Mabel Giammatteo, Hilda R. Albano, Ana M

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Capítulo 68: 555-562
¿El mismo perro con diferente collar? ¿Qué comparten y en qué
se diferencian las construcciones pasiva perifrástica,
pasiva con se e impersonal con se?
Mabel Giammatteo, Hilda R. Albano, Ana M. Marcovecchio y Augusto M. Trombetta
En Víctor M. Castel y Liliana Cubo de Severino, Editores (2010)
La renovación de la palabra en el bicentenario de la Argentina.
Los colores de la mirada lingüística.
Mendoza: Editorial FFyL, UNCuyo.
ISBN 978-950-774-193-7
La renovación de la palabra / 556
¿El mismo perro con diferente collar? ¿Qué comparten y en qué se
diferencian las construcciones pasiva perifrástica,
pasiva con se e impersonal con se?
Mabel Giammatteo, Hilda R. Albano, Ana M. Marcovecchio y Augusto M. Trombetta
Universidad de Buenos Aires y Universidad Católica Argentina
Buenos Aires, Argentina
ggiammat@gmail.com; albanoh@fibertel.com.ar; amarcove@yahoo.com; augustus1966@gmail.com
Resumen
El objetivo de esta ponencia es analizar los aspectos formales y de significado que parecen intervenir
en la delimitación de las construcciones pasiva perifrástica, pasiva con se e impersonal con se. A tal
efecto, intentaremos establecer si las mencionadas construcciones se encuentran en relación de
alternancia (múltiple o en pares) o si, por el contrario, hay diferencias esenciales entre ellas. Las
variables que se estudian son las características semánticas de los respectivos sujetos (+/- animado;
+/- determinado o específico) y objetos (+/- animado; +/- determinado o específico), las diferencias
entre clases sintáctico-semánticas de verbos (transitivos, intransitivos, etc.), así como también la
incidencia de los papeles temáticos que los acompañan.
Introducción
El título de esta ponencia remite a la posibilidad o imposibilidad de distinguir entre construcciones
como la pasiva perifrástica, la pasiva con se y la impersonal con se, que comparten tanto rasgos
formales como la capacidad de transmitir significados idénticos o colindantes. Los datos preliminares
muestran que, por ejemplo, la construcción pasiva perifrástica parece aceptar tanto sujetos
inanimados (Los impresos fueron entregados) como animados (Los ganadores fueron premiados),
correlatos sintácticos de sendos objetos nocionales. Sin embargo, mientras el objeto nocional
inanimado (Los ciudadanos votaron la ley) alterna tanto con la construcción pasiva perifrástica (La ley
fue votada por los ciudadanos) como con la pasiva con se (Se votó la ley), ambas con interpretación
pasiva, el objeto nocional animado (Los ciudadanos votaron/eligieron al nuevo presidente) da pie a
alternancias entre la construcción pasiva perifrástica (El nuevo presidente fue votado/elegido por los
ciudadanos) y la impersonal con se (Se votó/eligió al nuevo presidente), solo la primera con
interpretación pasiva (Se votó/eligió al nuevo presidente = Votaron/Eligieron al nuevo presidente).
Por otra parte, la construcción pasiva perifrástica no se admite como forma alterna de
construcciones desprovistas de un argumento agente (Tu alegato presentó/expuso muchas
dificultades/a los culpables, pero *Muchas dificultades fueron presentadas por tu alegato y *Los
culpables fueron expuestos por tu alegato, frente a El científico presentó/expuso nuevas evidencias y
Nuevas evidencias fueron presentadas/expuestas por el científico). No obstante, se mantiene la
alternancia con la construcción pasiva con se (En tu planteo se presentaron muchas dificultades),
según se trate de un objeto nocional inanimado, o con la construcción impersonal con se (En tu
planteo se expuso a los culpables), si el objeto nocional es animado.
A partir de datos como los anteriores, en esta ponencia nos proponemos analizar
comparativamente los casos y discriminar, si cabe, las características específicas de cada una de estas
tres construcciones.
¿Variación libre o distribución complementaria?
Las construcciones analizadas en esta comunicación presentan algunos contrastes en términos de
significados, según las cualidades semánticas de los predicados y de los sintagmas nominales que
participan en ellas. De hecho, es posible realizar la siguiente esquematización descriptiva:
A) Verbo transitivo con sujeto agente [animado] y objeto tema [inanimado]
(1) El joven detective resolvió ayer un caso problemático. El joven detective resolvió ayer tres casos problemáticos.
