Traduccion Que es un Exorcismo

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“La Iglesia obediente a la oración del Padre Nuestro, ya desde tiempos
antiguos proveyó con misericordia entre los sacramentales el que por
piadosas oraciones dirigidas a Dios se buscara que los cristianos fueran
liberados de diversos peligros y especialmente de las asechanzas del
demonio. De una manera muy especial instituyó exorcistas en la Iglesia, los
que, imitando la caridad de Cristo, pusieran remedio a las posesiones del
maligno, incluso ordenando en nombre de Dios a los demonios para que se
fueran y no dañaran por cualquier razón a los hombres por más tiempo.”
Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.
El Rito de los Exorcismos
Noviembre 22, 1998
http://www.corazones.org/diccionario/exorcismo.htm#EL RITO DE LOS EXORCISMOS
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QUE ES UN EXORCISMO?_________________________________
Rev. Benjamín P. Bradshaw
"El acto público y oficial de la Iglesia para proteger o liberar a una persona o
un objeto del poder del diablo (ejemplo, posesión demoníaca) en el nombre de
Cristo (# 1673). Una sencilla oración de exorcismo en la preparación para el
Bautismo invoca la ayuda de Dios para derrotar el poder de Satanás y el
espíritu del mal." (CIC#1673).
Definición del Exorcismo de acuerdo con el Catecismo de la Iglesia Católica.
I. ¿QUE ES UN EXORCISMO?
Jesús dijo “En mi Nombre expulsarán demonios”. (Marcos 16:17). La palabra
exorcismo es derivada del griego exorkizo y significa, “obligar con un
juramento o hacer un conjuro” (El Rito, Matt Baglio, Doubleday, 2009, 5).
Nuestro Señor durante su vida hizo muchos exorcismos. La Iglesia, siguiendo
el ejemplo y direcciones de Cristo, siempre ha creído y peleado el poder de
satanás en este mundo, haciendo buenas acciones, bautizando a los fieles,
administrando los sacramentos, morir por nuestra fe (mártires) y hablar la
verdad con poder, como a veces se necesita en nuestra cultura. El Evangelio
de San Mateo nos dice:
“1. Entonces, Jesús llamando a sus doce discípulos, les dio poder sobre
los espíritus inmundos para expulsarlos, y para curar toda enfermedad y
toda dolencia.” (Mt 10:1).
De la misma manera, la Iglesia ha enseñado siempre la eficacia y el poder del
exorcismo, para derrotar el poder temporal de satanás en este mundo.
“Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de
Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las
asechanzas del maligno y sustraída a su dominio, se habla de
exorcismo. Jesús lo practicó, de El tiene la Iglesia el poder y el oficio de
exorcizar". (Marcos 1:25-26; 3:15; 6:7; 13; 16:17). En forma simple, el
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exorcismo tiene lugar en la celebración del Bautismo. El exorcismo
solemne, llamado “exorcismo mayor”, puede ser practicado por un
sacerdote y con el permiso del obispo. En estos casos es preciso
proceder con prudencia, observando estrictamente las reglas
establecidas por la Iglesia. El Exorcismo intenta expulsar a los
demonios o liberar del dominio demoníaco gracias a la autoridad
espiritual que Jesús ha confiado a su Iglesia. Muy distinto es el caso de
enfermedades, sobre todo psíquicas, cuyo cuidado pertenece a la
ciencia médica. Por tanto, es importante asegurarse, antes de celebrar
un exorcismo, de que se trata de una presencia del Maligno y no de una
enfermedad.” (CIC#1673).
http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p2s2c4a1_sp.html
La Iglesia Católica ha determinado que en la mayoría de los casos, no existe
actividad diabólica, sino problemas o enfermedades sicológicas. Por esta
razón antes de hacer un exorcismo formal, el sacerdote debe consultar muy
bien con sicólogos profesionales (quienes a veces están presentes durante los
exorcismos) y la causa del problema de la persona, debe haber sido
considerada fuera del alcance de la asistencia médica. Con bastante
frecuencia, se puede suponer que la persona padece de actividades
diabólicas, aunque en realidad, es muy posible que las propias malas
decisiones e inconvenientes en la vida (perder el trabajo, problemas
matrimoniales, etc.) dará lugar a suponer que las manifestaciones del mal
existen, pero en realidad, no es así. En el Evangelio de Marcos, dice el Señor:
“En mi Nombre expulsarán demonios…” (Mc 16:17).
Por siglos la Iglesia entendió el papel de buscar la sanación espiritual de la
persona afectada, así que se estableció el orden real del exorcismo. En el
Siglo III, el Papa Cornelio menciona en una carta a una de las primeras
iglesias que en el momento, en la ciudad de Roma, había más de cincuenta y
dos exorcistas. Durante el siglo IV, se adoptaron nuevas medidas para dar
autoridad a los obispos locales, para dar autoridad a ciertos sacerdotes santos
para llevar a cabo el oficio de exorcista. Durante este siglo y el Concilio de
Laodicea (363-363 A.C, Asia Menor) "estableció un canon que prohíbe a todos
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los individuos realizar un exorcismo a no ser nombrados por su obispo”. (El
Rito, Baglio, 73).
