eLE vó el triunvirato flor cinco años mas, se encargó Antfmio de hacer la gu erra-á los portes, volvió á Oriente, vió de nuevo á Cleopatra y se hizo su esclavo mas - apasionado que nunca. La -reina que cultivaba las letras y protegía verdaderamente las cien'CÍas, mandó reedificar la, biblióteca de Alejandrfa , para Jo cual envió Antonio desde Pergamo mudios miles de volúmenes. Son muchos 105 historiadores que aseguran que Cteopatra hablaba con faciiidad el hebreo, el árabe, sirio, etiope, griego, pártico y lntin, Aunque Antonio había vuelto á su lado, la orgullosa reina estaba resentida por su enlace. con Octavia: y para complacerla sacrificó el ciego amante su gloria y los' intereses del imperio. Hizo la guerra en Armenia sin obtener ventajas señaladas : le sorprendió en aquel país el invierno, y como se propc.iia continuar la campaüa á la entrada de la. primavera, acantonó sus tropas, Ii'JS distribuyó el dinero que le habia enviado Cleopatra y volvió á Egipto. Hizo en seguida la paz con el rey de los medos, y sonsideraudo aquella alianza como muy favorable á sus proyectos sobre la A rrnenia , intentó primeramente atraer al rey al Egipto con proposiclones amistosas, pero' sin éxito; por lo cual anunció .una segunda' guerra contra los partos. Cedió á Cleopetra la Fenicía ,la isla de Chipre, parte de la Cílícia , la Judea, la Siria y la Arabia. Estas líberalídades ir- ,CLE 523 rita ron á- Octavio: en vano quihermana reconciliarlos; partió á reunirse con su esposo, mas apenas supo Antonio por una carta de Octavia que había llegado á Greda, la artificiosa Cleopatra fingió una profunda melancolía, vertió muchas. Iágrirnas y aun se negó á tomar alimentos." Antonio no pudo resistir aquel espectáculo , y errostrando la ira de Octavio y el desprecio .de los romanos, ordenó á su desgraciada esposa que se detuviese en Atenas mandándola después restituirse á Roma y quedáudose él en Egipto ocupado en reunir los medios mas fáciles y acertados para asegurar la conquista de la Armenia. Al llegar la primavera del año siguiente (37 antes de Jesucristo) el triunviro marchó á Nicopolis: bajo pretestos especiosos atrajo alli al rey Artabazo, le cargó de cadenas, que fueron hechas de plata por respeto á 'la mageslad real y conquistó la Armeuia. Dejó sus legiones en este reino, y regreso á Egipto con un botin inmenso, llevando prisioneros al rey, su esposa, y SU~ hijos, que hizo asistir' á su entrada triunfal en Alejandrfa, Hizo también que su cautivo comnado y su familia rindiesenhomenaje.á la reina sentada en un trono á la vista ele todo el pue),10. Cleopntra había sometido de tal muriera ti su amante, que la proclamó' en seguida reina _d~ Egipto, Chipre, Libia y Calt¡,'l'Ina', juutamente con Cesarion ;~' á 1011 so su virtuosa ® Biblioteca Nacional de Colombia 524 cUt eLE tros tres príncipes sus hiiO'~, rlH yes de reyes, señalándoles lo restante de sus conquistas en la f(jr1 ma siguiente: á Ptolomeo la Siria y todo el país que se extendia hasta el Eufrates; á Cleopatra la, Ci:. renea , y á Alejandro la Armenia, la Media y todo el territorrio de la otra parte del Eufrates hasta el Indo, cuya conquista meditaba Auteni"O. Cleopatra se coronó en Alejand:ria con la, mayor solemnidad: en esta ceremonia sepresentó al lado del triunviro so-bre un trono de oro, al cual se subía por' escalones de plata. Antonio, llevaba una diadema en la frente, una cimitarra persa, un cetro y Uf} manto de púrpura recamado de oro con, broches de piedras preciosas. La reina se ostentaba á, su derecha con una vestidura de aquella tela preciosa y singular que lesegipcios destinamm exclusivamente para el ador110 de la diosa Isis , cuyo nombre quiso adoptar. El! la gradería estaban sentados todos los hijos de Cleopatra. Cesarion fue también proclamado n~!J de refes; y Antonio hizo publicar por los heraldos que este príncipe era el hijo legítimo. de Julio César ; menos acaso por' rebelar su nacimiento que por humillar á Octavio , 'q,lIe al fin no era mus que el' hijo, adoptivo. del héro.e- de Farsalia. ~ Aquel año, el 16. do su reinado, fue para Cleopatro el mas memorable de su vida. ]~I Egipto, es verdad, se acercaba (f su .ruina; pero. nunca había .sido mas opulento. y poderoso. Centro entonces de las riquezas de Africa "1 AsIa, y sapital'ttíel Oriente Alejandríll. todos les' reyes y príncipes se prosternarnn ante el esplendente trono de su. reina, y la, ofrecíaa tributos cambio. de, las órdenes que se dignaba de darles. ~nto.ni() era su primer esclavo: seducido cada vez -mas por los atractivos de su amante y por el brille de aquellas cortes, olvidó" á Bnma, su gloria 'f sus deberes. La virtuosa, Octavia; abandonada completamente por segunda' vez, tenia la grandeza de alma necesaria para recibir con distincinn y.secunda,r con su crédito á cuantos desde Egipto, iban á. Roma encargados de negoclaciones entre los dos gobiernos ó para sus asuntos partioulares: -hizo mas; Octavia resistió á ciertas insinuaciones secretas de su-hermano, y 'rechazó siempre con firmeza la idea de consentir en que sus-disgustos doméstícos fuesen causa .de otra guerra 'dril. Sin embargo, pesar de las' lágrimas y súplicas de aquella' desgraciada esposa, Octaviov cuya ambición m1JS bien que los intereses de su hermana le hacían malquistarse con .(\11"., tonio , se quejó' al scnedo de la escandalosa conducta que este observaba, del abandono en que había dejado á Oetavia , y de la desmemhrecion d'e los .dominios romanos que acababa de ordenar 1501'0 por complacer á la ambiciosa y seductora C1eopatra; y manifestó su proyecto de. vengarse f;i no daba á In república Y' ti él mis'010 la satisfuccion conveniente. El en ® Biblioteca Nacional de Colombia a eLE 'ct'l secreto de' este paso, dado' por Octavio, no 'es díñcil .de adivinar; en, Antonio veía el único y -podelOSO obstáculo que -se oponía 'á lIUS miras ambiciosas, y buscaba todas las ocasiones imaginables para desacreditarle' ante 108 romanos. Disimulaba al efecto sus verdaderos sentimientos, y adoptó 'aparentemente todos los medios á propósito para. evitar una guerra que, deseaba; pero cuya odiosidad quería 'que recayese sobre lSU competidor. Antonio por su parte arruinaba, tarnbíen su propia reputación.' Tenia muchos amigos en Italia: le escribieron dándole noticia de la 'iadiglilacion que excitaban en Berna su escandalosa amistad con Ja reina' de Egipto y la cesio n de las provincias romanas en favor de sus hijos ilegítimos: En lugar de disculparse les contestó que la grandeza romana no se manifestaba tanto por sus conquistas como por la generosa distribucion de 108 , paises conquistados; y que los héroes; aumentaban Sil- celebridad dejando en los diversos reinos de la tierra una sucesioa numerosa. «Hércules (añadía) cuyo descendiente soy, no se limitó á los laZQS del matrimonio, honró 'Con su amor á las 'bellezas mas peregrinas de las tres partes del mundo', y dejó en todas ellas herederos de su gloria, de su nombre y de su valor.» Esta orgullosa demencia ki hizo perder 108 numeresos.pareidaríos que tenia en Italia, que siguieron todos la ~rtuna de su prudente competí- !)2~) doro Es verdad que acusó á Octavio por la ínvasion de Sicilia , la destituciori 'de Lepido y la usurpacion de Jos gobiernos y provincias de este, triunviro y de Sexto Pempeyo ; .pero esta acusación que en" otras .cirounstancias huhiera sido de grande efecto para sus intereses, obtuvo tanto menor éxito cuanto' que Antonio continuaba en Egipto consumiendo los tesoros de Oriente en orgías y locas diversiones: llegando su frenesí hasta el extremo de ofrecer á Cleopatra el imperio del mundo. Se pasó. algun tiempo en recíprocas explicaciones que se elevaban frecuentemente hasta el senado; y por último desapareció hasta la esperanza de un acomodamiento, porque entrambos rivales, previendo la guerra próxima" se preparaban á ella en secreto. Para hacerla con mejor-éxito, A.ntonio salió del Egipto, marchó al Asia menor, y desde allí á Ja Grecia. Se detu. o primero en Efeso y después en Sarnos , punto militar que babia señalado para la reunion de todos sus aliados. Alli le esperaba 8U formidable escuadra, compuesta de seiscientos bajeles, de los. cuales Cleopatra , que no se había apartado de. él, le dió doscientos. asi como ocho mil talentos y abundante ·provi8ion de víveres para mantener y pagar á todo el ejército." Domicio, lugar-teniente de Antonio, le aconsejo que se-"< parase ' de' Sil lado á la rein&j.t,y~ , olvidase por algunos momen;!.9s su amor para entregarse á: la·.glnr.ia; ® Biblioteca Nacional de Colombia 526 eLE pero Canídio , seducido por Cleopatra , hizo presente al triunviro que si esta se volvía á Alejandría quedaria privado de la cooperacion de ·la escuadra egipcia. Aunque asi hubiera sucedido le wbraban medios á Antonio, como veremos luego, para vencer á su adversario; pero atendiendo solo á los