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XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015
ACTUALIZACIÓN DE LA CARTOGRAFÍA 1:1.000.000 DEL ÚLTIMO MÁXIMO
GLACIAL LOCAL EN ESPAÑA
L. Adrados (1), A. Salazar (2), J.A. Rodríguez (2)
(1) GEOLAG. Turismo geológico. Residencial La Vallina, 20-4ºA. 33191 - San Claudio (Asturias). info@geolag.com
(2) Instituto Geológico y Minero de España, C/ La Calera, 1. 28760 - Tres Cantos (Madrid). a.salazar@igme.es;
ja.rodriguez@igme.es
Abstract (Updating the cartography 1:1,000,000 of Local Last Glacial Maximum in Spain): The preexisting
geospatial datasets about the limits of the Quaternary glaciations in Spain (1:1,000,000) has been reviewed and
updated. The revised information deals about the Local Last Glacial Maximum (LLGM) of all of the Spanish
mountain massifs and comprises two vector layers: the extent of the LLGM (polygons) and the location of the main
moraines (lines) used to establish those limits. The area occupied by glaciers according to the previous maps and
the revised one (this work) have been compared, what can be considered as an indicator of the improvement
achieved. The result is a more accurate and harmonized cartography about the LLGM for all the Spanish
mountains, in accordance with the working scale and suited to be used and visualized by means of GIS tools.
Palabras clave: Geología glaciar, cartografía, morrenas, España.
Key words: Glacial geology, cartography, moraines, Spain.
INTRODUCCIÓN
Las cartografías de fenómenos geológicos a escalas
pequeñas (1:1.000.000 o menor) componen una
visión sintética del estado del conocimiento
geológico sobre dicho fenómeno y facilitan la
contextualización regional de los trabajos de detalle.
Además, mediante la adición de cartografías con
contenidos armonizados de pequeña escala, es
posible componer mapas de mayor alcance, capaces
de mostrar la extensión del fenómeno a una escala
continental o global. Un ejemplo sería el International
Quaternary Map of Europe (IQUAME-2500), un
documento cartográfico dividido en 14 hojas, pero
con una leyenda común (Voges, 1967-1995).
Durante el XIII Congreso de INQUA (2011, Berna),
se planteó la realización de una nueva versión del
IQUAME-2500, revisada y en formato digital (Asch,
2011). Poco después, la asamblea general (2012,
Brisbane) de la Comisión del Mapa Geológico del
Mundo (CGMW-UNESCO) aprobó dar apoyo a la
realización del citado mapa. Mediante diversos
talleres o workshops, se han establecido los
contenidos básicos y criterios científico-técnicos de
la nueva versión (Asch et al., 2014), creándose un
grupo de trabajo europeo liderado por el
Bundesanstalt für Geowissenschaften und Rohstoffe
(BGR, Alemania), asesorado por INQUA y
auspiciado por CGMW-UNESCO. El Instituto
Geológico y Minero de España (IGME) ha sido
invitado al grupo de trabajo, para aportar la
cartografía del territorio español. La contribución del
IGME se basará en una versión actualizada del
Mapa del Cuaternario de España escala 1:1.000.000
(Pérez-González et al., 1989) y cuyos aspectos
generales se detallan en otra comunicación de este
congreso (Salazar et al., este volumen).
Un conjunto de datos que se considera
imprescindible para el IQUAME-2500 lo constituyen
los límites del último máximo glacial (Last Glacial
Maximum, LGM) y de otras glaciaciones, cuando es
posible conocerlas. Por defecto, esta información se
tomará de los mapas vectoriales que acompañan la
publicación de Elhers et al. (2011). A petición
expresa de los editores del citado trabajo, para
actualizar el Mapa del Cuaternario de España y
contribuir a la versión digital y revisada del IQUAME2500, se ha abordado la revisión de dichos límites en
el territorio español, siendo dicha tarea el objeto de
la presente comunicación.
ANTECEDENTES
Aunque existen algunos mapas esquemáticos
previos (Hernández-Pacheco, 1959; Lautensach,
1964), se puede afirmar que la primera cartografía
que muestra la extensión máxima del glaciarismo en
España a pequeña escala fue la realizada entre los
años 1979 y 1990 por los Dres. Caridad Zazo y José
Luis Goy, como parte de la aportación española a la
primera edición del IQUAME-2500 (Voges, 19671995). En el Mapa del Cuaternario de España escala
1:1.000.000 (Pérez-González et al., 1989) también
se delimitó el alcance máximo del glaciarismo
cuaternario, pero aunque existen archivos vectoriales
(digitalizados en 2010), la información que aporta
tiene una precisión insuficiente para los sistemas de
información geográfica (GIS). Otro antecedente de
interés es el Mapa Geomorfológico de España
1:1.000.000 (Martín-Serrano et al., 2005), que
aunque no contiene una delimitación del alcance de
los procesos glaciares durante el Cuaternario,
muestra con fiabilidad y precisión adecuada a la
escala los resultados geomorfológicos de dicho
fenómeno. Con motivo del año del Planeta Tierra y
mediante un acuerdo de colaboración entre el
Bureau de Recherches Géologiques et Minières
(BRGM) y el IGME, se realizó un Mapa Geológico
del Cuaternario de los Pirineos a escala 1:400.000
(Barrère et al., 2009). Dicho mapa incluye una
cartografía específica de la extensión de los
glaciares pirenaicos (escala 1:1.000.000) durante el
Cuaternario y de la que existen archivos GIS.
XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015
La cartografía que acompaña la publicación de
Elhers et al. (2011) trata de recopilar información del
LGM de todo el globo, siendo la escala de dicha
cartografía 1:1.000.000. Actualmente, ésta es
seguramente la cartografía más completa de los
límites máximos del glaciarismo cuaternario de
nuestro país en formato GIS, y es la que se ha
revisado en este trabajo. Aunque la cartografía de
Elhers et al. (2011) en conjunto incluye información
referida a otros límites glaciares, en el caso del
territorio español, la información se refiere siempre al
LGM o, de modo más concreto, al último máximo
glacial local (Local Last Glacial Maximum, LLGM),
según la terminología de Clark et al. (2009). En
algunos casos también incluye información relativa a
la presencia de circos de pequeño tamaño, con
simbología puntual, o morrenas terminales,
simbolizadas como líneas. Cabe señalar que, para el
caso del Pirineo, ambas cartografías citadas
anteriormente (Barrère et al., 2009, Elhers et al.,
2011) se basan en un mismo trabajo de recopilación
(Calvet, 2004), pero en detalle presentan
discrepancias a veces importantes.
ALCANCE Y METODOLOGÍA
El trabajo incluye todos los macizos montañosos del
territorio nacional susceptibles de haber sido
ocupados por los hielos durante el Cuaternario. La
información se ha transferido al sistema de
referencia oficial para Europa (ETRS89) y sobre una
base topográfica actualizada (Mapa de la Península
Ibérica Baleares y Canarias a escala 1:1.250.000 del
IGN). Según los procedimientos habituales, se
considera que una cartografía a escala 1:1.000.000
equivale a una precisión de datos GIS de 500
metros, por lo que, el tamaño del polígono mínimo es
2
de 25 hectáreas (0,25 km ). Debido a la escasa
dimensión de muchos de los glaciares cuaternarios
españoles, se ha trabajado a un detalle muy próximo
a ese límite. El trabajo de revisión se compendia en
dos capas vectoriales georreferenciadas. Por una
parte, se han representado los polígonos
correspondientes a la extensión alcanzada por el
LLGM y, por otra parte, se han representado la
ubicación de las principales morrenas utilizadas para
establecer dicha extensión. La base de datos
asociada a los polígonos mantiene la misma
estructura que la original y, para cada macizo, se
han añadido en el campo existente a tal efecto, las
referencias bibliográficas utilizadas, lo que asegura
la trazabilidad de la información en el futuro.
RESULTADOS GENERALES Y EJEMPLOS
Se ha realizado una comparación entre la extensión
de las zonas afectadas por glaciaciones (Tabla 1)
según el Mapa del Cuaternario de España escala
1:1.000.000 (Pérez-González et al., 1989), la
cartografía original de Elhers et al., (2011) y la
cartografía revisada (este trabajo). Es pertinente
aclarar que dichas superficies deben entenderse
como un indicador global de la posible mejora con
respecto a los datos cartográficos previos, pero que
no puede estar exenta de errores de detalle,
supeditados a la escala y objetivos perseguidos.
ÚLTIMO MÁXIMO GLACIAL LOCAL
ZONAS
Mapa del Cuaternario
(Pérez-González et al., 1989)
Cartografía original
(Elhers et al., 2011)
Cartografía revisada
(este trabajo)
Macizo Galaico – Montes de León
919 (48)
645 (17)
720 (42)
Cordillera Cantábrica – Picos de Europa
2918 (8)
1093 (423)
2505 (201)
Pirineos (vertiente española)
4985 (6)
3033 (136)
2705 (109)
Sistema Central (Gredos y Guadarrama)
732 (7)
98 (43)
145 (57)
Sistema Ibérico – Sierra de la Demanda
317 (6)
45 (32)
51 (41)
Cordilleras Béticas – Sierra Nevada
TOTAL km2 (nº polígonos)
460 (1)
54 (23)
82 (22)
10331 (76)
4968 (674)
6168 (467)
Tabla 1: Comparativa de las áreas ocupadas por el hielo durante el último máximo glacial local (en km2) para los distintos macizos
montañosos españoles según el Mapa Cuaternario de España (Pérez-González et al., 1989), la cartografía original de Elhers et
al. (2011) y la cartografía revisada en este trabajo. Entre paréntesis se señala el número de polígonos o masas de hielo
cartografiadas.
El Mapa del Cuaternario de España (Pérez-González
et al., 1989) mostraba las zonas con glaciares
cuaternarios muy exageradas y con escaso detalle.
Seguramente, dicha exageración se usó como
recurso gráfico para visualizarlas mejor, por tratarse
de un documento impreso en papel. El resultado final
de dicho mapa no es objetivo y dista mucho de la
precisión requerida para un mapa en formato GIS.
