Copia digital - Biblioteca Virtual de la Real Academia

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DE AGOSTO DE 1 8 7 0 . — N Ü M . 29.
PABELLON MÉDIC
REVISTA
CIENTIFICA
M E D I C I N A .
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LAS VACANTES Y ANUNCIOS SE RECIBEN EN ESTA ADMINISTRACION. PUERTA DEL SOL. NÚMEROS 5, 7 Y K.
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Jaén: D. J. Pérez de Alvar, botica.—Lugo: D. Enrique Rodríguez, botica.—Palma (Mallorca): D. Pedio Antonio Obrador, botica.—Santander: D. Manuel María Ramón.—Santiago: D. Bernardo Escribano.— Valencia: D. José Bodes, boIxc&.— Valladolid: 0. Juan XneYO.—Zaragoza: Sra. Viuda de Heredia.—A/^mms; D. Ricardo Almagro, botica.
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Habana: D. Juan Antonio Gracia, calle de Aguiar, n ú m . Ib.—Puerto-Principe: D. Eduardo Pazo y Montero, librería e s p a ñ o l a . — S a n í i ^ o de Cuba: D. Joaquín Soler, botica.—PMerto-iítco; Sres. Mayans y Marsal.—Areciéo; I). Félix
S. Alfonso, doctor en f a r m a c i a . — P a r t í : C. A. Saavedra, Agencia franco-española, 55, me Taitbout.—J/c/íco: D.Juan
Buixo y compañía.
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Se hallan vacantes dos plazas de
practicantes de medicina y c i r u jía en el hospital civii de Santiago, de la ciudad de Vitoria. Las
solicitudes deberán dirigirse a l
señor secretario de la Junta D i rectiva de dicho hospital, basta
el 31 de Agosto del corriente año.
Los aspirantes serán mayores de
18 años, solteros, de buena salud
y conducta, sujetándose á un examen de aptitud ante los facultativos de servicio en dicho e-tablecimiento. Acompañarán las relaciones de méritos,servicios y certificados de conducta.—Las coiidiciones y sueldos estarán de manifiesto en el hospital,—Vitoria 25
de Julio de 1870.—?. A. de la J.—
E l vicesecretario, Vicente Cano.
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Y DEPURATIVO DE LA SANGRE
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Htce nachos años que los señores Borreil hermános elaboran, y que lo» medfeof preserile*
este remedio en España y en el estranjero.
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AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL DE LA VILLA DE YSABA,
EN EL VALLE DE RONCAL, PROVINCIA DE NAVARRA.
Este ayuntamiento ha creado un nuevo partido de médico-cirujano, para sola esta población, que consta de 220 familias, con la dotación anual de 2.730 pesetas, que una parte se pagará en especie de trigo, á fines fie Setiembre de cada un
año, y lo restante en dinero metálico y por trimestres vencidos, con habitación gratis y exención del pago de contribuciones
y de cargas vecinales. La población se encuentra bastante reunida ó aglomerada, por cuya circunstancia podrá practicarse el
servicio con poca fatiga. Los que traten de pretender este partido, que deberán ser doctores ó licenciados en medicina y
cirujía, remitirán sus instancias documentadas al alcalde que suscribe, en el término de veinte dias, contados desde está
fecha, expresándola edad que tenga el aspirante; en la inteligencia que el agraciado con esta plaza, deberá presenlarse á
tomar posesión y dar principio á prestar sus servicios en el dia 29 de Setiembre próximo venidero.
También se ha creado una plaza de ministrante para la cirujía menor, y con el cargo de la rasura, dotada con 1.000 pesetas
anuales, pagaderas parte en especie de trigo, por San Miguel de Setiembre de cada un año, y lo demás en dinero metálico,
por trimestres, siendo el agraciado libre de contribuciones y de cargas vecinales. Los aspirantes dirigirán también sus instancias documentadas, durante el mismo término arriba fijado.
Ysaba 18 de Junio de 1870.—El alcalde presidente, Juan Ballaz.
BIBLIOTECA DE EL PABELLON MÉDICO.
Todas estas obras se hallan de venta en la administración de este periódico y en las librerías
de Bailly-Bailliere, plaza de Topete; Durán, Carrera de San Gerónimo, y Moya y Plaza, calle de
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POR EL DOCTOR DON PEDRO MATA,
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MADRID 7 DE AGOSTO DE 1870.
AÑO X .
NT'JM.
440.
EL P A B E L L O N M E D I C O ,
REVISTA CIENTÍFICA
DE
MEDICINA,
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CIRUJIA
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flMANO OFTCTAT. DE LA ACADEMIA MÉDICO-QUIRÚRJICA MATRITENSE.
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LA
LA
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ANALÍTICO.
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DEL SER
QUE E N
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E F E C T O COMPLEJO DEBIDO A L CONCURSO DE V A R I A S CAUSAS TODAS N A T U R A L E S ,
V I V I E N T E DEBIDO
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DS LOS ESTADOS
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ESIALO.
LIBERTAD DE ENSEÑANZA.
ADVERTENCIA
Con el presente número recibirán gratis
nuestros suscritores los pliegos 439 y 440 de
la Biblioteca, ó sean el pliego 30 del TRATADO DE GINECOLOGÍA, CURSO LIBRE DE
OBSTETRICIA Y ENFERMEDADES ESPECIALES DE L A MUJER, por el DE. D . SANTIAGO CASAS, y el pliego 6.° del tomo I I de
LA SÍFILIS Y LAS ENFERMEDADES QUE
SE HAN CONFUNDIDO CON ELLA, por el
DR. D. BONIFACIO MONTEJO, quedando subsanada la falta que experimentaron nuestros suscritores en el número anterior.
CORREO DE LA S E M A N A ,
La cuestión palpitante, la cuestión del dia
que tiene sobrecogidos todos los ánimos, es
la guerra entre Francia y Prusia, guerra formidable, que ha de ejercer una influencia poderosa en el porvenir d é l a s naciones de Europa, y en las transacciones comerciales del
mundo civilizado.
Los hombres de Estado y los periódicos políticos siguen cuidadosamente las operaciones
militares, suman los hombres y los millones
de thalers y de francos que han de costar á
cada nación, forman cálculos acerca de su resultado definitivo, y trazan ya sobre el papel
el futuro mapa europeo: los médicos y farmacéuticos y los periódicos facultativos procuran
entretanto atenuar los efectos de la guerra,
dando, unos instrucciones para la organización del servicio sanitario, y uniéndose otros
á las ambulancias. Nuestros colegas extranjeros han rivalizado en abnegación y patriotismo,
y apenas se les ha dirigido una excitación,
han acudido presurosos al campo de batalla.
Pero en una guerra, no se trata solo de los
soldados enfermos y de los heridos por las balas y las bayonetas. Las grandes aglomeraciones de hombres son altamente perjudiciales á
la salud pública, constituyendo un peligro
constante, no solo la reunión en un espacio
limitado, de soldados sanos, sino el amontonamiento de heridos, y, lo que es peor, de cadáveres.
En lo concerniente á los hombres sanos, los
consejos de los médicos son impotentes; pero
cuando se trata de enfermos ó de heridos, la
medicina tiene derecho á la intervención: solamente el médico que ha combatido en los pueblos y en los hospitales el cólera, el tifus, la
erisipela, la infección virulenta, & . , puede
comprender con exactitud los peligros de la
aglomeración de heridos y de enfermos, y la
urgencia con que deben adoptarse las medidas
sanitarias para evitar esa causa perenne de
infección.
Será, pues, preciso que la medicina militar tenga, en la guerra franco-prusiana, valor,
paciencia y perseverancia para luchar contra
la ignorancia, las preocupaciones y las susceptibilidades gerárquicas de la intendencia. En
esa senda será secundada por la Sociedad i n ternacional de socorros á los heridos, por todos
338
EL PABELLON MEDICO.
los médicos civiles cayos servicios se han aceptado, y por la prensa médica y política.
La misma administración francesa les ha
prestado ya su apoyo, supuesto que el ministro del Interior ha dirigido una circular á los
prefectos de las fronteras del Norte y del Este
de Francia, excitando el patriotismo de los departamentos, de los municipios y de los particulares, para crear depósitos provisionales,
hospitales y casas de socorro, y asegurar de
esta suerte la diseminación de los enfermos
y heridos.
Mucho ganarán los soldados si son oidas
estas humanitarias excitaciones: cuidados en
la casa de un convecino ó en una enfermería
improvisada, se restablecerán seguramente
más pronto que en los grandes hospitales, en
los que si bien serian visitados por los príncipes de la ciencia, estarían amontonados y respirarían un aire viciado.
Hay además otra causa poderosa de infección en los campos de batalla; la que resulta
de la inhumación incompleta de los cadáveres.
Con los medios de destrucción de que actualmente disponen las naciones beligerantes, el
número de combatientes muertos será considerable, y si no se toman las precauciones
convenientes, se desarrollarán miasmas pútridos que engendrarán enfermedades mortíferas.
Para prevenir este peligro se ha propuesto la
cremación. L a Franela Médica aboga resueltameate por este procedimienfo, si bien no desconoce que es impopular. «Se ha echado en olvido, dice, que los hebreos, nuestros padres
en religión, no dudaban en encender hogueras
y precipitar en ellas los muertos para prevenir
el contagio. ¿Por qué hemos de mostrar nosotros ménos previsión? ¿No tenemos bastantes
razones para acallar nuestros escrúpulos y
aminorar nuestra repugnancia? Está un país
bajo la influencia de una epidemia: se complican las enfermedades reinantes y aumenta su
perniciosidad; sobrevienen las diarreas y las
disenterías. Si no nos ponemos en guardia,
¿quién nos preserva del cólera, del tifus ó de
una peste? La cremación; solo la cremación,
evitando las consecuencias de las inhumaciones
incompletas, puede poner á Europa al abrigo
de plagas tan mortíferas como la guerra.»