consejos que lisonjeaban su amor, triunfó Cleopatra y se, fue con ella á Samos, donde se 01vilió entre fiestas y regocijos de aquella actividad, prenda segura de la .victoria, y que tan temible, le había hecho COIIlO general antes de sus fatales relaciones, con la reina de Egipto. Finalmente, Antonio acompañado siempre de' Cleopatra, llegó á Atenas, donde tomó parte en los juegos ,públicos celebrados, aquel mismo año (el 33 antes de la era vulgar). .Colmudo de honores por los atentenses, dedicaba á los preparativos de la guerra todo el tiempo que los juegos y los 'deleites con Cleoparra le dejaban libre. No ocultaba sus miras hostiles respecto de' Octavío y de todo) cuanto ,le perteneciu: así es que envió á Roma UIl comisario encargado de hacer salí r de su casi á su esposa y sus hijos, Hizo ' asimismo pedir que el senado confirmase todo cuanto había hecho en Egipto, lo' cual esperaba conseguir por medio de ¡;Ur; íntimos amigos Cn. Domioio Aenobarb9 y C. Sosio , que fueron' elegí dos cónsules para el año' siguiente (32). Desde los primeros di?s- de enero Sosia provocó 'púLJ¡can¡r:nlí: aquella memorable eLB discusion: solidtó un edicto 'eon-: tra Octa vió; mas este se defendió ante el senado, á su vez acusó á.Sosio y Antonio; y señalé día para sostener una aousacion delante .de los mismos, Consiguió además el. hijo adoptivo de César hacer. odíeo en Roma el nombre' de su compétidor : la traicion ó la casualidad hizo que llegare á sus manos una-copia de, su 'testa .. mento, á' la que dió la posible publicidad: V'ió~een .ella con indiguacion una clausula en que Antenio mandaba que, si, fal'ecia en Roma, trasladasen su cadáver á Egipto ', Octavio extendió ademas el rumor de que su colega proyectaba hacer á Cleopatra rei-: na de Roma, y transferir á Alejandría la capital del imperio. El furor se apoderó.de.todos los ánimos, y el astuto Octavio fue bastante dueño de si mismo para no manifestar, en aquella ocasion la ira que le devoraba, sino un pro-' fundo desprecio. Hizo declarar la guerra á Cleopatra solamente; y ,sus miras en este punto justificaron la previsión que sin duda alguna le hizo poco despues dueño. de casi todo el mundo conocido. No-podía ploclamar á Antonio como enemigo del pueblo romano, porque sus numerosas legioms y. aquella, aureola de gloria que r,Qdeaba .todavia su nombre, eran cama de que mida se decidiese en Roma, contra, él; pero declarando la guerra 1l Cleopatra. estaba bien seguro de obligarle á apartarse de ella ó de auxilísrla combatiendo contra 814> ® Biblioteca Nacional de Colombia I cu patria: de todos modos afectaba considerar á Antonio como despojado de la autoridad, toda vez que la había repartido COII una reinaextranjera. El decreto del senado declarando la guerra á la soberana de Egipto, decia que: «habiendo Antonio perdido su fa»zon por los filtros de Cleopatra, »contra esta debia pelearse, con»tra Charmion Iras, sus escla))Va8, contra el eunuco Mardion, »su valido y consejero, y no con»tra la víctima de sus hechizos.» Al mismo tiempo se ofrecían grandes recompensas á los que abandonasen á Ant,onio; y este por parte declaró la guerra á Octavio. Todas las Ilaciones de Asia, Afríca y Europa se dividieron entre ambos rivales, cuya lucha debia decidir del destino del msndo, La Italia, las Galias, la Ce r deña , la Sicilia, la España y el Africa contribuyeron con sus auxilios al partido de Octavio, mientras que el de Antonio se apoyaba en el Asia, la Tracia, Ja Macedonia, la Grecia entera, Cirene y el Egipto, las Islas Vecinas, en fin todos los príncipes y reyes del Oriente que eran aliados de los romanos. Los inmensos preparativos para tan formidable guerra ocupaban enteramente á, los dos triunviros y á cuantos se habían asociado á su fortuna. Antonio que disponía de las naves ;y legiones del Oriente, de los tesoros y el ejército de Cleopatra, se hallaba en disposicíon de comenzar la guerra, al paso que Octavio temía comené su eLE 021 zarla aun en el estío de aquel mismo año. La lentitud .indolencia del primero dieron sin disputa la victoria al segundo , y tal vez entrarían en Sil seguro cálculo. - Cuando reflexionamos sobre aquellos célebres acontecimientos, nos causa ciertamente asombro ver hasta dónde llegó la ceguedad de Antonio para, olvidar hasta las mas sencillas máximas del arte de la guerra en que tanto habia sobresalido, Grande) fasciuadora , frenética debía ser en verdad la pasion que lograra inspirarle la artiflciosa reina de Egipto Cuando esi la sacrificó su gloria militar y, por lo menos, el imperio de la mitad del mundo conocido. El frenesí) ó mas bien el embrutecimiento en que 'cayó el triunviro, excita en nos-, otros el desprecio algunas veces, y casi siempre un sentimiento de compasion; porque la historia es bastante pródiga en. ejemplos que manifiestan el grado de debilidad y miseria á que pueden llegar los mas grandes hombres cuando se dejan dominar de una pasion desgraciada. Pero ¿ podremos decir otro tanto respecto de Cleopatrat ¿ En qué dió muestras de aquel gran talento que la atríbuyen la mayor parle de los hi~oriadores'f. ¿Amaba verdaderamente á. Marco Antonio? Pero entonces no se concibe cómo, influyendo, tan po-, derosamente en todas las acciones del guerrero romano; dominandole por completo, y siendo sull. ciente una de sus meras ill~in{ui¡,clones vara que ejecutase lO:;!):.looo ® Biblioteca Nacional de Colombia é ;)28 r.T.R bueno ó malo que ella podía ima~illar, no "se conoíbe , repetimos, CÓlllO le detenía ,y . amortiguabt Su valor .entre los mas vergonzosos placeres, contribuyendo 'á: la victoria de su terrible competídor. Aunque. quisiéramos suponer que estaba poseída de una pasion igual á la de su ·amante, lo cual, como veremos luego,' no. era .asi, aun quedaría por explicar ese falta .de instinto que hace conocer á la mayor parte de las mujeres el verdadero. interés de los que tienen algun título a su amor, y preferir ese mismo interés á los goces y .cornplacencias que po-'drian .disfrutar con 108 mismos de quienes estan apasionadas, Cleopatra, pues, fue. una estúpida ó una malvada, y de todos modos siempre pesará sobre su memoria la responsabilidad. de la pérdida de Egipto, -y de. la del hombre que, fuesen cualesquiera sus de= fectos, . gloria, ;patria, honor, esposa, .amigos , todo en fín , se lo habla sacrificado. Pero' continue-' mos la·exposieion de los hechos. -Antonio, contando con tan numerosas fuerzas de mar y tierra, no se decidió hasta fines- del otoño á intentar una incursión en la Italia. Lle~ á Corfú, donde se le dijo que ("Osbajeles de Octavío habían .apareoido á la altura de los montes Ceraunios: no era mas que una escuadrilla de observacion: pero Antonio creyó que alli estaban" reu nidas .todas las fu er'zas . navales de su adversario, y emprendió Sil marcha al Peloponeso, donde pasó el invierno, A la pri- CI.'E· maverá siguiente, las dísposicjones militares fueron ya mas activas, Octavio; á quien la indolencia de Antonio le diÓ lugar para prepararse á una guerra que -le huhiera 'sido fatalísima en otro caso, reunió su armada en -Tarento y Brindis, i escribió á Antonio invitándole que viniese á Italia; y ofreciendo que se le dejada desembarcar y acamparse ,¿ una jornada de la costa. Alltonio respondió desafiando á' Octavio á un combate singular, 'Y. si no quería aceptarle, á .ir con su ejército á los campos de Farsalía , donde César y Pompeyo habían dirimido sus querellas .. Mientras tanto recorria los mates de Jonia. y reu-s nía todas sus fuerzas junto al promontorio de .Ae0Ío, á donde fue á encontrarle Octavio, después de apoderarse de Terina, ciudad' del Epiro. A 'pesar 'de, los consejos de sus lugar-tenientes, Antonio 'prefirió la batalla naval á la terrestre ¡:por complacer á qeopatra: la· última ~ez que pasó revista sus legiones, un veterano cubierto de heridas le suplicó .asimísmo que diese la' batalla "en tierra: esteera también -lo que debió aconsejarle la prudencia, tanto mas cuanto que entonces podía ponerse al frente de diez y ocho legiones Y' veintidos mil caballos', quecompsnian su' ejército, mientras que su contrarío, muy inleríor él ~ también como general , 'Sólo tenia: á sus órdenes ochenta infantes' y doce.mil caballos. Peroila reína de Egipto.se había empeñado. en que se diese la batalla n~Yal.