EL MAESTRO Y LA PRÁCTICA PEDAGÓGICA: UNA MIRADA DESDE EL EJERCICIO DE LA ENSEÑANZA DE LOS DERECHOS HUMANOS a Martínez Girón, Jader Palabras Claves: Maestro, Pedagogía, Enseñanza, Derechos Humanos. RESUMEN: La práctica pedagógica constituye uno de los pilares más importantes que un maestro como sujeto de saber y facilitador de la enseñanza, debe aplicar para lograr el aprendizaje de sus estudiantes de manera clara, coherente, ética, cognitiva y transversal. Este ejercicio constituye un ámbito de responsabilidad social y de autonomía propia del maestro, enfocada en el ejercicio de formar personas capaces de convivir en sociedad, con saberes técnicos, científicos y humanos; por tal razón los maestros deben infundir la práctica de la enseñanza de los derechos humanos como un ejercicio transversal de su currículo con miras a la formación integral de sujetos en y para los derechos humanos. TEACHERS AND TEACHING PRACTICE: A VIEW FROM THE EXERCISE OF THE TEACHING OF HUMAN RIGHTS SUMMARY: The pedagogical practice is one of the most important pillars that a teacher as a subject of learning and facilitator of learning, should be applied to achieve student learning in a clear, consistent, ethical, cognitive and transversely. The exercise is a field of social responsibility and autonomy of the teacher, focused on exercising educate people to live in society, with technical, scientific and human knowledge; for this reason teachers should infuse the practice of teaching human rights as a transversal exercise of their curriculum with a view to the integral development of individuals in and for human rights. Keywords: Teacher Education, Teaching, Human Rights a Magíster en Educación. Universidad Católica de Oriente. Línea de Investigación Cultura y Pedagogía de los Derechos Humanos Docente Universidad del Valle-Sede Palmira. 1 INTRODUCCIÓN: La humanidad, ante tanta adversidad a la que con frecuencia tiene que enfrentarse, busca afanosamente mecanismos, métodos y proyectos de convivencia que le permitan un nuevo modo de ser, en un mundo nuevo, pero esa tarea no es nada fácil, es una situación ardua y compleja desde el deber docente, es una lucha a largo plazo, que conlleva a una disciplina y constancia permanente para lograr dicho objetivo. Los valores morales se han tomado como base para la transmisión y la enseñanza de los Derechos Humanos, y esto se ha convertido en un reto para el mundo contemporáneo, con miras a formar seres humanos, que posean un alto grado de sensibilidad, solidaridad, tolerancia, respeto, responsabilidad, justicia, equidad, con capacidades y habilidades para reflexionar y hacer crítica constructiva de la realidad que los rodea. Seres comprometidos con el ser y con el entorno que los rodea. Ante el sinnúmero de conflictos generados por: necesidades, quejas, violaciones, intolerancias, rechazos y violencia. En el mundo contemporáneo el tema sobre la pedagogía y didáctica como propuesta educativa en derechos humanos y valores, ha generado y continúa generando una gran polémica y perspectivas en el contexto de la formación educativa tal como lo enuncia Berger y Luck (1994). Considero entonces, que toda aquella persona que tenga a su cargo la orientación y formación educativa de un determinado número de estudiantes (maestro), debe ser un sujeto de saber fundado en valores y principios éticos, con vocación, amor, preparación y ganas de ejercer su profesión con autonomía y calidad. Con cualidades que le permitan al futuro profesional una formación integral, para desempeñar a cabalidad la misión encomendada con saber y justicia. Por otra parte el maestro debe entender la noción y el campo pedagógico en un contexto plural de conocimiento infundado en el campo intelectual de la educación, la producción del discurso y la re-contextualización (Díaz, 1993). PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA: En el ámbito educativo contemporáneo, en lo que se refiere a la transversalidad curricular de los derechos humanos, vemos hoy en día que aunque este tema es compromiso de todos los docentes. Esta responsabilidad ha quedado delegada a los formadores de