Órgano del Partido Socialista Obrero [Español ] (México, DF)

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ADELANTE
DIRECCION Y AD M IN ISTR AC IO N :..CALLE DE T A C U B A , . 15..-ALT0S
★
Director: M A N U E L
★
FRANQUEO
ALBAR
„
CONCERTADO]*
REGISTRADO COMO A R T IC U L O DE SE G U N D A CLASE EN LA A D M IN IST R A C IO N DE CORRBOS DE M E X IC O , EL 19 DE AGOSTO DE 1942
Año II.-N ú m . 42
México, D. F.t 15 de octubre de 1943
Precio: 15 centavos
LA REPUBLICA SE RECONQUISTARÁ COR OBRAS
UNA
FECHA
SOLEMNE
SIN TOPICOS NI
FLORES d e TRAPO
El homenaje rendido a la República Española, repre­
sentada en sus diputados, por el Cuerpo Legislativo ■ dipu­
tados y senadores— de México, con motivo de la festivi­
dad del 12 de octubre, día del descubrimiento de América,
nos ata con nuevos y profundos lazos de gratitud. Nos ata
en cuanto republicanos y en cuanto españoles, dos títulos
que en nosotros se funden en un solo sentimiento. (Jomo
republicanos, el ejemplo de México nos compensa, en gran
parte, de los agravios que se nos han inferido, y se nos
infieren aún, por quienes no han sabido, o no han querido
comprender la altísima significación moral de la defensa
republicana contra las legiones del totalitarismo. Como es­
pañoles, hombres en quienes reverdece todo lo que hay de
vital y permanente en la historia de España ■—y no su
carroña, que es lo que el falangismo aspira a galvanizar
esa muestra de solidaridad fraterna, con raíces en el pasa­
do, pero con perspectivas hacia el futuro, suscita en nos­
otros una emoción que nace de lo más íntimo de nuestro
ser. Y para ello no es menester que nadie abra el arca
de los tópicos solemnes, que el uso y el abuso arrinconaron
ya, ni que adornemos con flores de trapo el altar de nues­
tra común devoción hipano-americana. Afortunadamente
no hubo nada de eso ■— ni tópicos carcomidos, ni flores de
trapo viejo, en la sesión celebrada por la Cámara de Di­
putados el reciente 12 de Octubre. Hubo, en cambio, algo
que, sin necesidad de tópicos ni trapos, o a pesar de ellos,
perdura en el tiempo y al tiempo confía su fortuna: la liga­
dura espiritual y física de dos pueblos que no necesita ser
cantada, sino vivida. ¿Lo es hoy? No nos sentimos autori­
zados a una respuesta afirmativa tan franca como nosotros
la quisiéramos dar. Lo que sí podemos decir es que si algu­
na emigración española, desde los conquistadores hasta
hoy. no debe provocar recelos en México es la emigración
republicana. Por la bandera política que tremola: por su
calidad intelectual; por su honestidad, en la que no pesa la
mala conducta de unos cuantos; y porque es la única emi­
gración, entre todas, que no ha venido a llevarse nada; sino
a dejar en México lo mucho que su esfuerzo puede dar.
No es Mercurio, sino Tamis. la deidad que preside nues­
tro destino, digan lo que quisieren quienes — mexicanos o
españoles— se complacen en injuriarnos. Esos son de otro
México. Y de otra España.
Cada uno de los discursos que el 12 de Octubre se pro­
nunciaron en el Congreso de los Diputados merecería glosa
larga. El del Lie. Carlos Madrazo, de bello corte clásico;
el de don Diego Martínez Barrio, sobrio y preciso; el de
Oscar Schnake, embajador de Chile, nutrido de sustancia
socialista; el del senador Martínez Chavarria, vigoroso y
acusador... Pero, a los efectos de nuestro comentario, lo
que importa no es tanto el valor de los discursos por se­
parado, como la significación que ofrecen conjuntamente.
A través de ellos se establece una nueva comunidad de
pensamiento, un estilo nuevo de hermandad que dará fruto
pleno cuando, restaurada la República y reintegrada a Es­
paña los emigrados de hoy. cada uno de ellos se convierta
—nos convirtamos, mejor dicho— en un portavoz de lo que
México ha sido para los españoles y de lo que España debe
ser para los mexicanos. De ese trueque, que no debe que­
dar limitado a una mera efusión sentimental para los llama­
dos Días de la Raza, pueden salir realizaciones concretas,
no sólo espirituales, sino económicas, apetecibles por igual
para los dos países y que sean a la vez — no hay paradoja
en la frase— liquidación y renovación del pasado, según
que lo contemplemos desde uno u otro lado del ángulo
histórico de la dominación española. Si algún peligro de co­
lonización disimulada puede hacer sombra sobre México
no es. desde luego, el de una España república. Podría ve­
nir. y entonces sin disimulo, de la España franquista si
triunfara el totalitarismo. Puede amenazar de otra parte.
De la España republicana, no. Todo es limpio y claro en
nuestra voz. Pregonero de esa verdad ha sido en reitera­
das ocasiones un hombre de nuestro Partido: Indalecio
Prieto, cuya palabra lleva nuestra firma. Lo ha sido igual­
mente, en ocasión del 12 de Octubre que acaba de trans­
currir. don Diego Martínez Barrio, investido de la repre­
sentación de su cargo. Si alguna intervención quisiéramos
tener en los destinos de América sería la de contribuir, sin
pretensiones tutelares que están periclitadas, a que toda la
tierra americana de habla española, desde el río Bravo has­
ta la Patagònia, sea tierra donde la justicia haga su asien­
to poniendo en fuga la miseria que todavía pesa sobre las
clases humildes. El sueño que esbozaba Oscar Schnake es
nuestro sueño. Y nuestra participación en él no podría ser
otra que la de empezar por dar ejemplo en una España de­
vuelta a su vida civil. Es nuestra aspiración y nuestra pro­
mesa. Los conquistadores que la desventura arrojó, hace
cuatro años, a las playas americanas, sólo tienen dos cosas
que conquistar: España y la libertad.
LA
MARCHA
SOBRE
ROMA
D in o G ra n d i, e l J u d a s
E l 22 de octubre de 1922 en la capital
de Suiza se presentaba con una esplén­
dida m añana o to ñ a l: los rayos solares,
actuando con firm eza, o frecían por mo­
mentos una tem peratura tibia que iba
am ortiguando el intenso frío de la p asa­
da noche; eran los presagios de un her­
moso día, de esos que se presentan m uy
de tarde en tarde en la lim pia y a d m i.
rnble Ginebra, tan propensa a l “ fo g ” y
a las tenqteraturas crudas y desapacibles.
L a m añana, pues, convidaba a pasear
tranquilam ente, y a que el alm a se sen­
tía im pregnada de bienestar en el am ­
biente de libertad que se respira por
todas partes en la fam osa ciudad. S a lí a
la calle y m arché sin prisa por la rúa
de M ontblanc basta llegar a l p uen te; de­
túvome a llí m irando hacia la derecha pa­
ra contem lpar el tranquilo rem anso de la
pequeña isla de Rousseau, donde a l pie
de corpulento árbol todavía se conserva
el banco en que el gran Juan Jacobo repo­
saba de su paseo favo rito . Satisfecho mi
esp íritu durante unos instuntes con este
recuerdo sentim ental h acia el au to r de
El Contrato Social, continué mi camino
torciendo hacia la Izquierda, m archando
por la o rilla del lago Leman, en el que
se observaban los inquietos y constantes
movim ientos de las bandadas de gavio ­
ta s ; en el que los cisnes, considerándose
en su propio dominio, evolucionaban so­
lemnemente con empaque se ñ o ril; en el
que los barcos, de variad o calado y form a,
se dedicaban febrilm ente a sus tareas
m arítim as. Pero el panoram a que se
contem plaba al frente era mucho m ás
grandioso, verdaderam ente de so rp re sa :
la enorme cadena de m ontañas cubiertas
de nieve o frecía un m aravilloso telón de
fondo, comenzando por la altísim a cús­
pide del Montblanc, siguiendo la s abrup­
tas estribaciones alpin as del Oberland
bernés, que expanden su esplendor p lás­
tico alrededor de la Juugfrau , y ofreciendo
en el fren te los imponentes Dents du Mi­
di. D istraído ante tan hermoso espec­
táculo anduve largo trecho h asta que me
detuve fren te a un destacado edificio,
de arquitectu ra moderna, que ostentaba
en su fron tis un gran letrero que en
otros d ías y a o tras horas apareció pro­
fusam ente ilu m in ad o : K ursaal.
Observé que constantem ente entraban
a llí señores que claram ente denotaban la
diversidad de sus nacionalidades. Todos
m archaban de prisa y todos iban con sus
ca rteras repletas. El contraste era e v i­
dente h asta lo violento entre mi esta­
tismo aním ico y el dinam ism o centrífugo
de tales gentes. ¿Qué pasaba en dicho
local? Simplemente que — por no estar
construido el palacio de la Sociedad de
Naciones— en el K ursau l se reunía an u al­
mente la O ficina Internacional del T r a ­
bajo. D icha muchedumbre acudía a cele­
brar la s sesiones de la Conferencia. Y a llí
d irigí mis pasos.
El am plio vestíbulo presentaba aspecto
e x ó tic o : numerosos corrillos, grujios en
que se hablaban los idiom as m ás diver­
sos, personas que iban y venían con gran
actividad. Un jioco cohibido en aquella
Rabel, tra té de refugiarm e en zona don­
de no zozobrara mi cabeza. Y a un lado
del salón descubrí a los representantes
de la Delegación Española, a quienes
me dirigí.
A juico pasó jx>r a llí un hombre alto, de
ga llard a apostura, con larga barba ajiostólica en la que ya comenzaba a predomi­
nar el tono gris y plateado. Se acercó a
los esjiañoles. El recién llegado era Ludovico d’A ragona, secretario de la Confederazione G enerale del L avoro de Ita lia y
je fe de la representación obrera de dicho
país en la Conferencia. Hubo cambio de
saludos e inform aciones resiiectivas acer­
ca de los progresos alcanzados en los ú lti­
mos meses.
D ’Aragona, que hablaba el español i>er
ber residido vario s años en la A rgen ­
tin a , jirefirió exp resarse en nuestro idio­
ma, pues decía que en ello sentía gran sa ­
tisfacción y a que le servía de grato re­
cordatorio.
Y alguien del corro le preguntó cuáles
eran los últim os avances que el proleta­
riado italiano había conseguido en m ate­
ria de m utualidad, eoojieración y seguros
sociales, jiues estos asjiectos de la lucha
obrera tenían a llí recientes e interesantes
desenvolvim ientos.
Am ablem ente D ’A ragon a comenzó a e x ­
p licar cosas muy imjKirtantes, ¡mes por
aquellos días la s hordas fascistas ya estabun cometiendo sus m ayores bru talid a­
des y atrojadlos. L as jialabras del secre­
tario de la Confederazione G enerale
del Lavoro se im pregnaban de un m atiz
de tristeza en que se descubría claram en­
te la honda preocujiacióu que invadía
su ánimo.
P or tai motivo la conversación varió de
tono y comenzaron a Inquirirse inform es
de lo que ocurría en Italia, cuyu situación
m archaba hacia el caos. Francam ente pe­
sim ista se sentía D ’A ragona, hasta el
inulto de que tenía jiensado p lan tear el
asunto ante el Grujió Obrero In ternacio­
nal y la Federación Sindical, que aprove­
chaba la s reun io n es.n n u ales"de la Con­
ferencia p ara cam biar Impresiones.
Eolo, demócrata
TRES
AÑOS
Julián Besteiro
Julián Zugazagoitia
F. Cruz Salido
Se han cumplido tres años de la
muerte de Juilián Besteiro en la cárcel de Carmona y van a cumplirse
otros tres del fallecimiento de Julián Zugazagoitia y Francisco Cruz
Salido, aprehendidos en Francia y
ejecutados en Madrid. No es menester que repitamos frases escritas y
publicadas en años anteriores al lle­
gar las fechas correspondientes. Julián Besteiro, por la ejemplaridad de
su conducta y por haber sido maestro de todos, y Julián Zugazagoitia
y Francisco Cruz Salido, por sus méritos personales y por las circunstan­
cias monstruosas en que fueron sa­
crificados, constituyen otros tantos
nombres inolvidables, a través de los
años, para cuantos militamos en el
Partido Socialista Obrero Español.
Nos honraron en vida y nos honran
después de muertos. Por añadidura,
sus nombres señalan tres de los crimenes más repulsivos entre los innumerables cometidos por el conglomerado de canallas agrupados en el
falangismo. Cuando se le haga el balance al régimen franquista, esos
tres asesinatos —porque la muerte
de Besteiro también lo fué-^- serán
de los que merezcan destacarse en
primer lugar.
Por lo demás, son tres nombres
ilustres incorporados a la lista in­
finita de los militantes socialistas
que perdieron la vida en la contienda. Entre todos, los anónimos y los
notorios, se reparte por igual nuestro recuerdo. Para cada uno de ellos
vale la palabra latina: Sit tibi terra
le vis. Séate la tierra lig era .. .
Por Rivero Gil
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En este am biente de jireocupaelón se
hallaba el diálogo cuando bruscam ente
irrumjiió en el corro un hombre joven,
alto, fornido, de barba negra, cutis mo­
reno, tfjiicam ente italian o del sur, quien
en tonos violentos y dirigiéndose a D ’A ­
ragona le lunzó la sensacional noticia de
que acababa de recibir inform ación direc­
ta del triunfo de M ussolini en la m archa
sobre Rom a y que abandonando sus ta ­
reas, él y otros m iembros de la D ele­
gación, m archaban a Ita lia a ixinerse a
la s órdenes del Duce. A n tes de term inar
su ex abrupto tal sujeto pronunció estas
Iialabras de desafío, dirigiéndose con en­
cono a l secretario del p roletariado Ita­
lia uo:
— Desharem os vu estra organización, lo
aniquilarem os todo y nos ajioderarem os y
guiarem os todas la s fu erzas obreras del
jiaís. Y si usted se a trev e a regresar a
Ita lia le arran carem os estas barbas, pelo
a j>elo.
Dió m edia vuelta y con la misma brus­
quedad con que se había iireseutado ante
nosotros desajiareció del local.
¿Sabéis quién era aquel energúmeno?
Dino Grandi, que uctuaba como modesto
miembro de rejiresentación gubernativa
en la D elegación italia n a y que en los
veinte años del régimen fascista ha hecho
la m ás b rillaste carrera p olítica, jiues,
adem ás de elevados cargos ad m in istrati­
vos, ha sido em bajador en Londres y v a ­
ria s veces m inistro y miembro del Gran
Consejo fuscista.
Dino G randi fu é uno de los cuatro cajiorales que, al frente de las legiones fa s ­
cistas, au x ilia ro n a M ussolini en su m ar­
cha sobre Roma.
I
*
¿QUIEN REPRESENTA A QUIEN?
EN MEMORIA DE LUIS COMPANYS
Con motivo dé cumplirse ahora el tercer aniversario del fu­
silamiento de don Luis Companys, presidente de la Generali­
dad de Cataluña, el domingo 24 del actual se celebrará un acto
público en memoria suya y, a la vez, como una demostración
de te republicana.
El acto dará comienzo a las diez y media de la mañana;
en el Teatro Hidalgo, presidido por don Miguel Santaló, y en
«1 tomarán parte los siguientes oradores:
Alvaro dé Albornoz.
Indalecio Prieto.
Diego Martínez Barrio.
Luis I. Rodríguez.
Como la cabida del teatro es limitada, la Comisión organi­
zadora se propone hacer un reparto equitativo de localidades
entre las diversas entidades políticas y sindicales de la emi­
gración. Los discursos serán radiados por las emisoras XEDP
y XEAX, Badio Gobernación.
