LA GENERACIÓN DE 1940 DE LA ESCUELA DE BELLAS ARTES Antonio Romera A continuación pamasse guardan el del círculo que indispensable es con ellos de más la costumbre designa estudiar un de el rasgo como Grupo de discípulos, sus Mont- agregando que por común, empezando, obviamente, temporal. Se hecho de haber pasado claro es la y de formación, aparte y semejante ámbito social. parecen esencialmente en el riencias vitales edad Este núcleo — lo designo generación de — 1940, por ser por idénticas circunstancia ése el año en expe de la el cual se produce la plena eclosión de casi todos sus componentes. El comienzo de la década del 40 decisivo marca el período señalado por el fin de los estudios y los primeros envíos a salones y exposiciones individuales. La fue pléyade menos precoz que el grupo de obra empieza a que la hacerse Montparnasse. Y si bien su la fecha citada, los elementos inclinación a intervenir hondamente en la torno notoria en componen revelan escasa cosa política. Nacen para el arte en ellos sólo lo rozan, nacimiento como son tangenciales generación un período a artística, mundo que parece estable, aun cuando Es el crucial en su repulsa — mucho y conflictivo, pero él. Sin embargo, se tal encuentran al — en sido su un ficticia. participado en su han ésta la ruta libre menos producirse centrados estabilidad sea Chile del Frente Popular (1938). Quienes han talación o De a sus ins maestros. para sus indagacio los del 40 han encontrado y una situación política que les iba a permitir a muchos de ellos heredar las cátedras de sus profesores. Como así ocurrió. Uno de sus ocuparla la Dirección de la miembros más conspicuos Carlos Pedraza modo que nes estéticas — Escuela, en 1959. — 146 ANTONIO ROMERA La del 13 y el grupo Montparnasse se enfrentarían a un desti incierto y, desde el punto de vista estético y social, impredecible. Asis tieron los segundos, apenas salidos de la adolescencia, a los reventones sociales del año 20. Es el Chile del cielito lindo, en que muchos simbolizan generación no el despertar de la del conciencia política país. Debe señalarse, empero, que hasta el comienzo de la década del 70, nues hablo de la generación del 40 considerarán la actividad tros artistas — — No de ideas en ese dominio; Pero debe decirse, al modo sprangeriano, que el artista chile homo aestheticus y no homo politicus. Le preocupa, en los años que política muy marginal. niego que carecieran al contrario. no es hemos consignado, casi Se labor enfrentan agregado el Instituto, Al grupo un plenitud organizador La Facultad extranjero. ración. del con Son los días de exceso. al a su únicamente cesar como su pintura o su escultura. espíritu gremial. Acaso con de la Facultad de Bellas Artes y de su de Salones y envíos de obras artísticas absorbente constituye decano de Montparnasse, una institución típica de esta gene Romano de Dominicis, miembro vacante Luis Oyarzún. el escultor ocupa su Luis Oyarzún forma parte activísima de la generación del 40. No fue pin tor, pero participó del mismo clima y de las vivencias e ideales del núcleo que adoctrinó como profesor crítico Caudillo de chard. en los años en que sus amigos en De todos comprensión generacional entidad esta modos los del 40 reparte sus admiraciones de de Estética la Escuela de Bellas Artes. Fue, de las exposiciones de esos pintores. iban formándose el y y recibe repertorio podría componen los considerarse una de maestro, además familia de a varios Bur- pintores que estímulos profesionales, de ideas, desde Pablo los efectos dominios. A las diversas indagaciones a que se ha sometido el punto sobre el guía o caudillo de la generación han surgido varios nombres: Pablo Burchard, Camilo Mori e Israel Roa. profesor de muchos de ellos. Pero Burchard, excelente pin sin olvidar de preferencia, más que lecciones de estética dejado ha tor, las provenientes de la contemplación contaminante de sus maravillosos un repertorio de anécdotas o de hechos pintorescos. óleos Burchard fue — — La acción parecía dedica decisiva más bien Couvé, parece uno de jóvenes a los cuales les y legendario. Pensemos en el libro que le actuar sobre pintores un ser mítico sus más destacados alumnos. LA GENERACIÓN DE 1940 147 Otra figura que hizo de Camilo Mo directa sobre los pintores de 1940, pues no