El Peruano Año 106 // 3ª etapa // 471 // Viernes 19 de agosto de 2016 DIARIO OFICIAL CINEMA-POESÍA CINEMA- LIMA EN LA VOZ DE SUS POETAS Una propuesta propu innovadora para llenar de público de la ciudad. Pág. 2 arte el espacio esp DICCIONARIO DIPERÚ: TRIBUTO AL HABLA COLOQUIAL Pág. 3 IINCURSIONES S SANTA MARÍA D DE NIEVA: CAOS Y EMBRUJO Pág. 7 ARTESANÍA DEL MANTARO RELATO EN FILIGRANA TEXTILES Y PLATERÍA, TRADICIÓN SIN FIN. Págs. 4 y 5 2 EXPERIENCIAS Viernes 19 de agosto de 2016. El Peruano POESÍA EN LA PLAZA “Los textos de Westphalen, cargados de inspiración, llenan la plaza de intensidad, insuflan el espíritu, lo nutren.” Una iniciativa que aporta sensibilidad y un nuevo espíritu a la ciudad se viene consolidando desde hace unos meses en el centro de Lima, donde algunas de sus calles y plazas albergan jornadas intensas de lectura poética. Son noches en las que voces jóvenes evocan a nuestros viejos vates dejando expuesto todo su arte. TEXTO: GABRIEL VALDIVIA VÉLEZ L ima reúne las más disímiles características, pero no es poética, no al menos en la dimensión profunda del alma y en la armonía con la que describiría en un poema Emilio Adolfo Westphalen, la evocación de su amada: “Viniste a posarte sobre una hoja de mi cuerpo/ Gota dulce y pesada como el sol sobre nuestras vidas/ Trajiste olor de madera y ternura de tallo inclinándose/ Y alto velamen de mar recogiéndose en tu mirada… Lima es frontal, muy directa; tiene voz vibrante y en esta noche especialmente, contrasta con la confesión del poeta, hecha de susurros, de silencios reunidos. Brota intimidad entonces en la plaza Francia, donde un grupo de amantes de la poesía comparte la iniciativa “Lima en sus poetas”, un espacio creado al aire libre precisamente para difundir este arte poético. PASAJE Este encuentro forma parte de un ciclo de intervenciones poéticas y lecturas que se realiza en distintos espacios públicos de la capital. Es AMOR AL ARTE C inema-poesía es una productora audiovisual que nace con la idea de hacer cortometrajes sobre poetas españoles. Fue un nacimiento de riesgo, recuerda Diego, pues el mismo confiesa que no sabía hacer guiones. “Lo aprendí en el camino, de manera autodidacta. Veía documentales, tutoriales y con el apoyo de algunos amigos fui armando los equipos. Así, hemos llegado a los 4 años difundiendo cine y poesía”. producido por la gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima Metropolitana y Cinemapoesía, una productora independiente que tiene como objetivo difundir la poesía por intermedio de los nuevos medios, en particular el cine, y de la que forma parte Diego Lazarte. Las actividades se iniciaron en agosto del año pasado y se han concentrado principalmente en el Pasaje Santa Rosa, un lugar ideal, de tránsito, donde los poetas jóvenes leen los poemas del homenajeado. “El año pasado se leyeron solamente a poetas peruanos fallecidos, como Martín Adán o José María Eguren, pero este año, debido a la universalidad de la poesía, se consideró incluir también a extranjeros, que en algún momento transitaron por nuestra capital o cantaron para ella. En otras palabras, que escribieron un texto inspirado en esta ciudad”. Siendo el propósito de estas intervenciones públicas que tengan un carácter itinerante, para setiembre se prepara un encuentro en la explanada de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, que tendrá como eje principal la producción poética de Pablo Neruda. En este caso se realiza en colaboración con la Fundación Neruda, por lo que una artista chilena, una fotógrafa, viene haciendo el registro de las casas donde vivió el poeta para darle un mayor realismo a la presentación. Variedades Propuesta. La poesía se recita o se canta, según sean los gustos del respetable. Una nueva forma de enganchar con el arte. El primer poeta extranjero homenajeado, como parte de este ciclo, fue el nicaragüense Rubén Darío, con ocasión de conmemorarse en febrero 100 años de su muerte. Justamente, el máximo representante del modernismo literario tiene un texto, una crónica en que cuenta su paso