EN EL SENDERO
D EL ERROR
A nadie le hemos pedido, ni pensamos pedirle, que re­
nuncie a sus ideas políticas o programas doctrinales. Para
sentirnos autorizados a tal pretensión habríamos de empe­
zar por mostrarnos dispuestos a renunciar a los nuestros,
cosa muy distante de nuestro propósito. Más aun. Pensa­
mos que todos estamos no ya en el derecho, sino en la obli­
gación de mantener los postulados que nos definen, sin
desdibujarlos ni ponerles disfraz, con lo que la claridad,
que es bien común, sale ganando. Pero eso es una cosa, y
otra diferente es que cada cual enarbole la bandera de sus
aspiraciones máximas y se lance con ella a la plaza hacien­
do poco menos que cuestión previa, para el entendimiento
con los demás, de la aceptación de sus principios. Si ¡a
coincidencia ■— esa coincidencia de la que tanto se habla
y que tan pocos propician— ha de hacerse vinculada al
punto de vista particular que cada grupo exponga, enton­
ces demos por seguro que no habrá tal coincidencia. Y
todavía más: reputamos imprudente y pueril hacer osten­
tación, en circunstancias como las actuales, y dándoles va­
lor de aplicación inmediata, de los programas doctrinales
a que cada uno de los partidos políticos y organizaciones
sindicales viene adscrito. Lo decimos porque hay quien lo
hace con más frecuencia de la que conviniera a la vez que,
por una de esas paradojas inexplicables en las que sole­
mos caer, se reclama y anuncia la reconquista de la Re­
pública. ¿Asi? Permítasenos mostrar nuestro especticismo.
No habría de haber, como los hay, intereses ajenos, pero
no por eso menos efectivos y vigilantes, opuestos a la res­
tauración de la República, y el camino para conseguirla
no seria ése, que nos parece bueno, en todo caso, para ha­
cerla imposible. Querámoslo o no, las posibilidades de
reinstalación, primero, y de normal desarrollo, después, de
la República, están determinadas, en primer lugar, por las
i condiciones económicas y morales internas de España, y
A nte la g ra v e situación creada a los
en segundo, por la situación general de Europa cuando
cam arad as italian o s que se hallaban en
la Conferencia, se reunió el Grujió Obre­ acabe la guerra. No creemos descubrir con ello ningún
ro y la In ternacion al liara exam in ar el
mundo ignorado. La realidad, en política, es siempre más
caso. Se acordó de momento que dichos
fuerte
que la utopía. Cuando a Lenín. en ¡os comienzos de
comjiañeros no regresaran a Ita lia y has­
la
revolución
rusa, se le pedían normas seguras para la
ta se trató de m andarlos con misiones esjteciales a diversos países. E l nombre de expropiación y el reparto de tierras, contestaba: "Si esta­
España sonó con tal motivo.
blecemos normas, la realidad se reirá de ellas." Mucho te­
Años después siqie que D ’A ragona h a ­
memos que la realidad se va a reír también de quienes,
bía regresado a Ita lia. M ás tarde llegó a
aquí, se entregan al juego inocuo de ordenar el futuro a
mí el rum or de su fallecim iento.
En tanto, el hoy conde Di no Grandi
gusto y semejanza de sus elucubraciones...
— ni digno ni grande— desjmés de m e­
Cuando, en ocasión reciente, la Comisión Ejecutiva de
d rar con el fascism o durante vein te años,
nuestro Partido invocaba la Constitución de 1931 como
l:a term inado por hace le la más ruin de
la s traiciones. A l regresar fra ca sa d o tV punto de partida para toda acción conjunta de la emigra­
su últim a en trevista con ílitle r , el Dure
ción, no hacía más que encauzar y concretar un afán colec­
trató de engañar una vez más al rey. E n ­
tivo. No faltó, por supuesto, quien, en nombre de no sabe­
tonces Dino Grandi, m iem bro del G ran
mos qué pretensiones revolucionarias, nos aludió desdeño­
Consejo F ascista, procediendo cual Judas,
visitó a V íctor M anuel liara denunciarle samente, como desdeñosamente, y por igual motivo, se ha
la verdadera situación de imjiotouein de
hecho referencia al Plan Beveridge. Bien poco es lo que de
M ussolini y sus m e n tira s ; descubier­
sustancia socialista, propiamente dicha, tiene la Constitu­
to así iior su discíiiulo jiredilecto, trató
ción de 1931. Pero ahora no se trata de nosotros, sino de
de imponerse, íiero entonces lia d 'g lio con
un grujió de generales ya jirevenidos por todos y, en definitiva, de la República y de España. Y a
el rey som etieron al dictador y lo ence­
España, devuelta a la República, se puede regresar a todo
rraron. Posteriorm ente, de m anera esjiecmenos a una cosa: a continuar el nada aleccionador espec­
tacu lar, lo *ha libertado Ilitle r, haciendo
que su cam arada de E je proclume una
táculo de nuestra insolidaridad social, de nuestra incapaci­
República.
dad de convivencia, de nuestro temperamento cerrado a la
Y m ientras se hunde de m anera tan
traidora el fascism o y su creador y des­ tolerancia. Para eso, para que allí nos disputemos a porra­
zos el vellocino de la cucaña, con riesgo de que la cucaña
tacadas personalidades de régimen tan
monstruoso huyen, se suicidan o son e je ­ nos aplaste a todos, no es menester que hagamos las ma­
cutados, Di no G randi, el Judas, ha o fre ­ letas. Bien estamos aquí donde, al cabo, nuestros encuen­
cido sus servicios a l rey, a Radoglio, a
tros no pasan de ser amagos inanes, más para divertir que
Orlando, a quien sea necesario, con tal
de m antenerse en el d isfru te de sus pre­ para inspirar temor, si no fuera por el daño que de ellos
bendas.
se derivan para la causa que decimos defender. Y es pro­
U ltim am ente se ha dicho que, dado el
bable que en el ánimo de todos esté bien arraigada la cre­
giro de los acontecim ientos, nada fa v o ­
encia de que la defendemos a nuestro modo. Pero no basta
rables para él, ha huido a Lisboa.
Ni el pueblo italiano ni el jiroletariado
con que lo creamos nosotros, sino que han de creerlo igual­
universal iiueden ni deben o lvid ar la am ­ mente los demás. ¿Hacemos algo para inspirar esa con­
biciosa e infrahum ana conducta de este
m iserable traidor, a quien alcan zan en fianza? Véamoslo: En orden a la integridad de España
—principio fundamental de todo régimen posible de go­
gran pnrte la s culpas r>or los tremendos
crím enes que cometió el fascism o.
^ bierno~ el separatismo vasco y catalán se encargan de dar
respuesta tristemente elocuente, no sin secreto y profundo
P erico E L C IE G O
regocijo de ciertas cancillerías. En el orden político, las
actividades visibles — o invisibles— más parecen encamina­
das a cimentar vanidades cotizables mañana a cumplir ho­
nestamente los deberes de hoy. En el orden social, abun­
dan los que no están dispuestos a contentarse con menos
Rememorando
que la aplicación plena de su dogma. Todos nos disputa­
mos héroes del pasado y artífices del porvenir, sin que nin­
guno aceptemos humildemente el yerro propio ni le reco­
nozcamos el acierto al vecino. Edificamos castillos sobre
arena.... ¿Y de la República? ¡Ah! La República será recon­
quistada. a lo que se advierte, tan sólo con que hagamos
la unidad, bálsamo milagroso que restaña todas las heridas,
como el de Fierabrás. Unidad que no consiste, como po­
dría creerse, en ajustar la conducta a una acción común,
sino en frotarnos mutuamente la nariz.
UN ACTO PUBLICO
Antomo María Sbert.
Pedro Bosch Gimpera.
Julio de Jáuregui.
Alejandro Gómez Maganda.
EXAMEN DE CONCIENCIA
Comienza el huracán...
Marianne: Prepárate, Pierre...
La opinión consignada en nuestro editorial acerca de la se­
sión celebrada por el Cuerpo Legislativo en la Cámara de Di­
putados el día 12, Fiesta de la Baza, en homenaje a la Repúbli­
ca española, no nos impide mostrar nuestra absoluta disconfor­
midad con el procedimiento seguido para integrar la repre­
sentación de las Cortes republicanas que asistió como tal a la
ceremonia. Ignoramos a quien se debe la iniciativa, pero sa­
bemos que una parte de los diputados que formaban en la De­
legación aludida no representan actualmente a nadie, como no
sea a si mismos. Nos referimos a los que están separados de sus
respectivos partidos —a los cuales debieron el acta— ali­
mentando minúsculos grupos disidentes. Una vez más adverti­
mos que se persiste en algo que nos parece, y asi lo hemos di­
cho reiteradamente, intolerable: hacer política al margen de
los partidos o escamoteándoles, cuando menos, el papel funda­
mental que les corresponde.
En este caso no había por qué favorecer ninguna confusión,
ni dar el espectáculo, nada edificante para cuantos estén in­
formados, de presentar ante la Cámara de México una mues­
tra completa de nuestras discordias. Las Cortes, cuando no es­
tán reunidas, tienen su representación autorizada, que es la
Comisión Permanente. Ella debió ser la que llevara la Dele­
gación. En último extremo, si las circunstancias aconsejaban
reforzarla, pudo acudirse a las minorías, pero a las minorías
solventes, no a los grupos de disconformes separados o expul­
sados de sus partidos, que siguen llamándose diputados.. . por­
que se les olvidó renunciar al acta.
PERSPECTIVAS
CARTAS DE NUEVA YORK
En e l F r e n t e o b r e r o
norteamericano
DESDE PANAMA
Los gastos en la guerra Hora republicana española
y en la paz
al servicio de la democracia
• ' * * • • •
*
.
“.
E l presupuesto para este año de E s ­ y ágiles están con la s arm as en la m a­
M is actividades como corresponsal de las consideraciones dé ‘ti¡»o adm inistrati­
Cuando la convención de la Federación situ ará a ésta en un m ás ventajoso i>lano
tados
Unidos pasa ile cien mil m illones no. No h a y ninguna razón p ara que, al A D E L A N T E se inician escribiendo de o i­ vo para subsistir.
Am ericana del T ra b ajo (A . F. L.) abra de acción para d iscu tir térm inos de unión
sus sesiones a comienzos de octubre en el con el C. I. (>., ya que las fu erzas obreras de dólares, de lo que el 65 por ciento se volver los soldados a la vida civil, la s co­ go que está vinculado u las propias la ­
En estás 52 seuiunas de existencia,
Hotel Stntler, de Hoston, Mass., muchos en los dos inqiortantes organism os nacio­ destina a gastos m ilitares, es decir, a sechas dism inuyan. Tam poco la produc­ bores: “ H ora Republicana Española al nuestra labor puede concretarse en tres
Servicio de la Dem ocracia". I-Iouibre dis­
e Im portantes asuntos serán sometidos nales guardan hoy esta p rojiorción : A. F.
sostener hombres y a fa b rica r arm as cu ción de ninguna otra cosa, por los m is­ ciplinado, no liago más que acep tar la puntos: Panam á y panam ericanism o. De­
a la deliberación de los deleitados en re­ I,., <>.0 0 0 .0 0 0 ; sum ándole los mineros la
m ocracia universal.. República Española.
presentación de las uniones de los E sta ­ vieja federación tendrá más de seis mi­ yo empleo .exclusivo es destruir. H ay mos motivos. Entonces ¿por qué h ay re ­ sugerencia que llega de quien puede lia. t
dos 1'nidos y el Canadá, entre los que se llones y medio, millón y medio más de que 8 ii¡K)ner, por consiguiente, que el cursos ¡Mira m atarse y no los h a y para cerlo.
destacan por las circunstancias del mo­ las fu erzas que tiene el C- I. O. que dice consumo de esa cifra fan tástica repre­ viv ir?
El propósito de esta emisión rad ial es­
m ento los siguien tes: “ (lan ar la guerra, tener 5.000.000 de miembros.
Defendem os las Naciones U nidas ¡sir­
SI en épocas de paz, Estados Unidos tá en su nom bre; la obra realizada, en el
senta la destrucción de muchísimo más.
la destrucción del totalitarism o y el triun ­
“ balance" expuesto al cum plirse su p ri­ que es nuestro deber, ¡sirque esta ¡Mistu­
Una vez que los mineros están dentro
destinase
cien
m
il
m
illones
a
la
s
In
finitas
Sin
embargo,
durante
este
año
todos
fo de la dem ocracia, el establecim iento de la A. F. L., los problem as que hoy
m er año de existencia.
ra resinante u lo íntimo. No tenemos va­
y m antenimiento de uniones libres de do­ afectan a la clase trabajad o ra y que no los norteam ericanos estarán ocupados h a s­ cosas eficaces y fecundas que pueden
A ntes de en trar en m ateria, no estará cilaciones de ninguna es¡»eeie en esta I11minación o control gubernam ental, los
se están resolviendo m uy bien que d i­ ta el punto de que será necesario u tili­ realizarse, y no se han realizado aún, de m ás el re ferir algunos detalles que ihu. El bloque dem ocrático — con todos
problem as de la ]>ostguerra, lu unificación gamos, no hay dudu que tom arán un giro
z a r el esfuerzo de m ujeres, niños y a n ­ dentro de su territorio, no h a y duda po­ guardan relación muy estrecha con las sus lunares— es la suprem a ilusióu de
del m ovim iento obrero y la no menos e x ­ muy diferente, y se falla rá n más en a r ­
ios ciudadauos libres del mundo.
cian o s; recibirán por su tra b ajo un sa ­ sible respecto a que, al term inar la in­ tareas a que me lie entregado.
citan te cuestión de la readmisión de la
monía con los intereses de la clase obre­
No olvidam os ninguno — 11 lisol uta men­
El últim o cargo con que me honró la
versión, la riqueza general y el bienestar
Unidad Mine W orkers (U. M. W .) en 1a
la
rio
y
podrán
atehder
a
sus
necesidades,
ra. I*or otra parte, las jiequeñas uniones
República fué el de secretario de la L e ­ te ninguno— de los antecedentes de nues­
Federación Am ericana del Trabajo,
que hoy controlan un gruía» de comunis­ con la lim itación que impone el racion a­ general habrían aum entado mucho, que gación en este ¡mis. Ya avanzado 1938, tra guerra. Unos ¡Minian traíais a los le­
El reingreso (le los mineros en la A. F tas y que el presidente de los mineros miento de algunos artículos, porque no es lo con trario de lo que ocurre desti­
el m inistro de Estado, A iva re z del Y ayo gítim os derechos de la R epública, otros,
L. lia promovido en los últim os meses no regatearla en a p la sta r si ¡ludiera, j»erse producen en cantidad suficiente, o nando esos m illones a una guerra. No lo creyó oportuno — contra mi voluntad, e x ­ dejaban hacer. Sólo una excepción enal­
muchos y vivos comentarios, ya que si deríau mucha de la influencia que hoy
puesta en todos tonos— que d e ja ra su se­ tecedora : México.
la ¡salerosa unión de mineros es readm ití tienen en el C. I. O., pues los comunis­ porque no pueden ser im¡>ortados por f a l­ hace porque no dis¡xme de ellos. ¿Cómo
cretaria p articu lar del m inisterio de E s­
1 ‘ero, ¿quiénes lanzaron las bombas so.
da en la A. F. L., las fu erzas num éricas tas se están ensañando cada illa más con ta de medios ¡tara ello, ¡a»r ser preciso los encuentra ¡jara gu errear?
tado y me trasladase, nuevam ente, a tie­ hre nuestras ciudades? ¿Quiénes asesinay económicas de ésta sobrepasarán consi Ia*wis sin inijairtarles si de rechazo su­ destin ar esencialm ente los instrum entos
A l cabo de un año cada p aís produce X . rras de Am érica, hurto conocidas, por
ion centenares de m iles de inolvidables
derablem ente de las que cuenta el Con fren las consecuencias los explotudos m i.
de com unicación y de transporte a las En esa producción entran tres fa c to r e s : suerte o por desgracia, para- mi.
com patriotas? ¿Quiénes am etrallaron des­
fgreso de O rganizaciones Industriales.
neros.