humanística, 2 constitución, democracia, religión, ética y valores. Sin tener en cuenta que los derechos humanos al igual que los valores humanos, deberes y obligaciones están ligados a nuestro diario vivir y son el pilar de nuestro crecimiento como personas fortaleciendo nuestros sentimientos de alteridad por el otro como lo planteado por Levinas, 1993. DESARROLLO DE LA DISCUSIÓN: En la actualidad, los maestros de cualquier asignatura deben reforzar en los estudiantes mediante temas didácticos: el respecto, solidaridad, justicia, tolerancia, dignidad, equidad, la libertad de expresión etc. Además colaborar con la educación paterna, de la mano de la pedagogía de proyectos y el desarrollo de competencias, para evitar en los jóvenes la formación de personas que no sepan convivir con los demás. Considero también, que todos los maestros, debemos entender que el estudiante de hoy es un individuo moderno, diferente al estudiante de años atrás, personas que requieren una orientación comprometida y sentida desde su motivación y vocación. En cuanto al ejercicio de la enseñanza “Los proyectos educativos institucionales le permiten al estudiante ampliar su campo participativo y la búsqueda consciente de alternativas de trabajo escolares acordes con sus necesidades e intereses”. (Santos, 1995). Por otra parte, la incidencia de la pedagogía y la didáctica en la construcción de una postura crítica y posible frente a los derechos humanos en la educación Colombiana, hace del individuo un ser reflexivo sobre la problemática de la realidad en que vive, un ser apto para el trabajo en equipo, para proponer ideas, capaz de promulgar los derechos humanos, velar por ellos, respetarlos y hacer que se cumplan; para así contribuir a que reine un mundo nuevo donde se disfrute de respecto, justicia, igualdad, diversidad, alteridad, amor y paz. La enseñanza de los Derechos Humanos desde la perspectiva latinoamericana, considero que no es suficiente, debido a que la teoría y la práctica de los Derechos Humanos están encaminadas al fortalecimiento democrático, político, social y económico. Los autores latinoamericanos dicen que además de la información es fundamental el desarrollo de actitudes, habilidades y destrezas consecuentes con el marco ético, epistemiológico y espiritual para la construcción de una conciencia humana y un desarrollo integro. 3 Este desafío de la humanidad es también responsabilidad de la educación formal, la educación en trabajo social y de los distintos roles que el ejercicio profesional supone. Es aquí donde el maestro debe entender la responsabilidad social de su profesión en el contexto y la determinación del curriculum (Contreras, 1997). A su vez, reitero que América Latina evidencia la necesidad de establecer un nuevo paradigma, que plantea un conjunto de supuestos con la realidad que enfrentamos actualmente, para comprenderla y actuar en ella integralmente. Las crisis actuales de desequilibrio entre: pensamientos y sentimientos, valores y comportamientos, estructuras sociales y políticas, conllevan a un punto decisivo, o sea, un cambio. (Osorio, 1988, p. 55). El concepto sobre la definición de la educación en y para los Derechos Humanos lo definen algunos autores de la siguiente manera: Hannah, 1954. p.19; define la educación valórica de los Derechos Humanos, como potencial educador, porque configura y da tono humano a nuestro mundo, a nuestra realidad, y permite formar y formarse como individuos, personas y ciudadanos comprometidos con su contexto social de referencia, en términos de solidaridad y justicia. Martínez, 1992. p. 13-18; señala que educar en valores es proveer de condiciones, generar climas, ayudar a desarrollar en la persona valores morales y orientar para que el que aprende sea capaz, no sólo de encontrar un lugar en el mundo sino además de ser autor y dueño de sus actos. Freire, 1970. Cap. II; sostiene que: “Nadie educa a nadie, los hombres se educan entre sí, mediatizados por su trabajo diario”. Leer el mundo, escribir su propia palabra y contar el qué, de hecho, cuenta para la vida, no son aprendizajes fáciles, exigen explicaciones apasionadas por la inteligencia humana y con el sentimiento del mundo. 