II.
DOS MEDIDAS QUE HAY QUE EVITAR:
De acuerdo con la Congregación para la Doctrina de la Fe, debemos evitar
dos extremos: 1. Percibir la presencia del diablo en todas las cosas y
mantener un límite con respecto a la realidad diabólica. 2. Ignorar o negar la
realidad de satanás y los demonios, y la realidad de la lucha espiritual que se
enfrenta el cristiano todos los días (Christian Faith and Demonology, C.D.F.,
julio 10, 1975, Franjo Cardinal Seper). Por ejemplo, muchas veces en las
parroquias donde el nivel del catecismo es mínimo y muchas veces en
culturas del tercer mundo, se encuentra gente que viven con temor con
respecto a la presencia del diablo, y viven constantemente en temor, creyendo
en ataques del diablo a las familias y a la vida de ellos. Del mismo modo, a
menudo entre las culturas occidentales, diversas universidades
(frecuentemente universidades católicas) y entre muchos clérigos católicos en
todo el mundo, han negado la realidad del demonio y lo perciben como una
tontería, anticuado o simplemente inocente.
El 16 de julio de 2009, el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Cardenal
Arzobispo de la Ciudad de México, les habló a los exorcistas de México para
que evitaran estos dos extremos. El enfatizó que no se puede negar la
existencia de satanás:
“Es un hecho la existencia del diablo y no se debe exagerar ni minimizar
sus acciones. El escepticismo conduce a muchos a negar la existencia
del diablo y descartar sus acciones como fenómenos psicológicos,
socioculturales o paranormales.
Otras personas extremadamente
crédulas, ven el diablo por todas partes y le dan poderes sobrenaturales
como si fuera Dios. Ha habido duras batallas contra los poderes
malignos, las que empezaron desde el principio del mundo y durarán
hasta el fin del mundo, de acuerdo a lo que el Señor ha dicho.” (Agencia
Católica de Noticias, Julio 17, 2009).
En 1975, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo las órdenes del Papa
Pablo VI, se comentó:
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“La gente se pregunta si no debería haber una revisión de la doctrina
sobre este punto (en relación con satanás)... Algunos críticos creen que
ellos pueden definir la posición de Jesús y afirman que ninguna de sus
palabras garantiza la realidad demoniaca… La existencia de la realidad
demoniaca, dicen, ya no tiene llamada en nuestra fe hoy día y somos
libres para rechazarla… Para otros, la idea de satanás, cualquiera sea
su origen, ha perdido su importancia. Si tuviéramos que seguir
insistiendo en ello, nuestra enseñanza perdería toda su credibilidad...
Por todo lo anterior, finalmente, los nombres de satanás o el diablo son
solo personificaciones míticas o funcionales, cuya importancia es señalar
la dramática influencia que tiene el mal y el pecado sobre la humanidad”.
(Christian Faith and Demonology, Cardinal Franjo Seper, , Julio 10,
1975, p 7-8).
La C.D.F. Christian Faith and Demonology, pone énfasis que el entendimiento
y el rechazo de las actividades satánicas están fuera de la auténtica doctrina
católica y las primeras enseñanzas de los Padres de la Iglesia y de los
Concilios. (Pág.17-32).
Estos dos extremos hacen que nos apartemos de Dios, las enseñanzas
reveladas, la doctrina de la Iglesia y las gracias y bendiciones que se consigue
a través de los sacramentos y la Santísima Virgen María. Satanás odia la
Madre de Dios y se aparta de su presencia. Es por esta razón que los santos y
la Iglesia nos sugieren con frecuencia, hacer una Consagración a la Virgen
María todos los días, o por lo menos una vez al año. Por lo tanto, siguiendo
las direcciones de la Santísima Virgen María de Fátima, el Papa Juan Pablo II,
junto con los obispos del mundo y las iglesias ortodoxas, consagraron el
mundo a la Santísima Virgen en la Fiesta de la Anunciación (marzo 25), 1984.
El Papa Pio XII, antes había consagrado el mundo a la Virgen María, en
octubre 31 de 1942. Considerando el papel de María en la batalla contra
satanás, el Cardenal Rivera Carrera puntualiza:
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“Ella nos trae a Jesús, nos protege y cuida de nosotros en este difícil
ministerio. María también participa en exorcismos. Ella es una exorcista
y expulsa al diablo a través de su santidad” (C.N.A. Catholic News Agency).
Es importante decir que el exorcismo no es un sacramento, sino un
sacramental. Los sacramentales “no confieren la gracia del Espíritu Santo a la
manera de los sacramentos, pero por la oración de la Iglesia preparan a
recibirla y disponen a cooperar con ella” (CIC# 1670).
Ejemplos de
sacramentales son, rosarios, cruces, estatuas, agua bendita y escapularios. Lo
más importante y poderosos de los sacramentales son las bendiciones (casas,
artículos, alimentos, personas). Las bendiciones son sagradas porque ellos
consagran la persona, los artículos, etc. a Dios. (Por ejemplo, cuando un cáliz
ha sido bendecido para un sacerdote recién ordenado, o la consagración de
un nuevo altar de una iglesia). El objeto o artículo bendecido debe ser
siempre respetado y se le debe dar un tratamiento adecuado.