Pocos dias después de que se consum a­ de el m ar la indefensa A im erfu? ¿Quie­
exigen cias de la guerra. H ay m otivos p a­ riqueza natural, tra b ajo y capital. A l
Cuando John L. Lew is, el fam oso lí
Aunque la estrategia política de L e­
se el más monstruoso do ios atentados al nes enviaron sus ejército s u com butlr en
(ler de los mineros, solicitó el reingreso w is, tanto dom éstica como extran jera, ra p regun tarse: ¿D e dónde sale todo es­ trabajo, en el régim en del salariado , se
derecho — en los prim eros días de abril suelo español? ¿Quiénes son, ¡ mu- consi­
en la A. F. L „ W illiam dren , su presi fué desde todos los puntos de vista erró­ to? Porque, alienas term ina la guerra, le retribuye con lo estrictam ente indis­
ile 1939— sali ¡Mira' M éxico, luego a E s ­ guiente, los causantes de la ruina de Es­
dente, lanzó una exclam ación y dijo
nea, los m ineros merecen resjieto porque cesa el prodigio. Los hombres carecen de pensable pura que los trab ajad o res no tados Unidos, m ás tarde a Chile, para paña? Los m ilitares traidores que des­
“ ¡E sto es m a ra villo so !” No obstante, a nunca siguieron a su je fe en sus actua
ocup ación ; se Interrumpe la demanda perezcan de in an ición; a p a rtir de ese retorn ar en julio de 1942 a l Istmo. ¿Qué honraron su uniform e, los alem anes e
m edida que las negociaciones para la re. clones p o lítica s; a si tenemos el hecho
me a tra ía a estas p layas? El deseo de italia n o s: falaugism o, nazism o y fa s­
adm isión dieron comienzo, unos y otros de que después que L ew is jironuució una de artículos de consum o; cierran la s f á ­ punto, el m ás bajo, el tralm judor va ¡terla lucha, continuar en ei cum plim iento cismo.
volvieron la vista a los hechos pasudos serie de discursos en las últim as eleccio­ bricas, no por fa lt a de m aterias primas, cibiendo algo m ás de acuerdo a su capadel deber. A quí su frí el m ayor dolor de
Por eso y ¡sirque representan algo que
y los obstáculos fueron aapreciendo. El nes jiresidenciales a fav o r del candidato sino ile consumidores pura lo que pro­ dad, la que determ ina un aum ento de
mi vida, cuando vi b a ja r nuestra enseña denigra, que envilece, que aten ta a lu
presidente de la A. F. L., un minero co­ W illkie, los mineros votaron íair Hoose­
ducen ; no hay dinero p ara n a d a ; se valor mucho más alto en su producción ; tricolor, para a lzarse la de la infam ia, civilización , deseamos su exterm inio, su
mo Lew is, difícilm ente podrá olvidar que velt. Y es que m ientras que L ew is no puefu e Lew is, su viejo compañero de lucha da probar realm ente que el presidente arru in an innum erables personas y se ex ­ siem pre sigue siendo la tasa in icial el mí­ Ja de la traición. A quí ileliería esta r cuan ­ aplastam iento total. De ah í que contri­
quien lo expulsó de la organización de Hoosevelt actú a contra los Intereses de tiende pavorosam ente la m iseria. A si ocu­ nimo para no perecer, pues se mnntiene do volviese u izarse, cuando el pueblo buyamos con todas nuestras fu e rzas al
.mineros en un intento de anularlo, y los mineros, éstos no obedecerán sus alo­ rrió ni term inar la otra gran guerra, y una cifra de desocupados, que están pe­ español recuperase su soberanía. Por eso triun fo de las Naciones Unidas, que bien
regresé a Panam á, por eso fundé este euro están pagando el sa crificio de lu
John L. L ew is tiene fresca la memoria cuciones de (alio. “ Cuando John les dice
reciendo, a fin de que se ofrezcan, a cam diario hablado, desde el que se fustiga República Española.
de los últim os acontecim ietos huelguís a los mineros que vayan a la huelga” , así se teme que ocurra ahora, tanto que
ticos en (jue los m ineros fueron aislados dijo oportunam ente un minero, “ nosotros en su últim o discurso, cuya prim era p a r­ bio de ese mínimo, inpidiéndole subir. Im placablemente a los tiranos de todos
Lucham os por el restablecim iento del
en sus dem andas para un aumento de sa vamos a la huelga. Nosotros le pagam os te era tan buena como m ala la segunda, A l ca p ita l tampoco se le a sign a mucho los pueblos y, en p articu lar, al infernal régimen que vive puro en el corazón de
dictador
que
hunde
nuestra
p
atria
en
la
la rio y la introducción en el convenio de para que nos diga cuándo es el tienqio el presidente Hoosevelt anunció que se de la producción; en los países fu erte
los españoles. Acusam os sin descanso
m iseria, la puebla de com entarios y la
una cláusula que regulara las horas di’ oportuno de ir a la huelga. I’ero cuan­
mente capitalizados, la ren ta del capital convierte en presidio que se extiende de a esa m anada de lobos que llegó ul ¡Mider
dará
un
socorro
a
los
ex
soldados
para
trab ajo de “ portal a p o rtal” , o lo que es do John nos dice «pie votemos ia»r W illkie,
l*oi‘ los medios m ás despreciables, ¡Mir les
igual, que los mineros enqieznrun a co entonces los mineros no le hacemos caso. que no perezcan ile hambre. SI ahora es es b a ja : del cuatro, del tres y h asta del uno a otro lado ile Españaprocedim ientos más infam es. Nos reímos
Form é esta tribuna — extrictam ent
brur desde el momento que pasurun de la Nosotros no le ¡Migamos para que nos posible p agar un sala rio a un hombre dos por ciento. E l resto, todo el resto,
de sus posturas, de sus claudicaciones,
puerta de la mina.
aconseje en ¡Milftica.” Este nos dará una ¡»ara que m aneje una am etrallad ora, o pa que es la parte del león, se lo llev a la política, de com entarios, nada más— sin de sus esfuerzos para m antener las dos
I’or otra i>arte, la A. F. I> no podía idea de hasta dónde llega el ¡a»der y la ra que la construya, lo que de ninguna renta. De ese "resto ” el gobierno de E s­ otro caudal que la voluntad y el ideal velas encendidas — una u D ios y o tra al
A lqu ilé treinta minutos, a pagar por me­ diablo— que les perm ita ese lamentable
echar en olvido que fué Lew is, desde la debilidad de 1-ewis. Y esto nos demues­
tados Unidos toma ahora cien m il m i­ ses vencidos. ¡U n iluso unís! No tenía " ir tirando” , sin m ás lema que el del
form ación del C. I. O., su m ás enconado tra, también, en ¡a>eas palabras, por qué form a produce riqueza, ¿cómo no se le
enemigo en todos los terrenos, distin no se le debe tener miedo a L ew is den­ ¡meile p agar después para que levante llones de dólares, impidiendo que los anun cios; los que podían darlos — y los c e rd o : comer, y siem pre comer, venga de
guiándose muy principalm ente durante la tro de la A. F. L.
una casn, siem bre trigo, construya un ren tistas acum ulen o despilfarren. Los ofrecían — no debía a cep tarlo s: eran tra i­ donde venga y sea de iu calidad que
dores. Meses y meses de titán ica lucha fuere.
reelección jaira el tercer término del
L a A. F. L., conviene no olvidarlo, es puerto, haga una carretera, fabrique te­ toma porque la gu erra es un hecho de
llegaron a desalentarm e. Pero, al fin, si*
presidente ltoosevelt, en cuyas elecciones una organización básicam ente y decidida­
T enem os una mueca de desdén ¡Mira los
el iiresidente de los mineros apoyó decidi­ mente autónoma. Esto lo sal»e bien L e­ las o re a liz a r cualquier otra tarea pro­ extrem ada v io le n c ia ; si el E stad o se hizo el m ilagro y “ H. H. E. al 8 . de la D.
que se refieren al olvido, p a ra los que
damente la candidatura de Wemlell wis, ¡mes no en balde fué ¡>or muchos d uctiva? Parece que precisam ente por considera con autoridad p ara pedir a unos empezó a desenvolverse no con mtichí p retenden c u b rir con u n a colosal m anta
"VVilIkie y com batió con saña la política años unn ■ »fig u ra in flu yen te dentro de haber tenido duran te un tiempo a los que le den la vida, tam bién la tiene para facilidad, pero sí con la suficien te para los cadáveres de n u e stro s m á rtire s. Nos
proseguir su obra. H oy habla de liber­
del Nuevo T rato. Que fué asi mismo la Federación. No obstante, ni él ni su hombres útiles dedicados a destruir, será p edir a todos que le den su dinero.
burlam os d e los q ue ucepturfun como lo
tad, de la R epública Es¡»añola, durante m ás n a tu ra l una am n istia o perdón del
L ew is, durante el tieinjio que fué el “ boss" compañero republicano B ill Hutcheson,
Los
ren
tistas
vuelven
a
acum
ular
euarenta y cinco m inutos diarios y es asesino m ayor, cual si fu e ra ¡Misible que
del C. I. O., quien bloqueó toda posibi­ nunca ¡ludieron inclinar la política de la m ás necesario re a liza r cosas constructi­
vuelven
a sus
despllfarros.
Se pero que pronto se com plete la hora.
lidad de un ificación efectiva de la clase A. F. L. por los senderos republicanos. vas, las que ahora no se realizan y las o
bis p á ja ro s tira se n a las esc(i¡M»tas, o li­
obrera. En aquel entonces, L ew is tenía Cuando L ew is se declaró ¡a»r W illkie en que ahora se aniquilan. L as cosechas no acaba el trabajo, se acaban los sala ­
E legí para la prim era emisión la fies­ cito que el crim in al ocupase el puesto
poco que gan ar con la unidad obrera, y 11)40, téngase presente esto, él no pudo, han de ser Inferiores a l term inar la gu e­ rios, se acaba el consumo. Y em pieza la ta patria m exicana : el 16 de septiem bre del juez y éste el banquillo de los acuI>or el contrario, abrigaba la eslieranzn a pesar de ser el presidente del C. I. O.,
Y’ la inuguró el representante de ese que­ sudos.
de jioder dom inar a la A. F. L „ en cuya hacer que dicho organism o lo secundara rra ; al contrario, hoy es necesario es­ crisis.
rido ¡mis, que lo era en la época de re
R idiculizam os a los que se prestan a
No parece que el remedio esté en dar ferencia el Licenciado R aúl C astellan os
labor le alentaban los com unistas subor­ en sus actividades, sino que por el con catim ar productos quím icos que la tierra
i‘oiii|M>nendas, que acep tarían — ¡Mir ejem ­
dinados a él en el C. I. ()., los que veían trario el C. I. O. apoyó abiertam ente a necesita, porque se destinan a elaborar socorros, como quiere el presidente Roose- gran am igo de todo lo nuestro. El a n i­ plo— una restauración monárquica, como
— y siguen viendo— en la unión del pro­ Hoosevelt. Fué en el curso de aquella cé­ instrum entos de g u e rra ; hoy no se pue­ velt. Nos inclinam os a cree r que reside versario tam bién fué dedicado a esa tie­
mal menor, sin ten er en cuenta, entre
letariado am ericano In pérdida de la pni- lebre campaña cuando Lew is declaró que
rra ; intervinieron el Em bajador, L icen ­ o tras cosas de la m ayor im portancia, que
en crear o tras condiciones de distribu
tección que desde los prim eros comienzos si el presidente Hoosevelt resultaba ele­ den fabricn r m áquinas para los trab ajo s
ciado L uis A. B o b a d illa ; el M inistro
el elegante “ don” Juan — “ bombín” últi­
clón de cuanto se produce.
les viene brindando el C- I. O. •
de Educación, Licenciado V íctor F. (Joy- mo modelo— se ofreció al ex general
gido, él renunciarla a la presidencia del agrícolas, porque hay que fa b rica r m á­
José
V
E
N
E
O
A
S.
quinas de guerra ; hoy se recurre a b ra ­
tía, en su ca rá cter de presidente de la le la República para m atar es¡Niñoleg,
La* enem istad de John L ew is con el C. I. O. y en efecto renunció.
“ Sociedad Am igos de M éxico” ; el pre­ ayuda que el ferrolnno no consideró o¡K>rpresidente Hoosevelt, que ha aum entado
L as únicas uniones que L ew is logró zos tor¡»es o débiles, porque los fuertes Buenos A ires.
sidente de la “ Sociedad Española de B e­ tuno aceptarúltim am ente desde que los mineros rom­ a rra stra r con él en aquel entonces fueneficencia” , don José Menéndez y quien
pieron con la Jun ta de T ra b ajo Bélico on las dom inadas por los comunistas,
Estam os con los Intransigentes, con
esto afirm a. Him nos de Panam á y Mé­
por la form a como dirigió sus reclam a­ entonces enem igas de Hoosevelt y defen­
xico, m úsica del p aís hom enajeado; en los que pugnan por una vuelta a España
ciones, que, dicho sea de paso, aun están soras del pacto rusoalem án. Como los
fin, un pequeño aporte a lo mucho que con la cabeza bien alta, con la arroganpor resolverse, parece e sta r hoy aun más hechos están vivos en la memoria de
se
tlelie a la bella y valien te tierra que la del que si* sube libre de pecado. La
acentuada que nunca, y al mismo tiempo todos no intentarem os referir aquí aque
mantuvo lina in variable linea de con reconquista de lu República es nuestro
la s desavenencias obreras continúan. Só-| ¡¡og tristes acontecimientos. B a sta decir
dueta desde el 17 de ju lio de 1936 u la lem a; la reconquista, sí, m as sin enfan­
lo en un punto han convenido todos los que dichas uniones fueron las dirigidas
gam os, sin infam arnos, l'ertenecenios ni
feeliulíderes o b rero s: en condenar la ley con­ por Curran, Bridge, Q uills, F la x e r y Mer­
sector — (¡ue form an la casi totalidad de
tra el derecho de huelga aprobada por rill, exactam ente la misma gente que
Mis últim as palabras en ese acto : los exilados en A frica , Europa y Amé­
el Congreso ¡a»r encima del voto del ¡(re­ hoy anda pidiendo la cabeza de L ew is a
Del No. 26
A ntonio A m or........... ........................... 0.05 “ ...¡te r o a ello irá unido lo que es im­
rica y los que viven en la propia Espa­
sidente que llevn el nombre de Smith- voz en grito y lo acusan de traicionar
J. G. M alo ............................................
0.25 perecedero e in destru ctible: el a lm a ; y el ña— que no aceptará pactos de ninguna
Connally.
la causa de los mineros.
Antonio P az ........................................ $ 1.00 Paco ........................................................ 0 .15 alm a de la inm ortal España, señor Km
s|M*eie, que no adm itirá ingerencias ex­
1.00
Joaquín V a re la ................
0.33 bajador, tiem¡»o lia que la hemos entre­ tran jeras, que regresará, únicam ente, 11I
Bien se acepte o se reí-lince la teoría
I’or décadas el trab ajad o r am ericano José Amado .......................................
de que L ew is al rein gresar con sus lia aprendido que pertenecer a la A. F. L. Nicolás Piqueras ................................... 1.00 Cupeiro
.................................................. 0.10 gado u M éxico.”
¡Minerse en vigo r la Constitución de 1931,
600,000 mineros al seno de la A. F. L, no implica precisam ente la aceptación Luis Santos ............................................. 0.50 Luis Ruiz .............................................