Pero esta medida, que, dadas nuestras costumbres, ha de costar trabajo sea tan popular
como en la antigüedad, presenta también en
su ejecución graves inconvenientes por el n ú mero de muertos, la magnitud de las hogueras
y la cantidad y naturaleza de los principios
7 DE AGOSTO.
gaseosos que habían de desprenderse de una
combustión hecha en tan grande escala.
La química nos ofrece medios más prácticos,
que están más en armonía con nuestras costumbres y nuestros usos, y que tienen la ventaja de oponerse á la formación de miasmas
pestilenciales. M . Julio Guerin propone se escoja para la inhumación de los soldados, un
terreno seco, permeable, fácil de sanear, y aconseja que se hagan fosas profundas: que se i n terponga entre cada cuerpo cierta cantidad de
cal viva que produzca una especie de cremación lenta y dé lugar, combinándose con las
materias orgánicas, á compuestos estables; que
se recubra la fosa con una capa de tierra bastante espesa, y que el terreno se entregue i n mediatamente al cultivo, para neutralizar los
principios volátiles que no hayan podido lijarse por la cal.
La acción de los miasmas pútridos no se
ejerce solamente en el punto en donde se desprenden; puede extenderse á grandes distancias. Esta es una cuestión de previsión internacional, que debe estudiarse con detenimiento.
La muerte engendra la muerte, y cumple á la
misión del médico hacerla impotente, ó por lo
ménos, atenuar sus consecuencias.
Nuestros comprofesores no se verán solos: el
gran Víctor Hugo se ha asociado ya á su tarea humanitaria y reparadora, y en tanto que
dos ejércitos poderosos se disponená destrozarse mútuamente, el célebre poeta dirige á las señoras de Guernesey la elocuente y conmovedora carta que trascribimos para concluir:
«Algunos hombres han tenido el gusto de
condenar á muerte á una parte del género h u mano, y una guerra terrible se prepara. Esta
guerra no es hija de la libertad, n i del deber;
es una guerra de capricho. Dos pueblos van á
matarse para satisfacción de dos príncipes.
Mientras los filósofos perfeccionan la civilización, los reyes perfeccionan la guerra. Esta será horrorosa.
Se anuncian obras maestras en el arte de
matar. Un fusil destruirá doce hombres; un cañón matará mil. No es el agua pura y libre de
los grandes Alpes lo que vá á correr en el Rhin;
es la sangre de los hombres.
Madres, hermanas, jóvenes, mujeres, van á
derramar lágrimas. Todas van á estar de duelo;
unas á causa de su piopia desgracia, otras
por la desgracia de las demás.
¡Qué carnicería! ¡Qué choque el de todos estos infortunados combatientes! Permitidme,
señoras, dirigiros una súplica. Puesto que es-
1870
EL PABELLON MEDICO.
tos insensatos olvidan en su ceguedad que son
hermanos: venid en su ayuda, preparad hilas.
Todo el viejo lienzo de nuestras casas, que
aquí de nada sirve, puede allá salvar la vida
de los heridos. Si os dedicáis todas las mujeres de este país á esa obra laudable, daréis un
gran ejemplo y haréis un gran beneficio. Los
hombres causan el daño, vosotras las mujeres
hacéis el remedio; y puesto que en esta tierra
hay ángeles malos, sed vosotras los buenos.
Si queréis, y de seguro querréis, en poco
tiempo se puede reunir una cantidad considerable de hilas. Haremos de ellas dos partes
iguales, y enviaremos una á Francia y otra á
Prusia.»
B. ONOFRE TRILL.
SECCION
CIENTÍFICA.
PAPEL QUE DESEMPEÑAN LOS ALIMENTOS
EN LA. DIGESTION.
Si la digestión es hoy un fenómeno perfectamente definido, en cambio las funciones que
desempeñan los alimentos, una vez metamorfoseados por su contacto con los fluidos digestivos, se nos presentan revestidas de mucha
oscuridad y de cierta confusión.
Al químico y al fisiólogo interesan igualmente el conocimiento del mecanismo de estas
funciones, y el de las trasformaciones que sin
duda alguna deben sufrir las materias alimenticias, antes de volver á su forma primitiva,
agua, ácido carbónico y amoniaco, cuyo resultado final, que no se conoce, es la producción de la fuerza, bien sea bajo la forma de
calor ó de movimiento. Pero el químico y el
fisiólogo se pierden cuando intentan seguir las
trasformaciones que debe sufrir la partícula
alimenticia, una vez que ha sido digerida y
arrastrada al torrente circulatorio; así que,
mientras Liebig cree que la fuerza mecánica
del cuerpo del hombre procede de su propia
combustión y no de la oxidación de las materias contenidas en la alimentación, Moritz,
Troube y Haidemham afirman derivar de la
oxidación de la grasa y de los hidrocarburos, y
no de la oxidación de los tejidos, de cuya ú l tima opinión participa también Donders.
Las investigaciones más recientes no niegan que la acción dinámica dependa de las sustancias azoadas, pero hacen extensiva esta
339
propiedad á las sustancias hidrocarbonadas. Y
en efecto, las conclusiones que de sus experiencias en este punto han sacado Fick, W i s licenus y Parkes, aunque no idénticas, prueban
que se puede ejecutar mucho trabajo en poco
tiempo sin hacer uso de los alimentos azoados,
y que, al contrario de lo que en su teoría supone Liebig, durante este trabajo, no solamente no aumenta la cantidad de urea expelida por la orina, sino que disminuye; de donde claramente se deduce que los alimentos azoados comparten con los carbonados esta propiedad.
Las materias azoadas no deben limitarse á
la reparación de los tejidos y producción de
la fuerza, sino que deben detener sus funciones
en la asimilación de los hidrocarburos y en la
respiración, funciones que nos son hoy enteramente desconocidas, como nos es desconocido
el modo de obrar de los fermentos nitrogenados del tubo digestivo y de la bilis.
Los cuerpos grasos como las materias amiláceas y sacarinas son también agentes productores de fuerza, como lo hemos dicho; pero son
más enérgicos como agentes de respiración ó
calorificación, dándoseles por esto el nombre de
alimentos respiratorios.
Las funciones que la grasa desempeña en el
organismo son tan numerosas, que debemos
procurar que esta sustancia forme una gran
parte de nuestros alimentos; acelera, según
Lehmann y Elsüsser, la digestión de las materias azoadas, cuya conversión en células y tejidos activa; facilita la quimificacion de los
alimentos y su absorción por la sangre; llena
los vacíos del cuerpo y redondea sus formas;
equilibra la presión exterior; disminuye el rozamiento de las partes y conserva el calor
animal.
Las otras materias carbonadas que forman
parte de nuestra alimentación, las sustancias
amiláceas y sacarinas, tienen también otras
funciones que llenar, además de las que les son
comunes con la materia grasa.
En efecto, la trasformacion de la íécula en
glucosa dá origen al ácido láctico que se encuentra siempre en el estómago, y que tan importante papel parece desempeñar en la d i gestión. También derivan de ella los ácidos
butírico, fórmico y acético, que se encuentran
en la traspiración y cuyas funciones todavía
desconocemos.
Por último, esta clase de materias intervienen también en la producción de la grasa, hecho del cual se habia dudado, pero cuya certeza
340
EL PABELLON MEDICO.
han comprobado Boussingault, Person, Lawer
y otros.
Respecto de las materias minerales que contienen los alimentos, tenemos, en primer lugar,
el agua, cuyas funciones principales consisten
en disolver y arrastrar los alimentos en la circulación, distribuyéndolos de este modo por
todos los órganos, y entretener la evaporación
por las vías áreas y por la piel, reemplazando
la que se consume por estas causas.
Los principios salinos figuran en general haciendo solubles las sustancias prácticas de los
alimentos para que puedan ser fácilmente
absorbidas.
Para terminar, diremos, con el Dr. Frakland:
Las sustancias que sobre todo producen la
fuerza muscular en el hombre, no son azoadas,
si bien una materia azoada puede emplearse
con este objeto. Las materiaa no nitrogenadas
que entran en la sangre ceden tanto su energía
potencial como su energía real, mientras que
las materias azoadas, separándose del cuerpo
bajo la forma de urea, arrastran una parte de
su energía potencial no consumida. La trasformacion de la energía potencial en fuerza muscular vá necesariamente acompañada de producción de calor en el interior del cuerpo aun
cuando dicha fuerza se ejercite extrictamente.
Hé aquí, sin duda alguna, el principal y probablemente el solo origen del calor animal.
E. RODRÍGUEZ.
CORRESPONDENCIA MÉDICA EXTRANJERA.
Sres. Redactores de EL PABELLÓN MÉDICO.
P a r í s , Julio de 1870.
Muy señores mios: Un doble motivo me
mueve hoy á dirigirles la presente carta: de
una parte el deseo de trasmitir á sus lectores
alguna útil enseñanza recogida en esta capital,
y de otra, el de congratularme con Vds. por el
interés y la atención con que son recibidas
aquí, por los hombres del arte, las ideas y
opiniones del distinguido oculista de Madrid
Dr. Delgado Jugo.
En efecto, el método ingenioso imaginado
por él para extraer el cristalino con su cápsula, en los casos de catarata, luándolo préviamente. ha despertado vivas simpatías en el
ánimo de los profesores, y ^sirvió de tema á
M. Meyer para hacer sobre el asunto una
lección completa, explanando ó exponiendo
las ideas del Sr. Delgado Jugo, que se hallaba
presente.
7 DE AGOSTO,
Posteriormente M . Liebreich, en una de las
conferencias clínicas que debía hacer, excitó
al profesor español á que expusiera su doctrina
sobre la terapéutica de las afecciones de las
vías lagrimales, afecciones que, como se sabe,
aunque de poca importancia en sí mismas, la
adquieren por su rebeldía ó tenacidad y por
la influencia que ejercen sobre la conjuntiva y
aun sobre la córnea, comprometiendo á veces
sériamente la vista. Es, pues, un resumen de
esta lección del Dr. Delgado Jugo lo que deseo
comunicar á Vds.
