Historia de la Psicología (James F. Brennan) Resumen Capítulo 17 El movimiento de la tercera fuerza Mauricio Molinari Ulate Carné: B03971 Capítulo 17 El movimiento de la tercera fuerza Para James F. Brennan en su artículo “El movimiento de la tercera fuerza”, la llamada “tercera fuerza” será cualquier corriente que no sea ni psicoanalítica ni conductista. Este movimiento es una orientación que se ha contrapuesto al reduccionismo conductista de los aspectos psicológicos a bases fisiológicas. Esta rama de la disciplina se basa en las tendencias del existencialismo y la fenomenología. Para la primer tendencia, el individuo es libre de definir la dirección que le quiere dar a su vida, sin embargo esta libertad le hace responsable por las consecuencias que estas generen; el enunciado de sus principios se da como resultado de una controversia en la forma de conocer y experimentar a Dios y como antecedente tiene el racionalismo de Hegel que sostiene la secuencia de tesis y antítesis. En esta vertiente se destaca Kierkegaard quién tiene una fuerte reacción al racionalismo, se propone sostener la primacía de la fe sobre la razón, consideraba que la existencia era auténtica cuando se aceptaba la fe, y señala tres niveles progresivos (estético, ético y religioso). También sobresale el nombre de Dilthey, éste defendió una “ciencia del espíritu” y consideró que la característica definitoria de cada individuo era la conciencia histórica. Rescatando algunas expresiones del existencialismo moderno sobresalen los nombres de Sartre, el cual creía en que la existencia precede a la esencia y la afirma, tenía una psicología basada en la libertad radical de la existencia individual; Camus, tomó el tema de “el valor al encarar lo absurdo de la vida” para realizar sus obras y acostumbraba a dejar a las personas con fuerzas externas que vuelven absurda la vida; Jaspers, profundizó en temas como el significado de la existencia y su importancia en la disciplina y propuso tres etapas de la existencia humana (ser ahí, se uno mismo y se en sí); y Buber, éste no destaco a la conciencia e insistió en el diálogo entre personas y entre el individuo y Dios. Para la segunda tendencia, la fenomenología se concentra en el estudio de los fenómenos del mismo modo en que el individuo los experimenta y los objetivos de su método son aprehender la estructura del fenómeno, investigar sus orígenes y destacar las formas en que se puede percibir, la tarea de un fenomenólogo sería estudiar la intuición, reflexión y descripción. Se destaca Husserl como el fundador de la fenomenología moderna, su objetivo era hallar una filosofía de la ciencia y su metodología sin usar el reduccionismo conductual, diferenció entre dos ramas del conocimiento (las ciencias naturales y la filosofía), para él la psicología debería resolver cualquier diferencia y estudiar los procesos internos y externos de la persona, no creía en una conciencia abstracta no como depósito de las experiencias, sino en una denominada “de algo”, es decir la experiencia individual de un objeto, introdujo el reduccionismo fenomenológico que era una forma de asir las imágenes destacadas de la conciencia penetrando en las capas de la experiencia, también destacó tres tipos de este reduccionismo: los agrupamientos del ser, la relación del mundo cultural con la experiencia inmediata, y la reducción trascendental. Otro personaje a destacar es un asistente del anterior, Heidegger, quién amplió las interpretaciones anteriores, consideraba que la fenomenología permitía entender los fenómenos y que la psicología es el estudio de los modos característicos de ser-en-el-mundo, categorizó la existencia en tres rasgos básicos: ánimo o sentimiento, entendimiento y habla, y afirmó que se existe cuando conozcamos que somos finitos. Se llega a una psicología existencial fenomenológica que se aplicaba al medio clínico y terapéutico, sus principios fueron: la persona es considerada como un individuo que existe como ser-en-el-mundo, el individuo debe ser tratado como producto de un crecimiento personal, la persona avanza por la vida luchando por contrarrestar la despersonalización de la existencia en la sociedad, y el método de la fenomenología permite el examen de la experiencia individual. En esta etapa sobresale Merleau-Ponty quién describió a la psicología como el estudio de las relaciones individuales y sociales en tanto que vinculan de manera peculiar la conciencia y la naturaleza, ésta es el estudio de la intencionalidad individual y cada intención es una atención (no se puede atender algo al menos que lo experimentemos), dice que el planteamiento adecuado de la psicología es aprender los secretos de la percepción interna que solo se consigue con los métodos descriptivos fenomenológicos. Otro estudioso importante fue Binswanger, trató de integrar el movimiento con el psicoanálisis, su planteamiento se llamó “daseins-analyse”, pensaba que el reduccionismo de las ciencia naturales era inadecuado, su objetivo era hacer que el terapeuta aprehendiera el mundo del paciente tal como éste lo experimentaba y se asumía que la fenomenología es la herramienta crucial para encontrar el yo esencial. La psicología humanista estadounidense consistió en un agrupamiento de distintos psicólogos eclécticos con teorías diferentes de la personalidad entre los cuales se destacan: Allport, distinguía entre un planteamiento ideográfico (destaca al individuo y su variabilidad) y uno nomotético (desestima las diferencia individuales), describió la personalidad en términos de rasgos que eran estructuras mentales que dan cuenta de la congruencia del comportamiento de la persona; Bühler y su pareja, contribuyeron a la creciente reputación de la psicología en Viena, creía en un equilibrio armonioso de las tendencia básicas a la satisfacción de las necesidades (esto anticipó a la teoría de Maslow); Maslow, se dice que es el principal impulsor de la corriente, se basó en una jerarquía de necesidades de los niveles biológicos hasta los de la verdadera experiencia humana y denominó a la autorrealización como el proceso de crecimiento personal de toda la vida mediante la satisfacción de las necesidades; May, decía que la disciplina requiere entender del todo la experiencia humana tal como ocurre y en términos de la voluntad, la elección y el crecimiento; Rogers, sostenía que el terapeuta debe entrar en una relación intensa con cliente y actuar como una persona que trata a la otra. Esta psicología es más que todo una aplicación a la clínica de una psicología del individuo. El grupo de Duquesne fue un conjunto de psicólogos que expresaron la forma más coherente de la psicología existencial fenomenológica en la Universidad de Duquesne. El principal motivador fue Adrian van Kaam que abogaba por una revisión de la psicología basada en los principios existencialistas y no aceptaba el reduccionismo de las ciencias naturales. Otro miembro importante fue Amedeo Giorgi que concluyó que la psicología tiene que tener como objeto a la persona. Algo sumamente interesante es la similitud en las influencias de los movimientos de la tercera fuerza con el psicoanálisis.