por Lima, después de la guerra con Chile, y su encuentro con Ricardo Palma. ITINERANCIA Lazarte insiste en que los anima el hecho de difundir la poesía entre seguidores nuevos, en espacios públicos impor t antes, y que esa labor se hace una vez al mes, por espacio de una hora. “Inicialmente hemos t rabajado en el Cent ro His tór ico, pero la idea es mover estas jornadas hacia otras partes de Lima, recuperar sus espacios. “La poesía es breve, es preferible no saturar con recitales que duren más de una hora”, dice Diego, mientras suena a media voz: ¿Es éste el mar que tímida, amorosamente/ se pierde por callejas y plazuchas /que invade jardines y lame pies y labios de estatuas rotas, caídas? / no se oye otro rumor que el borboteo/ del agua deslizándose por sótanos y alcantarillas, llevando levemente en peso hojas, pétalos, insectos... Los textos inspirados de Westphalen llenan la plaza de intensidad, insulan el espíritu, lo nutren. El público lo siente, baja la guardia. La dureza tácita de la calle se transforma, generándose un ambiente cómplice, lúdico, rítmico. En ese momento, el narrador arremete con voz nasal, cita algunas líneas de “Nacido en una aldea grande”, en las que el autor de Ritual de la Arena cuenta sus impresiones de Lima, dejando expuestos recuerdos y nostalgias. Los próximos trabajos de Cinema-poesía de este año incluyen, además de Pablo Neruda, a César Moro, al argentino Oliverio Girondo, que tiene un texto titulado “Poemas para leer en un tranvía”. Sin embargo, el desaío de Cinema-poesía es montar a in de año un homenaje a uno de nuestros grandes poetas vivos, José Ruiz Rosas. Diego asegura que ya iniciaron las conversaciones con los familiares del vate. “Dependerá de ellos el tamaño del homenaje que queremos hacerle, ahora que lo tenemos entre nosotros”. Director fundador: Clemente Palma | Director (e): Félix Alberto Paz Quiroz | Editor: César Chaman Alarcón | Jefe de Edición Gráfica: Daniel Chang Llerena Jefe de Diagramación: Julio Rivadeneyra Usurín | Editor de Fotografía: Jack Ramón Morales | Teléfono: 315-0400, anexo 2182 Correos: variedades@editoraperu.com.pe cchaman@editoraperu.com.pe Variedades Viernes 19 de agosto de 2016. El Peruano IDENTIDAD 3 “Lo interesante del libro es que nos muestra palabras y locuciones creadas por los peruanos y aceptadas por la comunidad”. Voz de la calle. El uso, abuso y la vigencia en el tiempo de ciertos vocablos populares dan lugar a los peruanismos, reconocidos por la Academia Peruana de la Lengua. E l maestro Luis Jaime Cisneros jamás dudaba, pero esa vez, en una entrevista que le hacía en su casa, me aclaró con energía que no fuera tan purista, que el español era una lengua viva, que existía gracias a quienes la usaban y que si se respetaba la gramática, unos hablaban bien y otros no, según su realidad y su contexto, pero que se comunicaban y harto. Yo había llegado con la monserga de que los peruanos hablábamos mal y me dieron mi ‘estate quieto’. Cisneros, cierto, hoy hubiese celebrado la aparición del libro DiPerú, Diccionario de Peruanismos, que este año editó la Academia Peruana de la Lengua, auspiciada por la empresa privada, y que es una celebración a la manera peruana de hablar e informarnos. Este diccionario es el trabajo más completo, en términos académicos, realizado hasta hoy desde aquel primer estudio hecho por el poeta e historiador Juan de Arona, en el siglo XIX, al tratar de ijar las formas lexicográicas en el Perú. Así, se entiende qué son los peruanismos. ¿Y qué es un peruanismo? Un peruanismo es un vocablo, un término del español hablado en el Perú. Van los ejemplos: ayayero, que signiica adulón; bamba, que quiere decir falso; cachaco, que hace referencia a un militar; envarado, LENGUA NACIONAL Con DiPerú, Diccionario de Peruanismos, editado por la Academia Peruana de la Lengua, se reconocen más de 9,000 palabras creadas por los peruanos como muestra de su identidad y cultura. TEXTO: ELOY JÁUREGUI que se dice de aquel que tiene inluencia; o informal, que se reiere al vendedor ambulante. Pero el tratado incluye