á ® Biblioteca Nacional de Colombia á iá mil Cf.E la entrada del golfo de Ambracia, Y- que se debiese la victoria á sus bajeles, y Antonio como siempre la obedeeió. Los vientos que eran -fuertes se calmaron'; las dos for . midables escuadras se avistaron, y sus jefes resolvieron acometerse. Marco Antonio confió el ala izquierda.de la suya á Cclio; el centro á Marco Octavio y Marco Inteyo; y él, secundado por .valerio Publicola , tomó el mando de la derecha: Canidio estaba al frente del ejército de tierra. Agripa mandaba las fuerzas enemigas bajo las órdenes de Oclavio. Al principio se quedaron las dos armadas inmóviles; al parecer temiau empeñar, aquella lid sangrienta que iba á decidir de la suerte.del mundo. Marco Antonio fue el primero que -dié la señal de ataque, mandando avanzar á su ala izquierda. Octavio retiró su derecha con el designio de atraer al enemigo y envolverle con sus buques lijeros , mientras que un hábil movimiento de Agripa hizo que simultáneamente se desuniese el centro del enemigo. A pesar de aquel desorden el combate era sangriento y difícil de prever por qué parte se declararía la victoria: aun era incierto el éxito, aun había para Antonio probabiIidades de triunfo, cuando Cleopatra, atemorizada, por los gritos de.los .combatientes , el choque de las ~rmas y los lamentos de los heridos, hizo virará la nave que la conducía y ~e apartó del sitio del combato , imitando su ejemplo otras sesenta. La reina de Egipto ~L cr.n 52~ se limó consigo el valor ele Antonio , el cual escuchando solo Ó ~11 pasíon , echó también á huir para alcanzarla, abandonando á los que perecían por m causa. :Mucho tiempo despues de su partida, 'disputaba la victoria su armada con el mayor teson; mas, al fin quedó vencida y dispersa. tal fue el resultado de la memorable batalla de Accio, que se dió el 2 de setiembre del afio 31 antes de Jesucristo; el 22 del 'reinado de Cleopatra. Antonio alcanzó la galera en que esta iba y subió ti su bordo, pero no bien hubo puesto el pie sobre cubierta, cuando agoviado de vergüenza y pesadumbre se Rentó cerca del timon, ocultó la cabeza entre sus manos, y permaueoió asi por espacio de tres días sin querer hablar á aquella por quien todo lo habia perdido. Al cabo de este tiempo, y cuando le dijeron que se acercaban algunas naves que Octavio habia mandado en su persecucion , salió de su abatimiento y se resolvió á pelear, no para vencer, sino para libertar al indigno objeto de su amor. Rechazú los buques enemigos y llegó al promontorio de Tenaro donde supo la derrota de su armada: poco despues le, abandonó tamhien el ejército que mandaba Canidio, pasándose al partido de Octa vio para no combatir por el esclavo _ de una mujer. Indispuestos sin embargo el triunviro y Cleopatra con motivo de la catástrofe que acababan de experimentas,' la reina regresó sola á Egipth. M ® Biblioteca Nacional de Colombia .. ~i30 n.l': Cuando Antoniosupo que ya no u-nla ejército, quiso matarse; pero el deseo de volver (¡ ver á su amante le contuvo. Volvió en efecto á Egipto donde se entregó nuevamente á los placeres, no sin cuidar ul propio, tiempo de hacer sus preparativos de guerra. Octavio no le dejó rehacerse: mientras su ejército marchaba por la costa de Africa, desembarcó en Siria, y recibió los .ho. menajes de todos los reyes y príncipes que pocos días antes' hacían la corte y adulaban bajamente á Cleopatra y á su adversario. Mientras que Antonio buscaba consuelo en las caricias de su amada, esta reinaartiñciosaé infame vendía bajamente al que todo lo había perdido por ella. En aquella ocasíon .uno y otro manifestaron bien claramente su verdadero carácter: ambos enviaron embajadores á Octavio 'con proposiciones de paz: Antonio prometía vivir en A tenas como un simple particular siempre que fíe conservase á Cleopatra en el trono de Egipto; y esta, acostumbrada á conquistar el corazon de César y de Marco Antonio, ofre-' ció secretamente al vencedor que abandonaría á su amante si le concedía su .amistad. Antonio no reoíbió respuesta, alguna ~ Oleopatra frases" lísongenas y 'esperanzas vagas. Pasados algunos días Octavio llegó con su ejército delante de Pelusío , y sus habitantes le abrieron ,las puertas en virtud de órdenes secretas do la: pérfida reina 'que preparaba asi n,:! la ruina de Antonio, creyendo substituir su amor con el de Octavio. Sin embargo'como este no la daba grandes segúcldades acerca' .de su suerte futura, se preViM ocultando sus tesoros en 'un monumento sepulcral que babia mandado construir inrnedíata.ul templo de Isis, El ejército de Octavio negó fáoilmente Has puertas de Alejandria; y Alntonioen el colmo de la desgracia, recobró ¡pero cuán tarde 1 su antiguo valor , su -acostumbradá 'pericia'. :Al 'trente de algunas tropas leales hizo una salida, y arrolló al enemígo.. 'al día siguiente quiso 'renovar el combate por mar' y tierra;' pero la escuadra que había len el puerto y parte' de sus' tro'pas, 'Se! entregaron á Octavio, no sin que Cleopatra tuviese parte' en-aquella defeccion. Antonio desesperado' volvió á desafiar á su enemigo á un combate singúlar , y entonces recibió por' contestacíon: '« que si estaba cansado de la vida podía buscar otros medios -para morir.e Cleopatra .temiendo que Antonio hubieso 'conocido su traicion ,i se escondió con dos de sus esclavas en el sepulcro que hemos mencionado, é hizo extender .por 'la ciudad' la noticia de que se bá' bia dado la nnrerter=áqusl (desgraciado amante" ¡que 'solo 'vivía por ella, ordenó. á 'uh esclava que 'le atravesase el corazon con su espada: el .siervo fiel en: lugar de obedecerle se mató á 'sí' mismo, y Antonio siguiendu,su1tejernplo sacó la espada y se' a .rajó ~bbre ella, Auit· no habla muerto .' . ® Biblioteca Nacional de Colombia cr.P, MI tavlo de hacerla servir de ornnmento á su triunfo, Tuvo asimismo una entrevista con el vencedor y se confirmó mas y mas en la idea que ya habla formado. D~'~pues de una comida exp'éudida, á que convidó á sus amigos n~a· sajándoles con su alegria y atraetivos ordinarios, escribió un billete ~ á Octavío encargando que le pusiesen en sus manos sin tardanza; en seguida pasóá lo mas retirado de Sil hab.tacion , acomparlada de Charmlon é Iros, ~11$ esclavas, y habiéndose hecho llevar en una cestilla de higos 1111 aspid, cuya mordedura produce un sueño letárgico Y mortal, se recostó en un lecho y dejó que la picase. aquella serpientli. Oc tavio acudió apresurado, y abrieudo la puerta del aposento la halló ricamente vestida y adornada como para un dia de fiesta, Una de sus ~clavas estaba muerta á sus pies y la otra espirando: Octavio la creyó. dormida, pero todos sus esfuerzos no fueron f<Uficientes para restituirla á la vida. Ordenó que se la hiciesen mugníflcos funerales, y que colocasen su' cadáver en el' mismo sepulcro de Antonio, como lrnbia deseado. Esta mujer extraordinaria murió el 15 de agosto del año 30 antes de Jesucristo, Ú lGS 39 de edad y 22 de reinado. Aquel día fue el último en que im peró la dinastía de los Lagidas, y de los sucesores de AlejUl dro el Grande en Egipto. Mr. Ch. 111ó. pollion, dice á este prop sito ~9W'''' bastante oportunidad, que desde CT.K supo que Cleopatra vivía: hizo que le, vendasen lá herida y le llevaran al sitio donde aquella mujer , aquel (atal prodigio, como la llamaba Horacio, se habia encerrado. Temiendo ser sorprendidos por las tropas de Augusto., no se Ie abrieron las puertas del mausoleos pero por medio de unas cuerdas de que la reina y sus damas tiraban desde una ventana, trasladaron al moribundo Antonio al aposento en que aquella se hallaba. Recogiendo el triunviro las pocas fuerzas que le quedaban, exhortó á Cleopotra á que' cuidase de su vida y desconfiase de la falsedad de Octavio, añadiendo: mi fin es dichoso, pues que muero en tus brazos: mi derrota no es ignominiosa, porque solo Roma pudiera haberme vencido.» Al terminar estas palabras espiró y casi al mismo instante, se presentó Proculeyo , enviado de Octavio, para intimar la rendlcion á la reina, entrando tambien por una de las ventanas del edificio con algunos soldados .. Cleopatra quiso darse la muerte; Proculeyo se lo impidió y la reinaapsrenté someterse pidiendo permiso para enterrar á Antonio. Le obtuvo y celebró. magníficas exequias en honor. de su amante, hizo embalsamar IlU cadáver y depositarle en el sepulcro de los reyes de Egipto"; porque es necesarío cadvertir qué la reina conoció entonces cuán infructuosamente habia hecho traicion á su amante, asi romo el proyect-o de Oc- cuando 1( :::J ® Biblioteca Nacional de Colombia e l.!'