0 .15
Entremos, ya, en el resumen de lo que la C arta Magna que representa ln volunpodría hacer de ésta un instrum ento con­ de toda su táctica y dogmas. Una y otra Juan Rodríguez .................................... 0.50
----------- es “ H. K. E. al S. de la B .” N ada me­ mi nacional y que facu lta al pueblo pnrn
tra la reelección del presidente Hoosevelt vez durante el curso de la propia histo­ Antonio Reina .................................... 0.50
Suma .....................................$ 5.81 jo r para exponerlo que referirn o s ni cita m odificarla cuan tas veces considere me­
en 1044, de que ya se habla, conviene ria obrera am ericana quedó probado que Luis Ruiz .................................................
0 .15
i do b a la n c e :
nester y m ediante la pn¡»eli*ta electoral.
tener presente que el líder de los mine­ las uniones a filia d a s con la A. F. L. no Antonio S a n ta m a r ía ............................ 0.10
D el No. 28 Á
“ Lo realizado, poco o mucho, bueno o
N uestras últim as palabras en unn de
ros, tanto dentro como fuera de la Fe. siempre estuvieron de acuerdo con las Pedro Montero ....................................... 0.25
< regular, es el reflejo de su nombre, son las ch a rla s del 17 de septiem bre de 1912,
deración, no nbandonará su animosidad decisiones tom adas ¡a»r su Concilio E je ­ José Rodríguez .................................... 0 .10 Seno ..........................................................$ 0.10 los sueños de los que ansiam os un mun­
fueron : C O N S T IT U C IO N D E 1931. Las
contra el presidente Hoosevelt y el Nue­ cutivo y la s convenciones. Ejem plo de Pedro Aragón ........................................... 0.25 Nicolás Piqueras ...........................
1.00 do sin cadenas, un mundo en que el hom­ de ah o ra son : C O N S T IT U C IO N I)H
vo T rato. Lew is no perdonará nunca a ello lo tenemos en» las leyes sobre el sa ­ Manuel A rturo ....................................... 0 .15 Antonio P a z ...................................... 1.00 bre reciba el trato a que tiene derecho 1931” .
Hiaisevelt el desprecio que éste le hiciera lario mínimo, acción política inilepenilien- J. G. Malo ............................................... 0 .17 José Amado ...................................... 1.00 por la sencilla razón de serlo, un inundo
cuando no le aceptó para el puesto de te, la ley que restringe la ciudadanía a Antonio D. H e r m o s a ............................ 0.10 Antonio Amor ...................................... 0.05 sin gu erras, sin e scla vo s; un mundo, en
A. R. B A R B E IT O .
vicepresidente en su candidatura.
.............. 0.10 fin, en que exista el respeto mutuo, la
los chinos, etc. Pero a pesar de todo Fidel V ales ............................................. 0.35 Antonio Santam aría
0.10 comprensión, la tolerancia, a liase, sobre
I-a rápida decisión de L ew is de pedir esto, las uniones a filia d a s a la F ed era­ Seno ............................................................ 0.10 Paco ......................................................
1.00 todas las cosas, de libertad.
el reingreso en la A. F. L., su vieja Imilla ción han podido v iv ir — y siguen vivien ­ Leonardo G utiérrez .............................. 0 .15 A velino Pernas ...............................
obrera, es considerada por algunos espí­ do unidas— bajo un mismo techo, con A lejandro M artín ................................ 0 .10 Z. U rrutia .......................................... 0.25
Somos un eslabón — pequeño, modesto,
0.25 Manuel Pernas .................................
0.25 ¡iero fuerte, incorruptible— de la colo­
ritu s perspicaces en el sentido de que el respto mutuo y genuino cooperación en1 J. García .................................................
A . D íaz ...................................................
0.25 Juan M onasterio ............................. 0.25 sal cadena ijue se tiende alredeilor_ de
je fe de los mineros ha llegado a reco­ las luchas entre el capital y el trabajo.
J. Cruz ...................................................... 0.10 Joaquín V arela ...................................
0.33 valles y m ares, de ríos y m ontañas, para
nocer que su unión no puede seguir a is­
Por esa form a como se ha conducido Antonio Ros . . . ,v ........................
0.33
Cupeiro ...................
0.10 una sociedad digna, sin p re ju icio s;
lo grar
lada frente al Impulso que va tomando la A. F. L. desde su fundación, abrigam os
Se ha publicado el 4o. número de la
______ Luis Ruiz . , ......................................... 0 .15
sin odios, sin hambres.
la fu ria de sus enemigos en el Congreso la esperanza de que, pose a todas las di
R evista "M éxico y sus E stados” que, co­
Suma ..............................$ 7.40
----------/iiiclonal. Tam bién es posible, pero esto feren cias existen tes entre la A. F- L., la
En la etapa cubierta por “ H. R. E. al S. mo los anteriores, ofrece un notorio In­
Suma .....................................$ 5.68
no parece tener mucho valor, que John U. M. W. y el C. I. O., la próxim a con
Del No. 26
\ de la D.” pusimos entusiasm o y volun­ terés para cuantos lectores se preocuppn
L ew is a l fin ha venido a la conclusión vención de la Federación Am ericana del
tad, que es cuanto podemos ofrecer. Si
D el No. 29
por el desenvolvim iento de la vida de
de que él necesita un lugar donde cobi­ T ra b ajo decidirá favorablem ente la re­ Antonio P az ........................................ $ 1.00
110 liemos extasiad o a nuestros Invisibles
jarse ante la tormenta que viene descar­ admisión de los mineros y se tomarán losé Amado ........................................... 1 . 0 0 Antonio Santam aría ..........................$ 0.10 oyentes con frases geniales, con d ia ria s M éxico en sus aspectos fundam entales:
gándose contra él por parte de todos acuerdos para a lla n ar la unificación to­ N’icolás Piqueras y ................................. 1.00
Antonio P az ..................................... 1.00 de m aravilloso deleite, es porque, con social, económico, artístico, etc. Numero­
José Amado ..................................... 1.00 toda franqu eza, no somos calmees de ha­ sos y notables tralm jos vnlorun el nú­
sus enemigos, y que ningún lu gar cree tal del proletariado norteam ericano en Luis Santos ............................................. 0.50
0.25 cerlo. Pero, en cambio, de nuestros lu­ mero recién aparecido, impreso, como to­
luán Rodríguez ..................................... 0.50
Leonardo G utiérrez ......
tan seguro como la vie ja estructura de una sola y potentísim a cen tral obrera.
Antonio S a n ta m a r ía .............................. 0.10
Nicolás Piqueras .........................
1.00 idos sale sinceridad, fe en el futuro y
la A. F. L. Tam bién ilelie tenerse en
dos, en pa¡M*l conché excelente e ilustrado
mis Ruiz ............................................... 0 .15 José Cruz ..........'.................................. 0.25 nadie — de ello estam os absolutam ente
A ntonio R E IN A .
cuenta el punto de la unidad obrera. Le­
con abundantes grabados, especialmente
Antonio
Reina
.......................................
0.50
Paco
Carmona
.................................
1 .0 0
ciertos—
podrá
ja
c
ta
rse
de
que
vende­
w is odia hoy profundam ente al C. I. O -;
danuel Arturo .............................
0.10
J- G. Malo ...............
0.25 mos la conciencia, que nos sometemos a de G u ad alajara, a la cual está dedicada
el reingreso de los mineros en la A. F. L. Nueva York, septiembre, 1943.
la edición.
1. González M u l o ........... .....................
0 .17 Madrid ............................................... 0.10
Antonio D. H e r m o s a ............................ 0 .15 Seno .........................................
0.10
(eno .............
............................... .......... .. 0.10 Horacio .........1 ........................................ 0.60
Seno
.............................................
Fidel V ales ........................................... 0.35 Antonio Ros ......................................... 1.00
H O JA LA T E R IA , P LO M E R IA
.................................. 0.25
Leonardo G utiérrez ..................
0.10 Antonio Am or
E ST A Ñ E R IA
A. Amor ........................................
0.05
f r e
Suma
.............
......................
6.90
J.
G
arcía
............................................
0.25
Fabricación de B O T E S P A R A
Carmen, 43 (frente ai Cine Goya)
J.
Cruz
................................................
0.10
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Cuando los muy tontos y los m uy listos, va rla no fué diputado. I’ara serlo coque­
L as dem ocracias plutocráticas ponen es - 1 sabilidad crim inal a los dictadores por
H ay razones suficien tes para creer m odificable por ente de razón, puede
haciendo bueno aquello de que los e x tre ­ teó con un partido prim ero, e ingresó en p e d a l euqieño en convencer a los p u e -' sus innum erables crímenes, un abismo se que el mundo de la postguerra diferirá, ad ap tarse a nuevas concepciones que le
mos se tocan, unían sus voces (tara pro­ el contrario después. Y como hombre de Idos de que los dictadores serán juzgados ubrirla entre Jueces y reos, y todos se en no [Hicos asixvto s, del mundo de la an ­ aparten de las p rim itiva s propias del sa l­
•*
..
pugnar la celebración de una asam blea partido prestó a su p aís los m ejores ser­ severam ente, una vez term inada la con­ p recipitarían en él. ¿Qué crím enes iban teguerra. A l em bate de los acontecim ien­ vaje.
Porque hay pueblos s a lv a je s que, sin
—en la continuación de la p olítica de a vicios. Y es, también, en In glaterra, donde tienda, ante tribunales internacionales, a ser objeto de sanción, los cometidos tos de la lucha -— sangre y destrucción,
río revuelto— de la que habría de sur­ encontramos el ejem plo contrario. El hom­ dado que Ies delitos cometidos deben ca ­ desde la im plantación del fascism o lias- aniquilam iento y ru ina— , va ganando las serlo, parecen civilizados. Son aquellos
gir una hipotética solución a los pro­ bre de partido que cree s a lv a r a su nación lificarse, por su carácter inhumano, con tu la declaración de guerra, o desde es­ conciencias en religioso recogim iento que que por sentirse y creerse fuertes, se ol­
blemas políticos españoles, el Partido dejando de serlo, ltain say Me Donald el rim bom bante título de lena humunitlad. ta fecha hasta la puz victoriosa? Si los fuerza a m editar acerca de la m anera de vidan ile las exigen cias de la civilización
Socialista, por conducto de su Comisión que lo fué todo y hubiera vuelto' a serlo Cierto es que los crim inales dictadores primeros, jueces y reos se acom odarían librarse de la serie de bárbaros espec. I»ara ixmer sus adelantos ni servicio de la
lijccutiva, hizo pública su opinión al res- como lalx>rista, no fué nada cuando dejó ensangrentaron sus r e s i s t i v o s pueblos en el mismo banco," y la tribuna sería ocu­ táculos que la guerra trae consigoharharie, con lo que no consiguen otra
jtecto. La declaración socialista causó de ixu'teuecer ul m ovim iento socialista para extender luego su insania a países pada por esa abstracción que se llam a
No son condenables los de defensa le­ <<sa que ser refinadam ente bárbaros. En­
tal revuelo, que algun as |a*rsonas, en las inglés.
indefensos, los cuales reclam arían con ju s ­ p u eb lo ; si los segundos, supusiera una gitim a, en razón de que, sin ella, no se tre éstos y los de las cavern as media
que hiciera presa la exageración, han e x ­
Consecuentes con este criterio genera­ ticia un im placable castigo para los agre­ grun in ju sticia condenar a hombres que podría e v ita r la sa lv a je Imposición del una notable diferen cia Los prim itivos
presado el convencim iento de que a ella lizado consideram os a nuestro partido ór­ sores. Nos encontram os, pues, en presen­ iniciaron su carrera de crím enes bajo el capricho del m ás fuerte convertido en eran bárbaros iior n a tu r a le z a ; los otros
se debe el fra ca so de tal in iciativa, Ni gano im prescindible jmra la gobernación cia de una gra v e colisión de derechos, y am ixiro y la protección de los que luego ley. L a defensa del derecho obliga a aix>- lo son a voluntad deliberada.
creemos esto ni tendría explicación, de de España. Del conjunto de hombres que ante un con flicto de com petencia, cuya iban a erigirse en sus Jueces. Los d icta ­ la r a la fuerza [Mira enfrentarse a la
Un pueblo verdaderam ente civilizad o
no haberse olvidado hace tiempo los tuíls lo integran habrán de salir quienes la solución no se presenta fácil. ;.A quién dores serían castigados no por haber fuerza que desconoce el derecho, vieja harta instrum ento de iienetraclón y do­
elementales principios políticos, que esa d irija n . A l fin y al cabo, hombres y par­ liertenece la pelleja de los dictadores, a perpetrado crímenes, sino por haber per- pugna que trae u los hombres en discor­ m inio de su propia suiierioridad como tnl.
nota tuviera tam aña resonancia. E l pro­ tidos son una misma cosa. Aquéllos» for­ los pueblos donde surgieron, o al conjun­ jxítrado crím enes en exceso, y esto a ju i­ dia desde que aparecieron sobre la tierra. única fuerza que nos ofrece la historia
pio Partido que la dictó, en su órgano en man éste y éste delega en aquéllos. De to de países que han su frid o la bár­ cio de la s democracia», ixirque antes de El fuerte sintió siempre una in stintiva como e xclu siva, incruenta y efica z do­
la prensa, liul>o de denom inarla, días ahí nuestra oposición a quienes preten­ bara y om inlosa agresión? Parece claro lu gu erra había y a corrido la sangre con propensión a abu sar del débil, am parán­ m inadora. Desde el momento mism o en
mis tarde, “el A B C de la dem ocracia” . T an dieran o pretendan in ferirle daño. No les que el pueblo prim eram ente esclavizado, exceso.
dose ilel único derecho que cuenta para que un pueblo pretende apoyar su supues­
sencilla era. Y i»ese a su sencillez, o pre­ exim e de culpa ni el deseo — que puede el que presente las m arcas m ás viejas,
ta suiierioridad en la fuerza bruta, da fe
Pero es hora de saber quién ha pedido la anim alidad.
cisamente ]>or ella,
las adhesiones se (idos son una misma cosu. A quéllos fo r . aunque todavía sangrantes, de la tira ­ lu creación de ese o esos T ribun ales in­
Pero a estas a ltu ras, lejos ya de la éix>. de su inferioridad y de que no es digno de
cuentan ixjr m illares. A dhesiones socia­ .peínente realizado—
de engrandecerle? nía fascista, debe tener la prioridad en ternacionales, pura comprender a sí u ca de las cavernas, en las que se dirim ía ejercer dominio sobre los hombres.
listas y no socialistas que cuentan tanto emix'queñeciéndolo. Soy enemigo — quizás cuanto a la plena disposición de tan pre­ quién se intenta satisfacer. No serán los a dentelladas y a trastazos la posesión de
Esos pueblos no han llegado a com­
o mis. Y es que no fue hecha la defensa (sirque el sistem a ya em pacha— de la des­ ciada p elleja. Y se podría a firm ar, sin pueblos heridos, que si tienen sed de ju s algo deseado, lio parece que huya de ser prender que no domina realm ente más
de los P artidos políticos — eso era, en trucción. Quede ello para los demagogos miedo a equivocarse, que entre sus m a­ ticia no la piden porque piensan hacer­ el mismo procedim iento el que sirv a de que aquél que gana las conciencias. Lo
demás es soju zgar, someter, aherrojar,
síntesis, la nota— a humo de pajas. Se­ entre quienes, en todos los tienqx>s, al nos serta tritu rad a m ás rápida y m i­ la. ¿Quién, entonces? Preferible será caer medio para a lcan za r fines humanos.
manas m is tarde sus firm an tes — repli­ decir de M acnulny, “ se han encontrado nuciosamente. Si lo que so busca, ver­ ,en la m ás atrevida suspicacia y hablar
Ln H um anidad, en nombre de ln Jus­ sumiendo en la esclavitud, |iero no elcrcando a un doctor que para escribir de los ejem plos más viles de la naturaleza daderam ente, es el castigo, éste se conse­ con seriedad.
ticia, fin supremo de todo conjunto de cor dom inio de sentido humano, dirigir,
política comenzó |x>r hacerlo de p o e s ía - hum ana". Y' si el c a lifica tiv o de vil parece guiría pleno dejando libres, en p u rifi­
Esos T ribun ales internacionales, Huma hombres m orales, tiene derecho a e x te r­ para lo cual es necesario atenerse a lo
oponíase al criterio de que los partidos fuerte, cámhiese, para d ar satisfacción a cadora convulsión, a los pueblos que su­ dos quizás A M G O T -J l’R Y , representarán m inar todo aquello que a la ju sticia so que como m ejor nos brinda la razón.
ixilíticos habían desaparecido y a la opi­ los interesados, por el de genial. De creér­ frieron los prim eros balbuceos del suiier- sólidos reductos para defender a los dic­ opone, ya que, sin ésta, la vida se liaría
Im s verdades cien tíficas no necesitan
nión de que sin ellos podría trazarse el selo a serlo hay d iferen cia ; iiero, salvad a liombre, y sus ixisteriores delirios de am ­ tadores, protegiéndolos de la ira que en­ iiii|x:slhle. No nos referim os al e x te r­ imponerse. L as aceptam os desde el mismo
futuro de España, con estas p ala b ra s: ésta, creo, como G anivet, que tendrán que bición y de san gre humana.
cendieron en sus resixx'tivos pueblos. Y minio m aterial exclusivam ente, en aten ­ momento en que las comprendemos. Son
“ Yo seguí siendo socialista ixrr encima confesar sus yerro s y dedicar la segunda
Un tribunal internacional adolecería en no sería jjor hum anidad el que se pro­ ción a que el sor humano, eternam ente las verdades políticas, como con todas
las demás, ocurre lo propio. Y una verdad
de todo, m ientras fu i concejal, diputado parte de su vida a rehacer lo que deshi­ este caso de grav es y naturales defectos. tegiese a los enemigos de lu H um anidad.
política evidente es que la convivencia so.
y ministro y sigo siéndolo luego de ce­ cieron en la prim era.
