Las primeras civilizaciones de la humanidad. 1- Factores constitutivos de las civilizaciones. El concepto de civilización se da en dos niveles. Se refiere tanto a los valores morales como materiales de una sociedad. Carlos Marx distinguirá las infraestructuras (materiales) de las superestructuras (espirituales). Esta dualidad ha hecho que muchos autores en la actualidad realicen la distinción entre cultura y civilización, cargando al primer término con la dignidad de lo espiritual y al segundo con la trivialidad de lo material. Pero, sin duda, las civilizaciones están fuertemente marcadas por el desarrollo de las diversas culturas que, muchas veces, se manifiestan al interior de ellas y que constituyen el fundamento de su desarrollo material. En la actualidad los especialistas han llegado a un consenso de que no existe una civilización sino que varias civilizaciones y han dejado de lado en sus análisis los juicios de valor respecto a cual es mejor que otra. Así la palabra “civilización” en singular estaría referida a aquellos bienes y elementos en común que se reparten desigualmente entre todas las civilizaciones, Ej.: el fuego, la escritura, el cálculo, la domesticación de plantas y animales, o sea los bienes a los que ya no se adjudica ningún origen particular (o cuyo origen estaría vinculado al desarrollo de las primeras civilizaciones del mundo antiguo y que se han transformado en herencia de toda la humanidad) y que se han convertido en bienes colectivos de la civilización. Para Fernand Braudel las civilizaciones están compuestas de cuatro factores: · Espacios: constituidos por tierras, relieves, climas, vegetaciones, especies animales y de todas las consecuencias que esto tiene para el hombre: agricultura, ganadería, alimentos, casas, vestuario, comunicaciones, industria, etc. O sea el escenario en el cual se desarrolla la vida. · Sociedades: conformadas por los hombres en su continua dinámica de interacción, que son portadores y a su vez transmisores de una civilización. Así, son las sociedades las que sustentan las civilizaciones y las animan en sus tensiones y progresos. Estas sociedades se fundan en relaciones jerarquizadas, con fuertes diferencias entre los grupos y, por lo tanto, generadoras de conflictos sociales, de luchas políticas y por ende en una continua evolución. Estas sociedades configuran formas de organización política para regular su convivencia, lo que determina el desarrollo de los estados. La señal más importante que permite distinguir entre culturas y civilizaciones es, sin duda, la presencia o ausencia de ciudades. En el nivel de las civilizaciones las ciudades proliferan mientras que apenas están dibujadas en el ámbito de las culturas. · Economías: Toda civilización está determinada por unos datos económicos, técnicos, biológicos, demográficos. Las condiciones materiales y biológicas son siempre un factor importante en el destino de las civilizaciones. El aumento o disminución de una población, las condiciones higiénicas y de salud, el crecimiento o el estancamiento económico y el desarrollo científico y tecnológico repercuten en el ámbito social y cultural y permiten mayores niveles de desarrollo. · Mentalidades colectivas: Quizás lo más característico, lo más incomunicable que tienen las civilizaciones entre sí, lo que las aísla y las distingue mejor, es el conjunto de valores fundamentales que constituye su sicología colectiva. Estas mentalidades son también poco sensibles al paso del tiempo, variando con mucha lentitud. A este respecto la religión es el rasgo predominante en el corazón de las civilizaciones, a la vez su pasado y su presente. Por último es necesario destacar que las civilizaciones son evolutivas y se proyectan en el tiempo en una perspectiva de larga duración. Fuente: Fernand Braudel Las Civilizaciones Actuales, Ed. Tecnos, Madrid, 1969. páginas. 23 a 34. 