BEL L AS ARTES. (Cuadros, e s ta tu a s , monumentos históricos > artísticos, etc.) i A Rougivai. ! . por M. de Witlis, 1 1 2 y I I3. ,\o\m W arner y si hija S ibila, pur F. Wybu rd, 97. Agoadoi; de i.a Aliiamrra. por K. Audesdell.HH». Alcázar de S evilla (Jardines del'i , 2 48. salón prinrip.il del mismo, 208. Anillo de i.o>Niiieum . en . por R. Waguer (dos grabados), 2J4 y 2/U> Anco triunfal de Alfonso V DE Aragón, en Ñapóles, .‘101• Bandeja ofrecida \ I>. E. Castelar ron el Cuerdo he A rtilleiua. 2.‘12. Buscadoras de vioi.et.a~, por F. Tli. Li\. Puerta almenada de Xa i u , en Alcudia, 137. Puerta del S ol. en Granada. I ¡8. S anto di i. muelo Ul día ilel . por L. Leloir. 3VM» y 397. S eñoras inglesas visitando á t \ v familia arare , por Burgess, 29. S epulcro de Doña Margarita de Lauria. en el Puig, 121. S epulcro del Príncipe Negro, en Canterb u r y . I 3. Torre de la Vela, en la Albambra. 8 i. Torre de los Picos, en la Albambra. 83. Vicaría La', por M. Forluny, 324 y ¡23. Viernes Un e n el Coliseo de Bom a . por Amérigo. 12. W a g n e r JUZGADO POR LOS i t a l i a n o s , por Pietru Costa . I 32. RETRATOS. 356. Cantadora andaluza. porR. Madraza, .>í* i . Casa donde nació el l’. F eajóo, en Casdemiro, 20o. Castillo feudal, por A. .Muñoz Dcgrain, 280. Castillo y torre de IIeideluerg, 88. Catedral de Iti naos, ol. Cenotafdj de Mariano Fortune, en Retís. 404. Certamen de *L v Ilustración» Paz >/ tra­ bajo. por Comba y García, 40 y 11: Don Alfonso es la Paz. por Padró. 296 y 297. Claustrillos del monasterio v e las Huel­ gas, en Burgos. 333. Claustro de la Catedral de Barcelona. 61. Cortejo nupcial, por M. Durnud. 281. Cristo yacente, por A. Vallmitjana, 17. Criterio de verdad, por I. Iteuiés. 2o. Descanso en la marcha El, por .1. Benllinre, 36. Echando las carta-, por M. Olio Erdmami. 369. Eduardo Bosai.es V en el aniversario de su fallecimiento, por Pellieer. Mil. Entierro oe S anta Inés El , bajo-relieve de Bell ver, 409. Escalera principal del I'alacio Beai. dk Madrid, 336 y 337. Escen a he los joyeros en el drama El Mer­ ca der de l'eneiia, por F. Bartli , 176 y I 77. Iglesia de l os Clérigos, en Oporto, 61. Iglesia oe S anto Tomás en .Madrid (cuatro grabados), 10(1 v Mil. Isaiiei. de Inglaterra decretando la muer­ te ije María S itare, por A. Liczen-Mayer, 144. Lectura interesante (Una), por M. Jadeaque. 408. Medalla conmemoratia a de B. Waguer. 136. Miguel Angel explicando Anatomía á sus discípulos, por II. Urlaub, 160. Monje capuchino en meditación, por U. Lelunami, 340. Monumento del siglo i he la era cristia­ na , pii Boma , 36. .Monumento sepulcral destinado ai. poet a Quintana, 408. Moro de Tánger (Un . pop Forluny , ,12 2. Palacio de S an Tei.mo, en Sevilla , 6 1. Peinador de la Reina, en la Albambra, 8 1 . Pintura mural en la casa de B. W ag.ner. por B. Kuaus.se, 300. Portada iie la Capilla Beai. de Granada. 237. Portada principal un i.a Catedral de Leos , 316. PÓRTICO DEI. PALACIO STANGA , PII ClTinoiia, 128. Primeras flores (Las), por A. Pepea, l ío. Psiqi is sorprendida y A. Bossetli, 356. A mor Ardul-Hamid II, sultán de Turquía. 137. Ardul-Kerim-Pai iia, ministro turco, 64. Alcalá Gai.ia.no D. Antonio}, 364. Antonelli Cardenal Giacouio .213. <% t=» Arboleda D. Sergio , escritor colombia­ no, 2 76. Baldomera La célebre . 520. Barrio y F ernandez l> Mariano . Cardenal arzobispo de Valencia. 332. Bell General inglés Mr. John , 363. Cantero D. Manuel . 392, Ciia.nd.obdt Conde de), 3C5. Civili 0.a Carolina , 4 t 6. Conchita López y N'oguer , pianista. 33 Díaz D. Porfirio . jefe de la r e s o l u c i ó n me­ jicana. IOS. Esmeralda Cervantes. 329. E-tea abena D.'1 Concepción de , distingui­ da poetisa . 373. F kyjúo y .Montenegro Bev. P. M. I). Fr. Je­ rónimo Benito!, 204. Gabci y Bauzan allana D José , ministro de Hacienda, 89. Gasea I). Pedro de la , pacificador del Pe­ ni en l ;>48. 116. Giiseppe F erraiu, senador y publicista italiano, 36. González Vic. il I). Francisco y el general I). M. de Mendibuiio, escritores perua­ nos. 133. Guanina y Nelson. 2 12 V 233. Gayes > W iieeler, ramlidalos republica­ nos á la presidencia y a ieepre.-ideneiu de los Estados-Unidos. 33. Iiiañez I). Carlos de:, brigadier de Inge­ nieros, i 9. Ignatieff , general ruso, 276. Isabel d e Boriion y Borbon S. M la Reina madre D.a;, 37. J ohn Brigiit. miembro del Parlamento in­ glés, 209. J ergón El Cabecilla), 40.7. Lalla Bookii, ex-ieina de Tasmania , 168. Manzankdo D. Juan Manuel} ,24 1. María Victoria , duquesa de Aosta, 292. Montúfar y Rivera D. Lorenzo), ministro de Guatemala , 77. Oltirid I>. Cristóbal . 32. Panajot Hitoyv, jefe búlgaro, 93. Perier (M. Casimir , 32. I’irel I*. Eduardo Hipólito', 388. Prado El general , presidente del Perú, 220. Príncipes de S ervia : Milán y Xatiuli .a, 21. Retes I). Francisco Luis) y Peiiez Eche­ n-aiiría I». Francisco ), autores dramáti­ cos . I37. Rosas S aai aniego, 30 4. S ai. da.mia v Di.iai ira J ii.iii Carlos), 308. S alispury Marques de , 363. enojado , por Tciieiinaikit, Nikoi.ik ii y 7. ai ii , generales - servio.-, 37. Telfi nneii i M. .L. constructor del Ierro- — Soldados turcos mutilados por los moncan il de Córdoba á Tucuman, 34 4. tcnegrinos. 363. Tilden Mr. Samuel .1. . candidato demó­ — Toma de KujascbesAval/ por los turcos, crata , e le .. 137. «24. Wii.i.t am Tyaeed. defraudador de fondos — Tropas turcas en marcha, I públicos en Ntteva-York, 2 13. — Flemas y solías.— Pacha de W iddin re­ conociendo á los prisioneros, 20. — Vista de Belgrado, 21. REVISTA EXTRANJERA ILUSTRADA. — Vista de Sin y r na, 77. Africa. — Embarque de peregrinos maho­ Inglaterra. — Coronel inglés MTvcr y su metanos en Tánger, 273. regimiento, Iss. — Sacrificios humanos en Dahomey , 164. — Establecimiento vinícola delosSres. Gil Alemania. — Gorilla ile.l Jardín Zoológico bey, en Londres, 44 y 45. de Berlín. 1 20. — Gladstone refiriendo á sus electores los — Perro.- premiados en la Exposición de atropellos de los turcos en Bulgaria, I 73. Dresde, l 65. --T ripulantes del Aterí abriendo un canal — W agner tocando al piano la música de en el mar helado. 333. Miein([oíd. 103. — Tripulantes del Discuverij conduciendo Bélgica y Holanda. — Edificio para la Ex­ un trineo con víveres, 289. posición de Higiene, .30. Italia.— Apuntes relativos á la peregrina­ — Esclusa en el canal de Amsterdam, 308. ción de e-pañol es á Roma. 261 y 285. — Procesión conmemorativa en Gante, 189. — Audiencia dada por el Papa á los rome­ ro? españoles, 264 y 265. Chile, Perú , Buenos-Aires. — Apuntes de un viaje popel Perú ‘sietegrabados 28. — Cañón Arm.-trongde I 00 toneladas, para — Bolivia al Perú De . apuntes de viaje, el Duilio. 309. — Comunión de peregrinos en el altar de 133. — Cabalgata histórica en Santiago, 337. la Cátedra de San Pedro, en Boma, 257. — Llegada de romeros españoles á Boma, — Recuerdos de Buenos-Aires. 208 . 249T China y S ia.m.— Pagoda en Siani. 229. — Primer ferro-canil ernre Shanghai y — Papa El en la Silla gestatoria. 284. Kungwan. t 33. Rusi a.— De-lile de tropas en presencia del czar Alejandro, 349. Estados-Unidos. — Excavaciones submari­ — Partida de oficiales para la guerra de nas hechas en Hell-Gale. 1 1>4. — Explosión de las minas de Hell-Gnte, Oriente, 188. 276, — Inauguración de la estatua de Lafaveite. VIST A S , ACTUALIDADES . TI FOS , ETC. en Nueva-Vork . 220. — Jefes de los indios Siou.v. I í I. — Prisión de votantes ilegales en Xueva- Ajedrez Problemas de.. 16, 46. 102. 150, ) n rk , ,348. 1s 2. 215 , 270 , 3 1 9 , 399 y 146. — Proce-ipu c í a ico-militar en Nueva-Vork. Alegoría del Invierno, por Comba, 413. Alegoría del Otoño. 245. 109. Exposición de Fu. adelei.a.—Clausura déla Alegoría del Verano, 09. Exposición, 348. , Al encierro!. por Perca . 181. — Departamento indio y Sección del Bra­ Apertura de la Exposición de Guadalajasil , o. r a . 268. — Ejemplares premiados de ganado de cer­ Apertura de los Tribunales del Reino, 172. da y lana. ¡03. Apuntes de Fernando Póo, 361. — tiran catarata en el pabellón de Máqui­ Apuntes de Madrid: del Otoño al luvierno. i t 2. nas . 33. — Mascarada popular, lo i. \puntes relativos á la llegada de la Beina madre á España , 68. — Medalla concedida á los Expositores pre­ miados , 276. Bendición de la bandera del batallón nú­ mero 26, expedicionario á Cuba, 169. — Molinos de viento en el parque de Agri­ Capitulo de los caballeros de Carlos III, en cultura . t i l . Frangí a. — Congreso (le obreros en París, I la capilla del Real Palacio, 389. 236. Casa de máquinas para elevar las aguas etc.. 372. — Exhumación de los restos mortales de (.astillo del Castro, en Yigo. 213. Bellini, 189. — Gruta y santuario de Lourdes, 221. Catástrofe en la ermita de San Andrés del Culi. IOS. — Máquinas y aparatos de llerman-Lacliapelle, Savalle, etc., 8U , 184. 2 1 G, 229, Ciego callejero, por Perca , 236. Conducción de las aguas de Dos-Bius á 288, 360. Barcelona . 373, — Vista general del palacio y jardines para la Exposición de París en 1878, :*I 2 y Crucero de vapor Jar ye Ju an , 147. Descarrilamiento de un tren-correo en Tár313. Guerra en Oriente. — Apuntes de la guer­ i rega, 4. Desembarque de la Reina madre en San­ ra. 92, 1 1 6 , 1 1 7 , t ío y 173. — Basiu-Bozouks incendiando una aldea tander, 63. Distribución de premios á los expositores, en Bulgaria, 12 4. en Guadalajara , 364. — Batalla sobre el MoraAva . y conducción Distribución de premios por acciones vir­ de heridos á Ahxinatz, 136. tuosas, en Barcelona, 205. — Cabezas mutiladas de prisioneros ser­ Explosión de municiones de artillería en vios. 33. el cuartel de San G il, 269. — Destacamento de cosacos en marcha, Exposición regional de León, 368. 363. Fábrica de productos cerámicos en Barce­ — Embarque de tropas egipcias, 93. lona, de los Sres. Maciá , 354. — Evacuación de Alcxinatz por los paisa­ Festejos en memoria del P. Fcyjóo, en nos sérvios, t 83. Orense, 260. — Fortaleza de Stolazt, 37. — Fortalezas de Widdin, de Uslñlsa y de Festividad de Xoehe-Bucna (La), por Riudaveis, 28i y 285. Sementina . 93. Fragata blindada Sayunto, 125. — Población fortificada de Niscli. 37. — Salida del Príncipe Milán á campaña, 2 I. Fragata Frankltn y ¿/arca Carmen, 213. H a la ! ¡Hala! — Los pescadores, por PelliCer, 352. Honras fúnebres por la Duquesa de Aosta, en San Isidro el Real, 305. Inauguración de las Conferencias aeríco­ las. 343. Inauguración de las obras para la cárcel de jovenes. 32. Incendio «leí teatro del Circo, 309. Incendio del teatro de Lérida . 27o. Incendio en la Ronda de Valencia. .">2. Indios beneficiando abacá . 3. Inundaciones en badajo/., Córdoba \ Sevi­ lla . 378. 380 \ 3 8 I. Inundación en Gerona . 270. Juicio y castigo del pasajera paire en el paso de la Línea. 72 y 73. Juntas de Vizcaya, en Bilbao, 244. Lancha Manatí. 2 3 2. Llegada de la Reina madre á Madrid. 217. Madrid á Málaga De . por Pellieer. .31 7. Málaga á Tánger De . por Pellieer. .341. Monte de Piedad y Caja de Alio! ros de Ma­ drid. 197. Muelle del puerto de Santa Cruz de Tene­ rife . 00. Nuevo mercado del Hume interior del . en Barcelona, 388. M3>- Obras públicas en Málaga : Plaza de Toros, monumento á Espinel, é inauguración de fuentes. 7(5. Parque de Madrid (El), por Perea, 192 y 193. Patio y galería de la Exposición tie Guada­ lajara. 209. Pelando la pava , por Cuevas. 21 2. Ramilletera La. por Perea. I 29. Romeros españoles en la iglesia de la En­ carnación Madrid . 201. Sacristía de la iglesia deJetafe, etc.. 132. Segadoras de la campiña de Córdoba, 2 i. Suerte de vara cu la Plaza de Toros de Madrid, por Perea. 8 y 9. Teatro de Tirso de Molina, en Las Pal­ mas, 60. Tipos, por Rivera. Iti. I 13 y 200. Traslación de los restos mortales de Ansel­ mo Clavé, etc., 2 i i. Trenes de recreo (Los . por Pellieer, I so Vendedor de ajos y cebollas, por Gil. 228 Vi>ta del Harne antiguo, en Barcelona, 332. Vista de Oí ¡huela , 90. Voluntarios cubanos en la manigua. 404. ~Sh I M I IC E D E LO S A R T IC E L O S C IIX T E M D O S E X E S T E T U M O . \ l o r e o n D. P de A .— Del suicidio, 7 . A la Exorna. Sra. Raroue.-a de Cortes. 113: El amanecer. 103. La cita soñada. 2 )1. . l l e a l a G a l i a n o D. José . — La bija de! poeta : A Blanca Espronceda. 31 v it im e la D. José Antonio •—Ceremonia de ceñirse el sable el Sultán de Turquía. 2(1. ■■arroti D. Eugenio . — Mejoras de .Ma­ drid . 194: Can.il de Aragón y Catalu­ ña, 307. ■Becerro D. Ricardo .— La Exposición re­ gional de Leon . 3 1U. ■So i-a o D. Jerónimo . — l ’n saludo á los poetas reunidos en Valencia, I 13. 11 a s t i l l o D. Eduardo’ — ; Hoy sale... lio' !!. 2*2: La taurùtila, 335. C'ninponiiior D. Hamon de . — llet'o y Leandro. dolora. 179. Castrini- D. Emilio .—Un pesimista. 38: La quinta de Matamoros , 21 í. C a s t r o D. Adolfo de . — Las dos almas. 233. l ' a s t r o y S e r r a n o D. José . — Los docastillos, 8 2 ; Vicente, historia vulgar, 330. C l i e v a l i e r M. M. .— La renovación délos tratados de comercio, 1 i , 32 \ 43. C o s t a D. Fernando — ¡ El bueno de Don José!, 98; Se cortan, ponen y cambian cabezas, á precios arreglados, lit i: Aventuras de un muerto, 231 . El robo de las Sabinas , 302. C urtí* ( D. Leopoldo A de .— La frívola y la modesta . soneto, 283. D o n c e l y Orila/. D. Domingo ,— A For­ túnalo, oda . 238. Ix sro iia r D. Alfredo:.—Cartas de Eiltnlellia . 7 . 2ti, 7o , 9Í . I 2i., 1 1 2 , 158, 4 90, 210. 222 , 246, 263, 278. 293, 310, 334 y 4 06 . F s c o s u i-a D. Patricio de la — Recuer­ do' literarios : reminiscencias biográfi­ cas, 6 y 174. F e r n a n d e z Iti-cmoii D. .lose . — Crà­ ni'a ¡jeneral. en todos los números. F e rii ñutir/. D u ra I), iN-ar«" — , Tra- •Panel- D. Florencio^.— Ei retrato menos f.iigar !, 2 3 1 ; El lia del mundo, 39 i. conocido de Quevedo. 29* y 52 2. F e r i i a n t l e z - G u e r r a D. Aureliano . — I . a u d e r e r L>. .!.•<«■ ,1. . — Planetas intraNuestros pensionados en li >u..i. 279. mercuriale». 387. F e r n a n d e z y Gonz ále z D. Modesto).— I.opez de l l e i l r a n n D. G. — El último Don -Manuel Cantero. 3S6. vastago de los indígenas de Tasmania, F r o n t n u r a D. Carlos .— La calumnia. 93 166. y 111. I l a i l r n z o D. Pedro de .--E l ccnotalio «le Fortunv, 4 07 G a r r í a C a d e n a D l'etvgrin . — Los li­ bros de poesía, 7 I y 173. Los teatros. lln i-lin e z de A 'elasro 1). E nseb io.— 200. 263. 294 y 334 : Bibliografía: Guia Nuestros grabados, en todos los núme­ ile Madrid. 37 1. ros. G a r r id o y A rb o le d a s D. José . — Co­ D o n r e a l D. Julio . — Don Rodrigo en la municado Lo» timbres de alarma;. 102. horca, 22*. 230 y 267. G a s s e i y A riim e D. Eduardo . —El ter­ .11 o n t e r o D. F. M. —Pedro de La Gasea, cer estado. 211 . 1 I i. G u i lla r a D. Manuel «le . — Monumentos l i o n ti D. .1. Genaro . — Noticias indus­ árabesdeGranada la Puerta del Sol. I 43. triales, I I. G o n z á l e z S e r r a n o D. U. . — Goethe: I l o r a y t a D. .Miguel).— El Padre l'eyjóo, influencia de los viajes en su vida y en 206 y “2 33. su» obras, 31 I, 338, 338. 370, 390 y A'nvarro D. Félix —Cremación é incine­ í 1 o. ración de los cadáveres. 1 16 y 147. G rill* D. \ntonio E. .—Al rio Piedra, 1 30; O s s o r i o y l í e r n a r d D. Manuel .— Apun­ te' teatrales, 179. 233 y 231. A la niña Paulina Alarceli > Coniferas. Ika la c io D. Manuel del .-—La Caprichosa, 13o: En el album do la Marquesa de Eolleville. 193. A Renila Guijarro. 270. 130. G lie li y A le re ad e r D J. .— Fortuuy, en l*a n i da y S a n l i n D. .bisé .— Las pildo­ ras españolas. 339. 371. 393 y 413. el segundo aniversario de su muerte, 322. I*cna y G o íii fl). Antonio;.— Música del porvenir, 195: Lo que pasa en Real, Gu ti er re /. I). Miguel — La fuente del Avellali.». 99. 2 ¡7 : Una ópera española , 333. I l a r m s e n s |). Alejandro . El reureso, Í V o n y Coulrera«* ( D. José . — Al con­ 533 : Sálicos, í I 3. quistador «le Auáhuac D. Hernando Cor­ Ilart/ en ln isi-ii D. Juan Eugeni'* .— Nota tés. 411. inédita á la edición fototipngráfiea «leí ■•ere/, de G u/m aii ( D. Juan — Al «Iesp o rtar, poesía , i 2 : Esmeralda Cervan­ (Jníjiile, 202 : Adicionó la nota al tjitijalu, publicada en el nñm. \i., 293. tes, 33 4. ll e r r a i i z I) Juan José — La última hoja, l* c re z E c h e v a rr ía D. Francisco,.—Juan el Vigía . 2 39. 234. ■l i j a r y Ilari* D. Juan li. — Roberto y ■*erez. G a liló s D. R. — La Muía y el Buey, 38 3. Laura , poe-ía , 14. I liirta d -i ID. A. . — El Encanto rulo, 14: ■•ozuela D. Juan de la .— Retrato de Isa­ bel , 270. Advenimiento del espíritu, 3 8 ; Retes y Echevarría. 