4 El Foro Mundial de la Educación (FME); sostiene que la educación no cambia al mundo, pero si puede y debe cambiar al hombre y este sí cambia el mundo y la defensa radical de la educación como bien inalienable. Magendzo, 1990. p. 331-348; dice que la enseñanza en y para los Derechos Humanos, reconoce que los Derechos Humanos son fundamentales en una concepción educativa que orienta y dirige un pensar y un quehacer curricular y pedagógico, el cambio, la transformación y la liberación individual y colectiva, es el valor medular de esta concepción. La concepción que tienen los autores mencionados anteriormente sobre la definición de la educación en y para los Derechos Humanos, conlleva a propósitos similares como son los de prepararse mental, condicional y moralmente, para asumir los retos que le impone un mundo cambiante que lo integra, y que cada ser humano es una parte vital de ese todo que es el mundo y, para que el mundo funcione como es debido, las partes que lo integran deben funcionar bajo patrones de buena conducta y conocimientos sólidos que le permitan a cada parte, ser dueña de sus actos, para poder tomar el sendero adecuado que le permita encajar con las demás partes en ese todo y formar ese mundo nuevo que es nuestra meta. Es de anotar que la educación en valores, es un complemento valioso en la enseñanzaaprendizaje en y para los Derechos Humanos. Este modelo educativo inculca en las personas: conciencia humanista, reflexión, crítica constructiva, autonomía para observar y ver con responsabilidad lo que está pasando en nuestro entorno, solidaridad y espíritu de lucha para alcanzar nuestros ideales. CONCLUSIÓN: La perspectiva global que debemos tener los maestros es la de lograr formar una nueva cultura que permita la creatividad, la transformación para superar los supuestos actuales y establecer nuevas relaciones sociales que enaltezcan y practiquen superiores formas de conciencia y solidaridad. Con esta perspectiva cobra relevancia humanista el trabajo en y para los Derechos Humanos. 5 Esta perspectiva es de gran interés, ya que trabajar en y para los Derechos Humanos a conciencia desde la educación y demás ámbitos de formación en donde haya relaciones humanas, es lo que necesita el género humano, para poder sentir en carne propia el sufrimiento y el dolor ajeno causado por los azotes de la vida. Igual caso ocurre con la solidaridad, en ésta se ve la sociedad como una sola familia a la que debe ayudar en las emergencias y necesidades; si vivimos aislados, cerrados y solitarios, no existe una conciencia colectiva ni solidaria para con los demás y no tendría sentido solo la formación en conocimientos técnicos y científicos si no se incluye la parte humana, ya que somos seres que sentimos y necesitamos de los demás para interactuar. Referentes Bibliográficos: 1. Arendt Hannah (1954). Ensayos de comprensión. Caparrós Madrid. 2. Berger, Peter y Luck Mann, Thomas (1994). La Construcción Social de la Realidad. Buenos Aires, Amorrortu Editores. 3. Contreras Domingo, José (1997). “Los valores del profesionalismo y la profesionalidad de los docentes”. En: La Autonomía del profesorado. Madrid: Morata. 4. Díaz Villa, Mario (1993). El Campo intelectual de la educación en Colombia, Cali, Universidad del Valle. 5. Emmanuel Levinas (1993). Entre Nosotros. Ensayos para pensar en otro, Valencia, Pre-textos, Trad de J.L Pardo. 6. Freire Paulo (1970). Pedagogía del Oprimido. 7. Magendzo, Abrahan (1990). “Los derechos humanos como concepción educativo”. En: IIDH. Educación y derechos humanos. San José. 8. Martínez Miguel (1992). Educación en valores y educación moral un ámbito de diseño y construcción curricular para el profesorado. 9. Osorio, Jorge (1988). En; la fuerza del arco iris. Las principales evidencias que quebrantan las bases del actual paradigma son “Decadencia del pariarcado, transición de la era del combustible a la era solar y un cambio en la mentalidad, los conceptos y los valores”. 10. Santos, Miguel Ángel (1995). Querer, Saber y Poder, En Porlan, Constructivismo y Escuela. Sevilla, De. Díada.