36 Observaciones brecogió mas de temor. Por la mañana quité el tumor del angula del ojo, de todo lo largo de la nariz, y del borde de la orbital separé en toda la circunferencia todo lo que llenaba el seno maxilar y en la orbita, sin separar del fondo lo que en él estaba muy adherente, reservando el hacerlo para otra vez, no queriendo fatigar demasiado al enfermo, que no dexaba de perder bastante sangre, de la qual parte le caía a. la gargama. Estas ultimas operaciones comenzaban él ponernos en estada de recenocer los grandes desordenes que ha .. vía en todas extas partes, pues me facilitaron percibir que todo lo que formaba las paredes de la nariz y de laórbita, y todo el hueso maxilar, estaba enterarneute destruido. Algunas horas despues sobrevino otra hemorragia, la que no pude de¡ te.. ® Biblioteca Nacional de Colombia , de Cirugla: ~7 (ener sino bolviendo a curar al enfer~ mo enteramente; y la detuve con lo! estipticos. Despues de este instante el enfermo quedó en un abatimient() excesí vo , mas porque se ha vía asustado, que por la cantidad de sangre que havía perdido: el que era fuerte y vigoroso, y que se havia levantado siempre quando se le curaba, y quando havia alguna operacion, que hacer, DO havia salido de su' cama desde el dia de la ultima Junta. El once por la tarde le sobrevinieron vomizos.y xursos ~ Y"por la noche frio y calentura; y el trece mur.ió._: El dia siguiente de ha ver muerto examiné la enftrmedjd:~'¡evanté tb,da la piel que cubria la cara, y saqué el ojo separandole del fondo de la orbira , la que encontré toda destruida y sin, consistencia; y tarnbien la vasa del craneo de este lado. Jntroduciendo el dedo a lo largo del nervio op® Biblioteca Nacional de Colombia 38 Observaciones optico , quedé muy sorprehendido al. ver que entró sin resistencia en el celebro, de donde se evaquó una gran cantidad de materia purulenta: todo lo restante de los huesos de la nariz; del maxilar, y del pomuJo estaban. destruidos ; todos los senos los encontré llenos de las escrecencias carnosas hasta el angula de la oreja; ti... nalrnente todo estaba destruido, do modo que entre todas estas masas carnosas se percibia Un cisco. de hueso que era se ñal de la destrucción total de las partes, asi carnosas coma sólidas, Refiexiones hechas acerca de todos _ estos horribles destrozos. y á sea que su causa fuese escor-e butica, 6 venérea, i qué se podia ha-' cer en el estado en que.se hallaba el enfermo? iLos remedios q.ue se huVle- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 39 vieran hecho contra una ti otra de estas enfermedades, huvieran podido aprovechar en el caso de destrucción en que estaban todas las partes? No. Tendré pues razon en concluir, que quando los malos fermentos, de qualesquiera naturaleza que sean, están mucho tiempo sin declararse y sin darse el conocer por sus caraétéres propios. se manifiestan regularmente por accidentes siempre tan funestos los enfermos. quanro no están eSlOS virus en estado de apaciguarlos ~ y mucho menos d ' destruirlos. a o B S E R V A e ION BXTIRPACION Polipe, L Polipo E VI. DE es una enfermedad 'UN tan- to mas dificil de curar ,quanto esmuy dificultoso y aun muchas veces p im- ® Biblioteca Nacional de Colombia 40 Observaciones imposible quitar todas las ratees; 'f las diferencias que se advierten todos los .dias entre sus varias especies, diferencias que vienen de su natura-, leza, de su volumen, de su figura, y de los parages en donde están ag~ri rados, hace que no se pueda dar, regla cierta acerca del modo de Cll-, rarlos, Las observaciones solo pue~ den dar algunas ideas los que las leen : et talento del Cirujano es el que le debe guiar en las ocasiones, .y die; tarJe el modo de gobernarse. Voy el. dar algunas observaciones para, juntarlas el las que se han dado ya , que podrán darse al' Público .acerca de esta materia. En el mes de JuHo de I72s;Calj: los Delanoix , de edad._ de treinta años cerca de ellos, fue recibido en la Caridad. ,Tenia en la nariz izquierda un Pólipo que la llenaba enteramente, el qual estaba -,¡ldherid~'a, I~ á o o mem .. ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 4r mernbrana pituitaria encima de la lamina esponjosa inferior, y al techo que forman juntos. el hueso maxilar y el del paladar en la parte inferior de la cavidad de la nariz. En 18. meses que havia que este Polipo comeozói manifesta rse ha. via crecido tamo. que empujaba en la otra nariz el septo que las separa; de modo que el ayre 00 pasaba por ella sino con trabajo; y estando la la. mina esponjosa inferior echada -contra el ála de la nariz, no perrniua que se evaquaseo las )¡r,grimas en la nariz; y asi ellas hinchaban el saco lacrimal. y refluían por los punros lacrimales. Estando preparado el enfermo con, muchas sangrias, y la dieta de algu-, nos días, lo hice sentar en un lugar muy claro para hacer la operacion. No podia introducir cómodamente C'Q Ja nariz las pmza , agujereadas, D2 a ® Biblioteca Nacional de Colombia 42 Observaciones el causa de la adherencia que tenia el Polipo del lado de la ala de la nariz: para conseguirlo, corté, esta adherencia con un bisturí; entonces conduge Jos dos brazos de la pinza lo mas adelante que pude, uno al lado del septo que separa las narices, y otro' por el lado del ala. Solo pude sacar entonces una pequeña porcion del Polipa, porque estaba blando, y se rompia facilmente: bolví él meter las pinzas, y quité en diferentes veces una parcia n del tamaño de una castaña poco mas menos. El ayre no pasaba rodavia , de donde inferia que no estaba todo quitado ; introduge el dedo , y sentí que la raíz del Polipo estaba agarrada al lado del vorner encima del techo carnoso que termina la boveda del paladar. No pude quitar mas con las pinzas, y asi dexé sosegar al enfermo: pero no queriendo dexar la operacion irn- ~ o ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia. 43 imperfeéta , 10 que la huviera hecho casi inutil , mediré pasar un sedal por la nariz, para destruir con la supuracion lo que no havia podido quitar con la operacion ; y aunque no huva hemorragia considerable, sin eme bargohice sangrar otra vez al enfermo. Para poder pasar el sedal, mandé hacer unas pinzas agujereadas, muy planas, medio corbas , y que tuviesen unas