Mientras que la influencia de Hollywood y los medios de entretenimiento ha
deteriorado grandemente las enseñanzas de la Iglesia con respecto al diablo,
los demonios y exorcismos, tal negatividad de ninguna forma ha alternado o
dañado las enseñanzas actuales de la Iglesia Católica con respecto a estos
asuntos. Por el contrario, muchas veces cuando la Iglesia Católica ha sido
atacada por fuerzas externas o internas ha respondido mediante la aclaración
de su doctrina más coherentemente. Por ejemplo, casi la totalidad de los
veintiún (21) Concilios Ecuménicos de la Iglesia, con excepción del Concilio
Vaticano II, fueron llamados para hacer frente a la herejía, el cisma, las
fuerzas externas o a las agresivas fuerzas políticas. Por lo tanto, tenemos la
expresión: “Un Concilio es convocado, cuando es provocado!.”
En las enseñanzas de la Iglesia Católica no hay excepción con respecto al
demonio y al exorcismo. En las últimas décadas la doctrina de la Iglesia ha
sido enfocada con más claridad por los Papas Pablo VI, Juan Pablo II y
Benedicto XVI. En Christian Faith and Demonology, la Congregación de la
Doctrina de la Fe anota:
“Satanás, a quien Jesús había enfrentado en los exorcismos y
enfrentado en el desierto y en Su Pasión, no puede ser un producto de
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la facultad humana, de inventar fábulas y personificar las ideas, ni puede
ser tampoco una reliquia equivocada de una cultural lengua primitiva”
(Franjo Cardinal Seper, Julio 10,1975).
El Papa Pablo VI, habló directamente de los peligros culturales y teológicos si
se niega la realidad de satanás:
No es esta realidad "terrible, misteriosa y aterradora del mal y el que se
niega a reconocer su [Diablo] existencia... se aparta de la integridad de
la enseñanza bíblica y eclesiástica. Ni los teólogos ni los exégetas
pueden pasar por alto esta advertencia." (Pablo VI, L'Osservatore
Romano, 13 de julio de 1972).
En 1Pedro 5:8-9, San Pedro exhorta al creyente de la iglesia que estén alerta
y vigilantes contra los ataques del diablo: “8Sean sobrios y estén vigilantes,
porque su enemigo, el diablo, ronda como león rugiente buscando a quién
devorar. 9Resístanle firmes en la fe, sabiendo que nuestros hermanos en este
mundo se enfrentan con persecuciones semejantes.” En el Jardín de
Getsemaní, Jesús le dijo a Pedro: 40« ¿De modo que no pudieron permanecer
despiertos ni una hora conmigo? 41Estén despiertos y recen para que no
caigan en la tentación. El espíritu es animoso, pero la carne es débil.» (Mateo
26:40-41). Esta “preparación” que nuestro Señor habla y esta “sobriedad”,
dirigida por el Apóstol Pedro, nos recuerda el viejo refrán: “conócete a ti
mismo”. Debemos esforzarnos por ser conscientes de nuestras propias
debilidades y confiar al mismo tiempo en la Divina Misericordia de Nuestro
Señor. Debemos buscar constantemente la Gracia de los sacramentos, las
enseñanzas de la fe y permanecer enfocados en el Santísimo Sacramento y
en la Santísima Madre como nuestra brújula y guía. Este tipo de vida nos
mantiene “sobrios y vigilantes” (1 Pedro 5:8).
III. QUIEN PUEDE SER UN EXORCISTA?
Según el Derecho Canónico (#1172): “Nadie puede legítimamente celebrar
exorcismos sobre los posesos a menos que haya obtenido un permiso
especial del Ordinario del lugar [el obispo]". El Canon señala: "Ese permiso
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del Ordinario del lugar sólo se concederá a un presbítero [sacerdote] dotado
de piedad, el conocimiento, la prudencia y la integridad de la vida.” Por lo
tanto, sólo un sacerdote con experiencia apropiada, la santidad, y el
conocimiento de la teología podrá asumir la tarea del exorcismo.
En muchas ocasiones, el demonio a través del poseso ha divulgado los
pecados del sacerdote o de las personas que ayudan en el exorcismo, a la
vista de los presentes. Aun así, es el deseo de la Iglesia sanar al poseso de la
aflicción demoniaca.
En muchas ocasiones, las personas son las culpables por la posesión u
opresión del demonio, porque participan en cultos satánicos, rituales, juegos
de Ouija, necromancia, cartas del tarot y actividades de la Nueva Era.
También hay casos en que la persona no es responsable de la presencia
demoníaca. Un ejemplo de esto serían los padres que ofrecen sus hijos en
rituales satánicos. Mientras esto es raro en los Estados Unidos, la adoración
satánica está creciendo a un ritmo alarmante en Europa, África, y Asia. Es
muy interesante saber que los clérigos Católicos Romanos son los primeros
en burlarse de la existencia del diablo y su actividad diabólica. Matt Baglio
dice:
“Aunque ellos no rechazan las enseñanzas oficiales de la Iglesia, la
mayoría de los clérigos encontraron (post Vaticano II) que al concepto
del diablo ningún sacerdote perdería su tiempo considerándolo.