! entonces-se ha verificado una ant ¡gua tradicien conservada- en estas palabras 'de Ezequiél': .1St du» de (erra _-E'gyptillon eri! umplius. - Cleopatta ordenó en'Egipto la construccion de un~gran"n'ftmero de monumentos, que hoy día visitan y estudian atentamente los mas célebres anticuarios, Dicen que esta reina hizo muchos experimentos químicos, y que no era extraña á la' ciencia de eurar, . Lahistor'ia Irace 'mencion de CLEOPATHA., hija de la precedente y de Marco Antonio, esposa de Juba, rey de Mauritania; .y de algunas otras princesas del mismo nombre. Sil vida sin embarzo no ofrece círcunstanctas basta~te notables para que 'Ias concedamos un lugar en esteDicionano. CLERMONT~(Catalina). = Véase RETZ '(la duquesa de). CLEVES (María de), la me'" nor entre las hijas dé Francíscn 1 de Cleves, duque de Nevers y de Margarita de Borbsn -Vendoma: nació en 1553 y fue educada por su madre en la religion calvinista. Se presento en la corte de Francia cuando reinaba. Carlos IX; y su extraordinaria hermosura sorprendió verdaderamente ,á' los' cortesanos: todos los poetas de su tiempo la celebraron balo' el nombre de la bella María. fnspi-· 1'6 al duque de .Anjou, despues Enrique III, HU violento amor, y segun los autores de varias memorías-de aquella época, la cli'fe-' rencia de religión fue el solo obstáculo que se opuso á su' eulace, eu Como quiera que sea, María de Cleves se casó con su primo hermano -Enrique J, príncipe de Condé:EI duque de Aríjou'ffiostró un vivo sentimiento por aql1él1ma1rimonín: pero electo rey de Polo-' niase distrajo 'conlos nuevos 'cuidadas que aquella .dígnidad le imponía. Poco-tiempo después '(á los dos meses de la -celebracion de su casamiento) Sucedieron las-horribles matanzas del dia de ·S.Bar,tolomé; y el príncipe de 'Candó y su esposa se vieron obligados á abandonar -el .calvinismo. Maria abjuró públicamente en Ja iglesia de San Díonisío -el 3 de octubre de 1572; r fue, con motivo de su conversión, Ielícitada por un breve del pupa. Dos años despues'( el 30 de octubre de 1574' cuando solo tenia. 21 de edad, la bella María ¡murió' de resultas. de un parlo. Enrique ;UI, 'que acababa de sucederá Cárlos IX y hacia un mes que había. regresado de Polonia , sintió ,táu extraordinariamente la .muerte de .María, que estuvo muchos -dias sin 'comer .errcerrado en unaposente pintado-o entapisade de neg116; y cuando de-pues pareció en público, sus vestidós erarrtambien negros y sembrados de huesos y calaverasedando vasí un público testimonio de Sll doto)'.. ' CLEVES. ==Jiíéase ANA-y SrB1J.~. . CLITEMNESTRA Ó CLYTE!Ihija de Tyndaro , de Esparta y de Leda,' y hermana dela famosa' Helena, cuyo rapto originó~'lu'l ruina de ..Troya. Era NESTRA, ® Biblioteca Nacional de Colombia 'rey en ci.r tambien como sus hermanos muy hermosa; y por eso la fúbula.flugió que Leda había tenido relaciones amistosas Co.Q Júpiter, y que este DiQS de: la, gentilidad la visitaba- bajo la. forma de UH cisne. Dejaudo.uparte Jos misterios 0011 que la mitología ha revestido la historia: de los hechos y, de los personajes de aquellos remotos tiempos, diremos brevemente to . do lo. que con mas apariencias de verdad leemos en las obras de autores respetables. Clitel1llJestra era. muy jóven cuando se casó CJHI Agamenon , rJ!y d.~ Argo~ hijo de Astreo.. Euripides ,.. Pausarrias y.Díqdoro Siculo , .dicen q.u~ se habia casado antes COD Tantalo, rey, de Lidia, del cual tuvo. un hijo¡·.y. que Agamenon antes de hacerla su. esposa, dió muerte á este niño y á su, padre: .sin embargo los tres, escr.tores fueron en este punto refutados sólida y.víotoríosamente por Eustato, Cuando Agamenon, puso, al frente de los ejéncitcs que marcharon al' s.:ilio de 'Iroya.. eonflé'<su jóven esposa y, la regeneia de su reino á-Egisto: en lo cual 110 dió aquel rey de reyes. Una gran , prueba de su prudencia. Egistp era el Iruto. del incesto de· Tiestes con 5,U hija Pelopea , y es bien sabido que EU familia y In de-los Atridus se odiaban mortalmcnte ; era l:ldem'~sjó.ven y, hermoso; de rnodo que al emprender. una marcha que debía detenerlo tanto tiempo fuera de su re.no , no dejrí en la mejor seguridad su trono ni su tálamo nupcial. Clitcm- nestra se apasionó pUC15 de Egis- é se- 53:1 y ni uno y o(I'Ó trataba n de ocultar unos amores que escandalizaban á los argivos. Verdaderamente Agamt'Llou no habia sido mucho mas fiel que 81.1 esposa: ni esta ignoraba tampoco que en la F:rigi~ había tenido relaciones con A~tinomia, la hermosa hija de Criso , sacerdote. de . Apolo:~ub,ia,asiu.1ismo que el po4er080 jcf~ de. la coalicion griega se habla apoderado de la cautiva: llriscida.,. siendo cama del celebrado furor de Aquiles. En fín , el hermano de Menelao había to, asimismaamado á Casandra y te. nido, en. ella varios hijos. Como quiera q.ue sea, Clltemnestra y su aman te •. determlnaron asesi, llar á Aga.menoll. cuando verificara su regreso de la guerra de Troya. De diferentes modos se dice por los escritores antiguos que se cometió aquel crimen; pero 1", Q]3inion mas general es que se per1Iet1'Oen Argos y en el palacio real, Al salir Ag1l1.l)81'l0ndel, baño, su esposa le pre-en tó una túuíca cerrada por la parte superior; el confiado príncipe se la puso, y cuando conocíoc! eugaüo y hacia. esfuerzos para quitársela, se presento Egisto y. entre ambos amantes dieron' muerte al vencedor de Troya, Aquel me-, morable asesinato li\arece que fue cometido el año 1:183 antes de Jesucristo. Con antclacíou á este suceso Clltcmnestra y Egisto habían ordenado dar muerte á Orestes , hijo y único sucesor !Ie Agumenen j pero tan grande, tan ® Biblioteca Nacional de Colombia cr.t CLO monstruosa 'como la determinacon ele aquella madre desnaturaliznda ~ fue sublime y generosa la de su hija Elcctra, que exponiéndose á Jos mayores peligros, su po ocultar á su hermano el niño Orestcs , haciéndole educar secretamente en la corte de Estrofio, n~y de Focida, - Libres ya de Agamenon , Clítemnestra sacrificó á Casandra y á los hijos que' había tenido de su esposo: obligé Ú FU hija Electra á casarse con un hombre de oscuro nacimiento, y c1~ cuya arnbicion nada tenia que temcr; y como creia muerto á Orcstes , se casó con Egí-to y colocó en sus sienes la corona de Argos, en la seguridad de que nada podio turbar sus placeres ni su dominación, Sin embargo Orestes había llegado ::1 la edad juvenil, estaba en relaciones con su hermana Electra, y ansioso por vengar la muerte de su padre, entró de improviso en Argo~, acsmpaüado de su primo y amigo intimo Piiades. Oculto en el templo de Apolo aguardó á que entrase en él. como tenia de costumbre, Egisto. Se presentó en If'cto acompañado de su eríminal e-posa: entonces Orestes , ciego dl~ fu ror al ver {¡ los asesinos de Agamenon , les dió á entrambos J¡¡ muerte, E~te parricidio ha sumlní-trado el argumento para las mejores tragedias del teatro ¡.;riego. - Clitemnestra tuvo de ,\gamenon cinco hljos : Orestes y El"ctra que ya hemos mencionado, y además sus hermanas Ifl,,~uia, Iflauasa y Crisotcmis, CI..ODlUS (Juliana ·Federicl Enriqueta de)~ escritora alernana muy distinguida, una di las mujéres que mas han honrado la literatura de su país en los últimos años del siglo XVIII. Nació en Dresde , y fue esposa del célebre helenista Clodius; y. de su instruccion podrá juzgarse al saber que cuando enviudó se puso á escriblr la conünuacion de las obras de su marido,publicándo la en 1787. En el mismo año dió á la prensa la excelente traduccion en prosa de las poesías inglesas de Isabel. Carter y Carlota Smith; version 'de la cual hacen los mayores elogies los 'críticos alemanes. La} viuda de Clodius murió el 3. de marzo de 1800. . CLOTILDE (santa), reina de los francos, y esposa del famoso Clodoveo. Fue una de las. mujeres que representaron . I:Jn -papel mas importanté á fines del siglo V y principios del VI 'de nuestra era. La iglesia cuenta en el número de los bienaventurados á esta ilustre princesa, que introdujo el cristianismo en los estados que m esposo gobernaba. r que decidió sin duda con su intervencion de la suei te de los Galías. Los cronistas, los anticuarios, los escritores todos de aquella época, hacen los mayores elogios de Clotilde; pero, cualquiera que sea el interés Q,ue inspire el carácter de esta santa y loS'acontecimientos verdaderamente dramáticos de su vida, importa mucho estar prevenidos contra las ;_);H, ® Biblioteca Nacional de Colombia r ¡ , '1-0 CLO ideas Ialsas y romancescas q,ue uniese a él' contra los otros dos tan fácilmente se adoptan por al- hermanos (Gundcmaro y Chilpegunos', acerea de 'los personajes rico, padre de Clotílde)', á fin de de t0S ,tiempos antiguos. Como robarles sus t(',01'OS y apoderardice' muy bien un escritor- mo- se de ¡¡UB dominios. Gundcmaro derno, Santa Clotilde no era una y Chilperice ne pudieron resisdulce y, tímida virgen de Rafael, tir aquella invasión tan impreun augel bajado del cielo en me- vista como injusta: el primero se dio de un siglo bárbaro: la ver- refugió en una tone y pereció dadera CLotilde, aquella de quien abrasado; el segundo y toda 8U habla la historia, tenia al mismo familia cayeron en manos del tiempo, que un alma afectuosa y vencedor que mandó darles muerllena de entusiasmo religioso, la te, sin que mostrase clemencia energía física' y el corazon valien- mas que CDn dos sobrinas de CDrte que eran necesarios á la épo- ta edad á .quienes dejó vivir. Los ca violenta y desordenada en que cronistas no dicen cosa alguna vivía. Sin un alma tan vigorosaacerca de la mayor, que se Ilamente organizada, hubiera su.. maha Sedeleuba: la segunda era cumbido bajo el peso de las es- Clotilde. ,_ El rratricid~ Gundecenas de horror que presenció en, baldo no recelaba que llegase jasu infancia. Descendiente de una más un dia en que aquella niña raza guerrera y conquistadora: le pidiese cuenta del asesinato de nacida entre el' tumulto tic las toda su familia, y en los primeinvasiones teutónicas y de la di- ros tiempos que 8C siguieron IÍ. visión de las, Ga lías: jamás dejó' tan espantosa catástrofe, pareció de ocupar el trono con la digni- como que se despojaba de su fedad que convenía á 'la esposa de rocidad habitual. Mandó que lleClodoveo , jefe entonces de tribus vasen á C!otilde á una de SUR rey alli hizo semisalvajes. Clotilde , ó mas bien sidencias ordinarias, que la educasen con algun esmeChlode childe (nombre compueslo que en la antigua lengua teu- ro, Sin embargo á medida que Sil sobrina crecía en edad, en tatónica significaba virgen ilustre) era hija de Chilperico, uno de los lento y hermosura, se dcspertajefes de los buhrgondos, que aca- ban ciertos recelos en él ánimo l-aean de conquistar el sud de la del usurpador; no porque temiese que Clotilde se había de ven(<;alia 'venciendo á J08 romanos. f~lIatro hermanos los gobernaban; 'gar por sí misma, sino porque á su nombre podría presentarse pero el mayor, llamado Gundebaldo, que.