Se observa que, para la mayoría de los macizos
montañosos españoles, las áreas ocupadas por hielo
(LLGM) se han visto ampliadas substancialmente en
la revisión realizada con respecto a la cartografía
original (Elhers et al., 2011). Ello es debido a que en
la versión revisada se han incluido diversas masas
de hielo que, aunque individualmente son de tamaño
reducido (pero mayores al tamaño mínimo
establecido), en conjunto suponen una superficie de
hielo importante y que no se habían considerado
originalmente, o aparecían señaladas únicamente
como circos glaciares, sin superficie medible. Tal es
el caso del macizo del Moncayo, con información de
tipo puntual, y que para este trabajo se ha redibujado
según las aportaciones de Pellicer (1984).
En algunos casos, las zonas afectadas por el
glaciarismo cuaternario habían sido dibujadas de
manera poco precisa en la cartografía original,
mientras que en otros casos, aparecen serios
problemas de georreferenciación, estando los
polígonos completamente desplazados de su
ubicación real. Ejemplos ilustrativos de estos
problemas pueden ser la Sierra de Béjar, en donde
la cartografía original sólo había considerado una
única masa glaciar de tamaño discreto y localización
poco coherente con la topografía, mientras que los
trabajos consultados permitían dibujar un glaciarismo
mucho más extenso (Carrasco et al., 2013). La
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contigua Sierra del Barco de Ávila presentaba un
problema de georreferenciación, mostrando los
polígonos una ubicación muy desplazada hacia el
NW con respecto a su posición real (Figura 1).
CONCLUSIONES
El resultado final es una cartografía más precisa y
homogénea del LLGM para todos los macizos
montañosos del territorio español, coherente con la
escala de trabajo y apta para su uso y visualización
Fig. 1: Cartografía de la LLGM de las sierras de Béjar y del Barco de Ávila. Los polígonos punteados (LGM 1989)
corresponden al Mapa del Cuaternario de España (Pérez-González et al., 1989), los polígonos rayados (LGM 2011) muestran
la cartografía original (Ehlers et al., 2011), los polígonos rellenos de gris (LGM 2015) y borde grueso muestran la zona
ocupada por el LLGM según la cartografía revisada, conforme con la mejor información disponible (Carrasco et al., 2013) y
datos propios
En Sierra Nevada también existen diferencias
importantes entre las cartografía previa (Elhers et al.,
2011) y la revisada, que ha tomado como referencia
el trabajo de Gómez-Ortiz et al. (2002), lo que ha
supuesto un aumento de superficie de hielos
cuaternarios superior al 50%.
En los Pirineos ocurre justamente lo contrario: la
superficie ocupada por el hielo en la cartografía
revisada es un 10% más reducida que en la
cartografía original (Elhers et al., 2011). Este hecho
se debe a que las zonas glaciares estaban muy
generalizadas, considerando un gran casquete
glaciar que cubriría buena parte de la cordillera
(Figura 2). En este trabajo se ha optado por ser un
poco más conservadores, siguiendo un patrón
homogéneo para todas las zonas montañosas, tanto
de los Pirineos como de otros macizos españoles, y
tomando como base cartografías detalladas (Laín et
al., 2008, Robador et al., 2013, Martínez et al.,
2013). En otros casos, como es el del macizo de
Cotiella (Pirineo oscense), no se habían considerado
como zonas con modelado glaciar, habiéndose
incorporado ahora información detallada de dicha
zona (Belmonte, 2003).
mediante las modernas herramientas de GIS. La
transferencia de estos resultados se concretará en:
a) la actualización del Mapa del Cuaternario de
España (escala 1:1.000.000) del IGME, en lo que
respecta a la extensión máxima de la última
glaciación, b) aportar dicha información digital para la
nueva versión del IQUAME-2500, c) remitir los
archivos a los editores del libro Quaternary
Glaciations- Extend and Chronology: A closer look”
(Elhers et al., 2011) de cara a la futura actualización
del conjunto de datos que acompaña la citada
publicación. Todo lo cual asegurará que dichos datos
cartográficos queden a disposición de la comunidad
científica en el futuro.
Agradecimientos: Trabajo financiado por el IGME con
cargo a su presupuesto, proyecto (Ref. 2264) Actualización
del Mapa del Cuaternario de España 1:1.000.000
(Cuaternario 1M) y aportación a la nueva versión del
International Quaternary Map of Europe 1:2.500.000”
(IQUAME 2,5M). Al IQUAME Expert group.
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XIV Reunión Nacional de Cuaternario, Granada 2015
Fig. 2: Cartografía de la zona centro del Pirineo aragonés. Los polígonos punteados (LGM 1989) corresponden al Mapa del
Cuaternario de España (Pérez-González et al., 1989), los polígonos rayados (LGM 2011) muestran la cartografía original
(Ehlers et al., 2011), mientras que los polígonos rellenos de gris (LGM 2015) y con borde más grueso muestran la zona
ocupada por el LLGM según la cartografía revisada en este trabajo. Por ejemplo, en el Macizo de Cotiella (sur de la figura) se
han incorporado las aportaciones de Belmonte (2003).
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