hizo y nos dejó a todos con las vergüenzas al aire frente a la gente que, asombrada, miraba desde la cristalera de la cafetería de enfrente. Fue tremendo (risas). Nos subimos los pantalones a toda prisa y, sobre todo ellos, corrieron más rápido hacia el coche que en el propio cross. Yo naturalmente llegué el último (más risas)” Domingos recuerda también aquella anécdota junto a su hermano Santiago, como él le llama: “Así es. Merchán fue mi manager, después mi amigo y luego mi hermano. Nunca olvidaré todo lo que trabajó en todos los momentos para que mi carrera fuera lo mejor posible. Ni a él ni a toda su familia. Nunca olvidaré a la afición española y tanto Dionisios como yo llevamos en el corazón el apoyo y el cariño de todo el pueblo español hacia nosotros. Fueron años inolvidables e irrepetibles” La mayoría, como queda ya demostrado, ligados a Fuensalida que es, nos dice Domingos “mi casa, mi pueblo y mi familia. Guardo mucho cariño de todas mis victorias pero sí te digo que cuando corría en Fuensalida me sentía mejor incluso que en Portugal. Era como una prolongación de mi propia patria” Y para dar constancia de ello quedará para siempre ese nombre en esa calle. Hecho que recuerda también con todo el cariño el propio Domingos: “Ese fue uno de los momentos más importantes de mi carrera. Fue el reconocimiento a una trayectoria brillante y una satisfacción inesperada para mi hermano y para mí. Aquello representa aún hoy en día una medalla de oro que no hay dinero que pague. Desde aquí quiero volver a dar las gracias a todo el pueblo de Fuensalida por aquello tan especial” Otra de las medallas intangibles que luce Domingos en su historial es la de ser uno de los pocos blancos capaces de plantar cara a los africanos: “No me gustaría olvidarme a ninguno. Empecé a ganarlos desde 1985. Recuerdo sobre todo a Ngugi, Tergat, Paul Koech, Kalid Skah, Gebresselasie, Ondoro y muchos otros. Fueron duelos inolvidables que pertenecen aún en el recuerdo de mucha gente y, por supuesto, en el mío” Varios de esos duelos pertenecen a la historia de otras dos carreras muy importantes en la carrera de Domingos: Venta de Baños y Sevilla. En la localidad venteña “viví también episodios muy bonitos. Recuerdo los corderos que me daban. Y también que cuando gané la tercera edición el organizador me dijo que no me invitaba más para que no batiera el record de victorias de Santiago de la Parte. Pero para ganar nuevamente a los africanos volvió a invitarme dos años después y otra vez volví a ganar batiendo todos los récords de victorias allí con cuatro totales” En cuanto a Sevilla, el portugués dice que “Itálica es para mi uno de los mejores crosses del mundo, siendo algunos años incluso el mejor. En mi época creo que fui el atleta que más veces corrí allí y siempre fui tratado como un rey, desde los organizadores, hasta el público, los periodistas, todos…” Al respecto recuerda una víspera de carrera: “Fue de las primeras. Antes de todas las carreras mi alimentación era pasta y pescado. Esa noche en ese hotel sevillano no tenían pasta. Santiago les avisó y fueron tan amables que me trajeron pasta. No sé de donde la sacaron pero al final pude cenarla” Especialmente positiva fue, al respecto, la temporada 88-89. Domingos, después de haber sido cuarto en la final olímpica de cinco mil en Seúl, final que llegó a dominar dentro ya del último kilómetro, ganó Venta de Baños y luego Fuensalida y se presentó en línea de salida en Itálica donde, el año anterior, había ganado Paul Kipkoech. El portugués no sólo ganó el cross sevillano sino que batió en diecinueve segundos el tiempo del africano. Domingos Castro se hizo así, a golpe de victoria, un nombre en la historia del cross mundial. Disciplina que fue más decisiva en su carrera que la propia pista: “Es cierto, fue a través del cross que me hice un nombre en el atletismo. Era una de las pruebas que más me gustaba correr. Sobre todo recuerdo cómo me trataban en España. Gané muchos crosses en una época de mucho nivel. Y había mucha gente que me quería mucho. Tengo un cariño especial por el público español que siempre esperaba que fuera capaz de plantar cara a los africanos. En justa correspondencia yo daba todo lo que podía” Domingos Castro es el inolvidable pasado. Ojalá en el futuro, también de Fuensalida, entren muchos como él. Aunque será difícil. EL FUTURO El primero en desearlo es el propio Merchán, que no acaba de verlo claro: “El futuro es oscuro. Hace falta más dinero. Las empresas deben implicarse más. Sabemos que hay crisis. Necesitamos una televisión, a la que no haya que pagar, que lo difunda a nivel nacional o al menos a nivel regional. Igual que apuestan por otras cosas como los toros que lo hagan por esto. Al menos esto pasa en mi comunidad. Y con más razón porque lo nuestro no es sólo espectáculo. Fomentamos que los niños y niñas puedan hacer deporte y esto es algo que las instituciones públicas deben contribuir a que se conserve. España es el paraíso del cross mundial y Castilla la Mancha es el paraíso del cross nacional. Fuensalida, Quintanar, Sonseca… Aquí hay un calendario regional como no lo hay en ninguna otra autonomía, pero no se corresponde con el apoyo que nos ofrecen. En nuestro caso además es complicado que en fechas navideñas los niños vengan a disputar un deporte tan duro. Por eso cuanto más atletismo sean capaces de ver los pequeños a través de la televisión más animados estarán para querer correr” Y es que parece mentira que las instituciones y la televisión pública no sean capaces de volcarse con los organizadores de crosses. Vivimos la era del boom de las carreras populares. Cada fin de semana, miles de españoles madrugan para disfrutar de su pasatiempo favorito y es algo digno de alabanza. Pero a la vez, entre Noviembre y mediados de Enero, el campo a través posibilita eso mismo y además algo aún más importante: cobijar en sus carreras a cientos de niños y niñas, contribuyendo de manera decisiva a su educación. Para llevarlo a cabo necesitan del apoyo decidido de las instituciones que, de esa forma, dignificarían su dinero al sumarse al mensaje saludable que el atletismo ofrece. Sólo así, crosses como Fuensalida podrán seguir respirando, haciendo labor y haciendo historia. Poniéndole calzado a unos pies de barro que necesitan del apoyo para solidificarse y hacerse de todavía más fuertes. HISTORIA HISTORIA Itálica EL CROSS s” o, que no llega “Corre Trajan - Circuito - Horario - Historial LA FIGURA no Antonio Serra INTERES INFORMACION DEy manifestaciones - Fiestas culturales r - Cómo llega staurantes re y - Hoteles próximos o Calleja Textos: Albert Santiponce Itálica En el comienzo de la Ruta de la Plata, a siete kilómetros de Sevilla, se encuentra Santiponce. Un pueblo antiguo que, gracias a su ubicación cercana al Guadalquivir, ha conseguido conservar un carácter rural que le diferencia de otras poblaciones limítrofes atrapadas por el expansionismo de la capital. Su historia, su importante legado cultural, junto con el sosiego de sus calles y la hospitalidad de sus habitantes hacen de Santiponce un destino capaz de satisfacer las inquietudes de todo amante del descanso, la historia y el arte. HISTORIA Desde su fundación, Santiponce estuvo situado a orillas del Guadalquivir, donde hoy se localiza el Estadio Olímpico de la Cartuja. Por su proximidad al río padecía frecuentes riadas, y en una de ellas, acaecida en 1603 quedó sepultado para siempre. Los vecinos supervivientes buscaron la protección de los monjes del Monasterio San Isidoro del Campo, quienes les cedieron tierras más altas para la construcción de sus casas, edificándose el nuevo Santiponce casi en su totalidad sobre las ruinas de la ciudad romana de Itálica. monedas y la exportación de vino, trigo y aceite. En ella nacieron y se educaron los emperadores Marco Ulpio Trajano y su sucesor Publio Aelio Adriano. En Itálica se pueden distinguir dos zonas: la Vetus Urbs (ciudad vieja), que se encuentra bajo el casco urbano de Santiponce y la Nova Urbs (ciudad nueva) creada por Adriano en el siglo II como ampliación de la existente. En la Vetus Urbs se puede contemplar las Termas Menores que datan de la época fundacional de la ciudad y el Teatro Romano, construido en época de Augusto (siglo I a.c), en él fueron halladas estatuas de magnífica factura como las de la Diosa Venus, Diana Cazadora o Mercurio. En la Nova Urbs se contemplan las Termas Mayores, edificio destinado a centro de ocio , el Traianeum , templo dedicado al emperador Trajano, las Casas Romanas, viviendas decoradas con gran variedad de mosaicos; destacando la casa de los Pájaros, la del Planetario y la de la Exedra. Y el Anfiteatro, uno de los mayores del Imperio Romano, con capacidad para veinticinco mil espectadores. El Monasterio San Isidoro del Campo, declarado Monumento Histórico Artístico en 1872, fue fundado por Alonso Pérez de Guzmán “Guzmán el Bueno” en el 1298 para que le sirviera de panteón. Su nombre viene dado por el vínculo que San Isidoro tuvo con el lugar. Su historia está impregnada de importantes acontecimientos religiosos y artísticos. En él, durante el siglo XVI, surgió uno de los primeros focos reformistas en España, cuyos principales propagandistas tuvieron que huir a Centroeuropa huyendo de la Inquisición. Entre ellos se encontraba Casiodoro de Reina, traductor de la primera Biblia al castellano, conocida como la “Biblia del Oso”. Del patrimonio artístico que atesora, sobresale el retablo que Martínez Montañés esculpiera, en el que destacan los relieves del Nacimiento y la Adoración de los Pastores. También son notables las imágenes de San Jerónimo penitente y la de San Isidoro. Una vez asentado el pueblo en su enclave actual, en el año 1691 los monjes consiguen que Carlos II conceda un privilegio real para organizar una feria franca a celebrar todos los primeros de octubre, con el propósito de activar la economía del municipio. Clausro del Monasterio de San Isidro del Campo MONUMENTOS La ciudad romana de Itálica fue fundada en el 206 a.c por Publio Cornelio Escipión “El Africano” en plena guerra contra Cartago, siendo la primera ciudad de la Hispania romana. Su gran esplendor data del reinado de Augusto que le dio categoría de municipio. En el siglo I inició la acuñación de Anfiteatro romano de Itálica EL CROSS . “Corre,Trajano, que no llegas” Sevilla es el súmmum. Con el debido respeto a los demás, y ellos lo saben, no hay un cross en España, y probablemente tampoco en el mundo, que pueda presumir del palmarés y la participación de Itálica. En nuestro país hay crosses más antiguos, pero desde que en 1982 los andaluces se pusieron en marcha, el listón no ha parado de coger altura. Incluso el arranque fue a lo grande. Otros crosses, de ello da fe este mismo libro, crecen desde abajo y las primeras ediciones son modestas. En Sevilla no. Allí la Diputación gastó dos millones y medio de pesetas de la época, más de cien autocares de casi cien pueblos acudieron a la llamada y casi diez mil aficionados, desde infantiles a veteranos, corrieron por primera vez en Santiponce. Desde entonces y hasta ahora atletas de la talla de Mamede, Kipkoech, Castro, Ondoro, Bayesa, Sigei, Guerra, Gebreselassie, Tergat, Kamathi o Bekele entre otros han engrandecido la prueba con sus triunfos aunque, como dice uno de los organizadores, Juan Jaldón “a Sevilla hay que medirla, más que por sus triunfos, por sus podios porque hay años que el segundo o el tercero es campeón olímpico o del mundo”. Sevilla es tan enorme que tiene hasta libros propios. El primero lo editaron coincidiendo con el vigésimo aniversario y el segundo, que es aún más joya, cinco años más tarde. Aunque, gracias a la mediación del profesor Miguel Angel Monjas, tuve la oportunidad de conocer a Jaldón y Leo Chaves. De conversar pausadamente con José Manuel Díaz y de empaparme de “italicismo” la última edición en el “río dorado”, como él muy bien calificó la pista del albero sevillano, lo que sigue a continuación contiene múltiples referencias a esa biblia del cross de Itálica que es la publicación que editó la Diputación de Sevilla y que, al alimón, escribieron Javier Delgado y Gerardo Prieto y cuya lectura recomiendo encarecidamente a todos los amantes del atletismo. La primera de esas citas remonta a otra publicación titulada Memorias de Adriano, publicada en 1951 y escrita por la belga Marguerite Yourcenar. En ella, el que fuera emperador romano aúna por primera vez dos conceptos vitales en nuestra historia: Itálica y el atletismo. Lo hace, ya enfermo y viejo, recordando episodios de cuando era joven: “…la carrera, aun la más breve, me sería hoy tan imposible como a una estatua, a un César de piedra, pero recuerdo mis carreras de niño, en las resecas colinas de Itálica, el juego que se juega con uno mismo y en el cual se llega al límite del agotamiento, seguro de que el perfecto corazón y los intactos pulmones restablecerán el equilibrio. De cualquier atleta que se adiestra para la carrera del estadio alcanzo una incomprensión que la inteligencia sola no me daría”. Adriano nació, y corrió, allí donde más de dos mil años después los emperadores del atletismo siguen asombrando al resto de los humanos. Itálica, primera ciudad romana fundada fuera del territorio italiano, nació el año 206 antes de Cristo. Apiano, escritor griego del siglo II, menciona en su obra titulada “Historia romana” este asentamiento en suelo hispano: “A partir de este momento, poco antes de la Olimpiada ciento cuarenta y cuatro, comenzaron a enviar anualmente a los pueblos de Iberia conquistados pretores en calidad de gobernadores para mantener la paz... y Escipión estableció a los soldados heridos en una ciudad que llamó Itálica. Patria de Trajano y Adriano, quienes más tarde fueron emperadores romanos”. Escipión el Africano, llamado así porque fue el único general romano que derrotó al cartaginés Aníbal, fundó una ciudad que, en origen, fue un campamento militar dedicado a curar a los soldados dañados. Sin embargo, el asentamiento situado junto al cerro de San Antonio crecería hasta convertirse en una importante urbe en la que nacerían dos futuros emperadores, Trajano y Adriano. Este último gobernó el imperio desde el año 117 al 138 después de Cristo. Y lo hizo bajo el signo de la pax romana, es decir, paz a cambio de renunciar a seguir conquistando, aunque durante su reinado el Imperio alcanzó la mayor extensión territorial de su historia antes de su caída. Después, cuenta la historia, Itálica fue asentamiento visigodo y uno de sus reyes, Leovigildo, restauró sus murallas. Y aún llegó viva a la época musulmana constituyendo hoy en día una auténtica reliquia arquitectónica en la que se pueden ver los restos del anfiteatro, que tenía capacidad para unas veinticinco mil personas sentadas según su clase social, parte del enlosado de las vías y los cimientos de los pilares, partes de las murallas, de lo que podía ser una escuela, de varias viviendas y también de las dos termas, las menores -situadas en la ciudad vieja- y las mayores -que están en la ciudad nueva coincidiendo con lo que es, desde hace años, el sitio de salida y llegada del cross que lleva el nombre de la ciudad-. EL CROSS Adriano pasó a la historia como el tercero de los cinco emperadores buenos, término que acuñó en primer lugar Maquiavelo y que sirvió para encumbrar el período más feliz del Imperio romano. Sin embargo, el mundo del atletismo conoce sobre todo su maldición. Vocablo que empezó a usarse cuando uno tras otro, alguno de los mejores atletas del mundo, veían imposible la posibilidad de hacerse con una tercera victoria en el cross de Itálica. Repasando la historia no parece exagerado el conjuro porque nada menos que ocho atletas, seis hombres y dos mujeres, tuvieron en la mano la posibilidad del triplete pero no lo consiguieron. El primero en sufrir en sus carnes el poderoso influjo del emperador fue el portugués Fernando Mamede que ganó la primera edición internacional, la tercera que tuvo lugar en 1984, el mismo año en el que batió la plusmarca mundial de diez mil, y repitió triunfo un año después. Sobre su participación dejó un bello testimonio en el mencionado libro que conmemoró los primeros veinticinco años del cross sevillano: “En el reconocimiento del terreno, en el circuito de Santiponce, quedé deslumbrado por la belleza del entorno de la competición, que pasa por lo que queda de la antigua ciudad romana. Me acuerdo de estar concentrado en la carrera, pero también un poco distraído con lo que veía en cada vuelta: un pasaje diferente, que hace que ésta sea una competición única en el mundo”. En su segunda victoria, Mamede se impuso a los jovencitos hermanos Castro y a Tim Hutchings que venía de ser subcampeón del mundo de cross tras Carlos Lopes. Un año después, en cambio, no pudo pasar del sexto puesto. La organización iba creciendo y ese año 1987 logró juntar al vigente campeón del mundo, John Ngugi, que repetiría ese año, y a su compatriota Paul Kipkoech, que sería segundo tras él ese mes de Marzo y de cuya forma podían hablar bien en Elgoibar donde se impuso también días antes. Kipkoech aventajó en la meta en ocho segundos a José Manuel Abascal y dejó sin triplete a Mamede pero, dos años después, sufriría en sus propias carnes la misma maldición. El keniata, convertido ya en campeón del mundo de diez mil, se impuso en 1988 en un podio de lujo que completaron Ngugi y Domingos Castro, pero tampoco pudo ganar por tercera vez. Según se supo después, padecía ya algunos síntomas de la malaria que acabaría con su vida en 1995. Por eso, en el 89 sólo pudo ser cuadragésimo segundo en Itálica. El siguiente maldito fue Osoro Ondoro para quien el cross sevillano significó su puerta de entrada a la élite mundial. Tanto que en el tejado de su casa puede verse el nombre de Sevilla como recuerdo a las dos victorias, de 1990 y 1991, que tanto significaron en su carrera. El keniata no compareció un año más tarde pero sí lo hizo en 1993 dispuesto a ser el primero en inscribir tres veces su nombre en el palmarés andaluz. Sin embargo, fue uno más entre quienes pasaron a la historia por todo lo contrario. Ondoro sólo pudo ser tercero tras Fita Bayesa y un jovencito llamado Haile Gebreselassie, que comparecía por primera vez en Itálica y que dicen, aunque él nunca lo refrendó, respeto como en Elgoibar, también en la capital hispalense los galones de la figura etíope del momento. Ya sin Bayesa, Gebre se impuso en el inundado albero en el que se convirtió la pista en 1996, interponiéndose en el camino del siguiente maldito, el portugués Paulo Guerra, que ganó Sevilla los años 95 y 97. Un año más tarde, comenzó el reinado de Paul Tergat. El quíntuple campeón del mundo ganó también dos años en la capital andaluza pero en 1997, pese a ganar también el mundial, sólo pudo ser tercero tras Guerra y el británico John Brown. El fabuloso keniano, doble campeón olímpico, tuvo aún otra opción de lograr el triplete pero en el año 2000 la maldición tomó el nombre de un compatriota suyo, Charles Kamathi, que a su vez se convirtió en el siguiente maldito. El menudo keniano batió a Tergat por dos segundos apenas año y medio antes de pasar a la historia, en el mundial de Edmonton, como el hombre que acabó con nueve años de imbatibilidad de Gebreselassie en los diez kilómetros. Kamathi repitió en 2001 ganando al campeón europeo Sergei Lebed y opositó también al trono de Adriano, pero sólo pudo ser tercero en 2002 tras Chebii y el etíope Mezgebu. A estas alturas, lo de la maldición de Adriano había pasado ya de mera anécdota a historia con mayúsculas. Incluso en mujeres también pasó. Catherine McKiernan, la primera campeona de Europa y cuatro veces subcampeona del mundo, y Merima Denboba, también subcampeona del mundo, lograron dos triunfos cada una pero no pudieron con el tercero. La etíope, nacida en la misma región de Arshi que Bekele, ganó Itálica los mismos dos años que Kenenisa, 2003 y 2004, y a diferencia del campeonísimo sí compareció en 2005 dispuesta a terminar con la maldición. Año tras año, la organización ponía en el camino a las mejores del mundo y aquella vez fueron Edith Masai, triple campeona del mundo de cross corto por aquel entonces y Werknesh Kidane, que había ganado el cross largo del mundial de 2003 y que ese año ganó también en Sevilla, quienes cerraron la puerta de la gloria a Denboba. que es ganar en Sevilla, en el considerado mundial oficioso. Y no sólo por la talla de los deportistas, también por la manera de correr. Chema Martínez acuñó un año la famosa frase que define a la perfección cómo se sale en Itálica: “Es como una estampida de búfalos”. Y el portugués Paulo Guerra no pudo describir mejor su primera sensación tras debutar en el albero sevillano: “Íbamos tan rápido que pude sentir el sabor de la sangre en mi garganta”. La dureza es enorme en Sevilla, desde el principio. Y desde los orígenes. Pese a su tremenda categoría, seis hombres y dos mujeres tuvieron al alcance de su mano el tercer plato hispa- “Cuando Felipe del Valle descubrió que había que hacer un cross en Itálica lo hizo, en primer lugar, por transportarnos al anfiteatro donde los romanos hacían sus juegos paléstricos o deportivos”, relata un miembro de la organización en el libro que conmemoró los XX años del Cross Internacional de Itálica explicando la génesis de este acontecimiento deportivo, puesto en marcha y tutelado por el Área de Juventud y Deportes de la Diputación de Sevilla en 1982. Felipe fue el primer director del cross. El lense, pero no pudieron llevárselo a casa. Adriano no se conformaba con cualquiera y sólo se quitó el laurel de su cabeza para reverenciar al atleta que poseía el antídoto contra su maldición, nada menos que el mejor fondista de todos los tiempos, Kenenisa Bekele. El etíope fue el invitado estelar a la enorme fiesta del vigésimo quinto aniversario y, al terminar, brindó por el término de una era. Por fin un atleta conseguía ganar tres veces en Itálica. Eso sí, Adriano no descansa y acto seguido ha servido el siguiente capítulo: Moses Kipsiro, que en 2009 se proclamó subcampeón del mundo de cross en Jordania, ha ganado en 2008 y 2009, las dos veces in extremis casi con necesidad de fotofinish. En 2008 entró en 31´ 01´´ junto a Zersenay Tadesse y en 2009 con Tariku Bekele en 30´ 37´´, otra vez los dos en el mismo segundo. De esta forma el ugandés se une a la larga lista de quienes poseen dos victorias. Aún no sabemos si igualará a Bekele con tres, pero cualquier atleta puede dar fe de lo complicado servicio de Deportes daba sus primeros pasos y a Del Valle, que estudió INEF en Madrid, se le ocurrió la idea un fin de semana del Verano del 82. Da fe de ello su compañero de entrenamientos, Enrique Marco, director técnico del área de deportes de Diputación: “Fue en la playa de Rota, estábamos entrenando fuerte y, entre serie y serie, oigo a Felipe que dice: “Enrique, tenemos que hacer un cross” Yo no pude ni responderle porque me faltaba el oxígeno pero al terminar de entrenar lanzó de nuevo el desafío”. A partir de ahí, se trataba de buscar sitio y Marco recuerda que “surgieron los nombres de los Pinares de Oromana y de Villamanrique pero Felipe quería hacerlo cerca de la capital. Y fue él quien, ante la sorpresa de todos porque no sabíamos de las posibilidades del lugar para albergar un cross, sugirió Itálica”. Nada menos que cien autocares de casi todos los ciento un pueblos de la provincia sevillana abordaron Santiponce aquella mañana del diecinueve de Diciembre de 1982. Al día siguiente Diario 16 tituló: Corre, Trajano, que no llegas. Y en el pie de una foto que representaba la serpiente multicolor de atletas escribieron: Itálica fue ayer una conmoción de piernas, una rapidísima visita turística. ¡Y tanto! Porque hubo casi diez mil participantes que desbordaron la más optimista de las previsiones. Finalmente, todas las carreras pudieron terminar pero fue tarea de chinos. Sobre todo dar las salidas porque, a todo lo que supone organizar algo por primera vez con tantísima gente se unió, sin que mediara invitación alguna, el tío del tambor. Javier Ojeda, testigo de aquel día, borda el relato de la anécdota en el libro del XX aniversario: “Aquel energúmeno con el que nos encontramos no redoblaba el tambor, había algo parecido a mamporrearlo… aquello fue un calvario continuo para nuestros oídos… Este señor, treintañero, recortaíto, fortote y apretado de molleras, debió levantarse con toda tranquilidad, notó mucha afluencia de público en el pueblo, creyó que se celebraba alguna fiesta y ni corto ni perezoso se fue a buscar un tambor… Con él, se puso en la misma línea de salida y cada vez que anunciábamos: “¡Corredores, a sus puestos!”, él de forma instintiva comenzaba a golpear el tambor desenfrenadamente y sin control creando confusión y salidas nulas… Había chavales que como desconocían lo que era una salida nula salían como cabras y era imposible pararlos. Total… carreras, gritos a la caza y capturas de chavales. Al final, con muchísimos apuros, logramos dar todas las salidas y plantarnos en las dos de la tarde en la prueba principal. Ahí, mandamos al aporreador del tambor a lo más alto de una de las lomas, aunque todavía desde allí le oíamos…”. Pero ahí no acabó todo, Ojeda cuenta también que “lo mejor es que cuando él ya no estaba y no teníamos ningún tipo de presión hubo también salida nula en la carrera senior. Los más de dos mil atletas salieron antes de tiempo pero Felipe me dijo: “Al carajo, no los pares, que ahora no podemos echar la culpa al tío del tambor”. Felipe del Valle, alma pater del cross sevillano y cuyo nombre, a título póstumo porque falleció en un desgraciado accidente de tráfico en 1995, exhibe con orgullo el estadio deportivo del término municipal sevillano de La Rinconada, lo dejó en 1990 porque se fue a trabajar para la Expo sevillana del 92 y le sustituyó Leo Chaves que estuvo hasta 1999. Ese año tomó el relevo Juan Jaldón a quien suplió José Manuel Díaz en 2005. Para todos, sin excepción, el cross de Itálica es uno de sus mayores orgullos. La siguiente anécdota es de Leo, pero podría ser de cualquiera de los otros: “En aquel entonces yo siempre solía ir con la camisa por fuera y unos pantalones caídos, pero para mi primer cross mi compañera me aconsejó que al menos fuera con chaqueta. Fue ella quien me compró una verde que ya no me quité en ninguno de los crosses. Itálica cambió mi vida pero yo no cambié de chaqueta. Aún la tengo en el armario, allí está desde 2001, año en el que hice lo único que no había hecho en veinte años, correr la carrera popular”. Tampoco ha cambiado el símbolo, el trofeo que se entrega a los galardones, el plato con la efigie del atleta romano. Jaldón explica que “al principio pensamos en una ánfora pero el diseño del plato, el mosaico y el atleta eran perfectos. La Diputación le compró el horno a la Escuela Taller de Cerámica de Blanco White y allí se empezaron a fabricar aunque al principio los hicieron de cristal”. Trofeo que, todos los años menos uno, se ha entregado en el podio, con la solemnidad que requiere el momento. Esa excepción nos remonta a un año inolvidable en Sevilla, 1996. Para empezar a ilustrar lo sucedido, el libro del vigésimo quinto aniversario, recoge el testimonio del ganador aquella temporada, Haile Gebreselassie: “Mi estilo de correr está muy lejos de ser idóneo para el cross. Odio el frío, y más que nada detesto el barro… Como Sevilla está en el sur de España y hace mucho mejor tiempo en invierno que en el resto de Europa, mi manager Jos Hermens y Pilar Martínez me convencieron de que el Cross de Itálica era la carrera perfecta para que compitiera en aquel momento… El circuito me venía bien para mis condiciones, seco, con algunas subidas y bajadas. Y rápido, perfecto para mi estilo. Pero el 1996, el recorrido se convirtió ¡en un río! Lo mejor de todo es que yo ya había renunciado al cross, quería concentrarme en la pista y le había dicho a todo el mundo que no iba a correr cross. Pero ya que mis entrenamientos iban tan bien y en Sevilla siempre hace buen tiempo, decidí que Itálica sería la excepción. Al llegar observé un tiempo un poco distinto que en años anteriores y enseguida empezó a diluviar. Me acuerdo que después de empezar y de correr por el anfiteatro, teníamos que girar a la derecha, y allí el terreno ¡estaba totalmente empapado, parecía un gran lago!”