La generación de 1940 en la Escuela de Bellas Artes

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LA GENERACIÓN DE 1940 DE LA ESCUELA DE BELLAS ARTES
Antonio Romera
A
continuación
pamasse
guardan
el
del círculo
que
indispensable
es
con
ellos
de
más
la costumbre designa
estudiar
un
de
el
rasgo
como
Grupo de
discípulos,
sus
Mont-
agregando
que
por
común, empezando, obviamente,
temporal.
Se
hecho de haber pasado
claro es
la
y de formación, aparte
y semejante ámbito social.
parecen esencialmente en el
riencias vitales
edad
Este
núcleo
—
lo designo
generación
de
—
1940,
por ser
por
idénticas
circunstancia
ése
el año en
expe
de la
el cual
se produce la plena eclosión de casi todos sus componentes. El comienzo
de la década del 40
decisivo
marca el período
señalado
por el
fin de los
estudios y los primeros envíos a salones y exposiciones individuales.
La
fue
pléyade
menos precoz que el grupo de
obra empieza a
que
la
hacerse
Montparnasse. Y si bien su
la fecha citada, los elementos
inclinación a intervenir hondamente en la
torno
notoria en
componen revelan escasa
cosa política. Nacen para el arte en
ellos sólo
lo rozan,
nacimiento
como
son
tangenciales
generación
un período
a
artística,
mundo que parece estable, aun cuando
Es
el
crucial
en
su
repulsa
—
mucho
y conflictivo, pero
él. Sin embargo,
se
tal
encuentran
al
—
en
sido
su
un
ficticia.
participado en su
han
ésta
la ruta libre
menos
producirse
centrados
estabilidad sea
Chile del Frente Popular (1938). Quienes han
talación o
De
a
sus
ins
maestros.
para sus indagacio
los del 40 han encontrado
y una situación política que les iba a permitir a muchos de
ellos heredar las cátedras de sus profesores. Como así ocurrió. Uno de sus
ocuparla la Dirección de la
miembros más conspicuos
Carlos Pedraza
modo que
nes estéticas
—
Escuela,
en
1959.
—
146
ANTONIO ROMERA
La
del 13 y el grupo Montparnasse se enfrentarían a un desti
incierto y, desde el punto de vista estético y social, impredecible. Asis
tieron los segundos, apenas salidos de la adolescencia, a los reventones
sociales del año 20. Es el Chile del cielito lindo, en que muchos simbolizan
generación
no
el
despertar de la
del
conciencia política
país.
Debe señalarse, empero, que hasta el comienzo de la década del 70, nues
hablo de la generación del 40
considerarán la actividad
tros artistas
—
—
No
de ideas en ese dominio;
Pero debe decirse, al modo sprangeriano, que el artista chile
homo aestheticus y no homo politicus. Le preocupa, en los años que
política muy marginal.
niego que carecieran
al contrario.
no es
hemos consignado,
casi
Se
labor
enfrentan
agregado el
Instituto,
Al
grupo
un
plenitud
organizador
La Facultad
extranjero.
ración.
del
con
Son los días de
exceso.
al
a su
únicamente
cesar como
su pintura o su escultura.
espíritu gremial. Acaso con
de la Facultad de Bellas Artes y de su
de Salones y envíos de obras artísticas
absorbente
constituye
decano
de Montparnasse,
una
institución típica de
esta
gene
Romano de Dominicis, miembro
vacante Luis Oyarzún.
el escultor
ocupa su
Luis Oyarzún forma parte activísima de la generación del 40. No fue pin
tor, pero participó del mismo clima y de las vivencias e ideales del núcleo
que adoctrinó como profesor
crítico
Caudillo de
chard.
en
los
años en que sus amigos
en
De todos
comprensión
generacional
entidad
esta
modos
los del 40
reparte sus admiraciones
de
de Estética
la Escuela de Bellas Artes. Fue,
de las exposiciones de esos pintores.
iban formándose
el
y
y
recibe
repertorio
podría
componen
los
considerarse
una
de maestro,
además
familia de
a
varios
Bur-
pintores que
estímulos profesionales,
de ideas, desde
Pablo
los
efectos
dominios.
A las diversas indagaciones a que se ha sometido el punto sobre el guía
o caudillo de la generación han surgido varios nombres: Pablo Burchard,
Camilo Mori e Israel Roa.
profesor de muchos de ellos. Pero Burchard, excelente pin
sin olvidar
de preferencia, más que lecciones de estética
dejado
ha
tor,
las provenientes de la contemplación contaminante de sus maravillosos
un repertorio de anécdotas o de hechos pintorescos.