quatro pulgadas de largo desde el clavo hasta la extremidad de los brazos, y con estas pi nlas quité todavía un pedazo de Po. lipa. El sedal estaba compuesto de dow ce ;l quince hebras de algodon, y para pasarle me le até el la extremidad del dedo índice de la mano izquierda, de modo que se podia desatar con facilidad: introduxe en la nariz las pinzas hasta el techo carnoso que termina lí# D3 bo- ® Biblioteca Nacional de Colombia 44 Obseruaciones boveda , llevé irnmediatamerite el de~ do con el sedal al fondo de la boca detrás de la campanilla, lo mas arriba que pude, y empujando con la otra mano las pinzas al encuentro del dedo, forcé p:Ha llegar él la porcion del Polipo que havia allí todavía, y agarré el sedal por el nudo que havia en él ; Y sacando entonces las pinzas, hice salir una extremidad del sedal por la nariz, al mismo tiempo que la otra salia por la boca. ( La extremidad del sedal que sale por la boca es algo incómoda, pero en menos de dos dias el enfermo 'Se acosturnbró ella.) Despues tiré por mañana y tarde el sedal por la boca, haviendo cubierto antes con un digestivo la porción que debia quedar en la nariz; y temiendo que al tiempo de tirarle ofendiese el techo carnoso que termina el paladar • introducia mas allá de este septo al lado de la a a cam- ® Biblioteca Nacional de Colombia l de Cirugia: 4S campanilla, el dedo Índice que servia de polea al sedal: además de esto hacía de quando en quando inyecciones por la nariz con agua de cebada, y metía por ella muy adelante un lechino tambiencubierto de digestivo. Esta curacion duró veinte dias, y ocasionó una supuración muy grande: quando ella huvo destruido 10 restante del Polipo, lo que conocí en la libertad con que pasaba el ayre y las inyecciones, quité el digestivo. y lesostituí un agua desecante en donde entraba la caparrosa y el cardenillo: hacía inyecciones con ella, y rnojaba el lechino y el sedal , el qual havía hecho de un volumen mas grueso. Finalmente al cabo de un mes el enfermo salió de la Caridad, al parecer enteramente curado. Hay apariencia de que el Polipo no repoluló, porque des pues no he tenido noticia de este enfermo. D4 Re- ® Biblioteca Nacional de Colombia Refiesiones, El sedal podrá tener las mismas utilidades, quando el Polipo se halla adherente i la parte superior de la bóveda ácia el hueso de la nariz, pues servirá para conducir lechinos cubiertos de medica memos, atandolos él él. Tambien será muy mil el sedal, si ¡} la extracción del Polipo se sigue grande hemorragia: en este caso la sangre que cae a la garganta, excita una tos y un escupir continuo, que es muy incómodo para el enfermo; porque quan .. tos mas esfuerzos hace, mas sangre arroja, y esto embaraza al Cirujano, y le impide hacer lo que conviene para detener la sangre. El objeto principal es pues impedir que cayga la sangre en la garganta, 10 que es facil pasando el sedal con dos lechinos. el unoseco, y el otro mojado en agua. tS- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 47 estiptica, y tirandole por la nariz. (Es. to se puede hacer muy pronto.) El primer lechino seco qHe sigue necesariarnente tirando el sedal por la nariz, cerrará el paso en el fondo de ésta, y la sangre no caerá mas a la garganta: tirando mas el sedal, es.e primer lechino llevará los coagulos que están en la nariz, y el segundo que está atado una pulgada del primero, y mojado como acabo de decir, haviendo llegado al parage en donde el Polipo tenia su adherencia, a podrá detener la hemorragia. OBSERVACION VII. EXTIRPACIO,V DE UN POLIPO de otra naturaleza. AY Polipos H que son de tal naruraleza.que independentemen' te de la imposibilidad que hay de arran- ® Biblioteca Nacional de Colombia 43 Üb sersut ciones arrancarlos, res("leéto de su figura, no me atreveria aconsejar el intentarlo, atendiendo i la grande hemorragia que se puede temer si se arrancan. Hablo de aqueltos grandes polipo,> escirrosos , cuya raíz es las mas veces muy ancha, y que son tan duros en Sil raíz como en su cuerpo: sin embargo, el enfermo pide socorro. respeélo de que su enfermedad se aumenta, y teme con razon que envejeciéndose se haga incurable. Si el Cirujano resuelve intentar la curacion de uno otro modo, debe antes hacer un pronostico que ponga:l cubierto su reputacion , y la de la Cirugía. pues suponiendo que con-: siga la curación '1 la recidiva es siempre de temer. En la especie de que hablo. si se aventura i hacer la extirpa cían. necesario hacerla sin viol encias , y si el Poli po se resiste dem asíado , es a u es pre- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 49 preciso contentarse con cortar 10 que se pueda 1 y hacer despues supurar lo que no se haya podido cortar. En el mes de Julio de 1726. Santiago:::: haviendo venido de treinLa leguas de París. se presentó en la Caridad para que se le recibiese, Havia dos años que tenia en la nariz izquierda un Poiipo de naturaleza escirrosa, 'el qual llenaba toda esta nariz , y salia en parte fuera de ella alargandose una porcian en forma de hongo, del grueso de una nuez : ade~ más de esto se exrendia del lado de la garganta. en donde formaba, 'de-' tras de la campanilla y encima de la bóveda carnosa del paladar, un tumor del tamaño de una camuesa. Este volumen echaba ácia adelante la boveda carnosa del paladar, de modo que la campanilla estaba a nivel de la tercera muela. Al enfer mn le costaba bastante trabajo el hablar, y' mas ® Biblioteca Nacional de Colombia -50 Obscruaciones mas todavia el tragar; pues además de que la lengua no tenia su juego libre, el tumor cerraba el fondo de Ia boca, impedía el paso de los ali- e mentes. La figura que acabo de descri .. la extirpación , pues el Polipo estaba mas grueso en sus extremidades que en su centro : sin embargo, despues de haver preparado al enfermo con dos grandes sangrias, emprendí el curarle haciendo ... le la operacion, Para esto agarré con los dedos la porcian que salia por la nariz, y ti~ randola quanto pude sin arrancarla,' pues no pensé en esto, la corté en la nariz lo mas arriba que pude. P0í Ia dureza de esta porcion , que tenia la misma consistencia que las glatl'; dulas escirrosas, pude hacer juicio de la dureza y naturaleza de lo restante del Poli po: salió poca sangf.e" y vir se oponía a la ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. SI la detuve con solo un rapan de hilas, Antes de acometer él la parte que se presentaba en el fondo de la boca, quise saber si estaba muy adherente; para eseo , introduge en la boca los dedos indices por los lados, la abracé y la tiré con fuerza: no se separo, y, asi tomé el partido de cortarla lo mejor que pudiese. Estuve tentado do hendir la bóveda carnosa del .paladar al lado de la campanilla, como. Jo aconsejan algunos Autores, pero esta boveda estaba echada adelante en la boca por el tumor, de modo que hacía un angula recto con la parte antetior del paladar, por lo qual pod ia incomodarme menos en la operación que pensaba hacer; y asi no la hendí. Metí desde Juego unas tixeras medio corbas en el fondo de la boca, y haviendo colocado las ojas lo mas arriba que me fue posible, una en la parte anterior del turnar, entre él y l:J ® Biblioteca Nacional de Colombia S2 Observaciones ~a campanilla, la otra en la parte p05~ terior, de modo que le abrazaban una buena parte, acomodé el dedo índice de la mano izqnierda en la parte lateral derecha, tanto para sostenerle impedir que se escapase de las tixeras, como para empujarle entre las ojas al tiempo que las cerrase. Siendo el volumen del tumor demasiado considerable , no podian abrazarle enteramente las tixeras ; y asi tuve que coro! tarle en tres 6 quatro golpes que dí sucesivamente sin sacarlas.empujando siempre COII el dedo índice el tumor entre las ajas de las tixeras \ las que apenas podian cortarle, porque era de una consistencia casi tan dura como la del tendon de Achiles. El pedazo qlle quité era del tamaño de tina castaña gorda; y asi , esto no pudo hacerse sin fatigar mucho al enfermo, el qual daba fr eqiientes arcadas, no obstante el cuidado que tenia de no e [0- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia. 53 con el dedo en la raíz de la lengua. Salió bastante sangre; pero haviendo dexado sosegar al enfermo por algunos minutos, en este tiempo se desahogó un poco el tumor, llevé con el dedo índice y el de enrriedio una compresa de un tamaño proporcionado, mojada en agua estiptica y exprimida, la apoyé en el parage cortado, y la sostuve alli por un medio quarto de hora; pero esto no hizo mas que disminuir la hemorragia, y .detener su fuerza: el enfermo no pudo aguantar mas tiempo esta postura, por razon de la gana que tenia de escupir: tambien le sobrevino un desmayo, y fue preciso echarle en un colchan, cerca de la lurnbre , en donde estuvo casi dos horas; y allí escupió todavía como unas tres tazas de sangre con mucha saliva. tocar El ayre no pasaba todavia por las ® Biblioteca Nacional de Colombia 54 Observaciones las narices, aunque el Polipo solo ocupaba el lado izquierdo; pero esta nariz estaba tan llena, que todo el septo que separa las dos narices estaba echado contra el ála de la nariz derecha, de modo que el ayre no podía pasar por ella. Dexé decansar al enfermo cinco (, seis días, para que pudiese recobrar algunas fuerzas; lo que consiguió con bastante prontitud, porque tragaba mucho mejor que lo havia hecho mas hacía de un año. En este intervalo de tiempo, la porcion de Polipo que estaba apretada y comprimida en la nariz, antes de la operacion , salió en parte de la nariz, y reemplazó detrás de la cam .. panilla la porcion que havia-quitado, de modo que me ví precisado hacer la misma maniobra. Esta vea trabajé algo mas cómodamente que la primera, porque el tumor no te- a nia ® Biblioteca Nacional de Colombia . ae1 C'wug.za'o 5S nia tanto volurnen ; y asi.Ie corté hasta cerca-de las apophises pteriguydess huyo hemorragia como en la prirnera vez, y detuve la sangre del mismo modo. El enfermo quedó aún mas devil ; por lo qual le dexé descansar IJOOS ocho días: trazaba con bastan'" te facilidad, pero todavía no respiraba por las narices. Después de este tiempo me pareció que estaba en disposicion de acabar de hacer la extracción de lo restante del' Polipo, tanto mejor quanto no se presentaba nada detrás de la campanilla. No hallandose tan comprimida la porción del Polipo qlle estaba en la nariz. pude reconocerle, Jo que no havia podido hacer haSlaentonces. Para reconocer bien la raíz y el lugar a donde estaba adherido, introdúgc por 'la nariz un gancho, con el q!J31 k agarré para asegurarle; después introduge el dedo indice de la mano E IZ- ® Biblioteca Nacional de Colombia 56 Observaciones izquierda detrás de la campanilla en donde tocaba lo restante del Polipo, le tiré un poco con el gancho, y con Ia extremidad del dedo reconocí que no estaba adherido al 'vomer, ni al techo carnoso, sino la parte lateral cerca de las apophises pterigoides, esto es, él la pa rte posterior de las laminas esponjosas inferiores. Saqué el gancho, y para enterarme todavía mejor me governé de otro modo: introduge por la nariz un estilete grutso, lo mas adelante que pude lo largo del septo de la nariz entre éste y el Polipo, después llevando el estilete al rededor del Polipo por encima y por debaxo , reconocí rarnbien por este medio su adherencia él la lamina esponjosa inferior. Estando la nariz bastante' ancha para que pudiese entrar el dedo en ella córnmodarnente hasta el Polipo , llevé él un gancho, y con el dedo índice de a a a la ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. S7 la mano izquierda introducido al lado le fixé en una parte firme del Polipo ; sostuve el mango del gancho en la palma de la mano con los otros . dedos, introduciendo con la mano derecha unas tixer as rectas en la nariz, hice de modo, siempre con la 3)Tllda del dedo l]tle estaba dentro, que puse las hojas de las tixeras una encima del Polipo y otra debaxo , y corte lo mas cerca que pude de la larnina esponjosa inferior. Desde el primer golpe de tixera sentí , tirandq el gancho, que el Polipo estaba menos fixo en su lugar; y asi le tire mas , y llevando las tixeras mas a de Iante, corté siempre lo mas cerca qlle pude de la lamina esponjosa, y de es .... te modo en tres quatro golpes de tisera corté la ma yor parte del Poli ... po, la que saqué agarrada al gancho. Salió bastante sangre, y la que caía él la garganta , y que el eufer- e o E 2 mo ® Biblioteca Nacional de Colombia 58 Observaciones a mo escupia cada instante ~ me hizo