también expresiones como qué buena raza, quemarse las pestañas y matrisuicidarse, y hablan de nuestro lenguaje coloquial, festivo, popular y, por qué no, vulgar. Eso no está en discusión. CONTINUIDAD El lingüista español y director técnico de la investigación, el doctor Julio Calvo Pérez, entre otros libros sobre ilología, es autor también de textos esenciales como La cocina peruana. Análisis semántico del léxico de la cocina en lengua quechua y Nuevo diccionario bilingüe LEGADO PROPIO L a doctora Eliana Gonzales, miembro del equipo de investigación, ha señalado que los peruanismos y otras palabras responden a las necesidades de cada comunidad y están estrechamente vinculados con un momento histórico, cultural y político. “Esto ha permitido que voces como alanismo, fujimorismo, senderista y emerretista, por ejemplo, formen parte del léxico peruano y aparezcan recogidas en el diccionario. Otros términos, como sánguche, sanguchería y sanguchero, ya están asentados e inamovibles en el repertorio peruano, que los siente muy nacionales y que no se recogen ni en el Diccionario de Americanismos (2010) ni en ningún otro”. quechua-español/españolquechua, ambos editados por la Universidad de San Martín de Porres. Calvo Pérez inició sus investigaciones sobre el español peruano cuando empezó a analizar el quechua para su tesis doctoral y descubrió un sinnúmero de términos que se integraban a diferentes diccionarios. Así, con el equipo de búsquedas, inició la recopilación de voces recogidas en la calle, en centros educativos y por internet, de todo el Perú, y seleccionó hasta 14,000 peruanismos que, bien perilados, han llegado a los 9,000 que presenta este libro. Algunos querrán llamarlo ‘diccionario oicial’ y tienen razón. Otros tratados sobre peruanismos eran solo repertorios lexicales, listado de palabras y rol de expresiones que, con este libro, se superan. Si es cierto que otros diccionarios, como el de Juan de Arona, son importantes, este trabajo parte también de las investigaciones que realizaran en su momento Ricardo Palma, Miguel Ugarte Chamorro, Juan Álvarez Vita y, recientemente, Martha Hildebrandt, quienes publicaron libros que trataban de delimitar nuestra manera de hablar. En todo caso, el tratado da cuenta de la riqueza lexical peruana y aunque no abarca la totalidad de términos –ningún diccionario incluye todas las palabras de una lengua– incorpora vocablos del español peruano, costeño, andino y amazónico. CREACIÓN COLECTIVA Lo interesante del libro es que nos muestra palabras y locuciones creadas por los peruanos y aceptadas por la comunidad. Así, resulta una gran muestra de la lengua nacional desde lo coloquial y culto y, además de relejar parte esencial de nuestra cultura y realidad, explica el rasgo más importante de nuestra identidad, que es nuestra manera de hablar y que avivó el ánimo del doctor Marco Martos, presidente de la Academia Peruana de la Lengua por ese entonces, a emprender el trabajo que luego proseguirían Julio Calvo Pérez y un grupo de profesoras de la Universidad de Piura (Susana Terrones, Claudia Mezones, Shirley Cortez, Carola Tueros y Eliana Gonzales), quienes, en calidad de lingüistas y comunicadoras, culminaron el trabajo inal. Resulta pertinente, entonces, que los profesores de Lengua, cuando insistan en el uso correcto de la gramática o las reglas de tildación, tomen en cuenta el Diccionario de Peruanismos, que demuestra que si una palabra no aparece en un diccionario, ello no signiica que no exista. Claro que existe: en boca de los hablantes. Y eso es muestra de una lengua viva. 4 ARTESANOS Variedades El Peruan Curaca. Cecilia Ponce integra la sexta generación de artistas plateros en su tierra donde dirige el taller ‘Los tesoros de Catalina Huanca’. L a pasión por el arte, al igual que el color de la piel y los ojos, es algo que podemos heredar de nuestros padres. Sobrevive en la genética y las tradiciones, se impone y forma un estilo de vida. A lo largo del país, hay días que inician y concluyen con arte, en un paralelo con las mismas vidas dedicadas