desempeñó ninguna cátedra en la Escuela de Bellas Artes. Su labor docente se produjo en la Escuela de Arquitectura. ri. Curiosamente Mori su presencia una norma prestigiosa es no ejerció acción su el contacto de Mori fue como un aura insensible desde su de la Asociación de Pintores y Escultores. Esta acción tuvo lugar en los momentos decisivos en que el prestigio del grupo de Mont parnasse alcanzó su culminación. En la cima de todo ello se hallaba Ca milo Morí. Ejercía una especie de mandarinato. Ahora bien, presidencia El de 1940 núcleo haber casi nacido se presenta nos con cierta todos sus componentes en más coherencia, torno al segundo que por decenio del siglo XX, por la experiencia de los mismos influjos educativos, social que los acompaña en su mocedad. por el fondo En 1940 la su observar cómo un de la mayoría a enfrentado en la lenguaje aludo mayor o en Ello su estilo entidad una de pintores, no propio es y se ve óbice para tendencia común, sobre todo en su nú esencial, apenas de una quincena de artistas a los cuales se le suman otros por simple motivos en con de todos ellos existe los hermana y los unifica. Acaso lo más importante de tal cleo marcha pintura peculiar que rasgo pléyade irrenunciable destino individual. Esto al estilo menor y cronológicos, sea el lenguaje generacional. Por repertorio formal que aquellos quince pintores, medida, no sólo es consecuencia tes. Lo es también por la adoptan. de haber palpitación recibido los mismos Influjos docen temporal. Es decir, lo que podríamos llamar estilo de época y cultivo de la razón plástica. Montparnasse viajaron colectivamente a Pa Sus maestros, los del 28 rís. Los del 40 lo hicieron (en parte) cuando habían sido convertidos por el ascendiente de sus maestros al estilo predominante en el arte interna — — , Los Europa. En cional. Se puede maestros decir de un más artificioso genuinos modo y y innata. En este cotejo eludiendo no los cierto antinatural acusan el eco manera duce trasladaron en masa, enviados por una mayor estilo está señalado so se ese momento estaban ayunos que en el diversidad, y de méritos el Estado, a a préstamos. juicios de individuales de de Montparnasse el la vez que refleja impul Los artistas del 40 son grupo de una pintura, desde establecemos por de influencias foráneas (*). sus comienzos, en cierta valor. ambos Esa diferencia grupos. se pro 148 ANTONIO ROMERA Si indagamos aún otras características veremos nos" constituyen una red cado intrincada de deben extrañarnos las diversas influencias el contrario, los del 40 puede señalarse el Por dentro de francesa, creador La diferencia, si la o nórdica, a la que de todo el sobre del que ellos trasmiten. En términos generales coherentes. expresionismo. La pintura centra Ecole de París. Ella la de la inteligencia, fauvisme (fiereza). enmarcada como la con comparamos corriente en es el primado su vertiente expresionista germana rectoría muchos estetas consideran como el movimiento, El fauvisme más son predominio designada es "montpamassia- estilo, que refleja más el instinto que la razón, este ímpetu del los y tendencias. Y lo intrin capacidad de atracción. De modo absorbente, posee gran vocación que no que corrientes en punto de partida es considerable. definitiva la una de las tendencias de capitales que va a marcar su ascendiente sobre la la pléyade chilena de 1940. Su punto de partida histórico, documental, está en el Salón d'Automne de París (1905). No falta ni la pequeña anécdota con la fauves" ("Donatello entre cual se genera el nombre "Donatello parmi les las fieras"), por alusión a un bronce de estilo florentino situado en la sala donde se hallaban los óleos rutilantes de Matisse. De 1905 cado en quiera — 1940 transcurren los a el famoso en Salón años suficientes para que el repercuta parisiense unos pintores chilenos. los del Grupo de Montparnasse, de las innovaciones de Cézanne. En que medio de ambas fechas más atentos estuvieron estilo modificado — a codifi cuanto se se sitúan la acción generación de 1940 fue particularmente afectada por la influencia de los fauves. Ello supone, si la comparamos con la pléyade anterior, el culti vo de una pintura de rasgos instintivos frente al orden racional implicado por la estética del maestro de Aix. La Si la repasamos obra de