2. Las Primeras Civilizaciones del Mundo Antiguo. Las primeras civilizaciones surgieron en el espacio geográfico denominado Antiguo Oriente, que comprende el Noreste de África y el Suroeste de Asia, entre los años 3.500 y 250 a.c. En esta región se asentó el hombre después de un largísimo deambular prehistórico, desde su aparición en la superficie terrestre, dando origen a las primeras agrupaciones humanas junto a los valles de los ríos Tigris, Eufrates y Nilo. Ésta región fue el alba de las primeras civilizaciones, iniciándose así un largo proceso de cambios e influencias hasta dar forma a la civilización occidental. No obstante, si bien es cierto que Mesopotamia y Egipto se consideran los centros civilizados más antiguos, existieron otras regiones del Lejano Oriente, en el valle del río Indo en la India, y del río Amarillo en China, en donde hubo también núcleos civilizados muy antiguos, cuya influencia quedó limitada a áreas geográficas contiguas. - En África y Asia surgen los primeros hombres y las primeras civilizaciones: Durante la Prehistoria, por espacio de un millón de años, los hombres llevaron una vida nómada tras los rebaños de animales que les daban carne para su alimentación, cuero para abrigo y huesos para herramientas y armas. Durante la existencia de estos hombres, que vivieron cuando se producía la última glaciación (de Würm hace unos 40.000 años antes del presente), el clima era extremadamente riguroso; pero hacia el 6.000 a.c., se produjo un “óptimo climático”. Los valles de los grandes ríos, que anteriormente no eran más que amplias llanuras pantanosas, se transformaron en enormes depósitos de barro en que la vegetación surgió de modo casi espontáneo, este fue el caso del valle del río Nilo, lo que lo constituyó en un centro de atracción demográfica. Lo mismo ocurrió con las llanuras fértiles entre el Tigris y el Eufrates, en consecuencia, la expansión humana, cultural y política se produjo siguiendo el curso de los ríos.Las condiciones climáticas favorables, conjuntamente con el desarrollo de la agricultura, fueron dos factores que influyeron en la aparición de importantes civilizaciones. La alimentación del hombre estuvo asegurada gracias a la riqueza de la tierra, y unidos en colectividad, los hombres desarrollaron su capacidad creativa junto a sus naturales deseos de perfeccionarse y alcanzar mayor nivel de vida. Las primeras aldeas aparecieron en territorios montañosos del actual Irak, próximo a los ríos Tigris y Eufrates; la tierra fértil proporcionaba numerosos frutos silvestres (los primeros cultivos se limitaron a cereales, como el trigo y la cebada; realizándose los trabajos de siembra y recolección con herramientas rudimentarias (toscas hoces de hueso o pedernal) y abundaban los animales. Con estas condiciones el hombre se habituó a vivir en un sitio fijo, haciéndose sedentario, se dispuso a construir casas más sólidas, a levantar monumentos que perpetuaran sus ideas religiosas, etc. Factores que influyeron en el origen de las civilizaciones. - El descubrimiento de la agricultura. - La domesticación de animales. - El nacimiento de ciudades. - El desarrollo del comercio. - La centralización del poder político- religioso en un rey- sacerdote poderoso. - La creación de un ejército permanente. EGIPTO. Pueblo de origen camita, con influencia semita. Ubicado en la llamada “Fértil Media Luna”, cuna de la civilización occidental. En el Noreste de África, entre el desierto de Libia (en el oeste) y las montañas arábigas (en el este). Egipto es recorrido de sur a norte por el río Nilo, el que permite la fertilidad del país. Por ello se dice que Egipto es “un don del Nilo”. División territorial en Bajo Egipto (desembocadura del Nilo) capital Menfis, y Alto Egipto (valle del Nilo), capital Tebas. Política. En sus primeros tiempos Egipto estuvo dividido en pequeños Estados o “nomos”, al mando de príncipes hereditarios, a cargo de la administración civil, militar, judicial y del culto (oficiado por el sumo sacerdote). Durante el Antiguo Imperio (3.200 – 2400 a.c.), con Menfis como capital, se logra la unificación de Egipto por el rey Menes, y comienza la dinastía faraónica (dinastías I a V). Surge la burocracia representada por los funcionarios reales (escribas) y la centralización del gobierno. El Faraón, con su poder absoluto, tiene carácter divino, pues es el hijo del dios Sol.En la época de Transición (2.400 – 2.000 a.c.), el dios Ra se yergue por sobre el faraón. Los gobernadores se convierten en amos y señores de sus distritos. La monarquía decae y la anarquía se apodera de Egipto. En el imperio Medio (2000 – 1788 a.c.), se restablece la unidad gracias a los príncipes de Tebas, los faraones no gobiernan absolutamente, pues en los distritos mandan los nobles (descentralización administrativa). Expansión a Nubia. No obstante, el país vuelve a la anarquía, siendo dominado por un pueblo de mezcla indoeuropea y semita: los hicsos. Durante el nuevo Imperio (1580 – 1085 a.c.), el país es liberado nuevamente por los príncipes de Tebas. En esta etapa el faraón gobierna de forma absoluta a través de una administración centralizada. Existía ahora un ejército permanente y una nobleza guerrera. Expansión por Oriente: Tutmosis