10 2 : Madrigal, 238: Ecos ■•ico d e la l l i r a n d o l a . — Carlas pari­ sienses, 22, 10 8 , 130, 191 , 366 v 382. vagos, 299. I*rid a y P e la e z D Wenceslao de l.D — Carolina Civil!, 114. 1‘ u ig g a ri D. José .— Nuevas observacio­ nes sobre la legitimidad del Centén Cphtf'íúvia. 31 \ 73. O u ija d a lj D..I. .— Carta «le Marruecos, lo. IC elna n. Manuel L — La música, 59. ■ leles D. Francisco Luis de . — Rodrieo. 320 IS o v illa D. Manuel de la . — Los últimos amores de Lope «le Vega, 127. ll o s a G o n z á le z ü. Juan d é la — Los hijos de lo» pobres, 31. lln iz D. Aureliano .—A Granada, 371 S a lv a n } I). Juan Tomás — 339. S e g a d o C’am p oam oi- D. It. i— Diálogos íntimos, 27. S e l l a s D. .1. . — Una vuelta por la vida. 23 : El rincón de la casa. 54: La sombra do la vida . t 30 : Inconstancia . 150 . En tres álbum-, 17 9 ; Un cuento, 195. S e p u lv e tla D. Ricardo . — La Culuza de l Diabla. 23o y 254: El perro negro. 323. S o r r a D. Narciso .— El mejor galan. 163, A Cármeu Godiiiü, 286. S im o n e t D. Francisco ,1. — Los cristiano» «»pañoles pintados por lo» historiado!'e» arábigo», 159 y 2 23. T b eb iissem Cl hadar . — Mue.'lrario de fábulas fabulosas, 55. T rin -lia D. Antonio de .— El Caballero de Ruja-. 162 y 178; El caslauo de Indias, 2 5 4 ; l'laviobriga y sus inmediaciones, 313 : Recuerdos. 414. T ul»¡no D. Francisco M.).— El San Antanía de Morillo «lespues de restaurado, 39 y 39. A a rio s a u to re s . — Gran establecimiento vinícola en Londres, 46; Las Bellas A r­ tes, 62 : El Exciuo. Sr. D. Carlos lbañoz. 7 í : El paso «le la Línea , 78 ; Una Teoría (por l'n emigrada., 95. A id a r l (D. Luis .—Pensamiento», 30. V iñ as y ll c z a D. Lin io .—Todo el mun­ do, 23 4. ^AMERICANA *1 'I T « S S fin jM F PRECI OS DE SUSCRICIOfl. AN«*'. Maih id ............. Proviu cias . . . E s tra u jc io ......... 35 pOTTCtaS. 40 id. .’4) id. FEMrytRE. 13 posotas. 21 id. 2t) id. ANO X X r - N U M , XXV. tiii .mI >Ti:n. pcsetas. Il id. »• 10 PRECIOS DE SUSCRICIOfl A PAGAR l N ORO. A V I. rF.MESTUK. K'T'T.-rn I- ETÀ!; . D. ABELARDO DE CARLOS. A l'M I X 1 S T n A C I n N : P A II It V T A s . li. V lU N C tP A l- Madrid. * ile .Tulio de 1R7<L 1. A C r E S T 1 0 X D E 0 Ti 1 E X T E. Cuba y ruorto-H icO . . FLlipinas............................ 1- 15 pesos lu c ri Iti. MOJieo y H :o (lo la P ia la . 15 Iti. Eu lo:- doma.' E.-'.-vlo- il? Am ine.'. fijan ci n pesos fuorces. iti. ld, s Srés. Agétttes |-<A J FUSTIGACION pequeños Estados independientes. pero sin fuerza ma­ terial. que no se espere de nosotros, ni se exija «pie lo consintamos con peligro de nuestra unidad. ■ Justo , i n’mtca general, ñor T). J i w t'rrmiiulpB T-n nion. X iiw t o s pea* Eos principes de Servia y Montenegro juegan un ii.il.i-. |«>r V. - - lloon nlOílltflniricw: U u B É t o s c b i i ( ¡ir: u'tiI. i tx),|<<-r I'. I'iitrielo il" ln KaO'^UKi. afiliVmi>-'> ilo lu i:<piii‘ o1:i. >.l tílbiir muy peligroso, si se considera los recelos del n ilvl'li". por |>. r . A. ilv Alure-'n,- «■ •••«»- «!•- VtlaiU '.¡l-.i. por l'i. AU'n- l.i E-Austria acerca de la nueva nacionalidad que se bos­ eoli.ir. i'nri.t dé M iirrin'i'i-, p o r.l. Vniñololj. Noilnin- inlu-triol.-s. i«>r queja en el Oriente de Europa, con las ruinas del im­ I). .I.C n in m Minlti. : Kt l'.nctinto roto, por I). Iliir:.v ln : Unperio musulmán. Si -ou vencidos .sufrirán la ley inexo­ Ihtío y l.:iurn (luiiiueliin ilcl nlnnum ) . por 1>. itnnn II. I l i j n r j lluro. rable de la guerra, aplicada por un enemigo cruel y I .1 rai|i.\-.u'i-'ll iliil. o iln i'r r lo . p or ] i . M. l ino ulio r. S iio lln . duramente provocado: si vencen, - se les permitirá au­ i . i: l.:i ou - t i o n <lr n rio n n : T r o | t i ' I iiiv u * om lim ro'iu p n i;. lu fr o iimentar su territorio, agregando la Bosnia y la llerzei.T .t ifc- > . r v l a . l . i .• i n .- i r o f o i l. T . i n v i s i : l> -« *iirriliim l< iit> . H l i v n o t i>'u .lo lliiT .vli'llil . /jlr.o '0 ',:;i. e l MI .lo .1 utu<> lili lu lo, l 'ilD virllH '- M ir [ l.tiw gmvinn a -lis oslados? Ha- probabilidades do buen éxi­ i i '..i-1 ■1111.- i«... .... r.|s'-.. mi i iui.'•.-i; i'i to están en esta lucha ¡i favor de los cristianos, Bulga­ f ->ri t n. u to lili i • • i -ii el 11. •' i. l'ii ,ii .lo ! lio l'ii'i'n o ; l.ii - .e i'lu ii .lo' r .r .i - l m ria se rebela contra el Sultán : en Moldavia y Bahiqnin ■ I M.OII llllll.lln p . 1.1) t .i - l:t ,.„ . |l lein u u l ; ^IH TlO lle Y u « l n i lu p lin .i lllse agita un partido fuerte y hostil Inicia Turquía: los i . » ilo M:i-tMil. i n llm in O. lim ilu l IV iv u i - f u v i. riiWM'ii r l e o li- n i .lo griegos simpatizan con el movimiento, y el espíritu II. innii 'l 'n p i I leí i'llil.lfo lio 11. I ' iu m o I. o . i ........ ............... ............... o . p ii'ln lililo * li lu l'v p o belicoso que lia hecho desenvainar la espada al princi­ ie:.ui Vr: -íleo ,1o 'tu Iri 1 , Is M .i ; .ni1 rli.ir.. • Inulut• era) : S-puK Ju .lo pe Milano se trasmite de aldea en aldea á millones I. lu.ir.lo (..il,- . el I’ r:uei|» Nou-ro. >ii !;i fu le lr.il. - Kiielol.'l'e'íiiu. \irtlrcz. de súbditos del combatido Murad Y . que continúa en­ M l-l.l.MI STO. — A p -ir .it o |.I0J>1;| I v ü 1 i r a ’• i - ! :!¡io¡01» lie V i n o - . |.»ir 1.1cerrado en su palacio, ya enfermo, ya horrorizado pol­ lm - pro-,-11: 11 1. -. 1 1 -1. '. lo ui.vloo v'i'i'U i"iv-o e l l M r - A m m e i — vnri. -. los hechos sangrientos ocurridos en su capital y el -------------- --------------------------------------nublado que avanza por sus pueblos. Constanlinopia ha pasado de una extraordinaria ani­ CRÓNICA GENERAL. mación al más profundo desaliento, desde que contem­ Ha guerra tenu* el privilegio ilo atraer lu atención plo colgado de lil i plátano al asesino de m i s ministros, general. disminuyendo el Ínteres de los ■doma* hechos y ha visto la razón con que el viejo partido turco se ij.ui ve verifican cu el inundo. Todo parece in-iuniti- oponía, en Ínteres del islamismo y del califato, ¡i favo­ canto ante «_•! presentimiento de grandes catástrofes y recer ¡i los cristianos, cuya cansa os irreconciliable con ruinas: l.i muerte de mi li*»iiiljro ilustro eomo Casimiro la suya. Xo confia en muchas de las tropas destinadas Pei'iet': la ruptura del tratado de extradición de crimi­ a defender el territorio. nales. entre luirla reirá y 1"' Estados-En ¡¡.los. propues­ En tanto los moutenegrinos avanzan, y Servia se ta al Congreso de Washington por el presidente Urant: despuebla para alistarse en el ejército: magistrados. hi cuestión que >o debate en I‘rusia, de >i el Monarca cm lidiantes, obreros abandonan los tribunales, la cá­ puele nombrar sus ministros fuera de las mayorías tedra y el taller para empuñar la- armas, y los nego­ parlamentaria«, duda extraña en un país monárquico, cio-:, Era trabajos y los estudios se lian suspendido hasta fundada eti que el Soberano ignora >i dichos ministro- que se decida la suerte de la patria ; las damas sirven tienen la confianza del ¡«ais. como si las Cámaras no en Lis ambulancias: hasta los ministro- han trocado la tuviesen, para darlo á entender, el derecho de censura- cartera por la espada y el revólver; el territorio nació­ contra aquellos funcionarios; los temores de M 'jico me es un campamento; la guerra es eminentemente sobre su futura riqueza, al ver la depreciación progre­ ] 'pnlar. Si la unanimidad de sentimientos produce en siva de la plata en todos los mercados del mundo; el los pueblos magníficos resultados y engendra acciones viaje misterioso de I*. Carlos de Borbon por aquella heroica*, se debe esperar mucho de una nación entu­ república y el Estado de California. con dirección á siasta que todo lo abandona para correr ni campo de Piladelfia. rodeo inexplicable y peligroso por un país batalla. tan alterado como Méjico, cuya guerra civil se prolon­ El telégrafo anuncia á la vez derrotas v victorias. g a ; la agitación de Bulivia; la suspensión del ferro­ Xo e* posible fiarse del telégrafo cuestos momentos carril que atravesando los Andes lia de unir el Atlán­ decisivos para bis dos pueblos que luchan; sólo se po­ tico con el Pacifico, v cuantos hechos encontramos en drá apreciar el verdadero estado de la guerra cuando el corteo <i en los de-pachos telegráficos, todo parece la sil nación fui tira en que se coloquen sus ejércitos do insoportable pequenez. demuestre, cvicleu temen te la verdad. Aquí sólo llegan Sólo la derrota de Es norte-americanos por los pieles- rumores lejanos é inciertos de encuentros favorable* rojas. que lian dado muerte al general (’usier y a más para el que trasmite la noticia, de aldeas sa>picadas, de 30!) soldados, excita algo el interes. lijando la aten­ de liun¡lias arruinadas que huyen, y de esos crímenes y ción hacia Occidente, cu cuyos confines se lingo la horrores de que es teatro Ludo país azotado por la imaginación tribus bárbaras lanzando gritos de triunfo guerra más cruel. * y ostentando sobre su cuerpo medio deslindo las .san­ #* grientas cabellera - del general y sus tropas desdicha­ Confesamos «pie proferiríamos ver establecidos antes das. Eos restos salvajes de la América prim itiva, sacu­ cu Madrid barrios de obreros, cocinas económicas, diendo d yugo de la civilización, protestan, en nombre de lu independencia de los bosques, contra la indepen­ hospitales modelos y una inclusa, en buenas condicio­ dencia. de los pueblos, cuyo Centenario celebra aún la nes, (pie. casas magnificas do corrección. Creemos de­ gran República. A los rugidos de la locomotora, ve­ ber público más urgente acudir en su desgracia al hículo de la pacifica industria, contestan á lo lejos los hombre honrado, (pie aliviar la situación del criminal; aullidos del hombre-lobo que defiende sus cavernas ; y impedir (pie los buenos se pierdan, que salvar á los con Ira la civilización que tala bosques para levantar culpables. Elevándonos á la idea de la caridad, cuyo ancho pa­ ciudades, se presentan los que destruyen pueblos para bellón acoge todas las desgracias, aplaudimos el noble que la maleza y las fieras cubran sus escombros. pensamiento ¡i que obedece la creación de un gran es­ tablecimiento de. corrección para jóvenes, cuyos traba­ Pero ustedes creen en los pieles rojas? nos pre­ jo- ve inaugurarán do un día á otro en esta córte. gunta un escéptico. Algunos escritores, leyendo en obras extranjeras des­ ; Hombre! un hecho tan reciente.... cripciones de sus asilos, y comparándolos con el llama­ Ha especulación, replica, loma toda clase de for­ do patio de los di ¡eos en la cárcel del Saladero, sentían mas : los cabellos humanos lian encarecido desde que más que la falta de aquéllos, vergüenza de que algún las señoras llevan gorras de pelo como los antiguos viajero ilustrado viniese á estudiar en España el siste­ gastadores; los cabellos arrancados en el campo do lia- ma de corrección empicado para la juventud viciosa ó talla los hemos de ver cu algún escaparate. No son prematuramente criminal. El Sr. I». Era no iseo Lastres trofeos de guerra, sino objeto do comercio. lio se contentó con lamen tur en sus discursos del Aleneo, al estudiar los sistemas penilelieiarios de los Kstu% * # <|os-t nidos y de Europa, la gran distancia á. que líos ¿(,'ué van a ganar Servia y Montenegro en esta bailamos sobre este punto de las demas ilaciones cultas. lucha? preguntan algunos periódicos mis!ríanos: ni á. Nada podía hacer en lo que corresponde al poder pu­ Rusia ni á nuestro país Ies conviene la creación de una blico; pero sabia que la iniciativa particular lia creado gran unción por e-o lado do Europa. Todo lo (pie no a-ilos como la Casa de Refugio de N ueva-York, para paso de simpatías hacia los cristianos y deseo do que recoger jóvenes menores de veinte años, apartándolos mejoren m i Minuci ai como súbditos de Turquía ó de del vicio, y haciendo de ellos hombres útiles y honruSUMARIO. 1 .1 .lo X.” XXV jSsPAÑOLA Y y^MERICANA. d o s: los fundados en la misma ciudad hace veintitrés años por Mr. Brace, (pie empezó con dos personas, y ha llegado á dar oficio y colocación á más de ríS.ooo jovenes ; la de niños católicos, que noció de un banque­ te . y fué un imstre agradable y delicadísimo; la do K¡ladelfia y la de Boston, ésta ultima notable, pues cada uno de los acogidos inscribe en registros diarios la nota de su conducta, y en los casos dudosos, ó cuando lia ocurrido desorden, juzga á los culpables un tribunal de sus mismos compañeros. El establecimiento inglés de Red-I lili, en el Condado de Siirrcy. donde se educan y corrigen los jóvenes condenados por los tribunales ó enviados por sus padres, y se esl¡muían la aplicación y honradez con premios en dinero. Eos pontones del Támesis, que convierten a los muchachos vagabundos en excelentes marineros. Eos asilos Iraueeses. particular­ mente el de M itren • pequeño pueblo sin cerca, cuyos acogidos viven divididos en familias, y cu las inunda­ ciones, incendios y catástrofes, son la Providencia de los pueblos comarcanos por su arrojo y caridad. El Sr. Eastres. asombrado de los frutos de lu caridad individual en otros pueblos, calculó que en España da­ ría también algunos resultados: no se equivocó, y gra­ cias a sil fuerza de voluntad y vigorosa iniciativa, el e.-tablecimiento do corrección tiene terrenos y recursos para empezar ya sus trabajos. El Mr. Eastres ha hecho un bien al pais ¡ poro al asociar á su pensamiento, con enérgica constancia, a los ricos, á los publicistas y á los hombres influyentes, lia perdido su nacionalidad; no le reconocemos ])or español; nosotros concebimos una idea, la escribimos en un papel, echamos una siesta, y al despertar hablamos de otra cosa. Reciba nuestro cumplido Mr. Lastres. En casa de corrección. que despierta en nosotros la id-a del co lig o , tiene en dicho señor mucho más mé­ rito. porque pertenece á la escuela filosófica que juzga la pena un bien, y concede á los criminales el derecho a la pena. El principio no es nuevo: algunos frailes se habían anticipado á los filósofos, ludiendo que se que­ mase por caridad á los herejes, pues cuanto antes mu­ riesen. ni '-nos pecarían y.sufrirían menores tormentos en la otra vida. Xo llegaron, sin embargo, á dar al acto del castigo ese saborcillo agradable con que le endulzan los peinadores alemanes: confesaban que ín penitencia era una mortificación (pie producía el bien, y distinguían el resultado de la causa, como la salud (pie se logra por medio del cauterio es cosa buena, y la dolorosa operación es en si misma detestable; tenien­ do ademas la contra de que el cauterio es siempre de éxito dudoso, como la corrección no es siempre conse­ cuencia de la pena. Pero, cu fin. siendo tan vagas las cuestiones de pa­ labras. bueno es, sin embargo, que convengan con nos­ otros los filósofos en lo principal: en (pie se debe cas­ tigar á los culpables. Es accesorio si lian de creer éstos que el juez les lia fastidiado condenándoles, (i caer en su* brazos llenos de gratitud y de ternura. Elogiamos sinceramente el pensamiento del Sr. Las­ tres y le (hunos lu enhorabuena por el gran resultado de su iniciativa y sus tareas. Sol'»quisiéramos que con­ signase en sus importantes trabajos, que España no siempre ha carecido de establecimientos correccionales para jóvenes: también los frailes habían pensado en esa necesidad social, y los padres de familia (pie tenían hijos incorregibles, los enviaban al convento de ios Toninos en Sevilla. Es verdad (pie aquel estableci­ miento no tenía aspecto y condiciones de casa de pla­ cer, pero eso era natural de aquellos tiempos: boy, por hacer todo agradable, plateamos las píldoras, explica­ mos balística en novelas, y damos colorete á los di­ funtos. * * * Llegará á ser ley un proyecto sometido al examen del Congreso, fijando el tipo (pie deben satisfacerlas Cornpañias por indemnización á los heridos y á las fa­ milias de los muertos en los accidentes que ocurran cu los Irenes por defectos del servicio? Eos defensores de las Empresas aseguran (pie dicha indemnización, arrui­ nando á los accionistas, durin. el Iriuufo sobre los tre­ nes al carromato y la galera: replican los adversarios que esto sería un adelanto. El proyecto del Sr. Fernandez (fadórniga obedece á un pensamiento generoso, pero no creemos que sea ley, por do* razones: 1.a, en el estado financiero de las X.’ XXV pA I lustración E spañola y yA, m e r i c a n a . Compañías es irrealizable, y *2.