Pasiva (perifrástica)
(2) Un caso problemático fue resuelto ayer por el joven detective. Tres casos problemáticos fueron resueltos ayer
por el joven detective.
Pasiva (con se)
(3) Se resolvió ayer un caso problemático. Se resolvieron ayer tres casos problemáticos.
Impersonal (con se)
(4) Se lo resolvió ayer. Se los resolvió ayer.
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Este primer agrupamiento de ejemplos permite observar la relación entre los distintos valores
impresos a las oraciones por medio de la perífrasis verbal pasiva, de la forma se cuasirrefleja pasiva y
de se cuasirreflejo impersonal. Las estructuras aparecen relacionadas semánticamente por la mayor o
menor presencia del rasgo [+animado / + humano] representado en el sujeto sintáctico de la oración
activa, en un adjunto fácil de omitir en la pasiva, o en un elemento presupuesto en la oración
impersonal. Leído en sentido antihorario, el siguiente esquema da cuenta de esta relación estructural
e interpretativa:
S(AGENTE) + V(TRANSITIVO) + COD(TEMA)
SE(IMPERSONAL) + V + COD(TEMA)
S(TEMA) + PVP + CP(POR-AGENTE)
SE(PASIVO) + V + S(TEMA)
Importa señalar que las pautas interpretativas no parecen depender solo de los aspectos
morfosintácticos de la oración sino también de los lexemas que intervienen en su armado, según se
desprende del contraste con el siguiente grupo de ejemplos.
B) Verbo transitivo con sujeto agente [animado] y objeto paciente [animado]
(5) El inexperto juez absolvió ayer al exfuncionario. El inexperto juez absolvió ayer a tres exfuncionarios.
Pasiva (perifrástica)
(6) El exfuncionario fue absuelto ayer por el inexperto juez. Tres exfuncionarios fueron absueltos ayer por el
inexperto juez.
Pasiva (con se)
(7) ??Se absolvió ayer el exfuncionario. ??Se absolvieron ayer tres exfuncionarios.
Refleja (con pronombre objeto reflejo)
(8) Se absolvió ayer el exfuncionario. Se absolvieron ayer tres exfuncionarios.
Impersonal (con se)
(9) Se absolvió ayer al exfuncionario. Se absolvió ayer a tres exfuncionarios. Se lo absolvió ayer. Se los absolvió
ayer.
Este nuevo agrupamiento de ejemplos permite corroborar el hecho de que los lexemas inciden en
las estructuras en las que se insertan para determinar la interpretación de las oraciones. Así, la
presencia de un objeto con rasgo [+animado / +humanol] prácticamente desbarata la interpretación
pasiva a pesar de la aparición de se y lleva a un lectura refleja donde emerge como el sujeto de una
oración activa, en la que se indica al objeto (reflejo). Una vez más, el siguiente esquema, leído en
sentido antihorario, muestra que las estructuras morfosintácticas y los valores codificados
léxicamente determinan los aspectos interpretativos de la oración, a partir de la mayor o menor
presencia del rasgo [+animado / +humano]:
S(AGENTE) + V(TRANSITIVO) + COD(PACIENTE)
SE(IMPERSONAL) + V + COD(PACIENTE)
S(PACIENTE) + PVP + CP(POR-AGENTE)
SE(REFLEJO) + V + S(PACIENTE)
??SE(PASIVO) + V + S(PACIENTE)
En el mismo sentido anterior, los dos subtipos de verbos intransitivos (inacusativos e inergativos)
también intervienen en la fijación de las posibilidades estructurales e interpretativas, según se
muestra en los siguientes grupos de ejemplos.
C) Verbo inacusativo con sujeto paciente [animado] / tema [inanimado]
(10) La industria creció mucho en Brasil. Las industrias crecieron mucho en Brasil. El niño creció en inteligencia.
Los niños crecieron en inteligencia.
(11) La locomotora llegó a Retiro. Las locomotoras llegaron a Retiro. Juan vino a la fiesta. Juan y su hermana
vinieron a la fiesta.
Pasiva (perifrástica)
(12) *La industria fue crecida mucho en Brasil. *Las industrias fueron crecidas mucho en Brasil. *El niño fue
crecido en inteligencia. *Los niños fueron crecidos en inteligencia.
(13) *La locomotora fue llegada a Retiro. *Las locomotoras fueron llegadas a Retiro. *Juan fue venido a la fiesta.
