CONFERENCIA: PROPUESTAS DE LA PASTORAL SOCIAL PARA LA VIVENCIA COMUNITARIA LA ESPIRITUALIDAD DE LA COMUNIÓN La Espiritualidad de la Comunión es mencionada en los nn. 43-45 de la Carta Apostólica Novo Millennio Inneunte del Papa Juan Pablo II como un principio educativo básico para la Iglesia y como un recurso que nos posicionará en el mundo como testigos del amor. Definamos qué entendemos por espiritualidad: “La espiritualidad cristiana es un estilo de vida propio del bautizado, que acentúa determinadas verdades de la fe, prefiere algunas virtudes según el ejemplo de Cristo, persigue un fin y se sirve de particulares medios y prácticas de piedad, mostrando a veces notas distintivas características.1” 1. DIAGNÓSTICO DE NUESTRO TIEMPO. El análisis de la realidad en la que vivimos nos ofrece elementos de reflexión generadores de un diagnóstico que exige una terapia y una atención urgente. Vivimos en un tiempo “sin amor”, en el que conviven la soledad, el aislamiento, el individualismo en una sociedad anónima y masificadora2. Al parecer los mismísimos lazos interiores “se han desanudado”. El Papa Paulo VI diagnosticó el padecimiento: “El mundo está enfermo. Su mal está… en la falta de fraternidad…3”. Diagnóstico que hizo suyo S.S. Benedicto XVI en el mensaje de la Cuaresma del 20124. Dom Helder Cámara, padre conciliar, elevaba a Dios la siguiente oración: "No nos condenes, Señor, a estar solos, a pesar de estar juntos. Permítenos estar juntos, a pesar de estar solos". 2. LA ESPIRITUALIDAD DE LA COMUNIÓN. Ante el diagnóstico, SS Juan Pablo II ofreció un medicamento: La Espiritualidad de la Comunión. El Papa nos invita a vivir como Iglesia, es decir, ser “como un sacramento o señal e instrumento de la íntima unión con Dios y de la unidad con Dios y de la unidad de todo el género humano”5. 1 Cfr. MA-ANIC, Le Scuole di spiritualità nel magistero pontificio, Brescia 1964, p. 36. SS Juan Pablo II, Carta a los Sacerdotes del año 2001, n. 13. SS Paulo VI, Populorum Progressio, n. 66 4 Primer apartado del mensaje firmado el 03 de Noviembre de 2011. 2 3 El Card. Van Thuan, afirmó que la comunión es “el lugar privilegiado del encuentro del hombre con Dios” y refiere a San Juan: “Si nos amamos unos a otros, Dios ‘mora’ en nosotros” (1Jn 4, 12). La Espiritualidad de la Comunión es una actitud interna y externa que implica cuatro actitudes: Es una mirada del corazón sobre todo hacia el Misterio de la Santísima Trinidad que habita en nosotros, y cuya luz ha de ser reconocida en el rostro del hermano. Es la capacidad de sentir al hermano en la unidad profunda del Cuerpo Místico de Cristo como "uno que me pertenece". Es la capacidad de ver lo que hay de positivo en el otro, para acogerlo y valorarlo como un regalo de Dios: un "don para mí", además de que nosotros seamos también un don para el hermano. Es saber "dar espacio" al hermano, llevando mutuamente la carga de los otros (Cfr. Gal 6,2) y rechazando las tentaciones egoístas que engendran competitividad6. “No nos hagamos ilusiones: sin este camino espiritual, de poco servirían los instrumentos externos de la comunión. Se convertirían en medios sin alma, máscaras de comunión más que sus modos de expresión y crecimiento7.” 3. CASA Y ESCUELA DE COMUNIÓN. El Santo Padre nos invita para que la Iglesia se convierta en un doble espacio en torno a la espiritualidad de la comunión: debe ser casa, pero también una escuela. La Iglesia debe ser una casa, un hogar, en donde se viva y se experimente la Espiritualidad de la Comunión. La Espiritualidad de la Comunión se convierte en algo propio y que nos pertenece, un ejercicio de la vida cotidiana, una actitud que se posee. La Iglesia debe convertirse en espacio sagrado en el que reside y para el que no es ajena la Espiritualidad de la Comunión. "Antes de programar iniciativas concretas, hace falta promover una espiritualidad de la comunión, proponiéndola como principio educativo en los lugares donde se forma el hombre y el cristiano”8. Pero también la Iglesia debe ser una Escuela de la Espiritualidad de la Comunión, es decir exportadora de esta experiencia o asignatura, es la hermana que comparte en contenidos y testimonio, ya que su misión adecuadamente cumplida ayudará a humanizar al mundo. Casa y Escuela de la Espiritualidad de la Comunión, digamos que antes de generar acciones debemos promover un principio educativo que eduque a los ministros, consagrados, agentes de pastoral y así construir nuestras familias y comunidades, para después edificar al mundo9. Lumen Gentium, n. 1. Los cuatro aspectos están tomados de la Novo Millennio Ineunte, n. 43 del Papa Juan Pablo II. 7 Ibidem, n. 43. 