. Tanto llovió, y tan inundado estaba el circuito, que Leo Chaves recuerda como recorrió el circuito junto al delegado de la IAAF para decidir si se corría o no porque el fantasma de la suspensión revoloteó como nunca por Itálica: “Me acuerdo que fue José Manuel Abascal quien dijo que había que en el que ganó los diez crosses que corrió antes, entre ellos los dos del mundial de Dublín. Y tras Itálica ganó otros cuatro, entre ellos los dos del campeonato del mundo de Laussana. correr: “Con lo que cobramos tenemos que hacerlo”- dijo. Y al final así fue, aunque lo negativo fue que las carreras de los más pequeños no se pudieron disputar. Recuerdo aún las lágrimas de más de un niño…”. José Manuel Díaz recuerda que “hubo un enorme vendaval de viento y agua y desapareció todo. En efecto, sólo se corrieron las seniors y hubo que cambiar la salida. No había megafonía y se decía todo con megáfonos de mano. El lago se desbordó y hubo que ponerle balizas para que los atletas no se metieran y se ahogaran. Hubo un charco en el que se puso moqueta, en las termas moras, y los atletas la hundieron y metían hasta la rodilla cada vez que pasaban. Fue algo tremendo”. Aquel no fue el único año que el lago de Itálica fue protagonista. Miguel Ángel Monjas, hombre tremendamente vinculado a la organización del cross, recuerda con humor lo que sucedió en la edición del 89: “Resulta que entonces había unos patos de una raza que estaba protegida. Era además su época de celo y hubo que vallarles para que nadie les molestara, mientras hacían lo que tenían que hacer… Para colmo, no sé cómo, se perdieron dos patos y hubo que pagárselos a Patrimonio Nacional. Creo recordar que a razón de cien mil pesetas cada pato”. Con todo lo que llovió fue aún más un año más tarde, en 1997. Sin embargo, la infraestructura había mejorado debido a la experiencia anterior, y se pudieron disputar todas las categorías, aunque más de un espectáculo fue dantesco. Juan Jaldón dice que “encontramos nada menos que cuarenta y siete zapatillas bajo el barro tras aquel cross del 97. Desde la diputación enviamos treinta y ocho pares a los niños que nos lo solicitaron. Recuerdo a uno que a pocos metros de la meta iba a ser segundo en su categoría. Perdió las zapatillas y se entretuvo en meter las manos en el barro y dar con el calzado. Para entonces le habían pasado más de veinte. Cuando llegué le pregunté por qué no había seguido hasta la meta y me respondió: “¡Cualquiera se presenta en casa sin la zapatilla. Mi madre me cruje a palos!”. El caso es que Gebreselassie aún recuerda aquel húmedo triunfo como uno de los sucesos más extraordinarios que le han sucedido. Ganar en esas condiciones agrandó aún más la leyenda del que, durante años, fue el fondista más grande de la historia. A principios de la década del 2000 todos pensábamos que tardaríamos muchísimos años en ver correr a alguien que se acercara a su nivel. Sin embargo, estaba a punto de aparecer otro grande, su paisano Kenenisa Bekele. Ambos, como ya hemos comprobado, tienen en común también al manager, el holandés Jos Hermens que demostró toda su sapiencia en la presentación del cross de Itálica de 2003: “Los dos son unos superdotados. Gebre corre de puntillas y Bekele apoya toda la planta, lo cuál es mejor para el fondo. Creo que acabará batiendo todos los records de Gebre”. Su vaticinio tiene aún más mérito teniendo en cuenta cuando lo dijo. Bekele ganó esa edición por delante de Zersenay Tadesse y repitió un año después, en un 2004 Bekele tardó tres años en volver a correr en Sevilla. José Manuel Díaz, que ya estaba al frente de la dirección, recuerda que “teníamos claro que queríamos a Kenenisa y, con la gente de Ibermeeting, nos propusimos tener también al resto de campeones del mundo en activo, pero cuando contactamos por ejemplo con Gebreselassie y Tergat nos hicieron saber que estaban encantados de volver a correr con nosotros pero no querían medirse al “monstruo”. No querían competir con Bekele. Al ser atletas en activo, pero de otras distancias, la solución la propusieron ellos mismos, “correr en la popular”, así como colaborar en cuantas actividades quisiéramos. La idea, que fue un acontecimiento único en el mundo, nos entusiasmó tanto que se la propusimos a otras grandes figuras como Fernando Mamede, Domingos Castro, Paulo Guerra, Osoro Ondoro, Antonio Serrano, Merima Denboba… y por parte de todos la aceptación fue unánime”. Por eso, aquella bendita mañana de enero la fiesta fue completa y, por una vez, la carrera popular rivalizó en interés con la senior. José Manuel sigue recordando aquellos inolvidables días: “Cuando presentamos el libro "XXV Aniversario del Cross" en la Diputación de Sevilla, estuvieron todos los ilustres anteriormente señalados sentados a la mesa, ¡y qué mesa!.. Creo que será muy difícil volver a reunir a todos estos atletas para compartir las sensaciones vividas durante la participación en Itálica, tanta historia del atletismo mundial, y ya no solo por sus méritos deportivos, sino por la calidad humana que atesoran. ¡Imagínate qué plantel en la Popular, cosa que nadie creía cuando lo pensamos! Recuerdo que el día de la prueba, yo estaba en la línea de salida y cuando salieron todos aquellos monstruos de la carpa de los servicios médicos, donde se habían cambiado, no puedes imaginar las caras de los atletas populares cuando los vieron. Sólo te digo que todavía hoy se me ponen los vellos de punta al recordarlo”. El colofón de aquella inolvidable matinal sevillana fue que Bekele quebrara la famosa maldición: “Cuando pensamos en él, evidentemente era para ver si el mejor corredor de la actualidad, era capaz de romper la famosa maldición de Adriano, ¿Qué mejor momento de la historia del Cross para romper la maldita maldición? Y por supuesto ¿quién mejor que Bekele para inscribir su nombre como el primer atleta ganador de tres ediciones de Itálica? Aquí cuesta ganar, sino que se lo pregunten a su hermano, que también es muy bueno pero al que le está costando mucho. Por cierto que con él tuvimos un detalle que agradeció mucho al entregarle una tarta el año que el cross coincidió con su cumpleaños, que fue también ese 2007”. Los africanos, los mejores, han sido y seguirán siendo grandes protagonistas del cross sevillano, pero también los españoles. Por ejemplo, José Manuel Abascal quien, pese a su condición de medio fondista, logró un excelente podio en Itálica o uno de los atletas que más participaciones suma, Antonio Serrano. circuito XXVIII Cross Inter nacional de Itálica Año Ganadores (Promesa Senior Masculino y Promesa Senior Femenino) 1982 José Alonso (nacional) y María de la O Flores 1983 Juan Barón (nacional) y Antonia Alvarez 1984 Fernando Mamede y Wendy Harris Fecha: 17/01/2010 Lugar: Santiponce (Sevilla) Categoría: IAAF Organiza: Diputación de Sevilla (Área de Juventud, Fomento de la Actividad Física y Deportes) www.crossinternacionaldeitalica.es Hora 9:30 horario 9:45 1987 Paul Kipkoech y Beatriz Bergoños JR 1988 Paul Kipcoech y Mercedes Villalar JR 1989 Domingos Castro 1990 Osoro Ondoro 1991 Osoro Ondoro y Andrea Wallace 1992 Kalid Skah y Ellen Kimayo 1993 Fita Bayesa y Catherine Mckiernan historial Avda. Menéndez Pelayo, 32. 41071 SEVILLA 1985 Fernando Mamede y Antonia Alvarez 1994 William Sigei y Elena Romanova 1995 Paulo Guerra y Catherine Mckiernan 1996 Haile Gebreselassie y Anne Marie Sandell 1997 Paulo Guerra y Elena Fidatov 1998 Paul Tergat y Jackeline Maranga Categoría ALEVIN FEMENINO ALEVIN MASCULINO 10:05 INFANTIL FEMENINO 10:20 INFANTIL MASCULI NO 10:40 CADETE FEMENINO 11:00 CADETE MASCULINO 11:30 JUVENIL/JÚNIOR FEM ENINO 12:00 INTERNACIONAL FEM ENINO 12:30 CROSS POPULAR AB SOLUTOS 12:30 VETERANOS 13:30 JUVENIL/JÚNIOR MA SCULINO 14:00 INTERNACIONAL MA SCULINO Año nacimiento Distancia (m) Vueltas 99-00 1.700 1 “B” 99-00 2.400 1 “A” 97-98 1.700 1 “B” 97-98 3.300 2 “B” 95-96 2.400 1 “A” 95-96 4.500 2 “A” 91-94 4.000 1 “B” + 1 “A” 8.000 3 “A” + 1 “B” 90-75 6.600 1 “B” + 2 “C” 74 y anter. 6.600 1 “B” + 2 “C” 91-94 6.600 3 “A” 10.800 5 “A” 1999 Paul Tergat y Sara Ouaziz 2000 Charles Kamathi y Gete Wami 2001 Charles Kamathi y Paula Radcliffe 2002 Abraham Chebii y Monica Rosa 2003 Kenenisa Bekele y Merima Demboba 2004 Kenenisa Bekele y Merima Demboba 2005 Madegu Tarefe Zewbie y Werknesh Kidane 2006 Abbebe Dinkesa y Bezunesh Bekele 2007 Kenenisa Bekele y Burika Gelete 2008 Moses Kipsiro y Priscah Jeplenting 2009 Moses Kipsiro y Florence Kiplagat LA FIGURA Antonio SERRANO “Sufro más ahora de entrenador” BIOGRAFiA Y P ALMARES Campeón del M undo Universitario de cross en Bolonia 1988 Subcampeón de l Mundo Univers itario de cross en Poznan 1990 Medalla de bron ce en el Europeo de Cross en Anwich. (Inglater ra) en 1994 4º en el Cto. del Mundo de media maratón en Belfo Dos veces campe rt. (Francia)-199 ón de España en 5 el Cto. nacional 93 y Ciudad Real de cross por club -95 es en Vigo8 veces mundial ista de cross 2 veces olímpico : Seúl-88 y Barc elona-92 Antonio Serrano nació en La Solana (Ciudad Real) el ocho de Marzo de 1965. Durante muchos años fue uno de los más habituales en todos los crosses españoles. Prueba de ello es que nadie más que él ha pasado de las diez participaciones en Itálica, Venta de Baños y Fuensalida juntos. La otra gran peculiaridad de su carrera es que durante muchas temporadas alternó su condición de atleta con la de entrenador, disciplina a la que se empezó a aplicar con apenas veinticuatro años. “Yo creo que es un aspecto puramente vocacional. Es cierto que alterné mis mejores años de corredor con mis primeros como entrenador, pero creo que me ha ido bien”. Esa vocación, en efecto, ha dado frutos muy importantes tanto en la pista como fuera de ella porque Antonio está casado con una de las primeras atletas que tuvo, Natalia Azpiazu, que fue en su época entre otras cosas subcampeona de España de mil quinientos. “Empecé en efecto con Natalia, que me aportó muchas cosas sobre el medio fondo que luego apliqué yo por ejemplo con Higuero. Y antes con Rodrigo Gavela, que fue maratoniano en Barcelona y que me enseñó cómo comportarme ante la maratón”. Además, los conocimientos de Serrano asesoran ahora entre otros muchos a Juan Carlos Higuero, Chema Martínez, De La Ossa, Diana Martín, Sonia Bejarano o Alesandra Aguilar. Lo más curioso del tema es que a Antonio, en más de una ocasión, le ha tocado medirse o coincidir en campeonatos con sus propios pupilos: “Bueno, para mí por razones obvias fue importante coincidir con Natalia en el mundial de cross de Durham del 95 donde además logré mi mejor clasificación, décimo noveno. Con Rodrigo coincidí en los Juegos de Barcelona, él en maratón y yo en mil quinientos pero también es cierto que competí contra algunos. Por ejemplo, recuerdo correr con Higuero en el 99 en el cross de Itálica. Fue curioso porque entré justo un puesto por delante de él”. Sevilla es, por supuesto, uno de los crosses adorados por Serrano, donde ostenta el récord de participaciones y donde su mejor resultado fue la sexta plaza del 91: “Posiblemente la capital hispalense tenga el mejor cross del mundo. Fui sexto, en efecto, una vez y noveno tres años seguidos, del 93 al 95. Incluso el año de mi debut se me dio bien. Era 1988, ganó Domingos Castro, y fue muy curioso porque yo entonces corría muy valiente. No me conocían muchos pero salí con los africanos, incluso durante un par de kilómetros fui unos metros delante de ellos. Aquello dio lugar además a una anécdota, y es que Gregorio Parra, que retransmitía, no me conocía y en Televisión Española tuvieron un montón de llamadas porque primero dijo que era un colombiano, luego un inglés y hasta me confundió con, otro compañero, con José Manuel Albentosa. Tanto llamaron, sobre todo de mi pueblo, que cada vez que volvió a retransmitir una carrera mía me llamaba siempre “el manchego de La Solana”. Cuando alguna vez hablo con él aún me lo recuerda”. Antonio corrió aquel cross para el Club de atletismo La Madre del Cordero, de San Pablo de los Montes de Toledo. Aquella fue la primera vez. La última tiene también su gracia… “y por varias razones. La primera porque la noche anterior se me atragantó un trozo de carne en la cena y estuve cinco horas en urgencias hasta que me lo sacaron. Fui para correr la popular el año del vigésimo quinto aniversario, el de Gebre y Tergat. Recuerdo que entró por delante de mí Merima Denboba, porque corrimos juntos hombres y mujeres, y desde entonces ya no he vuelto a competir...” (risas). Serrano, como decimos, se prodigó mucho en el cross y tiene recuerdos para todos: “Además de a Sevilla le tengo también un cariño muy especial, por ejemplo a Venta de Baños. Allí gané el año de mi debut en Sevilla, el 88. Quedé segundo tras el portugués José Regalo y fue muy especial porque aún no era muy conocido. Siete años más tarde pude ganar. Venía de correr la maratón de Fukuoka y gané entre otros a John Brown, campeón de Europa o a Alejandro Gómez, que venía de ser plata en el Europeo. También fue inolvidable la edición de 1998, y no fue precisamente por la carrera sino por que esa misma tarde me contó mi madre, a la cual llamé para decirle que todo había ido bien en el cross (no había móviles como ahora y el contacto no era tan inmediato), que me había tocado el gordo de la lotería junto a mis dos amigos íntimos que compartían décimo conmigo. Lo curioso es que cuando mi madre me veía por televisión ya lo sabía y no podía contármelo. Dice que pasó unos nervios tremendos…” Aquella de Venta de Baños fue una de las inolvidables victorias de Serrano. Equiparable a la de Elgoibar hace justo veinte años: “Elgoibar es posiblemente el cross en donde más he disfrutado en una carrera. Hace veinte años que conseguí un triunfo muy especial en un circuito que está en la historia del cross español. Y hasta ahora no ha habido ningún compatriota que haya vuelto a ganar allí. Es un cross con una tradición enorme donde ha pasado todo lo mejor del atletismo mundial. Se puede decir que hay un pueblo de diez mil habitantes que se vuelca en la organización y ese día es mágico. Aún de cuando en cuando les enseño a mis atletas el video del triunfo y se me ponen los pelos de punta. Era un desconocido y fue mi primera gran victoria. Es la que mejor recuerdo, iba en el grupo de cabeza, en el kilómetro cinco me puse a tirar y descolgué a todos, me fui cien metros por delante y, aunque Ezequiel Canario me achuchó, logré ganar”. Y en su recuerdo no podían faltar los crosses de su tierra castellano manchega: “En Quintanar fue donde corrí por primera vez de senior y me medí a los que eran mis ídolos, como por ejemplo Constantino Esparcia. Luego en Fuensalida he corrido más de diez veces. Recuerdo una edición en la que cayó una gran nevada en Madrid y casi no pude ir por la mañana a correr por como estaba la carretera. Llegué apenas cuarenta minutos antes del comienzo y todo el circuito estaba blanco, fue una odisea correr sin saber donde pisabas, pero fue algo inolvidable. Igual que las victorias en Sonseca, el único en el que gané dos veces y con doce años de diferencia, la primera en el 87 y la segunda en el 99. En el primero gané a Alejandro Gómez y en el segundo nada menos que a De la Ossa. Yo era muy joven y recuerdo además con cariño que mi madre logró vender cincuenta de los sesenta y cinco kilos de mazapanes que me dieron como premio. Ese dinero me ayudó con los gastos que tenía en Madrid donde vivía en un piso con otros estudiantes ya que estudiaba Educación Física en el INEF de Madrid”. Y por último, Serrano recuerda que en Alcobendas, en 1989, “me dieron por primera vez un fijo de salida. Se puede decir que a partir de ahí pude ser profesional de este deporte. Otro recuerdo muy importante fue en la edición de 1994, ya que al ser el primer español me seleccionaron para ir al Campeonato de Europa y en éste conseguí un bronce que guardo con mucho cariño, ya que fue la primera medalla masculina en estos campeonatos”. Muchos de los éxitos de Antonio llegaron en el campo a través pero si vemos con perspectiva su carrera observaremos que estamos ante un corredor completo, tanto en pista, como en campo a través y ruta: “Yo me considero un atleta regular en cross y en pista, pero es cierto que estuve en ocho mundiales de campo a través. El cross era especial para mí porque no había un reloj por medio y lo que hacía era aguantar lo mejor posible en cabeza con los mejores del mundo”. Por último, compara sus actividades como atleta y como técnico: “Sufro más ahora de entrenador, me pongo nervioso porque hasta el final a veces no sabes el resultado. Eso sí, disfruto mucho”. Disfruta Antonio, y también sus atletas. Al menos, a tenor de los resultados y es que si el manchego fue un gran fondista ahora como técnico está siendo aún mejor. Por sus manos pasan, como decíamos antes, muchos de los mejores especialistas del atletismo español y, dada su edad, aún tiene tiempo para seguir amasando campeones. Lo hará siempre desde la humanidad y el respeto. Y desde el amor de alguien que devuelve ahora con creces todo lo que el atletismo le enseñó desde niño. FUTURO “I TÁLICA ES EL MEJOR CROSS DEL MUNDO. Y LO MEJOR ES QUE QUIERE SEGUIR SIÉNDOLO” Inflables para los niños, globos aerostáticos, arcos enormes, castillos de juegos… La mañana del cross sevillano es un crisol de colores y razas. Mientras unos corren, los más pequeños juegan y los demás también se divierten viendo a los más grandes, a los africanos voladores. Itálica es una bendición para el atletismo. Un soplo de aire fresco que derribó la puerta del éxito desde el primer día. Por eso el futuro parece tan cierto como el espléndido pasado. Como dice José Manuel Díaz “nuestro anhelo sigue siendo crecer y poder seguir trayendo a la elite mundial a Sevilla. Tenemos apoyos y creo que vamos a seguir consiguiéndolo”. Itálica es el mejor cross del mundo. Y lo mejor es que quiere seguir siéndolo. fiestas y manifestaciones culturales Como principal fiesta popular hay que mencionar la Feria Local, que se celebra Hotel An en la primera semana fiteatro Romano Avda. Extre de octubre. (***) madura, 13 . C.P : 41970 Día festivo es el 7 de Santiponce (Sevilla). Teléfono : 9 octubre, día de la 55996704 39 habitaci ones climati patrona del municipio, Nuestra Señora del Rosario, zadas con tv Abierto todo y baño. el año. que sale en procesión por las calles del pueblo. Otras fiestas de renombre que deben ser citadas: La Semana Santa, en la que el Miércoles Santo hace estación de penitencia Ntro. Padre Jesús Nazareno y Ntra. Señora del Rosario excelentes muestras del barroco sevillano, y las Cruces de Mayo, de gran arraigo popular. Entre las manifestaciones culturales de interés, hay que destacar el Ciclo de Música Antigua y Clásica, en el Monasterio San Isidoro del Campo durante el mes de noviembre. El Vía Crucis de Itálica, en el mes de febrero, que recorre gran parte del recinto arqueológico; Y finalmente, El Festival Europeo de Teatro Grecolatino, con representaciones de autores clásicos que se celebra en el Teatro Romano en el mes de Abril. Donde dor mir Donde comer Existe una gran oferta gastronómica en Santiponce, concentrada sobre todo en los alrededores de la ciudad romana. Así tenemos el Ventorrillo Canario (con especialidad en carnes a la brasa y papas arrugás con mojo picón), la Gran Venta Itálica (conejos, perdices y arroz a la cazuela), el Horno de Gregorio (carne a la brasa), La Caseta de Antonio (paellas, pescados y mariscos) y el Restaurante Los Mosaicos. t VENTORRILLO CANARIO Avda. Extremadura, 13. (Santiponce - Sevilla) Teléfono: 955996700 Especialidad: carne a la brasa con mojo picón GRAN VENTA ITÁLICA u Avda. Extremadura, 11. (Santiponce - Sevilla) coMo llegar t LA CASETA DE ANTONIO Avda. Rocío Vega, 10. (Santiponce - Sevilla) Teléfono: 955996306 Especialidad: Arroces, pescados y mariscos HORNO DE GREGORIO u Avda. Extremadura, 69. (Santiponce - Sevilla) Teléfono: 955997405 Especialidad: carne a la brasa con mojo picón t EL BARRANCO Av de Extremadura 52, (Santiponce - Sevilla) Informacion OFICINA DE INFORMACIÓN TURÍSTICA C/ La Feria, s/n. C.P. 41970 Santiponce (Sevilla). Tfno : 955 998 028. Horario: De Martes a Domingo de 09:00 a 14:00 h. CASA VENANCIO Teléfono: 955996706 Especialidad: arroz con perdiz, conejo o pollo www.anoc.es www.crossinternacionaldeitalica.es QUINTANAR DE LA ORDEN CROSS DEL VINO, EL QUESO Y EL CHOCOLATE (Día 16 de noviembre) HISTORIA Y DATOS TURÍSTICOS QUINTANAR DE LA ORDEN Población española de la provincia de Toledo en la comarca natural de La Mancha. QUINTANAR EN EL CAMINO DE LA ORDEN DE SANTIAGO Una de las rutas que aconsejamos al visitante que llega a Quintanar se convierte en rememoración, semblanza de antiguos tiempos y voluntades, cuando la fe se dotaba de intención política y en torno a aquélla se administraba la convivencia. Nuestra ruta, descubre al visitante los testimonios de la pertenencia de Quintanar a la Orden de los Caballeros de Santiago, congregación militar y religiosa a la vez, que tomó por misión la custodia de los lugares y los caminos que la renombrada reconquista ganaba para la fe cristiana. De aquellos gobiernos guarda Quintanar de la Orden –su nombre nos vale de clarísimo ejemplo– vestigios dignos de conocerse, ahora que los caminos ofrecen una templada serenidad al viajero de nuestro milenio reciente. El primer testimonio que se sugiere disfrutar es la Ermita de la Virgen de la Piedad. Los jardines de su plaza ocultan que antiguamente los ocuparon corrales y callejones sin salida. Hacia finales del siglo xv todo lo aledaño al edificio religioso era barrio judío; y la que hoy el visitante aprecia como ermita cristiana, entonces era la original sinagoga de aquellos antiguos vecinos. Los visitadores de la Orden de Santiago pronto anotan en sus Visitas que la sinagoga se convierte en ermita de Santa María de la Piedad, apenas unos años después de la expulsión de los judíos. En aquella época inicial la Orden ejerció su tutela sobre la gestión de los cofrades locales, que paulatinamente ensancharon la pequeña sinagoga hasta convertirla en la ermita que hoy se visita. Se admira en ella su campanario cuadrangular y, rematándola, el capitel, coronado por una cruz. El tránsito hacia la Iglesia Parroquial lleva por la calle La Virgen hacia la de Reina Amalia, donde pronto sorprende al viajero una edificación formidable conocida en la villa por su recia compostura: La “Casa de Piedra”. Como a todo palacio ilustre, en éste no faltan los sillares bien parejos, el portalón centenario, el balcón de señera forja y los blasones que rememoran insignes ascendentes. La “casa de piedra” se construyó en el siglo XVII por Don Pedro de Rada, cuya familia reaparece en la historia de Quintanar durante los siglos siguientes, con su halo de influencia y una inconclusa pretensión de hidalguía. El viajero descubre la casa-palacio de los Rada con un esplendor perenne. El viejo barrio judío se pobló a través de los siglos con gente nueva y las calles próximas nada recuerdan ya de su origen. La “casa de piedra” emerge sobradamente guarnecida de faroles y enrejados, entre la calle de La Piedad y el callejón del Sol, al que aconsejamos que el visitante se asome siquiera un instante y suponga, en la estrecha pendiente, la estrecha vida que antaño llevaron los pobladores judíos. Cerca queda, atravesando el callejón de Agustín Ramírez la Iglesia de Santiago de la Espada, evidencia máxima de nuestra participación en la Orden de Santiago, que si impuso largamente su norma reguladora en el antiguo Quintanar, no menos honda huella marcó en la fe de los quitanareños posteriores. Aquí poco evita recordarnos a los Caballeros de Santiago. En la rejería de entrada, en los herrajes de los canceles, en la crucería de las bóvedas aparece de continuo la cruz en forma de espada que los Caballeros de Santiago tomaron por blasón. Que el visitante pisa tierras santiaguistas queda evidente en los detalles de esta obra principal que es la Iglesia. Conózcala despacio pues su silencio es extraño a nuestro tiempo, tan apresurado en todo. Al Apóstol Santiago, por si cabía aún la duda, tiene la parroquia por patrono. Una imagen del apóstol, en su variante más caballeresca, sobre un flamante equino blanco, exhibe el pendón con la cruz de sinople en forma de espada. En la rejería de entrada, en los herrajes de los canceles, en la crucería de las bóvedas aparecen de continuo los blasones que la Orden defendió en su arrojo conquistador y, años y siglos después, como símbolo de su labor administrativa. De camino al Hospital de la Concepción se cruza la “plaza de los carros” –de Miguel Echegaray para el callejero oficial–, cuyo moderno bullicio automovilístico revive el ajetreo de los antiguos arrieros que en la plaza se reunían hace más de un siglo. De esta plaza arranca la calle de la Concepción, con un similar despliegue de tráfico y comercio. Si el visitante la pasea, sobre la mitad destaca una estrecha fachada medianera con modernas edificaciones, revestida de piedra y con un pórtico de medio punto. Ha llegado a la Capilla y Hospital de la Concepción (La Ermitilla). La Orden de Santiago procuró que en todas las poblaciones hubiera un hospital para pobres, mendicantes, transeúntes y enfermos. Los visitadores de la Orden ampararon la construcción de este lugar dedicado a la beneficencia local. Aprecie el visitante en la fachada dos escudos ovales. En ambos figura la cruz de Santiago acotada por dos veneras simétricas. Puede parecer insólita la presencia de este símbolo, celebérrima insignia de los peregrinos de Santiago. Pero a estas alturas de paseo, el visitante de Quintanar conoce de sobra de qué trata la inesperada concha de piedra: de nuestra pertenencia, en el nombre de la Villa se recuerda, a la Orden de los Caballeros de Santiago PERSONAJES Y LEYENDAS DEL ANTIGUO QUINTANAR Si bien no se espera, hablaremos aquí al viajero de literatura, de Cervantes y de las sugerencias de la ficción. Pruébese a seguir leyendo pues se cumplirá más abajo el propósito. Si el visitante se sitúa en nuestra plaza de San Sebastián, inicio de esta ruta de literarias sugerencias, y mira a la ermita del santo que da nombre a la plaza, el viajero verá a su izquierda el preámbulo de una calle y una pendiente. La calle del Carmen se empina remontando promontorios, relieves surcados por arroyos