Siendo un tribunal instituido ixir las de­ M ás bien fuera por seguir dando empleo
»
cial exclu ye las violencias que no sirvan
sar en todos esos cargos.” M agnífica, por
I’ara ah o rrar esta rectificación nos de­ m ocracias triun fan tes, sus actuaciones se a ese m aravilloso sentido de lo práctico
para imponer el derecho.
lo contundente, la respuesta a tan ab­ claram os p artid arios de lo (pie Ortega, desenvolverían al am paro de las m ás am ­ que distingue tan acusadam ente a los a n ­
C laro que en lo internacional ha ve­
surda teoría. T eoría que no sustenta e x ­ y G asset denomina método de continui­ p lias y seguras garan tías procesales. Los glosajones. Cuentan que Shukesi>eare, d i­ está librando la b atalla de los Siete M a­
clusivamente el contradictor de nuestro dad. No queremos ser — al decir del f i­ infelices tiranu elos — tales serían en su vino poeta, cuyo tierno lirism o agitó no res. La actividad y el movimiento son igu a­ nido siendo el derecho una palabra sin sen­
compañero, sino que suscriben, movidos lósofo— ni paralíticos ni epilépticos. Con­ hum illada desnudez— pedirían y obten­ jxx-as sensibilidades, era tan buen ixietn les, si no superiores, a los de los mejores tido. A lo sumo, una palabra que sólo te­
nia sentido respaldada i>or las arm as.
l«ir resortes diversos, ulgunos de n úes, tinuam os con lo que trajim os de España, drían tal vez la m áxim a libertad para como negociante- En el tiempo que es­
tiempos de paz. Los buques de diversas De ahf su ausencia de valor, de sentido
tros com patriotas.
y a llá volverem os con ello. Seguim os en contestar los abrum adores cargos que se cribía el célebre monólogo de Ham lct.
Esa opinión no es nueva. Y ]x>r no ser­ el Partido y fieles al Partido. No somos les Imputasen. En principio, a nadie de­ compraba por 2 0 0 lib ras 107 acres de tie­ banderas se agrupan, esperando marea pa­ jurídico. Y a merced de ese ambiente, lo
lo resulta rayan o en la m ajadería el pro­ fáciles al equívoco, ¡sirque sabemos quie­ be considerársele capaz de vio lar lu so­ rra en la parroquia de Oíd S tr a tfo r d ; y ra entrar en los docks. En los muelles, (pie entre hombres se repudiaba ixir c r i­
palarla. En todos los países y en todas nes son los equivocados. Ixi son hoy quie­ beranía de países débiles de p illa r en su m ientras hacía v a ga r al rey I/“ur en me­ por encima de los almacenes, se ven girar minal, entre luiciones se adniilfa por
costumbre, olvidando estúpidam ente que
las éjioeas hubo hombres que estimaron nes lo fueron a ye r y quienes volverán a (lesixmsa, de e je cu ta r a m iles de rehenes, dio de la temix*stad intentaba un proceso
incesantemente las plumas de las altas si el atentado contra la vida de un hom­
posible actu ar en política a l margen de serlo mañana. Si nuestro recuerdo no nos sin obrar impulsado por una esixïcie de por pago de una libra, 1 1 chelines y 1 0
los partidos. In currían e Incurren en el traiciona, no es la prim era vez que los soplo divino y en prosecución de una mo­ peniques, precio insatisfecho de levadura grúas. En los embarcaderos y tinglados hay bre constituye un delito, es mucho m ayor
peor de los e r r o r e s : el de subestim ar problem as o pleitos internos del Socia- ral supra-hum ana. Los alem anes — podría de cerveza que había vendido. Shukes- hoy un verdadero hormiguero de camiones el que se comete cuando se aten ta con­
los méritos ajenos exagerando los in o ­ 1ismo Español se pretendió resolverlos decir H itler— sólo actuam os movidos por ix>are, como se ve, rendía culto a lo be­ y carros cargados con las más diversas tra m iles o m illones de vid as hum anas,
|mr la bárbara am bición de erigirse en
pias. Y es así, víctim as de este error, co­ con la separación volu ntaria de quienes el aliento de un pensam iento santo y sa ­ llo y a lo útil al mismo tiempo, aunque
mercancías.
dueño del mundo.
mo hemos visto en España defender, an ­ se consideraban en posesión de la fórm ula grado. Y se le vería, u la vez, rechazar ix>r separado, pues el concepto de lo be­
No hay castigo suficien te para crimen
Seguimos río abajo: Pasamos frente a las
tes de ahora, sem ejante punto (le vista a salvadora. El partido, [tese a su ausencia la supuesta calidad de victim arlo y pro­ llo no estaba manchado en él por ningún
algunos intelectuales, que estim aban la o justam ente per ella, continuaba su m ar­ clam arse víctim a de su “ ¡ lu c r a t iv o ca ­ utilitarism o. A hora es im posible sim ulta­ viejas y costrosas casas de W apping, una tan monstruoso. Rebasa la resixnisuliilldenominación sinónim a de super-liombro cha. Y, siempre, m archa ascendente. A I tegórico” . D edicarse a e n ju icia r los crí­ near los dos conceptos. Un lincham ien­ especie de barrio de Boca del puerto de (lad del hombre para g ra v ita r como resIHinsnhilidad de un pueblo. A lem ania — he­
y que son — los hechos lo han dem ostra­ pasar de los meses o de los años, los de menes que H itler y M ussolini tengan en to colectivo de dictadores y satélites se­
do— tan despreciables en política como la fórm ula — la cabeza baja, el corazón su haber no es otra cosa que enqieque- ría esix'ctáculo bello para los su|x*rvivion- Londres. Por aquí sí que la guerra lia pa­ d ía s las exceiM'iones que la Justicia pue­
admirados en el canqx) del saber.
maltrecho— regresaban o aspiraban n fiecer un problem a de proixirciones co­ tes de la tiran ía fascista, para los anglo­ sado. Muchas de las casas humildes están da exig ir, los no nazis— está incursa en
Habré partidos políticos buenos y m a­ regresar en él. Y es que mal jxidía ha­ losales. ¿No existe una acción divina o sajones un mal negocio. Pues, ¿cómo en­ destruidas por las bombas alemanas. En esa responsabilidad, con tanto m ayor mo­
los a gusto de cada quien. L os habrá que ber fórm ula salvadora cuando no había providencial en la historia, encarnada co n trar lo útil y p ráctico en desacreditar ellas hay muchos más destrozos que en tivo cuanto que no lia habido derecho pa­
ra ella resiietable, y ha erigido en ley el
han landido su fuerza y otros que la daño. El daño lo llevaban, lo llevan hoy en hombres elegidos, en i/rantles hombrent la profesión de dictador? ¿Qué sería de
habrán aumentado, itero negar la e x is­ también, quienes asp iran a rem ediarlo. A si lo creía Goethe, el gran poetn-filó- esos tiranu elos que aun gozan, aquí en cualquiera de las instalaciones industria­ exterm inio de cuanto le ojMinfu resisten­
tencia de éstos es querer desconocer la Piensen en ello los curanderos y no o lv i­ sofo cuya celebridad Invadió el mundo en­ A m érica y alguno en Europa, del favo r les del distrito. E l remolcador navega aguas cia o no le era grato.
L as terribles m atanzas de judíos en
personalidad e influencia en las vid as de den que los pacientes despiden con c a ­ tero; eso afirm ó el inglés C arlyle, e In­ dem ocrático? Además, h a y pueblos que abajo, y de vez en cuando lanza al aire uno
los pueblos. E s negar la realidad y des­ jas destem pladas a los malos doctores.
glaterra nunca se avergonzó de tenor un buscan la estabilidad de sus instituciones o dos gritos de su sirena. A lo largo de Polonia, la sañuda consigna de su e x te r.
minio en todas partes, rebasan lo más
conocer la H istoria. La H isto ria de EsTam poco es nuevo que los no socialistas hijo tan ilu stre ; lo mismo explicaba Víc­ dem ocráticas sin ixxler todavía e vitar
pafia y del Mundo. No hay nación que empleen argum entos fala ces para demos­ tor Cousin en la s nulas de la Sorbona a n ­ conmociones que trastornan la vida eco­ Limehouse y de B la ck w all el río describe m onstruoso que pueda ofrecernos la his­
no haya estado regida a ye r y no esté go­ tra r la m uerte de nuestra organización te la juventud “ selecta” de F ran cia, que nómica del país. E sto lleva el desasosie­ un amplio bucle, en el saco del cual está toria de todos los tiempos.
La sanción de eso crimen no está en
bernada hoy ix>r representantes de los y que aprovechen cualquier discrepancia respiraba todavía los perfum es de las go al espíritu de los grandes y dem ocráti­ Greenwich. El Hospital de M arina, la E s­
grandes partidos políticos. Una de ellas, nuestra para extender el certificad o (le glo rias napoleónicas. A sí debe ser cuando cos abastecedores del mercado mundial cuela N aval, el O bservatorio en medio de los códigos. Quizá ixirque los códigos só­
lo preven los posibles, y buho de pareInglaterra, de cuya eficiencia para d iri­ defunción. Hoy — en M éxico y no en E s­ el mismo H itler afirm ó que luchaba por ¿P o r qué no tener, en tales casos, un d ic­
girse no dudan ni sus m ás acérrim os ene­ paña— h a y ]iersonas interesadas en re­ mandato de la providencia, y no pasaría tador a mano ]Hira restablecer el orden? los jardines. Estamos cruzando el M eridia­ cerles imiMisihle que se llegara a tan bár­
migos, tiene las páginas de su historia petir el error. No son suficientes, a lo que de audacia el negar, sin fundam ento, lo A sí, conservando en (leixislto a H itler, a no; y sin salir de Londres pasamos de la bara monstruosidad.
Un pueblo civilizado, verdaderam ente
escritas ]x>r hombres lorien y por hombres se ve, 55 años de vida ininterrum pida que en él es una eonviclón íntim a, m á­ M ussolini y demás, se evita el despresti­ Longitud Oeste a la Longitud E ste. M ar­
irliiyn. Tam bién en las islas B ritán icas para convencerles de su idiotez. A l P a r­ xim e siendo los hechos tan elocuentes, gio profesional al ah o rrar sus vidas, y se chamos rumbo a O r ie n t e ... y sin duda civilizado, si» negarla a com eterlos. So
pena de aceptar que el sentido m oral de
hubo quien creyó jx>sible re a liza r sus p ía. tido Socialista no le entierro nadie. Ni tan exceix-ionales, que en vano se inten­ tiene una reserva de ixisibles Q uislings
nes lejos de los partidos. D israeli — en sus enemigos, ni sus/adversarios, ni sus taría presentarlos como la obra de un para en caso de que cualquier pueblo se por esto aparecen antes nuestros ojos las ese pueblo ha sufrido una deform ación
\S32, cuando intentó ix>r prim era vez lle­ falsos amigos. H ace lo que el á ra b e: se simple m ortal. No. Un T ribunal In tern a­ pase al A M G O T a la torera poder a d ver­ entradas de los Docks de la India. L a ú l­ teratológica, en cuyo caso da la m ejor fe
gar al Parlam ento— íxmía fin a uno de sienta a la puerta de su casa, espera y cional, Integrado por representantes de t ir : “ SI no cesa la perturbación, lo suel­ tim a vez que navegué por el río, aquí se de su harharie.
L a trágica realidad ■ "reclama nuevos y
sus discursos en la propaganda electoral ve d e sfila r el entierro de sus presuntos las dem ocracias p lu tw rá tica s no resu lta ­ to.” D i apoteosis del orgullo inglés sería alzaban al cielo las vergas y masteleros
más eficaces norm as ju ríd ica s Internacio­
diciendo: “ No ]x>rtenezco a ningún p ar­ enterradores. A sí fué siempre. A sí será ría un organism o idóneo. F uera tanto hacer de H itler domesticado el m ejor
del “ O ornw all” , el barco-correccional de nales, que deben tener, ante todo, ca ­
tido, no tengo ningún partido. No llevo la ahora.
como en ju iciar desde lo alto de ln más Q uisling habido y ixir haber, para m ayor
J osé F E R N A N D E Z perfecta vulgaridad las excelen cias de gloria y provecho de los lores.
los aprendices díscolos, en cuyos sollados rácter preventivo.
librea de ningún partido-” Y por no lle­
Y en ayuda de esos fines incumlie no
un A lejandro, pongamos por caso. Lo más
C laro está que los dictadores en plan aprendieron muchos hombres de mar a ser
que ixidríu decirse es que H itler destru­ de leones de circo conservarían el ru gir hombres y marinos. Ahora yace acostado escasa p arte al inundo del trabajo, que
debe buscar su estructuración internacio­
yó más ciudades al extender su nuevo nostálgico de lo que fueron, pero su boca
en el légamo del río, herido por una bom­ nal en ejércitos de paz, tan potentes por
orden que A lejan d ro edificó m ientras d i­ desdentada no impondría a nadie. De
fundía la cultura helénica, que se redu­ todos modos conviene dar buena cuente ba que estalló junto a su vetu sta panza de su número y conciencia, que hagan im­
posible que un tirano o . un désixitu cual­
ce a una Ironía Intranscendente. En rea­ de ellos para e v ita r ca ritativ am en te que bergantín redondo.
quiera pueda perturbar en el m añana el
lidad, H itler lucha por im plantar sabios l«isen por esa vejación. En cuanto a
E l río es y a muy ancho. En Woolwich desarrollo de la vida normal de los pue­
principios de derecho, como el de la “ po­ Franco, que interesa muy particularm en ­
Reach tiene cerca de media m illa. En la ori­ blos.
sesión
germ
ana,
definida
así
iw
r
Henste
a
los
españoles,
debemos
reclam
ar
el
Se pone en conocimiento de los afiliados al Círculo Cultural PABLO
Y no es iiequeña ln tarea n llenar. Sin­
le r: “ la m anifestación del poder e fe cti­ derecho a su iiullejn ante 1a sección co. lla se ven las grúas de las dársenas gigan ­
IGLESIAS que la Junta General convocada para el día 24 del corriente
vo” . ¿H ay alguien que ixmga en duda la rres|x>ndiente del AM GOT. Con ella sal tescas. El movimiento, la a ctivid ad y el dicatos y partidos jxilfticos han de res­
queda aplazada hasta el 31 del actual, a fin de que los afiliados puedan efectividad del poder hitlerian o en lo» darem os algun as pequeñas cuentas. Pero ruido no tienen nada que envidiar a los ponder a las exigen cias del momento que
concurrir al acto organizado en memoria de Luis Companys y en el cual pueblos de cuya ixisesión d isfru ta ? Que ; a h ! eso sí, sin derram ar una sola gota días de paz. N ada nos hace pensar que se avecina, un poco más com plejo que
el que dejam os a trás. Porque el sistema
m antenga o no la posesión durante el (ie sangre. ¡B asta n te ha derram ado é l!
tomará parte el compañero Indalecio Prieto.
tiemix) necesario es un problema que sé: F ieles a nuestra querida Santa In quisi­ estos no lo sean. Si es caso, el color gris cap italista, a mi modesto entender, ha
LA JUNTA DIRECTIVA
lo resolverán las arm as, iiero su e n ju icia ­ ción harem os ju sticia sin derram ar una de los navios, algunos patrulleros y los cum plido su misión histórica y está en
miento ulterio r no compete sino a la ju ­ gota de san gre; sitie saniiiiinin effusionc. globos de barraje que se elevan como una franca y abierta decadencia. T ien e que
Por acuerdo de la Junta D irectiva y con tados los boletines de suscripción que les
rebasar sus propias norm as económicas
risdicción civil.