óleos
Burchard fue
—
—
La
acción
parecía
dedica
decisiva
más
bien
Couvé,
parece
uno
de
jóvenes a los cuales les
y legendario. Pensemos en el libro que le
actuar sobre pintores
un ser mítico
sus más
destacados alumnos.
LA GENERACIÓN DE 1940
147
Otra figura que hizo de
Camilo Mo
directa sobre los pintores de
1940, pues no desempeñó ninguna cátedra en la Escuela de Bellas Artes.
Su labor docente se produjo en la Escuela de Arquitectura.
ri.
Curiosamente Mori
su presencia una norma prestigiosa es
no
ejerció
acción
su
el contacto de Mori fue como un aura insensible desde su
de la Asociación de Pintores y Escultores. Esta acción tuvo
lugar en los momentos decisivos en que el prestigio del grupo de Mont
parnasse alcanzó su culminación. En la cima de todo ello se hallaba Ca
milo Morí. Ejercía una especie de mandarinato.
Ahora bien,
presidencia
El
de 1940
núcleo
haber
casi
nacido
se
presenta
nos
con
cierta
todos sus componentes
en
más
coherencia,
torno
al
segundo
que
por
decenio
del siglo XX, por la experiencia de los mismos influjos educativos,
social que los acompaña en su mocedad.
por el
fondo
En 1940 la
su
observar cómo
un
de la
mayoría
a
enfrentado
en
la
lenguaje
aludo
mayor o en
Ello
su
estilo
entidad
una
de pintores,
no
propio
es
y se ve
óbice para
tendencia común,
sobre
todo
en su
nú
esencial, apenas de una quincena de artistas a los cuales se le suman
otros por simple motivos
en
con
de todos ellos existe
los hermana y los unifica.
Acaso lo más importante de tal
cleo
marcha
pintura
peculiar que
rasgo
pléyade
irrenunciable destino individual. Esto
al estilo
menor
y
cronológicos, sea el lenguaje generacional. Por
repertorio formal que aquellos quince pintores,
medida,
no sólo es consecuencia
tes. Lo
es también por
la
adoptan.
de haber
palpitación
recibido los mismos Influjos docen
temporal. Es decir, lo que podríamos
llamar estilo de época y cultivo de la razón plástica.
Montparnasse
viajaron colectivamente a Pa
Sus maestros, los del 28
rís. Los del 40 lo hicieron (en parte) cuando habían sido convertidos por
el ascendiente de sus maestros al estilo predominante en el arte interna
—
—
,
Los
Europa. En
cional.
Se
puede
maestros
decir de
un
más artificioso
genuinos
modo
y
y
innata.
En este
cotejo
eludiendo
no
los
cierto
antinatural
acusan el eco
manera
duce
trasladaron en masa, enviados
por una mayor
estilo está señalado
so
se
ese momento estaban ayunos
que en
el
diversidad,
y de
méritos
el
Estado,
a
a
préstamos.
juicios de
individuales de
de Montparnasse el
la vez que refleja impul
Los artistas del 40 son
grupo
de una pintura, desde
establecemos
por
de influencias foráneas (*).
sus comienzos, en cierta
valor.
ambos
Esa diferencia
grupos.
se
pro
148
ANTONIO ROMERA
Si indagamos
aún
otras
características veremos
nos"
constituyen una red
cado
intrincada de
deben
extrañarnos
las diversas influencias
el
contrario,
los del 40
puede
señalarse
el
Por
dentro de
francesa,
creador
La diferencia, si la
o nórdica, a la que
de todo
el
sobre
del
que ellos
trasmiten.
En términos generales
coherentes.
expresionismo.
La
pintura
centra
Ecole de París. Ella
la
de la inteligencia,
fauvisme (fiereza).
enmarcada
como
la
con
comparamos
corriente
en
es
el
primado
su
vertiente
expresionista
germana
rectoría
muchos estetas consideran como el
movimiento,
El fauvisme
más
son
predominio
designada
es
"montpamassia-
estilo, que refleja más el instinto que la razón,
este
ímpetu
del
los
y tendencias. Y lo intrin
capacidad
de atracción. De modo
absorbente,
posee gran vocación
que no
que
corrientes
en
punto
de partida
es considerable.
definitiva
la
una
de las tendencias
de
capitales
que va a marcar su ascendiente sobre
la
la
pléyade
chilena de 1940. Su punto de partida histórico,
documental, está en el
Salón d'Automne de París (1905). No falta ni la pequeña anécdota con la
fauves"
("Donatello entre
cual se genera el nombre "Donatello parmi les
las fieras"), por alusión a un bronce de estilo florentino situado en la sala
donde se hallaban los óleos rutilantes de Matisse.