Pueden reducirse á tres las formas, ó más
bien los grados que presenta la enfermedad
en cuestión. I.0 Estrechez ú obstrucción i n completa de los conductos lagrimales ó del
canal nasal, que se revela por simple lagrimeo. 2.° Inflamación dé la mucosa del saco,
que mezcla su secreción moco-purulenta á las
lágrimas que lo distienden, y que se vacía
por los puntos ü orificios lagrimales cuando se
le comprime. 3.° La perforación de la pared
anterior del saco, que puede producir la formación de la fístula llamada lagrimal.
En el primer caso, con tiempo y paciencia
se consigue la dilatación de los conductos, sea
por las inyecciones repetidas, hechas con la
jeringa de Anel, sea por el cateterismo practicado por los puntos lagrimales, desbridándolos,
según el método de Bowman.
Inútil seria recordar que el procedimiento
que consistía en el empleo de gruesas sondas introducidas por el orificio inferior del canal nasal, destruyendo, por consiguiente, la
válvula que ahí existe, es ya completamente
inusitado.
Hasta aquí parece que todos están de
acuerdo en cuanto al tratamiento; pero no sucede lo mismo en el segundo caso, cuando el
saco forma un verdadero absceso, pues mientras que los unos se empeñan en querer restablecer el curso de las lágrimas por las vías
naturales, otros, y el Dr. Delgado Jugo es de
estos últimos, destruyen el saco por la cauterización, impidiendo ó renunciando para siempre al paso de las lágrimas del ojo á las fosas
nasales. H é aquí cómo debe precederse, según el citado profesor.
Debe abrirse el saco con un bisturí agudo
y de lámina estrecha, inmediatamente debajo
del tendón orbicular, que se hace aparente
distendiendo hácia afuera la comisura ó á n gulo externo de los párpados; por dicha abertura ó incisión se introduce un pequeño cono
de esponja preparada, que á la vez que dilata
el saco y su abertura cutánea, lo que facilita
las aplicaciones ulteriores del cáustico que se
emplee' modifica profundamente la membrana
mucosa, haciéndola más sensible á la acción
del escarótico, y por consiguiente, más apta á
una pronta adhesión.
La esponja se cambia todos los días, y es á
los dos ó tres cuando se procede á la cauteriza-
cion. En lugar del cauterio actual, cuyo manejo no deja de ser difícil, el Dr. Delgado Jugo
dá la preferencia á los cáusticos potenciales, y
especialmente al nitrato ácido de mercurio, que
emplea empapando en él una bolita de hilas ó
un pedacito de esponja, que se introduce por
medio de unas pinzas finas, para tocar bien
todo el interior de la mucosa del saco, sin olvidar la parte inferior—y esto es capital—es
decir, la porción situada por encima del tendon del músculo orbicular. Si fuese preciso, se
repite la cauterización en los dias siguientes;
pero una sola, bien hecha, suele bastar generalmente.
Si existe ya un orificio fistuloso, el tratamiento es el mismo; se dilata préviamente dicho trayecto, hace luego la dilatación con la
esponja, y se emplea después la cauterización, como he dicho antes.
Según el Dr. Delgado Jugo, el resultado de
este procedimiento no puede ser más satisfactorio. E l saco se oblitera totalmente, la piel
se adhiere á los huesos subyacentes, y la c i catriz que queda es realmente imperceptible.
Las lágrimas se evaporan como en el estado
normal, en la superficie del ojo, y es únicamente en las emociones morales que provocan
una hipersecrecion transitoria, cuando es preciso enjugarlas, para impedir que corran por las
mejillas.
Supérfluo es agregar que el auditorio, compuesto de les médicos extranjeros que frecuentan el dispensario de M . Liebreich, escuchó con gusto y atención manifiesta al profesor español, y lo vio enseguida poner en
práctica sus principios en varios enfermos que
operó á instancias de M . Liebreich.
Hasta aquí mi papel de narrador. Si yo
hubiera de emitir alguna opinión en esta materia, todavía tan debatida y tan cuestionable,
diría tal vez, con M . Giraud-Teulon, que este
método, bueno para los climas meridionales,
donde las lágrimas pueden evaporarse prontamente, no convendría quizá en los países
frios. Pero estas son cuestiones que solo la
práctica de los oftalmólogos, basada en observaciones y en estadísticas exactas, está llamada
á resolver.
A . POSADA ARANGO.
PRENSA
341
EL PABELLON MÓDICO.
1870
MÉDICA
EXTRANJERA
A c c i d e n t e s que determina l a leche a z u l .
En ciertos estados mórbidos todavía mal definidos, la leche de vacas se cubre, al cabo de algún tiempo, de manchas
azules, que teniendo primeramente las dimensiones de
una cabeza de alfiler, van aumentando después de tal modo,
que tienen al cabo de algunas horas un diámetro de cerca de
un centímetro; dos dias después de la extracción se halla cubierta de una capa de un azul intenso; la mancha aumenta
también en profundidad y se prolonga hasta el cuajo de caserna. Esta leche azul se agria más pronto que la otra, pero
se coagula más difícilmente; la crema tiene olor á rancia.
Esta coloración azul es debida á un hongo microscópico,
que ha sido descrito alguna vez como un vibrión, porque
parece quiere referirse al hongo ordinario del moho, al
penicillium glaucum que más comunmente se halla en la
leche agriada. Su coloración azul parece debida, seguu
MM. Kurstemberg y Erdmann, á una trasformacion de las
sustancias proteicas en un compuesto de anilina bajo la influencia del microfito; por otra parte, al lado de estos hongos
azules se ven otros rojos, amarillos, y algunos enteramente
incoloros; sin embargo, la sola presencia del hongo no explica la coloración azul, vá siempre ligada á un estado de
enfermedad de la vaca, que sin duda facilita la descomposición de la caseína en anilina.
Alguna vez el hombre ha podido tomar la leche azul sin
otro inconveniente que un poco de mal sabor; sin embargo,
M. Mosler ha notado en los individuos de una familia envenenada por este líquido los accidentes siguientes: abatimiento considerable, malestar, lengua cargada, mal olor en
la boca, excitaciones frecuentes, dolor en el epigastrio. Habiéndose alimentado conejos con esta leche azul, han contraído una diarrea disentérica y han enflaquecido rápidamente.
Hecha la autopsia, se ha hallado en los intestinos el hongo
de la leche en número considerable, y en diversos estados
de desarrollo, y también numerosos bactérios agitándose en
el líquido intestinal.
Propiedades
fisiológicas
de los nitritos.
Según M. Babuteau, pueden reducirse á los tres puntos
siguientes:
1. ° Los nitritos se oxidan en la economía trasformándose
en nitratos. Si la dosis sugerida es débil, 1 gramo, por
ejemplo, estas sales se eliminan totalmente al estado de nitratos; si la dosis es grande, se eliminan parcialmente en el
estado de nitratos. Las glándulas salivares parecen eliminar
estas sales con mayor facilidad que los ríñones.
2. ° Los nitritos son peligrosos á ddsis relativamente poco
elevadas. En efecto, 3 gramos de nitrito de sodio inyectados
en las venas de un perro, le han dado la muerte. Es la sal
nitrito la que produce la muerte, no el metal, porque se sabe
que el sodio combinado con un metaloide poco activo, se
comporta como un metal inofensivo.
3. ° Es permitido colocar á los nitritos entre los venenos
de los glóbulos sanguíneos, á los que hacen impropios para
la hematosís. La consecuencia de este hecho debería ser
una disminución de la urea; sin embargo, esta disminución
no se hace constar en el hombre después de la ingestión de
una débil dósis de nitrato sódico.
H i d r a t o f ó n i c o soluble.
El hidrato de peróxido de hierro soluble, preparado por
Koehler y Hornemann presenta grandes analogías, si no es
342
EL PABELLON MEDICO.
7 DE AGOSTO.
idéntico, con ¡a modificación soluble del hidrato fénico, descubierta por Pean de Saint-Gilles. Sin embargo, se obtiene
en condiciones diferentes; se mezclan pesos iguales de solución de perclodaro de hierro, conteniendo l o por 100 de
hierro y de jarabe simple; se añade rosa caústica hasta que
el precipitado que se forma se redisuelva; el líquido filtrado
se diluye en una gran cantidad de agua y se hierve. En presencia de una sal neutra, el cloruro de sodio, el peróxido de
hierro se precipita bajo su modificación soluble; se le recoge
sobre un filtro, se le lava y se le deseca en baño de maria.
nos, se va justificando cada dia m á s , y se impone casi
exclusivamente á los autores de atentados excepcionales,
alevosos ó infames. Se ha hecho ya, pues, lo que el buen
sentido práctico aconseja; y lo poco qne resta que hacer
se hará pronto también, según espero. Lo único que resta por hacer en esta lúgubre materia, es no prolongar
días y más dias la agonía del reo, no darlo en espectáculo á las turbas, no hacerle subir á un aparato ridículo,
no dar ocasión á que tal aparato se convierta quizás en
teatro de estúpida heroicidad, ó de odioso cinismo, cual
El polvo que se obtiene así es soluble en el agua, en el no pocas veces ha acontecido. Ejecútese al criminal en el
jarabe simple y en la glicerina. Bajo esta forma, la adminis- patio ó en la azotea de la cárcel, con asistencia de los
tración del óxido de hierro presenta grandes ventajas; esta funcionarios judiciales mas indispensables y de ios reclupreparación carece de sabor, siendo, por lo tanto, aceptada sos ó penados; anestesiéseles, si se quiere, como han emsin repugnancia y absorbida fácilmente. Es preciso guardarse pezado á hacer en los Estados-ünidDs (1) opérese la asde introducirle en medicamentos que no tengan tanino. Se fixia mortal por el procedimiento más rápido, m á s fulmíle ha ensayado con buen éxito en los casos de envenenamiento nico y ménos sangriento; expóngase el cadáver al público, durante media hora, en la capilla de la Casa, y luego
por el arsénico.
una campanada funeral anunc:e ai pueblo que la Sociedad cuenta con un enemigo ménos !