Finalmente el diablo ha convencido al mundo que no existe” (El Rito,
pág. 36).
Mientras muchos clérigos y teólogos en Los Estados Unidos y Europa
encuentran el asunto de los demonios, divertido, supersticioso y lo ignoran por
completo, en la mayoría de las culturas cristianas del mundo, se presume que
hacen una lucha espiritual con los poderes demoniacos. Siguiendo la
recomendación de San Pablo:
“Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que
puedan estar firmes contra los engaños del diablo. Porque no estamos
luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas
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espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio
sobres este mundo oscuro.” (Efesios 6:11-12)
IV. EL RITO DEL EXORCISMO:
En la última línea del Padre Nuestro rogamos: “Y líbranos del mal”. Durante la
misa el sacerdote continúa la oración diciendo: “Líbranos de todos los males
Señor, y concédenos la paz en nuestros días…” (Misal Romano). Al rezar el
Padre Nuestro reconocemos la existencia de las fuerzas diabólicas, aunque de
ninguna manera igual a las fuerzas del bien y nuestra propia naturaleza caída
que nos inclina hacia el pecado (concupiscencia).
Hasta 1972 todos los clérigos recibían las Ordenes Menores antes de ser
ordenados como sacerdotes: El Rito de Tonsura y el Rito de Exorcista.
Siguiendo las direcciones del Concilio Vaticano II y la revisión de los Ritos
Litúrgicos, en 1972 el Papa Pablo VI suprimió los Ritos de Tonsura (Cortar,
afeitar una parte del cabello, significando la entrada al estado clerical) y el Rito
de Exorcista (ver: Motu Proprio Ministeria Quaedam). En este punto, la
entrada verdadera al estado clerical, inició con la ordenación al diaconado
(transitorio o permanente). En este sentido, Papa Pablo VI observa en el Motu
Proprio Ad Pascendum:
“Desde la entrada en el estado clerical es aplazada hasta el diaconado,
ya no existe el Rito de Tonsura, por el que el laico se convertía en un
clérigo. Sin embargo, un rito nuevo fue presentado (llamado
Candidatura) en el cual, la persona que aspira ser ordenado como
diacono o sacerdote públicamente manifiesta su voluntad de ofrecerse a
Dios y a la Iglesia, para que así pueda ejercer las ordenes sagradas.”
Durante el Pontificado del Papa Pablo VI todos los ritos litúrgicos fueron
revisados y puestos al día y algunos conservaron la misma estructura principal
como una tradición. El último de los ritos en actualizarse después del Concilio
Vaticano II fue, el Rito de los Exorcismos (Enero 26,1998). El presente rito
oficialmente se llama: “Exorcismos y Ciertas Plegarias” (De Exorcismis et
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Supplicationibus Quibusdam). La última vez que el Rito del Exorcismo fue
revisado por la Iglesia Católica fue en 1614, por lo tanto el actual Rito fue
revisado cuidadosamente por la Santa Sede. El nuevo Rito de 84 páginas es
muy similar al antiguo Rito de Exorcismo, con algunos cambios menores
(aunque algunos discuten este punto). El Exorcista al dirigirse al espíritu
diabólico y leyendo el antiguo Rito dice:
“Te ordeno espíritu inmundo…”
Hay que anotar que otras comunidades Cristianas, como el Anglicanismo,
Luteranismo, Metodismo y Pentecostalismo, todas tienen ciertas oraciones
que con frecuencia se refieren como “oraciones de exorcismo”. Mientras estas
oraciones son en realidad útiles para la persona afligida; son oraciones
secundarias de la liberación y solo un sacerdote católico romano o un
ortodoxo, tiene el poder espiritual para exorcizar cualquier presencia diabólica.
Esto es porque solamente en las Iglesias Católica y Ortodoxa se mantiene la
Sucesión Apostólica y las Ordenes Sagradas Legales confiadas a San Pedro y
los Apóstoles por Jesucristo. Es prudente que aquellos que están fuera de
comunión con Roma/Santa Sede, recuerden la historia de los Hechos de los
Apóstoles en el cual, algunos rabinos Judíos trataron de expulsar demonios,
pero fueron atacados por los demonios, porque los demonios reconocieron la
falta de autoridad espiritual.