\ aun siendo posible, las cumplen uno menos: con ose sistema se puede llegar Compañías. im obstante ser a mínimas, tienen poderosa al siglo x v iii, pero minea al siglo xx. Jo sé . F e r n a n d e z B u em o n . personalidad. y el anónimo es el público. A nuestro juicio el proyecto favorecería á las Empre­ sas. aumentando enormemente la circulación de viajeNUESTROS GRABAROS. rus. Todos los jugadores de lotería desgraciados buscarian premios gordos en los trenes. Los malos casados TROPAS TUKOAS EN MARCHA PARA LA FRONTERA Imrian v ia ja rá sus mujeres, y los hombres cobrarian •!>• si'vin. viudedades. El suicidio perdería su condición de gra­ Xo es ol actual ejército de Turquía como aquel cuyo tuito. y habría ipiien echase la zancadilla á un tren, nervio principal eran los genizai'os. destruidos en |ó para poner su pierna en la cuenta a una Compañia. de Junio de is i’ii por el sultán Mahamad II. á causa de su espíritu turbulento, y <n resistencia á las inno­ Una sociedad titulada Lu Hnirfirit proyocia intro­ vaciones europeas. Aquellos soldados conservaban su ducir cu España los sentiros para casos de desgracias organización tradicional y lodo el ardor d e l fanatismo cu los trenes. La indemnización es módica, lo cual musulmán : sin embargo, los geuizaros, poro ¡intes de excluye la idea de diabólico y disimulado regocijo que su extinción, habían recibido uniformes, bayonetas y podrían ocasionar ciertas catástrofes, si constituyesen fusiles, uo obstante su repugnancia, dóciles á la deci­ un negocio. En caso de muerte socorrerá con In.00.0 sión del m illa, que declaró no ser contraria la reforma reales a las familias de los viajeros de lA : con ¡is.niin á las creencias mahometanas. 1 »ostruidos ios geuizaros, defensores ardientes del a los de y •js.ono ¡i los do Tiene tipos más bajos, según la gravedad de las heridas, y un servicio médi­ imperio, aunque súbditos con frecuencia rebeldes del co organizado mi toda la extensión de las lineas férreas, Sultán reinante, que sustituían a su antojo cutre los para auxiliar á los heridos ipic hayan comprado sus bi­ individuos de su familia, por la anchura d é la ley de lletes. liemos preguntado cuánto costana el seguro en suco.'ion. el ejército turco adoptó la organización de primera desde Madrid á Uarctdona, y nos dicen 'pie U europeos, si bien marchando detras de las (lemas naciones, por el poco desarrollo de la instrucción en su no llega á diez reales. El 1 »¡rector interino. Sr. "Rebolledo, invitó á la pren­ país. La guerra última de Oriento, en «pie alternó y sa para darle cuenta de su pensamiento: eorresponde- luchó con los mejores ejércitos de Europa, mejoró sus m< s á sil galantería, declarando «pie será ú til. si como condicione' militares, debiendo casi todos sus actuales esperárnoslo realiza con sujeción á su programa. <»ja­ adelantos ni sultán Abdul Medjid. Las fuerzas que el imperio turco puede poner en pié bí se determinase también á hacer seguros para robos de guerra so calculan en iíoo.ih' i hombros, s¡ bien en en diligencia y en poblado. la situación actual de Turquía,.en que niegan obedien­ cia provincias importantes y la de- «vganizacion cunde La bolsa ó la vida ; hé aquí la disyuntiva del vinjr-ro en las demas. será difícil completarle. El servicio es por España : ó estrellarse en mi tren, ó ser robado en obligatorio y se determina por medio del sorteo; dura diligencia. veinte años, que corresponden cuatro al servicio acti­ La diligencia de Sevilla á UueTva, a «altada por gñ vo. seis ¡i la reserva y diez al cultivo de las tierras. Se hombres armados, hace bendecir los ferro-carriles con compone de mahometanos y cristianos, si bien éstos en sus descarrilamientos, sus emociones y sus choques; menor número. El soldado turco es dócil y valiente, y el recuerdo de Tárrega suaviza el de Saulúear la Ma­ hasta ahora ningún cuerpo militar lia seguido el ejem­ yor. Xos vamos convenciendo de que no son las Em­ plo insurreccional que les dan cada dia nuevas provin­ presas, ni las autoridades, ni los empleados, ni siquie­ cias sublevadas. Los oficiales son extranjeros en gran ra los ladrones. parte ; uno de los coroneles os hermano, según nuestras Es España. noticias, del editor de uno de los periódicos más im­ m • • portantes de Londres. Cobran sus haberes con muchos meses de retraso; su Arderías os un empresario afortunado : mientras no tenia novedades que ofrecer al público en su team», el alimento no is de los mejores, pero lo soportan con la verano se detuvo ¡i gran distancia de .Madrid, para que resignación propia de su raza, guardando todo su ren­ la gente no abandonase las funciones de los líalo . cor pura el enemigo, á quien atacan con gran furia. Cuando el verano ya im tuvo pretextos para prolongar Cuando vencen son crueles y cometen los mayores ex­ su ausencia, y entró sudando m nuestra villa, un éxi­ cesos. Como se ve en nuestro grabado de la página prime­ to ruidoso atrajo otra vez al teatro de Arderin* o! pú­ blico (pie se lidia lauda los conciertos del Retiro y de­ ra. su actual uniforme es una copia del de los zuavos. Tienen bandas de niú-iea excelentes, y el chinesco mas espectáculos propios de la estación. liamos <'arrion, (Mello y el maestro ( 'abullero han minea falta en ellas, haciendo la delicia del soldado. Incluido á brazo partido con el mes de .lidio, obligán­ dole á darse, por vencido. Todos tres habían demostra­ do en obras de mayores pretensiones su talento, y en la zarzuela humorística /.'/ .s/7//o (//"■ n'ntr han dado pruebas de vivacidad de ingenio, gracia intencionada y conocimiento de la escena. La zarzuela ha gastado extraordinariamente á las señoras. Asomar la cabeza por el siglo x.\ sin moverse del año 1*7»;, viajar por el porvenir sin arrugarse el rostro, y adelantar cien años sin tener más edad de la que so representa, es para halagar á las gentes, sobre todo en tiempo de rá­ pidas carreras, y en que v iviendo en el año ya citado, estamos gastando las rentas de una generación que no ha nacido todavía. La zarzuela respondo á una necesidad actual de nuestro espíritu: si no hay distancias entre los pueblos más lejanos, ¿podía tolerarse que mediasen cien años entre LsTtl y y fuera preciso recorrer esc siglo en galera como liaeian los antiguos? Los autores de la zarzuela, recordando (pie Fernando V il suprimió el tiempo en mi decreto, declarándolo nulo y como si no hubiera existido, lian seguido el ejemplo, cortando cien años al porvenir; uno y otros lian realizado una aspi­ ración nacional; matar el tiempo. V á la verdad (pie se mata agradablemente oyendo la zarzuela. — ¿C ree Y. que se podría una conservar cien años para llegar á esa lecha? decía una señora á un pollo. — Xo lo creo: mi madre tiene cu el padrón dos años monos que y o ; conozco varias señoras que cada año LA CATÁSTROFE HE TA RREO A. OH¡oí". Sel nvn-ciirreii il- Riu'ootiiin ñ /oraporai, d 2 1 ,la ¡Junio Y id lm u s ■ !*• lu i-alu-tr->fVi, il<'i»Mll¡ula* cu d llu sp ltij Muiüdivul ■le Tunvr.1 (|nkc. I). Toda descripción seria pálida ante la representación material de los destrozos ocasionados por la catástro­ fe. Aquel montón informe de trozos de hierro y de madera, por donde asoman cuerpos humanos desfigu­ rados é> deshechos, eran minutos antes los coches de la Empresa, llenos do pacíficos viajeros, á quienes es­ peraban gozosas sus familias, ó por cuya ausencia (piedaban intranquilas. Le falta al cuadro, sin embargo, lo que las artes del dibujo no pueden expresar, los gritos angustiosos del llorido oprimido por el peso de mi enor­ me trozo de wagón ; el llanto del que Imsca á un ami­ go entre aquellos escombros hacinados, el pedir socor­ ro de unos y otros, las exclamaciones de horror, y los quejidos de todos al encontrarse sin socorro, lejos de poblado, en aquella dolorosu situación, cuya angustia subió de punto al estallar una tormenta sobre aquel campo de desolación, que era im olivar. Algunos coches cayeron desde mi elevado terraplén, siendo lanzados á gran distancia algunos viajeros: en­ tre los heridos de mayor gravedad había mía mujer embarazada, cuyo marido había muerto en la catástro­ fe, y la cual falleció al dia siguiente: durante mucho tiempo no pudieron ser socorridos los heridos, algunos de los cuales se hubieran salvado tal vez auxiliados á tiempo. Copiamos la lu ta de los viajeros muertos y heridos omitiendo los contusos, que fueron más de veinte. lié aquí la tristísima relación : «M urrios: Miguel Andrea, de Fogon. provincia, de Zaragoza.- Felipe Mi rau. se ignora >11 <!<ínicilio.Amires M artin, de Rueda.— Antonio Ful.il y Cortés, se ignora su domicilio.— losé Felip, de Tárrega.— lo- • Mortaus, se ignora >u domicilio. .Tosí- Fruyas, de (Me­ s a .- Juan Scali, de Yilhmueva de Moya.— Francisco Codina, d e Yalllbgomi.— ILmigio (Vaia, de R uchos Aires. Rafael Fuig y O liv e ra s .s e ignora su domici­ lio.- José Fonons. se ignora su domicilio. Ademas un hombre y una mujer cuya personalidad no ha podido ideili i Mearse. H<ritto* : Tomás Villnvicja, herido gravo. Fran­ cisco Mateo, id. Félix Rial. leve, .fosé1 Valle, gra­ ve.- .1 osé (¡ra n a , id.- I.uis Xogre. id. Joaquín Ma­ ndi, leve.— Isidro Forta, grave.— José Yergés. id.— Jaim e Uotoy. leve.— Rosa Frauda . grave. Antonia Moix. leve.- Rosa Vidal, gravo. Ramón Duran, id.Ranión Ande ve. leve.— Miguel Maraño, grave.— Fran­ cisco Cotlony. id., y José Roca, leve. Se ignora el do­ micilio de estos heridos.» ISLA S F IL I P IN A S. — INDIOS HES EFICTA SUJO « A HACA ». EX C A M A R IN E S S i R. La planta abw 'i, exclusiva del suelo filipino, es una de las que más estiman los cultivadores en nuestro rico archipiélago asiático, p irque produce su aprovecha­ miento. en el interior del país y por medi" de la expor­ tación. un ingreso anual d • cien millones de reales. El grabado que damos en la pág. f>. copia de una fotografia del natural que nos ha remitid • un antiguo suseritor cu Camarines del Sur. representa á varios trabajadores indios en el acto de beneficiar la plañía: el de la izquierda corta la planta: el del centro, que aparece sentado, separa la parte fibrosa, por medio do un cuchillo, djn.nirn i l i hilo en <_•' lo ig n ¡ • téviie • d ■ los indígenas ; el d? la élite .dn limpia h hibra de li carnosidad q u ? la c im idv.\ cupi? in 1 ■un i me'iill.i d • hierro que está colocada al extremo de una palanca c m movimiento vertical, y que descansa sol ire un sencillo aparato do madera ; la m ujer, en fin . que se descubre en el fondo, en segundo término, tiene el cargo de preparar la frugal cunida de los trabajadores. EXPOSICION’ HE F I L A D E L F I A . El ilciviriiiuu’ iiM ¡n iin <•» i'iiR-U.iii aul i Una de sus mayores curiosidades consiste en la par­ te Sudoeste del edificio, donde se hallan o .locadas, en­ tre otros objetos antiguos p Tteiieeiontes ¡i la AmTica primitiva, los árboles genealógicas de los indio;, que representa nuestro grabado de la pág. .i, correspon­ diente ¡Has tribus que habitan en la vecindad del Fa­ cí tico entre el <>re ijou y Alasca. Parecená primera vis­ ta esos objetos Ídolos toscamente. labrados en madera, pero no son sino árboles de familia, en que están ••-'•ri­ tos .simbólicamente los nombres de los ascendientes •>v sus sucesores: suelen colocarse en los tejados ó fachu­ das de las casas. Cuando un indio adopta un nombro á consecuencia de una acción heroica, procura que sea el de mi ani­ mal que pueda reproducir mareando en sil brazo la figura: los de X ootka, que son m is ilustrados, tallan la figura en el tronco de un árbol, y como viven dedi­ cados á la pesca, suelen tomar nombres de peces con frecuencia. Los tallados son de carácter prim itivo, y para que se comprenda su significación, li¡•■monos cu el tronco que está á la izquierda de nuestro dibujo: en la parte inferior quisieron los indios imitar un oso que tiene bajo sus garras una rana: esto parece indiearqii ■ un indio que usó el nombre modesto de ese anfibio, tuvo por padre á otro, que por su fiereza mereció ser conocido por el nombre terrorífico de el <>so. LA SECCION I>E 11 IIR A SIL EN E l, MAINO RCILDINO. El Brasil ha sido uno de los países (pm m is pronto empezaron los trabajos de ¡ustalaeinn en Filadelli i, re­ sultando de ellos el hernioso pabellón qne lignra en el segundo grabado de la pág. ó . y cuyo (Millennio expli­ cará á su tiempo nuestro diligente corresponsal en la Exposición. El Emperador Fedro II ha visitado e| pa­ lacio donde se exhiben los producios de su culi, i y bien gobernada nación, e! cual llama la atención por su ele­ gancia, cutre los (lernas pabellones del Main línildiag. 4 pA ] l u s t i \a c i o n , E s p a ñ o l a y ^ A mericana LA CATASTROFE DE '['ARRECA. D E S K A U II 11.A Al r UNTO D E L T U E N - C O R U K O D E R A U C R E O N A Á Z A R A G O Z A , K L I D E J U N I O ULTIM O . Victimas Je la catástrofe depositadas eu el Hospital municipal de Tarrago.— (Gróipñs ilei natural, por D. 11. Maestro.) X." XXV X. XXV |_,a | l u s t p va c i o n ^Isp a ñ o l a E X P O S IC IO N DEPARTAMENTO INDIO E N E L PABELLO N D E L GOBIERNO, y A mericana. D E F IE A D E LFT A. LA SECCION D E L B R A S I L E N E L M A IN BU ILD IN G . r; pA I lustración L A F I E S T A ...... NACIONAL. Ma-rtc var.i cu til rinr.li <!*.' T-thí ilo MiilriE L t multitud vocifera en palco«, grada1* y tendido?, insuhainl i ¡i iüí picadores j • un¿m* no acometen ni turo. <|itr lia temli lo en la arena ¡i algunos i.-al>all<Uno de los jinetes, sin alejarse mnelio de la barrera. espera pí­ en en mano al irritado anima!, cuya rasgada piel chorrea sanare: umliiste el loro, y el nítido hierro vuelven clavarse en su costado, no sin «jtío hunda el interno en las carnes del inofensivo enhallo, «pie e<m un ojo ven­ dadlo ■o] Vni a al jinete y paga sus torpezas, E l puMieo aplaude y sillín ¡i la vez: la sature. río«ja la plaza: «leí \¡entre d-l enhallo ote !in mui masa sangrienta, y el animal pisotea con las herraduras mis propios intesti­ nos. Toda et>liip:t'ioM es desenliada : la embriaguez tle la san,uto despierta el deseo de horribles é inesperadas emociones: la juventud endurece su corazón ante tan bárbaro espectáculo: y el toro (|tie detiende su vida amenaza la . y el caballo que mueve por obedecer ¡i su jin ete, son los tinieos .-eres rpic tienen razón en aquel horrible espectáculo, que llaman sus alieionados tiesta nacional, Tal es la escena que representa nuestro gra­ bad • de las páginas Ny ¡I. r x vi i ..] u l u n e s en iv. i Ir.. .',i- V . l'rAiit-:- e l coli s eo d e doma . Ai,, j.ivm U ¡,. ,.n Li Kx|-.-iot«ii t 111 cuadro que reproducimos en la p.;g. 1 ¿ . verdade­ ramente sentido, tiene uti sello de verdad local, que llamó la atención de los inteligente*, y sobre iodo de los qtte han visitado el coliseo de Ruma; tiene ademas grandes condiciones de ejecución, y tranquila y consola­ dora poesía. C A N T E E U tT .Y ( I N G L A T E R R A ), sópale ¡ f 'le Eltsurilo de Oa L'-. el l'r ncive y nos, pues, la musa de los espectadores no iniciada en los misterios de la época, pero guiada por su natural instinto, atribútaselo todo á las sociedades secretas, y es preciso confesar que pocas veces se engañaba, si al­ guna. Crisis ministeriales, sesiones tormentosas en las f o r ­ tes. asonadas en las plazas. Tnnjitfas ¡i determinadas personas, descubrimientos de conspiraciones, y hasta el único, pero al cubo sangriento crimen de los mal llamados políticos, entonces en Madrid cometido- el nsc.-inaio en la cárcel de i 'oruna del cura de Tauuijnn todo, absolutamente todo se les atribuía ét las socieda­ des secretas : los periódicos asi lo afirmaban. acusando siempre los de la facción masónica á los comuneros, y los papeles de estos ;i los masones, de cuanto malo se hacia o de cuanto bueno, al respectivo juicio, dejaba de hacerse. Ser parte, pues, de alguna de aquellas poderosas asociaciones y vestir el uniforme de milicianos nacio­ nales, parecí minos ¡i mis caros amigos y condiscípulos y a mi circunstancias indispensables, ni mas ni menos que la de fumar tabaco aun a costa de nuestros desdi­ chados estómagos, para sacudir los infantiles arreos y poder, en lia . la toga viril vestirnos, l'ero corría en­ tóneos. para mi- stro deseo, perezoso el tiempo que. cu stt curso, ahora en mi sentir veloz de sobra, ha hecho ya del que esto escribe un viejo , y pnéstole en el triste caso de poder exclamar, trovando a un gran poeta, res­ pecto :i los más. á casi todos los que con él fueron niños ; ■■ El tienyo en su ínror ilt*vorü » t<>le-: Yo ios v i-eivcef. ;Oh. couipaüer‘s . r.iti—c.'ii el M'ti» -te l ñ " - ; a •W*?ati¿üii le Thi vtipsirii :ilto satier g.«a!« d premio: AL* \ot.-. y l u í . -iHiruu?.;»; l.’.fE"-1' ' ■ EncioloI’Kw a s — ( Yéa*e el epigrale, ]»ág. 1(J. ) F. RECUERDOS LITERARIOS. lt I O G lt Á F I C A S . AlITICt'I.O IX. l ’l'-Viigmii ].)