P r e p a r a c i ó n d e l j a r a b e de violetas.
Ahí tenéis, bien que en esbozo ( único trazado que perSegún Bouilhon, puede prepararse en todo tiempo, con mite la naturaleza de un breve discurso) las bases funpélalos de violetas bien desecados, un buen jarabe que puede damentales de mi plan curativo de la criminalidad en sus
rivalizar con el preparado con los pétalos frescos.
formas más alarmantes y m á s peligrosas.
Se infunden durante cuatro horas 2 gramos de pétalos
Reclusión carcelaria de muy corta duración;—fallo vkde violetas cuidadosamente desecados en 100 gramos de pido, siquiera sea provisional;—pase inmediato i nxi peagua destilada y cerca de o miligramos de ácido cítrico; nitenciario ^ donde permanecerá el criminal, no como suse pasa al través de una tela préviamente lavada con agua friendo una pena, sino sometido, por el tiempo necedestilada, se vierte todavíg un poco de agua sobre el j sario, á los procedimientos activos de su reforma moresiduo, y se exprime de nuevo á fin de obtener 100 gra- ral;—relegación, por tiempo igualmente indeterminado,
mos de líquido. Se añaden 180 gramos de azúcar blanco, en los casos de que la reforma moral sea muy lenta, d i que se disuelven á un calor suave.
fícil, ó imposible;—y, en los casos de feliz éxito, una convalecencia, representada por unos cuantos meses ó un
año de libertad p r m s i o n a í , bajo la inspección tutelar de!
L i n i m e n t o c o n t r a las quemaduras (BEASLEY.)
Padrino ó protector del penado, seria una última prenda
de seguridad de que la curación es completa, si no radical.
Agua de cal
200
Glicerina
50
Hidrolato de rosas.
Goma tragacanto en polvo
80
10
Se hace un mucilago con la goma tragacanto y el agua de
cal, al que se añade después el agua de rosas y la glicerina.
REVISTA
DE
ACADEMIAS.
D I S C U R S O
LEIDO ANTE LA ACADEMIA DE CIENCIAS MORALES Y
POLÍTICAS, POR EL ILMO. SR. D. PEDRO FELIPE ÍMONLAU, EN SU RECEPCION PÚBLICA, EL DOMINGO 22 DE
MATO DE 1870.
/'Conclusión.J
(1)
Respecto de esa tan debatida cuestión, han obrado ya
sus naturales efectos la civilización y la suavidad de costumbres: la pena de muerte se va aplicando cada dia m é ,1) Váase uuestro número anterior.
Algo podria, sin duda, esperarse del planteamiento
completo de este sistema; pero debo añadir también que
más que de los métodos curativos espero yo de los m é todos preservativos. Sigue aquí todavía ia semejanza y
paridad entre la Medicina moral y la Medicina física. En
esta última vale más evitar, conjurar las causas morbosas, que haber de curar los estragos causados. La Higiene es, ha sido, y será eternamente, más segura, más barata y más eficaz, que la Terapéutica. Las más recientes
estadísticas generales, sobre la mortalidad de los hospitales, y sobre las curaciones en ellos obtenidas, han demostrado que estas últimas son más numerosas, y la mor-
(1) La anestesia aplicada préviamente á la ejecución
de la pena de muerte se ensayó por primera vez, el 8 de
Enero'de 1869, en los Estados-Unidos (Estado de NuevaYorck). A l reo Guillermo Carswell (condenado á muerte
por el doble crimen de violación y asesinato) se le puso
debajo de la nariz una esponja embebida de cloroíormo.
Después de unas cuantas aspiraciones se fué anestesiando, y luego de obtundida completamente la sensibilidad,
se le cubrió la cabeza y cara con el gorro negro, entregándolo á la acción del verdugo.
1870
EL PABELLON MEDICO.
talidad inferior, en los Hospitales de mejores condiciones
de salubridad y de más esmerado régimen higiénico, i n dependientemente de la ciencia de los Médicos de visita,
y de los diversos procedimientos operatorios, métodos ó
sistemas curativos, por éstos profesados.—En la guerra
de Italia (año 1859), el tifo castrense diezmó, cual de costumbre, á los Ejércitos beligerantes; y el doctor Scrive,
que vió la pestilencia de cerca, y redactó luego su historia, exclama con profundísima convicción: «Sepa todo el
mundo que no tanto se necesita Terapéutica como Higiene, mucha higiene, siempre higiene en grande escala h
! STATISTIQUE de la Guerre d' Italie, pp. 766-68.)—Lo
mismo digo yo del tifo moral llamado criminalidad: santa y buena es la justicia coercitiva, pero mejor es todavía
la preventiva. Por eso he indicado ya como primera base
de mi proyecto el establecimiento de una Policía j u d i c i a l .
Para cometer un atentado no basta, en efecto, la voluntad del criminal, sino que además son necesarias la ocasión y la facilidad de realizar la determinación de cometerlo; y una Policía judicial bien organizada podría conjurar un sinnúmero de esas ocasiones, y de destruir m u chísimas de esas facilidades para la ejecución del mal.
Pero la Higiene de la criminalidad reconoce, por otra
parte, un principio mucho más elevado, unos fundamentos mucho más sólidos, que la represión oficial preventiva. ¿Dónde reside ese principio? ¿Dónde están esos fundamentos?
En la caridad, en la ley del amor, en esa
ley que es para el mundo moral lo que la ley de la atracción para el mundo físico. Apenas hace un año ( e l 30 de
Mayo de 1869) que uno de vuestros m á s probados veteranos, y compañero mió también en otra Academia, cuya primera silla ocupa (el Exctno. Sr. Marqués de Molins), contestando al excelente discurso de recepción
del limo. Sr. D. José Lorenzo Figueroa, dijo, con todas
las galas de elocución que le son propias, y demostró,
con cuanta evidencia puede desearse, que en el Evangelio
está la cla.?e del verdadero socialismo. Pues bien; yo tengo para mí que la clave de la preservación de la criminalidad, ó sea de su reducción á límites tolerables (porque
la preservación absoluta no es posible), está en un libro mucho ménos voluminoso, en un libro chiquito por su tamaño, pero grande por las altas verdades y magistrales soluciones que contiene, en el librito quo todo el mundo
conoce con el título de Catecismo de la Doctrina, cristiana. Allí, allí está indicada la Higiene, no solamente de la
criminalidad, sino de todas las demás enfermedades sociales: allí se desenvuelven con admirable sencillez y lisura las aplicaciones capitales de la ley de amor; allí, en el
resumen de los preceptos del Decálogo, y en la enumeración de las Obras de misericordia, está sintetizada toda
la Higiene social.
Empecemos por dar de comer a l hambriento, que es decir, por remediar la indigencia y la miseria física, poderosísima causa de gran número de atentados contra la
propiedad y contra las personas. Pero remediémosla con
verdadero amor, y con espíritu de caridad, porque eso de
hacer con los pobres y los desamparados lo que hacemos
343
con los criminales, esto es, quitárnoslos de delante para
que no nos importunen, y acorralarlos y hacinarlos en
Casas más ó ménos salubres, no es, remediar nada; y con
nuestros pretendidos sistemas de Beneficencia pública no
se disminuye ciertamente el número de pobres, como no
se disminuye el de criminales con los pretendidos sistemas penitenciarios y las proyectadas, y nunca realizadas,
reformas carcelarias. Os he dicho antes que cada penado
debería tener un Padrino y protector personal, de la clase pudiente; ¿por qué no habia de tener también el suyo
cada verdadero indigente?
No os asuste el n ú m e r o ,
porque pasan muy poco de 25.000 los acogidos en n ú e s tros 102 Establecimientos de beneficencia; y añadidos los
20.000 penados, todavía no llegan á 50.000 los infelices á
quienes por caridad, y hasta por egoismo, debiéramos
apadrinar y socorrer individualmente. ¿Qué son 50 millares de ahijados, para los centenares de millar que somos
los aptos para Padrinos? ¡Ah! no nos avergüence,' ante la
Sociedad, la fraternidad con el criminal y el mendigo,
puesto que la profesamos ante Dios; no desmintamos como ciudadanos lo que nos gloriamos de confesar como
cristianos!
E n s e ñ a r a l que no sabe, prescribe otra de las Obras
de misericordia. Practiquésmosla, pues, con igual ardor
de caridad que la de dar de comer al hambriento. Remediemos l a miseria intelectual, que no otra cosa es la i g norancia, miseria tanto ó m á s funesta que la del h a m bre. Expropiemos de su ignorancia á las clases rudas, p o r
causa de u t i l i d a d pública, ya que no por caridad: todo
pecador no es más que un ignorante: una escuela más, una
cárcel ménos. «Ya sé yo (decia V. Duruy, ilustrado m i mistro de Instrucción pública que ha sido recientemente
sen Francia), ya se yo que las 25 letras del alfabeto no
»son un talismán que trasforma de repente á los que lo
«poseen; mas, para la mayor parte de los hombres, hay
»un vínculo necesario entre el espíritu que se ilustra y el
»corazon que se purifica.» Las Estadísticas criminales
comprueban de lleno esta verdad. ¿Tanto nos costaría,
pues, á los que, por merced de Dios y de nuestros padres,
poseemos alguna instrucción, comprometernos á dar
anualmente la instrucción elemental gratuita á un ignorante pobre? ¿No debería animarnos á hacer tan corto sacrificio, la idea de que remediando la miseria física, que
es el hambre, y la miseria intelectual, que es la ignorancia, reiiiediábamos á la par la miseria moral, que se traduce en vicio y en crímenes? (1)
(1) En el reino de Wurtemberg se siente años há, y
se sentirá de cada dia más, el provechoso influjo de la enseñanza de las primeras letras. Aquel pequeño reino se
halla hoy en el caso envidiable de que todos sus habitantes han pasado por los bancos de la escuela, iodos saben
leer y escribir, como dice en su última Estadística oficial
el ministro de los Cultos y de la Instrucción pública. Así
también, el Wurtemberg, que es el reino en el cual ha
llegado á su máximun la instrucción popular elemental,
es á la par el que ofrece menor número de atentados en
su Estadística criminal.