a esta profesión. Rutinas como la de Gabbler Maldonado, al que en el barrio llaman como el Maestro de los Tejidos. Cuando conozco a Gabbler en su taller en Hualhuas, uno de los veintiocho distritos de Huancayo, lo encuentro enseñando los aspectos básicos de la confección de los telares a los curiosos visitantes que llegan por la historia de un antiguo taller donde él trabaja. “Trabajo con diferentes tipos de lanas: la de alpaca que es la más ina y la más cara; la de llama, que dura más, pero pica; y la de oveja, que abriga más que las otras. Esto parece algo básico, pero es lo primero que aprendí de mi papá y es lo primero que les cuento a ustedes”. ARTE HEREDADO Los visitantes se dispersan y Gabbler me relata una historia que empezó antes de que sus padres le enseñaran todo lo que ahora sabe sobre tejidos. “Hace más de 40 años, Faustino Maldonado y Agripina Lazo fundaron un taller familiar donde vendían tejidos y otros trabajos con lana, pero desde antes la familia ya era conocida porque Heriberto, mi abuelo, también era un dotado en esta labor. Para ellos era cotidiano, lo aprendieron como jugando y así me lo cedieron a mí y a mis tres hermanos”. Me acompaña en un recorrido por el taller y me muestra una antigua pushca, una máquina artesanal para hilar que fue hecha por su padre y que todavía es el corazón de este espacio. En las paredes hay palabras que, como un tatuaje en la piel, buscan volver eterno un mensaje milenario y que es la base con la que fue criado Gabbler: Ama Sua (No seas ladrón), Ama Quella (No seas ocioso) y Ama Llulla (no seas mentiroso). “Hacer un poncho, una sábana o una chompa no se limita a lo supericial del objeto. Yo no hago ‘cosas’ nada más, todo lleva la carga de años de trabajo y aprendizaje, de valores, de conocimientos. Cuando trabajas tantos años puedes admitir que el valor emocional de tu creación pesa más que el valor económico, pero no podemos decir eso siempre en voz alta. Digamos que es un secreto profesional y, a la vez, un secreto a voces”. Las manos de Gabbler están casi siempre manchadas. Ya sea por manipular y tejer la lana o por los tintes naturales hechos de chilca, cochinilla o HISTORIA LANA Y PL En Huancayo hay maestros del arte aprendido por múltiples generaciones dos con la flor de la retama, hasta min cuentan bellas historias. TEXTO Y FOTOS: LUIS M. SANTA C ARTESANOS 5 o. Viernes 19 de agosto de 2016 AS DE LATA e que representan lo s. Desde textiles teñiniaturas de plata que CRUZ Panorama. Más que un trabajo, la confección de telares es para Gabbler Maldonado, una forma de mirar el mundo. En su tierra lo llaman el ‘maestro de los tejidos’. retama. Pero a él no le molesta la estética porque “las manos sucias son señal de trabajo”. “Todos los que nos dedicamos a esto tenemos las huellas del arte en el cuerpo. Nuestros dedos son toscos a pesar de que el trabajo es ino. Hay lana siempre sobre nuestra ropa. Ese es el peril del artesano de la zona y, sin miedo a equivocarme, el que describe a la mayoría”. Y cuando habla de ‘la zona’ tiene mucho sentido teniendo en cuenta que Hualhuas es para muchos la cuna textil del valle del Mantaro. Una comunidad que vive de lo que ama. “Todos hemos podido criar y educar a nuestros hijos gracias a que nuestra profesión y nuestros productos son valorados a nivel local, nacional e internacional. Nos compran los turistas, empresas peruanas y extranjeras. Me gustaría que mis hijos, un niño y una adolescente, puedan decir lo mismo, pero entiendo si buscan su propio camino. Mi padre nunca me pidió que hiciera esto, lo hice porque me nació y porque no había nada que me hiciera tan feliz como GRABADO EN EL MAPA H ualhuas está ubicado a escasos 10 minutos de la zona central de Huancayo, mientras que el taller de Gabbler Maldonado está en la primera cuadra de una avenida llamada Alfonso Ugarte. San Jerónimo de Tunan, por su parte, se ubica a escasos 15 minutos. En la plaza principal del distrito seguramente se encontrará a Cecilia Ponce, con todo su legado y el arte del grabado en plata. terminar un tejido luego de una