Las piedras que se mueven solas Piedras de decenas de kilos se mueven sin explicación aparente. En el conocido Valle de la Muerte en Estados Unidos existe un fenómeno singular, se trata de piedras que parecen flotar sobre un desierto baldío que en algún momento fue fango. Durante décadas, los científicos han teorizado explicaciones plausibles sobre esta anomalía, donde una piedra de varios kilos de peso es capaz de desplazarse varios cientos de metros “por si sola”. Muchos creen que este movimiento se debe al fuerte viento, pero eso no explica que piedras de diferente tamaño y peso se muevan a un ritmo paralelo y en diferentes direcciones. Además, los cálculos físicos tampoco apoyan esta teoría, ya que para que algunas piedras se muevan se necesitarían vientos de velocidades superiores a cientos de kilómetros por hora. El viento puede mover piedras pequeñas, ¿pero como mueve algunas de varias decenas de kilos? Las columnas basalto de En Canarias existen formaciones de este tipo Al enfriarse, las densas corrientes de lava se contrajeron en un ángulo vertical con la dirección de las corrientes, produciendo una figura geométrica de aspecto insólito. Este es el proceso por el que se generan las columnas basálticas, de forma hexagonal regular y de una perfección casi artificial. Entre las más famosas están las “Gigant´s Causeway” en Irlanda y las “Devil´s Tower” en Estados Unidos, aunque tampoco desmerecen “Los Órganos” en la isla de La Gomera en las Islas Canarias. La gran marea roja Su aparición provoca pérdidas económicas La gran marea roja, también llamada floraciones de algas, son en realidad una gran cantidad de algas unicelulares de profuso color rojo que proliferan en las aguas costeras y causan una coloración roja en la superficie acuática. Muchas de estas algas son inocuas, pero lo cierto es que aumentan las sustancias toxicas en el mar, lo que provoca la muerte de cientos de peces, aves y otros animales mamíferos. Al mismo tiempo, los seres humanos también sufren de forma indirecta este fenómeno, ya que se deteriora el impacto ecológico en las costas y eso se manifiesta en los sectores marítimos y económicos. Los círculos de hielo Un fenómeno poco conocido pero que gracias a Internet está proliferando su conocimiento. Al parecer los científicos especulan que estos círculos perfectos de hielo se forman por remolinos naturales en el agua que al subir a superficie forman circunferencias perfectas en la capa de hielo de la superficie. Hasta el momento se han registrado estos círculos de diferentes diámetros y en diferentes partes del mundo, incluso en ocasiones no aparece un solo círculo sino varios de ellos distribuidos por toda la superficie del agua. El más grande registrado tenía un diámetro de 150 metros. Las nubes mammatus Su aparición es pronóstico de grandes tormentas La aparición de este tipo tan peculiar de nubes es un presagio nefasto de la llegada de fuertes tormentas o climatología adversa crítica. Estas nubes contienen principalmente cristales de hielo capaces de extenderse en una línea que puede medir centenares de kilómetros. Algunas formaciones de estas nubes pueden permanecer estáticas durante incluso 10-15 minutos. Los Arco Iris de fuego Son extremadamente difíciles de ver por las condiciones requeridas para su formación. Las probabilidades de observar uno de estos arco iris tan peculiares son extremadamente bajas. Se producen por una convergencia rara de los rayos del sol en algunas nubes que deben de tener una posición específica. Al reflejar la luz del sol, los cristales de hielo de estas nubes producen rayos visibles de diferentes espectros. Como es extremadamente insólito, ver fotografías de este fenómeno no es muy popular y poder tomar una instantánea es una gran suerte. Cenotes o agujeros azules Un cenote (del maya ts'ono'ot:caverna con agua) es una dolina inundada de origen cárstico que se encuentra en algunas cavernas profundas, como consecuencia de haberse derrumbado el techo de una o varias cuevas. Ahí se juntan las aguas subterráneas, formando un estanque más o menos profundo. Existen varios tipos de cenotes: a