Verdad es que tan magníficos resultados se logran mejor en los Estados pequeños, de escasa importancia p o l i -
?!44
EL PABELLON MÉDICO.
7 DE AGOSTO.
No hay ahora cautivos en las mazmorras de Argel, peHarto se me alcanza que predico poco menos que en
ro hay en nuestro mismo país la cautividad de la miseria, desierto. ¡Si apenas cuidamos de nuestra higiene y salud
de la ignorancia y del crimen. ¡Cuan hermoso fuera que personal! si los deberes conyugales apenas se cumplen!
España iniciase la Orden de esa -redención social, á la cual si la Sociedad dominical casi no existe! si la madre procuestaría reservada gloria cien veces mayor que la que cu- ra eximirse de las cargas de la maternidad, traspasándopo á la Orden militar y hospitalaria (y luego exclusivamen- la á pechos mercenarios! si los padres alegan siempre prete monástica) de redentores, que en el siglo X I ! iniciaron textos para no educar por sí á los hijos, confiando este
los Cruzados?—Bien es verdad que algo de lo que yo de- delicado cargo á educadores retribuidos!
¿qué puede
seo despunta ya en el gran número de Asociaciones y So- esperarse entonces de todas las exhortaciones del mun' ciedades protectoras ó de patrocinio de tai ó cual clase de do, por fervorosas que sean, para que se cumplan los dadesgraciados, de Juntas, Hermandades, Congregaciones, beres de la caridad, en mal hora llamados imperfectos?
Cofradías, y otros institutos b-meficos; pero todos esos
¡Sea enhorabuena! ¿Queréis limitaros á ios deberes de
conatos de caridad no pasan de ser miniaturas, carecen justicia, á la moral negativa y estéril de no causar d a ñ o
de animación, se extienden á muy corto trecho, y en to- á n a d i e [Alteri ne Zceias),creyendo innecesaria, ó enojodos ellos falta, sobre todo, la espontaneidad del amor, fal- sa, la moral positiva y fecunda de la caridad ardiente,
ta el celo de la caridad individual, falta la convicción sinque consiste en hacer por nuestros semejantes todo el
cera y permanente de que la limosna es una justicia (co- bien que de ellos quisiéramos recibir nosotros { A l t e r i fa~
mo la llamaban los hebreos), de que no hay Sociedad po- cias quod tibi vis fieri?..... Pues entonces no os quejéis
sible sin sacriíicio, y de que las Sociedades humanas no del castigo que cabrá á vuestra frialdad y egoísmo; no os
encontrarán el alivio de su malestar y de sus enfermeda- quebréis la cabeza con proyectos de vanas reconstrucciodes sino en la apiicacion de la ley del amor, en la prácti- nes sociales, y resignaos á oir perennemente la maldición
ca de las Obras de misericordia, que fion el amor del rico, y la blasfemia en los labios del mendigo, y los alaridos
y en el respeto y la subordinación, que son el amor del de la plebe ignorante en el motin; resignaos á sentiros
pobre y del ignorante (1).
robados en el campo y en la ciudad, en la calle y en vuestra casa, por los tejados y por debajo de tierra; resignaos,
por fin, á ver brillar la tea y el puñal en manos del incentica, que en las potencias llamadas de p r i m e r orden, en
los Estados que abarcan territorios inmensos é imperan dario y del asesino.—Entonces no pidáis Terapéuticas, ni
sobre millones y más millones de habitantes, á los m á s de Higienes, de la criminalidad; entonces no esperéis n i paz
los cuales no pueden alcanzar los beneficios de la gober- social, ni vivir siquiera en mediana tranquilidad, porque
nación paternal, n i los de la administración inmediata y
directa.—El modesto reino de Wurtemberg apenas coge vivir, en su genuina y filosófica acepción, es tener seme
una superficie de veinte mil kilómetros cuadrados, y su jantes, tener hermanos, socorrer sus necesidades matepoblación no llega de mucho á dos millones (1.778,479
habitantes, según el último censo oficial); pero, en cam- riales, alftmbrar su inteligencia, rescatar de la tiranía de
bio, to ios sus moradores saben leer y escribir, la crimi- los instintos inferiores á los que son víctimas de ella, y
nalidad sigue en descenso, su deuda pública no pasa de
traerlos á la virtud, para que la practiquen, como la prac750 millones, & . No es un Estado poderoso é influyente,
pero es un país instruido, moralizado y dichoso, muy ajeno ticarán de seguro, cuando bien la conozcan, y para que
de envidiar el poder y el influjo de los Estados-mons- la palidez del remordimiento los advierta cuando por flatruos, de esos grandes y dilatados imperios que suenan
queza humana se desvien de su camino:
mucho, pero cuyos habitantes distan considerablemente
de ser tan felices como los sencillos y honrados wurtemVirtutem videant, intabescantque relicta.
bergenses.
(1) Escrito ya ;este párrafo, llega á mis manos una
¡Ah Señores! ¡Cuántas preocupaciones reinan todavía
grande autoridad en favor de m i opinión. Es la Estadísti- en el mundo moral! No son pocos los que creen que el
ca criminal de Francia, correspondiente á 1868, presentada á Napoleón I I I por su ministro Emilio Ollivier. La precepto de A m a r a l p r ó j i m o como á nosotros mismos
criminalidad aparece, por desgracia, en incremento, y el es hostil al instinto de la propia conservación: qurj tal
ministro reconoce como cosa indispensable que la cooperación generosa y eficaz de los particulares venga en precepto tiene mucho de exigente, y hasta algo de Cándiayuda de la siempre limitada acción de la justicia, repre- do. P ñ m u m m i h i ! ¡El primero soy yo! exclama nuestra
siva. Lo mismo digo yo, en virtud de una convicción pro- personalidad, entre alarmada y escandalizada.—¡Error
fundísima, aunque no haya acertado á decirlo tan bien
Dijo Francklin que si los picaros conocieran
como el actual primer ministro del emperador, en su i n - funesto!
forme acompañatorio de la referida Estadística.
las ventajas de la honradez y la probidad, serian hom«Es evidente [dice) que se manifiesta una progresión bres de bien por picardía; y á su imitación digo yo, que si
de criminalidad que tiene que preocupar á todos los que
cooperan á la obra de la justicia, ó que consultan á aque- nos convenciéramos de las ventajas que trae el amor, la
lla como á oráculo revelador del estado moral del país.
caridad, el amar al prójimo con amor igual al amor idó»El Gobierno está decidido á estudiar todas las reformas legislativas que puedan ejercer algún influjo en los latra que nos profesamos á nosotros mismos, ejerceríamos
casos de reincidencia, y especialmente los qua se enlazan
con el sistema penitenciario, y sabe que puede contar con
el celo de la magistratura, dispuesta siempre á secundarle dad, cuando se los fortifica por la instrucción, la educación de la familia y la religión.
en esta difícil obra.
»Pero la ley y la justicia represiva no tienen mas que
))JE7 concurso activo é incesante de las fuerzas públicas
una acción limitada. A todos los hombres ilustrados toca y de los esfuerzos privados, es el único que puede suavifavorecer la propagación de los sentim entos del debzr y zar las costumbres y combatir la marcha ascendente de
del honor, que son las verdaderas garantías de la morali- la criminalidad.
1870
EL PABELLON MÉDICO.
la caridad por egoísmo. Los cálculos del egoísmo salen
siempre fallidos; es una mala especulación el ser egoísta:
es erróneo hasta aquello de que la caridad bien entendida debe empezar por si mismo: aL,contrario, y mas que
os suene á paradoja, la caridad estuviera mucho mejor
entendida, y seria más ordenada y más fecunda, si empezara por el prójimo!!
¿Sabéis con cuánta usura veriamos galardonado entonces nuestro aparente sacrificio?
¿No concebís desde luego el dulcísimo, y para todos l u crativo, comercio de amor que se establecería entre los
corazones?
¿Dudáis d >que la caridad, así ordenada, re
duciria la miseria, la ignorancia, la criminalidad, y las
enfermedades sociales todas, á su extremo m í n i m u m posible? ¡Oh! no lo dudéis; y tened por seguro también, que
el gran socialista, el archi-economista, el proto-médico
de las enfermedades sociales, es el santo Autor de aquella palabra inmortal: ¡AMAOSLOS UNOS Á LOS OTROS!
VARIEDADES.
H I G I E N E .
TRATAMIENTO DEL SUDOR DE LOS PÍES
S DE LAS MANOS.
Diferentes periódicos de medicina se han ocupado de una
incomodidad de la estación, á que están sujetas muchas
personas, y han indicado diversos medios de hacerla más
soportable, y aun de curarla.
Esta enfermedad, porque en ciertas estaciones constituye
una verdadera enfermedad, es bastante frecuente, y no hay
médico á quien en el verano no le consulten sus clientes los
medios de combatirla.
Afecta á las personas que se rodean de los cuidados más
minuciosos de limpieza, y á las que los desatienden.
El Dr. Devergie dice haber visto á un joven de Burdeos
en las condiciones de fortuna más elevadas, á quien en todas
las estaciones, y sobre todo en verano, le sudaban tan copiosamente las manos, que poco después de haberse puerto
unos guantes, tenia que quitárseios, completamente empapados.
Tal estado le obligaba á no frecuentar las reuniones; así
es, que vivía retirado del trato social, ejerciendo este aislamiento una influencia dañosa en su moral, que le condujo al
suicidio, cuando apenas contaba 20 años.
