Fascículo Morfología (segunda parte) Archivo

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MORFOLOGÍA (SEGUNDA PARTE)
4. REFLEXIONES SOBRE LA FLEXIÓN: Se suele definir lo flexivo por su función en la sintaxis;
bien por propiedades de concordancia (como las que se establecen entre el adjetivo y el sustantivo; o
entre el sustantivo en función de sujeto y el verbo) o bien por propiedades oracionales (el tiempo y el
modo de los verbos influyen pragmáticamente en el significado de las oraciones: “estoy durmiendo”
(gerundio) ≠ “estoy dormido” (participio). Normalmente, la flexión se explica en las gramáticas de las
lenguas extranjeras, dentro de los capítulos dedicados a cada una de las categorías gramaticales.
4.1. Para un estudiante italiano de español L2: los procesos flexivos a los que tendrá que poner más
atención son:
la formación del plural (+s, +es): porque son los dos sufijos flexivos que se suelen presentar como
operadores de plural, pero también existe Ø para los llamados plurales invariables (la crisis, las
crisis; el tórax, los tórax).
la formación del género (porque no siempre los afijos flexivos indican solamente ‘masculino’ o
‘femenino’ (consulta en un diccionario el efecto semántico que tiene la flexión de género en
palabras como bolso y bolsa; cuchillo y cuchilla, barco y barca, ramo y rama, etc.). En estos casos, no se
trata de masculinos y femeninos que indican género sexual sino de otros matices semánticos.
la flexión del paradigma verbal:
conjugación del pretérito imperfecto (porque tiene una flexión diferente para la 1ª y 2ª/3ª
conjugación: -aba / -ía)
conjugación del pretérito indefinido (porque hay varios grupos que aplican la flexión de
manera diferente, dando la sensación de que es un tiempo verbal muy difícil de recordar).
conjugación del futuro y del condicional (porque el italiano introduce un cambio en la vocal
temática de ese tiempo que el español no introduce: mangiare > mangerò; saltar > saltaré)
vocales temáticas en el presente de subjuntivo (sucede lo contrario que en la situación anterior:
en español se intercambian las vocales temáticas propias de cada conjugación: saltar > salte;
comer > coma; vivir > viva).
5. REFLEXIONES SOBRE LA DERIVACIÓN
5.1. Cuando se habla de derivación se suele recurrir a explicar el funcionamiento de unas ‘partículas’
denominadas afijos: formas ligadas a la base temática o a la raíz de las palabras, que no pueden
combinarse entre sí ni formar palabras por su cuenta. Normalmente se establecen diferencias entre estas
operaciones de derivación afijal:
prefijación con prefijos: operación que añade elementos antes de la base (re-tocar; sobre-vivir;
sub-mundo; a-moral; des-hecho; etc.);
sufijación con sufijos: operación que añade elementos después de la base (llav-ero; macarrónico; oportuni-dad; observa-ble; farmac-éutico; etc.);
infijación con infijos: operación que introduce morfemas átomos que sirven para enlazar la
base léxica con los sufijos: leche-c-ita, polv-ar-eda, etc. En algunas formas derivadas, el español
muestra este tipo de afijo que, por su posición dentro de la raíz de la palabra, llamamos
“infijo”. Por ejemplo, el diminutivo de los nombres propios Carlos y Lucas no se hace sufijando
el morfema –ito a la base, como en Fernandito, Anita o Luisito, sino mediante un morfema
infijado, que se cuela dentro de la raíz, rompiéndola en dos partes: Carl-it-os, Luqu-it-as. Lo
mismo sucede con tetera, formado por té + t + era (té es la raíz y aporta significado; -t- es un
infijo que no tiene significado y sirve de enlace y era es un sufijo que aporta un significado
nuevo a la raíz: ‘recipiente’). En la palabra cafetal, reconocemos la raíz café- y el sufijo –al, que
aparece en otros sustantivos que indican “conjunto de plantas” (peral, naranjal, etc.), y nos
queda entre medias la consonante –t- que no parece tener otro valor que facilitar
fonéticamente la unión de la raíz con el sufijo. Esta consonante es aquí un infijo o interfijo.