8 Idem. 9 Ibid, n. 45. 5 6 4. LOS VALORES QUE RESPALDAN LA COMUNIÓN: La espiritualidad de la comunión postula y pone en acción una serie de valores: La Esperanza. La reconciliación comunitaria. El diálogo. El discernimiento comunitario. La comunicación de bienes. La Eucaristía, la Palabra y la oración son culminación y fuentes que la nutren y sostienen. 5. ITINERARIO DE LA ESPIRITUALIDAD DE LA COMUNIÓN. El camino por recorrer en la Espiritualidad de la Comunión es el siguiente: 5.1. PARTIR DE CRISTO: La Iglesia debe evitar el “hacer por hacer”. Tenemos que “ser” antes 10 que “hacer” . “No se ha de olvidar que, sin Cristo, “no podemos hacer nada” (Cfr. Jn 15,5).11” 5.2. UBICAR LA COMUNIÓN BAUTISMAL CON LA TRINIDAD: Es necesario descubrir la presencia de Dios en nuestro interior. En 1Cor 7,15 nos dice Dios: "¿no saben que sus cuerpos son miembros de Cristo?” y en Jn 14,23: “el que me ama, se mantendrá fiel a mis palabras. Mi Padre lo amará, y mi Padre y yo vendremos a él y viviremos en él". 5.3. EL CENTRO EN LA EUCARISTÍA: El Bautismo es el inicio de nuestra comunión con Dios y la Sagrada Eucaristía es el Sacramento por el que ésta comunión se actualiza y se plenifica cotidianamente en la recepción del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La Sagrada Eucaristía encierra la comunión con Dios (Cfr. Jn 6,53-58) pero también exige nuestra comunión con el hermano (1 Cor 10, 17; 11,20-29; Hch 2, 4244)12. 5.4. PREOCUPARSE POR EL HERMANO: Tenemos que descubrir el rostro de Dios en cada uno de los seres humanos con los que nos encontremos en el diario vivir y en ellos amar a Jesucristo de modo concreto (Cfr. Mt 25, 31-46; 1Jn 3,11-17) 5.5. COMUNICARSE LOS BIENES: Incluye cuestiones materiales, pero también elementos espirituales y talentos personales (1Cor 12,7). Así lo expresa el Catecismo de la Iglesia Católica al profundizar en el Padre Nuestro y referir nuestra solicitud a Dios del “Pan Nuestro”, se trata de: "... comunicar y compartir bienes materiales y espirituales, no por la fuerza sino por amor, para que la abundancia de unos remedie las necesidades de otros (cfr. 2Co 8, 1-15)”13. Novo Millennio Inneunte, n. 15. Ibidem, n. 38. 12 SS Juan Pablo II en la Audiencia General del Miércoles 8 de Noviembre del año 2000. 13 Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2833. 10 11 6. FRATERNIDAD Y SOLIDARIDAD EN LA ESPIRITUALIDAD DE LA COMUNIÓN. El Plan de Pastoral Orgánica 2011-2015 nos exhorta a que la Espiritualidad de la Comunión se aterrice en la vivencia de la Fraternidad y la Solidaridad. Definamos y trabajemos: “La fraternidad cristiana no es una fraternidad naturalista, un fenómeno natural primigenio, sino que se funda en una decisión voluntaria, en la aceptación de la voluntad de Dios que nos ha hecho sus hijos por el Bautismo y en la aceptación de su voluntad en nuestra vida (Cfr. Mt 3,3135)"14. “El principio de la solidaridad es el de la ayuda mutua en orden a fortalecerse mutuamente. La solidaridad confiere particular relieve a la intrínseca sociabilidad de la persona humana, a la igualdad de todos en dignidad y derechos, al camino común de los hombres y de los pueblos hacia una unidad cada vez más convencida. Nunca como hoy ha existido una conciencia tan difundida del vínculo de interdependencia entre los hombres y entre los pueblos, que se manifiesta en todos los niveles”15. P. Rogelio Narváez Martínez PREGUNTA MESA DE TRABAJO Propuestas de la Pastoral Social para la vivencia comunitaria Nota: Sólo debes responder las preguntas de tu color. COLOR VERDE: ¿Cómo pueden las parroquias expresar con hechos concretos la fraternidad hacia el interior? 14 Joseph Ratzinger, La Fraternidad Cristiana, 1950, p. 43. 15 Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 192 ¿Cómo pueden las parroquias expresar con hechos concretos la solidaridad con las parroquias más necesitadas? COLOR AMARILLO: ¿Cómo puede expresar la fraternidad con hechos concretos los movimientos, organismos y agrupaciones laicales hacia el interior en general? Cómo puede expresar la Solidaridad con hechos concretos los movimientos, organismos y agrupaciones laicales con los organismos más necesitados? COLOR AZUL: ¿Cómo puede la Vida Consagrada expresar con hechos concretos la Fraternidad hacia el interior de su organización en la Vicaría? ¿Cómo puede la Vida Consagrada expresar la Solidaridad para con las Congregaciones más necesitadas? COLOR ROJO: ¿Cómo pueden los sacerdotes expresar con hechos concretos la Fraternidad entre ellos? ¿Cómo pueden los sacerdotes expresar con hechos concretos la Solidaridad para con los Presbíteros más necesitados?