« NHUi:iiitin>-. Al term inaren mi articulo anterior el rápido bosque­ jo. que me lia parecido indispensable trazar, del estado de España, en punto ¡i sociedades secretas, al llegar el ai! >vigésimotereero de esto siglo, lie indicado ya que i'l espectáculo á que necesariamente asistíamos; el ejem­ plo que en él se nos duba, y la atmósfera política que respirábamos, no podían méiios, ¡i mi parecer, de in­ ducirnos á los adolescentes de aquella época, en ílliesi ras especiales condiciones colocados. ;i desear vivamen­ te im itaren el punto en cuestión ;i los hombros (pie en primera linea entóneos figuraban. Rermil.asente com­ pletar ln explicación comenzada. La villa, en Madrid al niétlos. durante aquello* tres a ñ o s , líi,'- inda polil lea : eonsianle y bulliciosamente po­ lítico. Tanto ('» más que en el <¡alónele y en las Corles, so disetilian los negocios del Estado en las sociedades patrióticas, en los calés, en las calles, en las aulas, y basta en el hogar doméstico; pero donde más se disen­ tían, resolviéndolo . por añadidura, frecuentemente en diversos y opuestos sentidos, era cu las Logias de los masones y en las Tunen de los comuneros» Los profa­ X." XXY ^Americana. - O " i ui' r--. y uaipr.i Ir -•,'•"( 1 ). cu ín eatclm l. Respecto til interior de la catedral de Cniiterlmry no nos dcteiulrémov mticlio, pms mc-ncionnndó muy pe­ queña parte tle las curiosidades que encierra, nos ha­ ríamos demudado extensos. Allí se ve todavía el mis­ mo pavimento y las mismas paredes que fueron testi­ gos de! martirio de su prelado, hace 700 añ o s: y e n una de sus e..pillas so encuentra el sirio donde estuvo c .locada hi magnifica urna en que durante mucho tiempo se le ha venerado ennt" sanio. (Jtra de I¡» cu­ riosidades que encierra el templo es la tumba del l ’rincipe Eduardo El Xnjro, y en la pag. Id damos una co­ pia del cuadro del fió-. S. lteud. por haberse presentado cu la última Exposición de la sociedad de acuarelistas. La efigie de bronce do este famoso guerrero inglés, dorada con lujo, es digna de estudio cu el laesimil del palacio de cristal. L t fiuub.t esta decorada con plumas de avestruz, y en mi d is ■! s • vo el emblema d • la S mti<im i Trinidad. II E M I N I S C K N C I A S J3spañola Nuestros rostros imberbes, nuestros cuerpos sin for­ m ar, el todavía epiceno timbre de nuestras voces, y sobretodo, la veracidad inllexible de nuestras fes de bautismo, reducía unos, en cuanto ¡i la Milicia Xaeionrd, á que nos alistáramos en el batallón de niños, hu­ millación ;i la cual preferíamos renunciar al suspirado uniforme; y por lo que hace a las sociedades secretas, cuyas puertas herméticamente encontrábamos cerra­ da«;, ¡i uno de dos extremos. ;i saber.- resignarnos ét es­ perar la edad ét propósito"para ingresar en las existen­ tes, ó prescindir do ellas y crear nosotros misinos una nueva, para nuestro personal uso exclusivamente cal­ culada. Al último partido, muy lógicamente, nos atuvimos, y por ende fue la sociedad de los Xiiinautiiio.s. La época en que fundarla determinamos puréceme recordar, aunque ti" puedo con absoluta seguridad lijarla, que lité ¡ilites de mediar el año de Estío: y Es que tuvimos, la idea y la maduramos — si de madurez, tratándose do niños, puede hablarse--fuim os primera­ mente Miguel Urtiz Am or, de quien ya de paso creo haber hecho mención en estos artículos, y el autor de los mismos. Ambos éramos condiscípulos en la Univer­ sidad Central. amigos como Edades y Oréstes, igual­ mente en nuestras opiniones exaltados, y la ventaja que él me llevaba en todo lo positivo, por sus tres ó cuatro años más de edad, decían los amigos que tenia su compensación en mi audacia y facilidad en el traba­ jo. Miguel ]tusaba entre nosotros por consumado diplo­ mático, hábil en superar obstáculos ¡i fuerza de rodeos, cu esquivar dificultades, cu ocultar ¡i los extraños sus designios, envolviéndose en misterioso velo, y era, ade­ mas, sin duda alguna, y lo filé toda su vida, tenaz­ mente perseverante en m is propósitos. Añádanse a esas dotes una fe sincera y entusiasta en las doctrinas libe­ rales, y una invencible propensión ét la oscuridad y al misterio, y fácilmente so comprenderá cuán á propósi­ to era aquel entonces joven, para lo que hacer se ha­ bla propuesto, y realizó electivamente, en cuanto era posible, y en algo más ¡tenso de lo que él mismo se prumel ¡a. En cuanto ét mi. ¡i quien Dios lia hecho muy poco ¡i propósito para oscuridades y misterios, scdéijome y me. entusiasmó desde luego la parle poética del negocio, (ities por lo que ¡i la política toca, no necesitaba yo es­ puela que me aguijara. Mi temperamento, las circuns­ tancias de la época cuque salí al miimlo, las amistades que al entrar en él había contraído, y el medio social (1) Trova de El l ’, ln;/o de Quintana. Acto I.°, escena iv. en que alentaba, precisamente en el critico instante de (•asar ¡i la pubertad desde la infancia, todo contribuía ¡i hacer de mí una criatura radical y exaltadamente iberal. Nada, pues, tuvo que hacer Ortiz para redu­ cirme ¡i su voluntad cu la m ateria; y por lo «píe res­ pecta ¡i la parte del misterio, del secreto profundísimo en que era forzoso envolver nuestra marcha ulterior, sedújome fácilmente, como ya lo he dicho, lo que eti ello hay siempre de poético. Tenia yo entóneos ya. por circunstancias especiales, conocimiento no escaso de la parte, por decirlo asi, dramática de la francmasonería: de las bandas, man­ diles. joyas o insignias, que caracterizaban ¡i los indi­ viduos de sus diferentes grados; de la decoración orien­ tal y simbédiea de sus logias, con sus dos columna* y su candelabro místico: de las pavorosas ceremonias v pruebas, al parecer terrible*, usadas en la recepción de j<candidatos-. ¿Dónde haliia yo adquirido también noticia del terrible secreto tribunal germánico, terror no sólo en la Westfalia. su natural asiento desde los tiempos teutónicos, sino en toda la Alemania, dolos criminales de alta esfera y de los que, abusando de su poder y posición social, cometían ciertas iniquidades que la moral cmdena ciertamente, pero ¡i que la san­ ción penal de los código* escritos rara vez alcanzar— Xo lo sé: pero de hedió inHuían entóneos ya en mi imaginación los prestigios de! vehéiuíc i tribunal de los .fuo-rx /■',■!r/h- s. eom<> los franceses los llaman : y no emtribuycrou poco ¡i lanzarme súbito ¡i la ardua em­ presa de fundar con Ortiz una nueva sociedad secreta, donde tantas ya desdichadamente había. Su nombre y propósito ya los dejo dichos: por qué. respecto al primero, nos fijamos en Xuma/ir/a, u<, acier­ to ¡i explicarlo hoy, como no se lo atribuya, según me parece verosímil, ¡i nuestro propósito firme de imitar en valor y constancia y patriotismo, ¡i has heroie >«• de­ fensores de aquella eiu lud para siempre gloriosa. Por lo deina*. recuerdo que en sola una noche de trabajo, no sin temor de que me sorprendiera fuera de la cama ¡i deshora mi lmeu padre, que no era tolerante con tale* irregularidades, escribí cálamo cúrrente, y dejándome llevar de la inspiración del momento, una constitución, jaira la Sociedad, y un reglamento con sus punta* y collar de código penal draconiano, para el régimen de sus juntas y la conducta de sus indi­ viduos. Que personas susutas, si se hubieran tomado la mo­ lestia de leer en serio a ¡ttellas mis dos improvisadas elucubraciones legislativas, hubieran podido y ¡iun do­ lado decirme lo <jito el gusano de seda ¡i la araña : . i; r.-ii-il ili'iir ra z in i ;i-. v a i-U n l n paréenme evidente; pero a Miguel OrLiz la obra le pa­ reció de perlas, y no menos luego ¡i nuestros compañe­ ros. cuando ¡i iniciarlos comenzamos, que lité, como puede suponerse, sin tardar mucho. Pésame de no poder dar aquí la lista exacta de los primeros Nti man tinos, poro los años lian debilitado grandemente mi memoria, un tiempo no escasa; de aquella época no conservo un papel siquiera ; nadie de los que so nos asociaron vive aú n, (pie yo sepa, y en suma, el lector habrá en ese punto de contentarse con lo poco que dan de si ya mis recuerdos. Por de contad'), Espronceda y Vega fueron de los n tunan tirios fundadores, y con dios un D. Bcrnardino Xtiñez Arenas, muy amigo nuestro entóneos y siempre, que ha muerto lio lave todavía muchos años, afiliado al partido moderado, (pie en su niñez, tío menos qtte. nosotros todos, abominaba. Paréeemc que también lin­ de los nuestros un mozo andaluz de nuestros años, gra­ cioso y decidor por extremo, (pie se llamaba Bernardo Barrera, y estoy seguro de ipie se nos afiliaron un joven Humado Tejero, que por sus años, que pasarían de vein­ te. lité luego por la justicia muy severamente tratado, y otros dos, si no me engaño estudiantes de farmacia, llamados ele nombre Indalecio el uno y de apellido <Vir­ ios el otro. En suma: poco excederíamos de una doce­ na los qtte fundamos la Sociedad de los Xtimantiuos, retiñiéndonos para ello en una cueva, profundizada sin iluda por los areneros ; prosaico origen 1 en tuto de ios cerros ó nu infecí líos del quebrado terreno del Buen Retiro, en las inmediaciones del Observatorio Astro­ nómico. Mientras el régimen constitucional duró posterior­ mente ¡i nuestra fundación, (pie no fue mucho tiempo, allí unas veces, en la pradera del Canal otras, ó, cuan­ do nos convenía, en cualquiera otro punto de los aire- x.° x x Y JLìa | l USTR.ACIOH pSPAÑOLA Y ^ME^ICAHA. dedores de la villa y córte, nos despachábamos :i nuestro ni. s de sobra ; porque á unos, como á los colegiales de gasto, discutiendo, deliberando y resolviendo de plano San Mateo, por ejemplo, se les cerraron los estableci­ sobre todo género de asuntos políticos, asi teóricos co­ mientos de enseñanza, y á otros, nnpuritieii infolios ( has­ mo de circunstancias, y aun personales cuando se nos ta á los estudiantes se les sometió á ese inquisitorial procedimiento), se nos declaro virtuahuente holgaza­ antojaba. nes de profesión, ] mosto que en ninguna l ’niversidad Mas entraron los franceses en Madrid á linos de So tienibre de y desencadenóse tremenda la furia matricularnos podíamos. ; Y la Sociedad de los Nnmantinos ?- lisa hubo de reaccionaria contra los desdichados liberales, no como i|iiiera solo de oficio p e- ministerio de los tribunales y suspender algunas semanas sus juntas, y quizá perdió autoridades, sino más acerba, más implacable y o >n uno ó dos hermanos, ya por meticulosidad del intere­ acción más universal, mas continua y más encarnizada sado. ya porque la prudente previsión de su familia le aun. por parte del pueblo 'pie. cu su inmensa mayoría, redujera entonces a severa clausura; pero la sociedad no se disolvió: los más délos nnmantinos perseveramos era furibundo realista. en nuestro prnpó-dto; y como lo verá quien tenga pa­ Ni nuestra insignificancia y pocos años alcanzaron á redimirnos del anatema en ipte por nuestras opinio­ ciencia para leer como éste \ el anterior, mi próximo nes habíamos incurrida. Eramos niños, si. pero tam­ postrer articulo sobre el asunto, fuimos al fin vencidos bién había otros niños realistas, y án solo grito de cual- i por fuerza mayor, pero unimos como buenos, sin volver ipiiera de ellos, apellidándonos ini/ros, bastidla y so­ la espalda al enemigo. P a t r ic io UK I.A E sc o su k a . braba para ipie instantáneamente, el primer manólo a 0r cuyos oidos llegaba . le midiese con su ll-xible vara las Mil Irll. Al«II ilr I''7il. espaldas al infeliz con aquel dictado escarnecido. I’ara un negro adulto, era ul ñu y al cabo noce-ario que so DEL SUICIDIO. reunieran, á lili de apalearle, dos ó tres Idanros cuando menos; para uno de nosotros, con el que más ñ mano Sabrán nuestros lectores que el i -’ de .Tlinio ultimo se encontraba luibia bastante. Ya en otro lugar he di­ cho cómo á Ventura de la Vega le cortaron las mele­ puso fin á su existencia el joven poeta D. Teodosio \ es­ nas en la Puerta del Sol, sentándole en la cuba de un leí ro Torres. Algunos amigos suyos lian pensado dedicar una Co­ aguador de los de Muriblattca , y ejecutando la opera­ rona poi lica á este infortunado, y con tal motivo han ción con las enormes tijeras de un esquilador de caba­ llerías: debo añadir que tales sumarias ejecuciones eran escrito á I h Pedro Antonio de A larcon. pidiéndolo unos en aquellos aciagos dias tan frecuentes, que apenas si versos para la misma. El Sr. Alarcon lia contestado con la siguiente carta, nadie, como los interesados m> fuesen, en ellas la aten­ ción lijaba. Yo he visto arrancarle ñ una señora, en que nos complacemos en publicar, por tratarse eu ella las Cuatro Calles, las guarniciones del vestido, a pre­ la pavorosa cuestión del suicidio cu unos términos que texto de que por su especial forma se llamaban ha lo­ no podrán métios de aplaudir todos los hombres sen­ rias th Riego; también á otra las cintas con que lle­ satos. Dice asi la carta del Sr, Alarcon: vaba atados los zapatos, prodigándole til mismo tiem­ .i Sur-, I). Vin.'i:t.\so Xuvo \ o. v P. M. reúno*. po toda clase de improperios, fundados en que aquellas "Mis distinguidos compañeros: Agradezco a ustedes t/alijas, las negras solas las usaban. profundamente su cariñosa carta, en que, a vuelta de Mientras de esa manera, y frecuentemente de otras otros elogios que sólo debo á su bondad, hacen justicia harto más crueles, se desahogaba sin treno la demago­ á mi único titulo literario, ó sea al incansable amor gia realista en calles, plazas y paseos, desde más de un que profeso á cuantos cultivan las bellas letras, sobre pulpito se inflamaba el ya más que encendido ánimo todo si es para regocijo de las Musas, como acontece de la muchedumbre, con uu incesante raudal de anate­ c011 ustedes. wDicho esto, les suplico me releven de escribir los mas y maldiciones contra los desdichados liberales y versos que tan encarecidamente me piden; es más. si sus hijos y sus descendientes, hasta la cuarta genera­ ustedes me lo tolerasen, les aconsejar ia que no publi­ ción , provocando á su exterminio, como si lucran to­ carán la Corona pin11ira que traen cutre manos. dos impíos umulecitas. Las autoridades, al mismo tiem­ »¿A qué ni para qué tal Corona.'- ¡Cantemos á los po, prendían á unos, desterraban á otros, enviaban que tengan paciencia y perseverancia para sobrellevar muchos á presidio, y ni cadalso ¡i no pocos. Las p u ­ las tribulaciones de la vida, no a los que huyen : no á rificar iones, juicio inicuo, si nunca los hubo, reducían los que desertan ; no á los que dan a la humanidad el á la miseria á centenares de familias, y tenían á otros grito del pánico y de la derrota! — N o; un hagamos, tantos millares de ellas en suspenso éntre la vida v la cien años después de (ioetlie y de Rousseau, la sacrile­ ga apoteosis del suicidio. El suicidio junio estar de mo­ muerte, que muerte y cruel era la de privarlas, del úni­ da entre las gentes que viven la vida del alma, allá en co recurso con que para mantenerse contaban. los febriles dias del romanticismo: pero hoy ha sido ya ¿Qué más? Quizá lie dicho más que conviniera en relegado al uso exclusivo de los comerciantes que quie­ este lugar, pero me ha sido imposible dejar de es­ bran, de los jugadores que pierden lo suyo y lo ajeno, de los ladrones de frac cogidos i11tragan t i , y de todos cribirlo. los que, para decirlo genéricamente, no viven otra vida La situación, en los primeros meses sobre todo, fué que la de la materia, cuyo dispensador y regulador es para los liberales horrible, tan horrible, tan dura, tan el dinero. ignominiosa, que á nosotros mismos, niños como era­ » Dedúcese de aquí que el poeta Yesteiro ha come­ mos, y por onde imprevisores y esperantistas, recuerdo tido un anacronismo suicidándose en ls7<¡, y ha baja­ bien que llegó á imponérsenos en toda su implacable do del nivel de Larra y de (Jerard de Nerval, en que vengativa saña. Ni podía ser de otra manera, porque imaginó colocarse, al nivel de los prosaicos suicidas de estos tiempos. ; Desconocía sin duda ese infortunado veiamos á nuestros padres tristes, ¡i nuestras madres joven, que hoy, entre los hombres de inteligencia, ó afligidas, á los amigos de casa atribulados, á todo el sea en la esfera del idealismo moderno, sabiamente ba­ •pie no era de los perseguidores, cuando menos recelo­ gado sobre la moral, no se estila ya inmolarse en aras so, y nosotros mismos apenas podíamos salir ¡i la calle, de sí projiio, como los antiguos degollaban tal ó cual sin exponernos con evidencia ¡i ser insultados, y muy victima cu aras de un dios; sino que ha vuelto ¡i ser más lucido sacrificarse en aras del prójimo, padecer contingentemente victimas de algún brutal atentado. para que otros no padezcan, y ser feliz con la dicha l’or dicha, cuanto más agudas