á sus grandes talentos algun vengador. De igual desmilitares añadía una ambioion confianza participaba Aredio , su desmesurada y era capaz de los intimo confidente y enemigo permayores crímenes, indujo al se- sonal. del desgraciado Chilperico. ~llnd'O, Gundegesilo , á que se Era este favorito uno de aql,l";-1 ... ® Biblioteca Nacional de Colombia 536 CI.O CLO ricos habitantes de la Galia romana .quevcuando la íuvasíon de 103 fiárbaros , se unieron á ellos para salvar sus bienes; y despues pasaron á servirlos -en los consejos, em pleando al efecto toda la astucia de una civilizacion corrompida. Aredio, pues, conocia perfectamente el carácter de Clotilde y tuvo noticia de que esta no ignoraba circunstancia alguna de las que concurrieron al asesinato de sus padres, hermanos y parientes. En su consecucncia aconsejó á Gundebaldo que la diese muerte, (} que al menos la hiciese conducir á algun lugar ignorado donde no pudiera causarles el . menor 80bresalto. Era tarde: la hermosa doncella babia sido ya demasiado vista y apreciada para que los usurpadores pudiesen ejecutar sus proyectos. - Dominaban los francos las provincias situadas entre el Rhin y el Loira; y Sil jefe principal Clodoveo ó Chlode - wís habia concluido varias ne ;ociacioncs y tratados con Gundebaldo , cu yos dominios eran confina ntes con Jos su yos. tos embajadores de Clodoveo habían visto varias veces en la corte de los buhrgondos á la jóven huérfana, que deseando sin duda libertarse de su fatal situacion , no ~:~sustrajo á la curiosidad interés de que la daban lnequívocas muestras. Por su conducto el koning de 10<; francos se iusí.ruyó de las desgracias de Clotilti -, asi como de suJicrrnosura y ta'entos; y bien fuese por esta 1'05 é circunstancia, bien á consecuencia 'de proyectos políticos , envió' á su favorito Aurelíano, Con la comísion de pedir-á Clotílde para esposa. Gundebaldo se hallaba realmente en una, poslcion difícil y' .arriesgada., Negar la mano de la princesa á un rey joven y conquistador, valía tanto como provocar una gúerra indispensable inmediata con el pueblo mas belicoso de Europa: concederla, no estaba tampoco exento de peligros, pues acaso bien pronto reclamaría Clodoveo la, parte de aquel reino que pertenecía al padre de su esposa; y la ausencia de su favorito y consejero Aredio, que se hallaba de embajador en Constantinopla, venia tambíen á aumentar su perplejidad .. Ma!l de una vez se arrepintió el bárharo fratricida de la clemencia que había usado conservando la vida á la hija del desgraciado, Chilperico: sin embargo en la necesidad de dar una contestaclon terminante al enviado de Clodovco , lo verificó haciéndole notar que la diferencia de religión imposibilitaría tina union de que él se mostraría muy sat sfecho; pues Clotilde .era cristiana y no querria enlazarse con un príncipe idólatra. Aureliano contestó que semejante inconveniente estaba ya vencido, y que la princesa solo aguardaba su licencia para casarse con el rey de Jos francos. Gundcbaldo , conociendo que su sobrilla había burlarlo su vigilancia y 'conferenciado secretamente con el cmbujndor , entró en nuevos é ® Biblioteca Nacional de Colombia eLO> CIO y mas siniestros recelos; pero supo ocultar sUS sentimientos y dló al fin la apetecida licencia. Aureliano, en nombre de Clodoveo, se despesó con ,Clotilde; _y concluida la. ceremonia le entregó su sobrina y-un dote cuantío.1'0,. esperando, per este medio inutilizar los preyeetos del rey franco. - Cletilde. y Aureliano salieron de Chalons en una búster110 (1..), con muy-corto acompaüamicrito. Apenas la joven esposa y el embajador habían comenzado aquel vi-aje, cuando recibieron la terrible noticia de que Aredio acababa de llegar al lade de Gundebaldo. « Si quereis que llegue salva al país de tos fl'ancos.(dijo CLotilde á su conductor), es necesario que abandone la basterna yo que á ca balto nos apartemos sin perder tiempo de esta tierra: acaso hayan salido ya en mi persecucion.» - Asi se hizo, y en verdad que Clotilde ue se habla equivocado; porque no bien bubo llegado Aredio á la corte de su tio, cuando te decidió á enviar un cuerpo de caballena en seguimiento de la jóven .reina , expresa orden de conducirla á' su presencia muerta ó viva. Los satélites de Gundeba Ido se apoderaron soto de la basterna, porque Clotilde habla pasado con felicidad la frontera. -Clodoveo recibió á la princesa con • (1) Carruaje tirado por bueyes, que sustituyó en los pueblos teutónicos á los que usaban los. romanos. T. J. 537 en Soissous, su residencia priuclpal , y se celebraron con la mayor solemnidad sus bodas á presencia de todo!'>los señores y guerreros. La piadosa Clotilde tuvo bastante pesar de no ver consagrado su casamiento pe)' las ceremo-nias de la iglesia cristiana: dícese no obstante que en aquella ocasion ya se ocu pa ba su pen- sarniento en el vasto proyecto de convertir ti la verdadera religion á los belicosos íranoos, y este fue uno- de les principales motivos que la decidieron á dar su mano á 'Slt rey Clodoveo. Lo que no tiene duda es que los galos católicos, sujetos á los francos, acogieron á €U nueva reina con muestras de la mayor alegria, y como un don elorgado pOI' el cie]0. - El primer uso que (:lotilde hizo de Sil influencia en el ánimo del rey, fue proteger á- les obispos ir preparanda á su esposo ó fue-rza de caricias y persuasiones para hacerle abrazar loa religion de Criste. Este granproyecto absorvia todos sus pensamientos de tal modo que hasta parecia har.erse olvidado de que-el asesinato de toda su famma estaba aun sin recibir el justo castigo.Poco. tiempo despues de su easamiento dió á luz un hi';o. J Ciódoveo, entregado al júbilo mas completo. le deJO bautizar segun el rito de los cristiarros, Por desgrneia este niño mu rió cuando aUII no habían pasado los dias en que segun la costumbre de aquel s\glo debian ir vestidos de blMífo los recientemente bautizados! . Si é (0 34* ® Biblioteca Nacional de Colombia ;">38 CLO mi hijo Ingomero hubiese sido coasagrado á nombre de los dioses que yo adoro (decía Clodoveo irritado y afligidísimo), aun viviria ; pero le bañaron con agua en nombre de vuestro Cristo \ y era imposible que vivicse.» E'I nacimiento de otro príncipe aplacó algun tanto al rey de los franeos" y Clotilde obtuvo á fuerza de ruegos el permiso para bautizarle, dándole el nombre de Clodomiro, A 108 pocos dios cayó tambien gravemente enfermo este segundo Ji'jo , y la afliccion de la pobre madre !lO tenia límites, porque su esposo daba muestras del mayor furor y la echaba en cara haber causado la pérdida de H1S dos hijos con grave ofensa de sus dioses. « Mas el Señor, dice una 'antigua crónica , concedió la vida al hijo por lo!'; megos de la rnadre.» Sin embargo, Clotilde ya había perdido la espcranza de conducir á Clodovco al pie de la cruz, cuando un acontecmiento inesperado vino á allanar todas Jos dificultades. Los alemanes que ecupaban. el país situado entre la Suiza, la Baviera y el Rhin , pasaron este rio invadieron la parle de la Galu conquistada por los francos. Clodovco sali6 á m encuentro 'Y les ofrcci« la batalla en los campos.inmediatos á Colonia. Despucs de una sangrienta pelea 'la suerte de las armas comenzaba á de~ clararse contraria á los francos, y su rey invocaba en vano á todos los falsos diosss ; en semejanle conflicto se acordó del CJ'Ué no cificado, de quien Clotilde le habiaba tan á menudo, y :juró r~cibir el bautismo si Jesucristo le concedía la' victoria. Tomada esta resolucien.que le infundió gran valor, se puso á la cabeza de sus mas valientesguerreros y 'en breve deshizo las huestes enemigas, alcanzando el triunfo mas completo. Cuando volvió áSoisons victorioso participé á la reina