B asta con una gran hoguera.
cargo a los fondos recaudados en favo r de fueron enviados juntam ente con la convo­
I flora extraña de otros planetas. Chirriar para dar solución a los problem as de la
Si las dem ocracias desconocieran todas
los compañeros residentes en Santo Do­ catoria.
estas consideraciones, para e x ig ir responAntonio L L A N E Z A . de winches y tableteo de remachadoras; guerra. Y si para hacer fren te a ésta
mingo, el 9 del corriente se envió con des­
silbido de locomotoras y de escapes de v a ­ le es preciso deju r al m argen los intere­
tino al Fondo de Solidaridad Socialista la JUSTIFICANDO UNA RECAUDACION
por; gritos de sirenas y b a tir de hélices; ses [Mirticulares (tensando en los colec­
cantidad de $ 1 0 0 .0 0 (cien dólares con
tivos, para reponerse el mundo de la in­
todo ello sin descanso, con prisa, como si mensa hecatombe, no se podrá co n fiar al
9.100).
Conociendo la situación de nuestro com­
Se recuerda a todos los campaneros que pañero y paisano X , refugiado en Europa,
todos y cada uno fueran los últimos minu­ interés privado lo que es acusadam ente
a la mayor brevedad remitan cumplimen- y siéndonos posible llevar hasta él nuestra
de interés general.
'•
tos de la vida.
solidaridad, nos apresuramos a socorrerle
Y no pueden ni deben ser vnnos los
En Gravesend desembarco, y me despido
en las medidas de nuestras posibilidades.
enormes sacrificio s, cu ya m ayor aporta­
1
del río con una m irada nostálgica. D ecía ción corresponde a los trabajadores. Só­
Alejandro Otero .....................
$ 200.00
Rudyard K ip lin g en uno de sus poemas, lo la voluntad de todos puesta ni ser­
Benito Casanova .....................
10.00
que “ los veinte puentes que se tienden des­ v id o del Interés común puede realizar
Manuel Porteiro .....................
10.00
la Ingente obra, que tendrá que ser obrn
t
de la Torre a K c w querían saber tanto co­
Antonio Casais ........................
10.00
de titanes.
Precisam ente, en cuanto nos ponemos en
He tenido la oprtunidad de hacer una
Se ha publicado el prim er numero de Antonio Pérez ..........................
mo el Tám esis, porque ellos eran jóvenes,
10.00
Y no sirve para eso el sencillo sindica­
la revista Ara ¡pin, “ gaceta mensual de los Manuel López .......................
excursión aguas abajo del Támesis. En movimiento aguas abajo, topamos con uno,
10.00
y el río muy v ie j o ” . No, no era un fú til to que itersegufa m ejoras de clase. Ha de
aragoneses en M éxico” . L as prim eras p ala ­ Alfonso Quintana ...................
tiempo de guerra no es cosa fá c il darse el “ DÍ8 COvery” del Capitán Scott, el bu­
5.00
deseo el de los veinte puentes, porque si ser un sindicato con Impulsos crendores,
bras de su editorial de presentación dicen V ícto r Rico ..............................
5.00
con conciencia de su misión productiva,
un paseo a través de todo un puerto como que con que exploró los mares antárticos.
hubieran visto tanto como el P adre Tám e­ con nobles am biciones de m ejorar el sis­
así: “ Se trata de reconquistar a E sp añ a; Pedro Longueira ...................
5.00
el de Londres; pero después de obtener la En la actualidad sirve de base de entrena­
y una vez reconquistada, de ponerse a re­
sis, bien pudieran decir que estaban en el tema do producción c a p it a lis t a ... para
crearla ; apasionadam ente, abnegadam en­
debida autorización, pude embarcarme en miento de les “ sea-scouts” . En los días del
T o ta l...........
265.00
secreto de muchas cosas. L a historia de d ar fe práctica de que merece sustitu irla.
te, metiendo en el empeño sangre, sueño
un remolcador que me ha llevado desde los blitz las bombas caían a su alrededor, y
En lo p o lític o .. . sin duda sirven los
Londres, y quizá la del Im perio, se fo rjó
y alma."
M éxico, octubre de 1943__El Encargado embarcaderos de Belvedere Road hasta el aunque no fué alcanzado por ninguna, más a orillas de este río. Sus aguas saben hoy credos; pero incorporándoles, para su
Figuran como editor Juan Vicens y co­
eficacia, todas las enseñanzas que la rea*
mo director José Ramón Arnna. En el de la Recaudación, PED RO LO N G U E IR A . F erry Gravesend. Unas treinta millas del de una vez se balanceó como agitado por también, mejor que las aguas del mar, la Hilad ha ido ofreciendo a través del tlcnw
número
colaboran
Benjam ín
Jarnés,
puerto más activo del mundo, tan anim a­
historia de mil batallas, y como se vence ]x> desde que los credos se crearon. I’ero
N o ta:— Por gestión del compañero M a­ do y concurrido hoy como lo conocimos en las borrascas australes.
Eduardo Castillo, Manuel A lbur, José I.
en la estela de los navios m ercantes y en esto es cuestión m ás com pleja y yo de­
Mantecón, entre o tros: y se Insertan nu­ nuel A lbar, la Agrupación Socialista Espa­
Pasamos
bajo
el
puente
de
B
lackfriars,
m asiado in significante para atreverm e a
la roda de los buques de guerra, la b atalla
merosos com entarios de redacción y v a ­ ñola de N ueva Y o rk contribuye con la can­ los dias de paz.
ulxm larla.
y luego entre las pilastras del puente de
rios traabjos de notable interés literario tidad de 83.00 dólares para el mismo com­
Todos los puertos tienen un aspecto tra ­
de los Océanos.
I
y ixilítieo.
pañero.
jinante y voluble, al mismo tiempo que una Londres, y y a nos da en el rostro un aire
Vicente LACAMRRA.
Capitán Cosmar
faceta ¡mutable y permanente. H ay algo de salitre, auras de mar. Muchos buques
CIRCULO
CULTURAL PABLO IGLESIAS
REPORTAJE
EL PUERTO DE LONDRES
“ A R A G O N ”
Creación de la Juventud Socialista Local
Estimado compañero:
La Comisión E jecu tiva d e .la Federación de Juventudes Socialistas de España,
ha tomado el acuerdo de crear en M éxico. D. F., la Juventud Socialista local. A tal
fin, se celebrará el miércoles próximo, día 27 del presente mes, a las ocho de lu no­
che, en el Centro Español, una asumblca general de jóvenes socialistas residentes en
esta capital, para la cual se te convoca con el mayor interés.
Esta Comisión E jecu tiva, espera tu más puntual asistencia el día 27. Si no
acudes, faltarás a un deber.
POR LA COMISION EJECUTIVA:
Vo. Bo.
‘
El Presidente,
JULIAN LARA.
El Secretarlo General,
OVIDIO SALCEDO
Antonio España Palma
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Pensión completa, $
8 5 .0 0
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Título Aut. por el D. S. P. N 9 8 75
C O N SU L TA S — R E C O N O CI­
M IEN TO S — CU R A CIO N E S
IN Y E C C IO N E S
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9
a
1
Puente de Alvarado, 26 -Depto.
Tel. Mex. L- 76-68
México, D. F.
1
que es común a todos ellos: las grúas, tin ­
glados, elevadores y almacenes; los cascos,
mástiles y chimeneas en m ovim iento; el
tráfago sin par de unas boras y la quietud
sin lím ites de otras. El puerto de Londres
no tiene montañas ni edificios ca racterísti­
cos en sus proxim idades; la Torre, el B ig
Ben, el Puente, no se ven desde el puerto
propiamente dicho. Pero en cambio tiene
los viejos “ wooden w a lls ” , los veteranos
del mar, los fam iliares barcos de vela fo n ­
deados a lo largo del río.
de pesca atracados a lo largo do la orilla
izquierda. En los muelles trajinan con afán
marineros y cargadores, y pasan los porta­
dores con inverosím iles torres de cestos
sobre la cabeza. El año pasado entró por
estos muelles casi doble cantidad de pesca­
do que en cualquier año normal. Después
de pasar delante de la Torre, la antigua
fortaleza donde se centra buena parte de
la historia de Inglaterra, y entre los ga llar­
Andrés Semitiel
E> A R
Facultad de Medicina de Valencia
(España)
Titulo Aut. por el D. S. P. N° 7 1 3
Partos - Pequeña Cirugía - Vené­
reo - Inyecciones Intravenosas
dos torreones del puente, salimos al Pool
de Londres, y . . . nos olvidamos de que se
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Pidan informes por teléfono
Si continuamos con el capitalismo particular, con la indus­
tria animada por el incentivo de la utilidad, con la iniciativa
privada, que es inevitablemente competencia competitiva, no
sólo dentro de un país, sino entre una nación y otra, no ten­
dremos ya un solo instante de reposo y de paz.-A.. L. R owse
ADELANTE
NUESTROS PROBLEMAS
T a n vinculados se encuentran hoy por hoy unos países con
otros, que el hecho de aspirar, en cualquier nación, a tener
algo que se parezca a un nivel general de vida decoroso,
o condiciones políticas y económicas decorosas, constituye
ante todo un asunto de carácter internacional. -A L. RüWSE.
Federación
de
Juventudes
España ante los separatistas
Una
Socialistas de España
ANIVERSARIO
fecha y un héroe
La República española, tan ingenua­ turón a fa c ilita r el triun fo de la reac­
Ouaiulo tentamos más que mediado un- dos los esp añ o les: los de España, los exi
mente honrada, estaba herida de m uerte; ción, triun fo que consagraron dándole
articu lo sobre otro tema, lia caído bajo lados y las v ie jas colonias residentes en
el Gobierno presidido por don Manuel estado legal con el éxito que "obtuvie­
nuestros ojos uno que, con el título de A m érica, que en esto hay plenu unanim i­
A zaña, que encarnaba el espíritu de las ron” en las elecciones de 1933, creando
La posición oficial miseá ante el futuro dadAunque otra cosa crea el señor A g u i­
Cortes C onstituyentes en la s que el pue­ una situación jsd ítica que anegó a Es­
inm ediato y el subtítulo de Los vascos y
Secretario
de
A
cta
s;
M
atías
Cubillo,
T
e
­
L
a
Comisión
E
jecu
tiv
a
de
la
F
ed
era­
blo español bahía dei>ositado todo lo que paña en una ola de "burro, san gre y lá­
el problema español, sintetiza toda una rre y Incube, “ del presente caos, en que
sorero-Contador;
Enrique
L
.
Sevilla,
José
tenía de noble aspiración para lograr grim a s” .
serie publicada en /lasques, boletín o fi­ los distintos grupos sólo saben llevar ción de Juventudes So cialistas de España,
a l reorgan izarse en el exilio, ha acor­ Fernández Magén y F erm ín Zugazagoitia, un fu tu ro de paz y bienestar, no podía
Toda la obra educativa y cu ltu ral de
cial del Gobierno Vasco, hoy día exilado una política n egativa de ataques mutuos'
m antener su posición política. Am bicio­ ln República, las reform as 8009111*8 pro­
en Nueva York. E l tono pseudo objetivo puede s a lir algo extraordin ariam en te po­ dado por unanim idad publicar la siguiente vocales.
gresiv as y Justicieras, la liberación de
— pretendiendo opinar colocándose sobre s itiv o : la n egativa unánim e de España,
los campesinos, la libertad de concien­
R E S O L U C IO N
el bien y el m al— que se advierte en la rotunda, tajan te, hecha realidad por los
Igualm ente acordó hacer pública, en or­
cia, todo por lo que el pueblo español
síntesis citada, el indiscreto planteam ien­ procedim ientos adecuados, que ponga fin
denaba sus relaciones con otras organiza­
había luchado heroicam ente durnnte cin­
to del asunto, evidentem ente fu era de de una vez por Unías a los u ltra jes a la 1 .
— H acer pública y patente su más
cuenta años lo había puesto en peligro
momento y de lugar, y el notorio fa lse a ­ patria.
soluta y leal adhesión al Partido S o ­ ciones juveniles, la siguiente
Va siendo horn de romper el m ito de
los hom bres que organizaron los desgra­
cialista Obrero Español, al que con­
m iento de la verdad histórica y de la ver­
R
E
S
O
L
U
C
IO
N
ciados sucesos de C a sas V iejas, los que
dad actu al, nos han obligado a d ejar para la s regiones soju zgadas y de las naciones
sidera, fren te a sus enemigos de siem ­
hicieron las elecciones de 1933, los que
pre más o menos encubiertos, el pun.
m ejor ocasión el artículo a que aludim os oprim idas. Va siendo hora de acabar con
organizaron la fu ga del últim o pirata
al principio, pues aunque se refería a l se­ los injustos privilegios de las provincias
tal más firm e alrededor del cual ha­ l o . — La Federaciém de Juventudes So­
cialistas de España y sus organismos
del M editerráneo — Juan M arch— - los del
gundo fren te — motivo tan de actualidad vascas y catalanas, pues esos privilegios,
brá de girar la política obrera de
locales no entrarán en conversacio­
.Straiierlo, los hombres del bienio n e g r o ...
nuestro país.
