Denis Matsuev 4 PIANO 19:30 HORAS Martes, 15 de abril de 2014 AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA SALA SINFÓNICA Obras de CHAIKOVSKI, LISZT Y PROKOFIEV Pedimos el máximo silencio posible en la sala, en especial en las pausas entre los movimientos, y no aplaudir hasta el final de cada bloque de obras. 1 3.PM14.Matsuev.indd 1 09/04/14 11:29 2 3.PM14.Matsuev.indd 2 09/04/14 11:29 Programa I PIOTR ILICH CHAIKOVSKI (1840-1893) Las estaciones, op. 37a (1876) Enero: Junto al fuego Febrero: Carnaval Marzo: El canto de la alondra Abril: Narciso de las nieves Mayo: Noche estrellada Junio: Barcarola Julio: Canción del segador Agosto: La cosecha Septiembre: La caza Octubre: Canción de otoño Noviembre: Troika Diciembre: Navidad II FRANZ LISZT (1811-1886) Vals Mefisto nº 1, S. 514 (1860) SERGEI PROKOFIEV (1891-1953) Sonata nº 7 en si bemol mayor, op. 83 (1943) Allegro inquieto Andante caloroso Precipitato 3 3.PM14.Matsuev.indd 3 09/04/14 11:29 Imágenes caleidoscópicas ARTURO REVERTER Estamos ante un programa muy exigente, que pide manos poderosas, hercúleos medios, clarividencia, variedad de colores y una técnica muy sólida y precisa. El pianista se enfrenta a tres composiciones muy distintas, muy representativas de sus respectivos autores. De la amable y pictórica imagen de Las estaciones de Chaikovski a la robusta y peliaguda Sonata nº 7 de Prokofiev, pasando por el alado y vertiginoso Vals Mephisto nº 1 de Liszt. Obras amenas, singulares y, cada una en su estilo, vigorosas. Chaikovski: Las estaciones, op. 37a El origen del cuaderno chaikovskiano es un encargo de la revista mensual El Noticiero, que publicó las doce piezas a lo largo del año 1876. En contra de lo que se creía, el compositor no escribió una cada mes, sino que las fue creando un poco a salto de mata. Se sabe, por ejemplo, que las siete últimas fueron redactadas de un tirón, casi a la vez. “Cromos de almanaque”, definieron algunos este álbum, lo cual no deja de ajustarse a la realidad. La claridad de estas pequeñas páginas –la más larga, correspondiente al mes de junio, anda por los cuatro minutos-, su simple imaginería y grácil poesía, han contribuido a que el álbum sea lo más conocido del músico dentro de la parcela pianística; y que más de una de las piezas haya sido arreglada para otras fuentes sonoras; varias de ellas se han transcrito para orquesta. Una amplia panoplia de colores, melodías y giros más o menos folklóricos se dan cita en la partitura. Cada composición viene encabezada por un título alusivo. Se abre el recorrido, naturalmente, en Enero, un Andante lírico en la mayor, Junto al fuego, cuya melodía, íntima, muy schumaniana, nos recuerda a la del aria de Lenski de Evgeni Onegin. Arpegios, encaje delicado y evocación de las pequeñas llamas. La segunda, en re mayor, es el Carnaval de Febrero, Allegro giusto, impetuosa y vigorosa, dinámica y afirmativa. Nos trae la memoria del Cascanueces. A modo de escena popular. Marzo es El canto de la alondra, un Andante espressivo en sol menor, lenta, poética, sencilla, con una frase que se repite de maneras distintas. La más breve. Pasamos a Narciso de las nieves, la gentil flor que se da en Abril. Allegretto con moto e un poco rubato, en si bemol mayor. La mano izquierda del teclado procura una constante agitación, que se sigue como un juego. Lirismo ingenuo y ornamentado. Arpegiada y tranquila es la pieza siguiente, Mayo, Andantino en sol mayor, Noche estrellada, una especie de vals lento que evoca en su segunda sección, más ágil, a Chopin. Junio es una Barcarola en 4 3.PM14.Matsuev.indd 4 09/04/14 11:29 sol menor, Andante cantabile, la más extensa, que se inicia con una hermosa frase ascendente. La segunda parte, sincopada, de una habitual estructura tripartita, es más animada y