Israel Roa, Sergio Montecino, Carlos Pedraza, Raúl Santelices, Alfredo Aliaga, Ximena Cristi, ciertas pinturas de Fernando Morales (Morales en general, es menos expresionista) y las primeras de veremos aquella condensación de sensaciones que se ad Aída Poblete, vierte en más ricas las en experiencias frenesí tempranas de Matisse, El que colorista. enteramente representativo, tener los eco en chaneau, 1905, modelo arquetipo fascinante de pintores chilenos cuya obra col. privada, San es decir, las fauves, las podríamos un indagamos, Francisco, USA. escoger estilo sería que como iba "Femme a au LA GENERACIÓN DE 1940 Años tarde más 149 algunos de Roa, Montecino, retratos ciertas naturalezas de Pedraza y composiciones intimistas de Ximena Cristi se relacionarán con las telas singulares del primer período del maestro francés o, por lo con menos, su de manera el sentir Matisse: Le fauvisme, propio on le No arte. olvidemos le sait c-est lo dicho por Matisse ha ido paulatinamente, como en una operación que parece nuar la violencia de la paleta orquesta!, hacia cierto clasicismo del torno y Los la búsqueda del a componentes tos de la primera del ritmo el couleur. ate con arabesco. de la generación de 1940 siguieron fielmente ios precep época de Matisse. Ximena Cristi somete sus motivos al turbión de las disposiciones ornamentales, y en determinadas composicio nes objetos de la mesa, vegetación del jardín, pájaro, sillón, jarra del — agua — es pierden domeñado sus rasgos la en el naturalistas, y de formas y de colores caos decorativa. más grata síntesis El Salón Oficial, 1941, llamado en el punto de (Grupo de Montparnasse) y discípulos (ge neración del En este unión 40) de maestros esa ocasión que produce a mi entender una certamen presentan obras tamente "profesional", aun cuando constituyó estelar. estilo perfec bien más un da fare, como lo demostró la de Aída Poblete. Concurren a este Salón de hacerse. Un bella del naturaleza muerta fecha dichos discípulos, con un no del todo formado. Es estilo activo, en actitud del grupo, Interamericano, envío estilo indago, Israel Roa, Fernando Morales, Carlos Pedraza, Manuel Quevedo, Alfredo Aliaga, Raúl Santelices, Aída Poblete y Ximena Cristi, entre los principales. El estilo cuyas fauve, características por muchos canos, no es lo mismo. Su rasgos que conserve mentos considerables: el tiempo y el espacio. bastante debilitadas, estalla aquí (se refiere porque cípulos gico en los epígonos consanguineidad aparece atenuada por al — como Las ondas llegan dice Gombrowicz ámbito americano) con más a — ameri dos ele los dis lo bioló fuerza porque lo cultural es menos firme. La geografía tiene un interés tangencial en del 28 (Grupo de Montparnasse) fueron episodio Artes fue do de ese clausurada a estudiar a Casi todos vados de año la en y que, un capital reflejaron Cézanne, de del por a razones la evolución de los estilos. Los París. Conocido es el extraño políticas, la Escuela de Bellas conjunto de treinta alumnos y profesores envia francesa. De ésta trajeron las últimas novedades. alguna manera la influencia de los post-impresionismo y de los fauves. estilos deri 150 La ANTONIO ROMERA de 1940, generación zantes maestros, El mundo tropical carioca enriqueció las fauvisme pareció, Conviene, al Se nismo. llegar aquí, hacer O la son estilo En misma cosa. impulso fauve al se suele la tendencia estimar veces su expresio le llama se madre y el término de un gran con que germinativa de 1940 generación (francés) fauvisme y entre Bra anárquico. fauve. Otras es en jóvenes y estos los dos términos haciéndolos equivalentes. realidad se alude a internacional. La distinción una grupo del 40 el se confunden "expresionismo", de por ello una estudios ampliaron paletas sus europei hacer ello, hacerse más intenso y más afirma que expresionista. No por de el ascendiente vista al mundo americano sin Casi todos los componentes pintura nativista. sil. dejar de recibir sin la volvió partió en sus comienzos llega desde la indagación de lo que de un expresivo (alemán). y la pintura de los fauves (fieras) la filiación o parentesco de am bos conceptos. Las más importantes son el acusado panteísmo, el lujo cromático y las tintas optimistas, más ostensibles estas últimas, en la ver Las diferencias son mayores