las fiebres, tanto niénos queso proporciona á los demás.' ¡Ignoraba, sin dada, durar sue’en: poc »á poco fueron calmándose los ánimos que amarse á si mismos hasta la muerto, inorlm anlem de los m ás; lus autoridades hubieron, al calió, por su rraris, os mi crimen y tina ridiculez, y que amar á los propio ¡úteros, de enfrenar un tanto ú los incorregibles; hombres hasta el extremo do morir por ellos, como y como, por otra parte, jurídica y oficialmente la per­ hizo .Jesús, os y será eternamente heroico .' »Lloremos, pites, cuanto Y Y. quieran á esc pobre secución, léjos de atenuarse, iba, cuino los músicos di­ Yesteiro. á quien siento no haber conocido; compa­ cen, m c,restriñió, concluyeron los magnánimos realis­ dezcamos su flaqueza ; deploremos su cobardía, que le tas por permitirles á los pocos liberales que no estaban ha costado la vida ; consolemos á los seres (pie haya en las cárceles, ni habían sido desterrados ó enviados á abandonado y afligido al matarse en jirovecho propio; presidio, que de los ya ajusticiados no lmy para que ayudemos, si es necesario y posible, á los que haya de­ hablar, que anduvieran por las calles en caso do nece­ jado sin amparo; pidamos, en ñu, cristianamente (si sidad urgente, á condición, sin embargo, de llamar no tienen V Y. ro|wro en ello ) por el alma del sin ven­ tura ; pero guardemos las coronas cívicas, los aplausos sobre si la atención del público lo menos posible* y los versos pitra aquellos esforzados jóvenes (priueiNo hay para qué decir que, apenas aclaró el nubla­ jiiando por YY. ) que no sigan el triste ejemplo del do, fuimos los muchachos negros los primeros en salir á desertor, ó para la tumba, del insigne y valeroso líectomar el aire, para lo cual, en verdad, tiempo tenia- quer, que murió de hambre y de tristeza, abrazado á su arpa, sin ser osado :i poner la mano parricida sobre el tesoro de genio y de virtud que para algo había re­ cibido del ciclo! ; Todo, amigos luios, na tíos exaltar y divinizar la desesperación! ¡Todo, ménos sanciona ­ ron un homenaje público el atentado de ese misero, que ño lia vacilado en desgarrar muchos corazones coi: tal de librarse á si propio ( ¡o h cruel egoísm o!) do su jnirte de dolor y amargura cu esto valle de lágrimas! «Crean Y Y . á quien también ha sido joven y ha pasudo por cuantas pruebas haya podido y no podido pasar Yesteiro; crean Y Y. au n hombre de quien, liare veinte años, en una misma semana, dijeron el Marqués de Moláis y Enlució Florentino Sauz : •• / /•/>/'■ //./'rhar/iti haiirá el doselliare de Larra ! » ■>/ A’ule rimo hrnr raen de siih ida crean Y Y. á un viejo que, des­ pués de grandes batallas con el mundo y consigo mis­ ino, ha deducido una verdad, que constituye lefia mi dicha, todo su consuelo, toda su fuerza: aquella gran verdad de que "para tur / e l h a s l a ri signarle ñ no rio » : verdad que. en sustancia, está contenida . co­ mo todas las del orden moral, en la filosofía del Evan­ gelio:- y. (>'•:• resultas de cuanto les lie dicho, tío j>ubliqiK-u Y Y. la Corona pi-élira.’ "Con que. perdónenme tan larga homilía, y dispon­ gan «le la amistad que con este motivo les ofrece su atento servidor. Q. S. M. 15. !’. A . dio A la neo x.» MiirtrM. ,t.>.1alio .1,. isr>:. CARTAS DE FILADELFIA. SU Y Alt 10. E-t-afi.i rn 1«Exi-'-V:«!! .Ir I s : . » n - j - n - . ' i i t . ' . l . t m••’. l\.Sn:.i lo l; : - t f í ii. — I . i .Yrm r ■ U - .il v <■! I‘ - N ;¡ - - tr :. K M " - i‘ldmi de ínlut'ralrs.—Zlilunpi. Estamos en España. La casualidad, algunas veces mal intencionada, hizo que después de no jiocas varia­ ciones en el orden eu (pie habian de colocarse los jimduetos de cada país, apareciera el nuestro entre Rusia y Turquía, y no ya jior casualidad, sino por el papel que hoy representan en el mapa de Europa entrambos pueblos, resulto que si I-Apaña no estaba a -abad di­ vos! irse de etiqueta citando llegó el plazo fatal de !<• de Mayo, nuestros vecinos ni siquiera se habian puesto decentes; dos batideras amarillas con el águila impe­ ria l. clavadas en una columna del palacio, daban ¡i en­ tender que al!i se presenturia la gran potencia del Nor­ te, y cua'ro tapices nial clavados, de gusto oriental, acusaban la presencia dd otro pueblo, hoy presa de los horrores de la guerra, quién salto si |>ara dar su últi­ mo adiós á esta clase de fiestas internacionales. Esjtaña se. levantaba como uu j¡alacio entre dos rui­ nas, dominando con su grandiosa portada las instala­ ciones de su alrededor. [la hecho España buena ó mala Exposición ? ¿C ó­ mo está representada en Filadelfia ? ; Qué se deduce de la reunión de nuestros ju-oduetos? Esto os lo (pie me propongo decir, si Dios me ilumina, jiorquees uiásdelieado de lo (pie parece juzgar con jireeision á España en los Estados-1’ nidos, y si el juicio ha de ser recto, tal vez lie de lastimar intereses de la clase exjiositora, falta deque Dios rne libre, pues soy demasiado joven para querer mal á nadie. Le lia sucedido á nuestra patria, y perdóneseme la comjlavación, lo que á una señorita de provincia que asiste si un gran baile en la córte. Acostumbrada á sel­ la primera allá en su bogar, y á o ir sus propios elogios de vez en cuando, se fia demasiado cu su hermosura, «pie ciertamente jinedu comjietir con la de las aristo­ cráticas damas de la capital, y echa en olvido que su traje, elegantísimo en la provincia, es más que modesto entro el torbellino de riqueza, entre los mares de pedre­ rías (pie adornan ¡i mujeres feas tal vez, poro que apa­ recen allí iluminadas jior el vivo fulgor de los diaman­ tes. Si á esto se añade la jioca costumbre de tra ta rá gente encopetada, aparece encogida, y una muchacha preciosa, cien veces mejor quizá que todas las (pie la rodean, aparece como una pobre provinciana cuando debía ser en realidad la reina del jialacio. Esta linda muchacha es nuestra España. Fiada en su valer curia sus ricos minerales, sus excelentes hier­ ros, sus telas, que compiten con las délas primeras na- LA FIESTa.. NACIONAL- i« y a c iones manufactureras, sus calilos de incomparable ca­ lidad, sus magnifico.-; cereales, pero muelias cosas mal colocadas, arregladas con perverso gusto, y de aquella reunión de cosas buenas, (pie podrian lbrmar nn lindo cuadro, estando mal agrupada« resulta un conjunto (pie no puede sufrir comparaciones con los países (pie se levantan á nuestro alrededor. ¿Hiló diría el exp »itor que envia un pedazo de mi­ neral liado cu un papel de periódico, si viera ntío igual al suyo, no lejos del sitio donde está España. en una nvagnilica caja de plata oxidada, forrada de raso y cer­ rada por limpios crislalc de roca? Pues esto es lo pri­ mero (pie asoma en mi cajón rolo de pino: nadie se lija en el suponiendo (pie tendrá valor escaso cuando tan abandonado se encuentra, mientras que el segundo se ve objeto de multitud de miradas, que quieren vel­ en el 1111 metal valioso cuando con lauto cuidado se aprisiona. Sé que. ni nuestros expositores, ni une-tras manu­ facturas, ni nuestras industria-, pueden hacer alarde de ostentación, como las nacidas ¡d abrigo de otros países, que adquieren de din en din nuevo en-anclie. aumentando su producción con su demanda, porque crecen al amparo de la paz: sé (pié K-paua. más acos­ tumbrada. por desgracia, á hablar d i guerras y revo­ luciones que de fábricas y manufacturas, ti" puede competir con otras naciones, porque necesita primero hacerse fuerte para pelear con bri> en las luchas lectiudus del trab ajo : pera E-pañu pítele presentarse grande en su modestia, porque lia gozado siempre de los favores de la naturaleza, pon pie siempre Diosla ha tendido su mano omnipotente en los mayores dias de desgracia. Mucho quisiéramos extendernos sobre estas cuestio­ nes de forma, importantísimas por lo que han hecho desmerecer siempre nuestras Exposiciones ¡ para ello nos bastaría repetir lo que lian dicho todos los cronis­ tas de todas las Exposiciones españolas. Después de la de Londres creíamos qnc, bien aconsejados, nos cor­ regiríamos en la de París; allí creimos corregimos en lo sucesivo ; en Viena pusimos todas nuestras esperan­ zas para la de Filadeliia: seamos tolerantes y espere­ mos con paciencia la nueva de París, y después.... Si alabáramos mucho nuestra Exposición, porque nuestra Exposición es buena, podría creerse que nos dejábamos llevar de un exagerado amor ¡i nuestras eosas, mientras (pie lina critica severa denunciaría un espíritu de oposición que estamos muy l.'jos de tener. Hay el justo término medio (pie consiste en decir la verdad, y la verdad, por desconsoladora que sea á ve­ ces, vale siempre más (pie la adulación disfrazada de patriotismo ó la severidad vestida de mentor oficioso. Como nuestra nación no figura aun en el Catálogo oficial, ni tampoco se distingue por la abundancia de datos sobre los objetos, (pie digan algo al entendimien­ to del visitante, liónos aquí lanzados enmedio de nues­ tros productos, áun con más inseguridad que en cual­ quier departamento extranjero, '¡'res arcos, como ya dijimos en otro lugar, le dan entrada, adornados con los retratos de la Reina Católica y de Jos principales descubridores, y como lema, detras del cuadro que re­ presenta la matrona de España señalando con el dedo el nuevo continente, i'.l din S de Orlnbre de 1 l!>2 i/rseirbre Colon el Xiict’O Motlilo, frase más gráfica «pie cuantas pudieran imaginarse, para servir de divisa á nuestra España en el país (pie ella descubrió, y (pie hoy vive feliz y poderoso mareando el derrotero á los demas pueblos (pie le siguen en su veloz carrera. En los escaparates del arco aparecen los magníficos juegos de herraje de tiempo de Carlos I V, y otres más antiguos (pie envia S. M. el R ey, y (pie no causan po­ ca admiración á los americanos a! oir (pie aquello Jiaeianios en España enando ellos no soñaban siquiera en empezar á ser industriales. ■i ; Y (pie han adelantado Y Y. hasta hoy, me pregun­ taba uno de ellos examinando una cerradura cincelada, de no poco valor, semejante á las (píese construyen en los Estados-1’nidos al présenle, si en IñfiS, lecha que aparece en la que tengo en la mano, estaban ya tan adelantados ? Hoy, le contesté, se saben construir m ejor; pero no se construyen.»» La Real casa, ademas de los lapices que envió hace tiempo, juzgados por los inteligentes de todo el orbe, por lo cual era de esperar el completo éxito obtenido, exhibe una completa colección de fotografías de la A r­ jLUSTRACIO^ pSPAÑOLA X." XXV Y yA. MEDICAN A. moría Real, que dan una idea por lo menos de las ri­ quezas atesoradas en aquel Museo. " 1 Eso >i que les envidiamos á Y Y ., exclamó mi in­ terlocutor de untos, pimple eso sólo lo puede poseer un país (pie tenga tradiciones, (pie tenga historia, que tenga recuerdos, y nosotros que acabamos de nacer un tenemos siquiera el recurso de inventar leyendas para atribuirnos un origen divino; pero, en liu. continuó* consolándose, nosotros tenemos otro Museo (pie bien vale su Arm ería; se llama Cn/eiil Cf/ire, \ está en Washington, y allí -i no le presentamos cuantos me­ dios invento el hombre para atacar y defenderse, si im le presentamos la historia de la guerra de lo- pueblos, detallada con los curiosos dalos que nos prestan sus armas, en cambio le p< demos enseñar cuantas máqui­ nas inventó el genio americano para robar á la tierra los frutos preciosos, sin encadenar al hombre, (pie nació libro como el aire, y que estaba asemejado á los anti­ guo- siervos de la gleba : le enseñamos allí la fuerza en una caldera de agua : el movimiento en el eje d-- una rueda; la velocidad en el extremo de un hilo; la luz en el contacto dedos alambres: le enseñamos el ingenio del hombre petrificado en una máquina, y su historia, que aunque corta, o ya gloriosa, y como nosotros que­ remos ser grande.-, por !a paz. e- lo único que pode­ mos poner en frente de mi inmensa grandeza por la guerra.» Siguiendo nuestra Exposición y en la misma porta­ da todavía, aparece una magnifica lámpara de bronce, construida en los talleres de I-aura, de Hareeloiia, y una bonita colección de sinfuras antiguas y objetos d ■ iglesia (pie sostienen bien la competencia con frailo-se» y «lemanes. Nuestra colección de minerales es soberbia, y sin embargo ha lléga lo hasta mi el rumor de que sólo al­ gunos escogidos como Linares y Almadén . los asfaltos de Cuba, etc., van ¡i ganar premio, y algunos colecti­ vos cd resto de la- Exposiciones. Y es justicia si mi ver. porque en ultimo caso quien merece el premio e- la pródiga naturaleza qne tan generosa nos dispensó «ns dones, no el propietario de la riqueza mineral, que ca­ via mármoles mal pulidos, pedráseos en mal estado conservados, sin una mala explicación que diga al me­ nos lo (pie produce, lo que tiene de ganga, (pie especlíi pie el mineral y tío sea !,i piedra sola que ap-nas dice nada . no ya á los ojos del curioso, sino al entendimien­ to del inteligente. Hay en esto honrosas excepciones (pie nos apresuramos a señalar: están entre otras los magníficos mármoles del Ayuntamiento de (’abra (Cór­ doba ). y las minas y fábricas de Sm Telnm y l ’ruzadillo del Ceriol ( I Hiel v a), que desde la leña que se usa en los trabajos de la mina Suinwostro presenta cnanto puede dar á conocer su producción, su numero y el modo de llevarla á cali i ; están los hierros de Pedroso, (pie aunque comparados con los americanos son una miniatura, pon pie aquéllo.-» solo tienen tres cent ¡metros, y de longitud un metro, mientras que éstos presentan rails de acero de sesenta pies de largo, torcidos com­ pletamente cu espiral: está la colección del cuerpo de minas muy buena, muy completa ó ilustrada con mi­ nuciosos datos ; mas la mayor parte de lo demas, (pie es magnifico, está presentado con tan poca habilidad y con tan pésimo gusto, que más (pu: una Exposición, pa­ rece aquello el puesto humilde de una [daza de Madrid, cuyo nombre no quiero recordar. Pero entre aquellos cajones de buen pino, y aque­ llas mesas nada elegantes, aparecen álos ojos del dura­ do, rocas porfídicas y riquísimas areniscas blancas y negras impregnadas de cinabrio, de las minas de A l­ madén. que no tienen rival en el mundo; piedras cali­ zas de P.úrgos; plomos y mármoles de Linares; estaños excelentes de Orense y de Zamora ; un gigantesco trozo de pirita de hierro, (pie aunque no lo dice, debe ser de Rio-Tinto, y os admirable; magníficos mármoles de Cuenca «pie serian los mejores de nuestro departamen­ to , si su mala pulimentación y el estado deplorable en (pie los mandan no les quitara algo de su m érito; algo notable en minerales de níquel y cobalto : buenas mues­ tras de fosforita de ( ’áceres; una buena placa de ser­ pentina de (¡ranada; un ejemplar de sulfato de cobre cristalizado, (pie seria magnífico si no le hubieran re­ gado, quedando asi convertido en un montón de yeso, y algunos unís que al infiel lápiz se le olvidó apuntar. También hay una pira de carbón de piedra excelen­ te. pero no dice su procedencia , y cu cambio á su lado aparecen, con escasez por cierto, los lignitos catalanes, qne no son los mejores y pueden dar mm pobre idea de nuestras soberbias cuencas carboníferas. El que examinara con detención nn bonito cuadro con muestras de mármoles que envia 1). .lo-é María Niifiez, de Cfuliz. de lijo se sorprendería al ver allí juntas preciosas muestras con las variedades más boni­ tas ipie se conocen en el comercio; y sin embargo, allí fallaba saber la procedencia de cada uno de ellos, para que su colección fuera la de más mérito d-‘ nuestro de­ partamento. líedes de pescar catalanas formando pa­ bellones. adornan el departamento á ambos lados de los lapices de la lo'a! casa, y en instalaciones, en Iré ot ras de menor importunen!, aparecen los aduime-quinailos de Zuloaga. (pie bastarían por sí solos á dar brillo á nues­ tra Exposición. Zuloaga y mis discípulos, que hoy comparten con él su justa faina, son ¡os únicos industríales en España (pie conservan las tradiciones moriscas en sus admira­ bles trabajos buscados con avidez por los inteligentes; apéñas hay Museo en Europa donde no se conserven obras suyas ¡ cada Exposición añade lina medalla más á su ya gran escudo de recompensas, y aunque cumulo montó su magnifica fábrica de Rihar á la altura de las mejores, cuando sólo los jornales le importaban ya cua­ renta mil francos, viene la guerra civil á d-'tener sus trabajos y tiene (pie traslad aiv á Sun .luán de Luz pa­ ra (pie su fábrica siga funcionando. En mi e-tuuto pue­ den verse espadas cinceladas, ánforas antiguas, adornos de ule-a, cofrecillos de gran valor, copia exacta de los (pie usan los árabes para guardar joyas, y una colec­ ción de objetos de capricho, que de lijo no vuelven á España. ;Q né más presenta España de notable en el Palacio d é la Industriar ; Cómo están representadas nuestras manufactura-« r Asunto es éste qne ha do ser objeto de mi próxima carta. A l f r e d o E sc u d a k . Flliullflllii. 