el p~ligro en que se había hallado durante el, combate, confesando que debía su triunfo á la proteclon de Cristo , á quien imploró prometiendo, recibir su sagrado bautísmo. Transportada de alegria al oir aquellas palabras; Clo1Jildehizo llamar sin demora' alguna á S. Remigio, obispo de Béans , á quien su esposo estimaba mucho, v le hizo en ténder que babia Hegadó el momento oportuno para la conversión. Efectivamente, Clodoveo no resistió pormas tiempo A las instancias multiplicadas de su esposa y del santo. obispo; antes por el contrario, les dijo que trataba de convocar al campo de.Marte la asamblea naciónal y á los principales jefes de su ejército; y qúe si eri vista de su volo todos ellos se prestaban á' hacerse cristianos, por su parte estaba pronto á serlo. Algunos días después de, aquella oferta, Cíodovec y . los prinelpales señores de la nación fueron á buscal' á S. Bernigio , y Clotilde tuYO el inefable platel' -de preseu> ciar cómo recibían d agua ban. tismal 8U fiero esposo, la h~l'malla de esle , y t~('s mil de los ® Biblioteca Nacional de Colombia foto mU5 valientes guerreros entre los francos. Este grande acontecirniento sucedió ene! año 45)5 de' nuestra era, cuatro 'despues ·de .celebrado el casamiento de Clodeveo con la hija' de Chilperico. - Los historiadores apenas mencíonan á Clotitde durante el tiempo que continuó reinando su esposo: en cuanto á este , mudó de creencia religiosa; pero no-de costumbres ni de carácter. Siguió peleando con todos los príncipes tecinos, y aumentaba sin el menor escrúpulo 'sus vastos dominios por medio' de la intriga y de las , matanzas. Clotilde vivia ordinariamente en el palacio de Thermes en París (situado donde ho¡y lo está, la ealle de la Arpa), dedicándose {¡ la oracion y á las buenas obras, Mandó edificar la basílica de S: Pedro' y ·S. Pablo, que despuos se llamó la iglesia de Sta. Genovcva ;'pafrona de París. - Clodoveo murió el año 511 . y Clotilde se retiró á la abadía de S. Martin de Tours , sin que por éso perdiese de vista las (;0sas de este mundo: su influencia .y .el respeto que inspiraba, contribuían en gran manera á conservar la paz: entre sus tres hijos y el que Clodoveo había tenido de su primera mujer. ¡Dichosa si su inlervencion se hubiera limitado siempre á conciliar los ánimos de unos príncipes tan codiciosos y turbulentos! No pudo 01vidar nunca el asesinato de sus padres, ni la usurpacion de su herencia consu muda por su tio Gúndebaldo. Ya 'hacia algun tiem- C1.O 539 po que Clodoveo habla atacádo y vencido á aquel príncipe ; pero teniendo que emprender otras con quistas de mayor importancia y no conviniendo por entonces á 5U!; miras políticas destruirle completamente, prefirió dejarle en la poses ion de 'sus estados. Cuando los 'tres hijos de CloÜlde se hicieron cargo de Jos suyos respectivos , el horror por los crímenes de Gundcvaldo se reprodujo con tal fuerza en el corazón de la' reina, que la obligó á pasar á París donde aquellos se hallaban reunidos, y les indujo á vengar In muerte de sus padres y hermanos. Los tres príncipes dotados como su padre de un carácter belicoso , suscribieron sin dificultad á los deseos de Clotilde; y reuniendo instantarreamento sus tropas, se pusieron al frente de ellas y marcharon en direccion á la Borgoña. El anciano Gundevaldo habia muerto poco antes de su llegada: pero en conformidad con las ideas bárbaras de aquel siglo y de aquellos hombres, el hijo aun cuando fuese inocente debía cargar con la respcnsabilidad de los crímenes de su padre , y se consideraban con derecho para pedirle cuenta de la sangre que este había derramado. Asi es que, habiendo invadido la Borgoña los tres príncipes francos, el mayor que' co'mo ya hemos dicho se llamaba Clodomiro, hizo prisionero al primogénito de Gundebaldo nombrado Sigismundo, y mandó Q,llé+le' 'arrojasen á UII pozo' juntamente .. - ..~ ® Biblioteca Nacional de Colombia CLO CI,O con su esposa " después de haber cumpliesen se prom_esl:l: COII este hecho padecer á, todos cuatro los objeto salió de Tours y. Jue á e,\h mayores tormentos y dádeles una tablecerse con sus nietos á un-rnomuerte cruel. La noticia de es- nasterlo. de París donde mandó ti}; atrocidad hizo estremecer de solicitar- de Ghildeberto que' enhorror á la reina Glotilríe, la cual tonces residía en el, palacio' de sabiendo después de la partida Thermes, la restitucien, de la, parde sus- hijos q ue G undebaldo ha- te que conservaba perteneciente á la herencia de los- hijos de Clobla muerto s , creyó' que celebrarían un. acomodamiento, con sus dsmico. Aquel príneipe evisé sin herederos segun costumbre, me- demora á su- hermano Clotario diante la cesíou de una parte de que se hallaba en Soisons para sus tesoros y dominios. El desgna- que fuese á París: después de una ciado Sigisrnundo fue bien pron- larga couferencia'euvlaron á.alg'-!,1I0S oficiales al moeasteríe. ñoude to vengado:' su. hermano Gunde. maro, lejos de intimidarse por el sr; encoutraha Clotilde, pidiéntrújico fin, de aquel, sostUVOOOFl dola que les mandase. <lr los príufuror la guerra contra los tran- oipes á- fin· de reconocerlos pricos; y en una sangrienta batalla mero que otro alguno como dueque se dió á orillas del RÓdano, ños y señores-de los dominios que Clodomiro fue envuelto, tuvo la les pertenecian. Clotilde cdiee la desgracla de caer del caballo y le antigua crónica. llena de alegria cortaron la cabeza s- poniéndola, en les hizo, comer, y. sin desconfíanla punta de 'una. lauza. Clotilde za 'alguna, 108 'dejó partir dicién0011 el corazón despedazado por doles: « Creeré que no. be pertan triste catástrofe, de la cual , dido á mi hij~ Clodomire ,si' os se acusaba haber sido causante, ~eo sucederle en la pesesien de e- _, f.i1e á buscar á los tres hijos- de reino.» Habían transcurrido dos Clodorníro. que estaban en 01'- horas y, los príncipes á quienes leans y los condujo á. S. _Martin aguardaba por momentos 'ver llede 'Iours. empleando COIl ellos gar adornados con las insignias todos los aD'clos de una' madre de su dignidad , no parecian, Al tierna y -cariñosa. L03 hermanos fin conosió que alguien entraba de Cloilomiro ,. Childeberto y. Clo- en el: monasterio y, su corazón turio , dividieron entre sí; los tese estremeció involuntariamente. soros y los dominios de. aquel No eran tos bijos. de- Clodomiru con el pretcsto de conservarlos sino un senador llamade Arcay defenderlos para entregárselos dio, confidente de Childeberto, á sus sobrinos tan pronto como }\ llevaba en sus manos una espatuviesen la edad competente. Va- da y uuas tijeras- « Gloriosa reisados algunos años Clotilde ere- na (dijo á Clotilde): tus hijos, nnesJÓ que era ya llegado (;1 tiemtros scüores , esperan que les hapo de que Childeberto y C:,otario gas sabedores de tu voluntad ® Biblioteca Nacional de Colombia e[O 'ero lIobr'e e1 'modo con que deben' tra- 'bn'l'os. Clotario 'sacó su 'pUflal y tar á los tres prtncipes, He aqui le emboto en el 'pecho del mayor la espadar y las tijeras; elige pues de los príncipes. El segundo 'llay dime si quieres .qse vivnn-des- mado Gontario"se pr-ecipitó á 10'1 ,pues de 'haberles, cortado los ca- pies de -Childcberto, 'Y -absazenbellos-, ó .que sean .muertos con do sus rodillas 'le decía entre gI'ila espada. H Cortar ,¡os eabellos tos y 'sollozos': ( 1 Socorred me, mi A un jeíe valía' tanto como de- buen padrét Nt> me deje'j's mogradarlo 'Y reducirlo 'á -la ,clase rir -oorno mi herrnano!» <El code monje, porque el cabello, lar- rO'Zon de Cbildeberto á pesar de go ondeando sobre -íos hombros toda su ferocidad se enterneció: era uno dé los atributos de, los pidió á Clotario que, se aproxijefes militares. - «.