entre de lo expresionismo el que podría tiente francesa que la en En la década del veinte Iberoamérica de 1925 de naturaleza. En 1933 En suma, nota en arte en los un primer tratan de en la todos los intento de los jóvenes por realizar nuevas experiencias. pintura aún de incorpo El Salón imitativa. presenta exposición de arte Gabriel Rivadeneira y la primera según estos el cuatro catálogo. artistas — escribe Huidobro — lo que no lo tiene". Obsérvese la modernidad a través de estas palabras del un problemas del podría afán de poner subyacente en el poeta: "Con trozos de viejas, con alambres, con cuerdas, con cintas de Israel Roa países En Chile hemos plástica. de avanzada, pero figurativas y, podríamos decir, que implica todavía una interpretación de la Vicente Huidobro de Parraguez, maderas producen en casi renovación Exhiben Jaime Dvor, Waldo Parraguez, María Valencia, lirismo de lógico-formal el poeta abstracto. treinta se hay que exhibe pinturas contenido "Se 1923 en las corrientes creer germana. movimientos visto ya cómo rarse a a! hacer latón, resuelve universo". considerarse como perteneciente a una generación in termedia o a medio camino entre las pléyades de Montparnasse y 40. Es el caudillo diversos de esta avatares. última y, en buena parte, está unido a su destino, a sus LA GENERACIÓN DE 1940 Nació 1909. Su en 151 la Escuela de Bellas Artes fue Ricar primer maestro en do Richon-Brunet. Después Juan Francisco González. Ambos estaban situa dos en los extremos opuestos. El estilo y temperamento del segundo convi no la más a Este de Roa. sensibilidad cumplió sus estudios en Según Luis Oyarzún — Alemania prólogo de la y en Brasil (1944-1945). de 1955 "utiliza unas (1937-1939) exposición técnicas de diseño y pigmentación que pone al — servicio estilo expresivo". En pintura, de una profunda y espontánea fusión su de la naturaleza, más paradojalmente como aparece en (1948), El Angol concurren además instintivos diversos que Mi tío Cardenio capador de gatos En su particular las fuerzas con de elementos pensados. de ciegas intelectual, lugar el humor, raíz primer (1948), José Pichintún (1944), Loicas de negros (1939), unido "a un intenso senti miento vernáculo". Otro rasgo de la paleta) se intelectual (no olvidemos lo observado naturaleza briela Mistral de que en revela Israel Roa el en empleo hay de Ga de por una sabiduría que va más allá colores Las abstractos; viudas de Rapa Nui (1951). La dominante lúgubre aparece condicionada por el tema. En esta tela se produce además la curiosa trasposición plástica en donde los tradicionales moais humor del pintor, una de las peculiares pascuenses en se transforman, dolientes mujeres. la inventiva y por Debe el considerarse esta felices y logradas realizaciones del artis y de propensión instintiva. A pesar de lo dicho respecto a un arte formado en la reflexión de un trabajo vocacional domeñado por el tiempo, sus obras derivan de un fuerte tempera metáfora plástica ta. Su fauvisme tiene mento de Obras como pintor mucho manifestado más de reflejo con precocidad. sorprendente Iglesia (1935) y Beatriz (1940) recuerdan el ascendiente del Juan Francisco González. En 1944 surge, entre notas que vaga recuerdan a Matisse, el comienzo de un estilo personalísimo cen maestro mente trado en Figura (1944). Pancha Macul (1945). Motivo de playa (1950). La (1951), Homenaje al choro (1953) y Retrato de P. A. (1969). rojo, Salón Crau, 1974, es de un singular barroquismo cósmico. Pampilla saje Se produce el choque de una mente contradictoria, realiza numentalismo. Acierta ción intuitiva y doble la del corriente síntesis con Romero Brest poderosa pequeñas siempre ve la al mundo que naturaleza en que, escribir: lo pese resultados rodea "Roa [...] de a ser Pai aparente un evidente mo- posee una Aun en concep las telas más grande". En El Día del Pintor (1941), Museo de Arte Contemporáneo, N. Y., se con las normas peculiares del artista, para bien y para mal. En el cho- centran 152 ANTONIO ROMERA las que, claro es, triunfan una gran sencillez. do, El tema es, como todos los suyos, de en la opulencia orquestal del colori virtudes. Sus lujos hallan se la fogosidad impulsiva de la factura y y nostalgia. Las dos figuras femeninas en sueño lo en tema tiene de que el habitar parecen un paraíso