Damián Ortega y el fracaso de la arquitectura moderna

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32 ELPAÍS
CULTURA
PAÍS: España
FRECUENCIA: Diario
PÁGINAS: 32
O.J.D.: 164507
TARIFA: 19760 €
E.G.M.: 1419000
ÁREA: 452 CM² - 40%
SECCIÓN: CULTURA
Viernes 6 de mayo de 2016
6 Mayo, 2016
Damián Ortega y el fracaso
de la arquitectura moderna
El artista cuestiona la idea del monumento en el Palacio de Cristal
Damián Ortega, ayer en el Palacio de Cristal del Retiro. / J. VILLANUEVA
ÁNGELES GARCÍA, Madrid
¿Qué une la destrucción de las Torres Gemelas con el derrumbe
del gran proyecto urbanístico
Pruitt-Igoe en San Luis, Misuri?
Ambas obras fueron diseñadas
por el arquitecto Minoru Yamasaki y forman parte de la triple insta-
lación con la que el artista Damián Ortega (Ciudad de México,
1967) ha transformado el Palacio
de Cristal del Retiro, cuya gestión
corresponde al Reina Sofía. La exposición, primera que se dedica
en España al artista mexicano,
asociado a la generación de los
posconceptualismos, se puede
contemplar hasta el 2 de octubre
como una reflexión sobre las relaciones entre arquitectura, política y economía.
A partir del título, El cohete y el
abismo, prestado de los versos del
poema de Vicente Huidobro Altazor o el viaje en paracaídas (1919),
Ortega ofrece una disertación sobre la relación entre la ambición
humana y los condicionantes impuestos por la naturaleza y la ingeniería.
El artista, que reparte sus días
entre Berlín y México, se inició
como viñetista en diarios mexicanos como Reforma. De ahí surge
el sentido del humor con el que
afronta temas tan graves como
los de esta muestra. Para el Palacio de Cristal ha creado expresamente una propuesta, comisariada por el João Fernandes, subdirector del museo, que incluye
una reproducción en tela del Titanic, que cuelga del techo por unos
finos hilos. La pieza parte de un
plano que encontró en Internet y
que luego volcó sobre una lona
para darle forma. Junto a ella, desciende también una versión
escultórica de la Torre Latinoamericana, edificio que durante
mucho tiempo fue el más alto de
México. Inspirado en el Empire
State Building, se construyó sobre
una de las zonas de más alto riesgo sísmico de la ciudad. “Un sinsentido en los que tantas veces se
cae en todas partes del mundo,
un desafío a la naturaleza que no
se sostiene sobre ninguna lógica”,
argumenta el artista.
Investigación
La tercera pieza, Los pensamientos de Yamasaki, es una gran viñeta integrada construida a partir
de imágenes y textos hallados en
el curso de la investigación artística sobre el proyecto urbanístico
Pruitt-Igoe, así como objetos que
aluden a la memoria de aquellos
que habitaron el complejo de edificios del arquitecto Minoru Yamasaki.
Ortega explica que se interesó
por el proyecto porque para él representa el primer gran fracaso
de la arquitectura moderna. “Se
construyó en periodo de entreguerras para una ciudad en la
que 85.000 familias vivían en casas miserables, sin servicios, construidas de mala manera en el siglo XIX. Era una utopía que no
funcionó porque no hubo ningún
proyecto de convivencia detrás.
El desastre fue tal que el Gobierno federal ordenó su demolición
el 16 de marzo de 1972”. Casualmente, un año antes de la inauguración del World Trade Center de
Nueva York.
“Es el reflejo de una historia
económica, política y neocolonial
que tiene sus raíces en la realidad
de México”, resume Fernandes,
mientras que a Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, el
conjunto le sugiere una historia
de promesas incumplidas.
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