enérgica y nos lleva a un clímax rotundo. También enérgica es Julio, Canción del segador en mi bemol mayor, Allegro moderato con moto, que discurre a través de rápidas figuraciones, como una expresión de lo popular. Llega a continuación Agosto, con su generosa movilidad y su escritura imitativa, La cosecha, Allegro vivace en sol menor, que, evidentemente, forma un díptico con la anterior estableciendo un jugoso contraste: lo sano y positivo, apunta Adelaïde de la Place, seguido de lo vital con espacio para la evocación del descanso y la laxitud. No cabía esperar en la novena pieza, Septiembre, Allegro non troppo en sol mayor, La caza, otra cosa que una imagen cinegética, plasmada aquí a través de las fanfarrias, del breve tema, trabajado en piano en la sección B. No hay sutileza, sino afirmación descriptiva. La Canción de otoño de Octubre nos acerca nuevamente al rastro de Schumann. Es discreta y sutil, marcada Andante doloroso en re menor. Contrapuntística y envuelta en la melancolía. Juguetona es Noviembre, titulada Troika, Allegro moderato en mi mayor, junto a Barcarola seguramente la más popular y más transcrita. Emplea expresivamente los silencios y subraya los efectos alusivos al deslizamiento del trineo. Diciembre nos trae, naturalmente, la Navidad; en un tiempo de vals y en un gozoso la bemol mayor. Todo es jolgorio y alegría. Estamos en el mundo del Lago de los cisnes, ballet de Chaikovski estrictamente contemporáneo. Liszt: Vals Mefisto nº 1, S. 514 El musicólogo húngaro Emile Haraszti (Franz Liszt. Historia de la música II. Enciclopedia de La Pléïade, Gallimard. París, 1963), escribió fogosa y creemos que un tanto exageradamente en su día: “Si Liszt fue el primer compositor modal, fue también el primer impresionista, el primer lineal, el primer cubista, pero siempre músico del subconsciente. Nuestros contemporáneos se reparten la herencia prodigiosa que nos ha legado. Todos los compositores modernos, poliarmónicos, dodecafónicos, descienden en línea directa de él.” Sin duda, estas afirmaciones entusiastas y en todo caso poco matizadas –que Rebatet (Liszt. Historia de la música. Robert Laffont. París, 1969) tacha de infantiles- esconden algo de verdad, porque no puede negarse la poderosa influencia del músico húngaro sobre las generaciones posteriores de compositores e intérpretes. Desde un punto de vista cronológico, Franz Liszt fue un integrante de lo que podríamos denominar tercera generación 5 3.PM14.Matsuev.indd 5 09/04/14 11:29 romántica. Jean Chantavoine retrataba perfectamente al personaje en su biografía de 1910: “Virtuoso, apóstol, filósofo, francmasón, abate, amante, educador si no pedagogo, arrojado por Hungría sobre la Europa occidental, alimentada su inteligencia en Francia, madurado su juicio en Alemania, creyendo encontrar en Roma finalmente su patria espiritual, habiendo querido durante cuarenta años igualar y en cierto modo expresar por medio de su arte a los maestros de las demás artes como Dante y Victor Hugo, Rafael y Goethe, Byron y Miguel Ángel, Shakespeare y Lamartine.” Cualquier cosa que Liszt hiciera tenía y tiene interés. Aunque sea una obra en apariencia menor como la que hoy escuchamos. En torno a 1860 el compositor decidió poner música a dos episodios del Fausto del poeta húngaro Nikolaus Lenau (1802-1850), una obra que inspiraría más tarde a Strauss, Rabaud y Schoeck. La composición se titularía precisamente Dos episodios sobre el “Fausto” de Lenau. Es el segundo de ellos el que se ha hecho famoso, tanto en su versión para orquesta como en el arreglo para piano. No está sin embargo del todo claro para algunos autores si la primitiva versión fue para el teclado o para el conjunto sinfónico. Hay quien piensa, en contra de la opinión general, que la primera idea fue la del