surrealista. Carlos Pedraza (1913), alumno de Jorge Caballero. En 1959 ción de la Escuela de Bellas Artes. temprano Pedraza se crea un Muy hasta hoy (1974). En su fecunda advierte un contraste singular entre dinámicas, de flemático, del ardiente estilo obra inconfundible al que de tema casi único la factura hecha de sonoridad, y el ocupa temperamento — la direc será las flores pinceladas callado fiel se — vitales, y apacible, pintor. Una de las claves de su pintura está en el color. Color que no se encierra del dibujo. Al contrario, se dispersa en destellos y se hace valores de pura vibración orgiástica. La forma activa se traduce en sus corporal y tangible, lo que nos realidad en su no en sus brillos color, y da la explicación de su fauvisme. en la cárcel Puede nerviosa, electrizante, joyas mo — placer rroco se miniaturiza. Los barroca, de los deviene — los de Pedraza , se hace cuadros ese de parte una escritura temas insignificantes, co modo singular en que el ba que al aplicarse a ojos Es decir, pueblan objetos que estilo el agregarse además que rococó. de Carlos Pedraza propenden a una flores, telas preciosas, caracolas, frutos, porcela valga la pala nas de calidad. La sola diferencia entre este rococó fauve bra— arte de boudoir y de los cinco XVI tradicional (siglo e| rococó II), y ritmo pastoso de los sentidos, salta en la pincelada, en la factura y en el idea de belleza cortical: — grumos de tradicional El color prodigados por el artista en sus composiciones. gusta suave, dada de las Sergio Montecino (1916) pulidas y utiliza huella desaparece. superficies en pinceladas cuya se formó una Augusto Eguiluz con pasta en rococó lamida y la Escuela de Bellas Artes, de la cual finalmente sería profesor. Perfeccionó sus estu dios en Brasil (1944) y más tarde estuvo becado en Italia y Alemania. El expresionismo lía, azul recibe su profundo inspiración obras en del pintor, nota en el característica cual afloran por el algunas empleo de y húmedo. Acaso la frecuencia de los paisajes sureños, señalen de los decenios del 40 y del 50. un tintas de unas asuntos rasgo melanco coloraciones que extraen específico en de su las 153 LA GENERACIÓN DE 1940 Este ha ido expresionismo fuerte más y abandonando interior, espiritualidad ir para los más signos de una he llamado a eso que alguna vez con densación de sensaciones, mediante la razón plástica depurada. No la se podría negar de la el reflejo parte que en la conciencia sobre tiene esto fondo íntimo del el simple materia real, decir, es pintor y el cuadro. es una especie de glosa lírica, tonos altos, saturados, cálidos Flores (1969), Mujeres y gallo, Autorretrato (1947), La ola, Magnolia (1945), unas telas, en fin, que por el predominio de la forma sobre el contenido y la Este — subjetividad, merecen incluirse en la estética fauve. Aquella condensación de sensaciones los sentidos. De su ni de hacer un modo densas las impresiones de más grupo, Montecino es acaso el que ha persistido coherente tura implica y fiel de a cierto presupuesto ni violentos cambios mutaciones de trasponer surge ya esa manera estilo. se en una producen labor más en su pin bruscas. En las obras juveniles formas las a No soluciones jugosas y húme das del paisaje. En las últimas versiones el paisaje, en sus mejores logros, muestra una tonal y de colores suntuosamente armonizados. sugerente variedad Aída Poblete (1916) Artes. Mantuvo primeros individuales, hasta 1956, su sólo nías. aspiraba Muros (es rara representar a veces y la a la Escuela de Bellas en y en las exposiciones figurativa. En torno a ese oficiales pintura tendencia a la abstracción. Una abstracción frecuencia haber dejado po parece coloridad a con salones devoción año comenzó a revelar cierta que Pablo Burchard con estudió los en el formas propicias título de las a telas) determinadas en huella inexorable traducida su exquisita. El los en cuales el una armo tiem materia estilo sobrio es compatible con de esa materia preciosa. Su tendencia a Edificios go — cierto esquematismo viene cromático al que en el dentro de lenguaje Raúl Santelices color a una pintura sin contenido en eternizado Podríamos decir constante bien de forma y de (1916) del 40 algunos meses la — Muro, Grietas, cual queda el jue lienzo. su grupo Aída Poblete ha sido la menos