HISTORIA DE ESPAÑA CURSO 2013-2014 2º BACHILLERATO Materia Común 4.1. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: Organización política e instituciones en el reino de Castilla y en la Corona de Aragón La Corona de Aragón y el reino de Castilla tuvieron una organización política y un modelo de monarquía diferente: - - Aragón era una confederación de reinos (Aragón, Cataluña, Mallorca y Valencia), donde el poder del rey estaba limitado por la nobleza a través de las Cortes, debido al supuesto origen pactista de la monarquía. En cada reino el rey tenía un lugarteniente (virrey), y poseían distintas instituciones y leyes Castilla era una monarquía unitaria en la que el rey mantenía la autoridad debido al escaso poder de las Cortes, y a la aceptación del origen divino de la autoridad. Los cambios en la Edad Media repercutieron en las instituciones políticas. Alrededor del rey se creó una corte, en la que el rey se veía asistido en su acción de gobierno por diversas instituciones centrales: - - El Consejo Real (asesoraba al monarca). Participaban la nobleza y el alto clero. Las Cortes. Órgano de representación estamental formada por representantes de la nobleza, el clero y las ciudades. Este organismo carecía de poder legislativo pero decidía sobre los impuestos extraordinarios y tenía la capacidad de presentar peticiones al rey. En Castilla apenas tenía poder, ya que eran consultivas. En Aragón había Cortes en cada reino y tenían mucho poder, ya que sus decisiones eran vinculantes; para vigilar el cumplimiento de lo aprobado en ellas se creó en Cataluña y Valencia la Generalitat. La Audiencia o Chancillería, encargada de la administración de justicia La Real Hacienda, encargada de los impuestos. Los alcaldes mayores y corregidores, representantes del rey en los ayuntamientos. En estos siglos además se fueron construyendo dos instituciones claves para el poder real: un Ejército Real permanente y una Burocracia cada vez más compleja, formada por letrados, expertos juristas preparados en las universidades. La Administración territorial se organizó en merindades (Castilla) o veguerías (Cataluña). La administración local en las ciudades se basó en la institución de los Concejos o Ayuntamientos, que gozaban de autogobierno gracias a los fueros, y que progresivamente terminaron bajo el control de las oligarquías urbanas (nobleza, clero, burguesía). En Aragón existió, además, la institución del Justicia de Aragón, cargo asignado a un miembro de la nobleza que velaba por el mantenimiento de los privilegios estamentales frente al poder del rey. Profesor: Rafael Fernández 1 HISTORIA DE ESPAÑA CURSO 2013-2014 2º BACHILLERATO Materia Común 4.2. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: Crisis demográfica, económica y política Los siglos XIV y XV estuvieron marcados por una profunda crisis demográfica, económica y política. En Castilla, la crisis tuvo su apogeo en el siglo XIV, mientras que en Aragón y Cataluña el momento peor fue el siglo XV. Crisis demográfica Las malas cosechas se repitieron a lo largo de estos dos siglos. Las técnicas agrícolas no habían evolucionado lo suficiente para evitar los estragos causados por la mala climatología. El ciclo se repitió varias veces: malas cosechas, escasez de alimentos, carestía, hambrunas reiteradas. En estas circunstancias de desnutrición, la población, mal alimentada, sin defensas, sin higiene y sin medicamentos, era fácilmente atacada por las epidemias. La Peste Negra de 1348-1351 fue la más brutal, pero no la única. Se estima que en algunas zonas la población descendió entre el 20 y el 40%. Crisis económica La crisis demográfica golpeó duramente a una agricultura (crisis de subsistencia) que no había evolucionado tecnológicamente. Amplias zonas se despoblaron y abandonaron, reduciéndose las tierras puestas en cultivo a la vez que, en muchas zonas, escaseaba la mano de obra campesina. El descenso de la producción agraria y de las rentas de los grandes propietarios (nobleza y clero), fue la lógica consecuencia de esta situación. Esta nueva situación (falta de mano de obra, escasez, carestía, zonas despobladas y tierras no cultivadas que podían ser utilizadas para pastos) fueron aprovechados por la nobleza para consolidar el régimen señorial. En Castilla los propietarios especializaron los cultivos (vid y olivo), y extendieron las tierras de pasto, dando lugar al predominio de la ganadería lanar trashumante ovina como principal actividad económica. La Corona participó del negocio lanar y otorgó privilegios del Honrado Concejo de la Mesta, asociación de ganaderos castellanos contralado por los nobles que organizaba todo el sistema de cañadas y pastoreo, y que había sido fundada por Alfonso X el Sabio en el 1273. La artesanía también entre en declive ante el descenso de la demanda, provocado a su vez por el descenso demográfico y el empobrecimiento de la población. El comercio fue la actividad menos afectada por la crisis: El comercio castellano continuó creciendo. Estaba basado en la exportación de lana y en la importación de productos manufacturados de lujo, y dirigido esencialmente a