amanecida”. FIGURAS DE PLATA San Jerónimo de Tunan está a quince minutos de Hualhuas y es un distrito que también respira arte, aunque de forma completamente diferente. Aquí se usan las manos, pero para darle forma al metal. Cecilia Ponce y Lalo Zanabria son una pareja de esposos que manejan el taller de platería llamado Tesoros de Catalina Huanca, en honor a la curaca que conocía la ubicación de grandes reliquias. Cecilia es la sexta generación de un legado de hombres y mujeres ligados a la plata como herramienta para crear elementos. Lalo es el esposo “Ellos no se limitan a crear figuras, ellos las llenas de simbología y significado. De un cariño que solo se puede aprender con los años”. que se ha comprometido con la pasión de su compañera. “Hacer una de estas obras, desde la más pequeña a la más grande, puede tomar días por el detalle y la calidad del grabado. Así de complicado era para mis antepasados y así es para mí, una herencia de trabajo que enfrento con alegría”, cuenta la esposa mientras atiende al público que pregunta por formas y precios. A un lado, Lalo dibuja la silueta plateada de un ave que brilla a pesar de que la luz del mediodía se iltra en el taller. Llama la atención de los visitantes porque realiza su trabajo usando el vestuario de la típica danza de Los Avelinos, natural de esta tierra. Es una forma de rendir tributo a este distrito que les ha correspondido con cariño a este arte que profesan. “En San Jerónimo de Tunan hay muchos talleres de platería, sin embargo reconocen que la familia de Cecilia es pionera. No se limitan a crear iguras, ellos las llenas de simbología y signiicado. De un cariño que solamente se puede aprender con los años”. Ambos precisan un detalle fundamental en este trabajo: cada una de las piezas que transforman viene de un sentimiento, propio o ajeno a ellos. “Cuando viene el novio a pedir un anillo, una madre un dije o el amigo un recuerdo, realmente piden emotividad y calidad. Ambas características van de la mano y solamente la mitad de esa ecuación nos pertenece. La dosis emocional la pone el que pide una pieza y inalmente el que la recibe”. ¿Es diícil llevar la responsabilidad de seis generaciones en su espalda? En los inicios sí, pero ya han aprendido a lidiar con las altas expectativas que trae ser parte de un legado. “Al comienzo me daba miedo no estar a la altura de mi mamá Raquel, de su abuela Cecilia y de las otras mujeres que crearon nuestra reputación. Pero ahora me doy cuenta que yo también forjo mi propio prestigio. Nuestras creaciones hablarán por mí mañana”. Y no es diícil llegar a la conclusión que mañana se hablará muy bien de Cecilia y Lalo. Cuando sus nombres, al igual que sus estatuas de plata, sobrevivan en el tiempo. 6 APRENDIZAJES Viernes 19 de agosto de 2016. El Peruano Variedades E n una de las salas de la biblioteca municipal de Barranco, Manuel Beingolea, se divisa la pintura de una niña sentada sobre una planta curiosamente colorida cuyas hojas han sido reemplazadas por libros. En sus manos, ella sostiene un ejemplar de la célebre obra del recordado Martín Adán La casa de cartón. Este nombre también es el de la sala donde se encuentra esta imagen, un espacio cuyo público principal es el más importante para el crecimiento cultural del distrito: los niños. A inicios del 2016, ya se tenía como meta recuperar uno de los espacios de esta biblioteca, un monumento histórico en el corazón de un distrito de arte, amistad y bohemia. Hoy, con el apoyo de las autoridades locales, organizaciones privadas y los mismos vecinos barranquinos, se está logrando el objetivo de fomentar la lectura entre los más pequeños. “En esta sala, los niños estarán motivados a leer más. Pero, además, se darán diferentes talleres y actividades lúdicas para que el aprendizaje y la diversión vayan en paralelo”, comenta Consuelo Solís, encargada de las salas de lectura y gestora cultural de la municipalidad de Barranco. LECTURA CALLEJERA Antes de recuperar esta zona de la biblioteca Manuel Beingolea, sus predecesoras en la tarea de promover la