circunfijación o parasíntesis: operación que añade a la vez un prefijo y un sufijo a una base
(em-pobr-ecer; en-amor-ar; ens-anch-ar). Obsérvese qué sucede en esos derivados comparados
con otros en los que hay prefijos y sufijos. Por ejemplo, en la palabra “preuniversitario”, ha
habido una primera operación de sufijación que ha generado de “universidad” >
“universitario”, y luego una prefijación que ha generado “preuniversitario”. Si suprimimos el
prefino pre-, “universitario” sigue siendo una palabra correcta del español. Sin embargo, si en
los ejemplos anteriores de parasíntesis suprimimos el prefijo, lo que se genera no existe en
español: *pobrecer; *amorar;1 *anchar. Esto demuestra que estas palabras se han generado
con un añadido conjunto y contemporáneo de prefijo y sufijo: la parasíntesis o circunfijación
(“a ambos lados”).
5.2. Fuera de estas clasificaciones de los afijos, más o menos tradicionales, se puede observar que en la
derivación se aplican una serie de reglas morfológicas que atienden a restricciones de diferente tipo:
semánticas, sintácticas, fónicas, por ejemplo. Lo que sigue son ejemplos para demostrar que aunque la
derivación sea creativa, está limitada por reglas del sistema, para no generar palabras incomprensibles.
restricciones semánticas: cuando el afijo tenga valor propio y definido y se detecten claras
incompatibilidades de combinación. Por ejemplo, el prefijo re-, del que ya se ha hablado varias veces,
que aparece en formas como reconstuir o rescribir, solo puede añadirse a bases verbales que permitan
que el contenido expresado por ellas se realice de nuevo con mayor precisión y exactitud; es decir, a
verbos que indiquen cambio de estado en su objeto, pero no a verbos de ‘estado’ (con esta operación,
no se puede crear el verbo *re-estar; *re-ser; *re-parecer) o a verbos perfectivos (no existe *re-morir;
curioso, porque renacer sí se usa, aunque sea con sentido metafórico) o a otros verbos que no tienen
como argumento objetos o personas (*redormir; *reviajar). Salvo que aceptemos la licencia “poética”
en algunos casos.
restricciones sintácticas: el sufijo -ble, del que también ya se ha hablado antes, es uno de los más
rentables en la derivación en español (y –bile) en italiano, sin embargo, no siempre se puede recurrir
a él:
- sustituible, manejable, sobornable, imparable, etc.
pero no se puede generar la forma nueva *fracasable ( de fracasar) o *suspirable (de suspirar) o *estornudable
(de estornudar).
Como la derivación es, de alguna manera regular y no está regida por el capricho de cada hablante, de
dicha restricción hay que poder deducir alguna regla. Podría ser la siguiente:
«en la base del adjetivo en -ble, no solo tiene que hallarse un verbo, sino que tal verbo tiene que
cumplir unas características específicas, como las de ser transitivo, o más precisamente, la de llevar
algún argumento que indique el “tema” o el “objeto” del predicado»
restricciones fónicas: como puede suceder con el número de sílabas. En español, por ejemplo, los
sufijos -ez y -eza, que forman nombres a partir de adjetivos, se especializan para determinadas bases
según el número de sílabas del adjetivo:
más de dos sílabas, suelen escoger la forma con ‘-ez’: brillante → brillantez; lúcido → lucidez;
ácido → acidez; estúpido → estupidez (aunque no siempre, porque ‘viejo’, de dos sílabas, se
deriva en ‘vejez’ y ‘viudo’, en ‘viudez’);
1
Así como no existen en italiano *poverire o *amorare, y sí impoverire y innamorare, creados por circunfijación.
dos sílabas: escogen ‘-eza’: triste → tristeza; bello →belleza; limpio → limpieza (aunque no
siempre: ‘áspero’, de tres sílabas, deriva en ‘aspereza’).