*Juan y su hermana fueron venidos a la fiesta.
Pasiva (con se)
(14) *La industria se creció mucho en Brasil. *Las industrias se crecieron mucho en Brasil. *El niño se creció en
inteligencia. *Los niños se crecieron en inteligencia.
(15) *La locomotora se llegó a Retiro. *Las locomotoras se llegaron a Retiro. *Juan se vino a la fiesta. *Juan y su
hermana se vinieron a la fiesta.
Interés (con se aspectual)
(16) *La industria se creció mucho en Brasil. *Las industrias se crecieron mucho en Brasil. *El niño se creció en
inteligencia. *Los niños se crecieron en inteligencia.
(17) #La locomotora se llegó a Retiro. #Las locomotoras se llegaron a Retiro. Juan se vino a la fiesta. Juan y su
hermana se vinieron a la fiesta.
Impersonal (con se)
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(18) Se creció mucho en Brasil1. / Se creció en inteligencia.
(19) Se llegó a Retiro (en horario). / Se vino a la fiesta (puntualmente).
Entendidos como una variante de la intransitividad, los verbos inacusativos impiden la formación
de estructuras pasivas, de allí su marcación como formas agramaticales. Sin embargo, algunas de las
construcciones verbales inacusativas con la forma se dan pie a interpretaciones aspectuales. Interesa
hacer notar que la agramaticalidad de una forma pasiva perifrástica parece ir de la mano con la
imposibilidad de dar una interpretación pasiva a una estructura con se, sin obturar una
interpretación alternativa para esta.
S(TEMA O PACIENTE) + V(INACUSATIVO)
*S(TEMA O PACIENTE) + PVP
SE(IMPERSONAL) + V
SE(ASPECTUAL) + V + S(TEMA O PACIENTE)
*SE(PASIVO) + V + S(TEMA O PACIENTE)
D) Verbo inergativo con sujeto agente [animado]
(20) El joven respiró con alivio. Las jóvenes respiraron con alivio.
Pasiva (perifrástica)
(21) *El joven fue respirado con alivio. *Las jóvenes fueron respiradas con alivio.
Pasiva (con se)
(22) *El joven se respiró con alivio. *Las jóvenes se respiraron con alivio.
Impersonal (con se)
(23) Se respiró con alivio.
Finalmente, la variante inergativa de la intransitividad también impide la formación de estructuras
pasivas, marcadas como formas agramaticales en los ejemplos. A diferencia del grupo anterior, sin
embargo, las formaciones pronominales con se solo conducen a lecturas impersonales, donde la
ausencia de un sintagma nominal con el rasgo [+animado / +personal] queda como un elemento
altamente presupuesto en la interpretación oracional.
S(AGENTE) + V(INERGATIVO)
SE(IMPERSONAL) + V
*S(AGENTE) + PVP
*SE(PASIVO) + V + S(AGENTE)
Algunas clases de verbos y el fenómeno de la reflexividad
Si bien en general se insiste en el carácter poco “selectivo” del se impersonal, dado que se combina
con distintas clases de verbos (transitivos, inacusativos, inergativos, copulativos, verbos en voz pasiva
(RAE 2009: §41.10.e), todavía creemos que puede profundizarse la reflexión acerca de los casos en que
los verbos no admiten lectura impersonal con se, a saber:
i. verbos deadjetivales, como ablandar, alargar, vaciar, aclarar…, que si aparecen con SSNN fuerzan o
una interpretación media o pasiva, pero nunca impersonal;
ii. verbos de reacción emocional, como entristecerse, emocionarse, amargarse…, que en sus formas
intransitivas, tampoco admiten lectura impersonal;
iii. verbos inherentemente pronominales, que no aceptan ni la interpretación impersonal ni tampoco la
pasiva;
iv. verbos de acontecimiento, como suceder, acaecer, acontecer…
Es preciso tener en cuenta, entonces, que el fenómeno de la pronominalización de los predicados
en español produce como resultado, en general, diferentes lecturas: reflexividad (pura o recíproca),
inacusatividad, pasivización, impersonalización, telicidad..., y que en la mayoría de los casos, las
oraciones resultantes admiten más de una interpretación o precisan de ciertos contornos sintácticos
que fijen una lectura y no otra (ver ejemplos (7)-(8), (17)-(19)). De hecho, este es un campo gramatical
en el que se detectan polisemias recurrentes y en el que la trayectoria que parece desplegarse, según
la observación tipológica, es la siguiente (Haspelmath 2003, retomada en Elvira 2009):