Flandes. El comercio catalán en el Mediterráneo, se basó en la exportación de productos textiles y en la importación de sedas y especias, que se mantuvo en el siglo XIV, aunque decayó en el XV. En estos siglos hubo importantes avances comerciales: ferias (Medina del Campo), consulados (catalanes por todo el mediterráneo), técnicas bancarias (letra de cambio, sociedades mercantiles). Crisis social La disminución de ingresos de la nobleza llevó a que los grupos sociales dominantes intensificaran la explotación del campesinado, estableciendo nuevos y más duros derechos señoriales. La reacción campesina llevó a una fuerte conflictividad antiseñorial y a diversos levantamientos en el siglo XV: Profesor: Rafael Fernández 2 HISTORIA DE ESPAÑA CURSO 2013-2014 2º BACHILLERATO Materia Común Guerras irmandiñas en Galicia. Payeses de remensa en Cataluña, provocada por la decisión de la nobleza de fijar los campesinos a la tierra, aumentar las rentas y exigir todos los servicios señoriales. Este conflicto concluyó con la Sentencia Arbitral de Guadalupe de 1486 adoptada por Fernando el Católico. La sentencia puso fin a la última reminiscencia de la servidumbre medieval en España. Este malestar social dio lugar también a conflictos sociales urbanos, como el que enfrentó a la Biga (alta burguesía) y la Busca (clases populares) en la Barcelona del siglo XV; o al rebrote del antisemitismo que llevó a múltiples progroms contras las comunidades judías en el siglo XIV y XV. Como resultado de esta violencia, muchos judíos se convirtieron al cristianismo (serán los conversos o cristianos nuevos, y en el caso de los musulmanes, los moriscos). Crisis política La crisis generalizada bajomedieval tuvo también su expresión política, y que desencadenó guerras civiles. El foco de conflicto principal fue el intento de fortalecimiento del poder real, que encontró la oposición de los grupos privilegiados, nobleza y clero, por la hegemonía política. En Castilla hubo varios conflictos de gran gravedad: La guerra civil entre Pedro I y Enrique de Trastámara a fines del siglo XIV trajo al trono a una nueva dinastía, los Trastámara, y significó el triunfo coyuntural de la nobleza, que obtuvo como recompensa la extensión de sus propiedades y sobre todo la jurisdicción sobre ella, frente a una debilitada Corona. También en Aragón se produce una grave crisis dinástica que llevará al trono, como en Castilla, a los Trastámara, con Juan II (Compromiso de Caspe, 1412). Los reinados de Juan II y Enrique IV en el siglo XV se caracterizaron por múltiples conflictos. A Enrique IV le sucedió su hermana Isabel de Castilla. En Aragón estalló la guerra civil al enfrentarse el rey Juan II con la nobleza y el clero catalanes (14621472). La confluencia de esta guerra civil con los conflictos de los remensa en el campo y el de la Busca y la Biga en Barcelona dejaron al principado de Cataluña destrozado. A Juan II le sucedió Fernando de Aragón. 4.3. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: La expansión de la Corona de Aragón en el Mediterráneo Mientras Valencia y Aragón seguían desarrollando una importante economía agrícola y ganadera, Cataluña inició desde el siglo XII un importante comercio exterior por el Mediterráneo que sentó las bases de su desarrollo comercial. Con el comercio africano (cueros, pieles), oriental (especias) y occidental (trigo siciliano y de Cerdeña), Barcelona se convirtió en un importante mercado y en el centro de numerosos talleres artesanales, en torno al trabajo textil, metalúrgico y naval. Dicha expansión contó con el apoyo de la monarquía (que impulsó la conquista militar de importantes zonas del Mediterráneo, interesada en aumentar sus dominios, una vez terminadas sus posibilidades de expansión en la Península), de la nobleza (favorable a llevar a cabo empresas guerreras de las que obtenía tierras, títulos, botines, prestigio y cargos) y de la burguesía (beneficiaba a comerciantes y artesanos urbanos). Profesor: Rafael Fernández 3 HISTORIA DE ESPAÑA CURSO 2013-2014 2º BACHILLERATO Materia Común Todas estas conquistas exigieron un importante esfuerzo militar y económico que llevó a los reyes a pedir el apoyo de los distintos estamentos, lo que aprovecharon éstos para conseguir contrapartidas que limitaron el poder real. o 1. La expansión se inició con la conquista de Baleares (1229-1235) por Jaime I, con quien finaliza la reconquista catalano-aragonesa. Los tratados con Castilla y Francia, empujaron a la Corona de Aragón hacia el Mediterráneo. Esta expansión tuvo varias etapas: o 2. Pedro III el Grande (1276-1285) lanzó a la Corona aragonesa a una política de auténtico imperialismo mediterráneo, incorporando la isla de Sicilia (1282). Esta expansión chocó con los intereses de la corona francesa y del Papa. Se inicia así un elemento clave de la política exterior aragonesa, y posteriormente española, que se prolongará durante varios siglos: la lucha con Francia por la hegemonía en los estados italianos. o 3. Con Jaime II (1291-1327) el imperialismo catalano-aragonés en el Mediterráneo experimentó un nuevo impulso, conquistando la isla de Cerdeña (1324). Asimismo, la