De 1905
cado
en
quiera
—
1940 transcurren los
a
el
famoso
en
Salón
años suficientes para que el
repercuta
parisiense
unos pintores chilenos.
los del Grupo de Montparnasse,
de las innovaciones de Cézanne.
En
que
medio
de
ambas
fechas
más atentos
estuvieron
estilo
modificado
—
a
codifi
cuanto
se
se sitúan
la
acción
generación de 1940 fue particularmente afectada por la influencia de
los fauves. Ello supone, si la comparamos con la pléyade anterior, el culti
vo de una pintura de rasgos instintivos frente al orden racional implicado
por la estética del maestro de Aix.
La
Si
la
repasamos
obra
de Israel Roa, Sergio Montecino,
Carlos
Pedraza,
Raúl Santelices, Alfredo Aliaga, Ximena Cristi, ciertas pinturas de Fernando
Morales (Morales en general, es menos expresionista) y las primeras de
veremos aquella condensación de sensaciones que se ad
Aída
Poblete,
vierte en
más
ricas
las
en
experiencias
frenesí
tempranas de
Matisse,
El
que
colorista.
enteramente
representativo,
tener
los
eco en
chaneau,
1905,
modelo
arquetipo
fascinante de
pintores chilenos cuya obra
col. privada, San
es
decir, las fauves, las
podríamos
un
indagamos,
Francisco, USA.
escoger
estilo
sería
que
como
iba
"Femme
a
au
LA GENERACIÓN DE 1940
Años
tarde
más
149
algunos
de Roa, Montecino,
retratos
ciertas
naturalezas
de Pedraza y composiciones intimistas de Ximena Cristi se relacionarán
con las telas singulares del primer período del maestro francés o, por lo
con
menos,
su
de
manera
el
sentir
Matisse: Le fauvisme,
propio
on
le
No
arte.
olvidemos
le
sait c-est
lo dicho
por
Matisse ha ido paulatinamente, como en una operación que parece
nuar la violencia de la paleta orquesta!, hacia cierto clasicismo del
torno y
Los
la búsqueda del
a
componentes
tos de la
primera
del
ritmo
el
couleur.
ate
con
arabesco.
de la generación de 1940 siguieron fielmente ios precep
época de Matisse. Ximena Cristi somete sus motivos al
turbión de las disposiciones ornamentales, y en determinadas composicio
nes
objetos de la mesa, vegetación del jardín, pájaro, sillón, jarra del
—
agua
—
es
pierden
domeñado
sus
rasgos
la
en
el
naturalistas, y
de formas y de colores
caos
decorativa.
más grata síntesis
El Salón
Oficial, 1941, llamado
en
el punto
de
(Grupo de Montparnasse) y discípulos (ge
neración
del
En
este
unión
40)
de
maestros
esa ocasión
que produce a mi entender una
certamen presentan obras
tamente "profesional",
aun
cuando
constituyó
estelar.
estilo
perfec
bien
más
un
da fare, como lo demostró la
de Aída Poblete. Concurren a este Salón
de hacerse. Un
bella
del
naturaleza muerta
fecha
dichos discípulos, con un
no del todo formado. Es
estilo activo, en actitud
del grupo,
Interamericano,
envío
estilo
indago, Israel Roa, Fernando Morales,
Carlos Pedraza, Manuel Quevedo, Alfredo Aliaga, Raúl Santelices, Aída
Poblete y Ximena Cristi, entre los principales.
El
estilo
cuyas
fauve,
características
por muchos
canos, no es lo mismo. Su
rasgos que conserve
mentos considerables: el tiempo y el espacio.
bastante debilitadas,
estalla aquí (se refiere
porque
cípulos
gico
en
los
epígonos
consanguineidad aparece atenuada por
al
—
como
Las
ondas
llegan
dice Gombrowicz
ámbito americano)
con
más
a
—
ameri
dos
ele
los dis
lo bioló
fuerza
porque
lo cultural es menos firme.