prehistóricos que hoy ocupa nuestro barrio más singular: el Toledillo. Aquel asentamiento musulmán se ubicó en estas elevaciones hasta que lo sustituyeron, o relegaron, pobladores cristianos venidos de Toledo. Se explica, pues, el citado nombre. Quien lo desee imagine en esta plaza la convivencia de entonces, un capítulo difícil en el que se compartían las exigencias de la fe y las razones de la historia. Desde la plaza, hacia la derecha atravesando la calle Santa Lucía, se sale a la calle Yedra, nombre que nos recuerda un más húmedo paraje. Pronto en esta calle, el callejón de Filibús asoma con su porción de secreto y su íntima estrechez. Aquí el paseo se encuentra con la evocación de un personaje, prueba del pasado musulmán de nuestra villa. El dicho Filibús, habitó en estas callejuelas tras su llegada desde las Alpujarras granadinas, aún niño. Lo que la historia no sepa decirle al viajero, de nuevo lo recrea la ficción literaria. Se cuenta que este Filibús, luego de llegar obligadamente, se hizo reconocer y apreciar como honrado alarife, y que tuvo, en 1590 –la concreción es digna de mérito–, una hija, Zaida, cuya vida, imaginémosla cierta, no obstante se nos transforma en leyenda. Conviene al viajero leer y caminar lo que sigue. Al terminar la calle Yedra cruza una travesía estrecha en la que se reparten a ambos lados apretadas viviendas que evocan una antigua convivencia alborotada. Hoy es pasaje tranquilo. La calle guarda algo de suspiro y mucho de calma. El que la transita se siente observado y quizá recele. No hay motivo. La proximidad del vecino se aparta prudente hasta que se le solicita el saludo. El nombre de la calle ha evocado durante siglos un fragmento de ficción amable: el Pozo de la perla. La hija de Filibús, Zaida, hermoseaba la calle con su juventud y su gracia singulares. En los detalles de la leyenda se eleva su belleza y la admiración de los contemporáneos, incluido, entre los cristianos, un tal Francisco Martínez que después capitaneó en Flandes. Como en cabal leyenda, a ésta no le faltan las pasiones desveladas junto al brocal de un pozo, ni las confidencias de amor en secreto, ni la irreconciliable condición de los enamorados, ni la despedida abrupta, en este caso por forzosa expulsión de la bella musulmana, que antes de partir vertió en el pozo una limpísima lágrima. Imaginamos que el viajero descubre ya en qué se transformó aquella prueba de sentimiento. Si la calle del Pozo de la perla refiere un imaginario prodigio, la calle del Carmen, a la que aquélla conduce, nos devuelve la realidad común y su ajetreo, el desvelo cotidiano y la vida tangible. Sólo cabe descender la pendiente, hacia la izquierda, y descubrir paulatinamente reducidas casas y callejones que se asoman como afluentes de la calle principal. En estas estrechas vías se abren solares habitados por múltiples vecinos, ciudadanos que en su vivir comparten el patio y el número postal. Aquí el viajero recorre la prueba de cómo se formó un antiquísimo núcleo urbano: como cauces de arroyo, acomodándose al terreno según crecía el número de pobladores. De la imaginación del visitante depende traspasar los tiempos y sentirse junto a aquellos musulmanes y cristianos de siglos atrás, tan próximos y distantes a la vez. Nos consta a los de la villa que, cuando el barrio ya era Toledillo, por él anduvo el debidamente afamado Cervantes. Y al parecer acá vino con gana y reiteración pues nos dedicó dos menciones gloriosas en el Quijote y colocó en su Persiles uno de nuestros hidalgos, Antonio de Villaseñor, a cuyos lances y aventuras dio literaria pervivencia Don Miguel. Se sabe que el escritor se hospedó en Quintanar repetidas veces, que trató con quintanareños de la época, conociéndolos largamente, como demuestra la vida del hidalgo Villaseñor, que, repleta de avatares ciertos, se transfiguró en ficción y entretenimiento de lectores por el prodigio de la literatura. Ya al final de la calle del Carmen nos encontramos con la plaza de España, rincón pintoresco y típicamente manchego, que conserva su viejo pozo encalado. Existen otros pozos similares en distintas zonas de Quintanar: en la plaza de San Sebastián se encuentra el pozo de la cadena, con abrevadero para el ganado, igualmente en la pradera de San Isidro y calle del Pozo de la Perla QUINTANAR DE LA ORDEN Y MIGUEL DE CERVANTES Menciones en “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”: Primera salida, capítulo IV, en la que se topa con el criado Andresillo y Juan Haldudo el rico, vecino del Quintanar: —Mire vuestra merced, señor, lo que dice —dijo el muchacho—, que este mi amo no es caballero, ni ha recebido orden de caballería alguna, que es Juan Haldudo el rico, el vecino del Quintanar. Último capítulo: “De cómo Don Quijote cayó malo y del testamento que hizo y su muerte”. Se cita a un “ganadero del Quintanar” al que habían comprado dos perros, Barcino y Butrón para el pastoral ejercicio de Don Quijote: -Estos, creyendo que la pesadumbre de verse vencido y de no ver cumplido su deseo en la libertad y desencanto de Dulcinea le tenía de aquella suerte, por todas las vías posibles procuraban alegrarle, diciéndole el bachiller que se animase y levantase para comenzar su pastoral ejercicio, para el cual tenía ya compuesta una écloga, que mal año para cuantas Sanazaro había compuesto , y que ya tenía comprados de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino y el otro Butrón, que se los había vendido un ganadero del Quintanar. Pero no por esto dejaba don Quijote sus tristezas. Menciones en “Los Trabajos de Persiles y Sigismunda”: Novela póstuma de Cervantes de estilo bizantino que relata, en cuatro libros, cómo Periandro y Auristela viajan desde las tierras septentrionales de Noruega o Finlandia hasta Roma, donde revelan su verdadera identidad de enamorados y prometidos y su verdadero nombre de Persiles y Sigismunda, para recibir cristiano matrimonio. Ya en el primer libro aparece un personaje, Antonio de Villaseñor, natural de Quintanar, que los acompañará a lo largo de todo el viaje y peripecias. En el tercer libro se cuenta cómo llegaron hasta Quintanar y lo que allí les sucedió. “No quiso Periandro que entrasen en Toledo, porque así se lo pidió Antonio el padre, a quien aguijaba el deseo que tenía de ver a su patria y a sus padres, que no estaban lejos…” A lo que añadió Antonio el padre: “, dejando la ciudad a mano derecha, guardando para otro tiempo el verla, nos vamos a Ocaña, y desde allí al Quintanar de la Orden, que es mi patria”. OTRAS RUTAS PARA VISITAR Los rincones de nuestra devoción Ermita de Santa Ana Rollo o Picota Ermita de San Antón Ermita de San Sebastián Ermita de la Virgen Ermita de San Juan Ermita de la Virgen de la Piedad Ermita de San Isidro Convento de las Madres Trinitarias Convento de los Padres Franciscanos Mercaderes, Trajinantes y Mesoneros. Un recorrido por el centro comercial y social de Quintanar Ayuntamiento Pza. de los Carros (Pza. de Miguel Echegaray) Teatro Garcilaso Calle Grande Paseo de Juan Carlos I Parque y Colegio de Colón Pza. de Toros PATRIMONIO NATURAL Pradera de San Isidro: Vegetación compuesta en su gran mayoría por chopos. Reciente plantación de pinos. Monte: considerado monte bajo, con predominio de vegetación mediterránea (matorral, encinas, carrascas). Destaca la encina de doña Elena, con más de 500 años. PATRIMONIO ETNOLÓGICO: Museo de la Virgen (mantos, joyas, donaciones y otras pertenencias de la mayordomía) GASTRONOMÍA: Es generalmente fuerte, pesada y muy condimentada. No se conoce ningún plato autóctono pero sí platos muy tradicionales como las gachas, las migas, la caldereta de cordero, el arroz campero, las rosquillas fritas, las flores, las hojuelas, las torrijas, los hornazos, los mantecados, los rosquillos de anís, etc. Pero de todos nuestros productos merecen especial atención el queso y el vino. ARTESANÍA Dulces y bordados Convento de las Madres Trinitarias Ctra. Puebla de Almoradiel S/N 925 180 109 Tonelería José Villacañas e Hijo Reina Amalia, 56 (toneles en madera) Forja Diego Ortiz Santa Teresa de Jesús, 14 925 180 476 (romanas, cucharas, tijeras para el fuego) Carros y Galeras Félix Mora Los Ángeles, 19 925 180 899 José Esquinas Bustos Sevilla, 3 925 181 473 Cerámica Juan Manuel Romero “El Gato” Ctra. Madrid-Alicante, Km. 121 925 180 899 (jarrones, platos y escudos heráldicos) Hojalatería Leo Villaseñor Villamayor, 31 619 472 918 (aceiteras, medidas de líquidos, etc.) FIESTAS PATRONALES, FECHA Y ACTOS 14 al 20 de agosto - Feria y Fiestas en honor a la Patrona la Virgen de La Piedad 2º fin de semana de septiembre - Santísimo Cristo de Gracia – Patrón de Quintanar – Procesión y verbena EVENTOS TURÍSTICOS Y FECHA 17 de enero: San Antón. Si no cae en fin de semana, la festividad se celebra el fin de semana anterior, el sábado con verbena, hoguera y bailes regionales y el domingo con procesión y bendición de animales en la ermita del santo. Resulta curiosa porque acuden multitud de personas con todo tipo de animales. 20 de enero: San Sebastián. Si no cae en fin de semana, la festividad se celebra el fin de semana posterior, el sábado con verbena, hoguera y concurso de gachas y el domingo con procesión del santo. Febrero-marzo: Carnavales. Fiesta infantil, concurso de máscaras y disfraces en la carpa habilitada por el ayuntamiento, desfile de comparsas y entierro de la sardina con sardinas asadas para los dolientes y demás personas que acuden al mismo. Marzo: Concurso de Tapas Marzo-abril: Semana Santa de Interés Regional. A destacar la Procesión de las Carracas 15 de mayo: San Isidro Labrador – Romería en la pradera del santo y desfile de carrozas el día 14 Junio: Concentración de SEAT 600 Rocinante y Rucio 24 de junio: San Juan – Fiesta de Moros y Cristianos. Si no cae en fin de semana se celebra el fin de semana anterior, con verbena, desfiles de moros y cristianos y concierto de la Banda Municipal. Junio-julio: Festival Internacional de Música La Mancha. Música culta (antigua, clásica y contemporánea). Los conciertos tienen lugar los jueves, viernes, sábados y domingos desde el último fin de semana de junio o primero de julio hasta el 20 de julio aproximadamente 24 de julio: Santiago Apóstol, patrón de la parroquia. Procesión y verbena 25 de julio: San Joaquín y Santa Ana. Procesión y verbena el fin de semana más próximo a la festividad Agosto: Rally de coches antiguos Don Quijote y Sancho 14 al 20 de agosto – Feria y fiestas en honor a la patrona Septiembre: Encuentro de Artistas Espacio-Arte “El Dorado” Música, teatro, pintura, fotografía, y conferencias en torno al arte contemporáneo. Información turística de Quintanar de la Orden: www.caminodelaordendesantiago.net www.aytoquintanar.org DÓNDE COMER Restaurante Quintanar Restaurante Costablanca Restaurante San Isidro Restaurante Granero Restaurante Aldonza Restaurante El Almirez Restaurante El Manchego Restaurante Ana y María Restaurante Santa Marta Restaurante Castellano Restaurante Polideportivo Restaurante San Francisco DÓNDE DORMIR Hotel Restaurante San Isidro Ctra. Madrid-Alicante 925 180 092 Hotel Residencia Mirasol San Fernando, 110 925 180 283 Hostal Restaurante Aldonza Ctra. Madrid-Alicante, Km. 120 925 181 542 Hotel Restaurante Santa Marta Valencia, 62 925 180 350 Hotel Restaurante Castellano Valencia, 71 925 180 050 Hostal Restaurante San Francisco San Francisco, 24 925 180 937 HISTORIA “Soy un caballero de la Mancha y es mi oficio y mi ejercicio andar por el mundo enderezando entuertos y deshaciendo agravios”. Así habla, por boca de la pluma del insigne Miguel de Cervantes, el ingenioso hidalgo Don Quijote. Personaje creado en 1605 cuyas andanzas constituyen una de las obras cumbres de la literatura universal. Su aventura es una de las más traducidas a otros idiomas y ha permitido que gentes de todos los países del mundo sean capaces de ubicar a La Mancha en el globo terráqueo. En el corazón de esta vasta región se sitúa Quintanar, que tuvo mucho que ver en el primero de los agravios que intentó deshacer El Quijote. Cervantes situó la acción en el capítulo IV. El caballero andante observa a un hombre azotando a su criado y corre a liberarlo creyendo que el castigador era uno de esos personajes de libros de aventuras que perturbaron su cerebro. El lacayo, de nombre Andresillo, implora así a don Quijote: “Mire vuestra merced, señor, lo que dice – dijo el muchacho - que este mi amo no es caballero, ni ha recibido orden de caballería alguna, que es Juan Haldudo el rico, vecino de Quintanar…” Y aún en el último capítulo, en el que Don Quijote hace testamento y muere, se cita a un vecino de Quintanar al que había comprado dos perros: “… por todas las vías posibles procuraban alegrarle, diciéndole al bachiller que se animase y levantase para comenzar su pastoral ejercicio, para el cuál tenía ya compuesta una écloga, que mal año para cuantas Sanazaro había compuesto, y que ya tenía comprados de su propio dinero dos famosos perros para guardar el ganado, el uno llamado Barcino y el otro Butrón, que se los había vendido un ganadero de Quintanar. Pero no por esto dejaba don Quijote sus tristezas” Cervantes también alude a la localidad manchega en su novela póstuma, Los trabajos de Persiles y Sigismunda. En ella los dos enamorados viajan desde tierras septentrionales hasta Roma donde reciben cristiano matrimonio. En el primer libro aparece ya un personaje, Antonio de Villaseñor, natural de Quintanar, que los acompaña a lo largo del viaje y en el tercero se cuenta cómo llegaron a la localidad: “No quiso Periandro que entrasen en Toledo porque así se lo pidió Antonio el padre, a quien aguijaba el deseo que tenía de ver a su patria y a sus padres, que no estaban lejos… A lo que añadió Antonio el padre: “dejando la ciudad a mano derecho, guardando para otro tiempo el verla, nos vamos a Ocaña y desde allí a Quintanar de la Orden, que es mi patria” Mucho antes de sentir los pasos de Rocinante y los de los dos enamorados, este trozo de tierra manchega se llamó Quintanar de la Encina. Allí habitaron los celtíberos y posteriormente los lusitanos antes de atacar Segóbriga. Su nombre procede del latín quintana que significa casa de labranza o también plaza de los campamentos romanos donde se vendían víveres. El apellido se cambió a de la Orden cuando la población, tras la Reconquista, pasó a la llamada Orden de Santiago. Alfonso XI le dio la Carta de Privilegio en 1318 y Don Fadrique, su hijo bastardo, le otorgó los Fueros en 1344 y fundó el llamado Común de la Mancha nombrando a Quintanar su capital. A sólo nueve kilómetros de esta localidad se encuentra El Toboso, pueblo donde la hermosa Dulcinea vivía ajena a la locura que en Don Quijote causaba su belleza. Hoy en día está allí situado el Museo Cervantino donde, entre otras cosas, se pueden contemplar las numerosas ediciones que de la famosa novela existen. En cualquiera de ellas encontraremos la curiosa manera en la que fue armado caballero el ingenioso hidalgo. Quintanar luce con orgullo la llamada Venta del Quijote donde cuenta la leyenda que veló sus armas antes de echarse a recorrer el mundo. Allí empezó la historia de éste corredor de fondo que se alimentaba, entre otras cosas, con queso y vino de la zona. Muchos años más tarde otros caballeros, también andantes, recorren como él La Mancha y los ganadores se llevan a casa ese mismo queso y ese mismo vino. EL CROSS La historia empezó a gestarse en 1978 en el Instituto de Enseñanza Media de Quintanar. Manolo Goya, bien considerado padre de este cross estuvo entre los profesores que idearon la carrera. Años más tarde, cuando el Ayuntamiento asumió la organización, lo vio desde su puesto de alcalde entre 1991 y 1995 y en la actualidad figura como coordinador de la carrera al lado de los actuales responsables del consistorio quintanareño. Estamos, sin duda, ante otro loco romántico, en este caso del atletismo. Hombre bonachón y amable que ha hecho todo lo posible, y más, porque Quintanar siga teniendo cross, y de los grandes. Como Don Quijote, derribó gigantes y fue fiel perseguidor de una ilusión que no tiene límites. De una carrera cuya denominación ha cambiado a lo largo de los años y que empezó llamándose “Cross Escolar Manchego”. Goya nos recuerda que “nació sobre todo para que nuestros niños y niñas hicieran deporte. Y esa sigue siendo después de muchos años la gran razón de ser del cross. Recuerdo que los primeros los corrieron sólo chicos y chicas de las cinco provincias que entonces conformaban la llamada Castilla La Nueva” Hace apenas treinta años de aquello pero, para según qué cosas, parece que hiciera cientos. Una de las ediciones del diario Marca de aquella época recogió las dificultades que tenían las niñas para que sus padres les permitieran correr en Quintanar con pantalón corto. El actual alcalde, Javier Úbeda, recuerda que “todas corrían en chándal, con su pantalón largo, y no podían hacerlo igual que los chicos. Es cierto que parece que hablemos de hace mil años y no hace tanto” Javier recuerda bien aquellos inicios porque él mismo participó en las primeras ediciones nada menos que como Boy Scout: “Me acuerdo que nos llamaron a unos cuantos para participar como voluntarios. Nuestro cometido era delimitar el recorrido e impedir que la gente cruzara el circuito molestando a los atletas” Aquel primer recorrido que recuerda el alcalde delimitaba el Instituto de enseñanza y hoy en día ya no existe, al estar urbanizada toda esa zona. El primer ganador senior fue Pablo Martínez Córcoles, de Albacete y tomaron parte unos tres mil participantes en el total de categorías. Así transcurrieron las tres primeras ediciones. La cuarta ya fue organizada por el Club Atletismo Manchego, fundado en 1981. Sus dirigentes fueron responsables de la prueba hasta 1989. Los dos años siguientes no hubo cross y en 1991 entró definitivamente el Ayuntamiento como organizador principal aunque apoyado, como siempre, por la gente del club de atletismo y los voluntarios que hacen posible cada año el cross. Entre ellos Quintanar cuenta con el apoyo inestimable de la Guardia Civil y la Policía Local. Y sobre todo con la impagable ayuda de las familias que acogen la noche anterior a la carrera a un montón de atletas llegados de fuera de la provincia toledana. El circuito ANOC es probablemente la única manifestación deportiva capaz de congregar a los mejores especialistas del mundo en localidades modestas que, en más de un caso, no tienen capacidad hotelera para acoger a los atletas. Este es el germen de la brillante idea puesta en marcha por algunos organizadores y que aún, hoy en día, sigue desarrollándose, la acogida. Esta feliz iniciativa, que ha estrechado además lazos de amistad entre familias enteras y chicos y chicas de otras regiones, tuvo su bautismo en Quintanar en 1983. Sólo un año más tarde fueron más de doscientos los acogidos en casas de la localidad y el récord a nivel general está en los casi cuatrocientos del año 86. A título particular nadie ha conseguido batir la gesta de la familia de Francisco Ortiz, conocido en la comarca como “Calero”. Francisco y su mujer tienen catorce hijos y, aún así, no dudaron un año en dar cobijo bajo su techo a ocho atletas llegados de fuera. Como dice con gracia el alcalde “pensaron que donde comen dieciséis bien pueden comer y dormir veintidós”. Además, para incentivar este tema la organización estableció un premio que consistía en un viaje a Mallorca con los gastos pagados al ganador del sorteo entre todos los que acogían. En 1996, por ejemplo, el diario Marca se hizo eco de tan entrañable ligazón bajo el título La familia y uno más, y relataba el caso concreto de la familia que ese año ganó el concurso: “… la familia Guzmán Blanco, matrimonio con dos hijos, acogió el pasado año a seis atletas de Cieza. Tenían seis veces más probabilidades que los que acogían sólo a uno para que les tocara el viaje, y les correspondió un viaje de una semana a Mallorca, concretamente en Magaluf. Desde allí hablaron con los seis niños de entre diez y doce años y les prometieron que volverían a acogerlos en sucesivos años”. Además de por este curioso sorteo Quintanar tiene fama porque los ganadores deben hacer un hueco importante en sus maletas para llevarse a casa un montón de kilos de comida y bebida. Al principio fueron los que pesara el atleta ganador en chocolate. Después, además de chocolate era vino y últimamente los vencedores pasan por la báscula para recoger su peso en vino y en queso manchego. El pionero de esta iniciativa fue el propietario de la fábrica Chocolates Nieto, radicada en Quintanar. “Por aquel entonces – recuerda con nostalgia el actual alcalde – la merienda de todos los niños de la comarca era una onza de chocolate metida entre pan. Y tanto chicos como mayores recordamos aún el slogan de aquella fábrica pionera: “Si quiere que me quede quieto, deme Chocolate Nieto”. En aquellos años la localidad manchega era uno de los focos chocolateros más importantes en nuestro país: “Hace cincuenta años Quintanar tuvo ocho fábricas de chocolate. No hay una sola vaca en muchos kilómetros a la redonda pero una familia fundó la primera y el resto fue cosa de los empleados que iban marchándose de aquella. Recuerdo que traían el chocolate importado de Guinea y a partir de ahí estructuraban las fábricas” En la actualidad la pujanza del chocolate ya no es tan importante en la zona y por eso el premio se cambió al vino y al queso. Afortunadamente, eso sí, para los patrocinadores que entregan estos curiosos premios los atletas son bastante livianos con respecto a la media habitual del resto de mortales. En 2005, por ejemplo, la keniana Isabela Ochichi, situó la báscula en apenas cuarenta y cuatro kilos. Y ese mismo año el eritreo Zersenay Tadesse, que dos años después acabó en el mundial de cross con cinco años de hegemonía del gran Bekele, pesó solamente cincuenta y cinco. Y es que a lo largo de veintiocho ediciones por Quintanar han pasado algunos de los mejores atletas del mundo. Empezando por el gran Francisco Aritmendi, atleta natural de Málaga del Fresno (Guadalajara) y único español que ganó un Cross de las Naciones. En concreto en 1964, en Irlanda. Aritmendi participó en Quintanar los años 1983 y 1984, con casi sesenta años, en la categoría de veteranos. Y eso que en su infancia, cuenta su biografía, le diagnosticaron una hernia doble por la que pronosticaron a sus padres que viviría muy poco ya que esa enfermedad, según el doctor, no tenía remedio. Al final, por lo que se ve, el atleta tuvo bastante más porvenir que el médico que hizo el diagnóstico. Además, en categoría senior por Quintanar han pasado medallistas europeos como Domingos Castro, Marta Domínguez y Paolo Guerra. O mundiales y olímpicos como Gete Wami, Fernanda Ribeiro y Paul Koech, que ganó en 1997. El keniata ganó ese mismo año también Alcobendas, Elgóibar y Amorebieta y un año más tarde se proclamó campeón mundial de media maratón. Koech pesó cincuenta y nueve kilos en la famosa báscula de Quintanar y Marca tituló al día siguiente su crónica Como vino para chocolate. Pero, sin duda, de entre la pléyade de grandes atletas que han corrido esta prestigiosa prueba hay cuatro que merecen un aparte. El primero es un corredor local, Roberto Parra, que ganó en 1985 y 1986 en categorías inferiores y que desde 2008 es el nuevo director general de deportes de la Junta de Castilla la Mancha. Esta última edición fue un placer escucharle comentando la prueba por televisión convertido ya en máximo responsable a nivel deportivo del gobierno castellano manchego. El segundo es uno de los mejores atletas de todos los tiempos: Haile Gebreselassie, que ganó en el año 94 y que suma nada menos que veinticinco récords del mundo, incluido el estratosférico último de maratón en Berlín. Como veíamos en el primer capítulo, muchas voces han opinado, y opinarán, sobre el por qué del dominio abrumador de los africanos en el atletismo. Haile lo tiene claro. Así se lo explicó en El País a Carlos Arribas en una entrevista fechada en Almería en Enero de 2005:”En las carreras de fondo necesitamos altitud. Hay que ir a Etiopía, al lugar en el que me entreno, el bosque de Entoto, a tres mil metros sobre el nivel del mar, para comprenderlo. Aquello es perfecto para el fondo. Además, en donde vivimos, hay que hacerlo todo a pie, ir a cualquier sitio, a la escuela o a donde vayas. Hay que andar o correr porque no hay medios de transporte. Y todo eso lo tenemos que hacer una y otra vez, cada día. Yo, por ejemplo, empecé a correr a los tres años. Me he pasado corriendo los últimos treinta años de mi vida Recorría diez kilómetros para ir a la escuela y otros diez para volver. Con los libros en el brazo, balanceando siempre el brazo derecho. Además no tuve zapatos hasta los catorce años. Eran caminos llenos de piedras y por eso empecé a correr de puntillas, para no hacerme daño” Los aficionados de Quintanar pudieron adivinar aún aquella mágica mañana de Noviembre el gesto del “Gebre” niño que corría veinte kilómetros cada día para ir a la escuela. Hay quienes dicen que en su carrera se observa todavía el ademán del brazo pegado al cuerpo para sujetar los libros que, cada mañana, debía llevar al lejano colegio. Haile es dos veces campeón olímpico y dicen quienes le conocen que es tan grande en la pista, el asfalto o el barro como fuera. Eso y que es un niño embutido en un cuerpo de atleta grande. Y para muestra, un botón: El Emperador, como le llaman en su país, aguardaba en la cámara de llamadas el comienzo de la maratón berlinesa en la que pulverizó el récord mundial convirtiéndose en el primer hombre capaz de bajar de las dos horas y cuatro minutos. A su lado, la tensión se reflejaba en el resto de competidores. Él, en cambio, lucía su típica sonrisa mientras jugaba con la hija de su mánager a juegos de niños. Quizá ese sea uno de sus secretos. Él, al menos, tiene muy claro que “lo más difícil no es el cuerpo, es la mente. Si eres viejo mentalmente tengas la edad que tengas, eres viejo”. Lo dijo tras batir el récord mundial de maratón con treinta y cinco años y su legado quedará como enseñanza para el atletismo, y para la vida. Gebreselassie llegó a Quintanar ese 1994 tras proclamarse campeón del mundo de diez mil y haber batido el récord de cinco mil. Y ganó el cross internacional castellano manchego por delante de Paolo Guerra quien, sólo una semana más tarde se proclamó campeón de Europa de campo a través. Todos los que vieron aquella carrera la recuerdan hoy en día. Incluido por supuesto Manolo Goya: “Para nosotros fue impresionante ver correr a Gebreselassie. Además, la historia de su contratación fue curiosa. Su manager nos contó que quería hacer dos carreras en España, Quintanar e Itálica, y que su caché no era muy disparatado. El problema es que nosotros teníamos el presupuesto cerrado pero, por supuesto, lo vimos como lo que era, una oportunidad única. Yo estaba de alcalde y recuerdo que conseguimos bajar del millón seiscientas mil pesetas que pedía al principio hasta el millón cuatrocientas mil. Eso, más el viaje suyo y el de su mánager. Era dinero, pero creo que fue el mejor invertido porque recuerdo que su triunfo lo recogió toda la prensa española y parte de la internacional. Nos llamaron de Francia, de Italia, de Alemania, de un montón de sitios” Tal fue el calado del paso del etíope por La Mancha