“13 Incluso algunos judíos ambulantes que echaban demonios, trataron
de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus
malos, diciendo: «Yo te ordeno en el nombre de ese Jesús a quien
Pablo predica.» 14 Entre los que hacían esto estaban los hijos de un
sacerdote judío, llamado Escevas. Un día entraron en una casa y se
atrevieron a hacer eso, 15. Pero el espíritu malo les contestó: «Conozco
a Jesús y sé quién es Pablo; pero ustedes, ¿quiénes son?» 16. Y el
hombre que tenía el espíritu malo se lanzó sobre ellos, los sujetó a
ambos y los maltrató de tal manera que huyeron de la casa desnudos y
malheridos. 17. La noticia llegó a todos los habitantes de Éfeso, tanto
judíos como griegos. Todos quedaron muy atemorizados, y el Nombre
del Señor Jesús fue tenido en gran consideración.” (Hechos 19:13-17)
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En 1985 el Cardenal Joseph Ratzinger (Papa Benedicto XVI) repitió el hecho
que solamente exorcistas autorizados, podían legítimamente hacer
exorcismos:
“De estas prescripciones se sigue que no es lícito a los fíeles cristianos
utilizar la fórmula de exorcismo contra Satanás y los ángeles apóstatas,
contenida en el Ritual que fue publicado por orden del sumo pontífice
León XIII; mucho menos les es lícito emplear el texto entero de este
exorcismo. Los Obispos procuren amonestar a los fieles sobre este
asunto cuando sea necesario.” (#2)
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_19850924_exo
rcism_sp.html
En el antiguo rito de exorcismo, el cual, aun lo puede usar un exorcista, es
permitido algunas guías antes de exorcizar a la persona endemoniada (mi
paráfrasis de cada uno):
1. El no debe confiar de sus propias habilidades, sino las de Dios.
2. Debe esforzarse por crecer en el conocimiento de la fe y la teología de la
Iglesia a través de estudio y oración.
3. No debería ser demasiado rápido para creer que una persona
verdaderamente esta poseída por el diablo/demonios.
Se debe
consultar primero expertos en la medicina y conseguir opiniones
legítimas de profesionales.
4. Se debe tomar nota de cada exorcismo para tratar de aprender y así
tener más conocimientos y experiencia.
5. Se debe tomar nota de las trampas que usa el diablo para disuadir al
exorcista o hacerle creer que el demonio no está presente (con
frecuencia ellos permanecen en silencio hasta que se les ordene que
hablen o que revelen los nombres.
6. Se debe recordar a la persona que va a ser exorcizada que el demonio
hace todo lo que puede para disuadir a la persona que le hagan el
exorcismo. Un exorcista no puede hacer un exorcismo si no tiene el
permiso de la persona.
7. Se debe recordar a la persona afectada que recurrir a brujos,
nigromante (llamar al espíritu de los muertos), cartas, leer la palma de la
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mano, etc.; es prohibido y pecaminoso ante los ojos de Dios y
solamente intensifica la presencia diabólica.
8. Se debe recordar las palabras de Nuestro Señor en el Evangelio de
Mateo en el que señala; “este tipo solo pueden ser expulsados con
oración y ayuno” (Mt 17:20). Por lo tanto, el exorcista debe estar
vigilante en la preparación de sí mismo y el individuo a través de su
propia oración y ayuno. Del mismo modo debe recordar a la persona,
en la medida de lo posible, que se prepare para el rito con oraciones,
ayuno y recibir los sacramentales con frecuencia.
9. El debe llevar a la persona afectada a una iglesia o a un lugar sagrado,
si es posible, para hacer el exorcismo. Si esto no es posible, “el
exorcismo podrá hacerse en una casa privada.”
10. El debe “tener un crucifijo en la mano o en un lugar visible. También
reliquias de los santos y agua bendita se puede aplicar reverentemente
en la persona afectada.
11. No debe establecer una conversación sin sentido con el demonio y
solamente hablarle cuando es necesario y “él le pedirá al espíritu
inmundo que guarde silencio y que responda solo cuando se le pida”,
también, si el demonio afirma que es un espíritu bueno, el exorcista no
debe darle crédito a esta falsa afirmación.
12. Se debe preguntar al diablos/demonios solamente las preguntas
necesarias:
a. Número y nombre de los demonios que habitan en la persona?
b. El tiempo y lugar en qué entraron en la persona?
c. Por qué entraron en la persona?
13. Se debe hablar con una voz clara, segura y voz humilde, ordenando al
demonio que salga.
14. Se debe prestar atención a lo que las palabras, frases, oraciones o
ciertos nombres causen dolor al demonio. (Ejemplo: Virgen María, San
Miguel Arcángel).
15. Debe “protegerse en no recomendar ninguna medicina a la persona,
dejando esto al cuidado de los médicos.”
16. No debe hacer nunca un exorcismo a solas con una mujer mientras.
Esto es para la protección de los dos. A veces el maligno tratará que
caiga el exorcista atentando a la lujuria. De esta manera el exorcista se
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protege de falsas acusaciones y demandas. (Estadísticamente, la
mayoría de los exorcismos son con mujeres. Hay muchas teorías
acerca de esto y la razón es simple; las mujeres muchas veces están
dispuestas a creer en el campo espiritual y que las mujeres buscan mas
a los doctores que a los hombres y por lo tanto ellas buscan a los
exorcistas, más que los hombres). Se recomienda que otros miembros
de la familia estén presentes, pero en forma mínima.
17. Se debe indagar entre las personas si hay ciertas tentaciones que
persistentemente afligen a él o a ella.