&1 oir tan ter- mabacon -el braze 'levantado paribles' palabras {prosigue 'la 'cró- ra herirle, que le 'concediera la nica) la reina entregada, .al pri- vida de su sob~ino y le daria cuanmer iDlPU~~Ode su indignacion to quisiese. « Y a no es tiempo de retroceder (contestó aquel hompor Uf) efecto de su dolor, ysln saber lo que decía exclamó Jrn- bre feroz) ; -tu fuiste quien me prudentemente : « 1Si no son ele- indujo á 'este crímen , y ahora vados soere el trono; quiero-anquieres desdecirte : apártate de Ó morirás tes verlos muertos 'que dcshon- ese niño, entrégamele rados: (el testo dice:' qae esqui- en su lugar.» El débil Chil-lelados. )) Apenas había dado este berto se desembarazó de SU sobrigrito de desesperacion , que ha- no, cuyas súplicas hubieran ablanbria querido no Proferir ·á· pre- dado las piedras, y Clotario le cio de su vida coroiótcas el en- dió la misma muerte que á su liado de Eblldeberto que -habia hermano. El tercer hijo de Clodesaparecido: iba gritando que domiro Ilamado Clodoaldo babia fueran monjes sus nietos, que se sido libertado del furor de sus les privase de sus bienes', de sus tíos por algunos fieles vasallos que honores, y de toda esperanza pa- le 'ocultaron en un lugar distan. rael porvenir; :pero que no les te. Vi"ió en la obscuridad, y cuanquitaran la vida.... Era ya 'tar- do tuvo la edad competente 1:0de; el favorito de Clildeberto no mó el :hábito en un monasterio podía oírla. « Podeísejecutar lo y murióen opinión de ~nto, sienque habiais pensado, dijo el mi- do después canonizado por la iglcserable á los dos crueles I errna- sia, Seria dificil describir la trisnos de Clodomiro; la reina aprue- te situacion de Clotilde: solo una ha y consiente que concluyais mujer, una madre, puede comvuestro proyecto.» Este indigno prender el sufrimiento de aquesarcasmo fue la .scñal del mas, lla desgraciada señora, cuandosushourible asesinato que refieren los nietos fueron bárbaramenfe ase> anales de aquellos tiempos bársinados , casi á su vista ,/por sus ® Biblioteca Nacional de Colombia l' ::;/1,2 no propios hijo s, Una madre 'en medio de las mayores. calamidades halla .siernpre »lguu ceasuelo ocupando su pensamiento.en ¡Ül! hijos, que la han quedado: pero Ololi~de estaba. condenada á 1)0 poder. pensar en los suyos 'SiJ10 para l:amar sobre sus cabezas la cólera del cielo. Con todo, tuvo bastante ánimo para ir á ~)UScaT 108 cadáveres de los príncipes que se ha-. liaban abandonados en los ensangrentados salones del: palacio- de Therrnes , y haciéndolos colocar, sobre un carro fúnebre, los con-: dujo, poseida. del mas intenso do-. Jor, á' la iglesia de S. Pedro y S. Pablo, donde fueron sepultados. .En seguida volvió ·fl retirarse á S. Martin de Tours, yl alli permaneció hasta la hora de su muerte, dí vidiendo el resto de sus dias entre la oracion y las obras. de caridad, venerada de los pueblos como madre del cristianismo y respetable 'ejemplo de piedad, de infontunis Y' - de 'resignacion. La fama de su santidad se exten-'lIió de tal modo por los pueblos, que atr¡buyoron: á sus oraciones aquella célebre tempestad que' fue causa de que depusiesen las, armas Clotarío y Childeberto que se' hacían una guerra cruel. La viiída de C!od1!)~eb-sebrevivíó qUÍr.HW años á la, catástrofe del palacio de . Therrnes. En Mi3i hallándosegravemente enferma" mandó 'lIa-' mar á sus hijos. y con: la temura de una madre tan s1lnta~ IOi; exhortó á ser.virá Dios,trpro'-. trjer á los pobres, á tratar don dulzura y bondad paternal-á sus' I cr.o y. á vivir'. unidos para mantener ' por .tedos 108 «medíos posibles . la· paz; Y la-:tl'anqu¡fidad públicas; hízonne cumplida protesta, de' su fé , . y espiró"t en 'el dia 3 de junió.· Su cuerpo fue trasladado á París y. .depositado en la iglesia !de. san Pedro y - san Pablo. al: lado-ríe su' esposo. Los normandos 'paganos destruyeron su. sepulcro. tres siglos .despues de ·su· muerte. - Aclemas de S.'Pedró de las Puellas se' deben á Clotilde magnificas fundaciones, entre 'las cuales merecen citarse los mouastaríos de A'lItlell'y, San German de Auxerre y el de ChelJes:-Gregorio..; obispo pe Tours, escribió una: antigua cróúica« en que se dan extensas noticias acerca de .esta princesa. Mad;' Reuneville publiéado tarnbien la Vida de santa aau«, París, 1809, en' 12..0 , . ,~ .-_ • CLOTILDE, hija .de.Ia: anter-iQr Y de Clodoveo: 'se 'casó en 517 con-A mala rico , i rey v islgodo de España. Este _prfncipe arriano intentó primeramente con sus halagos y •.eariclss hacerla abjurar la religion de: Jesucristo; pero no habiendo 'podido'- conseguirlo.I1). 'hizo .sufrir toda suertede ultrajes y vloleneias, La barbarie de' Amala rico llego hasta" el' punto: de' maltratarla como á UI}' eselaso ;' y cíertedía lo dió tantos golpes; -q ue quedó tendida -en el suelo, medio muerta ~r bañada en sangre. Ya no (pudo sufrir -mas, y' se qlJé~Óljásus hermanos del mal trato que recibia , enviándoles uÍI paño empapado en su sansúbditos, na ® Biblioteca Nacional de Colombia eoc COI: gre. Childeberto, .. montando en cólera, se puso al frente de treinta mi,j guerreros-y vino á España á libertar:' á, Clotilde: Á!malal'ic@ q uiso oponerse.i pero' perdió la' vida.en un combate. Al regresar. á Franoía' la desgraciada reina Clotilde cayó mortalmente enferma y murió á los pocos dias: era el año 531-. . CLDIILBÉ (Margarita Leonor de Valon-Chalys). '== f'éase jedie titulada Jnés de Castro, que se representó con un' 'éxito brillante, 'Y fue publicada en 1697 precedida de una dedicatoria á los rnanes de Congr.éve. En 1698 escribió otra trajedia , yen 1701 la terccra , y además una comedia; pero desdé entonces renunció á la poesía dramática para dedicarse á otro género de estudios. En 1702 pu blicó bajo el velo del anónimo, su Deiensa. del ensayo SÚRVILLE.·, de Locke sobre el entendimiento • CLOTUTNDA, hija de Clotario , Tey de Francia. Se caso COH el famoso Albuino cuando 'este príncipe hizo alianza conlos franceses. Clotuinda, siguiendo los consejos' del obispo de TOllTS S. Niceto, se valió de su ascendiente sobre el. ánimo de su esposo. para que abjurase el arrianismo. Sin embargo, cuando Albuino venció y dió muerte. á Cunimundo, rey de los gepides, se apasionó perdidamente de la hija de este', Rosamunda , á quien hizo su esposa violentamente despucs de repudiar á Clotuinda. Desde esta époea (añp 567) la. historia no hace mencion especial de la hija de Glotario; y creemos que ganarla mucho, con haberla repudiado su esposo, pues era uno de los prín-' cipes mas feroces y sanguinarios del siglo IVI. ' - CLY,'fEMNESTRA. = Véase CLl'fE~INESTRA. . COC~BURN (Catalina), escritorá inglesa, .hiju del capitán David Trotter , caballero escocés; nació en Londres en 1679. A. los 17 años de edad escribió una tra- humano. Seis años despues se casó con :Patricio Cockburn, eclesiástico protestante' mu'y instruido; y desde aquella época no volvió Catalina á ejercitar su talento. mas que en obras. de moral y de religion, hasta que murió en 1749. El doctor. Birch publicó las Obras escogidas de Calaliha Cockhum precedidas de su Vida, 1751, dos tomos en 8.° Los inglesesmlran como la-mejor de sus producciones dramáticas La Amistad [atol, representada 'en 1.698. • '.1 COELLO (doña Juana). esposa del célebre Antonio Perez ; ministro del rey de España Felipe con quien casó en 3 de enero de 15G7 á los 19 años de edad. Tenia licencia para dormir con Su esposo cuando este se hallaba 'preso en Madrid' en una casa de la plazuela de la Vilia. Antonio Petez logró fugarse de su prisloa en la noche del 17 de" abril de t 591. Poi' la mañana 'del día siguiente (míércoles santo), doña Juana salió' del aposento y encargo á Jos guardias que no despertasen' '6 su' " marido porque había pasado intty ® Biblioteca Nacional de Colombia n. .... ". COE mala. noché: de este, modo pudo Antonio Perez sacar de ventaja media noche y.. parte de aquel dia ,á los que le siguieron de .orden del reycuaodo se hizo públi-. oa ,sil fuga, ,Así es 'que entrp en Aragon, donde .valiéndose de sus fueros, quiso defenderse en justide los cargos que se le hielesen: y viéndose amenazado por el santo oficio pasó ,á Francia" DíCese que Felipe H no perdonó jamás á doña Juana Co~1I0 aquella, intervencion , natJral y disculpable por cierto, en la fuga de Sil esposo. Muri6 doña ,Juana en una prision , víctima de suamorconyugal y muy próxima á la ,mise,ria , el año 1602. Trece despues, esto es, en 16,Hl, á 1'08 cuatro de haber, fallecido, en París Antonio Perez, fue restablecida en Madrid la buena memoria y, [ama de este célebre ministro. Doña, Juana tuvo de él siete hijos, COETMAN (Jacoba le Voyer de), francesa. He aqui lo que acerca de esta mujer dice Tallemand des Rcaux:, « Seis meses despues 'dé 1(1 muerte de Enrique IV, .una cierta Coetman, una jorobadita que se entrometia _en todas partes, y que siempre se manifestaba, alegre, acusó á la señorita de Tillet de haber estado en inteli~enc¡¿l con Ñlr. o ' ..' de Espemon , ,para hacer asesiúaral rey. Ravaillac que era de Au. gulem,!,. donde },Ir. de Espernon se hallaba de. gobernador, pasó seis meses en su casa como .arniga del duque, mas, algunos' años antes de dar el golpe. La Coetman cia t COI. dccia que la reina. madre er-a del complot,' aunque Ravaillac lo ignorase. Desprovista de pruebas, y para no hacer .público un asunto que convenía no se divulgase.' Jacoba fue condenada morito entre cuatro paredes. Lá encerrarou .en las,¡Arrepentidas· y, en un pequeño aposento con rejas, donde murió pocos años despues, COLETA (santa)¡ reformadora dela orden de santa Clara: nació en Corbia, pueblo de la. Picardía, el 13 de enero de- 1380. Roberto Boilet y Margarita Moyon fueron 'sus padres.. no muy acomodados; pero respetables per su virtud, en la que educaron á Coleta-con el mayor esmero. PaEÓ los primeros años de m juventud en ejercicios' piadosos y de mottifícacíon hasta que murieron ' sus padres, época en que después -, de distribuir entre los pobres cuanto había heredado, se reli-. ró á un convento de- monjas; Vivían estas bajo la .direccíon de algunos religiosos