que durante varias ediciones posteriores Antonio Zaragoza, encargado de la revista del cross, siguió informando puntualmente de todo lo que, año tras año, iba consiguiendo Gebreselassie. Por ejemplo de aquella famosa final de la Olimpiada de Sidney 2000 que, aún hoy, recuerda el etíope como la carrera más importante de su vida: “Fue un momento muy especial. Inolvidable. Nunca lo podré olvidar. Doscientos metros en veinticuatro segundos, el esprint con Tergat… Fue todo lucha y gracias a Dios, gané. No pude ni andar, ni ponerme zapatos durante tres o cuatro días. No sólo tenía ampollas, también tenía la lesión del tendón de Aquiles, que por poco me impide participar en los Juegos, y de la que me operé después” Desgraciadamente, no todos los años en Quintanar fueron tan esplendorosos como aquel rotundo 94. Al principio de su historia hubo años en los que hubo que recabar incluso apoyos “vecinos” para que el cross continuara adelante. Goya recuerda que “en los años 80 hubo hasta Ayuntamientos de Madrid que nos echaron una mano importante. Caso de Getafe, Móstoles, Leganés, Alcorcón, Alcalá de henares, Torrejón, Alcobendas o San Sebastián de los Reyes. Sin ellos, sin su ayuda económica, no hubiera sido posible hacer algunas ediciones” Hubo años incluso que no pudieron ni siquiera celebrarse las carreras. Por ejemplo, entre que cesó de organizarlo el club de atletismo y que el Ayuntamiento se responsabilizó de la prueba hubo dos años, 91 y 92, que no hubo cross. Y tampoco en 1996. Siempre por desavenencias políticas que al final acaba lamentando la historia de la prueba. Lo mismo que en los años que van del 2000 al 2003 que sólo hubo dinero para que la prueba regresara a su origen regional. Desde ese año, eso sí, no ha dejado de crecer en todos los sentidos, profesional y humano. Baste decir que por primera vez en 2008 hubo carreras específicas para discapacitados intelectuales gracias al concierto firmado con el Consejo Superior de Deportes. Quintanar es el cross más antiguo de Castilla La Mancha y uno de los más importantes en una tierra famosa por la gran cantidad de pruebas de campo a través. A lo largo de sus casi treinta años de vida los atletas, organizadores y aficionados han conocido hasta cinco circuitos diferentes, incluido el actual situado a tres kilómetros de la localidad en el denominado Alto Losar. Este trazado, habitual desde le novena edición, circunda la pista polideportiva que lleva el nombre de Fred Galiana, famoso boxeador natural de Quintanar. Curiosa historia la de este hombre cuyo nombre real era Exuperancio, pero tras ganar en París el campeonato europeo de 1955 la afición francesa empezó a apodarle Frederic Galiana, y con ese nombre se quedó. Poco después retuvo la corona continental en Costa de Marfil y más tarde voló a Argentina donde, a parte de ganar todos los combates que disputó, inició su carrera como cantante en la radio. Además, trabajó también como actor de teatro y rodó dos películas: “Escuela de periodismo” y “Es mi hombre”. Y también hizo sus pinitos como cantaor de flamenco hasta fallecer el pasado año 2005. En la pista que lleva su nombre, la organización del cross ha puesto siempre mucho esmero en respetar la libertad de los atletas. Para ello, se construyó un puente elevado que permitiera a los aficionados atravesar el circuito sin molestar a los protagonistas. La pasarela es hoy en día una potente estructura metálica a prueba del paso de un montón de personas pero, como recuerda, el alcalde no siempre fue así: “El primer puente era una especie de estructura hecha con andamios. Tras hacerla nos percatamos de su fragilidad y tuvimos que poner dos guardias civiles a cada lado para que la gente pasara únicamente de uno en uno y no se cayera nadie. ¡Menos mal que nos aguantó toda la carrera!” El tercer y el cuarto atleta de quienes hablábamos anteriormente son dos hombres que han dejado una huella indeleble en la memoria de los componentes de la familia de este cross: Juan Carlos de la Ossa, que nació cerquita, en Tarancón y José Luis González, el toledano de Villaluenga de la Sagra, de quien recuerda con especial cariño una anécdota Manolo Goya: “José Luis ganó dos años nuestro cross, pero lo que la gente no sabe es que un año vino a lo que le pudiéramos dar. Entonces era uno de los más grandes y creo que su caché rondaba el millón ciento cincuenta mil pesetas. Nosotros teníamos problemas y recuerdo que me dijo que se conformaba con lo que tuviéramos. Fue un detalle importante que yo no olvidaré”. LAS FIGURAS: JOSÉ LUIS GONZÁLEZ - Subcampeón del mundo de 1500 al aire libre en Roma 1987 - Subcampeón del mundo en pista cubierta de 1500 en París 1985 - Subcampeón del mundo de pista cubierta de 3000 en Budapest en 1988 - Tres veces campeón de Europa de 1500 en pista cubierta: en Milán en 1982, en El Pireo en 1985 y en Madrid un año más tarde. - Campeón de Europa de 3000 en pista cubierta en Lievin 1987 - Bronce en el Europeo de Génova de 3000 también bajo techo en 1992. - Cuatro veces campeón de España de 1500, una de 5000 y dos de campo a través. José Luis González nació en Villaluenga de la Sagra, provincia de Toledo, el ocho de Diciembre de 1957. Con sólo diecinueve años obtuvo ya su primer título de campeón de España de mil quinientos y cuatro años más tarde llegó a las semifinales de los Juegos Olímpicos de Moscú. Antes, en edad junior, había conseguido ya una plata en el mundial y un bronce en los tres mil del Europeo celebrado en Atenas. Estamos, sin duda, ante uno de los grandes talentos del medio fondo nacional en toda su historia. Un atleta que coincidió con algunos de los mejores especialistas de todos los tiempos y, aún así, brilló con luz propia a nivel de logros y, sobre todo, de marcas. El toledano participó por ejemplo de forma activa en la inolvidable carrera de Julio de 1985 en Niza en la que Aouita y Cram se convirtieron en los primeros hombres en bajar de los tres minutos y medio en el mil quinientos. González se quedó a las puertas, firmando unos excepcionales 3´ 30´´ 92, que se convertirían en su mejor marca de siempre. Además, fue el primer español en ostentar un récord mundial. Fue el de los mil quinientos bajo techo y lo batió el uno de Marzo del 86 en Oviedo. Hasta entonces, la mejor marca estaba en poder del irlandés Eamonn Coghlan con 3´ 35´´ 8. González hizo, en la capital asturiana, una marca de 3´ 36´´ 03 quedándose muy cerca del récord. Sin embargo poco tiempo después el récord de Coghlan fue anulado por problemas burocráticos y la marca del toledano pasó a ser oficialmente el récord mundial. Aún hoy, posee también la mejor marca española de la milla con 3´ 47´´ 79, logrados en Oslo 1985, en lo que constituye el récord nacional más antiguo. A González le cabe además el honor de ser el primer atleta no marchador en lograr una medalla en unos mundiales de pista para España. Fue en Roma 87 donde únicamente el somalí Abdi Bile corrió más que él. El tercer cajón del podio fue para el norteamericano Jim Spivey. Estamos pues, sin duda, ante uno de los atletas más grandes que ha dado nuestro país. Formó parte, como queda demostrado, de la élite del medio fondo mundial en su época dorada y su palmarés, ya de por sí brillante, pudo haber sido aún mejor de haber tenido un poco más de suerte en la alta competición. A partir de González además los atletas españoles empezaron a cobrar lo que su esfuerzo merecía y su repercusión mediática fue tan importante que, como iremos viendo, más de un cross debe el debut de la televisión en su carrera a la presencia del toledano. Tras colgar las zapatillas fue comentarista, precisamente, en Televisión Española y aún hoy siente, y no puede disimularlo, que el mundo que rodea al atletismo no ha sido del todo justo con él. Si le sirve de consuelo, para quienes crecimos viéndole correr, el toledano sí aparece en la memoria como uno de los más grandes de la historia. Y seguro que así le recuerdan también en Quintanar, donde el afecto es mutuo: “A ese cross – nos cuenta José Luís - le tengo mucho aprecio, es de mi tierra y, cada vez que corrí, la gente se volcó conmigo. También es mutuo el cariño a Manolo Goya. Aprecio sus palabras con respecto a aquel 1988 en el que no cobré mi caché pero pienso que cualquiera hubiera hecho lo mismo que yo y es lo menos que podía hacer por esa gente” Con especial cariño lógicamente recuerda González sus dos triunfos allí: “Corrí tres veces y una recuerdo que no pude terminar. A mí me pillaba muy pronto en mi preparación y siempre había gente de nivel, como por ejemplo el portugués Leitao. Lo bueno que tenía, y sigue teniendo, es que es un trazado casi enteramente llano. Resulta fácil correr allí. Tengo buenos recuerdos y también malos porque Quintanar fue mi última carrera. Tenía treinta y cinco años y mis problemas en los tendones rotulianos me estaban destrozando. Recuerdo que me operé un mes más tarde y ya no volví a competir. Allí puse fin a veintidós años de carrera.” José Luis recuerda con nostalgia aquel pasado glorioso y todo lo que significó el campo a través en su brillante carrera: “Los atletas de mi época, y creo que es algo que en la actualidad se ha perdido, teníamos un gran conocimiento sobre todo lo que habíamos dejado atrás. Yo recuerdo perfectamente mi admiración por los Mariano Haro, Alvarez Salgado, Ruiz Bernal, Maiz, Aguilar o Gaitán entre los españoles.… Y por supuesto también a los extranjeros. Me acuerdo de correr en Lasarte ante veintisiete mil espectadores y que la gente te parara por las calles. Yo me aficioné al atletismo por toda esa gente. Mariano Haro era, por ejemplo, un ídolo. Me acuerdo de estar en la selección junior. Era ver entrar a Mariano con ese chándal de punto que había entonces, y que aún hoy recuerdo, y se te ponían los pelos de punta. Gracias a ellos prendió una semilla que luego continuamos otros tantos” Por aquel entonces, González sabía ya lo que era ser campeón de España y plata en un mundial de cross: “Sí, el nacional lo conseguí en el Monte Valonsadero, en Soria, con catorce años y luego llegó la plata en el mundial junior, el mismo año que ganó Carmen Valero y que Haro volvió a ser segundo. Todo eso me permitió estar ya batiéndome el cobre en las grandes carreras con apenas veinte años. Sólo uno más tarde fui décimo quinto en un mundial absoluto. Recuerdo que Gerardo Cisneros, uno de los grandes entrenadores de mi época, siempre me decía que yo valía una medalla en un mundial pero, claro, para ello tenía que dedicar todo el año a preparar ese campeonato y entonces el cross no tenía, por parte de la Federación, ni el reconocimiento ni la importancia que merecía. A mí me sirvió de mucho, tanto que fue sólo tras la plata en el mundial junior cuando me convencí de que podía valer para esto” Eran otros tiempos y González lo recuerda sobre todo a la hora de rememorar sus entrenamientos: “Yo hasta los veinticinco años no hice doble sesión. Y ahora los jóvenes empiezan desde más pequeños. Además, se cuidan más las temporadas, se mira mucho más donde correr y donde no. Yo me acuerdo, por ejemplo, de doblar en una misma época cross y pista cubierta. A lo mejor la misma semana era campeón de España de pista cubierta y subcampeón nacional de cross, detrás de Esparcia o de Antonio Prieto” Aún compaginándolo con las pruebas bajo techo, González tiene muy claro todo lo que da el campo a través: “Sin duda es la sala de máquinas del Invierno que te permite llegar a la estación de Verano en el momento óptimo. El cross era un trabajo magnífico. Mi entrenamiento habitual era rodar una hora en el campo. No fui un hombre de hacer muchas series en pista. Seguía los métodos de los australianos combinados con los británicos y los finlandeses, pero siempre sobre el campo. Es más, te diré que para mí ojalá no hubiera habido tartán. Para mis condiciones lo óptimo era la hierba. Ahí es donde mejor me movía” González recuerda Quintanar pero en su memoria caben también momentos inolvidables en otros crosses: “Me acuerdo, por ejemplo, de las carreras en la Casa de Campo que, desgraciadamente, se han perdido. De Venta de Baños donde corrí un montón de años y, sobre todo, de los crosses del País Vasco y también de Itálica. No pude ganar allí pero a Sevilla le tengo mucho aprecio. Tengo que decir además que, aunque no era la idea inicial, yo gané buen dinero con el cross” Y es que el toledano cree firmemente que, en su época, se generó el tejido del que ahora se alimentan las mejores carreras de campo a través de España: “Junto a algunos compañeros empezamos a concienciar a los organizadores de la necesidad de ganar algo. Yo puse mi humilde granito de arena en ello y de eso se han beneficiado otros” Y de quienes corrieron junto a él campo a través recuerda con especial cariño a Antonio Prieto: “Teníamos una gran selección de cross. Y destacaba por supuesto el segoviano. Creo que Antonio ha sido de los mejores corredores de su época en el mundo del cross. Con veinticuatro o veinticinco años yo me fui desviando a la pista. Entrenaba más en términos de calidad, pero veía a Prieto mantener ritmos increíbles, que no tienen nada que envidiar a los de los atletas de ahora” Precisamente para los actuales es su último legado: “Como te decía antes creo que es importante que lean, y sepan de donde vienen. Se puede ganar igual en la pista pero es fundamental saber quienes vinieron antes que ellos” Uno de esos atletas actuales de los que habla González es Juan Carlos de la Ossa, el gran especialista del cross actualmente en España. JUAN CARLOS DE LA OSSA - Bronce en los 10 000 del campeonato de Europa al aire libre en Goteborg 2006 - Subcampeón de Europa de cross en Edimburgo 2003, Heringsdorf 2004 y Legnano 2006 - Campeón de España de cross en 2004, 2005, 2006, 2007 y 2008 - Campeón de España de 10 000 en 2006 Juan Carlos de la Ossa, Tete como le llama todo el mundo, es un atleta entrañable que vino al mundo un veinticinco de Noviembre de 1976 en Tarancón, provincia de Cuenca. Heredero de los Amorós, Haro o Prieto, es de los pocos fondistas europeos que no ceja en el empeño de dar algún día caza a los africanos. Como sus antecesores es también un corredor menudo, pesa cuarenta y seis kilos cuando está en plena forma, que se hace querer enseguida. Tanto que pese a ser de la vecina provincia de Cuenca, en Quintanar le sienten como uno más de la familia: “Es cierto, me siento un atleta de casa y muy querido. Cada vez que voy a Quintanar así lo siento. Desde el 2003 he corrido todas las ediciones menos la de este año por una lesión”. De la Ossa ganó además la edición de 2003, la última del cross a nivel regional: “Me llamaron y me dijeron que iba a ser internacional pero luego me contaron que por problemas políticos iba a ser sólo de carácter regional. Aún así fue muy especial correrlo porque vivo a apenas cuarenta kilómetros de allí. Y ganarlo todavía más. Recuerdo que estaba también Chema Martínez que sabéis todos que es bastante gracioso (risas). Me acuerdo que, aquella vez, cuando gané hizo la broma de calcar para que pesara más en la báscula y me dieran más vino y chocolate. Yo pesaba unos cuarenta y siete y, gracias al empujón de Chema, la balanza dio más de sesenta. Y me los dieron. Creo que era chocolate y vino. Al final hasta uno de los organizadores ayudó a empujar para que pesara más dando continuidad a la broma” Pero como en casi todos los casos no son sólo recuerdos buenos. Los hay también malos: “En 2007 me caí en la primera curva, llegaron los que pesan más que yo y con los codazos nos caímos dos o tres, hasta un chaval se rompió un brazo. Fue muy duro, me hice daño en la espalda y el glúteo y aún así seguí y acabé séptimo. Ya me estaba resintiendo de la lesión que me acabo de operar y fue muy duro levantarme y, pese a los dolores, tener que seguir corriendo. Llegué por la gente que me estaba animando, igual en otro me hubiera retirado pero en Quintanar la gente se vuelca conmigo. Incluso mi familia y mis amigos suelen ir. Este año, por ejemplo, ellos han ido pero yo he tenido que verlo por televisión porque aún andaba con muletas. Me ha dado bastante pena, la verdad.” Igual que en el caso de González fue la plata en el mundial junior, en el de Tete fue crucial disputar Quintanar desde muy pequeño: “Es un cross donde hay mucha afición y mucho nivel. Recuerdo correrlo de pequeño, desde los diez años y le decía a mi padre: “¡Papá, yo creo que este cross no lo gano en la vida!” Quedaba el veinte o el treinta y no veía forma de estar delante. Recuerdo también a Roberto Parra y en senior a los hermanos Castro o a mi actual entrenador Antonio Serrano… ¡había un nivelazo! Y luego lo gané de senior y aquella victoria, como te decía, fue muy importante para mí” Hablar de De la Ossa es, sin duda, hablar del mejor especialista español de la época constituyendo en sí mismo una excepción al resto de nuestros atletas: “El cross para mí es la prueba reina. Para la mayoría es la pista, pero para mi no. Siendo de la Mancha correr por caminos o por barro es lo habitual y me vuelco más en el cross. Es muy especial, he sido campeón de España, subcampeón de Europa tres veces… Lo más bonito y lo que más preparo es el campo a través. Te encanta que la gente se vuelque contigo y esté tan cerca. Que haya subidas bajadas, buen tiempo, lluvia… ¡Vamos, que es lo mío!” Seguro que en el futuro de Quintanar cabe también un ya recuperado Juan Carlos de la Ossa que, en la entrega de los premios Seoane Pampín de 2009 en las instalaciones del RACE de Madrid, confirmó totalmente su restablecimiento y su vuelta al primer plano. FUTURO El futuro de Quintanar lo asegura un alcalde, el actual, sentado la víspera del cross en la misma mesa en la que el resto de organizadores reciben a los entrenadores de los clubes que vienen a formalizar la inscripción y recoger los dorsales de los corredores. No es normal que el máximo rector de un municipio se implique así, pero en Quintanar siguen teniendo muy presente que, justamente por lo contrario, hubo tres años de sequía. “Costó mucho volver – dice Manolo Goya – tras el 2003 y recuperar la categoría que habíamos perdido. Por eso nuestro futuro tiene que guiarnos por la misma línea que ahora” En ese futuro caben por supuesto las empresas de la región y del municipio que se identifican y apoyan la prueba. Y, cómo no, los voluntarios, los alumnos del Instituto Infante don Fadrique, los integrantes del club Atletismo Manchego y los trabajadores del propio Ayuntamiento. Cabe Quintanar entero para seguir demostrando que el camino abierto por El Quijote no es un camino baldío. Que la ilusión abate molinos y destruye gigantes. Y que merece la pena seguir apostando por el cross. CROSS DE SORIA HISTORIA: Asterix y Obelix, la historia imaginada por Goscinny y Uderzo, fue real en España. En el cómic es una aldea situada al noroeste de la Galia. En nuestro caso, una ciudad ubicada cerca de lo que hoy es la capital de Soria. En ambas situaciones se trata de ciudadanos, cercados por el Imperio romano, intentando soportar su asedio aunque el final, ya se sabe, fue muy distinto para unos y otros. “¡Lástima! - dirían los belos si pudieran – no haber dado nosotros también con la pócima mágica” “Estamos en el año 50 antes de Jesucristo. Toda la Galia esta ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste todavía y siempre al invasor”. Así empiezan, inexcusablemente, todas las historias protagonizadas por el astuto y sagaz Asterix y por Obelix, el bonachón repartidor de menhires. Y así, como sigue, se escribió la historia del asedio, en este caso real, a Numancia: corría el año 154 antes de Cristo. El imperio romano dominaba casi por completo Iberia. Casi porque una ciudad íbera llamada Segreda se atrevió a desafiar su poder. La tribu celtíbera de los belos, que habitaba esta localidad, amplió las murallas de contención y con ello desafió los acuerdos existentes hasta ese momento con el Senado. Roma les persiguió y sólo una ciudad ofreció cobijo a los insurrectos: Numancia. A partir de ese momento los numantinos ofrecieron una resistencia sin parangón y soportaron varios asedios durante veinte largos años hasta que en el 133 antes de Cristo Publio Cornelio Escipión acabó sojuzgando a los rebeldes. La historia cuenta que por aquel entonces eran cuatro mil los soldados celtíberos, más sus mujeres e hijos, quienes resistían tras las murallas el cerco al que les sometían nada menos que sesenta mil legionarios romanos. Numancia es, pues, el nombre con que se conoce la ciudad, arévaca primero y luego romana, situada sobre el cerro de La Muela de Garray que fue testigo ya de asentamientos humanos desde el tercer milenio antes de Cristo hasta el siglo VI. Se encuentra entre los valles de los ríos Duero y Merdancho, que le sirven de barrera natural, dejando únicamente el norte y noreste abiertos a la planicie. Aquella primitiva ciudad está a sólo seis kilómetros de la actual capital soriana y hasta el equipo de fútbol pasea por la elite del balompié español el nombre primigenio de la localidad que, con tanto orgullo, resistió a las tropas romanas. Aunque poca gente lo sabe, el propio CD Numancia jugó durante varios años sus partidos en Garray, el sitio exacto donde se ubicó la primigenia urbe, cuando el equipo militaba en la Tercera División. Muchísimos años después de aquella tardía invasión consumada, otro grupo de italianos, descendientes de aquellos romanos que dominaron el mundo, intenta tumbar año tras año la resistencia numantina. Pero de momento no pueden. Son los deportistas, los atletas de la selección italiana que, desde hace unas temporadas, visitan Soria intentando triunfar como triunfaron finalmente sus paisanos. Esta vez el asedio es sin arietes, catapultas ni rampas de tierra. Sino con nervios, músculos y piernas. Y no es una guerra, sino una fiesta. Quizá la única coincidencia entre aquellos y éstos sea el nombre que dieron los guerreros al arma, a la tortuga griega, que utilizaron para rellenar los fosos de las fortalezas. Al artefacto lo llamaron “musculus”. Como los de los atletas. Además, ahora no se trata de someter a una ciudad, sino de ganar una carrera. El escenario es también mucho más paradisíaco que aquella primitiva ciudad celtíbera. No es aquella Numancia, ni es tampoco como el célebre Antonio Machado describió el paisaje soriano. Valonsadero, donde se disputa el cross, es todo lo contrario a las “colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas, oscuros encinares, ariscos pedregales o calvas sierras” del paisaje machadiano. Valonsadero es la Soria verde y dorada. Una dehesa de jugosos pastos, abrigos de roca y robledales que se extienden desde el río Duero hasta la sierra de Cabrejas. Es el monte de los sorianos en el que todos andan y corren. Lo hacen los niños tras las primeras comuniones celebradas en los restaurantes campestres. Lo hacen los toros por San Juan en las célebres fiestas y lo hacen los atletas, también todos los años, cuando Noviembre empieza a desembocar en Diciembre. Valonsadero, espacio natural de casi tres mil hectáreas, fue cuna de ganaderías bravas desde el siglo XVI hasta principios del XX. Entonces se hicieron célebres las romerías para escoger los toros que se lidiarían en las fiestas de San Juan. Desaparecieron las ganaderías y los astados empezaron a traerse de fuera pero, paradójicamente, la fiesta aumentó su importancia. En la actualidad son dos los días en los que las familias sorianas acuden a celebrar a la dehesa. Y el súmmum de la feria es la denominada Saca, en la que los doce toros elegidos son llevados corriendo monte abajo hasta la capital. A Valonsadero el Verano le trae fiestas, la Primavera explosiones y el Invierno estampidas de atletas. En el monte hay rocas, alamedas, rebollos y setas pero también piernas, músculos, esfuerzos y nervios. El altozano soriano es además un campo idílico para la carrera. Allí se fragua la bravura de las reses y, también corriendo, allí han forjado, y forjan su futuro, algunos de los mejores atletas de España y del mundo entero. Valonsadero vio, por ejemplo, sufrir antes de triunfar a dos oriundos de pro, Abel Antón y Fermín Cacho. El monte fue el primero en adivinar las increíbles cualidades de dos de nuestros deportistas más grandes. Abel lo fue sobre todo en la más larga y mítica de las distancias, la maratón. Natural del pueblecito soriano de Ojuel, ganó cinco de las ocho maratones que disputó, entre ellas las correspondientes a dos mundiales, el de Atenas 97 y el de Sevilla 99. La historia cuenta que tras acabar su jornada laboral en una fábrica de embutidos el soriano iniciaba sus sesiones de entrenamiento. En muchas de ellas coincidía con Fermín Cacho, con quien compartía entrenador, el también soriano Enrique Pascual. Cacho, natural de Ágreda, tiene el mejor palmarés de un atleta español en toda la historia. Campeón olímpico en los mil quinientos de Barcelona, tuvo aún arrestos para ser plata en la misma distancia cuatro años más tarde en Atlanta 96. Cacho posee aún hoy el récord europeo de la distancia con unos magníficos 3´ 28´´ 95 y logró además dos platas en sendos campeonatos del mundo. Y un oro y otra plata en dos europeos. Valonsadero, Cacho y Antón son, sin duda, tres de los grandes culpables del auge del atletismo en Soria. Y aunque él primero se prodigó sólo en el cross en categorías inferiores, Abe1 llegó a correr la edición soriana de 1998, que ganó el keniata Laban Kipkemboi. Él entró en cuarta posición. EL CROSS Dice la archiconocida coplilla sanjuanera que “el tomillo y el romero perfuman Valonsadero”, pero es el olor a sudor el que cobra protagonismo a finales del mes de Noviembre, gracias a la iniciativa que en su día pusieron en práctica Miguel Ángel Pérez y Adolfo Caballero. Como presidente y director técnico, respectivamente, de la Delegación Soriana de Atletismo ya estaban cansados de que los niños que querían emular a los Cacho, Antón y compañía tuvieran que desplazarse a otras provincias para poder demostrar sus cualidades en una prueba de campo a través. "Hay que acabar con esto de una vez por todas. “¿Por qué no organizamos aquí un cross de promoción?", le dijo Miguel Ángel a Adolfo. Corría el año 1994 y, a toda prisa, se puso en marcha en el Monte Valonsadero el primer Cross Ciudad de Soria en el que finalmente participarían seiscientos veintiséis atletas de todas las edades y en el que lograría la victoria absoluta en la prueba femenina la keniata Sally Barsosio, quien, apenas unos meses antes, había ganado la medalla de bronce en los diez mil metros del Campeonato del Mundo en Stuttgart. En chicos, la primera victoria fue para el marroquí Tijani Rahmanui. Adolfo recuerda que “en la delegación provincial veíamos que todos los fines de semana teníamos que ir con los chicos fuera a competir, aquí lo único que había eran los campeonatos escolares. Por eso hicimos un cross exclusivo para la base, hasta juveniles. Empezamos con novecientas mil pesetas y ya con la colaboración de todas las instituciones. Gustó y a partir de ahí fuimos para arriba” Los comienzos no fueron fáciles. Tanto que los primeros años los organizadores tuvieron que hacer de todo… ¡incluso de vaqueros! Lo recuerda Adolfo Caballero abriendo así el capítulo de anécdotas que jalonan tantos años de experiencia: “En el monte, como ya sabéis, hay un montón de vacas y toros. Al principio