ESTILO DE VIDA BUDISTA Nuestro estilo de vida se puede describir como una vida de simplicidad, paz, gratitud, sabiduría y compasión. Sin embargo, apenas algún día no decidimos vivir en esta manera especial, al contrario, es el resultado de un proceso natural de la fe brillante, la dedicación, la práctica y entonces más práctica. Pues, el maestro budista Sangharashita airmó “dedicación es primaria, la forma de vida es secundaria." Es decir, el esfuerzo a nuestra práctica es la única manera para vivir el modo de vida budista auténtica. Con práctica, la forma de vida se desarrolla naturalmente de sí misma. Cuando nos dedicamos a la práctica diaria del nembutsu, nuestras vidas serán transformadas naturalmente en la sustancia del shinjin, la experiencia de despertar. Ante todo, nuestra forma de vida Shin se origina cuando tomamos refugio en las Tres Joyas del Buda, Dharma y Sangha. Tomar refugio en el Buda es coniar en la manantial de entender, fe y compasión, simbolizados como Amida, el Buda de la Vida y Luz Inmensurables y su manifestación histórica, Buda Shakyamuni. Uno ve al Buda histórico como nuestro gran maestro y la encarnación de nuestro potencial humano verdadero. Al inal, el Buda es nuestra naturaleza verdadera o vida universal. Por lo tanto, cuando tomamos refugio en el Buda, realmente tomamos refugio en nosotros mismos. Tomar refugio en el Dharma es coniar en la realidad tal y como es, el cual se llama el océano de shunyata, las enseñanzas del Buda y la senda de entender, fe y compasión. Tomar refugio en el Sangha es coniar en la comunidad practicante del camino budista que se esfuerza a manifestar y encarnar el reino iluminado aquí en la Tierra. De este punto de vista, el estilo de vida budista se profundiza con la práctica diaria de los Diez Preceptos (están mencionados abajo). No se puede decir que es seguidor del camino budista sin tomar diariamente refugio en las Tres Joyas y practicar con esfuerzo los Diez Preceptos. Como consecuencia de nuestro acto de refugio, comenzamos naturalmente a desarrollar nuestro oído espiritual para prestar atención mejor a la llamada de la luz y de la vida (Amida) dentro de nuestros cuerpos y medio ambiente. Cuando oímos profundamente esta Llamada Sagrada, con todo nuestro ser, colocamos nuestros corazones y mentes en el Voto Primal y el amor incondicional de Amida; resulta que recitamos con shinjin el nembutsu-Namu-Amida-Butsu. Cada recitación del nembutsu- Namu-Amida-Butsu se considera la consolidación del Noble Camino Óctuple y la encarnación viva de las Tres Joyas que viene de nuestra naturaleza más profunda. Mientras que profundizamos nuestra práctica del nembutsu, de poco a poco, nuestra práctica se hace parte de nosotros. Comenzamos a descartar nuestro egocentrismo y experimentamos un renacimiento espiritual. Esta renovación religiosa entonces afecta directamente nuestra manera de pensar y comportamiento y resulta que podemos transformar nuestras relaciones y mundo. Airmación Shin Nuestro estilo de vida budista se resume en la Airmación Shin, escrita por Rennyo Shonin en el siglo 16, en Japón. La Airmación Shin está recitada semanalmente en nuestras reuniones. Esta Airmación sirve como un recuerdo de nuestra fe y práctica diaria. Coniando en el Voto Primal de Buda, Recitando su Nombre Sagrado, Viviré la vida con fuerza y alegría. Viviendo en la luz de Buda, Relejando sobre mi ininitud, Viviré la vida con gratitud. Siguiendo las enseñanzas de Buda, Escuchando el camino sano, Compartiré el Dharma con todos. Alegrándome en la compasión de Buda, Respetando y ayudando a todos los seres, Trabajaré para el bienestar de la sociedad y del mundo. Consecuentemente, el proceso de tener fe, tomar refugio diariamente, practicar los Diez Preceptos, recitar el nembutsu y inalmente despertar al shinjin (fe), nuestro estilo de vida budista se manifestará naturalmente la simplicidad, paz, gratitud, amor, compasión y sabiduría. SIMPLICIDAD SHIN La simplicidad como manera de vivir nos ayuda a concentrar nuestros esfuerzos en lo esencial en la vida y sirve como una práctica eicaz para aclarar muchas obstrucciones que inhiben nuestra realización del nembutsu, como la llamada sagrada de la fuerza vital. La simplicidad como práctica budista elimina las distracciones evitables en nuestra vida moderna del siglo XXI que compita para nuestra atención y nos hunde debajo de los torrentes del estrés, de los apegos, del miedo y del materialismo. En su lugar, nos ordena mirar lo que es la verdad e importante para nuestro viaje