de S. Francisco; -pero .encontró ,aquel instiluto excesii amente relajado, y- pasó al de- las r(Jrbanislas. y mas tarde al de las Benediclú¡as; mas no ha-« liando en .todos estos, conventos la austeridad .que 'deseaba su' ardiente zelo religioso, tomó el-hahito de la tercera orden' de san Francisco, porconsejo de SU confesor: hizo un votó' particular de' clausura", y-::-fia.biéndo§epropuesto vivir au~terameDte:.se, rttiróri una celddla. Pesteriormente fue á presentarse (en. 146()~, á Pedro de Luna que se hallaba en Niza ® Biblioteca Nacional de Colombia -á l) 5.4.5 Y era reconocido en Francia co- velo que este la había dado. Pere mo papa bajo el ñombre de' Be- cuando Re trasladó su cuerpo en nedicto XIII. Su prcsentacion te- 1747, ven virtudde algunos minía. pOI: objeto solicitar licencia lagros que por su intercesión hapara tomar el hábito _de' santa bia obrado el Señor , se dcterrniClara, para' observar sin morlifl- nósu canonízacion , -proclnmáncacion alguna su regla primitiva, dola santa solemnemente Pio yJI en 1807. Sil Vida ha sido escriy emprender bajo fa suprema autoridad de Pedro de Luna, la ta por varios historiadores y reforma de todos los conventos compendiada por un anónimo: la de la orden. La concedió lo pri- pu blicó el abate de Montis, 177 I, mero , pero aplazó su resolución en 12.0 acerca de lo segundo; porque enCOLOMBA (santa), llamada Id tonces había graves dificultades primera márti'" de la Galia célque vencer . .A1fin se otorgó cuan- tica; virgen cristiana que padeto pedia, nombrándola abadesa ció martirio en Sens hacia el aíio y superiora general de todos los 273 , durante la persecución del conventos -de santa Clara: el mis- emperador A nreliano. Esta santa mo Benedicto la dió el velo. En fue por el siglo VII el objeto de Francia se' suscitó una terrible una grande veneración en Parfs; persecucion contra la santa, que y el rey Dagoberto encargó Íl se retiró á Saboya donde esta- S. Eloy que mandase construir bleció' la reforma, ex tendiéndose una magnífica urna donde se deá otros muchos paises-la adopcion positaron sus reliquias. Esta urde la pririlitivá regla. Fundó psr na fue colocada en la iglesia de sí misma diez, y ocho conventos Jos benedictinos de Sens: los prode Clarisas pobres, y llena de testantes la destruyeron en el sivirtudes y merecimientos pasó á glo XVI. El martirologio romamejor vida en Gante en 6 de 1;0 seúala el 31 de diciembre comarzo de 1446. Sixto IV dió de mo dia de la fiesta de santa Co- • viva voz á Coleta el título de bea- lomba, y añade en cuanto á su ta y de santa: Clem-ente VIII 'martirio glorioso, que despucs permitió á las Clarisas de Gante de haber sufrido el do! fuego con que celebrasen en su honor .el admirable valor, fue degollada. oficio de las santas- vírgenes , y COLOMBA (santa), mártir CgUrbano VIII hizo extensivo este pañola: nació en Córdoba en el privilegio á toda la orden de san siglo IX. Fue echada por los moFrancisco. Sin embargo se opo- ros del monasterio donde se hal ia nían grandes obstáculos, á su ca- retirado con otras' vírgenes, y nonízacion , ya porque habla repoco despues presa inhumanacibido su mision de reformadora mente degollada. Los bárbaros de un antipapa como Pedro de ejecutores de la sentencia arrojaLuna, )'n porque murió con el ron al Guadalquivir e~,cuerpo de COI. cor, é 30 T. J. ® Biblioteca Nacional de Colombia . 5!¡,f) 'r.f.~ "COL Ia santa; pero -habiéndole. encontrado los cristianos, le deposita.ron en la iglesia .de santa Eulalia de' Sevilla. Su fiesta el .17 de setiembre. COLONNA (Victoria), marqu-sa de Pescara, hija de Fabricío Colenna, gran condestable de Nápoles , y Una de' las mujeres mas ilustres de Ia Italia; nació en 1490. A la edad ele 17 años se casó con Fernando Francisco de Avales, marqués de Pescara, jeneral de Carles V y famoso como guerrero. Cultivó lns letras con decidida afícíon y con mucho . .lucimiento : cuando llegó á los 35 años 'de edad tuvo la desgracia de perder á su esposo, á cuya rnemoria fue tan fiel, que á pesar ele hallarse en la fuerza de su hermosura, que era extraordinaria" no quiso jamás contraer UD segundo enlace, á que aspiraban con instancia muchos príncipes. Ejemplo de amor conyugal lo fue asimismo de una piedad sincera ,: y paso el resto de sus días entre las prácticas religiosas, el llanto y el estudio. Ce• lebró á su héroe perdido y tiernamente amado en famosas cemposiciones poéticas que la colocan en el número de los mas felices imitadores del Petrarca. Murió en Roma el año 1547, siendo generalmente sentida su pérdida. Sus obras fueron reunidas y publicadas bajo el título: Rime delta diva Viuoria Colonna de Pescara etc.: se imprimieron por la primera vez en Parrna , 1038, en 8.": en Venecia, 1514, en 4.°, y es- ta es la edícion mas completa ~ estimada. Enl"l'e las-edíciopes menos vantiguas :'s€ distingue asimismo la de Bergamo, 176O" ..ea • 8.()¡ con u na Yidilde.,l-a autora; por J. B.: Rota. '.! COMBÉ (María Magdalena Je 'Cyz) , holandesa: nació en Leyden en 1656 ,y fue educada en el calvinismo. A -los 19 -añes se 'casó con un caballero nombrado Combé, del cual quedó, viuda -cuando apenas contaba 21. Hüo un viaje á Francia, abjuro el calvinismo, y aunque casi no vivía mas que de Jimosnas, fundó una comunidad de jóvenes que después de haber pasado a1gun tiempo en 10s desórdenes, deseaban morir en ·la·penitencia. Dió á aquella congregecion e:1 nombra de Hijas del Buen Pastor" á las -cuales Luis XIV, concedió una casa y socorros pecuniarios'. Ma1'4a de Combé la, dirigió hasta 1692 en que ocurrió- su fallecímiento. El instituto del' Buer; Pastor, muy semejante al de nuestras Arrepentidas, se extendió pOI' muchas ciudades de' -la Francia,. donde subsistió hasta 1790. ' COMNENO. = Véase, ANA. CONCINL = Véase GALlGAl. CONDORCET (Sorra de Grouchi, marquesa ce), francesa; TIació en 1765 y fue una de las mujeres de mas talento y mayor hermosura que se conocían en su tiempo. Esposa del célebre filósofo marqués de Condorcet , -se distinguió por sus bríllantes cualidades en la corte de Luis XVI, ® Biblioteca Nacional de Colombia Cü!( CON ti!7 J bien prontd dividió con Mad. de distinguido escritor del siglo XVII. "Slael el imperio de la' sociedad Se hizo célebre entre las' señoras parisiense. Digna de comprender que cultivaban' las bellas letras al hombre superior que .la había en su nación. Publicó" una traasociado á su' existencla , le ayu- duccion en versos alemanes delos dó en su'S tareas y participó de Liú"os de la Sabiduría de Salosus opiniones mas bien de sus mon, y algunas otras poesías convicciones políticas. A esta cir- originales: murió en 11 de abril cunstancia sé debió su prisión en de 1718. tiempo del terror, y no fue puesCONRING (MarCa Sofía), herta en libertad hasta el nueve de mana de la anterior, y distintermidor. Su desgraciado espoguida asimismo por sus grandes so se' habia suicidado el. 28 de conocimientos. Fue esposa de marzo' de 179.1 para líbrarsede M. Schell Bamnfer, y tradujo ]08 horrores del patíbulo que le del latín una de las obras de Bocpreparaban Jos demagogos; y Só- cacio ," escribiendo adernas algufía pasó el resto de su vida dedi- nos Tratados ¿te economia domés"cada á las ciencias y á la práctitica y diversas composiciones poéticas; ca de una beneficencia verdadera. Publicó la parte inédita entonces CONSTANCIA (Flavia Julia de las obras de su marido, au- Valeria), hermana de Constantimentándolas con prólogos muy no el Grande, y célebre por su interesantes. Tradujo hizo pu- ingeni~ y su belleza Estaba uniblicar en 1798 una obra titulada: da 001' el mas tierno cariño á su Teoria de los sentimientos morahermauo , por deferencia al cual les etc. de A. Smitt , 1798, dos vol, se casó en 313 con Licinío , cuya en 8.0,,' seguida' de ocho Cartas alianza convenía á aquel para sobre la s1:mpatía, que escribió y oponerla á la de Maxenclo y Madedicó á Cabanis, su hermano ximio, Constancia sostuvo en cuanpolítico. Tambien tradujo la Di- to la fue posible la armonía ensertacion sobre el orígen de las tre ambos emperadores contelenguas, del mismo autor; La con- niendo la envidia de Liciriio; pero ducta que observó en 181'7 cuan- cuando este 80 empeñó en hacer do se' 'instruia el proceso del' ma- la guerra á Constantino, abando· riscal su hermano, dió á' cono - liÓ á su esposo y mostró bien po ' cer no sólo que I~ era muy adic- co sentimiento cuando la dieron ta, sino tambíen su admirable noticia de su muerte. Algun tiemvalor. Sofia de Grouchy murió po despues su hijo el joven Licien Paris despues de una larga y nio , que había sido nombrado penosa enfermedad el dia 6 de César, fue asesinado, y Constansetiembre de 1822. cia tampoco estuvo largotiempo CONRING (Elisa Sofía), ale- irritada contra Constantino, pues mana, hija del sábío Hermann, permaneció en la corte gozando ó ' é : -, ... ® Biblioteca Nacional de Colombia ~!~