Lo mismo ocurre con -edad / -idad:
adjetivos bisílabos terminados en vocal, suelen escoger ‘-edad’: corto → cortedad, seco → sequedad;
más de dos sílabas, suelen escoger ‘-idad’: emotivo → emotividad, activo → actividad.
5.3. Sobre la sufijación: La derivación léxica mediante sufijación es el procedimiento de formación de
palabras más productivo, general y variado del español. No solo dispone esta lengua de un número
considerable de sufijos, con significados muy variados, y acepta que todas las clases de palabras principales
(verbos, nombres y adjetivos) entren en este tipo de derivación, sino que, además, emplea la sufijación
en todo tipo de lenguaje –técnico y científico, jurídico, administrativo, literario, etc.-, en todos los registros
idiomáticos y tanto en la modalidad oral como en la escrita.
sal → salero
opio → opiáceo
Madrid → madrileño
zapato → zapatería
deporte → deportista
inca → incaico
5.5. La sufijación apreciativa en español.
El caso de la afijación llamada “apreciativa” (lo que tradicionalmente se dice que se construye con afijos
diminutivos, aumentativos o despreciativos) representa uno de los problemas clásicos de la morfología
de las lenguas romances, del que se discute desde hace tiempo. El núcleo de la discusión está en si esta
operación morfológica se puede considerar simplemente como flexiva o más bien derivativa.
Anteriormente se ha asumido que la flexión nunca puede cambiar la categoría gramatical de las palabras.
De hecho, cuando se añaden sufijos aumentativos, diminutivos, despectivos a una palabra nunca se
modifica su categoría gramatical:
casa (sustantivo) → casita (sustantivo)
fácil (adjetivo) → facilito, facilón (adjetivos)
Parece, pues, que este tipo de sufijación se comporte como la flexión (porque la derivación puede cambiar
la categoría gramatical de las palabras).
Sin embargo, desde una perspectiva semántica, es lícito considerar las operaciones que añaden sufijos
diminutivos, aumentativos o despreciativos como un procedimiento léxico (semántico) y, por lo tanto,
clasificarlo como derivativo, debido a que estos sufijos apreciativos unidos a la base o raíz aportan un
contenido emocional y una función expresiva, emotiva, diferente de los que transmite el sustantivo del
que proceden. Es como si se hubieran creado palabras nuevas. Léanse estos fragmentos de
conversaciones y las notas que explican el valor comunicativo de los diminutivos, aumentativos y
despectivos:
-
¿Me puedes explicar, amorcito -le dijo una de esas noches, bastante en broma y bastante en serio, Melanie-, a qué
se debe esa carita de desconsuelo que últimamente me has sacado al diario? [A. Bryce Echenique, El huerto de mi
amada, 2002].2
-
Los diputados nos siguen costando un ojo de la cara. No bastan los sueldos, las dietas, los viáticos, los asesores,
los viajes o los gastos de representación, las refacciones, el cafecito o el servicio telefónico, hay que pagarles
también los seminarios para que aprendan a analizar los proyectos de ley que se les presenten, para ellos, el costo
de usar los mejores hoteles también corren por cuenta de los contribuyentes [Ejemplo tomado de un periódico
de Guatemala, 10/6/2002].3
-
LA ÚLTIMA AVENTURA DE "FORREST GUMP". Después de conquistar los dos Oscar, a Tom Hanks se le ha
antojado un viajecito de ida y vuelta a la Luna. Su último filme, "Apolo XIII" se acaba de estrenar en EEUU. La
última aventura de "Forrest Gump" llegará a los cines españoles en octubre [en el periódico El Mundo,
15/06/1995: Entrevista con el actor estadounidense Tom Hanks]4
-
Fíjese en esto, en cambio. Todo limpio, las calles y las plazas en condiciones, una biblioteca nueva, buenos
chalés, y el dinero moviéndose y dando gusto a la gente. Como a muchos, al principio me jodía un poco que
vinieran aquí, con sus cochazos y su aire de superioridad. Pero ahora ya nos conocemos todos, jugamos al dominó,
y hasta yo me he comprado un coche alemán. No tan bueno como los suyos, claro, pero alemán, oiga [L. Silva,
El alquimista impaciente, 2000].5
-
Los ejemplos que acabo de citar no deben ocultar el hecho fundamental de que la estructura básica del castellano
procede del latín. El latín es nuestra madre, o mejor, nuestra tatarabuela. La importación de cultismos latinos
pasa por la lógica del habla común, que a veces desarticula las remotas etimologías. Tenemos, por ejemplo, la
2 amorcito (diminutivo de amor) es un diminutivo afectuoso que se puede dar a grandes amores y a personas mayores o pequeñas.