III (1480 – 1450), sometió a Palestina, Fenicia y Siria. Se establecieron guarniciones en estos lugares, conservando las costumbres de los pueblos vencidos. A través de la diplomacia lograron mantener amistad con los príncipes asiáticos y establecer el equilibrio en Oriente. El faraón busca dejar su nombre grabado en la historia, adorar con templos a los dioses, celebrar fiestas y darle una buena vida a sus súbditos. La reforma religiosa de Amenofis IV, condujo a la división del pueblo, al odio al faraón y a la anarquía. Los príncipes sirios y palestinos se independizaron. El imperio universal quedó destruido. Con las dinastías XIX y XX (1.350 – 1.085), los faraones restablecen temporalmente el poder. Con Ramsés II, se logró la paz interna y externa, pero Egipto vio reducido su campo de influencia, preocupándose en adelante de defenderse de las potencias extranjeras. Tras la XX dinastía, la lucha por el poder entre el sacerdocio de Amón, los mercenarios libios, los reyes de Nubia y finalmente la dominación de los asirios (671 a.c.), llevaron al país a una angustiante situación, que sólo fue superada gracias a la XXVI dinastía, con su imperio Saíta (663 a.c.), el que procuró renacer el Estado imitando las gloriosas formas del pasado y estableciendo estrechas relaciones económicas y culturales con los griegos. Sin embargo, un hecho externo: la destrucción del imperio asirio y la formación del imperio persa, llevaría a que los faraones no pudieran defenderse ante la nueva potencia, siendo derrotados los egipcios en la batalla de Pelusium en 525 a.c., y Egipto fue convertido en provincia persa. Sociedad. Los primeros habitantes fueron cazadores nómadas, los cuales se establecieron en el valle del Nilo, dedicándose al trabajo de la tierra. La adquisición y acumulación de tierras, de riqueza y poder originó finalmente, una fuerte división social entre la clase gobernante (familia y funcionarios reales y sacerdotes), los comerciantes y artesanos y la masa de siervos (esclavos). Todas éstas, no eran castas cerradas, pero el hijo generalmente heredaba la ocupación del padre. Economía. En los primeros años sus habitantes se dedicaron al trabajo colectivo de la tierra. Sin embargo, con el tiempo, específica-mente desde el imperio Antiguo en adelante, las actividades se diversificaron, desarrollándo-se tanto la agricultura, como el comercio (entablaron relaciones comerciales con los pueblos del Asia occidental), la artesanía y el trabajo de las minas y canteras. Religión. En los tiempos primitivos, el fetichismo (espíritus que se encarnaban en animales)) fue la principal manifestación religiosa, acompañada por la creencia en un dios tutelar para cada ciudad (Tebas: el carnero Amón; en Menfis: Ptah, el buey Apis). En un segundo momento, surge el culto antropomórfico (creencia en un dios con cuerpo humano y con cabeza de animal). Aparecen dioses superiores, asociados al Sol: Ra (Amón Ra). También se adoró al hijo de Ra, Horus (el sol naciente), Seth, el dios de la oscuridad y Osiris, el dios del sol poniente. En los primeros tiempos, no se le hacían cultos, y sólo servían para explicar fenómenos naturales. Con los siglos, fueron frecuentes los sacrificios humanos hechos para ofrendar a las divinidades. Tanto así, que los egipcios adoraban a los dioses buenos como malos, con la misma fuerza, pues consideraban que ellos eran superiores a cualquier hombre, y dicho poder debía ser venerado. Durante el Nuevo Imperio, Amón Ra se convirtió en el dios único y supremo, creador del universo (cierto monoteísmo), aún cuando el pueblo seguía practicando el politeísmo. Los sacerdotes ocupaban una elevada posición como mediadores entre los dioses y los hombres. Eran los únicos maestros de las escuelas, ubicadas en los templos. Cultivaron las ciencias. Su cargo era hereditario. El gran poder terrenal y espiritual que alcanzó el sumo sacerdote durante el imperio Nuevo, llevó al debilitamiento del Estado y de la figura del faraón.La reforma religiosa de Amenofis IV o Ikhnatón “lo que agrada a Atón” (1.370 – 1.352 a.c.), condujo a la adoración de un solo dios (monoteísmo), a una nueva forma del dios solar , Atón (“disco solar”), el dios del amor y de la bondad. El rey se declaró sumo sacerdote del nuevo dios, destruyéndose los templos y las imágenes dedicadas a los otros dioses y expulsándose a los sacerdotes. La nueva religión impuso a los hombres deberes morales.El pueblo, contrario a estos cambios, una vez desaparecido Amenofis, volvió a sus prácticas religiosas ancestrales (culto a Amón Ra y a