el circuito no estaba vallado y, poco antes de las carreras, nos tocaba hacer de vaqueros y apartar las reses para que pudieran correr los chicos. Era todo un cuadro, algunos niños hasta se asustaban pero al final conseguimos despejar el circuito” Caballero no olvida además otro año en el que los animales dejaron el circuito perdido la noche anterior a la disputa de la carrera: “Cuál fue nuestra sorpresa cuando el día antes, al ir a prepararlo todo, vimos que el circuito estaba lleno de las boñigas de los toros y las vacas, que debían llevar varios días justo en esa zona haciendo sus necesidades. No había tiempo material para quitarlo todo porque se nos hacía de noche y dijimos que nos levantaríamos pronto por la mañana para adecentar aquello. ¡Figuraos el panorama y lo que nos esperaba al día siguiente tempranito! Menos mal que esa noche cayó una buena nevada y cuando fuimos estaba todo tapado. Así lo dejamos y así se corrió. Lo único que luego hubo que oír después a las madres de muchos atletas: “¡Cómo huelen las zapatillas de mi hijo! ¿De qué será?” - se preguntaban sin poder explicárselo (risas)”. Como escribe nuestro compañero Felixo Chamarro, que hace las veces de jefe de prensa del cross, “las bases ya se habían sentado y lo ocurrido en aquella modesta primera edición marcaría el devenir de la que ahora es una de las pruebas de campo a través más prestigiosas de cuantas se celebran en España. Disponer de un paraje tan bello como el Monte Valonsadero, tan espectacular como verde, con nieve o sin ella, con el Pico Frentes como silencioso testigo de excepción de lo que aquí ocurre, es un activo de un valor incalculable, alrededor del que se ha forjado el crecimiento del ahora denominado Campo a Través Internacional de Soria”. Aparecería después la televisión y la cita daría un nuevo salto cualitativo que culminaría, en lo que a consolidación se refiere, en su octava edición, la celebrada en 2001. Fue el año en el que vencieron en el Monte Valonsadero los keniatas Tom Nyariki y Rose Cheruiyot. El Cross de Soria acumuló entonces tres mil sesenta y cinco históricos puntos y superó al de Llodio y al de Itálica en la clasificación que elabora la Real Federación Española de Atletismo. Aquello ya fueron palabras mayores. Se disponía de un circuito de lujo, se contaba con el apoyo de las instituciones y con el trabajo incansable de un sinfín de personas, y los resultados se plasmaban de una forma sobradamente satisfactoria, tanto que hace sólo cuatro años se alcanzó la categoría IAAF (distinción con la que cuentan sólo los dos primeros crosses del circuito español):“Lo de la categoría IAAF fue un poco casualidad – explica Adolfo - Estábamos muy próximos con Llodio en la puntuación de la Federación española y hace tres años tuvimos la opción de traer a la selección de China y a la italiana. Pudimos hacerlo porque vinieron a entrenar a nuestro país y las trajimos mucho más baratas de lo que hubiera supuesto ir ex profeso a por ellas. Además se juntó que, entre lo que trajimos, luego Tadesse fue segundo en el mundial de 2005 y tercero Abdallah y, en chicas, Werknesh Kidane se proclamó subcampeona del mundo. Eso nos subió mucho la puntuación” Soria fue el único cross capaz de traer a la selección femenina china al completo: “Lo de las chinas impactó mucho. Nos enteramos que querían venir a entrenar a España y eso hizo posible que pudiéramos contratarlas a un precio menor que si hubiéramos ido de manera explícita a por ellas. Fue toda la selección femenina y llamó mucho la atención entre el público verlas a ellas corriendo. Además, lo hicieron muy bien en la carrera”. Y, como comentábamos al principio, también los italianos son últimamente asiduos a Soria: “Ellos vienen porque Silvano Dancy, responsable italiano de fondo, se puso en contacto a través de Luis Miguel Landa, el seleccionador español. Querían correr en España un cross parecido al que luego encontrarían en el Europeo y por eso vinieron. Llevan tres ediciones viniendo, tanto en chicas como en chicos, y parece que están a gusto porque siempre repiten y, esperamos que lo hagan también en el futuro.” Y es que, desde hace unos años, todo aquel atleta que se prepara para representar a España en el Campeonato de Europa sabe que debe pasar antes por el Monte Valonsadero. La Federación establece la composición del equipo en base, entre otros, a los crosses de Soria y Llodio. Entre otras cosas por eso, si se repasa el palmarés de la carrera soriana se puede contemplar que en la relación de corredores figuran los mejores especialistas en el Campo a Través y que casi todos los años los ganadores son, principalmente africanos. La única excepción corre a cargo del jiennense Manuel Pancorbo, quien en la segunda edición logró una excelente victoria, igual que en ese mismo año hizo la palentina Ana Isabel Alonso en la prueba absoluta femenina. Entre los vencedores de Soria figuran atletas de la importancia del eritreo Zersenay Tadesse que rompió la hegemonía keniata en 2004. Y es que los atletas naturales de Kenia han sido los grandes dominadores en Soria. Esta última edición hubo triplete en la categoría femenina y doblete en la masculina con el subcampeón del mundo de cross Leonard Komon al frente. Otros compatriotas suyos que ganaron fueron Tom Nyariki, Charles Kamathi o Benjamín Limo. En mujeres cabe destacar a Rose Cheruiyot, a Merima Demboba o a Werknesh Kidane entre las vencedoras africanas y, sobre todo, entre las españolas a Jacqueline Martín, única ganadora hasta la fecha en dos ocasiones diferentes, en los años 1996 y 1997. La barcelonesa ha estado presente además en todas las ediciones del cross menos en dos y, en casi todas, entró entre las diez primeras. Por ese motivo, la Delegación Soriana de Atletismo rindió hace unos años un cariñoso homenaje a la atleta del F.C. Barcelona. JACQUELINE MARTIN. - Campeona de España de cross en 2001 en O Burgo - Campeona de España cross corto en 2004 en Santiago de Compostela y en 2005 en Toro - Atleta más regular y premio Seoane Pampín de la temporada ANOC de cross 2007/2008. Nació en 1974 en Barcelona. Es grande, tanto que no hay una atleta más alta que ella. Pero también lo es como atleta. Jacqueline Martín es una de las estampas típicas del campo a través español. El Invierno del cross es también una camiseta enorme, azulgrana, y una cabeza alta que sobresale por encima de todas las demás. Su semblante serio delata el esfuerzo. Un esfuerzo extra en su caso porque pesa más, pero agradecido y generoso, como ella. Jacqueline da siempre todo lo que tiene, y cuando acaba sonríe. Su sonrisa es también de las más grandes entre nuestras atletas. Nuestra protagonista, queda dicho, es catalana pero desde hace siete años reside en Ávila donde se casó y tuvo su, hasta la fecha, único hijo al que puso por nombre Carlos: “Precisamente la maternidad fue el único motivo que me impidió acudir a mi cita habitual en Soria. He estado en todas las ediciones menos en esa de 2006, y menos en la primera” La segunda edición fue, pues, la primera de Jacqueline: “Recuerdo mucho aquella vez. Me llamó Miguel Angel Mostaza, mi manager, y me dijo: “Vas a ir a correr un cross tranquilo, está al principio de la temporada y se trata de que vayas cogiendo fondo. Nada más”. Y recuerdo que luego resultó que la selección para el Europeo salía de allí y estaban todas las buenas. O sea que de tranquilo nada… Me acuerdo que ganó Ana Isabel Alonso, estaba también Julia Vaquero… Participaban las cinco primeras en el campeonato de Europa y yo quedé sexta. Es de las pocas veces que Soria no fue talismán para mí. Recuerdo también que esa mañana nevó y el frío fue terrible. Fueron unas condiciones horribles” Hasta con nieve, o quizá más, ese circuito de Valonsadero es hermoso. Y el circuito de la dehesa drena tan bien que hasta en esas condiciones es un recorrido idóneo, sobre todo para las condiciones de las atletas como Jacqueline: “El circuito allí siempre ha sido el mismo. Para mis características es ideal. El césped no se embarra aunque llueva. Es más, aunque haya charcos pisas bien y el suelo es firme. Y tiene también esa ligera pendiente casi al final que va haciendo daño y que a mi me beneficia porque en los descensos me muevo muy bien. Lo importante para mi es que mis tobillos pisen firme y en Soria lo logro. Es una carrera ideal, la mires por donde la mires. Incluso, desde primera hora de la mañana, cuando abres la ventana del hotel y ves ese paisaje paradisíaco…” Soria, como dice Jacqueline, es su circuito talismán: ”He venido no estando en plenas condiciones, con problemas físicos y, no me digas por qué, pero siempre me ha salido bien. Gané dos años seguidos, 95 y 96. El primero que gané, me llamó Mostaza y dije que no quería ir, que estaba mal y que prefería esperar a otros crosses. Él me convenció y al final gané. Se me acercó y me dijo: “¿Qué? ¡Menos mal que no estabas bien eh!” Gané incluso a las africanas y fue bonito sobre todo por inesperado. El segundo año sí venía bien preparada aunque tampoco me imaginaba volver a ganar”. Hasta ocho veces Jacqueline fue la primera española en línea de meta. Y el tener tantas cosas que devolverle a la organización supone un aliento extra: “Soria siempre va a estar ahí para mí, iré siempre que quieran porque para mí supone muchas cosas. El cross además ha ido evolucionando paralelo a mi carrera. Debuté siendo promesa y he visto empezar al cross con menos gente y menos presupuesto. Y cada año he ido viendo como iba creciendo, hasta llegar a tener la etiqueta IAAF. Pienso en su evolución y también en la mía. Yo, como decías antes, vivo desde hace siete años en Ávila y Soria me recuerda mucho a esa ciudad. Además, está al principio de la temporada. Puedo correr antes algún cross pero para mí es como si empezara todos los años en Soria” Y tanto, y tan mutuo, es el aprecio que la Delegación Soriana acabó, como contábamos, haciéndole un homenaje a Jacqueline tras su décima participación: “Es cierto. Me hicieron un homenaje por competir en casi todas las ediciones. Fue en el hotel, la noche anterior, con varios atletas compañeros míos. Me entregaron una placa y unas flores. Por cierto al día siguiente es una de las pocas veces que no corrí bien. Supongo que no tenga nada que ver con el homenaje (risas) En serio, nunca me habían hecho algo así y cuando me retire lo guardaré como algo muy especial”. Jacqueline enfoca ese cariño sobre Adolfo Caballero, el máximo responsable de la organización: “Adolfo es una persona maravillosa. Después de tantos años se crea un vínculo especial. Con otras carreras vas alternando, unos años vas y otros no. Pero Soria es diferente. Hay otros crosses a los que también tengo mucho cariño pero Valonsadero es especial. Los atletas además, y creo que es justo que lo digamos, tenemos mucho que agradecer a los organizadores, porque sin ellos no habría carreras” Jacqueline es además una de las habituales del campo a través. Es atleta más de Invierno que de Verano, y tiene su explicación: “El cross para mí es muy especial. Soy una atleta de cross. Mis mayores logros siempre han estado en esta disciplina. Creo que es porque exige menos que piense. Ahí corro delante y ya está. Con los ritmos del cross haría grandes marcas en la pista. En la pista es todo más matemático: tienes que saber y pensar a cuánto vas cada kilómetro, a cuánto hacer cada vuelta… En el cross pienso menos y voy más a por todas. Y me va mejor” Y tanto es así que estamos ante la atleta más prolífica de España, y puede que del mundo, de campo a través: “Planifico la temporada más en función del cross que de la pista. En Septiembre empiezo a entrenar. He llegado a hacer cuatro crosses en Noviembre, tres en Diciembre y cuatro en Enero. Más luego el campeonato de España individual y de clubes. Algún año he hecho incluso alguno más. Y tiene su explicación, en Ávila entreno sola. Por eso con mi entrenador llegué a la idea de cambiar un día de hacer series por competir en un cross. Así me sirve también como entrenamiento” Soria es el cross predilecto de Jacqueline pero no el único: “Itálica también me encanta. Me gusta porque la fecha es idónea. Para mí es una especie de control del Invierno. También es un circuito que me viene muy bien, es rapidísimo. Se sufre porque se sale a un ritmo mayor que en cualquier otro cross, incluso que en un campeonato de España, y eso también me vale. La sensación allí me sirve de test sobre todo para lo que viene después. Por ejemplo para el nacional de clubes que viene enseguida” Y tantos crosses corre a lo largo del año que es normal que alguna vez ocurra algún imprevisto: “Contarlo ahora resulta gracioso pero lo pasé mal. Resulta que en este último mundial, en Edimburgo, hubo problemas con nuestro equipaje. Tenía dos pares de zapatillas y, en el avión, me perdieron las de clavos. Un junior que corría antes que yo me dejó unas suyas. Yo estaba en la cámara de llamadas y había un montón de barro, con lo que no podía ir a la salida. Las demás estaban ya allí y justo mi marido me pasó las zapatillas en el último momento, y pude correr”. Y correrá, seguro, hasta que las fuerzas le respeten. Y será, seguro, parte del futuro de Soria. EL FUTURO Un futuro que quiere ver más claro Adolfo Caballero. Y nunca mejor dicho lo de ver: “Todo pasa por televisión, si la tenemos hay más anunciantes y eso hace posible mantener el nivel. Necesitamos el apoyo de la imagen para seguir creciendo. Si no mejoramos eso, se ingresa menos por publicidad y lo tendremos muy complicado. Televisión nos supone ahora pagarle un dinero importante y, a cambio, no hay una retransmisión en directo que compense ese gasto. Sin esto, y con la crisis que hay lo tenemos muy difícil” Y un futuro que, sin embargo, alientan imágenes como la de la última edición. José Manuel Abascal, el cántabro que fue la primera medalla olímpica en pista del atletismo español, estuvo en Soria. Sigue vinculado a su deporte como entrenador pero estuvo en Valonsadero como papá. Y con esa sonrisa de satisfacción que tienen sólo los padres orgullosos repartía la buena nueva entre los conocidos: “¡Mirad, mirad a ver quien ha ganado en la categoría infantil!” Había ganado su hijo, el hijo del mítico Abascal, llamado Samuel que ahora, aunque no lo diga, confía en ganar algún día en categoría senior. Y en traer otra medalla olímpica a España. Como la de papá o mejor. TURISMO Cercana a Soria, en término municipal de Garray, se encuentran los restos de la ciudad de Numancia. Hasta la fecha, los restos más antiguos allí encontrados datan del Bronce Medio y de la primera Edad del Hierro. En el monte Valonsadero se han encontrado pinturas rupestres con representaciones esquemáticas de figuras humanas, de animales y plantas, y que parecen haber sido realizadas por los habitantes de estos parajes entre los años 3.000 y 2.000 a. de C. Figuras humanas y de animales, escenas de caza, de recolección, de antiguos cultos… Las pinturas rupestres del Valonsadero requieren de cierta imaginación, ya que son del tipo esquemático. Todos los motivos que se representan en estos abrigos están pintados en rojo y son de pequeño tamaño. Se trata de una pintura narrativa, casi una escritura en imágenes. Visitas libres/ centro de interpretación: Tel:975234136 Numancia (Garray):Ciudad arévaca de Numancia, instalada sobre un promontorio rocoso. Se enfrenta al poder de Roma, en las Guerras celtibéricas. Después de 20 años de guerra, Publio Cornelio Escisión El Africano sitía Numancia y tras mucho tiempo de resistencia de los numantinos, la conquista. Visitas: 975180712. Aula Arqueológica: Del cerco de Numancia. Se ofrece información pormenorizada sobre las características del asedio de la ciudad arévaca. Visitas: 975221482. Villa Romana de Cuevas de Soria: En la segunda década del siglo XX fue descubierta en Cuevas de Soria una villa romana, una lujosa casa de campo en la que habitaba un señor hispano-romano con sus siervos. El 6 de Junio de 1931 fue declarada Monumento histórico-Artístico Teléfonos de interés: Ayuntamiento: 975234100 Diputación Provincial: 975101010 Policía Municipal: 092/ 975211862 Taxis: 975221718 Información Turística: 975212052 Monumentos de Soria Plaza Mayor. San Nicolás. San Juan de Rabanera. Concatedral de San Pedro. San Saturio. San Juan de Duero. Palacio de los Condes de Gormaz. Palacio de los Ríos y Salcedo. Nuestra Señora del Espino. Ermita del Mirón. Castillo. Museo Numantino. Santo Domingo. Fiestas de Soria Fiestas de San Juan. Soldadesca de Iruecha Pinochada de Vinuesa. Bajada de Jesús el Nazareno. Semana Santa de El Burgo de Osma. La Barrosa de Abéjar. Toro Jubilo de Medinaceli. Jornadas de la Matanza. Fiestas de San Saturio En las Fiestas de San Juan destacan las Jornadas de: El Catapán. Lavalenguas. La Compra. La Saca. Los Toros. Las Calderas. Las Bailas. Gastronomía Mandan en esta tierra las materias primas cárnicas y tanto el cordero como el lechazo, el cabrito y el cerdo son protagonistas principales de la gastronomía de esta tierra soriana, además de la chacinería hecha arte. A recomendar: Morcilla soriana, migas de pastor, caldereta de cordero o de toro, ajo carretero. Hay que tener en cuenta que estos son platos representativos de una provincia de crudos inviernos. También es territorio de truchas, frecuentes en ríos de montaña como Ucero, Abíón y Lobos. Para chuparse los dedos, los cangrejos de río, los escabeches, fundamentalmente, de caza; sopa de setas con cardo y trufas negras y niscalos a la cazuela. No hay que olvidarse de la mantequilla de Soria y el queso de allí. Todo ello bien rociado con vino de Origen Ribera del Duero, elaborado en Castillejo de Robledo, San Esteban de Gormaz o Tierras de Gormaz. Apunte: Receta Migas pastoriles Ingredientes: Pan del día anterior, panceta adobada, ajo y sal. Elaboración: Trocear el pan fino; echar en un recipiente; añadir unas gotas de agua, según se vayan echando las migas y tapar con un paño húmedo durante un rato. Cortar la panceta en trozos pequeños y freír hasta hacer torreznillos. Con un poco de aceite dorar los ajos en láminas; añadir el pan y no dejar de mover hasta que esté bien hecho (Bastante rato). Una vez hechas las migas, añadir los torreznillos y unas uvas. Hoteles: Hotel Alfonso VIII c/Alfonso VIII, 10 Hotel Valonsadero Monte Valonsadero s/n Real Posada de la Mesta Molinos de Duero Parador Nacional de Soria Parque del Castillo s/n Hotel li Virrey c/Mayor 4 Hotel Ciudad de Soria Zaragoza s/n Hotel Los Robles Roche Carretera Hotel Mesón Leonor Paseo del Mirón s/n Restaurantes: Restaurante Casa Garrido Vicente Tutor, 8 Restaurante Cabaña Real de Carreteros Casarejos Restaurante Molino de los Ojos San Esteban de Gormaz Restaurante Castroviejo Nicolás Asenjo 12 Restaurante Celtiberia C/Tras la Iglesia s/n Garray CROSS DE VENTA DE BAÑOS HISTORIA Bekele y el tren. Venta de Baños ha tenido muchos carteles a lo largo de la historia de su cross. En más de uno el pueblo luce con orgullo a la mejor atleta española de la historia, Marta Domínguez, que empezó a correr en la localidad y nació al deporte en ella. Sin embargo, el más representativo de todos es aquel que pintó en primer plano al gran Kenenisa corriendo al lado de una locomotora. Los organizadores unieron así dos emblemas: los raíles del medio de comunicación que dio origen al pueblo y las piernas del mejor fondista que haya dado la tierra. Conocida en tiempos como el andén de Europa, Venta de Baños fue naciendo en torno a las vías del tren. Su origen es una venta, cuyas ruinas aún existen, que en tiempos de Fernando VI se construyó cerca de Baños de Cerrato, localidad muy próxima que guarda una de las mayores joyas arquitectónicas de España, la basílica visigótica de San Juan. (Precisamente el trofeo que se da al ganador del cross, además del típico lechazo, es la réplica de una de las ventanas originales del templo) El caso es que cuando se creó la red de Carreteras se construyó la venta de Baños en uno de los tramos de la vía que unió Valladolid y Burgos desde 1756. Casi cien años más tarde, en 1845, surgió como población Venta de Baños y hasta dentro de otros cien no tuvo Ayuntamiento propio. Como refleja el historiador local, José María González, en su libro Historia de Baños de Cerrato y Venta de Baños “hasta 1977 la denominación exacta era Ayuntamiento de Baños de Cerrato, capitalidad Venta de Baños” Luego llegó el tren y, a partir de su llegada, se fue articulando un pueblo. El nudo unía Madrid con el Norte y el Noroeste de nuestra península y era punto de encuentro de ferroviarios, soldados, ganaderos, agricultores, vendimiadores y hasta futbolistas. En Venta de Baños y su comarca aún hay muchos aficionados al Athlétic de Bilbao. El culpable también es el tren porque cuando aún los equipos viajaban en ferrocarril hacia el lugar donde jugaban sus partidos era habitual que el equipo bilbaíno hiciera parada en la localidad ventabañense que, a principios de los 80, aún conservaba una plantilla ferroviaria cercana a las ochocientas personas. Incluso todavía se conserva, aunque ya está en desuso, una casona enorme que servía para alojar a los trabajadores de RENFE entre turno y turno. La localidad era un constante bullir de pasajeros y personal ferroviario. Hoy en día, tras una profunda reconversión, son bastantes menos. Aún así el arraigo sigue siendo grande. Como dice la alcaldesa, Consolación Pablos “yo soy biznieta, nieta e hija de ferroviarios y en el mismo caso hay muchos otros vecinos. Todos tenemos una relación más que afectiva con el tren” Si en el mundo del atletismo hay, hoy en día, alguien que pueda asemejarse a lo que significa el tren o, más exactamente, la locomotora que tira del grupo ese es Kenenisa Bekele que, siempre que corre, es el primero. El único que sólo tiene el horizonte ante sus ojos porque los demás van detrás, intentando aguantarle. Así ocurrió en Venta de Baños ese glorioso día de Diciembre de 2004. Sólo un año antes viéndole correr en Sevilla, Juan Carlos Higuero dijo: “Bekele es como el AVE, quien pueda que lo siga” También en la víspera un diario sevillano repitió comparación para hablar sobre las posibilidades españolas antes de aquella edición: “La Armada está lista para subirse al tren Bekele”, fue el título. Eso sí, poco tino tuvo porque el etíope se paseó ante todos, incluidos los nuestros. Tanto que a resultas de su exhibición entre las ruinas de Itálica Javier Delgado, co autor del libro sobre los XXV años del cross sevillano escribió lo siguiente: “Kenenisa puso un ritmo alto desde el inicio. Todo aquel que decidía subirse al tren “Bekele” sabía que iba a sufrir… (Sólo algunos) fueron los valientes que compraron billetes para el vagón delantero, donde la locomotora iba aumentando la temperatura de la caldera… En la tercera vuelta la misma táctica hasta que Kamathi, el único que aguantaba dijo: “¡Me bajo de este tren, chaval!”. Bekele ganó ese año y viendo su exhibición estuvo en Sevilla el entonces concejal de deportes del Ayuntamiento de Venta de Baños, Miguel Alfambra, actual jefe de prensa de la ANOC: “Me fui a Sevilla después de que en nuestro cross, el año 2003, ganara Sihine, seguido de Tadesse. Yo acababa de empezar en esto y Carlos Gordillo me dijo: “Si quieres aprender, vete a Sevilla” Me fui dos días antes y recuerdo que allí estaban para correr Bekele, Kipchoge y Gebremariam entre otros. Me acuerdo que hasta tres veces fui en el mismo coche que Bekele, uno de los que pone la organización para ir al circuito. Dos veces para entrenar y otra el día de la carrera. Entonces, pese a su juventud, ya era el número uno. Era una monovolumen amplía y el conductor, un sevillano, me ponía a mí delante porque decía que a ellos no les entendía nada. Detrás había otras dos filas de asientos y en la última iban agolpados varios africanos. En la del medio iba solo Bekele. Los demás le respetaban y, sin que él lo exigiera, le dejaban ir cómodamente sentado en el medio” Alfambra ve Sevilla y sólo soñando contempla la posibilidad de llevar a Bekele a Venta de Baños. El etíope apenas sí tenía veintiún años pero ya se cotizaba muy alto: “Para nosotros era un sueño poder contar con él. Nosotros queríamos repetir con Sihine y Tadesse y traer otra figura, por ejemplo Gebremariam. En esto, Hermes, el manager de Bekele tuvo un problema con Bruselas, que coincide en fechas con nosotros, y nos acabó ofreciendo al etíope en un precio increíble. Entonces cobraba unos sesenta mil dólares y a nosotros nos dijo que por treinta y cinco mil venía. Lo hablé con Gordillo y pensamos que no podíamos, hasta que hicimos la conversión a euros. Resultó que eran unos veintitrés mil y, haciendo un esfuerzo, conseguimos traerle. Recuerdo como anécdota que, después de la carrera, le pagamos en dinero contante y sonante: entre billetes de cincuenta y cien euros. Se lo dimos al manager y se lo llevó en una bolsa… Lo contó, eso sí, antes de llevárselo…” Pero la felicidad no fue completa: “El único problema es que si queríamos que corriera Bekele tenía que hacerlo él sólo. Sin ninguna figura más. Él aún no estaba en forma y esa fue la condición que puso Hermes” La cuestión tomó vuelo alentada por otros managers y creó un dilema de dimensiones brutales. Hasta de periódicos alemanes llamaron a los organizadores de Venta de Baños para que hablaran sobre el veto a otros atletas, especialmente a Zersenay Tadesse: “Era el año de más dinero nuestro para contratar y hubiéramos podido traer a los dos. Es más, llegamos a frotarnos las manos pensando en el carrerón que teníamos pero la condición era inquebrantable. ¡Y no veas para decirle a Tadesse que no después de haberle dicho que sí! Su manager, Julia García, llegó a decirnos que si venía gratis a correr no nos podríamos negar. Y nosotros que no, que ni gratis le dábamos dorsal porque, claro, si venía Tadesse no venía Bekele. Al final, después de muchas riñas Julia nos dijo que le había colocado en Bruselas y se acabó el problema. Luego conseguimos que Marca, a través de Ibermeeting, pagara una parte del dinero que costó traer a Bekele. Pagó su viaje y algo más y, a cambio, concertó una entrevista en exclusiva en la que estuvieron también Chema Martínez y De la Ossa. (Es ésta la entrevista a la que hizo referencia Chema en el capítulo anterior). Allí nos encontramos, en el periódico y Bekele se acordaba de mí, de Sevilla. Luego le traje en mi coche, en la Scenic, a Venta de Baños, junto con otro concejal, Alberto Barayón. Venía con otro manager holandés que sólo hablaba alemán, o sea que nos entendíamos por señas. Recuerdo que nos preguntó por las obras de Madrid que se estaba preparando para por si acaso le daban la Olimpiada de 2012. Nos dijo que qué pasaba, que por qué había tantas obras y cuando se lo dijimos, nos contó que él, en los Juegos de 2012, correría ya maratón”. Entre los pocos tramos que entonces estaban sin obras en Madrid estaba el paso por La Castellana a la altura del Santiago Bernabeu, ante el que Bekele – recuerda Alfambra – puso un gesto de estupor importante: “No se me olvida la cara que se le quedó cuando pasamos por el estadio. No sabía lo que era y no entendía lo que yo le decía: “Un estadio de fútbol…”, pero cuando le dije Beckham asintió y puso una cara de asombro tremenda. Luego, a la salida de Madrid se quedó dormido pero cuando llegamos a Venta de Baños, al hotel, me dijo que