conocer que el paso estaba libre. Parece que desde luego devia haverlo conocido en la libertad q.ue tenía el enfermo de respirar por la nariz, mas bien que en el paso de la sangre a la garganta, pues este es el signo que dan los Autores para conocer la libertad de la nariz; pero me pareció en aquel instante que un enfermo en semejante estado solo piensa en escupir la sangre que sale, y que la costumbre que tiene de abrir continuamente la boca para respirar, subsiste todavía y sobrepuja todo otro cuidado. Desde luego pensé en impedir que cayese la sangre la garganta con la ayuda. del sedal de que he hablado en la observacion antecedente: pa ra esto aseguré al rededor de mi dedo indice de la mano izquierda un sedal bastante fuerte. y de una tercia de largo, en medio del qual a a ha- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia. S9 havía atado fuertemente dos gruesos lechinos, uno seco, y otro mojado tn-:agua estiptica, y exprimido. Introduge en la nariz, casi hasta el vorner , unas pinzas corvas hechas expresamente pana' esto; despues, lle ... vando con prontitud el dedo con el 'sedal 'detrás de la campanilla ácia el Jfondo de las narices, empujé la¡ pin- 'zas a I encuentro del dedo, agarré el sedal por el nudo, y sacando las pie .. 'zas hice salir por la nariz una de sus 'extremidades. Dexé todavia que escupiese el enfermo. después tira ndo el sedal por la nariz .. con el dedo indice de la mano izquierda conduge el primer lechino que estaba atado len él; este lechino salió por la na .... riz , y conduqe el segundo hasta el -estrecho , entre el vomer y las apophises pterigoides ; y de este modo 'cerré el paso, y la sangre no cayó mas á la garganta. Entonces no me 1. E3 fue ® Biblioteca Nacional de Colombia 60 Observaciones fue dificil el detenerla; 'pues no hice otra cosa que meter en la nariz uno dos lechinos de hilas, y la sangre lardó en cesar de salir: sin duda que el coagulo que se hizo entre los dos lechinos. fue lo que la detuvo. La. humedad que se evaquaba en la nariz, de los diferentes senos qUI! la rodean, mojaron poco el poco el aparato, de modo que el dia siguiente me pareció que le podia mudar sin temer que se ocasionase hemorragia. Quité Jos lechinos que tapaban la nariz, y ton ellos salieron algunos coagulas de sangre corrompida: con el sedal, que tiré por la nariz, saqué el lechino que cerraba el paso de la nariz el la garganta, y el ayre pasó libremente, Inyecté por la nariz agua de cebada para lavarla, y el agua u no ¡ pasó muy bien. Como estaba persuadido que quedaba todavía una pequeña porción del ® Biblioteca Nacional de Colombia 61 de Cirugia. del Pólipo adherida a la membran~ pituitaria en la lamina esponjosa inferior, me pareció devia hacerla supurar ; y para esto ataba por mañana y tarde ;l la extremidad del sedal que salía por la nariz. un lechino de un tamaño conveniente , cargado censurnptivo , y tirando el sedal I'a boca, conduela el lechino, entraba de por <lue por la nariz, al lugar de su destino. Por mas de tres semanas me sirvio el sedal, el que alargaba segun la necesidad para, llevar los medicamontos convenientes ; después de este tiempo me contenté con hacer freqííenternenre inyecciones desecantes, ya los dos meses de ha ver entrado el enfermo en el Hospital salió curado. D~splles de Su curacion no le he buelto el ver , y esto me hace creer que su mal (JO ha repolulado, OB® Biblioteca Nacional de Colombia Ji 62 Observaciones ~I il OH SER V ACION. VIII. 1I , I -FRACTURA mandibula DE inferior. LA L AS grandes contusiones y las sacudidas violentas de todo el' cuerpo ocasionan en él tal desorden, que el Cirujano debe suspender su pronostico, aun quaudo la herida que' J as acompaña algllnas veces parezca' ser de poca con-ideracion, El 19. de M1YO de 1725. llevaron la Caridad un muchacho de 10. 12. años, que el dia antes havia a a recibido en la barba una coz que le dió un caballo, de la qual cayó de espaldas, y perdió el conocimiento. Le havian curado irnrnediata rnente , pero no le havian sanp rado ; y me digeroll que tenía fracturada la maudibula in- ferior. Le- ® Biblioteca Nacional de Colombia dé Cirugía. 63 Levanté to, encontré bien hecha, en tao buen ,to, que me el aparato que tenia pues.' que la reducción estaba y las piezas se hallaban estadio a la vista y el tacparedó no devia deseo mponerlas para reconocer la extensioll de1a fraélura: no se veía en la p;;(.['te enferma sino una simple contusion ligera, Y' a .un dedo del symphisis de la harba en el lado izquierdo, una pequeña herida que el Cirujano hav ia reunido, y se halló curada al tercero dia. Bolví ;l curar la fraétura segun arte, e hice sangrar al enfermo irnmediatamente, aunque no tenia jnflamacion,hiochazon, ni calentura; y le puse en una dieta convenieote. Durantt: los cinco primeros dias despues del golpe, me pareció que podía e~:tártranqllilo en 'quanro al suceso; pe ro a I sexto sobrevino IJ na calentura lenta, y el muchacho sin~ió dolores por todo el cuerpo. Se le, san- ® Biblioteca Nacional de Colombia 64 Observaciones sangró cinco veces en tres dias , y la sangre formó costra ñogistica O. in-' :fiamatoria. Si las cinco sangr ias se le huvieran hecho en los tres primeros dias ames de los accidentes ~ tal vez; no hu vieran sobrevenido estos • . El dia doce amaneció el muchacho hinchado hasta las puntas de las. extremidades, y murió el quince despues cel golpe ~ sin embargo de todo! los socorros que se le administraron. Abrí el cada ver , y encontré en la vasa del hueso maxilar, dehaxo de la cicatriz de la pequeña herida de que he hablado, una fractura oblioua con una pieza de hueso que estaba casi separada, pero se havía quedado en su lugar: encontré otra fraétura obliqua en el ángulo de la mandíbula del mismo lado, que se extendia desde la raíz de la apophisis coronoides hasta el cuello que sostiene el condilo , el qual estaba sepa- ra- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia. 65 rado por- esta fractura sin que las piezas se huviesen descompuesto. En cada fraétura encontré algunas gotas de pus entre Ias piezas fracturadas. Además de esto havía en el pulrnon muchos pequeños absce~os: en la cabeza no encontré Rada que se pudiera sospechar ser efecto de la caída que ocasion6 el golpe. i A qué se