cielo abierto, semiabiertos y subterráneos o en gruta. Esta clasificación está directamente relacionada con la edad del cenote, siendo los cenotes maduros aquellos que se encuentran completamente abiertos y los más jóvenes los que todavía conservan su cúpula intacta. Como otras muchas estructuras geomorfológicas, los cenotes son estructuras transitorias, que finalmente pueden terminar rellenos y desecados, pasando a formar parte de lo que se conoce como un paleokarst. Su morfología suele ser típicamente subcircular, y con las paredes abruptas. Por la evolución del macizo cárstico, el cenote comienza siendo una cámara subterránea producida por la disolución de la roca caliza por la infiltración del agua de lluvia. Eventualmente, conforme la cavidad va aumentando de tamaño, el cenote puede terminar aflorando a la superficie por colapso de la cúpula. Los cenotes se formaron durante las épocas de bajada del nivel del mar durante los pulsos glaciares del Pleistoceno. Los cenotes son, en la mayor parte de los casos, ensanchamientos de complejas redes fluviales subterráneas, que en ocasiones se abren paso hasta el mar. En éstos, el agua marina, más densa que la dulce, puede penetrar por el el fondo del sistema freático. Por ello, hay cenotes en los que a partir de determinada profundidad el agua pasa de dulce a salada, incluso a muchos kilómetros de la costa. Esta superficie de contacto entre el agua dulce y marina recibe el nombre de haloclina, y provoca interesantes efectos visuales. En la costa oriental de la Península de Yucatán, la espeleología ha demostrado la existencia de interconexiones entre cenotes y entre éstos y el mar, evidenciando un verdadero sistema de escurrimiento subterráneo. Los cenotes son estructuras geomorfológicos típicas de las plataformas calizas de la península de Yucatán y la península de Florida. Hay cenotes muy similares en las llanuras de Nullarbor, al norte de la Gran Bahía australiana y, también en las Bahamas, en donde se les conoce como blue holes ó “agujeros azules”. Características El color del agua usualmente es turquesa aunque en algunos es de un tono verdoso. Se estima que en la Península de Yucatán existen más de 3000 distribuidos en todo el territorio. De ellos hay localizados y cartografiados total o parcialmente unos 1400, siendo los más conocidos, los de Chichen Itzá, el de Zaci en Valladolid, así como el de X'keken en las cercanías de Valladolid. En la actualidad, los cenotes son usados principalmente para actividades de recreo como nadar o el buceo, que pueden realizarse en diversas localidades de la Riviera Maya, así como en algunos de sus parque ecológicos como Xcaret. Los cenotes en la antigüedad fueron reservas de agua para los mayas y también se realizaban actos rituales como ceremonias y sacrificios. Quienes ingresan a los cenotes se les denomina cenotistas, en la mayoría de los casos y espeleobuzos en casos muy concretos. Fauna y flora Algunos cenotes poseen rica variedad en flora y fauna de agua dulce en vías de extinción: el pez ciego de Yucatán (typhliasina pearsel), la damablanca ciega (ogilbia pearsei), la anguila ciega (ophisternop infernalis), la anguila de lodo (ophisternon aenigmaticum), esponjas, bivalvos, camarones y crustáceos despigmentados (como el speleonectes tulumensis) y plancton. Algunos de ellos también han sido poblados artificialmente con nuevas especies. En zonas muy cercanas a la costa, además de las especies antes mencionadas, se pueden encontrar algunos peces de agua salada tales como pargos y mojarras, que llegan por conductos subterráneos que comunican el fondo del cenote con el mar. Referencias Wikipedia. Enciclopedia libre. http://es.wikipedia.org/wiki/Cenote. www.meteored.com/ram/357/nubes-mammatus ocio.teoriza.com/2006/04/10/las-nubes-mammatus-los-tipos-de-nubes-masespectaculares-del-cielo.html www.patagonia-argentina.com/e/content/marearoja.php es.wikipedia.org/wiki/Marea_roja www.biodiversidadvirtual.com/atmos/arcoiris-de-fuego-img37.html culturatrivial.blogspot.com/2007/08/se-mueven-las-piedras-en-el-valle-de-la.html Colaboración: Karina Medina. 11 de abril del 2009