quería ir a ver el circuito. ¡Bekele es un tipo increíble! Estaba todo el rato riéndose, era simpático, majo, sencillo… Yo iba indicándole por donde iba el recorrido. Le decía por aquí, por aquí… Y al final le debió divertir y camino del hotel repetía riéndose: “por aquí, por aquí…” Recuerdo también que yo llevaba mi máquina de fotos y él, pese a que estaba entrenando, se paraba cada vez que yo me la llevaba a la cara. Le dije: “¿qué haces?” Y me decía: “Para la foto” ¡Increíble, el atleta más grande del mundo paraba de entrenar para que le hiciera fotos…!” Bekele no le pidió la cámara a Miguel pero antes de volver a su país compró una, pero de vídeo, que desgraciadamente no tuvo el uso que él deseó: “Recuerdo que aprovechó ese viaje a España para comprarse una cámara de vídeo. La quería para grabar su boda que era pocos meses después, pero que no pudo ser…” En efecto, no fue porque apenas dos semanas después de ganar en Venta de Baños, la novia de Kenenisa falleció súbitamente mientras ambos entrenaban juntos. La tragedia tuvo lugar el tres de Enero de 2005, justo dos semanas después de vencer brillantemente en Venta de Baños por delante de Chema Martínez, al que sacó dieciocho segundos en meta, y Tete de la Ossa. Alam Techale, de diecisiete años, había ganado ya el mundial juvenil de mil quinientos y apuntaba a altas cotas pero ese fatídico día se desplomó mientras entrenaba con Kenenisa en Ararat, una zona montañosa próxima a la ciudad de Adis Abeba. Bekele trasladó en coche a su prometida hacia un hospital pero en el trayecto falleció. Ambos iban a casarse apenas cuatro meses después. Alam, desgraciadamente, no pudo ver como su prometido ampliaba hasta límites insospechados un palmarés que aún seguirá creciendo con los años y que, de momento, se detiene en los dos oros conseguidos en el último mundial de Berlín 2009, repitiendo la gesta del año anterior en los Juegos de Pekín. LA FIGURA I: KENENISA BEKELE - Oro en los 10 000 metros de los Juegos Olímpicos de Atenas 04 - Oro en los 5000 metros de los Juegos Olímpicos de Pekín 08 - Oro en los 10 000 metros de los Juegos Olímpicos de Pekín 08 - Plata en los 5000 metros de los Juegos Olímpicos de Atenas 04 - Oro en el Mundial de París 2003 en 10 000 metros - Oro en el Mundial de Helsinky 2005 en 10 000 metros - Oro en el Mundial de Osaka 2007 en 10 000 metros - Oro en el Mundial de Belín 2009 en 5 000 y 10 000 metros. - Oro en el Mundial bajo techo de Moscú 2006 en 3000 metros - Bronce en el Mundial de Paris 2003 en 5000 metros - Oro en el mundial junior de cross de Ostende 2001 - Once veces campeón del mundo de cross Kenenisa Bekele nació el trece de Junio de 1982 en Bekoji, aldea de la provincia de Arsi, en Etiopía, en plenas tierras altas, las mismas en las que nació entre otros Gebreselassie. Actualmente ostenta las plusmarcas mundiales de cinco mil y diez mil. En 2001 con dieciocho años fue campeón mundial junior de cross y segundo tras Enock Koech, también en Ostende, en el cross corto en categoría absoluta. La exhibición fue de tal magnitud que sacó más de medio minuto al siguiente junior en la línea de meta. Un año después ganó en Dublín los dos mundiales, el largo y el corto. Hizo doblete también los años siguientes (Lausana 2003, Bruselas 2004, Saint Etienne 2005 y Fukuoka 2006) Dos años más tarde también ganó en Edimburgo donde ya sólo se disputó una modalidad. Con apenas dieciocho años empezó a competir también en reuniones atléticas en Europa y se consagró en París 2003 ganando el oro en diez mil y la plata en cinco mil. En los distancia larga ganó al mismísimo Gebreselassie y entró tercero otro etíope, Silesi Sihine, completando el primer triplete de aquel país en unos mundiales. Un año más tarde, en 2004, batió los récords mundiales de las dos distancias en apenas ocho días. El 31 de Mayo en Hengelo batió el de cinco mil y el 8 de junio en Ostrava hizo lo propio con el de diez mil. Bekele arrebató así los dos récords a Gebreselassie que los tenía desde 1998. Gebre además nunca pudo lograr un título en cross. Fue subcampeón del mundo junior y, en categoría absoluta, su mejor puesto fue un tercero en el año 94. En Atenas 2004, Bekele se propuso igualar el récord de Lasse Viren quien, en 1976, ganó las finales olímpicas de cinco mil y diez mil. Ganó la primera a Sihine y Tadesse pero en el cinco mil se topó con Hicham El Guerrouj al que no consiguió despegar y que se impuso al final gracias a su mejor sprint. En 2005, pese a la desgracia ya comentada del fallecimiento de su novia, Bekele repitió doblete en el mundial de marzo en Saint Ettiene y meses más tarde ganó el mundial de diez mil de Helsinky por delante de Sihine y Moses Mosop. Un año más tarde, en 2006 se convirtió en el primer atleta campeón del mundo y olímpico en las tres superficies: el campo a través, el tartán y la pista cubierta. Poco antes igualó los mundiales de cross de los kenianos John Ngugi y Paul Tergat, que ganaron cinco años aunque en el caso de Bekele eran dos triunfos por año al existir las modalidades de cross corto y largo. Bekele habló de ellos nada más ganar en Fukuoka: "Estos dos atletas tuvieron mucho mérito porque se enfrentaron a grandes competidores, por lo que estoy satisfecho de haberles igualado. Además, en mi caso, ha sido especialmente difícil competir en dos carreras en dos días, pero lo hice feliz por mí y por mi país". Además, sorprendió diciendo que no volvería a correr cross (cuestión que incumpliría un año más tarde): "No puedo conseguir nada más. Creo que no voy a volver a competir en los Mundiales de cross nunca más. No quiero que nadie piense que no correré el año que viene porque la sede es Kenia. Llevo disputando esta prueba los últimos seis años y ha llegado el momento de levantar el pie y dejar sitio a mis jóvenes compatriotas. También es el momento de fijarme otros objetivos, principalmente centrarme en los grandes campeonatos, como los Mundiales y los Juegos Olímpicos" Y quizá Kenenisa se arrepintió de no haber llevado a cabo su promesa porque en 2007 hincó por primera, y única, vez la rodilla en el mundial de cross celebrado en Mombasa. Bekele ni siquiera terminó extenuado por el alto ritmo impuesto por Zersenay Tadesse y el sofocante calor. Meses más tarde repitió triunfo en los diez mil del mundial celebrado en Osaka, de nuevo por delante de Sihine. En 2008 se tomó la revancha de Atenas y logró ganar los oros en sus dos distancias. Apenas hubo cinco días entre ambas finales pero Bekele batió el récord olímpico en ambas pruebas. En la de diez mil se repitieron los rivales de Atenas y Gebreselassie terminó sexto. Ese día Kenenisa le igualó a dos títulos olímpicos. “Es irónico - dijo Gebreselassie, campeón olímpico en Atlanta y Sidney, nada más terminar -: "Yo me hice atleta para convertirme en una leyenda como Zatopek o Bikila. Y Bekele, para superarme a mí, para ser más grande aún. Y el ejemplo de Bekele, a su vez, me ha servido para tratar yo de ser mejor aún en el maratón...". Este 2009 una lesión le ha privado de participar en la temporada de cross pero está listo ya para la campaña de verano. Mientras preparaba la misma, y gracias a la mediación de Gerardo Prieto, tuvo la gentileza de atendernos. En primer lugar Kenenisa nos dejó claro que sigue acordándose de Venta de Baños: “I enjoyed Venta de Banos very much. I have won!” (Me divertí mucho en Venta de Baños. Y también gané) Bekele recuerda además con especial cariño el cross de Itálica donde tiene el récord de victorias y confía en volver para hacer aún más grande su palmarés: “I have some very kind memories about Italica, I enjoyed it very much, now I hope to be invited again because I like to run in Sevilla, the Spanish people like sports and know what they are talking about”(Tengo algunos recuerdos muy agradables de Itálica. Me divertí mucho, ahora espero que me inviten de nuevo porque me gusta correr en Sevilla. Los españoles aman los deportes y saben de lo que hablan) Pedimos a Bekele que nos haga una comparación entre la pista y el cross, exactamente igual que han hecho otras grandes figuras para este mismo libro. Eso sí, a diferencia del resto para él no hay diferencias. Se mueve igual de bien en todos los terrenos. Lo dice hablando y lo demuestra corriendo: “XC is important for my sport career, almost like track. I enjoy running both xc and track very much, I even like road race very much. My running style fits all terrain” (El cross es importante en mi carrera, casi tanto como la pista. Me divierto corriendo ambas mucho e incluso también me gusta correr en asfalto. Mi estilo de correr encaja en cualquier terreno) Ahondando en el tema quisimos saber cómo prepara Kenenisa la temporada: “I train almost the whole year in the country side. During the rain period in aug/sep, I run in the mud. Most of my training is in the country side, so it is natural for me to do XC” (Entreno casi todo el año campo a través. Durante el periodo de lluvias en agosto y septiembre corro sobre barro. La mayor parte de mi entrenamiento es en campo a través, por eso para mí correr cross es algo natural) Por último, le preguntamos sobre los dos extremos, el principio y el fin. Primero cómo y por qué empezó a correr: “I started to run through school. A teacher discovered that I had talent and he said to me that I should go running and do competitions. Also because of Haile Gebrselassie. When I was still a little boy and I saw Haile run, I wanted to run myself. (Empezé a correr en la escuela. Un profesor descubrió que tenía talento y me dijo que debería entrenar y competir. Y también por Haile Gebreselassie. Era aún pequeño y le ví correr. Y quería correr como él) Y, por ultimo, sobre el final. Sobre si terminará corriendo maratón y cómo le gustaría que le recordáramos cuando acabara su carrera: “Yes, especially because I can run well on all surfaces, xc and track. I hope in 10 years it will make me the most versatile long distance runner ever” (Sí, sobre todo porque puedo correr bien en todas las superficies, cross y pista. Espero que esto me convierta dentro de diez años en el corredor de larga distancia más versátil de la historia) EL CROSS Para que Kenenisa llegara a Venta de Baños antes transcurrieron otras veinticuatro ediciones del cross. Como harían tres años más tarde en Itálica los venteños lograron traer, para sus bodas de plata, al mejor atleta de la historia. Antes, otros grandes como Domingos Castro en cuatro ocasiones, Sileshi Sihine e Isaac Viciosa, en dos ocasiones o Sergei Lebed, Marta Domínguez y José Luis González entre otros lograron también inscribir su nombre en el palmarés ventabañense. Libro de honor que inauguró otro atleta internacional de la casa, Santiago de la Parte, que se impuso en las tres primeras ediciones y que fue, como decía Mariano, otro de los integrantes de aquel inolvidable Educación y Descanso de Palencia que consiguió dos campeonatos europeos de cross. De la Parte tuvo además durante seis años el récord de España de maratón que batió en Tokio en febrero del 84 con una marca de dos horas once minutos y diez segundos. “Venta de Baños – dice Santiago - me trae grandísimos recuerdos. Gané las tres primeras ediciones y estoy orgulloso de ello porque me considero un atleta más del pueblo en el que comencé como deportista. Eso sí, si nos hubieran dicho entonces que la prueba iba a llegar donde ha llegado, no nos lo hubiéramos creído” Santiago contribuyó con sus victorias como atleta a ese crecimiento, pero también lo hace desde hace años como entrenador y desde hace menos como comisario de la Federación para supervisar el circuito de Venta de Baños. Entre los muchos pupilos que ha asesorado está otra de las grandes de la historia de nuestro atletismo, la también palentina Ana Isabel Alonso que tiene aún el récord femenino de victorias con tres, las de los años 80, 86 y 87, que fue siete veces campeona de España de cross, una de cinco mil y media maratón, dos de maratón y cuatro de diez mil, y que, como su entrenador también tuvo la mejor marca española de maratón, en su caso con unos espléndidas dos horas veintiséis minutos y cincuenta y un segundos firmadas un buen día de Octubre de 1995 en San Sebastián. Ana también se siente “orgullosa de haber ganado en las tres ocasiones. Venta de Baños hace posible cada año que nuestra provincia se conozca un poco más fuera de nuestras fronteras y eso es importante” Y es que, en efecto, la localidad ferroviaria es uno de los escaparates al mundo del prolífico atletismo palentino. Quizá sea esta la única prueba en la que han ganado hasta cuatro atletas de la provincia diferentes: De la Parte, Ana Isabel, Marta Domínguez – que lo ha ganado en todas las categorías – e Isaac Viciosa. Y correrlo, lo han corrido más. Ahí está por ejemplo el caso de otro atleta internacional, Cándido Alario, que corrió catorce ediciones de la prueba y desde hace años es un uno de los pilares en la organización de la carrera, aportando su sapiencia al servicio deportivo del Ayuntamiento. O el de su primo Javier quien, por ejemplo, en la edición de 1986 fue capaz de batir en el esprint por la sexta plaza al mismísimo Carlos Lopes, en una carrera que ganó José Luis González. El portugués, que como ya hemos refrendando ganó dos veces el mundial de cross (en 1976 en Gales y en 1984 en Nueva Jersey) y que fue campeón olímpico de maratón en Los Angeles, tras haber sido subcampeón de diez mil en los Juegos de Montreal 76. En todos los atletas, especialmente en los palentinos, ha calado muy hondo el cross ventabañense. Y para suscribirlo, Isaac Viciosa escribió una historia preciosa, coincidiendo con su retirada, para el libro La ruta del campo a través: “En 1987, fecha de mi primera participación, comenzó entre nosotros, la carrera y yo, un pulso personal. Yo lucharía por vencerla o ella me vencería a mí. Los primeros años la carrera me derrotó muy duramente, golpeándome una y otra vez. Luchaba con mis músculos y ella con el barro, el frío, los saltos… Si quería vencerla tenía que ser listo y atacarla por sorpresa cuando el terreno estuviese de mi parte. Y por fin logré derrotarla. Ella tenía diecisiete años, yo veintisiete. Un año después volví a ganar pero, a partir de ahí, la carrera siguió creciendo en prestigio y edad mientras el tiempo corría en mi contra. De nuevo, me derrotó una y otra vez con las mismas armas de siempre, el barro, el frío, los saltos… La carrera crecía y yo menguaba. Desde ahora paso el testigo a otros. Que sean ellos quienes luchen contra la carrera en Venta de Baños” Una carrera que, queda ya reseñado, se inició con el arranque de la década de los 80 bajo la denominación “cross de Navidad” y de la que es orgulloso “padre” Carlos González Gordillo, director técnico del Patronato Municipal, órgano deportivo dependiente del Ayuntamiento. Carlos debutó en el cargo coincidiendo con la cuarta edición pero nos cuenta como fueron los orígenes del cross: “Entonces estaba como alcalde Javier Hernández y su concejal de deportes era Eduardo Fernández, que era ferroviario y había nacido en León pero, por razones de trabajo, había venido a Venta de Baños. Javier tenía muy claro que había que hacer cosas para fomentar la promoción deportiva y me contó que una vez, paseando con Eduardo, por fuera de lo que es el Polideportivo Municipal, se les ocurrió la idea. Entonces había un programa del Consejo Superior de Deportes que se llamaba Centro de Promoción y Práctica Deportiva. Y adscritos a él, en Venta de Baños, había dos vecinos del pueblo, Miguel Ángel Lozoya y Sotero Fernández Pinilla, que es a los que Javier trasladó su idea de hacer un cross. Esto en la parte, digamos, organizativa. En lo que se refiere a la deportiva, Javier conocía mucho a Santiago de la Parte, a quien le comentó también la idea. Santiago, a su vez, se lo trasladó a su entrenador, Gerardo Cisneros. Y Gerardo, que tenía entonces un peso específico tremendo en el atletismo español, es quien tomó la idea y la desarrolló” Gerardo, entrenador también entre otros de Mariano Haro, consiguió para esa primera edición traer equipos de selecciones de provincias de la región y la prueba constituyó todo un éxito. Tanto que, para la segunda, se propusieron hacer el cross con carácter nacional: “Era entre Gerardo y Santiago que iban trayendo a la gente de otras provincias. Pronto, se enteraron que llamando a la Federación Inglesa, se podía traer un equipo de allí y lo trajeron para la tercera edición. Después llegaron los portugueses y, ya en la cuarta edición, se trajo a José Luis González, cuyo reclamo fue suficiente para que por primera vez nos televisaran el cross a nivel nacional, aunque él tuvo que esperar a su tercera participación, en 1986, para ganar en Venta de Baños” El toledano, cuyo caché en aquella época rondaba el millón y medio de pesetas de la época, y que fue de los primeros que empezaron a cobrar por correr: “Recuerdo – sigue Gordillo - que, con los ingleses, en la tercera edición, vino Steve Harris que pocos días después ganó la San Silvestre de Madrid. Entonces, los atletas aún no cobraban. Se llamaba a las federaciones y se les pagaban únicamente el viaje y la estancia. Poco después, recuerdo haber tenido que llamar también al consulado búlgaro en España para traer atletas de aquel país. Y eso por no hablar de los españoles. Aún no había managers y era labor de “chinos” contratar a los atletas. Había que hablar con los entrenadores, localizar sus teléfonos, que por supuesto aún no eran móviles…” Desde entonces, han sido varios los concejales que han pasado por el Ayuntamiento hasta llegar al actual, Alberto López, y muchos los sufrimientos para lograr un presupuesto que facultara sacar el cross adelante. Quizá la más agónica de todas las ediciones fue la del 95, en la que TVE decidió no ir a Venta de Baños y todo fue mucho más complicado a nivel económico. Quienes prácticamente tampoco se han perdido ninguna edición son dos componentes que son santo y seña de la prueba: el barro y el frío. La organización ha apostado siempre por volver al origen del cross y el resto lo ha puesto siempre el clima extremo de la tierra castellana cuando Diciembre entra en el pórtico de las fiestas navideñas. Tanto que una de las Peñas que colaboran con la organización, La Ferroviaria, se encarga todos los años de hacer y repartir un caldo especial “contra el frío”. Mientras otras dos, BB y Gato Negro, prestan su apoyo en otros aspectos. De esta forma, todo Venta de Baños engrandece el paso de los atletas que desafían temperaturas bajo cero impulsados por el aplauso de los abrigados vecinos. Especialmente, en las gradas del viejo Polideportivo Municipal, que incluye el campo de fútbol y una, aún más vieja, pista de atletismo de ceniza. Ahí, como dice Gordillo “siempre el circuito ha tenido su salida y llegada pero ha cambiado mucho, sobre todo porque las edificaciones iban obligando a modificarlo. De cualquier manera, siempre hemos intentado buscar obstáculos naturales y, donde no los había, inventábamos otros. Como esta última edición en la que hicimos uno con troncos que queremos que se quede para siempre y al que pusimos el nombre de Marta Domínguez, en honor a su trayectoria y a su última distancia, los tres mil obstáculos”. Todas estas connotaciones hacen de Venta de Baños un cross duro. Especialmente, para los africanos que no están acostumbrados al frío. William Koech, Bayesa, Mekonnen, Korir, Sihine, Bekele, Dinkesa o Tola Tadesse sí ganaron, pero más de uno hincó la rodilla ante atletas teóricamente inferiores, como ocurrió en 1997 en la inesperada y brillante victoria de Isaac Viciosa. Un año más tarde, buscando siempre innovar, la organización se planteó dar un giro a la contratación. Gordillo dice que se les ocurrió “hacer una carrera de europeos, que también ganó Isaac. Nuestra idea siempre ha sido que hubiera espectáculo, que el cross no empezara y acabara siempre igual, o sea con un africano que se escapa y llega solo. Eso de traer sólo europeos también lo hicimos en la carrera femenina” El caso es que muy a pesar de los organizadores, y debido al siempre exagerado poder de los medios de comunicación, la carrera de 2005 fue quizá la más polémica de la historia de Venta de Baños. Ese año no corrió ningún atleta negro. Sólo hubo un africano, el argelino Saidi Sief. El resto eran europeos. Al respecto, Carlos señala que “se sacó todo de contexto. Nuestro único propósito era hacer una carrera espectacular aprovechando que Alberto García acababa de ser el fin de semana anterior subcampeón de Europa en Tilburg. Tuvimos también al portugués Fernando Silva y a Chema Martínez y a Juan Carlos de la Ossa, que hicieron un carrerón” El caso es que a más de uno le salió de ojo la no presencia de los etíopes o los keniatas que estaban, como todas las temporadas, dominando los otros crosses y el asunto tuvo mucho eco. Tanto que el diario El Mundo dedicó una doble página al asunto. En ellas, el periodista Luis Fernando López tituló Un cross para blancos y habló sobre un choque de colores, y algo más. Añadiendo textualmente que “Venta de Baños se olvida de los dominadores de todas las pruebas relevantes disputadas hasta la fecha y alimenta así un círculo vicioso que atrae asuntos tan graves como el del racismo o la disputa entre el poder y la justicia” El caso es que la veda estaba abierta y no tardaron en llegar más cazadores dispuestos a cercar a la pieza. Gordillo recuerda que “me llamaron de varios sitos en España y hasta el corresponsal del periódico alemán “Frankfurter Allgemeine”, creo que se llamaba. Por supuesto a todos les dije que nuestra idea no tenía ninguna connotación extraña. Y la gran prueba era que, ese mismo año, trajimos para la carrera femenina a la etíope Gelete Burika, que era la vigente campeona del mundo junior, que era negra, y que ganó nuestra prueba”. Ese afán del que habla Gordillo por intentar convertir la carrera en espectáculo empieza desde el momento en el que se plantea la contratación de los atletas: “Partimos, evidentemente, primero del dinero, después contratamos a los españoles que podamos y, a partir de ahí, intentamos rodearlos de los mejores. Pero siempre intentando hacer algo que, quienes han organizado ya sus pruebas, no hayan hecho. Hacer algo diferente. Este último año 2008, que ganó Bezabeth, trajimos por ejemplo a la selección española del Europeo entera, como algo que nos diferenció de otras carreras. Y podemos hacer esas cosas distintas gracias a nuestra independencia con respecto a los managers. Nosotros cogemos atletas de todos siempre según nuestro planteamiento de carrera” Todo esto por lo que respecta a la categoría élite, porque Venta de Baños guarda también dinero, y cada vez más, para la base: “Tenemos muy claro que la promoción deportiva es muy importante. Pegamos por ejemplo la carrera de los benjamines a los seniors para que vaya prendiendo en ellos la afición. En Venta de Baños esto siempre fue importante, pero aún más desde que bajamos a setecientos cincuenta atletas inscritos en 2003. Ahora, cinco años después, hemos conseguido doblar el número gracias sobre todo a los incentivos económicos. Pagamos, por ejemplo, el viaje a todos los clubes de la región castellano leonesa, y luego hay además premios, individuales y colectivos. Además, a nivel de horario nos hemos adecuado a ellos, retrasando en la medida de lo posible el comienzo de las primeras pruebas para que les de tiempo a llegar. Empezar a las diez y media nos ha permitido volver a traer gente de La Robla, que está en la provincia de León, bastante lejos de nosotros. Estos vinieron a las primeras ediciones pero eran otros tiempos y ahora hay que compensar el cambio con los incentivos” Como factor también diferenciador, el cross de Venta de Baños no es sólo un día de carrera sino todo un fin de semana. Desde hace unos años la mañana del sábado se dedica a la disputa de la carrera popular y la tarde se realiza un acto en el salón de actos llamado de La Briquetera que siempre es distinto, pero que tiene como elemento aglutinador al cross. El primer año, el 2003, se habló sobre la situación del atletismo español en una charla que contó con la presencia de Miguel Ángel Monjas, representando al sector de clubes; Juan Jaldón, al de organizadores; Marta Domínguez, al de atletas y Santiago Segurola, al de periodistas, entre otros invitados. Un año más tarde se consiguió reunir, coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario, a todos los ganadores españoles del cross, más Domingos Castro. El siguiente, 2005, sirvió para homenajear a Isaac Viciosa en su despedida. Aquello fue una especie de Sorpresa, Sorpresa con atletas y amigos como Manuel Pancorbo, Anacleto Jiménez o Teodoro Cuñado apareciendo detrás de un biombo para sorpresa del atleta palentino. 2006, el año siguiente a la polémica por la no contratación de atletas negros, puso precisamente sobre la mesa el por qué del dominio de los africanos y la conveniencia de traerlos o no a correr los crosses españoles. En la mesa estuvieron, entre otros, Carlos Toro, periodista de El Mundo; Luis de Carlos, vicepresidente de la RFEA y Federico Rosa, manager entre otros muchos de Paul Tergat. 