La
geografía
tiene un interés tangencial
en
del 28 (Grupo de Montparnasse) fueron
episodio
Artes fue
do
de
ese
clausurada
a estudiar a
Casi todos
vados
de
año
la
en
y
que,
un
capital
reflejaron
Cézanne,
de
del
por
a
razones
la
evolución
de los estilos. Los
París. Conocido
es
el
extraño
políticas, la Escuela de Bellas
conjunto de treinta alumnos y profesores envia
francesa. De ésta trajeron las últimas novedades.
alguna
manera
la influencia de los
post-impresionismo
y de los fauves.
estilos
deri
150
La
ANTONIO ROMERA
de 1940,
generación
zantes
maestros,
El mundo tropical carioca enriqueció las
fauvisme pareció,
Conviene,
al
Se
nismo.
llegar aquí, hacer
O
la
son
estilo
En
misma cosa.
impulso fauve
al
se
suele
la tendencia
estimar
veces
su
expresio
le llama
se
madre
y
el
término
de
un gran
con
que
germinativa
de 1940
generación
(francés)
fauvisme y
entre
Bra
anárquico.
fauve. Otras
es
en
jóvenes y
estos
los dos términos haciéndolos equivalentes.
realidad
se alude a
internacional. La
distinción
una
grupo del 40
el
se confunden
"expresionismo",
de
por ello una
estudios
ampliaron
paletas
sus europei
hacer
ello, hacerse más intenso y más
afirma que
expresionista.
No
por
de
el ascendiente
vista al mundo americano sin
Casi todos los componentes
pintura nativista.
sil.
dejar de recibir
sin
la
volvió
partió en sus comienzos
llega desde la indagación de lo
que
de
un
expresivo
(alemán).
y la pintura de los fauves (fieras)
la filiación o parentesco de am
bos conceptos. Las más importantes son el acusado panteísmo, el lujo
cromático y las tintas optimistas, más ostensibles estas últimas, en la ver
Las diferencias
son mayores
entre
de lo
expresionismo
el
que podría
tiente francesa que
la
en
En la década del veinte
Iberoamérica
de 1925
de
naturaleza.
En 1933
En suma,
nota en
arte
en
los
un
primer
tratan de
en
la
todos los
intento de los jóvenes
por
realizar nuevas experiencias.
pintura aún
de
incorpo
El Salón
imitativa.
presenta
exposición de arte
Gabriel Rivadeneira y
la primera
según
estos
el
cuatro
catálogo.
artistas
—
escribe
Huidobro
—
lo que no lo tiene". Obsérvese la modernidad
a
través de
estas
palabras
del
un
problemas
del
podría
afán
de
poner
subyacente en el
poeta:
"Con trozos de
viejas, con alambres, con cuerdas, con cintas de
Israel Roa
países
En Chile hemos
plástica.
de avanzada, pero figurativas y, podríamos decir,
que implica todavía una interpretación de la
Vicente Huidobro
de Parraguez,
maderas
producen en casi
renovación
Exhiben Jaime Dvor, Waldo Parraguez,
María Valencia,
lirismo
de
lógico-formal
el poeta
abstracto.
treinta se
hay
que
exhibe pinturas
contenido
"Se
1923
en
las corrientes
creer
germana.
movimientos
visto ya cómo
rarse a
a!
hacer
latón,
resuelve
universo".
considerarse
como
perteneciente
a
una generación
in
termedia o a medio camino entre las pléyades de Montparnasse y 40. Es
el caudillo
diversos
de
esta
avatares.
última y,
en
buena parte,
está unido a su
destino,
a sus
LA GENERACIÓN DE 1940
Nació
1909. Su
en
151
la Escuela de Bellas Artes fue Ricar
primer maestro en
do Richon-Brunet. Después Juan Francisco González. Ambos estaban situa
dos en los extremos opuestos. El estilo y temperamento del segundo convi
no
la
más a
Este
de Roa.
sensibilidad
cumplió sus estudios en
Según Luis Oyarzún
—
Alemania
prólogo
de la
y en Brasil (1944-1945).
de 1955
"utiliza unas
(1937-1939)
exposición
técnicas de diseño y pigmentación que
pone
al
—
servicio
estilo
expresivo".
En
pintura, de una profunda y espontánea fusión
su
de la naturaleza,
más
paradojalmente
como aparece en
(1948), El
Angol
concurren además
instintivos
diversos
que
Mi tío Cardenio
capador de gatos
En
su
particular
las fuerzas
con
de
elementos
pensados.
de
ciegas
intelectual,
lugar el humor,
raíz
primer
(1948), José Pichintún (1944), Loicas de
negros (1939), unido "a un intenso senti
miento vernáculo".
