38 LATERCERA Martes 20 de enero de 2015 Sociedad Espectáculos Alvaro Henríquez Claudio Vergara Cantautor chileno: Por un segundo, Alvaro Henríquez (45), vestido de negro impecable y en un estudio de grabación situado en Ñuñoa, observa su presente y opta por rebautizar a su banda madre: “Ahora somos los proto Tres”. La nueva denominación apunta a la prehistoria del conjunto, en la antesala de la fama, cuando recorrían las peñas y bares penquistas reversionando himnos rocanroleros de Chuck Berry o Gene Vincent: los días ochenteros en que el conjunto se reducía a sólo dos integrantes, el núcleo fundador que formaba junto al bajista Roberto “Titae” Lindl. Tal como ahora. Porque, desde hace poco más de un año, Los Tres han vuelto a ser dos, los mismos del Big Bang que comenzó todo, luego que el histórico guitarrista Angel Parra decidiera renunciar a sus filas en 2013. Tras ello, y pese a contar con otros músicos que han ocupado las vacantes, Henríquez y Lindl han escogido explotar una nueva era casi como una suerte de dupla, de sobrevivientes de la mayor institución del rock chileno de los 90. “Estamos en un período que tiene que ver con la razón por la que empezamos a hacer música: para hacernos millonarios (se ríe). No, más bien, guarda relación con ser un grupo más simple, ejercer el gusto por ese rock and roll que nos encantó toda la vida, que nos inspiró siempre. Es eso: quedamos dos, los dos que empezamos en esto, y los que seguimos acá”, contabiliza el cantante en torno a una etapa inaugurada a principios de 2014, cuando lanzaron el single Hey hey hey, y que revive hoy, cuando su nuevo sencillo, Quizás con quién empiece a sonar en radios. ¿Cambió mucho el sonido de la banda sin Parra? Se nota la diferencia. Hay un lenguaje más directo que me lleva a esa época. Cuando estaba él, había que hablar mucho más las cosas, había que ponerse mucho más de acuerdo en algunos aspectos de la grabación. Una canción sencilla se empezaba a complicar con muchas notas e iba por un lado que yo no quería. Ahora es: hagamos solos más breves, con menos notas... ¿Diría que es un grupo distinto? Más bien, hoy Los Tres se acercan más a lo que yo siempre quise: una banda más clara y precisa. Pero no quiero desconocer el trabajo de Angel o el mismo Pancho (Molina). Pero sobre todo Angel. Le deseo lo mejor, es muy talentoso, fue un gran amigo, pero hubo un momento en que teníamos que separarnos. Pero él le puso alma a Los Tres, como todos nosotros. ¿Le dolió cuando decidió irse? No, porque era necesario para él y para nosotros. Me sentí contento por él, y también por mi, fue un alivio para ambos. El último período fue muy largo y tedioso, por lo que existió harto pesar, pero también un sentir de liberación. Nunca más tuve contacto con él. ¿No hubo opción de algún show de despedida? No, nada. No hubiera sido real. No “Hoy Los Tres se acercan mucho más a lo que siempre quise” R El artista habla con La Tercera de la R Además, profundiza en el single nueva vida del grupo, hoy reducido a dos miembros centrales. que se estrena hoy, la balada Quizás con quién. RRAlvaro Henríquez y Roberto “Titae” Lindl, fundadores del grupo. FOTO:AGENCIA UNO nos merecíamos algo así, esa parafernalia de “ay, adiós Angel, te vamos a extrañar”, y pasarle flores y ponerse a llorar. No somos de esa onda. Somos caballero y todo queda entre nosotros. ¿Extraña algo de su aporte al grupo? Sí, los chistes, las tallas, tiene un gran sentido del humor. A veces me acuerdo y me da mucha risa. Tengo muy buenos recuerdos, pero prefiero quedarme con eso antes de andar pensando: “Qué será de él, lo extraño, me encantaría verlo”. En su show en el último Festival de Viña, usted cantó Amigo, de Roberto Carlos. ¿Era un mensaje hacia él? No, era sólo una canción que me gustaba mucho, y que tiene que ver más con Titae que con Angel. Es curioso que la gente lo haya interpretado de esa forma. El impulso fue otro: los dos amigos que van quedando en esta banda. Y los dos que van quedando han editado hasta ahora igual número de canciones. Primero fue Hey hey hey, esa composición con timbre blusero y guitarras más gruesas que, debido a una letra que retrataba la venganza de un marido celoso y un video que mostraba la reacción virulenta contra su esposa, fue criticado por el Servicio Nacional de la Mujer, entre otras entidades, por “naturalizar el femicidio y la violencia contra la mujer” Ahora, casi como una exacta contraparte, el nuevo single es una balada más melancólica, sustentada en guitarras, mellotron y un set de cuerdas, con un crescendo que recuerda a la antigua canción romántica italiana y la historia de un hombre que se queda solo, abandonado por su pareja, pero sin hambre de represalia: simplemente se resigna al cantar “ya entendí que tal vez no me quieras/ ya entendí que tal vez no me esperas/ahora vendrá todo el desenfreno/ y luego otra vez la soledad”. Además, todo bajo la colaboración de Emmanuel del Real y Joselo Rangel, miembros de Café Tacvba que llegaron en diciembre a grabar sus partes a Estudios del Sur. ¿Tiene algo de autobiografía la canción? Siempre hay algo autobiográfico, pero no es literal. Tiene que ver con cuando te rompen el corazón y luego esperas que todo mejore. Es una pena resignada, de aceptación, quizás de un amor más maduro. La trabajé mucho tiempo, le di muchas vueltas, hasta que salió. ¿Había una intención de retomar su costado más melancólico? Más que uno quiera o no, mi idea era mantenerme verdadero. No quería ser como un estudiante de arte y decir: “Este tema debe ser más intelectual, con más arreglos por aquí, con más efectos por acá para sonar más moderno”. No, para nada. Además, quería darme el lujo de incluir cuerdas en un single, nunca lo habíamos hecho. Es muy distinta además al carácter más fiero, en letra y música , de Hey hey hey. Claro, porque ese tema estuvo muy influenciado por las historias de mi papá, que era juez, por el mundo