lectura infantil fueron las calles de Barranco. “Las salas de lectura al aire libre son espacios que hemos acondicionado con estanterías abiertas”, explica la funcionaria. Los días soleados son perfectos para el funcionamiento de las salas a cielo abierto; pero en invierno la historia es diferente. Por ese motivo, en las próximas semanas se inaugurará también el ‘Vagón de la lectura’, un espacio cerrado que protegerá a libros y lectores del frío diario de junio, julio y agosto. Los usuarios de estas áreas de lectura registran sus nombres para que, al inalizar la jornada, los encargados conozcan cuál es su público objetivo. “Llevamos una lista que nos permite detectar el Sala abierta. En Barranco, cuentos clásicos, libros pop-ups, rompecabezas y un sinfín de propuestas lúdicas dirigidas a la niñez proponen una aproximación a la lectura. LEER COMO JUGANDO Un nuevo espacio para la lectura infantil se ha creado en la biblioteca municipal de Barranco. Lo único que no habrá en la sala ‘La Casa de Cartón’ es silencio: el público tendrá libertad total para leer de la forma en que mejor le plazca y, sobre todo, con dinamismo y diversión. TEXTO: ANDREA FRANCO / FOTO: VALERIA MEDINA tipo de público según las zonas; por ejemplo, en el Parque de la Cruz nuestros usuarios más frecuentes son los extranjeros y los adultos”, detalla Solís. CLÁSICO Y NUEVO La sala infantil cuenta con textos que son clásicos entre los niños. Títulos como Blanca Nieves y El Principito están a la mano de los chicos; pero los estantes también contienen libros lúdicos, que son más que hojas y escritura. “Tenemos libros pop-ups, que, cuando el niño los abre en una página determinada, se levanta una igura sobre ella. Así como este tipo de libros, también contamos con otros tipo rompecabezas: el público infantil puede sacar una igura del texto y jugar con ella mientras lo lee”, airma el bibliotecario Antonio Chumbile. Gracias al incentivo que ha recibido en las salas de lecturas al aire libre y en las diferentes actividades culturales que organiza Barranco, el público infantil ha tenido una respuesta positiva ante el estímulo cultural. “Queremos que los niños “Los días soleados son perfectos para el funcionamiento de las salas a cielo abierto; pero en invierno la historia es diferente”. crezcan con el apoyo del distrito y se conviertan en grandes ciudadanos. Sabemos que no todos pueden ir a la biblioteca, por lo cual hemos implementado las salas en las calles para que les sea más fácil acceder a la lectura”, asevera Solís. La nueva sala ‘La Casa de Cartón’, es un espacio donde los niños leerán de la forma que mejor les parezca: en silencio, en voz alta, jugando, sentados, parados, echados. Al ser una zona solo para ellos, se romperá el esquema tradicional –el del lector rígido en una mesa impoluta–, para que su acercamiento a la lectura sea natural, divertido y constante. Variedades Viernes 19 de agosto de 2016. El Peruano APORTES 7 NIEVA: CAOS Y EMBRUJO Flanqueada por los ríos Nieva y Marañón, la ciudad de Santa María de Nieva se levanta pujante en la región Amazonas. Cerca de 20,000 habitantes y 119 comunidades nativas hacen necesario que el desarrollo considere un enfoque de sostenibilidad para crecer en armonía con la naturaleza. TEXTO Y FOTO: CLARA ROJAS S anta María de Nieva crece en desorden. Su placita principal es un rectángulo donde se juega fútbol y vóley. En los alrededores, a los jóvenes awuajún el orgullo nativo los delata: erguidos, con un corte de cabello entre moderno y local, lucen un penacho en sus cabezas rapadas. Sorprende su belleza. Evito tomar fotograías, pues temo ofenderlos con mi noción del exotismo. Vestidos a la moderna, camiseta apretada y pantalón pitillo, tienen apariencia occidental. En los años 80 del siglo pasado, hubieran caliicado como ‘aculturados’ –o alienados–, pero hoy solo pretenden asimilarse al mundo global. Históricamente, nuestros pueblos originarios suelen adaptarse con rapidez a los cambios. Sincretismo, categorizan los especialistas. A Siwitsa, comunidad awajún, se llega en peque