2007 se dedicó a la construcción del próximo museo del Ferrocarril en Venta de Baños y, en la última edición celebrada hasta la fecha, resultó emocionante ver a muchos de los alumnos de la escuela que lleva su nombre haciéndole preguntas a Marta Domínguez, que repartió respuestas, regalos y sonrisas por igual. Con respecto a la popular, que se cambió para hacerla más vistosa y evitar la aglomeración en la carrera senior del domingo, Alfambra señala que “se hizo mientras yo fui concejal pero eso es lo de menos. Lo importante es que al final se ha convertido en una fiesta de todos los vecinos con padres, abuelos y niños corriendo o andando. Hay dos circuitos, uno más grande y otro más pequeño para que la gente elija según sus posibilidades. Se reparten caldos, zumos, se les da una camiseta con el número correspondiente a la edición y a los que ganan entre los veteranos que vienen a disputar un jamón, un queso y un lomo. El primer año hubo ya setecientas y ahora se anda ya en torno a los mil participantes” Muchos regalos para los participantes que, sin embargo, no tienen opción a llevarse el más emblemático de cuantos se reparten en Venta de Baños, el lechazo que se entrega al ganador y a al ganadora de las pruebas de élite. El cordero, que es una de las suculencias de la tierra, se da desde el origen de la prueba y tiene unas características especiales que hacen de él un auténtico manjar. En esta zona hay dos razas de cordero: churra y merina. Esta última sólo da lana. La churra en cambio es sobre todo de carne. Y para que esté lo mejor posible el lechazo tiene que proceder de oveja churra, tener sólo entre veinte días y un mes de vida y haber sido amamantado por la madre. Por eso se le denomina lechal o lechazo (por la leche materna). Suele pesar entre diez y doce kilos que se quedan en la mitad al hablar de su peso en canal. Y vivito y coleando lo entrega siempre el alcalde de turno al ganador del cross. Como es de suponer han sido muchas las caras de sorpresa de atletas llegados de muy lejos a la hora de recibir el trofeo. Algunos no lo han querido pero otros, como la keniata Susan Sirma, que ganó en 1991, se pusieron tan contentos que se lo quisieron llevar. Susan lo metió con ella en la habitación del hotel y quiso llevarlo en el avión, pero lógicamente no la dejaron. La vinculación lechazo – cross de Venta de Baños llegó a su punto culminante en 2006 cuando los dos regalos tuvieron nombre, y casi apellido. Fue gracias a la historia escrita por el propio Miguel Alfambra en la revista que se entrega con motivo de cada cross. En ella habla sobre Querubín y Serafín, los corderos que se entregaron en la edición de 2005 e inventa una fábula sobre una hipotética vuelta del lechazo a su cuna, que tituló Días de pastos y recuerdos: “…llevaba toda la tarde adormilado por el calor, rumiando los mielgos de la orilla del reguerillo que cruzaba la tierra, cuando oyó un ruido muy extraño y nada familiar. Se quedó quieto, esperando al otro lado de la finca, hasta que el vehículo aparcó al lado de la valla, se asustó un poco, y sintió una gran alegría cuando oyó la voz familiar que tanto le tranquilizaba: --¡Querubín, Querubín! ¡Ven bonito! Se acercó al trote a la vez que lanzaba unos balidos de alegría que hizo sonreír a María y Alberto mientras que la otra persona que les acompañaba ponía una cara como de no entender nada. Al llegar donde María, esta le acaricio con suavidad la nariz, como hacía siempre, mientras tanto, el otro señor le miraba y solo acertó a decir: --¡Así que este es Querubín! El famoso Querubín ¡Mira que dar un lechazo de premio! Estos de Venta de Baños están majaras. ¡Alberto García gana el Cross de Venta de Baños y de regalo un lechazo llamado Querubín! --Esa es la costumbre de allí, dijo Alberto, y no veas que cariño le tiene María, desde que se vieron parecen madre e hijo. Hasta el resto de los animales le miman. Blanco, el perro le cedió su sitio de dormir, y en la finca campa a sus anchas, ningún bicho se mete con él, además es que es muy tranquilo. Querubín no entendía muy bien lo que estaban diciendo, solo quería seguir disfrutando de las caricias de María, a la que le insistía una y otra vez para que no dejara de acariciarle. La persona que había llegado con Alberto y María sacó unos aparatos extraños, se acercó a él, mientras María le tranquilizaba. --¿Cuánto tiempo pensabais tenerle sin esquilar? ¡Se va a ahogar! ¿Y dices que hasta que se muera de viejo? María solo asintió con la cabeza, no dijo nada, sin dejar de acariciarle y decirle cosas cariñosas. Querubín se inquietó al principio, pero María le tranquilizó, y él se dejó hacer. Empezó a notar un gran alivio, a medida que el señor extraño le iba pasando una máquina, que hacía un ruido raro, hasta que empezó a notar frescor. Le gustaba, estaba en la gloria. Estaba con María, desde que le recogió aquel día, aquel mal día en el que le separaron de su madre, no entendió nada, le ataron las patitas, le zarandearon de un sitio a otro, le subieron en alto, pasó de mano en mano, hasta que María le recogió, le abrazó y empezó a acariciarlo. Desde el principio le gustó María, sus manos, sus palabras, su olor. Aquel extraño viaje, hasta la finca que ahora era su casa, con Blanco. Desde que María le cogió el vivía una vida feliz, muy feliz. Querubín emitió un beeee, suave y ella sonrió. Solamente de vez en cuando en sus recuerdos aparece la figura de su madre, y la de su querido hermano Serafín, que fue con él en el viaje. De vez en cuando se preguntaba ¿Qué habrá sido de él…?” El cordero, como premio al mejor, es de las pocas cosas que no han cambiado en Venta de Baños. En tantos años es normal que haya cosas que tengan poco que ver. Carlos González Gordillo lo tiene claro: “Antes era todo voluntarista, ya sea por los concejales y por los que participaban. Ahora es todo profesional, en el más estricto sentido del término. A eso hay que añadir que en Venta de Baños esto nunca lo ha hecho gente relacionada con el atletismo. Eso siempre le ha dado un carácter ciertamente extraño y que nos diferencia del resto. Otros crosses los organizan clubes de atletismo y donde no es así, por ejemplo en Burgos, está De los Mozos, un ex atleta, al frente. En nosotros nadie venía del atletismo. Eso tiene una parte buena y una parte mala. La buena es que no hemos estado nunca atados a nada y eso te da una absoluta independencia a la hora de plantear cualquier clase de carrera. La mala quizá es que no mantenemos relaciones con ningún club, y eso en el atletismo aún es importante”. Tanto como todo lo que supone para Venta de Baños la figura de Marta Domínguez, la mejor atleta española de todos los tiempos, que nació en la capital palentina pero empezó a correr en la localidad ferroviaria. Gordillo se emociona al recordar que “a Marta la conozco desde que ella tenía nueve años. Desde entonces la he seguido y ha ganado en todas las categorías. Además de esto, siempre ha tenido una relación extraordinaria con toda la gente del Patronato. Y se ha portado lo mejor que ha podido. Es más, yo creo que no nos ha dado más porque no se lo hemos pedido. Recuerdo que cuando empezó a ser alguien en el mundo del atletismo, en categoría junior siendo ella ya campeona de Europa y subcampeona del mundo, y aún sabiendo que otros atletas de su edad cobraban ella me decía que no le diera nada. Por eso, me acuerdo que un año le regalamos un equipo de sonido para el primer coche que tuvo, un Golf. Era uno de esos aparatos que tenían su disquetera para meter CDs y que se guardaba en el capó. Marta, indudablemente, es santo y seña de lo que es el cross de Venta de Baños” LA FIGURA II MARTA DOMINGUEZ - Campeona del mundo de 3000 obstáculos en Berlín 2009 - Subcampeona del mundo de 5000 en Edmonton 2001 - Subcampeona del mundo de 5000 en París 2003 - Campeona de Europa de 5000 en Munich 2002 - Campeona de Europa de 5000 en Goteborg 2006 - Campeona de Europa de cross en Toro 2007 - Bronce en los 5000 del Europeo de Budapest 1998 - Subcampeona del mundo de 3000 en pista cubierta en Birmingham 03 - Campeona de Europa de pista cubierta en Viena 2002 - Bronce en los Europeos de pista cubierta de Estocolmo 96, Valencia 98 y Gante 2000 - Campeona de Europa junior de 1500 en Lisboa 93 y subcampeona del mundo junior también en 1500 en San Sebastián 94 - Campeona de España de 1500, 3000, 5000, 10 000 y cross. Marta Domínguez nació en la clínica de la Cruz Roja de Palencia el tres de Noviembre de 1975. “De pequeña dicen que era llorona y que tenía mal genio. Que era muy cabezona y cuando se me metía algo en la cabeza no paraba hasta conseguirlo. Ahora tengo muy claro que ese carácter es el que me ha hecho ganar todo lo que he ganado. De pequeña había atletas compañeras mías tan buenas o mejores que yo, pero al final esa constancia y ese genio han hecho que yo tirara para adelante” Nuestra campeona empezó a correr ocho años más tarde, en 1983. Antes jugaba al fútbol en la capital con otros chicos y con su hermana Nuria. El tío de esos chicos, César Calleja, dirigía la escuela municipal de Venta de Baños y Nuria, año y medio mayor que Marta, terminó apuntándose. “Recuerdo que entonces yo me moría de ganas porque a mí también me lo dijeran. Pero debieron verme muy pequeña y tardaron un año en apuntarme” Y sus padres dieron el permiso pese al aviso de una tía que conocía bien el carácter ganador de la futura campeona: “Cuando se enteró que iba a correr llamó a su hermana, a mi madre, y le dijo: “¡No dejes que se apunte Marta porque la primera vez que pierda se va a echar a llorar y va a formar una tragedia!” Marta cuenta que en el Simca 1200 de César llegaron a ir hasta doce chiquillos a entrenar, agachados por si aparecía la Guardia Civil. Entrenaban durante la semana en la pista de ceniza del Polideportivo y los domingos que no había prueba, subían un poco más allá, a Tariego, un pueblo que está a pocos kilómetros de Venta de Baños donde muy poco después la pequeña Marta ganaría su primera carrera, el cross de la localidad en categoría benjamín: “Fue una sorpresa porque las dos mejores de la escuela eran las hermanas Lajo. Estaba todo preparado para que las gemelas, que eran un año mayores que yo y eran entonces las grandes dominadoras, ganaran. Recuerdo que eran dos vueltas a la pista de atletismo y que terminé muy triste. Todas las niñas nos llevábamos muy bien y yo sentí como que había roto sus planes y los de toda la familia que les esperaban en meta” Esa misma temporada Marta volvió a casa con más de un jersey y varias bolsas de mazapanes tras ganar también el cross de Sonseca al que, como ya vimos, acudió en todas las categorías: “Recuerdo que un año allí César, el entrenador, me dijo que tuviera cuidado porque todo se iba a decidir en la última curva y que podía haber codazos. Y tanto empeño le puse, y tanto caso le hice, (risas) que casi tiro a otra niña de un codazo en ese último recodo. Tras ganar se vino a por mí y me dijo: “Ten cuidado, Marta, porque si pegas tan fuerte te pueden descalificar” Su siguiente victoria volvió a ser en Venta de Baños, ya en categoría alevín: “De aquella recuerdo que, quizá para motivarme, César me dijo que tenía que ganar porque había visto los trofeos y la copa para las alevines era enorme. Gané y me dieron una muy pequeña… Me acuerdo que corrí más hacia él, a pedirle explicaciones por lo que me había dicho, que lo que corrí en la propia carrera” Entonces, Marta solía correr con una cinta, no rosa, sino naranja, verde y blanca… “¡bastante colorida sí! Llevaba también muñequeras y medias altas. Lo hacía para protegerme del frío pero al final me quedé sólo con la cinta de la cabeza” Cinta que pronto mudó de color y se convirtió en la emblemática y talismán cinta rosa que ya no dejó nunca. Cinta que, contrariamente a lo que piensa mucha gente, no fue un regalo directo de ningún familiar: “La historia exacta es que por mi cumpleaños mis tíos me fueron a comprar un chubasquero a una tienda de deportes que hay en Palencia que se llama Deportes Julio. Allí tenían por costumbre regalar algo con cada compra y les dieron una cinta rosa. Mi famosa cinta rosa que hasta mi madre tenía que tener cuidado cuando lavaba para que no se diera de sí” Y ya con ella, y con una cicatriz que le acompañará de por vida, Marta fue encadenando, triunfo tras triunfo en todas las categorías de Venta de Baños hasta llegar al colofón que supuso la victoria en la categoría senior del año 2007. La cicatriz se la hicieron en Castellón, en la disputa del campeonato de España cadete de cross: “Recuerdo que iba como campeona regional y que el circuito, que estaba en un campo de golf, me gustó mucho pero apenas llevábamos medio kilómetro cuando alguien me hirió con los clavos de su zapatilla en la pierna. Recuerdo que, aún sangrando, seguí hasta el final y acabé quinta. Luego tuvieron que coserme veintidós puntos en la parte posterior del muslo derecho. Me lo hizo una enfermera que se veía que era novata y la cicatriz fue tremenda. A mis padres les dije por teléfono que eran sólo ocho puntos para que no se asustaran pero llegué cojeando a Palencia y estuve casi una semana sin poder correr” Los puntos no fueron óbice para que Marta lograra su primer título al aire libre en los nacionales disputados en Barcelona. Allí escuchó de boca de su rival algo que muchas otras han pensado pero no se han atrevido a decir. “Me lo dijo Nuria Fernández, que hizo segunda y que es una gran amiga. Siempre que recordamos aquella carrera que se decidió en el último esprint me dice: “Aquel día me ganaste por narices, porque tuviste más que yo” Y por eso, por narices, por talento, por dedicación y trabajo Marta tiene hoy el mejor palmarés de la historia del atletismo en España. En él, como decíamos, hay también un hueco muy especial para la victoria del 2007 en Venta de Baños: “Fue muy especial. Venía de haber empezado la temporada ganando en Quintanar y después vencí en el Europeo en Toro. Ese año empecé antes a entrenar porque venía de una lesión y por eso también Venta de Baños me pilló mejor preparada que nunca. La recta final, con mis paisanos aplaudiendo a rabiar, es una de las imágenes que nunca olvidaré” Así fue. El polideportivo vibró como nunca viendo a Marta imponerse en la última vuelta a la húngara Aniko Kalovics y a la portuguesa Inés Monteiro. La palentina cerraba así el círculo que abrió su propio nacimiento al atletismo. Y en su pueblo, como ella dice: “He corrido nada menos que veinticuatro ediciones de Venta de Baños, desde que era una niña. Esta es mi casa y este es mi pueblo. Desde luego no imagino un mes de Diciembre sin correr allí. Venta de Baños se merece todo lo que yo pueda darle” Prueba fehaciente de ese amor es el último cartel del cross en el que aparece un primer plano actual de Marta y sobre él una niña que luce con orgullo un trofeo. Es ella misma cuando ganó de benjamín. En el principio del círculo recién cerrado y que contiene tantísimos éxitos. Algunos más esperados que otros. Uno de los más inesperados, quizá por ser de los primeros, fue el subcampeonato del mundo junior de Lisboa: “Yo solía volver a casa en tren y aquella vez, no recuerdo por qué, mi padre no pudo ir a la estación a recogerme. El caso es que cuando llegué a casa nos abrió un señor que se parecía a él, pero que no tenía bigote. Yo nunca había visto así a mi padre y me asusté. Le pregunté incluso si le pasaba algo y él me dijo que se lo había jugado con mi tío a que yo no lograba ninguna medalla” Más inesperada, esta vez por ella misma, fue su primera medalla internacional en categoría absoluta. Marta tenía apenas veinte años y pugnaba por un sitio en la Olimpiada de Atlanta. Ese Invierno de 1996 acudió a disputar los tres mil del Europeo de Estocolmo donde disputó la primera de las dos semifinales: “No me encontré bien y quedé quinta. Sólo se clasificaban las cuatro primeras y estaba eliminada” Sin embargo, poco después un responsable del equipo español acudió a decirle que los jueces habían descalificado a la rusa Pantyukhova por haber invadido antes de tiempo la calle libre. Marta se fue a dormir pensando en la final del día siguiente pero, más a o menos, a eso de las doce volvieron a llamarla. “Me dijeron que los rusos habían apelado ese fallo y que habían ganado. Recuerdo que estaba en la habitación con María Abel y que la dije: “Mañana no corro la final” Y enseguida hicimos planes para ver la ciudad por la mañana y encontrar una tele en un bar para ver la final de mil quinientos en la que competía Mayte Zúñiga. Menos mal que no encontramos ninguna televisión y volvimos a mediodía al estadio para ver la final allí porque nada más entrar, uno de los médicos del equipo me dijo: “¡Marta! ¿Dónde estabas? Llevan los entrenadores buscándote un buen rato. Tienen algo importante que decirte” Ese alguien fue Luís de Carlos, vicepresidente de la Federación, que le dijo que se diera prisa en ir a comer porque habían vuelto a readmitirla en la final y tenía que correr a las cinco. “Al final, por un defecto de forma a la hora de comunicar el fallo, decidieron que tanto la rusa como yo corriéramos la final. ¡Y pensar que de haber encontrado una televisión que diera el atletismo no hubiera corrido aquella final…!” Menos mal porque Marta no se conformó con estar sólo en aquellos tres mil de su primera medalla. La carrera no salió tan rápida como la semifinal y eso dio opciones a la palentina que fue tercera tras la portuguesa Fernanda Ribeiro y la sueca Sara Wedlund. Desde entonces Marta ha sumado nada menos que otras diez medallas a nivel internacional, incluidas todas las competiciones relevantes menos los Juegos Olímpicos donde ese destino, en el que ella tanto cree, le ha sido adverso. Enfermedades, lesiones, vallas malditas como la última de Pekín o la falta de un aviso a tiempo han impedido que brille en las Olimpiadas. El infortunio empezó en Atlanta apenas unos meses después de haber agotado toda su suerte en Estocolmo: “Allí corrí mil quinientos. Había series, éramos doce y nos clasificábamos seis. Eso era todo lo que yo sabía. Nadie me dijo que había otros tres puestos por tiempos. En la última vuelta vi imposible coger a la sexta y me dejé ir, mientras los comentaristas de televisión no se explicaban por qué yo no iba más fuerte. Al final resulta que quedé novena y de mi serie se clasificaron ocho. Me quedé fuera por veinticinco centésimas. Cuando me enteré me agarré un cabreo tremendo” Cuatro años más tarde un virus que pudo haber cogido debido al aire acondicionado que le transportó a Sidney, le impidió brillar en la ciudad australiana. En 2004 una lesión le dejó sin ir a Atenas y en Pekín, en su estreno al más alto nivel en los tres mil obstáculos, tropezó en un obstáculo cuando iba camino de la medalla de bronce: “No sé si la hubiera conseguido porque estaba muy cara, pero fue una pena. Se juntó todo, el destino, la mala suerte, el que llevaba pocas pruebas con vallas… Por eso ahora estoy haciendo mucha técnica para llegar mejor preparada al mundial de Berlín de Agosto de 2009” Y mejor no pudo preparar la cita porque, una vez en tierras alemanas, Marta se convirtió en la única atleta europea en ganar una prueba, los tres mil obstáculos. Venta de Baños fue precisamente la primera localidad en tributar a su atleta un homenaje multitudinario. En plenas fiestas de Santa Rosa la plaza del Ayuntamiento se quedó pequeña para aplaudir a la atleta que portó con orgullo la dorada medalla berlinesa. Poco tiempo después, el 1 de Octubre, la Asociación Continental de Atletismo (AEA) la distinguía como mejor atleta de Europa. Al respecto Marta dice que “aquello fue la guinda a un año inolvidable. Otro sueño cumplido. Suena muy bien lo de mejor atleta de Europa, y más si tenemos en cuenta que por detrás han quedado Blanca Vlasic, la mejor saltadora de altura y Yelena Isinbayeva, que pocos días antes había ganado el Príncipe de Asturias” Y sobre si intentará llegar a Londres 2012 para quitarse la espina Marta dice que “si hubiera ganado medalla en Pekín probablemente me hubiera retirado. En cuanto no lo hice empecé a pensar en Londres. No sé si llegaré porque hay que ir año a año y necesitaré un descanso, pero lo voy a intentar. Y sobre todo el oro de Berlín me hace tener más ganas de poder llegar a las Olimpiadas” Y a poco que se lo proponga, como todo en su vida, Marta también lo conseguirá. EL FUTURO Londres es el futuro a largo plazo de Marta. El del cross de Venta de Baños lo ve así Carlos González Gordillo: “Pienso que lo mejor que podemos decir es que es una prueba consolidada. El nivel económico variará y habrá años mejores y peores, como hasta ahora, pero ahí está. Como te decía antes nosotros tenemos muy claro que la base es importante. Por eso, nos hemos propuesto intentar darles de comer a todos los que vengan. Dependerá de la economía y no sé si será un bocadillo a cada uno, un catering o lo que sea. Yo espero poder sentarles a todos a comer después de correr. Y también queremos ampliar a comunidades limítrofes a la nuestra las ayudas para sufragar sus viajes”. En cuanto al futuro del cross en general añade que “las pruebas se van a mantener siempre y cuando las personas que están detrás quieran seguir. Supongo que habrá algunas que llevan muchos años y se van cansando. Por eso, tengo claro que en estos tiempos que corren o te profesionalizas o el futuro es muy negro. Creo que es el camino que hemos tomado en la ANOC y por ahí deben ir las cosas”. Y si tienes la fortuna de tener alguien como Marta que, además de correr, hace todo lo que está en sus manos para promocionar su deporte pues miel sobre hojuelas. En la última edición ella dirigió el calentamiento de la carrera popular y cuando el domingo por la noche se retiró a descansar seguro que le dolía más el brazo de firmar autógrafos que las piernas de perseguir atletas. Como ha hecho siempre, y como contó Paco Disla en Yecla, la palentina firmó todas las fotos, gorras y camisetas que le pidieron. Marta es presente pero así demuestra que a ella también le importa el futuro de su deporte. CROSS DE YECLA HISTORIA En Yecla no hay pistolas. Allí, para detener al juez que no quería esperar a Prieto, Paco Caballero se las hubiera visto con un tiraor de los pies a la cabeza que, ataviado con el traje típico, sacude su arcabuz para saludar la salida de cada una de las pruebas del cross. Entonces, el estruendo se confunde con el humo y el bufido de los atletas que emprenden su camino aturdidos por el ruido. Es la tradición. Y la tradición en Yecla es ley. Cuenta la historia que durante el reinado de Felipe IV, los franceses invadieron parte de Cataluña. El monarca acudió a sus fieles para sofocar el intento y entre ellos sesenta y un yeclanos atendieron su llamada. Al frente estaba el capitán Martín Soriano Zaplana. Todos juntos marcharon a Vinaroz el diecisiete de julio de 1642 y se acuartelaron en la ermita castillo de San Sebastián. Tras medio año de estancia y de lucha, regresaron a sus hogares sin ninguna baja. Su hondo sentimiento religioso les impulsó a subir al santuario del Castillo para dar gracias a la Virgen. Un año después la historia se convirtió en tradición y así empezó la fiesta que conmemora esa batalla sin sangre. Tres siglos y medio más tarde los arcabuces siguen sonando pacíficamente para rendir tributo a aquellos paisanos. Lo han hecho siempre, incluso durante la prohibición de quince años en el uso de la pólvora ordenada por el monarca Carlos III. Yecla entero suplicó unánimemente una exención y el veinticinco de Septiembre de 1786 el propio rey dictó una Real Provisión que aseguró el futuro de la famosa fiesta yeclana que alborota a toda la comarca los primeros días del mes de Diciembre. Fiesta que tiene un elemento característico: el tiraor, que integrado en las respectivas escuadras, cumple una función decisiva en los actos. Entre ellos, los más destacados son, los días seis y siete de Diciembre, el beso a la bandera, la alborá, la bajada de la imagen de la Patrona desde el santuario del castillo a la Basílica de la Purísima y la ofrenda de flores. El día ocho es el más importante de la fiesta con la Procesión por las calles de la ciudad y los tradicionales castillicos o fuegos artificiales. Nueve días después se efectúa la subida de la imagen a la ermita del Castillo y se verifica el cambio de insignias (bastón y bandera) entre los Mayordomos salientes y entrantes de cada escuadra o agrupación. Además, elementos como el juego de la bandera y el acto del beneplácito confieren a esta fiesta una peculiaridad e impronta muy característica, uniendo tradición e historia. Sin embargo, por mucho que contemos las fiestas de Yecla, como bien escribió Miguel Ortuño, hay que vivirlas: “Hay que estar en ellas. Hay que ver la airosa armonía del Juego de la Bandera, y oír el estampido de las arcas cerradas, y contemplar la policromía - rosa, blanco, azul- de los pajes, y saborear la obligada gastronomía de cada fecha (gachasmigas, gazpachos, pelotas de relleno, colación, libricos, mistela, etc.) Y observar los mínimos detalles de un rígido ritual con pátina de siglos. Y sentir la fe de un Pueblo que sube cada sábado, desde 1870, a rezar la Felicitación Sabatina, para mantener despierto el fervor mariano. Estas fiestas son, en resumen, un precioso tesoro de fe, de belleza y de historia, con una definida y acusada originalidad. Yecla es consciente de esta singularidad más que tricentenaria y, por ello, acoge en Diciembre a miles de visitantes. Ninguno queda defraudado”. Y alrededor de la fiesta se articuló el cross como manifestación deportiva que además sirviera para airear por el mundo, cuál humeante disparo, los festejos del día de la Virgen. En Yecla se corre habitualmente el segundo fin de semana de Diciembre. Uno antes, el día de la Inmaculada, el día grande, tiene lugar la proclamación de los clavarios, que son mayordomos un año más tarde. La procesión vespertina incluye a unos quinientos tiradores procedentes de las diferentes escuadras o agrupaciones de la localidad. Ese día el sonido de sus potentes arcabuces retumba por entre las neoclásicas calles de la ciudad murciana y especialmente emotiva y estruendosa es la entrada triunfal a la Basílica. Este último año 2008 la fiesta y el cross estuvieron más unidos que nunca debido a que la procesión se pospuso una semana y ambas coincidieron el mismo domingo: se corrió por la mañana y se disparó por la tarde. Sin duda fue uno de los días más felices en la historia de la Escuadra Virgen del Castillo fundada en 1979 y artífice del cross de Yecla donde actualmente hay otras trece agrupaciones como ella que, además de preparar con esmero durante todo el año su activa presencia en las fiestas de la Virgen, realizan otra serie de actividades. Una de estas fue la organización de esta carrera hace exactamente veintiséis años. Su presidente de entonces es ahora el concejal de deportes del Ayuntamiento, Juan Palau que, por supuesto, continúa ligado a la escuadra, y nos cuenta como nació el cross: “Pues resultó que algunos de los componentes de la agrupación tenían hijos corriendo en el club de atletismo de Yecla. De ahí surgió la idea de hacer una carrera que, con el tiempo, ha servido para difundir aún más nuestras fiestas. Fueron en concreto Francisco Juan Martínez y Pascual López quienes me dijeron a mi lo de hacer el cross Recuerdo que todo se fraguó en las reuniones que manteníamos en un local de la calle Iberia, que era la sede del club de atletismo. Fue curioso y bonito porque lo hicimos para que corrieran los chavales pero enseguida se implicó todo el mundo y, desde el principio, también los hombres y las mujeres de la escuadra corrieron el cross. Aquello aún se sigue haciendo. No por supuesto el día de la carrera pero todos los años, unos quince días antes de las fiestas, nos juntamos y corremos nuestros metros acompañados por los hijos y los nietos. Después, eso sí, almorzamos todos juntos” Las escuadras son a Yecla lo que las peñas de amigos a otros pueblos de nuestra geografía. Una excusa, un enlace para fortalecer la amistad entre hombres y mujeres. En la localidad murciana si cabe es todo un poco más serio. Cada tres años se cambia de presidente, éste forma su directiva y se sortea lo que llaman un cabo de escuadra. ¡Y hasta himno tienen algunas! Este que sigue es de la agrupación que fundó el cross: Himno de la escuadra Virgen del Castillo Autor letra: Alfonso Hernández Cutillas Autor música: Juan J. Ruiz Molina Noble Escuadra, cantar quiero en tu honor aquel día feliz de inmenso brillo, cuando juntos subimos al Castillo con disparos de arcabuz y con fervor. Y allí postrados, ¡pedimos tu favor!, con muestras de fe y gesto sencillo ser arcabuceros de la Virgen del Castillo, y el lema: ¡La nobleza y el valor!. ¡Disparando sus bravos arcabuces!. y al paso marcial de esta canción, desfilan las escuadras, ¡las mejores!, envueltas entre aplausos y clamores de esta fiesta de lejana tradición. Arcabuceros de la Virgen del Castillo... ¡Arcabuceros valientes de María!. Nuestro canto es amor y es poesía Nuestro lema: la nobleza y el valor. Lucero de blanco brillo, eres Reina y Capitana de esta escuadra tuya, ¡tan yeclana!... ¡Madre nuestra del Castillo!. Yecla son las fiestas de la Virgen pero, lógicamente, también más cosas. En la localidad murciana conviven más de cuatrocientas empresas de muebles, que constituyen un sector básico en la economía yeclana. En el mes de Abril se celebra su famosa Feria del Mueble, que tiene repercusión internacional. Yecla también