En otras personas predomina el sudor de los piés. Es, á
veces, infecto, molestando tanto, que en ocasiones, no puede
dormir la mujer que padezca esta enfermedad c i la habitación en donde haya niños, sin exponer á estos á un peligro
constante. En el verano se congestionan los piés; se blanquea
la epidermis y se ablanda como cuando se meten los piés ó
las manos en agua de jabón durante mucho tiempo; se altera
el sudor; se hace irritante, cambiando de naturaleza; se escorian las carnes que están en contacto con otras, resultando
345
de todo un estado de dolores que impide, ó por lo ménos,
difleulta andar.
El Dr. Chaíllou hace, en el Journal de medÁcine practique,
respecto á la medicación que debe ponerse en uso, una observación muy juiciosa, que tiende á demostrar los peligros
inherentes á la supresión rápida de los sudores.
Todos hemos observado, en efecto, al dar la mano i personas jóvenes, sobre todo, los hechos siguientes: en unos el
cutis es suave, pero sin traspiración; en otros es seco; y en
algunos, cualquiera qne sea la estación, se nota que la piel
está húmeda y sudada.
Mirando el conjunto de estas últimas personas, es raro no
se observe la coincidencia de esa humedad de manos con
una organización más ó ménos delicada y un pecho estrecho,
lo cual consiste en que el sudor de las manos tiene grandes
relaciones con la tisis.
¿Es una práctica prudente curar ese sudor? En París, especialmente, se vende un polvo que corta las escoriaciones de
ios niños y de los jóvenes, pero esto produce malísimas consecuencias. Las escoriaciones desaparecen, y en cambio los
niños y las jóvenes caen en un estado de languidez que no
no puede combatirse; se declara la anemia, se detiene la
menstruación, sí las niñas están ya desarrolladas, y se necesitan meses, y aun años, para devolverles los colores de la
sal ud.
La supresión brusca del sudor acarrea los mismos dañosos
efectos: en realidad es una exudación útil y necesaria.
No deben, pues, prescribirse medios para suprimir el sudor,
sino para atenuarle, á no ser que un tratamiento perseverante é inofensivo destruya las incomodidades del sudor, sin
hacerle desaparecer por completo.
La práctica de ias enfermedades de la piel demuestra el
hecho de que en las afecciones secretoras los agentes terapéuticos pulverulenlos dan los mejores resultados.
Sentado este precedente, es natural aplicar al sudor de los
piés y de ias manos la forma terapéutica pulverulenta, con
preferencia á la de los cuerpos grasos y de los líquidos.
Sin embargo, no deben despreciarse por completo estos
últimos, porque deben llevarse siempre dos indicaciones:
1.° Quitar por medio de lociones los productos de las secreciones operadas en cada 24 horas. 2.° Obrar sobre la secreción.
Los líquidos destinados á las lociones, pueden tener por
base el cloruro de óxido de sodio diluido en 39° ó 29 veces
su volúmen de agua, según el estado de irritación deja piel;
el ácido fénico diluido en 500, 800 ó 1000 veces su peso de
'agua, según ios casos, y el permanganato de potasa, á SO0
ó 100°, es decir, diluido en 50 ó 100 veces su peso de agua.
Estos líquidos son á la vez disolventes y desinfectantes; el
cloruro de óxido de sodio es más disolvente que los demás;
pero el ácido fénico lleva mejor la indicación principal, al
decir de los prácticos.
Las lociones deben hacerse siempre en frío, por la mañana,
pues por la noche está irritada la piel por la marcha y la
delación de los piés en el calzado. Es menester secar los piés
antes de usar el polvo. Este puede ser de diversa naturaleza,
recomendando M. Chaíllou una mezcla de óxido rojo de mer-
3 46
7 DE AGOSTO.
E L PABELLON MÉDICO.
enrió y de subacetato de plomo, de M. Casard. Es muy activo, como lo son otros en los que entra el sublimado
corrosivo.
El subnitrato de bismuto podria tener el inconveniente
para ciertas personas, que, con el sudor, exhalan hidrógeno
sulfurado, de que la piel se teñiria de negro. No sucede esto
en la mezcla en que entra el óxido de zinc en la proporción
de 1,30 ó de 1,13.
El tanino puro y mejor asociado al almidón es un excelente
medio, pero algunas veces obra con demasiada actividad:
además, solo ejerce su acción sobre la secreción, y no posee
propiedades desinfectantes, endureciendo mucho la piel,
como sucede con todas las materias astringentes. El alumbre
se halla, por esta razón, en el mismo caso.
No acontece lo propio con el cólcotar, el cual puede mezclarse en todas proporciones con almidón. A falta de cólcotar, se emplea con éxito el ácido fénico cristalizado, si bien
debe mezclarse con 400 ó 300 veces su peso de almidón.
No es indiferente la manera de usar este polvo; es preciso
espolvorear las manos y los piés, como hacen las señoras
cuando se dan en la cara polvos de arroz, para que no se
amontone el polvo y forme con el sudor masas que son muy
incómodas y molestas. Esta operación debe hacerse cuatro
veces cada 24 horas.
Hay algunas personas que echan el polvo en el interior de
las medias; esta práctica es buena, si se mudan todos los dias.
Veamos ahora cuáles son las enfermedades para las que el
Egipto es recomendable: estas son principalmente la gota, el
asma, las enfermedades de pecho, las úlceras rebeldes, las
cáries y demás enfermedades de los huesos.
Al cabo de uno ó dos años, los gotosos experimentan un
gran alivio, la enfermedad pierde su fuerza, y los ataques son
menor en número y gravedad.
Los asmáticos se encuentran en caso igual; no obstante, se
les hacen temibles el invierno y los vientos fuertes; sobreviénenles obstinadas toses, que hacen temer á mochos verse
atacados de tisis; pero no hay tal, y como la estación de los
frios y humedades es breve, los síntomas alarmantes desaparecen como por encanto.
Tanto es así, que los tísicos que habitan los paises de
Oriente consideran el Egipto como el remedio supremo de su
enfermedad.
Acuden allí de Constantinopla, Smirna, Grecia, Italia y
Sur de Francia, y aunque no debe creerse que allí, sucumban
los tísicos, es cosa experimentada qne por lo ménos la enfermedad acorta sus pasos. Esto hace que los armenios, en
especial, concurran mucho á Egipto.
Los huéspedes de esta naturaleza suelen fijar su residencia perfectamente en el Cairo, en las poblaciones de la provincia de Suez, y eu el bajo Egipto, buscando las costas del
Mediterráneo, Alejandría, Damieta y Por-Said. Los que vuelven á su país suelen escoger para su viaje el mes de Junio.
Otras envuelven los piés en lienzos para recoger el sudor:
Este es el peor procedimiento, porque oprime el pié é impide
la traspiración.
A todos estos tratamientos es menester unir que las botas
no opriman, y si es posible, que permitan la entrada del
aire, para lo cual es indispensable hacer un calzado ad hoc.
Quizás sorprendan á nuestros lectores estos detalles minuciosos; pero estamos seguros que no serán excusados para
' las personas que padezcan la incomodidad contra la cual
proponemos varios procedimientos apropiados. Es menester
haber visto el estado moral de algunos enfermos para apreciar la oportunidad de un tratamiento bien dirigido.
BENIGNIDAD DEL CLIMA DE EGIPTO.
D.***
GACETILLA.
D e f u n c i ó n . Ha muerto D. Gregorio Labeaga, farmacéutico de Mendigorría y subdelegado del p artido j u d i cial de Tafalla. Era un profesor entendido y entusiasta
por el progreso de las ciencias médicas.
R e p a r a c i ó n j u s t a . Por el ministerio de la Gobernación se ha dispuesto, en contra de lo acordado por la
Diputación provincial de Madrid, que sean admitidos los
dementes en el Hospital general. Aplaudimos la disposición del Sr. Rivero, que pone fin á graves inconvenientes
y satisface un deber de humanidad.
Ahora que, merced á la obra inmortal de Lesseps, este
V a c a n t e . Por el ministerio de Fomento se ha disnuevo Alcides que ha separado el Asia del Africa, el Egipto puesto que se provea por concurso la cátedra de patoloestá, por decirlo así, á la puerta de casa, no será fuera de gía médica, vacante en la Facultad de Medicina de la uniproposifo tratar de la influencia benéfica de su clima en cier- versidad literaria de Valencia. También se saca á oposición la cátedra de patología general, vacante en la Facultas enfermedades.
tad de Santiago.
Hasta ahora en Europa se recomendaban como saludablesI n f o r m e sobre l a a l c o l i o l i z a c i o n . He aquí las
varios puntos como Niza, Málaga y la isla de la Madera,
nuevas conclusiones, sobre esta debatida cuestión, que ha
siendo el Egipto conocido apenas bajo este concepto.
leido M . Bergeon en la Academia de Medicina de París:
Hoy las nuevas vías de comunicación han cambiado de tal
1.° La alcoholizacion de los vinos ya fermentados,
suerte la posición de los dominios del virey, que el Cairo, cuando se hace metódicamente con aguardiente ó espíriSuez Ismailia v Port-Saíd ofrecen la misma facilidad, poco tu de vino, y en tales límites que no pase de un 10 por
más ó raénos, para ser visitados, que Bayona, París ó Marsella. 10 de alcohol en los vinos de gran consumo, es una operación que no expone á ningún peligro la salud de los
Haber recetado antes á un enfermo que respirase los aires
consumidores.
del antiguo imperio de los Faraones, era, poco mas ó ménos,
2.o Cuando la sobrealcoholizacion de los vinos comulo mismo que decirle que emprendiese un viaje á ¡os países nes, para la venta al por menor, se hace mezclándolos
agua y un 9 ó un 10 por 100 de alcohol, la Academia la
imaginarios.
1870
EL PABELLON MEDICO.