Un exorcista no puede improvisar un exorcismo, ya que no tiene la autoridad
de hacerlo; así como el sacerdote no tiene autoridad de alterar o cambiar el
Rito de la Santa Misa. En un documento de la Congregación para la Doctrina
de la Fe, fechada en septiembre 29,1985, el Cardenal Joseph Ratzinger
(actual Papa Benedicto XVI) recuerda a los obispos de la Iglesia con respecto
al exorcismo:
“3. Finalmente, por las mismas razones, se ruega a los Obispos que velen
para que –aun en los casos que, excluida la auténtica posesión diabólica,
parezcan revelar algún influjo del diablo– personas sin la debida
autorización dirijan reuniones en las cuales se hagan oraciones para
obtener la expulsión del demonio, oraciones que directamente interpelen
a los demonios o traten de conocer la identidad de los mismos.” (Carta a
los Ordinarios del lugar; #3).
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc
_19850924_exorcism_sp.html
En el año 2005, el Papa Benedicto XVI se dirigió en una reunión a los
exorcistas del mundo, poco después de su elección como Romano Pontífice.
Fue en este año que el “Ateneo Regina Apostolorum Pontifical University” en
Roma, empezó un curso titulado “Exorcismo y Oraciones de Liberación”, bajo
la dirección de la Santa Sede y del Dr. Giuseppe Ferrari, Secretario nacional
para el grupo de Investigación e Información Socio-Religiosa" o GRIS por sus
siglas en inglés (Group for Research and Socio-Religious Information). Desde
el comienzo, el curso ha sido muy popular, no solo para sacerdotes, obispos y
seminaristas, sino también para la ciencia médica, doctores y sicólogos
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quienes desean conocer la realidad y naturaleza del demonio entre la
humanidad.
V. CUÁLES SON LAS SEÑALES VERDADERAS DE UNA POSESIÓN
DIABÓLICA?
La Enciclopedia de la Doctrina Católica, define la posesión diabólica como “la
prueba palpable de la existencia del diablo y la manifestación visible de su
poder” (pág. 172-173). Como se mencionó antes, la Iglesia se apresura a
señalar que la verdadera posesión diabólica es un “fenómeno muy raro y es
fácilmente fingido por ciertos estados patológicos”. Así como las autoridades
eclesiásticas y obispos necesitan verificar y aprobar las apariciones de la
Santísima Virgen María, los santos, etc., así también necesita investigar
adecuadamente la supuesta posesión diabólica en una persona.
Inevitablemente, muchos dentro de la Iglesia y profesionales en ciencia
médica diagnostican una verdadera posesión diabólica, simplemente como
esquizofrenia, epilepsia, histeria, paranoia o depresión maniática; haciendo un
mal diagnostico para el verdadero afectado. Por esta razón, un exorcista
auténtico trabaja muy cerca con profesionales experimentados en la ciencia
médica. De acuerdo con el Rito de los Exorcismos, hay señales de frecuencia
que pueden acompañar a la persona que está poseída por demonios.
(Exorcismo del Poseído, #3):
• “La habilidad de hablar con facilidad una lengua extraña o entenderla
cuando otra persona habla”.
• “La facultad de revelar el futuro y eventos ocultos”
• “Una muestra de poderes mas allá que la edad y condición natural de la
persona” (fuerzas sobrenaturales).
Padre Gabrielle Amorth, exorcista oficial de la Santa Sede por muchos años,
ha participado en miles de exorcismos. Fundador de la Asociación
Internacional de Exorcistas, miembro de la Sociedad de San Pablo; ha sido
sacerdote desde 1954 y exorcista desde 1986. El Padre Amorth comenta que
cuando él esta hablando con alguien o con un miembro de la familia con
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respecto a la posibilidad de un exorcismo, analiza también por ciertos signos,
así: (Un Exorcista: Mas historias. San Pablo, 2002, pág. 78-82)
La medicina es ineficaz: Cuando la persona o la familia dice que
todos los intentos médicos de cura han sido ineficaces y los
médicos no pueden explicar en el origen del problema.
Odio a lo Sagrado: Aversión de la persona afectada a todo lo
sagrado, tales como: crucifijos, los sacramentos, la Santa Misa, las
bendiciones, etc. Han habido muchas historias, por ejemplo, un
exorcista bendice un artículo de ropa que recibió de un miembro
de la familia; cuando se lo ponen a la persona afectada, este
disgustadamente la rompe sin saber que en verdad fue bendecido.
Enojo anormal: Arranques de furia o rabia incontrolables; La ira
resulta de una violencia bien fuerte. Mientras esto se ve en
personas con enfermedades sicológicas, en casos muy raros
puede ser el resultado de influencia diabólica.
Durante el
exorcismo en sí, dice el padre Amorth que muchas veces la
persona que se enfurece hay un claro “movimiento de ojos hacia
arriba o hacia abajo” (pag.80)
Historia de lo oculto, satanismo y adicciones: Participación del
individuo o los padres del individuo en satanismo, magia negra,
brujería Wicca, el ocultismo, la tabla Ouija, movimientos de la
Nueva Era, secciones de espiritismo, nigromancia. Del mismo
modo, el Padre Amorth dice que la participación repetitiva en el
uso de las drogas y otros comportamientos adictivos, claramente
se abren puertas espirituales a los ataques de poderes diabólicos,
debido a que el individuo se hace insensible a influencias dañinas,
internas y externas.