piano pues la obra está dedicada al virtuoso de este instrumento Carl Tausig. Este Mephisto-Waltzer nº 1 se titula Der Tanz in der Dorfschenke (Baile en el albergue de la villa) y presenta altos niveles de exigencia para el pianista. Sobre un marcato en 3/8 la introducción de quintas evoca el violín del diablo, que impone enseguida un ritmo frenético. Las semicorcheas dibujan satánicas e imaginativas figuraciones de aire caricaturesco. La sección central es más tranquila y destila un lirismo exacerbado. La inmediata combinación de los dos temas produce uno de los momentos más intensos de la obra. Al cierre de la pieza suena una danza realmente macabra. La página cuenta en definitiva la presencia en el albergue de Fausto y Mefistófeles. En medio de la fiesta este coge un violín y traza una especie de bacanal desenfrenada que termina por desembocar en una violenta orgía salvaje. Las parejas se deslizan hacia la puerta y se funden con la noche estrellada para entregarse a sus efusiones amorosas. De pronto en el bosque vecino se escucha el canto de un ruiseñor. La bacanal retorna aún más desbocada y la hija del dueño del albergue cae en los brazos de Fausto; ambos son engullidos en “un torbellino por el mar de las delicias”, tal y como Liszt dejó escrito en la partitura. Años más tarde el compositor redactó otras tres versiones de este vals, datadas en 1880, 1883 y 1885, esta última inacabada. Prokofiev: Sonata nº 7 en si bemol mayor, op. 83 La Sonata nº 7, en si bemol mayor, op. 83, es la más conocida de Prokofiev, el elemento central de las llamadas sonatas de guerra, escritas entre 1939 y 1944, la época en la que el músico decidió separarse de su primera mujer, la cantante española Lina Llubera (nacida Codina), y unirse a María Cecilia Abrámovna Mendelson, Mira. Como la Nº 8, la Sonata nº 7 está muy asociada a los dos pianistas que las estrenaron: Gilels y Richter, respectivamente. Es una obra abiertamente virtuosa que alterna el brillo casi cegador con largos episodios a media voz, con zonas oscuras de ensimismamiento y de 6 3.PM14.Matsuev.indd 6 09/04/14 11:29 pasajes doloridos. El Allegro inquieto se abre con un tema agitado de líneas rotas y acentos martellato, del que sobresalen cuatro notas, que serán muy importantes de aquí en adelante, y que aparece dividido en dos partes diferenciadas. En la primera se da curso a esa agitación, llena de ritmos excitantes y de crudas disonancias. En la segunda sección, marcada Andantino, la atmósfera cambia por completo y se torna íntima y concentrada, sin que las citadas cuatro notas dejen de hacer su aparición ominosa. El regreso a la primera parte se hace paulatinamente, en un pasaje Poco accelerando. El lenguaje es ahora más exacerbado, con un grado mayor de excitación. El movimiento concluye con el retorno del Andantino, que conduce a las sombras más completas. Antes de cerrar, no obstante, regresa la célula rítmica para concluir el fragmento en la zona más grave del teclado. La quasi atonalidad del Allegro es sustituida, en el Andante caloroso, por una más gratificante construcción armónica, no exenta de delicadeza. Prokofiev sitúa aquí pasajes imitativos de campanas encuadradas por escalas ascendentes. Tras esta sección agitada vuelve la calma del comienzo a través de un episodio que Lischké califica de hipnótico, que deja escuchar a lo lejos una suerte de misterioso carillón. El Precipitato final es una página muy célebre, caballo de batalla de los pianistas más virtuosos; una continua y martilleante cabalgada en 7/8, de curiosa asimetría. Es una especie de tocata, en la que los ritmos motores reclaman del intérprete el mantenimiento ininterrumpido de un tempo muy estricto. El efecto cataclísmico de los compases finales es auténticamente paroxístico. Formalmente, el movimiento se estructura en cinco secciones, ABCBA, donde B y C son reminiscencias del primer movimiento. La sonata, que sería estrenada, en efecto, por Richter, con enorme éxito, en Moscú en 1943, se nos revela, señala Robinson, como una “encarnación dramática de la fuerza y la impulsiva intensidad de la existencia de Prokofiev (y de Rusia) durante los años de la guerra.” 