No tiene que ver, pues, con una duración breve de un amor. Carita (diminutivo de cara) representa en este caso una cara de
desconsuelo, triste (como cuando en italiano se dice faccino triste, faccino sconsolato, etc.).
3 cafecito (diminutivo de café) tiene en este caso valor de denuncia. Los políticos, diputados del parlamento, cuestan muy caros
a los ciudadanos, por todos los lujos de los que disfrutan, cafés incluidos en el bar del Parlamento.
4 Un viajecito a la luna, ida y vuelta, es un viaje espacial que, obviamente, no es breve. El valor del diminutivo aquí es el de la
paradoja, un viaje especial, diferente de cualquier otro viaje.
5 cochazo, aumentativo de coche, no significa necesariamente coche grande, sino coche de lujo.
voz ‘infraganti’ que no es más que la corrupción del latinajo jurídico in flagrante crimine, esto es, en el preciso
instante en que se está cometiendo el presunto delito.6
Por otro lado, alguna de estas operaciones llegan a cambiar el contenido semántico de la palabra
original. No se trata en este caso de un añadido “apreciativo”, emotivo, crítico, etc., sino de un cambio
en el significado, asumido de tal manera por los hablantes que distinguen bien entre lo que significa
la palabra base y la palabra derivada. Son casos en los que la palabra derivada con un sufijo
aumentativo, diminutivo o despectivo adquirió un significado muy concreto en la historia de la lengua
(bombilla = lampadina) o se generó para expresar algo muy significativo. Se dice que hubo una
lexicalización. Por este motivo, también se habla de derivación, porque se interpreta que se ha creado
una palabra nueva. Siguen ejemplos de este tipo de lexicalizaciones con derivación:
con diminutivos:
- mesa → mesilla (“Mueble pequeño, con cajones, que se coloca al lado de la cama, para los
servicios necesarios”): comodino.
- boca, bocado → bocadillo (panino)
- coche → cochecito (carrozzina per i bebè)
- cama → camilla (barella)
con aumentativos:
- Decreto > Decretazo (manera de llamar en España a los decretos que se aprueban sin consultar
a las categorías sociales implicadas). Ejemplo:
Declarado inconstitucional el 'decretazo' de Aznar que llevó a la huelga general en 2002
El Tribunal Constitucional considera injustificada la urgencia que alegó el Gobierno del PP para aprobar
esta norma [título de artículo en un periódico del 3/3/2003]
-
botella > botellón (Reunión de gente que se hace al aire libre y en la que se consumen bebidas
alcohólicas de forma generalizada). Ejemplo:
Menos multas por botellón y más por tomar drogas en Valencia
La Policía Local de Valencia incrementó el año pasado la presión ante el consumo o tenencia de drogas en
la calle, pero sin embargo se relajó en el control del botellón, a pesar de las quejas vecinales que se
produjeron tras las macrobotellones celebrados el año pasado entre los meses de septiembre y noviembre.
[Noticia en un periódico, del 16/10/2012]
Buenos ejemplos de este tipo de derivación en italiano son la diferencia semántica que puede haber entre
“calcio” y “calcietto”, “candela” y “candelina”, “campione” y “campioncino”, “carrozza”, “carrozzella”
y “carrozzina”, etc.
6 latinajo, despectivo de latín, expresa que las palabras latinas que seguimos usando cuando hablamos en nuestra lengua son
cultismos, palabras difíciles.
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