(24) reflexivo > medio > anticausativo2 > pasiva potencial3 > pasiva > pasiva impersonal
Por otra parte, si el agente prototípico es ‘+humano / animado’, ‘+causante’, ‘+deliberado’, el
tránsito que realiza el se desde la reflexividad hasta la impersonalidad puede implicar la ausencia de
algunas de esas propiedades, pero nunca la falta del rasgo ‘+humano’. Precisamente por eso son
posibles construcciones de valor impersonal con muchos verbos que, según Mendikoetxea (2002), no
las admiten (sobrar, vivir, permanecer, prevalecer, predominar, durar, amanecer…). Para esta autora, el
clítico se no es el responsable directo de la interpretación arbitraria de estas construcciones y no
aporta significado léxico (no tiene siquiera el rasgo ‘+humano’ ni es una variable cuyo alcance pueda
caracterizarse como un grupo de humanos), aunque reconoce que una oración como Se encerró al
acusado admite un adjunto final del tipo de para impedir que se escape, que puede considerarse una
prueba sintáctica de la agentividad implícita en la oración. Ahora, si realizamos un tratamiento
unificado de los usos de se y consideramos que expresa ‘agentividad’, ¿cómo es que puede combinarse
con verbos inacusativos y copulativos? En verdad, el clítico absorbe un argumento verbal, que es el
agente, cuando la raíz léxica del predicado así lo permite y si no, el que la estructura argumental
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habilite, a condición de que retenga al menos el rasgo ‘+humano / animado’ característico de la
agentividad, pero que bien puede asociarse a otros papeles temáticos. Así, son perfectamente
aceptables:
(25) En un lugar, se sobra cuando uno está de más.
(26) Se dura en un puesto cuando se aceptan ciertas condiciones.
(27) En ocasiones, se amanece de mal humor.
Asimismo, ya Bello (1941:200) sostiene que:
“Es de creer que los verbos reflejos han sido originalmente activos, que se usaban con todo género
de acusativos, y pasando a la construcción cuasi-refleja, se limitaron poco a poco a ella. Sabemos, por
ejemplo, que jactar (jactare) se construía con acusativos en latín […]. De jactar el linaje se pasó a
jactarse del linaje, como de admirar los edificios a admirarse de ellos, con la sola diferencia de que
admirar conserva hoy las dos construcciones, y en jactar solo es ya admisible la segunda. Así
atreverse, que en el día no se emplea sino como verbo reflejo, se usó hasta el siglo XVII como
verdaderamente activo, significando alzar, levantar, y por una fácil transición, animar, alentar, dar
valor u osadía”.
Si aceptamos el planteo anterior, en los verbos inherentemente pronominales, el clítico se ya
absorbe un argumento; en consecuencia, no es posible superponer lecturas pasivas o impersonales,
que irían en la misma dirección. Por lo tanto, para expresar genericidad, los verbos de se inherente
requieren algún elemento léxico que la manifieste:
(28) Uno / La gente se queja / arrepiente / jacta de todo.
Los casos analizados en este apartado ponen de relieve que, una vez adoptado algún valor
paradigmático, el clítico se satura su posibilidad interpretativa, fijando una de las lecturas
disponibles, dentro de la secuencia planteada por el esquema presentado por Elvira (cf. (24) supr.).
A diferencia de los anteriores, los verbos que pueden combinarse con el se aspectual, al no ser
casos de absorción argumental sino de manifestación de telicidad, no rechazan la construcción
impersonal:
(29) Se va del aula.
(30) A Córdoba, se va por este camino.
(31) Ayer el invitado se comió la torta de un bocado.
(32) Ayer se comió muy bien en ese restaurante.
La cuestión del sujeto
La existencia o no de un sujeto resulta fundamental para la distinción entre los dos empleos no
paradigmáticos o terciopersonales de se (pasivo e impersonal; RAE 2009, Bosque y Gutiérrez Rexach
2009). Según Moreno Cabrera (1991: 527),
“Es habitual denominar a la construcción (99di) [Se acusó a los detenidos] “impersonal refleja”
mientras que se denomina la construcción (99dii) [Se venden casas] “pasiva refleja”. Al parecer, lo que
determina esta terminología es la presencia o no de un sintagma nominal que pueda desempeñar la
función de sujeto”.