347
condena, como condena todo engaño respecto á la venta
siciones convenidas en 1864, que no habían recibido aún
de cualquiei-alimento vendido; pero ninguna prueba cienla consagración diplomática. El Consejo federal suizo h á
tífica le autoriza á decir que las bebidas así preparadas, expresado al gobierno francés los deseos de reconocer
aunque difieren sensible nente de los vinos naturales, son esas nuevas extípulaciones y de conformarse con ellas, á
título de modus vivendi, mientras duren las hostilidaperjudiciales á la salud pública.
3.°
L a Academia reconoce que la alcoholizacion de des. Una petición idéntica se ha hecho al gabinete de
filantrópilos vinos puede practicarse con todo alcohol de buena Berlín. Ambos gobiernos han aceptado estas
cas proposiciones, y se han dirigido ya instrucciones á los
calidad, cualquiera que sea su origen; sin embargo, da su
preferencia á los alcoholes que proceden del vino, no solo ejércitos de mar y tierra.
porque se aproximan más á los espíritus rectificados, sino
Otra v í c t i m a d e l á c i d o f é n i c o . La Francia Méporque teme los inconvenientes que presentaría, bajo el dica refiere un nuevo envenenamiento por esta sustanpunto de vista de los progresos del alcoholismo, el desar- I cia. Parece que una enferma, atacada de la viruela, á
rollo exagerado de la fabricación de alcoholes de trigo y j quien se la había administrado una poción que contenia
de remolachas, que ya se consumen en gran cantidad en i dos granaos de ácido fénico, ha muerto casi instantáneaestado natural,
f
mente. E l colega parisiense no garantiza este desgraciado
P r e s e n c i a d e l a r s é n i c o e n las l e g u m b r e s . El j suceso; pero, sea ó no cierto, debe servir de aviso para no
método seguido actualmente en las fábricaspara la prepara- | abusar del citado desinfectante.
clon del ácido sulfúrico por me lio de las piritas, da un proE j e r c i c i o s p r á c t i c o s de c i r u j í a m i l i t a r . En las
ducto que contiene arsénico. Este metaloide se fija en el salas de disección de la Facultad de Medicina de París se
fosfato de cal de los abonos artificiales, cuando se emplea j están dando en la actualidad cursos de medicina operapara su preparación el ácido que lleva arsénico. Después i toria, en los que los discípulos practican con los cadávede una série de experimentos, ha demostrado Davy que res las operaciones que deberán hacer generalmente en
el arsénico de los abonos era absorbido por las legumbres los campos de batalla y las ambulancias, como ligaduras,
y pasaba más tarde al interior del organismo humano. | amputaciones, desarticulaciones, & . A M . Lannelongue
Estas observaciones merecen ser repetidas, á fin de que le ha ocurrido la idea de tratar á balazos á los cadáveres,
sirvan en las investigaciones médico-legales. Explican fá- | á fin de acostumbrar á los discípulos á buscar las balas
cilmente el hecho demostrado por Orfila, de que es posi- j en el interior de los miembros ó en el abdómen y extraerble hallar arsénico en los individuos fallecidos de muerte ; las. Con este motivo se ha puesto en uso un instrumento
muy sencillo, que está llamado á hacer grandes servicios
natural.
D e t e r m i n a c i ó n de l a m u e r t e aparente. El doc- j á la cirujía militar, supuesto que indica con seguridad la
tor Laborde, antiguo interno de los hospitales de París, presencia, en los tejidos, de un cuerpo extraño, sea ó no
ha publicado una Memoria sobre algunos fenómenos físi- metálico; su naturaleza, la dirección que ha seguido y su
eos de la vida y sobre su aplicación á la determinación • profundidad, esté ó no abierta la herida. Como se vé, el
de la muerte aparente y de la muerte real. Las investi- aparato no puede ser más completo.
gaciones de nuestro cofrade parisiense son muy curiosas
E l b r o m u r o de potasio en e l s o n a m b u l i s m o .
y dignas de llamar la atención. Se apoya en un experi- ; Según refiere un periódico italiano, una mujer casada
mentó hecho casualmente y que ha conducido á averi- | padecía durante el sueño, dos ó tres veces por semana, acguar que una aguja de acero pulimentado introducida en cesos de sonambulismo, que la obligaban á levantarse de
la carne de un individuo en el estado de muerte aparen- la cama y hacer las labores que la habían impresionado
te, se oxida en un tiempo determinado, mientras que i n - I durante eldia precedente. Después de media hora de idas
troducidaen la carne deuncádaver no se oxida. Combinan- ! y venidas caía en un sueño profundo y prolongado, no
do este experimento, con experiencia de la t e r m o m e t r í a y i acordándose de nada al dia siguiente, sí bien experimende la galvanización, M . Laborde cree haber descubierto un \ taba cierto abatimiento. El Dr. Luis la sometió al tramedio de distinguir fácilmente la muerte raal de la apa- i tamiento del bromuro de potasio en la cantidad de 2 grarente y evitar por consiguiente la siniestra eventualidad mos en 75 de agua por dia, elevando gradualmente l a d ó de enterrar á una persona viva.
sís hasta seis gramos para volver á la dosis primitiva. Los
T r o c a r aspirador. El profesor Van-den-Corput, de accesos disminuyeron notablemente y terminaron por comBruselas, ha reclamado, en una comunicaciónleida en la pleto al cabo de dos meses. El Dr. Pelizzo ha obtenido los
Academia de Medicina de París, la prioridad de invención mismos buenos resultados en una niña de ocho años, que
5T de aplicación del trocar aspirador introducido poco há se levantaba durante el sueño, andaba por la habitación,
en la práctica por M . Dieulafoy. En concepto de la comi- I abría un armario, y después de comer, se acostaba sin
sión nombrada al efecto, Van-den-Corput está autoriza- i darse cuenta al dia siguiente de lo que había hecho. Tado para revindicar la prioridad de dicho instrumento, en | les resultados confirman el éxito de este medicamento
el cual M. Dieulafoy solo ha introducido ligeras modifi- | contra el insomnio de los niños, y prueban que todas las
caciones que no constituyen siquiera un perfeccionamien- j excitaciones análogas pueden combatirse por este medio.
to. Parece que M . Dieulafoy no conocía este instrumento
L a t e l a de P e n é l o p e . M. Ly habia propuesto, painventado por el profesor de Bruselas, al que también se ra obtener grandes cantidades de hilas, el medio de ocuhabían anticipado, al menos en cuanto á la idea, M. Lau- par en este trabajo á los acogidos en los hospicios y los
gier y M . Guerin, autores de las geríngas hipodérmicas. hospitales. A nosotros nos parecieron peligrosos para tal
objeto los hospitales, y aceptamos de buen grado la
Disposiciones h u m a n i t a r i a s . En el mes de Octubre de 1868 se encargó á ana comisión reunida en Gine- idea de los hospicios. Pero M. Duraont y M. Hardon, que
bra preparase un proyecto de artículos adicionales al con- han hecho un estudio especial de las hilas, combaten el
venio de 22 de Agosto de 1864, que indicamos en nues- proyecto de M . Ly, asegurando que la confección de las
tro número anterior. Dichos artículos tenían particular- hilas debe hacerse en condiciones de limpieza que no ofrecen los hospicios, ni los hospitales, ni las cárceles, á canmente por objeto hacer extensivas á la marina las dispo-
348
EL PABELLON MÉDICO.
sa del estado anthigiénico de las personas que los habitan y del viciamiento de la atmósfera. En opinión de los
citados colegas, tal procedimiento de fabricar hilas seria
económico, pero daría lugar á la trasmisión de enfermedades contagiosas. Mañana descubrirá un químico un
desinfectante poderoso para purificar los trapos y los
hospicianos, y volverá á estar en alza el proyecto de M. L y .
¡Es el continuo tejer y destejer de la mujerj de Ulises!
P r i n e i p i j a c t i v o d e l t é . El análisis ha demostrado
que el t é contiene los mismos principios azoados cristalizables que el café y el cacao. M. Leveu ha tratado de
averiguar si es idéntica su acción fisiológica, resultando de
sus observaciones, hechas con ranas y conejos de Indias,
las siguientes conclusiones:
l.o Los efectos fisiológicos no son idénticos.
2.o L a teina es ménos tóxica que la cafeína, debiendo
doblar la dosis del primer alcaloide para obtenerlos efectos del segundo,
3. ° La teina produce en las extremidades movimientos convulsivos que no se han observado con la cafeína.
4. ° Hay identidad bajo otros respectos: ambos excitan
el corazón y los movimientos respiratorios, aumentan la
tensión arterial y estimulan los centros nerviosos, el cerebro y la médula espinal.
A n e s t é s i c o r e s u c i t a d o . El clórido de etelideno
( C4 H4 CL2 ) que O. Liebreich ha empleado sin éxito
en la clínica de Laugenbeck (Berlín) en el concepto de
un anestésico huevo, es un producto químico conocido hace
tiempo, cuyo descubrimiento reclaman los periódicos i n gleses. Según la Lancet, es el monocloridato clórido de
etilo, introducido por el Dr. Sunow, y usado en muchos
operados desde 1851. Es un líquido oleoso muy parecido al cloroformo en sus propiedades físicas. Tiene un
olor agradable, hierve á los 136° de Far. Sunow creia qae
este producto era ménos tóxico que el cloroformo; pero
la dificultad de obtenerle puro y en gran cantidad, fué
causa de que cesase &u uso, reapareciendo aho -acon otro
nombre en Alemania.
R e l o j de las aves. La hora en que suelen abrirse
algunas ñores ha servido para formar un reloj de Flora,
y ciertamente puede obtenerse un resultado análogo observando el canto de algunos pájaros, por ejemplo.
El gallo vigía, d'3 las aldeas, entona su contrapunto á
la media nOche.
E l ruiseñor canta hasta la una, en que. cesan por algún
tiempo los gorjeos de la dulce Filomena.
E \ p i n z ó n deja oir sus trinos de una á dos.
La alondra de cabeza negra, émula del ruiseñor, presagia la venida de la llorosa cónyuge de Titon de dos á
dos y media.