espiritual tales como nuestra familia, nembutsu, dharma, sangha y la Tierra. La vida sencilla nos ayuda a ser despiertos, libres y abiertos, para cultivar con más profundidad las virtudes budistas de la humildad y de la gratitud. Esto no signiica que debemos vivir en cuevas o chozas sin electricidad y agua corriente. Al contrario, podemos vivir una vida cómoda y equilibrada con todo pero no estamos controlados por los apegos ni aversiones tales como aumento o pérdida, alabanza o culpa, fama o vergüenza y felicidad odesesperación. La simplicidad de la vida nos impulsa para desear y poseer pocas cosas, apreciando más de lo que tenemos y con lo que poseemos en servicio a otros. Cuando tenemos pocas distracciones en nuestras vidas entonces podemos concentrar más en nuestro reino interno y vivir en verdad el Buda Dharma y manifestar el nembutsu-Namu-Amida-Butsu. En su base, la simplicidad es la práctica viva de la realidad tal y como es. Oración Budista Shin “La oración budista es una práctica importante que sirve para internar los ideales del sendero budista." La oración budista debe ser parte de nuestro viaje espiritual, transformando la confusión en claridad y sufrimiento en paz y alegría. Sin embargo, algunos creen equivocadamente que el Absoluto es separado y/o diferente que nosotros. Creyendo esto, sus oraciones piden favores, tales como salud, salvación, fama, victoria o los números ganadores de la lotería. Utilizan la práctica de oración para manipular a su dios para trabajar para su ventaja. Quisieran que su dios jugara a favoritos, piden para ser bendecidos por él a costa de otros. Sin embargo, esta actitud derrota la energía de la oración. Para que la oración sea eicaz, ella debe ser desprovisto de cualquier egocentrismo y cálculo, coniando solamente en la Gran Compasión, simbolizada como el Buda Amida. Debe ser hecho para consolidar y para abrir nuestros corazones, y para beneiciar a todos los seres. La oración budista no tiene nada que ver con la petición para riquezas personales: mundanas o celestes. La oración budista es una práctica importante para despertar nuestras capacidades internas inherentes de la fuerza, compasión y sabiduría en vez de solicitar las fuerzas externas basadas en el miedo, idolatría, y beneicios mundanos y/o celestes. Es una forma de meditación; es una práctica de reacondicionar interno. La oración budista substituye la negativa por el virtuoso y nos señala a las bendiciones de la vida. Inspiración Para los budistas de la Asamblea de la Fe Budista, la oración expresa una aspiración para tirar hacia dentro algo en su vida, como una cierta nueva energía o inluencia de la puriicación y la comparte con todos los seres. Asimismo, inspira nuestros corazones hacia la sabiduría y la compasión para otros y nosotros. Permite que demos vuelta a nuestros corazones y mentes al beneicioso, que despierta nuestros pensamientos y acciones hacia la iluminación. Si creemos en algo bastante, nos asirá. Es decir, creyendo en él, nos haremos lo que creemos. Nuestra capacidad de ser tocado como esto es evidencia de la obra de la Gran Compasión dentro de nosotros. Es más, puede funcionar como forma de auto-hablar o de auto-terapia en la cual uno hable mentalmente con un problema, o habla con él en voz alta, con la esperanza de que venga una cierta nueva penetración o aparezca una decisión mejor procedente de nuestra profundidad interna. Por lo tanto, la oración con frecuencia tiene la función de ser parte de un procedimiento de tomar una decisión. Proceso de la relexión Muchos rezos Shin implican la auto-relexión, incluyendo una confrontación a veces dolorosa con nuestras propias tendencias destructivas profundas. Como resultado de practicar la oración budista, comenzamos a descubrir quiénes realmente somos. Reconocemos nuestra naturaleza absurda inherente (lado oscuro) y al mismo tiempo que se despierta a la obra de la Gran Compasión, simbolizada como el Buda Amida. Esencialmente, la práctica del rezo es un proceso por el cual nuestros deseos y sufrimientos están transformados en la compasión y la sabiduría del Buda Amida. Por todas partes y en cualquier momento La cosa maravillosa sobre la práctica de la oración budista es que podemos hacerla por todas partes y en cualquier momento, transformando el común y corriente en el camino de despertar. La oración enriquece nuestras vidas con la conexión espiritual profunda y hace cada momento especial, manifestando la Tierra Pura aquí y ahora. Please download full document at www.DOCFOC.com Thanks