los otros dioses), triunfando el materialismo por sobre la espiritualidad. En cuanto a la muerte, la creencia egipcia, tenía relación con el Ka, es decir, con el espíritu de cada hombre, el cual habitaba un cuerpo. Por eso, al momento de la muerte, se momificaba el cadáver, para que así el espíritu pudiera seguir habitando en él por la eternidad. Posteriormente, pensaron que el alma abandonaba el cuerpo e ingresaba al mundo de los dioses tras pasar por el llamado “Juicio a los muertos”, lo que en cierta forma nos da a entender que se le daba importancia a los actos que el hombre realizaba en vida, lo que refleja una relativa espiritualidad. A pesar de ello, no se abandonó la práctica de la momificación. Avances culturales. Desarrollaron la escritura jeroglífica (ideográfica). Destacaron por sus esculturales monumentos fúnebres: las pirámides, especialmente las de Gizeh (Cheops, Chefren y Micerinos) y la construcción de mastabas e hipogeos (tumbas subterráneas ubicadas preferentemente en el valle de los Reyes). Los templos en honor a los dioses destacan por su grandeza: este es el caso de los templos de Karnak y Luxor en Tebas consagrados a Amón Ra. Estas monumentales obras construidas con piedras, nacieron del deseo de expresar materialmente lo infinito y lo eterno. También realizaron importantes avances en Medicina, Matemáticas y Astronomía, resultando de esto último, un calendario muy exacto de un año de 365 días dividido en doce meses, el último de los cuales con 5 días restantes al final. Las obras de aprovechamiento de las aguas del río Nilo tuvieron especial desarrollo, construyéndose diques y canales de regadío. MESOPOTAMIA Ubicación. Habitada por pueblos semitas e indo- europeos que se extendieron por las tierras fértiles rodeadas por los ríos Eufrates y Tigris. Mesopotamia o el “país entre dos ríos” (el Eufrates y el Tigris) como la llamaron los griegos, está situada entre Armenia, los montes del Kurdistán, el desierto sirio-arábigo y el gofo Pérsico; y forma parte de la llamada “Media Luna Fértil”. Mesopotamia se divide en dos regiones: Asiria (parte norte más alta y montañosa) y Babilonia (parte sur, una llanura casi plana y fértil) o Caldea. Su clima es cálido y seco, y Mesopotamia sería una estéril estepa si no fuera por el Eufrates y el Tigris, que nacen en los montes de Armenia y que anualmente, en abril y mayo, al derretirse las nieves, inundan el país con sus aguas. Economía. Gracias al regadío artificial, fue Mesopotamia uno de los países más fértiles, con tres cosechas en el año, rica en cereales y viñas. Entre los animales figuraban el león, la gacela y el avestruz y, además, el perro, el gato, la oveja y el asno salvajes, que fueron domesticados ya en fecha remota. Un producto peculiar era la nafta, de la cual se extraía el asfalto. Sociedad. Los primeros habitantes de Mesopotamia eran pastores y nómadas que se organizaron en torno al trabajo colectivo y a constituirse en organismos políticos con una fuerte autoridad. Su organización política era la tribu, basada en el sistema patriarcal y en la idea de la comunidad consanguínea. Todos los miembros de la tribu son libres e iguales, no existen diferencias sociales, gozando de cierta superioridad únicamente los ancianos, a cuyo frente figura el patriarca. Su derecho es consuetudinario, teniendo especial importancia el derecho de venganza privada y colectiva y el derecho de hospitalidad. Todo agravio hecho a una persona es vengado por sus familiares y tribu. Política. Tras la fundación de las primeras ciudades, con el tiempo se formaron en Babilonia pequeños Estados, cuyo centro era una ciudad fortificada y a cuyo frente figuraba un príncipe – sacerdote llamado Patesi, que era considerado como representante de la divinidad tutelar de la ciudad, siendo el dios el verdadero dueño y soberano de ella. Las ciudades más importantes fueron, en Súmer: Ur, Uruk y Nippur, esta última un centro religioso para todo el país; en Accad: Agadé, Kish y Lagash o Tello.Tanto los acadios como los sumerios eran pueblos guerreros. Hubo innumerables guerras entre los pequeños Estados, tratando cada uno de imponerse a los demás. En estas contiendas el país se vino unificando paulatinamente; los Estados más pequeños fueron absorbidos. La unificación de Babilonia fue lograda por lossumerios hacia el 2.650 a.c., el primer gran imperio fue el del rey Lugalzaggisi, que abarcó toda Mesopotamia hasta las costas del Mediterráneo, el que desapareció tras su muerte, pero que pasó a la historia como el primer intento de crear un imperio