generacional. trabajó en como Brasil. A los demás su componentes regreso las obras de la pléyade habían perdido y aire tímido de los años que siguieron a su salida de la Escuela de Bellas Artes. En un comentario de esos tiempos leemos que quedaen los cursos demostró condiciones brillantes y que esas virtudes aquella rigidez 154 ANTONIO ROMERA de ron dominio técnico, composición y coherencia entre Alcanzó "un nivel muy superior respecto a la orienta manifiesto en el dibujo y color. ción pictórica [...] y de El expresionismo es posible advertir su concepto formales" de los problemas (Goldschmidt). de Santelices, más estático que lo habitual en dicha deriva a veces hacia formas superrealistas. Dicho estilo alter tendencia, nó con un diseño de líneas amplias y desarrollo monumentalista. A menudo Alfredo Aliaga deformaciones (1917-1973), en encerradas en un colorido violento. juventud, desempeñó plena la Escuela de Bellas Artes, en donde con Aída Poblete, de su generación, una cátedra en formó. En 1941 fue seleccionado, para exponer en el Museo de Arte de Toledo (USA). Así como Ximena Cristi es en su grupo la máxima repre sentante de una pintura fúlgida y optimista, Aliaga prefiere aun extre mando los desmelenamientos de color los tonos dramáticos. Se halla se — — más cerca y de los expresionistas que de los fauves. El la realidad, de sugiere con sus manchas vivaces colorido es sombrío un modo instintivo y no racional. El desenfreno subjetivo de bas de 1940 no carecía — do muy de algún atisbo a — am mo plástico. Ximena Cristi (1920) fue muy precoz, y su tecino (que le aventaja en cuatro años), la sada Calle; Día de lluvia, humorístico, resuelto de un sus visiones urbanas la Escuela de Bellas Artes, compañero recuerda todavía siendo de promoción, Mon recién ingre "cuando adolescente, una una niña, a sus pinturas salía algo más allá de la visión convencional". Si Aída Poblete Cristi quía del gusta espiritual elección prefiere el color ardidos especie jocundidad, de ver el se goce de acaloramiento optimismo exposiciones razón vital. el y Ximena parcas, desposeídos de jerar — son rutilantes por la saturados. fulgor de su paleta como un abanico colores". Sus telas dejan una armonías siempre — de los tonos más de y las cuadros, brillo; y La Loica, Alcachofas, Cebollas casi Montecino ha dicho: "Extiende radiante austero sus y placer transforma, Últimamente, al Hay pintar. en ellas una nota dionisíaca, del ánimo. Impulso interior, goce pánida, de los sentidos. El local abrigador de sus cuando ella restar brillo exhibe, en recinto de júbilo y de pintura, le ha quitado también a su tensión. Fernando Morales (1920). Es nista, Morales exhibe un acaso lirismo de de todo su grupo el menos expresio notas relampagueantes, de luces ines- LA GENERACIÓN DE 1940 155 peradas, de colores atmosferizados que, al fundirse, crean armonía en los tonos más gratos. La pintura del joven maestro está situada en el punto impresionismo y la equidistante entre el Dominador gusto de la técnica, pintor espontáneo, repentista seguro, sus obras evocan la realidad, la capturan siempre fina!, sagaz fauve. corriente esa deshace realidad se nos muestran en de un casi luminosas que, puras sensaciones metáfora trasladada al una simple y fugazmente, y a! lienzo. Fernando Morales rece con un es uno de los pintores más dotados de su grupo. Apa temperamento cercano a los mejores maestros del plein-air. No podríamos aseverar que viva ajeno a los problemas e indagaciones inte lectuales del arte; mas su actividad como pintor existe en el simple gozo de colocar sobre la tela un poco de materia colorida, un poco de color que se rompe en partículas con un goce sensorial. Tole Peralta (1918) se formó como el resto de su del grupo de Montparnasse. Es una de sus voces generación a más la Sombra originales, habiendo recibido, por circunstancias especiales, la influencia de la pintura inglesa. De su obra surge el vigor plástico fuerte que parece contradecir La formación de Tole Peralta una se y a la vez el contraste, personalidad hizo al albur de y una silenciosa y estructura modesta. una conciencia valoriza lo individual, la inquietud, la rebeldía. Pintó primero la áspera zona del valle de Elqui, y sus cerros de extrañas coloraciones parecen adecuar se bien a un