CELSO AMIEVA (1911-1988) “Hablo de esos veintitrés héroes que han matado los nazis hoy 22 de febrero de 1944 en Mont-Valérien Veintidós hombres de veintipocos años Veintidós jóvenes correctamente fusilados más una joven decapitada con hacha Total veintitrés muertos Poetas sabed que aquella mujer se llamaba Olga Bancic...” Celso Amieva. LA VOZ DE UN POETA TESTIMONIAL Celso Amieva pasó cuatro años en los campos de concentración franceses. Sus experiencias son recogidas en La almohada de arena, libro de versos escrito en los campos de concentración. Otro libro en prosa, Poeta en la arena -no publicado hasta 1964-, es complemento del libro de versos. Y ambos son documentos históricos para conocer la vida de los republicanos españoles en los campos de concentración. Versos del Maquis, es también un testimonio de la Resistencia francesa, en la que Amieva participó hasta el final de la guerra. No solo nos cuenta Amieva la epopeya de los guerrilleros españoles, sino la historia de todos los que en aquel momento luchaban por la libertad sobre el suelo francés. El poeta, periodista y guionista de cine Celso Amieva (seudónimo de José María Álvarez Posada, que también se llamó Lino Serdal, Elías Pombo, Fideal y Corsino Urriel) nació en la población cántabra de Puente de San Miguel el 19 de marzo de 1911 y falleció en Moscú en 1988. Hijo de familia asturiana, su padre ejercía la profesión de maestro en la población que vio nacer al poeta, aunque él siempre se consideró asturiano. Estudió en la Escuela Normal de Oviedo y ejerció el magisterio en varias poblaciones asturianas. Sólo contaba catorce años cuando publicó sus primeros poemas en El Eco de los Valles, diario de Panes, y en los semanarios de Llanes El Pueblo y El Oriente de Asturias. Más tarde publicó sus versos en los periódicos Región de Oviedo y El Noroeste de Gijón, y en las revistas Mundo Gráfico de Madrid y Bohemia de La Habana. También publicó narraciones y cuentos en el diario Avance de Oviedo y Luz de Madrid. En la guerra provocada por la rebelión militar del general Franco combatió en defensa de la República y de la libertad. Tras la contienda estuvo internado en los campos de concentración franceses de Argelès-sur-Mer y Le Barcarés, y trabajó en las Compañías de Trabajadores Extranjeros. Participó en la Resistencia Francesa y se incorporó a la Quinta Brigada del Aude, en la que llegó a ser sargento. Publicó poemas en Ataque de Perpignan, en Ahora de Touluse y en L'Espagne Républicaine, revista que apareció en Touluse en 1945 y que, a partir de octubre de 1948, se convirtió en L'Espagne, pasando a publicarse en París. También publicó prosas en Don Quijote de Rodez. Fue director de la Maison d'Enfants Espagnoles Sain Goin y profesor de la Maison d'Enfants-Israeelites en Cessieu. Después se trasladó a México, donde publicó la mayor parte de su obra poética e impartió clases en la Escuela Bancaria y Comercial de México. Tradujo al español a Paul Eluard, Louis Aragon, Bertolt Brecht, Francis Jammes y otros, y al francés la poesía de Nicolás Guillén. Colaboró en el Anuario de Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en los suplementos de Excelsior, El Nacional, El Día, entre otras publicaciones. Recibió la Medalla Artística de la Revolución Mexicana 1959 por su guión de la película Pueblo en armas otorgada por la Unificación de Veteranos de la Revolución. Después del largo exilio en Francia y México, a partir de 1969 fijó su residencia en la URSS, donde trabajó como corrector de estilo de la agencia soviética de noticias Novosti, para la que había trabajado anteriormente en México. El Soviet Supremo le premió en 1885 con la Orden de la Amistad de los Pueblos. En los primeros años de su exilio en México, Amieva escribía poesía que publicó mucho más tarde. Pertenecen a este momento algunos libros de carácter muy testimonial, que Celso Amieva editará ya en la década del sesenta, Versos del Maquis y La almohada de arena. Ambos publicados en México en 1960. En 1955, también en México, publicó Amieva Los poemas de Llanes (prologado por Alfonso Camín), libro evocador de tradiciones, gentes y paisajes de su Asturias; en 1957, El cura de Tresviso, cuento versificado de corte costumbrista; más tarde -1966- recogerá en El paraíso incendiado. España (1936-1939) poemas escritos durante la guerra española. Además, publicó en 1976 la biografía Los vencedores de Negrìn y, en 1977, el libro Asturianos en el destierro (Francia). Recordemos los versos finales de su poema “En la muerte de Lázaro Cárdenas”, en el que rinde merecido homenaje al Presidente de México, “el padre de los españoles sin patria y sin derechos -en expresión de Álvaro de Albornoz-, perseguidos por la tiranía y desheredados por el odio”: «“Tata” de Hispanoamérica, / gran paladín de la Reforma Agraria, / precursor de la pura Independencia / por la que el continente clama, / tú alumbras ya el mañana deseado. / ¡Viva Lázaro Cárdenas!» Francisco Arias Solís La guerra es un mal que deshonra al género humano. XIII Festival Poético por la Paz y la Libertad en homenaje a Benedetti. URL: http://www.internautasporlapaz.org