1í ' i!'-' .Tnni'i do 1-70. carta de marruecos. La qne insertamos á continuación . escrita por miestro apreciable corresponsal en ( ’asablmica. contiene una descripción pintoresca, y con detalles no conocidos has­ ta ahora, de la visita que hizo á aquella población el Emperador de Marruecos, cuando S. M. eherifi.nm se dirigía, a últimos de Mayo próximo pus-alo, a castigar á la rebelde tribu de Ziaida. •S . I.A ll.O T K A C K 'S K sl'A S *'I..\ V A M K H Ü W A . » .Muy señor mió y de mi consideración: El Empe­ rador n m iT o ip ii, Mtilay El-11 asan, apareció en la altu­ ra del S. O. de Casablauca, a s/i de legua de ésta, el dia H¡ de Mayo, ¡i las ocho y media de su mañana, y llegó a su campamento, extramuros de la ciudad, á una milla de distancia al S. de la misma, á las diez. A esta hora los fuertes, que tenían orden de disparar «o cañormizos, recibieron otra para aumentar el numero has­ ta too , siendo el último disparoá las once y cincuenta y cinco minutos. » A l primer disparo de canon so izaron las bande­ ras e:i los vico-consulados de las naciones cristianas re­ presentadas en la ciudad, estando empavesados la ma­ yor parte de los mástiles, y con profusión el del inglés. » Los habitantes indígenas habían ya-salido á recibir á su Soberano y amo, con gran aparato, á las primeras lloras del dia. La mora Italuna lient Mohnmmcd, na­ tiva de Tedian, avanzó interceptando el puso á S. M., y sacando de debajo de sus ropas un gran tazón de le­ che pura de vaca (señal de paz y emblema del paraí­ so mahometano), la presento al Sultán, y después que éste hizo la señal de aprobación, la derramó ella misma sobre la cabeza del caballo imperial. S. M. sonrió y or­ denó se la regalasen (¡ napoleones. Un judio y una ju ­ dia se dice hicieron lo mismo, y (pie el Sultán los gra­ tificó. á él con dos monedas de plata ( I rvn .) y á la judia con 2 napoleones; y á las moras (pie le recibie­ ron con banderas dio f»0 ducados ó ñlM) onzas ( 8 na­ poleones, (¡2 céntimos). »■Las tropas del Sultán consistían en 18.000 hombres, cutre, artilleros, caballeríaé infantería. La artillería era de ;12 cañones de montaña do varios calibres, y I I pe­ queñas ametralladoras, presentes de los potentados europeos. Su banda milito-imperial, que es la única (pie tiene, á pesar de ser muy aficionado á la música, se compone de veinte instrumentos, todos europeos, y está dirigida por el español Sr. Aranguren. » 8. .VI. trae consigo dos sultanas ó mujeres legíti­ mas, y las dos damas de honor de éstas ; y para el ser­ vicio regio interior. 12 negras con su superiora. y 18 eunucos. Las otras dos Sultanas ó mujeres legitimas de S. M. hace (lias pasaron con dirección á Fez, tocando ' N.° XXV J ja I lustración. J I spañola y ^ mericana. 11 Ale atrevo á rem itir á AT. estos mal perjeñados ren­ en Rubnt, como asimismo muclias concubinas, escla­ pos vice-eonsnlar y comercial. Las tropas á pié estaban formadas en dos lilas desde la mitad del camino hasta glones, escritos al correr «le mi pluma, pero verídicos, vos, esclavas, eunucos y servidumbre. j>Acompañan ¡i S. Al. el Saltan su liermano de pa­ el campamento, en cuyo centro quedaba un gran es­ qiie refieren los sucesos tales como han ocurrido. dre Mular KI-1 lasan, de 1S años do edad, su tío pater­ pacio para la recepción europea, espacio formado por Ouedn de Y .. Sr. Director, atento y afectísimo y se­ no Mular El-Ab-bas, su privado de más estima y apre­ un ancho cuadro de tropas de cuatro tilas. Al pasar los guro servidor. (>. S. AI. B. . 1 . Q u l.I A DAT..1. cio Sid Musa ( i|«c lo fue de su padre Sid M 'hammed cristianos por cutre las tilas de soldados, que forma­ lien Al*d-er-UaÍiman. y alquil tiempo de su abuelo, pa­ ban un espacioso camino, los jefes saludaban militar­ dre de este ultimo. Mular Abd-er-líaliman Bou llieliam, mente con la mano, y después de pasados, descansa- I NOTICIAS INDUSTRIALES. primer Sultán de la dinastía reinante ). y I’en Juicch. han las tropas sobre las armas á la v< z «le mando. Es­ to es nuevo en el pan. generalísimo de las tropas. P riv ile g io s do in vención eou ecdidi's por el (¡oh iern o español t il el seg an d o sen» sin - del a ñ o mu riu r de T■*'” .* (I ). .. Mulay El-I lasan entró en ('asalilanea el 17, miér­ »A la hora indicada S. AL salió de su recinto, mon­ coles. a las nueve y media de la mañana visitó el puerto tado en un «•aballo blanco, en la misma forma que lo I La ciencia, aplicada ¡i la itidiustria. lia realizado ••) V la aduana: mandó reparar ésta y hacer un resalíanlo hizo cuando entró cu el pueblo, y con música que pa- I milagro de la baratura, el de la perfección y el de la para las barcazas-, ordené» la conclusión de una mezqui­ ró al empezar la recepción, pero con dos lanceros so­ abundancia «pie hoy disfrutan los pueblos civilizados. ta abandonada ya muchos años, y construir mui ba­ lamente y el indispensable paraguas, v con la adición De todos los ramos cu «pie se divide el trabajo del tería. é intimó que se concluyesen lo más pronto posi­ de. a la derecha de la cabeza de su dóeil caballo, el hombre ninguno ha sido objeto de más esfuerzo:, y sa­ ble las easas y almacenes que otorgó á los europeos qlle mencionado líen daieolt. quien gritaba a mas no |»>«ler crificios para llegará su engrandecimiento y perfección lo han pedido, mediante el pago de !¡ por loo ¡p uño cuando llegaba a cada corporación cristiana. » Nuestro •pie el ramo de la industria, pite- ha tenido necesidad sobre el capital invertido. señor os dice que sois bien venidos», y dirigiéndose al de luchar con extraordinarias dificultades, (pie mías ve­ i. A la una y cuarto de la tarde salió el Sultán por la •Sultán, le «lec'ia: « Estos son. oh señor m ió. los cón­ ces ha superado victoriosamente y otras luí tenido que puerta do la ciudad directamente á su campamento, sules. los comerciantes de tal nachiu.» Las tropas á sucumbir ó detenerse ante los obstáculos. dejando nombrado gobernador de Cusnblanea al se­ una victoreáronle por tres veces, con u.; Dios bendiga El atraso de las ciencias y el de las artes lia creado gundo roeion ex-administrador do la aduana. Sid el - la vida de nuestro señor ! •> El Sultán se dirigió al Cuer­ siempre estos nbstaonlos a la inteligencia humana. 11aj Al>d-al-lali I las-sur. nativo de Salé, en lugar del po v ¡ce-consular, que estaba cu primera linea, y segui­ Desde los tiempos de Aristóteles hasta mucho des­ precedente. Sid el-lla j Mahammed lien Idrisel Yerran, damente a los europeos, «pie estaban, separados por na­ pués de la Edad .Media, so ignoró por completo las á quien confirió igual cargo en la ciudad de Mazagan. cionalidades. propiedades y las trasHinunciones de (pie son suscepti­ »Se dice que este, nuevo funcionario obtuvo este » Los comerciantes españoles entregaron en el acto bles los cuerpos animales, vegetales y minerales, y fué puesto por la suma de 10.0.00 napoleones, por laq u e de la recepción una felicitación escrita en clásico idio­ necesario >pie Enceláis, l ’araeelst) y (¡lunber cu el si­ lo hubiese conservado el saliente, que no piído ofrecer ma árabe, con la más rígida ortografía y según el esti­ glo x v ii indicaran el camino de las reformas á ( ’avenlo más acomodado en el país, la cual, a petición de la disli. á Lavoisiur y ti Fonrcfoy. para (pie éstos á su más que ñ.oOO. » MI Sultán no quiso que se ostentase pompa algu­ mayor parte de ellos, filé redactada y escrita por un vez proporcionaran la gloria de terminar tan brillante na en esta visita, como se ha efectuado otras veces: español, y aunque pierde algo de su fuerza original, empresa cu el siglo presente á Berzelius. á (¡ay-Lussac. una infinidad de moras, judíos y algunas judias hacían su traducción es como signo: a l.iebig, á Berthelot y a otros sabios, que con sus pro­ ondear en la punta de cañas y palos líennosos pañue­ » Loor al único Dios. Xo hay, pues, otro Dios sino fundas investigaciones analíticas y miles descubrimien­ los y fajas de seda y oro de diversidad de colores, lo » El solo. tos han verificado tina revolución saludable cu las (pie era verdaderamente pintoresco y encantador, so­ »Los comerciantes españoles residentes en Casn- ciencias físicas cu beneficio do la humanidad. bre todo cuando enmedio de los vítores de la multitud »blanca presentan con mucho respeto sus más pcrfec.Merced ¡i estos adelantos se lian multiplicado las ar­ hacían bajar estas banderas improvisadas basta tocar »tas salutaciones ¡d Rey, al Principe, al noble, al gran- tes manufactureras, se ha organizado la industria, ha el suelo y elevarlas -prontamente en señal de respeto, i'de, al muy feliz, al sabio, al muy poderoso, al guerre- cundido el bienestar en todos los pueblos; y mudas la vasallaje y regocijo, todo lo cual era realzado aún mas »ro, al muy ilustre, al lamoso en los combates, al muy ciencia y la industria como d".s genios bien hechores, por el continuado modo de vitorear de las moras, con »excelente, al respetado, al digno de honra, á la Ma­ lian hecho brotar del caos, de la rutina y de la ignoran­ su gracioso y lindo chillido de gozo linguo-labial, ni... je s t a d elevada por Dios, al magnánimo Emperador cia esc mundo de maravillosos inventos qtio constitu­ »Mulay El-1 lasan. y glorifican á Dios, ¡cuyo Señor sea yen el principal blasón del siglo X I X . u ¡ " i n i vi... i. que no solo se oía cerca del Sultán, sino que resonaba también en todos los ámbitos de la po­ halabado y ensalzado! <felicitando asi ¡i S. AL) por su La actividad individual, tan fecunda para inventar, »arribo con la más perfecta dicha y en su más completo necesita por estimulo una gamntia segura del fruto de blación. » Las tropas de la infantería imperial formaban en »estado de salud a la ciudad de Casablanca. la cual es su trabajo provechoso, (pie recompense sus afanes, y dos lilas desde el campamento hasta las puertas de » propiedad de sus propiedades.— Por sn llegada con que le haga soportar las fatigas y desvelos del entendi­ <'asablauca: sus vestidos eran encarnados, azules y blan­ »toda felicidad, han experimentado un gran regocijo.— miento, y el derecho de la propiedad industrial no fué cos, y sus gorros colorados. Oró el Sultán cu la ermita, »; Bien venido sea. pues, y mil veces bien venido sea á reconocido hasta que Jorge I de Inglaterra ie dio car­ digámoslo asi, de Sid Iíelio, que es el patrón de Casa- »este país! Desean de su generosa bondad se digne ta de vecindad en su patria. Lo mismo hizo la Asam­ blanca, y en la cual está sepultado este santón, y en­ »aceptar de ellos lo que. cargado en cuatro muías, han blea francesa en 17!' I. consogrando el derecho ¡i ]¡i pro­ tre tanto se inmolaron victimas. También dentro de »traído expresamente para la noble Majestad Mulay piedad industrial, como untes lmbiu consagrado lam ­ la ciudad, en la ermita contigua al fuerte donde está » El-1 lasan, si quien Dios Excelso asista, eternice su inen el de la propiedad literaria y el de la propiedad enterrado el morabitu Sid Al-lal el-Oiiermini. patrón »reinado e.m completa estabilidad, lo proteja contra territorial, piles tan válido y legitimo os uno como los de las fortalezas, liiib.» inmolación de reses vacunas, en » Di envidia de los codiciosos y contra el artificio de los otn >s. acción de gracias á I Mus por la feliz llegada del Sultán. »astutos, lo salve de toda clase de males, bendiga su En España también se hizo lo mismo en iNgr.. for­ »Los señores vice-cónsul de España, el reverendo »existencia y prolongue sus dias, colmándole de toda mulando vina legislación de privilegios, la cual está vi­ padre Fray Ramón Alvaro/, y Lugin, de estas misiones, »suerte de bienes y prosperidades.— Así se lo desean.— gente hoy. aunque no lh na las necesidades económicas el recaudador é intérprete de España. que estaban en »»Casablanca á 1K del mes de .Mayo d"l año IS7U, que y sociales actuales, ni está ú la altura de la ciencia mo­ del mes de Rabia derna. la calle frente al viec-eonsnlado, saludaron al sultán »correspondo a la fecha hegiriea »segundo del año I Mulay El-1 lasan á su paso, á cuyo saludo respondió .V pesar tic estos inconvenientes y de lo reciente (pie S. M. con mareada amabilidad. está en nuestro país la introducción do la ciencia en los Se supo tres dias después, por conducto fidedigno, »•El 1(¡ hubo uti incidente que hizo lmnor al nombre que S. AL quedó muy complacido de este escrito, v (pie talleres, es inmenso el interés que muestran nuestros español, debido al señor vico-cónsul I >. Fernando .Ma­ lo alabó mucho al enseñarlo ú sil .Ministro y á otros industriales en perfeccionar los procedimientos empica­ ría Azancot. Habiendo sabido este señor que se liabian que estaban con él en su tienda imperial. dos hasta aquí cu todos los ramos de la industria, se­ reforzado con soldados de la plaza algunos vico-consu­ El Exorno. Sr. Seovass.., ministro de Italia en este gún se ve por los muchos privilegios de invención (pie lados, y siendo el de España uno de Ks seguramente Imperio, que estaba á la sazón,sediee, accidentalmente anualmente emiccdc el (¡(»bienio española tantos in­ olvidados, reclamé» una satisfacción, que le lué dada en ('asablauca, tuvo el misino dia 1H una larga entre­ dustriales (pie lo .solicitan. amplia y públicamente, ante los españoles presentes en vista con S. M. el Emperador. Las relaciones entre éste En el uño anterior de 18 7 ó no ha dejado de ser im ­ aquel momento, y en el mismo viee-coiisulado español, y el Rey de Italia son muy amistosas, y se asegura que portante el movimiento industrial de nuestro país, pues por el vico-gobernador, asistido de su jefe, y so dieron éste monarca envió á aqu '•! su retrato al óleo. en el segundo semestre de dicho año se lian concedido soldados. El 1 í), por la mañana temprano, filé Mulay El-Ab­ privilegios de invención á Angulo, de Madrid, por un »M ulay Kl-Ilasan en su visita venia sencillamente itas á la. puerta del vice-consulado de España ú pagar al procedimiento para obtener por medio de la presión de vestido de blanco, en señal de paz y amistad, con su Sr. Azancot la visita qne este funcionario español le las heces del vino dos productos, uno liquido y otro só­ lido; ;i A riza, de Madrid, por otro procedimiento pura rostro enteramente descubierto, y montaba un hermo­ hizo el dia antes después de la hecha al Sultán. dar publicidad á los anuncios; á Bloss, de Barcelona, so caballo, también blanco y de la mejor raza árabe. S. M. choritiana partió el mismo dia lü á las ocho de Los estribos y el bocado eran de oro o plata sobre-do­ su mañana, durmiendo en Fedála (tres leguas distante por una máquina conio motor á fuerza de gas atmosfé­ rada, y las bridas y correaje de seda encarnada con lu­ de Casablanca hacia la costa, camino de Itabat), adon­ rico ; á Beiiesat. d" Barcelona, por mi procedimiento idlos de oro. A cada lado del caballo, y cogiendo los es­ de fueron los indígenas moros y judíos á presentarle para el lavado de las materias textiles y sns desperdi­ tribos. ¡han dos soldados ondeando Inicia el Sultán dos sus regalos. cios; á Brusca, de Barcelona, poruñ a máquina para pañuelos blancos, signo de acatamiento y veneración ¡i El Sultán es jé»ven ( treinta á treinta y un añ os); de imprimir en los cortes de calzado los contornos del em­ sn soberano. Detras seguía su gran privado y ministro color moreno; barba corta, negra y clara; alto y de car­ peine y carcañal: á Belliquic, por un freno perfeccio­ de con lianza Sid Musa. I lanceros, algunos jefes y su nes regulares; rostro o v a l; de mejillas algo abultadas nado de seguridad; á Buret, por un nuevo sistemado guarda de honor cm.ui el paraguas (distintivo imperial Inicia los párpados inferiores; frente despojada; nariz vehículo de vapor sobre rails; ;i Bussoy, por un sistema cerrado y envuelto cu una funda encarnada). aguilena y bien formada ; ojos grandes, negros, muy especial automático y económico de ajustar los tapones .»Las noches del l<¡ y 17 hubo fuegos artificiales lan­ expresivos y vivos; de voz un poco gruesa, y tartamu­ en las botellas, y á Conilliird, por unos perfecciona­ zados de la azotea del viee-coiisulado británico, y luces dea algo : en suma, es bastante simpático y muy afable mientos introdueidus en las máquinas pura aglomerar y comprimir. de Bengala. Algunos mástiles estaban iluminados, y en su (rato. Cnbiiuyes ha. obtenido igualmente privilegio de in­ con más prolusión los do Inglaterra y el Brasil. La El ¿’ 'l cayó con sus tropas sobre la tribu rebelde y tienda del español cx-mtérprele de. España, I>. (¡aspar malhechora de /unida, hizo en l ra ra saco sus más prin­ vención por un procedimiento para la fabricación de Illanco, estaba ornada con colgaduras de colores, y cu cipales aduares, sus campos fueron hilados, y los ani­ carbones artificiales por medio del estiércol; ( Voisant, la casa de otro español se ostentaba un precioso tras­ males fueron vendidos por los vencedores desde el cuar­ por un medio ingenioso para obtener la traslbrmaeioii parente en q.uc so vciaii pintadas dos ramas col relaza­ to hasta la mitad de su verdadero valor. Se dice se lle­ de la mayor parle «le los cuerpos orgánicos en verdade­ das, bajo el enlace una estrella, en seguida una ins­ vó setenta prisioneros é hizo decapitar otros quince, y ras materias colorantes y en nuevos productos tintó­ cripción en cuatro renglones con grandes letras encar­ (pie dió libertad ¡i las mujeres y niños, que quedaron reos; Berreas y Biiorquo, por un nuevo generador de nadas en idioma clásico y scgim estilo árabe, cuya tra­ abandonados á las clemencias del cielo sin muebles ni vapor denominado por sus autores Corrieale de ealor ducción era: hin.s- dilate la /•ida de la M. /. Mala// hogar. Castigo duro, terrible v horroroso, pero indis­ ( 1 ) Véase iui«-slrn art ímilo sobre privilegios de inv.'itcion c o n ­ /.'l-f/u.san, y riera ¡re su. reinado; v debajo media luna pensable en los países bárbaros de Marruecos, y bien cedidos ñor el (rol>i''rnu •-n el prim er semestre de 1S7">, inserto con una estrella á cada lado. merecido hace ya mucho tiempo por aquella tribu in­ I en el m im e n > X X X de L a i L C s r a .v e io .v . eorrcspoiulieiitu al ” El 1K, á las unce y media, recibió el Sultán a los Cuer­ dómita y desenfrenada. I d ia 1 5 de A g o s to «le dicho año. I iniicisco •!. Amériiro, prenfado en la Kxn sic >.i Anis . a eli- Mal |_ja X. XXV nT J!i ’J y i Ir I lustración, J^s p a ñ o l a y ^ mericana. V i iiiílip ll I wlj", H ! I Jf f f i ® ''í í . 