sistema de tonos abruptos en los cuales el gris y la gama da por "quebrada" son una constante. Más tarde trabajó en Londres. En la capital inglesa su expresionismo evo luciona de modo que los elementos sicológicos, sin perjuicio de la expre sión, se ven doblegados a la representación. Quiero decir que predominan los valores formales. Acaso influencia de la estética inglesa de ese tiempo Roger Fry se despertó en Peralta un agudo sentido innato de la imagen o idea que sus tituye a la realidad con un cromatismo más exaltado. Recibió también nues tro artista briznas de la circulante "forma y las ideas de Clive por — — significativa" Bell. Lo cierto es que formulación abstracta, otra parte afirmó su la plasticidad, válida en sí misma, lo acercó a la que la existencia del tema la contradijera. Por sin expresionismo, en donde se reconoce la admiración de Tole Peralta por la obra de Gutiérrez Solana. Como pañol, en revolución. el chileno se en el maestro es funden puntos tan antipódicos como tradición y ANTONIO ROMERA 156 Se Jim Mendoza (1905) perteneciente a una de Arauco cierta corriente entron puede asimilar a este grupo a intermedia. Cultiva generación cada al purismo plástico. — Ei el pintor pintor de brocha gorda, Los pataperros. Ese purismo, cercano a veces al realismo mágico, contrasta con las motivacio nes populistas de la Arturo Adriazola Santiago. Amplió obra de Jim Mendoza. (1912-1939) su la Escuela de Artes Aplicadas de Europa. Practicaba además de la pintu "affiche". De su perfeccionamiento en los estudió en formación en ra, la escultura, la cerámica y el medios europeos trajo tempranamente cierta tendencia figurativas. Ejemplo superrealistas tenemos Composición, 1940, en e María Luisa Signoret (1920). Produce de la obra o en estilo onírico lo de la aparta ostensiblemente de 1940. generación cisa las indagaciones de personaje, como un vago irreal cromatismo. La sensibilidad desaparecido, lo del pintor, prematuramente a ese una especie de dos cabezas, de muy bello arlequín de característico la corriente que la mayor parte artista de obra su trata de algo seguir. ella una constante de Pese impre sensación da a todo se en esa de gracia, de ingravidez y la búsqueda de la depuración. Gregorio de la Fuente (1910). Después de una pintura entroncada con el sensualismo cromático claro, derivado de sus maestros en la Escuela de Bellas Artes, hace una pintura orgánica, mantiene, gozosa de a veces ar del sombrero verde, Blanco y Negro, 1941 , y evolu ciona hacia cierto cubismo de tonos patéticos. Realizó también trabajos de pintura mural (Estación de Concepción y Escuela México de Chillan). La monías Por niña — esta — derivación a pranamente dores del por un género De la Fuente, de pintura cabría en este núcleo artistas Francisco Otta (1908), no pertenecen de formación espacial, y coincidencia ra aproxime por el estilo con frías te una atormentada nórdica — , ni — en temporal. Este Posteriormente ha Otros la practicada tem de los cultiva pintores — artista supo fundir Prefería su expresionismo vivía más cerca aclarado que su su pintu las de la gamas corrien del fauvisme. desde una pintura dramática. paleta. unidos a este grupo dentro de lo instintivo, como Isi Cori (1898) y la pléyade, pues no hubo aun cuando se de Cori expresionista. Otta derivó hacia las formas abstractas, — a el grupo que, rigor a en el caso proyección y y verdes de dicha tendencia, azules — en realismo social. Figuran igualmente les tan distinta incluirlo expresivo son Luis Torterolo (1909) y dinámico — seguir de que cerca parece la co- LA GENERACIÓN DE 1940 rriente 157 de Montparnasse, como un miembro retrasado de esta Ezequiel Fontecilla (1916), diestro acuarelista, tardío y certero de óleos en los cuales acusa una inclinación evidente hacia lo fauve. del conjunto generación. pintor Luis Lobo Parga, quien revela flores la han a un aventajado sentimiento alumno de Pablo Burchard. Paz Astoreca, de las formas. Sus temas de monumentalista mostrado en algún salón reciente los desarrollos amplios. (1973) con cierta Finalmente debemos estampar, tendencia como adscritos a la generación, con obra muy personal y que en cierto modo sigue el estilo dominante de! grupo, a Eliana Banderet y Hardy Wistuba, cultivador casi exclusivo de la pintura al agua.