7 3.PM14.Matsuev.indd 7 09/04/14 11:29 Biografía DENIS MATSUEV Desde su triunfo en 1998 en el Concurso Chaikovski de Moscú, Denis Matsuev (Irkutsk, 1975) se ha convertido en un representante de la tradición virtuosística de la escuela rusa y en uno de los pianistas más brillantes de su generación. Desde entonces, aparece junto a orquestas como Filarmónica de Nueva York, Sinfónica de Chicago, Filarmónica de Berlín, Filadelfia, Filarmónica de Los Ángeles, Sinfónica de Pittsburg, Sinfónica, Filarmónica, Real Filarmónica y Philharmonia de Londres, Concertgebouw, Gewandhaus, Radio de Baviera, Sinfónica Nacional de Washington, WDR de Colonia, Sinfónica de la BBC, Festival de Budapest, Filarmonica della Scala, Maggio Musicale Fiorentino, Academia de Santa Cecilia, Nacional de Francia, Orquesta de París, Filarmónica de Radio France, Sinfónica NHK de Tokio, Filarmónica de Rotterdam, Filarmónica de Israel y Orquesta de Cámara de Europa. Es invitado habitual de las grandes orquestas rusas, como Filarmónica de San Petersburgo, Mariinski y Nacional Rusa. Trabaja regularmente con directores como Valeri Gergiev, Yuri Temirkanov, Mariss Jansons, Lorin Maazel, Zubin Mehta, Kurt Masur, Paavo Jarvi, Antonio Pappano, Charles Dutoit, Alain Gilbert, Leonard Slatkin, Myung-Whun Chung, Semyon Bychkov, Iván Fischer, Adam Fischer, Gianandrea Noseda, JukkaPekka Saraste, James Conlon, Vladimir Spivakov, Mikhail Pletnev, Vladimir Fedoseyev y Yuri Bashmet, entre otros. Es invitado frecuente en festivales como Verbier, Lucerna, Proms, Edimburgo, Schleswig-Holstein, Rheingau, Baden-Baden, Orange, La Roque d’Anthéron, Ravinia, Hollywood Bowl, Chopinde Polonia, Maggio Musicale Fiorentino, Montreux, Enescu, Festival del Mar Báltico y Noches Blancas. En la presente temporada, Matsuev ha actuado o actuará en recital en Boston, Washington, Nueva York, —Carnegie Hall Keyboard Virtuosos Series—, Londres —Royal Festival Hall International Piano Series—, Madrid —Ciclo de Grandes Intérpretes—, Roma, Ámsterdam —Concertgebouw Master Pianists Series— y en conciertos con orquesta en Berlín, Múnich, Frankfurt, Dusseldorf y Moscú. Siempre muy interesado por la educación y las relaciones culturales, Matsuev es presidente de la Fundación Nombres Nuevos, que apoya a los jóvenes talentos rusos y les ayuda a desarrollar su formación musical. Más de diez mil niños se han acogido a los programas de la Fundación en las distintas regiones de Rusia. Es también presidente de la Fundación Sergei Rachmaninov. Matsuev graba para RCA — ­ su primer disco El Rachmaninov desconocido, fue un gran éxito, como el que recoge su recital en el Carnegie Hall y el que presenta obras de Rachmaninov y Gershwin con la Filarmónica de Nueva York y Alan Gilbert— y para Mariinski —conciertos de Shostakovich, Rachmaninov y Schedrin dirigidos por Valeri Gergiev. Con su compatriota ha grabado también, para LSO, la Sinfonía concertante de Szymanowski. Denis Matsuev aparece por vez primera en el Ciclo de Grandes Intérpretes. www.fundacionscherzo.es www.scherzo.es PRÓXIMO CONCIERTO Yuja Wang 5 PIANO 19:30 horas Miércoles, 7 de mayo de 2014 8 3.PM14.Matsuev.indd 8 PROKOFIEV Sonata nº 3 en la menor, op. 28 CHOPIN Sonata nº 3 en si menor, op. 58 KAPUSTIN Variaciones para piano, op. 41 CHOPIN Nocturno nº 1 en do menor, op. 48 Balada nº 3 en la bemol mayor, op. 47 STRAVINSKI Petrouchka: Tres movimientos para piano 09/04/14 11:29