'j 1 '1 i'ffl* rr 1 J g * T 1- » S la S ,.IJ i IjJ' 1 | |i'* J i 111,,' • ll'H f ir if r il I M i -L -"‘ w CAXTERBURY ( i n g l a t e r r a ).— sepulcro de p ■ | I I eduaudo de gales, el p r ín c ip e negro, en la catedral. n JL,a ¡nrtrlitfo: Dii1/., di; ViliItiilo]iti, pur min m;i'|uin:i para segar inics y hierbas : Denude. por mi sistema tic toneIcria pur precedili)¡enlos mecánicos; Panici ( P. Emilio i, por un nuevo sistema de nivel pava indicar la altura del anua cu lo» genoradorc- de vapor, y Dmiay, de Barcelona. por un procedimiento de destrucción ipiímiea de las materias vegetales coiileiiidas en las la­ nas. trapos y tejidos de lana por medio de la »yeion coUll'iuada del ya - ácido carbónico . del vapor y del calor. Paratici !»» im o'aeuido tambii»n por una tná<|t: imi para la lili ».ricucimi de ladrillos de barro y briqueles: !''¡laiuou, por un sistema >!■• correspondencia serreta y de mi apara: mine lia de usarsi* para osle objeto; IVanfin i. por la construcción y disposiciones perfeccionada» de liaiefia- de campaña llamadas /nitri ins /■'rnnriiii: Fermi!idr/. Bufete. vecino de Aguilas, por un nuevo pr»'Ci-dililiciilo de I rielado de minorale - de mercurio; Fini y B"igvr. de l’alma do .Mallorca, p >r mi sistema an¡ciliado de camas de illuderti: tiran y Falles, por illa p occdimicnlo para curtir las pieles por medio do la compresión é inmersión ukcruntiva do disoluciones de i anillo ; ( ¡rey <'r.iiHtou. pm* une nmquinu perfeccionada para taladrar la roca, la piedra y otros minerales y currar tanibkm la ludia ; 11 ¡truene. por un nuevo eriliador p'ra i:mpiar las piedras y las materias minera­ les y vegef ;Üc»; liner y Peder, por una máquina para olí tener la absorción o separación de los elementos com­ ponentes do etiali|iiier mezcla por c»»mploja que sea. y Ilandysiede. p»»r unas mejoras introducidas on las ináqiitnas. I»»i »ni»»! »ra» y aparatos para realizar c»»’.i precisión y seguridad la »ub:dn y Fajada de peudioiit'-» i’ápfda-s ;i lin »!»•* ATIbar el paso ¿te cuiTus ; £ndi»& Ibarra, de Madri»!. lia solicitado y obtenido igual­ mente privilegio de in vención p r nu nuevo sistema de borní »as aspiran f-s è ¡mpcloiires culi su a paral o pa­ lanca para nmver los émbolos de las mismas y ele­ var anuas do n 'líos ó depósitos subtemineos : barios y barios, de M adrid, por un procedimiento para extraer por medi»» del surtía todo el azucaró materia sacarina contenida en el trabar.-» de la »aña de azúcar: Lopez Fcrtivll, de Malaya, puf mi procedimiento muy tif.il para iluminar y hacc-r de releve todas las pruebas ob­ tenidas por medi»» del aparato de foto-grafia: Labra-' ». pornna máquina con desiiuoá la fabricación déla pasra para papel : Mignon, p »r un procedimiento para la c\traecimi del juno d • la caña d - azúcar y empleo de los re-iduos. y Muí lev. por una máiquina ó aparato para ltac.T d" un producto del pe ntlc ». tal C 'ino el n'as li­ na. un ñas de alumbrado e >n aplicación al u-.. domés­ tico o de fabricación. fundición ó soldadura. Mr. Mayiuml. de Pari». ha iiivnlad»» también y "1 »tenido privilegio en España. por un ingenioso prnc»»dimieiil" ]iara aplicar la pintura al ók»» sobre cual»|iiiera superficie: MmitPiiegro y Mtiu-TIhlén, de Madrid, por mi nuevo .-¡stoma de aprovechamiento de la tem­ peratura Htbf errática, para el e ild''ami»>lilo. enfrialiii'-ulo y veni ilación do los nlitioios ; .ManlToi.de üurcclolin, privilegi" de ¡utroditceiou por una máquina proecdeiiic de Xorfr*-América, d"MMUi¡uada M nlh-ron*. para embotellar p >v medio d" tapones yraviiadoros : Michel, p >r un sistema de procedimiento- pura la carboniza­ ción ile i "da mulero vegetal miileiiida en las lanas y trapos viejos de lana, y b’iehard. por míos aparatos es­ pecíale: en beiielicio de los adehiiitaiiiieMtos en la pro­ ducción _v fabricación de maini facturas de hierro, acero y otros iiietnli's, y el aparato y los compuestos em­ picados en ellos. Subís y Bone!, de Taraz.i'iia. por una máquina para limpiar ri"S, calíalos y aeeqilias: Segami v l’ooamoia, de Madrid. por un lluevo astenia lie papel pautado, titulado lUii'uu i/ ^>'1////■// forum ib' Irlrn : San ¡urjo, de Madrid, por mi rodezno con aplicación á los moli­ nos comunes; S'*co y B'idrigncz, di* Madrid, porm i apira:-» inodoro y titil para la higiene piibjica cotí aplicación ái los retretes: la Sociedad titulada I'ñioriii ( itrfmiell, establecida en Alüoy. por una fabricación de cajas de muderà para fósforo»; Serra no y (Jnlomer, de M om ear ( Alicante), por una máquina para taladrar y ]ierforar piedras- con barrena y broca ; Sali ri y Kos. de Madrid, por mi procedimiento y aparatos de de-inerustaeioit de las calderas de vapor: la Sociedad i/nshi i'birmt. p»»r mi conjunto d»* aparatos para la labrieaeion directa de hilos de lana con iii'*zc!:i do co­ lores ; Sulccr. hermanos, por un sistema d»* p.*rf»rr¡niiamientns íiifrodtieidos en e! iileeatii.-iilo y en la dis­ tribución de las parles que componen las máquinas de vapor, y /urbano, de A vila, por un procedimiento ii operación ¡inimica parti separar el pelo y lana de toda clase de pieles. lié aquí el resultado d»*l celo y laboriosidad iudiis!rial de nuestros compatriotas en hrnelieio del l’omento dé los ¡ilion- es sociale», r Ti y laboriosidad que son lanío más loables elianto «jiH* drs'qraeiadaiiii-iili* nilestpa pa­ tria s»* lia ino» i rad»» cu lodo tiempo poco art iva cu las grandes luchas de la inteligencia, v poco interesada cu los adelantos de la intinsi ria. I Iny, cu \i- in d»-l movimieiilo (pie empieza :i iiolarse en nuestro paia y »le la luz »pie arroja la ciencia por lo­ do el inundo, credili »- que España no est ¡i tan léjos de un mejoramiento cientilieo é industriai. J lustracion. E spañola y ^ A m e ^ i c a n [a . ¡O jalá se realice pronto nuestro patriótico deseo! ¡ojala llegue ái ponerse pronto al nivel de otras nacio­ nes. donde es admirable el cuadro que ofrecen sus ade­ lantos ! IX ima opinion muy admitida entre ciertos partida­ rios del comunismo, que un privilegio concedido al au­ tor de un nuevo descubrimiento es un abuso ó un mo­ nopolio que se o»rantiza por los (hibiernos cu perjuicio de la sociedad, y esta opinion la corroboran alegando que lod" invento procede de nociones práctico-científi­ cas. ya valuares o coueeidas: pero esta opinimi es ab­ surda, porque lauto derecho asiste al inventor de una máquina para disfrutar las ventajas de. mi obra, como derecho tiene ái disfrutar las ventajas de -u propiedad un escritor publico, un artista ó un comerciante, toda vez que la invención c- el fruto legitimo del trabajo ¡tiloled nal acumulado, como lo es uu libro: y asi lo que el inventor explota son las ventajas de su propia obra, fruto de m ueles estudios y sacri lirio-. y no la» olien­ do nadie. Do esta opinion s»m mucho» economista - eminentes, con cuyas idea» (»tamos conformes, y el hacer propa­ ganda en otro sentido, sobre ser absurdo, es faltar a la ra/on. desconocer la naturaleza de las cosas, con me­ noscabo de la justicia, introducir un perturbador ejem­ plo y dar tina mala enseñanza á cierta» clases .sociales, de »ayo tan impresionables y ligera». J . (¡r.x.vuo Monti. EL ENCANTO ROTO. r. ; F«piritus de amor que por el viento Yagáis eternamente ! Del lado de mi bien triste me ausento ; ; Velati por el alísente ! ; A y ! »i el ángel que adoro l’alta á su fe, rompe.1 la» cuerdas de oro Del in strumento que >le sones llena El espacio sin lin , cuando de noche En el silencio sueiiu. Y , broche tras dé broche. Romped esta cadena Line a su cuello rodeo. En prueba dura de mi amarga pena, Y en prueba amante de que en ella creo.» Esto dijo Alm anzor, cuando á Zamora Barrió, dejando sola á su Alimmzorn : Y del cerco al volver, sañudo y lijo, Esto Almanzor á su Al matizara dijo: IL — Bella file* la cadena Due te dejé al p artir; la lira de oro Dm: cu la nneliu serena Blandos gemidos regalaba al viento, Era hermosa también : el alma pura D'ie llena de contento A:iil»as prendas te dió. no mereció Kecoger, tras de largo apartamiento. En cambio de su fe. negra falsía. A »-as prendas de am or, secreto encanto Se hallaba unido: eternas centinelas, Ite t u honor guardadoras Debieron ser. en las pesados horas D - mi ausencia fatal.... ; Ay de m i, triste! T ú . que fe me ofreciste, Tu. que esa fe de ingratitudes sellas. I las prenda» de amor, dime ¿ qué hiciste ? 1’rendas do! corazón. ;»l»ó hiciste de ellas? ; Ay ! la dura cadena. Fuerte como mi am or, sólo debía Desprenderse de tí rota en pedazos, Cuando tu con irifa me apostasia Te dejaras caer en otros brazos. I.a lira de oro. La que arrulló mi cántico sonoro Eri un li.-mpo feliz, lid :i su dueño, Callar rlcbiu ( n mis sentidos solios < natalo otra mano con impuro empeño A recorrer viniera su» bordones. IIny, con esfuerzo vario, Duerni, la propia mano Due arranco de tu cuello la cadena, Los anillos reunir: ¡mil ilincnt<* La lira templará ; sus cnerdas Hojas, Due tantas veces halagó el ambiente. Calladas estarán, y ái tus oidos No llegarán envueltos en el viente» Bus mágicos sonidos. <»>»«• restii entre los d'»s? Nada. La llama Díte, de.nl ro el pecho ardía Devoró el corazón, un tiempo uníante, Hoy eeiiiz.a no más, ceniza, liña, ¡ 'I'*'do. lodo acalló, mòno« mi pena ! Adiós, frágil cadena. Adiós, callada lira. Corazón sin virtud, adiós por siempre. ¡M entira filó tu amor, tu fe mentira! Madrid, “ ito Al*ril ile irti. A . I I (JUTADO. X - XX Y ROBERTO Y LAURA. (IMITACION DEL ALEMAN. ) V mi otiiiiii-nic nuilyi-i '1 sr. 1>. IVIim V. -tr Ature»»««. 1. El. l'KsKNI!AÑO. Al despuntar el alba en el oriente. Laura con sobresalto abrió los ojos. Pon pie un negro pn »agio entre, sus sueños La hirió con dardo agudo y ponzoñoso. Kulii-rtii. >en » infiel? »lijo y pasaron Las sombras de aquel sueño por su rosiro. i ’ se entrego ál lili delirio cu que sil aliento Solo encontraba vida >*u los sollozos. Pof qllé el relincho di 1 corcel lio se oye. De la estrellada noche bajo el roldo. Xi tus cautos, ni el ruido de tus armas Entre el rumor lejano de los »»Irnos? Tal vez. tal vez herid»» en las batallas En solitario valle o bosque muliroso Sucumbiste, dejando tu cadáver Pura pasto de buitres y de lobos. La paz está firmada. y los guerreros Hoy. al batir !>»s atabales roneos. Triunfantes currarán pisando llores Y ciuiivdio del patriótico alborozo. Ma» suenan ya l-»s bélicos clarines. Se »»yen los hit uno» y marcial»-.- coros.... ¡S i m • engaño mi sueño, bien »pútrido. IViume «pie te abrace victorioso!— Al pronunciar ultimas palabras. Con agitad»» y e uim»»*,-;»!». r»»s:ro. Al encuentro c»»rrio de las legiones Temblando uní- de miedo que «le goz»». El puebl». alegre en rmunliuosa marcha. Alzando aquí y allá nubes de polvo. Sonrio a su» hijos y canto »n gloria Cotí voz de triunfo y con feliz arrobo. La tierna urgen y la fasta osp»»»a Hallaban vu á su amanto, ya á su oposo. ^ el patrio orgullo se pintaba ».-n ellas Al contemplar del venced'»r el rostro. Laura, no mas, ¡jostrada. casi muerta, clava en las tila» los inquietos ojos. Y ve pasar infinites y jinet» ». P'T" u»> ái sil K'ilicrto valeros»»: Entéricas, loca, derribada en tierra. Con terrible ademan. con aire torvo. Maldijo el liiuiid" y »1» »alio á los cielos, Transida el alma dei dolor más hondo. I!. EL DEL] IMO. »Solicita la madre y amorosa Corre ái estrechar ái su hija entre l»»s brazos. Y «•»•II ternura V fe. dire. Horowi : Laura, mi bien, -i ha muerto m la pelea Tu valeroso uníante, ; Leve la tierra ái sus despojos sea! Mas .»i v ive y ausente es leinulitido, Xa pienses más »-u él, que al inconstante So|o se debe generoso o|v ido. ; Madre, y el iiinnd»» sigue sil carrera. Y tollo en mi redor vive y s»» agita! La vida universal es uim ¡sombra. Sombra de luto y «le pesar ; Illalli]tu ! .Madre de! roruzou. mejor me fuera Xo haber sentido la ilusión primera, Por ti" sentirla asi desvanecida : ; Suene <*1 clamor de mi hora postrimera Y apáglicse la antorcha de mi v ¡da ; Perezca yo culi mi dolor eterno. D11e '-ti »-I polvo mortal aniquilada, Xo sentiré en el limbo de la nada Dúo la v ida sin él es un iiilicrin»! ; Horrible maldición! ; Pobre hija tilia! A quien hirió sin compasión la suerte, Como el inundo un |u oye, ni la muerte. Loca de amor al cielo desafia..... ¡o lí . n i. Berilo los seres; til. Dios mili, Al ¡ende á su quebranto Y perdona su insano desvarío! III. LA l'AZ l»l-:L IIOLIII!. Best ¡luida Laura á su castillo, Siente 1a soledad qilo la rodea. Sin adven ir cu sil piadosa madre. Dito dice arrodillada: Oh Dios, tu voluntad cumplida sea! N." XXV pA Cansada y¡i de delirar su mente. ('en hmgnidez y do dolor desmaya, ('mui» el herido cisne ijilo doliente Pliega sus alas cu oscura playa. Entre el mundo y el cielo suspendida. Sueña presentes sus pasadas glorias: A\e de amor, ipie en el ciprés anida Cara llorar sus plácidas memorias. Sus .piejas manda entristecida al viento. La dicha recordando ipie ha perdido. Mientras euhre de lulo el firmamento Kl manto de las sombras extendido. Asi látifia sus tremendas horas. Hallando de su liten solo las huellas. Hasta <pie al lili vertieron bienhechoras Su luz las melancólicas estrellas. IV. l.