El Padre Amorth y otros exorcistas, como el Padre Cándido Amantini, maestro
del padre Amorth, en ocasiones se han referido a los exorcismos simplemente
como "bendiciones" que están presentes en la persona afectada o en la familia
para que no estén preocupados. A veces el exorcista prefiere celebrar el Rito
de Exorcismo en Latín, ya que muy pocas personas conocen este idioma, por
lo tanto, las familias se preocupan menos. El padre Amorth aconseja que una
buena confesión, vivir en oración, recibir los sacramentales regularmente, una
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verdadera devoción a la Virgen María, vivir las enseñanzas de la Iglesia y
perdonar de todo corazón a los enemigos, constituyen la mejor protección
contra el diablo.
Debido a los abusos exagerados de los exorcismos y, en determinadas
circunstancias, al diagnóstico erróneo de los exorcistas, muchos Consejos
locales / regionales en la historia de la Iglesia Católica han elaborado
directrices para ayudar a establecer criterios para evaluar la autenticidad de la
posesión demoniaca. La siguiente es una lista de consejos regionales, que
han abordado este tema:
Concilio de Elvira (305)
Concilio de Cartagena (398)
1st Concilio de Orange (441)
11th Concilio de Toledo (657)
1st Concilio de Milan (1565)
4th Concilio de Milan (1576)
Concilio de Salerno (1596)
VI. TIPOS DE ACTIVIDADES DIABOLICAS:
Todas las actividades del Diablo son provocadas y motivadas por el odio hacia
Dios. El diablo odia a Dios, odia a la Virgen Santísima y su última meta es la
destrucción eterna de toda la humanidad. El nos odia porque somos la
“descendencia” de María. “17.Entonces el dragón se enfureció contra la mujer
y se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, es decir, a los que observan
los mandamientos de Dios y guardan el mensaje de Jesús.” (Apocalipsis
12:17). También el diablo odia la realidad que Dios es más poderoso que él y
que Dios se hizo humano, lo que el diablo considera absolutamente
inconcebible: “7.En este mundo se han presentado muchos seductores, que no
reconocen a Jesús como el Mesías venido en la carne. En eso mismo se
reconoce al impostor y al anticristo.” (2 Juan 1:7).
Las actividades diabólicas pueden dividirse en dos grupos: ordinarios y
extraordinarios. La actividad ordinaria del diablo es cuando incita a una
persona a pecar y constantemente la atormenta con tentaciones. Toda
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persona humana, durante su vida experimenta esta clase de tentaciones del
diablo. Nuestro Señor fue tentado por satanás en el desierto. La Enciclopedia
Católica, sin embargo, que “no todas las tentaciones tienen origen diabólico”
(p. 173). En otras palabras, uno nunca debe excusarse diciendo: “El diablo me
empujó para que lo hiciera”.
Las actividades extraordinarias son de carácter más intenso y debilitante, se
dividen en 3 tipos:
1. Infestación Local: Se da cuando el diablo infesta un objeto, un animal o
un lugar para aterrorizar o hacerle daño a una persona. Por ejemplo,
Santa Faustina Kowalska, afirmó que una noche había sido abordado
por varios perros salvajes que le amenazaron de muerte por haber
salvado muchas almas del infierno (Diario de Santa María Faustina
Kowalska pg. 159 (320)).
2. Obsesión diabólica: (Infestación personal). Esto ocurre cuando el
maligno concentra gran parte de su ataque a una persona. Nunca puede
ganar la posesión total sobre el intelecto y la voluntad de la persona a
menos que se le otorgue esta facultad. La obsesión puede manifestar
una tentación extraordinariamente fuerte al pecado grave / mortal.
Muchos santos han experimentado esta forma de ataque incluyendo a
San Padre Pío, San Juan María Vianney, y Santa Gemma Galgani.
3. Posesión diabólica: La posesión diabólica total ocurre, cuando el diablo
invade el cuerpo de la persona y ejerce un control completo sobre las
facultades de la persona, “manipulándola como un títere” (pág. 173). El
poder del Diablo es, sin embargo, restringido sólo al cuerpo, ya que no
puede invadir o tomar el control del alma, el intelecto, o la voluntad de la
persona.
Debido a que el diablo y los demonios son espíritus
y no están limitados por el tiempo y el espacio, como los seres
humanos, pueden poseer un ser humano o también al mismo tiempo, el
diablo podría apoderarse de varios seres humanos en todo el mundo al
mismo tiempo. Como se expresó anteriormente, el diablo tiene una
repugnancia fuerte para todo lo sagrado y muy a menudo actúa
insólitamente para mantener al individuo alejado de todo lo que tenga
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que ver con la presencia de Dios, los sacramentos, el uso de artículos
sagrados o de lugares bendecidos.
VII ¿QUÉ Y QUIÉNES SON LOS OBJETIVOS DEL MALIGNO?