La codorniz lanza su canto regocijador de dos y inedia
á trsSi
La alondra de vientre rojo principia su cantinela á las
tres y media, alegre con la luz del crepúsculo.
El m i r l o negro, burlón dilettanti, da principio á sus
sonatas, remedando las nuestras, de tres y media á cuatro:
cuéntase que un mirlo que se escapó de un cortijo de Andalucía, enseñó á entonar las playeras á todos los mirlos
de la comarca.
El abejaruco da al viento su monótono canto de cuatro y media á cinco.
En fin, de cinco á cinco y media salta el perezoso gorrión, ese atrevido volátil, y viene á darnos los buenos dias
á nuestros balcones y ventanas, alegre y juguetón.
7 DE AOOSTO.
/ Agradable reloj de q ue todos pueden hacer uso, y no
sujeto á descomposiciones ni roturas!
L a n c e t a z o s . Hace pocos dias sorprendimos en uno
de los barrios bajos el siguiente diálogo entre dos mujeres, una de las cuales tenia á su marido gravemente enfermo:
—Chica, Pepa, ¿cómo está ese?
—Mujer, el médico le ha encontrao mucho mejor, pero yo entoavia tengo esperanza.
Un loco del hospital de Zaragoza tenia la manía de
decir que era la Santísima Trinidad.
Escapóse en una ocasión, y una r ó n d a l e encontró agazapado en un portal, y con el vestido completamente hecho girones.
—¡Quién vive! dijo uno.
—La Santísima Trinidad, respondió.
—¿Cómo es que vá tan andrajoso, siendo la Santísima
Trinidad? le objetaron.
—Porque somos tres á romper, replicó el demente.
El Courrier Medical ha analizado y elogiado la obra
del Dr. Mourier, de la Facultad de Medicina de París,
sobre el Tratamiento de la gota adquirida ó hereditaria.
(Delahaye, editor, place de L'Ecole de Medecine, París:
precio un franco.)
Este tratamiento nacional obtiene cada dia los más fe lices resultados.—De modo alguno empírico, como los que
por desgracia se usan todavía, no contiene ninguna sustancia tóxica, basándose en los verdaderos principios de
la ciencia moderna; en suma, el doctor Mourier se inspira, en nuestro concepto, en los principios del eminente profesor Trousseau.
Este tratamiento es mensual, sencillo y no ocasiona
ningún desarreglo. Consiste en el uso sucesivo de varios
medicamentos admirablemente combinados, y tiene por
efecto casi inmediato la desaparición de las nudosidades
gotosas, el alejamiento de los accesos, en fin, la cura.
El Courrier MédÁcal llama particularmente la atención
d é l o s médicos sobre este nuevo modo de tratamiento, y
creemos prestar un verdadero servicio á los gotosos d i ciéndoles que se vende en esta corte, en las farmacias de
los Sres. Borreil hermanos. Moreno Miquel, Escolar y
Sánchez Ocaña; por mayor, en la Agencia, franco-españ o l a , Sordo, 31. (Véase el anuncio).
RESUMEN. — ADVERTENCIA.—COEREO DE LA SEMANA.—SECCIÓN
CIENTÍFICA: Papel que desempeñan los alimentos en l a dig-estion.
CJREESPONDENCIA MÉDICA EXTRANJERA.—PRENSA MÉDICA EXTRANJERA.—REVISTA DE ACADEMIAS: Discurso leido ante l a Academia
de Ciencias Morales y Políticas, por el limo. Sr. D. Pedro Felipe
Monlau, en su recepción pública, el domingo 22 de Mayo de 18~0
[conclusión).—VARIEDADES: Higiene. Tratamiento de los sudores
de los pies y de las manos.—Benignidad
del clima de Egipto.—
GACETILLA.
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que la afección local, sin po er destruir el
gérmen, y que en una paiabra, obraban sobre los efectos sin alcanzar la causa.
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siempre victoriosamente los vicios de la
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P L U S
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P I L D O R A S D E P U R A T I V A S DE C H A B L E
Verse y instrucción qui acompañas Cada uso Curativoi
Sipop d u
A V I S O
Carlsbat representa en primer término las fuentes alcalinas y salinas.
A LOS
Las fuentes de Carlsbat conservan, sin contradicción alguna, el primer puesS*» H é d í e o m ,
to entre las aguas minerales, no solo por su superioridad, sino por su eficacia.
Las aguas de las fuentes de Carlsbad, tomadas frías, son mucho más eficaces
Curas, Catarros, Tosse, Coqtiéluches, Irílaque cuando son calientes.
ciones de los bronquitos y todos los enfermeEl uso de las aguas frias de las fuentes de Carlsbad es excelente para las
dades de restomago, es un remedio igualmente
curas primitivas, en los casos de polihemia, o para las personas que sufren
bueno para niños, como para adultos.
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de extreñiniientos persistentes d crónicos.
fotritrCEABL&
36.
cali*
Vivim**,t»
Patü
El embotellamiento, el embalaje y la expedición de las aguas m i n e r a l e s
Depositus eu M a a n d : Moieuu Miquel, Bord e S p r u d e l , de la s a l d e S p r u d e l , del j a b ó n de S p r u d e l y de las
rell, Escolar, Sánchez Ocaña y Ortega. L a
p a s t i l l a s de S p r u d e l , son exclusivamente hechos por
Agencia franco-española, Sordo, 3 1 , sirve los
H e n r i Mattoni,
pedidos. Provincias, sus depositarios.
á la dirección y expedición de las fuentes de C a r l s b a d (Bohéme).1
Las aguas y productos de las fuentes de Carlsbat, se encuentran en casi todas las farmacias y los depósitos de aguas minerales.
ERGOTÍNA-BONJEAN.
P . D . Tengo'el honor de prevenir á los Sres. Dres. en medicina, que ponMedalla de oro de la sociedad de farmacia
go á su disposición las aguas, tomadas gratuitamente en la fuente, y que los
de París. -Seg'un opinión de los más célebres
pedidos directos que se sirvan hacerme para el uso particular de las farmamédicos, las Grageas de Ergotina se emplean
con el mejor éxito para facilitar el trabajo de
cias, les serán expedidos con una rebaja excepcional.
N.0 3228.
parto, contra las hemorragias, la obstrucción
del útero, la metrorrágia. la epistaxis, las disenterias y diarreas crónicas, etc., y !a ÍOZMeion de Ergotina á un décimo (Ergotina 10
gramos, agua 100 gramos) es el hemostático
más enérgico conocido.
Depósito general en la Farmacia, rué de
C O N T R A
L A G O T A Y
E L
R E U M A .
Abuukir, 99. (Place du Caire), Paris.
Prescritas hace más de 30 años por to Jos los médicos de Francia, disipan los ataques
Depositarios en Madrid.—Sres. Borrell bermás violentos en 24 ó 36 horas, impiden la frecuencia de los accesos, imposibilitan
mancs. Puerta del Sol, o, 7, y 9.—Simón,
que pasen de una parte á otra del cuerpo, y las más veces curan radicalmente, como lo
caballero de Gracia, num. i . Escolar, Moreno
prueban las observaciones publicadas por MM. Chome!, Doublé, Lisfrauc, Velpeau
Miquel. D. Manuel Rodriguez, calle Mayor, y
MiqueL, Amedée Latour, etc.,—Para evitarlas faisificaciones, no deben aceptarse más
Sánchez Ocaña.
que los frascos que lleven sobre la etiqueta la firma de puño y letra de M. Alf. Lart i gue, D. M. P.
Depósito general: en París, farmacia Pelletier, r u é Jacob, 45; en Madrid, por mayor.
Agencia franco-española, 31, calle del Sordo; por menor, á 46 rs., Sres. Borrell hermaDENTICION DE LOS NIÑOS
nos. Moreno Miquel, Escolar, Sánchez Ocaña y Ortega.
nrFORGET
PILDORAS d e LARTIGUE
PASTA PECTORAL
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Infalible contra la tos, asma, catarro, bronquitis y pneumonía,
la taja 8 r5.
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E l bote 10 r>
E l jarabe del Dr Delabarre, caballero de la
Legión de Honor, médico del Hospital de h u é r fanos de Paris, premiado con una medalla de
oro; el único que ayuda la salida de los dientes
á los niños y evita' las convulsiones y demás
accidentes que generalmente son su causa; basta para esto frotar las encías de los niños con
el jarabe. Le recomendamos muy particularmente á todas las madres de familia.
Depósitos en Madrid, líorrell hermanos. Escolar, Moreno Miquel y Sánchez Ocaña. E a
provincias, en las principales tarnaacias.
Reputada soberana por los mas celebres médicos de Europa.
PARIS;
Ate
TARIN, S' Farmacéutico
Ei-inteino de los Hospitales
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DE8 PETITi-PERES,
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Depurativo refrescante superior á toda otra esencia de zarzaparrilla para las afecciones
de la sangre, el frasco 24 r».
Esencia de zarzaparilla yodurada, el frasco 24 r».
Sal vegetal, purgante refrescante, ¿a caja 6 r ' . —Véndese en todas las farmacias.
— Depósitos en Madrid, S. S. Moreno Miquel, BorreU h»», Sánchez Ocaña. — Escolar
y Ortega. La Agencia franco española, 31 calle de de Baidrich sirve los pedidos; en
provincia, sus depositarios.
r r O T A
V J v / i sX .
CURACION,PRESERVAT1VO de esta enfermedad
con el TESORO de lo i GOTOSOS del DR.
MOC-
EIEE, de la facultad de medicina de París.
—Depósito, farmacia Roux. 141. rué Montmartre, en París. En Madrid, por mayor.
Ag-encia franco-española, Sordo, 31; p^r
menor, á "70 rs. caja, Sres. Borrell hermanos, Moreno M i q u e l , Escolar y Sánchez
Ocaña.
NOTA..—Para consultas por correspondencia en español, dirigirse al D B . MouE I E K , 322, boulevard Pereire, en París.
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