tiene una Denominación de Origen propia de vino, Vinos de Yecla, que ha adquirido una gran reputación gracias a la unión de antiguas cepas de siempre con uvas nuevas y de moda. Y es que en esta zona de transición entre la Meseta y el Levante español siempre tuvo preponderancia la agricultura. Fue en la segunda mitad del siglo XIX cuando la actividad vitivinícola experimentó un creciente auge y ese fue el origen de la industria maderera que empezaron a practicar los viejos artesanos toneleros y los carpinteros. En principio, para envejecer el vino pero, a partir de la década de los sesenta, derivando sus artes a la fabricación de todo tipo de muebles. Y de la misma manera que del vino se pasó al mueble, se pasó en Yecla de las carreras de caballos a las humanas. Antiguamente por San Antón se daban tres vueltas a una Iglesia llevando en procesión al Santo y, a continuación, se celebraban disputas ecuestres de gran espectacularidad. Desde hace casi una treintena de años son los mejores corredores del mundo, a pie y sin caballo, quienes disputan su supremacía en esta bella localidad murciana. “Al principio lógicamente – sigue relatando Juan Palau – aún no venían los mejores. Los primeros años no pasamos de unos doscientos cincuenta participantes en todas las categorías pero, ya entonces, teníamos claro que queríamos crecer” Pascual López, Francisco Juan Martínez y Miguel Sánchez, otro de los componentes de la escuadra fundadora del cross, se suman al recuerdo de aquellos primeros años. “No todo fueron facilidades. Hubo años difíciles, por ejemplo el de la séptima edición. Entonces, estuvimos a punto de desaparecer porque entre tanta gente que había en la agrupación no todos teníamos las mismas ideas. El cross cada vez era más grande, había que recaudar dinero para los gastos y, en fin, había que dedicarle un tiempo al que no todo el mundo estaba dispuesto. El caso es que quince días antes de la fecha el cross no se iba a hacer. Pero nos reunimos quienes estamos aquí y decidimos tirar para adelante. Fue una locura, recuerdo que yo tenía direcciones de unos cien clubes de España y fuimos escribiendo las cartas a mano por las noches para mandarlas. Tuvimos al final cuatrocientos atletas y fue muy importante que se pudiera seguir haciendo” Pero las dificultades no se acabaron ahí: “Ese año además, a eso de las siete de la mañana del día del cross, no estaba hecho el circuito. Entonces era en la zona llamada “El Ciruelo” porque había allí un ciruelo blanco de flores, precioso. Era un terreno sin cultivar y a las siete tuvimos que ir con un tractorista para hacer deprisa y corriendo el circuito. Había estado además lloviendo toda la noche y el barro nos llegaba a la rodilla. Uno le iba marcando el camino al tractor y otros componentes de la escuadra iban poniendo las estacas para delimitarlo. Mientras, algunas de nuestras señoras, lloviendo y al aire libre iban haciendo las inscripciones. ¡Fue un milagro que aquello saliera! Pero salió…” Y es que no sólo a los escuadristas le debe gran parte de su historia el cross de Yecla. También a las señoras: “Ellas siempre han ayudado. No sólo ese año. Más de una vez nos ha pasado que, con todo hecho, el viento nos ha tirado parte del montaje del circuito y hemos tenido que recomponerlo. Y ellas siempre estuvieron a nuestro lado aportando su granito de arena” En la escuadra no olvidan aquella séptima edición pero tampoco la primera: “Aquella vez fue especial por sí misma pero lo ha sido aún más con el correr de los años porque podemos decir, con orgullo, que en categoría juvenil ganó Mónica Pont, que luego fue campeona de España de maratón y en categoría alevín la que es ahora concejala del Ayuntamiento de un pueblo cercano a Yecla, Caudete” Y si hablamos de personalidades, en la localidad murciana, no olvidan el año que todo un obispo estuvo dando los trofeos a los ganadores: “Fue, en concreto, el obispo de la diócesis de Cartagena, que ahora está en Zaragoza, Javier Azagra. Fue gracioso porque fuimos a una entrevista sobre el cross a Tele Murcia y coincidió que, en el mismo programa, por otro motivo, le estaban entrevistando a él. Al acabar, y antes de entrar nosotros, coincidimos, nos preguntó que de dónde éramos y al decirle que de Yecla dijo: “¡Hombre, de Yecla, pues allí iré yo a dar misa el mismo día que hacéis vosotros la carrera!” Y ahí, ni cortos ni perezosos, y con un punto importante de osadía, le invitamos a que repartiera los trofeos. Pero, muy a nuestro pesar, mal día escogimos para invitar al señor obispo. Esa mañana llovió a mares y para dar los trofeos tuvimos que meternos deprisa y corriendo en el pabellón de la Feria de Muebles. Antes nos calamos todos incluido, por supuesto, el señor obispo” Yecla, demostrado está, es un sitio donde se rinde culto a las tradiciones. Otra de ellas, siempre muy bien recibida por los atletas, es invitar a comer después de correr a los de la prueba senior a una suculenta paella. “Casi todos suelen quedarse, aunque siempre hay alguno con prisas que se tiene que ir antes de tiempo. Los que más lo saborean suelen ser los extranjeros. Aquí aún recordamos como comía paella la etíope Merima Denboba. Dio espectáculo corriendo, pero casi más comiendo después el arroz. Además ganó nada menos que cuatro años. ¡Quien sabe, igual repitió en Yecla sobre todo por la paella!” Pudo ser por aquello pero, aunque ellos no lo digan, en este cross muchos repiten por el excelente trato humano que se les dispensa. Cada año, la noche antes del cross, los atletas cenan juntos en una mesa. Al lado, todos los componentes de la escuadra, sus mujeres y sus hijos, comparten otra mesa y otro mantel, ataviados con sus mejores galas. Unos preparan fuerzas para lo que les espera la mañana siguiente, otros festejan aquello que llevan todo el año esperando. Tienen objetivos diferentes, están allí por cosas distintas pero hay un momento mágico que los une, y los envuelve. Un instante único, que rinde tributo y pleitesía. Y que llena de orgullo a quienes amamos este bello deporte. Tiene lugar cuando los atletas acaban de cenar y se levantan, todos juntos, para ir a descansar a su hotel. Los componentes de la escuadra aún comen, pero interrumpen su fiesta, para levantarse y ovacionar largamente a los atletas que aún no han corrido, pero que duermen mejor en Yecla después de ser reconocidos. Desde hace catorce años la escuadra ya no organiza el cross. La prueba levantó tanto el vuelo que se escapó al control absoluto de los ilusionados pioneros. Al rescate acudió el Ayuntamiento, con Paco Disla, el coordinador deportivo, a la cabeza. “Este último año – nos cuenta Paco - el presupuesto se ha ido a unos sesenta y cinco mil euros y el año pasado, que celebramos el vigésimo quinto aniversario se nos fue aún más allá” Aunque, por supuesto, la tradición sigue muy presente, como corrobora el propio Paco: “Así es. Los miembros de la escuadra siguen prestando su inestimable ayuda y seguimos con la tradición de celebrar el cross cuando la Virgen está en el pueblo, algo que ocurre sólo los nueve días que comprenden su salida y regreso al santuario. La fecha, a efectos atléticos, no es muy buena porque suele coincidir con el Europeo de cross y la participación se resiente, pero la escuadra considera imprescindible que no se cambie la fecha y así lo hacemos” Igual que jamás se cambiará la figura del arcabucero que da la salida por la tradicional del juez de salida de otros crosses. Ni siquiera pese a los sustos. Paco Disla recuerda sonriente aquella anécdota de 1996 cuando vinieron los primeros africanos a correr. Nadie les había hablado sobre la tradición “y no se atrevieron a salir. Recuerdo que eran tanzanos y al oír el estruendo del arcabuz se quedaron parados como si acabaran de disparar a un león o les hubieran disparado a ellos mismos. Fue tan grande el susto que uno de ellos, Benedict Ako, que luego ganó, se quedó tan paralizado que yo personalmente tuve que saltar la valla que bordea el circuito y empujarle para que empezara a correr. Si no es por el empujón, yo creo que ni corre aquel día.” Claro que, una vez acostumbrados, le cogieron el aire a la carrera y para Tanzania se fueron también las tres siguientes ediciones. Lo que tampoco ha cambiado, pese a la variación en la organización de Yecla, es el espíritu con el que nació la carrera. Mucho menos al hacerse cargo de la organización el Ayuntamiento: “Nuestro objetivo es la promoción del deporte. Por eso a la hora de contratar buscamos atletas que los más pequeños conozcan, caso por ejemplo de Marta Domínguez o Alberto García. Nosotros no buscamos corredores para que nos den puntos y estar más o menos arriba en el ranking. Queremos referentes y hay años que traemos españoles que son más caros que los africanos de nivel incluso” En este espíritu tiene mucho que ver el carisma a nivel deportivo del atleta conocido pero también el personal, el humano: “Te puedo decir que, por mi trabajo, he conocido deportistas de diferentes disciplinas pero ninguno como el atleta. Pese a ser famosos están contigo como uno más. Y con la gente, que es aún más importante, todavía más. Siempre pongo como ejemplo a Marta Domínguez. El primer año que vino aquí llevaba como dos horas firmando autógrafos y se me ocurrió decirle: “Marta, si te tienes que ir no te preocupes…” Ella me miró muy seria y me dijo: “Como si tengo que estar dos horas más, Paco. Estaré hasta que se vaya el último niño” Esto no tiene precio y explica un poco mejor el espíritu del que antes te hablaba” Además de Marta, Yecla ha visto correr a atletas de gran nivel. Aún recuerdan con agrado el año 2002 en el que ganó Fabián Roncero, que luego logró el bronce en el campeonato de Europa de cross pese a perder una zapatilla nada más salir. “Fabián había ganado ya nuestro cross en 2000 pero ese año no hubo tanto nivel como dos años más tarde. Su victoria tuvo mucho mérito y fue preludio de lo que ocurrió en el Europeo en el que, de no ocurrirle lo de la zapatilla, pudo haber optado incluso al oro” Ese año hubo nivel, pero nunca en Yecla como el año pasado, el de las bodas de plata: “Así es. Tuvimos nada menos que ocho que fueron medallistas en el Europeo anterior, entre ellos el ucraniano Sergey Lebid que, lógicamente, ganó. El año pasado fue una de las pocas pruebas que corrió después del Europeo que se había celebrado una semana antes en Toro” Lebid, que prestigió el año pasado Yecla con su victoria, es un caso único en la historia del atletismo mundial. Prácticamente, como ya comentamos en este libro, aparece sólo de cara al Europeo de cross y lo prepara de manera tan concienzuda que hace que, uniéndolo a su gran talento natural, lo haya ganado ya en nada menos que ocho ocasiones, las siete últimas de manera consecutiva. Es el absoluto dominador de esta prueba, los continentales de campo a través, que nacieron en 1994 como respuesta al creciente dominio de los africanos en el mundial. Fue en 1991, tras el mundial de Amberes, cuando empezó a tomar cuerpo la idea que fue definitiva tras el Congreso de la Asociación Europea de Atletismo celebrado en Octubre de 1992 en Praga. Casi desde entonces Lebid, nacido el quince de Julio de 1975, domina aplastantemente los europeos pese a la creciente llegada de atletas de origen africano. Y es curioso porque, pese a tanto poder en esta carrera, apenas ha brillado en otros conciertos. Lebid sólo posee otra medalla más de valor, la de bronce en la final de los cinco mil de los Europeos de 2002 de Munich. Carrera en la que consiguió el oro Alberto García con una marca de trece minutos y treinta y ocho segundos. Alberto que es un atleta muy especial en Yecla porque siempre que ha podido ha corrido allí. Y en la última edición consiguió incluso imponerse. LA FIGURA ALBERTO GARCÍA - Campeón de Europa de 5000 en Munich 2002 - Medalla de plata en los 3000 del mundial de pista cubierta de Birmingham en 2003 - Medalla de bronce en los 3000 del mundial de pista cubierta en Lisboa 2001 - Campeón de Europa de 3000 en pista cubierta en Viena 2002 - Bronce en los 3000 del europeo de pista cubierta de Valencia en 1998 - Subcampeón de Europa de cross en Tilburg 2005 - Ganador de la Copa de Europa de clubes los años 2002 y 2003 Alberto García Fernández nació en Madrid el veintidós de Febrero de 1970 y su carrera es una de las más prolíficas en la historia del atletismo español. Además de sus títulos, batió los récords europeos de tres mil y cinco mil en pista cubierta y hubo un momento en el que pareció incluso poder codearse con los más poderosos africanos. Sin embargo, no todo fueron tardes de vino y rosas. En Marzo de 2003 dio positivo en un control previo al mundial de Lausana y estuvo dos años privado de competir. Cumplida la pena regresó, y a sus treinta y siete años aún es capaz de brindarnos victorias tan épicas como la última en Yecla, una mañana fría de nieve pero cálida de sentimientos porque el circuito murciano vio, primero, como Marta Domínguez vengaba la medalla perdida en Pekín ante Eunice Yepkorir y como Alberto destrozaba las aspiraciones del gran favorito, el eritreo Kidane Tadesse, en la cuesta de la penúltima vuelta. “No me esperaba ganar, y menos así de cómodamente – contó Alberto refugiado aún por la manta nada más llegar a meta. A su lado, Tadesse y Menjo, ateridos por el frío, parecían dos cervatillos asustados por la inesperada última nevada del Invierno - Sabía que estaba bien pero la semana pasada Tadesse me sacó en Alcobendas nada menos que treinta segundos. Hoy la climatología ha influido a mi favor ya que a ellos este frío les influye mucho. Yo, si te soy sincero, contaba con quedar tercero tras Tadesse y Menjo pero he apretado en la subida y para mí ganar aquí, que llevo muchos años compitiendo, es un orgullo. Con treinta y siete años ganar delante de gente de mucho nivel me da mucha confianza para seguir trabajando. Y en cuanto al tremendo frió añade que “pensamos que venir a Murcia es venir a un clima favorable pero no siempre es así. Pero esto es el cross, correr con todas las climatologías y en todos los terrenos”. Muchos años han pasado desde que el joven Alberto García cambiara el balón de fútbol por las zapatillas de clavos: “Jugaba al fútbol como cualquier niño de mi edad. Me gustaba mucho el deporte y también montaba en bici. Un día en mi barrio, en Vallecas, hicieron una carrera y la gané sin haber entrenado nunca. Entonces, un amigo mío me dijo que fuera a las escuelas del club de Atletismo Airtel y ahí empezó todo. El atletismo es un deporte que engancha pronto y lo prefiero al fútbol porque, al ser individual lo que consigues es fruto de tú trabajo y eso a mí, al menos, me parece más gratificante” Alberto es además un ejemplo para quienes piensan que una enfermedad como la alergia es un freno: “Yo descubrí que lo soy hace más de diez años y eso, que puede parecer un inconveniente, es un motivo más para esforzarme y superarme cada día. En ningún caso es un obstáculo, tengo asma bronquial y en Primavera me cuesta más pero no es un freno. Ya te digo que todo lo contrario” Y lo demuestran sus éxitos, y sobre todo su gran longevidad: “Para eso no hay más secreto que cuidarse. Entrenar mucho, descansar y cuidarse. Y al final, el trabajo da sus frutos. Aunque también es cierto que a mí las lesiones me han respetado mucho. En eso he tenido suerte” A Alberto, por modesto, se le olvida un detalle más también importante: la humildad de la que hace gala, a la hora de correr y también a la hora de rememorar. Para él, el triunfo más recordado no es ninguna de las medallas de europeos o mundiales: “Sin duda, uno de los que más recuerdo fue mi primer triunfo en la San Silvestre Vallecana. Aún no era un atleta muy conocido y ganar en mi barrio, delante de mi gente a tanto atleta ya consagrado fue algo inolvidable. Jamás olvidaré cuando entré en el campo del Rayo Vallecano y las gradas estallaron de júbilo. No se me olvidará en la vida”. Como tampoco podrá olvidar la medalla de oro que consiguió en los cinco mil del Europeo de Munich de 2002. Ni la plata, luchando codo con codo con el mismísimo Gebreselassie, del mundial bajo techo de Birmingham un año después. Ese mismo arranque de temporada fue podio en el cross de Itálica, detrás nada menos que de Bekele y Tadesse. Lástima que, poco después, ocurriera lo del dóping. Al respecto, Alberto negó siempre haberse dopado y rechazó la tesis de que fue a gracias a aquello que llegó a codearse con los africanos. El madrileño no olvidará jamás tampoco esos dos años en el exilio. Pese al mazazo siguió entrenando y nada más regresar volvió a los éxitos. El primero, la medalla de plata en el Europeo de campo a través de Tilburg en 2005: “El cross, está claro, es una preparación para las carreras de pista cubierta y al aire libre, pero desde que hay Europeo de cross los españoles hemos cambiado un poco la preparación, adelantándola para intentar poder ir y hacer un buen papel allí. Así lo hice yo en 2005 cuando logré ser subcampeón europeo. Esa es una medalla a la que tengo mucho cariño. Primero fue Lebid y fue otra gran carrera mía en cross. Como la de dos años antes en Itálica, en Sevilla. ¡Menudo podio aquel año! Primero fue Bekele, segundo Tadesse y tercero yo. Hacía mucho que un español no subía al podio, creo que desde Abascal, y aquella fue la mejor carrera de cross de mi vida” Alberto ha ganado también otros crosses, como Venta de Baños en 2005 o Valladolid en 2007. Y guarda muy buenos recuerdos de las carreras de campo a través, no sólo por las victorias: “Una de las cosas más bonitas del cross es que todos somos muy amigos, desayunamos juntos la mañana de la carrera pero luego dan el disparo y somos rivales a muerte. Es bonito que fuera de la pista seamos incluso amigos, luego damos el espectáculo, que gane el que pueda y, al acabar, otra vez amigos Desayunamos también con los africanos, que son superiores genéticamente pero además nosotros tenemos una carrera larga porque es nuestro trabajo. Ellos suelen durar menos, tres cuatro años y luego sale otro. Es otra filosofía diferente porque además ellos corren para escapar del hambre. Pero también es importante decir que no todos son superiores, sólo los mejores nos ganan a nosotros gracias a una larga historia de selección natural que aquí no hay” Sobre el cross que nos ocupa, Alberto se deshace en elogios hacia ellos: “En Yecla siempre nos tratan muy bien. Algunos hemos visto nacer la carrera que al principio era sólo a nivel regional. Luego contactaron con Pepillo (José Alonso Valero) mi manager, y fueron trayendo gente de nivel. Siempre que puedo vengo y le tengo mucho aprecio. Se siente el calor del público, la escuadra nos acoge con mucho cariño y nos sentimos como en casa. Hay además muchos atletas en categorías inferiores y eso es muy importante, fundamental para nuestro deporte. Recuerdo, entre otras cosas, la paellada de después de la prueba como un momento muy bonito. Y el detalle de la cena de levantarse y aplaudirnos es también precioso. Todos los años es la misma gente la que nos recibe y nos conocen. No todos los días nos pasan las cosas que en Yecla. Por eso, le deseo en el futuro muchos años de bonanza y éxito”. FUTURO Precisamente, al hablar sobre ese futuro, Paco Disla tuerce el gesto: “Sí, porque nos están comiendo las carreras populares. Para un municipio hacerlas es más fácil que hacer un cross. Hace quince años en Murcia había quince crosses, ahora hay cuatro. El resto son carreras populares en las que los atletas pagan por correr. Esos son además clientes potenciales de marcas de ropa o productos que se venden y tienen que ver con el atletismo. Espero, pese a esto, que las administraciones públicas no pierdan de vista que el futuro es el cross, que es el verdadero semillero del atletismo. En las populares no corren niños. Aquí sí. Sólo en Yecla tuvimos seiscientos corriendo este último año. Y ahí reside el futuro” Paco lo afirma con la misma determinación de yeclano que impulsó al insigne escritor natural de Monóvar, José Augusto Trinidad Martínez, Azorín, a escribir así sobre los paisanos de la tierra de su padre: “Yo amo a Yecla, a este buen pueblo de labriegos. Los veo amar, amar la tierra. Y tienen una fe enorme, la fe de los antiguos místicos. Esta es la vieja España, legendaria, heróica”. TURISMO FIESTAS DE LA VIRGEN Las Fiestas de Yecla, comienzan el 5 de diciembre con el llamado Acto del Beneplácito, en el que el Presidente de la Asociación de Mayordomos pide permiso a la primera autoridad municipal para que den comienzo las Fiestas. Por la tarde, "alabarderos" y "tamboreros" invitan al vecindario a sumarse a la fiesta. El día 6 por la mañana se celebra una Misa de Pajes, desarrollándose por la tarde el acto del Beso de la Bandera de toda la soldadesca que integra la Compañía Martín Soriano Zaplana. El Día de la Bajada, se inicia con la Alborada, en el atrio de la Basílica de la Purísima para a continuación encaminarse, disparándose siempre los arcabuces, hasta el Santuario del Castillo, desde el que proceden al traslado de la Patrona de Yecla hasta su Basílica. En el recorrido, el Mayordomo juega la Bandera ante la Virgen, a la salida del Santuario, en el llamado Paso de la Bandera y a la entrada la Basílica, mientras que los arcabuces, sin interrupción, intensifican sus disparos. Ese mismo día, por la tarde, las diferentes escuadras proceden al acto de la Ofrenda de Flores, tras un recorrido por las calles céntricas de la ciudad. El día 8 de diciembre, día grande de estas Fiestas, el nombramiento de "clavarios" y el desfile de la soldadesca, da paso a la Procesión con la imagen de la Patrona, en la que el Mayordomo repite el mismo ritual con la Bandera, a la salida y especialmente a la entrada de la Virgen a la Basílica, en medio de un estruendo ensordecedor de todos los arcabuces disparando. Por último, a los nueve días como mínimo, en el domingo siguiente, con el mismo orden, protocolo y ceremonial observado en la Bajada se procede a la Subida de la Virgen a su Santuario. Todos los integrantes del cortejo, visten el uniforme reglamentario que consta de un sombrero negro, tipo apuntado, que penden cuatro bolas y con los picos en columna, llevando en lana negra con solapas en triángulo y paño vuelto. El pantalón y corbata de lazo es del mismo color y la camisa, blanca. También portan, anudado al costado izquierdo un fajín de raso azul cielo, rematado con borlas celestes. El arma reglamentaria para realizar las salvas con pólvora es el arcabuz, con una boquilla de latón con forma de copa abierta y culata de madera en forma trapezoidal y caras planas, al que se adjunta el frasco o cantimplora de la pólvora. Las Ordenanzas que rigen el festejo restringen los disparos de pólvora a los actos oficiales programados. EL SANTUARIO DEL CASTILLO El Santuario del Castillo es un edificio del último tercio del siglo XIX sufriendo varias modificaciones a lo largo de su historia. Se trata de una construcción de planta rectangular de una sola y amplia nave, dividida en tres tramos. La nave únicamente desarrolla bóveda de cañón en cada uno de sus tramos, abriendo espacios para las capillas laterales y presbítero. En la parte superior de la fachada se halla una imagen pétrea de la Virgen. En los colaterales sendas torres gemelas de planta cuadrada flanquean el pórtico y en sus cuerpos superiores se encuentran los cuerpos de campanas. Ambas torres están culminadas por unas esculturas de 1.951 que representan, en la derecha, El Corazón de María y en el contrario El Corazón de Jesús. El camino de acceso al Santuario se puede encontrar una serie de "Pasos" del Vía Crucis que ostenta paneles cerámicos de azulejería valenciana de gran aceptación y devoción popular. En el presbiterio destaca la presencia del camarín adosado, obra de Justo Millán Espinosa del año 1.886, que está decorado por el pintor Juan Albert Selva. Dentro del Camarín se encuentra la imagen de la patrona de Yecla, talla del escultor alcoyano Miguel Torregrosa Alonso del año 1.941. Y también hay que resaltar el Trono sobre el que se reside La Virgen de la Purísima y los ángeles del mismo que fueron elaborados por el escultor valenciano Francisco Teruel, en el año 1.952. Además en este espacio del templo se halla el Retablo Mayor neobarroco y clasicista a la vez, obra de los hermanos Lorente, realizada en 1.977. Del lado del Evangelio, en la tercera crujía, se abre la Capilla del Santísimo Cristo del Sepulcro, de planta octogonal, sobre la cual se encuentra una cúpula semiesférica y data del año 1956. La imagen representa al Cristo yaciente, obra de Miguel Torregrosa, realizada en 1941 y la urna tallada, que protege la imagen, es un proyecto del yeclano José Villanueva terminado en 1942. EL CASTILLO DE YECLA El Castillo de Yecla tiene origen en época de dominación musulmana, entre los periodos califal o taifa, entre los siglos X y XI, perteneciendo al Oriente de Al-Andalus. Es en estas fecha cuando se produce el verdadero asentamiento en el núcleo urbano actual, con el topónimo de "YAKKA", lo que derivará posteriormente en el actual nombre de nuestra ciudad: "YECLA". La función principal que desempeñaba este "hisn" o fortaleza era la de punto estratégico en vías de comunicación que unían el interior de la península con las costas sureñas del Mediterráneo español y en un principio cubrir las necesidades defensivas de los habitantes de la comarca. El Castillo de Yecla, está situado en la cima de un cerro, con una altitud que varia entre los 745 y 752 m. Entre los restos conservados se diferencian dos técnicas de construcción, la más antigua de "tabiya"; es decir utiliza tapial de cal, arena y piedras, sobre basamento de mampostería en las zonas más irregulares. La segunda técnica más reciente se caracteriza por utiliza piedras menudas trabadas con yeso rojo sin depurar. La planta es aproximadamente triangular y el acceso actual se efectúa por la cara norte a través de una escalera de piedra, existiendo una entrada anterior por la zona noreste cerca del aljibe. El grosor de las murallas del recinto es de 1, 30 m, mientras que los muros de las estancias interiores son de 90 cm. Las torres más antiguas están colocadas en los vértices del recinto, en las Caras Este, Oeste y Sur, a las que se suman dos torres más, de piedra y yeso, situadas una al noreste, junto a aljibe y la otra al Sudoeste. En una reconstrucción hipotética, se le dota de unas murallas de 5 m. de altura y algo más en las torres y las almenas se incorporarían a mitad del s. XIV. Asociado al "hisn" o castillo queda el poblado madina, situada en la cara sureste del cerro. Contaba con una cerca o muralla que protegía el caserío. Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo en el lugar han puesto al descubierto diez casas o edificios que siguen el modelo típicamente hispano-andalusí: patio central sobre el que se organizan el resto de estancias (cuatro a cinco). En el caso de Yecla, todas ellas contaban con una planta superior a la que se accedía por un tramo de escaleras situadas en el patio. Se observa en un cierto ordenamiento urbano con calles y adarves que van separando cada una de las casas, contando además con infraestructuras sanitarias que permitían la evacuación de aguas residuales y suministro de agua potable. A las afueras del poblado si sitúa la "maqbara" o cementerio islámico.