peque, una especie de canoa alargada que puede trasladar hasta a 20 personas. Después de un recorrido de hora y media desde Santa María de Nieva se arriba a Siwitsa. La comunicación sobre nuestra visita no llegó a destino (las distancias son enormes y poco mensurables por diferentes factores, el clima, el caudal del río, etcétera). Encontramos a los nativos en medio de su vida cotidiana. Cuando reciben visita, se ponen sus mejores galas. Más esta generosidad que los distingue, se mostró esta vez con el ofrecimiento de agua de coco por parte de uno de los niños. CONTACTO AWAJÚN El docente awuajún Richard CRECER EN ARMONÍA E l proyecto transversal Acciones de Integración en el Territorio Peruano se propone integrar el desarrollo territorial, el desarrollo urbano y la valoración de la arquitectura tradicional, con una perspectiva de sostenibilidad económica, ambiental y cultural. A la vez, articulará las tradiciones de la construcción con los nuevos materiales. Así, la puesta en valor del saber milenario servirá para alcanzar una armonía con la naturaleza que parece cada vez más lejana. Orrego –su nombre nativo es otro– nos puso en contacto con esta comunidad; de lo contrario no hubiéramos ingresado. Los encontramos en plena minga. Construían la casa de uno de ellos, con materiales que los ‘acercan’ a la modernidad’: paredes de madera y techo de calamina. Pero ¿por qué no techar con hoja de palmera, que es más barata, más fresca? “Sí –contestan–, es más fresca y la tenemos en el bosque, pero queremos progresar”. A un costado de la escuela de concreto, un aula que fue construida con materiales locales y que nadie usa llama mi atención. “Fue levantada en tiempos del Fenómeno de El Niño”, dicen. Esta infraestructura sin uso me hace recordar a un hospital de Nieva que fue inaugurado hace algunos meses y que hasta hoy tampoco brinda atención. En medio del bosque, las estructuras ísicas rompen la armonía de la selva. Sin diseño, sin normas técnicas, los ediicios brotan como resultado de una combinación heterogénea de cemento, improvisación, calaminas y materiales del lugar. Y la lluvia cae con fuerza, Los truenos rivalizan con la calamina, tamborilean en el espacio. “¿En qué momento se jodió el Perú, Zavalita?”. Aquí, se impone como cliché gastado la célebre frase de uno de los personajes de Vargas Llosa. Tenemos un territorio de contrastes inenarrables, con una diversidad intensa en sus sistemas etnográicos, biológicos, geográicos. De día, los sonidos de la selva confabulan un lenguaje misterioso. De noche, las luciérnagas se disputan el irmamento límpido con las estrella. Y la mano del hombre depreda sin miramientos. ACCIÓN INTEGRAL El coordinador del proyecto transversal Acciones de Integración en el Territorio Peruano es el arquitecto José Canziani, profesor de la Pontiicia Universidad Católica “Sin normas técnicas, los edificios brotan como resultado de una combinación heterogénea de cemento, improvisación y calaminas”. del Perú. La iniciativa se desarrolla en Nieva con apoyo de la cooperación belga. “En los últimos años, Santa María de Nieva ha tenido un desarrollo acelerado y caótico que ocupa de manera informal áreas inadecuadas y de alto riesgo”, advierte. “Existe un grave problema de saneamiento ambiental con el vertido directo de los desagües a los ríos Nieva y Marañón –sostiene Canziani–. Esperamos contribuir con la autoridad local a establecer lineamientos para un adecuado ordenamiento urbano, con el concepto de que la ciudad debe prestar servicios y estimular el desarrollo de la población rural, que representa cerca del 80% y está constituida mayoritariamente por indígenas awajún y wampis”. 