Otro
rasgo
de
la paleta)
se
intelectual (no olvidemos lo observado
naturaleza
briela Mistral de
que en
revela
Israel Roa
el
en
empleo
hay
de
Ga
de
por
una sabiduría que va más allá
colores
Las
abstractos;
viudas
de
Rapa Nui (1951). La dominante lúgubre aparece condicionada por el tema.
En esta tela se produce además la curiosa trasposición plástica en donde
los tradicionales
moais
humor
del pintor,
una de las
peculiares
pascuenses
en
se
transforman,
dolientes
mujeres.
la inventiva y
por
Debe
el
considerarse esta
felices y logradas realizaciones del artis
y de propensión instintiva. A pesar
de lo dicho respecto a un arte formado en la reflexión de un trabajo vocacional domeñado por el tiempo, sus obras derivan de un fuerte tempera
metáfora plástica
ta. Su fauvisme tiene
mento
de
Obras
como
pintor
mucho
manifestado
más
de
reflejo
con
precocidad.
sorprendente
Iglesia (1935) y Beatriz (1940) recuerdan el ascendiente del
Juan Francisco González. En 1944 surge, entre notas que vaga
recuerdan a Matisse, el comienzo de un estilo personalísimo cen
maestro
mente
trado
en
Figura (1944). Pancha Macul (1945). Motivo de playa (1950). La
(1951), Homenaje al choro (1953) y Retrato de P. A. (1969).
rojo, Salón Crau, 1974, es de un singular barroquismo cósmico.
Pampilla
saje
Se
produce el
choque
de
una
mente contradictoria, realiza
numentalismo. Acierta
ción
intuitiva y
doble
la
del
corriente
síntesis con
Romero Brest
poderosa
pequeñas siempre ve
la
al
mundo que
naturaleza
en
que,
escribir:
lo
pese
resultados
rodea
"Roa
[...]
de
a ser
Pai
aparente
un evidente
mo-
posee una
Aun
en
concep
las telas más
grande".
En El Día del Pintor (1941), Museo de Arte Contemporáneo, N. Y., se con
las normas peculiares del artista, para bien y para mal. En el cho-
centran
152
ANTONIO ROMERA
las
que, claro es, triunfan
una gran sencillez.
do,
El tema es, como todos los suyos, de
en la opulencia orquestal del colori
virtudes.
Sus lujos
hallan
se
la fogosidad impulsiva de la factura y
y nostalgia. Las dos figuras femeninas
en
sueño
lo
en
tema tiene de
que el
habitar
parecen
un
paraíso
surrealista.
Carlos Pedraza (1913), alumno de Jorge Caballero. En 1959
ción de la Escuela de Bellas Artes.
temprano Pedraza se crea un
Muy
hasta
hoy
(1974). En
su
fecunda
advierte un contraste singular entre
dinámicas, de
flemático, del
ardiente
estilo
obra
inconfundible al que
de tema
casi
único
la factura hecha de
sonoridad, y el
ocupa
temperamento
—
la direc
será
las flores
pinceladas
callado
fiel
se
—
vitales,
y apacible,
pintor.
Una de las claves de
su pintura está en el color.
Color
que no se encierra
del dibujo. Al contrario, se dispersa en destellos y se hace
valores de
pura vibración orgiástica. La forma activa se traduce en sus
corporal y tangible, lo que nos
realidad
en
su
no
en
sus
brillos
color,
y
da la explicación de su fauvisme.
en
la
cárcel
Puede
nerviosa, electrizante,
joyas
mo
—
placer
rroco se miniaturiza.
Los
barroca,
de los
deviene
—
los
de Pedraza
,
se
hace
cuadros
ese
de
parte
una escritura
temas insignificantes,
co
modo singular en que el
ba
que al aplicarse a
ojos
Es decir,
pueblan
objetos que
estilo
el
agregarse además que
rococó.
de Carlos Pedraza
propenden
a una
flores, telas preciosas, caracolas, frutos, porcela
valga la pala
nas de calidad. La sola diferencia entre este rococó fauve
bra—
arte de boudoir y de los cinco
XVI
tradicional
(siglo
e|
rococó
II),
y
ritmo pastoso de los
sentidos, salta en la pincelada, en la factura y en el
idea de belleza
cortical:
—
grumos
de
tradicional
El
color prodigados por el artista en sus composiciones.
gusta
suave, dada
de las
Sergio Montecino
(1916)
pulidas y utiliza
huella desaparece.
superficies
en pinceladas cuya
se
formó
una
Augusto Eguiluz
con
pasta
en
rococó
lamida y
la Escuela de
Bellas Artes, de la cual finalmente sería profesor. Perfeccionó sus estu
dios en Brasil (1944) y más tarde estuvo becado en Italia y Alemania.