Para ambos usos, pasivo e impersonal, existe coincidencia acerca de que se es una marca de la
omisión de uno de los argumentos del verbo: el agente, es decir que “se presenta un estado de cosas
en el que se menciona cierta acción y la entidad que la recibe, pero no se especifica el agente que la
lleva a cabo” (RAE 2009: §41.10.d) Podría decirse entonces que la omisión o no mención del agente o
de algún otro argumento marcado como ‘+humano’ es condición de existencia para estas
construcciones.
Por otra parte, cada vez que hay un empleo de se con verbo en voz activa + SN, pueden
superponerse, según lo ya dicho, distintas interpretaciones, sobre todo cuando el SN tiene el rasgo
‘+humano’, ‘+ específico’. En efecto, como vimos en los ejemplos (1)-(4) cuando el OD es inanimado no
hay peligro de que se confunda con el agente omitido (1). En estos casos, en la versión impersonal
(para evitar la ambigüedad que se produciría con respecto a la pasiva) además del agente, no puede
explicitarse el objeto como un SN pleno y este solo puede estar representado por un pronombre en
caso acusativo que marca la concordancia de objeto (4).
En líneas generales, para que en una estructura transitiva se habilite la lectura impersonal, el
verbo no debe participar de una construcción con un SN, a menos que dicho sintagma esté precedido
de preposición (lo que bloquea la interpretación pasiva): tendremos entonces a para el complemento
directo (8) o cualquier preposición regida (Se jactó de sus logros).
Con los intransitivos inacusativos, la pasiva con se no es posible porque no hay agente, con los
inergativos, en cambio, pensaríamos que no debiera obturarse la construcción y, sin embargo,
tampoco se da. La explicación que surge es que ambos argumentos, agente y tema, son exigidos por la
estructura pasiva y la falta de cualquiera de ellos impide la emergencia de la construcción. La
impersonal, en cambio, solo parece exigir, por un lado, un sujeto no explícito (agente, en transitivos e
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inergativos, o tema/paciente, en los inacusativos) y, por otro, que si hay un objeto-paciente, este no se
confunda con el sujeto, lo que siempre requiere una marca: ya sea casual, como en el pronombre (4) o,
preposicional, si se trata de un SN (9).
Bosque y Gutiérrez Rexach (2009) admiten que la diferencia con las oraciones con verbos
unipersonales como llover radica en que mientras en este caso el verbo no predica de nada ni de
nadie, aunque en ciertas condiciones podría hacerlo (33), en las impersonales reflejas, en cambio, hay
un sujeto implícito (34 y 35):
(33) Llueve agua salada. Llueven gotas de rocío (ejemplos de Moreno Cabrera 1991: 521).
(34) Se protestó contra las medidas del gobierno.
(35) En la rueda de identificación no se reconoce a los delincuentes.
El sujeto implícito de las impersonales con se tiene carácter argumental, en (34) y (35) es el agente,
y tiene, además, contenido semántico ‘+animado’ pero ‘-específico’, es decir que está restringido a una
interpretación genérica o cuasi universal, o bien existencial4.
Las características señaladas han llevado a los gramáticos a reconocer una gran cercanía, de forma
y significado, entre algunas pasivas reflejas y las impersonales (RAE 2009: §41.12.A), incluso con la
posibilidad de que se construyan con los mismos verbos, siempre que sean transitivos, como
muestran los ejemplos (36) y (37):
(36) a. Ayer se discutió la propuesta.
b. Ayer se discutió con el decano.
(37) a. Aquí se vacuna.
b. Aquí se vacuna a los niños.
Si relacionamos esta proximidad con la trayectoria que se deduce de la observación tipológica (cf.
(24)), podemos revisar también los casos de “falsas concordancias” como los siguientes:
(38) Aquí se tiene muchos problemas (como forma del plural de Aquí se tiene un problema; por se tienen).
(39) Ahora se están buscando a las víctimas (como forma del plural de Ahora se está buscando a la víctima; por se
está buscando).