atribuirán los dolores que navía semido el enfermo en todo el cuerpo, la calentura continua, .10s ab~cesos en el pulmon, y la muerte"? Será el un refiuxo de materia.les purulentos que huvlesen buellO a entraren la sallgre~ iSeráa la commocion del celebro en conseqüencia de la qua' el muchacho havía perdido el cono~imiento en el instante del golpe'? Nadie duda que la sacudida de todo el sistema nervioso puede influir en la ca lidad de los líquidos, Y que influye tambien en las entrañas, yá t. ® Biblioteca Nacional de Colombia 66 Oh.fervacf011es yá sea produciendo eretismo en 10$ vasos, qtJe es un movimiento convulsivo ; yá relaxando el resorte de sus fibras elasticas , que es una especie de paralisis; enfermedades diferentes que se oponen igualmeote a la libertad de la circutacion. Me parece que el medio mas seguro de precaver todas estas cense-qíiencias funestas en casos poco mas menos semejantes, es hacer prontarnenle sangrías copiosas en quanto lo permitan las fuerzas: con ellas se puede precaver la inñarnacion que amenaza el la parte que recibió el golpe~ y que puede ser segui~a de supuraciones, ti de refluxo de materiales purulentos; y con ellas se pueden precaver también los desordenes que la sacudida del sistema nervioso puede. ocasionar en las partes. Yo he visto fraéturas muy considerables, que con las sangrías copiosas se han curado sin ó o ® Biblioteca Nacional de Colombia , de 'Cirugía. sin el menor 67 accidente. o B S E R V A e ro N TUMORES IX. CANCROSOS. Q uando se hace segun reglas del Arte la eXlirpacion de un - tumor cancroso en el lavio , puede esperarse la curacion de la herida, pero no se puede asegurar que 00 bolverá el tumor. En el mes de Mayo de 1727. se presentó en la Caridad un enfermo de edad de 50. años: tenia en medio del lavio inferior un tumor cancroso del tamaño de una aveüaua , que hacía tres afias que empezó manifes. tarse por un granito, al qua] aplicaron desde Juego vitriolo para consumirle, despues le Cortaron nivel de la piel muchas veces, y siempre bolvió él brotar. Pregunté al enfermo para sa- a a. ber ® Biblioteca Nacional de Colombia 63 Observaciones ber si havía en él algun fermento ve .. nereo que fuese parte, y no me confesó nada por donde lo pudiese sospechar. Hice juicio que era necesario quitar el tumor cortando por la parte sana ; y después de haverle quitado, hice la costura como se hace en el pico de liebre, y en seis días se curó el enfermo, y se bolvió a su país. El r 5. de Septiembre del mismo año bolvió París: su mal no havía reproducido, y el lavio estaba sano, pero tenia debaxo de la barba un tumor cancroso , redondo, y tan ancho como una pieza de diez reales , en medio del qua! se levantaba una erninencia del tamaño de media nuez, que arrojaba algun pus; y este tumor era casi indolente. Me pareció de la misma naturaleza que el primero que havía quitado , y como le havía curado con la a ex- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia, 69 extirpacion , me prometí que emplean; do el mismo medio lograria igual suceso. después de lo qual se podría procurar el corregir un vicio que no era solamente un vicio Iocal, sino que visiblemente residía en el todo de la Jympha, pues se havía formado un rumor de la misma naturaleza en otra parte. Despues de haver empleado Jos remedio" generales, quité el segundo {umor , y encontré el hueso de la maudibula inferior car iado desde el symphisis de la barba hasta una buena pulgada de cada lado. Usé del Etiope mineral, y de las tipsanas desecantes. con dictamen de Mr. Re. neaulme, Medico de Quanel en la Caridad, pero fue ea vano; pues la herida no pudo jamás (amar una buena figura, y él los quince días bol vieron el brotar los fungos mas que nunca; ]0 que en menos de un mes hizo un tu- ® Biblioteca Nacional de Colombia 70 Observaciones tumor espantoso por su figura y su olor. La debilidad postró poco el poco al enfermo, de modo que al cabo de seis semanas murió, sin haver semido casi nunca dolor, sino es en el instante de la operacion. OBSE SOBRE R V ACION X. EL MlSMO ASUNTO. Fines de Septiembre de 1727' vino verme el R. P. Petir, Agustino Recoleto: havía un mes que tenía un tumor duro, ancho, y redondo como un peso duro , que ocupaba desde la barba hasta la garganta, precisamente en el medio de este pa rage: este tumor estaba fixo y poco dolorido , pero incomodaba por la compresión que hacía en esta parte embarazando el [ragar. A a La ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia. 71 La dureza del tumor, que no se parecía en nada al ñernon , me hizo sospechar que podía muy bien ser cancroso , y con tanto ma y or motivo quanto en el mes de Mayo antt:cedente, un Cirujano de la Rochela havía quitado a este Padre un tumorcillo cancroso del ángulo del. labio inferior. Le aconsejé se sangrase pos veces, y aplicase al tumor caraplasmas emolientes. contando con bolverle a ver des pues de algunos días, Consultó con otros muchos sugetos, y los díctarnenes fueron diferenres; le impidieron que se sangrase, y le hicieron que se pusiese cataplasmas y emplastos madurativos, prometiendole C;lle se cur ar ia en ocho dias ; lo que no se verificó. El tumor se- abrió en su parte inferior, y se hizo un agujerito por donde salía sanie en bastante abundancia. Enronces le propusieron ampliar la abertu- F fa ® Biblioteca Nacional de Colombia 7~ Observaciones ra del tumor, pero no lo quiso consentir; y bolvió el. verme el 25. de Noviembre. Encontré que el volumen del tumor era poco mas menos el mismo: sondé el agujerito , y llevé el estilete casi hasta el hueso maxilar, DO por debaxo de la piel del lado de la barba ~ sino por detrás de la dureza, de modo que el estilete parecía que iba á parar debaxo de la lengua, al lugar en donde está el frenillo ; y al mismo tiempo me dixo el enfermo 'que sentía cierta desazón en toda la cabeza exteriormente, sin poder decir de positivo qué era, ni en dónde, lo que le hacía mal. La semejanza de este tumor con aquel de que he hablado antecedentemente, confirmó mis sospechas; y acabando de llegar este Religioso de una Ciudad rnar itima , hice juicio que un humor escorbutico podr ia ser muy bien la causa de su enfermedad, y manteuer!a. No o ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cit·ugia. 73 No