El
expresionismo
lía,
azul
recibe su
profundo
inspiración
obras
en
del pintor,
nota
en
el
característica
cual
afloran
por el
algunas
empleo
de
y húmedo. Acaso la frecuencia de
los paisajes sureños,
señalen
de los decenios del 40 y del 50.
un
tintas de
unas
asuntos
rasgo
melanco
coloraciones
que
extraen
específico
en
de
su
las
153
LA GENERACIÓN DE 1940
Este
ha ido
expresionismo
fuerte
más y
abandonando
interior,
espiritualidad
ir
para
los
más
signos
de
una
he llamado
a eso que alguna vez
con
densación de sensaciones, mediante la razón plástica depurada.
No
la
se podría negar
de la
el reflejo
parte que en
la
conciencia sobre
tiene
esto
fondo íntimo del
el
simple materia
real,
decir,
es
pintor
y
el cuadro.
es una especie de glosa lírica, tonos altos, saturados, cálidos
Flores
(1969), Mujeres y gallo, Autorretrato (1947), La ola, Magnolia (1945), unas
telas, en fin, que por el predominio de la forma sobre el contenido y la
Este
—
subjetividad, merecen incluirse en la estética fauve. Aquella condensación
de
sensaciones
los
sentidos.
De
su
ni
de hacer
un modo
densas las impresiones de
más
grupo, Montecino es acaso el que ha persistido
coherente
tura
implica
y fiel
de
a cierto presupuesto
ni
violentos
cambios
mutaciones
de trasponer
surge ya esa manera
estilo.
se
en
una
producen
labor
más
en su
pin
bruscas. En las obras juveniles
formas las
a
No
soluciones
jugosas y húme
das del paisaje.
En las
últimas
versiones
el paisaje, en sus mejores logros, muestra una
tonal y de colores suntuosamente armonizados.
sugerente variedad
Aída Poblete
(1916)
Artes. Mantuvo
primeros
individuales, hasta 1956,
su
sólo
nías.
aspiraba
Muros (es
rara
representar
a veces
y
la
a
la Escuela de Bellas
en
y en las exposiciones
figurativa. En torno a ese
oficiales
pintura
tendencia a la abstracción. Una abstracción
frecuencia
haber dejado
po parece
coloridad
a
con
salones
devoción
año comenzó a revelar cierta
que
Pablo Burchard
con
estudió
los
en
el
formas
propicias
título de las
a
telas)
determinadas
en
huella inexorable traducida
su
exquisita.
El
los
en
cuales el
una
armo
tiem
materia
estilo sobrio es compatible
con
de
esa
materia preciosa.
Su tendencia a
Edificios
go
—
cierto esquematismo
viene
cromático
al
que
en
el
dentro de
lenguaje
Raúl Santelices
color
a una pintura sin contenido en
eternizado
Podríamos decir
constante
bien
de forma y de
(1916)
del 40 algunos meses
la
—
Muro, Grietas,
cual queda el
jue
lienzo.
su
grupo
Aída Poblete ha
sido
la menos
generacional.
trabajó
en
como
Brasil. A
los demás
su
componentes
regreso
las
obras
de la pléyade
habían
perdido
y aire tímido de los años que siguieron a su salida de la
Escuela de Bellas Artes. En un comentario de esos tiempos leemos que
quedaen los cursos demostró condiciones brillantes y que esas virtudes
aquella rigidez
154
ANTONIO ROMERA
de
ron
dominio técnico, composición y coherencia entre
Alcanzó "un nivel muy superior
respecto a la orienta
manifiesto en el
dibujo y
color.
ción pictórica
[...]
y de
El
expresionismo
es
posible advertir
su concepto
formales"
de los problemas
(Goldschmidt).
de Santelices, más estático que lo habitual en dicha
deriva
a
veces hacia formas superrealistas. Dicho estilo alter
tendencia,
nó con un diseño de líneas amplias y desarrollo monumentalista. A menudo
Alfredo Aliaga
deformaciones
(1917-1973),
en
encerradas en un
colorido violento.
juventud, desempeñó
plena
la Escuela de Bellas Artes, en donde
con Aída Poblete, de su generación,
una cátedra en
formó. En 1941 fue seleccionado,
para exponer en el Museo de Arte
de Toledo (USA). Así como Ximena Cristi es en su grupo la máxima repre
sentante de una pintura fúlgida y optimista, Aliaga prefiere
aun extre
mando los desmelenamientos de color
los tonos dramáticos. Se halla
se
—
—
más cerca
y
de los
expresionistas que
de los fauves. El
la realidad, de
sugiere con sus manchas vivaces
colorido es sombrío
un modo
instintivo y
no
racional.