universal. Tras la muerte de Lugalzaggisi, implantaron su gobierno los acadios (2.600 a.c.), al mando de Sargón I “El señor de las cuatro partes del mundo”, estableciendo un imperio que se extendió por Mesopotamia y la parte oriental del Asia Menor. El dominio político de los babilonios tuvo alta importancia económica y cultural (mayor que el de los egipcios). Los comerciantes babilónicos traficaron por todo el mundo oriental. La escritura y la lengua babilónica, los pesos y las medidas, el derecho, las creencias y su arte se difundieron por todo Oriente. En Babilonia surge por primera vez la idea de imperio universal. Dos siglos después de su fundación, el imperio acadio se derrumbó como consecuencia de disturbios internos (2400 a.c.). Temporalmente, los sumerios recobraron la unidad del imperio, pero sus luchas por la supremacía agotaron sus fuerzas y, finalmente, el reino sucumbió ante el avance de pueblos extranjeros: los elamitas, y principalmente de los amorreos, un pueblo semita que habitaba el desierto sirio- arábigo. Los amorreos lograron someter a los sumerio-acadios (2.000 a.c.), creando un gran imperio cuya capital fue Babilonia. La organización del imperio babilónico fue obra deHamurabi (1950- 1905 a.c), quien tras consolidar el dominio interno, triunfó sobre los elamitas, incorporó Asiria, Siria y logró una salida al Mediterráneo. Pero Hamurabi no fue un conquistador, se consagró ante todo, a dar a su país orden y paz. El emperador ejercía el gobierno por mandato divino, no era adorado como un dios (como el faraón egipcio), sino que actuaba como representante del dios Marduk, el rey de los dioses, siendo considerado éste como el verdadero soberano del imperio. Anualmente, el rey se retiraba a un templo, donde entraba en contacto directo con la divinidad, la cual le daba sus órdenes y fijaba los destinos del imperio. La obra más importante de Hamurabi fue la codificación de las leyes (“Código de Hamurabi”), con el objeto de que toda persona perjudicada pudiera leer las leyes y encontrar la justicia. En el año 1750 a.c., los hititas (un pueblo indoeuropeo) invadieron Mesopotamia y destruyeron el imperio Babilónico gracias a una ventajosa arma de guerra: el carro de guerra tirado por caballos. El reino hitita alcanzó su apogeo en los siglos XIV y XIII a.c., cuando en tratado de paz con el faraón egipcio Ramsés II, se repartieron el dominio sobre Oriente. El imperio hitita extendíase entonces sobre todo el Asia Menor, el norte de Siria y parte de Mesopotamia. A mediados del siglo XII a.c., el imperio fue destruido, víctima de las grandes oleadas migratorias. Finalmente, la destrucción del reino babilónico por los hititas abrió el camino a los cassitas (pueblo kurdo- indoeuropeo), quienes gobernaron por más de cinco siglos en Babilonia, significando su dominio un período de decadencia total para el país. Religión. Al igual que todos los pueblos semitas y también los egipcios, los habitantes de Mesopotamia vieron el mundo habitado por innumerables espíritus, buenos o malos, que se manifestaban en los más diversos objetos de la naturaleza: piedras y plantas; el toro y el león eran tenidos por animales sagrados y sus estatuas colosales eran erigidas en los templos y palacios. Los babilonios y asirios admitieron la existencia de un gran número de dioses (politeísmo), todos los cuales eran seres celestes. Les atribuían las virtudes y las pasiones humanas. Eran dioses benévolos y justos, no había dioses malos. El mal era causado por los demonios, espíritus perversos, más poderosos que los hombres pero inferiores a los dioses. Para combatirlos utilizaban la magia. Los babilonios dividieron el universo en cielo, tierra y océano, cada uno de los cuales tenía un dios: Anu era el dios del cielo, que estaba por encima de las otras divinidades. En la tierra reinaba Enlil, el consejero de los dioses y señor de los humanos, el tercer dios era Ea, el señor de las aguas, que da la sabiduría. Al lado de la adoración a estos dioses de forma humana, se adoraron a los astros: el dios del sol era Shamash (dios de la justicia), el dios de la luna era Sin (dios del tiempo) y el planeta Venus era Ishtar, diosa de la guerra y del amor.Asimismo, cada ciudad tenía su dios tutelar, destacándose Marduk (Babilonia) y Asur (Asiria), quienes llegaron a ser dioses nacionales, siendo adorados como dioses supremos. Los babilonios se esforzaron por encontrar una solución al problema de por qué se vive y por qué se sufre. Según la creencia babilónica, Marduk formó al hombre a imagen suya de un