En (38), el predicado se construye con un verbo de estado. La pronominalización de un verbo activo
+ un SN concordado con él, que semánticamente expresa a su objeto nocional, típicamente da en
español construcciones de posible lectura pasiva. Ahora bien, como el verbo de (38) no puede
pasivizarse con ser, la flexión verbal en singular (la falta de concordancia) estaría contribuyendo ni
más ni menos a interpretar ese SN muchos problemas como objeto nocional del verbo. Por
contrapartida, en (39), si consideramos ahora se están buscando las víctimas, como resultado del
mecanismo típico para llegar a una interpretación inacusativa e incluso pasiva, que fácilmente se
desbarata porque el SN posee los rasgos ‘+humano’, ‘+específico’, entonces podríamos sospechar que
se trata de una paráfrasis de la pasiva en la que a sería el elemento responsable de marcar con caso
acusativo ese SN para que no se confunda con un sujeto6. Así, la forma impersonal surge como la
“otra cara de la moneda” de la pasiva, lógicamente, con una prescripción normativa para las que
tienen a, que indica que la concordancia va en singular porque hay marca de caso acusativo. Por otra
parte, (40) “compite” con (39):
(40) Ahora están buscando a las víctimas.
Esta oración resulta ambigua entre una interpretación de sujeto específico (“los familiares”, por
ejemplo) o indeterminado. En tal sentido, (39) contribuiría a fijar una lectura inespecífica del sujeto.
Respecto de las coincidencias entre pasivas e impersonales, podría pensarse que en ambas se trata
de un mismo se, que en su recorrido desde las construcciones reflexivas hasta las impersonales, va
perdiendo no solo capacidad de señalamiento anafórico (que se va opacando) sino también algunos de
los atributos típicos de la ‘agentividad’.
Volviendo a las construcciones que “las gramáticas del español deploran de forma unánime”
(Mendikoetxea 1999: 1689), con concordancias “anómalas” desde el punto de vista normativo, dado su
carácter impersonal, resulta interesante compararlas con las impersonales de tercera persona plural,
consideradas de sujeto indeterminado:
(41) El control es bueno. Se cachean a todos los que van entrando por las dos puertas.
(42) El control es bueno. Cachean a todos los que van entrando por las dos puertas.
En este último ejemplo (42) tendríamos una típica impersonal de tercera persona del plural, que
refiere a un sujeto inespecífico ‘los que controlan’. En estos casos, se suele decir que la marca de
plural es vacua, ya que puede aludir a un singular, como en Llaman por teléfono o Golpean a la puerta
Pero, ¿se podría ofrecer alguna explicación para (41)? Y fundamentalmente ¿a qué remite la
concordancia? Si cotejamos con la misma estructura con el OD singular, podemos comprobar que si
bien es posible (43), un caso como (44) parece improbable:
(43) El control es bueno. Cachean a todo el que va entrando por las dos puertas.
(44) El control es bueno. *Se cachean a todo el que va entrando por las dos puertas (excepto en una interpretación
de se aspectual).
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Según parece, entonces, la marca plural en el verbo no es la misma que la utilizada en las
impersonales de tercera que remite a un agente inespecífico elidido. Estos casos, creemos, van en línea
con otros como (45), en que el hablante, cualquiera sea su grado de escolarización, tiende a concordar
un verbo impersonal como haber con su objeto:
(45) Hubieron fuertes lluvias.
Si bien para la normativa, (45) es, sin duda, incorrecta, a una inmensa mayoría de
hispanohablantes no les sonaría incorrecta ni podrían fácilmente detectar el error. Es importante,
entonces, poder explicar que lo que está operando en una construcción como (45) es la tendencia
regularizadora o normalizadora que, ante una estructura “defectiva”, que el hablante interpreta como
anómala, “lo lleva a reponerle una forma canónica de sujeto-predicado, del mismo modo que cuando
crea un singular para pluralia tantum como tijeras o pantalones” (Albano, Giammatteo y Trombetta
2006: 327).
En los casos que aquí nos ocupan y frente a ejemplos frecuentes como (41), lo que hace el hablante
es rellenar el hueco estructural con lo que dentro de la oración mejor califica para sujeto, por su
carácter animado y así como con los verbos psicológicos, los rasgos de sujeto se dividen y el dativo
afectado retiene la posición inicial mientras que el tema absorbe la concordancia, aquí un mismo SN
estaría recibiendo doble marca:
i. la marca funcional a que bloquea la interpretación agentiva del SN objeto-paciente;
ii. la concordancia anómala con el verbo que señala que el paciente es reinterpretado por el hablante
como sujeto sintáctico por razones de predicación.