El desenfreno subjetivo de
bas de 1940
no carecía
—
do muy
de
algún
atisbo
a
—
am
mo
plástico.
Ximena Cristi (1920) fue muy precoz, y su
tecino (que le aventaja en cuatro años), la
sada
Calle; Día de lluvia,
humorístico, resuelto de un
sus visiones urbanas
la Escuela de Bellas Artes,
compañero
recuerda
todavía
siendo
de promoción, Mon
recién ingre
"cuando
adolescente, una
una
niña, a sus pinturas salía algo más allá de la visión convencional".
Si Aída Poblete
Cristi
quía
del
gusta
espiritual
elección
prefiere
el
color
ardidos
especie
jocundidad,
de
ver
el
se
goce
de
acaloramiento
optimismo
exposiciones
razón vital.
el
y
Ximena
parcas,
desposeídos de jerar
—
son
rutilantes
por
la
saturados.
fulgor de
su
paleta
como
un
abanico
colores".
Sus telas dejan
una
armonías
siempre
—
de los tonos más
de
y las
cuadros,
brillo; y
La Loica, Alcachofas, Cebollas
casi
Montecino ha dicho: "Extiende
radiante
austero
sus
y
placer
transforma,
Últimamente,
al
Hay
pintar.
en
ellas
una
nota
dionisíaca,
del ánimo.
Impulso interior, goce pánida,
de los sentidos. El local abrigador de sus
cuando ella
restar
brillo
exhibe, en recinto de júbilo y de
pintura, le ha quitado también
a su
tensión.
Fernando Morales (1920). Es
nista, Morales
exhibe
un
acaso
lirismo de
de todo
su
grupo el
menos expresio
notas relampagueantes,
de luces
ines-
LA GENERACIÓN DE 1940
155
peradas, de colores atmosferizados que, al fundirse, crean armonía en los
tonos más gratos. La pintura del joven maestro está situada en el punto
impresionismo y la
equidistante entre el
Dominador
gusto
de la técnica,
pintor
espontáneo,
repentista
seguro, sus obras evocan la realidad, la capturan
siempre
fina!,
sagaz
fauve.
corriente
esa
deshace
realidad se
nos muestran
en
de
un
casi
luminosas que,
puras sensaciones
metáfora trasladada al
una simple
y
fugazmente, y
a!
lienzo.
Fernando Morales
rece con
un
es uno de los pintores más dotados de su grupo. Apa
temperamento cercano a los mejores maestros del plein-air.
No podríamos aseverar que viva
ajeno a los problemas e indagaciones inte
lectuales del arte; mas su actividad como pintor existe en el simple gozo
de colocar sobre la tela un poco de materia colorida, un poco de color
que se rompe en partículas con un goce sensorial.
Tole Peralta (1918) se formó como el resto de su
del grupo de Montparnasse. Es una de sus voces
generación a
más
la Sombra
originales, habiendo
recibido, por circunstancias especiales, la influencia de la pintura inglesa.
De
su obra surge el vigor plástico
fuerte
que
parece
contradecir
La formación de Tole Peralta
una
se
y
a
la
vez el contraste,
personalidad
hizo
al albur
de
y una
silenciosa
y
estructura
modesta.
una conciencia valoriza
lo individual, la inquietud, la rebeldía. Pintó primero la áspera zona
del valle de Elqui, y sus cerros de extrañas coloraciones parecen adecuar
se bien a un sistema de tonos abruptos en los cuales el gris y la gama
da
por
"quebrada"
son
una constante.
Más tarde trabajó en Londres. En la capital inglesa su expresionismo evo
luciona de modo que los elementos sicológicos, sin perjuicio de la expre
sión, se ven doblegados a la representación. Quiero decir que predominan
los valores formales.