tuve por conveniente ampliar la abertura, respecto que la que se havía hecho por sí estaba en la parte declive. Y daba una salida libre la sanie. Le aconsejé aplicase al tumor el emplasto Divino solamente 1 Y para corregir el vicio que sospechaba, me pareció que podria serle util el I,lSO de los aotiescorbuticos. fue el verse con otro Cirujano, el qual le prometió también una perfeéta curacioo ~Q quince dias , y no hizo mas caso de mi diétamen que el que havia hecho la primera vez. La enfermedad se aumentó todavíq por espacio de mas de dos meses ~ el.. tumor creció cinco o seis tantos mas, y se declaró enteramen~e cancroso por su Olor y figura, que parecia una colifior. Finalmente el enfermo. s~gU[) supe , rnu rió dos meses despues , lo mismo que aquel de quien be hablado ea la Ooservacion antecedente. Fz A á \ ® Biblioteca Nacional de Colombia 74 Observaciones A proposito de los rumores can .. crasos en el lavio , perrnitaseme hacer aquí algunas reflexiones en favor de los Cirujanos principiantes. En Jos muchos tumores cancrosos en el lavio que se me han presentado, he visto bastantes en los qua les la piel Gue cubria lo interior del lavio , havía mudado de color en mas de un dedo al rededor del tumor,y esta piel estaba de un roxo mucho mas obscuro que 10 restante. Esta mutación de color es una prueba cierta de que las glandulai que se hallan debaxo están alteradas, aunque no estén todavía bastante hinchadas para que se las pueda percibir. Quando se encuentra esto es necesario, en la operacion, quitas esta porcíon del lavio ; sin Jo qua! no dexará de reproducirse el tumor. Suponiendo que toca la piel parezca sana, no por esto se hd de conténtar el Cirujano con quitar el tumor, Sl- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 75' sino que deve cortar en la parte sana, Como la piel cede bastante para hacer la costura, es mejor sacrificar una ú dos lineas del lavio a cada lado del tumor, que exponerse a dexar algunas glandulillas infartadas que pudiesen formar despues otro tumor. Quando las ulceras cancrosas interesan Jos huesos, deven reputa rse por incurables; sin embargo sino es mucha la alreracion, se deve intentar el curarlas con el cauterio actual, o BSERVACION TUMOR CANCROSO el labio superior. xr, EN L A costura es. como se sabe, un medio que la Cirugía emplea todos los días para tener aproximadas una a otra las pa rtes que están di v id idas contra el orden natural. Quando . F3 s~ ® Biblioteca Nacional de Colombia '{6 Obseruaciones se hace esta operacion en alguna pat .. te en donde ha y muscu los cutáneos, la costura sola no es suficiente, yá sea entrecortada, enclavijada. tarnbien enroscada; y hay riesgo de que sea inutil, ~i no se la ayuda con la costura seca" que es absolutamente necesaria. Luis Paysano , vino el París en Mayo de t 724. para que le curasen un tumor que tenia en el lavio superior. Este tumor le desfiguraba de modo que horrorizaba su vista. A los dos tres dias de ha ver llegado le trageTon el mi casa. porque. decia él, no le havian iquerido recibir en la Casa de Dios, ni en la Ca r idad , mirando su enfermedad como "incurable. Era un tumor cancroso del ramafio , poco mas menos, de un pequeño melon ; colgaba hasta la parte superior del esternon , cubriendo toda la parte inferior de la cara, de modo que tenia que-levantarle siempre que o o o ha- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia. 77 havia de meter alguna cosa en la boca. Se puede hacer juicio quánto se havian alargado la piel de los carrillos , y los músculos bucinatores, El tumor estaba adherido por su parte superior a toda la encía hasta el borde de los dientes, y a la piel quecubre la extremidad del ·cartílago que hace el septo de la narizr 'ocupaba todo el lavio superior , y parte del car .. rillo .izquierdo por debaxo del hueso pómulo. La lastima que me dió S\1 situación , y el deseo de ver si verdaderamente su mal era incurable, me determinaron .a darle unquarto en mi casa para emprender su curación. Después de haverlepreparado 'legun arre, hice la extirpación del modo siguiente, en presencia de los Señores Petit , y Malaval , célebres Cirujanos en París. Haviendo sentado al enfermo en una silla un poco alta, metí el dedo F4 in- ® Biblioteca Nacional de Colombia 11 I 7g Obseruac iones indice de la mano izquierda en Ia bo-' ca debaxo del carrillo izquierdo, (él este lado era él donde se extendía mas el tumor) y. apoyando el pulgar encima del carrillo, reconocí COIl los dos dedos los lim ites del tu mor; después asegurandole ·con estos dedos, corté con las tixeras desde el ángulo del lavio inferior todo al rededor del tumor hasta el parage en donde empezaba la adherencia ·el la encía superior, que era por encima del colmillo: después tomé un bisturí, y disequé poco él pO<...Oel tumor, separándole del septo de la nariz y de la encía hasta mas allá de la comisu ra de los labios del lado derecho; y de este modo le quité todo en un ~o10 pedazo que pesaba cerca de dos libras. Para evitar la grande en quanto deforrnidad fuese po- y precaver los. inconvenientes -de una boca sible , QC" ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugia, 79 demasiado abierta, hice irnmediatameo te dos puntos de costura entrecortada, con los quaJes até los dos ángulos del lavio inferior el la piel los dos lados de la nariz , un poco por debaxo de e lla : con esta costura el labio infer ior cubría los dientes de arriba. Como havia cortado bastante del carr illo izquier do , hice dos puntos de costura enroscada para mantener los labios de la division aproximados uno el otro, y cubrí toda la division con tiritas de lienzo fuerte cubiertas de Balsarno Peruvia·no, para precaver el contado del ayre en quanto fuese posible. Por razon del grande perdimientode substancia que me havia sido preciso hacer, los guarro puntos de aguja estaban muy tirantes; conocí que en poco tiempo los hilos cortarian la piel en el parage de los puntos ,si no preca via este acciden- a. te: ® Biblioteca Nacional de Colombia 80 Obser uaciones te: para esto tomé unas untas de lienzo fuerte, de, seis siete lineas de ancho, y de cinco el seis pulga. das de largo, cubiertas de emplasto aglutinante; después aproximando un Cirujano la piel ácia una de las costuras desde lo mas distante que fue posible, mantuve aproximada esla piel con las 'extremidades de una tirita, de la qual la parte media pasaba por encima de la costura, y lo mismo hice 'en cadacostura de las que havia hecho: con esta precaucion ninguna de ellas se rompió. corno ha sucedido en ciertos casos en donde la piel se ha cortado en pocos dias con los mismos hilos, Al cabo de quince diasde la operacion dixo el enfermo mis Criados, que al principio quando todavía no era el tumor sino como una cereza. se le havian cortado: esta noticia me hizo temer que dentro de poco aca- a a so ® Biblioteca Nacional de Colombia 8r de Cirtl.!