montón de arcilla amasada con su propia sangre. El problema que más les preocupó fue el de la muerte. Ellos dieron sepultura al cuerpo de sus difuntos, porque de lo contrario, el espíritu del muerto se convertía en un espíritu dañino. Si el cuerpo recibía un último tributo, el alma (edimnu) bajaba a la “grande tierra”, a la casa de las tinieblas, donde reinaba la oscuridad y los muertos tenían por comida el polvo. Esta creencia imprimió a la vida espiritual un carácter lúgubre y triste.Todo ser humano dependía de un dios custodio, que intermediaba con otros dioses. Por eso, el hombre debía rendirle culto a este dios, o si no, le abandonaba, y toda clase de infortunios se volvían hacia él. Era necesario captar la benevolencia de las divinidades por medio de las oraciones, los sacrificios y la práctica de la magia. Lo que más pedían era una vida terrenal larga, para evitar los TORMENTOS de la vida ultraterrenal. Avances. Los sumerios, inteligentes y activos, hicieron cultivable el país, construyendo canales y diques y desecando los pantanos. Fundaron ciudades y mantuvieron un activo comercio. De todos los adelantos que hicieron los sumerios el más importante fue el invento de la escritura cuneiforme. Ya en el cuarto milenio antes de Cristo, su arte y ciencia alcanzaron una altura asombrosa. INDIA. Ubicación.Sureste de Asia, entre los ríos Indo y Ganges, en la llamada península de Indostan. Alrededor del Indo se extendía una amplia llanura, lugar propicio para el cultivo de cereales. La inundación periódica del río cubría una extensión amplia de terreno, lo que con un sistema de canales de riego, constituía una eficaz ayuda para la fertilización de las tierras. Sociedad. Los hindúes no se mezclaron con el pueblo sometido. Para mantener la pureza de la sangre, establecieron un régimen de castas. Cada casta era una agrupación social cerrada, estando prohibido el matrimonio entre miembros de distintas castas. El sistema de castas se mantiene hasta la fecha en la India, constituyendo el mayor problema para cualquier reforma social o política. Los hindúes forman tres castas: 1) brahmanes o sacerdotes; 2) sátiras o guerreros, a los cuales pertenecían los nobles, los príncipes y los reyes; 3) vaicías, las personas que se dedicaban al comercio, la industria y el cultivo. Los vencidos forman dos castas: 1) los sudras; 2) los parias. Estas castas son despreciadas por ser consideradas impuras. No pertenecen al organismo social político. Política. Hacia el año 2.500 a.c., había establecidas en el valle del Indo diversas ciudades poderosas, entre las cuales destacan Mohenjo- Daro y Harappa. Estas ciudades tenían una fuerte organización comercial gracias a la navegación fluvial existente en el teritorio, lo que les permitió adquirir innovaciones desde otros lugares,.especialmente Mesopotamia. A la cabeza del gobierno estaba el rey- sacerdote. Economía. Los valles del Indo se utilizaron para labores agrícolas (cultivo de algodón y granos). También entraron en relaciones comerciales con Mesopotamia. Religión. Al igual que los arios y otros pueblos, los hindúes divinizaron a las fuerzas de la naturaleza, formándose gran cantidad de cultos. Como consecuencia de la especulación teológica, se formó la doctrina del Brahmanismo. Pero éste sólo fue practicado por los espíritus más selectos, mientras que la gran masa del pueblo siguió adorando a las divinidades politeístas. Sin embargo, predominan en el brahmanismo y las creencias populares las mismas tendencias generales, apareciendo en ambos conceptos parecidos y las mismas figuras divinas, puesto que el primero se derivó de las segundas, constituyendo su purificación. Las creencias se hallan expresadas en los vedas, los antiguos libros sagrados, y en el Código de Manú. El brahmanismo es una religión panteísta. El mundo es la manifestación material del “brama” (alma de l mundo, alma universal), que lo compenetra todo. Pero aunque el brama crea t compenetra la materia, esta es en sí mala. También el cuerpo humano carece de valor. El “atman”, alma del hombre, está condenado a resistir en el cuerpo para expiar antiguas culpas. Si el atman no logra purificarse, tendrá que reencarnarse después de la muerte del cuerpo correspondiente en nuevos seres. Según su conducta haya sido buena o mala, estas reencarnaciones se harán en seres inferiores (minerales, plantas, animales) o superiores (personas, espíritus, genios). Según esta ciencia en la trasmigración de las almas, cada reencarnación es un castigo por no haber logrado la purificación, pero a la vez