Acaso
influencia de la estética inglesa de ese tiempo
Roger Fry
se
despertó en Peralta un agudo sentido innato de la imagen o idea que sus
tituye a la realidad con un cromatismo más exaltado. Recibió también nues
tro artista briznas de la circulante "forma
y las ideas de Clive
por
—
—
significativa"
Bell. Lo
cierto
es
que
formulación abstracta,
otra parte
afirmó
su
la plasticidad, válida en sí misma, lo acercó a la
que la existencia del tema la contradijera. Por
sin
expresionismo, en donde se reconoce la admiración
de Tole Peralta por la obra de Gutiérrez Solana. Como
pañol,
en
revolución.
el
chileno
se
en el maestro es
funden puntos tan antipódicos como tradición y
ANTONIO ROMERA
156
Se
Jim Mendoza (1905) perteneciente a una
de Arauco cierta corriente entron
puede asimilar a este grupo a
intermedia. Cultiva
generación
cada al purismo plástico.
—
Ei
el
pintor
pintor
de brocha gorda, Los
pataperros.
Ese
purismo, cercano a veces al realismo mágico, contrasta con las motivacio
nes populistas
de la
Arturo Adriazola
Santiago. Amplió
obra
de Jim Mendoza.
(1912-1939)
su
la Escuela de Artes Aplicadas de
Europa. Practicaba además de la pintu
"affiche". De su perfeccionamiento en los
estudió en
formación
en
ra, la escultura, la cerámica y el
medios europeos trajo tempranamente cierta tendencia
figurativas. Ejemplo
superrealistas
tenemos
Composición, 1940,
en
e
María Luisa Signoret (1920). Produce
de la
obra o en
estilo
onírico
lo
de la
aparta ostensiblemente
de 1940.
generación
cisa
las indagaciones
de personaje, como un vago
irreal cromatismo. La sensibilidad
desaparecido, lo
del pintor, prematuramente
a
ese
una especie
de dos cabezas, de muy bello
arlequín
de
característico
la
corriente que
la
mayor parte
artista
de
obra
su
trata de
algo
seguir.
ella una constante
de
Pese
impre
sensación
da
a todo se
en esa
de gracia, de ingravidez y la
búsqueda de la depuración.
Gregorio de la Fuente (1910). Después de una pintura entroncada con el
sensualismo cromático claro, derivado de sus maestros en la Escuela de
Bellas Artes, hace
una pintura
orgánica,
mantiene, gozosa de
a veces
ar
del sombrero verde, Blanco y Negro, 1941
,
y evolu
ciona hacia cierto cubismo de tonos patéticos. Realizó también trabajos
de pintura mural (Estación de Concepción y Escuela México de Chillan).
La
monías
Por
niña
—
esta
—
derivación a
pranamente
dores del
por
un género
De la Fuente,
de
pintura
cabría
en
este
núcleo
artistas
Francisco Otta (1908), no pertenecen
de formación espacial, y
coincidencia
ra
aproxime por el estilo
con
frías
te
una
atormentada
nórdica
—
,
ni
—
en
temporal. Este
Posteriormente ha
Otros
la
practicada
tem
de los cultiva
pintores
—
artista supo
fundir
Prefería
su expresionismo vivía más cerca
aclarado
que
su
su pintu
las
de la
gamas
corrien
del fauvisme.
desde
una
pintura
dramática.
paleta.
unidos a este grupo
dentro de lo instintivo,
como Isi Cori (1898) y
la pléyade, pues no hubo
aun cuando se
de Cori
expresionista.
Otta derivó hacia las formas abstractas,
—
a
el grupo
que,
rigor a
en el caso
proyección
y
y verdes
de dicha tendencia,
azules
—
en
realismo social.
Figuran igualmente
les
tan distinta
incluirlo
expresivo
son
Luis Torterolo (1909)
y dinámico
—
seguir
de
que
cerca
parece
la
co-
LA GENERACIÓN DE 1940
rriente
157
de Montparnasse, como un miembro retrasado de esta
Ezequiel Fontecilla (1916), diestro acuarelista, tardío y certero
de óleos en los cuales acusa una inclinación evidente hacia lo fauve.
del
conjunto
generación.
pintor
Luis Lobo Parga,
quien
revela
flores la han
a
un
aventajado
sentimiento
alumno
de
Pablo Burchard. Paz Astoreca,
de las formas. Sus temas de
monumentalista
mostrado en algún salón reciente
los desarrollos
amplios.
(1973)
con cierta
Finalmente debemos estampar,
tendencia
como adscritos a
la generación, con obra muy personal y que en cierto modo sigue el estilo
dominante de! grupo, a Eliana Banderet y Hardy Wistuba, cultivador casi
exclusivo de la pintura al agua.
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