{ia. so brotarla alguna cosa; sin embargo no sucedió lo que tern ia, La piel se reunió bien pronto en el lugar de Jos puntos de costura , sula la encía Sllperior tardó mucho tiern oo en curarse, y el todo estuvo curado en seis semanas. Esto me hizo creer que quando hlcierbn la primera operacion, solo quitaton una parte del tumor: y por lo mismo en la Obsel"Vacion antecedente he 'aconsejado los Cirujanos jovenes, que si se hallasen en el caso de extirpar algun tumor C2ncroso. Corten de la piel que parece sana. mas bien que dexa r nada de 10 que pueda estar impregnado del vicio que produxo la enfermedad que dá motivo operar. a a Haviendose su país, no le pues de cinco na salud, y no ':}ue repolulase buelto el enfermo ;} bolví ver hasta desaños; gozaba de buetenia ninguna señal de su mal, ni estaba des- a fi- ® Biblioteca Nacional de Colombia ,1 I 82 Observaciones figllrado, pues el dientes de arriba. lavio los cubria xn. OBSERVACION HRRIDA EN LA GARGANTA becoa con un instrumento cortante. l AS heridas recientes en las qua_ ......J les conviene hacer la costura, no pueden reunirse , aun después de ha verla hecho, sin una quietud perfecta y constante de parte del herid-o. En el mes de Febrero de 1727llevaron a la Caridad un Sirviente. Este mozo se bavia cortado la gar- ganta trasversa Imente con una navaja de afcytar : la herida profundizaba hasta la e ntrada del esofago , y . estaba se parado el epiglotis de la glotis, de modo pequeños e solo se tenia por dos pedaz os ; y si el instrumen .... gil f.O ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. B3 ro huviera profundizado una linea mas, huviera separado enteramente la glotis, y además de esto huvier-a comido la arteria carotida derecha; pues la herida tenia cerca de siete pulgadas de 'largo. Me parció desde luego que devia hacer tantos puntos de costura quantos fuesen necesarios, dexando un ángulo de la herida sin costura, para que tuviese salida la humedad, en caso que se evaquase alguna por la her ida, y cubrí los puntos de costura con un emplasto aglutinante. Para que la situacion contribuyese con la costura .t la reunion , si fuese posible, sujeté con un vendage la cabeza del enfermo, él fin de que estubiese inclinada ácia adelante, sin que pudiese levantarla. Deviera haver prohivid o que diesen al enfermo ningun alimenro , y no haviendo tomado esta precaucion , en mi ® Biblioteca Nacional de Colombia 84 Observaciones mi ausencia le dieron caldo con la cuchara: tragó algunas cucharadas, pero estando el epiglotis coreado en parte, y no pudiéndose cerrar exactamente, ca yeron algunas gotas en la herida, y otras en la glQtis; lo que ex' citó una gran (OS: se probó a darle gelatina, y sucedió lo mismo, Haviendale prevenido de lo que iba a executar probé a. hacerle pasar caldo al esophago con el auxilio. de un. instrumento. que es una especie de ernbudo cuya extremidad. I;,'S flexible , y haviendola introducido por la. boca. en el esophago hasta quatro dedos. mas. abaxo de los músculos de la pharinge, hice pasar el caldo, sin que el enfermo tubiese el trabajo de tragarle; parte de él remontó. y tarnbien 0«\sionó tus; y asi tomé el partido de a li... mentar al enfermo con Ia vativa s de caldo, lo que hize por muchos nias; pero haviendo sobrevenido la inrla- rna- ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 8S macion ,ésta se extendió hasta el pulrnon , y el enfermo murió el día once. Puede ser que no huviera sobrevenido la inflamacion,si no se huviera agitado la garganta con la tos. No hablo de las sangrías que se hicieron para precaverla y curarla, las que fueron proporcionadas al estado de devilidad , e inutiles , pues no detuvieron el progreso~ Refiexion, Puede ser que fuesen las sacudidas de la tos que ocasionó los alimentos, o acaso tambien el haver pasado caldo el la herida, lo que impidió que se hiciese la reunion: y asi en un caso o semejante equivale nte , aconsejaré siempre se alimente al enfermo con lavativa s ; pues estoy cierto de que la menor tos es capáz de impedir la reunion, y aun de destruirla si huviese comenzado a hace rse, OB- ® Biblioteca Nacional de Colombia 36 Observaciones o B S E R V A e 10 N XIII. , CARBUNCO EN EL CUELLO. Comunicada por Mr. Leault Cirujano [urado en é ; Ptl1'ÍJ. o L AS reuniones cicatrices de las heridas y las ulceras de qualesqUIera calidad que sean, solo son faciles por la prolcng acion de los vasos de la misma piel, que uniéndose al otro }avio de la division, forman cicatrices solidas. La Naturaleza observa la misma mechanica en todas lasreuniones , yá se hagan en las partes blandas en las duras. Por este motivo nunca será COIl exceso por mucho cuidado que se tenga en conservar la piel en las operaciones, y en las incisiones que es preciso hacer; sin este cuidado las reuniói ó nes ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugía. 87 nes tardan mucho tiempo y son muy dificiles en los €3S0S en donde el perdimiento de substancia es grande: por otra parte la experiencia diaria nos enseña, que la piel puede restdblecerse y revivificarse perfectamente destruida y muerta, digamosl0 ~ue parezca; lo qu~ procuraré por la Observacion siguiente. por asi, probar A un hombre de edad de mas de' Bo. años le sobrevino una calentura ardiente y continua con acesiones precedidas de frios , y todo acompañado de grandes dolores de cabeza, C()Ogojas , delirio , y OErOS accidentes molestas; además de esto el enfermo se quejaba de un dolor ea el cuello ocasionado por Un tumor que desde luego pareció de poca consideraciorr, y que el paciente decia que era un divieso, El quarto 2> quinto di-a de su enfermedad, el