"Si usted quiere saber lo que es más sagrado a Dios, sólo tenemos que mirar
lo que es el más atacado!”. Expresión cristiana tantas veces repetida, tiene
mucho de verdad. Sin embargo, la pregunta más concreta es “¿Qué es lo que
más ataca el diablo?”. Al abordar nuestra cultura moderna, la respuesta rápida
a esta pregunta puede ser la sexualidad humana, la santidad del matrimonio
cristiano entre un hombre y una mujer, y la santidad de la vida humana desde
la concepción natural a una muerte natural. Esto se tratará con mayor detalle
en nuestra última clase en La Guerra Espiritual en el mundo de hoy. Gabriele
Amorth, en su libro “Un exorcista cuenta su historia”, San Pablo, 1999”,
menciona varias cosas que el diablo con frecuencia ataca con sus poderes,
así:
• El consumismo occidental: el dinero y el poder tienen prioridad sobre la
dignidad de la persona humana, sobre otras personas y sobre nuestra
fe. A menudo esto se ve en un abandono total de los sacramentos y de
la Santa Misa. El factor ‘beneficio’ es lo más importante en la vida, a
pesar del abandono y el abuso de los pobres y de las familias en el
mundo entero.
• El Secularismo: Es la separación total de la religión en el ámbito privado,
la cual es olvidada y completamente ignorada e incluso perseguida en
muchos países. La aceptación errada del secularismo conduce al
relativismo o a la creencia que no hay verdad objetiva, aparte de mis
opiniones o deseos. Y en última instancia conduce a vivir una cultura de
muerte, en la cual un grupo de personas resuelve aniquilar a los que
consideran que no son aptos para vivir o porque viven en condiciones
infrahumanas, solucionando dicho problema con la muerte, como lo hizo
Caín con su hermano Abel (Gen.4:8).
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• Brujería/Wicca: La proliferación de libros, manuales y materiales de
lectura sobre la brujería y la Wicca en la mayoría de las librerías debería
ser alarmante para nosotros, pero esto se ve cada vez más como una
práctica de fe legítimamente aceptable. El Catecismo de la Iglesia
Católica señala que este es un pecado grave / mortal contra el primer
mandamiento (CIC # 2110- 2117).
Matt Baglio, en su libro El Rito, señala: "De acuerdo con una encuesta
de la identidad religiosa de América. Wicca creció en los Estados Unidos
de 8.000 miembros en 1990 a más de 134.000 en 2001 (el año 2006,
ese número se decía que había aumentado a más de 800.000). Baglio
señala que sólo en Italia se estima que "más de 500.000 personas al
año ve a un exorcista" (p. 6) debido al aumento dramático en los cultos
satánicos en Europa occidental en la última. Actualmente se estima que
hay más de 8.000 sectas satánicas con más de 600.000 miembros sólo
en Italia (Baglio, 16).
•
Espiritismo de la Nueva Era: Frecuentemente se da cuando se combinan
prácticas orientales o del mundo y se construye su propia religión / fe,
que para satisfacer sus propias necesidades. En realidad, esto es
generalmente una fe basada en torno a su ego. La participación en las
creencias de la Nueva Era es una invitación a la actividad demoníaca,
incluso cuando se hace sin saberlo, (ver: “Jesucristo Portador del Agua
de la Vida”. Una reflexión cristiana sobre la "Nueva Era", del Consejo
Pontificio de la Cultura
y Consejo Pontificio Para El Dialogo
Interreligioso,
2003.
(http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/interelg/documents/rc_pc_interelg_doc_20030
203_new-age_sp.html)
• La negativa a cambiar / corazón endurecido: Muchas veces en el
Evangelio, el Señor estaba decepcionado por la terquedad de la gente.
Este "endurecimiento" del corazón rechaza el perdón, repugna lo
sagrado y un rechazo inflexible a someterse a Dios. Esto a veces se
manifiesta en un gran cinismo de la "religión organizada" o lo que se
percibe de la iglesia institucional. A menudo esto conduce a la
aceptación de blasfemias y un rechazo total de Dios y a la Iglesia misma.
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Esto se ve con frecuencia en los círculos académicos a nivel
universitario y muy a menudo en las universidades católicas también.
• Asociación con lugares y prácticas oscuras: Es evidente que la
exposición continuada a lugares malos (clínicas de aborto, casas o
lugares donde se realizan prácticas de abuso sistemático, etc.), o
practicas malas (uso de droga, exposición a la pornografía y
promiscuidad sexual, frecuentar lugares donde se hacen rituales
diabólicos), debilita la voluntad y permite que la persona sea susceptible
de caer en las tentaciones y sucumbir a los ataques del demonio. Por
esta razón, es de gran beneficio espiritual, tener su casa, artículos, y los
niños bendecidos. Además, las influencias negativas de los medios de
entretenimiento entran en esta categoría de contaminación.
Estos lugares, prácticas y hábitos trabajan para insensibilizarnos a las
tentaciones, que de otro modo, bajo circunstancias normales, reconoceríamos
y evitaríamos. Más que nunca, el maligno ha trabajado en el control de la
humanidad por medio de prácticas lentas, constantes y sutiles en lugar de
formas aparentemente inmediatas y ofensivas.
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