aventura de los almogávares en el Mediterráneo oriental es la más célebre expresión de este proceso. Los almogávares eran soldados mercenarios, originarios de tierras de la Corona de Aragón, que en la primera mitad del siglo XIV, recorrieron el mar Mediterráneo impulsados por el expansionismo catalán ayudando a la Corona de Aragón en diversas campañas. Fueron contratados por el emperador bizantino para luchar contra los turcos. Al frente iba Roger de Flor (1267-1305), aventurero de origen alemán, con el que obtuvieron grandes victorias contra los turcos en Asia Menor. Sin embargo, tras el asesinato de su líder en 1305 se dedicaron, como venganza, a la devastación y al saqueo de varias islas griegas, y ocuparon los condados de Atenas (1311) y Neopatria (Tesalia, Grecia, 1318), que entregaron a Aragón. o 4. El último impulso del imperialismo catalano-aragonés en el Mediterráneo llegó con Alfonso V el Magnánimo (1416-1458) quien anexionó el reino de Nápoles en 1442, en su lucha contra los franceses y las potencias italianas (Venecia, Florencia y el papado). A partir de este momento, Alfonso V estableció su corte en Nápoles, convirtió la ciudad un gran centro humanístico y se dedicó por completo a la política italiana, no volviendo ya a la Península. A su muerte, el reino pasó a su hijo, y se desvinculó de la historia de la Corona de Aragón. El desarrollo de este comercio a larga distancia hizo necesaria la creación de una legislación y de unos organismos que regulasen las actividades mercantiles (Consulado del Mar). Aparecieron nuevas prácticas mercantiles (letra de cambio) y diferentes monedas (maravedí en Castilla; florín en Aragón), lo que hizo necesaria la aparición de especialistas en cambios monetarios: los cambistas, que con el tiempo se convertirán en banqueros. 4.4. Los reinos cristianos en la Baja Edad Media: Las rutas atlánticas (castellanos y portugueses). Las Islas Canarias El aspecto más llamativo de la expansión de los reinos hispánicos en la Baja Edad Media fue el descubrimiento de América. Pero este acontecimiento tenía sus precedentes en toda la actividad marinera de la costa suroccidental de la Península Ibérica, ligado a su propia posición geográfica y a la posibilidad de que las navegaciones que de ella partieran encontraran el soplo favorable de los vientos alisios. El interés de Castilla por el Atlántico se debía en gran medida a causas económicas: o Por un lado, la ruta hacia el Atlántico norte era la vía principal de exportación de la lana castellana y el hierro vizcaíno a través del puerto de Bilbao. Profesor: Rafael Fernández 4 HISTORIA DE ESPAÑA CURSO 2013-2014 2º BACHILLERATO Materia Común o o Por otro, la ruta del Atlántico sur, en torno a Sevilla-Cádiz estaba en manos de los genoveses, y permitía acceder a los productos africanos (oro, marfil y esclavos), y a los paños y telas italianas y productos y especias de Oriente. La unión de ambas rutas se producía a través de una densa red de ferias que impulsaban el comercio peninsular (Medina del Campo). Con el fin de proteger la ruta atlántica del sur y controlar el estrecho de Gibraltar, Castilla colaboró con Portugal y Aragón frente al reino nazarí de Granada y los benimerines. Pero los problemas internos de Castilla impidieron una política exterior más activa, convirtiéndose Portugal en un poderoso rival en la expansión atlántica por el sur (Enrique el Navegante y la Escuela de Sagres). Hacia finales del siglo XIII o probablemente antes debieron realizarse las primeras expediciones a las islas canarias (habitadas por aborígenes guanches y organizadas por comerciantes), haciéndose más frecuentes a lo largo de la centuria siguiente. La conquista del archipiélago canario duró cerca de un siglo, desde 1402 hasta 1496. Varios factores explican que se alargara tanto, como la falta de medios económicos por parte de los conquistadores, la fuerte resistencia que ofrecieron algunas islas y también que las islas no eran tan ricas como muchos europeos suponían (evidencia que restaba mucho el afán descubridor). Puede dividirse en dos fases la conquista de Canarias: o o Una primera parte realizada por Jean Bethencourt (normando al servicio de la corona castellana), quien, a partir de 1402, somete a las islas de Lanzarote, Fuerteventura y El Hierro, posiblemente también La Gomera, Y una segunda bajo el reinado de los Reyes Católicos, con la conquista de Gran Canaria, La Palma y Tenerife. Por su parte, los portugueses avanzaron de forma decisiva en la exploración y la toma de enclaves comerciales en las costas africanas (Ceuta y Tánger) y el Atlántico sur (las Azores y la isla de Madeira son ejemplos de esta expansión), lo que finalmente desembocaría a fines del siglo XV en las expediciones de Bartolomeu Dias, que dio la vuelta al Cabo de Buena Esperanza, y la de Vasco de Gama, quien conseguirá llegar a la India bordeando el continente africano. El tratado de Alcaçova de 1479 vino a sancionar la supremacía de Portugal, reservándole prácticamente África, si bien reconocía a Castilla el dominio de las Canarias y parte del litoral sahariano. Profesor: Rafael Fernández 5