Medico que le asistia dispuso, haviendole hecho san"grar muchas ~ ve- ® Biblioteca Nacional de Colombia 88 Observaciones veces y praélicado los demás remedios convenientes, que se le aplicasen algunas cataplasmas i la parte enferma. Fuí llamado para este enfermo, y encontré un tumor en la parte me ... dia y lateral izquierda del cuello, que ocupaba posteriormente toda laextension de sus apophises espinosas, terminando por la parte anterior en el medio, y en todo lo largo de la (rachearteria desde el esternón hasta el simphisis de la barba; por arriba lo targo del borde externo de la vasa de la mandíbula hasta por detrás de la oreja y parte del occipital; y por abaxo ·a Jo largo de la clavicula , del acromion , y de la parte superior de la cresta del omoplato: en el medio de -esra extension el tumor estaba un poco mas abultado, pero muy duro; tenia un centro negrusco rodeado de un roxo cetrino, tan grande como la palma de la mano , semejante al efecto que proá ® Biblioteca Nacional de Colombia produce de Cirugia. 89 quema-dura profunda una y sin vexiga , o a I que ocasiona la irnpresion de las fuerces contusiones de armas de fuego. Por todos estos sintornas conocí que era un carbunco de los mas malos; y le ap\iquécataplasmas emolientes y putrefaccientes , todo lo calientes que las podia aguantar el enfermo. El día siguiente encontré el tumor a Igo mas. blando; y apoyando los dedos encima de la dureza del centro negrusco sentia cierta blandura encima de la qual hice tres excarificaciones en todo su la r'go; penetrando todo el grueso de la piel;' como se practica en la esca ra que hace la piedra cáustica. En las excar ificaciones eché un medicamento graso y putrefacciente disuelto y muy ca .. liente , pues la: parte estaba paco sensible. Por estas excarificaclOrieS se evaquó una pordoo de setosidad tart grande, que fue preciso mudar de G2 ho- ® Biblioteca Nacional de Colombia 90 Olaeroactones hora en hora servilletas que se quitaban enteramente empapadas. Quando quité el primer apósito encontré el tumor muy disminuido, la escara comenzaba él reblandecerse; reiteré el mismo medicamento, aplicandole casi hirviendo, y las mismas cataplasmas. El dia tercero quarto se separo la escara, la que era tan grande como la palma de la mano, Interesaba todo el grueso de la piel y de la membrana pinguedinosa, lo que me puso a descubierto el musculo cutaneo : le examiné tocándole con el dedo por encima, y me parecía que apoyaba sobre un lodo blando; procuré disolver el infarto introduciendo mi unguento, y llenando el intervalo con lechinos planos, continuandc siempre las cataplasmas. En las curaciones siguientes fue tao grande la putrefacción que se presentó en el fondo, que para detener- o e la, ® Biblioteca Nacional de Colombia de CirugitJ. la \ y facilitar la separacion 9r de lo corrompido, tuve por conveniente tocar todo el fondo con la disolución mercurial, y curarle con esta misma agua ,apagada con suficiente eantidad de agua simple ; esto me salió perfectamente bien , pues con ello conseguí la separacion ,no solamente de lo que se veía del musculo cutaneo , sino también de toda su extensión y de todas sus adherendas la vaga de la mandibula , al borde de la clavícula. al acromion, al lavio superior y externo de la cresta del omoplato, a las apophises espinosas del cuello, y de las que podia tener la parte posterior inferior del occipital; despues toda la gordura que ocupaba lo largo de la rrache-arteria.y que llenaba los intersticios de los musculos de la mandíbula, de la laringe,de la lengua,y del cuello se disolvió; todas lasglandulasque hay,quesonmu. a a e G 3 chi- ® Biblioteca Nacional de Colombia 92 Observaciones chisimas en todo este espado cayeron; todas las membranas que cubren juntos 6 separadamente todos estos musculos se sepa ra ron, de modo que todos quedaron desnudos ~ de un color rojo hermoso. y~au distintos ~ que la disección mas' exacta no podría gernost ra r una l\\i;)~o[Omia mas bella de lo que se llama el Ramillete de Gaje!!)!): se veía también la trache .. arteria, todos Jos cartilagos y los 111U5culos que Jos atan en aquella parte <.lue ocupaba la ulcera, . Todas estas novedades cierto espacio de tiempo, cieron por grados, haviendo do diferentes mutaciones ria , tanto en su cantidad duraron hi- y se havi- en la matecomo en su calidad; en fin llegó é~ haver un pus bien acondicionado. La unjan de las fibras del cutáneo con las membranas que cubren el deltoides , con/unicó su putrefacción ¡l estas membranas, ® Biblioteca Nacional de Colombia de Cirugl«, 93 nas, y produxo la supuracion ; de modo 'lue sobrevino un tumor en el brazo izquierdo encima de su parte mas que media superior y externa, extendiendose un poco mas abaxo de la union del tendon del deltoides; se terminó por un absceso , y 911ando le abrí encontré el deltoides enteramenre desnudo , y ácia el tendon el hueso descubierto; sin embargo todo se curó muy bien en poquisimo tiempo t y sin exfoliacion. Esta larga descripcion me hace perder de vista el punto principal que intento demostrar. He puesto al descubierto Un gran numero de partes de mucha extension , y 1)010 he .hablado de una abertura tan grande como la palma de la mano, hecha por la caída de una escara, sin deci r una palabra del estado de la piel que cubre todo este espacio; pero es facil hacer juicio del estado en que po- G4 día ® Biblioteca Nacional de Colombia Obse"Vt~ciones 94 dia' hallar se : la putrefacción de to~ da la membrana pinguedinosa que la sostiene, la havia dexado delgada y floxa como un pergamino mojado, y estaba pálida y lívida en toda fa circunferencia del agujero; de modo que havia motivo para temer que se perdiese toda. No sabía en lo que vendria parar; pero no atreviéndome él. poner toda aquella extensión descubierto, tomé el partido de hacer otra abertura ~ unos tres dedos de las apophisesespinosas del cuello segun su reétitud , por la qual no salleron tres gotas de s3Flgre , aunque fue, él Jo menos, de cinco dedos de largo, y por este medio pude curar con facilidad todo el espacio de la division. ' Continué las curaciones, y lnego que reconocí que no venian de Jos parages mas distantes ningunos pega~os de las membranas supuradas, a a cuer- ® Biblioteca Nacional de Colombia