Conclusiones
Los usos de se no solo se entrelazan históricamente sino también en el estado actual de la lengua,
lo que provoca que las delimitaciones entre las estructuras en que esta forma interviene entren en
áreas de contacto. Por lo tanto, en esta ponencia, hemos buscado establecer, fundamentalmente, qué
requisitos deben cumplirse para habilitar o para impedir lecturas pasivas o impersonales en las
construcciones cuasirreflejas de tercera persona, es decir, aquellas que son consideradas como de se
“no paradigmático”.
En primer lugar, el análisis efectuado nos ha permitido comprobar que:
i. la reducción estructural implicada en la secuencia activa-pasiva-impersonal es un proceso
morfosintáctico que depende de los elementos léxicos;
ii. dicho proceso de reducción estructural no se cumple de manera lineal, ya que no siempre la
existencia de pasivas perifrásticas se correlaciona con la existencia de pasivas con se, lo que hace
pensar que se trata de estructuras diferentes antes que formas alternativas de expresar la pasividad;
iii. en apoyo de la observación anterior, cabe añadir la variedad interpretativa que ofrece la
pronominalización de las formas verbales cuando fracasa su lectura pasiva.
Asimismo, en segundo lugar, nos ha interesado poner en relación la ausencia de lecturas
impersonales, por un lado, con la saturación del potencial interpretativo del clítico se cuando se vuelve
paradigmático, y por otro, con la ausencia de un argumento en la grilla temática del verbo que, al
menos, pueda asociarse con el rasgo ‘+humano’, aunque esté desprovisto de otros atributos típicos de
la agentividad.
Finalmente, la cuestión de la impersonalidad nos ha llevado a incluir también en nuestro cotejo las
construcciones de tercera persona del plural, consideradas de sujeto indeterminado, para comprobar
que están sujetas a idéntica restricción interpretativa que las impersonales con se, es decir, la
presuposición de ‘humanidad’.
Notas
1 Este tipo de estructuras impersonales típicamente carece de elementos referenciales (se creció); por consiguiente, requieren
adjuntos que signifiquen un aporte a la referencia oracional. Al respecto, la gramática de la RAE (41.10a) sostiene que las
impersonales reflejas se relacionan con las impersonales no reflejas de sujeto inespecífico y con las que presentan el pronombre uno
como sujeto indefinido, en que requieren complementos temporales o locativos. De allí que frente a la imposibilidad de *Se fuma, se
consideren gramaticales Se fuma desde muy joven/ cada vez menos.
2 El valor anticausativo vendría dado en los casos en que está presente un sujeto no animado que es afectado por una acción que
se ejerce de manera espontánea o sin agente específico. En la latinidad tardía fueron posibles este tipo de oraciones, en casos como
lat. fores se aperiunt ‘las puertas se abren solas’, que anuncian lo que en romance serán los usos de la pasiva reflexiva.
3 El pasivo potencial se refiere a construcciones con valor pasivo y significado genérico, a menudo usadas con frases adverbiales
del tipo: la paella se hace bien con arroz hervido.
4 Siguiendo a Cinque (1988), Bosque y Gutiérrez Rexach (2009) señalan que, a diferencia de los inacusativos, los predicados
transitivos e inergativos admiten tanto la lectura genérica como la existencial.
5 Cfr. Monge (2002: 375): “En las frases pronominales cuyo objeto es de persona (el tipo se mataban los cristianos) se llega al
sentido activo mediante los giros se mataba a... – se les mataba (desaparece entonces las concordancia). Y ese sentido se alcanza
también, no hay que decirlo, en la construcción absoluta (se vive). Las frases con miembro nominal de cosa son las únicas en que
se mantiene la concordancia y un sentido más pasivo. De un lado, la analogía y de otro el deseo de destacar el sentido activo
cuando se discute este valor, obran para que desaparezca en ellas la concordancia entre verbo y miembro nominal”.
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La renovación de la palabra / 562
Referencias
Albano, Hilda, Mabel Giammatteo y Augusto Trombetta [2006] “El enfoque de interfaz léxico-sintaxis y su
aplicación a la enseñanza de la lengua”. Signo y Seña XV: 309- 330.
Bello, Andrés [1941] Gramática de 1a lengua castellana. Buenos Aires: Anaconda.
Bosque, Ignacio y Violeta Demonte (dirs.) [1999] Gramática descriptiva de la lengua española. Madrid: Espasa
Calpe.
Bosque, Ignacio y Javier Gutiérrez Rexach [2009] Fundamentos de sintaxis formal. Madrid: Ediciones Akal.
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