— , tratándose de España lio hay frente y la am bición de otros nuevos, es lo que
nes de ninguna clase con entidades
No es extraño, pues, que el pueblo esque con m ás derecho nos reclam e ni m ás lia dado vida a los problem as vasco y ca
jwiñol sin tiera una ansiosa inquietud an­
— Declarar nuestra voluntad inqurbranjuven iles dependientes de partidos
diligentes, para cerrarlo, nos encuentre, talán. Es un bochornoso escarnio sopor 2 .
políticos cuyas relaciones con el P. S.
te la turba que había Invadido los ca r­
table de ser su vanguardia en la lu ­
que por y para algo somos españoles de la r a diario la cantilena de las pobres
O. E. no sean de com pleta armonía.
gos dirigentes en los organism os del Es­
cha por la reconquista de España y
buena c a s ta ; españoles siempre, en las provincias oprim idas de Vaseonla y C a ta ­
2o.—
Las
relaciones
que
autoriza
el
punto
tado y se aprestara a defender la pureza
por la realización de los ideales so­
horas m alas y en las horas buenas, y no luña, cuando la realidad es que su estado
anterior no podrán excederse de los
del régim en republicano lanzándose a
cialistas.
sólo en aquéllas en que, tendidas las m a­ de florecim iento actu al lo han logrado al
lím
ites
de
un
acuerdo
que
concrete
la
un movim iento para derrocar a l Gobier­
nos al uso ¡guadaño, se retiran muy lue­ am paro de leyes de exceix-ión, del es
aspiración circunstancial que se per­
no reaccionario. E ste m ovim iento se Ini­
— O frecer al m ovim iento sindical, en­
go con la s pingües ganancias, producto fuerzo, en gran medida, de hijo s de v a ­ 3 .
siga.
ció el ti de O ctubre del año 1934 y, si de
marcado en la gloriosa Unión Gene­
de liberalidades de los “ crueles opreso­ ria s regiones españolas y a costa del es
momento no le acompañó el éxito que
ral de. Trabajadores de España, toda 3o._No se adm itirá ningún trato con quie­
res” . Queda, pues, para otro día el segun­ tancam iento de otras provincias de E s­
nes pretendan, en nombre propio o
el esfuerzo realizado m erecía, quedó bien
nuestra sim patia y todo el apoyo de
do fren te — «pie Stalln nos perdone— , y paña.
en el de algún orghnismo político, en­
Santander no pudo fab ricar hilados por­
señalado el Inmenso poder que el pue.
que podamos ser capaces.
veam os la posición o ficial vasca.
rolar a la Federación en actividades
blo español tenía y podía ejercer, i>or
Em pezarem os por decir que ya en el que Cataluñ a se opuso; V alencia no tuvo
propias de un Partido. L a dirección
medio de sus dos m ás grandes y potentes
enunciado del tema se fa lta con descaro puerto fran co porque Cataluñ a protesta­ 4.- -Dirigir un saludo, profundam ente sin­
política
de
los
socialistas
españoles
b
a
;
B
é
ja
r
languidece
a
costa
de
la
pros­
organism os, la U. G. T- y el P. S. O. E.
cero y emocionado, a todos los jóve­
a la verdad. Lo que se exi>one como “ po­
corresponde, por entero, al P. S. O. E.
En esta fech a gloriosa del 0 de octu­
nes socialistas que en España pelean,
sición o ficial vasca” es, pura y sim ple­ peridad de T a m is a y S a b a d e ll; M álaga
sos
y
traidores
lo
habían
herido
por
la
4o-—
E
n
ningún
caso
se
establecerán
re­
con sacrificio sin par, contra el terror
bre de 1934 vivim os en B arcelona horas
mente, la posición oficial del P artido y Sevilla no ven ad elan tar sus algodona­
e
sp
a
ld
a
;
le
habían
dado
un
puñalada
laciones
con
grupos
políticos
a
quie­
y la barbarie franquistas, dándoles,
de intensa emoción. E l pueblo de B arce­
N acionalista Vasco, su posición de siem ­ les incipientes porque a C ataluñ a no
nes haya declarado escisionistas el P. tra iie r a : C asas V iejas.
lona se habían lanzado a la ca lle con
además, la seguridad de que no les
pre, no ante el futuro Inm ediato; separa­ le conviene... M adrid paga la tonelada de
Con
m
otivo
de
los
sucesos
preparados
S. O. E.
una com pleta unanim idad, sin ruidos, sin
olvidamos y de que compartimos sus
tista como objetivo tlltlmo, a l que pre­ hierro de B ilbao a un precio superior al
propias amarguras y desdichas en es­ 5 o .— A los efectos del punto primero de por políticos viejos y m arrulleros en es­ gritos inútiles, sin actitudes levantiscas,
tende lleg ar i>or etap as sucesivas, reco­ que cobra B élgica poniéndolo en la Argén
esta R E SO L U C IO N , las llamadas J u ­ ta aldehuela de la provincia de Cádiz, fría y serenam ente, consciente de su po­
pera del momento en que podamos ir
rriendo un tortuoso camino de falsed a ­ tin a ; León m uere ]>aru que V izcaya viva..
ventudes Socialistas Unificadas (J S U ) cayó sobre los hombres m ás dignos, hon­ der. F ué un gesto solemne e inolvidable.
en su ayuda.
des, egoísmos, agravio s y traiciones. T r a i­ ¿Dónde está la opresión, y el multruto,
se consideran dependientes del par­ rados e inteligentes de la República, una ; L ástim a que no fu era m ás que un ges­
f
ciones, s í ; que no es otra cosa lo que hizo y la depredación?
ola de calum nias. L a s derechas españo­ t o . . . !
tido somunista.
N o ; las cosas van rebasando todos los
■ Restablecer el nexo y la solidaridad
el creador del separatism o vasco, Sabino
entre, todos los jóvenes socialistas Oo.— Para cualquier intento de establecer las lograron inqxinerse en España, y po­
Uno de los pocos hombres que en C a ­
de A ran a, cuando envió su m ensaje de lím ites. No son los vascos los que tienen
relaciones, pactos, etc., se recabará líticos m endigantes y nmblciosos se pres- taluña supieron sen tir las an sias reden­
exilados, en Europa, A frica y A teó­
felicita ció n a l P residente de E stados que situarse frente al problema e sp a ñ o l;
la
conformidad
de
la
E
jecu
tiva
del
rica. asi como también las viejas tra­
toras del pueblo fué M axim ino Viardeau,
Unidos, porque esta nación derrotó a E s­ somos todos los españoles, incluidos los
Partido Socialista, cuyas opiniones
diciones de la Federación Nacional
C apitán de las F uerzas de A sa lto y D i­
paña en la guerra de 18!)8. E sto es una vascos y catalan es que no son separatistas,
serán acatadas siti discusión.
de Juventudes Socialistas Españolas.
Las localidades para el acto del do­ rector en aquellos momentos de la “ E s­
tra ició n ; esto es un u ltra je; delito de le­ los que tenemos que enfrentarnos, y resol­
del Cuerpo de Seguridad” .
sa patrin que el autor habría pagado ante ver, el problem a vasco y catalán.
<
mingo
en memoria del Presidente de cuela
E s intolerable esta “ posición o ficia l” de 6 . — Incorporarse a la Internacional J u ­ M éxico, D. F „ 6 de Octubre de 1943.
L os modestos dirigentes del P. S. O. E.
un pelotón de fusilam iento si hubiese
venil Socialista, a la que siempre es­
Cataluña Don Luis Companys, fusi­ en B arcelona teníam os excelentes in for­
sido síibdlto de otro país m ás opresor pedir, am enazar, conseguir y volver a pe­
Julián Lara, Presidente; José Fernán­
tuvo afiliada esta Federacinón y con
mes de V iardeau. Sabíam os por am igos y
y menos sentim ental que España, pues dir. E sto tiene que acabar y acabará, por
lado
el 15 de octubre de 1940, pue­ cam
dez,
Vicepresidente;
Ovidio
Salcedo,
Se­
la
razón
si
a
razones
se
avienen,
a
la
fu
e
r­
la que se siente identificada plena y
arad as del Norte de Espufia — 'Torri­
el hecho de que el tremendo ngrnvio no
cretario
G
eneral;
A
ntonio
Llaneza,
S
e
­
za
si
la
fuerza
se
hace
imprescindible.
ardorosamente.
den recogerse en el Círculo Cultural jo s e Iglesias entre otros— lu brillante
tuviera carácter público — lo Impidió la
cretario
de
Propaganda;
Ram
ón
Pardo.
Aún
recordamos
con
am
argura
la
a
c­
M éxico, D. F „ a 6 de octubre de 1943.
actuación republicana, lim pia y sin man­
censura— no descargaba de culpa ni
Pablo Iglesias
cha del Viardeau. Conocíam os su actitud
ofensor, puesto que el hecho delictuoso titud de un español de una provincia va s­ .Julián Lara,. P resid en te; José Ferném- Secretario de A cta s; M atías Cubilo, T e.
ga lla rd a ante sus Jefes cuando lo encar­
existía, y si el dnño no se consumó, fué ca negando su nacionalidad. F ué en el dez. V icepresidente; Ovidio Salcedo, S e ­ sorcro-Contador; Enrique L. Sevilla, J o ­
por causas ajen as a los deseos de A rana. barco que nos tra jo a este p a ís ; cuando, cretario G eneral; Antonio Llaneza, S e . sé Fernández Magán y F erm ín 'Zugaza­ ven de pretexto a su necesidad de acción. celaron en M adrid, jx»r negarse a servir
No es, pues, nada nuevo esta “posición en fila ante el Com isario de a bordo, cretario de Propaganda; Ram ón Pardo, goitia, Vocales.
Combate por la República de Río Grande como m ilitar a la s fu e rzas reaccionarias
o fic ia l” . Su única novedad consiste en cum plíamos los requisitos anteriores al
contra el Brasil. Con otros compañeros re­ que se habían adueñado del Poder. Unn
que, aprovechando las circun stancias del desembarco, llegó el turno al individuo en
corre la costa en un pequeño buque arm a­ interjielación p arlam en taria de Indalecio
cuestión,
y
al
preguntarle
su
nacionali­
exilio, que se consideran favorables por
do. También penetra tierra adentro; lucha P rieto le libró de la prisión y volvió a
dad
d
ijo
:
“
Vasco.”
No
pudo
ser
así
ins­
la Impunidad con que se pueden lanzar
con sus voluntarios en los llanos y en los Barcelona, donde ocujió los cargos n que
crito
por
no
e
x
is
tir
reconocida
tal
nacio­
insultos, hacer agravio s y itcrpetrar nbumontes, en los arroyos y cañadas. Sufren hacemos referen cia y se puso, como siem ­
El escrutinio dió por resultado la desig­
E l I o del corriente mes de octubre se
sos sin recibir la condigna réplica del res­ n alidad; jiero el u ltra je quedaba consu­
sin fin de privaciones, y mueren muchos pre, al servicio de la organización y del
nación
de
los
siguientes
compañeros:
mado
y
por
quien,
seim
ratista
de
estirpe,
celebró asamblea de constitución, en el
to de los españoles — cosa que no suce­
de sus amigos. Encuentra a la criolla Ani- Partido.
Presidente, Julián L ara Cavero; V ic e ­
dería de em plear a llá los procedimientos no tenía empacho en ven ir evacuado i>or exilio, de la Federación de Juventudes So­
En esos momentos de ansiedad a que
ta, su pasión amorosa, la que será su fie l
que ahora u tiliza n — , llegando hasta el el S E B E. — Servicio de Evacuación de cialistas de España. L a Comisión O rgani­ presidente, José Fernández A lva re z; Se­ compañera y la madre de sus hijos. Un antes me refería, V iardeau estaba trunextrem o de querer dar, a m odestísim as los Republicanos E S P A Ñ O L E S — . H asta zadora, integrada por los compañeros O vi­ cretario General, Ovidio Salcedo; S ecreta­ momento le llama la vid a de paz, y se tra s­ quilo y sonriente. T uvim os ocuslón de
delegaciones de atribuciones lógicam ente en esa m inucia se p racticaba el sistem a: dio Salcedo, Antonio L lan eza y Francisco rio de Propaganda, A ntonio Llaneza Jové; lada a M ontevideo. L a calm a dura poco; h ablar con él cuando yu ln m uerte le
muy concretns y restringidas, carácter de español para re c ib ir ; vasco searatista p a­ Torquemada, informaron a los reunidos de Secretario de A ctas, Ramón Pardo P ery; el U ruguay entra en conflicto con la A r ­ acechaba. N ada nos había presum ir que
los trabajos realizados, así como de las Tesorero-Contador, M atías Cubillo O rtega;
Consulados y casi de Legaciones y E m ­ ra m enospreciar a España.
gentina donde manda Rosas, y G aribaldi dos horas después de esa en trevista ce­
Y a está llegando el momento de que las cartas, todas ellas en tono cordialísimo e Vocales, Enrique López S evilla, José F er­
bajadas.
form a la “ Legión ita lia n a ’ ’. E sta prim e­ lebrada en la Com andancia de Som ate­
cosas
no
pasen
más
adelante.
E
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Magán
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Zugazagoitia.
interesantes,
recibidas
de
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jecu
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del
Estos procedim ientos van picando en
ra Legión, form ada en tierras de Am érica, nes, el cueriK) de V iardeau, acribillado
está
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b
ierto
:
Fqeros,
Concierto
E
co­
El
5
del
corriente
los
cam
aradas
Jacinto
Partido S ocialista Obrero Español.
historia y apurando la paciencia de toi*s también la primera que viste la camisa a balazos, iba a ser tirado en un cu artu ­
nómico, Confederación N acional Ibérica...
Después de leída el acta de la anterior Lozano y Arturo Maeso dieron posesión de
roja
garibaldina. Su bandera es negra, cho inmundo, no lejos del estercolero del
Independencia pura y simple.
asamblea, y de unas palabras del compa­ sus cargos a los nuevos ejecutivos.
con
un
volcán en el centro, símbolo del corral del H ospital M ilitar de Barcelona.
No seguirem os ese cauce, no debemos ñero Torquemada, quien apoyó resuelta­
A las ocho de la noche del día 0 de
duelo
de
Ita lia que guarda el fuego sagra­
PROTECCION N AZI
seg u irle ; no transitarem os i>or esa ruta mente la necesidad de que se reorganiza­
octubre las fu erzas m ilitares y de Se­
do
en
el
corazón.
Pero
de
lejos
llegan
los
ni consentiremos que se involucre, a vie sa ­ ran las Juventudes y de que éstas depen­
guridad a l servicio del Gobierno se apres­
mente, a G alicia y, menos todavía, a Por­ dieran exclusivam ente del Partido, la M e­
L a Comisión E jecu tiv a de la Federación ecos doloridos de Ita lia y el rumor de las taban a reprim ir el m ovim iento repu­
tormentas
del
48
que
se
ciernen
sobre
E
u
­
tugal, co rn il hace el señor A guirre, ta l sa Electoral, compuesta por los camaradas de Juventudes Socialistas de España, en
blicano y a las órdenes del G eneral B atet
vez anim ado por el espíritu de la casona Jacinto Lozano y A rturo Maeso, como P re­ su reunión ordinaria del 5 del actual acor­ ropa. G aribaldi siente que su deber es patrullaban ]»or la s calles de Barcelona
marchar para com batir por la libertad de
de Deusto.
dó
hacer
público
el
m
anifiesto
que
se
in­
sidente y Secretario, respectivam ente, co­
las fuerzus de in fan tería, cabullería y
Efectivam ente, todas la s fu erzas demo­ menzó a recibir las papeletas de elección serta. Damos por descontado que el in te­ su patria. Y con sus compañeros más f ie ­ a rtillería reforzadas ix»r fu e rzas de se­
les
se
embarca
en
el
“
S
p
eran
za
”
,
rumbo
Dos veces durante los tres últim os años cráticas de España aceptan la s autono­
de los cargos para miembros de la Comi­ rés de su lectura ha de satisfacer a todos
a Europa. H abía terminado el segundo guridad, gu ardia civ il y m arin ería desem­
han cam biado de "protectores” estos pe­ m ías regionales y no se oponen a conside­
los jóvenes socialistas españoles.
sión E jecu tiv a de la Federación.
barcada de los barcos de la escuadra.
capítulo de su vida aventurera.
queños estados enclavados en las m ár­ rar un régimen federativo. P ero a con­
A n te esa m anifestación de fuerza, V ia r­
Los otros capítulos son igualmente ro­
genes del Báltico. L as condiciones, que dición de lealtad y sinceridad. Autonom ía
eran desastrosas a consecuencia de la o Federación hoy, para Independencia
mánticos. Pueden parccerlo aun más, por deau tuvo un gesto de audacia y de va­
lor. Pidió voluntarios entre sus subalter­
guerra (fueron destruidas pproxim ada- mañana, no; eso ni lo quieren ni lo con­
estar iluminados por el reflector de la his­
nos p ara a sa ltar, por sorpresa, C ap ita­
mente 15.000 casas) han caído en un sentirán los esimñoles. E sto es lo que
toria. Pero también por serlo, son más
nía G eneral. V arios se pusieron a su discaos completo a causa de estos cambios- importa.