es una nueva oportunidad para lograrla. Por medio del ascetismo, la supresión de las pasiones y las mortificaciones y de las meditaciones, el alma consigue su purificación, hasta que finalmente se podrá librar del cuerpo. El último fin es la completa separación de la materia, el aniquilamiento del alma individual por medio de su vuelta al alma del mundo, que es el Uno y el Todo, la identificación del Atman con el Brahma. El Brahmanismo predica la negación de la vida. No quiere eliminar los males del mundo, sino que quiere huir del mundo. El representante más perfecto del brahmanismo es el yogi que, abandonando las cosas de este mundo, se consagra enteramente al ascetismo, a las mortificaciones y a la meditación. El brahmanismo legaliza y aprueba el sistema de castas, ya que según él, cada casta significa una etapa más elevada en el proceso de purificación del alma. El budismo: el brahmanismo, decayó más y más. Contra esto, contra el sistema de castas y contra los cultos politeístas populares, levantose hacia el año 500 a.c., Gotaza Buda (“el que ha despertado”), enseñando una nueva doctrina para librarse del mal del mundo. Un profundo pesimismo predomina en su doctrina. El mundo es radicalmente malo. El hombre puede redimirse del mal por medio de la caridad, la compasión y el amor. Por medio de la renunciación, la supresión de las pasiones y los apetitos, por la verdad, etc. El alma redimida ingresa a la Nada, el Nirvana, donde se extingue. El budismo es una religión muy peculiar, porque es una religión sin dios, es un ateísmo perfecto. El mundo y el hombre son intrínsecamente malos. Vivir es sufrir. Para redimirse del sufrimiento es preciso aniquilar la existencia individual. La felicidad consiste en la extinción, el ingreso en el Nirvana. En un comienzo el budismo alcanzó gran difusión en la India, pero como se dirigía a todos los hombres, oponiéndose al sistema de castas, originó luego una poderosa reacción de parte del brahmanismo. Finalmente, desapareció casi por completo. En cambio se extendió por toda el Asia oriental (Birmania, Siam, Indochina, Tibet, Mongolia, China, Japón). Siendo originalmente el budismo una religión sin dios, originalmente no tuvo culto. No había templos, ceremonias ni oraciones. Pero como las masas no podían creer en una religión puramente abstracta, divinizaron al mismo Buda. Avances. Las ciudades hindúes destacaron por su progreso, cada una tenía templos, un baño público con calefacción central, salones y graneros. Las calles estaban bordeadas por casas con terrazas, muchas de dos pisos de altura, construidas con ladrillos cocidos, y la gente utilizaba el betún en techos y paredes para evitar la humedad. La fontanería del Indo fue la más aventajada de su tiempo. Las grandes casas tenían pozos para el agua potable y del baño, y un sistema de drenaje. Las ciudades prosperaron durante casi mil años, pero hacia 1700 a.c, fueron devastadas por terremotos e inundaciones. Los escultores del I ndo hicieron figuras de terracota, así como de piedra. En Mohenjo- Daro se encontraron sellos tallados con figuras de animales y símbolos de una forma de escritura aún no descifrada. CHINA. Ubicación. En los fértiles valles de los ríos Hang-ho (azul) y Yang-tse-Kiang (amarillo) se desarrolló una de las civilizaciones más fascinantes y fructíferas de la humanidad, la china. Política. Se formó un imperio a cargo del emperador que pasó a manos de varias dinastías o familias: - Dinastía Shang o Chang: (1766 - 1027 a.C. aprox.) tras una serie de guerras tribales se impuso esta dinastía, que se extendió hasta Mongolia y el valle del río Azul. Su ciudad capial fue Ngan-Yang.La sociedad Shang era altamente desarrollada y gobernada por una clase hereditaria de aristócratas. Al frente estaba el rey, que presidía una nobleza militar y elegía a los gobernantes territoriales. Entre esta clase aristocrática y los plebeyos había un estrato sacerdotal culto.Su economía estaba basada en la agricultura; que incluía el cultivo de mijo, trigo y cebada. Dominaban la metalurgia del bronce y también, fueron sus famosos delicados tallados en jade y tejidos de seda. Regía el culto a los reyes difuntos y de vez en cuando realizaban sacrificios humanos.La dinastía Shang terminó debilitaba por los pueblos vecinos y fue reemplazada por la Zhou. - Dinastía Zhou o Chou o Cheu: (1027 - 256 a.C. aprox.) fue la última dinastía de reyes anterior a las dinastías imperiales. Su capital la instalaron en la ciudad de Xi’an y dividieron el reino en varios estados controlados por un gobernador