\ Noctli;. Reina la noche ya : la hermosa luna Sube detrás de los alzados montes. Como el cándido sueño de la infancia Sube buscando a Dios desde la cuna. I.a llanura espaciosa . El tranquilo collado. La montaña escabrosa. Todo en sueño solemne y sosegado Klaiidnmemo reposa. Alas de improviso, en los sonoros bosques Se ove un bronco ruido tpte parece Ora que va por el do-icrto huyendo, Ora que en el espacio se estremece. Ora en el aire aumenta, ora decrece. Hasta que al tin se acerca c u estruendo Y redobla su empuje Al son del viento que en las selvas mire. V. LA SORPRESA. Es el veloz escape de un caballo En que cruza mi guerrero la llanura : Negro crespón cu su penacho ondea. Negras sus armas son y su armadura. Negro el corcel fogoso En que el jinete pálido campea. Llega por lili al atrio del castillo. Lanza el fiero bridón con gallardía. Salva de un salto el puente y el rastrillo, A’ llamando á la puerta, (¡rita con grave acento : —¡Aquí Roberto está ; Laura , despierta ! —; Ah.... ven. 1,’ol.erto, y vuélveme la vida : Véu a mi corazón que te ama tanto; Cierra de mi alma la profunda herida t¿uc abrió tu ausencia con mortal quebranto: — Vuelvo á ti. bien querido. Temiendo que cu mi ausencia, solitaria. Hayas dado al olvido Hacer por tu Roberto una plegaria. — I(opon esos temores, V di me, dulce dueño, ¿ l’or qué tan tarde llegas A la llora de los o lirrtos y del sueño? ; Por qué de negro vistes, V tus ojos, nuis negros que la noche. Aun más (pie la tristeza miro tristes ? Es mi misterio todo.... véu conmigo A' nos darán los bosques, A' la lima y el cielo. En su silencio sepulcral abrigo. Huyamos pronto, «pie la noche avanza A' huye con sus sombras mi esperanza. —Antes véu á mi seno, bien amado, Y descansa cu mis brazos del camino; Vén, (pie en el blanco espino El viento brama fúnebre y airado, Dual brama en tempestad el torbellino. ¡Oh, Laura ! nada temas: vén . marchemos A’ llagamos, al amparo de la nuche, Nuestro viaje en!regados al destino. I'n lecho, en mi morada, Aguarda á la pareja e....inorada. Dónde el tálamo está y el aposento? Lejos están, muy léjos, alma mili: Halla á la grupa de lili fiero liruto, L'tto es preciso llegar antes que brille, <'un su imporl tina luz, el claro día. Oye, Ibiberio: allá, desde la torre, <oii pausado clamor el aire Helia El sé,n de una campana, i acaso en ese doble cruza el mundo Alma que llora en pena. | l u s t í \a c i o n . J 5 s p a ñ o l a y 15 yVi wERi cANA. — AH alma está contigo, ( 'tuno ángel de tu guarda : Apresura la marcha, véu conmigo. Oile en un lecho (le adelfas y (-¡preses La paz de los sepulcros nos aguarda. Si el tálamo es tranquilo y sosegado, feliz descansaré junto a mi dueño. Entre unas labias, bajo lusca piedra. De honda quietud disfrutará tu sueño.... Alira en tu derredor: la noche avanza : Nosotros \ los ntuertos. En alas del amor y la esperanza. Col! rapidez cruzamos los desiertos. Ale aguardan en e| campo mis soldados; Salla a la grupa de mi fiero bruto A dejemos detrás esos collados. VI. El. M'.SIKRTO. A un impulso ligero. Salta Laura temblando. A en éxtasis sin tin. como sonando. Se abraza á la cintura del guerrero. ¡Trap. trap ! — Se oye en el bosque Del corcel animoso la carrera: El amor y la muerte se adunaron. El desengaño y la ilusión postrera. A’ el eco del escape repitiendo Los riscos, las praderas y llanuras. Se ve «pie arrancan fuego de las piedras Del caballo veloz las herraduras. - ; Te estremeces, mi bien, no vas conmigo ? ; .No ves que yace todo en calma inerte? — ¡Todo me espanta, porque yace todo En la profunda calma de la muerto! — si te espanta la muerte, si el quietismo De los que duermen 011 la tumba yertos.... ; Deja en paz á los muertos, alma mía. Deja en paz a los muertos! — Dejémoslos ¡oh Laura ! y entre tanto, fatigando las horas pasajeras. No olvides, lio. «pie -niños ell el mundo Tristes sombras de paso, almas viajeras. Marchemos hasta el fin, antes que llegue La aurora con su luz inoportuna. A' deja que* cu el mar del firmamento Silenciosa navegue Cerca do Dios la solitaria luna. —; Atas!.... Roberto ; no escuchas ese coro Rfitc parece venir de un cementerio. l ’n triste i/' / irii/i/m lis. «pie sonoro l’Uehlu el mundo de espanto y de misterio ? '• <»remos por los muei tos •>. van cantando A sigue al omito el fúnebre tañido De lemas campanudas, «pie doblando Llenan do miedo el ánimo afligido ; <!raz..a el enervo en el aire aleteando. A' el discordante ruido I»el canto y las campanas Se pierde en las regiones unís lejanas Cual se pierde un recuerdo cu el olvido. — Sochantre, vén acá. gritó el jinete. AY-ti y canta en los campos silenciosos El himno epitulámico del sueño. «.file cu tierra bendecida Van á dormir los jovenes esposos. A' el canto ilr /iroJ'ihiil/Y lentamente Se l'ué por las montañas extinguiendo, Y el eco de los montes Iba el rumor lejano repitiendo. Los amantes siguieron caminando, A' unidos por el lazo de la muerte Se van por las llanuras alejando. — Laura, no te conturbes: AIira, la noche avanza.... Nosotros y los muertos. En alas del amor y la esperanza. Con rapidez cruzamos los desiertos. ; lYro mira, Roberto, cual se mueve Sobre la hierba que el camino alfombra Un sudario sangriento y un suplicio A' una implacable sombra ! ; Hola ! gritó el guerrero: Véu a bailar Iu danza . En giros caprichosos: líaila, sombra bendita, baila, baila Antes (pie ;d lecho de Ih lUIIertc lleguen Los jovenes esposos. A’ se acercó el espectro resbalando Sobre hojas de avellanos y de encino ; A' el ruido de sus pasos cavernoso Se asemejaba al ronco torbellino. Los amantes siguieron caminando: > >dop. jop ". repite el eco, A' se van y se van siempre alejando. Y el ruido formado en el escape Hondo retumba en el peñasco hueco. ; Te osí remeces. mi bien, tío vas conmigo ? ; No ves que yace todo cu « alma inerte? — ¡Todo me espanta, porque iodo yace En la profunda calma de la liuterie! SI te e.-pauta la muerte, si el quietismo De los (pie duermen ell la tumba yertos..... ¡ Deja en paz a los muertos, alma tilia, I»oja en paz a los muertos ! Cauta, por lin. la madrugada « I gallo; Recubra ¡oh mi corcel ! tu noble brio, A’ antes qUe asome la ninnami llega Al tálamo nupcial del dueño litio. Alas antes oye. y para siempre calla : Detrás de e.-n muralla Hay un reloj de arena.... Adiós.....ya mi hora >I> p o ‘f m n l¡H suetni. De tn blasfemo y loco pensamiento l ’iile perdón al cielo, arrepentida. Al pié de ese terrible ínoilUliieilio. Donde dejo, sin pena . Sueños de amor y pompas de la vid a. Due- Dios asi |o «pliso.... — A‘ enmudeció la sombra señalando l ’ u vasto cementerio de improviso. VIL l»i;s( AN-\ EN TAZ. Con aire firm e, eoli semblante quieto. Del monumento ante el umbral llegó, A' cedió eolito ¡i impulso de lili secreto De mi candado macizo el pasador. Abriéronse las puertas rechi liando Con cavernoso y lúgubre crujir. A al erguirse los cráneos saludando. Se oscureció la luna en d cénit. El negro liruto se melino hacia el suelo, De un relámpago envuelto en el fulgor, A al desplegarse de la sombra el velo Debajo de una cruz de-paivció. Roberto, mudo, con la frente baja. Deja en silencio fúnebre caer Al pavimento la-lado una mortaja <,hie envolvía su espada y su broquel. A’ queda en esqueleto convertido Cile e-trenieee al pasal* el Uqtlilon..... <.filiere Laura rezar, y da un gemido Y "ye m ular en coro : • ; (¡loria á Dh-s! •> \ Ilei ve tristi- li is oj.i>■.al desierto, A cxelaliia al fitl. causada di- llorar: ; Alisi-rii-ordla. olí Dios, para L’ob rlo! ¡Su alma d----eaiisi- ¡.ira siempr en paz! d TAN I». 11 MAR Y 1ÍAR0. ------------a C V .ÍU -C »-.--- ----- - LA RENOVACION DE LOS TRATADOS DE COMERCIO. Los tratados de comercio negociados entre f r a n e ia é Inglaterra, en Enoro de iSC D .asi como los que d iv er­ sas potencias han llevado á cabo entre s i , :i partir de aquella época, van llegando sucesivamente á la fijada jaira sa terminación , y parece indudable que se está do acuerdo en cuanto ¡i la conveniencia de renovarlos. El favor de que goza cu nuestros días el régimen de los tratados está lejos de ser uno de esos cajirielios de que son victimas á veces hasta las unciones más ¡lus­ tradas: es. por d contrario, un fruto del razonamien­ to y del cálenlo. Y no podía ser de otro modo, si se t iene cu cuenta que este sistema, aunque limita y restringe por algún tiempo la soberanía nbsolitln de cada uno de los Estados contratantes, ofrece, bajo otros puntos de vista. las mayores ventajas. En electo ; los tratados de comercio, tales como hoy se les comprende, son actos de franquicia, jaira uso y jiroveelio de las clases industriales: con relación á los cambios internacionales, que ocupan actualmente un lugar de tanta jirefercncia en la act ividad productora de los jmeblos, y (pie tan jioderosa influencia ejercen so­ bre las ojie-raciones interiores, los tratados garantizan, por mi intervalo de muchos años, un grado do libertad de acción superior al que se posee cuando ellos (altan. Al mismo t¡ein|io «pie estos tralmlos dan carácter de jiormanem-.ia á las condiciones b a jo las cuales las na­ ciones cambian en justa recijirocidad sus productos, no tienden á hacer aquéllas invariables, sino que dejan abierto el sendero, hasta un punto conveniente, á su- ir» pA ] l u s t í \a c i o n . J p s p a ñ o l a y x. x x v ^Americara. cesivna mejoras que multiplican el co­ E X ( ‘ 1 (' LO I* E D I A S . trabajos, se obtendrá por cociente la mercio, por medio «le la cláusula, lla­ cantidad de hierro representando la po­ mada de la nación más favorecida, que tencia productora del trabajo del indi­ se lia convenido, con mucho acierto, viduo en dicha fundición ó taller. en que forme parte de todos ellos. Trátase de una fábrica de hilar algo­ O rucias á esta cláusula, basta que dón. y se la supondrá consagrada á la dos Estados hayan negociado un trata­ producción do uti hilo de un cierto nu­ do suplementario que de sobre este o mero: la potencia productora se calen 1li­ el otro punto determinado nueva ex­ ria dividiendo el número medio de hilotensión á la libertad de los cambios en­ gramos de este lulo obtenido en un din, tre las dos partes contratantes, para una semana ó un año, por el numero que la medida sea aplicable á todos los de personas ocupadas. Estados eou los cuales los dos prime­ M. ('UEVALLIKK. (•V iH ii loimirn;) ros tuvieran ya concluido un tratado comercial. En las naciones meridionales de Eu­ El din 1>de Junio último se verificó ropa, que están sujetas á la epidemia en París la distribución de las recom­ pensas concedidas por la ¿¡ocíele d' l-.iide las revoluciones, los tratados son co­ coio iii/cmnil /loar i' Industrie naeionale, rno nn preservativo contra las fantasías reaccionarias de los hombres súbita­ habiendo sido agraciado con una me­ dalla de oro el ingeniero M. Desiré Samente colocados en las regiones del po­ valle, á quien se debe la instalación de der por el Ímpetu del torbellino. grandes tal tricas destiladoras en Fran­ De la exactitud de este aserto nos cia, y cuyos diversos aparatos liemos da provechoso ejemplo lo ocurrido en descrito más de una vez en las páginas Francia en los años de 1 *71 y lK7-\ de este periódico. pasada la tremenda sacudida delSTo. La solemnidad fué presidida por el Si á juzgar por la explosión unánime ilustre químico M. Damas, micvn miem­ de las opiniones puede considerarse co­ bro de la Academia, y en la misma se­ mo infalible la renovación universal de sión obtuvo otra medalla de oro el Dalos tratados, naso ve tan claro en otra ron Springer, de Maisons-Alfort, por cuestión intima y directamente ligada su magnifica fábrica de destilación de cou ésta, cual es la de saber en (pié granos, instalada por M. Savalle. términos será aquélla realizada. Una <'omisión especial, compuesta Dos ideas comparten el campo de la de químicos distinguidos, (pie había si­ Opinión: una de ellas, francamente do delegada para visitar detenidamente proclamada, quiete que los futuros aran­ la fábrica de Maisons-Alfort, y con es­ celes de Aduanas sean más liberales, pecialidad los aparatos Sa valle, ha di­ en el sentido práctico de la palabra, rigido á la Sociedad citada una inte­ que los boy vigentes. ’ •-n.-I vii' 1 o "i ’n -l-' l.i C.iriifiu T.ti'V> -le nn bruzo, rn ó rnnw rti-t i . ■.-m ■¡n< resante .Memoria, suscrita por M. LaAsí se consagraría, á juicio de los n llii. li¡iil»-. ¿r.uiuitica traiio s i i italiana, artttii-tica 1 esde entonces se ;¡i:iu la sttbsLttuclu •laii-.l m y, profesor de Química en la Escuela que la sostienen, un nuevo progreso en decim al. e tc .. e tc .. etc. central. la libertad de los cambios internaciona­ Las fábricas de destilación montadas según el sisteles, ó lo que es lo mismo, variando la forma, en la hay medio de creerlas resucitas en tanto que no se recurra á la piedra de toque de la práctica. mu Savalle son hoy l ‘-’ 7 en Francia, á saber: -D5 para libertad de comercio. Sin el apoyo de un conjunto de hechos escrupulosa- destilar melazas, 71 para remolacha y lo para granos, Y aquí conviene advertir que la antigua locución de /Hurlad de comercio ha sido sustituida hoy por la mente observados, el sistema que llegue á prevalecer y en estas fábricas funcionan hasta 21!) aparatos Su valle, más preciosa de ¡iherlad di cam/iios inlrriiacionnlcs, y seria un edificio cimentado sobre deleznable aren a; pe- que producen diarmmenle, por término medio, 7.7ox en Inglaterra hay agrupaciones que llaman á esta li­ ro si del examen concienzudo de los hechos se des- heclélitros de alcohol retinado. prende la conveniencia del criterio liberal en comerFelicitamos al laborioso é ilustrado ingeniero M. De­ bertad la comprímela aiiirersal. La otra opinión la de los proteccionistas consi­ cid, de cuyo lado están las simpatías de una civiliza- siró ^avalle por la merecida recompensa que lia obdera los tratados posterioresá Imío como el máximum cion avanzada y de la inmensa mayoría de las ilustra- , tenido, de liberalismo posible, como columnas de Hércules cioncs europeas, será preciso (pie áuu los tnás refracta­ cuyo más allá seria funesto intentar conocer. En este rios se resignen á la aplicación cada vez más absoluta AJEDREZ. orden de ideas son mirados como innovadores presun­ de esta libertad, aunque la transición sea prudente­ tuosos los economistas que aconsejaron la celebración mente conducida. PROBLEMA NÚM. 1. del tratado ungió-franco cu ISíjO, origen de otros en­ No creemos muy difícil probar con los hechos, y á N l.ills \ s . tre naciones de no menos importancia comercial, y á la vez por el razonamiento, que los pueblos que com­ lin de presentar obstáculos al desenvolvimiento del prin­ ponen la civilización occidental ó cristiana, y la Eu­ cipio (pie prevaleció entonces y que después lia echa­ ropa en particular, tienen un gran interesen pronun­ do tan profundas raíces, los proteccionistas imis carac­ ciarse por la libertad de comercio, no en valíales frases, terizados han formado planes no desprovistos de arti­ sino cu la acción y en la aplicación de ésta, llevada m m '' ficio. hasta donde sea posible. I ; A cuál de estas dos escuelas se dará la razón ? En w m w w t II. tal materia no seremos nosotros los «pie tratemos de mermar á la teoría y al razonamiento los derechos qno La libertad en el comercio tiene como mérito propio V.///SA'les pertenecen cu todas lies cuestiones. el de desarrollar la fuerza productora individual, y en 'y? Cuanto más importantes son los problemas que so mi Estado donde esta libertad exista por entero, la '■./////.vít. W aM ' debaten, tanto más esencial es tener principios regula­ fuerza productora de cada ramo de la industria, y de A--i dores, con ayuda de los cuales se trazan las grandes li­ cada establecimiento fabril, tiende sin cesar á la ad­ ■'/'"'/a neas que lian de servirnos, mediante el concurso de la quisición de su máximum. más correcta lógica posible, para deducir las conse­ No consideramos superfino, ántcs de pasar adelante, '■///'¿'Mí, cuencias legil ¡mas. precisar el sentido de esta frase, la fuerza /wodue/ora, líoycr-Collard proclamaba una verdad profunda cuan­ porqnc puede hacerse con un rigorismo casi matemá­ do decía (pie profesar el desden Inicia las teorías es tico. vanagloriarse de no comprender lo (pie se dice cuando En cada ramo de industria y en cada establecimien­ se habla, ni lo qm; se hace cuando se obra; pero al to esta fuerza se mide por la cantidad de objetos de lado de las ideas generales y elevadas (pie agradan a la una clase convenida, que resulta del trabajo, por Iér1U,ANCAS. de una persona, en este ramo, do indus­ inteligencia y cautivan al espiriru, hay otra autoridad .. ........ . Ju eg an éstas y dan mato un tros Jugadas. Inexperiencia que e.s necesario consultar, y que en tria é> establecimiento, durante un espacio de tiempo definitiva es la que juzga . como que es, por decirlo asi, determinado; un día, una semana, nn año. En una Kn |ni'ii-ii vn vi ni'imorn iiiili'rlor. Ii 'iim» rufiliiit. ■ ■ •Iiicinti ni |rrrtel crisol por el cual lian de pasar las proposiciones de la fundición, por ejemplo, se puedo calcular muy aproxi­ tilciim iiiitn. ti. i li- l>. Emilio Vulii. .i.irni ilct ii' ><li* (.Vlniiovn. y do los Soteoría, á lili de (pie no quede sino el metal precioso, madamente el peso del hierro en barras, de un calibre fivuv» |>. 1 nuiiMico Koriiiuidi-*>• 0 . Tind'iru Sun Ilom an, itoUuiuliilajura. desligado de toda impureza. Las cuestiones del género determinado y uniforme, que se forjarían en el tras­ de la que hoy se suscita con motivo de los tratados de curso de un año, admitiendo que el taller se dedicase MA I<111 1 >. Iiiil'iviilii y i 'l i i'i-nl ¡|.¡n ilc Aril'iin y ('.* (Biiviflsonw ihi Kivinlvuuym >. comercio afectan á tantos intereses, y suponen la ac­ exclusivamente ¡i esta variedad ; y si se divide el peso IH P IU S O n K S l 'E CA.M.MlA IJK S. »!. ción de tantos resortes, ya ocultos, ya visibles, que no enunciado por el número de personas empleadas en los wm wm.. i ( '1 1 1 1 1