conocidos. Es la proclamación de la R e­
liosición y, a [>esar de las num erosas pa­
E l sistem a de servicio de tra b ajo introdu­
pública Romana por M azzini, la formación
Todo lo demás que el señor A gu irre di­
tru lla s que rodeaban el edificio, llegucido por la R usia Soviética cuando ocu­ ce en la síntesis de su serie de artículos
de la Legión G aribaldina, la heroica de­
ron hasta sus m ism as p u erta s; cerca de
pó L ltu an ia, L a tv ia y Estonia, ha sido es una larga cadena de inexactitudes y
fensa de Roma en 1849, los épicos comba­
la plaza de A ntonio Lói>ez cayó nuestro
desarrollado después por los nnzis. De de opiniones p artid istas sin base efectiva
G aribaldi, el italiano que unía en su por marco el mar de las aventuras de Uli- tes en que cae segada la flo r de la ju ­
am igo sin lograr su pnqiósito.
esta form a, a los sacrificio s directos pro­ ni en la realidad ni en las hipótesis de sus corazón el amor a la patria y el amor a ses. Fué en él que aprendió a amar la li­ ventud liberal italiana, la derrota ante el
Desde este momento la P laza presidida
ducidos por la guerra h ay que agregar argumentos. Solamente dos de éstos son la libertad, es una de las figuras más ro­ bertad. Los versos de Ugo Fóscolo encen­ peso de fuerzas abrumadoramente superio
el reclutam iento obligatorio y la s depor­ válidos y no en beneficio de sus fines. mánticas de la historia. Nació en N iza en dían su imaginación. Se a filia a los Car­ res, la retirada perseguido a través do las por la estatu a del M arqués de Comillas,
heredero del m illonario A ntonio López,
taciones. Se ha llegado a una situación Es cuando dice que la Constitución re­ 1807 de una fam ilia italiana de marineros.
bonarios, y cuando después de la cruel re­ tierras de Ita lia, la muerte dram ática de el antiguo negrero con cuyo comercio
tal, que en estos momentos hay dos mu­ publicana del 31 es revisable por an ticu a ­ Desde su in fan cia tuvo el mar por hori­
A nita, y como fin de esti» primer episodio, hizo los millones, se dign ificó con el nom­
jeres por cada hombre. Recientem ente, da. En efecto, debe serlo ; sobre todo en la zonte; y por el camino del mar iban sus presión austríaca, M azzini funda la “ J o ­ la marcha hacia el destierro al grito de
bre de P la za de V iardeau.
los nazis han llegado hasta la recluta en parte que tra ta de las autonomías. Debe ansias in fan tiles de azar y de aventura. ven I t a lia ’ ’, con sus principios de unidad e “ V iv a I t a lia ” . Son más tarde, en horas
El cuerix) de V iard eau fu é conducido
gran escala de hombres y m ujeres, así revisarse para ver en cuál de sus partes Templado su espíritu en la escuela medi­ independencia, G aribaldi trabaja, conspira, propicias o adversas, los cazadores ita lia ­
como de los jóvenes de ambos sexos. De autoriza a las regiones autónom as para terránea, fué siempre, durante toda su v i­ se arriesga, hasta que un día ve impreso nos de G aribaldi que contribuyen a recu­ a l H ospital M ilitar. E l Coronel-Director
esta form a han sklo llevados a A lem a­ actu ar en el extran jero como naciones so­ da, el audaz aventurero con alma de cor­ su nombre entre la lista de los condena perar la Lom bardía, las gestas decisivas del establecim iento se negó a que aquel
nia, en calidad de “ conscriptos del tra ­ beranas, d ar ca rta s de nacionalidad y sario de la libertad. A los quince años se dos a muerte. Comprende que el momento de 1860, la insurrección de Sicilia, la ex­ cuerix» In grésala en el depósito y filé
bajo ” , unos 8 . 0 0 0 muchachos y m ucha­ pretender que sus delegaciones tengan ca embarca, y navega hasta los veinticinco no es propicio para el triunfo, y persi­ pedición de los M il, la conquista de Nápo- colocado en el inmundo lu gar a que an­
chas. SI esto costinúa, es m uy probable rácter de representaciones diplomáticas- en pequeños veleros. El M editerráneo no guiendo nuevas aventuras, se embarca pa­ jes, el zenit de la gloria de G aribaldi. Son tes hacemos referencia.
Cuando varios am igos fueron a hacer­
que en poco tiemi>o no queden a llí más I la y que revisar, sí, y como tales e x tra li­ era entonces un mar tranquilo: en el L e ­ ra América.
después la realidad de la unidad italiana, y se cargo del cuerpo para darle sepultura,
que la s personas vie jas o inválidas, pese m itaciones no están auto rizadas por la vante Grecia luchaba por su independen­
El segundo capítulo de su vid a es tan pronto las am arguras y desengaños, el cre­ el D irector del HospitaL ordenó que se
a la escasez de mano de obra que en Constitución, la revisión, tal vez, dé por cia, y en la costa african a tenían sus ma­ romántico como el primero. Después de púsculo aun radiante de un astro glorioso.
aquellos países existe. Los salario s son resultado re tira r la autonom ía a quien drigueras los piratas turcos y berberiscos. una corta estancia en Río de Janeiro, vuel Y es, por fin, 1870, en que vu elve a luchar le sacara por la puerta del corral, por
la misma puerta por donde salía el carro
inconcebiblemente bajos. Por rara casua­ de ella hizo tan abusivo empleo.
Por tres veces G aribaldi fué víctim a de ve a sentir el aguijón de la aventura. Las voluntariam ente por la República francesa de la basura.
lidad se encuentra un obrero calificado
El otro argum ento que emplea el señor ellos. E l primer capítulo de su vida tuvo inquietudes y luchas de aquel tiempo sir- contra los alemanes. Toda la cin ta trepi­
Dos años después, sobre el pedestal
que gane 35 céntimos a la hora. L o que A gu irre es ixmer como ejem plo a In gla­
dante y colorida de sus aventuras, que no que ocupaba la estatuu del M arqués de
esto representa como poder adquisitivo se terra, Rusia y Estados Unidos. Sin d ar­
sobrepasa ningún otro film de imaginación. Com illas, estaba un retrato de Maximino
deduce de los anuncios que se publican se cuenta, se le vuelve en contra. In gla ­
Pero este hombre audaz y aventurero Viardeau rodeado de flores. Los volunta­
en los periódicos ofreciendo “ ligeros tra ­ terra es un reino unido y los escoceses,
fué siempre fie l a sus dos ideales: la p a­ rios del cu a rtel C arlos M arx desfilaron
je s y vestidos” a 900 marcos. E l p illa je por ejemplo, no cometen la insensatez de
tria y la libertad. Como dice T revelyan, ante el sencillo monumento. En la mo­
en el país, que se sigue por los nazis co­ decir al Com isario de un barco: "N acio­
nunca resplandeció el temple de su alma desta tribuna falta b a lu representación
mo en todos los países invadidos por nalidad escocesa.” R u sia es una unión
con mayor nobleza que durante los años de del Ayuntam iento. Una m aniobra de los
ellos, ha tenido devastadores efectos en de Repúblicas, pero no ha olvidado sus
destierro. Fué en uno de sus viajes, cuan­ com unistas, que ya ejercían sobre la ciu­
el nivel de vida. Los precios oficiales de territorios en poder de F inlan dia, R um a­
do recalando en N cw castle, los trabajado­ dad una fuerza subterránea, que habría
los artículos alim enticios están a la a l­ nia y los países del B áltico, y los Estados
Monseñor Spellm an, arzobispo de Nueva York, ha hecho grandes elogios de res de esta ciudad británica le ofrecieron de resu ltar funesta a l correr del tiem]x»,
tura de los medios de la m ayoría del Unidos, cuando el Sur quiere separarse,
Franco, a quien tiene por hombre "lea l a su D ios y a su patria” . E ste arzobispo una espada de honor. Y fué entonces, cuan­ burló el buen deseo del entonces alcalde
pueblo, pero las raciones no son más que encienden la Guerrn de Secesión y con­
do al recibirla les dijo: “ In glaterra es de la Ciudad Condal. Los comunistas, ar­
una tercera parte de las que existen en solida la unión federal.
de Nueva York debe ser del tipo de aquel otro prelado a quien, “ sólo obligado por
una nación grande y poderosa, y por lo tífices en la creación de sabios huecos,
A lem ania. Juntam ente con la s tres mo­
Esos antecedentes nos sirven a m ara­
las consideraciones” , podia Gcorges Bernanos, el gran escritor católico francés, tanto no necesita ayuda. Prim era en el héroes de cartón piedra y m ártires de
nedas nacionales circulan todavía la s de villa. No creemos que el problem a sea In­
llam ar monseñor Obispo de Mallorca. Porque aquél, como casi todos los jerarcas progreso humano, enemiga del despotismo, corcho, sentíanse celosos en la glorifica­
R u sia y A lem ania, causando un irrem e­ soluble si existe buena fe en los propó­
del Episcopado español, también creia que Franco era leal a su D ios y a su patria. único refugio seguro de Europa para los ción de un valor real como el de Maxi­
diable caos financiero. L as escuelas y la sitos ; pero si se insiste en ab riga r se­
prensa están totalm ente encadenadas. La cretos designios de desm em brar al suelo
Cierto es que en Mallorca, como en todas las ciudades dominadas por Franco, el ase­ exiliados, am iga de los oprimidos. Pero mino V iardeau, m ilitar Inteligente, buen
si algún día, por cualquier causa, In gla te­ am igo, excelente cam arada y un gran
enseñanza de historia nacional y la in­ patrio, si el señor A gu irre llega a tocar
sinato de gentes indefensas e inocentes se había convertido en ley. Pero monseñor rra necesita auxilio de un nliado, maldito hombre que puede servir de ejemplo y
form ación del exterior están rigurosa­ el pito — rem iniscencia futbolera— , se
no vela, o cerraba los ojos para no verlo. Gcorges Bernanos sí lo vió. “ A llá en sea el italiano que no se ofrezca conmigo estímulo.
mente prohibidas. La adm inistración del le dem ostrará ampliamente, a él y a su
T. P. L.
Mallorca — escribía— vi pasar, por la Rambla, unos camiones cargados de hom­ para defen derla.”
estado se ha convertido en un organismo equipo separatista, que Españn no es un
encargado de ejecu tar las órdenes del balón de futbol donde se puede p atear im ­
bres. Rodaban con un ruido de trueno al filo de las terrazas m ulticolores recién
ejército de ocupación compuesto ;>or ita ­ punemente.
lavadas, empapadas, con su alegre m urm ullo de fie sta campestre. Los camiones
lianos, búlgaros y rumanos.
J osé SA N CH E Z-T O SC A N O
estaban grises del polvo de los caminos, grises también los hombres sentados cita
tro a cuatro, con sus gorras grises colocadas de través y sus manos abiertas sobre
sus pantalones de dril, m uy seriamente. Be les hundía todas las noches en los
en
c h i l e
Ahora resulta que el movimiento del 0 de Octubre de 1934 es un patrimonio
caseríos perdidos a la hora en que untes volvían de los campos. Llevaban para el
últim o viaje la camisa pegada por el sudor a la espalda, los brazos aún cansados
exclusivo, en su parte buena, del Partido Comunista que, “ armado de la teoria mar
por el trabajo de la jornada, dejando la sopa servida sobre la mesa y una m ujer
xista.len in ista-stalin ista encabeza la lucha orientando a las masas” . E n cambio,
que llega tarde ya, al borde del jardín, toda sofocada, con el paquete envuelto
se comprobó que “ el Partido Socialista no estaba dotado de. una ideología marReunidos lo s socialistas exilados, procedentes de las Agrupaciones del País
tn la servilleta nueva” . “ ¡A d ió s!, ¡recu erd o s!” A monseñor el obispo de Mallorca
xista-leninista",i asi como el “ carácter contrarrevolucionario del fuisino” . ' Torio
Vasco, para a n a liza r la s incidencias derivadas de la retirada de los represen­
no le importaban esas m inucias. A monseñor Spellm an tampoco. Am bos tienen la
eso, y muchas cosas más, las descubre el ilustre polígrafo stalinista José M ije en un
tantes cerca del Gobierno Vasco, acordam os ¡>or unanimidad, lo sig u ie n te :
conciencia tranquila, seguros de haber servido bien a su Dios. Como Franco.
periódico que se llama nada menos que A S T U R IA S , y como prólogo a una nuera
C ensurar el proceder de los que al m argen de la disciplina del P a rtid o So­
Cristiano y leal. S i el sentim iento cristiano es compatible con las matanzas
invitación a la unidad, la panacea con la que tan a gusto ha ido engordando, n
cialista Obrero Español, pretenden crear el Com ité Central Socialista de Euzkadi, y
tn serie, fríam ente, de los vencidos ip o r qué el patriotismo no ha de serlo con la
costa ajena, el Partido Comunista.
Mantenernos fieles a la disciplina del G lorioso P. S. O. E.
venta del propio país al extra n jero t J‘or consecuencia, monseñor Spellm an está
E n el mismo número deduce consecuencias de la revolución de Octubre de 19.34
Firm ado p or: N. M újica, de San S ebastián ; F elip e P archa, de San S ebastián ;
en lo cierto cuando le otorga a Franco diploma de patriota, “ dispuesto a sacrifi­
Amaro del Rosal, que tan heroico papel jugó en ella, como recuerdan todos los que
h é lix Antolín, de O rtu e lla ; F idel M ostaja, de L a A rlx ile d a ; Fran cisco Domingo
carse en cualquier forma y en cualquier magnitud por España". B uen sermón, el de
pasaron por las Comisarias de policia denunciados por él. “ E l camino de unidad
de H e rn á n !; Luis Soto, de H ern án !; Francisco Ram os, de O rtu e lla ; A lfred o Esmonseñor Spellm an, para ser dicho en cualquiera de las iglesias rurales españolas
— afirm a el héroe— es el único camino de nuestra salvación." F agrega: "¡Pensa­
lieldejlnl, de B ilb a o ; Fran cisco A lberrategui, de San S eb astián ; A ristoreo Yoldo,
ante una congregación doliente de viudas y huérfanos por obra y grada del plomo
rán acaso de otra forma los mineros del Fondón, los campesinos de Andalucía, loi
de B a ra ca ld o ; Ramón M ugronlza, de H ern an i; M artín Belso, de B ilb ao; F e li­
de Falange. Tam bién hubiera edificado mucho el espíritu de los sacerdotes per­
trabajadores industriales de Vizcaya, los trabajadores de Cataluña t” No lo sil­
ciano T ap ia, de B ilb a o ; Antonio O rm azabal, de H ern an i; Pablo Pascual, de To­
seguidos por el franquism o. E n el fondo de su corazón, todos ellos le darían al
bemos. Lo que sí sabemos con certeza es lo que unos y otros — véase por dónde
lo sa; Jaim e U riarte, de M ondragón; Eugenio Nieto, de R e n te ría ; José Gorostiza,
buen arzobispo la respuesta adecuada. La que corresponde a una boca que es pozo
se llega a la unidad— piensan de él. De él y de sus iguales en cinismo más o mrnm
de Bilbao, Agustín G arcía, de B ilb a o ; L uis Roa, de Pam plona.
de mentiras.
stalinista.
Asamblea de constitución
La situación en los
Países Bálticos
G A R I B A L D I
TAL PARA CUAL
Monseñor Spellman y el felón
C O M O ELLO S Q U IE R A N
A cu e rd o de los s o c ia lis ta s vascos
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