local, que cumplía las órdenes centrales. Pasado el tiempo, estos estados crecieron cada vez más independientes y el poder de la dinastía se debilitó.Las ciudades crecieron, formándose una clase comercial que usaba el dinero en vez del trueque.En este período se dio un gran desarrollo cultural: hubo grandes pensadores y filósofos, tales como Confucio ?creadordel confucionismo? (ver recuadro) y Lao Tzu o Tao Te Ching ?creador del taoísmo, que rinde culto a los espíritus de la naturaleza y los antepasados; y se produjo gran cantidad de grandes libros, incluyendo el I Ching (o “Libro de los Cambios”), el Shijing (o “Libro de los Poemas”), entre otros.En el año 256 a.C., la dinastía Zhou finalmente terminó, cuando el gobierno central perdió poder y se separó en siete grandes estados. Dinastía Ch’in o Qin: (221 207 a.C. aprox.) Los siete estados separados lucharon entre sí para controlar China. Finalmente, los Chi’n o Qin resultaron victoriosos y su rey, Cheng o Zheng, estableció un primer gran imperio fuertemente autoritario (221). Además, se hizo nombrar Qin (o Chi’n) Shi Huang Di (“Primer emperador soberano de China”). El emperador llevó a cabo una serie de medidas administrativas y económicas, además de impulsar la unificación cultural. Entre sus famosas obras se encuentran la construcción de la Gran Muralla China, que tenía como fin defender el imperio de las invasiones. Esta fue luego extendida y reconstruida por las dinastías siguientes. Debido al duro gobierno y a los fuertes impuestos, cuando el emperador murió, en el 207 a.C., estalló una guerra civil. Esto, sumado a las continuas amenazas de los pueblos invasores, hizo que esta dinastía cayera y llegara al poder la Han. Sociedad. Sociedad Aristocrática. Esto quiere decir, una sociedad con estratos estrictamente identificados, en los que la clase más poderosa gobierna a la menos poderosa. Al frente esta el Rey, que presidía una nobleza militar, y elegía los gobernantes territoriales, los cuales estaban obligados a prestar sus servicios en empresas militares. En este sentido podemos observar un característico paralelismo con el feudalismo europeo que se daría alrededor de mil a dos mil años más tarde, en un territorio con el que sólo habrían rutas comerciales, y por tanto, de intercambio cultural, hacia el 200 a.C (Ruta de la Seda) En un nivel inferior, se encontraban los plebeyos, que eran, principalmente el pueblo, el cual no tenía el menor poder en la toma de decisiones. Entre la clase aristocrática y los plebeyos, había un estrato sacerdotal culto, que se ocupaba de los documentos de gobierno y la adivinación. Economía. Basada en el cultivo del arroz. Además, se cultivaba mijo, trigo, cebada y arroz. También se cuidaban gusanos de Seda, y se criaban perros, cerdos, ovejas y bueyes. Religión. Siguieron los principios de Confucio. El confucionismo, más que un sistema religioso, es uno moral, basado en la importancia de la bondad y del espíritu. jamás tuvieron una religión específicamente definida. Pero aún así, se sabe que, al igual que la mayoría de las civilizaciones orientales, adoraban a sus antepasados (Animismo, como definición de sentido religioso) creándoles altares, estatuas, dotándolos de una sabiduría especial, y una serie de poderes sobrenaturales. Creían además que el alma de los antepasados, o sus designios, podía leerse en las estrellas, ello se conoce como astrología china, si bien nunca fue especialmente avanzada, a diferencia de la babilónica, la egipcia o la de los pueblo hindúes. Al igual que otras culturas de la época, adoraban a una serie de dioses diferentes según cada región, ello heredado de los distintos poblados de las culturas Yangshao y Longshan, a veces naturales, o que representaban actitudes o sentimientos humanos. Sus Dioses eran antropomorfos y zoomorfos, por lo que se les define como politeístas. El más importante de los dioses era Shang-Ti “El señor de lo alto” Avances. se formaron dos corrientes filosóficas, las más importantes de china, que se mantienen hasta la actualidad: Confusionismo (principios morales a partir del gran filósofo Confucio) y el Taoísmo ( armonía con la Naturaleza) Se construye la Gran Muralla China. Se creó la escritura casi como se conoce actualmente. Formación de obras hidráulicas y enlaces culturales sumamente importantes (Ruta de la Seda). Invención y desarrollo de la Industria del papel. Florece el Budismo. Se construyó el Gran Canal que unía al rió Yangsi y el Huang. Hubo un gran desarrollo artístico, de pintura y poesía, y en cartografía y matemática.