8 Viernes 19 de agosto de 2016 El Peruano PASAJEROS A KANKACHO Un mensaje sucinto en el teléfono celular pone en alerta culinaria a nuestro cronista antes de su partida hacia Puno. En las alturas de Ayaviri, el viajero debe hacer un camino de búsqueda e introspección para dar finalmente con el plato esquivo. TEXTO: ARTURO VALVERDE Sabores. Un acto casi religioso del turista cuando llega a un lugar es descubrir sus potajes: el kankacho, en Puno, supera la tradición. E st aba en el Aer opuer t o Jor ge Chávez, en el Callao, de pie frente a la pantalla y buscando el número de puerta de embarque de mi vuelo, cuando recibí un mensaje: “No comas nada. Me han recomendado kankacho”. Apuré el paso y fui al encuentro de mis compañeros de viaje. No esperamos mucho hasta que la línea aérea comenzó a anunciar el em- barque de pasajeros. Subimos al avión y juré que esa sería la última vez que otra persona realizaba mi check-in: contra mi voluntad, tenía que viajar en un asiento intermedio, sin ventana. Saqué un libro de la maleta de mano y me resigné a volar así. Al cabo de una hora y media, llegamos a la ciudad de Juliaca, en la región Puno. Un auto nos condujo al hotel. –¿Señor, sabe si aquí hay kankacho?–, preguntó mi amiga al conductor. –No sé, señorita. Yo soy arequipeño–, respondió el hombre. Dejamos nuestras cosas para almorzar: El Trujillano, decía, con letras tiesas y negras, en un letrero grande. –¿Señora, usted vende kankacho? –No, señorita. ¿Qué va a ordenar? Nos dejó la carta. Una llamada nos interrumpió y terminé siendo el último en retirarse del local. Al llegar al hotel, acordamos salir a la mañana siguiente, temprano, hacia Santa Rosa. Dos horas de viaje. Pura pista. En el auto, camino a Santa Rosa, una voz repitió un estribillo: –Señor, ¿sabe si por aquí puedo comer kankacho? Para su felicidad, el conductor le respondió con un rotundo “Sí, señorita. Más adelante”. Prendió la radio y puso un reguetón como música de fondo para el paisaje andino que se mostraba a los dos lados de la carretera. Camino a Santa Rosa, el hambre tomó por asalto el taxi. –Detenga el carro, señor. Vamos a desayunar–, dijo mi amiga con voracidad. Bajamos del auto y, de pronto, ella regresó llena de emoción: –¡Aquí dice que venden kankacho! Nos sentamos a la mesa y me dejé contagiar el buen ánimo de mi compañera, sumado a la curiosidad que había despertado en mí el saber, por in, qué diablos era el kankacho; así que decidí ordenar uno de esos platos servidos con papas huairo y ají verde. Pedí también una sopa caliente para reponerme del frío que mordía desde la punta de mis pies hasta el extremo del alma. Mientras la mujer cocinaba el famoso kankacho, fui a dar una vuelta. En el breve recorrido por Ayaviri, el distrito al que habíamos llegado, rumbo a Santa Rosa, pude apreciar los rezagos de la batalla electoral: en las paredes, las pintas y las arengas eran la huella visi- “Volví al restaurante en el preciso momento en que aparecía el famoso kankacho en manos de la cocinera”. ble de la reciente campaña. Y allí, entre lemas de todos los colores, alguien había escrito, en un muro, ‘Kankacho’, como si se tratara de algún outsider. Volví al restaurante en el preciso momento en que aparecía el famoso kankacho en manos de la cocinera, una mujer de unos 40 años que había aprendido a preparar la carne del cordero en el horno y a sazonarla a punta de ajo y sal, tal como su madre se lo enseñó y como ella transmitiría a su hija, aunque la chica de veintitantos años no parecía mayormente interesada en los menesteres culinarios. Después de esa mañana, nuestra amiga no volvió a invocar al kankacho, hasta la hora de almuerzo, en el camino de regreso de Santa Rosa hacia Ayaviri, la Tierra del Kankacho. Contenta, regresó para devorar la pierna de un cordero sacriicado en la mejor edad que tienen estos animales para elevarse a la potencia de un kankacho, que es cuando son muy jóvenes y su carne es suave. – Tú también podrías ser un kankacho–, me dijo la cocinera. – Uno muy rico, se lo aseguro–, apunté. En la puerta, la mujer arropaba con un poncho el cuerpo del cordero cocinado y puesto en una canasta para mantenerlo caliente en medio del frío que nos velaba. Mis compañeros avanzaron con el auto, ingiendo dejarme atrás. Subí al galope y arrancamos. En la maletera llevábamos unos cuantos kilos demás a Lima. Prendí el celular y escribí a mi esposa, que me esperaba en Lima: “No comas nada esta noche. Estoy llevando kankacho”.