JORDI PUJOL i SOLEY (Barcelona, 9 de junio de 1930) Proveniente de una familia ligada al catalanismo político, el joven Pujol estudió Medicina en la Universidad de Barcelona. Aunque trabajó para unos laboratorios farmacéuticos, pronto descubrió que su verdadera pasión era la política. Antes de cumplir veinte años era asiduo a círculos nacionalistas clandestinos, desafiando la sistemática represión de la dictadura franquista hacia la lengua y la cultura catalanas. El más influyente de aquellos grupos fue Cristians Catalans, que Pujol contribuyó a fundar en 1954, bajo los auspicios del entonces abad de Montserrat, Aureli Escarré. En 1960 fue detenido acusado de instigar a un grupo de jóvenes que habían lanzado octavillas durante un acto oficial celebrado en el Palau de la Música de Barcelona. Juzgado por un consejo de guerra, Pujol fue condenado a siete años de prisión, aunque la campaña de solidaridad internacional hacia su persona hizo que solo tuviera que cumplir dos años y medio. En 1974 funda en la clandestinidad Convergencia Democràtica de Catalunya, partido por el que se presentará como diputado en las primeras elecciones democráticas de 1977. Avalado por un buen resultado, Pujol se alió con los democristianos de Uniò Democràtica para formar en 1978 la coalición Convergència i Unió (CiU), grupo hegemónico en Cataluña hasta el presente. En sus inicios, CiU reclamó la recuperación del régimen autonómico desde pautas políticas moderadas y con respeto a la Constitución de 1978, que los nacionalistas catalanes contribuyeron a redactar. Conseller sin cartera en el gobierno provisional catalán de Josep Tarradellas (1977-1980), Pujol se alzaría con la presidencia de la Generalitat al imponerse claramente en las elecciones autonómicas catalanas de 1980, las primeras desde 1932. Avalado por sucesivas victorias, varias de ellas por mayoría absoluta, Pujol sería presidente de la Generalitat durante veintitrés años (1980-2003), convirtiendo a CiU en una pieza clave para la gobernabilidad de España. Sus relaciones con el gobierno español han sido muy cambiantes. Tuvo graves enfrentamientos con el gobierno de Felipe González («caso Banca Catalana»), aunque terminó negociando con él, del mismo modo que pactó con el PP de José María Aznar. La estrategia de Pujol consistía en la paulatina construcción de la identidad nacional catalana a partir de las competencias reconocidas en el Estatuto autonómico; alternando la reivindicación victimista y la negociación con Madrid se irían dando los pasos necesarios para exigir en un futuro no definido la plena soberanía catalana. Tras perder las elecciones de 2003, Pujol se retiró de la primera línea política, aunque siguió dando su opinión sobre los asuntos de actualidad. En los últimos tiempos su pensamiento ha evolucionado hacia el independentismo, coincidiendo con el giro estratégico de Convergencia propiciado por Artur Mas en 2012. Acechado por varios escándalos familiares, su imagen pública ha sufrido un grave deterioro en los últimos tiempos. BIBLIOGRAFÍA Bassets, Lluis (2014): La gran vergüenza. Ascenso y caída de Jordi Pujol. Barcelona: Ediciones Península. Pujol, Jordi (2009): Tiempo de construir. Memorias, 1980-1993. Barcelona: Editorial Destino. Santamaría, Antonio (2014): Convergència Democràtica de Catalunya. De los orígenes al giro soberanista. Barcelona: Foca.